Un siglo de quito el deán juan de villa

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Un Siglo de Quito a través de los prebendados de su Iglesia Monografías. 17

El deán Juan de Villa

Juan Corbalán de Celis y Durán

Había nacido en Madrid en 15731, hijo de don Pedro de Villa, criado de su majestad, y de doña Catalina Gutiérrez, cuyo padre y abuelo fueron Porteros del real Consejo de Indias. Su padre Pedro falleció en Valladolid, ciudad a la que había ido para realizar el traslado de dicho Consejo, cuando el regreso de la Corte a Madrid. Estudió en el Colegio Real de Alcalá de Henares, donde se graduó en las facultades de Artes y Teología2. Ordenado de clérigo, el 5 de abril de 1605 era presentado por el rey para tesorero de la iglesia catedral de Quito. Partió para las Indias en mayo de dicho año, llevando consigo dos criados3. Alternó su trabajo de tesorero con la enseñanza de teología, escolástica y moral, que impartía a los estudiantes que acudían a escucharlo, “con algún buen nombre”. Se ocupó también de la Visita a todos los comisarios y 1 2 3

AGI. Quito 77, N.7 AGI. Quito 80, N.34 AGI. Contratación 5286, N.22

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demás ministros de Cruzada que lo había sido en el obispado desde que se publicó la Santa Bula, sacando una copiosa relación de todo lo sucedido, y de las cantidades que se debían de las bulas que se habían expedido, “y del modo que se hacían en este distrito, que fue un trabajo muy costoso y de mucha importancia para el aumento de la Santa Cruzada y de la real hacienda”. En marzo de 1611, al quedar vacante el deanato por el fallecimiento, a finales del año anterior, del licenciado Francisco Galavis, solicitaba la prebenda, lo cual, según decía “seria una gran merced, aunque el aumento de renta que iba a percibir era tan solo de 200 pesos”. El 29 de marzo de 1612, cuando la Audiencia comunicaba al rey la noticia de la defunción del obispo fray Salvador de Ribera aprovechaba, tras seguir vacante la plaza de deán, para recomendar para tal cargo a la persona del tesorero, el doctor Juan de Villa “la más a propósito para dicho oficio por


sus muchas letras, virtud y sosiego y otras buenas partes”4 En abril de 1616, estando ocupando la prebenda de maestrescuela de la catedral, y ejerciendo el cargo de comisario del Santo Oficio, todavía no se había cubierto la vacante del deán, y el Presidente y oidores de la Audiencia lo volvían a recomendar al rey, “por ser persona de virtud y muchas letras”

general. Rogaba encarecidamente que se nombrasen, para proveer los cargos de su iglesia, a personas de letras, doctas y virtuosas, porque fuera de tres o cuatro prebendados, los demás no sabían ni de gramática6. En abril de 1624 el presidente Antonio de Morga informaba de las personas que le parecían más a propósito para ser promocionadas, y entre los clérigos, para obispo, señalaba al deán Juan Villa, comisario general de la Cruzada e Inquisición7.

Debió obtener, al fin, el ser presentado para ocupar el cargo de deán, pues en 1621, vemos que ya ocupa esa prebenda en la catedral5. En abril de este año, el obispo Alonso de Santillán, en cumplimiento de una orden real en la que se le pedía que informase de las personas beneméritas que había en ese obispado aptas para poder ocupar alguna dignidad y prebenda, contestaba diciendo que ya lo había hecho en dos ocasiones, pero que no obstante volvía a ponderar lo mismo, y repetía que el doctor don Juan de Villa, deán de esta catedral, no tenía premiados sus conocimientos, y cualquier dignidad que le diesen estaría bien empleada, pues era hombre muy docto y ajustado en conciencia, el más puntual de esa iglesia, sin decaer en su trabajo en todos estos años, sirviendo con gran ejemplo y acompañado de gran prudencia. Recomendaba también al canónigo Juan de Quirós, su provisor y vicario

Al año siguiente, en abril de 1625, era promovido para una canonjía de la iglesia catedral de Lima, pero no llegó a tomar posesión de ella pues fallecía el 27 de dicho mes y año. Para la dignidad de deán que había quedado vacante por su promoción, el presidente de la Audiencia Antonio de Morga proponía al canónigo Juan de Quirós8, pero como veremos, se concedió al arcediano Gaspar Centurión Espínola. El deán Juan de Villa hizo testamento dejando como albacea a dicho canónigo Quirós, que quedaría encargado de cumplir el reparto de su herencia según había dejado dispuesto. Ordenaba que sus bienes, que ascendía a 4.500 pesos, se dividiese en tres partes iguales. Una para fundar una capellanía en la iglesia catedral de Quito; otra

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AGI. Quito 19, N.49 Debió ser promovido a deán en los primeros meses de 1619, pues el 19 de marzo de ese año ya era maestrescuela el bachiller Matías Rodríguez de la Vega, que fue quien le sucedió en el cargo.

AGI. Quito 77, N.19 La carta de Morga se leía pasado un año, y así el oficial del Consejo anotaba al margen de ella “este último murió” AGI. Quito 10,R.11, N.140 8 AGI. Quito 10, R.12, N.163

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para su madre y su hermana peque帽a Agustina de Villa, mujer de Medel de Viraca, escribano real en la Corte; y la tercera para su hermana mayor Catalina de Villa, mujer de Alfonso Rebello de Santillana, contador de su 9 majestad .

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AGI. Contrataci贸n 955, N.2, R.6

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