MISCE-.LÀ NIA HOMENATGE A RAFAEL MARTÍ DE VICIANA EN EL V CENTENARI DEL SEU NAIXEMENT 1502-2002. Ajuntament Burriana 2003
EL TESTAMENTO DEL GOBERNADOR MARTÍ DE VICIANA EL VIEJO Y OTROS DATOS PARA LA HISTORIA DE BURRIANA Juan Corbalán de Celis y Durán
l domingo primero de abril de 1487 el noble Martí de Viciana Gobernador de la Plana, estando en la ciudad de Valencia y encontrándose con buena salud, como él mismo nos dice, pero queriendo dejar arreglados los asuntos terrenales, dictaba su testamento. Ese mismo día y antes de ordenar dicho testamento, había realizado unos pagos a Joan Carles de Vallterra, doncel de Valencia, que por entonces residía en Burriana junto con su mujer Antonia. Había pagado primeramente a dicho matrimonio la compra de un esclavo negro llamado Antonio, de nación de munt de barques1, de unos 35 años de edad, por precio de 17 libras 10 sueldos, y posteriormente les pagaba 30 libras que le restaban del precio de una alquería situada en el término de Burriana, que les había comprado en enero del pasado año 1486 según escritura que habían firmado in villa Castillionis planicie. Este doncel Vallterra era hijo del caballero Carles de Vallterra, temido corsario que a mediados de ese siglo acosaba la ruta marítima desde Alicante a Siracusa. Era señor de los lugares de Xinquer i Benitanduchi2 situados en el término de la Alcudia. Al igual que otros caballeros valencianos, alternaría el comercio marítimo con el corso, llegando en algunos casos a convertirse este navegar al corso en mera piratería. En 1446 lo vemos dedicado al comercio marítimo con la Sant Jaume nave de dos cubiertas que tiene pertrechada con 60 hombres. En julio del año siguiente es apresado junto con dos naves frente al cabo Martín por una nave veneciana muriendo en la lucha más de 40 hombres. Ese mismo año el consell de la ciudad de Valencia da poderes para que se arme una flota con el fin de combatirlo ya
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que junto con otros dos personajes había formado una asociación de piratas y tenían cortadas las rutas marítimas de la ciudad de Alicante. No sabemos cuál sería la alquería que el matrimonio Vallterra vende a los Viciana, pues no se indica en el documento, pero dado el precio que se pagó por ella, 100 libras, suponemos que se trataría de algún pequeño caserío con algo de tierra. Después de realizados estos pagos y encontrándose en aquel momento en la ciudad de Valencia, quizá en casa de su conocido el notario Bertomeu de Carries, dictaba, como vimos, su testamento. Nombraba albaceas a su primogénito Rampston y a su otro hijo Martín de Viciana quien, a pesar de su corta edad, ya figuraba como comendador de la comanda que la orden de Calatrava tenía en la villa de Burriana. Elegía sepultura dentro de la iglesia de dicha villa, en la capilla que tenía bajo advocación de Santa Ana, donde estaban enterrados otros de sus hijos. Después de dejar encargadas diversas misas por su alma y las acostumbradas 33 misas de San Amador, dejaba dispuesto que se continuase la fiesta que junto a su esposa tenía costumbre de celebrar en dicha capilla el día de Santa Ana, de la que se confesaba “eran devotos y tenían gran devoción”. En el caso de que sus herederos en algún momento dejasen de celebrar dicha fiesta, disponía que fuesen los jurados de la villa los que en adelante se encargasen de organizar la misma, dejandoles para ello cierta cantidad, parte de la que la propia villa le pagaba cada año. Dispone igualmente que se siga la costumbre que tiene de encender tres cirios en la sepultura que hay en el cementerio de la iglesia, “al costado de la
Es decir, capturado en el mar, y como se especificaba en la escritura de venta, no había sido capturado en tiempo de paz o tregua del señor rey, sino en buena guerra. Xinquer y Benitandús