Boletín Turístico
Mayo 2025


Desiertos para tener aventuras
Bahía de Kino e Isla Tiburón, dos paraísos que tienes que visitar
Tlaxcala Brilla: un espectáculo natural único en el mundo
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¿Te gusta la adrenalina? ¿Eres de los que buscan experiencias distintas y paisajes que te dejen sin aliento? Entonces esta ruta es para ti. México no solo tiene playas paradisíacas o ciudades coloniales llenas de historia, también es hogar de desiertos increíbles, ideales para vivir emociones intensas y conectar con la naturaleza de una forma única.
Prepárate para deslizarte por enormes dunas de arena, pedalear entre paisajes blancos como la nieve o acampar bajo un cielo estrellado. Aquí te compartimos algunos de los mejores desiertos de México para una escapada llena de acción y asombro:
Dunas de Samalayuca (Chihuahua)
Ubicadas al sur de Ciudad Juárez, estas dunas son una joya natural del estado de Chihuahua. Conformadas por finísima arena que forma ondulaciones majestuosas, son consideradas uno de los mejores lugares del país para practicar sandboarding.
Las pendientes alcanzan hasta 20 metros de altura y 48 grados de inclinación, ideales para deslizarte metros de altura y 48 grados de i
como si estuvieras surfeando Además del sandboarding, puedes recorrer la zona en cuatrimotos, jeeps o bicicletas de montaña, disfrutando de un entorno semidesértico que parece infinito.
Dunas de Yeso en Cuatro Ciénegas (Coahuila) En pleno corazón del desierto de Coahuila, dentro del Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas, se encuentra este espectáculo natural de arena blanca. Las dunas están formadas por cristales de yeso que reflejan la luz del sol y dan la sensación de estar caminando sobre nieve.
Este lugar es ideal para quienes disfrutan de caminatas suaves, sesiones de fotografía o paseos en bicicleta entre paisajes surrealistas.
A diferencia de otros desiertos, el terreno es más firme, lo que permite explorar sin tanta dificultad.
Además, Cuatro Ciénegas es una reserva ecológica, por lo que tu visita puede combinar aventura con conciencia ambiental
Reserva de la Biosfera Bolsón de Mapimí (Durango)
Este desierto es parte del sistema del desierto chihuahuense, el más grande de América del Norte, y se extiende por Durango, Coahuila y Chihuahua La Reserva de la Biosfera Bolsón de Mapimí es un sitio que combina biodiversidad y misterio
Aquí puedes practicar senderismo por antiguos fondos marinos ahora cubiertos de matorrales y cactáceas, observar especies endémicas y admirar formaciones rocosas sorprendentes. Para los más intrépidos, acampar en la zona es toda una experiencia: dormir bajo un cielo estrellado, en silencio absoluto, es algo que difícilmente olvidarás.
También puedes visitar la llamada “Zona del Silencio”, famosa por fenómenos electromagnéticos y leyendas que han cautivado a exploradores de todo el mundo
Dunas de los Algodones (Baja California)
Estas majestuosas dunas se localizan en el noreste de Baja California, muy cerca de la frontera con Estados Unidos Por su belleza y tamaño, han sido locación de diversas producciones cinematográficas y sede del Campeonato Mundial de Sand Surfing.
Son el lugar ideal para los amantes del sandboarding, sandsurf
sandsurfing y otras actividades extremas Las formaciones arenosas, que se extienden por más de 200 kilómetros, ofrecen recorridos para todos los niveles. También es común ver motos, buggies y vehículos 4x4 desafiando la arena.
Este desierto combina emoción, belleza natural y un entorno casi marciano que parece sacado de otro planeta.
Dunas de San Felipe (Baja California)
Ubicadas en el desierto costero de San Felipe, estas dunas de arena blanca se encuentran muy cerca del Mar de Cortés, lo que ofrece un espectáculo visual sin igual: la mezcla de mar y desierto
Este sitio es especialmente popular entre los aficionados a las competencias off road, como el rally Baja 250 o la Baja 1000. Aquí puedes conducir motos, jeeps o ATVs entre dunas ondulantes y caminos arenosos, o simplemente disfrutar de un atardecer frente al mar después de un día lleno de emociones.
Es una combinación perfecta de aventura, paisajes y una comunidad que vive al ritmo de la adrenalina.
Ubicados en el litoral del municipio de Hermosillo, en el estado de Sonora, Bahía de Kino e Isla Tiburón conforman uno de los paisajes más representativos del Mar de Cortés. Con más de 100 kilómetros de costa, esta región ofrece un equilibrio único entre riqueza natural, identidad cultural y experiencias turísticas sostenibles.
Bahía de Kino: destino de playa con identidad propia
Ubicada a aproximadamente 100 kilómetros de la ciudad de Hermosillo, Bahía de Kino es uno de los destinos de sol y playa más emblemáticos del estado de Sonora. Con sus arenas doradas, aguas tranquilas del Mar de Cortés y una comunidad acogedora dedicada principalmente a la pesca, este destino conjuga naturaleza, historia y cultura viva
Las actividades acuáticas son uno de los principales atractivos: paseos en lancha, kayak, esnórquel, pesca deportiva y recorridos por la costa permiten explorar
explorar el rico ecosistema marino del litoral sonorense.
Un punto destacado es la Playa San Nicolás, un espacio de singular belleza donde se encuentran dunas que alcanzan hasta 65 metros de altura Este paisaje ofrece un escenario perfecto para la práctica de sandboard, una actividad que combina aventura y contacto directo con la naturaleza del desierto costero.
Bahía de Kino también cuenta con una oferta creciente de servicios turísticos, que incluye hospedajes , paradores turísticos frente al mar, restaurantes, áreas para acampar y opciones de glamping.
Nación Comcáac: herencia viva del pueblo seri
La región de Bahía de Kino es también territorio ancestral de la Nación Comcáac (también conocidos como seris), un pueblo originario que conserva y comparte su legado cultural a través de sus comunidades, como Punta Chueca y Desemboque.
Los visitantes tienen la oportunidad de conocer más sobre su cosmovisión en el Museo de los Seris, ubicado en Bahía de Kino, así como de participar en actividades turísticas organizadas por la propia comunidad, que incluyen recorridos guiados, navegación, talleres de artesanía, danzas tradicionales y ceremonias
Estas experiencias promueven un turismo cultural respetuoso, generando beneficios directos para la comunidad comcáac y fortaleciendo el reconocimiento de su identidad
Isla Tiburón: santuario ecológico y corazón espiritual del pueblo comcáac
Frente a la costa de Bahía de Kino se encuentra Isla Tiburón, la isla deshabitada más grande de México, con una superficie de más de 1,200 kilómetros cuadrados. Esta isla forma parte del Golfo de California y es reconocida como Reserva Ecológica, además de ser considerada territorio sagrado del pueblo comcáac, quienes la llaman Tahejöc, "el lugar del espíritu"
Esta se caracteriza por su alto valor ecológico y su biodiversidad. Alberga una variedad de ecosistemas desérticos y costeros que son hábitat de numerosas especies, incluyendo el borrego cimarrón, venado bura, zorros del desierto, coyotes, reptiles endémicos y una gran diversidad de aves. En términos botánicos, cuenta con flora adaptada a las condiciones extremas del desierto, como cactáceas y arbustos característicos del noroeste mexicano.
Además de su riqueza natural, la isla posee un profundo valor cultural Para los comcáac, Isla Tiburón es la cuna de su civilización, un sitio de significación espiritual y un referente identitario. El acceso a la isla está regulado por las autoridades tradicionales comcáac, y su visita debe realizarse mediante recorridos previamente autorizados
previamente autorizados que parten de la comunidad de Punta Chueca
Las experiencias disponibles para los visitantes incluyen caminatas guiadas, navegación en kayak, observación de flora y fauna, campamentos interpretativos, así como la participación en actividades culturales como cantos ceremoniales, relatos orales y juegos tradicionales. Estas experiencias son lideradas por guías comcáac, lo cual garantiza una perspectiva auténtica, fomenta el turismo sostenible y fortalece las economías comunitarias.
Cabe señalar que, al ser una zona protegida, no se permiten asentamientos ni construcciones en la isla, por lo que las visitas deben ser de corta estancia y con mínimo impacto ambiental La mejor temporada para visitar la isla es entre los meses de octubre y abril, cuando las condiciones climáticas son más favorables.
Isla Tiburón es más que un sitio turístico: es un ejemplo de cómo la conservación ambiental, el respeto a las culturas originarias y el turismo responsable pueden coexistir, brindando al visitante una experiencia profunda, enriquecedora e inolvidable.
Cada año, entre los meses de junio y agosto, el estado de Tlaxcala se convierte en el escenario de un fenómeno natural extraordinario: el cortejo luminoso de miles de luciérnagas que habitan los bosques templados de los municipios de Nanacamilpa y Calpulalpan, al pie de la Sierra Nevada. Esta manifestación bioluminiscente ha dado lugar al programa turístico y de conservación “Tlaxcala Brilla”, una experiencia mágica que ha posicionado al estado como uno de los destinos más importantes para el turismo de naturaleza en México.
El espectáculo está protagonizado por la especie Photinus palaciosi, un tipo de luciérnaga endémica de México, cuya presencia es exclusiva de esta región del país. Durante las noches templadas del verano, las luciérnagas emergen del suelo boscoso para realizar su danza de apareamiento, iluminando el entorno con destellos naturales que evocan una atmósfera de cuento.
Esta actividad ocurre únicamente durante un breve periodo cada año y es altamente sensible a factores como la contaminación luminica
lumínica, la alteración del hábitat y el ruido. Por ello, el acceso al Santuario se realiza bajo estrictas normas de conservación y siempre en compañía de guías certificados.
Desde 2012, el Gobierno de Tlaxcala impulsa un Plan Maestro para proteger el hábitat de la luciérnaga, promoviendo la conservación del entorno y el desarrollo local. Al visitar el Santuario, tú también puedes ser parte de esta causa: disfruta responsablemente y ayuda a preservar este maravilloso espectáculo natural.