Capítulo I

Estaba navegando por el Mar de las Almas Perdidas cuando desgraciadamente fui obligado a saltar por la borda por un fantasma; al parecer descubrió que yo fui el responsable de robar el zorro de las almas perdidas.

Mi historia es un tanto parRcular; cuando yo era parte de un grupo de piratas, exiska una leyenda que surgía de un zorro de piedra, tallado por las únicas manos que han podido sobrevivir al paso del Rempo. Aquel que lo poseyera podría tener infinitos deseos, por tanto era muy coRzado por los grupos de piratas y por los buscadores, ya que también había una recompensa muy grande. Yo nunca creí en eso pero tampoco nunca lo descarté por lo interesante de las manos que lo tallaron.

Mi grupo de piratas era muy pequeño, por lo que nunca era reconocido y no teníamos enemigos, cosa que nos traía una gran ventaja ya que podíamos buscar y hacer lo que nos placiera sin tener algún Rpo de problema. Nuestro capitán era un señor bastante agradable, no era nada avaricioso y tampoco era egoísta, por lo cual cada que conseguíamos un gran bokn lo reparkamos en partes iguales, para él y para todos.

Un día tristemente regresando de una isla, nos encontramos con nuestro capitán muerto, pero no había rastros de que alguien hubiera entrado por la fuerza.

Así empezaron las invesRgaciones dentro de nuestro propio grupo de piratas.