La Jaula de Hierro Nro 6 Año 2019

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La jaula de hierro LA REVISTA DE LA COMI DE SOCIO

a travĂŠs de un mar de incertidumbres: la era cambiemos 2015-2019



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Indice Nota editorial dossier

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El fin de una era. Carolina Petrillo Disputas alrededor de la aprobación de la UNICABA en el 2018. Juliana Yantorno Las balas del discurso. Alejo De Dominicis

habitus academico

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Cultura y hegemonia. Paz Misson Sexismo y relaciones de dominio a partir de la llegada de la industria cultural. Camila della Ceca Roles de género y trabajo doméstico: reseña del trabajo de Faur y Tizziani “Mujeres y varones entre el mercado laboral y el cuidado familiar”. Lucía Dobrovsky Serrano Educación en contexto de encierro: breve Estado del Arte sobre el acceso a espacios educativos en Centros Cerrados de Detención. Lucía Dobrovsky Serrano


real politik

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Trabajo y logros feministas. Renata Cipponeri, M.Paz Misson. Percutores trasnochados. Santiago Contini Milly Secco Poema de una compañera de socio, escrito durante un intercambio estudiantil en Bélgica. Memoria para no olvidar. Juan Francisco Blascone La olla se destapó. Juan Francisco Blascone Clase media miope. Juan Francisco Blascone Por qué la movilizacion de congreso es algo positivo. Carolina Ibañez

Sección memes

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ENES

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La comi de socio

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Editorial


La tinta a veces queda grabada a fuego. Las palabras y significados, tan variopintos y de todos colores, se incluyen en un diccionario sin fin que recorre nuestra conciencia. Aquella cita, aquél párrafo: esa idea que salta de la fotocopia y se impregna en la retina. Quedamos inmaculados ante tal conocimiento. ¿Por qué una disciplina científica causa eso en nosotrxs? ¿No era, a caso la ciencia, cosa de antisociales encerrados en sus laboratorios? ¿Puede una per-

sona no europea, blanca, hombre, heterosexual, o de la elite pertenecer a este mundo?

La sociología es nues-

tra. No en el sentido de que

haya sido expropiada, sino en que es, fue y será ejercida por nosotrxs mismos. Es nuestra herramienta imprescindible, son los anteojos que los ojos miopes precisan, la chispa que prende el fuego. Parece algo muy distante pensar en ser alguien significante para la disciplina, pero ¿Y que tal pensarlo del modo contrario? La disciplina es significante para nosotros. Produce la sensibilidad

y el conocimiento que nos conforma. En cada charla familiar, en cada discusión entre amigos, en cada interacción casual por la calle, nosotrxs de forma conciente o no sacamos a relucir, como el mago sacando de su galera, ese abanico de conocimientos y reflexiones que trabajamos en otros espacios -la facultad, los textos y la práctica educativa- de modo tal que interpelamos constantemente nuestra preparación y nuestra praxis, la sociología de la teoría y grandes enunciados, y la sociología de la práctica y de la sensibilidad cotidiana. Es, por esa misma praxis y por la energía dedicada al estudio de la empresa sociológica, que nos somos menos ante lxs veteranxs de la misma. Como estudiantes tenemos voz. El hecho de pensarnos tan lejos de ser ejecutores de nuestra propia disciplina es el motivo por el cual nos resignamos ante nuestra tarea fundamental: problematizar, producir conocimientos y reflexiones que atiendan a una realidad incognoscible frente al ojo de sentido común. Comprender el valor de nuestra pa-

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labra revitaliza la escena práctica de nuestra formación más teórica e interpela las trayectorias que vivimos con el conocimiento adquirido en el espacio universitario. Es un ida y vuelta. Manchamos la vida cotidiana con universidad y manchamos a la universidad con lo cotidiano. Militar la búsqueda por la verdad en tiempos de neo liberalismo no es una tarea sencilla. Tal como exponemos en este dossier, un “análisis de la era cambiemos 2015-2019” es inevitable para esta tarea de la que nos comprometemos. Reflexionar sobre estos últimos años de la década del ‘10 nos abre un panorama interesante para predecir el porvenir de los ‘20, por sobre todo por aquellos procesos que, si bien vienen de larga data en nuestra historia, han retornado a la práctica política actual; sin olvidar aquellos procesos que trazan continuidad de años previos y se presentan como inmutables. El estudio de nuestra realidad deviene en la comprensión de la misma, pudiendo articular las prácticas mas eficientes para la transformación -o conservación- de un estado de co-

sas que favorezca a los menos favorecidos y desenriquezca a los mas enriquecidos. Es por eso que entre estudiantes de sociología debemos socializar las herramientas que disponemos: trabajar los espacios que nos unen, debatir las teorías que mejor se adecúan a esta realidad y por sobre todo organizarnos en comunidad estudiantil. En este sentido la revista se propone como un campo que busca interpelar a les estudiantes de forma colectiva, en el hecho de que las reflexiones que producimos a diario en nuestro seno privado sean presentadas a la comunidad, sean discutidas y sean compartidas. Como estudiantes tenemos mucho para decir y hacer, por eso un espacio de debate y de producción como este, es fundamental.


La Socio Logia es NUESTRA

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do ssi er:


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El fin de una era El macrismo y la interpelación del sentido común

Carolina Petrillo El Domingo 11 de Agosto del 2019 podría titularse tempranamente como el fin de la era Cambiemos. Tras una espera de hora y media para poder ver los resultados de las PASO, los veredictos de la junta electoral nos mostraron algo que nadie esperaba: el Frente de Todos se había impuesto con casi el 50% de los votos. Escribiendo esto una semana después, con la sensación de inmediatez todavía flotando en el aire, intentaré hacer un análisis de qué significó este acontecimiento adverso para un gobierno que basó casi exclusivamente su legitimidad en el uso de una maquinaria de representaciones culturales. En los últimos 3 años y medio, desde noviembre del 2015, donde el gobierno de Cambiemos ganó las elecciones presidenciales después de 12 años de gobierno kirchnerista, quienes somos parte del campo po-

pular (peronista o no) vivíamos bajo una verdad indiscutible: la derecha se había apoderado de la subjetividad de gran parte del pueblo argentino. Citando a Danila Saiegh, columnista de la radio Futurock “Desconfiamos de la gente que nos rodeaba, pensando ¿Cómo puede ser que los voten?¿Cómo puede ser que gente cercana piense tan distinto a mi?” La “nueva política” que había llevado a Cambiemos, quienes son la representación directa de la clase dominante neoliberal y financiera argentina, al poder, había no sólo triunfado, si no que también se había impuesto como un nuevo sentido común totalizador. Cambiemos y el rol de los recursos simbólicos En el gobierno de Macri pudo presenciar un verdadero giro


a la derecha en términos tanto económicos como sociales. Hitos como el intento del 2x1 a genocidas, la desaparición de Santiago Maldonado, la represión en el congreso ante la protesta a la reforma previsional, nos iban mostrando año a año cómo ciertas cosas que antes eran impensadas tolerar, ahora eran perfectamente aceptables. Y esto no se hizo sin antes planear una estrategia. Cambiemos entendía que para poder ejecutar su plan económico neoliberal iba a tener que manipular la opinión publica. El cerco mediático fue constante, continuando durante la gestión macrista luego de la victoria del 2015. Es que, para que la imagen sea positiva mientras se tomaban medidas que per-

judicaban a la clase trabajadora, se necesitaba estar en un estado de “campaña permanente”. Está postura también llevo a una demonizacion del peronismo, y la figura de Cristina constante, tanto de parte de los medios como de funcionarios del gobierno, casi como si fueran ellos los que siguieran gobernando. Todavía no se explica del todo por qué desde este espacio político no se tuvo voluntad de encauzar una verdadera oposición unificada a Macri y sus políticas hasta este año (2019) donde se conformó el Frente de Todos de cara a las elecciones presidenciales. Pero todo nos indica que las fuerzas kirchneristas qué habían ostentado el poder

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anteriormente, decidieron tomar una posición más cautelosa y protocolar durante estos años, entre otras cosas, como respuesta a el voto antiperonista que se había expresado en las elecciones del 2015. Todo indicaba qué está fuerza había desencantado a la clase media, que había adoptado discursos individualistas de derecha (meritocracia,xenofobia,antipopulismo,etc), ante las contrariedades que estaba sufriendo la gestión después de 12 años de gobierno . El kirchnerismo había perdido esa larga batalla qué había gestado en sus últimos años con el periodismo, por el monopolio de construcción de imaginarios y

sentido común. El neoliberalismo para ser tolerado y poder imponerse en una sociedad, necesita que sus políticas económicas sean acompañadas por un cambio cultural. Las concepciones sobre, por ejemplo, derechos básicos como el acceso a la salud y la educación, necesitan empezar a ser vistos como recursos monetarios. De otro modo, políticas como el ajuste en estos sectores no podrían llevarse a cabo sin un gran descontento popular. Aquí es donde recae el rol qué cumplio el periodismo oficialista en los últimos tres años. Ante cada medida ajustadora, no faltaba un Leu-


co, un Majul o un Lanata, que explicaba cómo está política beneficiaba al ciudadano, o era una consecuencia directa de las decisiones que se habían tomado en el gobierno anterior. Que al principio de la gestión de Cambiemos se despidieran a más de 100.000 trabajadores del Estado, no provocó una gran ola de descontento social. Esto se puede explicar a partir de que desde los medios se género el relato que esos trabajadores eran “ñoquis”: grasa militante kirchnerista que ocupaba un lugar sin trabajar y era un gasto para el estado. Y así, son incontables las situaciones en donde ante una política ajustadora, se creaba una “verdad paralela” para explicarla. La llamada post verdad, donde no importa la realidad objetiva de un dato en sí, sino más las interpretaciones subjetivas que se hacen sobre ella desde los medios de comunicación. Ahora cabe preguntarse, ¿cuán poderoso y totalizador era el poder de los medios de comunicación? ¿cual es el límite de esta estrategia de manipulación de masas?

La grata sorpresa El domingo 11 de Agosto, todos los esquemas se nos vinieron abajo. Fue un día triste para ser sociólogue. Nos encontramos con la grata sorpresa de que ni los programas de televisión, ni los comentarios en redes sociales, y ni siquiera las encuestas electorales fueron el reflejo de la opinión del pueblo. Lo que se esperaba era un empate técnico, y a ninguno de nosotros nos hubiera sorprendido que ese fuera el resultado. Ya habíamos pasado la etapa de ofuscarnos y decir “no puede ser que puedan ganar con todo lo que hicieron y con una campaña tan burda” hace tiempo ya, en las elecciones legislativas del 2017. Tuvimos que madurar y afrontar qué sí no aceptamos esa realidad y aprendíamos a jugar el juego que nos presentaba, no íbamos a poder ganarles nunca. Pero no ganaron, no estuvieron ni cerca. Al día siguiente, ante la suba dólar y la muestra de enojo del presidente sobre el resultado de las PASO, el periodismo que había sido tan fiel a Cambiemos empezó a “bajarse del barco”.

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Con declaraciones de Majul, Feinmann, y hasta de Marcelo Tinelli. Situaciones que fueron motivo de una gran cantidad de memes y chistes en las redes sociales. Críticas que antes se reservaban sólo para el kirchnerismo ahora eran para Cambiemos. Ese supuesto “cuarto poder” que conformaba el periodismo se mostró que podía darse vuelta ante la muestra de descontento popular a esta gestión y no era lo suficientemente irracional como para seguir sosteniéndose en fantasias. También se nos cayó el supuesto de qué los medios podían mostrarle a la población una realidad que no existía, con un poder de adoctrinamiento total. ¿Vivíamos un autoengaño? Sí y no. Personalmente creo que le dimos demasiado lugar a los recursos simbólicos que tenía el macrismo. Nos creímos el relato de qué la clase media era austera, de que el anti-peronismo era algo muy grande y muy difícil de combatir. Quienes analizamos la realidad social, paradójicamente, solemos subestimar a la masa del pueblo, pensando constantemente

que pueden ser dirigidos contra sus propios intereses ante la exposición de producciones culturales. Qué grata sorpresa es saber que el pueblo es, a pesar de todo, el que tiene el poder1 Esto, de todas formas, no quiere decir que el poder de los recursos simbólicos sea nulo, porque, en cierto sentido triunfaron. Triunfaron en limitar nuestro accionar por pensar que el macrismo contaba con un gran apoyo. Pensábamos que estábamos soles ante una población argentina “gorila”, y se limitaron enormemente nuestras estrategias de resistencia. Siento que el error recae, desde todo el conjunto del campo popular y revolucionario, en habernos resignado a esta nueva realidad. Ante cada conflicto, parecía que la campana que más sonaba era la de la derecha. Las elecciones del 2017 no ayudaron a poder salir de esta concepción de que el pueblo estaba “sesgado”, y que el periodismo había logrado su objetivo en poder instalar verdades que iban más allá de la realidad económica que vivía la mayoría de la población. Es


bueno volver a confirmarnos que estas estructuras pueden ser enfrentadas desde abajo. Porque sí hubo un triunfo del Frente de Todos fue a partir de mucho trabajo y mucha fuerza militante. Es bueno poder volver a confiar en los mecanismos de la política tradicional, que no estaban tan en crisis como pensábamos. Sólo tenemos que ver lo qué pasó con la candidatura de Vidal, donde ni el mejor de los cercos mediáticos pudo asegurarle la reelección. También, es una gran alegría acordarnos que la sociedad se comporta de una manera realmente dialéctica entre lo simbólico y lo material. Ningún relato puede sostenerse en el tiempo por sí sólo cuando la realidad de todos los días muestra lo contrario. La derecha no tiene ese poder totalizador de manipulación de las masas que muches de nosotres nos creímos en estos años. Repito, no estábamos soles. Sólo debemos acordarnos que los grandes movimientos se gestan desde abajo. Menos twitter y más barrio gente. Puedo estar pecando de ser

demasiado optimista, un verdadero análisis completo tendría que ser después de las elecciones de Octubre, en donde realmente se confirmará sí Cambiemos va a seguir en el poder o no. Pero para esa fecha tenemos la esperanza de qué la revista ya este publicada, así qué sepan disculpar mi anticipacion poco precavida. Dejo esta nota como una forma de reflexión para tener en cuenta ante el próximo mandato presidencial. Al ver un tentativo giro por parte de los medios a apoyar a Alberto Fernández luego del pasado domingo, debemos considerar cuanto estos mecanismos responden a la opinión publica. Se pudo demostrar que estas estructuras no son un Goliat indestructible, siempre la voz de la calle va a ser ese punto débil por el cual se las pueda ir debilitando . Eso, por lo menos para mi, es muy esperanzador de cara a unos próximos cuatro años en donde el campo popular se va a tener que hacer escuchar.

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Disputas alrededor de la aprobación de la UNICABA en el 2018 Un análisis de políticas públicas. Por Juliana Yantorno Este proyecto de ley, es presentado desde el Ministerio de Educación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el 1 de Diciembre de 2017. Los actores implicados reconocen a Horacio Rodríguez Larreta y a Soledad Acuña como los creadores e impulsadores de este proyecto de ley. Dicho proyecto, sufrió modificaciones debido al accionar de distintos actores. El proyecto inicial propuesto el 7 de diciembre del 2017 proponía que la UniCABA se integre al sistema educativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y esta estructura académica institucional concentraría toda la formación docente de gestión estatal de la Ciudad Autóno-

ma de Buenos Aires. A su vez, autoriza al Poder Ejecutivo a transferir a esta entidad el nivel terciario de gestión estatal de las Escuelas Normales Superiores, las Escuelas Superiores de Educación Artística y los Institutos de Educación Superior Docente y la Escuela de Maestros, que conformarán la unidad académica de la UniCABA. Esta transferencia implicaba la transformación de la formación docente terciaria de gestión estatal, en un único nivel universitario de gestión estatal en el ámbito de la UniCABA. Esto implicaba el cierre de 29 Institutos de Formación Docente. Sin embargo, este proyecto tuvo que sufrir modificaciones debi-


do al accionar de los distintos actores, se modificó el artículo 13 que planteaba al cierre de los profesorados, hacia un nuevo proyecto que planteaba la coexistencia de los institutos y de la UniCABA. Parto de entender a los actores como sujetos individuales o colectivos con capacidad de acción estratégica, con intereses y objetivos. En este caso particular, los sindicatos docentes, los gremios estudiantiles de los Institutos con los respectivos docentes, rectores y estudiantes, fueron actores que pujaron para evitar la aprobación de esta ley. También apoyaron a estos actores especialistas en educación, y los legisladores de la oposición tanto kirchneristas como de izquierda. El siguiente análisis partirá de investigar las estrategias de los distintos actores, sus intereses, recursos e ideologías. En primer lugar, se analizarán los intereses, estrategias, objetivos y recursos del gobierno. En cuanto al objetivo, el gobierno se proponía implementar la UniCABA mediante su aprobación como proyecto de ley para paliar la falta de docentes en la ciudad y la calidad en la forma-

ción educativa. Los principales actores que llevan adelante esta política son los legisladores del PRO, la ministra de Educación Soledad Acuña y Horacio Rodriguez Larreta. Parte de la ideología de los actores que sustentan esta posición, se trata de una apertura y competitividad hacia el mundo y de lograr un “cambio” en la actual formación docente acorde a dicha apertura. Además, la Ministra esboza un argumento contra quienes se posicionan de manera opositora a esta política: “Mezclar el Fondo Monetario Internacional con el proyecto que hace un año que se está debatiendo no tiene nada que ver”, y calificó a quienes están en contra de la creación de la UniCABA como “una minoría que grita muy fuerte”. La estrategia del gobierno fue pasar esta política como proyecto de ley debido a que tenían como recurso, contar con la mayoría en el parlamento y podían aprobarla con sus propios legisladores. Además de negociar con distintos actores para poder aprobar la ley sin mayores disturbios. En segundo lugar, los actores opositores que ya se han men-

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cionado, son heterogéneos. Sin embargo, compartían un objetivo general que es evitar la implementación de esta ley y que en vez de invertir en una nueva institución se invierta en mayor presupuesto. En cuanto a la ideología de estos actores también existe una transversalidad en el apoyo a la autonomía universitaria, en la democratización de los espacios de discusión, y en la defensa de los Institutos exigiendo mayor presupuesto. Numerosos docentes han declarado en ambos diarios indagados, argumentos defen-

sivos, en cuanto que marcan que se corre el riesgo de que haya menos presupuesto a los institutos que tienen matricula más chica y la migración hacia la universidad, que produzca el cierre de los profesorados en un futuro por el vaciamiento de los institutos. En cuanto a la defensa de la autonomía se debe a dos razones: una que el proyecto presentado (artículo 22) expone que se dispondrá de un rector/organizador designado por el Poder Ejecutivo y la elección de los docentes por designación con carácter interino. En segundo


lugar, se defiende la autonomía debido a que la directiva del Ministerio de Educación fue llevar a cabo un programa de evaluación institucional en los institutos. Este control se realizará mediante una autoevaluación institucional y una evaluación externa que ayude a completar el conocimiento sobre ese centro de formación y las mejoras que se podrían realizar. Docentes, estudiantes y legisladores de la oposición leen a esta “evaluación para la mejora” como un rejunte de pruebas negativas sobre los IFD, para impulsar su cierre y reemplazo por la UniCABA, tal como se propuso en el proyecto anterior. O, asimismo, como una intención de sustituir una formación de perfil humanista por otra de perfil corporativo y empresarial, en cuanto a este punto los actores políticos, sobre todo de la izquierda identifican este tipo de política con los intereses del Banco Mundial. Así el diputado Del corro argumenta: “esta es una ley que van a votar solos. 34 diputados del oficialismo en contra de absolutamente toda una comunidad académica. Esta es una ley que tiene un objetivo bien

claro. Intervenir pedagógica y políticamente los 29 terciarios de la Ciudad. La intención es clara, avanzar en la precarización de la educación, avanzar en la precarización del trabajo en especial de la juventud. Esta ley que traen es la ley del Banco Mundial y el FMI. Quieren pibes y pibas que vayan a laburar a los MC Donald´s o los Rappi, por dos pesos o gratis”. Otro punto en el que convergen todos los actores opositores es un aspecto democrático. Los gremios y rectores denunciaron que se enteraron de estas medidas mediante los diarios. Los legisladores, plantearon la misma preocupación sobre los debates en el recinto. Myriam Bregman, legisladora de izquierda argumentó: “No les interesa. No les interesa nada de lo que digamos. Sabemos que no les importa, que no les interesa. Hubo decenas de reuniones donde se discutió esta ley el rechazo fue absoluto. Los estudiantes están en contra, los profesores y profesoras están en contra. Pero siguen adelante (…) Seguramente hoy van a conseguir los votos para votar esta ley contra el conjunto de la comunidad

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educativa y seguramente dirán que es legal. ¿Pero saben qué? No es legítimo, no los apoyan los profesores, no los apoyan los estudiantes, no los apoyan los rectores. Aunque tengan legalidad no tienen legitimidad”.

diantes con sus respectivos gremios y agrupaciones de izquierda decidieron una estrategia de enfrentamiento mediante argumentos y declaraciones, pero también bajo acciones callejeras.

La estrategia de los actores que se oponían al gobierno fueron diferentes según cada actor. Los diputados de la oposición tanto kirchneristas como la izquierda tuvieron la estrategia de enfrentarse mediante argumentos en el recinto. Pero a sabiendas de que no podían ganarles numéricamente, se basaron en realizar denunciar que luego se hagan públicas. Mientras que docentes, estu-

Entre ellas: los estudiantes terciarios realizaron vigilias, con clases públicas, jornadas de debate con legisladores, proyecciones de cortos y actividades culturales. Finalmente, el 22 de noviembre de 2018, se produce después de casi un año de pugnas entre distintos actores, la aprobación de la ley UniCABA. La ley de creación de la UniCABA fue aprobada con votos de los le-


gisladores oficialistas, mientras que las bancadas opositoras tuvieron asistencia perfecta como pocas veces y rechazaron unánimemente la medida. El resultado de esta pugna, fue la modificación del proyecto inicial que previa el cierre de los centros de formación públicos y su reemplazo progresivo por esta nueva institución. Esta modificación se debió a la presión de la oposición política, los gremios docentes, y la lucha estudiantil, con un acuerdo político entre los bloques de la Legislatura tras meses de debates con especialistas y ambos sistemas convivirían. Siguiendo a Acuña y Leiras (2005), la interacción entre los distintos actores está sujeta a reglas, y a una determinada distribución de poder que incide sobre las decisiones del gobierno educativo.

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Las balas del discurso: análisis de la doctrina Chocobar durante el gobierno de Cambiemos

Por Alejo De Dominicis

“Por Estado debe entenderse un instituto político de actividad continuada, cuando y en la medida en que su cuadro administrativo mantenga con éxito la pretensión al monopolio legítimo de la coacción física para el mantenimiento del orden vigente.” -Max Weber, 1921 El gatillo fácil no es un fenómeno nuevo. Por definición se encuentra entre una de las tantas formas que adquiere la violencia institucional, según la Comisión Provincial por la Memoria: “Precisamente fue la Masacre de Budge uno de los primeros hechos reconocidos como gatillo fácil. Fue una variación del nombre dado por Rodolfo Walsh a las ejecuciones sumarias

de la bonaerense, que señalaba la continuidad. En este caso, lo notable fue que a pesar de lo habitual de estas violencias sufridas por el barrio donde vivían Agustín, Oscar y Roberto [las víctimas], los vecinos reaccionaron y denunciaron con intensas movilizaciones lo ocurrido. Esta activación popular en torno al hecho hizo posible que la justicia condenara a los policías responsables: Juan Ramón Balmaceda, Juan Alberto Miño e Isidro Rito Romero. En este sentido es que cobra significación la Masacre de Budge, no porque haya sido el primer caso luego de la dictadura sino porque fue el que obtuvo una alta visibilidad pública y respuesta colectiva, que permitió desarticular la versión policial y juzgar a los responsables, al mismo tiempo


que incorporó otras modalidades de la violencia estatal a la agenda de los derechos humanos post terrorismo de estado. ” (CPM)(*) Como se puede observar, la CPM hace énfasis en la continuidad de estas prácticas de gatillo fácil con los acontecimientos de la dictadura dejando en claro que, pese a que no estemos hablando de un plan sistemático de represión, poseen ciertos elementos que permiten discutir la habitualidad y frecuencia de los mismos, tal como queda expreso en la Masacre de Budge. En este sentido no son prácticas que denoten una desviación o exceso de fuerza del funcionamiento de las instituciones armadas del Estado, por lo contrario, denotan una forma precisa, suficiente y necesaria de violencia estatal. Tal violencia se presenta con el fin de cumplir determinados discursos y sentidos desde la dirigencia del Estado en tanto un “otro” presentado como peligroso, sospechoso, a fin de cuentas un actor del cual es necesario tratar con diferencia por sobre el resto de la población. Tal como ocurrió

con los jóvenes de Budge, la policía estaba buscando delincuentes pero tras las muertes no encontraron tales criminales, sino pibes que se juntaron en una esquina del conurbano bonaerense y es por eso que nadie notaria la diferencia si la policía le plantaban armas y haga pasar el acontecimiento como un enfrentamiento. El gatillo fácil como dispositivo de control y disciplinamiento que profundiza la exclusión social etiquetando una serie de actores como peligrosos para la ciudadanía. Tras esto es importante afirmar que cuando

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hablamos de gatillo fácil no estamos refiriendo justamente a enfrentamientos entre la policía y grupos de criminales armados, más bien da cuenta sobre personas que no representaban peligro alguno para el victimario al momento de ser ejecutadas. Los actores peligrosos asumen un valor concreto de acuerdo al discurso que represente a una cualidad como peligrosa. En el mundo contemporáneo observamos variedades de discursos que dan cuenta de esta definición: una sujeto de atuendo blanco, barba rapiña y color marrón que sea de religión musulmana puede significar un terrorista, un inmigrante latino en Estados Unidos puede significar un narcotraficante, un

activista proveniente de pueblos originarios que protesta en la ruta puede significar otro terrorista, un joven morocho de campera deportiva y vasto de piercings puede significar un delincuente, ejemplos hay de sobra y la pregunta que me viene a la cabeza asimilando estas lógicas a las del proceso militar es ¿Cual es la diferencia entre estos indicadores de “peligrosidad” y la amenaza subversiva para la dictadura que provenía de personas de pelo largo, barbas robustas y que leían literatura comunista? La diferencia es en el discurso y los sentidos impregnados en tales indicadores. Es aquí donde debemos pararnos para relacionarlo con el estado actual de las circuns-


tancias: entre el kirchnerismo y el macrismo el gatillo fácil ha continuado, no obstante ha mutado en su legitimidad desde el gobierno, el discurso y sus sentidos. De ser prácticas que se prefieren ocultas, pasan a ser una insignia defendida por el gobierno apelando a concepciones que tiene un sector de la sociedad, es decir, la concepción implícita de que el apoyo mayoritario de los electores avala determinadas prácticas más allá de las leyes vigentes y que el punitivismo es un reclamo desde la sociedad. En una entrevista con “Radio Con Vos” el día 8 de febrero de 2018, el ex secretario de Seguridad de la Nación durante el kirchnerismo, Sergio Berni, dijo ser “el primer secretario de Seguridad de la historia que no tuvo un sólo caso de gatillo fácil” durante su gestión (**). Sin embargo, según los datos disponibles (CELS y CORREPI), su frase es falsa. Según un relevamiento realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), durante ese período se registraron al menos 17 casos de gatillo fácil cometidos por efectivos de fuerzas federales en la Ciudad Autónoma de Bue-

nos Aires y el Conurbano bonaerense, sobre todo por efectivos de la Policía Federal (***). El CELS considera a un homicidio como un caso de “gatillo fácil” cuando se trata de “asesinatos donde existe una demostración de poder o impunidad y que suponen alevosía por parte de efectivos de seguridad del Estado”. La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) posee una concepción más amplia y considera al gatillo fácil como “una vertiente represiva dirigida de manera aparentemente indiscriminada sobre la población más vulnerable”, entonces afirman que “Si desglosamos sólo los hechos protagonizados por miembros de las fuerzas federales (PFA, GNA, PNA, PSA, SPF y agencias de seguridad privada supervisadas por Nación) el total [de muertes] bajo la gestión Berni es de 329 personas. De ese número, 146 casos corresponden a la modalidad conocida popularmente como gatillo fácil”, cabe destacar que dentro de los 146 casos, están presentes los 17 casos descubiertos por el CELS. Según venia desarrollando en el párrafo que precede, el dis-

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curso del ex secretario de Seguridad es tajantemente negacionista, imprimiendo una imagen virtualmente intachable y afirmando el carácter negativo de la práctica de gatillo fácil. Entonces cabe realizarse la siguiente pregunta: ¿que podría hacer una gestión que pretenda hacer del gatillo fácil una práctica necesaria y suficiente para el desarrollo de un nuevo discurso? La respuesta es totalmente contraria al ocultamiento y a la negación, es una nueva manifestación en la relación Estado-gatillo fácil, la Doctrina Chocobar. “En febrero de 2018, en un gesto histórico, Macri recibió en la Casa Rosada a Luis Chocobar, un policía que, fuera de servicio, persiguió, baleó y mató a una persona por la espalda en el marco de un violento asalto a un turista estadounidense en la ciudad de Buenos Aires. El hecho culminó con el turista gravemente herido y el policía procesado y embargado por homicidio agravado y exceso en la legítima defensa. El gobierno coronó de esta manera una serie de manifestaciones ante el trabajo de las fuerzas de seguridad que tiende a legi-

timar la represión ilegal. Periodísticamente se ha bautizado a este respaldo del gobierno a las fuerzas como “doctrina Chocobar” (Fava, N, 2018) No estamos aquí para analizar en profundidad lo ocurrido en el caso que toca al policía Luis Chocobar y su accionar, por el contrario, y siguiendo la linea de argumentación que venimos trabajando, es un caso que asoma como ilustración al accionar del gobierno y su intervención en el debate público, su puesta en escena para con la disputa de sentidos sobre el punitivismo, que no es más que la punta del iceberg del entramado de políticas de seguridad y violencia institucional. Un elemento a tener en cuenta es que dicha intervención, expresado por ejemplo en el abrazo del presidente Mauricio Macri al policía Chocobar o en sus conferencias de prensa hablando sobre el caso (****), no funciona en el papel de un Estado distante a la opinión pública, lejano de las conversaciones que puedan surgir en el seno de una casa de familia, más bien, estas intervenciones y el entramado discursivo en sí están fuertemente condiciona-


das y retroalimentadas a partir de imaginarios sociales y demandas concretas desde la sociedad civil (punitivismo como reclamo desde la sociedad). “Cambió la doctrina, la Policía no es culpable en un enfrentamiento” y“Disparar o no por la espalda, depende de la situación. Es un detalle” es lo que dice Patricia Bullrich, reproduciendo esos imaginarios y produciéndolos al mismo tiempo, atendiendo a las demandas y actuando como oferta, es una praxis sin final pero con finalidades. La Correpi, por otro lado, aporta los engranajes faltantes a la explicación, ¿que medidas ha tomado el gobierno y otros actores extra-gubernamentales

para perpetuar dicha doctrina? ¿cuantos muertos por gatillo fácil existen desde que asumió el gobierno? “En estos tres años se da una paradoja significativa, al ritmo de la época: mientras los fusilamientos de personas desarmadas, en particular varones jóvenes, como se verá más adelante, crecen a un ritmo nunca antes visto, es cada vez menor el reflejo de esos hechos en los medios del sistema. [...] A la vez, se desató como nunca antes una campaña de legitimación de estos fusilamientos, protagonizada por los funcionarios de primera línea del gobierno y amplificada hasta el paroxismo por los medios hegemónicos. El abrazo del presidente Mauricio Ma-

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cri al policía de gatillo fácil Luis Chocobar y el de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a la policía fusiladora Carla Céspedes son las dos fotos que ilustran uno de los rasgos distintivos de la gestión Cambiemos: la explícita y frontal reivindicación pública del gatillo fácil como política de estado, que se complementa con medidas normativas, como la Resolución 956/18 y el Programa Restituir.” (CORREPI) y acerca de números de muertes a manos del Estado la misma Correpi elaboró una matriz de datos en la cual se afirma la existencia de un total de 1.303 personas asesinadas por el aparato represivo estatal durante la gestión de Cambiemos, entre el 10 de diciembre de 2015 y el 12 de febrero de 2019. (*****) Para finalizar quería explicar la cita de Max Weber que incluí al principio. El Estado es sin duda un espacio de disputas imprescindible para el fortalecimiento de la democracia, ideal vital para una sociedad justa, diversa e igualitaria. Sin embargo, en la peor de sus variantes, es el arma que nos disparó por llevar visera y equipo de gimnasia; por no tener para

comer, alimento que él mismo nos tiene que garantizar en vez de plomo; por ser adicto que, en vez de ser visto como una enfermedad, es representado como una desviación similar a quien roba (porque claro, al calabozo tienen que ir todos los desviados). El atributo esencial del Estado es el ejercicio de la violencia legítima, lo que puede variar es el blanco de dicha violencia y qué estrategias de control social ejerce sobre los actores en pos de la construcción de un blanco objetivo del cual todos estemos de acuerdo. Referencias: (*) artículo recuperado de http://registrodeviolenciapolicial.comisionporlamemoria. org/que-es-la-violencia-policial/ (**) entrevista recuperada de https://radiocut.fm/audiocut/ sergio-berni-fui-el-unico-secretario-de-seguridad-queno-tuvo-un-solo-caso-de-gatillo-facil/ (***) relevamiento en formato excel del CELS disponible en https://docs.google.com/ spreadsheets/d/1cot6PUivH7YTADdpXFZLUEiIQ-10CM-


NRSnaVLGR23kA/edit#gid=0 (****) recuperado de https:// www.youtube.com/watch?v=bBGtV8Acngs (*****) recuperado de http:// www.correpi.org/2019/archivo-2018-cada-21-horas-el-estado-asesina-a-una-persona/ Bibliografía: Weber, M (1921), Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, FCE, México, 1964. Fava, N (2018), El discurso securitario del Gobierno argentino, “Doctrina Chocobar” y tácticas discursivas anti derechos y garantías, Revista Bordes, 2018, ISSN 2524-9290 http:// revistabordes.com.ar

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Habitus academico

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Cultura y hegemonía Contexto de plurietnicidad en Argentina Por Paz Misson En el año 2011, canal Encuentro publicó la primera temporada de una serie documental titulada: “Pueblos Originarios”, con el fin de dar a conocer principalmente “la plurietnicidad“, que existe y existió dentro del país, y cabe decir, de la humanidad misma; aunque la globalización capitalista nos demuestra, en muchas ocasiones actualmente, una fuerte tendencia a la homologación de sentidos y prácticas. Cada episodio en la serie, tiene carácter de crónica y permite que se plasme como son las relaciones actuales de coexistencia de costumbres, creencias y prácticas diversas –tanto ancestrales como recientes- .Uno de los mismos, que utilizaré como ejemplo -y relacionaré con postulados teóricos de las ciencias sociales-, tiene como protagonistas a los kollas que actualmente

habitan el noroeste argentino. Los kollas son herederos de los primeros pobladores que vivieron en la región, hace aproximadamente 12.000 años, que a fines del siglo XV fueron incorporados a la fuerza al imperio Inca; y más tarde violentados por los españoles quienes iniciaron una serie de actos nefastos, que significaron un genocidio cultural. Una serie de imposiciones en el campo de las significaciones y de las prácticas culturales del sentido, que llevaron a que el pueblo kolla entrara en un proceso de aculturación, que continúa hasta el día de hoy. Cabe aclarar, que si bien ya habían sido violentados previamente a la llegada de los españolescomo mencioné antes, por el imperio inca-, las imposiciones hasta ese momento habían sido por sociedades de territorios y costumbres más afines,


mientras que con los españoles todo era significativamente diferente en términos culturales: la lengua, la religión, las prácticas cotidianas en relación al medio, etc.

organizan la vida social y las relaciones de significación imperantes, es decir, de la cultura hegemónica. (García Canclini, 2004).

Ahora bien, el documental inicia mostrando la geografía de la región altiplánica de la puna, - que abarca vastos territorios y países- y de Cusi Cusi en particular, siendo esta localidad una zona de tripartita frontera entre Chile, Bolivia y Argentina- perteneciente al Estado nación del último país mencionado-. Es en este espacio donde los límites y las líneas divisorias entre países, se vuelven meramente virtuales, por lo menos a la hora de hablar de las relaciones de sentido que allí se construyen, que

La cultura entendida, tal y como la describe García Canclini en La cultura extraviada en sus definiciones, me parece interesante. El antropólogo propone cuatro “narrativas”, cuatro maneras de converger en el concepto de cultura, que analizaré y relacionaré - como anuncié anteriormente- con el documental de los kollas. La primera narrativa, se refiere a, por un lado, la cultura como organización de una sociedad, de su identidad territorial y de sus hábitos; por el otro a las formas de interacción entre

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culturas mundiales que circundan en todas las regiones. En tal contexto, global y de constantes intercambios simbólicos, sería desatinado pensar que las identidades construidas no son más que un híbrido resultado de la incesante interculturalidad. De tal modo se ve, que los kollas recibieron fuertes influencias-incrementadas a finales del siglo XIX- de creencia religiosas cristianas, del lenguaje, lingüística, e instituciones españolas y finalmente del capitalismo moderno con sus lógicas consumistas y tipos cambiarios. Se puede ver en las prácticas un sincretismo religioso, ya que se ejerce culto a la Pacha –ofrecimiento de cerveza y bailes a tierra-, se realizan carnavales, coplas y diversos rituales, pero a su vez se honra y agradece a la Virgen y al Dios de los católicos. Mientras que en lo referido a la educación, no hay una enseñanza plurilingüe, adaptada al contexto intercultural del lugar, sino que directamente no se enseña la lengua quechua. De tal forma que ante estas imposiciones estatales, como se dice en el video, la juventud ya no habla la lengua

nativa, ni se interesa por conocer las prácticas ancestrales, construyendo de este modo una identidad distinta a la que quizás tienen sus abuelos y padres. A propósito del interés por conservar las tradiciones, las creencias y el idioma, entre otras cosas, que muestran los entrevistados de generaciones más adultas, vemos una definición de cultura más ligada a una de sus definiciones primogénitas, la de cultivar la tierra (Cuche,2004). Al comienzo del video, una mujer que se legitimaba como kolla por su manera de vestir y de actuar en la cotidianeidad, sostiene metafóricamente que hay que “cultivar” esas costumbres y no dejar a la merced del olvido todo lo que supo ser, y en cierto modo es la identidad kolla. Otra de las narrativas es la que entiende a la cultura como constituyendo las conductas cotidianas, que están determinadas por las creencias y convenciones que tiene el grupo. Tales cosas como que, la mujer mencionada en el párrafo anterior se defina a sí misma como kolla, a partir de usar: un sombrero-el cual tiene que ser de


oveja-, una pollera de barracón, medias de lana y una manta de llama. Precisamente esta no es una simple enunciación de “prendas tradicionales”, sino que es una exposición de los objetos materiales producidos y el valor que toman como signo de “ser un kolla”. Es decir que no sería lo mismo que las medias fueran de algodón sintético, y que la manta que cobije a un kolla sea de polar, ya que eso tendría otro valor signo, y otro valor simbólico en lo que respecta a la tradición. Es decir que en el documental queda al descubierto como un análisis pragmático y determinista -en lo que respecta a las relaciones de fuerza y producción sociales -, dejaría de lado las prácticas culturales que están imbricadas y entretejidas constituyendo las interacciones cotidianas. Como bien dice el filósofo ya citado, toda conducta está significando algo, y de tal modo habla también el investigador cuando menciona que las caravanas, el transporte, los “puisos” y adornos colocados a las llamas más que un acto de supervivencia, son un hecho cultural que da sentido a los pobladores de Cusi Cusi, al-

rededores y a la cooperativa regional de la Cuenca Río Grande. Por otro parte, un tercer lineamiento, se dispone a partir de la construcción de la hegemonía entendida como la dominación sutil que necesita recibir el consenso de otras clases para poder legitimarse. Precisamente la relación entre grupos sociales, supone una lucha por imponerse en la escena del día a día, y para alcanzar los fines, determinadas clases realizan acuerdos -tácitos o explícitos- constituyendo las prácticas y expectativas sociales que conforman el capital simbólico. Es decir que nunca es estable, sino que está en constante cambio, ya que hay una puja de intereses y de recursos culturales y sociales que luchan por imperar, por ser ese capital simbólico. Tal cosa queda plasmada claramente en la formación de la cooperativa regional de la Cuenca Río Grande, por parte de los habitantes de la puna argentina y sus alrededores. La cooperativa que parece algo indispensable a la hora de poder comerciar legalmente, pero que en realidad es una organización que encaja y se amolda –con-

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senso de clases- a la realidad económica mundial. Una cooperativa que se rige y cede ante las lógicas del sistema capitalista, en el tipo de cambio, en la modalidad y en los requisitos que debe cumplir. Pero que tiene un orden de tipo más horizontal respecto a lo que fue en un tiempo atrás con la presencia de barranqueros, que según se describe, intermediaban en el circuito productivo sacando provecho. Se hace referencia a ellos, como realizadores de una producción de baja calidad, “no diferenciaban ni limpiaban bien la materia prima”, en comparación a la labor minucioso realizado posteriormente por la cooperativa. La última narrativa es la que refiere a los eufemismos metafóricos, que mediante las artes y los deportes constituyen metalenguajes y referencias que aluden a los conflictos sociales del grupo humano en cuestión. Por eso quizá, se baila luego de honrar con cerveza a la Pacha, porque se está diciendo otra cosa, se está golpeando los sentidos del suelo fértil que permite la subsistencia y el abastecimiento deseados. Por eso quizás, uno de los señores

entrevistados canta que quiere seguir viviendo a pesar de las dificultades, y que todavía es joven, refiriéndose “parabólicamente” a la muerte que asecha, en definitiva, a la humanidad misma. A modo de cierre, y en relación al quehacer antropológico actual, quiero citar a Kaplan y Manners, dos pensadores sociales influyentes del siglo XX. Tales sujetos realizaron un racconto crítico sobre la teoría antropológica y sus cambios de paradigma a través del tiempo. Una de sus reflexiones sobre el quehacer del antropólogo moderno, a mi entender puede sintetizar lo que el documental va mostrando y pone en práctica a la perfección mediante un trabajo interdisciplinario: que un determinado grupo étnico (que no es ni un poblado pequeño, ni una estado-nación en su totalidad) puede ser una unidad de análisis holístico y una investigación interesante, que sirva para comprender el estado parcial de las relaciones sociales contemporáneas de desigualdad. Relaciones que dan cuenta del entrelazamiento de la cultura en la sociedad dada, que la produce y perpe-


túa; la cultura como producto que cristaliza en lo cotidiano, que asume el papel de dar significado a la vida y se corelaciona con otras cosmovisiones que la transforman.

Bibliografía: Boivin, M, Rosato, A y Arriba, V.2004. La construcción del otro por la desigualdad. En: Constructores de otredad. EUDEBA. Buenos Aires. Pp.95-104. Canal Encuentro. Kollas II: La tierra. En Pueblos Originarios. https://www.youtube.com/watch?v=uxj20hxVXAo [Consultado 18/08/18]. Cuche,D. 2004.Génesis social de la palabra y la idea de cultura. En: La noción de cultura en las ciencias sociales. Editorial Nueva Visión, Buenos Aires.Pp. 11-38. García Canclini, N. 2004. La cultura extraviada en sus definiciones. En: Diferentes, desiguales y desconectados. Ed. Gedisa. Barcelona. Pp. 29-44. Kaplan, D y Manners, R. A. 1981. Epílogo: algunos temas viejos y nuevas direcciones. En: Introducción crítica a la teoría antropológica. Editorial Nueva Imagen, Pp. 313-341

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Sexismo y relaciones de dominio a partir de la llegada de la industria cultural. Por Camila Della Ceca Al momento de nacer y apenas entramos en contacto con el mundo, nos topamos con el sexismo. Ese universo de perspectivas vinculadas a lo que se considera ‘’propio’’ de cada género sexual. La vida del niño es azul, mientras que la vida de la niña es rosa. Esa caracterización que nos somete desde pequeños a aprender, obligados, a distinguir lo ‘’femenino’’ de lo ‘’masculino’’, y no sólo a través de los colores de los juguetes y otros objetos de uso diario o la vestimenta, por ejemplo, si no que el sexismo engloba toda una serie de actividades que el individuo, dependiendo de su género, puede realizar o no según la normativa social. La política,

por ejemplo, se consiederaba,incluso aún hoy, en menor medida y en ciertos espaciosuna práctica exclusiva del hombre, lo que también ocurre (pero en el caso opuesto) con respecto a que los quehaceres domésticos son propios de la mujer. Cabe destacar que la construcción social en relación al género depende tanto de su contexto histórico como de la cultura que la anida. Sin embargo, aspectos notorios independientes de la zona geográfica o del plano cultural, son los factores socioeconómicos como la limitación de oportunidades que engendra la desigualdad social, o los prejuicios ligados al cuerpo y


a la vestimenta (efecto contraproducente del mercado de la moda), y una relación de inequidad laboral que aparece como hilo conductor para que un sujeto pueda ejercer un dominio sobre el otro: el hombre trabaja y genera ingresos mientras que la mujer depende de su marido. Estas desigualdades y lazos de opresión, se han profundizado con la llegada del sistema capitalista a nuestra sociedad. El mismo se ha convertido en un medio para articular la violencia, la cosificación, la explotación y las relaciones de tiranía y esclavitud. En diversas culturas, estos rasgos en conjunto se han utilizado para justificar el rol que ocupa la mujer en la actualidad. La teoría marxista evidencia en su desarrollo la represión de la burguesía sobre la clase obrera y elabora el concepto de alienación (consecuencia de la división del trabajo), el cual describe como el estado donde el obrero es despojado de sí, ya que “pierde” su humanidad al ser privado de sus necesidades humanas y animales. El mismo Marx hablaba de la existencia de la

falsa conciencia, alegando que las clases bajas eran manipuladas por la clase hegemónica que justificaba su estatus a través de la meritocracia. Si bien el marxismo ha sido, es, y será un paradigma clave para dar cuenta de las injusticias y formas de dominación, no focaliza en la mercantilización propia de la industria cultural que lleva a otras expresiones opresoras. Tomando como ejemplo la visión de Marx con respecto a la ideología y las posiciones asimétricas en relación a la distribución de la riqueza, es posible contrastar las mismas concepciones con respecto al lugar que ocupa la mujer dentro del sistema patriarcal legitimado por el capitalismo. La mujer está tan alienada por las estructuras sociales que la oprimen, que no da cuenta de los privilegios que el hombre posee sobre ella y cómo se manifiesta la objetivación de su género. Un aspecto clave para comprender cómo se produce esa absorción del sistema es la llegada de los medios de comunicación masivos (los cuales adquirieron gran rele-

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vancia e influencia en la sociedad en la era tecnológica). Visiblemente mediadores de proyectos culturales y generadores de cultura en lo que respecta a costumbres, valores y universos de significado, son los primeros encargados en fijar estereotipos, naturalizar y exhibir diferentes tipos de consumo, obviando las opresiones, fomentando rasgos singulares de la industria: la individualización y el consumo máximo para generar riquezas. No es casual que, desde niños, naturalicemos deliberadamente el machismo, ya que en la mayoría de los programas transmitidos por los medios de comunicación masivos, son visibles los nexos de explotación que conducen a que aceptemos como natural lo dado. En los últimos años, se ha hecho casi palpable cómo la industria cultural mediática violenta a la mujer de diferentes maneras, como por ejemplo a través del marketing machista y su publicidad estereotipadora, donde es muy común visualizar la presencia de mujeres de tez blanca y con cabello rubio, y posiblemente de ojos claros y delgadas, o

a través de la venta televisiva de productos cosméticos/ dietéticos que la mujer “necesita” para ser “bella”. De esta manera se va adquiriendo un estereotipo de mujer eurocéntrica, excluyente y discriminativo en todos sus aspectos, y tiene tanta incidencia en la mujer que se trata de una de las causas más frecuentes de la aparición (principalmente en las jóvenes) de trastornos psicológicos y alimenticios. Otra característica clave es la cosificación, expuesta mayormente desde los programas de entretenimiento, donde se emite la idea de que la mujer tiene el fin de satisfacer los deseos y las necesidades del hombre, específicamente con respecto al plano sexual. La mujer también es privada del derecho de decidir sobre su cuerpo, y esta concepción encuentra sus orígenes en el cristianismo y su creencia en que la mujer es el fruto de la costilla del hombre. De esta manera, también es reducida a algo menos que un animal (siguiendo la línea marxista). Un ejemplo muy claro, es el de la industria pornográfica. Cada vez son


más las mujeres que expresan su repudio a la misma, debido a las condiciones precarias e insalubres en las que trabajan, como así también al consumo de drogas o de prácticas dentro del acto sexual sin su consentimiento. Si bien existen muchas actrices que tienen una óptica del porno como un fenómeno que permite la liberación del placer femenino (argumento que es respetable), no podemos pasar por alto la existencia del abuso de poder dentro del ámbito. Hoy en día, muchos se preguntan de qué manera sería posible la abolición de la sociedad patriarcal. La respuesta es muy compleja, ya que el patriarcado no sólo arrastra consigo una asimilación de división sexual del trabajo y particularidades de los sexos, si no que también establece la heteronorma como la única legítima, dándole lugar a la homofobia y la transfobia. En este contexto, deberían desarrollarse políticas públicas que garanticen protección, cuidado, y respeto, como así también concientización. La ampliación de herramientas que faciliten la crítica, y la pro-

ducción masiva de talleres y encuentros donde se hable de estas cuestiones para poder llevarlo a otras dimensiones de nuestra vida social, podrían ser de gran ayuda, principalmente en las instituciones donde el niño entra en contacto con el proceso de socialización. Si bien la institución simbólica principal, como bien sabemos, es la familia, al asistir a la escuela (o a los jardines de infantes o los clubes deportivos), el pequeño entra en contacto con otros universos simbólicos, otros valores y otras perspectivas. Por ende, una posibilidad de culminar con los actos de violencia machista sería llevar a cabo pequeños pero significativos cambios en las instituciones que alberguen infantes, quienes son el futuro de la sociedad, como por ejemplo establecer como materia obligatoria en las escuelas la teoría feminista para comprender que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos desde pequeños, o elaborar torneos mixtos de los deportes más populares en los clubes deportivos, o inculcar en los preescolares que los chicos pueden llorar y vestir

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de rosa, y jugar con muñecas, mientras que las nenas pueden ser fuertes, y vestir de azul, y jugar con autitos. Es necesaria la existencia de la justicia social y su correcto ejercicio como engranaje fundamental para la realización de la igualdad de géneros, ya que, al levantar esta bandera no sólo estaríamos reivindicando las luchas por los derechos humanos en lo que respecta a la condición de mujer, sino también de homosexuales y transexuales, rompiendo con los patrones culturales y juicios de valor del heteropatriarcado.


Roles de género y trabajo doméstico: Reseña del trabajo de Faur y Tizziani “Mujeres y varones entre el mercado laboral y el cuidado familiar”

Por Lucía Dobrovsky Serrano Faur y Tizziani (2017) analizan la forma en que mujeres y varones de clase media y sectores populares experimentan la relación entre la vida familiar y laboral. Ese es su objeto de estudio. Para ello, utilizan datos cuantitativos (estadísticas) y entrevistas en profundidad a distintas personas de distinto género y clase social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano. Encuentran que la necesidad de conciliar las responsabilidades laborales con las familiares es un elemento que está, por lejos, más presente en las narrativas femeninas que en las masculinas. El trabajo doméstico y sobre todo las tareas de cuidado de los hijos e hijas es algo que sigue recayendo sobre las

espaldas de las mujeres en inaudita mayor medida que las de los varones, constituyendo un elemento alrededor del cual ellas articulan su vida cotidiana y laboral. Esto se constituye como un mandato moral en donde se naturaliza el rol de la mujer como cuidadora y el del hombre como proveedor, algo que no se percibe como culturalmente asignado sino como parte de un orden biológico. Cabe aclarar que, como sabemos, las tareas domésticas, además de demandar muchísimo tiempo, demandan energía mental: implican estar permanentemente pensando en la organización de los tiempos familiares, con quién “dejar” a les hijes cuando ellas no pueden cuidarlxs, qué y cuándo comer,

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qué hace falta comprar, etc. La autora repone las experiencias de Gabriela y Amalia, siendo la primera una mujer de clase media y la segunda perteneciente a sectores populares, para comparar cómo es que compatibilizan el trabajo en el hogar con el trabajo remunerado. Se encuentran con que incluso cuando están trabajando, son ellas las encargadas de garantizar la presencia de otra persona (para cuidar a los hijos e hijas) que en general es otra mujer (la empleada doméstica, la abuela de lxs niñxs, etc). Así, un recurso que utilizan las mujeres de todas las clases sociales son las redes familiares de proximidad (redes están hechas de solidaridad pero también existen conflictos).

Las autoras resaltan que los mandatos de hacerse cargo de la crianza de los hijos, recaen tanto en las mujeres de sectores populares como en las de sectores medios. Amalia y Gabriela tienen los mismos conflictos morales, generados por el hecho de ser trabajadoras y tener que ir organizando con quien dejar a sus hijes, delegando las tareas de crianza en otras personas o instituciones. Por ejemplo, a pesar de que Amalia está en su primer trabajo en blanco (como mucama de un hotel) esto implica actuar en contra de lo que ella considera una buena crianza para sus hijes y eso le genera malestar a nivel emocional. Sin embargo, una diferencia importante entre ellas (o sea,


en relación con la clase), reside en el hecho de que las mujeres con mejores ingresos tienen más posibilidades de contratar a alguien que cuide a sus hijes, recurrir a servicios de cuidado mercantilizados, o inscribirles en instituciones educativas privadas. Gabriela contrató a una empleada doméstica que cuida de sus hijes mientras ella trabaja, mientras que Amalia “deja” a sus hijes a cargo de

su hija mayor cuando se va a trabajar. Es así como la posibilidad de acceder a servicios de cuidado pagos, amplía los márgenes de maniobra de las mujeres de clase media. Para las mujeres de toda clase social, el peso de asegurar el cuidado de les hijes constituye una prioridad, y las condiciona a la hora de insertarse en el mercado laboral. Esto no sucede con los varones. Para ellos,

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la relación entre el trabajo y la casa es distinta. En las encuestas realizadas por las autoras, el 95% de los varones que conviven con sus hijes tiene trabajo, y le dedica 42 horas semanales en promedio. El ínfimo porcentaje que dijo no trabajar ni estar buscando trabajo, no puso como motivo las tareas domésticas. Mientras tanto, 7 de cada 10 mujeres no está ocupada. En el caso de las mujeres las autoras aclaran que las que alcanzaron mayores niveles de educación invierten más horas semanales a su empleo que de todas maneras es mucho menos tiempo que el que invierten los varones. Las mujeres con mayor nivel educativo dedican en promedio 31 horas semanales al trabajo, 11 horas menos (en promedio) que los varones, además de que las mujeres que alcanzaron un nivel educativo más bajo dedican más tiempo a las tareas domésticas y menos horas al trabajo remunerado. Esto último puede responder a distintos motivos, entre ellos la dificultad de conseguir trabajos bien pagos y/o con buenas condiciones para las mujeres de sectores populares,

especialmente si cuentan con un bajo nivel educativo. Además, las mujeres en general intercalan períodos de ocupación e inactividad, algo que no se refleja en la trayectoria laboral de los varones. Esto se debe, según las autoras, a los condicionantes culturales, pero también a que el mercado laboral ofrece condiciones poco favorables para la participación femenina. El mercado laboral, en términos de horarios, supone un trabajador sin responsabilidades familiares, es un formato rígido. La parte más interesante del texto, es cuando se repone la experiencia de dos varones y se indaga sobre cómo conciben su responsabilidad en relación a las tareas domésticas: Luis (de clase media) y Omar (de sectores populares). Luis trabaja de lo que estudió y de lo que le gusta. Prácticamente no dedica tiempo al cuidado de su bebé, diciendo expresamente que lo delega a su compañera, quien también trabaja (pero menos horas por semana). Simbólicamente, Luis da vuelta los términos: estar con su hija para él es una pérdida de tiempo laboral, mientras que para


las mujeres entrevistadas es al revés. Se excusa en que las madres siempre pondrán como prioridad al hijo, incondicionalmente, porque es una cualidad femenina natural. Las autoras explican que el estar a cargo de tareas domésticas todo el tiempo, indefectiblemente llevará a las mujeres a desarrollar mejores habilidades para ello, pero que esto claramente no es innato. Sin embargo, sujetos cuestionables como Luis, se escudan en ello para justificar por qué no se hacen responsables de la crianza. Así es como se configura una diferencia fundamental: además de no hacerse responsables de estas tareas y dedicar mucho menos tiempo a ellas que las mujeres, los varones no cargan con las contradicciones morales que repercuten negativamente en el autoestima y emociones de las mujeres, un peso con el que ellas tienen que convivir cotidianamente. La experiencia de Omar, por su parte, es más que interesante. Su compañera lo dejó y tuvo que hacerse cargo del cuidado de sus hijes (algo de lo que antes se ocupaba ella), mientras

sigue trabajando. Lo que Omar cuenta refleja la experiencia de muchas mujeres: la dificultad de trabajar y al mismo tiempo estar permanentemente pensando en la organización del hogar. Además, Omar no puede contratar una niñera, por lo que utiliza la estrategia mencionada en la experiencia de Gabriela y Amalia: recurre a redes familiares, en este caso vecinales (le pide a una vecina que cuide a sus hijxs). Las autoras comparan la experiencia de Amalia con la de Omar, por tratarse de personas pertenecientes a las clases populares, que trabajan y tienen que ocuparse solxs del cuidado de sus hijes. La conclusión a la que llegan es brillante: Omar se sorprende muchísimo de la dificultad que supone compatibilizar el trabajo con la crianza y las tareas domésticas, mientras Amalia, lejos de cuestionar esta situación, la naturaliza. Bibliografía: FAUR, Eleonor y Ana TIZZIANI (2017) “Mujeres y varones entre el mercado laboral y el cuidado familiar” en FAUR (comp.) Mujeres y varones en la Argentina de hoy. Géneros en movimiento. Buenos Aires: Siglo XXI-OSDE.

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Educación en contexto de encierro: breve Estado del Arte sobre el acceso a espacios educativos en Centros Cerrados de Detención Por Lucía Dobrovsky Serrano A partir del surgimiento y consolidación de la inseguridad como problema público en las últimas décadas en Argentina, se ha ido acrecentando el nivel de estigmatización y criminalización que sufren los y las jóvenes de sectores populares, plasmado y reforzado por los medios de comunicación. Esto se puede ubicar, además, en un marco más amplio de representaciones sociales adultocéntricas sobre la juventud, que desde distintos discursos presentan al joven como un ser incompleto, y por eso inseguro y peligroso (Chaves, 2005). Esto tiene su correlato en la actualidad en el debate en torno a la baja de edad de punibilidad, que consolida en el debate público una fuerte impronta

punitivista y de responsabilización individual que no tiene en cuenta factores estructurales. En ese sentido, el trabajo de Kessler (2004) aporta una perspectiva distinta al estudio de la relación entre jóvenes y delito, problematizando las causas y procesos que llevan a estos chicos y chicas al camino delictivo (desestructuración del mercado de trabajo, crisis política, degradación de las instituciones escolares, etc.) apartándose de aquellas miradas que lxs ven como “portadores” de la inseguridad. Daroqui et. al., (2012), proponen el concepto de “cadena punitiva” para explicar la relación de estxs chicxs con la policía en 3 distintos “niveles de sujeción”: el primero hace referencia al

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contacto cotidiano con la policía y la persecución sistemática en el barrio, el segundo con el momento de la detención y el tercero con el momento del encierro. Con este concepto pretenden dar cuenta de que lxs jóvenes de sectores populares son especialmente perseguidxs por la policía y más vulnerables a ser captadxs por los dispositivos penales que otros sectores de la sociedad. En ese sentido, siguiendo el planteo de lxs autorxs, podríamos decir que la estigmatización, persecución y violencia policial son elementos comunes en la trayectoria de muchos de los y las jóvenes que llegan a instancias de privación de la libertad. Lxs autorxs además explican que con la incorporación de la Convención de los Derechos del Niño a la Constitución Nacional en 1994 y la posterior derogación de la Ley de Patronato de Menores en el 2006, se generó un cambio discursivo en cuanto a las intervenciones del Estado sobre lxs niñxs y adolescentes. En el marco de la creación del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, que se encarga de gestionar las causas atenientes a lo penal en

jóvenes menores de 18 años, se crean o re-tipifican distintas instituciones, tales como Centros de Referencia (destinados a la ejecución de medidas sancionatorias no privativas de la libertad) y Centros Cerrados, de Recepción y de Contención, que sí trabajan con regímenes de privación de la libertad. De todas maneras, dicho sistema establece que el encierro debe ser el último recurso a tomar y que en el caso de que se llegara a esa instancia, debe limitarse al menor tiempo posible. Diversos estudios se han abocado a analizar distintas problemáticas que tienen que ver con la experiencia de chicos y chicas de entre 16 y 18 años en su paso por centros cerrados en el pasado reciente. Los Informes del Comité Contra la Tortura (2017) revelan que el funcionamiento de los centros cerrados no ha tenido ningún cambio sustancial que se corresponda con las modificaciones legislativas. Desde el GESEC (Grupo de Estudios Sobre Educación en Cárceles) se han realizado numerosas producciones académicas que estudian la educación en cárce-


les desde una perspectiva que enfatiza en el reconocimiento de las personas privadas de su libertad como sujetos de derechos. Muchos de estos trabajos se orientaron al estudio de la educación en centros cerrados para jóvenes y adolescentes: El trabajo de Scarfó et. al (2008) por ejemplo, es interesante porque enfatiza en el potencial transformador de la educación como una experiencia de justicia para aquellos sectores de la población cuyos derechos han sido sistemáticamente vulnerados. Analiza las distintas implicancias de generar espacios educativos hacia adentro de las instituciones carcelarias, rompiendo con el discurso que concibe a la educación como una forma de disciplinamiento para moldear subjetividades y con intervenciones judicializadoras que reproducen la idea de que el/la joven debe educarse porque es parte de “cumplir su pena de la mejor forma posible”. Por otro lado, en el año 2006, es sancionada la Ley de Educación Nacional, que entre otras cosas, incorpora la educación de las personas privadas de su libertad como una de

las modalidades del sistema educativo, y en el año 2008 el Consejo Federal de Educación aprueba la primera Especialización Docente de Nivel Superior en Educación en Contextos de Encierro (Frejman y Herrera, 2010). La educación es señalada en distintas legislaciones como un objetivo fundamental en el marco del cumplimiento de la pena para jóvenes que se encuentren privadxs de su libertad. Sin embargo, el acceso a la educación en los centros cerrados de detención (y en las cárceles) es limitado. La escolaridad hacia adentro de los centros cerrados no debería diferenciarse de una escuela primaria o secundaria en el medio libre: deberían asistir 5 días por semana, entre 4 y 5 horas diarias. Sin embargo en estas instituciones el derecho a la educación no siempre es respetado. La investigación de Daroqui et. al., (2012) revela datos cuantitativos que dan cuenta de que más de una cuarta parte de lxs adolescentes detenidxs en la provincia de Buenos Aires no tienen acceso a ningún nivel educativo formal. Lxs que lo tenían al momento de la investigación, accedían tarde, no

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asistían todos los días, o no cursaban la cantidad de horas que les correspondía. Muchos centros no tenían personal docente, espacio físico o material didáctico para llevar a cabo las clases. En ellas, los contenidos no siempre se correspondían con los niveles educativos alcanzados previamente a la detención. En la misma investigación, lxs autorxs muestran datos del alto porcentaje (de los jóvenes entrevistados) que asiste a espacios educativos no formales, tales como talleres y espacios recreativos (carpintería, computación, arte, etc.) que muchas veces tam-

poco se dictan en las mejores condiciones. Es necesario entender a los espacios educativos que tienen lugar dentro de instituciones de encierro desde un análisis que aborde, por un lado, la multiplicidad de actores que los componen y que los construyen, poniendo en diálogo sus distintas representaciones, experiencias, roles y objetivos. Por otro lado, el análisis debe tener en cuenta que dichos espacios generan una tensión entre la lógica carcelaria (que implica disciplinamiento, castigo, vigilancia continua) y la lógica educativa que apunta al desa-


rrollo del pensamiento crítico (Blazich, 2007). En palabras de Frejman y Herrera (2010) “La escuela en estos ámbitos porta […] la efectivización concreta y cotidiana de los derechos humanos, de la recuperación de la palabra y de la historia (propia y colectiva). La posibilidad de producir nuevos sentidos que permitan nuevos modos de subjetivación” (p.125). En un contexto de avance de la derecha en nuestro país, con el protagonismo que el gobierno le está dando a las fuerzas de seguridad y con el debate por la baja de la edad de punibilidad, se hace necesario disputar sentidos sobre el accionar de los dispositivos penales y las

instituciones carcelarias, sobre todo en aquellas destinadas a encerrar adolescentes. Es necesario preguntarnos (es decir, seguir preguntándonos) por qué son determinados sujetos los que sufren la persecución policial, por qué son determinados sectores de la sociedad los que llenan las cárceles y no otros. Es necesario visibilizar que la estigmatización que sufren los y las jóvenes de sectores populares no es necesariamente una consecuencia de los delitos que hubieran (o no) cometido, sino que hay que poner de relieve otro amplio conjunto de factores. Es necesario disputar desde la sociología, los discursos que nos llevan a

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creer que las personas que se encuentran privadas de su libertad no están insertas en la sociedad (que deben “reinsertarse”) o que no forman parte de ella, y, por el contrario, pensar en la población carcelaria como parte importante de la sociedad y necesaria para la reproducción del orden establecido. Bibliografía - Axat (2008) La prisión preventiva y el confinamiento de niños pobres en institutos de menores “en crisis”. Prisma Jurídico. vol. 7. - Chaves (2005) Juventud negada y negativizada. Representaciones y formaciones discursivas vigentes en la Argentina contemporánea. Revista Última Década. vol. 13. - Blazich (2007) Educación en contextos de encierro. Revista Iberoamericana de Educación. Nº44. - Daroqui, López y Cipriano García (2012). Sujetos de Castigos: hacia una sociología de la penalidad juvenil. Homo Sapiens. - Frejman y Herrera (2010) Pensar la educación en contextos de encierro: aproximaciones a un campo en tensión.

Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. - Informes del Comité contra la tortura, políticas de niñez y adolescencia (2017). - Kessler (2004) Sociología del delito amateur. Paidós. Ciudad de Buenos Aires.


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Real politik

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Trabajo y logros feministas:

una lucha que continúa

Autoras: Renata Cipponeri, M.Paz Misson. En 1986, el periódico estadounidense Wall Street Journal sentó las bases para conceptualizar las relaciones de poder (particularmente en el mundo de los negocios) que impedían el acceso a las posiciones jerárquicas más altas a las mujeres incluso y a pesar de estar altamente calificadas. Una suerte de “techo de cristal” -concepto esbozado por primera vez en ese artícu-

lo - que vuelve invisible una realidad que es abrumadora: el poco-o casi nulo- acceso por parte de las mujeres a los puestos directivos y en de las empresas internacionales de mayor influencias. Efectivamente, y tal como se presenta hoy en día como un aparente y gran “logro feminista”, este “techo de cristal” está siendo fracturado, aunque no de forma homogénea en refe-


rencia al grueso de las mujeres y feminidades. Personalidades de los grandes países centrales como Christine Lagarde, Theresa May y latinoamericanas como Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff -por mencionar algunas- dan cuenta de ello: mujeres a cargo de grandes responsabilidades y disponiendo de una mayor inferencia sobre la realidad local y hasta mundial. Sin embargo, ¿podríamos afirmar que tales hechos son un verdadero logro feminista?¿podríamos afirmar que un pequeño y exclusivo sector -de la clase dominante preponderantemente- acceda a puestos de gran influencia es un logro cuando la mayor parte de la población “femenina” mundial se mantiene por fuera de ese acceso? Mujeres y feminidades de sectores populares -es decir la gran mayoría-, se encuentran generalmente entre la participación de la producción económicamente remunerada -que en muchos casos se vuelve un imperativo que responde la necesidad de la supervivencia propia y familiar- y la economía que podríamos llamar del cuidado, la cual no

es remunerada ni visibilizada y cumple un papel fundamental a la hora de la reproducción biológica y cuidado de sujetos. La última producción económica nombrada posee un sesgo de género muy explícito, en su mayoría es llevado a cabo por el género femenino y se la haya ligada directamente, de una forma que pareciera natural. Además, por primera vez en la historia del capitalismo, las mujeres constituyen, aproximadamente, el 40 % de la clase trabajadora mundial. Esto significa que el 54 % de las mujeres, en edad económicamente activa, participa en el mercado laboral, como trabajadoras asalariadas. (D’Atri,2018). Inclusive cuando se ganó un espacio para trabajar en el exterior del hogar, lo cual podría considerarse un logro, no existe la posibilidad real -aún-, de desprenderse del trabajo realizado de manera invisible y subestimada en las inmediaciones del su hogar, sin remuneración o reconocimiento alguno. Las mujeres y feminidades son quienes obtienen en su mayoría los trabajos con una menor remuneración y los

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que son concebidos como “de cuidado”, tales como enfermería, terapia ocupacional, docencia, y trabajos domésticos en general, entre otros. Trabajos que refuerzan, y se basan en la idea de una natural disposición de mujeres y feminidades a relegarse y confinarse a las necesidades de un otro/a en función del amor, el cariño incondicional y por supuesta posesión de cualidades intrínsecas que determinan esas mismas elecciones laborales. Estas creencias naturalizadas con gran incidencia en la sociedad, en su sentido común, reproducen y perpetúan este estado de cosas. Tal como señala la economista feminista Valeria Esquivel, el “cuidado”, aunque invisible, nunca es “privado”, sino que está fuertemente atravesado por lo “social”— en términos de género y clase— (Esquivel,2011: 28). Es por eso que entender su complejidad dentro de un contexto amplio y entender que hay patrones que se repiten en ese contexto, tales como: mujeres de sectores populares trabajando por una remuneración paupérrima en tareas generalmente

ligadas a cumplir una función del cuidado y/o contención permite entender que es un rol fundamental e inherente a las necesidades del sistema imperante que lo contiene y reproduce. El modo de producción capitalista, en el cuál se encuentra inserta y contenida esta economía del cuidado y el trabajo en sí atravesado por las variables de género y clase, es fundamental a la hora de entender las prácticas que se reproducen en él y para él. Esto lo comprobamos en la medida que problematizamos que el desarrollo de la tecnología ha hecho posible la industrialización y, por lo tanto, la socialización de las tareas domésticas, sin embargo, si esta no sucede, precisamente es porque en el trabajo doméstico no remunerado descansa una parte de las ganancias del capitalista que así queda eximido de pagarle a la trabajadoras/ trabajadores por las tareas que corresponden a su propia reproducción como fuerza de trabajo (D’Atri,2013:26). Entonces ¿cuáles pueden ser considerados como verdaderos y legítimos logros femi-


nistas en el campo laboral? El hecho de que lo conseguido hasta la actualidad no sea suficiente y deje mucho que desear en términos de su acotado ejercicio de la igualdad, nos lleva a destacar también las movilizaciones y organizaciones que actualmente mujeres de todo el mundo llevan a cabo. Considerables colectivos de mujeres que se alzan en pos de la emancipación y legitimación, el feminismo incidiendo en el sistema y con un potencial interesante. En el caso particular de Bélgica -uno de los países centrales que mencionamos al principio- se hacen carne las huelgas por parte de mujeres por alcanzar la paridad salarial,

Bruselas fue testigo en 2017 y actualmente lo sigue siendo, de reclamos respecto a ello. Es interesante destacar, que un país que se jacta de tener exactamente legitimados los mismos derechos tanto para hombres como para mujeres, la diferencia entre salarios y pensiones alcanza un 28% dejando en el peor lugar a las últimamente mencionadas. Por otro, pero en sintonía respecto de la organización en pos de la emancipación y visibilización de la misma problemática y ligada al campo laboral también, mujeres en la Argentina reclamaron por la recuperación de las moratorias previsionales –conocida como “ley de jubilaciones de amas

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de casa”- que el gobierno de cambiemos intentó recortar para cumplir con el “déficit cero” requerido por Fondo Monetario Internacional. Una masa crítica de mujeres manifestó su postura negativa ante esos hechos, lo cual hizo –sumado a la presión propia de un año electoral- que se termine extendiendo la moratoria hasta el 2022. Fueron interesantes los dichos al respecto por parte de la doctora en Economía, Julia Strada: “En este marco de ajuste, y considerando la desigual distribución ocupacional y del trabajo no remunerado, la decisión de eliminar la moratoria jubilatoria a las mujeres se parece a un castigo patriarcal”. En sintonía con lo ya esbozado

y particularmente hablando del caso en argentina- pero teniendo en cuenta que esto acontece de modos similares en otras regiones del globomuchas mujeres que se encuentran en edad de jubilarse están imposibilitadas de ello por estar su vida marcada de forma implícita –y a veces no tanto- por la “obligación” de hacerse cargo del trabajo en los hogares: limpiar, cocinar, cuidar de los hijos o de los adultos mayores y una lista que sin dudas podría continuar si observáramos un día en la vida de una mujer y su trabajo “invisible”. Esta es la razón que hace que las mujeres destinen en promedio 6 horas diarias a estas tareas domésticas, y


opten en algunos casos por aceptar los trabajos precarizados, sin aportes que consiguen y las dejan aún más afuera de un supuesto-ficticio- sistema creciente de igualdad de géneros. Creemos que los mayores derechos conquistados se han logrado con la organización de miles exigiendo igualdad, desde abajo. Asimismo consideramos que es fundamental una perspectiva de género conjugada con la de clase. La obtención progresiva de derechos dentro del sistema no lleva directamente a la emancipación, sino que la ruptura de este es lo que final y consistentemente lo consigue. Es indispensable terminar con las relaciones que condenan a las mujeres y feminidades a trabajar toda su vida sin remuneración alguna en la reproducción de la fuerza de trabajo con todas las consecuencias que conlleva-opresión encubierta, subestimación para con ellas- y teniendo, además, una doble jornada laboral que no hace más que reproducir en su mayoría relaciones sociales de desigualdad existentes -disparidad salarial, entre otras-. Por eso, más que un techo de cristal, proponemos romper el problema de raíz.

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Percutores trasnochados Sobre la masacre de Monte 19/5/19 A percutores trasnochados, A esos que estallaron en cinismo, Y entre risas (probablemente) Ensordecieron a pueblos enteros. Que respiraron impunidad. En azules de plomo crudo, Brillosos en la oscuridad, Y atrapados por sus cuellos libres de bozales Que incineraron almas de papel, Ahogadas en tintas y hechas prosa. Que callaron rimas esteladas, Y silenciaron plazas ayornadas entre risas


A ellos... A los dueĂąos del terror, que hoy sus manos absorben licor de 4 vidas. abrigados en la dicha del estado, Y velados entre campanas que festejan la tragedia. A ellos, que cĂłmo entre laureles Alguien supo decir, No conocen el amor... Santiago Contini (estudiante de SociologĂ­a de la FaHCE)

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Milly Secco

Poema de una compañera de socio, escrito durante un intercambio estudiantil en Bélgica. En Argentina nunca se nos ocurriría cantar por el derecho a un salario igual al de los varones, ni hacer carteles al respecto. Equal rights cantan, equal wage. No, nunca. No es que no tenemos ese problema, no. Es que en Argentina una mujer muere solo por ser mujer cada 32 horas. Es que en Argentina nos desaparecen todos los días, nos violan, nos pegan. A mi y a todas. Tocan a una, nos tocan a todas todos los días. Listo, diferentes procesos. Ellxs acá están mejor? El patriarcado no opera acá? Se cayó? Lo tiraron? No. Y si es que no está, definitivamente no lo tiraron. Pienso en la marcha del 8 mientras escucho Who round the world? Girls! Y encima de la canción, un chabón (todo cis, todo norma) con el megáfono. What do we want? Equal wage! When do we want it? Yesterday! Por que te pensás que no tienen igual salario? Por que? Te lo preguntaste? Son las empresas misóginas las que no le quieren pagar debidamente a las mujeres por su trabajo? Es esa empresa? O esa? Por favor! Acá estamos mucho mejor, escucho. No tenemos esos problemas. Que duro debe ser! Que miedo!


Sí, da miedo y sí, es duro es duro ser mujer en Argentina. Es duro no ser un hombre en Argentina. Es duro ser lx otrx. Por suerte acá vivimos en una sociedad muy progresista, muy pro-diversidad, muy feminista. Escucho a Beyonce mientras lxs militantes bailan y la policia corta la calle para nosotrxs. Mientras un varón me dice que no puedo marchar por ahí, porque estoy tapando el cartel de la organización. Escucho a Beyonce y pienso si alguna vez estxs militantes se preguntaron por qué no tiene igual salario para mujeres y varones. No te das cuenta? Acá todas las mujeres trabajan, me dicen. Acá no es socialmente obligatorio que las mujeres sean madres y se queden en su casa cuidando al crío. Hace mucho tiempo no se imponen esos roles. Por suerte acá vivimos en una sociedad progresista, pro-diversidad, feminista. Sí, todxs acá son muy feministas. Fui a un festival acá en Gante. Al Queer Pride Gent. Una piba estaba recitando un poema en un pequeño escenario en la calle. Eran tipo tres de la tarde. Recitaba en neerlandés, así que no, yo no estaba cazando una. De repente un tipo (todo blanco, todo norma, todo poderoso) se sube al escenario y grita algo en el micrófono. Estaba enojado, estaba puteando. La piba y todxs nos asustamos. El tipo se bajo. Éramos alrededor de treinta personas escuchando, ponele. Había, parecía, al menos diez organizadorxs. Nadie hizo nada, nadie dijo nada. Bueno, nadie es un forma de decir. Dos chabones se pararon y enfrentaron al tipo al mejor estilo machito. Mientras, la piba y lxs pibxs, nosotrxs, shockeadxs, algo asustadxs. El tipo se fue mientras seguía puteando.

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Por suerte acá no tenemos esos problemas, me dicen. Abrí los ojos, por favor! Ellos siguen teniendo todo el poder. Ellos y no nosotrxs. Ellos son dueños de la calle, de tus actividades y de tu cuerpx también. Cómo pensas hacer? Posta, cómo vas a hacer para tener igual salario? Cómo vas a hacer si ni siquiera te abrís a reconocer que sí tienen problemas? Que si las mujeres ganan menos es porque los roles en la sociedad son los mismos que en Argentina? Que el patriarcado está operando acá también? Hermanx europex: no te las sabes todas. Hablas todo el tiempo de darle el lugar a las voces silenciadas. Porque sí, obvio, sos re progre, estás re woke, como decís vos. Pero si te digo cómo veo la situación acá, si te cuento que anda pasando en mi país, te quedas solo con la lástima, te quedas triste porque en Argentina la cosa está terrible. Entiendo. Porque la cosa está terrible. Pero, hermanx europex, por lo menos allá no nos hacemos más lxs boludxs, ya no andamos negando el problema. Allá luchamos todos los día. Allá tenemos fuerza. Allá tenemos conciencia. Allá le estamos quitando cada vez un poquito más de lugar a los machos. Allá lloramos de emoción en cada marcha. Allá las pibas están adelante con su megáfono, mandando a la mierda lo establecido.


Memoria para no olvidar Por Juan Francisco Blascone “Ni los ángeles eran tan ángeles ni los demonios tan demonios”. Patricia Bullrich Los ángeles son ellos, los valientes del siglo XX, los desterrados, los ignorados, los torturados. Lo que hoy no cuentan los medios para tapar lo imborrable, el barro de nuestra historia. Son ellos, los exiliados, los que lograron ser héroes aún en la derrota. Sangre joven derramada que luchó por una patria la que hoy todavía le sigue dando la espalda. Sangre joven fusilada que quiso ser libre, en una época donde libertad era una mala palabra. Sangre joven que quedará inmortalizada en cada verso, cada abrazo, en el deseo de poder lograr algo de lo que ellos lograron, la vida por la mayor de las causas, la vida por la esperanza, la vida para decir basta. Y cuantas mujeres en ese instante antes de morir, habrán recordado el nombre de su marido. Cuantos padres vieron

desaparecer a sus hijos, cuantos amores quedaron en el olvido, cuantas madres lloraron por sus bebes recién nacidos, cuantos abrazos más hubieran sido si no existiera la palabra desaparecidos. Porque ellos hoy no son lo que el sistema imperialista quiso que fueran, y me refiero a muertes en el olvido. Hoy, son curiosamente lo que los demonios de aquel infierno nunca quisieron que fueran, héroes en la memoria de los que todavía estamos vivos. Aunque aún desde el discurso el actual gobierno neoliberal quiera dañar, la culpa de los culpables siempre será condenada, y a través de la memoria la lucha de nuestros desaparecidos, lejos de cesar, será obligación reivindicar.

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La olla se destapó Por Juan Francisco Blascone Despertaron del sueño eterno, del lugar que nunca les correspondió, sobrepasaron el temor y aguantaron años de dolor. Cansadas de esperar decidieron actuar, se cansaron de callar, de llorar, de aguantar y de volver a callar.

Hoy, el fuego viene con furia en forma de mujer, despierta, combativa, y rebelde para arrasar con todo lo manoseado después de tanto derecho pisoteado. Desde el amor la llama se propagó y el colectivo tomó color, como de costumbre el Se cansaron del silencio por- macho lejos de deconstruirse, que ganó la necesidad de ha- no lo soportó. blar y contar para poder sanar. Ahora gritan por ellas y por las La complicidad del silencio que ya no están. desapareció. Hoy tienen voz. Mujer empoderada lista para la Se cansaron de ser golpeadas, revolución. violadas y torturadas, se cansaron de ser las víctimas, de los cuerpos sin vida. Se cansaron de cansarse del mal negocio del amor. Hoy son el ejemplo, la fortaleza que se volvió admiración, el placer de verlas juntas, de pie. El feminismo encendió la mecha, esa que desde hace tiempo intentan apagar.


Clase media miope Por Juan Francisco Blascone

Hoy, estalla la situación social por todos lados, todo se va para arriba todo cuesta, todo sube todo aumenta salvo la expectativa de vida, que como es de esperarse, sin trabajo y con dolor, cae en caída libre. Y no me refiero a cualquier clase de dolor, sólo al que más duele, al que más grita cuando nadie escucha pidiendo un plato de comida, al que más cuesta saciar cuando hay un estómago que llenar, aún en la penosa paradoja de glorificarnos como agroexportadores. Pero como es de suceder, cordero para el de afuera ni siquiera implica vacío para el de adentro. Me refiero a aquel al que hoy en pleno siglo XXI más cuesta callar. Al dolor del hambre. Pero ajena a todo permanece ella, o mejor dicho, una buena parte de ella. Aquella que es pobre en conocer y carente en el saber, esa es la triste clase media, títere de los medios, manipulable hasta los huesos. Rebalsada de su propia ignorancia le sobra

arrogancia para creerse superior ante cualquiera, mientras su ego inconformista desea que no haya piquetes aunque haya muertes por el simple hecho de obstruirles el paso, mientras su ego inconformista rechaza a todos y a todo salvo a su privilegio de clase, mientras su ego inconformista anhela ser parte de lo que nunca va a poder ser, clase alta. Así es ella, la que desde la comodidad burguesa juzga al más fácil de juzgar al marginado social. Así es ella, cuando enfoca la vista levanta el dedo y señala, sólo para clavar el puñal, el de la crítica, por cierto injusta porque criticando asesina de un tirón a los que no tienen nada, a los que no tienen voz, a los que están vivos y no queremos verlos, a los invisibles. Así es ella, la inigualable clase media, la que juega el juego que mejor sabe jugar, la que vota a Macri, la que banca a Bullrich, la que no quiere que la patria sea el otro, la que escupe desde el alma su

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indiferencia social. AsĂ­ es ella, la que rechazando contribuye a la pobreza la que hablando contribuye a matar.


Por qué la movilizacion de congreso es algo positivo Por Carolina Ibañez

Cuando la tormenta amenazó con inundar las calles el 8 de Agosto de 2018, se encontró con que las calles ya estaban inundadas: de pañuelos verdes, de gritos, de tambores. De las esperanzas de miles que exigían al unísono “aborto legal en el hospital”. Esta imagen es perfecta para pensar el significado de la lucha por la despenalización del aborto en un contexto donde desde el Estado en este último gobierno ha mostrado una reticencia cada vez más fuerte a mantener u otorgar derechos a la sociedad, como se puede fundamentar tomando el ejemplo de las repetidas veces que estudiantes, docentes y no docentes tuvieron que salir a las calles para luchar por el derecho a la educación pública. Como es bien sabido, durante el debate en la cámara de Senadores las calles se cubrieron de una multitud de personas expresando sus opiniones polarizadas. Por un lado, quienes portaban pañuelos celestes, en contra de la despenalización. Por el otro, avasallando las calles con su presencia, el bando de los pañuelos verdes que pugnaba por el derecho al aborto legal, se-

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guro y gratuito, así como la educación sexual integral y el acceso a métodos profilácticos, se extendía por las calles Avenida de Mayo, Rivadavia y Callao. Sus miembros tomaban fuerza entre sí para unirse en un coro colosal que retumbaba en todos los rincones del país y que eclipsaba la convocatoria del bando opuesto, que tan sólo ocupaba una cuadra. El debate, que se abría a la comunidad por primera vez en doce años con tratamiento legislativo, siendo la octava vez que era presentado el proyecto, fue furor en las redes sociales, haciéndose eco en todas partes del mundo con #UnGritoGlobal. Personas de todas las nacionalidades y edades compartían su opinión sobre el proyecto. Pero no solo en las redes sociales se mostró lo irrelevante de la edad a la hora de buscar expresar las convicciones, ya que incluso en la misma movilización se podían ver desde adolescentes hasta mujeres mayores junto con niñxs de la mano de sus familiares.

La demanda por la despenalización del aborto tuvo especial fuerza dentro de los grupos de estudiantes de secundaria, que no dudaron en unirse a la lucha llegando tan lejos como para tomar las escuelas a las que asistían. Esto no sólo habla del peso que ésta tiene para la sociedad, sino también nos permite pensar a futuro y tener la convicción de que la lucha no se terminó cuan-


do se anunció que no se aprobaba el proyecto, sino que sigue en quienes luchaban antes que se hiciera “un grito global” y que permanecerá también a través de las generaciones más jóvenes, cada vez más activas, cada vez más informadas, que luchan ahora con la convicción de seguir luchando más adelante, de seguir pensando en los derechos por conquistar, que se unieron al “grito global” y lo hicieron propio, lo extienden hacia el futuro sin importar lo que éste depare. Hay esperanza. Hay esperanza incluso aunque no se aprobara el proyecto. La hay porque no fue una victoria decisiva de los pañuelos celestes, la hay porque mirando el hecho un año después, “con el diario del lunes”, se sigue demandando. Seguimos cruzando pañuelos verdes en la calle, la consigna de la campaña se repitió en un espejo violeta (y verde) durante la movilización del 8M de este año. Además, como ya fue dicho, el proyecto había sido presentado varias veces ya, y va a seguir siendo presentado. Quienes ya luchaban no se rinden. Quienes se unieron recientemente lxs tienen como inspiración. La ola verde crece y crece, trae consigo una demanda que es histórica, que fue pasada de generación en generación y que no va a cesar hasta que sea escuchada. Sin importar quién gobierne, será ley.

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Secciรณn

memes

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ยกCompleta el crucigrama! (apto ingresantes)


juegos Adivina a quĂŠ sociĂłlogo le pertenece cada barba

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Enes

“Alerta spoiler: mi primer ENES” Me contaron que el ENES es el Encuentro Nacional de Estudiantes de Sociología, que es un espacio que se realiza por fuera de lo académico, en el que participan estudiantes universitarios de nuestra carrera de varios lugares del país y que se realiza una vez al año. Al principio eso era lo único que sabía del Encuentro, pero me intrigaba saber qué podría pasar en un ENES, asique lo charlé con dos compañeras de cursada y decidimos anotarnos para ir. Era viernes a las once de la noche. Lejos de estar haciendo una previa con amigues, yo estaba terminando de preparar la mochila para irme al pasaje Dardo Rocha, donde me encontraría con compañeres de sociología de mi facultad para viajar a Villa María, Córdoba, que fue donde se realizó el Encuentro el año pasado. Revisé

por última vez la lista de las cosas que no me podía olvidar: bolsa de dormir, aislante, muda de ropa, plato, vaso, cubiertos, cepillo de dientes, guitarra. Tenía todo listo asique llamé al remis. Cuando llegué al Dardo Rocha busqué a mis compañeras de cursada y noté que había un montón de compañerxs que no había visto nunca en la facultad, algunes que si había visto pero con quienes nunca había hablado ya que no cursaban el primer año de la carrera como nosotras. Todxs charlamos un poco con todxs, conocí gente que ya estaba por terminar la carrera, gente que estaba en el segundo, en el tercer año. Nos subimos al micro y comenzamos el viaje con un juego que propusieron las chicas que organizan el Encuentro desde La Plata, un juego para romper el hielo y conocernos mejor. El viaje no se hizo largo,


entre charlas, canciones, ma- muches que decían que era, tes y alguna que otra siesta... también, su primer ENES. La verdad que todes tenían muFinalmente llegamos a la Uni- cha buena onda. Al rato que versidad Nacional de Villa Ma- llegamos nosotres comenzaría. Hacía calor porque era no- ron a llegar más micros: venían viembre, el lugar era muy lindo, de Mendoza, Córdoba Capital, un predio enorme lleno de ver- Santa Fe, San Martín, Buenos de que me recordaba a nuestra Aires, Mar del Plata, etc. Según facu. Enseguida empezamos a la planilla que habían repartido escuchar tonadas cordobesas lo primero era la presentación que nos recibían y nos mos- entre regionales, aunque un traban el lugar, nos dieron una poco ya lo veníamos haciengrilla con los talleres que iban a do, charlando entre nosotres, desarrollarse los tres días que la presentación se ve que teduraba el Encuentro. Un com- nía una dinámica especial, me pañero de nuestra universidad di cuenta cuando nos pusimos me contó que los talleres los todes en ronda, una ronda gihabían planeado les estudian- gante. tes de las distintas regionales Después de la presentación (a cada universidad que parti- comenzó la primer jornada de cipa del encuentro se le llama talleres, y yo elegí participar en así) que participan del espacio. uno sobre arte y política. Me Una de las cosas con las que explicaron que la idea es que estaba entusiasmada era que se haga a partir de la educaíbamos a dormir en la facultad, ción popular, construyendo el habían habilitado un par de au- conocimiento colectivamente las para que pongamos nues- y sin que nadie se ponga a dar tras bolsas de dormir, aunque cátedra. también había grupos que se A la noche, después de cenar, armaban carpas en el parque. empezó a girar el fernet y la Dejamos las cosas en un aula guitarra. Nos quedamos hasta y nos fuimos al parque. Se no- bastante tarde, aunque sabíataba que había gente que ya se mos que al día siguiente los conocía de encuentros ante- talleres empezaban a las 10. Y riores, pero también charlé con aunque nos costó levantarnos,

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y les compas que tenían la tarea de despertar a la banda se pusieron un poco de mal humor, pudimos hacer los talleres de la mañana. Después del almuerzo hubo otra tanda de talleres y a la noche fue la fiesta, como todos los años. El ultimo día fue el plenario que se llama “re-pensando el ENES”, donde se pone en común lo que fue el encuentro y se elige la regional que va a ser sede el año que viene. Antes de irnos hicimos el abrazo caracol, y cuando nos despedimos fue increíble la cantidad de compañeres que conocí en esos tres días y que espero volver a ver el año que viene. Pd: no piensen que les estamos spoileando, esto es una ficción y el ENES es mucho más que lo que contamos en estas palabras. Esto fue un rejunte de nuestras experiencias en nuestros primeros Encuentros. ¿El título? fue para poder llegar a ustedes y poder invitarles a participar del XVIII ENES este 16, 17 y 18 de noviembre en la UBA. Las pibas que organizan el ENES


Amor Libre en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Sociología 2017 El taller sobre Amor Libre lo organizó la regional de La Plata. Se hizo el segundo día de 10 a 12 de la mañana. Dormíamos en un camping, pero hicimos los talleres en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL. Ese día había sol, y hacía calor porque ya era primavera, así que lo hicimos afuera, en el pasto. En el ENES anterior, en La Plata, el tema del amor libre fue algo que se rosqueó en cada almuerzo y en cada rondita de mate en los recreos entre taller y taller. Era un tema que estaba bastante en boga en ese momento, asique decidimos llevar el tema al encuentro siguiente, y el taller se llenó de compañeres. La primer actividad fue la de los puntos cardinales: pegamos carteles en cuatro puntos distintos del espacio que decían “nunca”, “siempre”, “pocas veces”, “muchas veces”. La idea era leer un par de frases y movernos por el espacio hasta la frase que hubiésemos contestado, para poder repensar nuestras prácticas sobre la forma de relacionarnos con otres. Sin juzgar, y sin decirlo en voz alta, simplemente caminando por el espacio y viendo que otres estaban en la misma que vos o no. La segunda fue dividirnos en grupos, leer un insumo bajado de internet, sobre los conocidos mitos del amor romántico hegemónico (todas las que estábamos organizando el taller los conocíamos, son los que nos enseñan en la tele, en las películas, en los libros, y en todo ámbito de socialización pero necesitábamos un insumo que lo sistematizara) y discutir sobre algunas preguntas disparadoras. Encontramos la planificación y decidimos publicarla para compartirles, a aquelles que nunca fueron a un ENES, o a quienes no fueron justo a ese, cómo es un taller en el encuentro. Pero también esperamos que lean las preguntas y puedan cuestionarse algo nuevo, algo que no hayan pensado antes, algo que se les haya escapado entre los mates con amigues hablando de relaciones poliamorosas. La idea era repensar el amor desde una perspectiva sociológica pero como siempre, repensando nuestras propias prácticas. Esperamos que les guste y les inspire (y les esperamos en la UBA en el ENES 2019).

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Insumo:

MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO Fuente: amorlibre.org

Mito de la media naranja:

creencia de que elegimos a la pareja que teníamos predestinada y que es la única elección posible Mito del matrimonio: creencia de que el amor romántico pasional debe conducir a la unión estable de la pareja. Mito de la exclusividad: creencia de que es imposible enamorarse de dos personas a la vez. Mito de la pasión eterna: creencia de que el amor romántico pasional de los primeros meses de una relación puede durar para siempre. Mito del emparejamiento: creencia de que la pareja es algo natural y universal y que la monogamia amorosa esta presente en todas las épocas y culturas. Mito de la omnipotencia: creencia de que “el amor lo pue-


de todo” y que por lo tanto si hay verdadero amor los obstáculos externos o internos no tendrán importancia sobre la pareja. Es suficiente con el amor para solucionar todos los problemas. Mito de la fidelidad: creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos deben satisfacerse exclusivamente con una única persona: la pareja. Mito de la equivalencia: creencia de que el amor (sentimiento) y el enamoramiento (estado mas o menos duradero) son equivalentes, y por tanto si una pareja deja de estar apasionadamente enamorada, es que ya no ama a su pareja y por ello lo mejor es abandonar la relación. Mito de los celos: creencia de que los celos son un signo de amor y que incluso son requisito indispensable del verdadero amor. Mito del libre albedrío: creencia de que nuestros sentimientos amorosos son absolutamente intimos y no están influidos por factores socio-biologico-culturales ajenos a nuestra voluntad y consciencia.

Preguntas disparadoras para trabajar en grupo ¿Qué es el amor? (¿Qué nos dijeron del amor? ¿Cómo amamos?) ¿El amor es político? ¿El sexo es político? ¿Hay una forma hegemónica de construír relaciones? ¿Qué son los celos? ¿Se puede amar a dos o mas personas al mismo tiempo? ¿El patriarcado y el capitalismo tienen algo que ver con la forma en la que amamos y tenemos sexo?

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La Comi de Socio: en qué andamos ¿Quienes somos? En Comisión de Estudiantes de Sociología nos organizamos para pensar la carrera políticamente, problematizarla y poder transformarla. Este año nos encontramos todos los miércoles a las dos de la tarde, pero todos los cuatrimestres cambiamos el horario, para poder estar todes. Nos reunimos en el aula B08, más conocida como “el aula de las comis”. Es un espacio super particular: ahí podés encontrar un armario repleto de papeles que nadie sabe bien que son, afiches de todos los colores, birras que sobraron de la fiesta que organizó la Comi de Historia el mes pasado, un mate que pertenece al aula misma, una pared con una foto de Macri enojado con un pañuelo pro-vida, una Rosa Luxemburgo abortera, un cartel con el nombre de Clara Anahí. En ese aula todas las comis nos reunimos todas las semanas a discutir cómo defender los intereses de lxs estudiantes de nuestras carreras, pero también supo ser una habitación donde dormimos en los encuentros de estudiantes que fueron en la UNLP y sede de talleres de todas las temáticas. Es nuestra mini trinchera en la FaHCE. Somos un espacio horizontal, con compañeres de socio de distintos años de la carrera. Algunes militamos en agrupaciones políticas de la facultad y otres no. Por eso apostamos a poner en discusión nuestras miradas y a construir


consensos colectivos. Cada une de les que estamos en la comi aportamos desde nuestro lugar y desde nuestra experiencia. Estamos todas las semanas pensando cómo hacer para mejorar la carrera.

En qué andamos Hace dos años, nos dimos la discusión de que faltaban autoras mujeres en nuestros programas, y herramientas para problematizar el patriarcado. Logramos que exista una materia de teorías feministas, y que materias que históricamente habían tenido solo autores varones en sus programas, pongan autoras y teorías que piensen a las mujeres como sujetos políticos, o que algunas materias integren una unidad del programa dedicado a la temática de género. También vimos que nos faltaban herramientas para problematizar la sociedad latinoamericana, con sus especificidades, y nos dimos esa discusión. Hoy estamos trabajando en cómo hacer que la tesina sea algo mas accesible, para que le perdamos el miedo y la podamos hacer a partir de los ultimos años de la carrera (y no empezar a pensarla después de rendir el ultimo final, y tenerla colgada mil años) para que nos podamos recibir antes y con más felicidad que estrés. También estamos laburando en que el Profesorado de socio se repiense como una carrera en sí misma, y no como un agregado de la Licenciatura. Así, hace dos años logramos que se abra en las Prácticas, un teórico específico para estudiantes de sociología, para aprender a enseñar contenidos de socio y para repensarnos como docentes al servicio del pueblo. Pero también para preguntarnos, quizás por primera vez (pero ahora fuera de joda), cómo le vamos a explicar a nuestres futures estudiantes cómo funciona el capitalismo,

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qué es la plusvalía, el panóptico, las relaciones de poder, por qué el suicidio es un fenómeno social, cómo se hace para hacer una investigación sociológica y que les sociólogues no solo vivimos de las encuestas. Todas estas cosas las logramos debatiendo entre nosotres y también llevando esas discusiones al Departamento de Sociología, en las Juntas Asesoras Departamentales por medio de seis de nuestres compañeres de la comi, que son nuestres representantes frente al departamento. Por si no sabés lo que es, la Junta Asesora Departamental: es una reunión mensual con representantes docentes y graduades, y con el director de la carrera.

El ENES y la revista En la comi también planeamos el Encuentro Nacional de Estudiantes de Socio (ENES), que es uno de los espacios más lindos que nos tenemos en la carrera, pero eso es tema de la próxima página. Mientras tanto una recomendación: no te recibas sin ir a un ENES. En cuanto a la revista, intentamos que salga todos los años (esta es la número 6). La idea es generar un espacio donde se publiquen notas escritas por estudiantes de socio. Porque los trabajos que hacemos para Método, en los talleres de investigación y las cosas que escribimos en las redes analizando la coyuntura política, son también formas de hacer sociología. Queríamos revalorizar nuestras producciones, reivindicar que como estudiantes tenemos mucho para decir, y no es necesario esperar a recibirnos para publicarlo.


Sumate a la Comi, seguinos en las redes o caete a una reunión y fijate lo que charlamos. Desde tu lugar podés aportar un montón. Y además, bueno, siempre te vamos a cebar un mate.

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