BOLETIN DE LA
SOCIEDAD CASTELLONENSE DE CULTURA Tomo LXXX* Enero-Diciembre 2004* Cuad. I-II-III-IV
La Carta de Nueva Población y los Establecimientos de la Vall de Tárbena en 1611 INTRODUCCIÓN El despoblamiento que se produjo en España y sobre todo en el reino de Valencia a consecuencias de la expulsión de los moriscos, que iniciada a últimos de septiembre del año 1609, estaba prácticamente finalizada a primeros del año siguiente, trajo como consecuencia de ello un rápido abandono general de numerosos lugares habitados, muchos de ellos en su totalidad, por estos moriscos. ¿Cómo se había llegado a esta situación?, ¿cuales fueron las causas que la motivaron?. La complejidad del tema, estudiado hoy en día por numerosos historiadores, desbordaría las pretensiones de este trabajo, pero parece conveniente antes de comentar la Carta de Población, esbozar esquemáticamente el marco histórico en el que se produce la misma. Brevemente el desarrollo de los hechos fue el siguiente: El martes 22 de septiembre de 1609 se publicó en Valencia el bando con la orden por la que el rey Felipe III había decidido, por fin, expulsar de este reino a los moriscos. Sus antepasados, los sarracenos, que vivían en el reino antes de su conquista por los cristianos, a raíz de la misma emigraron parte de ellos, a tierras del Islam, pero la gran la mayoría siguieron durante casi cuatro siglos, viviendo en relativa paz con sus conquistadores, manteniéndose en sus lugares de origen y conservando su religión, leyes, costumbres y bienes. El problema con los que se quedaron, los mudéjares, comenzó en realidad cuando en 1501 los Reyes Católicos, una vez finalizada la Reconquista y acabado el último reino moro de la península, ordenaron que todos los que no tomasen el bautismo, renegando de su religión, serían expulsados de sus reinos. La mayoría de ellos acataron la orden para poder seguir viviendo en sus lugares de origen, conservando sus casas y tierras, pero su conversión no fue, como era de esperar, sincera. Los que se quedaron, los moriscos o cristianos nuevos, siguieron casi todos ellos practicando en secreto sus ritos y religión, sintiéndose en todo momento pertenecientes a una raza distinta, ayudado