La Jaula de Hierro Nro 7 Año 2020

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Índice

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Nota editorial ...............................3

Dossier Crisis de las ideas capitalistas en el marco de la pandemia global ...................................5 (Por Emiliano Ortiz)

Sobre docentes, abejas y bailarinxs. Una coreografía de los malestares . .................................8 (Por Francisco Saman)

Real Politik A la derecha del mal ........................................................56 (Por Juan Francisco Blascone)

Algo indispensable .........................................................58 (Por Sabrina Bernardelli)

Vestigios colonialistas ...................................................59 (Por María Paz Misson)

Entre la burguesía y la realidad .....................................62 (Por Juan Francisco Blascone)

Plataformas de precarización .........................................11 (Por Florencia Berardi, Renata Cipponeri y Francisco Combina)

COVID-19 y explotación animal ¿Cómo prevenir futuras pandemias? .............................16 (Por Francisco Combina y Luna Benaglia)

Mucho malware y algunas reflexiones .........................20 (Por Valentina Galante)

Las prácticas docentes en pandemia ¿cómo enseñar ciencias sociales en la virtualidad? ............................................................22

Patrones alimentarios cotidianos - una transición hacia un modelo sano, sustentable y libre de explotación es posible ................64 (Por Lara Poujardieu)

Debate con el kirchnerismo y el rol de las fuerzas represivas ...........................................68 (Por Matías Bussi)

Enes

.................................................................72

(Por Lucía Dobrovsky Serrano)

Entrevistas Entrevista a Profesor Santiago Cueto Rúa ..................26

memes

..................................................................73

Entrevista a Profesora Eliana Debia ............................31

Habitus academicus La escuela como constructora de una empresa social liberadora en la segunda república española ...........................................43 (Por María Paz Misson)

Breve repaso biográfico: Alfonsina Storni, una vida feminista.............................50 (Por Valentina Galante)

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Nota editorial Nuevamente nos encontramos para compartir(nos), para leer(nos) y sabernos un poco más cercanxs. Tiempos raros los que corren ¿no? La sorpresa de la pandemia y su correspondiente medida sanitaria, la cuarentena, marcaron al 2020. Creemos que este va a ser un año que difícilmente se olvide, un punto de inflexión; un año en el que aprendimos y tomamos noción de que al colectivo lo conformamos (y lo cuidamos) entre todxs. Ineludiblemente tomamos conciencia de que vivimos junto a otrxs, que la vida social está constituida por instituciones catalizadas por nuestra agencia.

Aquí estamos, dispuestxs a seguir serruchando los barrotes de esta jaula de hierro que nos aprisiona, estamos dispuestxs a disputar sentidos, a encontrarnos mediante distintos medios y a utilizar nuestras palabras -esbozadas en trabajo académicos evaluados o reflexiones diversas- como estandartes emancipadores. Estamos dispuestxs a disputar cualquier tipo de distancia que la coyuntura nos impuso. Queremos establecer puentes, construir lazos que nos unan y nos pongan en diálogo, porque si de algo trata la Sociología y su desempeño como ciencia, es de problematizar el tejido de relaciones interpersonales -aun y particularmente en contextos tan inusitados como el actual- que conforman nuestras sociedades, colectivamente, en conjunto y codo a codo -¡como hay que saludarse ahora!-.

Por eso, estimadx lectorx, sin ánimos de robarte más tiempo, te invitamos a que te aventures en las distintas secciones de la revista: que saborees las reflexiones de compañerxs que tratando de volver inteligible este contexto, se lanzaron a escribir sobre él; que te sumerjas leyendo las entrevistas a profesorxs y en algunas ideas que nos atraviesan como disciplina; que leas producciones que no quisieron quedarse, luego de ser evaluadas, guardadas en una carpeta de la compu sino compartirse para enriquecernos con sus ideas, y por último ¿por qué no? que chusmees -por si ya no los viste- algunos “memes sociológicos”.

¡Que la disfrutes tanto como nosotrxs!

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Dossier

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Dossier CRISIS DE LAS IDEAS CAPITALISTAS EN EL MARCO DE LA PANDEMIA GLOBAL Por Emiliano Ortiz

El 2020 marcó un antes y un después, con la llegada de un virus de escala global que amenaza nuestra vida y la de todes en su conjunto. En este marco, cada país ha tomado medidas muy distintas desde el aparato estatal para contener a la pandemia, anteponiendo y priorizando distintos intereses, por ejemplo: Desde el gobierno de Estados Unidos no se han tomado medidas estrictas que contengan a la población en pos de evitar la propagación del Covid-19 en sus habitantes, eligiendo priorizar las libertades individuales y la propiedad privada como sujeto de derecho por sobre el bienestar colectivo; mientras tanto en países como Argentina se han aplicado de manera tenaz medidas gubernamentales, como la cuarentena obligatoria, que han intentado contener el contagio dentro del territorio. Teniendo en cuenta estos dos ejemplos mencionados, podemos identificar a rasgos generales dos tipos de reacciones desde los gobiernos ante la pandemia Naciones que han desarrollado políticas que fueron tomadas en detrimento de la vida humana y a favor de la economía de mercado, favoreciendo a las empresas privadas y reduciendo el gasto público. Por otro lado, hay naciones que han decidido aplicar medidas gubernamentales que preservan la salud de la población, mientras que aplican políticas públicas ligadas a las ideas económicas del estado de bienestar,

que hacen que la economía prioritaria sea la del bolsillo de los ciudadanos desde la reactivación del consumo con la inyección de gasto público. Antes de proseguir debemos remarcar que esta pandemia surge en el marco de una crisis del capitalismo neoliberal que se ha ido gestándose hace décadas, tanto en el plano financiero como en el plano ideal. Ademas estamos en un contexto global de una mutación geopolítica que ha ido generando una polarización inminente entre los Estados Unidos y China, donde el primero ha mantenido su característica hegemónica como país dominante en el plano económico y político, pero claramente debilitado ante una China emergente con un poder real basado en su economía.

Partiendo desde esa aclaración podemos preguntarnos: ¿El virus es el causante de la muerte o es consecuencia de las acciones del capitalismo foráneo, y más específicamente del neoliberalismo, a lo largo del tiempo? ¿Necesitamos una crisis de esta magnitud

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para poder reflexionar de las limitaciones del sistema neoliberal?

Es importante encontrar una respuesta a este interrogante y para eso es central dejar en claro las bases del ideario liberal: la regulación de la vida humana desde el principio del costo y beneficio, donde vale más el mercado que la propia existencia de los seres. Esta doctrina entra en contradicción constantemente, y la crisis sanitaria producida por el Covid-19 pone aún más en alerta este conjunto de ideas y pensamientos, dejando al descubierto la farsa del individualismo y del neoliberalismo. En un contexto donde la única salida para hacerle frente al virus es poder lograr una conciencia colectiva y un espíritu comunitario, las ideas del “sálvese quien pueda” quedan obsoletas, pero no estamos hablando de una cuestión puramente teórica, la realidad misma muestra como en los países pioneros de este ethos social y que poseen gobiernos neoliberales están siendo los más ineficientes a la hora de poder frenar la crisis sanitaria de sus naciones. En el comienzo de la pandemia, durante los meses de marzo, abril y mayo, Estados Unidos registraba un estimado de 30.000/40.000 casos por día de infectados

por Covid-19, mientras que las muertes alcanzaban el número de 2000/3000 por día. Brasil por su lado registró un aumento que llego a su pico en el mes de junio, donde se registraron 60.000 casos en un día, pero teniendo promedios similares a los de Estados Unidos. ¿Cuál es el punto en común entre estos dos países? Ambos poseen gobiernos liberales con ideas similares sobre cómo actuar en casos de emergencia social. En Argentina tenemos un gobierno popular con un Estado presente en las problemáticas sociales donde podemos visualizar números completamente distintos a los anteriores mencionados, en nuestro país los casos de infección en promedio no superan los 2000 por día, y representa una minúscula parte en comparación con Brasil y Estados Unidos. ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué los países con bases neoliberales se encuentran desbordados ante una pandemia de esta envergadura? Primero es importante detectar la forma en que estos modelos de gobierno consideran a los sistemas sanitarios. Para gobiernos como el de Estados Unidos, la salud es un bien de consumo en el mercado, los recursos del mismo están en función del capital financiero y la financiarización del sistema sanitario se encuentra en manos de oligopolios financieros. Teniendo esta perspectiva sobre la salud es lógico que el neoliberalismo regule la vida de las personas como si se tratara de regular una empresa en función de las ganancias de unos pocos, con este criterio quienes pueden acceder a la salud lo hacen y quienes no tienen los recursos económicos se encuentran excluidos de este derecho. Imagínate ahora que, por un momento,

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sos habitante de Nueva York y necesitas acceder a una cama de una sala de internaciones en los Estados Unidos de Norteamérica mientras que el país está teniendo casos de Covid-19 por todos lados, aparte de una crisis económica y política muy aguda. Como argentinos, que poseemos un sistema de salud pública y gratuita de calidad que atiende sin distinciones a cualquier ciudadano argentino y extranjero, es importante poder visualizar la importancia de defender estos derechos que en contextos como el de la actualidad son fundamentales para todos en nuestro país.

políticas públicas que nos permitan acceder a todos a las mismas oportunidades, con acompañamiento económico y social, donde la humanidad y la naturaleza sea un punto fundamental en la agenda de gobierno y no un bien prescindible carente de importancia.

¿Qué desafíos tenemos? Debemos reflexionar profundamente acerca de cómo queremos volver a la llamada “normalidad”, somos la generación que puede modificar las prácticas culturales futuras y entender también que la muerte y las formas de morir las decide el sistema que nos rige. Dicho sistema está conformado por nosotros, individuos que formamos parte de una sociedad, que no estamos aislados de los demás, y también por el tipo de gobierno que elijamos para manejar el aparato estatal. Es fundamental tener gobiernos que valoren la vida por sobre la economía de mercado, que acorten la brecha entre clases sociales con una justa distribución de la riqueza, que puedan tener una gestión basada en

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Dossier SOBRE DOCENTES ABEJAS Y BAILARINXS: UNA COREOGRAFÍA DE LOS MALESTARES Por Francisco Saman

“Pará de trabajar un poco. Vas a reventar.”, le dice una compañera. Y con gestos entre preocupación y alegría responde, casi sin dudarlo: “No puedo. Esto es lo que soy hoy.”. Nora se despierta temprano todos los días para seguir avanzando con todo lo que tiene que hacer. Sí. Todos los días. Acá no hay ni feriados, ni sábados, ni domingos, ni osvaldos. Acá hay simplemente días. Si es que todavía se conservan los horarios. El tema es que Nora no hace sólo lo que tiene que hacer. Hace más. Hace más porque es consciente de que lo que ella hace influye en otros. Nora es una abeja-obrera. Vive en comunidad. Es en comunidad. O mejor dicho: está siendo1 en comunidad. Nora trabaja recolectando lo dulce de cada flor y con eso que recolecta logra construir algo. Es algo surge del cruce de aquello que recolecta de las flores (luego de los procesos que cada flor realiza), con aquello que ella (Nora-abeja) tiene para generar. Flores hay muchas, obvio. Y de diversos tipos. Y cada una da su fruto. Distintos también, obvio. Quizás, incluso, haya flores que den un poco más de néctar que otras, pero la abeja-obrera sabe que algo puede sacar de ellas. Y lo intenta. “Ni en pedo hago eso. Es mucho ya.”, escucha que otra compañera dice segundos antes de salirse de la colmena. Y es que sí. Claro. Nora se da cuenta que aunque tengan

muchas cosas en común, cada abeja asume sus labores y sus responsabilidades a su manera, y se enfrenta, con esas maneras, a contextos y a situaciones distintas. Desde ese mensaje Nora siente. En ese mensaje Nora percibe el grito de alguien descubriéndose como un bicho que sobrevuela. Que sobrevuela porque no tiene donde apoyarse. Que sobrevuela sin saber dónde ir. Y, lo sabemos. Podemos, por momentos, engañarnos y hacer de cuenta que no es así. Pero lo sabemos: sobrevolar sin alguien cerca es difícil. Sobrevolar sin saber dónde ir es cansador. Ufff. Agotador.

Y así es este bicho. Y como ella hay muchos otros docentes-abeja. Que se esfuerzan por sacar lo mejor de cada situación, incluso aunque esta se presente como no muy buena, como lo no-esperable. Porque saben que su función es muy importante. Incluso aunque haya otros seres que pongan en duda o que quieran sacárselos de encima.

1. El uso del gerundio ayuda a la construcción de la idea de que no somos algo ya hecho, ya terminado. No somos un producto ya logrado sino más bien estamos en constante construcción y aprendizaje.

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Laburante por naturaleza, el docenteabeja se esfuerza por ir de flor en flor, tratando de generar en ellas lo mejor de sí. Se mueve mucho entre las flores. Observa, atento. Registra. Se adapta, se mueve. Agiliza sus movimientos de ser necesario. Busca alternativas para llegar a eso dulce. A veces, sus movimientos se ven forzados por acontecimientos del afuera. Y entiende que es lo que hay. No siempre puede, no siempre consigue armar ese algo. Y por eso se frustra. Pero aprende. Aprende, desde la propia práctica y desde la práctica de otros bichos, nuevas formas de mover sus alas, siempre con la intención de llegar a eso dulce que busca. Y con aquello que hay, intenta. Hace. Y comparte. “Miren lo que encontré acá.”, dice Nora. Pensar en Nora como docente-abeja me lleva a pensarme. A preguntarme cómo me siento yo. No sé cómo me siento. Sentir de sentarme. En la silla. Me acomodo. Cambio de espacio, de silla, de altura, de mesa. Agrego almohadones, saco almohadas. Me cuesta un montón. Duermo mal. Me despierto a cualquier hora en madrugada para acomodarme. La remera me está ahorcando. Me ahogo. ¡La espalda! ¿Por qué me duele tanto? Me siento todo contracturado, los músculos duros. La tensión. Algo me está pinchando la zona lumbar. Me inquieta. Me incomoda. ¡No lo soporto más! ¡Tranquilizate un poco! ¿Qué te pasa? ¿Qué me pasa? De todo me pasa. Todo me pasa. Todo, en algún punto, me pasa y se queda. — Lxs chicxs no están respondiendo. — Claro, por la pandemia. — ¿Qué pandemia?

Tanto malestar hace parecer que los días simplemente pasan, uno tras otro. Cada uno igual al anterior. Se repiten. Y la repetición es una sucesión de repeticiones que cansa, que agota. Cansa como cansa la pregunta por lxs que no. Agota como se agotaba la abeja que sobrevolaba sin un horizonte, sin un punto al que llegar. Y solo queda preguntarnos: ¿hemos fracasado en encontrar las respuestas a las preguntas que nos preocupan o es que no pueden ser respondidas en absoluto? Afortunadamente, el mundo siempre nos presenta la siguiente diversión, la siguiente elaborada distracción de los problemas que molestan. Pero, de alguna manera, el agotamiento lleva a. Moviliza. Algo emerge. Alguien emerge. Pienso en la figura de docente-bailarín. Porque la docencia, al igual que la danza, es algo tan poco objetivable, tan difícil de asir. Así, efímera, se transmite, se aprende y se experimenta desde la potencia del cuerpo, desde lo que el cuerpo, que también es tan difícil de tomar, de retener, es capaz de hacer. Lo que el cuerpo hace se nos suele escapar, porque, en definitiva, no siempre podemos articular su evidencia material y experiencial en términos del lenguaje, o porque no siempre tenemos la manera o las palabras para traducir el experimentar en un decir. Y, en todo caso, si logramos ese decir, nos arriesgamos a encorsetar, nos arriesgamos a caer en la mera etiqueta. Al igual que la danza, la docencia presenta la posibilidad de su reproductibilidad, simplemente porque una obra de danza puede ser filmada; pero este registro no es la obra en sí misma. Al ser el instrumento el propio cuerpo humano (con

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toda su humanidad), las clases, como las coreografías, pueden repetirse, pero la impredictibilidad y el carácter del cambio, de la mutación de los cuerpos, hace que nunca se dé de forma exactamente igual, incluso ante su repetición. Docente-bailarín que se mueve, que intenta coordinar movimientos que buscan hacer algo, comunicar algo, contar algo, transmitir algo. Y ya en ese movimiento hay un cansancio. Sobre todo potencial. Porque si lo que hizo agradó a otrxs, el cansancio es de gloria, con sabor dulce. Cansancio dulce. Pero si lo que hizo no agradó: cansancio amargo. Cansancio doloroso. Como si la dicotomía dulce-amargo implicara en sí misma que lo dulce es algo positivo y lo amargo está lejos de serlo, ¿no? Miro a los costados. Hay más. No estoy bailando solo. Emerge un común que estaba escondido. ¿O es que yo tenía los ojos cerrados?

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Dossier PLATAFORMAS DE PRECARIZACIÓN Por Florencia Berardi, Renata Cipponeri, y Francisco Combina

El interés por el surgimiento y funcionamiento de las llamadas empresas austeras comúnmente conocidas como Apps, entre ellas Uber, Rappi y Glovo, han copado muchos de los debates en el área de economía y trabajo, ya que son presentadas en el ámbito teórico desde dos perspectivas absolutamente opuestas: como una nueva forma de organización del trabajo que promete grandes beneficios para cualquiera que participe o como una nueva expresión de la precarización laboral en un mundo. Aún sin representar a un gran porcentaje de la población trabajadora (1% de los ocupados del país en 2018 en Argentina) estas empresas construyen redes de alcance internacional y ganan importantes ganancias.

¿Cómo obtienen sus ganancias? En primer lugar, hay que destacar la centralidad que tiene para estas empresas el análisis de datos, actividad que les permite operar con una escasa cantidad de activos y funcionar únicamente como vía de encuentro entre diversos actores. De esta forma “Uber, la empresa de taxis más grande del mundo, no es propietaria de ningún vehículo (...) y Airbnb, la mayor proveedora de alojamiento, no es titular de ninguna propiedad.”(Goodwin, 2015. 01). Este tipo de plataformas, que no posee capital fijo para alquilar sino que simplemente funciona como infraestructura que pone en contacto al que demanda un producto o servicio con aquel que lo ofrece, es definido por Srnicek (2016) como “austera” y obtiene beneficios al hacer más dificultosa o difusa la determinación de las relaciones comerciales y laborales que se generan mediante ellas. Es por esto que usualmente realizan evasiones fiscales en los diferentes Estados donde se desarrollan, lo que les permite aumentar su tasa de ganancia. Por otro lado, probablemente el rasgo más importante de estas plataformas es su forma de contratación de empleades ya que su particularidad es justamente no reconocerles como tales, sino como socies. Así, las empresas han logrado generar un nuevo tipo de contratación tercerizada, ocultando la relación trabajo/capital a la vez

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que se utiliza un discurso que dispone a las empresas como meros puntos de encuentro de los agentes que interactúan entre sí (Scasserra, 2016), evitando reconocer la relación de dependencia y así sortear el cumplimiento de las protecciones propias de la legislación laboral, sin embargo podemos esbozar algunas pruebas para demostrar que dicha autonomía es falsa: 1) La plataforma dicta instrucciones precisas sobre cómo realizar el trabajo y les trabajadores se ven constantemente controlados por puntuaciones que dan les clientes; ello provoca que en caso de que les trabajadores no sigan las instrucciones puedan ser desactivades, es decir, despedides (Todolí, 2015). Se puede afirmar, siguiendo a Bensusán (2017), que las plataformas mantienen el control de la empresa típica tradicional, aunque decidiendo ejercer sólo el necesario, descansando en la evaluación de les usuarios. 2) A diferencia de les trabajadores realmente autónomos, aquelles que trabajan en las plataformas no poseen la posibilidad de integrarse en la organización de la empresa asumiendo los riesgos y beneficios del negocio. 3) Les trabajadores no poseen oportunidades de desarrollo profesional (tal como debería tener une trabajador autónomo), dado que no tienen la posibilidad de conservar clientes propios, añadir valor a sus servicios, ni constituirse como empresa. “Por lo tanto, calificar como autónomo a quien no cuenta con las mismas posibilidades de desarrollo que un emprendedor no resulta coherente.” (Bensusán, 2017, p.102) 4) Asimismo, tal como explica Del Bono (2019), les trabajadores de las plataformas de reparto manifiestan un fuerte rechazo

por la “gestión algorítmica”. Este elemento es clave para probar que no hay autonomía en dicho trabajo, debido a que son incumplidos los requisitos de libertad que las propias empresas ofrecen, siendo el algoritmo uno de los principales mecanismos de control: la gestión algorítmica además de programar y dirigir el trabajo, realiza un seguimiento continuo del comportamiento de le empleade, teniendo en cuenta tanto las evaluaciones de les clientes, como la aprobación o no de los pedidos por parte de le trabajador; también implementa de manera automática decisiones sin permitir negociación ni interacción con les trabajadores; y por último posee una baja transparencia , es decir que las empresas no revelan los criterios de los algoritmos, utilizándolos para promover la rotación y renovación de los repartidores, sin dar explicación alguna. En estas aplicaciones existe un riesgo constante y tendencia al despido propio de la necesidad de las empresas de flexibilizar el trabajo y no permitir una organización por parte de les trabajadores. Por otra parte, existe otra dimensión sumamente problemática al interior del funcionamiento de estas empresas que se evidencia en el registro de la concentración de los sectores en los que estas plataformas se desarrollan. Un estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) muestra como el 80% del total de inversiones está acaparado por los dos sectores correspondientes a dos de los tres gigantes anteriores, Uber y Airbnb en transporte y alojamiento respectivamente. Vale mencionar también que ya en niveles generales de la economía, Uber y Airbnb acumulan el 60% del valor de mercado de las 20 principales

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compañías y “todo apunta a que en el futuro esté fenómeno de concentración del mercado en estas dos empresas, en particular, y en un puñado de grandes corporaciones, en general, continuará su irresistible progresión” (Beltran, 2016. pp22). Vemos entonces cómo, estas empresas no escapan a las tendencias de concentración de la riqueza, problema estructural del capitalismo desde sus inicios y que contribuye a la continuidad de las crisis cíclicas que históricamente paga el pueblo trabajador. Por último, partiendo de que las plataformas austeras se ven imposibilitadas por sus propias lógicas a la creación de valor por medio de la producción, su destino se ve reducido a constituir un agente parasitario en la economía (Srnicek, 2016). Incluso, también corre el riesgo de generar, al igual que el boom de las .com en los 1990 y el sector inmobiliario en 2008, una burbuja financiera que estalle en una nueva crisis financiera y golpee nuevamente los niveles de vida de los sectores más empobrecidos, ya que estos “estallidos” conducen a despidos masivos porque las empresas dejan de ser rentables y las inversiones se destinan a otro sector, dejando a quienes trabajan sin ningún tipo de remuneración. Pandemia Las consecuencias de la pandemia en la economía de plataformas son diversas según el tipo de servicio que ofrece cada una. Uber, por un lado, publicó que perdió una suma de u$s1.800 millones en el segundo trimestre de 2020, es decir, la demanda de transporte disminuyó abruptamente y los despidos aumentaron proporcionalmente. Por otro

lado, ya hay fuentes que aseguran que el crecimiento económico de la empresa Rappi es muy alto (Forbes México, 15/09/2020) ya que la demanda del servicio aumentó considerablemente en América Latina. Además, son muchos los jóvenes que se incorporaron a las empresas de comida a domicilio durante la pandemia ya que los despidos aumentaron en todos los sectores de la economía informal. Palabras finales Este primer esbozo sobre el tema señala que la nueva economía de plataformas es parte de un proceso de flexibilización laboral que se viene desarrollando en el mundo y que expresa su punto máximo en empresas que ni siquiera se reconocen como empleadoras sino como aplicaciones que conectan personas para que algunas obtengan y otras ofrezcan un servicio particular. Esta clasificación beneficia enteramente a las empresas ya que no están obligadas a pagar salario mínimo, vacaciones, ni siquiera a hacerse cargo de “accidentes laborales” como es recurrente ver en las noticias. En consecuencia, quienes se encuentran absolutamente desfavorecides en la ecuación son les trabajadores. En los casos de Glovo o Rappi, nos encontramos con jóvenes que pedalean diariamente entre ocho y hasta doce horas para sobrevivir o para complementar sus ingresos porque con un trabajo no les alcanza. Lamentablemente, no sorprende ya la noticia de muertes en la calle y de empresas que no se hacen cargo. “Reciban de parte del equipo de Rappi nuestras muestras de condolencias por la irreparable pérdida de nuestro Rappi en cumplimiento de la labor”

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es la única respuesta. Y así, avaladas por la ley, no tienen responsabilidad alguna sobre estos hechos. Es claro, en este sentido, el apoyo de quienes legislan y dictan las leyes. En Argentina, la última noticia que se obtuvo sobre algún tipo de legislación al respecto fue en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando en Julio de este año se votó con la aprobación de Cambiemos y la Unión Cívica Radical y la abstención del Frente de Todos (con la aprobación de algunas regulaciones) una ley que “avala el modelo de trabajo de estas empresas que imponen cortos tiempos de entrega y que pagan entre 45 y 70 pesos por pedido, una miseria mientras ganan millones. Impone a las y los repartidores la responsabilidad y los costos de los materiales de seguridad; y desliga a las empresas de toda responsabilidad ante cualquier accidente laboral o inconveniente, además de dar vía libre a que las estas sigan despidiendo por mail” (La Izquierda Diario, 25/07/2020). Sin embargo, la organización de les trabajadores en distintas partes del mundo ha conseguido conquistas importantes. Uber fue obligada en Reino Unido a tratar a sus choferes como empleados, y así se dictaminó que “no son trabajadores autónomos sino sus empleados, que se conectan con sus clientes a través de la aplicación, y por ese motivo tienen el derecho a obtener un salario mínimo, vacaciones y días festivos remunerados” (Todolí, 2015, p. 28). El caso de Argentina también puede ser destacado por la formación de distintas nuevas organizaciones de trabajadores como es la Red de Precarizadxs que se ha extendido a distintos trabajos informales, no solo de

aplicaciones, y que ha conseguido ciertas conquistas laborales como reincorporaciones de despedidos. Durante este 2020 realizaron marchas y paros exigiendo condiciones mínimas de salubridad aseguradas por la empresa al inicio de la pandemia y que la misma se hiciera cargo de la muerte de trabajadores durante el horario laboral.

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Bibliografía: - Beltran i Cangròs, Albert (2016). Plataformas de economía Colaborativa: una mirada global. Barcelona. Recuperado de: http://www.aept.org/archivos/documentos/ostelea_informe_economia_colaborativa.pdf - Bensusán, Graciela (2017) “Nuevas tendencias en el empleo: retos y opciones para las regulaciones y políticas del mercado de trabajo” En: Las transformaciones tecnológicas y sus desafíos para el empleo, las relaciones laborales y la identificación de la demanda de cualificaciones. CEPAL. Documento de Proyectos. - Del Bono, A. (2019), “Trabajadores de plataformas digitales. Condiciones laborales en plataformas de reparto a domicilio en Argentina” en: Cuestiones de sociología Nº21, Ar- - - - - Scasserra, Sofía (2016). Las plataformas web (y qué demandar desde el sindicalismo latinoamericano), documento de trabajo, Instituto Julio Godio, UNTREF. https://mejorsintlcorg.files.wordpress. com/2018/08/las-plataformas-web-por-s-scasserra.pdfgentina. - Srnicek, N. (2018). Capitalismo de plataformas, Buenos Aires, Caja Negra. - Todolí Signes, Adrián (2015), “El impacto de la Uber Economy en las relaciones laborales: los efectos de las plataformas virtuales en el contrato de trabajo”, IUSLabor/3, Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Universidad de Valencia. - García, A. (25 de julio de 2020) Ley Larreta de apps: ¿por qué se abstuvo el Frente de Todos?. La Izquierda Diario. Recuperado de: http://www.laizquierdadiario.com/Ley-Larretade-Apps-Por-que-se-abstuvo-el-Frente-de-Todosen-la-Legislatura - Alejandro, M. José, C. (15 de septiembre de 2020) Rappi vive un buen 2020: sus planes de crecimiento se aceleraron con la pandemia. Forbes. Recuperado de: https://www.forbes. com.mx/revista-impresa-rappi-con-un-bendito-2020-sus-planes-de-crecimiento-se-aceleraron-con-la-pandemia/

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Dossier COVID-19 Y EXPLOTACIÓN ANIMAL ¿CÓMO PREVENIR FUTURAS PANDEMIAS? Por Francisco Combina y Luna Benaglia

Desde que empezó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) hemos incorporado la expresión “nueva normalidad” pero, ¿Qué tiene de nueva? Sin dudas, nos hemos visto privades de muchas de las actividades que hacían a nuestra cotidianeidad, esto cumple la función de reducir la cantidad de contagios de COVID-19 en la población, sin embargo ¿Qué se ha hecho en pos prevenir futuras pandemias? Diferentes organismos científicos aseguran que la pregunta correcta no es si habrá o no una próxima pandemia, sino más bien cuándo, dado que su advenimiento es inevitable (Clark, 2020). Respecto al origen de la pandemia se han difundido concepciones erróneas e incluso peligrosas, una de ellas es la teoría conspirativa según la cual el virus es resultado de una elaboración intencionada, creado en un laboratorio y, por lo tanto, la pandemia sería un fenómeno premeditado cuyo objetivo político consistiría en la dominación y el control de la población mundial. También existen quienes ven a la pandemia como una especie de catástrofe natural totalmente inevitable, como si las pandemias “vinieran” y el ser humano no hubiera tenido incidencia alguna en su advenimiento. Por último, desde una mirada occidental, se reproduce un discurso profundamente

xenófobo, según el cual el origen del virus pandémico radicaría en los excéntricos gustos gastronómicos de la población china, que los llevan a alimentarse de murciélagos. La realidad es que la mayor parte de las pandemias y enfermedades infecciosas en general son de origen zoonótico, independientemente de la especie en particular, tenemos así el caso de la gripe porcina con 18.500 víctimas fatales, la peste negra causante de 200 millones de muertes humanas y la gripe española que mató a 50 millones de personas. El riesgo de futuras pandemias se acrecienta mientras mantengamos el modo particular en que nos relacionamos con los animales no humanos.

Actualmente, las industrias generan una sobrepoblación de animales, como pollos, vacas y cerdos a través de la continua inseminación artificial. Se los mantiene hacinados desde el inicio de su vida hasta su muerte, alimentados con productos balanceados

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a base de soja y una importante cantidad de antibióticos preventivos. Este uso indiscriminado y a gran escala de los antibióticos en la explotación animal se utiliza para prevenir las enfermedades a las que están expuestos estos animales por las condiciones de vida en las que se los mantiene.

origen vegetal (Poore,2018). Sin embargo, el 77% de la tierra para al cultivo es destinada a la producción animal. Otro factor importante es el gasto de agua, ya que para producir un kilo de carne de res se necesitan 15.000 litros de agua, frente a, por ejemplo, los 50 litros necesarios para producir un kilo de lentejas (Mekonnen,2010). Por otra parte, la ganadería intensiva es responsable del 18% de las emisiones de CO2 causantes del cambio climático (Vergunst,2017). Estos números revelan no solo que la producción de alimentos de origen animal es mucho menos sustentable que la de alimentos vegetales, sino también, que esta última podría generar mucha más cantidad de alimento con el mismo uso de la tierra y el agua (Cassidy, 2013).

Esta práctica es tan masiva que el 80% de la producción de antibióticos es destinada al consumo por parte de esos animales víctimas de explotación. Tal abuso de los antibióticos disminuye su efectividad, dado que presenta las condiciones de posibilidad para que se originen las llamadas superbacterias, resistentes a los efectos de los antibióticos (Ventola,2015). En ese sentido, resulta evidente que este tipo de explotación masiva de animales representa un enorme factor de riesgo para la generación de futuras pandemias como la que hoy atravesamos. Ahora bien, ¿Se justifica el mantenimiento de este modelo de producción de alimentos? De las calorías consumidas en el mundo, sólo el 18% corresponde a productos de origen animal, frente a un 88% de productos de

Usualmente se utilizan, como justificativo de la producción de alimentos de origen animal, las necesidades nutricionales del ser humano para estar sano. No obstante, los argumentos en defensa de esta idea se basan en una concepción errónea sobre la naturaleza del funcionamiento de nuestro organismo: no existe ningún nutriente que el ser humano necesite adquirir por medio de la dieta que no esté disponible en el reino vegetal. Organizaciones de nutricionistas, como la Sociedad Argentina de Nutrición (2014) y la Academia de Nutrición y Dietética (2015), que es la organización de nutricionistas más grande del mundo, entre muchas otras, establecen que las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas son

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nutricionalmente adecuadas para todos los estadios de la vida. Asimismo, indican que son aptas para personas embarazadas en el período de lactancia y atletas de cualquier nivel de rendimiento.

este artículo, se encuentra la muerte por ahogamiento o aplastamiento de billones de peces por día, muertes que no pueden darse de otra manera si se quiere obtener sus cuerpos.

Por último, una vez establecidos los datos mencionados anteriormente, nos parece sumamente relevante incorporar a esta discusión la dimensión moral. Como se explicó, las industrias que se dedican a la producción de alimentos de origen animal son responsables de un enorme sufrimiento, esto teniendo en cuenta que el comunicado de Cambridge de 2012 estableció que los animales no humanos son seres sintientes y poseen conciencia propia.

Por estas razones, sostenemos que no hay justificación moral para mantener la explotación animal. No sólo no nos trae ningún beneficio a nivel social ni individual, sino que los motivos por los cuales se realiza se reducen a placeres sensoriales como el estético o gastronómico o bien a las costumbres establecidas socioculturalmente.

Hay quienes postulan que la solución a estos problemas puede limitarse a un cambio en las condiciones de vida de estos animales, cuyo destino seguiría siendo la explotación. Es decir, el cambio en las formas en que se realiza la producción sólo reduciría en parte el sufrimiento ya que, si se quiere mantener la producción, hay prácticas que son inevitables, algunas de estas son, en primer lugar, la separación del ternero de su madre, necesaria para la extracción de la leche, en segundo lugar, en pos de que la carne sea “tierna”, los productores procuran que el ternero no desarrolle sus músculos, por lo cual se los mantiene confinados en espacios sumamente reducidos para que sean incapaces de moverse. Esta práctica desmiente el mito según el cual “a las vacas se las mata sin dolor porque si se estresan la carne no es tan rica”. Como último ejemplo de una enorme lista que no es abarcable en

Desde el punto de vista sociológico es importante abordar el tema entendiendo que estas prácticas se construyen socioculturalmente, pero esto no puede implicar de ningún modo una justificación. Como sociólogues sabemos que la sociedad es dinámica y, por lo tanto, se transforma constantemente. Así, la explotación animal constituye, como otras formas de explotación u opresión, un fenómeno que deberíamos abordar científicamente en aras de avanzar hacia su erradicación.

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Bibliografía: -Clark, C. (2020) World Zoonoses Day: ‘We have to act now to avoid even bigger catastrophes’. Recuperado el 6 de Noviembre del 2020 de: https:// news.emory.edu/stories/2020/06/esc_world_ zoonoses_day/campus.html -Emily S Cassidy, Paul C West, James S Gerber and Jonathan A Foley (2013) Redefining agricultural yields: from tonnes to people nourished per hectare. IOP Publishing Ltd Environmental Research Letters, Volume 8, Number 3. -Low, P. (2012) Declaración de Cambridge sobre la conciencia. Disponible en: http://fcmconference. org/img/CambridgeDeclarationOnConsciousness.pdf -Mekonnen, M.M. and Hoekstra, A.Y. (2010) The green, blue and grey water footprint of farm animals and animal products, Value of Water Research Report Series No. 48, UNESCO-IHE, Delft, the Netherlands -Poore, J. Nemecek, T. (2018) Reducing food’s environmental impacts through producers and consumers. Summary. Vol. 360, Issue 6392 -Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Vegetarian Diets. (2015). Recuperado 13 de mayo de 2020, de EatRight website: https:// vegstudies.univie.ac.at/fileadmin/user_upload/ inst_ethik_wiss_dialog/JAND_2015.05_Position_of_the_academy_of_nutrition_and_dietetics_vegetarian_diets..pdf . -Sociedad Argentina de Nutrición. (2014). Recuperado 13 de mayo de 2020, de sanutricion.org. ar website: http://www.sanutricion.org.ar/files/ upload/files/Alimentacion_Vegetariana_Posicion_SAN.pdf - Shepon, A. (2016) Energy and protein feed-tofood conversion efficiencies in the US and potential food security gains from dietary changes. IOP Publishing Ltd Environmental Research Letters, Volume 11, Number 10. -Ventola, C. (2015) The Antibiotic Resistance Crisis. 2015, MediMedia USA, Inc.Pharmacy and Therapeutics. -Vergunst, F. (2017) Five ways the meat on your plate is killing the planet. The Conversation Academic rigor, journalistic flair

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Dossier MUCHO MALWARE Y ALGUNAS REFLEXIONES Por Valentina Galante

Acontecen tiempos inéditos, tanto desde la particularidad de nuestra historia biográfica como también desde una dimensión más amplia e histórica. El 20 de marzo en Argentina se dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio a causa de un virus - ¿fantasma? - que recorre - no se limita a Europa - todo el mundo globalizado. Se trata de un virus que no discrimina, por lo que a priori todxs tendríamos la misma probabilidad de enfermar. Sin embargo, las violencias y desigualdades que nos atraviesan se encargan de que el virus sí discrimine y golpee diferencialmente a los individuos y grupos históricamente subyugados. El rasgo singular de esta pandemia fue dado por la vertiginosa expansión y despliegue tecnológico que realizamos como humanidad. La velocidad en la que circula la información hoy día permitió en principio tener determinadas precauciones y acceso a los diferentes hallazgos que se han ido realizando con bastante rapidez. Por otro lado, las tecnologías también han sido una pata fundamental a la hora de sostener empleos a través del teletrabajo, clases a través de la virtualización de la educación, muchos emprendimientos a través de ventas online, vínculos por medio de diferentes plataformas de redes sociales, entre otras actividades en este contexto de cuarentena y distanciamiento social.

Podemos decir que internet es un bien común, como muchas otras innovaciones científicas y tecnológicas. Pero no sólo eso, se trata de un bien necesario proclamado incluso por el Gobierno Nacional el 21 de agosto cuando declaró servicios públicos a la telefonía celular, los servicios de internet y a la televisión paga. Ahora, bien sabemos que la distancia entre la formalidad y lo que fácticamente sucede en nuestros países suele discordar, a veces, abismalmente. Tal como sostiene la Red de Investigadores sobre Apropiación de Tecnologías Digitales¹, esta expansión del consumo digital que estamos presenciando conlleva sumas ganancias que en términos de conectividad e infraestructura evidencian una importante disparidad entre los países latinoamericanos² entre sí y niquehablar respecto a las naciones históricamente productoras de tecnologías, afirmándose una vez más la teoría de la dependencia donde los países ‘desarrollados’ producen, venden y obtienen ganancias, en fin, son los que ganan. La distribución desigual del ingreso y la riqueza y la fuerte concentración del capital son características que padecen los países latinoamericanos, mientras los aumentos de productividad casi no se trasladan a los trabajadores a través de aumentos salariales (Dirksen, 2019). Los países de América Latina que implementaron políticas de inclusión

¹ http://apropiaciondetecnologias.com/ ² En 2014, apenas 40% de la población del continente tenía acceso a internet, con una fuerte heterogeneidad tanto entre los países como entre los diferentes estratos sociales (Dirksen, 2019).

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digital y/o desarrollo tecnológico están en mejores condiciones de afrontar los desafíos en el sentido que plantea la emergencia sanitaria. Dentro de cada país las situaciones de tecnología y conectividad son muy heterogéneas ya que las disparidades y las vivencias son muy diversas también. Hay personas en condiciones de pobreza, poblaciones rurales y originarias o las personas privadas de su libertad a las que se les niega el acceso a este -como lo denomina el propio Gobierno Nacional- derecho básico que el Estado debe preservar. Si bien no es el único, es uno de los derechos negados a determinadas poblaciones y en tanto es así, resulta necesario subrayarlo. ¿Qué ha sucedido con las vejeces dependientes alojadas en ciertos hogares geriátricos todo este tiempo en el que no se les permitió visitas de familiares? ¿qué deterioro cognitivo conllevó esto? Y peor aún, ¿qué implicó el corte de las visitas de familiares a las personas detenidas siendo que son estas últimas quienes les proveen de muchos elementos para su supervivencia? ¿Estamos en condiciones de discutir el acceso a la tecnología de determinadas poblaciones desprovistas de recursos básicos? Como quiera que se respondan estas preguntas, sí se abre aquí un gran debate respecto al derecho a la información, a la comunicación, pero sobre todo a la naturalización de ciertas expulsiones sociales. Es decir, las tecnologías hemos dicho han sido una pata fundamental para sostener, como denominó Butler, este auto-secuestro en nuestras unidades familiares, dado que de diversas maneras hemos podido a través de esta sostener diferentes actividades, siendo muchas las que

han encontrado -forzosamente- la manera de aclimatarse. Es necesario que todo el entramado social genere cercanía y empatía con individuos y grupos sociales que poco tienen que ver con nuestras problemáticas y también con las que se nos presentan en las redes comunicacionales.

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Dossier

LAS PRÁCTICAS DOCENTES EN PANDEMIA ¿CÓMO ENSEÑAR CIENCIAS SOCIALES EN LA VIRTUALIDAD? Por Lucía Dobrovsky Serrano

Este año (el complicado 2020) empecé a cursar Didáctica Especial y Prácticas de Enseñanza en Sociología (entre nos, “las prácticas”). Es la última materia del bloque pedagógico del Profesorado de Sociología en la cual durante el segundo cuatrimestre, se realizan las prácticas docentes en un curso de secundaria. Este año, obviamente las prácticas fueron virtuales. No fue tarea fácil. A partir de mi breve recorrido en la docencia virtual quiero compartir algunas reflexiones sobre la educación en pandemia y aportar ideas para quien quiera leerlas. Las clases virtuales (de todos los niveles educativos) arrancaron poco tiempo después de que se decretó la cuarentena. Esto nos puso frente a todo un mundo de problemáticas que antes no estaban tan presentes. La principal: tener internet es un privilegio, y en este contexto se transforma en indispensable para acceder al derecho a la educación. Pero también aparecieron otras problemáticas: los espacios y los tiempos de lo escolar, la forma de construir los vínculos, las maneras de dar clases y los recursos que podemos usar, son muy distintos en la virtualidad y hubo que re-pensarlos. Como practicante en el ciclo lectivo 2020, me tocó dar 4 clases virtuales de “Proyecto de Investigación en Ciencias Sociales” (PICS), una materia que se dicta en el sexto

(último) año de las secundarias de la Prov. de Bs. As., en la orientación en Ciencias Sociales. Al comenzar a planificar las clases me surgieron un montón de preguntas ¿Cómo dar clases exclusivamente por internet, a chicos y chicas que no voy a conocer personalmente? ¿Qué actividades puedo proponer para enseñarles a investigar y a problematizar la realidad social? Después de darle muchas (pero muchas) vueltas al asunto, de pensar que por qué no había cursado las prácticas el año pasado, y que cómo voy a hacer para planificar clases que estén buenas, llegué a una conclusión. Si pensamos a la virtualidad no como un “reemplazo” o “plan B” de la presencialidad, si dejamos de lado la pregunta ¿cómo puedo reemplazar lo que haría en la presencialidad? y comenzar a pensar ¿qué nuevas posibilidades nos abre la virtualidad? vamos a encontrar nuevas formas de vincularnos, de “habitar” los espacios y nuevos recursos para enseñar. De hecho, según Giraldo, et. al (2016) el ciber-espacio es un nuevo contexto de significación y creación de sentido, en donde las dinámicas son muy diferentes a los encuentros presenciales. Es necesario reflexionar sobre la dimensión del vínculo pedagógico y humano entre docentes y estudiantes. Para dar y tomar clases virtuales se vuelve necesario tener presente que del otro lado hay un “otrx”, y

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tener una idea de quién es esx otrx. A quienes hicimos las prácticas en pandemia, nos tocó dar clases a estudiantes que no conocíamos ni íbamos a conocer personalmente, asique tuvimos que construir esos vínculos por medio de plataformas virtuales. Lo cierto es que allí existen otras posibles formas de dialogar y de expresarnos que nos permiten construir esos vínculos a través de dinámicas propias de internet. El uso de emojis (en tanto recursos semióticos), memes, imágenes, videos con voz en off, son algunas de esas formas de relacionarnos con las que solo contamos en la virtualidad. En palabras de Mariana Maggio (doctora en educación y docente en la UBA) “el desafío es que las plataformas (…) no nos deshumanicen”¹ Según el Diseño Curricular, uno de los objetivos de PICS es que lxs estudiantes logren incorporar una mirada crítica que les permita problematizar la realidad social a partir de prácticas investigativas. Se propone que lxs estudiantes aprendan a armar un proyecto de investigación y que aprendan a utilizar diferentes técnicas de recolección de datos. Es una materia que pretende partir de sus propios intereses en el armado del proyecto de investigación, de su propia curiosidad sobre lo social. La idea es que logren pensarse como investigadorxs, como quienes interrogan y cuestionan la realidad social desde un punto de vista sociológico. Ah, pero he aquí la cuestión: otro de los objetivos de la materia es que lxs estudiantes realicen trabajo de campo (ya sea observaciones participantes, entrevistas en profundidad, encuestas, etc.). Esto es lo que diferencia a esta materia de otras, y lo que la vuelve realmente interesante. Se les propone 1 Entrevista a Mariana Maggio en la revista Redacción.

salir al campo, hablar con otras personas en calidad de informantes clave sobre un fenómeno en particular, poner en juego el aspecto (si se quiere) detectivesco de la investigación social. Con el trabajo de campo se les propone pensar a la realidad social en clave de “campo de estudio”, hacerse preguntas sobre situaciones y fenómenos que quizás tenían totalmente naturalizados (o por el contrario, fenómenos que siempre les llamaron la atención). El ejercicio de investigar una temática social a partir de preguntarle a otras personas sobre sus prácticas y sobre los sentidos que le dan al mundo puede ser muy emocionante, y con esto se pretende que construyan una idea más acabada de cómo se produce conocimiento científico en ciencias sociales. ¿Es posible lograr todo esto desde la virtualidad? ¿Se pueden pensar en consignas que impliquen trabajo de campo sin abandonar la cuarentena y/o los cuidados para protegerse del COVID-19? Spoiler alert: Sí. Es más, el trabajo de campo virtual es una buena propuesta aún en un escenario sin pandemia en donde retornemos a las escuelas, si tenemos en cuenta que desde hace al menos una década los espacios virtuales (como las redes sociales) forman parte de nuestra cotidianeidad y no nos resultan algo ajeno o extraño. Desde que empezó el aislamiento muchxs científicxs sociales han empezado a pensar cómo se puede realizar trabajo de campo desde la virtualidad. Según el antropólogo británico Daniel Miller, la etnografía virtual no solo es posible, sino que nos abre la puerta a ciertas dimensiones a las cuales no tendríamos acceso de otro modo. Por ejemplo, comenta que algunas personas pueden sentirse más cómodas

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para responder entrevistas en profundidad y comentar cuestiones de su vida privada si están detrás de una pantalla (por videollamada). Y quizás pasa lo mismo con una encuesta, es probable que muchas personas respondan una encuesta que se les envíe por Google Forms, ya que es más rápido y anónimo contestar un cuestionario online que responderle a un encuestador que tocó el timbre de su casa. Si pensamos en la instancia previa al trabajo de campo, una consigna de trabajo que implique armar un cuestionario de encuesta o un guión de preguntas para una entrevista en profundidad, desde ya supone un pensamiento orientado a la práctica empírica de investigar. En ese caso, lxs estudiantes deben pensar a quiénes van a hacerle esas preguntas, pensar una técnica de recolección de datos coherente con su pregunta de investigación e imaginarse qué deberían preguntarle a esas personas para intentar averiguar de qué se trata aquel fenómeno que investigan. Esto es lo que se busca en la materia PICS: poner en juego la práctica de interrogar a lxs actores sociales para comprender fenómenos sociales, hablar con otras personas en calidad de actores involucradxs en un fenómeno en particular, despegarse de la abstracción de la teoría y poder pensarse como investigadorxs sociales, al menos por un trimestre. Debates online Por último pero no menos importante: el debate colectivo en ciencias sociales es fundamental. Los foros de debate tienen

muchísimo potencial y tenemos que poder sacarles provecho. Tal como lo haríamos en la escuela, podemos intentar iniciar un debate a partir de (por ejemplo) una imagen o video y alguna pregunta disparadora. Esto, claramente se puede hacer tanto en una clase presencial como en un espacio virtual, creando un foro de debate en la plataforma que estemos usando para dar clases. Ahora bien, desde ya un debate en la virtualidad no tendrá la misma dinámica que tendría en el aula física, tendrá otra dinámica. Esta puede tener algunas desventajas (como la no sincronicidad y lo lenta que puede ser la discusión en comparación con un debate en el aula física) pero también podemos pensar en sus ventajas. Por ejemplo, un foro puede ser un ambiente más amigable para participar para estudiantes que quizás en el aula no se hubiesen animado a hablar. Incluso si los comentarios pueden ser anónimos² (siempre y cuando el o la docente actúe como moderadorx y supervise que los comentarios sean pertinentes) es probable que lxs estudiantes se animen a expresar opiniones que quizás por corrección política no dirían en el aula. Por último, los argumentos que expresamos por escrito suelen ser más elaborados que aquellos que expresamos en voz alta (porque tenemos tiempo para pensarlos, leerlos, releerlos, cambiarlos y corregirlos). En definitiva, los debates en platafotmas virtuales pueden ser una muy buena herramienta para enseñar ciencias sociales.

2 Existe una plataforma de Google llamada Blogspot. Se puede crear un blog al que cualquiera puede acceder y en él existe la opción de dejar un comentario tanto anónimo como con un usuario de google (no anónimo). Por otro lado, Google Forms permite hacer encuestas anónimas en las cuales, si bien lxs estudiantes no pueden ver qué comentan sus compañerxs, el o la docente puede compartir con la clase esos comentarios una vez que todxs la hayan contestado.

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Resumiendo La virtualidad y la pandemia nos trajo desafíos enormes que tuvimos que resolver sobre la marcha. En este contexto fue necesario poner toda nuestra creatividad sobre la mesa para pensar clases interesantes en formatos a los que no estábamos acostumbradxs. A un mes de concluir el ciclo lectivo, podemos decir que fue un año cansador y estresante, pero también lleno de aprendizajes y nuevas posibilidades. Lo virtual es muy distinto a lo presencial, sí, pero también posibilita otro tipo de encuentros y otras formas de participación que también pueden ser muy interesantes incluso en un futuro post-pandemia en donde retornemos a las escuelas.

Bibliografía -Giraldo et, al. (2016) La etnografía virtual y la formación de docentes. En Praxis y Saber: revista de investigación y pedagogía. Vol. 7 nº15. -Miller, D. (2020) Conferencia “Cómo hacer etnografía durante el aislamiento social”. - Disponible en:https://www.youtube.com/watch?v=NSiTrYB-0so&fbclid=IwAR0lX4Pb916MhQ9GiwBsb2s4baE0U96o5JYDJXLH21BcSo8axjiScQ_VtT4 -Molina, I. (2020). Clases virtuales: el desafío es que las plataformas no nos deshumanicen. En Revista Redacción.

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Entrevistas ENTREVISTA A PROFESOR SANTIAGO CUETO RÚA

Presentación Entendemos a la Sociología como una ciencia que, como cualquier otra, nos permite asimilar, construir un conjunto de herramientas para -y esto ya referido a la especificidad de su objeto- comprender más cabalmente la realidad social y sus fenómenos. En ese sentido, decidimos hablar con Santiago Cueto Rúa, investigador, Licenciado en Sociología y profesor de la materia Teoría Social Clásica I, para que a partir del excepcional contexto actual y en función de los marcos teóricos y conceptualizaciones de nuestra disciplina podamos pensar y reflexionar la crisis en la que vivimos.

En un intento de que la teoría y la práctica consciente converjan, recuperamos un texto que Santiago escribió y publicó en Junio del presente año en la sección Éclairages del proyecto “Co-vies20” de la Universidad de Lausanne (Lausanne,Suiza) titulado: “Individualismo y moral en tiempos de pandemia en la Argentina”. Sobre este escrito enlazado al pensamiento de uno de los autores clásicos de la Sociología, como lo es Durkheim, y

algunas cosas más, hablamos -virtualmente por supuesto- en la presente entrevista. E: Es interesante establecer una relación (tanto de distinción como de puntos donde converjan) entre lo referido al ámbito de la ciencia y al de la política ¿en qué sentido consideras que esta última debe valerse de la ciencia social para hacerse de medios que le permitan operar más fructíferamente en la realidad? R: Efectivamente, ese es un gran debate; ya ha escrito mucho al respecto Max Weber en su texto sobre el científico y el político. Por mi parte, no tengo dudas de que las ciencias sociales pueden y deben aportar su conocimiento (teórico y práctico) a la política en general y al diseño e implementación de políticas públicas en particular. Se sabe que las ciencias sociales tienen en relación con las ciencias naturales (permítanme hacer esta distinción y tomarlas como si ambas como si fueran un todo homogéneo) una posición subordinada en términos de poder, de legitimidad social. Cuando el presidente Alberto Fernández hizo referencia a que el suyo era ´un gobierno de científicos´, asumo que la mayoría pensó más en científicxs que practican ciencias como la biología y no tanto como la sociología o la antropología.

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Pues bien, esa articulación prepandémica entre ciencia y política favoreció que el modo de cuidar la salud de la ciudanía se realizara con criterios científicos y no economicistas, como se hizo en países limítrofes. Efectivamente, la fluidez de la relación de la política con la ciencia fue un factor determinante de esa primera etapa de la pandemia, gracias a la cual se evitó el colapso del sistema de salud. Ahora bien, la consigna ´quedate en casa´, que fue determinante para evitar la expansión de los contagios, tenía algunos problemas que el gobierno tardó bastante tiempo en advertir y que se habrían advertido velozmente si el comité de científicxs que asesora al gobierno hubiera estado compuesto desde el comienzo por científicxs sociales. ¿Por qué? Porque ´quedate en casa´ es una consigna más fácil de cumplir si vivís en determinadas condiciones materiales, ´casualmente´ las condiciones materiales de los científicos que diseñaron esa consigna. Quiero decir: las ciencias sociales nos permiten salir del sociocentrismo, esto es, creer que todos viven y piensan del modo en que lo hacemos nosotrxs. Un/a sociólogo/a o un/a atropóloga sabe esto y puede advertir rápidamente: ojo que quédate en casa es inviable para muchos sectores de la población que viven hacinados, pensemos en consignas que lxs protejan, pero que puedan ser cumplidas por ellos también. E: Haciendo referencia ya al texto mencionado que escribiste, en el cual recuperas el pensamiento y las inquietudes de Durkheim ¿es acaso una demostración más de que este clásico y sus preguntas

siguen vigentes e interpelando para (re) pensar a nuestras sociedades modernas, volviéndolo tal? R: Definitivamente sí. Yo creo que la vigencia de la obra de Durkheim no requiere de una pandemia para ser demostrada, pero es cierto a su vez que en los momentos de crisis social sus aportes se vuelvan más fáciles de reconocer. A la hora de pensar la pregunta por el lazo (la gran inquietud durkheimiana), en las clases suelo hacer referencia a la crisis del 2001 o a la inundación que atravesó nuestra ciudad en 2013; definitivamente esta pandemia se inscribe en esa línea, sólo que, además, en una escala mundial. Los momentos de crisis sociales, allí cuando se rompe la inercia con la que las sociedades se desenvuelven, nos ponen frente a frente con la pregunta por la naturaleza de lo social, por el fundamento del lazo. ¿Por qué vivimos juntxs? ¿Qué nos une? ¿Qué nos une entre nosotrxs y que nos une a la sociedad? ¿Cuál es la relación que desde nuestra individualidad establecemos con las formas colectivas de la vida social? Las sociedades son cada más complejas y heterogéneas (lo demuestra la diversidad de respuesta a la pandemia) ¿supone esto que son cada más inorgánicas o desarticuladas? ¿Es posible construir formas de sociabilidad común en momentos en los que prima y se festeja la diversidad? ¿Existe una esfera colectiva capaz de guiar las conductas de toda una sociedad, lo cual parece imprescindible para atravesar la pandemia sin que sea del todo una catástrofe humanitaria? ¿Es el estado esa instancia colectiva o debemos pensar en la propia sociedad? Estas son algunas

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de las preguntas que la pandemia despierta y que de algún modo son las preguntas de Durkheim hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Como suelo decir en las clases, me gusta ver en los clásicos una fuente de la cual extraer preguntas más que una fórmula para copiar sus respuestas. E: Entendemos que una de las inquietudes que se te despertaron en este contexto fueron el hecho de saberte como sujeto que asimiló y siguió a rajatabla el imperativo estatal de “Quedate en casa”, y que en parte esto fue un puntapié para escribir el texto mencionado, desde la “lupa analítica” podría decirse, de Durkheim. Nos gustaría que nos comentes más sobre esto. R: Efectivamente, escribí ese texto quizás algo extasiado por la capacidad de un gobierno de hacer cumplir una norma con tanto éxito. ¿Seré una amante de la norma y su cumplimiento per se? No lo creo, mi entusiasmo por el cumplimiento de esa norma estaba paradójicamente sustentado en cierto individualismo. Nos cuidamos los individuos porque pertenecemos a un todo social que así no los pide ¿o nos lo exige? Aquí hay algo, a mi entender, interesante. ¿El quedate en casa era un pedido o era un exigencia, era una invitación o era un obligación? (hablo en pasado no porque crea que esto ya pasó, sino porque aquella nota fue escrita bajo el influjo de sentimientos que con el pasar del tiempo y la velocidad de nuestras vidas se han trastocado) Podemos decir que cuando es el presidente el que indica, más que indicar nos señala un imperativo. Ahora bien, eso nos pone frente a otra de las preguntas

clásicas de nuestra disciplina ¿por qué (le) obedecemos? Si un imperativo es estatal, como bien plantea la pregunta, la condición de ese cumplimiento puede estar basada en la fuerza, en la violencia, o en la amenaza de ambas: cumplimos las leyes por temor al castigo físico, después de todo el estado es justamente la institución que detenta el monopolio del uso de la fuerza. No obstante, si repasamos toda la primera tanda de mensajes oficiales, aquellos que el presidente ofrecía junto a Kicillof y Rodriguez Larreta, incluso alguna vez con otrxs gobernadorxs, podemos ver que casi no hacía mención a las sanciones estatales en caso de incumplir la norma del aislamiento. El presidente no recostó su argumentación sobre la faceta punitiva de lo estatal, bajo amenaza sancionatoria frente al potencial incumplimiento. Por el contrario, el camino que tomó fue el de argumentar la necesidad individual de quedarse en casa. Mostraba gráficos con datos sobre muertes en otros países que no practicaban el aislamiento, o proyecciones sobre muertes en caso de no incumplimiento, o números que reflejaban cómo se iba preparando el sistema de salud gracias a que los contagios eran pocos, precisamente en virtud del aislamiento: ¿qué estaba haciendo el presidente, si lo miramos con los ojos de Durkheim? Estaba apelando al componente de deseabilidad de la norma. Estaba buscando activar en nosotros el deseo de cumplir la norma de quedarnos en casa. Porque como bien decía Durkheim, la norma es coerción, es constreñimiento –eso lo sabemos- pero además es y debe ser deseo, el deseo individual por cumplirla. De modo que nos quedamos en casa no tanto por temor a la sanción

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estatal, sino más bien por saber que cumplir esa norma nos estaba salvando, individual y colectivamente. E: Particularmente centrándonos en la noción de culto al individuo, en la disputa de Durkheim con Spencer y considerando que hay en la actualidad figuras que esgrimen argumentos similares a los de este último ¿cómo podemos recuperarla y ponerla en cuestión para problematizar la situación actual? ¿cómo pensás que el carácter de clase y el ideario individualista influyó y se puso en juego en esta crisis sanitaria? R: Acá está el gran aprendizaje que nos deja la obra de Durkheim: el individualismo pensado como una instancia estrictamente individual, que se constituye como oposición a lo social es falso y nocivo. Falso porque nunca estamos del todo solxs, como lo demostró en su estudio de las tasas de suicidio; y nocivo porque el individuo y su interés no pueden ser el fundamento del lazo social, porque, como dice Durkheim, lo que hoy me liga a vos mañana me puede enfrentar, de modo que es indispensable que haya algo que esté por encima del interés individual. Atención: esto no coloca a Durkheim en un lugar antiindividualista, en absoluto. Durkheim pensaba formas de la individualidad que no perdieran contacto con el otro, con la sociedad. Si la salida estrictamente individual no es una opción para quienes pensamos que la sociedad es y debe ser otra cosa, la pandemia vino a ratificar esta afirmación. En relación con eso, la consigna tan defendida –en buena hora- por el feminismo ´mi cuerpo, mi decisión´ debe ser situada y circunscripta al debate en torno a la posibilidad de interrum-

pir un embarazo no deseado en condiciones de salubridad, pero no debe ser pensada en modo absoluto, como nada de lo que concierne a lo individual. Vimos qué pasó en otros países cuando el derecho individual a circular se activó como un derecho absoluto frente al cual el estado no colocó límites. E: En los meses que pasaron desde que escribiste el artículo hasta ahora ¿notaste cambios o situaciones que viraron en el contexto y por ende podría modificarse tu análisis inicial? R: Definitivamente, la nota que escribí fue una nota de opinión, escrita muy al calor de los hechos. En relación con eso creo, que a Durkheim no le gustaría, si la leyera le haría algunas críticas por la falta de rigor metodológico; en ese sentido es una nota de opinión que no cumple con las reglas del método sociológico. Por mi parte, diría que lo que más cambio de esa época ahora es la fuerza que tenía la consigna “quédate en casa”. ¿Se agotó por una cuestión de tiempo, un hartazgo lógico luego de tantos meses? ¿Se agotó porque fue esmerilada por sectores de la oposición que sintieron que con la legitimidad de la consigna crecía la legitimidad del presidente? ¿Se agotó porque en sociedades hiperfragmentadas ninguna consigna de raíz colectiva es sostenible en el tiempo? ¿Se agotó porque el individualismo que construye nuestras subjetividades es más fuerte de lo que yo creía cuando escribí la nota? No tengo respuestas para esas preguntas.

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E: Sabemos de tu interés y conocimiento por el pensamiento de uno de los autores considerado como padre fundador de nuestra disciplina, Augusto Comte, ¿crees que puede establecerse algún tipo de relación entre el marco conceptual de este autor y la especial atención a los especialistas en salud, que demandó y demanda la actual crisis sanitaria mundial? R: Yo creo que si Comte hubiera podido ver cómo se articularon tan estrechamente las decisiones políticas con las sugerencias de los científicos habría dicho: ¿vieron que tenía razón? Bueno, obviamente eso es una humorada, no me interesa tanto el Comte que proyecto ese gobierno de científicos positivos, pero si me interesa el Comte que cree que la ciencia no es sólo un modo de entender y explicar el mundo sino también el fundamento de la sociabilidad. La creencia en la ciencia (si me permiten la cacofónico) fue la base de ese lazo que construimos al asilarnos. Y es posiblemente lo que haya permitido que el sistema de salud no colapsara. Si fue lo suficientemente efectiva, lo dirá el tiempo; pero haber creído en la ciencia da la impresión de habernos salvado de un colapso. Estos nos deja frente a una pregunta: ¿cómo nos vinculamos con la ciencia? ¿A través de la creencia o a través de la razón? El ideario iluminista que funda de algún modo nuestra práctica, si seguimos la línea argumental de Alan Dawe, debe ser cruzado con otras formas de pensar nuestro vínculo con la razón y con la ciencia. Y como sociólogxs debemos poder explicar cómo en tanto sociedad nos vinculamos con la ciencia, para entre otras cosas, explicar cómo es posible que haya personas que a

esta altura discutan principios básicos de la ciencia como la redondez del planeta tierra. E: Por último y para ir cerrando, ¿podría ser la situación actual un desafío analítico para quienes estudian/investigan/enseñan la ciencia social, al respecto de elucidar los sentidos presentes en la conciencia colectiva (por seguir referenciando conceptos del autor francés) de distintos colectivos de nuestra sociedad? R: Sin dudas, los momentos de crisis suponen siempre un desafío para quienes pensamos lo social (que somos los mismos que nos interesamos por torcer el rumbo de lo social). Pero atención, visitar los clásicos para entender el presente debe hacerse, a mi entender, con rigurosidad pero también con flexibilidad. Ese es el gran desafío de la práctica sociológica: poner la teoría, las categorías analíticas, al servicio de la explicación de lo empírico. No debemos enamorarnos de las teorías, sino de su capacidad de explicar nuestra realidad. Lo que digo vale para la teoría en general y para la teoría clásica en particular. Link del texto mencionado: https:// covies20.com/2020/06/15/individualisme-et-morale-en-temps-de-pandemie-en-argentine/

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Entrevistas ENTREVISTA A PROFESORA ELIANA DEBIA

Presentación Como Comisión de Estudiantes de Sociología consideramos que es esencial pensar nuestra disciplina desde una perspectiva de género. Este fue un anhelo que se convirtió en una lucha que muchxs compañerxs de la comi -ahora ya graduadxs- dieron y que ahora comienza a dar frutos. Lucha que nos parece necesaria tomar como bastión para seguir construyendo la Sociología que queremos: una que desnaturaliza la primacía de hombres hetero-cis de sus renombrados representantes, para saberse feminista y crítica de cualquier relación de dominación sexo-genérica e identitaria. Porque mujeres, trans, travestis y no binaries piensan y pensaron a la vida social y es necesario por ello darles un nombre; porque lo que no se nombra no existe y dar nombre, es dar identidad. En este sentido, es que luego de las repercusiones positivas de la charla virtual organizada por la cátedra de Teoría Social Clásica II (el pasado 18 de septiembre), en la que fue invitada la socióloga, abogada, docente e investigadora actualmente de la Universidad nacional de Tierra del fuego (UNTDF) -¡lo que hizo posible la cuarentena!- Eliana Debia,al respecto de sus estudios sobre el aporte en la teoría social de las mujeres (en especial de Marianne Weber esposa de Max Weber), no dudamos en comunicarnos con ella para entrevistarla al respecto más en profundidad. Decidimos conservar la

extensión del intercambio, porque nos parecía sumamente enriquecedor, asique estimadx lectorx, antes de aventurarte en la lectura de esta entrevista, considerá que te llevará algunos minutos, pero no desistas que sin dudas ¡valdrán la pena!

E: Eliana, contanos a qué te dedicas y cómo fue tu acercamiento a la teoría social desde una perspectiva de género, que problematice el canon establecido. R: Bueno, yo de grado soy socióloga y abogada, ejercí un tiempo y después dejé la abogacía, pero bueno, estudié sociología en la UBA, y después hice maestría en ciencias sociales, soy magíster, ahora estoy cursando un doctorado... Siempre me gustó, desde que estudiaba la carrera, lo que es la teoría sociológica, conocimiento sociológico, siempre me gustó mucho eso. También siempre tuve esas inquietudes que tienen que ver con el

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lugar de las mujeres, con el género, sin que estas dos cuestiones -mujeres y génerosean equivalentes, ya sabemos que no, pero me interesaba poner en diálogo esos dos grandes campos: la teoría sociológica y mis inquietudes que tenían que ver con las cuestiones de género. A partir del año 2010/2011, comencé a estudiar más cuestiones que tenían que ver con la violencia de género. Mis acercamientos tenían relación con la violencia doméstica, y después ya sí empecé a ver qué otras modalidades de violencia se ejercían en otros espacios. En ese sentido es como me voy acercando más a este otro tipo de violencia que es más simbólica, más de cómo se construyen o construyeron las disciplinas, los saberes... que otros saberes se silenciaron, se invisibilizaron o se deslegitimaron, y a partir de ahí es que empecé a vincular esas dos grandes inquietudes que tenía y que tengo. En el 2014 es cuando me hago cargo -yo trabajo acá en Ushuaia, me vine aquí con el proyecto del armado de la universidady formé parte del armado del plan de estudios. Aunque, yo en ese momento no pude -porque no estaba habilitado el espacio político- incorporar cuestiones de género al plan de estudios. Plan de estudio, que es lo que yo analicé en el último tiempo -no sólo desde nuestra universidad, que es la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, sino del resto del país- no tienen una mirada transversal de género en los contenidos de la carrera, ni siquiera los planes más nuevos que se han modificado en los últimos años. Como dije partir de 2014 me hago cargo de la cátedra y empiezo a pensar el programa, y en 2016 empiezo a hacerle modificaciones,

incorporando la mirada transversal. Y ahí empezó la discusión de cómo incorporar a las autoras, si las incorporamos de manera autónoma, aislada en el programa o las ponemos en diálogo... Entonces la estructura tradicional que nos proponía la materia que eran Marx, Weber y Durkheim, bien polarizado si se quiere, no nos servía, asi que empezamos a pensar el programa en términos de problemáticas sociales o grandes problemas que traían las y los autores, y así pudimos poner en diálogo. Tal vez se puede mejorar, pero bueno, fue un primer ensayo de eso, porque no teníamos muchos referentes de donde mirar para hacer ese armado. Ahora estoy participando de dos proyectos de investigación: uno que dirijo yo, y otro que tiene que ver con cuestiones de violencia política y violencias hacia crímenes de odio, transfobia, etc, y hasta marzo de este año estaba a cargo de las cátedras de Teoría Social I -que es lo que ustedes conocen como la teoría clásica- que los contenidos son más Weber y Durkheim, y fundamentos de la sociología propio de primer año y transversal a varias carreras. Además, daba un seminario optativo sobre feminismo, géneros y sexualidades. Justo renuncié antes de la pandemia porque me iba de Ushuaia, así que estoy en un limbo ahora entre ciudades y espacios, pero sigo investigando estas cuestiones que me interesan a mi, que son: la teoría sociológica con una perspectiva de género y con una perspectiva genealógica, porque estoy muy influenciada por la teoría foucaultiana, la teoría queer: Butler, Preciado, etc., mi marco teórico va por ese lado. Incluso Joan Scott es otra de las autoras que uso bastante para

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incorporar esta perspectiva de género a la teoría sociológica. E: En la charla organizada por la cátedra de teoría social II, mencionaste que en reiteradas ocasiones en jornadas y demás espacios académicos traías esta cuestión y te decían -al respecto de tus inquietudes- que “vayas a la mesa de género”, te iban pateando el hecho de hablarlo desde la teoría social, desde ese lugar, como si sólo se tratara de una cuestión de género y quedara ahí atomizado... R: Si, yo creo que esa es la gran inquietud. Me parece que es con lo que hoy por hoy todes estamos en un mano a mano, es decir, cómo transversalizar esta cuestión de la perspectiva de género en todos los espacios. Pensar esto de ¿algo autónomo o algo transversal? Porque sino, es como viene pasando, que ustedes lo deben ver en la carrera tanto en La Plata como sucede también en la UBA. Con Alejandra Oberti, a quien quiero mucho -ella fue de las primeras en ofrecer materias optativas que tenían que ver con teorías de género, con teorías feministas, sexualidadnos fuimos metiendo en los intersticios, en esos espacios donde se iba abriendo e íbamos instalando el tema a los codazos, pero no con una discusión real de cómo incorporar la cuestión transversal. Esa discusión en la que me parece que hay que dar. Pero bueno, también hay que revisar al interior de cada asignatura, de cada espacio curricular, desde los equipos docentes, es revisar la propia práctica docente: qué estamos enseñando, cómo lo estamos enseñando, de qué manera... pero ese es un proceso, primero al interior,

para después poner en diálogo con otros espacios curriculares, incluso pensando en una modificación de plan. Me parece que la apuesta política está ahí, por lo menos en el ámbito de la enseñanza y el académico, porque es fundamental. Los colegas que se dedican a estudios de la educación lo dicen todo el tiempo, esto de currículum oculto o el curriculum implícito... hay algunas decisiones que son políticas. La apuesta política para incorporar la perspectiva de género es transversalizar en el plan y en los contenidos mínimos para que no quede de manera autónoma. Obviamente que los estudios de género, o el campo de la historia de las mujeres es un campo de saber en sí mismo, y debe tener una materia como si fuese sociología del trabajo, sociología de los afectos, de las emociones, porque son un campo en sí mismo. Pero si realmente queremos esa discusión, tiene que estar transversalizado en los contenidos, más allá de que haya una materia específica del campo de saber. E: Te comento que hace 2 o 3 años, con la Comi de Socio, tuvimos una reunión con todas las cátedras y planteamos esto de que había que incorporar perspectiva de género... R: Digamos, si bien hay una relación de poder, tampoco es una guerra contra los autores varones, o demonizar o deslegitimar lo que ellos dicen, sino que es visibilizar la producción de conocimiento. Me parece interesante que hayan llevado la inquietud al cuerpo docente, pero a nosotros también nos forman así. Hay una autora colombiana, Gabriela Arango que decía que para su

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sorpresa, cuando descubre a Marianne Weber, se había dado cuenta de que a ella no la habían formado y en como ella tampoco había podido transmitir ese saber, para su horror... tantos años de no conocer eso. Esto también implica un trabajo de investigación, porque como no fuimos formados, no las conocemos, no las hemos leído. Nosotras empezamos a buscar y costaba conseguir producción escrita, porque muchas de ellas no volvieron a editarlas más, o no están traducidas al español. Entonces ahí había un impedimento de en el grado poder dar textos en inglés, alemán o francés, porque también queremos que sea inclusivo, y dar textos en otros idiomas supone una distancia que es difícil de sortear. Hay también un cuestionamiento de la práctica docente, al mismo tiempo que hay que poner una maquinaria de investigación en funcionamiento para poder renovar los programas y dar una mirada crítica de eso... lleva un tiempo, no es automático. También tiene que ver con los límites simbólicos, porque en mi caso, cuando yo era estudiante de sociología me decían esta es la historia del conocimiento sociológico, son estos fulanos... y claro, uno tiene un límite de no poder representarse esto de la imaginación sociológica, es decir, poder imaginar que también había mujeres que dialogaban con esos varones, y también producían cosas. El momento es sumamente propicio porque estamos todas cuestionándonos y preguntándonos qué otras cuestiones y qué otros saberes hay... porque una dice mujeres pero también hay otros saberes... siendo latinoamericanos...Entonces está

esta práctica dual, de combinar la práctica docente con la investigación es interesante. Está buenísimo que hayan hecho el reclamo, yo las felicito. E: Haciendo hincapié en el pensamiento de Marianne, ¿que conceptos o ideas fuerzas te parecen más trascendentales, o cuales te llamaron más la atención y te gustaría recuperar? R: Yo a Marianne la adoro, es sumamente interesante (ríe) Marianne se para teóricamente desde la teoría que propone Weber y también algunas cuestiones que propone Simmel, y lo interesante de ella es que incorpora la mirada de las mujeres a esos cuerpos teóricos. Obviamente la cuestión de género como la conocemos hoy no es la que se manejaba en aquel entonces, pero sí incorpora esa mirada feminista a esos cuerpos conceptuales. Hay muchos conceptos que aparecen, como el de “beruf” o profesión en Weber, la racionalidad, la preocupación por la ética, por esa intención ética, subjetiva espiritual, siempre en diálogo con lo objetivo, no como dos cosas escindidas sino como algo que debe ir de la mano. Una de las cosas que me pasaba cuando daba en el grado estos textos de Marianne, fue ver que tanto los problemas que ella plantea cómo las discusiones, son totalmente actuales. Entonces eso entre les estudiantes tenía mucho eco, porque las y los interpelaba de manera directa. Son textos que tienen 100 años y siempre se atiende a los mismos problemas: la cuestión de la doble jornada, el trabajo doméstico no

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remunerado, las discusiones en torno a la prostitución. Si bien otras discusiones como por ejemplo el divorcio o la igualdad jurídica entre los cónyuges en el matrimonio es una discusión muy de esa época, las otras sí tienen una actualidad muy importante. Y esto de pensar en el trabajo doméstico, las tareas de cuidado, de la crianza, como tareas que las mujeres pueden asumir en términos de profesión, algo a lo que quieren realmente dedicarse y que tengan el reconocimiento en términos económicos, bueno eso es super novedoso y sigue siendo actual. Pensemos que recién este año en Argentina se empezó a reflejar las horas que representa el trabajo doméstico no remunerado en las variables macroeconómicas, y pasaron más de 100 años.Estas discusiones que el feminismo ya viene dando y las puso fuertemente por ahí a partir de los años 70 y ahora vuelven, pero siempre estuvieron, nunca se fueron, y aparecen también en el pensamiento de Marianne. Después la cuestión de la sexualidad, como la crítica a la doble moral. Si bien a ella la catalogan de burguesa porque apela al matrimonio legal como forma de “realizarse” y por su fundamento hetero. Sin embargo, ella cuestiona esto de la doble moral burguesa: que haya una vara para medir de manera diferencial el ejercicio de la sexualidad en varones y mujeres, qué está permitido para ellos y que no. Me parece que es una pregunta que tiene cierta actualidad, incluso lo de las redes, cómo algunas prácticas en torno al ejercicio de la sexualidad son más sancionadas, o más cuestionadas si son mujeres que si son varones.

Esos son esos conceptos que tienen que ver con cual, es el lugar de las mujeres... no sólo en la producción conocimiento del mundo sino en la producción del mundo en general, cómo se construye y se sostiene la vida... y ahí me parece que es interesante lo que ella dice y cómo las mujeres pueden participar de eso, desde qué lugares y con qué reivindicaciones. E: Es interesante cómo la autora piensa -y saca a la luz contradicciones de su épocarespecto a las relaciones interpersonales en términos de medios y fines. R: Esa relación medios y fines está totalmente en su forma de pensamiento. Marianne tiene muy claro que vive en un mundo que está construido por hombres, en distintos niveles de análisis: la construcción de un mundo social y cultural que los seres humanos construimos a diario, está realizada por varones. Y que además es, tanto la construcción del mundo, como la construcción de conocimiento y la construcción del saber sociológico está hecho por varones. Ella lo tiene claro y lo escribe en el artículo que se llama “la participación de la mujer en la ciencia”. Al estar hecho por varones, las lentes, es decir, las miradas, los marcos conceptuales, están atravesados por esa mirada masculina. Por eso ahí discute mucho con Simmel, que éste saca unos ensayos hablando sobre la cultura femenina... sobre si la cultura femenina tiene algo diferencial en términos de lo que aporta la cultura masculina... porque ahí está tratando de poner en valor Simmel a las mujeres, pero Marianne lo que le discute es que no lo está haciendo del todo bien, que

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para ella no hay una diferencia biológica o natural. Marianne tira por tierra la cuestión biológica y natural que ustedes saben bien, está dando vueltas ahora en ciertos discursos que circulan... eso es interesante, porque es producto de una construcción cultural, social y política, entonces ese mundo siempre estuvo pensando como un espacio público, político, en el cual tenían una participación eminentemente masculina... entonces cuando ella discute con Simmel no hay una diferencia biológica. Lo que ella dice es que si las mujeres se educan y empiezan a hacer de la ciencia o el conocimiento científico una vocación, una profesión, pueden desarrollarse igual que los varones. Ahora... ella se pregunta por el aporte específico de las mujeres a la construcción del mundo, a la construcción del conocimiento, a la construcción de la sociología. Y ahí es cuando Marianne dice: justamente por cómo fuimos criadas, educadas, para todo el tiempo tener empatía con el otro, todo el tiempo estar atentas en las tareas del cuidado. Ahí algo de la empatía, de ponerse en el lugar del otro, puede ser algo que aporte a la construcción de conocimientos... que esto es algo que los hombres suelen separar porque fueron criados para eso. Pero no es porque sean aptitudes naturales de unas y otros, sino que es porque fuimos educados para eso. Esa distinción es interesante y es donde discute y pone en evidencia la cuestión de la dominación patriarcal al interior de la ciencia y la sociología. Simmel era amigo de Marianne y Max, pero eso no quitaba las respuestas y la crítica. Ella entiende que Simmel es una de los primeros en ese contexto de poner en valor el trabajo intelectual de las mujeres, pero

al mismo tiempo, lo que Marianne le critica es que la mirada o los argumentos por los cuales quiere justificar, no son del todo los correctos en términos filosóficos, epistemológicos y teóricos ¿por qué? porque Marianne al igual que Max se basa en el elemento histórico. Si ustedes ven, ella siempre historiza esas relaciones entre hombres y mujeres para poder explicar por qué son así. Eso me parece que es interesante porque por un lado adelantó discusiones epistemológicas en esta discusión con Simmel... si hay una mirada eminentemente femenina o feminista, discusiones que se dan en los feminismos de los años 80. Me parece que en eso adelanta o por lo menos deja planteada una discusión interesante a nivel epistemológico, es decir, las mujeres qué pueden aportar, en qué sentido, de qué lugar. Eso a mi me gusta mucho de Marianne, tiene muy claro que se hizo todo con la mirada masculina, y la apuesta de ella es política... Dice ¿por qué las mujeres aparecen más en las ciencias naturales, en las exactas y no están tanto en las ciencias de la cultura? No es que en las otras disciplinas no haya política, pero son disciplinas donde se discute más la construcción del espacio político, la construcción del Estado, etc, y en lugares donde las mujeres habían sido relegadas. Entre que no habían sido criadas para tener interés en eso y que habían sido relegadas como efectos de la relación de poder. E: Vos anteriormente mencionas a Arango Gaviria que junto a Arias Pinilla hacen un trabajo de “búsqueda” de este aporte que Marianne hizo a la teoría social clásica. De hecho, en la charla de clásica II nos dieron

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un texto de estas autoras que recuperaba fragmentos de textos de Marianne. Queríamos ver si querés aportar algún comentario con respecto a estas autoras y al ejercicio de búsqueda que llevaron adelante. R: Para mí fue un hallazgo Arango, fue la primera autora que encontré que hablaba del tema. Cuando empecé a buscar yo, muy ingenua, pensé que iba a encontrar, que no los dabamos acá porque tenía otra mirada la carrera, y no, la verdad es que no había mucho. Y bueno, Arango y Pinilla fueron las primeras que encontré, asi que me puse a leer, me puse a buscar todo lo que ellas citaban. Yo insisto, hay que investigar, porque si no sabemos de qué estamos hablando hay que ponerse a investigar y averiguar quienes son. El texto que les dieron en la cátedra ella juega mucho con los conceptos de “autoridad” y “autonomía”. Ahí también ella denuncia el sistema patriarcal. Hace un estudio enorme sobre la evolución histórica y jurídica sobre la institución del matrimonio, donde combina historia, con derecho, con sociología. Entonces va dando cuenta de cómo se construyó esa relación desigual al interior del matrimonio, y cómo se pueden encontrar distintos tipos ideales en distintos momentos históricos. Los conceptos de “autonomía” y “autoridad” son importantes, porque ella dice: estamos ante un sistema de la autoridad, del padre de familia, del varón, a lo que tenemos que llegar es a un concepto de autonomía de ambos al interior del matrimonio, que puedan decidir por sí mismos qué es lo mejor, qué es lo conveniente... y en eso hay dos elementos de puntos de decisión: 1) la libertad económica,

2)la cuestión de la libertad de decisión afectiva sobre su persona, sus bienes, les hijes... que es algo que en ese momento las mujeres no tenían, por lo menos en la Alemania de ese momento, primera/ segunda década del S.XX. Aunque a uno le sorprenda, una se casaba y los bienes pasaban al acervo patrimonial de la persona con la persona con la que uno se casaba, entonces ahí ya no podía decir nada... que hacer con el dinero, o a qué escuela mandar a les hijes. Sólo una podía decidir cuestiones de la casa, de las tareas domésticas y hasta por ahí nomás. Justamente eso, dice ella, reforzaba esos argumentos de que una era inferior, porque si una era inferior en términos legales, en términos jurídicos, eso tenía un correlato en la práctica social. Entonces esos dos conceptos de autoridad y autonomía son centrales y atraviesan la mirada de ella. Hay un elemento de lo ético que también es muy importante, ustedes lo habrán visto cuando leyeron a Max Weber, que en ella aparece todo el tiempo, y es central para cualquier cuestión que ella se plantea. La dimensión ética aparece ahí... que es por ahí la que se nos olvida más a diario, incluso cuando uno estudia otras cuestiones u otros objetos de estudio. Pero me parece que eso en su momento fue un escándalo, incluso un escándalo que atravesó fronteras, como les he contado en la charla tiene una discusión muy interesante con Durkheim en torno al matrimonio. Ella decía: no puede ser para siempre el matrimonio, porque justamente si uno hace prevalecer esa esfera de la autonomía personal - eso se le criticaba, que sea tan individualista- uno

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puede decir “con esta persona no era con la que tendría que haberme casado, no es con la que armonizo”, y bueno, justo eso habilitaba el divorcio. Bueno un escándalo, imagínense que Durkheim escribe páginas y páginas en contra de eso... Ella fue una persona pública muy conocida en el entorno de ese momento. Por eso a mí me llama la tensión cómo fue olvidada... Estas autoras americanas, Lengermann y Beastly hablan de erase, que en inglés es borrar, fue borrada, fue un “bueno listo, de esta no hablo y hago como que no existió”, y en realidad dialogaba con toda la intelectualidad de la alemana de ese momento en los escritos, sus colegas también la citaban, la reconocían, y no sólo a ella, sino también a otras mujeres que escribían en ese momento... se me ocurre Rosa Luxemburg que era alguien que estaba viviendo física y geográficamente en el mismo lugar y tenían discusión. Me parece que hay algo del borramiento que es mucho más que invisibilizar, ahí yo coincido mucho con estas autoras, que son autoras que a su vez retoman Arango y Pinilla... si ustedes leen alguno de sus textos van a ver que ellas se basan mucho en estas autoras norteamericanas, e insisten en esto del borramiento. Si uno ve la forma de citado, si uno ve los diálogos implícitos y explícitos que hay entre las y los autores, una se da cuenta a cierta vista que circulaban sus escritos y que en un momento fueron sometidos, fueron borrados - como dice Lengermann-. Eso me parece a mi que es una clave interesante para pensar cómo fue que fueron borradas estas ideas, estas teorías, estas autoras. Pinilla y Arango para mí fueron fundamentales

porque me hicieron ver eso: “no sólo no era que no me las habían enseñado, sino que además las borraron de la circulación discursiva”, porque a veces hay otros saberes sometidos que no circularon tanto, o que fueron invisibilizados, pero en este caso es mucho más llamativo el borramiento y el sometimiento al saber, cómo una palabra que usaba siempre Foucault, bueno, eso tiene efectos de poder, que por hoy en nuestras disciplinas no se las enseñe o no se las conozca, no las podamos poner en diálogo con los autores varones que si leemos y que son muy ricos los diálogos, porque también nos perdemos no sólo lo que ellas dicen , sino también los diálogos de todo ese mundo académico intelectual de conocimiento, que también es muy valioso. Por eso yo siempre digo “no es la guerra contra los varones”. Al contrario, queremos volver a volver a situar históricamente las ideas de estas mujeres y ponerlas en diálogos con las otras ideas que articulaban en esa época, esa es la intención que en el equipo siempre tuvimos: situarlas históricamente y ponerlas en diálogo. El diálogo es riquísimo porque uno tiene una imagen mucho más abarcativa de cuáles eran las discusiones. E: Tal vez buscando un correlato latinoamericano de esta recuperación del pensamiento científico social de mujeres, ¿a quienes consideras bajo ese signo de pensadoras de lo social que han sido de esta manera invisibilizadas? R: Yo algo que no les aclaré es que, tomando los estudios de Pinilla, Arango y Lengermann, con el equipo de investigación

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en 2016, habíamos tomado como corte temporal 1830-1930, tanto en Europa como en Latinoamérica. Pero bueno, yo investigo este tema desde 2016. En Latinoamérica encontramos un montón de cuestiones, pero por ahí más desde otras disciplinas, porque acá en latinoamérica siempre se cuestionó el nacimiento de la sociología en latinoamérica. Si uno lo ve, se ve la discusión de la validez o no de la producción del ensayo, en los 70 se dio la discusión de si hay una sociología latinoamericana específica, qué es lo específico de esa sociología, bueno, todas las discusiones que se ven en torno a la teoría del desarrollo, etc. Dentro de lo que es la sociología en específico hay un bache, hay un silencio bastante importante en lo que es el S.XIX, y en el S.XX las producción de la sociología de las mujeres empieza desde la mitad del S.XX en adelante. En nuestro país, en la construcción de la carrera de sociología, de los departamentos de sociología, un montón de mujeres contribuyeron en eso, y tampoco está muy trabajado el tema. No obstante en Latinoamérica, desde otras disciplinas como la literatura, la historia, se recuperó un montón de producción. Entonces cuando empezamos a mirar Latinoamérica nosotras nos vimos con que había un montón de autoras que habían sido abordadas muy desde la literatura, desde la historia, y entonces empezamos a buscar ahí. Y en Latinoamérica, más que en las europeas, lo que vimos es que los formatos en los que escriben son las novelas, la autobiografía, o elaboran muchas biografías de otras mujeres. Digamos, los formatos de escritura son otros. Nosotras tomamos una

autora que se llama Alicia Salomone, que ella planteaba que si uno mira las ontologías de pensamiento latinoamericano uno raramente va a encontrar mujeres en la ontología de literatura latinoamericana, mujeres con suerte aparece Gabriela Mistral o por ahí con suerte la poesía de Alfonsina Storni. Son profundamente masculinas las ontologías que se elaboran y el reconocimiento de quienes son los que construyeron los saberes, de nuevo masculino. Están mucho más trabajadas que las pensadoras europeas. Nos encontramos con esa especificidad en latinoamérica, que es en otro formato, no es tanto el estilo académico que por ahí hay en europa, pero que es justamente por el ingreso de las mujeres en la universidad en Europa se da antes, cuando Marianne escribe -últimas dos décadas del S.XIX, tanto en Norteamérica como en Europa hay un ingreso de las mujeres en la universidad, que en Latinoamérica eso no se dio en ese momento histórico. Entonces hay un desfasaje histórico de cuales son los momentos. Imagínense que cuando Marianne estaba en la universidad, nosotros acá estábamos haciendo la reforma universitaria, abrir los claustros... eso fue muy importante porque ni siquiera en europa se estaba pensando la apertura de claustros como se estaba pensando en ese momento acá, entonces nuestras discusiones y luchas eran otras, sin embargo había un montón de mujeres que escribían y producían conocimiento en ese momento. Nosotras trabajamos tres autoras latinoamericanas: una es Juana Manuela Gorriti, la otra es Soledad Acosta de Samper, y la otra es Clorinda Matto de Turner. Clorinda era peruana, Juana era del Alto Perú, porque

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todavía no estaba diferenciado entre Bolivia y Argentina, y después está Soledad Acosta que era Colombiana. Eran mujeres que escribieron mucho en formato de libro de viaje, esta cuestión de las mujeres de la alta sociedad, que escribían y organizaban encuentros intelectuales, como Marianne y como Max, pero cada una en su país, y que tenían periódicos donde escribían ellas y otras mujeres. Estas tres mujeres lo que tenían era la producción periodística, donde ellas denunciaban cuestiones sociales de las sociedades de su época muy interesantes, entonces aparece la cuestión indígena, la cuestión de las mujeres trabajadoras, de clases bajas -como dicen ellas-, y la cuestión de cuál era el papel de la mujer en los nuevos Estados-Nación. Piensen que ellas están escribiendo en paralelo a procesos de independencia en Latinoamérica o posterior a los procesos revolucionarios en américa latina, por lo menos lo que es América del Sur. Ellas se plantean cuál es el lugar de la mujer en la revolución. Por ejemplo, Soledad Acosta, que no es tan feminista como nosotros entendemos hoy el feminismo, ella es bastante conservadora de cuáles son los roles, toma mucho el modelo Rousseau, donde la mujer tiene que estar en la casa, hacer las tareas del hogar, ayudar en la crianza... Hay un libro muy interesante que tiene la autora que se llama “Consejo a las mujeres” que son cartas que ella le hace a una chica que acaba de casarse, que le pide consejos de cómo ser una buena esposa, una buena madre... pero esas cartas que le escribe a esta otra persona, tienen una mirada política y social muy importante, porque ella ahí elabora toda una teoría sobre cómo tiene

que ser una buena mujer, y ahí está todo el tiempo en diálogo con la teoría roussoniana. Ahí una dice bueno, esa madre abnegada... pero aparece en ese texto además la cuestión de clase, porque ella dice “las mujeres de la alta sociedad tienen que criar ellas a los hijos, no dejarlos en manos de las nodrizas que los van a llevar hacia los malos hábitos, la mala vida”, y ahí hay un reproche de clase muy importante, e incomoda un poco el pensamiento de Soledad Acosta.Esa es otra discusión que se da... esta autora, que por ahí políticamente no es tan interesante o tan correcta, ¿vale la pena leerla, vale enseñarla? esas preguntas también aparecen. En este caso de Soledad Acosta, tiene el modelo rousseauniano, pero también ella dice que las mujeres tienen actitud para hacer todo. Entonces algunas cuestiones discute con Rosseau ahí, con esto de que hay una diferencia natural o biológica. No, a las mujeres si se las educa también pueden hacer, pueden escribir... y ella es muy autorreferencial y se pone como el ejemplo que escribió no se cuantos libros... Las tres tienen estas contradicciones, por lo menos Soledad tiene dos momentos, un momento más roussoniano y un momento donde rompe con algunas cosas y ahí es donde aparece la cuestión de clase. Para mi es una autora interesante, aunque una no esté de acuerdo en un montón de cosas. Y después Clorinda Matto denuncia algo que nadie denunciaba en ese momento, que son los abusos sexuales... para el pánico moral de la sociedad peruana de ese momento. No sólo denuncia abusos sexuales hacia las mujeres, sino que denuncia los abusos sexuales que padecen las mujeres indígenas por parte

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del clero. Esto que ahora nosotras hablamos, la denuncia a los curas pedófilos, etc... bueno ella lo estaba denunciando a fines del S.XIX, ella siendo mujer. .¿Qué pasó? Le queman el diario, tiene que irse del país y se exilia a Buenos Aires. Ahí se conocen con Gorriti y empiezan a escribir algunas cosas juntas. Hay también diálogos entre ellas, se conocen, se han leído. Es interesante que Clorinda cuando denuncia los abusos del clero lo hace con una novela que se llama “índole”. Por eso digo, esos formatos en los que ellas escribían novelas o autobiografías, cartas personales, biografías de otras mujeres, son formatos que fueron siempre deslegitimados, sino no se entendería la discusión “del ensayo si, el ensayo no”, porque me parece que son formatos de menos valor científico o menos conocimiento, y ahí hay una riqueza enorme como para analizar En Latinoamérica hay un montón por buscar. Nosotras sólo abortamos esas tres autoras, nos queda Argentina... el año pasado empezamos a pensar qué autoras, si bien hay algunas que fueron más trabajadas en el S.XX, nosotras buscábamos más en el S.XIX. Vieron que hay algunas cartas de pensamiento Latinoamericano, donde siempre se leen Echeverría, Alberdi, Sarmiento... bueno, había mujeres que escribían y dialogaban con ello s. Una de esas mujeres que encontramos es Eduarda Mansilla, que aparece en algunas ontologías que autoras feministas latinoamericanas han compilado. Por eso, hay más producción en Latinoamérica de las mujeres a pesar de las propias mujeres también. Pero hay más recuperación que las europeas, son interesantes, yo me apasiono.

Textos mencionados disponibles en -Texto de Marianne Weber, disponible en: https://campus.fahce.unlp.edu.ar/pluginfile.php?file=%2F397337%2Fmod_resource%2Fcontent%2F2%2FMarianne%20 Weber%2C%20Profesi%C3%B3n%20 y%20matrimonio.pdf -Texto de Arango Gaviria y Arias Pinilla, disponible en: https://campus.fahce.unlp.edu.ar/pluginfile.php?file=%2F396353%2Fmod_resource%2Fcontent%2F3%2FArango%20 Gaviria%20y%20Arias%20Pinilla.%20 En%20busqueda%20de%20las%20sociologas%20fundadoras%20Marianne%20 Weber.pdf

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Habitus acadĂŠmicus

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Habitus académicus

LA ESCUELA COMO CONSTRUCTORA DE UNA EMPRESA SOCIAL LIBERADORA EN LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA

Por María Paz Misson

“La educación como práctica de la libertad, al contrario de aquella que es práctica de la dominación, implica la negación del hombre abstracto, aislado, suelto, desligado del mundo, así como la negación del mundo como una realidad ausente de los hombres” (Freire, p.74, 1973)

Introducción A partir de haber visto el film de José Luis Cuerda, La lengua de las mariposas (1999), se esbozará un trabajo analítico y crítico del mismo relacionado con algunos conceptos y autorxs abocadxs a la reflexión y fundamentación de la educación¹ . La escena elegida es la del discurso de despedida de Don Gregorio, quien, a raíz de su cercana jubilación, debe abandonar el dictado de sus clases en una escuela del pueblo rural de Galicia, en la España de principios del año 1936. Se considera que en la misma se ven cristalizados muchos aspectos importantes, ya que en las palabras propias del maestro se pueden ver explícitas sus principales intenciones educativas (que son, cabe destacar, parte de intenciones mayores propias de la Segunda República española). A pesar de ser una escena relativamente corta, varios aspectos nodales desarrollados a lo largo de la película se ponen en relieve. Por un lado, vemos a un maestro sumamente comprometido con su labor de engendrar

una generación libre, de ciudadanos autónomos (nótese la exclusividad masculina). Con una postura profundamente consciente de su función política y su potencialidad liberadora y por tal cosa podríamos decir, que íntimamente ligada con el análisis, pensamiento y obra de Paulo Freire. Asimismo, encuentro en sus palabras, en su accionar y metodologías pedagógicas mostradas en todo el film -y cristalizadas en su discurso-, a un maestro comprometido con brindar un conocimiento estimulando la experimentación propia de cada niño. Es que, atendiendo a inquietudes e intereses de cada educando, Gregorio logra que quienes estén interesados construyan conocimiento experimentando sin que ello implique dejar de acompañarlos y guiarlos para que no sucumban frente a una tarea de semejante envergadura. Para dar cuenta de esto, es interesante establecer un vínculo conceptual con las llamadas “experiencias educativas” concebidas por la escuela activa y de algunas ideas centrales de Philippe Meirieu. Por otro lado, en la escena se retrata a una sociedad profundamente fracturada (entre republicanxs y reaccionarixs) ideológicamente por cuestiones eclesiásticas y políticas. Si bien el discurso de Don Gregorio (y su persona) es recibido con general aprobación por el colectivo allí presente, se notan algunos disgustos frente a sus palabras de afán

1 Nos hacemos eco de la argumentación de Fabbri a favor de la utilización de la letra “x” para hacer referencia a un amplio universo de expresiones de género que rebasa la bi-categorización de “hombres” y “mujeres” Ver Fabbri, L. (2013).

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emancipador, por parte de la audiencia de habitantes del pueblo; personas que ocupan cargos de poder en sus diversas expresiones (el cura, una autoridad militar, etc.) siendo estos últimos nombrados sujetos partícipes activos de la masacre franquista ulteriormente irrumpida y narrada en el film. Teniendo en cuenta que en el año 1931 se proclamó la II República en todo el Estado español, y que la misma se encarnó en la democracia y la modernidad, la libertad, la educación y el progreso, la igualdad y los derechos universales para todos los ciudadanos, podemos entender los dichos de Don Gregorio y tensiones al respecto, de una manera más trascendental. La escuela cumplía bajo la tutela del Estado -que la volvía obligatoria y laica- y la de sus maestros republicanos como Gregorio, un rol central en la empresa político-social de la España de esos años. Es en este punto donde encuentro revelador y considero pertinente recuperar para el análisis, los conceptos de la perspectiva esbozada por Pablo Pineau, quien busca indagar sobre la empresa de la escuela y su “triunfo” (Pineau, 2001).

Rol socio-histórico de la institución escolar Hay algo central en la historia de la Modernidad, y es que, a pesar de los contextos cambiantes, siempre se valió de la escuela como herramienta y forma educativa predilecta. La España de la Segunda República mostrada en el film no es la excepción, la misma tuvo a la educación y a la escuela como pilar para construir la ciudadanía que anhelaban y eso se ve reflejado claramente a lo largo de las escenas y particularmente es explícita en la que designamos para analizar. En la Segunda República española se buscó construir un nuevo tipo de ciudadanía, una que no estuviera marcada por un ideario religioso y monárquico sino sentada sobre los principios de igualdad. La Constitución española de 1931, anuncia una “república democrática de trabajadores de toda clase”, así como el hecho de que todos los poderes de justicia ‘emanan’ del pueblo; que la República no tiene religión oficial; que todos los españoles son iguales ante la ley y la renuncia a la guerra como instrumento de política nacional. Es en ese contexto donde debemos entender la serie de tensiones y disputas reflejadas en el film y en la escena. Las mismas giraban (entre otras cosas) por el carácter que debía tener la institución educativa en España. Anteriormente a la instauración de la República, la religión ocupaba un lugar central en la producción de subjetividad y por tanto, en la escuela. Al producirse este cambio social e histórico, -aunque luego sangrientamente revertido por el fascismo- la religión fue desplazada del ámbito público y el Estado comenzó a ser su único y principal regulador. Lo particular del caso español, fue

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que este cambio no se dio de manera gradual, sino que fue, como quien diría: “de la noche a la mañana”. Esa es, precisamente, la fuente de tan sórdidos conflictos entre la escuela pública bajo el ala del Estado, que se abre paso y la Iglesia -anterior tutora de la enseñanza-. Los ideales de dichas instituciones eran antagónicos. Lo cual se ve plasmado en las malas caras y predisposiciones del cura y personas religiosas frente a las palabras de Don Gregorio. Desde el ámbito educativo se aspiraba a la idea de la educación como herramienta para la liberación y proliferación de la igualdad, y eso era mal visto por la Iglesia, que mantenía una posición fuertemente reaccionaria, representando principalmente los intereses de la monarquía española. En síntesis, vemos en la escena los vestigios de un pasaje de siglo (del XIX al XX) con lo que ello significó: la expansión de la escuela como forma educativa hegemónica (Pineau,2001,p306). El discurso de Don Gregorio, el agradecimiento a su labor como formador de los futuros ciudadanos, da cuenta de ello. Se entiende por el colectivo social a la escuela como la principal e indiscutida creadora de sujetos que marcarían el futuro del país, y por qué no, ‘el progreso’ ulterior. A su vez, en la escena se pueden reconocer algunas de las “piezas” centrales de las cuales habla Pineau, que ensamblaron y forjaron a la escuela. Principalmente, a saber: el docente como ejemplo de conducta; la pertenencia a un sistema mayor; homología entre la escolarización y otros procesos educativos; la formación de un cuerpo de especialistas dotados de

tecnologías específicas; fenómeno colectivo; generación de dispositivos específicos de disciplinamiento. Gregorio es un docente ejemplar, su conducta es observada y analizada cautelosamente aun cuando no se encuentra dictando clase. El mismo discurso de despedida que el da, está en enmarcado en el ámbito espacial de su trabajo: el aula. Todo el pueblo, a pesar de las tensiones ya relatadas antes, se encuentra escuchando a esta suerte de “sacerdote laico” cual rebaño social, dispuesto en los pupitres perfectamente alineados y con sus cuerpos dócilmente controlados. Admiten y le conceden un poder a esta persona que posee conocimientos y modos que son respetados, un verdadero especialista dotado de técnicas y disposiciones específicas para su labor. Ese fenómeno colectivo, que en sus clases se ve, ese sesgo característico de la Modernidad y su necesidad de enseñar -y en su origen, de adoctrinar- un gran número de personas.

La escuela y la empresa escolar como perteneciente a un sistema mayor que la regula, la controla y provee, no sin tensiones con otras instituciones como la eclesiástica y militar. Disputas por la gestión y empresa educativa dan cuenta de su importancia, y su constante negociación con formas

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pedagógicas anteriores -como puede ser su matriz eclesiástica- dan cuenta de ello. Es notorio como a su vez y a pesar de todo, se da valor a la imagen de un maestro formado, quien es el encargado de educar -tarea que no cualquiera puede hacermediante cierta posesión y destreza al utilizar ciertos métodos. Gregorio como un educador con algunos caracteres similares a los esgrimidos por Comenio siglos antes, tales como utilizar la violencia para con sus alumnxs y en no ir en detrimento de los intereses y voluntad que posea lx niñx. Una pedagogía para la transformación y la liberación En la escena elegida para el presente trabajo, Don Gregorio, hace alusiones reiteradas a que aspira a que sus educandos se forjen en la libertad, que sean ciudadanos portadores de ese ‘tesoro’. Esto no es un hecho menor, ya que Don Gregorio de este modo se está ubicando, de manera consciente -y entendiendo a la educación como ámbito de disputa política- un lugar particular del ideario pedagógico. Si bien, para el maestro su vida a su edad debería estar signada por la incredulidad, él elige apostar a la transformación y a la emancipación de “al menos una generación de españoles”. Creemos por esto, que en su discurso aparece muy bien caracterizada la figura de un maestro, como quien posee un notorio interés y afán por la liberación de las personas como sujetos sociales, y que ve -al modo freireano- a la empresa educativa como plataforma de transformación. El maestro republicano, asumiendo la formación de sus estudiantes, entendiéndola

como empresa transformadora del ser en el sentido esbozado por Andrea Alliaud y Estanislao Antelo (Alliaud y Antelo, 2009). Tal y como Freire sostiene, Don Gregorio se encarga y asume su rol entendiendo que la educación y la tarea pedagógica son tareas políticas. Él elige sembrar en sus educandos una lectura consciente del mundo que los rodea, que les permita ser genuinamente ciudadanos libres. Los invita constantemente a la curiosidad, a acercarse al conocimiento, se ve notoriamente como para el maestro -tanto, así como Freire sostiene- estudiar es principalmente des-ocultar. Y es esto precisamente lo que a los sectores reaccionarios y de poder les molesta. Una educación crítica, que des-oculte genera ciudadanos conscientes de su posición en el mundo y eso no es positivo para quienes abogan por mantener un estado de cosas imperante. A su vez en el comportamiento de Don Gregorio, se vislumbra un trato y una posición particular respecto a sus educandos: él habla con el educando y al educando. Escucha lo que sus estudiantes le arguyen, pero a su vez los guía para que no se pierdan en la formación y asimilación de un conocimiento nuevo. Es también preciso destacar que, aunque los orígenes e identidades de sus estudiantes -Moncho hijo de un sastre en la misma clase que un hijo de un mandatario político- el trato del maestro ya citado es de paridad e igualdad. Al tener como pilar y horizonte a seguir la construcción de sujetos libres e iguales -y al ser consecuente con elloentendemos que la figura del personaje de Don Gregorio está encarnada en lo que Freire llama: postura democrática.

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La posición de lxs educadorxs Íntimamente relacionado al apartado anterior, tal y como señala Alliaud, encontramos en Gregorio una marcada intencionalidad por influenciar a ese otro que es el educando, algo esencial para que la educación sea posible. En el mismo sentido Steiner sostiene que formar es “invadir, irrumpir, arrasar, construir” y es eso lo que precisamente enuncia Gregorio. La docencia es interpelada por el colectivo social a lo largo del film, de distintas maneras: pensada como vocación, trabajo, oficio hasta condición. Pero por sobre se hace explícito lo que Southwell (2014) señala, una posición de un educador pensada a partir del establecimiento de vínculos de autoridad y fundada en concepciones respecto de qué hacer con las nuevas generaciones. Y preocupaciones que se articulan con “nociones más generales relativas al papel que puede y debe desempeñar la escolarización en nuestras sociedades y sus relaciones con el mundo del trabajo y de la política” (Southwell,2014, p.4) La experiencia educativa de Dewey y reflexiones de Meirieu sobre la educación Hay por parte de Gregorio, en su negación a la enseñanza mediante el amedrentamiento, humillación y violencia y en sus incesantes intentos por acercar y mostrar nuevos conocimientos a sus alumnos mediante la experimentación, lo que podría llamarse en términos de Dewey, experiencias educativas. Tales pueden ser entendidas, en la medida de que Gregorio se aleja de las nociones ortodoxas y acerca constantemente aspectos “no inspeccionados” de la realidad, para que sean exploradas en primera mano, haciendo

de la escuela un verdadero espacio de construcción del conocimiento. Empresa que lleva a cabo mediante la incitación y arenga a los mismos estudiantes a que se involucren y experimenten -salidas de campo, respeto y escucha atenta a los intereses y curiosidades de cada niño-. Por otro lado, es interesante recuperar algunos conceptos destacados por Meirieu (2003) quien se opone a la idea falaz de un acto pedagógico idílico e inalcanzable. Aunque a pesar de las vicisitudes -la no escucha o interés por parte de los estudiantes, por ejemplo- las intenciones tienen que estar puestas en que ese acto se produzca. Tal es así como concebimos que Gregorio lo entiende, a pesar de las complicaciones tanto externas como internas a la escuela, al acto pedagógico. Él lejos de idealizar, lo entiende como una empresa que debe ser protegida y nunca perdida de vista -en su caso- en términos de liberación. Busca preservarla de contextos externos -propias de la pertenencia un sistema mayor y en este caso del film regido por el Estado de la II República- que la acosen, concentrándose en ello, y atendiendo a todos y cada uno de sus alumnos, sin dejar a nadie al margen. Asimismo, Meirieu reflexiona sobre la tensión propia de quien se encuentra en la tarea de formar a una persona y sus pretensiones acerca de ello. Esta cuestión recurrente enunciada por educadores-tal y como lo plantean en su discurso Gregoriode “me gustaría que el otro adhiera a lo que le propongo, pero acepto de todos modos que no lo haga”. O, mejor dicho, acepto la posibilidad de que no resulte como yo quiero que resulte, acepto que las vicisitudes se

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intercepten, pero me dispongo dejando de lado mi escepticismo, para construir la educación con quiero según mi postura democrática. Acepto a la educación misma y a su “problema existencial” y me aventuro en esa empresa. Así entendemos las palabras del maestro republicano.

acceso primario al conocimiento ¿existían críticas y disputas entre sectores al respecto de su conformación y tarea cotidiana? Respecto al particular quehacer lxs educadorxs: ¿Sus acciones y determinaciones influyen en las lógicas que estudiantes podrían tener entre sí? ¿Sus intervenciones podían lograr un trato más horizontal y de mutuo dialogo? En fin, dichas preguntas y otras tantas pueden ser útiles para volver inteligible las potencialidades y desarrollos que la escuela permite -y forja- como institución clave dentro de las sociedades modernas. En central cuestionarla y analizarla críticamente, para no naturalizar lo que en ella se construye y ensambla, para que sea una empresa liberadora y no un constructo que reproduzca desigualdades.

Reflexiones últimas En función a lo dicho anteriormente, y en relación al film se nos abren algunas preguntas. Preguntas que entendemos como disparadas del análisis particular que surgió a partir de la película, pero que a su vez creemos que pueden ser interesantes a la hora de reflexionar a la escuela en tanto institución social. Es interesante problematizar principalmente cómo se constituye el aula misma, esa aula moderna que en el caso del film tiene sus particularidades por ser de un pueblo pequeño y rural. ¿Quiénes acceden a ella? ¿Todxs? ¿Quiénes son todxs? ¿mujeres y otras identidades sexo-genéricas tenían lugar allí? Por otro lado, ¿había niñxs con distintas edades? ¿Existían diferencias en las trayectorias de esos niñxs que acudían a las mismas clases? Respecto a cómo era concebida la escuela y en tanto espacio de

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Bibliografía -Alliaud, A. & Antelo, E. (2009). Lo gajes del oficio. Enseñanza, pedagogía y formación. Buenos Aires: Aique. Capítulo 2. -Antelo, E. (2005). Nota sobre la (incalculable) experiencia de educar. En G. Frigerio & G. Diker (comp.), Educar es un acto político (pp. 173- 181). Buenos Aires: Del Estante. -Dewey (1967). Experiencia y educación. Capítulo 1. -Dussel, I., Caruso, M. (2006) La invención del aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos Aires: Santillana. Caps. 1 y 2. -Fabbri, L. (2013). Apuntes sobre feminismos y construcción de poder popular. Rosario: Puno y Letra. Pag. 44. Disponible en: www. cecs-argentina.org/biblioteca-virtual/f/ (0209-15) -Freire, P. (1994) Cartas a quien pretende enseñar. Buenos Aires: Siglo XXI, Cartas 1, 7 y 8. -Grecco, M. B. (2012). Una autoridad igualitaria en educación: construcciones, asimetrías y diálogos en el desarrollo profesional. En A. Birgin (comp.), Más allá de la capacitación. Debates acerca de la formación de los docentes en ejercicio (pp. 63-84). Buenos Aires: Paidós. -Freire, P. (1973) Pedagogía del oprimido. Buenos Aires: Siglo XXI. Caps. I. -Meirieu, P. (2003). Frankenstein Educador. Barcelona: Laertes. Cap.1 -Meirieu (2006). Carta a un joven profesor. Por qué enseñar hoy. Barcelona: Graó. Caps. 1, 2 y 3. -Pineau, P. (2001) ¿Por qué triunfó la escuela? O, la modernidad dijo: Esto es la educación y la escuela respondió: Yo me ocupo” en Dussel, I, Caruso, M. Pineau, P. (comps.)

La escuela como máquina de educar. Tres escritos sobre un proyecto de modernidad. Buenos Aires: Paidós. -Southwell, M. (2014) El concepto de posición docente: notas conceptuales y metodológicas. En Revista: Educación, Lenguaje y Sociedad. Vol. XI. Nº11, diciembre 2014, pp. 163-187 (1-25 del artículo) -Información sobre II República española recuperada de http://www.filosofia.org/ cod/c1931es.htm.

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Habitus académicus BREVE REPASO BIOGRÁFICO: ALFONSINA STORNI, UNA VIDA FEMINISTA Por Valentina Galante

Alfonsina Storni nació en la Suiza italiana en el año 1882. De pequeña embarcó junto a su familia hacia Argentina, primero se instalaron en San Juan, donde ella transcurrió su infancia para luego establecerse en Santa Fe.

Alfonsina, como muchos otros jóvenes de inicios de siglo, era hija de inmigrantes europeos. En 1912 llega a Buenos aires, sola y embarazada, con su título de maestra rural. A través del magisterio, un espacio legitimado para cualquier mujer que “haga lo que hay que hacer”, esto es, servir a la sociedad -y hablamos aquí de servir no en términos de utilidad sino de servidumbre- Alfonsina logra una vía de entrada al conocimiento y a la cultura. Ese espacio, podríamos decir la “esfera intelectual” se encontraba -bastante más de lo que se encuentra hoy- reservada a los hombres. Acá ya nos encontramos con un elemento

interesante, y es que la relación de Alfonsina con la identidad femenina ya se encuentra marcada por particularidades. La ciudad de Buenos Aires a la que arriba Alfonsina se encuentra en plena transformación, en un proceso de modernización; esta se transforma en una ciudad cosmopolita con la inmigración europea que casi duplica la población en el periodo 1914-1936, de 1.576.000 a 2.415.000 habitantes¹. Todo el espacio urbano se encuentra en constante movimiento: la ciudad se ilumina, circulan con mayor velocidad los transportes y la información, además de los cambios tecnológicos y las transformaciones en los códigos de lenguaje a través de la fusión de la cultura inmigratoria con la masificación de los medios de comunicación. Todo esto tiene implicancias en la vida urbana: comienza a gestarse la identidad moderna. En este contexto plagado de transformaciones comienzan a desarrollarse las ideas de las vanguardias locales. Las décadas del veinte y del treinta fueron muy ricas creativamente, en diálogo con las corrientes de vanguardia internacional. La forma que esto tomó en la ciudad de Buenos Aires fueron dos grupos intelectuales: Florida y Boedo. Florida la calle cosmopolita de la ciudad, dio nombre al grupo conformado por escritores y artistas destacados -entre

1. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Subsecretaría de Sistemas de Información, Dirección General de Organización, Métodos y Estadística, Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, página 6, 1997.

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ellos Jorge L. Borges- que se sumaron luego de haberse formado en Europa en su juventud. Por otro lado, la denominación de Boedo hace referencia a una zona donde vivían trabajadores urbanos, por cuyas luchas y reivindicaciones sociales el grupo bregaba. Esta corriente literaria artística se conformó con la llegada de inmigrantes y sus tendencias socialistas y anarquistas. Partiendo de las diferencias ideológicas que han supuesto estos dos grupos, veamos las palabras con las que don Borges se ha referido a Alfonsina Storni. En el contexto de una reseña para Nydia Lamarque -poeta argentina- Borges dice que ésta última no suele incurrir en “las borrosidades ni en las chillonerías de comadrita que suele inferirnos la Storni”. Delfina Muschietti (2003) analiza la forma despectiva con la que Borges se refiere a Alfonsina de una forma detallada. Explica así que el conflicto que emerge tiene que ver con supuestos y prejuicios estéticos y de clase. La anteposición del artículo la al apellido de la poetisa expresa cierto menosprecio con una forma de italianada, para nada afectuosa. En el mismo trabajo, Muschietti manifiesta las diferencias que poseen Nydia y Alfonsina en términos de estatus social: “Nydia Lamarque, una de las ‘muchachas’ que florece en las quintas de Belgrano; el caso se invierte y se vuelve amenaza casi demoníaca, en cambio, cuando la mujer escritora es de origen italiano, maestra y madre soltera”. (Muschietti, 2003, p. 39). Con respecto al adjetivo utilizado por el escritor sigue: “’Comadrita’ es una invención retórica de Borges que remite a la serie ‘compadrecompadrito (malevo)’: figura popular de la

que sabemos los textos de Borges hacen una especie de culto, y que alude a una actitud corporal de desafío y envalentonamiento, ‘insolente’ como el carnaval. Voz popular, criolla que sale del parentesco establecido entre padre y padrino, o madrina y padrino. (…) El espacio del conventillo era encuentro obligado de las comadres y convoca a la constelación de connotaciones que surgen de la unión ‘chillonerías-compadrita’: chusma, conventillera, fuera de tono y lugar, chillona, insolente, prepotente, pendenciera, de mal gusto, de clase baja, inmigrante, mezcla de mujer y varón” (Muschietti, 2003, p. 39). Claro que Alfonsina se encontró atravesada por muchas, si no por todas, las adjetivaciones que usa Borges. Lo que resulta para nada simpático es que se trate de un colega sumamente privilegiado –porque se trata de un hombre con privilegios de clase- que se encarga de subestimarla, sobre todo contextualizando, en esa época todo era bastante más difícil para las mujeres. Además del uso peyorativo que hace de cada palabra que le refiere a Alfonsina, trayéndola inoportunamente a colación para compararla con Nydia, que fue una de las primeras mujeres abogadas de nuestro país, lo cual sólo era posible para personas adineradas. La referencia de Borges ubica a Alfonsina como integrante de una horda inmigrante que llega, invade, sin clase y sin responder al rol asignado a las mujeres, porque las mujeres de la poesía no debían protestar o ‘chillar’. Diz (2011) sostiene que la irritación que causa Alfonsina, tanto en Borges como en muchos otros individuos, tiene que ver con un rechazo hacia una subjetividad femenina que no se atiene al rol que le otorga la

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sociedad heteropatriarcal, y tampoco actúa en consecuencia de ese rol reproduciéndolo. Esa molestia que experimenta y expresa la subjetividad masculina habla ni más ni menos que de la autoridad con la que se perciben, porque les ha sido signada, para determinar el lugar que debe ocupar una mujer y de qué forma, y cuestionarlas si no se ajustan -tanto por imposibilidad como por rechazo- en ese deber. Es decir, hay cierta obsesión de la crítica masculina por diferenciar e inferiorizar la escritura de mujeres con el objetivo de reafirmar su poder como hombres. Podemos ver entonces que la experiencia de las mujeres escritoras se encuentra influida por el contexto, por las ideas que circulan, pero sobre todo por este imaginario binario y misógino que las destina socialmente, a lo que pueden optar por atenerse asimilándose a ciertos estilos, géneros y temas entendidos -por alguien previo a ellas- como ‘femeninos’, o bien resistirse a ese modelo mediante actitudes y declaraciones dentro del campo intelectual como también a través de formas discursivas que apunten a destruir y desviar esos estereotipos sexuales que se han construido y que se encuentran legitimados. Pero a pesar de todos estos palos en la rueda, Alfonsina estaba muy esperanzada respecto del futuro. Por un lado, en relación a la llegada de inmigrantes que no sólo estimularon el desarrollo económico, sino que además introdujeron nuevos valores. Así, ella construye una dicotomía en la que, al pasado atrasado de la América hispánica, le sobreviene el crecimiento y el progreso de las ideas traídas por los inmigrantes, entre los que encuentran las primeras mujeres que estudiaron en la universidad. Así vemos por un lado

una reproducción clara de lo que llamamos hoy eurocentrismo, con el relato del atraso premoderno que habitaba nuestras tierras antes del mil quinientos, relato que en su momento resultó novedoso y combativo sólo desde su lugar de hija de inmigrantes. Por otro lado, en consonancia con el feminismo de 1910, ella comenta que el feminismo está ligado, influenciado y hasta estimulado por sus pares europeos. Recordemos que la Primera Guerra Mundial acontecía y afectaba positivamente al feminismo europeo, ya que muchas mujeres comenzaron a realizar tareas que eran consideradas masculinas. Como podemos notar, Alfonsina se ha visto muy movilizada por la causa feminista, siendo que publicó relatos explícitamente feministas en la primera etapa de su carrera literaria. En 1919, publica un artículo llamado “Las poetisas americanas” donde se refiere explícitamente a nueve mujeres escritoras. Son mujeres que están dando a conocer su producción e interactuando entre ellas: las uruguayas Delmira Agustini, Vaz Ferreira, Luisa Luisi y Juana de Ibarbourou; las argentinas Delfina Bunge y Rosa García Costa y las chilenas Gabriela Mistral, Sara Hubner y Aída Moreno Lagos. El mismo año publica en Revista del Mundo un texto que originalmente había sido una conferencia y se titula “El movimiento hacia la emancipación de la mujer en la República Argentina”. Con respecto a la ridiculización del estereotipo feminista sabemos que no es algo nuevo, cual manotazo de ahogado de quien teme perder exclusividad de voto; por cierto, en los medios periodísticos, específicamente en Caras y Caretas, abundaba esta práctica sobre las sufragistas. En el marco

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de una conferencia, que habría sido organizado por la Liga para los Derechos de la Mujer y el Niño, creada por Julieta Lanteri en 1911, Alfonsina se sirve de esta burla para después preguntarse qué es el feminismo, a lo cual se responde a sí misma afirmando que es un fenómeno que supera la demanda de derechos. Recordemos por cierto que las mujeres obtienen derechos civiles recién en 1926, y políticos en 1946. Ser feminista para Alfonsina no era una tarea que se agote en exigir derechos políticos, sino que ser feminista implica una construcción del ser mujer que transcienda la identidad hegemónica femenina. Pionera, anticipándose a la segunda ola del feminismo, ella brega por la invención de un modo de ser mujer que resista las normas imperantes y que apunte a tomar conciencia, siendo necesario un cambio en la subjetividad para que haya un cambio social significativo. Este supuesto explica las ironías y parodias con las que aborda los tipos femeninos que sólo generan preocupación por mantener el cutis ‘perfecto’. Hannah Arendt (2005) ha sostenido que la distinción entre esfera pública y privada está directamente relacionada con la diferencia entre actividad productiva e improductiva, mientras esta última históricamente ha sido rechazada, incluso por el mismo Marx que la consideraba una actividad que ‘no deja huellas’. Así se encuentra configurado el desprecio por las labores domésticas inmersas en la esfera privada, sin ver la productividad de dicha actividad. Esto tiene consecuencias negativas para las mujeres en tanto no pertenecen a la esfera pública por no tener acceso a derechos. Al quedar presa de la esfera privada la mujer pierde contacto con la comuni-

dad y asume una subjetividad dependiente de la identidad masculina. La esfera pública es el lugar donde adquieren significación la realidad y lo común. Permanecer en la esfera privada en la modernidad es estar aislado de la vida en común y las acciones carecen de significado (Arendt, 2005, p. 60). Y este es el esquema que hay que romper con una labor que no será gratuita, pero sin dudas, es sumamente necesaria. Concluyendo, podemos decir que a principios del siglo XX la subjetividad femenina, a modo de efectos del género, se imponía desde la aceptación de las reglas, reprimiendo el placer corporal, controlando el deseo y empujándose junto a varones hacia el contrato del matrimonio. En este contexto, Storni impulsa a las mujeres a renegar de los mandatos sociales, a tomar distancia de la subjetividad femenina premoldeada y, en consecuencia, las invita a asumir una propia y singular, una personalidad feminista. Incluso privilegia el crecimiento subjetivo de las mujeres por sobre la demanda de derechos políticos o civiles, porque una cosa no va sin la otra. En la literatura de inicios de siglo XX, es Alfonsina Storni un ejemplo cabal de la resistencia feminista por dos razones: respecto de su obra, porque ha dejado bastante constancia de su crítica al heteropatriarcado, y respecto de su imagen de escritora, por el hecho de haber tenido cierta fama y reconocimiento en su momento. Alfonsina se ha identificado con atributos, acciones y posesiones que tradicionalmente han estado ligados a la masculinidad. En ello reside su fuerza ideológica, cuya operación es precisamente la de la conquista de

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otros roles y poderes, como la independencia, la autonomía, la afirmación de la intelectualidad. Una autora que hizo su paso para señalar y dudar de lo establecido, lo que resulta arbitrario y limitante, exigiendo y por sobre todo construyendo libertades, no sólo con hermosas palabras sino con su biografía, demostrando que existen otras formas de habitar el mundo.

Bibliografía: -Arendt, Hannah (2005), La condición humana, Paidós, Bs. As. -Baur, Sergio (2014), Itinerario de la vanguardia argentina, Revista Tunecina de Estudios Hispánicos. -Diz, Tania (2011), Imaginación falogocéntrica y feminista, diferencia sexual y escritura en Roberto Arlt, Alfonsina Storni, Enrique González Tuñón, Roberto Mariani, Nicolás Olivari, Salvadora Medina Onrubia y María Luisa Carnelli, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. -Muschietti, Delfina (2003), Borges y Storni: La vanguardia en disputa, Hispamérica, págs. 21-44. -Pozzi, Rayén Daiana (2019), Alfonsina Storni: Condicionamientos y estrategias en su camino hacia la profesionalización, Universidad Nacional del Comahue. -Salomone, Alicia (2001), Voces femeninas/feministas en el discurso intelectual: Alfonsina Storni y Victoria Ocampo, Universidad de Chile. -Sarlo, Beatriz (1988), Una modernidad periférica. Buenos Aires, 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva visión, capítulos 2 y 3. -Storni, Alfonsina (1980), Antología poética, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina

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Real Politik

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Real Politik A LA DERECHA DEL MAL Por Juan francisco blascone

Llama a la desobediencia civil en nombre de la libertad, a ocho meses de haber asumido la presidencia pone en cuestión si el gobierno de Alberto Fernández finaliza su mandato, como si la crisis orgánica del 2001 y el mes de diciembre no tuvieran aún hoy resonancia en la memoria de nuestra cultura popular. Afirma sin tapujos que la moneda norteamericana escasea como si comandara las arcas del banco central buscando agitar al electorado, lo que no es novedad. Invita a recuperar las instituciones y la república como sea, como si ella fuera ejemplo de democracia y el partido gobernante electo en las urnas, la anarquía. Compara a la senadora Anabel Fernández Sagasti con funcionarios de Hitler, y sostiene que Néstor Kirchner fue un psicópata, porque cuenta con la complicidad judicial y mediática necesaria para hablar de un ex presidente que tuvo indicadores sociales que parecían inalcanzables, un proyecto de país y una política económica orientada a la inclusión social y a la redistribución del ingreso, algo que no se suele escuchar en los medios. Y como si fuera poco ese lunes a la noche mientras decía y desdecía con total impunidad, impaciente por bajar línea mordió su lengua, presa de su propio veneno, mencionando la posibilidad de un golpe,

algo impensado con solo tener en cuenta la historia argentina reciente. No casualmente dos días después y como si fuera show mediático, la bonaerense armada rodea al presidente, reclamando un salario digno mientras la forma empleada era indignante. Aunque no lo crean, todo ello ocurrió en una sola entrevista de algunos minutos en el canal TN programa “Desde el llano”. Mientras la señora utilizaba las palabras del desprecio recurriendo a un monólogo algo sucio y extraño, el periodista solo atinaba a escuchar como si existiera un temor a la repregunta. Darle lugar a este tipo de personajes puede ser grave cuando la ultraderecha argentina se fortalece en una coyuntura de pandemia y el medio pelo es rehén de la influencia mediática como viene ocurriendo hace años. El predominio del circo televisivo es tal que aún hoy a esta señora nadie le reclama lo que con sus impuestos paga: infinitas ausencias en el congreso a la hora de sesionar. Creo escuchar una voz de sentido común que rechaza la mantención de parásitos a través de planes sociales, mientras parece que por el sueldo de la señora da gusto trabajar. Hay que tener cuidado porque cuando el mal se reproduce doblega conciencias y tumba gobiernos. Nuestra historia económica sabia supo ser en crisis coyunturales, y dada nuestra matriz dependiente y agroexportadora no es una novedad. Pero en lo que hace

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a nuestra historia política, reiteradas veces fue víctima de diversos tipos de males, algunos durante la época del terror, dónde la tortura cómplice: civil-empresarial- militar fue la miseria que tantos y tantas tuvieron que soportar en carne y alma. Afortunadamente de otro tipo fueron en democracia, porque si algo aprendimos es que aún por desgracia el mal se adapta y toma distintas formas. En la actualidad, el mal se inmiscuye, enmascarado en la falsedad de la palabra, en decir, mentir y volver a decir, lo que sea y como sea para lograr el único fin: erradicar toda política económica que tienda a favorecer al denostado populismo, erradicar cualquier idea que tienda a achicar las brechas de injusticias sociales reproducidas por un establishment económico, mediático y judicial, que no está dispuesto a ceder en pos de ningún derecho social. El mal está entre nosotros. Solo hay que saber distinguirlo, mantenerse despiertos y combativos, y empeñar el mejor arma, el fundamento salvador por excelencia, el argumento humano, para no tirar la toalla frente al espeluznante sentido común del barrio, la familia, el trabajo, para no bajar los brazos en los frentes donde deba resistirse la batalla cultural. Elisa es violencia y la derecha que hace tiempo dejo de comportarse como digna oposición, que golpea sucio en los tiempos que hay que dialogar, es el mal.

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Real Politik ALGO INDISPENSABLE POR SABRINA BERNARDELLI

Funcionarios recorren Guernica Prometen chapas, paradores Puede que también alguna guita Los medios se hartan de tirar índices: -mientras hay 20,9% de desempleo interanual y la tasa de desocupación es de 13,1%, el 56,3 % de les menores de 15 años son pobresEn serio loco, no hace falta tanta sutileza. ¿No saben que hay 16.7 millones en la pobreza?

Fuera Berni. El estado es responsable. Guernica tu lucha es nuestra. Si no hay pan para les pobres que no haya paz para los ricos.

Los números no bastan para demostrar el hoy. Tampoco hace falta decir Que para evitar la represión Chapas o estadías en un parador No son una real solución. En paralelo, el gobierno muestra sus prioridades Cuando a los patrones Les baja las retenciones.

Imagen por Gerónimo Pellicer @geropellicer

Mientras Nicole, una estudiante para enfermera, Junto a su hija y por una vivienda digna, Allá en la toma, la pelea ¿De qué violencia habla el gobierno y los medios servidores al capital? Realmente no ven en estas familias la necesidad Violento es el frío; lo es el hambre; lo es el barro Violenta es la criminalización del Estado. Con el correr de los días el cinismo aumenta. Aledaña la bronca. Hartazgo. Otra vez no se encarcelan a los verdugos, Se los premia y por ahí van. Enrolados. Siervos. Las gotas se vuelven piel, aunque no siento el mismo escalofrío. Noticia repetida empero “no puedo, ni quiero, ni debo renunciar a un sentimiento básico: la indignación ante el atropello, la cobardía y el asesinato” (R.W).

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Real Politik VESTIGIOS COLONIALISTAS Por María Paz Misson

Dice Arendt (1997) “El peligro del prejuicio reside en que siempre está bien anclado en el pasado y por eso se avanza al juicio y lo impide, imposibilitando con ello tener una verdadera experiencia del presente”(p23). Me parece revelador entender en esta clave, aunque no en su total y basta complejidad, una problemática “antro-social” tan desgraciadamente contemporánea como lo es el racismo. El hecho de que un policía blanco norteamericano haya, en plena vía pública, asfixiado hasta la muerte a un ciudadano negro (y el hecho mismo de que esto sea “moneda corriente”), da cuenta de que aún hoy, en los albores de la segunda década del siglo XXI, habitan y operan prejuicios antiquísimos y desafortunados en el tejido social de nuestras sociedades. No obstante, como ya lo ha señalado Foucault, siempre hay (y hubo) resistencia(s); voces que no temen proclamarse contra la hegemonía y planean subvertir lo establecido que notan obsoleto, carente de tino, profundamente injusto. Y así fue, como tras el asesinato del afroamericano George Floyd en manos de un representante más de la inherentemente violenta institución policial, millones de personas se hicieron eco en distintos territorios del globo para decir: Black Lives Matter. En sintonía con las manifestaciones por la justicia racial, que están tomando las calles

en todo el mundo tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos, muchos activistas están exigiendo a los países imperialistas que hagan frente a su pasado, así como a los problemas que desgraciadamente habitan su presente.

Particularmente en Bruselas, Bélgica, fue destruida una estatua del colonialista rey Leopoldo II de Bélgica, mientras que se multiplican las reacciones a los símbolos del monarca: se pudieron leer vituperios escritos sobre su estatua en las inmediaciones del Palacio Real; un busto del mismo ubicado en la ciudad de Gante fue atacado por manifestantes, en el se inscribieron frases como: “No puedo respirar”; otra estatua del mencionado rey, ubicada en Amberes fue atacada y quemada y asimismo se están llevando campañas adelante para quitar otras estatuas del genocida de las calles de las ciudades del país donde gobernó cuando el Congo fue una colonia belga. Se arguye que Leopoldo II construyó Bélgica explotando los recursos de Congo entre 1865

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y 1909, causando la muerte de millones de personas (se estima que dos veces más de las que se llevó Holocausto judío). Las masacres cometidas a finales de los 1800 en el Congo, en ese entonces -como ya mencioné- una colonia de Bélgica, han vuelto a ser por la sociedad, actualizadas y revisadas tras la muerte de Floyd. Ante estos hechos, y habiendo leído recientemente al preciado Vargas Llosa, especialmente su libro titulado “El sueño del celta”, biografía sobre el funcionario de la Secretaría de Estado para las Colonias británicas (1892-1912) Roger Casement, me invadieron las ganas de expresar por escrito mis pensamientos. Lo cierto es que Casement -apodado por sus afines como, “el celta”- fue lo que podría decirse un humanista antirracista avant la lettre, una voz que se anteponía a las atrocidades del colonialismo en el Congo del siglo XIX, así como también a la deshumanización a la que se sometió a miles de personas con la extracción de caucho en el Amazonas, de la cuales asimismo fue testigo.

Casement tuvo la valentía de, a pesar de las presiones recibidas por parte del gobierno británico en nombre del rey de Bélgica, pu-

blicar en 1904 un informe sobre los sucesos atroces y la violencia ejercida hacia los habitantes del Congo (que incluían, entre otras cosas, mutilaciones de extremidades).

Así como también tuvo el coraje de mantener una fluida relación con el periodista Edmund Dene Morel, quien dirigía la campaña de la prensa británica contra el gobierno del Congo colaborando con la fundación de la Asociación para la Reforma del Congo. La pluma del gran Vargas Llosa supo ilustrar y novelar la biografía y la historia de este sujeto tan peculiar para su época (y por sobre todo para su cargo). En efecto, El sueño del celta (2010) que tiene como protagonista a Casement puede ser leído en constante diálogo con sucesos de las protestas antiimperialistas contemporáneas. Puede entreverse en la novela a una persona que supo estar a la altura de las circunstancias, que tuvo el valor de anteponerse al pavor e intentarlo. Circunstancias que fueron particularmente hostiles desde varios flancos para Casement: ya sea por su oposición ante el sangriento imperialismo colonial, los juicios por “traidor a la patria”¹ en los que se vio envuelto o por su presunta homosexualidad, la cual lo llevo a atravesar múltiples tensiones (incluso con aquellxs

1 Casement entre otras cosas fue un activista del movimiento independentista de Irlanda, en 1912 se unió a Los Voluntarios Irlandeses para luchar activamente por independencia de su tierra natal y por ello fue juzgado como traidor a la patria.

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cercanxs que lo apoyaban). Tensiones que se esbozan en la prosa de Vargas Llosa, para despertar a quien la lea, una profunda empatía por el irlandés. A modo de conclusión, puedo decir que algunas veces (más de las que me gustaría, debo confesar) ”cuesta respirar” cuando se cae en la cuenta de que el racismo (y su simbiótico compañero, el imperialismo) habitan entre nosotrxs con tanta fuerza aún en nuestros días. Es triste caer en la cuenta de que este flagelo no solo continúa, sino que es uno del que todavía hay mucho sobre el cual decir y hacer. No creo que existan recetas, sin embargo, considero que una mirada aguda que descubra -y re-descubra-los prejuicios circundantes dando cuenta de los juicios pretéritos ideológicos que estos alojan -y que deben ser contundentemente falsadosjunto a una lucha y una acción colectiva que se adueñe de las calles y cuestione todo el sistema que los retroalimenta, es un primer paso -aunque arduo- para disolver algunas de las injusticias anteriormente mencionadas. Levantar la bandera de quienes como Casement supieron ser contestatarios del poder de turno, es urgente.

Bibliografía: -Arendt, Hannah (1997) ¿Qué es política? Editorial Paidós. Barcelona, España. -Vargas Llosa, Mario (2010) El sueño del celta. Editorial Alfaguara, Bs.As., Argentina. -Carpeta de historia FaHCE: http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-1/notas/roger-casement-1864-1916/?searchterm=Casement -La Nación. Disponible en: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/inedito-rey-belgica-lamenta-atrocidades-cometidas-excolonia-nid2388236 (Recuperado 16 de Julio 2020) -Hurst, L. (2020). Disponible en: https://es.euronews.com/2020/06/09/quien-fue-el-rey-leopoldo-ii-y-por-que-las-protestas-antirracistas-quieren-retirar-su-est (Recuperado 16 de Julio 2020)

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Real Politik ENTRE LA BURGUESÍA Y LA REALIDAD Por Juan Francisco Blascone

En Argentina, para algunxs privilegiadxs la suerte dice “quedate en tu casa”, para 11 millones la realidad manda y obliga: “quedate en tu barrio”. Hay algo que no está bien algo que anda mal, estamos bien jodidos y todxs en la misma. No podemos vivir del presente huyendo despavoridos de nuestro tiempo el cual ya no nos pertenece, no podemos vivir el ahora, nada nos satisface todo nos ahoga. Necesitamos más necesitamos otra cosa. Necesitamos vernos dentro de unos años para sobrellevar el instante inmediato, necesitamos escaparnos por un rato. Ayer fue tendencia la FaceApp, hoy pasó de moda. Todxs estamos de paso, y sin embargo, lo efímero nos sigue arrastrando al fracaso. Somos el consumo en carne propia, la certeza que lamenta la historia. Demostramos no aprender los errores del pasado, seguimos siendo los mismos pero ahora estupidizados, reproducimos en las redes una individualidad miserable e ignoramos en la realidad que lxs pibxs pasen hambre. Consumidores insaciables, comensales que comen sin hambre por el placer de que no coman los demás. Somos miserables desenvolviéndonos en una red idiota, no somos participes viendo pasar la historia.

En estos tiempos virales y virulentos, la irrealidad siempre puede ser verdad siempre puede ser real. El Netflix verdadero no es el que te venden a puro cuento, sino el que vivís a diario sin ese acento marketinero, cuando te embriagas de tele, cuando los que forman en la desinformación reproducen la descolectivización de los vínculos humanos, fomentando el sálvese quien pueda, o que es lo mismo, “la supervivencia del más apto” a través del supuesto de la inmunidad rebaño, siempre desprestigiando el necesario rol del Estado. Mientras la pandemia asecha algunxs esperamos cómodxs y aburguesadxs, otrxs esperan, hambrientxs y hacinadxs, esperan desesperadxs porque su casa no es como todas las casas, no es casa tomada, es conurbano, hambre y trabajo. Y me pregunto: ¿Puede pensar en común la burguesía y el proletariado cuando las condiciones materiales no son las mismas, cuando la pobreza es estructural y los privilegios exagerados, cuando los formadores de opinión son los miedos de comunicación, cuando quienes detentan el poder imponen un sentido común y normalizan? Pensar en común cuando lo común es desigual, merece un pensamiento crítico acorde a la época por fuera del sentido atomizado, merece revertir acciones, subvertir palabras, merece una respuesta superadora, porque

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mientras nosotrxs vivimos confinadxs, otrxs sobreviven hacinadxs. Quizás, el ejercicio es ese, repensarnos todo el tiempo como una sociedad desigual, porque el otrx también vale. Fuente de citas: “supervivencia del más apto”-Charles Darwin. El origen de las especies- https://www.its-internacional.es/supervivencia-del-mas-apto/ “casa tomada”- Julio Cortázar. Bestiario (1951) - https://www.youtube.com/watch?v=uGGOv3t3BMo “miedos de comunicación”- Eduardo Galeano. Los hijos de los días - https://www.youtube.com/watch?v=Xci_aP42sbA

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Real Politik

PATRONES ALIMENTARIOS COTIDIANOS - UNA TRANSICIÓN HACIA UN MODELO SANO, SUSTENTABLE Y LIBRE DE EXPLOTACIÓN ES POSIBLE

Por Lara Poujardieu

El alimento implica mucho más que algo que ingerimos para saciar el hambre. Hoy en día la oferta de comida es mucho mayor, sin embargo, la distribución no es equitativa y aunque se aparenta variedad en la misma, detrás de tantos paquetes, los componentes son generalmente similares, ya que la producción está concentrada en pocas manos. La pandemia evidenció aún más los problemas de acceso a los alimentos, siendo los supermercados foco de contagio por un lado, y de explotación para sus trabajadorxs por el otro. Las mujeres, por una distribución desigual de tareas, hoy seguimos siendo las principales encargadas de la alimentación de la familia. Preguntas respecto al que comemos, quienes lo producen y a donde se distribuyen esos productos, orientan el debate que busca dar cuenta de la importancia tanto de nuestras decisiones como consumidores como de nuestra lucha colectiva por el fortalecimiento de un modelo de alimentación sostenible, sustentable y que garantice comida nutritiva a toda la población.

¿Qué comemos? Las dietas actuales distan mucho de sus predecesoras, si las comparamos con aquellas de solamente 40 años atrás. El avance neoliberal implicó un cambio abismal en las lógicas de producción, distribución y consumo de alimentos. El modelo de producción neo extractivista, nacido de la mal llamada “Revolución Verde” se basa en el uso de commodities: una producción intensiva de soja –principalmente- mediante el uso de agrotóxicos y plaguicidas derivados del petróleo y una producción ganadera mediante feedlots (corrales de engorde) ambos orientados principalmente a la exportación, siempre en miras a la maximización de la producción desde una mirada cartesiana, donde el ser humano se contempla desligado de la naturaleza. Para continuar extendiéndose y sostener este modelo, se recurre a la expulsión de miles de indígenas y campesinxs de sus tierras y a la deforestación del territorio, tanto mediante la represión directa como a través de incendios intencionados, profundizando aún más las desigualdades sociales preexistentes. Los recursos naturales son mercantilizados y explotados indefinidamente, únicamente con el fin de obtener un rendimiento máximo a corto plazo, independientemente de las necesidades presentes y futuras de la población.

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¿Cómo se refleja todo esto en nuestros platos? o terminan vacíos, o contienen alimentos que enferman y matan (tanto a través de su consumo como a través de su producción). El alimento se mercantilizó, y hoy es más adecuado hablar de “productos”. Los kioscos, super e hipermercados se transformaron en la principal forma de abastecernos, funcionando como intermediarios entre grandes productores y los consumidores, ofreciendo principalmente productos ultra procesados y homogéneos –independientemente de la región-. El mercado logró penetrar en prácticamente todas las poblaciones. El sesgo y las diferenciaciones de clase que éste produce y fomenta están ligadas directamente a la calidad y cantidad de productos a los que se puede acceder. A través de mecanismos publicitarios, dota de cualidades sociales a los productos, que penetran en las subjetividades de la población en torno a ellos, profundizando de forma aún mayor la brecha social en torno a quienes pueden acceder a ellos y quiénes no. Uno, en muchos casos, al comprar productos de una franquicia “de alimentación” no paga por nutrientes o alimentos, paga por la experiencia de sentirse parte de un colectivo, de un determinado sector social. Paquetes brillantes, con dibujos de colores y etiquetas mínimas donde no se logran identificar los ingredientes (y aunque hagamos el esfuerzo por hacerlo, en muchos casos, desconocemos de qué se tratan), conservantes, colorantes y estabilizantes que engañan el paladar y modifican sustancialmente las nociones de apetito y de sabor que solíamos tener. La mayoría de ellas, apuntadas a lxs niñxs como consumidores, ofreciendo

juguetes o stickers en cada producto. ¿Tenemos realmente noción de lo que se esconde atrás de los procesos productivos de aquellas cosas que ingerimos en nuestro día a día? ¿Realmente estamos decidiendo por nosotrxs cuando decidimos darnos “un placer”? Mujeres y alimento La cocina se transforma por un lado en espacio de resistencia tanto desde el sector rural como el urbano frente a una industria que envenena y que crece, pero al mismo tiempo en espacio de opresión en tanto que implica un trabajo invisibilizado y doble de la mujer, negando su valor productivo y reproductivo. Históricamente, somos las mujeres las asignadas a las labores domésticas y de cuidado mediante la división sexual del trabajo. En el caso de las mujeres urbanas se le suma la doble o triple jornada de trabajo en las esferas públicas; en el caso de las mujeres rurales, se le agregan las tareas del campo, como la alimentación y el cuidado de los animales y el riego y mantención de las huertas (también invisibilizadas). Somos las principales protagonistas de los sistemas tradicionales de producción alimentaria y las principales que sufren las consecuencias del modelo de producción hegemónico actual: las excluidas históricamente de la propiedad, la tierra, los medios de producción y de la toma de decisiones; las encargadas de cuidar a los familiares envenenados y las que tienen abortos espontáneos por el uso intensivo de agrotóxicos; las que se organizan para la recolección, cocción y distribución de comida en merenderos y comedores barriales; las que curan con plantas, las que conservan

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e intercambian semillas (perpetuando diferentes variedades de alimentos frente a las semillas transgénicas comprendidas puramente como un insumo del capital) y las que forman cooperativas de reciclado, como salida laboral colectiva y como herramienta para disminuir el impacto ambiental. Nuestro rol como consumidorxs La alimentación debe estar pensada en clave de garantizar el derecho a lxs consumidorxs: derecho de oferta, de acceso, de información (respecto a qué estamos adquiriendo e ingiriendo). ¿Se garantiza esto en todos los sectores de la población? Lamentablemente no, y por eso es necesario que nuestro consumo, en la medida en que podamos, esté apuntado a fortalecer un modelo productivo sustentable y responsable, que permita progresivamente hacer llegar a todxs una alimentación sana, segura y soberana, en el sentido de que nos nutra a corto y largo plazo, que esté garantizada desde el Estado y que no dependa de las decisiones de las grandes multinacionales. Como consumidores, debemos apostar a reducir progresivamente el consumo de azúcar, sal, ultra procesados y carne e incluir en la mayor parte de nuestra alimentación frutas y verduras locales, de estación y de producción agroecológica, legumbres y procesados de medianos y pequeños productores, evitando los intermediarios. Para ello, es imprescindible fortalecer una educación alimentaria, desde el Estado, colegios, comedores, orientada a empoderar a lxs consumidrxs, hacernos ver el impacto de nuestras decisiones diarias, tanto en nuestra salud como en el entorno.

¿Y en qué consiste una educación alimentaria? Se puede pensar en una vuelta a la cocina, como una de sus patas. La misma, debe estar orientada a romper tanto con la división sexual del trabajo como con el adultocentrismo que la caracteriza. Debe ser un espacio de conexión, juego y aprendizaje colectivos, no un trabajo y explotación hacia la mujer, que no es remunerado. Además, deberá estar orientada a conectar con los sabores y tradiciones locales y culturales de elaboración y cocción, buscando la simpleza en nuestras preparaciones. Compartir recetas con la familia, entre amigues, probar nuevos alimentos, juntarnos a cocinar, repartir de forma equitativa las tareas domésticas. Para romper con la dicotomía campociudad, podemos agregar a nuestras preparaciones verduras o especias cultivadas por nosotrxs. Si bien la planificación urbana dista mucho de incluir espacios de cultivo o de compostaje, no se necesita tanto espacio para llevar adelante los mismos a pequeña escala. Concebir los alimentos por fuera de las lógicas mercantiles nos permitirá desfetichizar las relaciones productivas y romper con las lógicas utilitaristas en torno a la naturaleza y el alimento. El comer es un acto político La lucha por la soberanía alimentaria se comprende en este sentido: luchando por el acceso a las tierras por parte de lxs productorxs, presionando para que se impriman límites a las producciones de las agroindustrias, prohibiendo el uso de agrotóxicos y de hormonas y el uso intensivo de antibióticos en los animales,

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tal como pudimos ver hace poco con las movilizaciones en contra de la instalación de feedlots de cerdo para exportación a China. Para una alimentación segura y un consumidor informado, es clave la lucha por el etiquetado frontal de los productos, que muestre sus ingredientes de forma clara y legible, de modo tal de no ingerir jarabe de maíz de alta fructuosa, por ejemplo, sin desconocer sus consecuencias. Lo ideal es reducir el consumo de los mismos ya que además la producción de ultra procesados con empaques de un solo uso no son sostenibles a mediano y largo plazo si los mismos son arrojados a un vertedero y no reciben tratamiento alguno. El rol de las cooperativas es fundamental para garantizar una alternativa al modelo hegemónico, tal como lo mostró la UTT (Unión de trabajadores de la tierra) en sus verdurazos (ferias donde se ofreceren verduras y frutas a precios muy bajos), o como lo muestran la Unión de Cartoneros Platenses o las promotoras del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidxs) al generar puntos de acopio o puntos azules para la recolección de residuos reciclables, por nombrar unas. A los sectores donde no ingresa el estado, ingresa el mercado con el único objetivo de mantener y acrecentar sus ganancias. La capacidad de poner alimentos en la mesa no debe ser exclusivo de algunos pocos, menos aún debe depender de las estrategias particulares de cada hogar: debe ser una política estatal, que penetre en cada hogar de forma constante, de manera tal de garantizar a cada persona la comida del día de hoy y del día de mañana y que la misma se encuentre

Se debe garantizar una canasta básica sana y nutritiva a toda la población y continuar con la lucha por políticas públicas para disminuir progresivamente la brecha de género, entendiendo la importancia de la mujer como actor social que articula, organiza y defiende las organizaciones y alimenta al pueblo. Páginas relacionadas : *Venta de alimentos -@almacenutt -@paseo.unlp -@ayni_coope -@mteruralutep -@yamaniacasa -@culturaalimentarialp -@masrizoma *Recetario de la UTT https://uniondetrabajadoresdelatierra. com.ar/2020/04/23/salio-el-nuevo-recetario-agroecologico/ *Reciclaje y compostaje -@ecoladrillos_la_plata -Facebook: Promotoras Ambientales/La Plata Berisso y Ensenada MTE -Grupo en face: ECOladrillos y ECObotellas La Plata -Grupo en face: Compostar es una papa

cargada de nutrientes, no de energía barata.

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DEBATE CON EL KIRCHNERISMO Y EL ROL DE LAS FUERZAS REPRESIVAS Por Matias Busi

La avanzada represiva sobre los sectores populares se profundiza de la mano con la crisis económica y social. Guernica es un ejemplo de lucha para los sectores populares que se ven lanzados a la desocupación y la pobreza mientras el gobierno continúa favoreciendo los intereses de los grandes especuladores inmobiliarios y financieros, y del agro, las mineras y el FMI. También muestra a las claras el rol del aparato represivo del estado, una constante independientemente de la variable gobierno de turno. La desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro en manos de la bonaerense de Berni fue un capítulo entre tantos protagonizado por la misma fuerza que reprimió brutalmente a las familias de Guernica con 4 mil efectivos y Berni a la cabeza.

Todas las corrientes afines al gobierno plantean la necesidad de una “reforma de

las fuerzas”. Esto no es más que un planteo que evita ponerles nombre y apellido a los responsables del gatillo fácil y la represión a los sectores populares. Sergio Berni se paseaba por los medios de comunicación amenazando a la familia de Facundo y a los abogados, lanzó una serie de spot electorales reivindicando la mano dura, y ahora potencia su retórica derechista y macartista tras pasarle las topadoras a las casillas de miles de familias pobres. El gobierno sostiene a este personaje nefasto. Kicillof presentó una nueva inversión para la Bonaerense, de la mano de Fernández tras la brutal represión en Guernica. Es el responsable de la brutal represión a madres, niñas y niños, con gases y balas de goma, y de prender fuego el techo de los que nada tienen. Para esta tarea, a pesar de hablar de una “transformación de las fuerzas”, utilizó a la misma Bonaerense y al ministro fascista. En medio de la pandemia, el gobierno de Alberto Fernández tomó la decisión política de encomendar tareas “de salud e higiene” a la policía y el ejército, tras haber hablado de que la sociedad argentina tenía que “dar vuelta la página” ante unas fuerzas supuestamente democráticas. En vez de poner estas tareas en manos de los movimientos sociales o el masivo movimiento de mujeres, se envalentonó al aparato represivo.

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A diferencia de la reacción del gobierno ante la exigencia de tierra para vivir, hay demandas a las que responde de manera automática. Así lo hizo con los policías bonaerenses retirados y en actividad que se amotinaron hace unos meses. En menos de 24 horas, Axel Kicillof y Sergio Berni cedieron ante este reclamo policial. Anunciaron un aumento salarial inmediato para los efectivos de esa fuerza, y cumplieron el reclamo de más impunidad. Durante más de una década de gobiernos kirchneristas, incluso por momentos con niveles de aceptación históricos, las fuerzas nunca dejaron de ser lo que son. Durante el mandato de Scioli, la Bonaerense se llevó una cantidad impresionante de víctimas. Luciano Arruga y Julio López son paradigmáticos entre miles. Durante el período 2003-2015 CORREPI informó que hubo 3.175 gatillo fácil. Casi la mitad de ellos se produjeron en la provincia de Buenos Aires. La llegada de María Eugenia Vidal no hizo más que agravar la situación. La responsabilidad histórica del peronismo en todo un entramado represivo inagotable es importante y amerita un debate profundo que no vamos a abordar acá. Pero hay que decir que gobernó la provincia -solo contando desde 1987- por veintiocho años seguidos. A Cafiero y Duhalde le siguieron Carlos Ruckauf, el gobernador que pedía “meta bala al delincuente” y Felipe Solá, el responsable político del asesinato de los piqueteros Maximiliano Kostecky y Dario Santillán en manos de la policía provincial.

Victoria Rangugni cierra una entrevista brindada para el trabajo “Actores e instituciones de la seguridad en la provincia de Buenos Aires” (editado por Sabrina Calandrón y Santiago Galar), afirmando que si bien el Kirchnerismo quiso establecer cierto sentido discursivo sobre las fuerzas represivas, “le faltó poner ese sentido en la calle. Cuando lo hizo lo puso a (Sergio) Berni , retrocediendo respecto de aquello que quería construir como sentido. Hay un problema al pensar esos dos momentos: el de las definiciones y el de las intervenciones. Pero además hay una tentación por ciertas cosas que reditúan políticamente, que también es el problema de la visibilidad que tiene el problema de la inseguridad.” (Victoria Rangugni; 2019:195) Podríamos afirmar que perder la batalla cultural contra los propios aliados de derecha puede sonar paradójico. Evidentemente, las fuerzas sociales, las fuentes de poder, determinan la realidad antes que el discurso. No hay palabras que puedan ocultar el rol que juegan las policías y los organismos de inteligencia en esta sociedad. No son “los sótanos de la democracia”, ni sus “deudas”. Son el elemento necesario de la dictadura del capital. Y ahí está Sergio Berni para recordarlo, como piedra en el zapato de cualquier discurso progresista edulcorado sobre una posibilidad de “democratizar” a la policía asesina. Y como agregado, podemos desprender de esta paradoja que la realidad hasta del propio “sentido”, se define y se construye en la calle. Pero claro, ¿qué rol más que la represión puede jugar el brazo armado del Estado

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en un escenario de movilización y lucha de los sectores populares? En Guernica quedó claro. Por eso mismo, la “reforma” de lo irreformable es un discurso que oculta que el único camino para que las mayorías populares se saquen de encima el verdugueo, es con la más amplia organización desde abajo, e independientemente de todos los gobiernos. En el trabajo ya citado, los autores desarrollan que, “para Egon Bittner (2003), la definición misma de la policía es la del único agente de la sociedad moderna habilitado legal y socialmente para hacer uso letal de la fuerza. (...) En este sentido, la característica más relevante no es la capacidad de fuego sino la colonización, por parte de la institución, del tiempo de sus miembros de una forma ampliada e incierta para ellos (Frederic, 2008; Calandrón, 2013).” (Calandrón Sabrina, Galar Santiago; 2019:20) ¿De dónde proviene la “habilitación social” para el uso de la fuerza? ¿Qué contenido de clase tiene esa ley que “legitima” a la coerción? Hay aquí una definición en la cual una suerte de Leviatán hobbesiano tiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Esta concepción supone que, de no haber un poder que establezca el orden, la sociedad entraría en un estado de guerra de todos contra todos, ya que las personas serían egoístas por naturaleza. Pero la justificación hobbesiana hace agua por todos lados, ya que naturaliza la dominación y des-historiza el origen del aparato estatal y, por ende, de su brazo armado. Hay que preguntarse por las bases materiales de

este, y por tanto, por su contenido de clase. “El Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera de la sociedad; tampoco es “la realidad de la idea moral”, como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad en una etapa determinada de desarrollo; es la admisión de que esa sociedad se ha enredado en una contradicción insoluble consigo misma, que se ha dividido en antagonismos irreconciliables que es incapaz de eliminar. Pero para que esos antagonismos, esas clases con intereses contradictorios, no se devoren entre sí a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesaria la existencia de una fuerza situada, aparentemente, por encima de la sociedad que mitigue el conflicto y lo mantenga dentro de los límites del “orden”. Y esa fuerza, surgida de la sociedad, pero que se coloca por encima de ella y se divorcia más y más de ella, es el Estado ” (Engels; 177; El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado) Lo cierto es que el surgimiento del Estado argentino (y de cualquier otro), está marcado por la violencia y la imposición que garantiza la dominación de una clase sobre otra. La delimitación del territorio argentino, el reparto de las tierras entre un puñado de familias que hoy continúan siendo las propietarias, se realizó con toneladas de plomo disparadas a las poblaciones originarias por parte del Ejército Argentino. El mismo rol cumplieron durante la dictadura genocida, desapareciendo a la vanguardia de obreros y estudiantes que peleaban por derribar este sistema. Y gobierno tras gobierno continuaron sus prácticas. Es gráfico que continúen cerrados

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los archivos de la dictadura, que registran los brutales crímenes de las fuerzas armadas, los grandes empresarios, la iglesia y el poder político. Cada día que siguen así, se perpetúa la impunidad de aquel genocidio de clase.

Imagen por @DISCULPEN_LAMOLESTIA

Y el ejemplo de Guernica nos muestra que tanto el gobierno peronista, como los medios de comunicación y la derecha, se pusieron del lado del “orden natural” de la propiedad privada. Es decir, de la propiedad que priva al 99% de la población y beneficia a un puñado de millonarios. Ya que no vimos un helicóptero hostigando a los chetos de Nordelta o de los countries privados que estafan al estado, roban tierras y evaden impuestos. Tampoco detienen a los dueños de Bellaco S.A., la empresa que reclama las tierras de Guernica estando floja de papeles, que “consiguió” esas tierras durante la dictadura genocida de la cual el dueños de la empresa era funcionario. A ellos, Kicillof les ofreció “regularización” y defendió sus negocios con represión. Pero a los pobres palos, balas y la destrucción de sus casitas con topadoras. Cuestión de clase.

funciona como método de control social preventivo. Por control social se entiende a la fuerte presencia policial en los barrios, persiguiendo sobre todo a los jóvenes. Y por preventivo que se actúa supuestamente antes de realizarse el “delito”, incluyendo dentro de la misma categoría un robo menor, una revuelta o un levantamiento popular. Justamente para esto se preparan, porque los ajustes no pasan sin represión. Hay que ser claros: las fuerzas represivas están en la vereda opuesta. Para que esta crisis no la paguen las mayorías, tenemos que organizar una fuerza social que luche por trabajo para todos, por terminar con la precarización, por tierra para vivir, por acabar con el gatillo fácil y la represión, y por todos nuestros derechos, los cuales ningún gobierno está dispuesto a dar porque se ocupan de garantizar los negocios de los grandes empresarios, de los terratenientes, y del imperialismo. Mientras millones sufren la crisis y comienzan a organizarse por sus demandas, el aparato represivo ataca a quienes se organizan y criminaliza a los pobres y los desocupados. Solo la más amplia unidad de los trabajadores, los jóvenes, las mujeres y los sectores populares podrá derribar un sistema basado en la explotación y la opresión, que se sirve de su brazo armado para mantener el “orden legítimo” de los de arriba.

Como dice Carla Lacorte en su libro La Disciplina de las balas, el gatillo fácil

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ENES Y vos: ¿qué es lo que más extrañaste de la FaHCE? Y vos: qué es lo que más extrañás de la facultad? Eso fue lo que preguntamos en una historia en el Instagram de la Comi. En este año pandémico en donde estuvimos todo el año sin transitar por la facu, nos llegaron muchas respuestas: -Ranchar en el pastito -Las charlas en el pasillo con compañeres -El mate en la cursada -Las asambleas y la rosca eterna -Las tardes de estudio en la biblio -Las birreadas de socio -Y por supuesto: El ENES Para quienes no saben, el ENES es el Encuentro Nacional de Estudiantes de Sociología. Es uno de los espacios más lindos que tenemos en la carrera. Allí, una vez por año y durante 3 días, nos encontramos con compañeres de socio de distintas universidades de todo el país y de Uruguay. Hacemos talleres e intervenciones para debatir diferentes temas desde la sociología y para repensar nuestra formación. En los talleres laburamos desde la educación popular, porque creemos que el conocimiento se tiene que construir colectivamente y sin asimetrías de poder. Pero también es un momento de encuentro, de charla y rosca, de hippearla un poco, de tomar unos mates, de contarnos cómo se estudia socio en otras provincias -y también- bailar un par de cumbias. Ah, aclaración importante: es un espacio apartidario y diverso. Vienen compas que militan en distintas agrupaciones, de todos los colores políticos (salvo Franja Morada, de esto estamos casi segurxs) y también compañeres que no militan en ningún partido. Quienes hayan transitado por los pasillos de la facu antes de la pandemia, seguramente nos vieron a nosotras -las pibas de la comi- vendiendo tortas, rifas, stickers, (y sobre todo fiestas) para poder pagar el bondi para viajar al ENES y que puedan viajar todxs lxs compañerxs que quieran sin que el costo del viaje sea un problema. Obviamente, este año no pudimos hacer el encuentro. Lo pospusimos hasta el año que viene (2021) y va a ser en la Universidad Nacional de Córdoba, tal como lo decidimos en el último Encuentro. Asique allí estaremos! para seguir construyendo una sociología colectiva, crítica y al servicio del pueblo. Pero antes de irnos, va denuevo el consejo de todos los años: No se reciban sin ir al ENES! Nos vemos allá :)

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@Comidesocio

Comisión de Estudiantes de Sociología UNLP

Comisiondesociologia@gmail.com (Diseño e ilustraciones: Abril Alconada)

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Articles inside

Enes

1min
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Debate con el kirchnerismo y el rol de las fuerzas represivas

9min
pages 68-71

Breve repaso biográfico: Alfonsina Storni, una vida feminista

10min
pages 50-55

Entre la burguesía y la realidad

2min
pages 62-63

Vestigios colonialistas

5min
pages 59-61

La escuela como constructora de una empresa social liberadora en la segunda república española

14min
pages 43-49

A la derecha del mal

3min
pages 56-57

Patrones alimentarios cotidianos - una transición hacia un modelo sano, sustentable y libre de explotación es posible

8min
pages 64-67

Algo indispensable

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Entrevista a Profesora Eliana Debia

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pages 31-42

Mucho malware y algunas reflexiones

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pages 20-21

Las prácticas docentes en pandemia ¿cómo enseñar ciencias sociales en la virtualidad?

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pages 22-25

Sobre docentes, abejas y bailarinxs. Una coreografía de los malestares

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pages 8-10

Plataformas de precarización

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pages 11-19

COVID-19 y explotación animal ¿Cómo prevenir futuras pandemias? .............................1

3min
pages 6-7

Crisis de las ideas capitalistas en el marco de la pandemia global

2min
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Nota editorial

1min
pages 3-4

Entrevista a Profesor Santiago Cueto Rúa

12min
pages 26-30
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