Día del medio ambiente: por un futuro más sostenible
Directora DCI: Patricia Torres
Coordinación y edición: Rosana Encalada
Equipo de redacción: John Humala Rengel
Leidy Romero Romero
Dirección de fotografía: Anthony Galán Guaricela
Diseño y Diagramación: Christian Velasco Cajamarca
Colaboradores en esta edición:
Análisis: Mario Córdova Mora
Investigación: Monserrath Jerves
Tecnología: Daviel Lucas Zárate Cuenca y César Augusto Zumba Contreras
Diego Estuardo Correa Barahona ORCID: 0000-0003-3551-5875
Presentación
La Universidad de Cuenca reafirma su compromiso con la sociedad a través de una gestión académica, investigativa, cultural y de vinculación profundamente conectada con las realidades del entorno y guiada por principios de sostenibilidad, equidad y transformación social.
La edición de junio de Voz UCuenca inicia con una reflexión sobre las desigualdades frente al cambio climático. En el segmento Análisis, el artículo “Blatten y Alausí: historias paralelas de un planeta en crisis”, de Mario Córdova Mora, compara dos deslaves ocurridos recientemente en Suiza y Ecuador. La diferencia en sus impactos —marcada por la capacidad de anticipación y respuesta— pone en evidencia la brecha entre el norte y el sur global en materia de adaptación climática. El texto plantea un llamado urgente a fortalecer la gestión de riesgos, los sistemas de alerta temprana y el rol proactivo de la academia en la construcción de resiliencia frente a eventos extremos.
La investigación ocupa un lugar central, como lo demuestra la XXI Convocatoria Interna y la consolidación de las Cátedras Abiertas, que impulsan una ciencia crítica y situada, capaz de proponer respuestas concretas a desafíos globales como el cambio climático. Esta preocupación se entrelaza con el accionar estudiantil, como en la participación de la Facultad de Ciencias Agropecuarias en Cascos Verdes, una iniciativa internacional que promueve el liderazgo juvenil en sostenibilidad, donde nuestros estudiantes fortalecen su formación a través del voluntariado y la acción ambiental.
El vínculo entre la academia y la sociedad se expresa también en proyectos como Kuyay, una propuesta interdisciplinaria liderada por la Facultad de Psicología, que reivindica la ternura como principio ético y político para construir sistemas comunitarios de cuidado con enfoque de género. De igual manera, la sostenibilidad territorial es abordada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo mediante el proyecto del Corredor Marítimo Costero, que fomenta la identidad y activa la economía de 70 comunas costeras a través de intervenciones participativas y propuestas urbano-arquitectónicas con enfoque inclusivo y sustentable.
La Universidad también se proyecta a través de la innovación aplicada a la vida cotidiana. El programa Mover-U, galardonado con el Premio Hábitat Ecuador 2024, promueve la movilidad sostenible mediante la integración de evidencia científica, tecnologías y diseño urbano centrado en el bienestar de la comunidad universitaria. Este enfoque técnico se complementa con estudios como el análisis del uso de carriles exclusivos en el Centro Histórico de Cuenca, que, desde una perspectiva tecnológica y normativa, plantea soluciones para optimizar el transporte público y reducir impactos económicos derivados de su ineficiencia.
El ámbito cultural, por su parte, se convierte en espacio de reflexión e identidad. El libro Vivo porque duermo y sueño, del docente Luis Herrera, entrelaza sueños, saberes ancestrales y memoria personal en una obra que aporta a la comprensión del cuerpo y la espiritualidad como dimensiones del conocimiento. Este enfoque complementa la labor académica con una visión humanista y simbólica de la experiencia.
En todos estos espacios, la comunidad estudiantil no solo participa, sino que lidera procesos y se convierte en agente activo del cambio. Así lo demuestra la clasificación de Eduardo Molina, estudiante de Ingeniería Civil, junto a su entrenador Byron Martínez, a los Juegos Mundiales Universitarios, como reflejo del esfuerzo institucional por integrar el deporte, la salud y el desarrollo humano como componentes esenciales de la formación.
La Universidad de Cuenca, a través de estas múltiples expresiones, continúa consolidando su papel como una institución que piensa y actúa en favor del bien común.
Cuenca
Contenido
Análisis
Blatten y Alausí: historias paralelas de un planeta en crisis
Entrevista
En tenis de mesa
Byron Martínez, orgulloso de llevar a la UCuenca a Alemania
Investigación
Investigar para transformar: epistemologías desde el Sur
Vinculación
La ternura como hilo conductor del cuidado
Kuyay: hacia un sistema comunitario de protección familiar
Estudiantiles
Estudiantes se suman al compromiso frente al cambio climático
Sostenibilidad
Corredor Marítimo Costero (Ruta E15)
Al rescate de la identidad, el turismo, la cultura y la sostenibilidad
Cultura
“Vivo porque duermo y sueño”
Libro del docente Luis Herrera entrelaza sueños, memoria y saberes ancestrales en una autobiografía onírica
Matices
Mover – U, transformando la movilidad universitaria
Tecnología
Análisis del uso de carriles exclusivos para transporte público urbano en el Centro Histórico de Cuenca: cumplimiento normativo y efectos económicos
Estudiantes se suman al compromiso frente al cambio climático
En tenis de mesa Byron Martínez, orgulloso de llevar a la UCuenca a Alemania
Investigar para transformar: epistemologías desde el Sur
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La ternura como hilo conductor del cuidado Kuyay: hacia un sistema comunitario de protección familiar
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“Vivo porque duermo y sueño”
Libro del docente Luis Herrera entrelaza sueños, memoria y saberes ancestrales en una autobiografía onírica
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El contenido de los artículos es criterio de sus autores y no representa necesariamente la posición de la revista
Corredor Marítimo Costero (Ruta E15)
Al rescate de la identidad, el turismo, la cultura y la sostenibilidad
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Mover – U, transformando la movilidad universitaria
Análisis del uso de carriles exclusivos para transporte público urbano en el Centro Histórico de Cuenca: cumplimiento normativo y efectos económicos
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Blatten y Alausí:
historiasplanetaparalelas
en crisis de un
El investigador Mario Córdova Mora analiza dos tragedias recientes —el colapso glaciar en Blatten y el deslave en Alausí— que, aunque ocurridas en contextos muy distintos, tienen una causa común: el cambio climático. Descubre cómo la falta de adaptación y las brechas entre el norte y el sur global hacen la diferencia entre la vida y la muerte frente a eventos extremos.
El 29 de mayo, un glaciar colapsó parcialmente en Suiza, provocando un gran deslave que sepultó el 90 % del pueblo de Blatten. Sus 300 habitantes habían sido evacuados diez días antes, gracias a la advertencia de geólogos que monitorean la región y detectaron la inestabilidad del glaciar. Gracias a esta previsión, no se lamentan mayores pérdidas humanas, aunque se reporta un desaparecido y la gran mayoría de viviendas quedaron completamente sepultadas.
Son varios los factores que contribuyen al colapso de un glaciar; sin embargo, casi todos están relacionados con el cambio climático. Las temperaturas más altas favorecen el derretimiento de los glaciares. Además de la pérdida de masa que esto implica, el agua generada fluye por la superficie y el interior del glaciar, acelerando aún más su deshielo y comprometiendo su estabilidad. El cambio climático también altera los patrones de precipitación, aumentando la proporción de lluvia frente a la de nieve, lo que igualmente contribuye a la inestabilidad glaciar.
Mario Córdova Mora
Colapso glaciar en Blatten / Foto recopilada de AP News.com
Las impactantes imágenes de esta catástrofe evocan lo ocurrido en Alausí, Ecuador, la noche del 26 de marzo de 2023, cuando un gran deslave causó la muerte de al menos 65 personas, más de un centenar de desaparecidos y más de mil damnificados. Los reportes indicaron que la intensa temporada de lluvias contribuyó a la inestabilidad del terreno, lo que desembocó en el colapso y el consiguiente aluvión. Al igual que en Blatten y en muchas otras partes del mundo, el cambio climático es un factor que hace que estos eventos sean cada vez más probables, frecuentes e intensos. Existe abundante evidencia de que las temperaturas más altas se relacionan con una mayor cantidad de lluvias y eventos extremos.
L a gran diferencia entre estos dos sucesos radica en el número de víctimas. En Alausí, pocos días después del deslizamiento, moradores del sector declararon haber observado grietas en el terreno al menos tres meses antes. Denuncian que las autoridades no tomaron medidas y que “la tragedia estaba anunciada”. Estos dos casos evidencian las profundas diferencias en la vulnerabilidad frente al cambio climático entre el norte y el sur global, marcadas especialmente por la brecha existente en cuanto a capacidades de adaptación.
L as acciones frente al cambio climático pueden agruparse en dos grandes categorías: mitigación y adaptación. Las medidas de mitigación buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de frenar el calentamiento global. Esto incluye la disminución del uso de combustibles fósiles y de otras fuentes de gases como el metano y el óxido nitroso. Por otro lado, las medidas de adaptación buscan reducir los impactos negativos del cambio climático, como los provocados por los deslaves descritos en este artículo. Una adaptación efectiva requiere una adecuada gestión de riesgos, lo que implica la capacidad de emitir alertas tempranas y actuar de manera oportuna para minimizar los daños.
En la agenda global, la mitigación es fundamental. Unir esfuerzos para cumplir con el Acuerdo de París y mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C hacia finales de siglo es vital para conservar condiciones habitables en el planeta. No obstante, la adaptación es urgente. Ya habitamos un planeta en el que, durante los últimos dos años, el calentamiento global ha alcanzado un promedio de 1.5 °C. Esto ha provocado una sucesión de eventos extremos en todo el mundo; es habitual ver en las portadas de los medios noticias sobre nuevos récords de sequías, inundaciones, incendios forestales y olas de calor.
Lamentablemente, el dióxido de carbono acumulado en la atmósfera desde la invención de la máquina de vapor —principal responsable del efecto invernadero— tiene una vida útil de varios siglos. Esto significa que, incluso en el mejor de los escenarios, si logramos cumplir el Acuerdo de París, el clima de los últimos años será el que viviremos nosotros y las generaciones futuras. Por tanto, adaptarse al cambio climático no es una opción, sino una prioridad que debe integrarse en todos los planes locales y nacionales.
Este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, veremos numerosos llamados a la acción y consejos para proteger el entorno: reducir el uso del automóvil, andar en bicicleta, utilizar el transporte público, consumir menos carne, evitar el desperdicio de alimentos y disminuir el consumo energético. Todas estas son acciones valiosas de mitigación. Sin embargo, no debemos olvidar la urgencia de la adaptación. Para ello, es clave contar con la capacidad de emitir alertas
tempranas, lo que requiere datos, monitoreo constante de los distintos sistemas y el desarrollo de modelos predictivos que permitan anticipar eventos extremos e identificar zonas de riesgo.
La academia debe desempeñar un rol fundamental y proactivo en la agenda de adaptación al cambio climático, siendo un pilar para la generación de conocimiento y la implementación de soluciones. Las instituciones académicas deben liderar la investigación y el monitoreo continuo de los sistemas naturales y geológicos, recopilando datos para desarrollar modelos predictivos con alta precisión. Esto incluye el estudio de patrones climáticos regionales, la identificación de zonas de alto riesgo y la evaluación de la vulnerabilidad de las comunidades.
A simismo, la academia debe impulsar la innovación tecnológica en sistemas de alerta temprana y facilitar la transferencia de estas herramientas a las autoridades y comunidades. Tiene también la responsabilidad de formar profesionales capacitados en gestión de riesgos, cambio climático y desarrollo sostenible, e informar a la sociedad sobre la urgencia de adaptarse, fomentando una cultura de prevención y resiliencia que empodere especialmente a las poblaciones más vulnerables.
L ograr estos objetivos exige una colaboración coordinada y sostenida en el tiempo entre gobiernos locales y nacionales, instituciones públicas y privadas, y la sociedad en su conjunto. Solo así podremos anticiparnos a las catástrofes y reducir nuestra vulnerabilidad.
Análisis
Blatten
Deslave Alausí / Foto recopilada de laprensa.com.ec
En tenis de mesa
Byron Martínez,
UCuenca
a Alemania
El entrenador de la Universidad de Cuenca es parte de la delegación ecuatoriana que representará al país en los Juegos Mundiales Universitarios en Alemania, tras clasificar junto a su dirigido, Eduardo Molina, estudiante de la carrera de Ingeniería Civil.
Byron Martínez, de 37 años, está vinculado al tenis de mesa desde los 10 años de edad. Su trayectoria como deportista le abrió el camino para convertirse en técnico de la selección nacional y, más adelante, incursionar en la gestión deportiva.
Practicar tenis de mesa le ha dado a Byron Mauricio Martínez Salas grandes alegrías, desafíos y aprendizajes. Habla con gratitud de las personas que formaron su carácter y personalidad, especialmente de sus dos abuelos, de quienes aprendió el valor de la disciplina y la constancia. En el ámbito deportivo, destaca la influencia de su primer entrenador, Luis Padilla, durante la etapa escolar; y en la secundaria, la de Paúl Calle.
A ntes de decidirse por el tenis de mesa, practicó atletismo, fútbol, gimnasia y taekwondo. Sin embargo, fue el tenis de mesa el que lo atrapó, ya que exigía una preparación más completa a nivel psicológico, técnico, táctico, nutricional y físico. En los últimos años ha encontrado en el senderismo, el trail y las actividades de montaña una nueva forma de mantenerse activo.
Con una trayectoria de 27 años, se incorporó a la Universidad de Cuenca para fortalecer el club de tenis de mesa y la Unidad de Deporte y Actividad Física de la institución. En febrero de 2025, logró clasificar a los Juegos Mundiales Universitarios que se celebrarán en Alemania.
¿Cómo
resume este triunfo?
Es la consecuencia de una meta trazada. Se va construyendo un camino del tenis de mesa en la universidad, porque la clasificación al evento deportivo universitario más importante del mundo no se consigue sin planificación ni visión. En la Universidad de Cuenca, desde 2022, nos planteamos objetivos claros. Primero, buscamos resultados a nivel nacional y, en 2024, logramos un hito al clasificar al torneo más importante del continente: los FISU America Games, en Cali, Colombia.
A hora, con la clasificación individual de Eduardo Molina a los Juegos Mundiales Universitarios en Alemania, se refuerza la idea de que los sueños están para cumplirse.
¿A nivel personal, cómo describe este logro?
Es altamente satisfactorio. Fue un objetivo trazado desde la parte técnica. Es el resultado de años de trabajo, porque alcanzar una clasificación internacional no es algo que sucede de la noche a la mañana. Demuestra que la experiencia acumulada a lo largo de los años en el deporte rinde frutos. Tuve la oportunidad de participar en el deporte convencional a nivel nacional, lo cual me permitió asumir con mayor responsabilidad el reto de contribuir al deporte universitario, siempre con el respaldo de mi familia.
¿Desde cuándo está vinculado al tenis de mesa?
Desde los 10 años. En ese entonces, la escuela Carlos Crespi, donde estudiaba, abrió la práctica de este deporte. Fui uno de los primeros seleccionados por el entrenador Luis Padilla, quien fue mi mentor. Continué durante todo el colegio bajo la dirección de Paúl Calle, un profesor que reforzó mis conocimientos técnicos y también me introdujo en el área administrativa.
A los 15 años integré la selección nacional en la categoría absoluta. Debuté y fui campeón en Salinas, en el Festival Olímpico 2004 organizado por el Comité Olímpico Ecuatoriano. Ese triunfo me permitió formar parte de la selección de mayores, siendo aún un deportista infantil.
Revista VozUCuenca
Byron Martínez con el equipo masculino de tenis de mesa de Ecuador que competirá en el Mundial
En tenis de mesa
Byron Martínez, orgulloso de llevar a la UCuenca a Alemania
¿Cuáles han sido sus mayores satisfacciones como deportista
y entrenador?
Como deportista, haber participado con 15 años en el preolímpico clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. A los 17 años, viví mi primer mundial en Bremen, Alemania, en la modalidad por equipos, junto a Alberto Miño, actualmente el número uno de Ecuador.
Como entrenador, he tenido la oportunidad de formar selecciones desde la categoría sub-11 hasta mayores, consiguiendo varios títulos sudamericanos, latinoamericanos y panamericanos. Una experiencia que me marcó fue acompañar a la selección en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, pues significó cerrar con responsabilidad un proceso iniciado desde que los chicos eran niños.
También fui coordinador técnico de entrenadores de las selecciones ecuatorianas hasta 2024. El mayor logro en ese rol fue acompañar el proceso de clasificación olímpica de Alberto Miño a Tokio 2021 y París 2024, un camino que tomó ocho años.
¿Cuáles son sus aportes en la gestión deportiva de la Universidad de Cuenca?
Me integré a una estructura sólida que había sido organizada por mi antecesora, Paulina Pino. Actualmente, trabajamos en el fortalecimiento del deporte y en la construcción de una estructura estratégica que promueve la autogestión, para lograr el apoyo del sector privado y el posicionamiento de nuestros deportistas a nivel local y nacional. Para ello, estamos trabajando directamente con los clubes, tanto individuales como colectivos.
Nuestra visión es que el deporte universitario sea reconocido como de alto nivel. Queremos brindar las condiciones necesarias para que los estudiantes que vienen con formación deportiva desde el colegio puedan continuar su desarrollo con entrenadores calificados. También buscamos abrir oportunidades para que más estudiantes se unan y participen activamente.
Byron Martínez y Eduardo Molina luego de un entrenamiento en el Campus Central
Revista VozUCuenca
Microtenistas de la UCuenca dirigidos por Byron Martínez (Nacional del Deporte Universitario)
En tenis de mesa
Byron Martínez, orgulloso de llevar a la UCuenca a Alemania
Investigar para transformar:
epistemologías desde el Sur
Partiendo desde nuestra misión, la Universidad de Cuenca reconoce a la investigación como uno de los engranajes principales en nuestro rol social, enfatizando así en la prioridad de formar a futuros investigadores profesionales capaces de ser agentes de cambio. En el evento de presentación de los proyectos ganadores de la XXI Convocatoria Interna de Investigación y el reconocimiento formal de las Cátedras Abiertas, reafirmamos el compromiso institucional con una ciencia crítica, contextual e inclusiva que nos permita construir una sociedad más equitativa, sostenible y justa.
Autora: Monserrath Jerves, Vicerrectora de Investigaci ón
La investigación es también un acto político. Nos urge un cambio, una transformación y para esto requerimos democratizar el conocimiento, abrirlo al diálogo con las comunidades y reconocer los múltiples saberes. Bajo esa visión, la Universidad de Cuenca se proyecta como un espacio de resistencia, creación y propuesta frente a los desafíos del Siglo XXI.
Es que hablamos desde una sociedad ecuatoriana y latinoamericana atravesada -y profundamente lastimadapor la inequidad y la injusticia, y es precisamente aquí en donde la investigación asume su rol fundamental.
En América Latina, hablar de investigación desde la academia implica mucho más que producir datos o replicar teorías científicas globales. Hacer investigación desde este sur exige comenzar por preguntarnos: ¿para qué investigamos?, ¿para quién?, ¿desde dónde?, ¿con qué fines? Es en esta reflexión que la universidad latinoamericana, como espacio históricamente marcado por estructuras coloniales del saber, tiene hoy el desafío urgente de repensarse.
Mirar más allá de los artículos indexados o las métricas de productividad científica. Nos invita a comprender que descolonizar la investigación requiere cambiar no solo los contenidos, sino también las metodologías, los marcos epistemológicos, los formatos y los vínculos con los territorios y las comunidades.
Requiere pues, abrir el conocimiento a los saberes, a la realidad y el sentir de nuestra gente y nuestras culturas. Una investigación pertinente desde América Latina, no puede estar desvinculada de las realidades concretas y diversas de nuestros pueblos. Debe articularse con los saberes ancestrales, populares y comunitarios, reconociendo que existen múltiples formas de producir conocimiento, todas válidas y necesarias.
Esta transformación implica desmontar jerarquías epistémicas, abrir espacios de co-creación con actores no académicos y comprender que investigar es también un acto político.
Descolonizar la investigación implica también democratizar la investigación, diversificar la asignación de recursos, descentralizar las agendas de investigación y poner la escucha y el respeto al otro y los otros en el centro del proceso. Porque solo así podremos construir una Universidad pública realmente al servicio de la vida, la dignidad y la justicia social.
Más aún, investigar sobre la sostenibilidad en América Latina y en Ecuador es crucial y es apremiante, por ello desde la Universidad de Cuenca se motivó a las y los investigadores a plantear propuestas que apunten hacia la sostenibilidad en sus cuatro componentes: ambiental, social, económico y cultural como parte fundamental del XXI Concurso Universitario de Proyectos de Investigación.
Intervención de Monserrath Jerves
Investigación
Nuestra región y país albergan algunos de los ecosistemas más diversos y frágiles del planeta. Sin embargo, la deforestación, la minería, la expansión agrícola y el cambio climático ponen en peligro estos entornos. Investigar con enfoque de sostenibilidad permite comprender estos impactos y diseñar estrategias para conservar la biodiversidad mientras se garantiza el desarrollo humano.
Más aún, cuando en nuestra región es clave en la mitigación del cambio climático global. Generar investigación desde América Latina permite entender estos procesos y posicionarnos como actores activos en los debates y acciones globales sobre sostenibilidad.
De igual manera, debemos asumir con responsabilidad que nuestro territorio se encuentra entre los más desiguales a nivel mundial. Las formas de acción y producción adoptadas no han logrado reducir las brechas sociales y económicas entre los grupos históricamente diferenciados. Gran parte de las economías latinoamericanas dependen de la extracción de recursos naturales (petróleo, minerales, monocultivos). Esto genera crecimiento económico a corto plazo, pero también deterioro ambiental y dependencia estructural. Investigar la sostenibilidad permite explorar alternativas productivas (bioeconomía, agroecología, energías limpias) que aseguren el bienestar a largo plazo sin agotar los recursos.
Finalmente, en América Latina conviven cientos de pueblos indígenas y comunidades tradicionales con conocimientos milenarios sobre la relación con la naturaleza. La investigación en sostenibilidad, si es crítica, contextual e intercultural, puede dialogar con estos saberes, reconociendo su valor para enfrentar la crisis ecológica global desde perspectivas NO euro o norte céntricas.
Partiendo de estas y más profundas reflexiones, la XXI convocatoria interna se convirtió en un motor de inspiración para 25 equipos de investigadores que asumieron el reto de proponer soluciones sostenibles mediante un enfoque colaborativo, interdisciplinario e intercultural.
Evento de entrega de certificados a los proyectos ganadores y reconocimiento de las cátedras abiertas
Asimismo, la Universidad de Cuenca cuenta desde hace décadas con diferentes cátedras abiertas que reúnen saberes académicos, comunitarios, ancestrales y populares en un mismo espacio, por lo tanto, promueven la generación de un conocimiento desde la pluralidad y que luego de un trabajo cuidadoso, sistemático y riguroso de evaluación y registro podemos presentar ante la comunidad seis cátedras que son reconocidas como espacios de debate permanente; que promueven una lógica de co-construcción; espacios de divulgación del conocimiento que superan los lenguajes y formatos tradicionales de la ciencia; pero también de terreno fértil para la generación de nuevas investigaciones que surgen directamente de la reflexión con los actores y que dinamizan la agenda investigativa.
Desde hoy asumimos a las cátedras como espacios académicos flexibles y participativos, que tienen como objetivo promover el diálogo crítico, la reflexión colectiva y la construcción de conocimiento sobre temas relevantes para la sociedad, temas que superan los límites de las mallas curriculares ancladas a carreras o facultades.
A sí, debo decir, que nos sentimos orgullosos de todo el inmenso trabajo que está detrás de este simbólico acto de reconocimiento. Hoy tenemos la sensación del deber cumplido y de haber llegado a una meta importante, sin embargo, es ahora cuando comienza el verdadero desafío. ¡Ver a los proyectos ser implementados y ejecutados y ver a las Cátedras asumir su rol en la institución y en la sociedad, será la verdadera meta!
No quiero terminar sin agradecer a las autoridades de la Universidad de Cuenca por seguir apostando por la investigación como el único camino que nos permite conocer y comprender para proponer y transformar.
A gradecer al personal Académico y Administrativo del Vicerrectorado de Investigación y de la Dirección de gestión de la calidad de la investigación con la dirección de María Elena Cazar, por su trabajo profesional, ético y comprometido en cada convocatoria.
Trabajar con ustedes me recuerda la frase: mientras la destrucción es estruendosa y rápida, la construcción es paciente, y silenciosa. Lo valioso se edifica en silencio. Amigos y amigas, son verdaderamente admirables y para mí es un honor y un orgullo ser parte de este equipo.
A los investigadores e investigadoras, gracias por poner sus mejores conocimientos y voluntad, por el entusiasmo y esmero con que preparan cada proyecto. Por ser nuestro mayor anclaje a la sociedad, la realidad y a la vez ser un puente hacia un futuro prometedor. Gracias y éxitos en sus proyectos, estaremos siempre a las órdenes para acompañarlos y apoyarlos, en el complejo, pero valioso camino que hoy inician.
A gradecer a nuestras valiosas cátedras abiertas por el camino recorrido hasta aquí, estamos seguros de que serán un actor importante en este anhelo de ser agentes de transformación social.
L a Universidad de Cuenca avanza con paso decidido, guiada por la convicción de que solo en comunidad se puede generar un conocimiento que transforme.
Evento de entrega de certificados a los proyectos ganadores y reconocimiento de las cátedras abiertas
La ternura como hilo
conductor
Kuyay:
del cuidado
hacia un sistema comunitario de protección familiar
Construir redes psicosociales de cuidado para erradicar la violencia intrafamiliar es el objetivo de Kuyay, un proyecto interdisciplinario de vinculación liderado por la Facultad de Psicología, con el acompañamiento de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales.
La
propuesta tiene como eje motivador a la ternura, entendida como un principio que genera acciones orientadas a un trato digno y a una verdadera protección de las familias de la parroquia eclesiástica San Pedro del Cebollar.
Inspirada en el concepto de ternura, la Facultad de Psicología denominó Kuyay —palabra quichwa que remite al amor profundo— al proyecto de vinculación orientado a construir sistemas comunitarios de cuidado con enfoque de género. Parte del convencimiento de que este sentimiento puede ser el punto de partida para fomentar relaciones afectivas, respetuosas y protectoras dentro del núcleo familiar.
El director del proyecto, Marco Muñoz, explicó que el enfoque de género es esencial para desmontar creencias aún muy arraigadas, como la idea de que el cuidado infantil recae exclusivamente en las madres, abuelas, hermanas o tías, roles históricamente asignados a las mujeres. El objetivo es desarticular estructuras de poder y dominación propias del modelo heteropatriarcal y machista.
En este sentido, Kuyay plantea a la ternura no solo como un valor afectivo, sino como una apuesta política y formativa. Desde esta perspectiva, la educación cumple un rol central en la construcción de redes psicosociales capaces de resignificar las prácticas de crianza y convivencia.
La iniciativa se implementa en la parroquia San Pedro del Cebollar, identificada por la Fiscalía del Azuay como una de las zonas con mayor índice de denuncias por violencia intrafamiliar, problemática que se agravó tras la pandemia. A esto se suman situaciones de inseguridad y conflictos intergeneracionales.
La ternura como hilo conductor del
Estudiantes del proyecto Kuyay junto a la rectora María Augusta Hermida
Vinculación
La intervención se realiza con la autorización del Consejo Pastoral y el respaldo del párroco Paúl Jara, lo que ha dado legitimidad social al proyecto. Según Muñoz, la participación del sacerdote ha sido clave, no solo por su rol eclesial, sino por su formación en psicología comunitaria.
En esta primera fase participan 20 estudiantes de las carreras de Psicología y Género. Además, se han sumado 50 voluntarios de diversas carreras y universidades para apoyar en la difusión del proyecto, utilizando el lema: #SomosKuyaySomosTernura.
Beneficiarios y diagnóstico
La parroquia San Pedro del Cebollar acoge aproximadamente a 300 familias. A través de su labor pastoral, atiende a cerca de 200 niños, niñas y adolescentes en procesos de catequesis, así como a familias en situación de vulnerabilidad. No obstante, carece de estrategias de cuidado y prevención de la violencia.
Ante esta realidad, el proyecto universitario —iniciado en marzo de 2025— busca aportar soluciones mediante la elaboración de un diagnóstico psicosocial que incluye el perfil parental y marental de los hogares, la percepción que tienen los hijos sobre el cuidado recibido (parentalidad percibida) y el índice de vulnerabilidad familiar. Estas herramientas permiten comprender las dinámicas familiares y detectar necesidades urgentes de intervención.
L os resultados preliminares de esta primera etapa revelan que una de cada dos familias no cuenta con las competencias necesarias para cuidar y educar a sus hijos, competencias que comprenden el vínculo afectivo, la protección, la formación y la reflexión. Muñoz señaló que es crucial contrastar esta información con la percepción de los hijos, pues debe existir correspondencia entre ambos puntos de vista.
Etapas del proyecto
En septiembre de 2025 se prevé desarrollar una propuesta formativa que incluya guías pedagógicas y un plan de formación de formadores en temas como parentalidad y marentalidad positiva, sistemas de cuidado comunitarios para niñas, niños, familias y agentes pastorales, todo bajo un enfoque de género, cuidados e interseccionalidad.
Para marzo de 2026, se contempla una tercera fase: la conformación de redes de apoyo psicosocial que fortalezcan el sistema de cuidados comunitarios. La meta es reforzar el tejido social de protección para que la comunidad, las familias y los hijos sepan cómo actuar ante situaciones que atenten contra su dignidad.
Estudiantes del proyecto Kuyay
Wasi Kuyay: centro comunitario de la ternura
Como cierre del proceso, Kuyay plantea la creación de un centro de referencia familiar llamado Casa de la Ternura o Wasi Kuyay, un espacio comunitario con un modelo psicosocial no terapéutico que respalde el sistema de cuidados en la parroquia. Este centro funcionaría dentro de la comunidad, respetando los tiempos y dinámicas de sus habitantes, con el fin de revitalizar la estructura comunitaria desde la ternura como principio de acción.
Muñoz enfatizó que lo innovador del proyecto es que trabaja desde la familia, pasando por la comunidad y el barrio, con la intención de incidir en políticas públicas.
“Queremos que esto se transforme en una ordenanza provincial que establezca un sistema de cuidados. Para producir política pública necesitamos datos, y ahí radica también la riqueza del proyecto: debemos validar y demostrar que nuestras metodologías son adecuadas”, afirmó.
En resumen, Kuyay está orientado a desarrollar y fortalecer el rol educativo y protector de las familias de la parroquia San Pedro del Cebollar mediante un sistema de cuidados comunitarios con enfoque de género. Promueve la formación familiar desde la acción pastoral, articulando conocimiento académico, compromiso social y ternura como pilares de transformación.
Estudiantes del proyecto Kuyay
Estudiantes se suman al al cambio
compromisoclimáticofrente
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Cuenca participaron en el programa internacional Cascos Verdes Ecuador, una iniciativa que promueve el liderazgo juvenil en sostenibilidad y acciones concretas frente al cambio climático.
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias se sumaron a la iniciativa Cascos Verdes
Estudiantes
Carlos Oswaldo Moscoso, médico veterinario y docente de la Facultad, lideró la participación de un grupo de estudiantes de las carreras de Medicina Veterinaria e Ingeniería Agronómica. La iniciativa, impulsada por el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR) y su centro CIFAL, se inspira en los Cascos Azules de la ONU, pero enfoca su accionar en la movilización de ciudadanos, empresas y organizaciones para enfrentar el cambio climático. Su objetivo: fomentar la sostenibilidad a través de la educación, el voluntariado y soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación consciente.
La convocatoria llegó a la Facultad mediante una invitación formal del Banco del Austro, entidad auspiciante del programa en Ecuador. A nivel local, también se contó con el respaldo de ECOS, plataforma comprometida con el desarrollo sostenible.
“Cuando recibimos la invitación, vimos una oportunidad única para que nuestros estudiantes fortalezcan su compromiso ambiental y su formación integral”, señaló Moscoso, quien dicta las cátedras de Ecología y Medio Ambiente, Proyectos Agropecuarios y Equinos.
Revista VozUCuenca
Jornada de reforestación en el área de El Cajas
Formación y acción concreta
El programa constó de dos etapas. La primera fue un curso virtual intensivo que brindó herramientas teóricas sobre sostenibilidad, planificación ecológica urbana, restauración ambiental y liderazgo en la gestión de recursos naturales. Durante esta fase, los estudiantes conocieron experiencias internacionales como la de Málaga, España, reconocida por su ambicioso plan de transición ecológica “Yo Amo Málaga”, que aborda de forma integral el manejo del agua, la restauración de ecosistemas y la participación ciudadana.
Tras completar con éxito la formación, los estudiantes recibieron la certificación internacional como “Líderes Jóvenes por la Sostenibilidad”, otorgada por UNITAR y CIFAL
“Más allá de la emoción, este certificado representa una gran responsabilidad. Es una invitación a aplicar lo aprendido, inspirar a otros y liderar desde la práctica profesional”, enfatizó el docente.
La segunda etapa se desarrolló el 26 de abril de 2025 con una jornada de reforestación en el área del Cajas, en la que participaron alrededor de 1.300 personas. Entre ellas, delegaciones de UNITAR-CIFAL , autoridades locales, representantes de instituciones públicas y privadas, colectivos ciudadanos y universidades. “Se reforestaron aproximadamente cuatro hectáreas con especies nativas adaptadas al ecosistema local. Estas plantas, de entre 50 y 60 centímetros de altura, permitirán restaurar áreas degradadas”, explicó Moscoso.
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias en el día de reforestación
Impacto y proyección
El impacto ambiental de esta intervención es relevante, ya que las especies plantadas, con el debido seguimiento técnico, contribuirán a la captura de carbono, la purificación del aire, la conservación del suelo y la recuperación de fuentes hídricas.
“Más de 5.700 hectáreas se han perdido en la provincia a causa de incendios forestales. Este tipo de acciones son un paso concreto para revertir ese daño. Además, estamos listos para colaborar en futuras convocatorias de restauración”, afirmó.
Moscoso destacó que estos espacios fortalecen la vinculación entre la universidad y la sociedad, al permitir que el conocimiento generado en el aula se aplique en el territorio.
“La comunidad empieza a comprender que la universidad no solo forma profesionales, sino también ciudadanos comprometidos con los desafíos del presente y del futuro”, sostuvo.
Desde su perspectiva, los estudiantes deben asumir un rol protagónico frente a la crisis ambiental. “Estamos en un punto de inflexión. Si no cambiamos nuestra relación con la naturaleza, los efectos serán irreversibles. Pero si actuamos ahora, con conciencia y responsabilidad, podemos asegurar un planeta más saludable para las futuras generaciones”, reflexionó.
Una invitación a actuar
Finalmente, Moscoso hizo un llamado a toda la comunidad universitaria para involucrarse en estos procesos. "Invito a estudiantes y docentes a que busquen estas oportunidades, trabajen junto a instituciones que promueven la sostenibilidad y, sobre todo, apoyen al Departamento de Sostenibilidad de la Universidad de Cuenca. Allí se están gestando iniciativas clave para enfrentar el cambio climático, promover la soberanía alimentaria, gestionar el agua con responsabilidad y proteger nuestra biodiversidad. El tiempo de actuar es ahora", concluyó.
Siembra de especies nativas en El Cajas
Corredor Marítimo Costero
(Ruta E15)
Al rescate de la identidad, el turismo, la cultura y la sostenibilidad
Al rescate de la identidad, el turismo, la cultura y la sostenibilidad
Desde el enfoque de la sostenibilidad, la Coordinación de Vinculación con la Sociedad de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo ha desarrollado un proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes de 70 comunas situadas a lo largo de la ruta costera de la provincia de Santa Elena. Esta iniciativa, trabajada durante dos años, tiene como objetivo potenciar las cualidades turísticas, económicas, sociales y culturales de la región.
Estudiantes durante la exposición de sus proyectos a las autoridades
El deseo de que la población de 70 comunas de la provincia de Santa Elena valore su identidad y reconozca el potencial de sus territorios para convertirse en destinos turísticos clave, motivó a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca a diseñar un proyecto que resalte sus atributos.
Se trata del Corredor Marítimo Costero (Ruta E15), una propuesta que busca impulsar distintas zonas en áreas como el turismo, la gastronomía y la cultura, lo cual permitiría dinamizar el mercado local, mejorar la economía de decenas de habitantes y, en consecuencia, su calidad de vida.
Este proyecto da continuidad a las intervenciones realizadas en San José de Olón en febrero de 2023. En ese entonces, representantes de algunas comunidades solicitaron ampliar el ámbito de acción. Diez comunas presentaron sus peticiones, y posteriormente fueron invitadas a un taller inicial en la universidad. Este espacio permitió levantar información sobre las necesidades espaciales, ampliando la cobertura a 17 comunidades.
Con esa base y mediante un acuerdo institucional, el último año de formación de los estudiantes, junto con un equipo docente multidisciplinario, asumió la intervención territorial desde el Itinerario de Diseño Arquitectónico, generando propuestas urbano-arquitectónicas fundamentadas en un estudio sistemático.
Estudiantes y autoridades luego de la presentación de proyectos
Corredor Marítimo Costero (Ruta E15)
Sostenibilidad
Los docentes coordinadores del proyecto, Javier Saltos y Pablo León, destacaron la integración de catedráticos de los itinerarios de Urbanismo y Arquitectura. El diagnóstico integral estuvo a cargo de 32 estudiantes del Taller de Investigación y Programación Arquitectónica (TIP), correspondiente al séptimo ciclo.
L os estudiantes visitaron las comunas y realizaron un levantamiento exhaustivo de datos urbanos, arquitectónicos, sociales, económicos y de identidad, mediante fichas técnicas y entrevistas a dirigentes comunitarios.
El análisis de esta información fue desarrollado por los docentes del Itinerario de Urbanismo, mientras que la logística de los viajes académicos y el vínculo directo con los GAD y las comunas, fue asumido por los docentes del Itinerario Arquitectónico. A partir de este proceso, se asignaron roles operativos a cada comuna y tres vocaciones temáticas por zona en los 52 kilómetros de recorrido de la Ruta E15:
• Zona sur: pesca artesanal
• Zona centro: artesanía
• Zona norte: conservación natural
Esta clasificación permitió dar orden y sentido cualitativo a las comunas, considerando su funcionamiento actual para, mediante la arquitectura, potenciarlas e interconectarlas a través de una red de equipamientos comunitarios. Esta red busca fomentar la cohesión social a partir de la actividad productiva. El turismo se visualiza como el sector principal para mostrar la identidad cultural y patrimonial.
El diagnóstico también permitió definir usos de suelo, características de cada comunidad y aspectos clave para el desarrollo de proyectos de diversas escalas, funciones y naturalezas: mercados, malecones, centros de acopio y procesamiento, espacios para la promoción y venta de artesanías, productos agroindustriales, pesca artesanal y parques. Todos estos elementos se articulan para fortalecer las cadenas productivas, promover la identidad cultural y proteger los ecosistemas locales.
Como resultado, se plantean inicialmente nueve proyectos en 18 comunas, los cuales conforman una red de equipamientos comunitarios que aportarán al fortalecimiento de las economías populares y solidarias, beneficiando a un total de 32.090 habitantes.
L a estudiante Carolina Domínguez, quien junto a su equipo trabajó en la comuna de Ayangue, destacó el valor del contacto directo con la población: “Ha sido la mejor forma de aprendizaje, la única manera de plantear un proyecto con el que esperamos incidir en el desarrollo económico mediante actividades seguras”.
Malecon MONTEVERDE
Una opinión similar tuvo el estudiante Alexander Berzosa, quien señaló que estar en territorio le permitió tener criterios más claros para proponer soluciones. Le motivó la posibilidad de fortalecer la identidad de la comunidad y destacó el compromiso de sus docentes: “La academia se vincula con otras instituciones para hacer realidad los proyectos”.
En ese sentido, la Coordinación de Vinculación con la Sociedad de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo presentó los proyectos ante el ministro de Turismo, Mateo Estrella; el director de Implementación Sostenible de Hábitat del MIDUVI, Willians Palma; la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Iovanna Jaramillo; y representantes de distintas comunidades (estos últimos conectados vía Zoom).
El ministro Estrella felicitó el trabajo articulado con las comunidades para construir estrategias de desarrollo arquitectónico, urbanístico y productivo desde el sentir de la gente. Consideró que estas propuestas pueden alimentar las estrategias de desarrollo territorial de su cartera de Estado. Subrayó además la necesidad de establecer una hoja de ruta para profundizar en ciertos aspectos y definir un modelo de gestión que permita su sostenibilidad en el tiempo.
Por su parte, el decano de la facultad, Alfredo Ordóñez, recalcó que el objetivo es ejecutar todos los proyectos, pues están interrelacionados: “Es una suerte de tejido; no se puede hacer uno y dejar de lado otro”. Afirmó que intervenir en esta ruta costera beneficiará a todo el país, dada su riqueza turística.
• Parque Botánico Temático en Curía
Corredor Marítimo Costero (Ruta E15)
Proyectos
Zona Sur
• Malecón Monteverde
Ubicado en la comuna Monteverde (4.582 habitantes), este proyecto busca rescatar la identidad y el patrimonio local mediante espacios culturales, recreativos, gastronómicos y de movilidad sostenible, en armonía con el entorno natural.
• Escuela para Jambelí
L a Escuela Rafael Morán Valverde, situada en la comuna Jambelí (parroquia Colonche), propone integrar la infraestructura educativa con los espacios públicos, fomentando la convivencia entre la población local y extranjera a través de una plaza activa, segura y unificada que fortalecerá la identidad cultural.
• Puerto de Aprendizaje Pesquero
En Palmar (8.217 habitantes), se busca ordenar la pesca artesanal mediante módulos de procesamiento e integrarla con la educación y el turismo cultural. El proyecto contempla una pasarela interpretativa y un recorrido flotante que conecten el oficio con el manglar y la comunidad.
• Malecón Palmar
Este malecón promueve la identidad costera mediante espacios culturales, recreativos y de acceso público. Utiliza materiales locales y fomenta el turismo, con énfasis en la conservación del patrimonio natural y la tradición pesquera.
• Plaza Comercial Ayangue
Con un enfoque integral, dinamiza la economía de los 1.819 habitantes, fortaleciendo la pesca y la artesanía. Revaloriza además el patrimonio cultural e identidad local.
• Centro de Acopio Pesquero
San Pedro
En San Pedro (9.157 habitantes), contempla la reactivación de la plazoleta y la construcción de un centro de acopio pesquero con restaurantes, zona de subasta, pérgola para emprendimientos locales y equipamiento para el procesamiento de productos del mar.
• Puerto de Aprendizaje Pesquero
Sostenibilidad
Zona Centro
• Plaza Comunitaria Artesanal
Ubicada en Libertador Bolívar (4.834 habitantes), busca fortalecer las raíces culturales mediante espacios de interacción social, formación y comercialización, fomentando la economía local y el turismo.
• Mercado Minorista Manglaralto
Situado en la cabecera parroquial de Manglaralto, atenderá a unas 15 000 personas. Promueve las prácticas artesanales, la gastronomía tradicional y la agricultura local, generando experiencias auténticas para el turismo cultural.
Zona Norte
• Parque Botánico Temático en Curía
Diseñado para los 617 habitantes de Curía, rescata el patrimonio natural y cultural con senderos interpretativos, exhibiciones y participación comunitaria en un entorno biodiverso.
Plaza Artesanal Comunitaria
Plaza comercial Ayangue
• Mercado Minorista Manglaralto
UCuenca
Centro de Acopio Pesquero San Pedro
Corredor Marítimo Costero (Ruta E15) Al rescate de la identidad, el turismo, la cultura y la sostenibilidad
Sostenibilidad
Revista VozUCuenca
• Escuela para Jambelí
Malecón Palmar
“Vivo porque duermo y sueño” en una autobiografía onírica
Libro del docente Luis Herrera memoria y sueños, entrelaza saberes ancestrales
El pasado 6 de mayo, en el Aula Magna Mario Vintimilla, se presentó el libro Vivo porque duermo y sueño, del docente e investigador Luis Alberto Herrera Montero, coordinador de Publicaciones de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca. La obra, descrita por su autor como una “autobiografía onírica”, entrelaza el mundo de los sueños con la vida, el cuerpo y los saberes ancestrales.
El evento contó con la participación del decano Juan Peña, quien dio la bienvenida, y fue clausurado por la vicerrectora de Investigación, Monserrath Jerves. Acompañaron a Herrera en la presentación dos reconocidas figuras del ámbito literario y académico: Héctor Domínguez Ruvalcaba, investigador de la Universidad de Texas, y Abdón Ubidia, escritor y crítico literario ecuatoriano.
Cultura
“Vivo porque duermo y sueño”
Libro del docente Luis Herrera entrelaza sueños, memoria y saberes ancestrales en una autobiografía onírica.
El origen de una autobiografía onírica
Vivo porque duermo y sueño es el resultado de más de una década de trabajo introspectivo. A lo largo de ese tiempo, el autor fue registrando sus vivencias nocturnas y explorando la dimensión onírica desde una perspectiva antropológica, espiritual y corporal.
Desde muy joven, Herrera sintió una profunda conexión con los sueños. Con el paso del tiempo, su interés se entrelazó con prácticas como la meditación, el Tai Chi y su acercamiento a las tradiciones quichuas y toltecas. Entre ellas, destaca una práctica tolteca que consiste en “verse las manos” durante el sueño, lo que permite reconocer que se está soñando y, con ello, asumir un rol activo en la experiencia.
“El sueño no es un mundo aparte. En muchas comunidades amazónicas, por ejemplo, se lo entiende como una forma de realidad. Cada amanecer se comparte el sueño en círculo, como parte de la vida cotidiana”, explica el autor, quien ha convivido con comunidades quichuas de la Amazonía ecuatoriana como parte de su formación e investigación.
“Vivo porque duermo y sueño”
La vida como escenario narrativo
El libro aborda tres escenarios clave en la vida de Herrera: la casa de su infancia en el barrio La Floresta, una hacienda familiar y una playa en San Jacinto, lugares profundamente ligados a sus primeras experiencias oníricas, marcadas por la ausencia de luz eléctrica y una conexión más directa con el entorno natural.
Otros momentos centrales incluyen su paso por el Colegio Americano, su temprana militancia política desde los 14 años y su trayectoria como
docente en instituciones como la Universidad Politécnica Salesiana, la UNAE y la Universidad de Cuenca.
Uno de los ejes más potentes de la obra es el trabajo corporal, entendido como vía de conocimiento. A través de la educación popular, el teatro, la expresión corporal, la meditación y el Tai Chi, Herrera construye un enfoque integral: “sentipensante y corporalizante”, como él lo define. Esta filosofía impregna su ejercicio docente, basado en el diálogo como forma de co-construcción del saber.
Soñar para vivir, vivir para soñar
Vivo porque duermo y sueño propone una reflexión sobre el arte de vivir con presencia. Para el autor, el buen dormir y el buen soñar son condiciones necesarias para el buen vivir y también para el morir bien.
“No se trata de eficiencia, sino de construir relaciones significativas con la familia, los colegas y la comunidad. Estar bien implica aceptar desafíos, atravesar conflictos y transformarse”, sostiene.
La espiritualidad, en su visión, no es algo etéreo, sino una forma concreta de estar presente, de resistir a las adicciones que nos desconectan del aquí y ahora. Así, el sueño se convierte en una herramienta de sanación, conocimiento y transformación.
Revista VozUCuenca
Cultura
“Vivo porque duermo y sueño” Libro del docente Luis Herrera entrelaza sueños, memoria y saberes ancestrales en una autobiografía onírica.
Una invitación a soñar con conciencia
Dirigido a quienes buscan una lectura introspectiva y transformadora, el libro no es de consumo rápido, pero sí accesible por su estilo claro y sencillo. A través de sus páginas, el lector puede conectar con su mundo interno y con una forma alternativa de habitar el tiempo.
La obra está disponible en la Biblioteca de la Universidad de Cuenca y también en plataformas como Amazon, Casa del Libro y Busca Libre, en formatos impreso y digital. Su precio aproximado es de 25 dólares.
“Que lo lean, que lo disfruten, eso me haría muy feliz”, concluye el autor.
Luis Alberto Herrera Montero
transformando la movilidad Mover–U, universitaria
Mover-U es una estrategia de movilidad sostenible basada en evidencia científica, que promueve una vida activa y saludable dentro y fuera del campus universitario. Su impacto ha sido reconocido con el Premio Hábitat Ecuador 2024, por su aporte al desarrollo urbano sostenible.
Comprometida con la mejora continua del entorno universitario, la Universidad de Cuenca —a través de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica— puso en marcha el programa institucional Mover-U, una iniciativa que busca transformar los hábitos de movilidad de su comunidad mediante el uso de tecnologías, infraestructura adecuada y acciones respaldadas por investigación científica.
El propósito del programa es diseñar e implementar un sistema de movilidad sostenible, eficiente y saludable, que no solo responda a los desafíos del transporte universitario, sino que también mejore el bienestar de la comunidad y sirva como referente nacional e internacional.
Premio
Hábitat Ecuador 2024
Gracias a su enfoque integral e innovador, Mover-U fue galardonado con el Premio Hábitat Ecuador 2024 en la categoría Idea de Proyecto. Este reconocimiento —de carácter nacional— destaca iniciativas sobresalientes en desarrollo urbano sostenible y acción climática.
El premio fue otorgado por el Comité del Premio Hábitat, integrado por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica; el Ministerio de Economía y Finanzas; el Banco de Desarrollo del Ecuador; y organismos de cooperación internacional, como la Cooperación Alemana GIZ. En esta edición participaron 44 propuestas de 28 cantones del país, entre las cuales Mover-U fue reconocida por su innovación, coherencia técnica y enfoque territorial.
El programa es liderado por la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica, bajo la coordinación del arquitecto Juan Pablo Carvallo Ochoa, y desarrollado por un equipo interdisciplinario integrado por Francisco Ordóñez, María Clara Vásconez e Irene Cárdenas.
“El verdadero valor de este premio radica en que reconoce iniciativas que pueden escalar, replicarse y generar incidencia en políticas públicas”, señaló Juan Pablo Carvallo.
Equipo interdisciplinario Juan Pablo Carvallo, Francisco Ordóñez, María Clara Vásconez e Irene Cárdenas, junto a la rectora María Augusta Hermida
Ejes de acción
de Mover-U
Mover-U se articula a través de varios componentes que abordan la movilidad desde una perspectiva integral:
1 Tecnología y planificación inteligente
• App Mover-U: disponible para iOS y Android, permite planificar rutas sostenibles, gestionar parqueaderos y acceder a servicios como EcoVan y BiciBus. Su uso promueve una movilidad más eficiente y consciente.
2. Transporte eléctrico y reducción de emisiones
• EcoVan: servicio intercampus con vehículos eléctricos que ha recorrido más de 11.400 km, transportado a 6.850 personas y evitado la emisión de 6,49 toneladas de CO₂.
3 . Infraestructura para movilidad activa
• 450 cicloparqueaderos
• Más de 300 espacios para motocicletas
• Una electrolinera con cinco puntos de carga
• 21,7 km de ciclovías que conectan los campus con la ciudad
4. Proyectos en desarrollo
• BiciBus: viajes grupales en bicicleta, guiados y planificados desde la app Mover-U.
• Yo te llevo: estrategia de movilidad compartida que promueve el uso racional del vehículo particular entre miembros de la comunidad universitaria.
5. Formación y cultura de movilidad sostenible
• Más de 350 membresías de bicicleta pública entregadas.
• Semana de la Bici, evento que impulsa la movilidad activa y la conciencia ambiental.
• Cursos de ciclismo urbano, orientados a fortalecer habilidades para el uso seguro y eficiente de la bicicleta como medio de transporte cotidiano.
6. Recuperación de espacios para la convivencia
• Corredor Sostenible El Paraíso: transformación del espacio vehicular en el Campus El Paraíso para crear zonas peatonales, áreas de estudio al aire libre, infraestructura recreativa, gastronómica y ciclovías internas.
Una alianza
para el futuro
El desarrollo de Mover-U ha sido posible gracias al convenio interinstitucional entre la Universidad de Cuenca, la Dirección General de Movilidad (DGM) y la Empresa Pública de Movilidad (EMOV EP), que ha permitido concretar varios de los componentes del programa.
La Universidad valora profundamente esta colaboración y espera que se fortalezca en las próximas fases del proyecto. También reconoce el aporte de antiguos colaboradores que participaron en las etapas iniciales, contribuyendo desde distintas disciplinas a esta propuesta transformadora.
Corredor el Paraíso
Electrolinera en la Universidad de Cuenca
Hacia una universitaria
movilidad más justa
Mover-U representa una apuesta estratégica por una movilidad más equitativa, saludable y eficiente. Su enfoque integral, sustentado en datos y experiencias reales, lo posiciona como un modelo replicable en otras ciudades y una herramienta de incidencia en políticas públicas. Con esta iniciativa, la Universidad de Cuenca avanza hacia un campus más humano, conectado y sostenible.
UCuenca
Usuarios corredor MoverU
Semana de la Bici
Análisis del uso de
carriles exclusivos transporte
Centro Histórico de Cuenca: para público urbano en el
cumplimiento normativo y efectos económicos
Un estudio de la Universidad de Cuenca revela que el mal uso de carriles exclusivos para el bus urbano, por autos particulares, no solo retrasa al transporte público, sino que genera pérdidas anuales de hasta $4,8 millones . A través de simulaciones, datos reales y análisis económico, este trabajo demuestra cómo respetar los carriles exclusivos puede mejorar la movilidad, ahorrar tiempo y beneficiar directamente el bolsillo de los ciudadanos.
Director: Diego Estuardo Correa Barahona / ORCID: 0000-0003-3551-5875
Autores: Daviel Lucas Zárate Cuenca y César Augusto Zumba Contreras
Análisis del uso de carriles exclusivos para transporte público urbano en el Centro Histórico de Cuenca: cumplimiento normativo y efectos económicos
El estudio titulado “Análisis del uso de carriles exclusivos para transporte público urbano en el Centro Histórico de Cuenca: cumplimiento normativo y efectos económicos” aborda una problemática clave en las ciudades contemporáneas: la eficiencia del transporte público frente al creciente uso del transporte privado. Su objetivo principal es analizar el impacto de la invasión de carriles exclusivos por parte de vehículos particulares en la operación del sistema de transporte público y cuantificar las pérdidas económicas derivadas de estas ineficiencias.
Carril
exclusivo de transporte público
Simbología
El enfoque metodológico combina el levantamiento de datos en campo, el análisis teórico basado en el Transit Capacity and Quality of Service Manual (TCQSM) y la simulación computacional mediante el software SUMO (Simulation of Urban Mobility). Esta triangulación de herramientas permite obtener una visión integral del sistema, desde su funcionamiento real hasta su comportamiento en condiciones ideales.
Desde el punto de vista operativo, el estudio parte de la caracterización de la red de carriles exclusivos del Centro Histórico de Cuenca, enfocándose en nueve corredores viales: Juan Jaramillo, Presidente Córdova, Tarqui, Vega Muñoz, Vargas Machuca, Gaspar Sangurima, Juan Montalvo, Pío Bravo y Tomás Ordóñez. Algunos de estos corredores cuentan con infraestructura física consolidada, otros solo con señalización horizontal, y varios presentan una implementación deficiente como carriles exclusivos.
En estos tramos se midieron variables clave como los tiempos de recorrido en horas pico, velocidades de aceleración y desaceleración de los buses, tiempos de subida y bajada de pasajeros, apertura y cierre de puertas, así como la sincronización semafórica en intersecciones críticas. Esta información permitió calcular la velocidad comercial actual del transporte público y simular una condición ideal sin interferencias.
Mapa de carriles exclusivos para el transporte público urbano de Cuenca
Tecnología
Uno de los aportes metodológicos más relevantes del estudio es la descomposición del tiempo de recorrido en distintas fases que afectan la operación de los buses:
• Tiempo de aceleración y desaceleración entre paradas.
• Tiempo de operación en paradas (subida, bajada y apertura/cierre de puertas).
• Tiempo de espera en semáforos, vinculado con la proporción g/C (luz verde/ciclo completo).
• Tiempo perdido por interferencia de vehículos particulares.
• Tiempo adicional por maniobras de rebase entre buses.
Esta estructura permitió calcular el tiempo teórico de viaje en condiciones óptimas —cuando se respeta la exclusividad de los carriles— y compararlo con los tiempos reales. La diferencia fue interpretada como demora evitable, base para los posteriores cálculos económicos.
Se aplicaron también factores de ajuste derivados del TCQSM, adaptados al contexto local, como la concentración de paradas, la demanda de vehículos particulares en carriles contiguos y la saturación del carril exclusivo por los propios buses.
En el componente de simulación, se utilizó SUMO para modelar la red vial del centro histórico, configurando rutas de buses, 46 paradas, definición de carriles exclusivos, y las características dinámicas de los vehículos. La simulación arrojó estimaciones independientes de velocidades y demoras, que fueron comparadas con las obtenidas mediante el modelo teórico. La correlación entre ambos fue alta, con una variación promedio inferior al 12 %, lo cual valida la robustez de los resultados.
Análisis
Análisis
económico
Uno de los hallazgos más contundentes del estudio es el análisis económico derivado de las demoras. Con base en datos del INEC (Encuesta ENEMDU, abril 2024), se estableció un salario promedio de $563,85 para los usuarios frecuentes del transporte público. Este valor permitió traducir el tiempo perdido en pérdidas económicas a diferentes escalas:
• Por bus y por viaje.
• Por pasajero.
• Mensuales y anuales por cada corredor.
• Agregadas para todo el sistema.
Las pérdidas anuales estimadas para la ciudad oscilan entre $4,355,996.32 (modelo SUMO) y $4,836,064.10 (modelo TCQSM). Los corredores con mayores pérdidas fueron Juan Jaramillo, Presidente Córdova, Vega Muñoz y Pío Bravo, caracterizados por altos volúmenes de pasajeros y significativa invasión de vehículos particulares.
A nivel individual, se estimó que un usuario frecuente pierde, en promedio, $45.97 al año por kilómetro de carril recorrido debido a estas ineficiencias. Esto revela que el problema no solo tiene una dimensión macroeconómica, sino que afecta directamente la economía de las personas.
El estudio también permitió identificar puntos críticos, como la calle Vargas Machuca, que, pese a no tener la mayor demanda, presenta pérdidas elevadas debido a la falta de infraestructura que garantice la exclusividad del carril. En contraste, corredores como Juan Montalvo o Gaspar Sangurima presentan mejores resultados gracias a una implementación más efectiva.
Conclusiones
El estudio concluye que el diseño, implementación y control adecuados de carriles exclusivos pueden generar beneficios significativos, no solo en términos de eficiencia operativa, sino también en impacto económico y social. Invertir en infraestructura segregada, fiscalización y señalización no solo mejora la experiencia de viaje, sino que representa un retorno económico tangible para la ciudad.
A demás, la metodología empleada es replicable en otras ciudades del país, y sus resultados pueden ser utilizados como insumo para políticas públicas, normativas de tránsito y planificación de inversiones en movilidad urbana sostenible.
En resumen, garantizar la exclusividad de los carriles destinados al transporte público no es únicamente una medida de ordenamiento vial, sino una estrategia clave para mejorar la movilidad, reducir pérdidas económicas y promover una ciudad más equitativa, eficiente y ambientalmente responsable.
¿ ? No será de leer alguito
Diagnóstico
en
salud sexual y reproductiva en el contexto universitario y local de Cuenca.
Proyecto Kali Kay (2025)
La sexualidad no debe limitarse a la reproducción ni al consumo; transformarla implica reconocer la diversidad, cuestionar el patriarcado y garantizar el acceso equitativo a servicios esenciales. En este marco, el Proyecto Kali Kay, desarrollado en Azuay y Manabí con apoyo de la Embajada de Francia, busca mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva desde un enfoque de derechos, género e interseccionalidad. Este documento resume el diagnóstico realizado en Cuenca, identificando barreras y proponiendo importantes estrategias.
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Catálogo Digital
La flora urbana de Cuenca.
Eduardo Idrovo Murillo (2024)
Esta obra es una invitación a recorrer Cuenca con una mirada atenta y reflexiva, explorando la convivencia entre lo urbano y lo natural en una ciudad andina única. El enfoque del flâneur, guía al lector por los paisajes cotidianos donde la flora local cobra protagonismo, revelando la presencia viva y simbólica de 217 especies vegetales de las 350 identificadas en la zona. Resultado de una profunda investigación, el libro va más allá de ser un simple catálogo: ofrece información accesible y significativa que despierta curiosidad, conciencia ambiental y un vínculo poético con el entorno urbano.