Cuento de Navidad - Colegio Peñarredonda

NAVIDAD

ESO

EPO

DIBUJO: EDUARDO PASUCAL SANDERSON, 3º ESO

DIBUJO: ENRIQUE RAMÍREZ GAVILÁN, 2º EPO

“UN ABETO MUY ESPECIAL.”

“EL ORIGEN DE PAPA NOEL.”

LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA: ENRIQUE LARA TENREIRO, 4º ESO A

LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA: JAIME MORA COIRA, 4º EPO

“THE THREE WISE MEN.”

“A PROBLEM AT CHRISTMAS.”

INGLÉS: FRAN PENDÁS, 4º ESO B

INGLÉS: JAIME ARCE, 6º A

“UN BELÉN.”

“A GALLETA DE XENXIBRE.”

GALLEGO: FFERNANDO CERNADAS, 1º ESO B

GALLEGO: PABLO GROBAS, 6º B

Enrique Ramírez Gavvilán. 2º EPO

01

“El origen de Papá Noel.”

Jaime Mora Coira. 4º EPO

Hace muchos muchos años vivía en un pueblo lejano un chico llamado Noel. Noel solo quería hacer feliz a la gente. En general todos le querían, algunos, incluso, le decían que fuera a vivir con ellos porque siempre les cuidaba y les hacía felices.

Noel tenía muchos amigos: sus vecinos, el de los helados… y los pobres, porque siempre les daba dinero para ayudarlos en sus necesidades.

Una vez pensó Noel ¿Por qué dar cosas cualquier día del año y no dárselas en una fiesta muy importante donde nazca el niño más amable y bueno del mundo? Noel pensó que sería muy complicado encontrar a un niño así… pero lo intentó durante años: por la calle, por el campo, por todas partes. Noel no dejaba de buscar.

Un día se encontró a tres señores muy amables con los que se puso a hablar. Iban cargados de regalos y esto llamó su atención. Ellos le contaron una historia sobre un niño que acababa de nacer y se llamaba Jesús. Iban a llevarle unos regalos porque era el niño más amable y bueno del mundo. Era el niño de Dios. Esperaban encontrarlo siguiendo una estrella que había en el cielo.

Emocionado, Noel les preguntó si podía acompañarlos a visitar a ese niño tan especial, a lo que ellos accedieron encantados. Durante el camino, ellos le hablaron de este niño tan especial.

Al llegar a casa del niño, Noel vió que era un niño que no tenía nada, estaba arropado en un pesebre, acompañado de sus padres, un buey y una mula; pero sintió una sensación de amor y de paz indescriptibles.

Los tres señores le hicieron regalos. Él también quiso hacerle un regalo y en ese momento pensó que éste era el niño que había estado buscando durante tanto tiempo para celebrar la fiesta. Noel eligió para celebrar la fiesta el día del cumpleaños del niño Jesús, el 25 de diciembre.

Noel quiso tener al niño en sus brazos y mecerlo. Los tres señores al verlo sonrieron y le dijeron que parecía un papá. Desde entonces le llamaron Papá Noel.

02

“A problem at Christmas.”

Jaime Arce. 6º EPO A

Once upon a time there was a boy whose name was William Baker. He lives in New York, and now it is the last day before the Christmas holidays, the 22nd of December. That night he went to sleep early, but his mother and his father are at work, they’re doctors.

He takes a video camera and he disassembles the handle door handle, and he puts it the on the door and starts the video.

At 2 in the morning he wakes up because he hears a noise, he gets up and looks through the camera, and sees Santa Claus, but Santa Claus is very fast. William comes out of his house and sees the great sleigh of Santa Claus, with his eight reindeer, and climbs the telephone pole and got on the sled without thinking. Five minutes pass and Santa Claus returns to the sleigh, presses a button and they travell super fast to Massachusetts. Then William makes the mistake of greeting Santa Claus, Santa gets a giant fright, and moves the reins of the sleigh and the reindeer almost collide with a building, but they turn and instead of them the sleigh crashes, and they slowly fall.

When they land, Santa Claus tells William that he is going to be on the bad boys list for all eternity, and that because of him they have a very serious problem. Maybe there would be no Christmas this year. They walk for many meters, and there is no way to find any vehicle because at Christmas everything is closed. After a while they enter a restaurant and obviously Santa Claus knows everyone, and he asks each one for their car, but since they don’t know the face of the real Santa Claus, they obviously do not lend it to him. They leave the restaurant and a man suddenly appears and asks them if they are looking for a car and they tell him the man lends it to them, and they take William to his house and deliver their gifts to all the children on Earth.

And just in case you didn’t realise, the good man was Jesus Christ.

03

“A galleta de xenxibre.”

Pablo Grobas. 6º EPO B

Érase unha vez unha muller chamada María González Pérez.

María estaba esperando o Nadal coa súa familia, entre outros, seu fillo Pablo Rodríguez González e seu marido Juan Rodríguez Machís.

O día no que chegou o 1 de decembro eles foron mercar o Calendario de Advento no supermercado preto da súa casa.

Día a día foron comendo as recompensas do calendario pero o día 17 abriron a ventaniña do calendario e saliu o protagonista: a galleta de xenxibre.

Esta quería facerlles a vida imposible e cada día ía escondéndose de eles.

No día 20 a galletiña de xenxibre ía collendo os materiais que estaban fora da casa por aí tirados no lixo.

No día 21 os donos atoparon coma unha maquína fora da súa casa pero non lle deron importancia e marcharon durmir.

No día 22 a galletiña de xenxibre fixo un soporte para a súa maquína (esa á que os donos non lle fixeron nin caso) a escondeuno no garaxe.

O día 23 a familia saliu polo garaxe e veu a máquina. Foron a por unha pala para sacalo de ahi e canto volveron xa no estaban o caso e que a galletiña o fixo desaparecer coa súa maxia.

No dia 24 a galletiña de xenxibre puxo a maquína no garaxe e cando a familia saliu foron ao pasado na máquina. Esa viaxe foi a mellor porque foron ao portal de Belén, é dicir, foron ver ao neno Xesús.

Ao final á galletiña de xenxibre recibiu un monton de agasallos: pasteis, formas para facer máis galletiñas de xenxibre…

Acordádevos: sempre hai que confiar nas galletiñas de xenxibre porque elas pódenche facer o Nadal moi divertido e compensa sempre ser boas persoas.

04

Eduardo Pascual Sanderson. 3º ESO 05

“Un abeto muy especial.”

Enrique Lara Tenreiro. 4º ESO A

Un día de otoño que Jaime paseaba por el bosque se encontró un bastón de madera oscura y vieja.

Lo recogió preguntándose quién habría perdido un bastón tan elegante. Al llegar a la entrada del bosque de abetos se encontró a un anciano que lloraba sentado en una roca. Jaime se acercó y le preguntó preocupado: - ¿Por qué lloras? ¿Puedo ayudarte?

- ¡Qué bien encontrar un niño que me ayude! Tropecé en el camino con unas piedras y se me cayeron mis gafas y el bastón que me ayudaba a andar. Ahora estoy perdido y tengo un pie hinchado que no me deja seguir.

- No te preocupes - dijo Jaime-. Aquí tienes tu bastón, lo encontré mientras caminaba. si te apoyas en mí te puedo ayudar a volver a casa.

El anciano muy contento, se puso en pie. Con ayuda de su bastón y poniendo una mano sobre el hombro de Jaime pudo andar con pasitos cortos. Por el camino tuvieron la suerte de encontrar las gafas del anciano, quien pudo, así, volver a su casa lleno de alegría. En agradecimiento quiso hacerle un regalo a Jaime: - Aquí tienes esta semilla de un árbol muy especial. Plántala y cuídala con paciencia. Crecerá despacio un árbol hermoso que traerá felicidad a tu casa y protegerá siempre a tu familia, especialmente en Navidad.

Jaime tomó en su mano la semilla, que le pareció muy delicada, Era redonda, marrón, y parecía que tenía un ala pequeña como si quisiera echar a volar. La llevó con cuidado en su mano hasta su casa donde busco una gran maceta de barro. Escogió de su jardín la tierra más oscura y puso la semilla en el centro. La regó con agua y la colocó en un rincón protegido del viento.

Cada semana Jaime regaba su maceta y observaba la tierra por si veía alguna novedad pero nada parecía cambiar. Llegó el invierno y seguía preocupándose de que la tierra siempre estuviera lo suficientemente húmeda, pero sin helarse. Pasaron varios meses y Jaime se entristeció, porque sentía que había 06

perdido el tiempo cuidando de aquella maceta en la que nunca pasaba nada. Sin embargo, la primavera llegó y con los primeros rayos de sol, apareció una puntita blanca en la superficie de la tierra. Este pequeño brote se fue alargando y cambiando de color, primero verde claro y luego más oscuro. El rostro de Jaime se llenó de ilusión y puso la maceta en el lugar más soleado del jardín para que despertase pronto de su largo reposo invernal.

Con el paso de los días, pequeñas hojas en forma de agujas salían de los laterales de la planta que se estiraba y crecía , como si los rayos de sol tirasen de ella para arriba. Al cabo de unos meses crecieron nuevas ramas que se llenaron de miles de agujas verdes y brillantes. La planta crecía despacio, pero a Jaime no le importaba, él seguía mirándola con esmero.

Después de varios de varios años de riegos, cuidados y alguna que otra poda, la planta resultó ser un hermoso y robusto abeto. Como la maceta se había quedado pequeña, Jaime la trasladó al centro del jardín, junto a los rosales, en el lugar principal. Ese invierno, al llegar la Navidad, decoraron el abeto con grandes bolas de colores, llenaron las ramas de espumillón brillante y colocaron una guirnalda de luces a su alrededor.

Todos los vecinos del barrio se acercaron a ver ese árbol tan especial en el que nunca se había fijado hasta ahora. Miraban sorprendidos y no podían evitar una sonrisa al decir: “¡Es el árbol más bonito que hemos visto!” y la alegría, que era contagiosa, se extendía entre todos.

Esa Nochebuena, después de haber cenado todos en familia, Jaime se asomó a la ventana para contemplar a su querido abeto, que relucía con los colores del arco iris. Una estrella fugaz cruzó el cielo y, justo antes de caer a la tierra, se posó en lo alto del abeto, iluminándolo con una gran luz blanca. Jaime se llenó de alegría y vio en la estrella el rostro del anciano al que varios años atrás ayudó a volver a casa con su bastón perdido. Recordó sus palabras y sintió una inmensa felicidad. Mirando a su alrededor se dio cuenta que toda su familia estaba contenta y reía disfrutando de los juegos. Antes de unirse a ellos en la fiesta, volvió a mirar el árbol y pidió que cada año la alegría volviera en Navidad para iluminarlos, igual que lo hacían esa noche las luces de su amigo al abeto.

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“The Three Wise Men.” ´ Pereira. 4º ESO B Francisco Manuel Pendas

Once upon a time there was an Israel shepherd, named David, who had been a soldier, but had retired and was now tending a large flock of sheep in the vicinity of a village called Bethlehem. He tended it with the help of three shepherds, and at night he kept it in a sheepfold. One night, dark as tar (except for a very large star, which shone brightly), the guard dogs, who guarded the sheepfold where the shepherds also slept, began to bark loudly and became restless. Something was going on. The shepherds finally woke up and heard noises (someone or something was approaching).

David went to a shed and took out several spears, bows, arrows and swords and gave them to the others. The dogs were still barking, wolves or bandits were no strangers to these lands. They waited for 5 eternal minutes, when they could hear them clearly, David shouted: -Who goes in this dark night?" a murmur came to him: "A caravan of travellers", David answered: "Turn on a light so we can see you, thieves abound in these lands, and we do not know about you".

He had not yet finished speaking when a light was lit and a caravan of camels and about twenty soldiers or servants, and three men on horseback, was seen despite the darkness.

One of the men on horseback turned to David, "We could spend the night here? We have been trying for several hours to find a place to sleep and rest. David replied: "Of course, if you want you can unload the camels and let me take them to the sheepfold where they can eat, drink and sleep, but there is a problem, we can't all fit in the sheepfold shed. The one on horseback replied: "Thank you very much, space will not be a problem, my men are carrying tents. The travellers unloaded the camels and David led them to the sheepfold, then took two lambs and ordered the other shepherds to light a fire to roast them.

During dinner they exchanged stories, experiences, and anecdotes. David finally knew the names of the travellers: Melchior, Caspar, Balthasar; they were three wise men coming from the East. - Why did you come from so far away to Bethlehem, why did you come from so far away? asked David; they answered him: 08

"We have been following a star, which one day appeared out of nowhere and is very bright. It seems to announce something, something important, the coming of a person who will mark a before and after in history.” David was impressed because according to the prophecies of the Jewish prophets the Messiah was to be born in Bethlehem. So he said: Allow me to go with you to Bethlehem, because I want to see this person who announces the star, because in my religion the Messiah saviour has to be born in Bethlehem, so announced the prophets; also I will be of help, there is still a day's journey and I know all the wells of water and all the roads, do you agree? And so together they set out for Bethlehem.

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“Un belén.”

Fernando Cernadas. 1º ESO B

Simón era unha pequena figuriña de plástico para poñer en calquera recuncho dun belén de Nadal.

Nacera nunha gran fábrica de China e nin sequera estaba moi ben pintado, polo que sempre tiña que estar afastado do portal, enchendo calquera oco ou deixándose babexar polos nenos da casa. Pero quería moito a ese Neno que todos os días o miraba e sorría dende o presebe. O seu sono era que un ano o colocaran preto do portal, aínda que fora so un pouquiño...

Unha noite, pouco antes do Nadal, María chamou a todos.

- Necesitamos a vosa axuda. Unha gran guerra está a piques de comezar e Xesusito tivo que marchar para tentar evitala. Alguén ten que substituílo ata que volva.

- Fareino eu, dixo un anxo precioso. Non penso que sexa moi difícil ser un bebé.

Ao tomar o anxiño o seu lugar no presebe, outro anxiño tivo que ocupar o lugar que este deixara baleiro. Ese outro anxiño foi substituído por un neno pastor... e así unha tras outras case todas as figuriñas tiveron que intercambiar as súas posicións. Con todo este movemento, o Simón acabou facendo de pastor, moito máis preto do portal do que nunca estivera.

Pero non foi ben. O anxiño era fermoso e choraba coma un bebé, pero notábase moito que non era o Neno. O Xosé tivo que pedirlle que marchase e buscaron outro substituto. De novo as figuriñas cambiaron de posición e Simón acabou aínda máis preto do portal.

O novo suplente tampouco soubo imitar ao Neno. E tampouco ningún dos outros tantos que seguiron probando durante toda a noite. Cos cambios, Simón púxose bastante preto do portal. Emocionado, axudou no que puido: cepillando os animais, limpando o hórreo, levando auga, charlando cos maiores, cantando cos anxos... Tan ben o fixo que, cando por fin atoparon un bo substituto, María. e Xosé deixárono pasar preto.

Era a figuriña máis feliz do mundo! Só lle intrigaba unha cousa: buscara auga cando se escolleu o substituto e non vira quen era. Sempre que miraba, estaba cuberto polas sabas, e como ninguén botaba de menos o verdadeiro Neno, Simón esperaba que fose o propio Xesús quen regresara. Un día xa non puido máis e, aproveitando que era cedo e todos durmían, mirou baixo as mantas...

Cando sacou a cabeza unha enorme bágoa rodou pola súa meixela. María mirouno doce.

- Non isto...

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"Seino -dixo María- O substituto de Xesús non está no berce. Es ti, Simón.

- Pero se só son unha figuriña mal feita...

- Non estarás tan mal feito cando fixeras que ninguén se decatara de que non estaba alí! Mira, Simón, fixeches o que mellor sabe Xesús: amar tanto a todos que se sintan verdadeiramente especiais, ¿non o sentiches cando te miraba todos os días? E outros o senten grazas a ti.

Simón sorriu.

- Xesús pediume que siga gardando o teu segredo. Segue buscando substitutos coma ti en cada pequeno recuncho do mundo, para que sexa un lugar mellor. Gustaríache seguir sendo o fillo invisible deste nacemento?

Claro que quería! E así foi como Simón sumouse á inmensa lista de persoas que, como quería Xesús, celebran o Nadal facendo un pouco mellor o seu pequeno mundo.

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