Mujeres Puertorriqueñas, Protagonistas en el Caribe (1987)

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MUJERES PUERTORRIQUENAS, PROTAGONISTAS EN EL CARIBE

DECIMO AN IVERSARIO REVISTA DE CIENCIAS SOCIALES Torno Extraordinario, Num . 4, 1987

UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PUERTO RICO

Editores: A. Frambes-Buxeda , I. Sumaza Laborde, M.C. Rodriguez, G.T. Cruz, A. Roe


JUNTA EDITORA Aline Frambes Buxeda de Alzerreca • Directora Irene Sumaza Laborde Maria Cristina Rodriguez Gladys T. Cruz Alicia Roe

ADMINISTRACION UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PUERTO RICO RECINTO METROPOLITANO Dr. Ramon A. Cruz Presidente de la Universidad

Dr. Jose Lema Moya Vice Presidente

Dr. Jose Gonzalez Marrero Vicepresidente de Asuntos Academicos

Dr. Rafael Cartagena Rector

Dra. Dagmar Guardiola de Suris Decana Div isio n de Ciencias y Profesiones de la Conducta Suscripciones: Homines se publica dos veces por aiio. El precio anual es : Puerto Rico ($15.00); El Caribe y EE.UU . ($22.00); Sur y Centro America y Eu ropa ($25.00). El precio del numero suelto en Puert o Rico es de $8.00 y $10.00 por numeros atrasados . Todos los pedidos deben dirigirse a: Directora , Revista Homines, Universidad lnteramericana de Puerto Rico , Recinto Metropolitano , Division de Ciencias y Profesiones de la Condu cta, Apartado 1293, Hato Rey , 00919, Puerto Rico.

Portada: " El tocador", Myrna Baez, acrllico 44 " X 62 ", 1985 Contraportada: " Dona Patria " , Lizette Lugo, medio mixto,

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PRODUCCION TECNICA: A. Frambes Bu xeda - Direcci6n - Editora S.E. Arocho Velazquez - Coordinaci6n Tecnica, Redacci6n Carlos Ponce: Asistente Fotografia Minerva Cruz: Asistente Art e

© Derechos de Autor, 1987, por Homi nes. Derechos reservados . El material publicado en la revista podra ser citado siempre que se le de respectivo credito. Este libro no puede ser reproducido, todo o en parte, en forma alguna sin permiso escrito de los editores.

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39 ½", 1985.


MUJERES PUERTORRIQUENAS, PROTAGONISTAS EN EL CARIBE Torno Extraordinario, num. 4, febrero, 1987

Ml vol. 10, num. 2, agosto de 1986 a febrero de 1987

© Derechos Reservados , HOMINES, San Juan , febrero, 1987


NOTAS AL LECTOR OBRAS ARTES PLASTICAS, ASOCIACION DE MUJERES ARTISTAS DE PUERTO RICO Hemos ilustrado este numero con mas de 30 obras de la exposici6n de " Mujeres Artistas de Puerto Rico ", celebrada de/ 15 de febrero al 31 de marzo de 1986, en el Museo de Bellas Artes def lnstituto de Cultura Puertorriquefla. La muestra se encuentra en las portadas (obras de Myrna Baez y Lizette Lugo), en las primeras paginas y al comienzo de cada secci6n tematica. Agradecemos la gentil colaboraci6n de " Mujeres Artistas de Puerto Rico " . La secci6n " debate te6rico " contiene un articulo sabre " la tendencia 'post-marginalidad' en las artes plasticas puertorriqueflas", que comenta la exposici6n original rea/izada par estas artistas. Para mas informaci6n escriba a: Asociaci6n de Mujeres Artistas de Puerto Rico, clo Liga de Estudiantes de Arte, Apartado 5181 , Puerta de Tierra, Puerto Rico 00906; telefono: (809) 753-8359.

ENSAYO FOTOGRAFICO SOBRE LA MUJER PUERTORRIQUENA Panorama visual de nuestras mujeres en diversas epocas hist6ricas y en sus lugares de trabajo. Ref/eja algunas de las facetas de la mujer en diferentes grupos de la estructuraci6n social. Expresi6n de su existencia en la producci6n, el tiempo y el espacio. Las paginas 9 al 31 brindan este ensayo fotografico. Agradecemos al peri6dico " El Mundo" su cooperaci6n en la confecci6n def mismo.

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Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


"Mujer", 1980-85, Analida Burgos, acrilico, 8 ¼" x 11 ½".

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" Flamboyan Num. 1 ", 1975, Rosita Haeussler, acrilico sobre papel.

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"Ritmos de Ramas y Flores ", 1985, Rosita Haeussler, acrilico, 42" x 54 1/8" .

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Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


INDICE

Homines,

Lydia Milagros Gonzalez

Torno Extraordina ri o, Num. 4, febrero, 1987 Vol. 10, Num . 2, agosto, 1986 • febrero, 1987

Tras el mundillo de la aguja

Pinturas • Aries Plasticas Asociaci6n Mujeres Artistas de Puerto Ri co

2

Las trabajadoras del tabaco en Utuado, Puerto Rico, segun el censo de 1910

Presentaci6n

8

Ensayo Fotografico sobre la Mujer Puertorriquena

9

LA MUJER EN LA ECONOMIA Baltazara Colon de Zalduondo

El valor econ6mico y social del trabajo de la mujer en el hogar Luz de/ Alba Acevedo

Pol ltica de industrializaci6n y cambios en el empleo femenino en Puerto Rico: 1947-1982 Janice Petrovich Sandra Laureano

Towards an analysis of Puerto Rican Women and the Informal Economy

32

Mas Alla de las Mas caras: Una estrategia radi cal feminista Aline Frambes-Buxeda

La " post-marginalidad" como tendencia en la obra de mujeres artistas puertorriquenas Veronika Bennholdt-Thomsen

Tambien en el Tercer Mundo se r, rea el ama de casa , i,por que? Maria Milagros Lopez

Reflex iones en torno al debate feminista en Puerto Ri co Lidia Falcon O'N eill Ma. Encarna Sanahuja

40

70

88

La hormiga alada o en torno al proyecto femin ista socialista: rep rivatizaci6n y mercantil izaci6n del contexto domestico y la instancia de la subjetividad

120

Rosa Santiago-Marazzi

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

192 197 201

Los estereotipos sexuales en la selecci6n de Carrera

Doris G. Knudson

207

244 247 249

LA MIGRACION Y LA MUJER Margarita Ostolaza Bey Migraci6n y control del cuerpo de la mujer:

254

un nuevo enfoque Irene Sumaza

The effects of an assertiveness trai ning program for Puerto Rican co llege women planning to emigrate to the United States

263

IGLESIA Y RELIGION 134

Antulio Parrilla

La mujer en la iglesia

137

Sonia Rodriguez Cortes

Socio-Cultural-Religious background of Puerto Rican women

27 4 277

PRENSA Y MEDIOS DE COMUNICACION

TEMAS HISTORICOS La inmigraci6n de mujeres espanolas a Puert o Rico en el periodo colonial espanol

La participaci6n de la mujer puertorriquena en la Educaci6n Superior de la Isla: Reconstrucci6n Hist6rica

La asertividad: alternativa para la mujer

105

187

EDUCACION Y CARRERAS

The struggle to excel

96

Claudia V. Werlho f

Madeline Roman Maria Milagros Lopez

Maltrato flsico a la mujer en Pu erto Ri co

.Eneid Routte Gomez

116

La Nueva Mujer

El hostigamiento sexual en el emp leo

Zoraida Santiago

Luisa Valenzuela

Pedro Javier Boscio

Mercedes R. Alvarado

Angeles Almenas Velasco

82

173

HOSTIGAMIENTO SEXUAL · MAL TRATO · SALUD MENTAL

Salud mental en la mujer

110

El proletariado ha muerto: i,Viva el ama de casa?

Las mujeres y el contexto social de los anos cuarenta

Miguel A. Rivera

Modo de Producci6n y Patriarcad o Censura

Marcia Rivera

Teresita Grovas

DEBATE TEORICO Lydia Velez

Fernando Pico

166

ldsa E. Alegria Ortega

154

La representaci6n de la mujer trabajadora en la television en Puerto Rico

289

5


Homines

Sylvia Enid Arocho Velazquez

CONTINUACION

La mujer y el acceso al poder en Puerto Ri co Isabel Pico Vidal

Gladys Crescioni

Muj er puertorriquena : fuente y caudal Elizabeth Hernandez Torres

Images of women in Mas s Media Jesus Vera Irizarry

La mujer en los medics de comunicaci6n . ~Problema de el las o de todos ? Eneid Routte Gomez

Many women, one people

Women and Pu erto Rican politics before enfranchisement

294 296 301 304 307

Poesfa de Ana Irma Rivera Lassen

312

Poesla de Vanessa Droz

316

Tio

Eneid Routte Gomez The politic s of intuiti on

319

Nilsa Burgos

Ana.Ii sis hist6rico preliminar sob re la mujer y el trabajo en Puerto Ri co: 1899-1975

Lydia Peiia Beltran

Proceso de clasificaci6n para mujeres ofensoras en Puerto Ric o

330

Analisis comparative de los programas de ayuda a las confinaqas, entre la ca.reel de Framinham en Boston y la de Vega Alta en Puerto Rico

339

Doris Vazquez Ramirez

Cynthia Velazquez

Margarita Fernandez Olmos

Desde una perspectiva femenina : La cuentlstica de Rosario Ferre y Ana Lydia Vega Maria Arrillaga

La narrativa de la mujer puertorriquei\a en la decada del setenta Carmen Dolores Trelles Nuevas ficciones de Rosario Ferre Juan Martinez Capo

Sobre los silencios de Marfa Bibiana Ben itez

Las pintoras ayer y hoy Aline Frembes-Buxede

Germinar de la obra de Noemi Ruiz y de la sociologla del _arte en Puerto Rico

Julia de Burgos: Feminista

347 349

Marie Ramos Rosado

La mujer puertorriquena negra, " La otra cara de la historia " Helga Serrano

El legado de Ana Roque de Duprey Jose Echeverria

Semblanza y alabanza de la prodigiosa y nunca bien ponderada Nilita Vient6s Gast6n

352

Aline Frembes-Buxede

La ciudad de San Juan, presagio de su metamorfosis en imagenes de Marta Matos

357 366 385

GOBIERNO Y POLITICA Merle Font de Calero

La mujer y la poHtica

6

432 446

462 468

396

482 491 498 500

BIBLIOGRAFIA DI RECTO RIO LIBROS · REVISTAS Aide J. Alicea de Vazquez

Carmen Terese Ruiz de Fischler Olga Albizu , Myrna Baez y Luisa Geigel: Tres mujeres pioneras en las artes plasticas

429

MUJERES PROMINENTES

ARTE Y SOCIOLOGIA DEL ARTE Olga Nolle

421

CARCELES E INSTITUCIONES PENALES PARA MUJERES PUERTORRIQUENAS

322

LITERATURA

405

FUERZA DE TRABAJO Y SINDICALISMO La mujer obrera en el movimiento si nd ical

Poes fa de Maria de los Angeles Ortiz

Poesla de Elsa

Participaci6n de la muj er puertorriquefia en el gobierno y la lu c ha polftica

Yamila Azize

POESIA Y LA MUJER

Carmen Lucila Quiroga Julia de Burgos: El contexto his t6ricosoc ial caribei\o en la expresi6n poetica

Sylvia E. Arocho Velazquez

401

La mujer en Puerto Rico: Bibliografla Yamila Azize

Bibliograffa de libros sobre la mujer en Puerto Rico

511 516

Dlrectorio instituciones y centros de servicios a la mujer en Puerto Rico

524

Libros recomendados sobre la mujer

533

Panorama de revistas femeninas

539

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


" Lazos Nupciales ", Serie Amarres, Betsy Padin, acrilico, 60" x 48".

"I nterior Rosado ", 1986, Myrna Baez, acrilico, 40" x 63".

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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PRESENTACION Decimo Aniversario de Homines

Tratamos que la mujer del " ahora ", ayer y porvenir en Puerto Rico estuvieran todas presentes , de alguna manera , en este libro. Busquenlas en los temas , en los ensayos , en las fotografias , en las resenas de libros y revistas , en la bibliografia y hasta en las notas al calce. Si de veras faltara alguna , de todas maneras tambien estaria presente , pues este libro es sobre ellas , dedicado a ellas y lectura para todos nosotros en el pais. Libro a manera de inventario para fin de siglo , logra agrupar temas sobre la inmensa producci6n creada por y sobre mujeres puertorriquenas de variados t6picos como: la migraci6n , educaci6n , historia, empleos, hostigamiento sexual , periodismo, arte , poesia, literatura, sindicalismo, obreras ; la mujer en la politica, religion , economia y carceles. lncluye una secci6n general sobre la discusi6n te6rica feminista, con muestras nacionales e internacionales de sus mejores exponentes. Se anade una bibliografia todavia parcial sobre trabajos y escritos de la mujer puertorriquena, asi como un directorio de instituciones feministas en el pais. Por supuesto, tampoco faltan las resenas de algunos libros y revistas sobre la mujer aqui en en Puerto Rico y en otras fronteras de " nuestra latinoamerica ". Vaya el agradecimiento a todas las mujeres y hombres que hicieron posible esta publicaci6n. Homines adema_s cumple 10 anos de existencia; eso de por si es un logro para una revista en cualquier parte del mundo. Esperamos haber aportado una alternativa diferente en la calidad de nuestras vidas, mejor de alguna manera, para todos en Puerto Rico . Con nuestro decimo aniversario nos uni mos tam bi en a la celebraci6n de los 75 anos de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico en el anode 1987. Aline Frambes-Buxeda Directora

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Homines, Vol. 10, Norn. 2, 1986-87


ENSAYO FOTOGRAFICO

"Mujer puertorriqueiia en el Viejo San Juan " (Foto: Angel Garcia Pena).

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Mujer con su familia de Loiza, Puerto Rico, 1899.


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Lava nderas puertorriqueiias , 1910.


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l\llujeres puertorriqueiias en la industria de sombreros , 1911 .

Mujer trabajadora; fabrica de carton, decada del 1940.


Mujeres puertorriqueiias en su trabajo, decada del 1950.

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Puertorriquena e hijo , 1955.

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Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Ana Milagros Santiago, Presidenta Hermandad de Empleados No Docentes de la Universidad de Puerto Rico , 1984.

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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Mujeres en el teatro y television : Sharon Riley , Camille Carrion , Glady s Rodrigue z. Ang ela Meyer. Maril yn Pupo, Johanna Rosaly en la obra : " Las Chicas del 8-C ".


Arriba : Secretarias puertorriqueRas, 1983. Abajo: Juez Asociada , Myriam Naveiro de Rod6n , Tribunal Supremo de Puerto Rico, 1985, Serie " Mujeres Puertorriqueiias en su trabajo y profesiones ".

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Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Velda Gonzalez, " La Carreta ", de Rene Marquez, 1986, Serie " Mujeres actrices puertorri querias ".

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Maestra y costurera puertorriqueiia , 1981, Serie " Mujeres en sus trabajos y profesiones ".

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Homin es, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Puertorriqueiias en el deporte: Madelin de Jesus , 1983.

Homines , Vol . 10, Num. 2, 1986-87

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Mujeres puertorriqueiias y caribeiias en el deporte: Angelita Lind (Num. 35), 1983.

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"La Carreta " de Rene Marquez, teatro puertorriqueiio; Gladys Rodriguez, Amneris Morales, Lucy Boscana , Pedro Juan Figueroa, Mercedes Sicard6, 1984.


Arriba : Mujer puertorriqueiia tejiendo el " mundillo", 1984. Abajo: Pintora , Cecilia Orta de Allende, Serie " Mujeres en sus trabajos y profesiones " (Foto 1958).

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Hom ines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


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Escuela Industrial, Carcel de Vega Alta para !"Ujeres, 1966.


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"Labores cotidianas en Loiza Aldea ", F. Fernandez, 1980.

Homines, Vo l. 10, Num . 2, 1986-87

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Arriba: Mujeres puertorriqueiias en la literatura y las artes. Isabel Cuchi Coll , Carmen Alicia Cadilla, Rosario Guiscafre, 1978. Abajo: Mujeres en la politica puertorriqueiia: Albita Rivera , Elsie Calderon, Gladys R. de Galarza , Carmen Sonia Zayas , 1985.

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LA MUJER EN LA ECONOMIA

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Senadora Victoria Munoz Mendoza, 1986.

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EL VALOR ECONOMICO Y SOCIAL DEL TRABAJO DE LA MUJER EN EL HOGAR* Baltazara Co/6n de Zalduondo * * Hace poco tiempo escuche con atenci6n a una vecina que visiblemente contrariada me relat6 el incidente que acababa de tener. Habla aceptado ella contestar unas preguntas para una encuesta de mercadeo de un producto nuevo. El entrevistador le pregunt6 si trabajaba, a lo que ella contest6 que sf. La siguiente pregunta fue: "lD6nde trabaja?" Ella dijo: " Aqul , en mi casa. Soy ama de casa" . A lo que el entrevistador replic6, " jSei'\ora, entonces usted no trabaja! " Este incidente es bastante comOn, pero refleja la actitud generalizada de nuestra sociedad hacia las tareas que desempei'la la mujer en el hogar. Tan arraigadas estan en nuestro sistema de valores que podrfa aseverar que estan institucionalizadas en los sistemas y metodos de cuantificaci6n de los flujos de producci6n e ingreso que se generan en nuestro pafs.1Ello es cierto no s6Io en el sistema de contabilidad social de Estados Unidos (que es el mismo que se utiliza en Puerto Rico), sino tambien en el de las Naciones Unidas. Ninguno de estos dos sistemas de cuentas nacionales reconoce los servicios generados por la ama de casa como actividad productiva. El mismo tratamiento se da a otras actividades productivas dentro de la unidad familiar. John Kendrick ha observado al respecto que el trabajo de la ama de casa, el trabajo voluntario y hasta el trabajo escolar que rea lizan los estudiantes constituyen importantes actividades econ6micas para las cuales nose provee un estimado en el sistema de cuentas nacionales. En conclusi6n , i La ama de casa no trabaja! La definici6n a que mas amplio use se ha dado, surgi6 en Estados Unidos a fines de la decada de los 30, como consecuencia de la bOsqueda de una forma que hiciera cuantificable las perdidas econ6micas que trajo la Gran Depresi6n. Esta definici6n categoriza las personas en dos grupos: (1) las que se desempenan en actividades econ6micamente productivas y (2) las que no lo hacen. lOue es una actividad econ6micamente productiva? La convenci6n , tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, es de jar que sea el mercado el que determine quien es o no es econ6micamente productivo. El criterio fundamental para determi nar el status de un trabajador es el mercado. De acuerdo con este criterio, la actividad econ6mica a que usted se dedique es econ6micamente productiva si hay Ponencia presentada en el Segundo Seminario de la Comisi6n para los Asuntos de la Mujer, Centro de Convenciones, Hotel Condado --18 de octubre de 1981 . * * Profesora, departamento de Administraci6n Comercial y Economfa, Universidad lnteramericana, Recinto Metropolitano, San Juan. Esta ponencia fue presentada tambien en la Universidad lnteramericana, Conferencia sabre la mujer celebrada durante el semestre: feb-mayo, 1982.

*

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alguien dispuesto a pagar por ella. Por lo tanto, son parte de la fuerza trabajadora, solamente aquellas personas que estan ofreciendo o estan dispuestos a ofrecer sus servicios productivos a cambio de un pago. Todos los servicios rendidos por la ama de casa quedan clasificados coma actividades econ6micamente noproductivas. El Departamento del Trabajo y Recurses Humanos de Puerto Rico define la fuerza trabajadora (se le llama tambien grupo trabajador) coma aquel segmento de la poblaci6n civil no institucionalizada de 16 ai'\os y mas (poblaci6n activa) que participa en el proceso productive. La fuerza trabajadora esta compuesta de los que estan empleados y los desempleados. Esta definici6n hace estadlsticamente operacional el· concepto de fuerza trabajadora. Los datos estadlsticos recopilados con este criteria describen el tamai'\o y composici6n de la fuerza trabajadora . El concepto de Producto Nacional Bruto (PNB) que es el valor monetario de la corriente de biene~ y servicios finales producidos en un pals en uil ai'\o determinado, incluye solamente aquellas actividades que pasan por el mecanismo de mercado. Se excluyen los servicios de la ama de casa ya que no conllevan una transacci6n en que medie el dinero. Una de las dificultades que presenta la clasificaci6n de actividades econ6micas coma productivas y no productivas es que una misma actividad puede moverse de una a otra categorla a lo largo del tiempo, sin que cambie la naturaleza intrlnseca de dicha actividad. Esto ocurre cuando una actividad generada por la mujer en el hogar, libre de cargos , se comercializa y se convierte en objeto del intercambio. La actividad pasa de categorla " n-o productiva" a " productiva". Por ejemplo, las comidas confeccionadas en el hogar constituyen una actividad " no-productiva" rendida por la mujer en el hogar. El valor de este servicio nose contabiliza ya que, por definici6n , la ama de casa no es parte de la fuerza trabajadora . A medida que la mujer se une a la fuerza trabajadora y va a trabajar fuera del hogar, parte de las comidas son confeccionadas fuera de este, en establecimientos comerciales. La actividad se convierte en objeto del intercambio comercial. El servicio se adquiere en el mercado a un prec io, por lo que es contabilizado coma actividad productiva y el PNB aumenta. Sin embargo, el servicio siempre existi6 aunque nose consideraba coma producci6n porque era rendida por la mujer en su hogar. A la luz de estos hechos , no habla cinismo de parte del eminente te6rico Pigou (1877-1959) cuando coment6 que si un hombre se casaba con su ama de llaves el PNB disminuia. Su observaci6n plantea que es inconsistente pasar una actividad de categorla no-productiva a productiva meramente porque esta se ha comercializado. En paises sub-desarrollados, donde existen sectores no monetizados en que se utiliza el trueque, la cantidad de actividades no registradas por via del mercado es considerable . Deahl que la valoraci6n de la producci6n y el ingreso de estos palses este subestimada. La mayorla de las mujeres en estos palses no forman parte de la fuerza trabajadora y una proporci6n significativa de los bienes y servicios consumidos por la familia son generados dentro del hogar. En consecuencia, la comparaci6n de estadlsticas de ingreso y producci6n entre palses subdesarrollados y palses desarrollados puede conducirnos a conclusiones inexactas. En estos ultimas (los desarrollados), una proporci6n de las mujeres, relativamente mayor queen palses subdesarrollados, forma parte de la fuerza trabajadora ; por lo que el volumen de transacciones no registradas es relativamente menor, produciendose una tendencia hacia la sobreestimaci6n. Es decir, en los palses desarrollados ocurre un desplazamiento de actividades (lavanderla, cuidado de nii'\os, cocina, limpieza del hogar) hacia el mercado que tiende a producir un sesgo hacia arriba. Al comparar estos palses desarrollados con los subdesarrollados, que lleven sesgo hacia abajo, se acentuan diferencias en ingresos y producci6n . El efecto adverse de las actividaHomines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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des no cuantificadas puede percibirse aun sin establecer comparaciones entre parses. Mientras mayor sea el crecimiento econ6mico de un pals, mayor sera el desplazamiento de actividades hacia el mercado y mayor la posibilidad de sesgo hacia arriba resultante de las actividades no contabilizadas. Es de esperarse que al comparar estadlsticas de PNB de Puerto Rico, para 1940 y para 1978 (aun despues de ser deflacionadas para variaciones en precios) el sesgo acentue el verdadero creci miento de la producci6n. i,A que se debe, entonces, que no incluyan los servicios productivos generados fuera del mecanismo de mercado en las estadlsticas de PNB? Los expertos en sistemas de cuentas nacionales sei'lalan que existe una gran dificultad en valorar de manera objetiva los servicios de la ama de casa y otros servicios productivos a que me he referido anteriormente. La inclusi6n de estos servicios podrla introducir elementos de subjetividad en las estadlsticas que podrlan perjudicar su confiabilidad y comparabilidad. Algunos consideran que el volumen de estas transacciones es pequei'lo en comparaci6n con el total de la producci6n, por lo que su inclusi6n en el PNB ai'ladirla muy poco a las estadlsticas nacionales. Quizas el efecto mayor serla en parses subdesarrollados, donde el volumen de estas actividades es relativamente significativo. Existen otros puntos de vista respecto a si la producci6n de la ama de casa debe o no considerarse trabajo. Una posici6n interesante y controversial es la de Charlotte Phelps, de la Universidad de Temple. Ella sostiene que para la mayorfa de las mujeres sus actividades en el hogar no son "trabajo", sino " actos de amor" . Su versi6n de la economla de mercado es que hay dos formas en que las personas valo-. ran los servicios de otros. Estos son: (1) con remuneraci6n monetaria o (2) con remuneraci6n slquica (significa aprobaci6n). Si la ama de casa percibe sus actividades en el hogar como trabajo, ella esta trabajando para recibir aprobaci6n de SU' marido e hijos. El ingreso monetario percibido para gastarlo en sus actividades de ocio constituye una medida de c6mo la valora su familia . Su trabajo es dependiente de la aprobaci6n de los miembros del hogar, quienes ganan el dinero que va a su manutenci6n. Esta dependencia menoscaba su amor propio. lndica Phelps que una ama de casa tiene dos alternativas en la decisi6n de que uso dara a su tiempo. Estas son: trabajo (actividad desempei'lada para recibir pago en forma de dinero o aprobaci6n), y ocio (actividad en que se involucra por remuneraci6n slquica que no esta condicionada ni a pago en dinero ni a aprobaci6n). Si las tareas del hogar, segun Phelps, nose consideran trabajo, sino actos de amor, la auto-estima y respeto de la mujer no estan en juego al desempei'lar estas actividades. El dinero recibido no esta condicionado a ganar aprobaci6n y la forma en que ella utiliza su tiempo es totalmente voluntaria. La teorla econ6mica clasica tambien presenta al individuo eligiendo entre trabajo y ocio, aunque la definici6n de Phelps de estas dos actividades difieren un poco de la clasificaci6n clasica. En la clasica, el trabajo es actividad remunerada con ingreso monetario, mientras que el ocio es la categorfa que agrupa todas las actividades no remuneradas con dinero. Jacob Mincer, estudioso del comportamiento de la fuerza trabajadora, construye un mode lo en que la decisi6n de la mujer respecto al uso de su tiempo, cae bajo tres categorlas de actividades: (1) el trabajo en el hogar, (2) el trabajo en el mercado, y (3) el ocio. El ha tratado de explicar el comportamiento de la oferta de trabajo de la mujer dentro del contexto de la producci6n que genera la familia dentro del hogar. El principio que el sostiene es que la asignaci6n del tiempo que hacen los miembros de la familia entre estas tres actividades dependera de la productividad relativa que cada miembro tenga para dichas actividades. La mayor cantidad de tiempo sera dedicada a aquellas actividades en que cada miembro sea mas productive.

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s, miramos la actividad de la mujer en el hogar como trabajo , esta ocupaci6n muestra unas caracteristicas muy particulares . Ser ama de casa es una " forma de ganarse la vida", segun Barbara Bergmann de la Universidad de Maryland . Este "empleo" conlleva unos deberes que se dividen en tareas de servicio domestico (como cocinar, cuidar ninos , etc.) y unos deberes sexuales con los que hay que cumplir para retener dicho empleo. Los riesgos son mas altos queen cualquier otro empleo. Estos riesgos son econ6micos y fisicos y pueden ser resumidos en la forma siguiente: 1. La variabilidad en el ingreso recibido es mayor que la del hombre. La " perdida del empleo" (quiere decir divorcio) significa cons iderable y prolongada perdida de status econ6mico y social , por lo menos hasta encontrar otro empleo en o fuera del mercado. 2. lncapacidad para desarrpllar el capital humano que sera uti I en otra ocu paci6n que no sea el de tareas domesticas. 3. Disminuci6n en el valor de los servicios rendidos , prec isamente cuando usualmente el status e ingreso del esposo crecen debido al desarrollo de su capital humano. La discrepancia entre la posici6n econ6mica y las oportunidades sexuales y sociales del esposo y la esposa se acentuan a lo largo de los 40 anos de edad . 4. Dificultad para acumular un fondo de contingencia para usarlo para su subsistencia en caso de "perdida de empleo" . La ama de casa recibe pago en especie (ropa , albergue, etc .) en lugar de pago en dinero. 5. Riesgos ffsicos --accidentes y abuso fisico (empujones , golpizas , etc.) se consideran "disputas familiares" mientras queen cualquier otro empleo, estos actos conllevan cargos criminales. 6. Yo anadirfa otro riesgo que es la falta de legislaci6n que provea benefi cios por antigOedad en la ocupaci6n de ama de casa , similares a los de otras ocupaciones . Aunque el analisis de Bergmann parezca, ante los ojos de algunos, una interpretaci6n frfa, extrema y demasiado cuantificada de la relaci6n famil iar, hay un aspecto especffico en su analisis en que muchos analistas del comportamiento de la oferta de trabajo de la mujer coinciden con ella . Cuando una mujer entra al mercado del trabajo, luego de haberse desempenado como ama de casa , esta estara en desventaja en relaci6n con aquellas que estan en su grupo de edad . Los anos en las act ividades domesticas (su empleo mas reciente) en nada han contr ibuido a la acumulaci6n del capital humano que le sera util fuera del hogar yen el mercado del trabajo . La mujer de mas edad estara en desventaja aun mayor y sufre el mayor dano en su potencial para generar ingreso. A partir de la decada del 60, hubo un renovado interes por el status econ6mico de la mujer. El lnforme Econ6mico al Presidente de 1973 es el primer pronun ciamiento oficial escrito de ese informe donde se acepta que existe discrimen econ6mico contra la mujer en Estados Unidos . Un capitulo es dedicado al analisis del rol econ6mico de este en los Estados Unidos . Pocos dudan que el mercado del trabajo refleje discrimen contra la mujer. Fran cis Blau ha senalado que la segregaci6n por sexos en el mercado de el trabajo es el resultado de trasladar la relaci6n tradicional existente en el hogar entre hombre y mujer al mercado del trabajo y las actividades de hombre y mujer no compiten entre sf. La opci6n de este mismo patron en el mercado del trabajo resulta en un mercado dual de "ocupaciones femeninas " y "ocupaciones mas c ulinas" . Esta segregaci6n ocupacional por sexos, reforzada por tradiciones y costum bres , limita las oportunidades de empleo de las mujeres. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87 35


lCual es el argumento comunmente uti lizado para justificar esta segregac i6n ocupac ional? El razonamiento comun de los patronos puede resum irse en unos plan team ientos simples: 1. Las mujeres tienen pocas atadu ras a la fuerza trabajadora y representan una constante amenaza a la cont inuidad de su trabajo . 2. Elias abandonan el empleo para casarse y cuidar los hijos . Tienen otras responsabilidades por lo que se ausentan con frecuencia . 3. Tienen poca movilidad. 4. No necesitan ganar tanto d inero. Su ingreso es suplementario al del marido, quien llena la responsabil idad economica basica . Si invertimos estos argumentos para los hombres , entonces queda just ificado , segun el razonam iento comun , que los hombres obtengan salarios mas altos, que el patrono invierta en su entrenamien to y desarrollo y que en las ocupaciones que mayor entrenam iento requieren los hombres tengan preferenc ia en el reclutamiento. Franc is Blau ha encontrado que a med ida que ha ido aumentando la edad promedio de la mujer que trabaja fuera del hogar ha tend ido a aumenta r tambien su estabilidad dentro del mercado del trabajo . El crecimiento de la tasa de participac ion de las mujeres jovenes casada yen edades fertiles en Estados Unidos parece sugerir la formacion de un nuevo patron de comportamiento en la oferta de trabajo femenino . Este patron es mucho mas estable y dilerente al de los t iempos en que la mujer joven se casaba y abandonaba permanentemente la fuerza trabaj adora. El lnforme de Recursos Humanos de Puerto Rico de 1979, senala que tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico la participacion de la mujer en el grupo trabajador ha tendido a aumentar. (Vea tabla 1). La tasa de part icipac ion es la proporcion de la poblacion activa que participa o desea participar en la producci on). Senala ademas, que " . . . la reducc ion en la fertil idad que ha sido un patron caracterist ico de la mujer puertorriquena, ha hecho posible una mayor permanencia de esta en el grupo trabajador". En la medida en que la segregacion sexual del mercado del trabajo sea el resultado del comportamiento inestable y de las pocas ataduras de la mujer al mercado del trabajo (como sost iene el argumento comun) , este cambio en el comportamiento de la fuerza trabajadora tendera a promover la igualdad de oportunidades en el mercado del trabajo . Observac,ones Finales: Hasta el momento he ,ntentado aclarar la naturaleza y el valor eco116m1co de las activ1dades de la mujer en el hogar . He querido. ademas. tratar de establece, una relac1611 entre estas act,vidades de la muJer en el hogar y su comportam1ento en el mercado del t,abajo . Sin pre tenc,6n de ser ex t1aust1va. he alud1do a los modelos y a los hallazgos de algunos estudiosos. En Puerto Rico . por su parte . el estud10 de la cond1c16n econom,ca de la muJe, es un art.;a relat,vamente inexplorada que plantea unos retos para la 1nvest1gac16n c1entil1ca. A rnodo de exhor tac16n. ofrezco las sigu,entes observac,ones que ent ,ent.Jo podrian sen tar las bases para la 1nvest1gacion. ulterior. La act1vidad de la muier en el hogar . sin duda alguna . tiene un valor eco n6m1 co. aun cuando por convenienc ,as de naturaleza tecni ca. masque por preJu1c,o. nose ,ncluya como aportac,on a la producc,6n n, en la ec011omia de Puerto R, co 111 en la oe Estados Urndos. En la medida en que una act,v1dad . sea o no esta c uantit, cada. genere un ;.iroducto que sat,sfaga neces,dades o fines humanos . en esa 111ed1da. la 21cl1v1oao cic. t'C0 :1011 ,1can ,e11te product,va. S111 embargo. acep tar que la muJer gt";nere

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Tabla I Tasas de Participaci6n Por Grupos de Edad-Hembras Anos Fiscales 1964 y 1979 Grupos de Edad

1964

1979*

Todos los grupos 14-15 16-19 20-24 25-34 35-44 45-54 55-64 65 y mas

22.4 1.9 11 .5 34.6 35.5 31.1 24.1 16.2 3.6

27.3 9.3 36.1 43.3 39.6 30.6 12.4 2.1

• Estimados a base de personas de 16 anos y mas . Fuente :

Junta de Plan ificaci6n de Puerto Rico Serie Hist6rica de Empleo , Desempleo , y Grupo Trabajador en Puerto Rico , 1979.

Tabla 2 Tasas de Participaci6n de Hembras Puerto Rico Anos Seleccionados Ano

Tasa

1955-56 1965-66 1977-78*

24.4 24 .6 28.2

• Poblaci6n de 16 anos y mas . Fuente :

Junta de Planificaci6n de Puerto Rico lnforme Recurses Humanos, 1979.

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producci6n en el hogar, no implica que esta actividad sea la Cinica ni la mas '' ade· cuada" para la mujer desde el punto de vista econ6mico y social. La teoria econ6mica nos enseiia que la asignaci6n mas eficiente que se puede hacer de un recurso es cuando este se emplea en aquel uso donde su productividad es mayor. El recurso en este caso es el tiempo de la mujer; los usos son: (1) las actividades en el hogar, y (2) las actividades en el mercado del trabajo . La asignaci6n eficiente del tiempo de la mujer requiere examen cuidadoso de parte de la sociedad . La traslaci6n del principio econ6mico de eficiencia al hogar puede requerir unos cambios en la relaci6n entre hombre y mujer que no es ten del todo en armonia con los valores ni con la comodidad o conveniencia del hombre. Si se niega a la mujer la igualdad de oportunidades econ6micas en el mercado del trabajo , ya sea por tradiciones y costumbres sociales , o por discriminaci6n institucionalizada a !raves de la segregaci6n sexual de las ocupaciones , o por otros factores , se estaria desperdiciando un recurso valioso de la sociedad (la mujer) por via de la subutilizaci6n . Aun cuando las actividades de la mujer en el hogar tienen un valor econ6mico, debe haber siempre dos alternativas abiertas a esta: (1) actividades en el hogar, y (2) actividades en el mercado del trabajo . El recurso tiempo , de aquellas con mayor entrenamiento y escolaridad , tendra mas alta productividad en las actividades fuera del hogar. Obligarlas a dedicar todo o la mayor parte de su tiempo en !areas del hogar es subutilizarlas y mantener su nivel de producci6n por debajo del 6ptimo. Ello representa una perdida econ6mica para nuestra sociedad. Nuestro sistema econ6mico, el capitalista , se fundamenta en la racionalidad , la efi ciencia y la competencia . La eliminaci6n de barreras institucionales que impiden la entrada de la mujer a aquellas actividades para las cuales esta capacitada resultara en una asignaci6n mas eficiente del factor mano de obra (masculina y femenina). El libre movimiento de la mano de obra de actividades de baja productividad hacia actividades de mas alta productividad , contribuira al funcionamiento mas eficiente del mercado del trabajo . La creciente tasa de participaci6n de la mujer, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, parece indicar un movimiento en esa direcci6n. Estudios de la fuer·za laboral femenina en Estados Unidos demuestran que a medida que la educaci6n de la mujer aumenta, mayor es la probabilidad de que esta se incorpore a la fuerza trabajadora. La critica esgrimida en el sentido de que la mujer que esta en el mercado del trabajo descuida los hijos, es una para la cual no hay evidencia definitiva. De hecho un estudio realizado bajo los auspicios del National Bureau of Economic Research demuestra lo contrario. Son las mujeres de mas al ta escolaridad y las de mayor participaci6n en la fuerza trabajadora las que mayor atenci6n y tiempo dan a la crianza de SUS hijos. Los roles compartidos dentro del hogar pueden ser un primer paso hacia el logro de la igualdad sexual en las ocupaciones. Estos proveeran a la mujer las condi c iones para que muestre un patron de estabilidad en el trabajo , eliminando asi uno de los factores con los que se ha justificado la desigualdad de oportunidades en el mercado del trabajo .

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Bibliografia B. Bergmann , " The Economic Risks of Being a Housewife ," American Economic Review , May 1981 , 81 -85. F. Blau , " 'Women's Place' in the Labor Market ," American Econ omic Review (Papers & Proceedings}, May 1972. Michael Baskin , " The Effect of Government Expenditures and Ta xes on Female Labor." American Economic Review , May 1974. W.G. Bowen and T.A. Finegan , The Economics of Lab or Force Parti ci pation , Pr inceton, 1969. W.G. Cohen , " Sex Differences in Compensation ," Journal of Human Resources, Fall 1971 . Cynthia Fuchs Epstein , Woman 's Place , University of California Pre ss, 1973. W.L. Gramm , " Household Utility Maximization and the Working Wife ", Ameri can Economic Reyiew , March 1975, Vo l. LXV, number 1. Reuben Gronau , " The Intrafamily Allocation of Time: The Value of the Housewi ves' Time ," American Economic Review , Sept. 1973, vol. LXIII , No. 4. Michael C. Keely , " The Economics of Family Formation ," Economic Inquiry (J of the Western Economic Associat ion}, April 1977. Arleen Leibowitz, ''Education and Home Production ," American Econo mic Review (Papers & Proceedings}, May 1974, vol . LXIV, No. 2. Burton Malkiel & J. Malkiel , " Male-Female Pay Differentials in Profess iona l Employment ," A.A.A ., Sept. 1973. Charlotte D. Phelps , " Is the Household Obsolete?," Ameri can Economic Review, May 1972. Nancy Ruggles & Richard Ruggles, The Design of Economic Accounts , Columbia Univers ity Press , 1970. Harriet Zellner, " Discrimination Against Women , Occupational , and the Relative Wage ," American Economic Review (Papers & Proceedings} , May 1972. United States Government Printing Office, Economic Report to the President , Jan. 1973.

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POLITICA DE INDUSTRIALIZACION Y CAMBIOS EN EL EMPLEO FEMENINO EN PUERTO RICO: 1947-1982 Luz Del Alba Acevedo*

INTRODUCCION: Los trabajos sobre el impacto del desarrollo econ6mico en el empleo femenino en los parses de la periferia y semiperiferia capitalista durante la decada del setenta tendieron a polarizarse entre aquellos que proponian que el proceso de desarrollo tuvo un impacto predominantemente negativo. En terminos generales esta polarizaci6n corresponde al alineamiento de los distintos estudios en torno a los dos paradigmas predominantes en la literatura sobre el desarrollo: modernizaci6n y dependencia. Los estudios que han aplicado al paradigma de la modernizaci6n al analisis del impacto del desarrollo econ6mico sobre los patrones de empleo femenino y los cambios en las tareas productivas de la mujer en el proceso de industrializaci6n sugieren que este proceso es deseable y ventajoso para la mujer. Los proponentes de esta perspectiva plantean que hay una relaci6n positiva entre desarrollo econ6mico y participaci6n femenina en la fuerza laboral. 1 La difusi6n de valores e ideas modernizantes y de recursos econ6micos (e.g. capital y tecnologia) transforman las estructuras de la sociedad tradicional y liberan a la mujer del yugo de la familia patriarcal extendida y del tedioso trabajo agricola. El incremento en la fuerza laboral femenina se toma, pues, como indice de progreso y mas aun como el parametro de igualdad entre el status de hombres y mujeres. Con relaci6n a la distribuci6n sectorial del empleo femenino, dicha perspectiva plantea que en la medida en que el

Candidata doctoral en el Departamento de Ciencias Pollticas de la Universidad de Illinois en Chicago. Este trabajo es una versi6n revisada de la ponencia presentada en la undeci ma conferencia anual del " Third World Conference Foundation ", el 4 de abril de 1985 en Chicago, Illinois. Las revisiones al texto original son el producto de crlticas formuladas por los profesores Gerald Strom , Mary Kay Vaughan , Carla Robinson , Barry Rundquist y Emilio Pantojas de la Universidad de Illinois en Chicago. A ellos expreso aqul mi agradecimiento.

1

Vease por ejemplo los trabajos de William Goode, " Civil and Social Rights of Women ," y Jesse Bernard , " The Status of Women in Modern Patterns of Culture," en C. Epstein y W. Goode (eds.), The Other Half: Roads to Women Equality, Englewoods Cliffs, N.J.: Prentice Hall , 1971 , pp . 21 -29, 11 -21 ; R.E. Patai , Women in the Modern World, New York : The Free Press, 1967; y Bernard Rosen y Anita la Raja, " Modernity in Women: An Index of Social Change in Brazil ," Journal of Marriage and the Family , Vol. XXXIV, mayo 1972, p. 354.

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proceso de industrializaci6n avanza, el empleo femenino en el sector moderno industrial au men ta , mientras queen el sector agricola tradicional se experimenta una merma en el empleo de la mujer. Esto sugiere la existencia de una relaci6n lineal en los cambios en el empleo femenino por sector econ6mico. Estas medidas no toman en cuenta los aspectos cualitativos del cambio. Por ejemplo, la divisi6n sexual del trabajo, la discriminaci6n salarial, las condiciones de trabajo, etc . Por su parte, los estudios que han utilizado la perspectiva de la dependencia para analizar los cambios en los patrones del empleo temenino han estado orientados en su mayoria por las versiones mas pesimistas dentro de dicha perspectiva te6rica. 2 Los proponentes de esta perspectiva plantean que el proceso de desarrollo industrial dependiente durante el periodo de la post-guerra cre6, en terminos generales , un numero limitado de empleos, tanto para los hombres como para las mujeres. Mas aun, estas nuevas pero limitadas oportunidades de empleo fueron creadas mayormente para trabajadores diestros.3 De acuerdo a dichos estudios , el efecto del desarrollo industrial dependiente tuvo un impacto doblemente negativo en el empleo femenino. Por un lado, se argumenta que el empleo en el sector manufacturero crece a un ritmo mas lento que el nivel de desempleo y subempleo entre la fuerza laboral masculina. En vista de esta situaci6n, se espera que las mujeres esten al margen de la fuerza laboral industrial ya que las pocas oportunidades de trabajo seran ocupadas por los hombres. Por otro lado, se argumenta que las oportunidades de empleo de la mujer estaran aun mas limitadas por la falta de preparaci6n y/o destrezas requeridas por las necesidades de las nuevas industrias. Asi el argumento de los dependentistas propone queen la medida en que el nivel de desarrollo industrial aumenta, las mujeres seran relegada~ al ejercito industrial de reserva odestinadas a trabajar en el sector terciario de la economia donde los trabajos disponibles para las mujeres son de baja productividad, de miseros salarios y de pocas oportunidades de movilidad y ascenso ocupacional. Es claro, pues, que para los proponentes de esta perspectiva el tipo de desarrollo industrial dependiente de fuentes de inversion externa no estimula la participaci6n de la mujer en los sectores dinamicos de la economia. En la decada de los ochenta, no obstante, ha comenzado a producirse una nueva orientaci6n te6rica que enfatiza el caracter dialectico (i.e., contradictorio y desigual) del impacto del desarrollo capitalista global en la division sexual del

2

Nos referimos especlficamente a la versi6n de la dependencia elaborada por au tores como Andre Gunder Frank , " The Development of Underdevelopment," Monthly Review , septiembre 1966 y Susanne Bodenheimer, The Ideology of Developmentalism: The American Paradigm Surrogate for Latin American Studies, Beverly Hills, CA. : Sage, 1971 ; quienes fueron el punto de part ida principal para esta versi6n de la " teorla" de la dependencia en los ar'los sesenta .

3

Para ejemplos de trabajos sobre la mujer y el desarrollo que asumen esta versi6n pesimis ta de la dependencia, vease L. Bossen, " Women in Modernizing Societies ," American Ethnologist, Vol. 2, No. 4, noviembre 1975, pp . 587-601 ; H. Saffioti , Women in a Class Society, New York: Monthly Review Press, 1978; E.M. Chaney y M. Schmink, " Women and Modernizat ion : Access to Tools ," en J . Nash y H. Safa (eds.), Sex and Class in Latin America , New York : Praeger, 1976, pp . 160-182; R. Sautu , " The Female Labor Force in Argent ina, Bol ivia and Paraguay," Latin American Research Review, Vol. XV , No. 2, 1980, pp . 143-161. Los primeros estud ios que demuestran una relaci6n negat iva entre el desarrollo econ6mico y el status de la mujer pero que no estan asociados a la perspect iva de la dependencia son : E. Boserup, Women 's Role in Economic Development, New York : St. Martin Press , 1970 e I. Tinker y M. Bo Bramsen (eds.), Women and World Development , Washington , D.C.: Overseas Development Council , 1976.

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trabajo .4 Esta literatura intenta superar las limitaciones (el caracter lineal) de los planteamientos de las escuelas que dominaron en la decada previa. Dicha literatura plantea que el desarrollo capitalista tiene un efecto desigual entre regiones, sectores economicos, al igual que entre mujeres y hombres de distintas clases sociales . Aun cuando el capitalismo se agarra de las diferencias entre los sexos para definir el orden jerarquico en la estructura de trabajo, este no tiene un efecto uniforme ni homogeneo entre hombres y mujeres como sugieren los trabajos de los dependentistas y desarrollistas discutidos aqui. Para poder entender los cambios en la divi sion sexual del trabajo es necesario examinar la posicion que ocupan los paises de la periferia y semiperiferia capitalista en el mercado internacional. Las relaciones de produccion y la division sexual del trabajo que acompana este proceso han estado condicionados, en parte, por la incorporacion de estos paises al mercado internacional ya los requerimientos de este en las diversas etapas del desarrollo. Esta division internacional del trabajo ha tenido un efecto significativo en la mujer, quien juega un papel importante en el proceso de produccion y reproduccion de la fuerza laboral. Los estudios que han utilizado esta perspectiva demuestran de una forma u otra que la participaci6n de la mujer en el mercado esta caracterizada por la interrelaci6n de tres factores: 1) segregaci6n ocupacional ; 2) diferencias salariales; 3) desplazamiento de la fuerza laboral femenina en perfodos de sobreabundancia de mano de obra o debido a la introduccion de tecnologfa avanzada. Esta participaci6n a su vez varia de acuerdo al tipo de industria, sector economico y a las diferentes etapas del desarrollo industrial. Como paso previo al avance sobre las nuevas corrientes te6ricas , nos parece necesario hacer una re-eyaluaci6n empirica de las tendencias del empleo femenino dentro del proceso de desarrollo industrial en Puerto Rico. Esta re-evaluaci6n detallada y abarcadora de las estadfsticas oficiales sobre el empleo femenino (a pesar de las limitaciones que estas puedan tener) llenaran, a nuestro entender, un importante vacfo que existe en la literatura sobre el empleo femenino y el desarrollo industrial en Puerto Rico. Los estudios hechos hasta el presente sobre el empleo femenino y el desarrollo industrial en Puerto Rico basan sus evaluaciones del proceso sobre un cumulo de evidencia estadfstica fragmentaria y eminentemente descriptiva. Los estudios mas conocidos utilizan como fuente principal las estadfsticas del Censo de Poblaci6n recopiladas cada diez anos o estadfsticas fragmentarias del Departamento del Trabajo. 5 Ninguno de estos, ademas , analizan de forma detallada y

4

Los principales trabajos que ejemplifican esta orientaci6n te6rica son: H. Safa, " Runaway Shops and Female Employment: The Search for Cheap Labor, " Signs, Vol. 7, No. 2, 1981 , pp. 418-434; L. Benerla (ed.), Women and Development: The Sexual Division of Labor in Rural Societies, New York : Praeger, 1982; J. Nash y M.P. Fernandez Kelly (eds.), Women, Men and the International Division of Labor, Albany : State University of New York Press, 1983; M.P. Fernandez Kelly, For We Are Sold, I and My People: Women and Industry in Mexico's Frontier, Albany: State University of New York Press , 1983.

5

Nos referimos a los estudios de I. Pic6 de Hernandez, "Estudio sobre el empleo de la mujer en Puerto Rico," Revista de Ciencias Social es, Vol. XIX, No. 2, junio 1975, pp. 139-166; M. Rivera Quintero, "The Development of Capitalism in Puerto Rico and the Incorporation of Women into the Labor Force," en E. Acosta-Belen (ed .), The Puerto Rican ·women , New York: Praeger, 1979, pp. 8-24; Palmina N. Rios, "Women Under Colonialism: The Case of Puerto Rico," TransAfrica Forum , Vol. 1, No. 1, 1983, pp. 9-20 ; Nilsa M. Burgos, " Analisis hist6rico preliminar sobre la mujer y el trabajo en Puerto Rico: 1899-1975", Para Entender a Puerto Rico - Homines, Vol. 8, No. 1, enero-junio, 1984, pp . 303-317.

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abarcadora el impacto de las politicas de desarrollo industrial sobre el empleo femenino. 6 Este trabajo intenta analizar y evaluar sistematicamente el efecto que la politica de desarrollo industrial , en sus distintas etapas ha tenido sobre el empleo femenino. Esto se hace utilizando dos tipos de analisis. En la primera parte del trabajo se examina en detalle los cambios en los patrones del empleo femenino como resultado de las politicas de desarrollo seguidas entre 1947 y 1982. Los cambios ·en los patrones de empleo femenino se evaluan de acuerdo al empleo en cinco sectores econ6micos : agricultura, manufactura, comercio, servicio y administraci6n publica. Estos cambios estan formulados en ecuaciones de regresi6n con el fin de detectar la direcci6n de las variaciones de la distribuci6n sectorial del empleo femenino en relaci6n a las distintas etapas del proceso de desarrollo en Puerto Rico. Para el analisis de regresi6n utilizamos las estadisticas del Departamento del Trabajo para los anos naturales 1947-1982. La importancia de dicho analisis estriba en que nos permite atribuir cambios en el empleo a cambios en la polltica de desarrollo y trazar con claridad el movimiento del empleo femenino en los distintos sectores de la economia durante el perfodo estudiado. En la segunda parte de nuestro trabajo examinamos los cambios en la estructura ocupacional en el empleo femenino. Para este analisis se utilizaron las estadfsticas sobre ocupaci6n provistas por los Censos de Poblaci6n de 1940 al 1980. Desafortunadamente nose pudo encontrar estadfsticas sobre ocupaciones por sector econ6mico para los anos 1947-1982 que nos permitieran hacer un analisis de regresi6n similar al hecho para el empleo por sector. No obstante, el uso de las estadfsticas descriptivas permite atisbar las direcciones en que se ha movido la distribuci6n ocupacional durante el proceso de desarrollo industrial. En un piano mas general , este estudio pretende servir de base para una investigaci6n mas amplia sobre las complejidades envueltas en la relaci6n entre la polftica de desarrollo y la participaci6n de la mujer en la fuerza laboral. Habiendo sido Puerto Rico uno de los primeros parses en la periferia capitalista en haber adoptado una politica de desarrollo basada en la industrializaci6n orientada a la exportaci6n , la experiencia puertorriquena puede servir de " espejo " a otros paises que intentan adoptar polfticas similares ; en particular los paises del Caribe que hoy abrazan la lniciativa de la Cuenca del Caribe. POLITICA DE DESARROLLO INDUSTRIAL Despues de un breve intento durante los anos de la guerra de promover el desarrollo industrial a traves de la creacion de i ndustrias es ta tales orientadas a la sustitucion de importaciones , el gobierno de Puerto Rico reorient6 su politica de industrializacion . En 1947 se inicia el nuevo programa de industrializacion conocido como Operaci6n Manos a la Obra. Este representaba un intento de conciliar los intereses del gobierno de Puerto Rico de continuar la expansi6n industrial con los intereses de expansion del capital norteamericano. El objetivo fundamental articulado a traves de este programa era el de atraer la inversion de capital norteamericano

6

Excepciones a es to se encuentran en el trabajo de Rivera Quintero, op. cit. , donde de forma general se asocia el empleo femenino a las estrategias de desarrollo en el contexto de un analisis del desarrollo del capitalismo en Puerto Rico, y mas recientemente , y de forma mas especlfica, el trabajo de Alice Col6n , " La participaci6n laboral de las mujeres en Puerto Rico: empleo o subutilizaci6n ," Pensamiento Critico, Ano VIII , No. 44, mayo-junio 1985, pp . 25-30. No obstante , ambos trabajos se mantienen en un nivel general-intuitive, masque emplrico.

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al sector manufacturero mediante la concesi6n de incentivos industriales, particularmente de exenciones contributivas. Las cuatro leyes que constituyen la base jurfdico-pol itica de dicho programa proveen las especificaciones acerca del tipo de exenci6n contributiva a concederse, los terminos de la exenci6n y los tipos de industrias manufactureras que se pretende atraer. El cuadro 1 ilustra en detalle estas especificaciones. La exenci6n contributiva local no fue el (mico incentivo ofrecido al capital norteamericano bajo este programa de desarrollo. En 1950 la Companfa de Fomento Industrial orquest6 una intensa campana promocional sobre la base de este y otros incentivos . Los incentivos adicionales fueron : 1) mano de obra barata con un bajo nivel de organizaci6n sindical; 2) subsidios en la infraestructura, e.g. edificios preconstruidos y subsidios en el alquiler yen los costos de electricidad; 3) libre movimiento de productos entre los mercados de Puerto Rico y Estados Unidos, debido a la relaci6n colonial que hacfa a Puerto Rico parte integral del sistema de comercio interno de Estados Unidos; y 4) exenci6n sobre el pago de impuestos al gobierno fe deral estadounidense sobre las ganancias de las operaciones de las empresas en Puerto Rico bajo ciertas condiciones. 7 Estas leyes de incentivos industriales fueron disenadas para atraer industrias particulares en distintas etapas del desarrollo industrial. La ley numero 148 de 1948 y la Ley numero 6 de 1953 expresan la intenci6n deliberada del gobierno de promover el desarrollo de industrias livianas en el sector manufacturero dedicadas a la producci6n de textiles o artfculos relacionados y de efectos electr6nicos.8 Al igual que las leyes anteriores, la ley numero 57 de 1963 continu6 estimulando la inversion de capital norteamericano en el sector manufacturero en las mismas areas de producci6n antes mencionadas. No obstante, la efectividad de esta ley para continuar promoviendo inversiones en industrias livianas se vi6 seriamente afectada por el aumento de salario mfnimo y las alzas en los costos de transportaci6n entre Puerto Rico y Estados Unidos.

7

Werner Baer, " Puerto Rico: An Evaluation of a Successful Development Program ," The Quarterly Journal of Economics, Vol. LXXIII, No. 4, noviembre 1959, p. 652; Emilio Pantojas Garcia, " La crisis del modelo desarrollista y la reestructuraci6n capitalista en Puerto Rico," CEREP, Cuadernos , mayo, 1984, p. 2.

a Un buen ejemplo de los deseos e intenciones del gobierno por atraer este tipo de industria se encuentra en el estudio realizado por la oficina del gobierno de Puerto Rico en Washington y publicado para ser difundido entre inversionistas potenciales donde se exaltaban las ventajas de la isla como localidad excepcional para el desarrollo de la industria de textiles . Vease Donald J . O'Connor, Puerto Rico's Potential as a Site for Textile, Apparel and Other Industries, Washington , D.C.: Office of Puerto Rico, 1948.

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Cuadro 1 POLITICA DE INDUSTRIALIZACION

Leyes de lncentivo Industrial

Exenci6n Contributiva

Periodo de Exenci6n

Tipo de lndustria Promovida

Industrias Livianas

Etapa 1 Ley 184, 1948

100 % sobre el ingreso y la prop iedad

1 de j ulio de 1947 a 30 de jun io de 1959

Ropa , te xt il es , al imentos , maquinaria electrica y productos de metal

Ley 6, 1953

100 % sobre el ingreso y parcial sobre la propiedad , en proporci6n a la inversi6n .

10 a/ios para industrias establecidas entre 1954 y 63

Las mismas queen la ley 184, a/iad iendose nuevas categor las para te xti les y ali mentos Industrias de Capital Intensive

Etapa 2 Ley 57, 1963

100 % sobre el ingreso y parcial sobre la propiedad , en proporci6n a la inversi6n

10, 12 y 17 a/ios, de acuerdo a la ubicaci6n geograf ica

Refinaci6n de petr6leo , petroq u !micas , farmaceuticas y maquinaria electrica

Ley 26, 1978

Parc ial , 90 % durante los primeros 5 af'ios, 75 % por otros 5 y 55 % por otros 5, 10 6 15 a/ios, de acuerdo a la ub icaci6n geografica

10, 15, 20 y 25 a/ios , de acuerdo a la ubica ci6n geograf ica

Farmaceuticas , maqu inaria e instrumentos electr6n i cos , equipo de computa doras y servic ios (e. g., procesamiento de informac i6n , comuni caciones , consultorlas)

Fuentes : Leyes de Puerto Rico Anotadas, 1948, 1953, 1963 y 1978.

La ley 57 se conv irtio, entonces, en un vehlculo importante para reorientar las inversiones del cap ital extranjero hacia otro tipo de industrias. Basandose en la provision de la ley que ex-tend la el perlodo de exencion contributiva de diez a diecisiete anos, dependiendo de la localizacion de la industria, Fomento inicio una campana agresiva para estimular la inversion extranjera en industrias de alta composicion de capital con el proposito de desarrollar un complejo industrial en Puerto Rico. Esta campana enfatizaba las ventajas que la extension del perlodo de exencion contributiva ofrecla a las industrias de capital intensivo cuyas ganancias corporativas se realizaron a largo plazo. Deahl la importancia de esta provision de la ley. Por otro lado, los aumentos en el salario mlnimo no representaban un problema fundamental para la industria pesada. Aun cuando estas industrias pagaban salarios mas bajos que el salario promedio para la misma industria en los Estados Unidos, el nivel de salarios estaba por encima del salario mini mo requerido por la ley federal para Puerto Rico . De este esfuerzo por reorientar la composicion industrial del sector manuHomines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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facturero y de convertir las industrias de capital intensivo en el eje del proceso de industrializaci6n, basado en una estrategia de importaci6n de capitales y promoci6n de exportaciones, surgen las refinerfas de petr61eo y plantas petroqulmicas que se proliferaron en la isla entre fines de los sesenta y principios de los setenta. El exito de Fomento en reorientar el enfasis en la politica de desarrollo sobre el tipo de industria que habria de liderear el proceso de industrializaci6n se debi6 en parte a la concesi6n por decreto presidencial de cuotas especiales sobre las importaciones de petr61eo a Puerto Rico. 9 Esto claramente cre6 condiciones favorables para iniciar un cambio significativo en la politica de industrializaci6n y estimular el crecimiento de industrias de capital intensivo. El proyecto de ley numero 26 aprobado por la legislatura de Puerto Rico en 1978 estaba disenado para expandir el programa de incentivos industriales e incluir la promoci6n de industrias de servicios. Uno de los objetivos fundamentales de esta ley era el de atraer inversi6n extranjera ya no solo al sector manufacturero, sino tambien al sector de los servicios con el prop6sito de generar un numero substan cial de empleos bien remunerados , en adici6n a los ya creados en el sector de la manufactura. Portal motivo, la ley numero 26 concedfa exenci6n contributiva parcial a cualquier negocio o establecimiento que rindiera servicios designados en escala comercial para mercados fuera de Puerto Rico. Las industrias de servicios que cualifican de acuerdo a la ley para tomar ventaja de los incentivos industriales son aquellas que se dedican a: procesamiento de informaci6n (" data processing " ), comunicaciones, firmas de consultoria , laboratorios medicos y cientfficos , companias de seguros y de servicio y mantenimiento para equipo, maquinaria, barcos y aviones. La intenci6n de esta ley es claramente la de estimular la inversion del capi • tal productivo en el sector de los servicios y convertir a Puerto Rico en un centro de servicios internacionales que pueda rendir servicios "designados " (i.e. tecnol6gicos y financieros) a companfas norteamericanas con operaciones en la regi6n . 10 Uno de los objetivos fundamentales de la polftica de industrializaci6n a traves de todo el perfodo ha sido la de desarrollar una estructura industrial capaz de generar amplias oportunidades de empleo para la poblaci6n trabajadora. De este modo, la acci6n gubernamental de reorientar la politica de industrializaci6n y de hacer cambios en el enfasis sobre el tipo de industria que constituye el eje del proceso in• dustrial en sus distintas etapas de desarrollo tiene un efecto significativo en la creaci6n de empleos al igual que en la composici6n de la fuerza laboral. Antes de entrar al analisis detallado del efecto que la pol ftica de industrializaci6n ha tenido en el empleo femenino, nos parece necesario examinar brevemente el impacto que el programa de industrializaci6n ha tenido en el empleo de la poblaci6n trabajadora en general. EL PROGRAMA DE INDUSTRIALIZACION Y LA CREACION DE EMPLEO$ El programa de industrializaci6n implementado por Fomento durante los anos 1947-1982 no ha logrado cumplir con uno de sus objetivos principales, el de reducir el desempleo a un nivel mini mo mediante la creaci6n de nuevas fuentes de trabajo. Entre 1947 y 1982 el empleo total en Puerto Rico creci6 de 597,000 a 704,000. Enter-

9

10

46

Para el analisis del efecto que tuvo la Proclamaci6n Presidenc ial 3663 en el desarrollo de la industria petroqufmica en Puerto Rico, vease Douglas R. Boh i y Mil ton Rusell , Limiting Oil Imports; an Economic History and Analysis , Baltimore : John Hopkins University Press , 1978, pp . 66-71 , 168-174. Pantojas Garcia, op. cit. , pp. 20·23.

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minos porcentuales, el empleo creci6 a un ritmo de 0.5% anual ; un promedio de 3,000 empleos por ai'lo. El cuadro 2 ilustra el bajo nivel de crecimiento en el empleo registrado entre 1950 y 1982. Las decadas del cincuenta y el ochenta en particular registran reducciones en el empleo para la poblaci6n en general. Esta tendencia negativa afecta mas el crecimiento de empleos para los hombres que para las mujeres. La diferencia en el crecimiento promedio del empleo entre hombres y mujeres se hace mas significativa cuando calculamos simultaneamente el crec imiento promedio en el empleo para las cuatro decadas. El promed io de crecimiento en el empleo femenino para las cuatro decadas fue de 1.7%, mientras que para los hombres fue 0.1%. De estas observaciones sabre la tendencia del crecimiento del empleo en general, podemos inferir que el empleo femenino creci6 a un ritmo mayor que el empleo para los hombres; dentro de un contexto de muy bajo crecimiento general. Esta inferencia se puede precisar mas aun al examinar las fluctuaciones de la tasa promedio de participaci6n de hombres y mujeres en la fuerza laboral durante este perfodo. De acuerdo a la informaci6n presentada en el cuadro 3, la participaci6n femenina en la fuerza laboral se mantuvo estable, alrededor de 27-28% , mientras que el promedio de participaci6n para los hombres se redujo de un 82% a un 59 %. Esto sugiere que la diferencia en la proporci6n de mujeres a hombres empleados tiende a disminuir. Como podemos observar, la diferencia en dicha proporci6n se reduce de una mujer por cada tres hombres empleados (.37) a una mujer por cada dos hombres empleados (.51). Esta reducci6n en la proporci6n de mujeres a hombres empleados se debe, no obstante, a la continua declinaci6n en fa participaci6n de los hombres en la fuerza de trabajo y no al aumento en la participaci6n de la mujer en la fuerza de trabajo.

Cuadro 2 TASA PROMEDIO DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO POR SEXO: 1950 · 1982 Anos

1950 1960 1970 1980 1950

Fuente:

· 59 - 69 · 79 · 82 · 82

Empleo Total%

Mujeres %

Hombres%

-0.7 2.3 0.9 -1.8 0.6

0.1 3.9 2.0 -0.5 1.7

-1.0 1.7 0.4 -2.6 0.1

Calculado de las cifras provenientes del Departamento del Trabajo, Serie estadistica sobre el estado de empleo, Puerto Rico, 1947-1982.

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Cuadro 3 TASA PROMEDIO DE PARTICIPACION EN LA FUERZA LABORAL POR SEXO: 1950 · 1982

Ano

1950 1960 1970 1980

· 59 · 69 · 79 · 82

Fuente :

Poblacl6n Total

Mujeres %

Hombres%

Proporcl6n de Mujeres por Hombres Empleados

56.1 50.2 46.3 42.4

27.9 25.6 28.1 27.2

82.6 75.5 66.6 59.4

.37 .39 .47 .51

Calculado de las cifras provenientes del Departamento del Trabajo, Serie estadisti• ca sobre el estado de empleo, Puerto Rico, 1947-1982.

Cuadro 4 TASA PROMEDIO DE DESEMPLEO EN PUERTO RICO POR SEXO: 1950-1982

Ano

Poblacl6n Total %

Mujeres %

Hombres%

Proporcl6n de Mujeres a Hombres Desempleados

1950 · 59 1960 · 69 1970 · 79 1980 · 82

14.4 11.6 15.2 19.9

14.3 8.7 12.5 14.2

14.4 12.6 16.5 22.8

.36 .27 .37 .32

Fuente: Calculado de cifras provenientes de Departamento del Trabajo, Serie estadistlca sobre el estado del empleo, Puerto Rico, 1947-1982.

Los patrones del desempleo de hombres y mujeres durante este perfodo se muestran en el cuadro 4. Aunque el desempleo entre las mujeres muestra una ten dencia de crecimiento continuo de 1970, el desempleo entre los hombres crece a un ritmo mas rapido que el desempleo femenino. Mientras la tasa promedio de desempleo femenino subi6 de 12% a 14%, el desempleo entre los hombres aument6 de un 16% a un 22% . En terminos de la diferencia en la proporci6n de mujeres a hombres desempleados, esta se mantuvo alrededor de una a tres a traves de todo el perfodo. Este breve examen de la situaci6n del empleo en Puerto Rico a lo larg_o de su programa de industrializaci6n, sugiere que la mujer tiene una "ventaja " relativa sobre el hombre, en terminos de su participaci6n laboral. Segun se observa, el nivel de la participaci6n femenina en la fuerza de trabajo se mantiene bajo pero estable, mientras que la participaci6n de los hombres muestra un patr6n de declinaci6n constante. Tambien sugiere que en terminos de empleos las mujeres tienen una "ventaja" relativa sobre los hombres, ya que el empleo femenino crece mas rapido que los empleos para hombres. Esta descripci6n estadfstica sobre la situaci6n del 48

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empleo en Puerto Rico, puede dar la impresi6n de que las oportunidades de empleo para la mujer han mejorado considerablemente o que las mujeres han desplazado a los hombres de la fuerza laboral. No obstante, otra manera de explicar esta "ventaja" de la mujer frente al hombre, en terminos de su acceso al mercado de trabajo, es precisamente la situaci6n de desventaja en que se encuentra la mujer en el mercado del trabajo. 11 Esto es, las mujeres constituyen fuentes de trabajo barato que le permiten a las industrias livianas de procesamiento o manufactura maximizar ganancias y mantener un alto nivel de competividad en el mercado internacional. De ahl que estas industrias prefieran la utilizaci6n de la fuerza laboral temenina para ocupar trabajos disponibles en la industria. Mas aun, la idea tradicional de que las tareas productivas de la mujer fuera del hogar son siempre secundarias a sus actividades reproductivas proveen la base ideol6gica para justificar los bajos salarios que recibe la mujer por su trabajo. La aceptaci6n de la devaluaci6n del trabajo temenino sirve, pues, de base para que el ingreso de la mujer a la familia sea considerado como uno suplemental y/o temporero. Por otro lado, la socializaci6n de la mujer para aceptar roles subordinados provee, desde el punto de vista empresarial, otra ventaja comparativa del empleo femenino sobre el del hombre. La desventaja de haber sido socializada casi exclusivamente para desempenar roles ligados a la esfera domestica condicionan a esta para formar parte de una fuerza de trabajo d6cil, de poca participaci6n en uniones, cuyas luchas salariales podrlan convertirse en una amenaza a los intereses econ6micos de la industria. En este sentido, la mejorfa para el empleo temenino en terminos estadfsticos no puede interpretarse automaticamente como una mejorfa en la situaci6n de la mujer en la fuerza de trabajo. Para hacer un juicio de esta fndole se necesita ir mas alla de la mera descripci6n numerica de la situaci6n del empleo femenino. De cualquier forma, en terminos generales, las estadfsticas muestran un aumento en la tasa de desempleo y una merma en el crecimiento del empleo total desde 1960. Esto claramente tiene un efecto negativo en el empleo tanto para hombres como para mujeres; lo cual condiciona drasticamente el reclamo de mejorfa para cualquier grupo. El programa de industrializaci6n implementado por Fomento fracas6 en alcanzar el objetivo de crear empleo pleno para la poblaci6n trabajadora. La polftica de industrializaci6n tuvo, pues, un efecto mfnimo en la creaci6n de empleos. Las ganancias paulatinas de empleo en el sector industrial no compensaron la rapida perdida de empleos en el sector agrfcola. El efecto de la pol 1tica de industrializaci6n fue uno de sustituci6n de empleos agrfcolas por empleos manufactureros, a la vez que estimul6 el crecimiento de un ejercito industrial de reserva. Este breve examen sobre el impacto que tuvo el programa de industrializaci6n en el empleo sirve para ubicar el analisis de( empleo femenino en su justa perspectiva. Esto es , en el contexto de una gran escasez de trabajo y un creciente numero de trabajadores desempleados. Pasamos ahora a analizar en detalle el impacto de la polftica de desarrollo sobre el empleo femenino .

11

Esta idea la tomamos de la frase en ingles "comparative advantage of women 's disadvantages " desarrollada en el trabajo de Lourdes Arizpe y Josefina Aranda, " The 'Comparative Advantage' of Women 's Disadvantages: Women's Workers in the Strawberry Export Business in Mexico," Signs, Vol. 7, No. 2, 1981 , pp. 453-473.

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DESARROLLO INDUSTRIAL Y DISTRIBUCION SECTORIAL DEL EMPLEO FEMENINO Partiendo de la premisa de que los patrones del empleo femenino se alteran de acuerdo a las etapas del desarrollo industrial, disei'lamos un estudio estadlstico que nos permitiera analizar los cambios sectoriales del empleo femenino en las dist intas etapas del desarrollo industrial. 12 El primer paso dentro de este estudio fue la construcci6n de una serie de hip6tesis basadas en un analisis de estudios anteriores yen un analisis preliminar de las estadlsticas publicadas por el gobierno de Puerto Rico. Las hip6tesis que guiaron nuestro estudio fueron : 1. En Puerto Rico, al igual queen America Latina, el trabajo femenino en el sector agrlcola fue marginal o complementario al del hombre. Hist6ricamente, la participaci6n femenina en el sector agrlcola ha sido principalmente en la producci6n de bienes de subsistencia para el consume de la unidad familiar. Por lo tanto, segun avanza el desarrollo industrial el empleo de la mujer en la agricultura se reducira a niveles insignificantes. 13 2. La incorporaci6n del trabajo femenino al sector manufacturero variara en relaci6n directa a la etapa del proceso de industrializaci6n. Durante la primera etapa (1947-62), donde el eje de la industrializaci6n es la industria liviana, la proporci6n de mujeres en dicho sector sera substancialmente mayor a la de la segunda etapa (1963-82), donde el eje sera la industria pesada. La raz6n detras de este fen6meno es doble. Por un lado, la industria liviana necesita mas de mano de obra barata que la pesada. Por el otro, las destrezas asociadas con las industrias livianas que constituyeron el eje de la primera etapa de la industrializaci6n en Puerto Rico (i.e., textiles y alimentos) representan una extensi6r1 de las destrezas asociadas con el rol de la mujer en la familia (costura y cocina), mientras que las destrezas requeridas para el trabajo en la industria pesada son de un caracter tecnico o requieren un nivel de fortaleza flsica tradicionalmente asociado con los hombres. 3. En el sector del comercio, el empleo femenino no crecera de forma significativa durante la primera etapa del proceso de desarrollo, pero sf crecera significativamente durante la segunda. Aunque la expansi6n de la actividad comercial asociada al crecimiento industrial deberla estimular nuevas oportunidades de empleos para la mujer, este no sera el caso inicialmente. Esto se explica en parte por el hecho de que tradicional mente el comercio en Puerto Rico era una actividad dominada por los hombres y no se estimulaba a las mujeres para desarrollar destrezas en este campo. Tradicional mente el rol de la mujer en el comercio se limitaba al de dependientas, cajeras o ayudantes. No obstante, la expansi6n del consume y con ella la del comercio al de-

12

Para un analisis de estos cambios utilizando a Brazil como caso de estudio, vease Felicia R. Madeira y P. Singer, " Structure of Female Employment and Work in Brazil , 1920-1970," Journal of lnteramerlcan Studies and World Affairs, Vol. 17, noviembre, 1975, pp . 490-495; H. I. Safa, "The Changing Class Composition of Female Labor Force in Latin America," Latin American Perspective, Vol. IV, No. 4, 1977, pp. 126-136 y " Women , Production, and Reproduction in Industrial Capitalism: A Comparison of Brazilian and U.S. Factory Workers," en J . Nash y M.P. Fernandez Kelly, (eds.) Women, Men and the International Division of Labor, op. cit., pp . 95-116; G. Vazquez de Miranda, "Women's Labor Force Participation in a Developing Society : The Case of Brazil ," Signs, Vol. 3, No. 1, 1977, pp . 261-274.

13

Cf. Rivera-Quintero, op. cit., p. 8; Z. Ahmad, "Rural Women and their Work: Dependence and Alternatives for Change, " International Labour Review, Vol. 123, No. 1, enero-febrero, 1984, pp. 71-86.

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tal a partir de los a nos sesenta creara nuevas oportunidades de empleo para las mujeres, en su rol tradicional de dependientas, cajeras, etc., en los nuevos establecimientos comerciales tales como tiendas por departamentos, supermercados, etc. 14 4. En el sector de servicios se dara una declinaci6n del empleo femenino en la primera etapa y un aumento en la segunda etapa del proceso de industrializaci6n . Esta hip6tesis contradice la visi6n mas corriente, segun la cual la participaci6n de la mujer en el sector de servicios crece a medida que avanza el proceso de industrializaci6n. En gran medida esta declinaci6n puede atribulrsele a dos factores. Primero, la incorporaci6n de la mujer al trabajo en la industria liviana en la primera etapa del proceso de industrializaci6n, y mas tarde a otros sectores de la economfa. Segundo, a la emigraci6n de mujeres a los Estados Unidos para trabajar en fabricas yen el servicio domestico. 15 Contrario a esto, en la segunda etapa la expansi6n de los servicios sociales en Puerto Rico le abre a la mujer con cierto nivel de educaci6n nuevas oportunidades de empleo en el sector de los servicios . 5. En la adm inistraci6n publica se dara un nivel de participaci6n bajo durante la primera etapa del proceso de industrializaci6n y un aumento significativo durante la segunda. Aunque el proceso de industrializaci6n estimulara la demanda de servicios publicos y, por consecuencia, el crecimiento de la burocracia estatal, la incorporaci6n de la mujer al sector publico no sera inmediata. La polftica en Puerto Rico ha sido tradicionalmente parte del dominio del hombre y no sera hasta que la expansi6n de la burocracia llegue a un nivel crftico que se incorporara a la mujer de forma importante en dicho sector. Para probar la validez de estas hip6tesis disenamos un modelo econometrico que nos permiti6 examinar, mediante la aplicaci6n de tecnicas de regresi6n multiple, el efecto de las distintas etapas del desarrollo industrial en la distribuci6n sectorial del empleo femenino a traves del tiempo. Este modelo se ilustra en la siguiente ecuaci6n matematica : Empleo Femenino = a(lntersecci6n) + bl(Etapa de Desarrollo Industrial) + b2(Empleo Total) + E(Margen de Error) En dicho modelo la variable dependiente, empleo femenino, representa el porciento de mujeres en edad productiva empleadas en Puerto Rico para cada sector econ6mico, i.e., manufactura, agricultura, comercio, servicio y administraci6n publica.16 Esto significa que la variable dependiente asume valores distintos para cada sector econ6mico, aun cuando el modelo utilizado para el analisis estadfstico es el mismo en todos los casos.

14 Cf. Pic6 de Hernandez, op. cit., p. 144, y Sylvia Vilanova, " Tendencias recientes en el empleo femenino en Puerto Rico : el caso del comercio al detal, " trabajo mimeografiado, 1980, p. 5.

15 Entre mediados de la decada del 1940 a finales de 1950 agencias privadas de empleo norteamericanas reclutaron una gran cantidad de mujeres puertorriquef\as para trabajar en empleos domesticos en las ciudades de Nueva York, Chicago y Newark. Para un analisis mas detallado vease Rivera-Quintero, " Condiciones del empleo domestico asalariado en Puerto Rico," Comisi6n para el Mejoramiento de la Mujer, San Juan, junio, 1977. 1e Las cifras de 1947 y 1976 sobre el empleo se refieren a la poblaci6n femenina de 14 af\os o mas empleadas en estos sectores. Las cifras de 1977 en adelante se refieren a la poblaci6n femenina de 16 af\os o mas.

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La variable independiente, etapa de desarrollo industrial , es una variable nomi nal construida para representar las dos etapas de desarrollo industrial a partir de 1947 identificadas en la literatura del desarrollo econ6mico en Puerto Rico.17 Esta variable nominal adquiere un valor de Opara el perfodo de 1947-1962 y de 1 para el perfodo de 1963-1982. El primer perfodo representa la etapa temprana del proceso de industrializaci6n, que se caracteriz6 por un dominio de industria liviana, estimu lada por la aprobaci6n e implementaci6n de las leyes numeros 184 y 6 de 1948 y 1953 respectivamente. El segundo perfodo representa la segunda etapa caracterizada por el dominio de industrias de capital intensivo, estimuladas por las !eyes numeros 57 y 26 de 1963 y 1978 (ver cuadro 1). La segunda variable independiente, empleo total , mide el numero total de personas en edad productiva empleadas entre los anos 1947 y 1982. El calculo del parametro de esta variable nos permite hacer algunas observaciones acerca de c6mo el porciento de mujeres empleadas en cada sector compara el numero total de personas empleadas en la economfa. Esto es, nos permite observar cambios sectoriales en el empleo femenino en relaci6n al crecimiento en el empleo total. Para calcular este modelo, utilizamos cifras transformadas a porciento sobre el empleo femenino por sector econ6mico. 18 Estos datos estadfsticos provienen de la serie hist6rica recopilada por el Departamento del Trabajo para los anos naturales de 1947 a 1982. 19 La informaci6n estadfstica para el empleo femenino en la agricultura llega hasta 1974, ya que a partir de esa fecha no hay informaci6n confiable al respecto. 20 Los resultados del analisis de regresi6n multiple aparecen sintetizados en los cuadros 5 y 6. En el cuadro 5 presentamos el resultado de la estimaci6n numerica del modelo. En dicho cuadro, las ecuaciones para el empleo femenino en cada sector estan organizadas en forma vertical y el valor de los coeficientes para las variables independientes se leen de izquierda a derecha. Los numeros que aparecen entre parentesis debajo de cada parametro indican el grado de significaci6n estadfstica de cada coeficiente, calculado a base de la prueba de t (donde el nivel de significaci6n es de .05 y el valor crftico de t es de + 1.645). En el cuadro 6 presentamos en forma comparativa nuestras expectativas iniciales y los hallazgos acerca de la distribuci6n sectorial del empleo femenino en relaci6n a las etapas del desarrollo industrial. Los resultados que presentamos en el cuadro 5 senalan que la distribuci6n sectorial del empleo femenino en relaci6n a las etapas del desarrollo industrial tiene significaci6n estadfstica en cuatro de los cinco sectores econ6micos analizados, i.e., agricultura (Pag), manufactura (Pm), comercio (Pc) y servicios (Ps). El coeficiente del empleo en la administraci6n publica (Pad), por su parte, no es significativo. El terminos generales, dichos resultados corroboran la validez de nuestras hip6tesis sobre el movimiento del empleo femenino para loS sectores de la manu-

11

Vease por ejemplo los trabajos de Jose J. Villamil, " El modelo puertorriquei'\o: los lfmites del crecimiento dependiente," Revista Puertorrlqueiia de lnvestlgaciones Sociales, Vol. 1, No. 1, jul io-diciembre , 1976, pp . 3-14; Emil io Pantojas Garcia, op. cit.

1a En este analis is util izamos porcientos en vez de numeros absolutos con el prop6sito de mantener como constante cambios en el numero de la poblaci6n . 19

Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, Serie estadistica sobre el estado de empleo, Puerto Rico, 1982.

20

Los valores que miden la variable dependiente, empleo femenino , es la agricultura fueron transformados ut ilizando calculos logarftmicos con el prop6s ito de corregir la correlaci6n en serie que inicialmente observamos enn e l " scattergram ".

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factura, el comercio y la administraci6n publica. Sin embargo, los resultados de la estimaci6n del modelo para el empleo en los sectores de la agricultura y los servicios sei'\alan un patr6n de empleo femenino distinto al que se proyect6 en nuestras hip6tesis (ver cuadro 6).

Cuadro 5 RESULTADOS DEL ANALISIS DE REGRESION MULTIPLE Variables lndependlentes•

Variables Dependientes Pag

lntersecci6n

Pm

1.0

Etapa 2 (1963 · 82)b

.16 (2.5)

Empleo Total

.0008 (-1.9)

Pc

Ps

Pad

37.9

46.7

19.7

67 .6

-13

5.2 (5.7)

-5.1 (-2.3)

(-4.2)

.02 (.89)

.003 (.43)

.71 (.42)* .01 (1 .0)

-.02 (-1.6)

R2

.23

.61

.83

.66

.20

R-2

.17

.59

.82

.64

.16

Nota:

Pag se refiere a la ecuaci6n que captura el movimiento del empleo femenino en el sector de la agricultura , Pm en la manufactura, Pc el comercio, Ps los servicios y Pad la administraci6n publica.

a

El numero entre parentesis debajo de cada coeflclente indica el resultado de la prueba de t con un nivel de significaci6n de .05 utilizando como valor crltico t = + 1.645.

b

Esta variable tiene un valor de Opara el perlodo de 1947 • 1962 y 1 para el perlodo 1963 · 1982.

N

= 36 para todas las ecuaciones excepto para el sector de la agricultura donde N = 27. Las cifras para el empleo femenino en este sector Ilagan hasta 1973.

No significativo.

Cuadro 6 Hip6tesis Etapa 2 Etapa 1

Hallazgos Etapa 1 Etapa 2

Agricultura

D(-)

D(-)

D(-)

D(+)

Manufactura

C(+)

D(-)

C (+)

D(-)

Comercio

D (-)

C(+)

D(-)

C(+)

Servicio

D(-)

C(+)

C(+)

D(-)

Administraci6n Publica

D (-)

C(+)

D(-)

C (+)

Nota:

D indica declinaci6n o crecimiento no significativo del porciento de empleo femenino en el sector. C indica crecimiento en el porciento de mujeres empleadas en el sector.

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El examen detallado de los hallazgos presentados en el cuadro 5 revela que para el sector agrfcola el porciento de mujeres empleadas durante la etapa temprana del desarrollo industrial era relativamente bajo mientras queen la segunda etapa se observa un crecimiento relativo en la participaci6n de la mujer en dicho sector. Mas aOn, este aumento en el empleo femenino en la agricultura se da en la medida en que el empleo total tambien aumenta pero a un ritmo considerablemente lento. Esta tendencia al crecimiento en el empleo femenino en la agricultura con relaci6n al empleo total se puede explicar argumentando que los hombres abandonaron los empleos en dicho sector a un ritmo mayor que las mujeres probablemente para conseguir empleos no agrfcolas en otros sectores de la economfa, o para continuar siendo trabajadores agrfcolas fuera de Puerto Rico. Debe recordarse que durante este perfodo un porciento significativo de la fuerza laboral masculina ligada al sector agrfcola fue reclutada por la Oficina de Migraci6n del Departamento del Trabajo como obreros estacionales para trabajar en los campos agrfcolas del este de los Estados Unidos. 21 Este aumento en el porcentaje de la participaci6n femenina en la agricultura es, pues, el resultado de la creciente declinaci6n en la participaci6n masculina en ese sector y no la consecuencia de una expansi6n en las oportunidades de empleo para la mujer en la agricultura. Nos parece, ademas, que este aumento fue de caracter temporal, ya que el empleo femenino en la agricultura tendi6 a declinar a traves de todo el perfodo segOn lo indican las cifras descriptivas. Es necesario senalar que estas inferencias acerca del empleo femenino en la agricultura estan limitadas por los datos estadfsticos utilizados en el analisis, y cualquier interpretaci6n al respecto debe estar sujeta a nuevos proyectos de investigaci6n empfrica. Cambios en la participaci6n femenina en la agricultura, segOn lo reflejan las estadfsticas, pueden ser causados tambien por diferencias en las definiciones de los conceptos estadfsticos utilizados para medir dicha participaci6n y/o por cambios en los metodos de colecci6n de datos a traves del tiempo. 22 Como bien senala Boserup, " las estadfsticas oficiales en los parses en vfas de desarrollo reflejan, en ocasiones, aumentos o declinaci6n en la actividad econ6mica de la mujer sin reflejar necesariamente diferencias en el tipo de trabajo realizado por estas". 23 En el caso particular de Puerto Rico esto parece ser cierto para la participaci6n de la mujer en el sector agrfcola Onicamente. De hecho, el propio Departamento del Trabajo senala que las limitaciones impuestas por el tamano de la muestra para dicho sector hace diffcil una estimaci6n confiable del empleo femenino en la agricultura a partir de 1975. 24 De ahf, a que nuestras inferencias sobre el empleo femenino en ese sector esten sujetas a constante revisi6n.

21

Luis Nieves Falc6n, El emigrante puertorriqueiio, Rio Piedras, Puerto Rico: Ediciones Edi I, 1975, p. 16.

22

Para un anal is is detallado sobre la utilizaci6n de estadlsticas y sus limitaciones para el estudio de la participaci6n laboral de la mujer vease, Lourdes Benerla, "Accounting for Women 's Work, " en L. Benerla (ed.), Women ... op. cit., pp. 119-146; Elsie Boulding "Measures of Women's Work in the Third World: Problems and Suggestions, " en Mayra B~vinic, et. al. (eds.), Women in Poverty in the Third World, Baltimore: The John Hopkins University Press, 1983, pp. 286-299.

23

Ester B?serup, " Employment of Women in Developing Countries, " en Leon Tabah (ed.), Population Growth and Economic Development in the Third World, Liege, Belgium : Interna-

tional Union for the Scientific Study of Population , 1975, pp. 79-107. 24

54

Departamento def Trabajo, op. cit.

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La estimaci6n del modelo para el empleo femenino en la manufactura revela que el porciento de mujeres empleadas en dicho sector declina, mientras el numero total de personas empleadas en la economla aumenta lentamente. De este patr6n podemos inferir claramente que el tipo de industrias que constituyen el eje del proceso industrial en cada etapa del desarrollo tiene un impacto di recto en el nivel e intensidad en que la mujer se integra al sector de la manufactura. El hecho de que el empleo femenino en actividades manufactureras crezca durante la primera etapa provee evidencia emplrica para el argumento de que las mujeres son integradas rapidamente a aquellas industrias que utilizan destrezas asociadas a los roles tradicionales de la mujer en la sociedad (e.g. costureras en la industria de la aguja y trabajadoras de cocina en industria de alimentos). Los resultados de la estimaci6n del modelo para el empleo femenino en el sector del comercio indican que el porciento de mujeres empleadas en dicho sector aumenta mas rapido que el aumento en el empleo total. De hecho, el aumento en el empleo total no es estadlsticamente significativo. De estos patrones en el empleo femenino podemos inferir que la mujer entra mas rapidamente yen proporci6n mayor al sector del comercio que al sector de la manufactura. Esto claramente revela diferencias fundamentales en las oportunidades de empleo para la mujer en ambos sectores. La rapida integraci6n de la mujer al sector del comercio durante la segunda etapa del desarrollo industrial se puede atribuir al florecimiento del comercio al detal en Puerto Rico durante los aiios sesenta. Por su parte, la reducci6n en la integraci6n de la mujer a las actividades manufactureras se puede atribuir a las limitadas oportunidades de empleo existentes para la mujer en la industria pesada de alta composici6n de capital tales como las petroqulmicas. La estimaci6n del modelo que captura el movimiento del empleo en el sector de los servicios revela que el empleo femenino en este sector crece durante la primera etapa de desarrollo industrial mientras queen la segunda etapa declina. Esta declinaci6n en el empleo durante la segunda etapa se da en la medida en que el numero total de personas empleadas tambien disminuye. Sin embargo, esta reducci6n en el empleo parece ser mayor para las mujeres que trabajan en este sector que para el resto de las personas empleadas en la economla. A la luz de estos hallazgos podemos inferir lo siguiente. Primero, nos parece razonable argumentar que algunas mujeres sustituyen empleos en el sector de los servicios por empleos en el sector del comercio donde, como vimos, surgen nuevas oportunidades de empleo para la mujer durante la segunda etapa del desarrollo industrial. Segundo, en Puerto Rico, al igual queen otros palses en vlas de desarrollo, las oportunidades econ6micas disponibles para la mujer durante la segunda etapa del desarrollo se han limitado al sector informal de la economla donde la participaci6n de la mujer aumenta cada dla mas. 25 Las mujeres que dejan sus trabajos o son desplazadas del sector de los servicios buscan oportunidades econ6micas en el sector informal de la economla donde el tipo de trabajo a realizar no es muy distinto al que realizan formalmente las mujeres en el sector de los servicios. Una mujer que trabaje como cocinera o mesera en un restaurant y pierda o abandone dicho empleo puede encontrar oportunidades econ6micas en la elaboraci6n de productos comestibles en su hogar para

25

Para una discusi6n sobre la participaci6n de la mujer puertorriquei'\a en el sector informal de la economla, vease Janice Petrovich y Sandra Laureano, "Chiripeo femenino", citado en Norma Valle, "lngenio y necesidad el 'chiripeo' femenino," El Reportero, marzo 6, 1984, p. 5; para un analisis detallado sobre el mismo asunto en la America Latina vease el trabajo de Lourdes Arizpe "Women in the Informal Labor Sector: The Case of Mexico," Signs, Vol. 3, No. 1, 1977, pp. 25-37.

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ser vendidos de puerta en puerta o en las esqulnas de las princlpales callas del pals. Este tipo de actividad es muy comun en el Puerto Rico de hoy. Los resultados de la estimaci6n del modelo para el empleo femenino en el sector de la administraci6n publica lndica que el empleo de mujeres en este sector es insignificante durante la primera etapa del desarrollo industrial. Durante la segunda etapa se observa una tendencia a la lncorporaci6n de mujeres a la fuerza laboral en dicho sector a un ritmo mayor queen el aumento en el empleo total. Aun cuando la estimaci6n del parametro para esta variable no tiene significaci6n estadlstica, las tendencias en el patr6n de empleo que se observa en los hallazgos suglere que las estimaci6n del parametro para esta variable no tiene significaci6n estadlstica, las tendencias en el patr6n de empleo que se observa en los hallazgos sugiere que las oportunidades de empleo en el sector de la administraci6n publica son mayores para mujeres que para los hombres. Probablemente las mujeres que tienen cierto nivel de educaci6n y/o que son desplazadas de los sectores de la manufactura y los servicios encuentran oportunidades de empleo en el sector publico. El patr6n de empleo en este sector revel a claramente una tendencia a la feminizaci6n de la administraci6n publica que tiene su comienzo durante la segunda etapa del desarrollo industrial. En terminos generales, los resultados del analisis de regresi6n claramente indican que la distribuci6n sectorial del empleo femenino durante la primera etapa del desarrollo industrial se concentr6 principalmente en los sectores de la manufactura y los servicios, mientras que apenas creci6 en los sectores de la agricultura, el comercio y la administraci6n publica. En la segunda etapa del desarrollo industrial, por el contrario, el porciento de mujeres empleadas en estos sectores aumenta mientras Q{.le en el sector de la manufactura y los servicios disminuye. En el sector agrfcola el empleo femenino durante la segunda etapa crece hasta 1974 cuando comienza a declinar dramaticamente. Procede ahora a analizar el impacto de la polftica de desarrollo sabre la distribuci6n ocupacional del empleo femenino. DISTRIBUCION OCUPACIONAL DEL EMPLEO FEMENINO Como sei'\alamos al principio de este trabajo, nose pudo encontrar una serie hist6rica de empleo femenino por ocupaci6n y sector que nos permitiera hacer un analisis de regresi6n similar al que hicimos para el empleo por sector. No obstante esta limitaci6n, nos parece importante al menos dar una visi6n descriptiva de los cambios ocupacionales en el empleo femenino que han acompanado el proceso de industrializaci6n ; aunque no podamos establecer una relaci6n causal directa coma en el caso anterior. En esta parte de nuestro trabajo analizaremos los datos estadfsticos del censo sabre categorfas ocupacionales para los anos censales 1940 al 1980. Es necesario senalar de antemano que los datos estadfsticos del censo de 1980 para las categorfas individuales de ocupaci6n no son estrictamente comparables a la de los ai'los anteriores. En este censo la composici6n de las categorfas individuales de ocupaci6n fue refinada con el prop6sito de " reconocer el nacimiento de ocupaciones nuevas, la muerte de otras, y el crecimiento y la decadencia de ocupaciones existentes " .26 A pesar de estas limitaciones, pudimos utilizar los datos estadfsticos provenientes de la clasificaci6n ocupacional detallada para calcular el empleo y es-

2s Para una discus i6n abarcadora sobre los factores que limitan la comparabilidad de los datos del censo de 1980 con los datos de los censos anteriores, vease U.S. Department of Commerce, Bureau of the Census , 1980 Census of Population - Puerto Rico. B-15.

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tablecer comparaciones entre un numero limitado de ocupaciones (vease cuadros 9 al 14). Estos calculos , aun cuando no estan exentos de algun margen de error, nos permiten hacer, de forma limitada, algunas inferencias preliminares sobre los cambios en la estructura ocupacional del empleo femenino a traves del periodo de la industrializaci6n. Como podemos observar del cuadro 7, entre los anos censales de 1940 al 1970, el empleo femenino creci6 en las categorias ocupacionales de oficinistas y trabajadoras analogas, profesionales, empleadas de servicio y vendedoras , mientras que el mismo declin6 significativamente en las categorias de operarias, empleadas de servicio domestico, obreras y administradoras de finca. Aun cuando la ocupaci6n de operaria declin6 sustancialmente, dicha categorfa mantuvo a lo largo de ese perfodo el porciento mas alto de empleo femenino. En la categoria de gerentes y administradores el empleo femenino, sin embargo, fluctu6 entre un 2% y un 4%. Enterminos generales, este cuadro sugiere que la ocupaci6n de la mujer en el mercado de trabajo se ha redefinido pasando de operarias, empleadas en actividades manufactureras y empleadas domesticas a oficinistas y ocupaciones administrativas. Cuadro 7 DISTRIBUCION DEL EMPLEO FEMENINO POR CATEGORIA OCUPACIONAL PRINCIPAL (PORCIENTO)

1970

Categoria Ocupacional

1940

1950

1960

Profesionales Gerentes y Administradoras Vendedoras Oficinistas y Trabajadoras Analogas Operarias (excepto de transporte) Trabajadoras de Servicio (excepto domestico) Trabajadoras de Servicio Domestico Artesanas y Trabajadoras Analogas Obreras (excepto en fincas) Obreras Agricolas Administradoras de Finca

6.0 1.6 2.1 4.1 50.0

9.8 2.6 2.8 9.5 39.3

15.1 4.1 4.6 16.4 28

17.4 3.3 5.0 21.7 23.4

3.4 27.5 .17 .27 2.3 2.4

8.2 22.4 .43 .62 2.3 .63

11.8 13.1 1.6 .73 1.3 .27

12.0 4.5 2.8 1.0 .42 .11

Fuente: U.S. Department of Commerce, Bureau of the Census , 1940-1970, Census of Population, Puerto Rico Detailed Population Characteristics .

Aun cuando la comparabilidad entre las estadisticas presentadas en los cuadros 7 y 8 es minima, debido a los cambios en el sistema de clasificaci6n , el analisis para las categorias individuales de ocupaci6n en 1980 revela una tendencia similar a la de los anos anteriores respecto al crecimiento y declinaci6n de ciertas ocupaciones. El cuadro 8 indica que el empleo femenino creci6 en las categorias de oficinistas, profesionales yen las ocupaciones de servicio y vendedoras. Mientras queen las categorias de servicio domestico, operarias, agricultura y obreras observamos una clara declinaci6n en el empleo femenino . En la categoria de ejecutivas, administradoras y gerenciales, las ocupaciones para mujeres representan solamente el 6% del total del empleo femenino. Como podemos observar, en las nuevas caHomines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

57


tegorfas ocupacionales tales como transportaci6n , servicios de protecci6n , y tecnicos , la representaci6n femenina es a(m mfnima. Una vez determinadas las principales categorfas ocupacionales en que se concentra el empleo femenino, pasamos a un analisis detallado del tipo de actividad econ6mica realizada por la mujer dentro de cada una de esas categorfas.

Cuadro 8 DISTRIBUCION DEL EMPLEO FEMENINO POR CATEGORIA OCUPACIONAL PRINCIPAL (PORCIENTO) Categoria Ocupacional

1980

Especialidades Profesionales Ejecutivas, Administradoras y Gerenciales Tecnicos y Ocupaciones de Apoyo Vendedoras Apoyo Administrative y Clericales Servicios en Hogares Privados Servicio de Protecci6n Servicios (excepto de protecci6n yen el hogar) Agricultura, Silvicultura y Pesca Producci6n con Precisi6n, Artesanfa y Reparaci6n Operadoras de Maquinas, Ensambladoras e lnspectoras Transportaci6n y Traslado de Materiales Manipuladoras, Limpiadoras de Equipo, Ayudantes y Obreras

18.7 6 2.4 7.6 26.9 1.4 .34 14.4 .32 3.1 16.8 .31 1.7

Fuente: U.S. Department of Commerce, Bureau of the Census, 1980, Census of Population, Puerto Rico Detailed Population Characteristics

El empleo femenino en ocupaciones profesionales ha aumentado considerablemente durante todo el perfodo de la post-guerra. Para poder identificar el tipo de trabajo que realiza la mujer en ocupaciones profesionales y evaluar la calidad de su trabajo frente a otras profesiones, clasificamos el empleo femenino de acuerdo a profesiones tradicionalmente asociadas con la mujer vis a vis profesiones no identificadas con la actividad femenina . El cuadro 9 ilustra esta clasificaci6n y sintetiza los hallazgos estadfsticos. Como podemos observar, la mayor parte del empleo femenino en las profesiones se ha concentrado durante todo el proceso de industrializaci6n en ocupaciones tales como maestra, enfermera, bibliotecaria, etc. A pesar de que el porciento de mujeres empleadas como maestras declin6, mas de la mitad de las mujeres profesionales continuaron desempeiiandose como maestras. De forma similar, el porciento de mujeres empleadas como enfermeras graduadas declin6, aunque dicha ocupaci6n se mantuvo segunda en importancia entre todas las profesiones. La ocupaci6n de trabajadora social por su parte creci6 significativamente llegando a ser la tercera ocupaci6n mas importante entre los empleos profesionales para la mujer; mientras que la ocupaci6n de bibliotecaria ocupa el sexto lugar de importancia. El crecimiento de ciertas profesiones tales como la de trabajadora social y de bibliotecaria se puede atribuir, en parte, a la expansi6n en el gasto del gobierno federal en programas de bienestar publico y educacionales en Puerto

58

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I

0

3

::,

co (/) Q_

<

Cuadro 9

......

EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: PROFESIONES PRINCIPALES

0

z

1940

3

CD

C1l

co --.j

Profesiones Tradicionales Asociadas con la Mujer Maestras1 Bibliotecarias Enfermeras Graduadas Trabajadoras Sociales Profesiones No-tradicionales lngenieros Abogadas Farmaceuticas Doctoras Contadoras Total 1 Excepto maestras de colegio y universidad. • No disponibles. Fuente: Census of Population . .. Puerto Rico.

(.11

CD

%

N

N

...... CD

1950

1960 %

N

N

1970 %

1980 %

N

N

%

6,921

81 .2

10,300

80.3

17,072

83.5

26,483

77.3

39,463

73.7

5,252

67.7

8,068

62.9

12,510

61.2

18,827

55

28,193

52.7

.51 18.9

1,603

40 1,471

126

.98

236

1.2

647

1.9

980

1.8

12.5

3,155

15.4

5,069

14.8

5,776

10.8

158

.2

503

3.9

1,171

5.7

1,940

5.7

4,514

8.4

124

1.6

575

4.5

904

4.4

2,195

6.4

6,137

11 .5

4

.05

26

.20

16

.08

79

.23

285

14

.18

36

.28

52

.25

217

.63

677

1.3

1,000

1.9

80 26

1.0 .33

N/D*

-

7,757

100

193 56 264 12,832

1.5 .44 2.1 100

216 168 452 20,435

1.1 .82 2.2 100

430 328 1,141 34,259

1.3 .96 3.3 100

.53

920

1.7

3,255

6.1

53,519

100


Rico .27 Por un lado, la implementaci6n por el gobierno de programas de bienestar publico requiere la utilizaci6n de trabajadoras sociales para la evaluac i6n de casos . Por otro lado, las universidades privadas que se han beneficiado grandemente de los fondos federales para expandir sus facilidades educativas necesitan un mayor numero de bibliotecarias. Ambos procesos pudieron estimular la demanda en el empleo femenino para esas ocupaciones. Entre las profesiones no tradicionales la ocupaci6n que creci6 mas fue la de contadoras , que ocupa el cuarto lugar de importancia . En las profesiones de abogadas , farmaceuticas y doctoras , la participaci6n de la mujer ha aumentado tambien pero a un ritmo considerablemente lento. La participaci6n de la mujer en estas ocupaciones representa tan solo el 5 % del total de mujeres profesionales. La profesi6n de ingenieria, por su parte, continua siendo dominada por hombres . La participaci6n femenina en esa ocupaci6n representa menos de un 1 % del total. Aun cuando la participaci6n femenina en profesiones clasificadas como no tradicionales ha mejorado, las profesiones consideradas socialmente de mas prestigio y mejor remuneradas son aquellas donde todavia hay un numero reducido de mujeres. En terminos generales , el cuadro 9 revela que al final de tres decadas de desarrollo industrial cerca de tres cuartas partes de las mujeres empleadas como profesionales continuan desempenandose en ocupaciones tradicionales asociadas al trabajo femenino . En terminos relatives , sin embargo, observamos que el empleo de la mujer ha progresado de forma limitada en el area de las profesiones no tradicionales, particularmente como contadoras . Otra area de crecimiento en las ocupaciones profesionales se encuentra en la categoria de maestras de colegio y universidad al igual que en la categoria de escritoras, artistas y entretenedoras. Para 1980, 2,487 mujeres estabari empleadas como maestras de colegio y universidad . Esto representa un 4.6% de todas las mujeres empleadas como profesionales. En la categorfa de escritoras, artistas y entretenedoras se registraron en 1980, 1604 mujeres empleadas para un 3% del total de empleadas profesionales. El empleo femenino en las ocupaciones relacionadas a la administraci6n publica creci6 significativamente entre los anos 1940 y 1970. Pero como podemos observar del cuadro 10, entre los anos 1970 y 1980 la integraci6n de la mujer al trabajo en dichas ocupaciones se di6 a un ritmo mas lento queen los anos anteriores. La mujer se incorpor6 mas rapidamente al trabajo en ocupaciones tales como las de oficiales de bancos , gerentes financieros, gerente de personal, agentes de seguros y de bienes rafces. Aun cuando observamos un aumento substancial en la participacion de la mujer en las ocupaciones de oficiales (financieros y gerentes de bancos) es importante senalar que un total de 1,154 mujeres clasificadas en esta categorfa ocupacional 680 (59%) se desempenaban como oficiales financieros y solo 474 (41 %) de el las eran gerentes de banco. Aun cuando la mujer se ha abierto camino en estas ocupaciones, los datos sugieren que la division sexual del trabajo dentro de la estructura ocupacional en la banca, al igual queen los negocios financieros y de bienes rafces, continua siendo desfavorable para las mujeres. El empleo femenino en ocupaciones de gerente en las areas de finanzas, seguros y bienes rafces crecio a un ritmo mas lento queen el area de la banca. Esta limitada mejorfa en las ocupaciones de la mujer en dichas areas durante los anos 1970 y 1980 se puede atribuir a la expansion sin precedente de los servicios bancarios y financieros en Puerto Rico

27

60

Una discusi6n detallada sobre el gasto del gobierno federal en las areas de bienestar publico y programas educativos se encuentra en U.S. Department of Commerce, Economic Study of Puerto Rico, Washington: Government Prints, 1979.

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I

0

3

::i

Cl) (/J

Cuadro 10

<

EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: GERENTES Y ADMINISTRADORAS

0

_. 0

z

3 _. CL)

N

Gerentes y Administradoras

CXl

Comercio por menor (asalariados) Comercio por menor (empleados por cuenta propia)

0)

co --.J

Oficiales de Bancos y Gerentes Financieros

%

2,070

100

1,411

68.2a

8

.39b

Finanzas, Seguros y Bienes Rafces 1 Gerente de Personal y Relaciones Laborales

1 a b

_.

N

%

3,416

100

N

%

%

N

%

5,560

100

6,490

100

12,864

100

134

3.9

400

7.2

512

7.9

655

5.1

1,898

55.7

1,562

28.1

1,083

16.7

443

3.4

202

3.1

1,154

8.9

347

2.7

.11

25

.73

6

13

.38

117

2.1

112

1.7

-

N/D

-

N/D

-

1,752

13.6

N/D•

-

N/D

Administraci6n Publica

113

5.5

306

9

849

15.3

2,273

35

3,398

26.4

Manufactura, Construcci6n, Transporte, Comunicaci6n y Servicios Publicos1

N/D

-

409

12

536

9.6

449

6.9

662

5.1

lncluye asalariados y empleados por cuenta propia. lncluye ambas categorfas del comercio por menor. lncluye ofici_a les de banco y gerentes financieros y empleados de finanzas , seguros y bienes rafces . No disponible.

Fuente : Census of Population .. . Puerto Rico. 0)

N

1980

1970

1960

1950

1940

C•


durante esos anos. 28 La mujer puertorriquena, cuyo nivel de escolaridad para este perlodo es considerablemente alto, aprovecha esta coyuntura estructural para incorporarse a "ocupaciones masculinas " que estan siendo lentamente redefinidas por cambios en la economfa. El cuadro 10 tambien senala que para 1980 se registra un numero considerable de mujeres empleadas como gerentes de personal. En terminos de importancia, la posici6n de gerente de personal ocupa el segundo lugar entre todas las ocupaciones incluidas para este analisis en la categorfa de gerentes y admin istradores. Esta tendencia al crecimiento en el empleo de la mujer en dicha area no es sorprendente, ni esta asociado unicamente a los logros educativos de la mujer. Nuestra sociedad le atribuye a la mujer ciertas aptitudes y habilidades manipulatorias que estan en consonancia con las destrezas asociadas a esta ocupaci6n. Por tanto, la mujer que ya ha adquirido cierta preparaci6n academica podra tener una ventaja relativa al hombre para ocupar esta posici6n . A la vez que el empleo femenino crece significativamente en ciertas ocupaciones , este declina para otras ocupaciones de forma dramatica. Por ejemplo, el cuadro 10 senala que el empleo femenino ha declinado considerablemente a traves de todo el perfodo en la categorfa de gerentes y administradores en el comercio al por menor, tanto para mujeres asalariadas como para mujeres empleadas por cuenta propia. De igual modo se observa un continua decrecimiento en la ocupaci6n de gerentes en las areas de la manufactura, la construcci6n , transporte , comunicaciones y utilidades publicas. Esto parece indicar que la mujer ha ven ido perdiendo terreno frente al hombre en ocupaciones concernientes al comercio por menor. De se r asf, esto sugerirfa que las actividades comerciales en Puerto Rico continuan fundamentalmente siendo " empresas masculinas " . Otra area importante de crecimiento en el empleo femenino se encuentra en las ocupaciones de oficinista y trabajos analogos . Los datos presentados en el cuadro 11 revelan que dentro de esa categorfa ocupacional los trabajos de secretaria y cajeras continuan siendo una fuente importante de empleo para la mujer. Aun cuando el numero absoluto de secretarias aument6 dramaticamente, en terminos relativos este se mantuvo alrededor de un 50% . En terminos relativos el crecimiento mas significativo se observ6 en los trabajos de cajeras. Estas dos ocupaciones en conj unto representan mas del 50 % del empleo en las ocupaciones de oficinistas a lo largo de todo el perfodo. Este crecimiento en las ocupaciones de secretaria y cajeras se puede expl icar en funci6n de dos procesos de cambio importantes para la creaci6n de empleos. Primera, la expansi6n de las burocracias estatal y corporativa tuvo un impacto positivo en est imular la demanda por servicios secretariales. Segundo, la expans i6n del comercio al por menor, particularmente la proliferaci6n de estableci mientos comerciales , tales como "shopping malls ", tiendas por departamento, etc., pueden ser responsables por el extraord inario crecimiento en el empleo de cajeras. De ser asf, esta tendencia en el empleo claramente demuestra que los trabajos de secretaria y cajeras aun son considerados empleos propiamente femeninos.

28

62

Para un analisis detallado sobre la expans i6n de los servicios bancarios en Puerto Rico, vease Manuel Escobar, The 936 Market: An Introduction, San Juan: N.P., 1982.

Homines, Vot. 10, Num. 2, 1986-87


Aun cuando observamos algunas fluctuaciones en las ocupaciones de tenedoras de libros, mecan6grafas y operadoras de maquina de oficina, estas continuan siendo una fuente de relativa importancia en el empleo de la mujer. A esta lista le podemos anadir las ocupaciones de recepcionista y archiveras que desde los sesenta parece atraer el empleo femenino. La importancia relativa de estas ocupaciones en su conjunto como fuentes de trabajo para la mujer (21 .8 % en 1970 y 12 % en 1980) sirve para evidenciar el caracter secundario del empleo femenino que se concentra en la escala mas baja de la jerarqu la ocupacional. Esto ciertamente es un reflejo a nivel de la estructura ocupacional de la posici6n subordinada de la mujer en la sociedad en general. Antes de concluir nuestra interpretaci6n del cuadro 11 , nos parece necesario senalar el hecho de que la categorla de telefonista , en terminos relativos , muestra una tendencia a la declinaci6n continua en el empleo. Esto nos sugiere que el empleo femenino en la ocupaci6n de telefonista ha perdido importancia frente a la utilizaci6n de nueva tecnologia en el area de las comunicaciones .29 La instalaci6n de cuadros electr6nicos y el uso de computadoras y sistemas avanzados de telecomunicaciones han desplazado la fuerza laboral femenina que de lo contrario estaria empleada en mayor numero como telefonistas. Otra area de relativa importancia para el empleo femenino esta en el area de las ventas . Los datos presentados en el cuadro 12 indican que el porciento de mujeres empleadas como dependientas y vendedoras en el comercio al por menor se mantuvo alrededor del 80% durante el periodo 1940-1970. Entre 1970 y 1980, sin embargo, esta cifra baj6 a un 72%. A pesar de esta declinaci6n en la ocupaci6n de vendedoras y dependientas en la ultima parte del periodo nos parece razonable argumentar que las mujeres que se emplearon en estas ocupaciones se desempenaron basicamente como dependientas. No es hasta la decada del 1970 que la mujer comienza a hacer incursi6n en las ocupaciones de representantes de ventas y asi a escalar la rigida jerarqula ocupacional de las ventas. En las ocupaciones de servicio el empleo femenino se ha concentrado principalmente en las categorias de cocina, conserje, enfermeras practicas, meseras, peluqueras y cosmet61ogas . De estas ocupaciones la que mas ha crecido a traves de todo el perfodo ha sido la de conserje. Sin embargo, como podemos observar en el cuadro 13, la ocupaci6n de cocina continua siendo la fuente de empleo mas importante entre los trabajadores de servicio. A pesar de la declinaci6n en el empleo femenino en la categorfa de cocina entre los anos 1960 y 1970, dicha ocupaci6n registr6 el numero mayor de mujeres empleadas con un 22% del total de las trabajadoras de servicios. La ocupaci6n de enfermeras practicas por su parte, declin6 entre los anos 1940 y 1970 pero aument6 dramaticamente durante los anos de 1970 al 1980. Contrario a esto, el porciento de mujeres trabajando como peluqueras y cosmet61ogas que habia estado en constante crecimiento durante los anos 1940 y 1970 declin6 en 1980. Las fluctuaciones en estas ocupaciones de servicio responden a las cambiantes necesidades de las actividades comerciales y a los servicios de salud en Puerto Rico durante la decada de los sesenta y los setenta. El florecimiento de los establecimientos de comidas ligeras probablemente contribuy6 a la declinaci6n relativa en la demanda por cocineras. De igual modo, la apertura de salones de belleza asociados a grandes cadenas norteamericanas en este negocio parece haber reemplazado los pequenos salones de belleza con base en el hogar, que 29

Vease el trabajo de Jackie West, " New Tecnology and Women 's Office Work, " Work Women and the Labour Market, London: Routledge Kegan Paul , 1982, pp. 61-79.

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

63


CJ)

.t,.

Cuadro 11 EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: OFICINISTAS Y TRABAJADORAS ANALOGAS

1940

Of ic in istas y Trabajadoras Analogas Tenedoras de Libros

N

%

N

5,309

100

506

9.5a

Cajeras Secretarias

-

%

N

1980

1970 %

N

%

N

%

100

42,755

100

79,122

100

438

2

2,069

4.8

2,869

3.6

1,326

6

3,052

7.1

7,163

9.1

10,992

49.8

18,196

42.5

39,377

49.8

12,526

100

22,128

215

1.2

661

3.7

-

Mecan6grafas Operadoras de Maquina de Ofic ina

1960

1950

6,938

55_4c

780

3.5

4,473

10.5

2,000

2.5

2,556

48.1b

74

.59

273

1.2

607

1.4

1,033

1.3

372

7

569

4.5

728

3.3

1,103

2.6

1,276

1.6

N/0

-

390

1.8

1,766

4.1

3,614

4.6

I

0

Telefonistas

3 ::::,

Recepc ion istas y Archiveras (f ile clerks)

(l) (/)

<

0

..... 0

z

a

3

b

_N <.O

co CJ)

_.,

6:,

c

Tenedoras de libros y cajeras . Mecan6grafas y operadoras de maqu ina. Secretarias y mecan6grafas . No disponible.

Fuente: Census of Population ... Puerto Rico.

N/0 *

-


:r: 3

0

:::, (I) (/)

<

Cuadro 12

Q_

.....

EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: TRABAJADORAS DE VENT A

?

z

C•

1940

3 J'\l co

CP

O'l

%

N

.....

Vendedoras

1950

2,742

%

N

100

1960 N

1980

1970 %

N

%

N

%

3,662

100

6,243

100

9,763

100

11 ,001

100

83.9

5,053

80.9

8,026

82.2

7,963

72.4

581

9.3

583

6

1,266

11 .5

0) --.J

Dependientas y Tendedoras (comercio por menor)

2,212

81.1

3,072

Representante de Ventas, Finanzas y Negocios1

29

1.1

26

Representante de Ventas2

156

5.7

135

3.7

329

5.3

551

5.6

1,268

11 .5

Ventas y Trabajos Analogos3

345

12.6

363

9.9

217

3.5

603

6.2

504

4.6

.71

1 lncluye agentes de seguro, bienes ralces, vendedoras de acciones y bonos y otros . 2 lncluye vendedoras del comercio por mayor. 3 lncluye demostradoras, subastadoras y vendedoras ambulantes .

Fuente: Census of Population ... Puerto Rico.

O'l

01


Ol Ol

Cuadro 13 EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: Trabajadoras de Servicios 1940 N

1950 %

N

1960 %

N

1970 %

N

1980 %

N

%

Trabajadoras de Servicios1

4,369

100

10,731'

100

15,956

100

23,717

100

38,764

100

Enfermeras Practicas2

1,059

24.2

2,435

22.7

2,267

14.2

2,110

8.9

6,966

17.8

Meseras3

908

20.8

478

4.5

855

5.4

1,488

6.3

1,523

3.9

Cocineras

847

19.4

3,340

31 .1

4,973

31 .2

5,321

22.4

8,650

22.3

Conserjes

460

10.5

1,024

9.5

1,659

10.4

3,540

14.9

6,397

16.5

Peluqueras y Cosmet6Iogas

163

3.7

488

4.5

1,348

8.4

2,423

10.2

2,156

5.6

I

0

3

::::, Cl) (/)

<

Q.

_o

z

C•

3

co

00 Ol

OJ --..J

1 No incluye servicio domestico. 2 lncluye comadronas o parteras . 3 lncluye cantineras.

Fuente: Census of Population ... Puerto Rico.


constitulan importantes fuentes de empleo para las mujeres que se desempei'laban en estas ocupaciones durante los anos sesenta. En el caso de las enfermeras practicas , podemos argumentar que estas parecen estar tomando ventaja de las nuevas oportunidades de empleo tales como asistentes de enfermeras en hospitales y casas de envejecientes. En terminos generales, el hecho de que el porciento combinado del empleo femenino en estas ocupaciones fluctue entre un 70% y un 60% a traves de todo el periodo claramente indica que la mujer participa en ocupaciones de servicio donde el tipo de actividad a realizarse es una extensi6n de las tareas de la mujer en el hogar. De esta forma, el tipo de actividad econ6mica que desempena la mujer en las ocupaciones de servicio se concentra en ocupaciones "propiamente femeninas " que no son mas que una extensi6n del papel tradicional de la mujer en la sociedad . El empleo femenino en actividades manufactureras como operarias de fabricas perdi6 importancia a traves de todo el perlodo. Entre 1940 y 1950 un gran numero de mujeres empleadas en la manufactura se desempei'laban como modistas y costureras, tabacaleras, operadoras de lavanderla y como operarias en la fabricaci6n de ropa y productos analogos. El cuadro 14 claramente senala que estas ocupaciones constituyeron la fuente mas importante de empleo para la mujer en el sector de la manufactura durante los anos 1960 y 1980. Sin embargo, como podemos observar del mismo cuadro 14 estas ocupaciones, con la excepci6n de la categoria de fabricaci6n de ropa y productos analogos, declinaron dramaticamente mientras el empleo femenino como operarias comenz6 a crecer en areas tales como maquinaria electrica y productos qulmicos al igual que como examinadoras, inspectoras, verificadoras y empacadoras en la industria de la manufactura en general. El empleo femenino como operaria en la fabricaci6n de ropa y productos analogos, por su parte, fluctu6 constantemente a traves de todo el periodo de 1940 y 1980. A pesar de estas fluctuaciones , en 1980 el empleo femenino en esta categorla ocupacional represent6 el 45% del total del empleo femenino en la manufactura. Obviamente esto sugiere que las ocupaciones femeninas en la fabricaci6n de ropa y productos analogos siguen siendo la fuente principal de empleo para la mujer en las actividades manufactureras. En 1980 el empleo de la mujer en el area de la electr6nica ocup6 el segundo lugar en terminos de su importancia relativa a las ocupaciones femeninas en la fabricaci6n de ropa y productos analogos. Estos datos , una vez mas, proveen evidencia al senalamiento de que las industrias de capital intensivo no generaron suficientes empleos para compensar la perdida de empleos en el area de la fabricaci6n de ropa. Esto explica, pues, la constante declinaci6n en la actividad econ6mica de la mujer como trabajadora de fabrica en el proceso productivo. De ahi que se observe una merma en la ocupaci6n de operaria como categoria principal en el empleo femenino (vease los cuadros 7 y 8).

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

67


O'l CXl

Cuadro 14 EMPLEO FEMENINO POR OCUPACION: OPERARIAS 1940 %

N Operarias

63,685

Ensambladoras Verificadoras, Examinadoras e lnspectoras (manufactura) Empacadoras y Envolvedoras

I

Costureras y Modistas Fabricaci6n de Ropa y Productos Analogos

< 0

37,840

100

N

%

N

%

46,182

100

45,218

100

1,379

3

2,428

5.4

-

N/D

-

147

N/D

-

N/D

-

1,987

5.3

2,516

5.4

3,354

7.4

N/D

-

N/D

-

890

2.4

2,264

4.9

2,870

6.3

3.2

1,276

.39

1.3

568

1.2

547

1.2

44,822

70.4 11,559

22.4

5,024

13.3

1,407

3.0

N/D

-

12,884

20.2 31,345b

60.8

18,270

48.3

25,449

55.1

20,726

5.8

1,244

3.3

1,197

2.6

351

1.6

1,588

3.4

3,616

8

400

.87

2,139

4.7

Productos Qulmicos y Analogos

_o

100

%

497

Maquinaria Electrica, Equipo y Accesorio

CJ)

51,567

N

1980

2.5

3 ::J CD

%

1970

3

lndustria de Tabaco

0

100

N

1960

N/D*

2,017

Operadoras de Lavanderla

1950

2,418 N/D

26

3.8

3,015

-

30

.06

618

.04

44

.09

55

.15

45.8 .78

z

C:•

3 ...... C£)

CXl O'l

co --.J

Subestimado por cerca de 25,000; 1950 Census of Population: 53-148. b Sobreestimado por la inclusi6n de trabajadoras que debieron clasificarse como costureras y modistas; 1950 Census of Population: 53-149.

a

No disponible .

Fuente: Census of Population . . . Puerto Rico.


Este analisis empfrico descriptive del empleo femenino por ocupaci6n nos sugiere entre otras cosas lo siguiente: 1. La polftica de industrializaci6n ha inducido una reestructuraci6n limitada en la estructura ocupacional femenina. El rol de la mujer en el proceso de desarrollo se ha ido redefiniendo, de uno en que esta servfa principalmente como mano de obra barata en la industria liviana a uno de mano de obra barata en ocupaciones de oficina. 2. Se experiment6 una mejorfa limitada en el empleo femenino en las ocupaciones profesionales y ejecutivas . No obstante, la mayor parte del empleo femenino en esta area sigui6 siendo en ocupaciones tradicionales tales como maestras, enfermeras y trabajadoras sociales. En las profesiones mas lucrativas y prestigiosas, como abogados, medicos e ingenieros, el acceso para la mujer se ha mantenido a un nivel reducido. Asfmismo, el empleo femenino en posiciones ejecutivas, como la de gerentes, fue mas importante en el sector publico. Esto parecfa indicar una persistencia de la segregaci6n sexual en las ocupaciones profesionales y ejecutivas. CONCLUSION Claramente, la evidencia emp frica senala que no puede establecerse una relaci6n lineal entre polftica de desarrollo y cambios en el empleo femenino. La noci6n de las teorlas de la modernizaci6n en cuanto a que la situaci6n de la mujer mejora significativamente con el desarrollo industrial obtendrla algun apoyo de nuestro anal isis inicial sobre la partic ipaci6n laboral de la mujer frente al hombre. No obstante , nuestro analisis sobre los cambios en la estructura ocupacional indican una mejorla cualitativa limitada. Por ot ra parte nuestro analis is sobre la distribuci6n sectorial del empleo apoyarla la visi6n dependentista de la terciarizaci6n del empleo femenino. No obstante, el resto de nuestro analisis negarla la tesis sobre la marginalizaci6n de la mujer. El cuadro que surge de nuestro analisis es uno que indica cuatro tendencias: 1. Una incorporaci6n del trabajo femenino en la primera etapa del proceso de industrializac i6n al sector manufacturero, dominado por la industria liviana. 2. Un desplazamiento del trabajo femenino al sector terciario de la economla durante la segunda etapa del proceso de industrializaci6n, dominada por la industria pesada. Dentro del sector terciario de la economla el empleo femenino se concentr6 fundamentalmente en los sectores del comercio y la administraci6n publica. Curiosamente, en el sector de los servicios el empleo femenino crec i6 de forma muy lenta. Esto podrla atribu lrsele a un desplazamiento de las mujeres al sector informal de la economla; el cual escapa los llmites de nuestro analisis. 3. Una redefinici6n de las ocupaciones principales de la mujer, de trabajadoras industriales a oficinistas y profesiones tradicionales , con acceso limitado a las profesiones no tradicionales. 4. Una relativa estabilidad en los niveles de participaci6n laboral , dentro de un contexto general de deterioro de la situaci6n del empleo en el pals. Ciertamente, la evidencia estadlstica sugiere un impacto desigual de la polltica de desarrollo sobre el empleo femenino. El desarrollo capitalista ha sido acompanado por una redefinici6n en las formas de explotaci6n y de divisi6n sexual del trabajo que pueden aparecer como avances, o como retrocesos, en la situaci6n social de la mujer. Queda entonces como tarea investigar las nuevas formas que haya podido tomar la divisi6n sexual del trabajo y las implicaciones de estas para la situaci6n de la mujer puertorriquena. Esto nos parece mas fructlfero que envolverse en un debate de categorlas unidimensionales sobre lo bueno o lo malo del desarrollo capitalista para la mujer.

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

69


TOWARDS AN ANALYSIS OF PUERTO RICAN WOMEN AND THE INFORMAL ECONOMY* Janice Petrovich * 1 Sandra Laureano* 2 Introduction Recent feminist scholarship has explored the participation of women in the process of production in Puerto Rico. Scholars have assessed the contribution of women to the social reproduction of working class families (Safa, 1982), the impact of the dominant ideology on the conciousness of women workers (Silva, 1983), the role of women workers in labor movements (Pic6, 1983 and Azize, 1983), and the incorporation of women into the labor force (Rivera, 1974). These studies have emphasized various aspects related to women's work in the formal economy. The study which forms the basis for this paper focuses on the income-generating activities Puerto Rican women undertake in the informal economy. Our interest lies in examining those income-generating activities that exist outside of the formal economic sector which are commonly referred to us as chiripas in Puerto Rico. Many of these activities are similar to those referred to as " odd-jobs" in the United States or as " higgling" in Jamaica (Bolles, 1981). Chiripas as here defined, include petty commodity production and sales and petty services as well as paid employment outside of the formal economy. People who work doing chiripas are generally involved in small, low-budget operations which are not regulated by the state. On the other hand, salaried workers of the formal economic sector in Puerto Rico are employed by the state or by state-regulated private enterprises which are often large-scale, capital intensive and foreign-financed. In their analysis of the income - generating strategies of the informal sector, Portes and Walton (1981) include subsistence and networking activities and informal land occupation. We have chosen to limit this study to the chiripas which represent another type of activity -that of petty commodity production, petty commerce and services. Ch/ripas thus involve pa.yment received for goods produced or services rendered. The relationship of chlrlpas to the other types of income generating strategies is primarily, as we will argue, that they all reduce the cost of subsistence for the •

We wish to thank Miriam Jimenez for her valuable help in the process of interviewing as well as for her insightful comments .

•1

Puertorican psychologist and educator; Director of Research Studies , DivJsion of Pol icy Analysis and Research American Council on Education , Wash ington, D.C.

·2

Puerto Rican Social Scientist and Researcher; author of related investigat ions and research.

70

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


segment of the working class which is formally employed, and thus contribute to lowering wages. The purpose of this paper is to examine the characteristics of the chlrlpas undertaken by women in Puerto Rico, to describe their manifestations, and to explore their structural causes and consequences. We content that chlripas are sex stereotyped, as are the employment activities of the formal sector, that they are directly related to the high rate of unemployment in the formal economy, and that they do not appear to be a transitory employment alternative, but rather a stable component of the economy. To illustrate this position, we will use date gathered from interviews with 24 women of a variety of ages and levels of education who undertake chirlpas. We also interviewed 19 men for comparative purposes.

Unemployment and Economic Dependence A brief overview of the economic situation of Puerto Rico is essential to developing an understanding of the structural determinants of chlripas. Many of Puerto Rico's present economic problems can be traced to the 1940's when an industrialization program called Operation Bootstrap was created following the decline and failure of agrarian capitalism. Operation bootstrap was designed to absorb those left unemployed by the stagnation of agriculture by emphasizing the establishment of labor• intensive industries. Tax exemption was one of the most important incentives offer with the purpose of attracting foreign capital. The government could also offered an abundant supply of cheap labor besides providing the needed infrastructure: roads, manufacturing plants, water and electricity. Public schooling also expanded providing the skills and attitudes which industry required of the new type of labor force (Petrovich, 1979). By the early 1960's, the capacity of Operation Bootstrap to continue serving as a base for industrial development was being threatened by competition from other countries with cheaper labor supplies. In an attempt to counter the unemployment caused by an exodus of many of the light, labor-intensive industries, the government opted to attract capital-intensive plants such as pharmaceuticals, petrochemicals and electronics. The State also continued to create new jobs principally in the services sector, thus absorbing an even greater proportion of workers, particularly women, in clerical positions. By 1980, the government of Puerto Rico employed almost 30% of the active labor force. All of the above strategies proved insufficient in creating needed jobs. Labor force participation has been declining overall, as illustrated in Table I, affecting proportionately more men than women. The number of unemployed workers would be even greater than the present official rate of 24.7% if it were not for the massive migration from Puerto Rico. Estimates of real unemployment run as high as 45% since discouraged workers who stop seeking employment and those who exhaust unemployment benefits are not officially defined as unemployed. Puerto Rico is in the midst of an economic crisis which has been ameliorated by an increasing dependence on transfer payments from the United States Federal Government. In 1981, 41 % of the Gross National Product of Puerto Rico and 25% of personal income came from federal sources (El Reportero, 11 April 1983:32). The Federal Government provided $3.4 billion to Puerto Ricans in the form of food stamps, unemployment benefits, Social Security, educational grants, etc. (PR Business Review 7, 1982). In short, over a period of some forty years, the Puertv Rican economy has become

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deeply dependent On funding sources from the United States. Economic dependency has ranged .from industrialization by firms from the United States to the massive reliance on Federal transfers that have turned the island into a veritable welfare state. Because of the rising costs of commodities and services, the high rate of unemployment in the formal sector as well as the internalized desire for consumer goods promoted through the media, an apparently increasing number of persons rely on the informal economic survival strategies or chiripas. Moreover, recent Federal budget cuts have resulted in lay-offs and in some reductions in transfer payment to individuals. For example, in 1982, the food stamp program was turned into a nutritional assistance program (PAN) which distributes checks but reduced benefits and cut some 90,000 families off from the plan (San Juan Star, 14 Nov. , 1982:1).

TABLE I EMPLOYMENT STATUS BY SEX IN PUERTO RICO SELECTED YEARS: 1950-1982 (16 YEARS OR OLDER)

Percent of Population

Year

Unemployed

Employed

1950 1960 1965 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982

Both Sexes

M

F

Both Sexes

M

F

54.5 45.5 48.5 48.0 48.4 48.0 47.6 46.7 44.9 45.2 44.8 44.2 43.4 43.3 42.7 41.2

79.8 71.5 74.6 70.8 70.8 69.7 68.7 67.0 64.6 64.2 63.3 62.5 61.5 60.7 59.8 57.8

30.0 22.1 25.5 28.0 28.5 28.7 28.6 28.3 27.0 27.9 28.0 27.6 27.2 27.8 27.5 26.3

14.7 12.1 11.6 10.7 11.6 11.9 11 .6 13.2 18.1 19.5 19.9 18.1 17.0 17.1 19.9 22.8

n.a. 12.7 12.9 11.0 11 .8 12.4 12.2 14.0 19.8 21.9 22.1 20.1 19.5 19.5 22.6 26.3

n.a. 10.4 8.6 10.2 11 .0 10.8 10.4 11.6 14.5 14.4 15.5 13.8 12.0 12.3 14.6 16.0

-22.0

-3.7

+8.1

+ 13.6.

+5.6.

Percent difference

1950 1982

-13.3

Source: Division of Labor Statistics, Department of Labor and Human Resources of Puerto Rico. *1960-1982

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The CH/RIPA: An Overview

Given the absence of information on the activities of the informal economy in Puerto Rico, the study we undertook was of an exploratory nature. Initially, we were able to identify a number of chiripas which appear in Table 2. It is important to note that sex segregation is evident in the chiripas of the informal economic sector as they are in the employment activities of the formal economy. Women tend to undertake activities that are home-based and related to the traditional domestic tasks of cooking and cleaning, caring for children, sewing and handiwork. Men , on the other hand, tend to undertake chiripas outside the home: construction, house painting, garden maintenance, selling of foodstuffs on the roadside, etc. Even those activities that both men and women undertake, such as growing and selling ornamental plants is usually done by women either from their home or at their place of employment whereas men are more likely to sell their goods at a roadside .

TABLE 2

CHIRIPAS UNDERTAKEN BY WOMEN AND MEN IN PUERTO RICO July, 1983 Mostly Men

Mostly Women

art classes boarding house (taking boarders) childbirth assistant and educator childcare children's and women's apparel and accesories (retail) dance classes domestic work dressmaking and alterations embroidery flower arrangements food preparation (native food : pasteles, etc.; native condiments: sofrito; cakes ; cookies , etc.) jewelry (craft) jewelry (retail) macrame piano classes tutoring typing

boat making and repair car repair and body work carpentry and cabinet making collecting aluminum cans exterminating insects fishing fruit and vegetable vending gathering and selling coconuts house construction and repair house painting gardening and lawn maintenance masonry plumbing salvaging objects from the sea trucking

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Women and Men

breeding and selling crabs, chickens gourmet catering growing and selling ornamental plants shiskebab ("pinchos ' ') preparation and sale

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Table 2 also. demonstrates that what characterizes an activity as a chiripa is not so much what is done but how it is done. That is, a person can often undertake the same type of activity in either the formal or the informal economy. The chirlpa originates from both traditional forms of subsistence such as fishing and food preparation and "modern " formal-sector employment activities such as typing and trucking. The women workers of the formal economy have come to depend on the women workers of the informal economy to provide those commodities and services that their work scheciule does not allow them to produce. Many of the chlripas women undertake provide a variety of child care arrangements for formally employed mothers including art, dance and piano classes and tutoring . The chiripas also produce the traditional foods to wh"ich the Puerto Rican palate is accustomed but that take too much time and effort to prepare. The lower salaries that women 's typical occupations bring in the formal economy contributes to maintaining the home as the base from which women operate. The necessary child care arrangements, transportation expenses, clothing and meal cost absorb a great proportion of women's potential income from the formal economy. Often, the unavailability of formal sector employment or of flexible working hours and child care make the informal economy the only possible alternative for generating income, especially for women . A characteristic of the chiripa is that people do not advertise. Most of the work derived through this activity is secured through families and friends. We therefore utilized the same networking method to identify those persons which we interviewed. The sample from which we obtained the information for this study represents a small fraction of persons that undertake chiripas. We endeavored to interview persons involved in a variety of activities in both the greater San Juan Metropolitan Area and a few island towns (Vega Baja, Guayama, Trujillo Alto). Our initial analysis leads us to believe that the chiripa is a widespread phenomenon for those who dwell in both the urban and the rural areas of Puerto Rico. Table 3 summarizes part of the data derived from our interviews with 24 females and 19 males who work doing chlripas. The majority of the women interviewed considered themselves heads of famil ies (67%) being either widowed , separated , divorced or single. Virtually all the men were married heads of families (95 % ). Most of the women (79%) and men (74%) did not hold down a full-time job. While the majority of the men employed help (69%) while undertaking chiripas, few women (21 %) did so. Women reported that their chiripas were generally undertaken at home (64 %), whereas men tended to do them " on the street " (64 % ). The majority of persons interviewed had been involved in these income-generating activities of the informal economic sector for a number of years. Over half of the men and women had been doing chiripas for over five years . A substantial proportion of the women (17%) and men (16 % ) have engaged in this type of activity for more than fifteen years . The chiripas represents a means of survival for most of those interviewed. Thirty-eight percent of both the women and the men began the ir activities as a main source of income while thirteen percent of the women and twenty-five percent of the men cited being unemployed as a factor. It appears that the chiripa is usually self-taught and that those working own the tools they use. The initial investment tends to be less than two hundred dollars while the income generated can in some cases , be more than this amount per week . Women reported deriving a lower income than the men we interviewed. Most women

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(70%) reported a net weekly income of one hundred dollars or less while most men (63%) reported an income in excess of this amount. The interviews demonstrated that the chiripa activity was neither permanent nor static. Many persons reported being employed in the formal economy for varying lengths of time and working at chiripas when left without a formal job. This was particularly true for the men for whom it appeared easier to go into and come out of the formal sector. The women interviewed did not appear to have such a high degree of mobility. The type of chiripa which people engaged in through the years was found to vary. For example, Dona Emilia who is fifty-four years old, has been active in chiripas for over fifteen years. During this time, she has cared for children, prepared food for other families, sold fruit from the trees in her backyard, sold vegetables retail with her husband from a small truck and has recently begun to sell from her home, crabs which her husband catches. Moreover, in Patron's Day festivals, she and her husband sell soft drinks and fritters to the public. She never finished her elementary schooling nor has she worked in the formal sector of the economy but she nets as much as two hundred dollars a week from these activities.

TABLE 3 PROFILE OF PERSONS UNDERTAKING CHIRIPAS, BY SEX

PERCENT WOMEN 1. Head of household

PERCENT MEN

67

95

17 17 21 24 21

11 26 21 16 26

3. Years of schooling 0 years 1-5 years 6-9 years 10-12 years 13-14 years 15-16 years 17 + years

9 13 29 13 4 4 4

5 42 21 21 0 5 0

4. Have a full-time job in the formal sector

21

26

5. Employ help yes no sometimes

21 75 4

69 26 5

2. Age 20-29 30-39 40-49 50-59 60 +

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TABLE 3: (CONTINUATION)

6. Relation to employed helper* friend offspring spouse other family member other no helpers

0 8 17 8 4 75

18 5 32 18 5 23

7. Place where chiripa is undertaken* at home in the neighborhood on the street were formally employed other

64 6 19 6 3

18 9 64 0 9

8. Number of years working at chiripas less than 6 months from 7 to 11 months 1 to 2 years 3 to 5 years 6 to 10 years 11 to 15 years 15 + years

4 4 24 17 33 4 17

11 0 16 16 26 16 16

9. Have had periods without working at chiripas? Yes No

67 33

37 63

10. Reasons tor beginning to work doing chiripas* being unemployed to keep busy additional source of income other

13 13 38 5

25 13 38 6

11. Place where the chiripa was learned in school through parents through other family member in a previous job by oneself other 12. Ownership of means of production (tools, equipment)* do not use tools use those of the employer own all tools own some rent them

76

13 13 7 0 57

5

10 10

10

0 50 25

4 12 65 12 8

5 9 65 9 14

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13. Who helps to obtain the chiripa friend or acquaintance family member neighbor goes out looking for them other an institution or agency no one

TABLE 3: (CONTINUATION)

32 16 24 11 18 0 0

8 13 17 25 33 4 0

14. Initial investment for the chiripa No $ 1-$ 50 $ 51 - $100 $101 - $200 $201 - $300 $301 -

21 24 9 21 4 21

21 9 16 16 5 32

15. Sources of economic assistance* none Social Security nutritional assistance unemployment insurance pension other

54 25 7 4 7 4

29 17 33 8 8 4

8

54 8 8 13

21 11 5 37 16

4 4

5 5

16. Income from chiripa (for the week of the interview) do not know less than $50 $ 51 - $100 $101 - $200 $201 - $300 $301 - $400 more than $400 Women N = 24 Men N = 19 • Persons interviewed indicated more than one alternative.

The younger women interviewed generally had higher levels of schooling which is reflected in the type of activity they undertake, and higher job aspirations. An interesting case is Cecilia, who is their twenty-eight. She has a 8,;lchellor's Degree in Fine Arts. She prefers chiripas to formal employment because of the variety of activities she can perform while avoiding ·the confining space of an office. She has given art lessons, cared for children, painted houses, done carpentry, made and sold ceramic pieces and puppets. She lives with little income, sharing an apartment with two other friends and has no desire to have a formal job citing low wages and the lack of creative work . Carla, on the other hand , indicates that constantly looking for chiripas is exhausting. She is thirty-two and has been working for eight years at numerous oddHomines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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jobs: translator, travel agent, proofreader, exterminator and tutor. With her Bachellor's Degree in Languages she indicates that the office job that she might be able to find would net an income much lower than the two hundred and fifty dollars a week that she now receives . Statistics from the Department of Labor demonstrate that persons with higher levels of education are more likely to be employed in the formal sector. Nearly fifty percent of the female labor force in Puerto Rico have a university level education . However, it appears that although higher levels of schooling may provide more formal sector employment opportunities, the salaries and working conditions often do not meet the higher expectations that accompany a college degree. The Informal Sector and Capitalist Accumulation Portes and Walton (1981:84) argue that the informal economic sector has significance not only as an aggregation of individual means for survival but also as a structural feature of the process of accumulation . Activities such as chiripas reduce labor reproduction costs for firms in the formal sector in at least two ways . First, the chiripas result in an output of goods and services at prices lower than those that could be offered under formal production arrangements. While this permits the survival of these informal enterprises , it also reduces the costs of subsistence for labor employed by the capitalist sector. The lower cost of reproduction serves as an indirect means of controlling the level of labor demands and hence, the final wage structure. This allows firms to extract greater profits. Secondly, manufacturers can limit the expansion of their organized labor force by reaching into the pool of unorganized informal sector workers to carry out seasonal work. This also permits firms to extract higher profits by avoiding minimum wage , health, Social Security and other clauses of labor legislation. We found that a number of those we interviewed are seasonal workers who do chiripas in the offseason. Others were hired by firms as temporary workers to deliver a service (for example, translation, masonry or trucking) at wages generally below the market price with no Social Security or other fringe benefits. Many workers frequently alternated between periods of formal and informal employment and the same individual could simultaneously hold jobs in both sectors. The situation described was more common for men and for the younger women wh~ had higher levels of schpoling. The results of our study also support another argument presented by Portes and Walton: that informal sector activities embody the continuously changing requirements and opportunities of the "modern " economy. The number of persons un dertaking chiripas in Puerto Rico appears to represent a constant , if not growing proportion of the labor force . Moreover, there is a continuos emergence of informal enterprises in new areas. Chiripas undoubtedly help stem social crisis fueled by massive unemployment by providing unemployed workers with a means to generate income to survive, or to complement their income from other sources (Social Security, pensions , nutritional assistance, etc .). The chiripa constitutes a form of " hidden " employment that generates untaxed income. When workers do not have to pay tax , Social Security, pension or health insurance, their costs of operation are likely to be lower as may be the prices they charge for goods produced or services rendered. However, they obviously do not benefit from such legislation designed to protect workers nor can their customers benefit from legislation designed to protect consumers . Unreported revenues represent a potential loss in taxes paid to the local government. An attempt to crack down on people engaged in chiripas would involve a

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tremendous effort on the part of the government and a large investment of resources. Such a policy would surely have political destabilizing consequences unless balanced with an increase in available jobs and/or increased benefits for the unemployed. Moreover, the cost of living would tend to rise generat ing pressure from workers in the formal sector for higher wages . Given the competition from countries with lower wage scales, an exodus of- industrial firms may result , generating yet greater levels of unemployment. There is no doubt that the income-generating strategies which workers devise reflect an amazing initiative, awareness of market demands and resilience in the face of economic adversity. We have attempted to explore on a national level the factors wh ich impinge upon the prevalence and the nature of one type of st rategy. A deeper understanding of the issues presented will be forwarded by further research on an international level that incorporates an analysis of the relation of women to the process of production .

Dibujo "Cabeza de Gltana " de Victor Manuel.

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DEBATE TEORICO

Yolanda V. Fundadora, " Suerio que me convierto en Palma ", 1985, lapiz de color, 19 ¾" X

25 ½".

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MAS ALLA DE LAS MASCARAS: UNA ESTRATEGIA RADICAL FEMINISTA* Lydia Velez**

Actualmente la crltica feminista esta dividida en dos posiciones fundamentales: por un lado estan los que plantean que la historia y los problemas de la mujer tienen un origen particular con unos caracteres que le distinguen drasticamente de la historia masculina y que, por lo tanto, requieren por sl misma un tipo de lucha diferente que enfoque exclusivamente el problema femenino; por otro lado, otros crlticos y criticas plantean que, si bien es cierto que la realidad femenina es muy diferente a la del hombre, la lucha por superaci6n del ser humano puede y debe darse dentro de una esfera social totalizante. Es decir, que esta lucha no debe ser antagonizante entre hombre-mujer. Dentro de esta ultima vertiente se inserta Mas alla de las mascaras (1984), de la crltica-autora chilena Lucia Guerra. Esto es de una tremenda implicaci6n polltica. La producci6n literaria feminista 1 en latinoamerica se destaca por la abierta intenci6n de encontrar nuevas vias de comunicaci6n entre el hombre y la mujer, entre los seres humanos. A veces esta intenci6n repercute en una expresi6n literaria violenta. Asl pues, la obra de autoras como Luisa Valenzuela, Rosario Ferre, Mercedes Valdivieso, y la nueva cuentistica feminista puertorriquena, y muchas otras, lievan una rebeldla intrlnseca. Trabajos te6ricos importantes ofrecen indiscutibles pruebas de la historia de opresi6n de la mujer, del silenciamiento que sobre ella se ha impuesto hist6ricamente y que justifican esta subversi6n y esta rebeldfa.2 Mas alla de las mascaras entra dentro de esta importantfsima tendencia. La novela plantea la lucha de la mujer, " la verdadera femineidad " como parte de un enclave mayor que es la lucha de clases , teniendo siempre en cuenta que la historia

Presentado en : Simposio Internacional La Mujer Hispanica como Personaje Literario y como Escritora , San Diego State University, 6 al 8 de marzo de 1985.

• • Profesora-conferenciante, California State University, Fullerton , California. 1

Nos referimos al concepto de " feminista " tal como lo define Lilliam Robinson en " Dwelling in Decencies : Radical Criticism and the Feminist Perspective ", College English , 32, No. 8 (May 1971), pp. 872-889.

2

Veanse por ejemplo los importantes textos de Simone de Beauvoir The Second Sex ; Shulamith Firestone , The Dialectic of Sex ; y artrculos de crlticas de habla hispana como Lucia Guerra, Gabriela Mora , Eliana Rivero.

3

Lucia Guerra, Mas alla de las mascaras , (Mexico: Premia editora de libros, S.A., 1984), p. 13. En adelante, todas las citas de la novela llevaran el numero de la pagina entre parentesis.

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de opresi6n de la mujer rebasa todas las clases sociales. Y lo plantea de una manera violenta , desafiante. Cristina, el personaje principal, narra su historia, una historia que no sabe d6nde ni c6mo comenz6, simbolizando de esta manera la historia de cualquier mujer. "La verdad, senora, es que nose c6mo empez6 todo esto ... Mi escenario no se restringe a ninguno de esos lugares geograficos que ellos llaman patria" .3 A partir de esa toma de conciencia participamos de un proceso interior que la lleva a encontrarse plenamente. Cristina comienza por describirnos su empei'\o por buscar su lugar en una sociedad donde la comunicaci6n entre el hombre y la mujer esta reglamentada por el hombre, y las vfas de comunicaci6n entre los seres humanos estan supeditadas a condicionam ientos de los grupos hegem6nicos. Por cuanto las tacti cas del juego de poder hacen aparecer estos condicionamientos como " naturales " o " universales ", en ocasiones, lo queen realidad son elementos represivos se nos entregan como elementos " culturales" o " tradici6n ". 4 Debido a esta aparente homogeneidad social , para la mujer, las complicaciones de su crecimiento, las dificultades del encuentro de su identidad como ser autentico, y del uso de sus capacidades como fuerza de cambio social son de una dualidad diferente. Las mascaras y los silencios de la mujer son semejantes a los del hombre en algunas instancias, en otras, son muy diferentes y hasta antag6nicos. En la dinamica hombre-mujer ocurre lo que Elaine Showalter denomina como una " negociaci6n perpetua ". 5 Por ejemplo, mientras la mujer tiene que ponerse la mascara de mui'\eca decorativa que adorna el nucleo familiar burgues (mascara pasiva), el hombre por el contrario, esta obligado a vestir la suya de super-macho, de emprendedor. La naturaleza misma de estos roles condiciona la dinamica de la relaci6n . En el proceso, a mayor grado de conciencia social y polftica de los individuos, mas rica y activa el area de encuentro e intercambio, o lo contrario. Por esto es tan importante comprender que la lucha por la superaci6n de la mujer tiene que estar unida a la del hombre. Edwin Ardener 6 ilustra el espacio social como dos cfrculos complementarios que se interceptan . El espacio interceptado es aquel donde hombre y mujer comparten los mismos condicionamientos ideol6gicos . Es dentro de este contexto totalizante que Cristina busca su lugar para habitar. No hablo de un lugar ffsico, sino de un lugar social sumario que le permita deshacerse de posturas hip6critas, de estatutos represivos , de etiquetas diferenciadoras. En otras palabras, busca un lugar que le permita conocer el ambito silenciado por las mascaras y por la hegemonfa. Para encontrarlo, Mas alla de las mascaras subvierte entre otras cosas , contra los medios de comunicaci6n de masas, contra la sexualidad promiscua carente de significado ulterior al acto mismo, a la vez que contra la represi6n sexual ; y contra las etiquetas impuestas que subordinan al "angel del hogar". Desde el inicio de la narraci6n , Cristina establece una escisi6n entre el mundo femenino y el masculino, deslinda los antagonismos. Es bien conocido el papel corrosivo que los medios de comunicaci6n de masas ejercen sobre la mentalidad enajenada, mujer y hombre. En cuanto a la mujer no cabe duda que el abuso es devastador. Uno de los aspectos mas explotados es el de la " eterna juventud ". Media 4

Para un analisis exhaustivo sobre estos " juegos de poder" entre las clases , por ejemplo, ver los estudios de Raymond Williams, en especial su libro, Marxism and Literature.

5

Elaine Showalter, " Feminist Criticism in the Wildenerness ", pp . 9-35, en Writing and Sexual Difference, ed ., Elizabeth Abel (Chicago: The University of Chicago Press , 1980).

s Citado por Elaine Showalter en el artlculo mencionado arriba.

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hora frente a la televisi6n harfa pensar al televidente ingenuo que la mujer nunca envejece. Las modelos de los comerciales exhiben siempre ojos de fiera, cabelleras salvajes y lustrosas, carnes firmes, y cuando envejecen , s61o sirven para anunciar preparation-H o tabletas Philips. Mientras tanto, la ama de casa, la secretaria, la enfermera, nosotras; recibimos el envejecimiento con temor, con resentimiento, como Cristina, quien a los 34 anos ya tiene una reacci6n emocional hacia su edad. Cristina reciente el doble estandard que la sociedad establece para el envejecimiento del hombre y la mujer. Si a la mujer mayor se la somete al ostracismo, al hombre se le vanagloria. Cristina entabla asl la negociaci6n a que alude Showalter y denuncia la desigualdad: Que saben ellos lo que es la vejez para nosotras, c6mo pueden siquiera imaginar lo que significa envejecer en una sociedad que valora la juventud de la mujer como una Joya deslumbranle que irradia sus reflejos en los anuncios de la televi si6n , en la moda que cultiva la desnudez de los muslos, el busto erecto y la tez lozana. Despues de todo, hasta nos han hecho creer que un hombre de " sienes plateadas" es un galan atractivo e interesante. (pag . 14)

Mas adelante Cristina continua especulando sobre las posibles razones, los posibles agentes catallticos que dieron inicio a su transformaci6n, a su historia: "La verdad es que me aburrl de ser una senora decente" (pag. 18). En esta frase se resume toda una esfera de limitaciones y posturas artificiales con que se codifican los estereotipos femeninos. Estas formulaciones estereotipadas se transfieren en la sociedad a nivel de rasgos culturales y de estructuras de poder masculina: " madre abnegada", "cocinera excelente " , " consejera ideal ", etc., que son las f6rmulas con que se construye el " hogar sagrado ". Es lo que Bridget Aldaraca muy bien resume como la "ideologla de lo domestico", es decir, de aquella esfera violadora que circunscribe a la mujer al cerco del hogar separandola categ6ricamente del sector publico y de la producci6n material e intelectual. 7 La responsabilidad de la mujer dentro de este lugar limitado consiste tradicionalinente en proveer la educaci6n moral de los hijos, servir de apoyo espiritual y mantener la armonia familiar. Cada una de estas tareas apuntan nada menos que hacia la trabaz6n de una mordaza rfgida para la mujer. No es necesario ser muy avispado para darnos cuenta que en todo momento se le esta exigiendo el silencio y la sumisi6n . Es dentro de esta geogratra social atenazante que Cristina se percibe a si misma como una extrana. Para Cristina el hogar y el matrimonio signific6 "el vfnculo que ataba ahogando y estrechando toda posibilidad de ser" (pag. 19). No en balde se pregunta: "i,Oue era yo? " , "i,Ouien soy yo ". (pag. 18). De la pagina 19 en adelante la novela comienza a concentrar su discurso en el sexo como estrategia de poder. En su proceso de individualizaci6n Cristina se autoanaliza, se observa retrospectivamente en relaci6n a hombres que moldearon su vida. Cristina piensa que, para lograr su individualidad necesita deshacerse de la represi6n que a traves del sexo los hombres habfan ejercido sobre ella. Comienza entonces un proceso de polarizaci6n tal como lo denomina Betty S. Flower en "The I in Adrienne Rich : Individuation of the Androgyne Arquetype ", donde establece que: The first step in the creation of the consciousness of self seems to involve the division of that which was one into two. p. 21 W.W. 7

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Senala Aldaraca que: " The institution of the family and the public sector are perceived as separate social spaces , theoretically complementary and interdependent , but more often depicted as antagonistic and mutually exclusive", p. 64, en " El angel del hogar: The Cult of Modesticity in Nineteenth Century Spain", Theory and Practice of Feminist Literary Criticism , ed. Gabriela Mora and Karen S. Van Hooft (Ypsilanti, Michigan : Bili ngual Press, 1982).

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Pero, i,C6mo logra Cristina tomar conciencia de la verdadera naturaleza y origen de sus limitaciones como mujer en una sociedad dirigida por hombres? i,C6mo se logra en este caso la negociaci6n de las leyes culturales y de poder? Hay dos vertientes a examinar dentro del contexto del erotismo, porque su relaci6n con Antonio apunta en dos direcciones . Por un lado, Cristina cree haber encontrado el amor que se define comunmente como sin6nimo de felicidad. En el recuento detallado que Cristina hace del erotismo del primer encuentro sexual, sobresale una frase: Pero no, queri do, la emoci6n era mucha y no daba lugar para el amor carnal, por sl mismo, era mi esplritu el que se entregaba, como sacerdotisa me iba vaciando en tu caliz, lo otro, el orgasmo en sl quedaba atras, muy atras. (pag . 46)

Esta que acabamos de escuchar es la Cristina que poetiza la realidad. Luego esta una segunda vertiente, la biol6gica, que dara cabida a una segunda Cristina. En el momenta en que Antonio se aparece, Cristina ya sabe que su vida era "un vaclo empozado " . De modo que con su amante redescubre el erotismo. Pensamos que el despertar sensual de Cristina en su primera etapa, la de su relaci6n con Antonio, es en realidad una canalizaci6n de su creatividad, de su energia y su potencial como verdadero ser humano. Afortunadamente, Antonio, por su propia condici6n de macho s61o podia cumplir para Cristina su rol de pareja sexual, y decimos afortunadamente porque Antonio sirve mas bien de agente catalltico indirecto que enfrentara a Cristina con otras opciones, con otras formas de negociaci6n que la van acercando poco a poco a la verdadera femineidad. Al descubrir Cristina que su relaci6n con el amante no podia llegar a nada significativo opta por la promiscuidad sexual. Habiendo sido la sexualidad quizas el area mas reprimida de la mujer, y el area mas socavada y silenciada en Cristina por tantos anos, su promiscuidad en realidad representa el primer paso para su proceso de individualizaci6n. De tal manera, despues de imitar por algun tiempo la mal llamada " libertad sexual masculina", y despues de descubrir que el sexo por sl mismo no era lo que darfa sentido a su vida, nos confiesa defraudada lo siguiente: Cojos del alma y tarados de la sensualidad empezaron a parecerme todos los hombres del mundo. La entrega que haclan del cuerpo parecla tan distante del esplritu , la pasi6n como acto que nos une a otro ser _ h umano para reafirmar la vida siempre acosada por la muerte era, para ellos, un breve hito sin trascendencia en la esfera masculina de la raz6n y el interes pragmatico. (pag . 58)

De aquf en adelante la heroina experimenta un cambio radical. Cristina es ahora un ser subversivo. Se sacude de las mascaras culturales y politicas que la asfixiaban y se encamina hacia el logro de la verdadera, la unica conciencia femenina honesta, la de la mujer como ser pensante y real izable. Es cuando la mujer no acepta que el marco de la emoci6n y el sentimentalismo donde nos han querido suprimir, domine su raz6n y su campo de acci6n. Y este es un enorme paso. Porque si habian transcurrido 10 largos anos para Cristina antes de descubrir con horror su sometimiento, para la mujer, como genera, han transcurrido muchos siglos antes de poder comenzar a contemplarse en el espejo como lo que debe ser, como duena tambien del tim6n de la barca de la vida. En su proceso de formaci6n , de autodeterminaci6n , a Cristina le espera una sorpresa . Aurora Espinoza, mujer de origen humilde, dirige una huelga de hambre en apoyo a los trabajadores de las minas donde es obrero su marido. Y es Aurora, quien sin proponerselo plantea la raz6n de ser de la verdadera lucha, no ya feminis ta , sino la lucha de la humanidad , la lucha de clases . Cristina interroga a Aurora sabre las motivaciones personales que la llevan a arriesgar su vida en la huelga y sabre el movimiento feminista. Las palabras de Aurora son simples y aleccionadoHomines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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ras, iluminantes. i,EI movimiento de que cuesti6n de la mujer? No lo conozco yo a ese movimiento. i,C6mo es? -Bueno, que las mujeres queremos los mismos derechos que tienen los hombres. -iAh! Es verdad , las mujeres estamos ma ' jodla que los hombres, aunque ellos tambien estan re-jodlos . .. Hay que pelear y patalear senorita, i,Ve que es la misma cosa no ma? Hay que pelear hasta que este sistema se acabe y los oprimlos no seamos ma' oprimlos, Pucha, antes que na ' hay que gritar las cosas pa' que se sepan , no ve que mientras aguantemos como perros apaleaos, va a segu ir la injust icia. SI. hay que hablar y denunciar lo que esta malo. Esto ya lo he pensado mucho. (pag . 80)

En apariencia, los mundos de Cristina y Aurora, el origen de su problematica femenina y humana es muy diferente. Sin embargo, en el fondo estan estrechamente hermanadas. La lucha de Aurora empieza desde abajo, es una lucha de clases dentro del marco amplfsimo de la sociedad . En una de sus conversaciones le dice: " Yo no estoy aqul por el , senorita, estoy aqul pa ' que alguna vez tengamos un gobierno justo que nos ayude a los pobres ' (pag. 76). A su vez, la lucha de Cristina comienza en un sector de aquella otra lucha grande por la sobrevivencia de que habla Aurora. Y este sector concatenate es lo que le da legitimidad a la subversi6n feminista. Es decir, de aqul en adelante, la lucha de Cristina tendra justificaci6n en virtud de la de Aurora . Cristina se da cuenta de que los conflictos hombre-mujer nose resolveran plenamente sin resolverse primero, o a la vez, los conflictos de clase. Por eso se identi fica con Aurora: "Me fui acercando a Aurora como quien se aferra a la vida" (pag . 77). Y en el momento clave cuando los carabineros balacean a los huelguistas logrando asesinar a Aurora, Cristina se palpa parte del contexto mayor, del contex to de la lucha de clases. Seda cuenta de que los fraudes que hablan llevado a Aurora a la muerte eran tambien sus propios fraudes. De aquf en adelante, la misi6n de Cristina sera romper las mascaras, o "abrir los cuartos secretos de la verdadera femineidad" (pag . 87). Las mascaras ahora son de una naturaleza mas complicada, la pugna tiene en realidad muchas aristas. Se trata de una toma de conciencia que ira entonces contra una represi6n que com ienza con el potencialmente represor nucleo familiar, con la divisi6n del trabajo, con la apropiaci6n de los recursos naturales que sustrajo al hombre y a la mujer el derecho al sustento de la familia, y en ocasiones, hasta el derecho a la vida. Cristina tiene ahora una lucha mayor. No solo advierte los obstaculos que coma mujer la sociedad impuso en ella sino tambien los enormes obstaculos con que el sistema social alcanza a socavar las potencialidades de tantos millones de seres humanos, sin distinci6n de sexo. Cristina expresa su toma de conciencia en el momenta en que los milicos arremeten contra los huelguistas: Las risas fueron apagadas por la primera detonaci6n , aprete el cuerpo con tra el parquet encerado y entre el zumbido de las balas pense que, por primera vez, la sociedad me mostraba sin eufem ismos el lugar que me habla asignado a ml como mujer , tan ciudadana de segunda categorla como los pobres " . (pag . 85)

En este momenta Cristina ha trascendido de una preocupaci6n exlusiva por la lucha feminista hasta una identificaci6n sincera con Aurora , ya ha comprendido que su roles doble: condenar la ideologla patriarcal o masculina que coherciona el derecho natural de la mujer a contribuir activamente a la transformaci6n del medio ambiente para el beneficio comun, y ademas, condenar todo tipo de degradaci6n 86

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humana. La evoluci6n a nivel ideol6gico que alcanza Cristina nos ayuda a concluir que la gran tarea feminista consiste en poder contestar a las preguntas: "lOue soy yo?, lOuien soy yo?". Y proponerse superar los antagonismos Mujer-Hombre, para unidos, enfrentar la otra gran tarea que es la liberaci6n del ser humano a traves de estrategias radicales.

Mujeres y nlnos de paseo en los muelles del Arsenal, San Juan de Puerto Rico.

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LA "POST-MARGINALIDAD" COMO TENDENCIA EN LA OBRA DE MUJERES ARTISTAS PUERTORRIQUENAS

Aline Frambes-Buxeda*

1. INTRODUCCION AL ESCENARIO Varias cosas aisladas nos impactaron al recorrer la exhibici6n de obras de la " Asociaci6n de Mujeres Artistas de Puerto Rico ", realizada del 15 de febrero al 31 de marzo de 1986 . . . flsicamente expuestas en el Museo de Bellas Artes , aledano a la Calle del Cristo en el Casco de San Juan. En primer lugar nos enfrentamos a varios cuartos y pi sos de obras, aparentemente casi todas extremadamente diversas y desconectadas. La memoria tambien fue impregnada por esa terrible imagen, chocante para todos a primera vista, de Myrna Arocho titulada " Ultraje " y que con rojo vivo dramaticamente diagram6 la deformaci6n y heridas propias de la violaci6n. Fi nalmente recordamos dos conferencias que se realizaron tituladas : " Dialogo: La Mujer en las Artes ". En uno de esos faros (acaecidos en febrero-marzo 1986) aflor6 una interrogante especialmente interesante : lConstituyen las mujeres artistas puertorriquenas una " escuela " o " movimiento" particular? Los presentes nos adentramos al pensamiento y nadie os6 responder -pareci6 prudente dejar el asunto diluirse en el silencio. Ahora, ya meses mas tarde, intentaremos retomar al gunos de estos asuntos que, a nuestro modo de ver, quedaron pendientes. 2. MARGINALIDAD Y OSADA RESISTENCIA DE LA MUJER PUERTORRIQUENA Foco anejo de resistencia y recreaci6n , en la historia social puertorriquena, ha sido el ocasional pero constantemente repetido intento de nuestras mujeres en evadir su marginalidad . Esa " osadla " ha producido en parte los molestos ventarrones que caracterizan nuestra vida social y familiar. A esa (tambien) fogosidad cultural nuestra, contribuyeron hist6ricamente las protestas de las mujeres. Los cambios o sus intentos incurren siempre en algun genera de violencia ; aun cuando no sea deseado, ni constituya la finalidad del sujeto catalizador. Recordemos que la meta es evadir la marginalidad mediante la evoluci6n protag6nica; recuperando parcelas de influencia y poder social. Se trata de pasar de seres marginados a ocupar posi ciones coma protagonistas activas en la historia humana. Este esfuerzo, ayer coma

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Profesora Facultad de Ciencias Sociales, Universidad lnteramericana de Puerto Rico , Recinto Metropolitano, San Juan.

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hoy, ha sido en la inmensa mayoria de las casos una lucha individualizada. Cada mujer, batalla sola en el seno de su hogar y de su patria . Aunque dinamica fraccionada e individualizada, esa afrenta e insurreccion parecen multiplicarse simultaneamente , y coma epidemia (con efectos lentos pero seguros) sin casi distincion de raza y clase social. Profesiones y divorcios cada vez mas numerosos anuncian las cambios . Las mujeres desunidas, sin organizaciones aglutinantes, aparecen intentando modificar par doquier las bases de la sociedad . Parecen estar realizando todas , cambios culturales en la base de tipos similares y sin organizacion previa ; claro tambien sin dirigentes, ni vanguardia . i,Como puede explicarse y teorizarse esto? Par supuesto, el debate teorico tambien es molestoso y tiene su cuota violenta . La complejidad de las debates teoricos la explica, par ejemplo, un estudioso de la talla de Perry Anderson cuando afirma que la lucha contra la opresion de la mujer nunca proveera el impetu principal para una liberalizacion y democratizacion mayor de la sociedad. 1 Sostiene que el obstaculo principal son las divisiones que existen entre las mujeres (de raza, clase , etc.) y su falta de organizaciones efectivas . Otros enfoques teoricos ven venir una " revolucion cultural " provocada par la mujer, aun sin las organizaciones apropiadas.2 Este debate par su complejidad se pospone aqui para otra ocasion; la !area impuesta par el momenta es otra. 3. MUJERES ARTISTAS PUERTORRIQUEFlAS

Durante anos la mujer no tuvo una participacion destacada coma artista en las Artes Plasticas en Puerto Rico. Eso no quiere decir que no produjo, sino que su obra fue poco reconocida y menos comercializada. Ademas faltan investigaciones que aporten mas informacion sabre este tema . Como no hay fondos metalicos para esos estudios , poco sabemos de las que intentaron hacer sus aportaciones en el siglo 19 y principios de este." Sirve de ejemplo una exhibicion de la " Pintura y Grafica de las a nos 50 " realiza da el 15 de noviembre de 1985. 3 En la grafica solo fueron mencionadas 2 mujeres : Irene Delanoy Maria Luisa Penne Castillo . En la pintura de unos 25 pintores solo 4 eran mujeres: Luisa Geigel , Maria Penne Castillo, Olga Albizu y Marilu Rodriguez Salas. Sin embargo, de 89 obras graficas 45 incluian el tema de la mujer yen 19 era el tema principal. Ahora bien, de las 91 pinturas unas 21 incluian el tema de la mujer. Aqui vemos la ausencia historica de mujeres pintoras, y coma ademas las hombres pintores pasan a ser las exponentes del tema de la mujer._Asi las caracteristicas femeninas son explicadas par las hombres, segun su propia vision . No en vano Simone de Beauvoir una vez senalo: " Representation of the world like the world itself is the work of men . They describe it from their own point of view, which they confuse with absolute truth ." 4

Treinta anos despues la situacion cambio ; hoy facilmente se pueden mencionar en el pals unas 20-30 artistas mujeres, ya destacadas y reconocidas . Entre ellas cabe mencionar: Myrna Baez, Margarita Fernandez, Analida Burgos, Rosita Hauessler, Susana Herrero, Lizette Lugo, Noemi Ruiz, Maria E. Somoza, Isabel Vaz-

1

Perry Anderson , In the tracks of Historical Materialism , Verso, Landres, 1984, pp. 89-93.

2

Ralph Miliband : "Politics of Social Change", Conferencia - Universidad de Puerto-Rico, San Juan , 28 de octubre de 1986.

3

Institute de Cultura , "Pintura y Grafica de los arios 50", Arsenal de la Puntilla , San Juan , 15 de noviembre de 1985.

4

Simone de Beauvoir, The Second Sex, Pengiun ed. , 1972, pp . 174-175.

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quez, Miriam Zamparelli , Betsy Padin, Silvia Blanco, Lorraine de Castro, Maria Antonia Ordonez, Anaida Hernandez, Mercedes Quinones, Frieda Medin, Rebeca Castrillo, Amanda Carmona , Ilka Esteva Tavarez, Carmen Esther Hernandez, Maria de Mater O'Neill , Marta Matos, Alison Daubercies, Maria Dolores Rodriguez, Ana Delia Rivera, Toni Hambleton, Zilia Sanchez, Nora Luz Rodriguez Valles , para solo mencionar una lista incompleta. Tan nutrido es su numero que ya consolidaron una organizaci6n : " la Asociaci6n de Mujeres Artistas de Puerto Rico ". Esta agrupaci6n, creada el 6 de marzo de 1983 en el Ateneo Puertorriqueno se gest6 con el siguiente prop6sito formal : " La Asociaci6n tiene como objetivo estimular el desarrollo profesional de la mujer en el campo de las artes plasticas y la divulgaci6n de la obra realizada . Para lograrlo fomenta la unidad de acci6n entre el grupo y la investigaci6n en el campo de las artes visuales , al igual que actividades culturales relacionadas ".5

Desde su inicio este grupo celebr6 exposiciones y foros de discusi6n muy significativos. 4. LA "ESCUELA POST-MARGINALIDAD" HOY CONSOLIOAOA POR ARTISTAS MUJERES PUERTORRIQUENAS Una generaci6n de artistas se consolida en escuela, por su "autonomia " lograda, por caracteristicas esenciales comunes . Esa " escuela " emerge para constituirse en una fuerza hist6rica genuina; como fuerza que contribuye y garantiza el cambio social . . . solo asi pasa a tener trascendencia mundial. Las mujeres pintoras puertorriquenas por supuesto no comparten siempre estilos tecnicos comunes , pero desde el punto de vista de la sociologia del arte si comparten "una comunidad de prop6sitos y c6digos ". Como nucleo y semilla comun comparten la soledad , los " amarres ", la denuncia, la marginalidad , . .. sobre todo la marginalidad femenina; expresan problemas y los cambios sociales cotidianos . Tambien proponen nuevos mundos .. . anuncian el destape y lo nuevo, lo autenticamente posible que trae la mujer artista, ahora en la era de la " Post-Marginalidad ". Esta escuela puertorriquena de artistas " Post-Marginalidad " representa un manifiesto; usan el arte como clave para entender la realidad pasada, presente y posible; anuncia tambien las potencialidades de la sociedad . .. pero sobre todo la potencialidad creativa y revolucionaria de la mujer. Esta nueva escuela de artistas puertorriquenas por su supuesto ya nose halla sumida en la marginalidad ; es hoy dia protag6nica y un motor de estrenada producci6n en su actual etapa expresiva de " Post-Marginalidad ". Se trata de un movimiento plenamente revolucionario que esta contribuyendo su cuota hacia una nueva cultura nacional. Contribuyen a ese menester, tanto sus logros como sus contradicciones .6 5 Teresa Ti6, " La Espanola cuando Besa ", El Mundo, San Juan, jueves, 7 de marzo de 1985, p. 46. 6

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Sobre estos temas vea : - Rossana Rossanda, " Problemas de una Cultura Revolucionaria " en : "Literatura y Arte Nuevo en Cuba , Mario Benedetti y otros, Editorial LAIA, Barcelona, 1977, pp. 83-89. - Rita Eder y Mirko Lauer, " Ideas sobre lmagenes; (Pensamiento Soc ial y Aries Plasticas)", en Hueso Humero , No. 20, Lima, Peru, enero-marzo, 1985, pp. 3-40. - Sergio de Zubiria Samper, " La dimension estetica en la escuela de Frankfurt ", en : Revista del Colegio Mayor de Nuestra Senora del Rosario , No. 533, Bogota, enero-marzo , 1986, pp. 19-35. - Mayra Luz Perez, Dolores Torres , "Las Funciones del Arte como objeto de lnvestigaci6n Integral ", en: Encuentro, Num. 26, Managua, oct-dic, 1985, pp. 19-48.

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Esta "Escuela Post-Marginalidad" de mujeres artistas puertorriquenas sera vista como fuente de la recreaci6n de una identidad nacional; identidad sincretica de diferencias etnicas, de clase y culturales, donde las artes plasticas pueden darle coherencia a esa realidad : " (.. . ) la producci6n plastica adquiere especificidad hist6rica particular, y plantea la necesidad de un desarrollo de leyes particulares, y de los conocimien tos especlficos necesarios para llegar a ellas. " En la 'crisis de lo universal ' que se evidencia hoy, la teorla social del arte debe poder dar cuenta te6ricamente coherente de lo particular hist6rico, es decir, explicar la diversidad de la plastica no a partir de una simple constataci6n de la diferencia , sino en virtud de una articulaci6n socio-hist6rica de las partes. Es de est a teoria de la articulaci6n que carecemos hoy, yes a partir de ella que el proceso plastico podra ser reconstru ido en el conocimiento como uno de los aspectos de la constituci6n general de lo social " .7 " (. . .) hacia mediados del siglo XIX se encuentran constituidos dos puntos de vista diferentes respecto a lo artistico: el de los pensadores sociales, exteriores al sistema de producci6n del arte, yen algunos casos asociados a sectores radicales o explotados de la sociedad; y el de los pensadores vinculados al siste• ma de producci6n del arte : historiadores, crlticos y coleccionistas . Entre los dos estan el arte y los artistas como objetos de conocimiento y de interpretaci6n. En esa coyuntura intermedia los artistas empezaran a desarrollar una conciencia de sus intereses como grupo en la sociedad . El gran aporte de los artistas al proceso social del arte en ese siglo (ya la vision social de ese proceso) es su militancia en la constituci6n de un mercado abierto, alternativo al sistema academico."8

5. CODIGO FEMENINO COMO REALIDAD Y FUTURO EN LAS ARTES PLASTICAS; LAS PROPUESTAS DE MYRNA BAEZ Y ROSITA HAUSSLER ENTRE OTRAS Lo femenino como c6digo en la pintura, grafica, ceramica, escultura y fotografia, etc ., de mujeres artistas ha sido elemento que habria que destacar sin adentrarnos, por el momento, en todas sus instancias. Ejemplos contundentes son las obras de Analida Burgos, Mercedes Quinones, Yolanda Fundora, Frieda Medin , Margarita Fernandez, Myrna Arocho, Lorraine de Castro, Susana Herrero, Anaida Hernandez, Maria Antonia Ordonez, Betsy Padin y otras. 9 i,Existe un c6digo o forma particular de comunicaci6n femenina, especialmente en las artes plasticas? Varias propuestas te6ricas pueden ayudar a encontrar res puesta. La tradici6n liberal anglo-americana considera que la mujer tiene un c6digo similar a cualquier otro grupo dominado o marginado; para superarlo debera adoptar el lenguaje del hombre y asi podra superar su posici6n de inferioridad y acceder al poder. Otra perspectiva, la del feminismo radical , asegura que el hombre y la mujer poseen c6digos y formas de comunicarse completamente diferentes y contrapuestos. Una tercera vision , y segun los escritos de Helene Cixous, proviene del llamado feminismo ut6pico que considera a la mujer biol6gicamente versatil y con capacidad de comunicar una multiplicidad de c6digos pluralistas superiores (por ser emotivos e intuitivos) al lenguaje masculino. La peligrosidad aqul es el determinis-

7

IBID, R. Eder · M. Lauer, p. 40.

a Op. Cit. , Rita Eder. Mirko Lauer, p. 12. 9

Op. Cit. , Teresa Ti6, p. 47. - Jose A. Perez Ruiz, " El Mundo Ex6tico de Anaida Hernandez ", El Reportero , San Juan, lunes, 23 de julio de 1986, p. 27. - Marimar Benitez, " Artistas Mujeres en el Museo de Bellas Aries ", El Reportero, San Juan , sabado, 8 de marzo de 1986, p. 23.

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mo biol6gico y caracteristicas psiquicas-casi misticas. Estas percepciones sobre los c6digos y lenguaje de la mujer se han discutido mas con referencia a la literatu ra , pero tambien son aplicables a las artes plasticas. 10 De otra parte, la percepci6n de la francesa Julia Kristeva (vinculada al grupo " Tel Que I" -de fines de los ?O 's) es que no existe un c6digo femenino especifico y cuando aparecen rasgos femeninos particulares estos son resultado de su posici6n marginal y subordinada en la sociedad y no a rasgos biol6gicos femeninos . Kristeva rechaza la identidad sexual ; las caracteristicas femeninas son resultado de la marginalidad, pero segun sus postulados el hombre tambien padece de la marginalidad. Kristeva afirma que los c6digos de hombres marginados son discursos que pueden ser catalogados como " femeninos " .11 Sin embargo, Kristeva admite que los c6digos femeninos son potencialmente mas " revolucionarios " que la de los hombres . .. puesto que la mujer aunque sometida conserva formas mas imaginativas de comunicaci6n , que escapan el ordenamiento del Estado . Algo del debate de Kristeva se asemeja a las teorias del liberalismo anglo-americano. La discusi6n te6rica anteriormente esbosada no satisface las necesidades de la problematica real. Nos parece que defin itivamente existen c6digos femeninos parti culares; y que los c6digos del hombre marginado son en aspectos importantes diferentes que los de la mujer. Un aspecto significativo es que la generalidad de las mujeres permanecen sometidas aun frente a esos "hombres marginados " .. . y que estos ultimas gozan de una cuota de poder relativamente mayor. Aqui como para toda la problematica de la mujer, el debate te6rico parece ser insuficiente e incompleto . Sobre este base hay mucho trabajo que realizar; desafortunadamente (pero esta dentro de la 16gica esperada) las organizaciones y centros de investiga ci6n con medios econ6micos no contribuyen efectivamente a la claridad y profundi dad de la controversia senalada. Los c6digos y expresiones de artistas mujeres en Puerto Rico tienen una especificidad particular que conviene tomar en cuenta . Esas formas de comunicaci6n vi sual tal vez reflejan rasgos femeninos ya su vez de identidad nacional. Con eso en mente, en forma muy tentativa discutiremos la obra y los c6digos de Myrna Baez y Rosita Hauessler. Aunque la selecci6n fue un tanto arbitraria; ambas contribuyeron notablemente a sacar a las mujeres artistas de su marginalidad productiva en nuestra sociedad.

MYRNA BAEZ En la obra de Myrna Baez se ve una urgencia serena de decir quienes somos tanto como naci6n , como marginados de la historia humana y como mujeres, pero aparentando no querer hacerlo ... o sin prop6sito consciente . Se hace a pesar del desagrado que puede producir el fraccionar el mundo en un arte de sexos. Esta obra inventa un c6digo propio; subvierte el lenguaje visual para decir las cosas en formas no acostumbradas . Asi se conquista una expresi6n visual propia, tal vez nuestro; tal vez nacional y no solo femenino. Es un c6digo femenino que comenta la naci6n presente e indirectamente senala una ruta para la naci6n futura ... que estaria detras, o debajo de todo lo que se critica en forma ir6nica. Como diria Marta Traba:

10

Francesca Denegri , " Escritura femenina: realidad o deseo " en : Viva , Ano 3, Num . 7, Centro Flora Tristan , Lima-Peru, septiembre -octubre , 1986, pp. 24-26.

11 IBID, p. 26.

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" halla un dificil equilibrio entre la mas vulgar, resignada e inerte realidad coti diana y una sorpresiva existencia secreta , mas alla de la trivialidad y la paralis is emotiva ".12

Lo anteriormente expuesto o aventurado; ese refocilo o chispa refractaria lo vemos en los trabajos presentados en la " Exhibicion de la Asociacion de Mujeres Artistas " que comentamos al principio, celebrado del 15 de febrero al 31 de marzo de 1986. Hay que remitirse con ardiente calma, (en la manera que lo hace la artista), en busqueda y observacion de " El Tocador" (1985, Acrilico, 44 " x 62 " ) e " Interior Rosado " (1986, Acrilico, 40 " x 63 " ). En " El Tocador ", (de lado derecho) la figura humana imperfecta -cumulo de una cultura historica pasada y presente . A su alrededor yen " si mis ma " una belleza inexorable revelada en colores, como potencialidad y otra forma de tomar la vida . Esa potencialidad va dominando la vision rutinaria -la cot idianidad . Con esa vision de lo " posible " la figura femenina (sentada en un tocador frente a su espejo) se ve a si misma y nosotros de igual manera podriamos verla a ella, conjugado el superlative " de lo demas " que ofrece la existencia. Menes agradable emotivamente es " Interior Rosado "; otra vez figuras aparentemen te femeninas pero molestosas sentadas a los Iados de una mesa yen el fondo un verde organico por donde pueden (podemos) escapar. Pero esta pintura logra plasmar mucho de lo que es la mujer puertorriqueiia en el presente . Ambas obras se remiten a estilos clasicos en el uso de luz como el holandes Vermeer; aunque Vermeer mantuvo sus sujetos clausurados en el espacio domestico sin dejarlas salir por las ventanas al paisaje . No sabemos si la artista desea usar estos estilos clasicos para despistar a los " criticos de arte " con enfoques " tradicional y cultos "; o si es una forma de " sa lvarnos del holandes ". Por supuesto se puede ver una similitud contraria en la composicion de " Interior Rosado " con la obra " Los Jugadores " de Cezanne, en esta ultima dos hombres juegan a las cartas , fuman , beben yen la de M. Baez las dos figuras parecen esperar inertes una act ividad posiblemente mas creativa . Toulouse - Lautrec, tambien proyecto sus desnudos femeninos como " La Toilette " (Jeu de Paume, Paris) a manera de ninfas o diosas de la antiguedad -pero siempre, aunque bellas, limitadas a su particular ambiente de tocador, salon o " cabaret ". Myrna Baez por el contrario realiza un rescate esmerado de esas mujeres desde una vision historica cambiada , casi un siglo despues con perfil femenino. Por ser un superlative cultural de " Nuestra America " y de " Puerto Rico "; Myrna Baez ha sido hito de transformac ion por su obra y mediante su lucha personal cotidiana. Su coherente y constante rebusqueda personal y su apoyo a otros semejantes -dio lugar sin duda, por fin , a esa espiga de " Post Marg inalidad " en la expresion cultural borinqueiia . ROSITA HAEUSSLER Por supuesto, los trabajos de esta artista comunican la fogosidad incandescente , ardiente y abrasador de nuestra historia-social latina, caribeiia y tropical . .. como tambien la lumbre ignea, y candelabrn de lo por venir. Con su " Ritmo de Ramas y Flores " (1985, Acrilico 42 " x 54 1/8" ), resalta a la vista codigos conocidos del acostumbrado flamboyan ... vista cotidiana (aparente-

12

Marta Traba , " Myrna Baez tras la Barricada " , en : Propuesta Polemica sobre arte puertorriqueiio , Marta Traba , Edi c iones Libreria Internacional , Rio Piedras , Pu erto Rico, 1971 , p. 134.

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mente serena) muy nuestra. Poder reproducir esa maravilla tan rutinaria de la vida diaria y ya tan aneja, usada y desgastada . . . es hazana de rescate de nuestra cultu ra de pueblo; pero llevada a una expresion compleja y complicada de lo que encierra esa cultura historica nacional puertorriquena. Por un lado vemos impresiones de ra mas, hojas, flores y semillas, panorama recurrente anual y conocido por todos en la isla. Por el otro emerge otra imagen de la isla " verde " envuelta por una bruma celeste-gris -blanco, pero la cordillera central ardiendo en fuego. Loque parece ser " mero flamboyan " tambien se confunde con un codigo que presagia una explosion en nuestros lares. Asoma y despunta desde otra perspect iva la controversia cons tante nacional. Ese incendio de creatividad nacional es mas evidente aun en " Flamboyan Num . 1" (1975, Acrilico sobre papel ) -lo que parece ser flamboyan no puede dejar de reflejar la complejidad social del pais y pueblo que produce esa expresion de lumbre visual -articulada especificamente a traves de Rosita Haeussler. Queda patente en la anterior obra, el rojo abrazador de " flor flamboyan " lleno de una bruma gris -violeta como humo-neblina. Ese " Volcan " flamboyan , ardiente pero simultaneamente sereno y armonico, tambien queda visible en " Ritmos de Primavera " (1985-Acrilico sobre tela , 49 ½ y 60 " ) yen " Cuando Vuelva el Verano " (1985, Acrilico sobre tela , 60 " x 48 " ) y " Vainas " (1983, 48 " x 35 ¾"). Loque parecia ser una obra tradicional o decorativa de " flores ", oculta habil mente un intrincado y dificil creatividad mayor. Loque para algunos es agradable, desde otra vision puede ser bastante aspero y enrevesado, por no decir espinoso, hablando figurativamente. Desde luego, conviene darle una lectura de variada com ponenda a esta notable producc ion artist ica. Detras de lo obvio se reconcil ia un codigo de vigencia significativa y recoge una variedad intercambiable -alterable de recados y avisos. Algo diferente se perfi la en su trabajo " Despues de la Lluvia " (1975, Acrilico sobre papel , 31 " x 39 " ), donde desaparece como " lo obvio " el flamboyan . Asi tambien se desvanece el rojo quedando una produccion de llneas abstractas y de matices verde y azul con algo de marron y amarillo. Particularmente aparece esta obra como tendencia aun no potencializada, pero anticipando un sendero futuro. La obra de R. Haeussler es variada ; de momento recuerda el impresionismo de otro anti llano como Pissarro -con sus arboles en "Le Pont Royal et le Louvre " o la pintura " Les Cypres a Cagnes " de Cross discipulo de Seurat. Tambien asemeja en algo el movimiento colorido de Van Gogh en " Le Jardin de Doctor Gachet "; pero en su obra mas abstracta se acerca a " Flores " de Emil Nolde y " Leyenda " de Man Ray . Tiene utilidad recordar que estos maestros revolucionaron las artes plasticas du rante epocas de grandes cambios sociales y economicos , en visperas y durante terribles depresiones y guerras -como por ejemplo lo fue la depresion de 1895 y " la primera guerra mundial " . Ahora bien , Rosita Haeussler tiene merecido un calido reconocimiento por su apoyo personal al desarrollo de las artes plasticas en Puerto Rico y su empeno por contribuir medios objetivos para la produccion de otros artistas . Colaboro notablemente hacia la constitucion de la Liga de Arte de San Juan y al creciente desarrollo de la " Asociacion de Mujeres Artistas ". Sus esfuerzos diarios en este sentido han sido fundamentales para efectivamente evadir la marginalidad de la mujer puertorriquena. Queda claro la proyeccion femenina de los codigos visua tes de Myrna Baez. En el caso de Rosita Haeussler parece representarlo su seleccion de un tema supuestamente " domesticado" y femenino como las flores . Pero el codigo femenino en la obra de Rosita Haeussler es menos evidente y menos claro queen la obra de Myrna Baez. Ambas producen y reproducen un lenguaje visual que anuncia la vieja y nueva

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iderHidad , una nueva metafora, que a manera de metamorfosis se esta creando a toda velocidad en el pais .13 Sobre el particular, la producci6n artfstica femenina como grupo, lleva un gran margen de ventaja. Aqu f tenemos mujeres artistas con ojos de vigilia, velando el memento hist6rico que les toca vivir; de paso enfrentando las agresiones y deformidades desde la propia estructura social y del Estado, como tambien los provenientes de allende las fronteras. Es la lucha por un mundo mejor y mas digno para todos.

Leviatan REVffi CE HidH £ 11:EAs

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Madrid-4. Tells. 410 28 39 · 410 24 55 D. Legal : SE-466-1978.

Sobre este tema ver: - Lucy Lippard , From the Center: Feminist essays on Women's Art, Dutton, N.Y., 1976, pp . 80-95. - Carmen Teresa Ruiz, " Myrna Baez, Olga Albizu y Luisa Geigel : Ires mu jeres artistas puertorriqueiias " en : Homines , Num. Extraordinario Num. 4, 1985-86. - Marimar Benitez, " Myrna Baez ", El Reportero , San Juan , sabado, 9 de noviembre de 1985, p. 22. - Jorge Seiieriz, " Ante el espejo de Myrna Baez ", Claridad , San Juan, 4-10 de julio de 1980, pp. 6-7. - Helena Salcedo, " Hay que hablar de la mujer en el Arte " , en : Mujer-llet, No. 55, Chile , febrero 1986, p. 7. - Margarita Fernandez Zavala, " Entrevista a Myrna Baez: Myrna Baez y la presenc ia de Puerto Rico en su Arte ", en : Plastica , Num. 10, San Juan , marzo, 1983, pp. 37-41 .

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TAMBIEN EN EL TERCER MUNDO SE CREA EL AMA DE CASA, lPOR QUE?

Veronika Bennholdt-Thomsen*

Dos tercios del trabajo en todo el mundo son ejecutados par mujeres. A camb io de ello reciben el 10 % de todos las ingresos y s61o poseen el 1 % de todos las medias de producc i6n . Estas cifras , proven ientes de la ONU y constatadas con mot ivo del Ano de la Mujer, deberran tenerse presentes al hablar de las mujeres y su trabajo, ante todo si hablamos del actual trabajo femenino en el Tercer Mundo, porque estas cifras reflejan ante todo la situaci6n en las parses en desarrollo. Tambien yo las tomo coma punto de partida para mis reflexiones y me propongo a buscar una explicaci6n para la manifiesta y extraordinaria desigualdad entre hombres y mujeres; porque las hombres, segun ello, realizan un tercio del trabajo en el mundo, reciben a cambio el 90% de todos las ingresos y poseen el 99 % de todos las medias de producci6n. Mi hip6tesis es: La miserable situaci6n en que vive la mayorra de las mujeres en el Tercer Mundo no es un residua de sistemas arcaicos patriarcales o una senal de atraso y subdesarrollo, sino a la inversa, es una senal y un resultado del desarrollo moderno. La posici6n de las mujeres en las parses en desarrollo y en las parses industrializados se asemeja cada vez mas, par cierto, con la depauperaci6n absoluta en las parses en desarrollo coma resultado . El concepto " ama de casa " es una categorra clave para comprender este proceso. El ama de casa, coma la conocemos actualmente, se gesta en el Primer Mundo en el transcurso del siglo XIX. Es el resultado de un largo proceso hist6rico, semejante al de la proletarizaci6n e fntimamente ligado a el , par lo cual tambien hablamos de " domestificaci6n " coma paralelo de " proletarizaci6n ". En otras palabras, el trabajo del ama de casa no es una tarea, que las mujeres, par naturaleza, hubieran realizado desde siempre, sino que es el producto de una historia especrtica. Tampaco se produce a rafz de causas puramente econ6mico-naturales debido a la presi6n del Sistema econ6mico, sino que se crea por la Iglesia, par la legislac i6n estatal , la medicina y las organizaciones de las trabajadores (leyes de protecci6n, salario familiar). Hoy en dla, que disponemos de una gigantesca maquinaria, una maquinaria administrativa centralmente planificada que abarca todo el mundo -eso es, la pollti, ca del desarrollo y sus oficinas publicas- hoy cabe suponer, que la creaci6n del ama de casa en las parses en desarrollo es, mas que nunca, un acto consciente. •

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Soci61oga y latinoamericanista; profesora de la Un iversidad de Bielefeld , Republica Federal Alemana.

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c.Ouien o que es el ama de casa? Un esquema de lo que las actuales amas de casa hacen en todo el mundo, podria ser mas o menos el siguiente: ellas cuidan de los ninos (desde llevarlos amarrados a la espalda mientras trabajan en el campo hasta llevarlos en auto al jardfn infantil o a la clase de piano); ellas lavan , limpian , cocinan, acarrean lena y agua desde distancias kilometricas. Elias hacen mermeladas y preparan aceite de nueces recolectadas (Karite en Africa Occidental y Salseeds en la India); ellas venden comida en pequenas cantidades y se dedican al pequeiio comercio (el sector informal en todo el mundo); trabajan en industrias caseras (desde la cesterfa hasta el trabajo especializado en un terminal de computadora en la sala de estar de su casa); ejecutan trabajo asalariado en grupos salariales bajos con contratos de tiempo limitado y, ante todo, en jornadas parciales de trabajo (el 99 % de todos los trabajadores en jornadas parciales en la Republica Federal de Alemania son mujeres) y trabajan en las fabricas del mercado mundial de las zonas de producci6n libres (el 80% de los trabajadores permanentes allf son mujeres). Dos aspectos son importantes en este esquema: por un lado, las actividades concretas desempenadas por las amas de casa pueden ser muy diferentes segun las regiones y los continentes en que viven -sin embargo, existe un principio estructural comun , que las caracteriza como amas de casa. Por otro lado debe quedar en claro, que el trabajo del ama de casa, es decir, su posici6n como ama de casa , abarca mucho masque el cuidado de los hijos y el trabajo domestico diario de un hogar. Tambien el trabajo femenino especifico para obtener un ingreso -precario, esporadico, mal remunerado e inseguro- es imposible e inexplicable sin su poslci6n como amas de casa. El principio estructural de la categorfa social " ama de casa" consiste -mas alla de las formas concretas, regionalmente diferentes- en que se trata de una relaci6n especffica de trabajo o de producci6n. Vale decir, no son las actividades concretas, las que caracterizan la categorfa social "ama de casa", sino las condiciones y la relaci6n bajo las cuales se realizan . Contrariamente a ello esta aquella ideologfa, que pretende presentar el trabajo domestico como algo naturalmente inherente a la mujer y que realza las actividades como lo primordial en el contexto. Liberandose de esta mirada ideol6gica, al analizar el camblo.sufrido hist6ricamente por el trabajo domestico inmediato como asimismo el amplio espectro de tareas queen la actualidad ya nivel mundial estan involucrados en el , se ve que basar lo comun del trabajo domestico en las actividades no tiene ningun fundamento empfrico. Esta mirada ideol6gica se aplica solamente a las mujeres ya que para los hombres, en cambio, no existen dificultades de incluir a un obrero metalurgico en la Republica Federal de Alemania ya un jornalero agrfcola en la India en la misma categoria social en base a su relaci6n de trabajo, vale decir, en base a su dependencia de un salario. El principio estructural, que en todo el mundo impone a los diversos trabajos femeninos el sello del ama de casa, esta marcado por una divisi6n sexual del trabajo, que -como tendencia- reserva el trabajo remunerado al hombre y el trabajo no remunerado a la mujer. Ello significa, queen cuanto se consolida la moderna economia mercantil y monetaria, las mujeres se encuentran en los ambitos de trabajo no remunerado yen aquellos de baja remuneraci6n. En parte puede tratarse de las mismas actividades como antes de la penetraci6n del dinero, pero debido a la existencia del trabajo remunerado y su concentraci6n en manos de los hombres, estas adquieren una calidad totalmente nueva. Significa ante todo, que en un mundo que funciona con dinero, al cual las mujeres tienen poco acceso, ellas ya no pueden Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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subsistir en forma autonoma con sus hijos. Por esto ya causa de su creciente falta de propiedad , las mujeres seven cada vez mas forzadas a someterse a la dependencia de los hombres. La cooperacion mutua entre hombre y mujer desaparece y se transforma en jerarquica. La objecion tan frecuente, que en Europa ya existia el " ama de casa " aun antes que naciera la economia mercantil y monetaria propiamente tal , en principio por lo tanto es correcta, pero el actual ama de casa no corresponde a aquella, ya que esa era cualitativamente otra cosa . El ama de casa campesina en la unidad domestica que Brunner especifica como " la casa entera " no realizaba un trabajo subordinado con respecto al del hombre, sino un trabajo que soc ialmente era igualmente necesario y equivalente. Por cierto que ejecutaban trabajos diferentes, especificados segun el sexo, pero j ustamente por los conocimien tos y capacidades especificamente femeninos , el trabajo de la mujer, a diferencia de hoy, tenia el mismo valor que el trabaj o del hombre. Perque sin la mujer no habia gallinas ni huevos, no habia leche ni queso; vale decir, ella era tan importante como el para el funcionamiento de toda la unidad domestica; el hombre y la mujer cooperaban. La contribucion del hombre era trabajo domestico a igual que la de la mujer, porque aun nose habia consumado la separacion entre privado y publico, entre trabajo en la casa sin dinero y trabajo fuera de la casa por dinero. La definici6n del ama de casa y la division sexual del trabajo La division sexual del trabajo existe en todas las sociedades. Para la compren sion del ama de casa moderna, el problema, por lo tanto , no es la existencia o inexistencia de una division sexual del trabajo, a la cual esta sujeta. El aspecto historicamente nuevo de la division sexual del trabajo frente a todas sus formas previas -primero en Europa y posteriormente tambien en los paises en desarrollo- es, que ya no esta marcada por las actividades concretas, sino por el mejor o peor acceso al dinero. Y como en la sociedad moderna el dinero y la estimacion o el valor social van fntimamente ligados, aquellos que casi no tienen acceso al dinero tampoco tienen valor. Dentro de este contexto nos parece realmente mas que inexplicable, que aun se siga hablando de relaciones precapitalistas al hacer referencia al ama de casa tanto en el Primer Mundo como en el Tercer Mundo. Porque no cabe duda, que en el marco de la produccion de mercancfas generalizada, la dependencia del dinero, justamente para los que no lo tienen , es una relacion capitalista. Ya por este motivo, la forma recien delineada de la division sexual del trabajo es un fenomeno genuine del modo de produccion capital ista. Cuando declaramos, que las mujeres actualmente reciben el sello del ama de casa en base a su sexo, esto no significa, queen primera lfnea realizan trabajo domestico, sino que ocupan una posici6n social baja: desde que nacen son mano de obra, que nose remunera en absolute o que se remunera s61o en menor escala y por ello son de menor valor o calidad inferior. En nuestra sociedad actual , el distintivo sexual terciario de la mujer no es el trabajo domestico, sino la inferioridad. Esto se manifiesta claramente en el Tercer Mundo, al pensar en la India, por ejemplo, donde en las ultimas decadas la tasa de supervivencia de las mujeres se ha deteriorado considerablemente en relaci6n a la de los hombres. La causa es el descuido y abandono de las hijas durante la primera infancia, vale decir, del nino inferior ode menor valor. 0 pensemos en China; alli, en el marco de la polftica impuesta de la familia con un s61o hijo, ocurren verdaderos dramas en la vida de ciertas mujeres. Se repudia, menosprecia e incluso asesina a algunas madres, porque el unico hijo, que se les permiti6 dar a luz, es una nina, un ser inferior. i,Y cual es la conclusi6n que, dadas estas circunstancias, saca un funcionario de la Sociedad para Cooperaci6n 98

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Tecnica (Gesellschaft tor technische Zusammenarbeit) en posici6n responsable en base a su ideologfa masculina chauvinista? Delibera si no serfa ra.zonable desarrollar una pfldora contra ninas para evitarles futuras penas a las madres ya las hijas. Ya me parece escuchar las objeciones, que habrfa existido el infanticidio femenino en muchos grupos etnicos, y que por lo tanto nose podrfa tratar de un fen6meno de la formaci6n capitalista actual. Contrariamente a una comprensi6n totalmente monolftica y unidimensional de la historia humana y del patriarcado, yo en cambio sostengo un principio concretamente hist6rico: No se trata del problema, por que las mujeres en determinados contextos sociales eran consideradas como seres inferiores, sino del problema, por que actualmente lo son. i,Cuales son los mecanismos de nuestra actual economfa, polftica y cultura, que a(m permiten seguir tildando a la mujer de ser inferior o, un fen6meno aun mas frecuente, que crean las condiciones para que asf sea? En este trabajo no es posible presentar una deducci6n y explicaci6n hist6rica para este fen6meno, en el sentido de un analisis detallado para diversas regiones; no obstante quisiera reproducir en breves palabras aquellas etapas del proceso, que han conducido a la subordinaci6n y al menosprecio de la mujer, transformandolos en un elemento sobresaliente de nuestra sociedad actual. Por una parte es la perdida del control de los nacimientos ode la capacidad procreadora, vale decir, las mujeres han perdido el control sob re su propio cuerpo. Este control les fue arrebatado violentamente en Europa y tambien en las colonias mediante la persecuci6n y el asesinato de millones de mujeres como brujas, mediante leyes patriarcales de matrimonio, mediante la prohibici6n del aborto, la influencia y el poder de la medicina moderna y actualmente, mediante esterilizaciones forzosas. Especialmente en las colonias se manifiesta muy claramente, que la implantaci6n de la propiedad privada priv6'a las mujeres del acceso a la tierra y del control sobre sus productos, que anteriormente habfan tenido en algunas regiones a traves de la tierra comunal, y les impuso el derecho hereditario patrilineal. En muchas regiones coloniales, la introducci6n forzada del dinero a traves del impuesto por cabeza o del impuesto sobre los productos tuvo como consecuencia, que tambien se impusiera la racionalidad sexual especffica del dinero, vale decir, la depreciaci6n o desvalorizaci6n del trabajo femenino. Por ultimo, el trabajo migratorio forzado de los hombres contribuye a la consolidaci6n de la actual division sexual del trabajo, que asigna el trabajo no remunerado a las mujeres, las obliga a enormes esfuerzos y sobrecarga con un trabajo inmenso para asegurar la existencia de sus hijos, de los viejos y la suya propia. Hasta aquf quisiera dejar este bosquejo, por cierto incompleto, de los procesos hist6ricos de cambio hasta la actual menosvalencia o inferioridad de la mujer e indagar a continuaci6n los mecanismos sincr6nicos, que crean en forma siempre nueva a la trabajadora femenina menosvalente y barata, es decir, al ama de casa. Los mecanismos son los mismos en todo el mundo. El ama de casa, eso es en primera lfnea la madre, unica responsable del trabajo para sus hijos que por ello esta limitada en su movilidad tanto de tiempo como de lugar -considerando no s61o directamente la fase con ninos pequenos sino tambien la jornada laboral a lo largo de su vida- , que se ve obligada a estar a disposici6n como la asalariada mas barata en la fabrica o como trabajadora en alguna industria casera. Como ya mencionaramos anteriormente, el 99% de los trabajadores a jornada incompleta en la Republica Federal de Alemania son mujeres, en las fabricas de las zonas de producci6n libres equivalen aproximadamente al 80%. i,Por que? Las mujeres en general son trabajadoras a jornada incompleta, porque deben cuidar de sus hijos, especialmente de los pequenos y asr disponen solamente de un Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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tiempo reducido para el trabajo asalariado. No existen instituciones alternativas baratas ni razonables que se hagan cargo de los ninos pequenos e incluso nuestro sistema escolar presupone e incluye como requisito indispensable la presencia y el trabajo de la madre, vale decir, por la escasa oferta de escuelas con jornada completa y de centros de asistencia para las tareas escolares, las madres esta obli gadas "en bien del nino" a asumir su funci6n . Por el mismo motivo es diflcil para las madres desarrollar una perspectiva profesional , tanto por el reducido tiempo que tienen disponible para el ejercicio de su profesi6n durante los anos con los ninos como tambien , debido al hecho, que especialmente las carreras profesionales mas cualificadas estan desde un principio concebidas como carreras de dos personas, vale decir, del hombre con una mujer detras. Es asl como las mujeres son catalogadas en el mercado laboral como trabajadoras con sueldos/salarios extraordinarios o adicionales -porque en el fondo podrlan ser madres- por lo cual siempre reciben solamente las ofertas mas diversas de contratos a plazo fijo, con la baja remuneraci6n y el escaso seguro social correspondientes. El alto porcentaje de mujeres en las fabricas de las zonas libres no esta tan ligado a la maternidad de hecho, sino mas bien a la maternidad potencial de las mujeres. Se trata, en general, de mujeres j6venes entre 16 y 25 anos de edad, que fre cuentemente incluso son despedidas al tener hijos. La raz6n: el trabajo en estas fabricas generalmente es de jornada completa, pero tambien es de tanto stress, que es diflcil soportarlo flsicamente (y tambien pslquicamente) durante largos anos. No es ilegltimo suponer entonces, que las mujeres, en base a los mecanismos coercitivos a los que socialmente estan sujetas, son las que, antes que otros, aceptan estas condiciones. En algun momento ellas seran madres y/o esposas, y visto desde esta perspectiva, el trabajo en la fabrica s61o es una ocupaci6n transitoria frente a su verdadero destino. Por supuesto, que esto es ideologla pura, porque tambien siendo madres, las mujeres dependen de un ingreso monetario; sin embargo, es un mecanismo legitimario eficiente, que abarata considerablemente esta mano de obra. Los empleos a largo plazo en funciones de control , en cambio, generalmente son ocupados por hombres. Otro mecanismo tendiente a subyugar a las mujeres a las condiciones de las fabricas de las zonas libres es la legislaci6n estatal. Porque son los estados del Tercer Mundo, los que despues de todo crean las zonas de producci6n libres al proporcionar la infraestructura, al fijar bajos impuestos, al suspender controles de transferencia de utilidades y al garantizar la " paz laboral " , prohibiendo la organizaci6n sindical , etc. En vista del hecho, que el trabajo en estas zonas libres es casi exclusivamente trabajo femenino, se nos impone la imagen del estado como rufian tramposo. En efecto, el paso de la trabajadora en la fabrica de la zona libre a la prostituta, que debe estar a disposici6n del turista masculino del Primer Mundo, no s61o es un paso en sentido figurado, sino en sentido directo. Muchas trabajadoras en estas fabricas estan obligadas a ganarse la vida como prostitutas despues de su despido o tambien para aumentar su magro e insuficiente salario. Sobretodo los estados asiaticos hacen una publicidad muy desvergonzada con cuerpos de mujeres para sus companlas aereas y para atraer inversiones y clrculos turlsticos a sus palses. La mujer se ofrece y se vende como un recurso natural del cual puede disponerse libremente. La definici6n de la mujer como naturaleza, que puede ser explotada gratuitamente, pertenece al proceso mundial de la domestificaci6n de la mujer. Otro mecanismo, que produce al ama de casa y sincr6nicamente la reproduce en forma siempre nueva, es la separaci6n en producci6n masculina de mercanclas y femeninas de subsistencia, que surge, tambien en el campo en el Tercer Mundo, de 100

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un modo cada vez mas perfecto. Los hombres se encargan de la producci6n de mercado -como campesinos y/o trabajadores asalariados-, las mujeres producen para el consumo inmediato de la familia y, para obtener pequenos ingresos en dinero, ademas generalmente seven en la necesidad de trabajar en alguna industria casera y esporadicamente tambien como jornaleras. Este proceso que crea el ama de casa campesina es muy similar al proceso descrito anteriormente para Europa, en el cual se fue fraccionando la casa , que antes habfa sido una unidad domestica completa, en un ambito " privado " a otro " publico " . La responsabilidad por los ninos, la falta de bienes y la pobreza obligan a la mayorfa de las mujeres en el Tercer Mundo (y cada vez mas tambien en el Primer Mundo) a aceptar cualquier trabajo para obtener ingresos. Es imposible imaginarse una vida como 'ama de casa exclusiva ', porque los hombres tambien son pobres. Este estado de cosas hace, que la idea del sueldo/salario familiar sea totalmente obsoleta. Es probable, que esto sea valido para toda la historia del capitalismo, en una medida mucho mayor de la que hayamos imaginado. La masa de las mujeres en el sistema capitalista siempre esta y estuvo obligada a trabajar por un sueldo o salario. Si este aspecto nunca se habfa incluido suficientemente en el analisis, se debe solamente al concepto estrecho que la mente masculina ha forjado del trabajo econ6micamente activo. El tipo ideal , que a nivel mundial por cierto s61o corresponde a una minorfa francamente fnfima de trabajadores masculinos, se refiere al concepto de una profesi6n o un oficio, que se ejerce durante toda la vida, cuyo lugar de trabajo esta fuera de la casa, preferentemente en forma de trabajo asalariado en la gran producci6n industrial. El trabajo femenino remuneratorio, en cambio, es trabajo asalariado tlpicamente no cualificado y esporadico, es pequena producci6n de mercancfas e industria casera. En otras palabras, no s61o el trabajo domestico femenino es invisible -como entretanto ya se lamenta en todas las publicaciones de la polftica del desarrollo-, sino tambien lo es en gran medida la ocupaci6n econ6micamente activa de la mujer. La separaci6n implfcita del mundo del trabajo en el ambito domestico del trabajo, identificado como femenino, y el ambito asalariado o econ6micamente activo y profesional del trabajo, considerado como masculino, es falso, ya que no corresponde a la realidad. El trabajo domestico y el trabajo econ6micamente activo de la mujer en el Tercer Mundo: ejemplos Maria Mies analiza en un trabajo con el tltulo " Hausfrauen produzieren fur den Weltmarkt " (Amas de casa producen para el mercado mundial) (1981/82; 1982) c6mo las mujeres de una ex casta campesina del distrito Godavari -Occidental en el estado federal Andhra Pradesh de la India han desarrollado una industria casera, tejiendo encajes y blondas a ganchillo, que nosotros podemos adquirir muy baratos en nuestros grandes almacenes. Ya en el tltulo de su trabajo, Marfa Mies llama la atenci6n sobre la aparente paradoja, que no es paradoja: el ser ama de casa campesina y producir para el mercado mundial no se excluyen, sino que mas bien se condicionan mutuamente: " Para que los exportadores (y sus socios internacionales an6nimos, los importadores de encajes) puedan extorsionar o arrancar la plusvalfa a las mujeres que tejen estos encajes, es absolutamente necesario mantener la ideologfa del aislamiento de la 'mujer que esta en su casa '. Aunque quizas se pueda justificar la domestificaci6n de las mujeres mediante formas mas antiguas de aislamiento, es evidente que actualmente ha cambiado su caracter. Las mujeres Kapu son .. . amas de casa domesticadas y al mismo tiempo trabajadoras, que producen para el mercado mundial. En el caso de las productoras de encajes, esta ideologfa casi

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se ha transformado en violencla material. Todo el sistema basa en la mistificaci6n, que estas mujeres no pueden trabajar fuera de sus casas" (1981/82:76). " ... el trabaJo de estas mujeres y el tiempo que ocupan para hacer estos encajes, no s61o es 'invisible' para los exportadores o el mundo exterior ... , sino tambien para los maridos, frente a los cuales se realiza este trabajo. lncluso ellos lo definen como 'notrabajo'. El dinero que las mujeres ganan es considerado como un milagro o como algo completamente natural" (ibidem 82). "Las mujeres no 'se dejan a~ras' sencillamente, cuando los hombres monopolizan los nuevos ambitos lucrativos de la economla, sino que conscientemente se 'definen hacia atras' a su papel como amas de casa. Porque s61o si la mujer queda fuera del sector formal yes definida socialmente como ama de casa, se puede proseguir con la explotaci6n doble de su trabajo" (ib. 86). Para amplias zonas africanas y tambien para algunas asiaticas, Boserup describe un transcurso totalmente diferente del proceso en desarrollo. Aqul eran mujeres, las que originalmente llevaban y manejaban toda la agricultura y tambien tenlan el control de los conductos (Boserup 1982). Hoy en dia, sin embargo, son amas de casa, a igual que las mujeres Kapu. Es unlvoco, por lo tanto, que no corresponde una explicaci6n segun el modelo biologlstico "las mujeres siempre han sido amas de casa". Al igual que las tejedoras de encajes en la India, ellas han sido transformadas en amas de casa, eso es, han sido condenadas a realizar todo el trabajo no remunerado y adicionalmente a trabajar por dinero con pagos miserables. Con respecto a la influencia ejercida por los proyectos de desarrollo en el marco de este proceso, Rogers ascribe sobre mujeres en regiones donde ellas trabajaban en la agricultura y relata c6mo, en vez de enseMrseles nuevas tecnicas agrlcolas, se les ha ensel'\ado a bordar, tejer ya hacer pasteles; las tecnicas mejoradas de cultivo y especialmente el cultivo de productos de mercado con creditos y control sobre la produccl6n agrlcola, en camblo, se han confiado y trasladado a manos de los hombres (Rogers 1980). Paralelamente a ello, los planificadores del desarrollo han lnventado las asl llamadas "Income generating activities" para las mujeres, lo que slgnlflca que, ademas de toda la carga del trabajo no remunerado, ahora tambien se les permlte produclr en un amblto socialmente relevante, eso es, en el remunerado, para obtener al menos un pequel'\o ingreso monetarlo. Estas "income generating activities" tlenen todas las caracterlstlcas del trabajo remuneratorlo del ama de casa: lmpllca lo que se llama "salario extraordinario o adicional", el trabajo se paga a nlvel salarlal mlnlmo, no ofrece ninguna perspectiva de progreso, es dependiente de las fluctuaclones del mercado, no tlene garantlas de seguro, etc. Se trata del tlpico fen6meno de la doble carga, que a nivel mundial se va transformando cada vez mas en el caso normal del trabajo femenino. Otro ejemplo que sel'\ala c6mo se implanta la posici6n 'ama de casa' de las mujeres pese a condiciones favorables aparentemente contrarias, vale decir, una posici6n econ6mica fuerte e independiente de las mujeres, ha sido descrito por Birgit Menne en su reciente trabajo sobre las vendedoras de mercado en Africa Occidental (Camerun) (Menne 1982). La autora muestra, c6mo ha ido disminuyendo la importancia del comercio local femenino, tambien el comercio de larga distancia entre la costa y el interior, que ciertos grupos de mujeres controlaban originalmente. Su alcance se ha reducido hasta tal punto, que actualmente ya no corresponde masque al pequel'\o comercio, eso es, a la llamada actividad del sector informal, que habitualmente es realizada por las mujeres en la mayorla de los palses del Tercer Mundo; y el comercio mayorista, con el uso de camiones, ha ido automaticamente a ma-

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nos de los hombres, igual que los tftulos de propiedad agrfcola como asimismo los demas trabajos cualificados remunerados. La masa de las mujeres, tambien las vendedoras de mercado, son amas de casa, vale decir, ellas realizan los trabajos no remunerados (cuidado de los hijos y mantenci6n de la unidad domestica) y los trabajos fnfimamente remunerado en el pequeno comercio, en la industria casera, en la pequei'\a producc i6n agrfcola y otros trabajos asalariados esporadicos. El estrecho vfnculo de la posici6n como ama de casa y el trabajo femenino econ6micamente activo pero remunerado a nivel mfnimo no s61o vale para Asia y Africa, sino tambien para America Latina. He aquf un ejemplo de mis propias investigaciones empfricas en una regi6n rural pobre de Mexico. Allf, en el sur del estado de Chiapas, inducidos por programas de desarrollo, repentinamente aparecen simultaneamente programas de trabajo domestico (cocina, costura, huerto familiar), industrias caseras para mujeres y producci6n generalizada de productos de mercado. En el pueblo Rfo Grande, lugar de mis investigaciones, durante decenios se habfa cultivado caf e, ma iz y frijoles para la reproducci6n de la un idad domestica campesi na, el cafe como producto de mercado y el maiz y los frijoles para el propio consu mo. Es verdad, que las mujeres ya bajo estas condiciones no tenfan derechos ni propiedad, pero gran parte de la producci6n no remunerada de subsistencia, sobre todo el cultivo del mafz, aun era de responsabilidad de los hombres. Al imponerse la polftica de desarrollo del Banco Mundial en el sector rural pobre (concretamente desde 1973), con ayuda de los creditos tambien se comercializ6 la parcela maicera. Actualmente el trabajo no remunerado (tambien en la agricultura) es casi exclusivamente trabajo femenino, los hombres trabajan por dinero. Entre las medidas adoptadas para comercializar la parcela maicera tambien estan las actividades de los asistentes soc iales con el objetivo de lograr una organizaci6n mas cualificada del trabajo domest ico prop iamente tal , coma asimismo un programa de crianza comercial de polios coma industria casera de las mujeres y la confecci6n de ropa en producci6n a domicilio para una empresa nacional mediana. Dentro de este proyecto de desarrollo, la al imentaci6n de las familias ha empeorado considerablemente (los polios estan destinados exclusivamente a la venta, el mafz se compra ahora de los ingresos provenientes de los otros productos) y el volumen de trabajo de las mujeres ha aumentad o enormemente (comp. Bennholdt-Thomsen 1980; 1982). Tambien en el Tercer Mundo se crea el ama de casa - i,Por que? El " ama de casa " es muchfsimo masque aquella madre y esposa, queen vista de sus inclinaciones femeninas se hace cargo del trabajo que implica la crianza de la generaci6n siguiente y la mantenci6n de la unidad domestica familiar y que reci be el dinero y las materias primas para el trabajo domestico de un "cabeza de familia que gana el dinero para el sustento de su grupo familiar ". Este tipo ideal , que aparentemente representa la norma, en la realidad cas i no existe, es la excepci6n absoluta. En el Tercer Mundo es la excepci6n, ya que la mayorfa de la poblaci6n vive en la miseria y las mujeres, bajo diversas condiciones, estan obligadas a producir su supervivencia, lo que tambien implica el trabajo por dinero. En la Republica Federal de Alemania , no por ultimo debido a la actual crisis , el tipo ideal del ama de casa delineado anteriormente esta en vfsperas de desaparecer. En 1980, la proporci6n de la poblaci6n femenina casada en edad productiva y econ6micamente activa es del 48,3 % frente al 40,9% en 1970, el 36,5% en 1960 y, por ejemplo, el 29,1 % en 1925 (MOiier, Willms , Handl 1983). Estas cifras probablemente serfan aun mas altas, si tambien se considerara el trabajo ocasional y esporadico de mujeres por dinero coma trabajo remuneratorio.

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El ama de casa, eso es la mano de obra femenina en el capitalismo, queen un mundo donde s61o cuenta lo que da dinero, puede ser remunerada a niveles bajlsimos y que por la mayorla de sus trabajos no necesita ser remunerada en absoluto. El motivo par el cual se ha impuesto la estructura del trabajo femenino en todo el mundo capitalista es su lucratividad . La economla y la sociedad moderna fun cionan en base a la fuerza de trabajo no o lnfimamente remunerada. El trabajo no remunerado del clasico trabajador asalariado masculino, el llamado plustrabajo, seguramente tambien corresponde a un mecanismo central pero, cuantitativamente es sin duda de menor importancia. Porque en todo el mundo, tanto en la historia del capitalismo coma tambien hoy en dla, es bastante mas efectiva la llamada coacci6n extra-econ6mica que las llamados mecanismos de coacci6n econ6mica para que se efectue la acumulaci6n de capital: el saqueo sistematico de continentes enteros y de generaciones durante el colonialismo, la violencia inmediata y la violencia estructural de la llamada discriminaci6n en el racismo y actualmente mas y mas en el sexismo. No existe ningun motivo de jubilo, en el sentido que se haya superado el colonialismo y logrado la liberaci6n nacional y que se hubieran abolido las peores y mas directas formas del racismo. Para caracterizar este cambio y la actual situaci6n, me viene a la mente aquella "soluci6n ", que fray Bartolome de las Casas, obispo de la provincia de Chiapas, donde tambien se encuentra el pueblo investigado par ml, proclamaba a comienzos del perlodo colonial. Para preservar la poblaci6n indlgena aut6ctona del exterminio debido a la sobrecarga de trabajo torzado que debla realizar para las conquistadores espai'loles, el estaba en favor de la importaci6n de esclavos negros del Africa a las colonias. Y si el lector de estas llneas recuerda las cifras de la ONU respecto al trabajo femenino y a la pobreza de las mujeres en general , probablemente encontrara muy acertada mi parabola.

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REFLEXIONES EN TORNO AL DEBATE FEMINISTA EN PUERTO RICO Marfa Milagros L6pez*

Mi intenci6n, en este escrito, es presentar un marco de referencia desde el cual podamos apreciar la contribuci6n de Lydia Falc6n a la discusi6n feminista y al desarrollo de los movimientos feministas aqui. Para esto, es preciso, ubicar sus esfuerzos en lo que ha sido el debate feminista internacional de por lo menos los ultimos quince anos. Me gustarla, entonces, presentar un esquema general de este debate para luego abordar algunos puntos particulares de la exposici6n de Lydia. Los trabajos recopilados en el libro de Zillah Eisenstein 1 me resultaron muy utiles para traerles esta informaci6n. Quizas haga falta decir, que el feminismo socialista esta en un proceso de desarrollo y efervescencia. La discusi6n ha madurado y este tiene ya, para usar una frase de Lydia, poder de convocatoria. En nuestro pafs, la discusi6n feminista se ha visto obstaculizada por varios factores; entre ellos, las presiones de los partidos de izquierda y su interes por mantener un control sobre la discusi6n feminista, el reformismo liberal y la escisi6n partidista al interior del feminismo en P.R. que es producto del problema colonial y que agudiza nuestras dificultades para ponernos de acuerdo. Es importante, sin embargo, subrayar la idea de que sf ha ocurrido una practica feminista alrededor de problemas particulares de la mujer. Basta senalar grupos como Taller Salud, que toman como su problema la posici6n de la mujer frente a la medicina, al "establishment " medico o las mujeres que colaboran con el Centro de Ayuda a Vfctimas de Violaci6n o la Casa Julia de Burgos. Tambien la variedad de grupos feministas que toman como punto de partida la propia experiencia cotidiana de sus participantes como ejes centrales de sus anal is is. Allf se ha evidenciado una practica importante, aunque el debate te6rico entre nosotras esta aun en agenda. Podemos identificar en el debate feminista dos vertientes principales: la mujer en la clase y la mujer como clase. Zillah Eisenstein propone un socialismo feminista que integre ambas perspectivas que examinaremos mas adelante. La Mujer en la Clase La importancia del analisis marxista en el estudio de la opresi6n femenina se ve en dos dimensiones. De una parte propone un analisis de clase para el estudio • Catedratica de Psicologla, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras . Capitalist Patriarchy & The Case for Socialist Feminism. Edited by Zillah Eisenstein , New York: Monthly Review Press , 1979.

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del poder. Por otra, provee un metodo de analisis historico y dialectico. El analisis de clase ha servido para ayudarnos a entender las relaciones materiales en el capitalismo y provee los instrumentos para entender el capitalismo patriarcal. Segun Marx, el poder o la ausencia de el , emana de la posicion de clase que ocupan las personas. La opresion es resultado de la organizacion capitalista y se ancla en la falta de poder y control. Marx vio los problemas de la mujer como resultado de su papel de instrumento de reproduccion y propuso la revolucion socialista como solucion. En el Manifiesto dice: "La abolici6n del actual sistema de producci6n , debe traer consigo la abolici6n de la comunidad de mujeres . .. "

La familia burguesa se ve como un instrumento de la sociedad capitalista con pocas dimensiones particulares propias. La opresion femenina ocurre por via de su explotacion en la sociedad de clases a traves del matrimonio burgues y la familia. La mujer es vista como otra victima -indistinguible del proletariado en generalde la division de clases . Marx no hablo de la divisi6n sexual jerarquica. No desarrollo ideas sobre la reproduccion biologica o las funciones materiales como elementos crlticos en la creacion de la division del trabajo al interior de la familia . Como resultado, Marx entendio la explotaci6n de hombres y mujeres como derivada de la misma fuente y por tanto, comprensible en los mismos terminos estructurales. Hoy pensamos que no es asl. Que la division sexual jerarquica del trabajo resulta en el aislamiento y la enajenaci6n de las mujeres. En el Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, Engels observa que la primera division del trabajo es aquella entre hombres y mujeres para los prop6sitos de la procreaci6n. Las primeras divisiones de clase surgen de la relaci6n antagonica entre hombres y mujeres al interior del matrimonio monogamico. Engels no explica, sin embargo, en que se basa el antagonismo propiamente. No es logico suponer que el estaba hablando de un antagonismo de clase. El hablo del hombre como la burguesla y la mujer como el proletariado en la familia. Sin embargo, la burguesia y el proletariado son posiciones de poder que se derivan de la relacion con los medios de producci6n, no con el acto sexual de la reproducci6n . Es contradictorio que Engels reconoce las relaciones hombre-mujer dentro de la familia como base del ordenamiento social y sin embargo, las subordina en su analisis a la determinaci6n econ6mica. Sus categorias de analisis para explicar la subordinacion femenina se derivan enteramente de las relaciones de produccion. Para Engels, la familia se convierte en I.in microcosmos de la economia polltica. Aun, cuando el reconoce que la familia esconde la esclavitud domestica, piensa que no existen grandes diferencias entre esta esclavitud y la esclavitud asalariada del marido. Ambos se derivan de la esencia del capitalismo. Nos dice: "La emancipaci6n de la mujer sera s61o posible cuando esta pueda participar en la producci6n a gran escala y el trabajo domestico le tome un tiempo insignificante". La verdadera igualdad, segun el, vendra con el fin de la explotaci6n capitalista y la transferencia de la tarea domestica privada a la industria publica. En resumen, se ve a la familia como estructurando en un primer momento la di.visi6n del trabajo en la sociedad y esta division corresponde a la division en -el acto sexual mismo. Esta idea se pierde posteriormente cuando se habla de la familia como otro aspecto de la superestructura que refleja de manera isomorfica la sociedad de clases.

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El punto no es aqui, que la familia no refleja la sociedad, sino que a traves de su estructura e ideologla patriarcal y de la necesidad de la reproducci6n esta tambien estructura la sociedad . Esta relaci6n reclproca entre familia y sociedad , producci6n y reproducci6n define la vida de la mujer. El estudio de la opresi6n femenina, debe entonces, atender tanto a las condiciones econ6micas materiales como a las sexuales; en vez de me-ramente hablar de explotaci6n econ6mica. Eisenstein propone, que el materialismo hist6rico debe expandirse para incluir la ubicaci6n de la mujer en la divisi6n sexual del trabajo y de la sociedad e incorporar las f6rmulas ideol6gicas de esa relaci6n . Veamos ahora la otra vertiente principal. La Mujer como Clase En la tradici6n reciente de fines de la decada del 60 y hasta ahora se reconoce la llnea de las feministas radicales . Aunque no constituyen un grupo homogeneo podemos intentar caracterizarlas. Estas mujeres han entendido que los hombres tienen poder " como hombres" y que la sociedad se organiza en " esferas sexuales " . Su demanda principal es la destrucci6n del patriarcado. La discusi6n se centra en la familia biol6gica, la divisi6n sexual jerarquica de la sociedad y los roles sexuales. Estes son los aspectos que deben reorganizarse de forma fur.idamental. La divisi6n sexual del trabajo y la sociedad es el mecanismo de control de la cultura patriarcal. Los roles , los prop6sitos, el trabajo estan determinados a partir del sexo. Este distingue el poder y las funciones sociales. Las feministas radicales han expresado, a viva voz, su insatisfacci6n con las f6rmulas de los grupos y partidos de la izquierda. Entienden que sus analisis y sus practicas no dan cuenta del problema de la explotaci6n de la mujer en la clase . La historia es vista , trans-hist6ricamente patriarcal y las luchas, han sido las luchas entre los sexes. Las llneas de confrontaci6n se conforman a lo largo de la dimensi6n hombre-mujer, en vez de burguesla-proletariado y las relaciones determinantes son las de reproducci6n y no la producci6n. Desde esta perspectiva, el patriarcado tiene sus ralces en la biologla y no en la economla o en la historia. A !raves de la funci6n reproductiva de la mujer se manifiestan las formas del control y la fuerza patriarcal. A traves de este analisis las feministas radicales log ran tender un puente sobre la dicotomla entre lo personal y lo publico. El sexo como lo personal se convierte en lo politico y las mujeres comparten su opresi6n por via de la politica sexual de la sociedad. Algunas de las preocupaciones que suscita esta perspectiva son : la ausencia de una visi6n dialectica que pueda entender la rE1alidad y la especificidad hist6rica de nuestra existencia econ6mica. El patriarcado es visto como una estructura ahist6rica y generalizada. La opresi6n y explotaci6n de los hombres proletarios y su propia contribuci6n al sostenimiento del esquema domestico (en la forma de tareas como la plomerla, arreglos electricos, arreglo a los autos o a la casa) es omitida o desvalorizada en sus analisis. El factor bio16gico que se aiiade como determinante de las relaciones sociales niega el caracter " social " de estas relaciones . Es decir, se biologiza lo que con tanto esfuerzo hemes intentado declarar como social e hist6ricamente construldo. Las luchas de clases seven en funci6n del sexo ya traves de toda la historia. La evidencia antropol6gica, en este sentido, no aporta aun una imagen clara en cuanto a la situaci6n de subordinaci6n de la mujer a traves de las diversas sociedades y mementos hist6ricos. Los estudios hasta el memento no abonan a ninguna posici6n de forma contundente . Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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Por ejemplo, aunque los roles sexuales existlan en la sociedad feudal estos eran desempenados en forma diferente porque las condiciones materiales de existencia eran diferentes. Aunque la familia nuclear es pre-capitalista y capitalista esta se realiza de forma diferente en ambos periodos . Me parece que comprender los elementos universales en la opresi6n femenina es importante pero tiene poco sentido cuando la especificidad de nuestra existen cia es relegada a lo universal. El patriarcado, en este sentido, debe ser entendido como masque un sistema biol6gico, uno politico como una historia especlfica. Eisenstein sostiene que esta dicotomizaci6n del debate no hace sino obliterar la complejidad del fen6meno . Cierto, que el marxismo ortodoxo ha ignorado a la mujer. Esto, sin embargo, no debe ser sustituido por una visi6n uni-dimensional por parte de las feministas. En vez de examinar las formulaciones hist6ricas de la opresi6n femenina confrontamos otro nivel de determinismo biol6gico. La autora propone una sintesis del analisis de clase y el analisis que propone el feminismo radical. Sostiene que debe mirarse el problema de forma dialectica examinando la doble inserci6n -estructural e ideol6gica- en la clase y en las estructuras de poder patriarcal. La discusi6n sexual jerarquica atraviesa, como categorla, al patriarcado y al capitalismo. Eisenstein, no solamente asume la maleabilidad del patriarcado a las demandas del capitalismo sino tambien la maleabilidad del capital a las necesidades del patriarcado. Cuando ella senala que el capitalismo necesita del patriarcado para poder operar eficientemente, se esta diciendo que la supremacla masculina suple al capitalismo con el ordenamiento y control que les son necesarios. El capitalismo usa al patriarcado yes definido por las necesidades del capital. Las condiciones de la producci6n en la sociedad, entonces, definen y conforman la producci6n, reproducci6n y consume en la familia. Asl tambien el modo de producci6n domestico afecta la producci6n de mercanclas. Es asl que se estabiliza a la sociedad a traves de la familia . Esto, mientras se organiza un rengl6n de trabajo -el trabajo domestico- que no se paga , o se paga poco o se paga en forma desi gual en el caso del trabajo asalariado de la mujer. Esta ultima categorla demuestra el impacto final de la divisi6n sexual del trabajo al interior de la estructura de clases. Eisenstein propone que alteremos nuestra manera de entender las clases. Si hay dos clases de trabajo -el trabajado asalariado y el trabajo domestico- entonces, hay que partir a entender que significa la clase para la mujer. No es meramente reexaminar las formas en que las mujeres hemes sido metidas en el molde de las clases. Hasta aqul, hemes visto que la forma en que se le adjudica la clase a la mujer es por via del trabajo del marido. Hay consenso ya de que eso no es una representaci6n correcta del problema. Un analisis de clase feminista debe empezar con las consideraciones sobre las distinciones entre los tipos de trabajo que la mujer realiza -fuera del hogar, como amas de casa, como mujeres desempleadas, como mujeres ricas que nunca trabajan . Estas distinciones de clase pueden, entonces, ser· definidas en terminos del status marital y de la raza. Entonces, habrla que estudiar c6mo las mujeres de cada una de estas categorlas comparte con las otras categorlas de mujeres las actividades de la reproducci6n , la crianza de nines, la sexualidad, el consume y el manteni miento del hogar. Las relaciones que surgen entre estos conceptos podrlan aportar a nuestro en tendimiento de la mujer en la clase y en el patriarcado.

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En cuanto a nosotras en Puerto Rico las preguntas tienen que dirigirse a ver cuales son las condiciones que rodean la opresi6n de la mujer en nuestro memento y las formas organizativas que mas se adecuarlan. Para destruir las relaciones patriarcales es precise destruir las estructuras sexuales, raciales y de clase que se sostienen a traves de la divisi6n sexual del trabajo. Si cambiamos las relaciones sociales de poder, los hombres tendran que cambiar. Su poder como hombres no reside en su ser individual. Se ancla en la estructura jerarquica. Si esta cambia, el ser individual cambiara.

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MODO DE PRODUCCION Y PATRIARCADO Lidia Fa/c6n O'Neill*

Ma Encarna Sanahuja

MODO DE PRODUCCION Y PATRIARCADO

En los ultimas anos y debido, indudablemente, al resurgimiento del movimiento feminista, la terminologfa utilizada para designar los distintos aspectos de la opresi6n y de la explotaci6n de la mujer, esta siendo objeto por primera yez de un anal isis, que evidentemente faltaba. Analisis que al estar en sus comienzos sufre tan diversas interpretaciones que resulta a veces incomprensible. · Asf, el termino patriarcado, utilizado tradicionalmente en las disciplinas hist6ricas para designar las relaciones familiares y sociales de las tribus israelies y la familia griega y romana, se ha convertido hoy en la definici6n del modo de producci6n, sea el que sea, que sabre este termino nadie sabe nada, bajo el cual la mujer sufre su dominaci6n. Sin que tampoco la defi(lici6n de esta dominaci6n sea clara, y resuelva de una vez el problema debatido hasta ahora sin conclusi6n , de si la explotaci6n femenina es econ6mica y material , o s61o podemos hablar del ejercicio del poder por parte del hombre. Y sin embargo, este es uno de los temas que tienen mas importancia para llegar al conocimiento de cuales son las causas, orfgenes, y situaci6n actual de la explotaci6n femenina y de quien es su clase antag6nica, yen consecuencia, imprescindible tambien para llegar a establecer una estrategia eficaz en la lucha feminista. Este trabajo es solamente una aproximaci6n a tal analisis, pero contiene los elementos basicos para llegar a las definiciones correctas, y no por meandros intermedios que desvfan las verdaderas cuestiones a resolver. A partir de ellos deberla continuarse la investigaci6n.

II SOCIEDAD Y TRABAJO EXCEDENTE

Para que exista cualquier sociedad, por mas primitiva que esta sea, es preciso que la mayorfa de sus miembros realicen un trabajo excedente, para cubrir los servicios sociales mas imprescindibles. Resulta evidente que si cada individuo de la comunidad realizara exclusivamente el trabajo necesario para su mantenimiento, na•

Abogada y feminista espai'lola. Conferenciante invitada por la Universidad lnteramericana, primavera, 1983.

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die cumplirla los trabajos comunes o sociales, por primarios que fueran. Entre los trabajos fundamentales para la supervivencia de cualquier sociedad, partiendo de las mas primitivas como por ejemplo los pueblos naturales actuales, o las comunidades prehist6ricas estudiadas hasta ahora, resultan imprescind ibles la reproducci6n de los seres humanos y el mantenimiento de los ninos, de los enfermos y de los ancianos. Otros trabajos igualmente necesarios para el mantenim iento de los ind ividuos: alimentaci6n, vestido, vivienda, limpieza, se encomiendan a un grupo social , las mujeres, que por sus caracterlsticas, se encuentran en condiciones mas favorables para realizarlos. Este trabajo excedente o sobretrabajo, si hablamos de las llamadas sociedades comunistas primitivas, tendrla que ser retribuido a cada miembro en proporci6n igualitaria al esfuerzo realizado . De no ser asl, nos encontrariamos con la apropiaci6n por miembros de la comun idad del sobretrabajo de otros yen consecuencia con una retribuci6n desigual , que contradecirla las tesis de Engels y sus seguidores , expuestas en su libro " El origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado". Es decir, nos encontrarlamos con la explotaci6n de unos miembros de la sociedad por otra, antes de las llamadas sociedades de clase: modo de producci6n asiatico, esclavista, feudal, capitalista. Algunos autores todavla hablan del famoso modo de producci6n comunista primitivo, caracterizado por la extrema debilidad de las fuerzas productivas, por la casi ausencia de sobreproducto, por la maxima limitaci6n de la divisi6n del trabajo, y por cons iguiente, por la igualdad casi perfecta, entre los miembros de la comunidad . Este modo de producci6n no ha sido constatado hist6ricamente, pero infieren su existencia pura a partir de sus estados degradados (comunidades primitivas). Por el contrario, como ya aceptan los antrop61ogos, historiadores y economistas marxistas actuales, tales como Levy-Strauss, Godelier, Meillassaux, Aby, Terray, Dhoquois Federique Vinteuil , este modo de producci6n fue mucho mas complejo y contradicctorio e incluy6 formas preliminares de explotaci6n a expensas de las hembras, entorpecidas frecuentemente por la gestaci6n. Al sobretrabajo de gestar y parir y de cuidar los ninos y los ancianos y enfermos, se ananden los trabajos de mantenimiento de la casa, de nutrici6n de todos sus habitantes y de vestido , calzado, adorno, recolecci6n , cocina, que por las condiciones sedentarias de la vida de las mujeres, son encomendadas a estas, sin retribuci6n proporcional. El sobretrabajo de la mujer es apropiado por todos los hombres en general , y por los maridos en particular, sin mas compensaci6n que la exclusiva manutenci6n de la hembra. Y para mantener a todo el grupo de mujeres en estado de explotaci6n -casi esclavitud en muchas sociedades- el hombre recurre tanto a la fuerza, como a la coercion extraecon6mica, entiendase opresi6n ideol6gica. Asl nos encontramos entonces con la explotaci6n de la mujer, como grupo social , por la totalidad de los hombres, constituidos tambien en grupo antag6nico a aquel. Las sociedades primitivas, se estructuran en torno a la dominaci6n del grupo de los hombres sobre el grupo de las mujeres, al mismo tiempo que la organizaci6n cooperativa del trabajo hace ocupar a las mujeres un lugar relativamente privilegiado frente a los hombres en comparaci6n con otras sociedades. De aqul surge esta posible ambivalencia en la descripci6n de la situaci6n de las mujeres: una importante " igualdad" en la " producci6n social" y, al propio tiempo, una importantlsima subordinaci6n -que no ha de ser forzosamente de " una" mujer a " un " hombre, sino del grupo de mujeres al grupo de hombres. Se comprende rapidamente (como muestra, por ejemplo, simb61ica que legitima este orden social y _ c ontribuye a reproducirlo, sea un discurso sobre las mujeres, un discurso fantasmatico que pretende justificar Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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la subordinaci6n de las mujeres a los hombres como una condici6n de reproducci6n del orden social establecido".1 " Esta es por ejemplo la hip6tesis que lanza Frederique Vinteuil: "Cuando Levy Strauss se ocupa de la incontestada superioridad social de los hombres en las sociedades primitivas, olvida analizar una instituci6n muy extendida: la casa de los hombres. Se sabe que se trata de un lugar alejado de la poblaci6n donde se reunlan exclusivamente los machos, y al que las mujeres no tenlan derecho a acercarse: se celebraban en el ceremonias de iniciaci6n, ritos de pasaje de la infancia a la edad adulta, y se preparaban a veces expediciones punitivas contra las mujeres de la tribu (... ) Lacasa de los hombres es la expresi6n concreta de la lucha de los sexos y de la organizaci6n de los hombres en tanto machos a fin de dominar a las mujeres en una situaci6n tensa: la supremacfa de los hombres no es algo que funcione como una seda: para ejercerse exije reagrupamiento y violencia". 2 Nos encontramos, por tanto, que las llamadas comunidades primitivas desarrollan un modo de producci6n al que denominamos domestico yen el que la divisi6n sexual del trabajo es la raz6n original de la explotaci6n . Las actividades domesticas de cualquier mujer adulta, unidas a las actividades depredadoras de cualquier hombre adulto, agotan practicamente los trabajos habituales de la sociedad. Ahora bien, el plus trabajo de la mujer se realiza fundamentalmente en su actividad reproductora, productora de la futura fuerza de trabajo. La reproducci6n - " forma de producci6n " segun frase de Marx- y el mantenimiento de la fuerza de trabajo , ademas de las tareas domesticas antes mencionadas, constituyen el trabajo excedente social, del que se apropian tanto los hombres individualmente como el grupo masculine. Esta apropiaci6n constituye por tanto la primera forma de explotaci6n social. La primera existencia de clases y por tanto de lucha de clases. No pretendemos rehuir el termino, como algunos antrop61ogos hacen, no llamando de clase al antagonismo entre los grupos sexuales. Tenemos que tener en cuenta que para que no existiera explotaci6n en la apropiaci6n de ese trabajo excedente de la mujer, serfa precise que se le retribuyera por el equitativamente al esfuerzo realizado. Es decir, que las mujeres tendrian que recibir una parte mucho ma• yor de la riqueza social que los hombres, lo que las hubiese constituldo en el grupo mas poderoso de la sociedad . Por el contrario, todas las investigaciones arqueol6gicas, antropol6gicas y primatol6gicas, proporcionan pruebas en contra. En todas las sociedades estudiadas, las mujeres constituyen el grupo mas pobre y despreciado, y el que realiza los trabajos de infraestructura mas penosos, de mas larga duraci6n y de menor consideraci6n social.

Ill CLASE SOCIAL Y MODO DE PRODUCCION "Las clases sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producci6n hist6ricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran frente a los medios de producci6n, por el papel que desempelian en la organizaci6n social del trabajo. Y en consecuencia, por su capacidad de recibir su parte de riqueza, asi como por la amplitud de esta parte". (Lenin, Obras completas-Vol. XXVII)

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Materiales, pagina 79, n° . 9-mayo-junio 78. Materiales, pag . 80/81 , n°. 9-mayo-junio 78.

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En consecuencia las clases sociales hay que determinarlas y definirlas seg(m el modo de producci6n hist6ricamente determinado. Cada modo de producci6n, como afirma Terray 3 ha de construirse el concepto de clase que le es propio. La mujer ocupa, desde slempre, como grupo, un lugar propio y fijo dentro de un sistema de producci6n hist6ricamente determinado y su trabajo es apropiado, y no retrlbuldo proporclonalmente, nl Individual nl socialmente. Si a veces posee los medias de producci6n, estos son tan rudimentarios y primitivos que no exigen ninguna tecnica para proporcionarselos. Lo importante en este modo de producci6n es el producto terminado, no el media con el que se produce. En los modos de producci6n precapitalistas, los trabajadores no estaban siempre enteramente separados de los medias ni del objeto del trabajo. En Mesopotamia el campesino que no depend la del templo, posela la tierra y los medias de producci6n y era explotado por la clase-estado a traves de un impuesto en especies o trabajo, de la misma manera queen el modo de producci6n asiatico o en el modo de producci6n feudal la explotaclon del siervo se hace por la extraccion del trabajo excedente, por medios mas extraeconomicos que economicos. Aqul el antagonismo de las clases, siervo-sei'\or feudal, no se pone en duda. El antagonismo entre el hombre y la mujer se niega, como un ingrediente mas la presion ideologlca que mantlene el predominio masculino sobre las mujeres.

Pero negarlo significa negar asl mismo la existencia de las clases y hacer desaparecer las clases es negar asl mismo la divisi6n sexual del trabajo, y con ella todo modo de producci6n, porque no podrla existir ni siquiera la reproducci6n". "La pri• mera division del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreaclon de los hljos", dice Engels en el "Origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado". Esta contradicci6n no es tomada en cuenta por los autores actuales, porque ello significarla aceptar el paradigma que conllevara la tesis de la mujer como clase social explotada y oprimida por el hombre. De tal modo la tesis de Engels de que la subordinaci6n femenina se basa en la aparici6n de la propiedad privada y del Estado, resulta antitetica de la correcta. La apariclon de la propiedad privada, de las clases y del Estado se realiza a partir de la explotaci6n y de la opreslon de la mujer en el modo de produccion domestico, como demostraremos. IV EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS Marx dice en el Prefacio a la Crltica de la Economla Polltica, que a un cierto grado de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad, entran en contradicci6n con las relaciones de producci6n existentes, dando lugar a un modo de producci6n mas avanzado. En el modo de producci6n domestico el trabajo excedente de la mujer, en especial la reproducci6n y el mantenimiento de la fuerza de trabajo, constituye la producci6n de fuerza de trabajo. Esta se empleara al principio, en cuanto a la fuerza de trabajo masculina, en obtener simplemente los alimentos diarios para el grupo humano, fundamentalmente de la misma familia. Cuando los conocimientos tecnicos avanzan, se descubre la agricultura, la ganaderla, la minerla. Entonces la estructura social se complica, exigiendo un grupo guerrero, especializado en la contienda, talleres de ceramica y metalurgia, el intercambio de los productos excedentes, el establecimiento de una casta religiosa, etc. Las fuerzas productivas que se han desarrollado son fundamentalmente la fuerza de trabajo. 3

Analisis Marxista, Antropologla social, pag. 108.

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En consecuenc ia, el aumento demografico exige nuevos campos que cultivar, inventa herramientas, precisa mas materias primas, que a su vez produciran nuevos y mas productos terminados. Y el excedente de la producci6n debera ser cambiado por otros productos de otras sociedades. Este aumento demografico es el que explica el paso de una economla netamente cazadora, a una economla productiva, donde la agricultura y la ganaderla juegan el papel fundamental. El aumento demografico sumado a los cambios climaticos de finales del paleolltico superior, y a la sobreexplotaci6n de los animales cazados , hara necesario que algunos busquen otros recursos mas diflciles que la caza, abundante hasta entonces por los restos arqueol6gicos conocidos. El mantenimiento del grupo se hace ahora mucho mas problematico en cuanto que el campesino no domina las tecn icas agrlcolas, prepara y labra la tierra much as veces sin obtener compensaci6n del suelo, y agota una cosecha tras otra amenazado por el hambre en caso de sequla. El modo de producci6n domestico es el que sigue proporcionando los productos basicos para el mantenimiento de la comunidad social. lncluso sera determinante el trabajo de recolecci6n de las mujeres para paliar el hambre de la comun idad social , ademas de ser las nutridoras de los ninos. Con el tiempo esta nueva economla a su vez, y gracias tambien al trabajo excedente reproductor de la mujer, a la creaci6n de las primeras sociedades de clase, tal como se ha entendido hasta ahora. Este trabajo excedente, es el que permite el desarrollo de las fuerzas productivas y el que establecera las condiciones fundamentales para el paso del modo de producci6n domestico a otro mas avanzado. El aumento de la fuerza de trabajo que descubrira los inventos propios del cuarto milenio, en especial los relativos al terreno agrlcola, produciran un excedente que sera control ado y apropiado por una clase que centraliza y monopoliza la explotaci6n sobre una poblaci6n y un territorio determinados, como contrapartida de sus funciones de protecci6n y administraci6n, y que inventara a partir de este momento, la instituc i6n del Estado. A la vez, el modo de producci6n domestico, no desaparece, sino que se prolonga, como basico, dominado y utilizado por el modo de producci6n dominante, que en realidad se implanta y se desarrolla gracias al sobretrabajo de las mujeres, tanto respecto a la reproducci6n como al mantenimiento de la fueria de trabajo. El sobretrabajo de las mujeres, su explotaci6n en la reproducci6n y el trabajo domesti• co, es el que produce los trabajadores necesarios al mantenimiento del Estado, ya sea el asiatico, el esclavista, el feudal, el capitalista e incluso el socialista.

V SUPERESTRUCTURA IDEOLOGICA Y MODO DE PRODUCCION

" El concepto de modo de producci6n no s61o define la estructura econ6mica de la sociedad, sino tambien la totalidad social global. Es decir, tanto la estructura econ6mica como los niveles jurldico-polltico e ideol6gicos" "Las clases sociales son conjuntos de agentes sociales determinados principal , pero no exclusivamente por su lugar en el proceso de producci6n , es decir, en la e,sfera econ6m ica. En efecto, no se debe deducir del papel principal del lugar econ6mico que este baste a la determinaci6n de las clases sociales. Para el marxismo, lo econ6mico desempena en efecto el papel determinante de un modo de producci6n y en una formaci6n social; pero lo politico y la ideologia, en suma, la superestructura, tienen igualmente un papel muy importante. De hecho, siempre que Marx, Engels, Lenin y Mao proce114

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den a un analisis de las clases sociales, nose limitan al solo criterio econ6mico, sino que se refieren explfcitamente a criterios polfticos e ideol6gicos" .4 La ideologia que define las instituciones mediante las cuales se realiza y se reproduce la dominaci6n de la mujer por el hombre, es la que podemos denominar patriarcado. El patriarcado constituye la superestructura ideol6gica del modo de producci6n domestico. ldeologfa desarrollada por el hombre a partir del momento en que necesita justificar por que se apropia del trabajo excedente de la mujer. El patriarcado se encuentra subsumido y expuesto en el conjunto de libros reli• giosos y c6digos legales tales como el Antiguo Testamento, los Vedas, indues, el C6gido de Hamurabi, las maximas de Confucio, etc., en las maximas morales y de costumbres de todos los pafses, y cuya misi6n es reforzar la ideologia de sumisi6n y explotaci6n de la mujer y reproducir constantemente el modo de producci6n do• mestico. La ideologfa patriarcal constituye la coacci6n extraecon6mica de la clase mujer para mantener su opresi6n y evitar cualquier rebeldfa femenina. Pero como no podemos concebir una superestructura ideol6gica que no tenga como fundamento la reproducci6n de la estructura econ6mica que debe reforzar, el patriarcado no puede existir con vida propia, como pretenden los ide61ogos llamados marxistas, independientemente del modo de producci6n domestico que la genera. Cualquier otro modo de producci6n dominante sobre el domestico, utilizara la ideologia del patriarcado que le sirva para reforzar su dominio, tanto sobre la mujer como sobre las otras clases explotadas. Entre los muchos ejemplos, podemos citar la modificaci6n del concepto de paterfamilias que introduce el capitalismo. En el modo de producci6n esclavista, el pater romano tiene derecho de vida y muerte sobre sus hijos. A partir de la introducci6n del modo de producci6n capitalista, a la burguesia le interesa la mayor producci6n de seres humanos para destinarlos a la producci6n asalariada, y en consecuencia el infanticidio se pena severamente. En cambio en otros aspectos: adulterio, virginidad, poderio del marido, del padre, se mantienen las mismas normas que 3.000 aiios antes de Cristo. En el dfa de hoy, en cualquier sociedad capitalista avanzada, un ama de cada le presta los mismos servicios a su marido, que Raquel y Lfa le prestaban a Jacob: le guisa la comida diaria, le lava la ropa, le apoya emocionalmente, le prestas servicios sexuales y reproduce hijos para su servicio. La ideologfa patriarcal , por tanto, nunca se puede confundir, ni aun semanticamente con el modo de producci6n domestico, aun cuando este incluya aquella. De la misma forma que no puede prescindirse de la existencia del modo de producci6n domestico cuando se hable de ideologfa patriarcal. Esta ideologfa que se ha mantenido intacta en su esencia, a pesar de las transformaciones que han sufrido los sucesivos modos de producci6n dominantes, a traves de todas las epocas, ya que ella es la que mantiene y reproduce el modo de producci6n domestico, en el que se asienta. Barcelona, 14 de abril de 1980 Lidia Falcon O'Neill M 8 • Encarna Sanahuja VII

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Nicos Poulantzas, " Las clases sociales en el capitalismo actual , pag. 13. Edit. Siglo XXI.

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Censura Luisa Valenzuela* Ante la generos1s1ma oportunidad que me ha brindado la Universidad Interamericana de Puerto Rico de hablar de cualquier tema relacionado con las tetras latinoamericanas, voy a tratar de hacer referencia a lo que nose puede mencionar, voy a hablar de la Censura. Creo que puedo hacerlo con conocimiento de causa: en mi calidad de ser humano -siempre de alguna manera censurando- en mi calidad de Argentina, de Escritora, de mujer y de Censura- tambien, por que no, sin saberlo, sin quererlo, como todos ustedes. No me voy a poner en el papel de victima, no teman. Es un papel que no me va porque reconoce -y alienta- la existencia del victimario. Vengo del Cono Sur, que ahora podriamos sefialar por desgracia, como el cono de sombra. Soy de un pais donde la censura esta a la orden del dia. De manera clara en el periodismo, en forma tapada en lo que a literatura se refiere. Disputan la autocensura editores. La censura es la hidra, el mas multifacetico de los monstruos, uno que todos llevamos dentro sin reconocer - porque puede golpearnos desde todos los angulos, no solo desde arriba, desde el sitio de aquellos que nos prohiben los Ii bros y nos cierran la boca a veces a balazos. Hay que estar muy alerta, piensen tambien en la censura del escritor, de ese implacable Juez que desde la comodidad de su sill6n ya solas con el libro, suele optar por material menos inquietante, aquel que resulta falso, que no lo obliga a abrir los ojos ante su propio implacable y dolorosa realidad. Una funci6n del escritor, entonces: lo del celebre balsamo puesto para despertar el caballo. Solo que tambien el escritor debe estar despierto atento y permeable para poder expresar lo que esta ocurriendo, aunque le duela, aunque no lo entienda. Quiz.is, sobre todo, si no lo entiende. El lenguaje dira lo suyo a traves del escritor que )ogre abolir sus barreras de censura interna y que reconoce y acepta el lingtiistico deslizamiento del significado por debajo del significante tan importante y vital hoy dia como en su momento lo fue el encuentro furtuito del paraguas y la maquina de coser sobre la mesa de direcci6n.

• Renombrada cuentista argentina. Autora de: "El goto eficaz" y otras obras. Conferencianle de/ Congreso de Li1era1ura Hispanoamericana de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico. septiembre 17-19. 1980. Profesora de la "Columbia Universi1y". Ciudad de Nueva York .

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La libertad del lenguaje es quiz.is, lo unico que nos va quedando, si logramos defenderlo a fondo, y de alguna manera es lo que justifica nuestra vida de escritor. Martin Bulser dijo: "Mientras estoy creando, descubro", Y ese descubrir a veces se vuelve premonitorio, saca a la superficie capas ocultas de nuestro ser nacional, y habla mas a las claras que muchos tratados politicos o sociologicos. Quiz.is por eso mismo existe la censura, la gubernamental, la burda. Para que las verdades inconscientes no afloren . Solo me trae a la memoria, la epoca ya lejana cuando Peron erradico el paludismo por decreto ... Ahora se supone que hay menos violencia que hace unos afios. En la Argentina, simplemente por estar prohibido hablar de eso -Violencia Oficial underground valga la paradoja. Pedro Juan Soto, que sabe tantas cosas, tambien sabe algo de esto. Un decir de la violencia Un decir Pienso que la experiencia literaria es la unica capaz de puntualizar las contradicciones, estos escamoteos. Con humor negro , apelando al anacronismo, al grotesco, al hiperrealisrno podemos pin tar una realidad que de otra manera no solo seria drasticamente censurada, irreal , fantastica. De eso tambien relata la literatura latinoamericana y conviene aguzar al maximo la sutileza. Con esta reflexion en otros tiempos, me habria sentido satisfecha. Pero a medida que se cala mas en este pozo sin fondos de la censura, nuevos vericuetos van surgiendo y se vuelven claros ciertas trampas. La de ser mujer, por ejemplo, dilema que se plantea cuando uno se cuestiona sobre su verdadera ubicacion en este mundo. Nuevamente una censura jonica, asfixiante. Por un lado el universo masculino que nos ningunia para usar ese muy grafico mexicanismo "Es una buena escritora , escribe como un hombre" -No hay mujeres en esta actividad en Latinoamerica . Y la otra cara , la del miedo, que tambien las mujeres debemos reconocer como propio "hie sunt leones". Mujeres antiguas - centografos. Aqui hay leones, es decir lo desconocido, lo aterrador - hie sunt leones - esta inscrito sobre todo cuerpo de Ia mujer, y sobre el cuerpo de su obra literaria. El mapa de la mujer, y el de esa entelequia Hamada "femeneidad" ha sido siempre trazado porel hombre. Sus coordenadas, altitud , longitud, isobaras todo. Hasta el grado de humedad que nos corresponde ha sido estipulado por el hombre. Desde el comienzo de la civilizacion o al menos, de la era cristiana, los hombres nos vienen diciendo que hacer con nuestros cuerpos, y sobre todo con esa zona de nuestro cuerpo tan lleno de amenazas, tan parecida a la otra, Ia todavia innombrable. No tiemblen - me refiero a la boca. Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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El discurso femenino siempre fue controlado, censurado. Ni una palabra fuera de lugar, ni una palabra de los considerados inconvenientes, poco femeninos. lPor que? Porque en esas palabras hay leones al acecho dispuestos a saltar a la menor provocacion, disminuyendo el precario orden establecido, restaurando la inquietante busca de un orden distinto, quiza esclarecedor-porque es en ese preciso instante en que las palabras no son controladas cuando mas podemos aspirar a acercarnos a una verdad desconocida, quiza pura. Muchas veces he estado en discusiones sobre la posible existencia, o la no existencia, de un lenguaje femenino . Mi primera reaccion fue negarlo, si aceptamos que el lenguaje se genera enel inconsciente- el gran descubrimiento de nuestro genial enemigo Freud -entonces estamos todos de acuerdo con que el lenguaje se genera en el lugar de una convencion absolutamente asexuada y neutral. Yaqui la primera de las trampas en la que caemos incautos como somos - Porque para emerger el lenguaje pasa por el filtro consciente y de alguna manera se convierte en el puro sexo, en la expresion mas fuerte aunque solamente indirecta, de la sexualidad. Ay, Censura, por eso tenemos tantas veces que callarnos la boca, hacemos modositos, recatados. lY despues se pretende que escribamos con garra en el salon, una dama no debe hacer ciertas bromas ni emitir ciertas palabras. Y aunque esto ahora ya suena pasado de moda, fue una realidad hasta no hace muchos afios, secretamente lo sigue siendo, y las barreras de censura nose borran de un plumazo. Por eso hable de "nuestro genial enemigo", Freud - Porque no solo vio a la mujer con el lente de su epoca, sino que tan solo la reconocio - en su trabajo sob re el juego de palabras y el chiste - como simple intermediaria o como objeto de relato para el dialogo entre los hombres. Simple seria nuestra posicion si al avizorar estas triquifiuelas del poder pudieramos combatirlos o al menos ignorarlos - pero generaciones y generaciones de mujeres sometidas al discurso masculino confluyen para que este ya haya sido internalizado y la censura externa, como suele suceder, se nos haya transformado en una casi infranqueable barrera de censura interna. Porque leones hay, y debemos reconocerlos como nuestros propios leones (leones quiza sin vistosa melena, pero igualmente feroces) - Y nuestro lenguaje femenino hay, yes aterradoramente parecido al del hombre - claro esta - pero con la carga contraria, con otro juego de connotaciones y afectos, y sobre todo, reflejando otro deseo, otros fantasmas - que debemos luchar para reconocer y sobre todo para nombrar - Sin miedo. Se nos ha dicho hasta el cansancio que la mujer es la fecundidad , es una con la mad re, la "pacha mama" de los incas. La mujer es la tierra prometida o mejor dicho la tierra incognita. Y nuestras censuras internas ban sido condicionadas para hacernos creer que asi es, no mas, que formamos maravillosamente parte del Misterio- Misterio a(m para nosotras mismas. De ahi la mordaza, para no despertar al leon que duerme 118

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Y el lenguaje se convierte en un lenguaje sometido, en el idioma del opresor porque lleva sus mismas cargas, Pero la mujer, y sobre todo la escritora hoy, en nuestra America Latina poco a poco va cortando las amarras. La ensime valentia a veces, con logica prudencia, poco a poco se va alejando del universo - Y por lo tanto, del lenguaje - masculino para trazar su propio mapa, su propio universo - que no es para nadie duke , para nadie rosa y rococo como puede pretenderse. No vamos a inventar nuevas palabras, pero si encontrar nuestra propia formula quimica inyectada de estrogenos, nuestra propia combinatoria. Abenice Lispector - Le Pasion segun Goethe, "supe que mientras sintiera asco, el mundo se me escaparia y yo me escaparia del mundo". Veneer el asco - sobreponerse a el nombrandolo. Solo nombrandolos se superan los tabues. Esta superacion del asco reaparece en el cuento de Rosario Ferre, (Papeles de Pandora, "La Mufieca Nueva", Las Chaparas, en Alicia D. en Elvira 0.) No es un regodeo por el mundo casi visceral de los insectos, es un reconocimiento de todo lo que somos de nuestro lado obscuro Metaforas del inconsciente, ese territorio viscoso, indefinido, peligroso. Leo estos libros, yes como si las mujeres, las escritoras latinoamericanas de mi generacion las que tienen conciencia, quisieran - quisieramos - decir: aqui estamos, estas somos, buenas y malas, contradictorias, sucias y puras, viscosas, solidas, a veces quebradizas cargadas tambien de violencia, y porque no de miedo. Asi nos aceptamos. Ustedes hagan lo que quieran.

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EL PROLETARIADO HA MUERTO: lVIVA EL AMA DE CASA? Claudia V. Werlhof*

Este artlculo toca la crisis econ6mica y el peligro de guerra como problema de una restructuraci6n de la divisi6n internacional del trabajo y sexual. Se examinaran los siguientes puntos especlficos:

1. Si entendemos lo que es el trabajo domestico, hemos entendido la economla. 2. La relaci6n entre crisis econ6mica mundial y peligro de guerra: la economla de guerra. 3. El "pilar" de la producci6n capitalista, el proletario, desaparece. 4. Se pierde la "imagen del futuro", lo que lleva a un desconcierto general. 5. El proletario como fen6meno minoritario y el descubrimiento del "sector informal". 6. i,Oue modo de producci6n es el capitalismo? Conquista, "culpabilidad" e "integraci6n". 7. Una explicaci6n opuesta del problema: el "pilar" de la acumulaci6n y la "imagen del futuro" son el Tercer Mundo y el "ama de casa". 8. El ama de casa como polo opuesto del proletario y formas mixtas continuas entre ambos prototipos: el trabajo domestico como modelo de trabajo en el capitalismo. 9. Jerarquizaci6n, desvalorizaci6n y divisi6n sexuales del trabajo: el modelo de la divisi6n internacional del trabajo. 10. El por que de la divisi6n: la capacidad productora y el potencial de trabajo de la mujer en comparaci6n con la del hombre. 11. Perspectivas: "feminizaci6n" del proletario y nuevas formas de la divisi6n sociosexual del trabajo. 1. Si entendemos lo que es el trabajo domestico, hemos entendido la economia. El trabajo domestico es el fen6meno mas diflcil de comprender. Si entendemos el trabajo domestico, hemos entendido la economra. Pero para ello se requiere -y es lo que aun falta- que no veamos el trabajo domestico en forma demasiado limitada, que no usemos el concepto en un sentido restringido y que lo relacionemos y lo apliquemos precisamente con la economfa en general, es decir, con la economra mundial. S61o emonces se reconocerla la presencia y la importancia de la problematica de la mujer en su significaci6n general. La problematica femenina no es una • Catedratica Universidad de Bielefeld, Republica Federal Alemana. Renombrada soci61oga e investigadora de asuntos feministas, asl como otros temas tercermundistas.

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cuesti6n social especlfica, sino la mas general, ya que abarca todas las dimensiones de lo social y, contrariamente a los demas problemas hasta ahora tratados, no excluye a nadie. Tai aseveraci6n no refleja arrogancia, sino algo inherente al funcionamiento de la sociedad misma, porque ella ha creado una situaci6n hist6rica hasta ahora (mica; que las mujeres siempre sean "las de abajo". Pero s61o desde abajo, desde el fondo, se puede apreciar el todo como tal. Nada es mas importante o vitalmente necesario como apoyar esta tendencia del analisis "desde abajo". 2. La relacion entre la crisis economica mundial y el peligro de guerra: la ecllnomia de la guerra.

El por que es necesario una teorla social realmente general y una polltica correspondiente es nada menos que la creciente crisis econ6mica mundial y el peligro de guerra inminente. Me sorprende que no se vea ninguna relaci6n entre la guerra y la crisis econ6mica. De cualquier manera, hasta ahora no se habla tocado el tema, ni siquiera en el movimiento en pro de la paz que en la RFA es bastante fuerte. Eso es extrai'lo, porque en otras ocasiones siempre se habla de esta relaci6n. Pero de hecho, ahora solamente se argumenta a nivel de la moral ode la tecnologla militar. lPor que la gente no pregunta simplemente: "lJustamente ahora peligro de guerra? lPor que? lSi el conflicto Oriente-Occidente no es nada nuevo?" 0 por que no pregunta: "lOue significa eso de cei'lirse mas el cintur6n? lD6nde esta el 'milagro econ6mico ' por el cual hemos trabajado toda una vida?, lOue se ha hecho con este milagro?". Estas sencillas y basicas preguntas relativas a la guerra y a la crisis simplemente se omiten al menos en la discusi6n p0blica. lPor que? La primera pregunta y la mas inmediata serla sencillamente: si existe una crisis econ6mica mundial, eso implica que habra cambios econ6micos en todo el mundo. Pero, les posible implantar estos cambios sin violencia? Hace poco, un politico aleman us6 la expresi6n " economla de guerra", y efectivamente nos encontramos ante un tipo de economla asl. Nose exactamente lo que quiso decir con esto, pero creo que su noci6n tiene un fondo objetivo, yo lo veo de la siguiente manera: las transformaciones en la economla mundial estan en plena marcha y tambien son cada vez mas perceptibles en los "parses industrializados del Occidente". Estas no s61o son producto de una crisis o un leve cambio estructural, sino que es el comienzo de una fase totalmente nueva del desarrollo capitalista cuya " cara" nadie conoce. La nueva etapa se caracterlzara -y esto es lo importante- por la abolici6n en mayor o menor medida del trabajo asalariado "libre". Al producirse este desarrollo, simultaneamente quedaran en tela de juicio la democracia, los derechos humanos, la igualdad, libertad y fraternidad, sin hablar de la emancipaci6n. De los parses, que dentro de este modelo han descollado como punteros y en forma especialmente rapida han empezado con estos cambios, diariamente nos llegan informaciones sabre las repercusiones brutales que ello ha tenido: primero Chile, luego lnglaterra, luego los Estados Unidos. Pinochet, Thatcher y Reagan aplican el nuevo "remedio", la polltica econ6mica monetarista "pura" de los "Chicago boys" de Milton Friedman. La meta de esta polltica econ6mica es un proceso de adecuaci6n acelerada de las economlas nacionales a la economla mundial. Pero en este proceso, el "Tercer Mundo" entretanto tiene una ventaja, especialmente, desde que se ha trasladado alll una parte de la producci6n industrial del "Primer Mundo". Esto llev6 a una baja en los gastos de producci6n, hecho que tambien empieza a tener repercusiones en el propio "Primer Mundo". Esta baja en los costos se logra masque todo, ocupando la mano de obra mas barata, constituida por los trabajadoHomines, Vol. 10, Norn. 2, 1986-87

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res no calificados, j6venes y generalmente mujeres, los que el Tercer Mundo tiene en "abundancia". Pero el uso que las multinacionales -vale decir " nuestro" capi tal del " Primer Mundo" , hacen de esta fuerza de trabajo, no es, en manera alguna, a traves del trabajo asalariado libre. Sucede totalmente lo contrario: se trata de una forma de trabajo asalariado no libre, " feminizado " que no significa ocupaci6n permanente, ni organizaci6n sindical, ni calificaci6n, ni ascenso, ni derechos, ni seguri dad social, pero sr en cambio significa salarios bajlsimos, horarios de trabajo largulsimos y trabajo extremadamente mon6tono. Se trata del trabajo organizado casi multilateralmente en los cuarteles de las llamadas fabricas de exportaci6n en las zonas libres de producci6n (FrObel et. al.). El primero que logre imponer estas condiciones laborales tambien aqur en el " centro" , sera tambien el primero en volver a ser capaz de competir en el mercado mundial y en hacer " suficientes " ganancias, porque crisis no es otra cosa que descenso en las ganancias de los empresarios. Eso significa: el trabajo asalariado " libre" es demasiado caro y debe ser abolido en lo posible. Por lo tanto se recorta personal, se racionaliza, se cierran industrias y los obreros asalariados libres tienen que volver a formar parte del " ejercito industrial de reserva " o deben aceptar condiciones de trabajo como se practican en las fabricas de las zonas libres de producci6n . 3. El "pllar'' de la produccion capitalista, el proletario desaparece. En mi opini6n estamos viviendo el momento hist6rico en que el " pilar'' de la producci6n capitalista, el obrero asalariado libre o proletario, esta desapareciendo para no volver nunca mas. Se trata justamente de aquel tipo de trabajador, que desde el siglo XIX representa la figura "clasica" del hombre explotado por el capital y que, por lo tanto subjetivamente tambien es el llamado a revolucionar la sociedad, al menos asr opina la izquierda. Pero tambien los que no son de izqu ierda se han referido esencialmente a este trabajador, aunque no lo denominasen proletario, sino clase media, mayorra "silenciosa", etc. Porque no s61o el obrero de la fabrica es proletario o trabajador asalariado libre, sino que basicamente lo es todo aquel que se gana el sustento principalmente mediante un salario (o sueldo respectlVamente), vale decir, tambien el empleado y el funcionario publico. Este tipo de trabajador asalariado libre representaba una mayorla en la sociedad del " centro", el era el pilar de nuestra sociedad, de nuestra democracia; era el elector, el que gozaba de la "libertad, igualdad y fraternidad " , hacia el iban dirigidos los derechos humanos y civiles, era considerado el " socio" supuestamente igual y emancipado de los empresarios, estaba protegido por la ley yen contra de el no debla haber arbitrariedades ni uso de violencia. El era asegurado socialmente, con ocupaci6n permanente, incluso vitali cia, en una fabrica o una oficina, estaba organizado libremente en sindicatos, y recibla un salario que 1.e alcanzaba, a el ya su familia, para llevar una vida de nivel media: el ciudadano, el "hombre", el miembro de la soci~dad, el " individuo libre", el ser humano " como tal " . 4. Se pierde la "Imagen del futuro", lo que lleva a un desconclerto general. Existra un consenso unanime en todas las teorras del desarrollo, del progreso y de modernizaci6n, tanto en las de izquierda como las de derecha y del media, en que este tipo de hombre obrero debla multiplicarse y tambien se multiplicarla: se opinaba que el trabajador asalariado libre representaba la "imagen del futuro" para todos aquellos que "aun" no estaban en la misma situaci6n y, en general, para el resto de la humanidad. Esta es la famosa "tesis de proletarizaci6n", la tesis favorita de la iz-

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quierda. Los otros lo denominan "expansi6n de las clases medias", lo que a la postre significa lo mismo. Tambien la llamada emancipaci6n de la mujer se refiere a que la mujer se transforme en ese tipo de trabajador asalariado, en un ser igual "y neutro sexual", y los palses socialistas afirman, que ellos son y se han emancipado, porque allf existen muchas mas mujeres que trabajan por un salario que en nuestros paises. Al hacer una comparaci6n, era el Tercer Mundo el que peor seencontraba, ya que era el, el que " aun" no habla evolucionado, el que habla quedado "atras", el que estaba "sub" desarrollado, justamente porque en el habla tan pocos trabajadores asalariados. Y justamente este trabajador asalariado esta desapareciendo en vez de " generalizarse". Muchos aun se aferran a la idea, de que esto s61o puede ser una fase transitoria de desocupaci6n coyuntural, y que despues, en cambio , ... etc. Pero yo creo que lentamente notan que no es asr. El senor Oskar Vetter, nuestro mas alto dirigente sindical, parece sentirlo tambien. La reducci6n constante de las conquistas sociales del movimiento obrero va, como dice el, directamente en detrimento de "la substancia", es contraria a todo lo que se crela ganado definitivamente (se referla a las restricciones en la continuaci6n del pago de salariq en caso de enfermedad). El resultado de la " crisis " es un desconcierto total. Una sociedad y una economla sin una masa de trabajadores asalariados libres parece ser inimaginable, mas aun en el capitalismo. iPero si son los capitalistas mismos los que provocan toda esta situaci6n ! l,C6mo es posible esto? l,C6mo va a seguir? l Y que pasa con la toma de poder, el sueno ancestral de la izquierda, la " dictadura del proletariado", o la llamada conducci6n del gobierno por las "capas medias " ? iES imposible que todo haya sido una ilusi6n! Pues sl, es posible: ya Marx habla descubierto que la igualdad y la libertad pueden existir solo en apariencia, como una ilusi6n que tienen aquellos a los que formalmente se les sugiere esta "i gualdad de derechos" con el capital. Por lo tanto, no es sorprendente en fin , que el igual, el libre, el proletario, el heroe de la historia universal, algun dla sea arrojado, sin consideraci6n ni sentimiento alguno, al basurero de esta misma historia.

5. El proletario como fen6meno minoritario y el ·descubrimiento del "sector informal" Ha llegado el momenta en que algunos de los pocos que hasta ahora no consideraban al proletario coma algo insuperable e inigualable o como " colmo " del desarrollo humano, podrlan frotarse las manos y decir maliciosamente: " iYa!, no hemos dicho siempre . .. " etc., si no tuvieran que atragantarse con esta alegrla del mal ajeno. Porque el "adi6s al proletariado", como lo llama el senor Andre Gorz, no va unido a una bienvenida a aquellos que no son proletarios. Lo contrario es el caso, y yo no comparto el optimismo totalmente infundado del senor Gorz ni el de otros sectores del llamado movimiento alternativo, que creen que al desaparecer la "esclavitud del asalariado " , tambien desaparece la esclavitud misma. El salario desaparece, eso es cierto. No obstante, las experiencias y reflexiones de aquellos que no son proletarios y que saben de ellos, adquieren un significado que se hace importante incluso para los que hasta ahora tenlan una visi6n puramente unidimensional de la sociedad . Porque el trabajador asalariado proletario es un fen6meno minoritario en una fase determinada del capitalismo y limitado a unas pocas regiones de la Tierra. Actualmente s61o un porcentaje muy bajo de la poblaci6n mundial puede ser considerada como tal, y de hecho, nunca han sido mas tampoco. El " prototipo" del trabajador asalariado libre, el trabajador industrial urbano, el sexo masculino, de tez blanca y sabre 21 anos de edad (S. James) es aun menos frecuente. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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Frente a el, existe una masa de 80-90 par ciento de la poblaci6n mundial, esencialmente mujeres, campesinos, artesanos, pequei'\os comerciantes y aquellos trabajadores asalariados, que no pueden ser llamados " libres" proletarios. Este hecho, en realidad , habrfa merecido la atenci6n desde siempre, pero recien ahora nos esta preocupando, y paulatinamente. Eso no s61o se advierte en el debate sabre el trabajo femenino y la discusi6n sabre el " Tercer Mundo", la agricultura y las campesinos, es decir, sabre todos aquellos queen principio no son trabajadores asalariados libres, que van adquiriendo actualidad . El " exito " mas reciente del debate promete ser el llamado " sector informal ", que contrariamente al llamado " sector formal " de la economfa, asf conoce el trabajo asalariado, pero no el " normal " . Es justamente aquel sector, al cual las ex proletarios son desplazados -al trabajo a tiempo completo, al trabajo par contrato, al trabajo par temporada y migratorio, al trabajo ilegal , al trabajo " alquilado", etc. -asf coma tambien al trabajo no remunerado coma el llamado "trabajo par cuenta propia ", " trabajo de sombra " (Illich), trabajo de subsistencia y (habitualmente " olvidado" ) al trabajo domestico. Es decir, se trata de todo el trabajo (asalariado o no) que no es " libre " En el debate sabre este sector, en lo posible se nace caso omiso del hecho que no es en absoluto un fen6meno nuevo. Lo nuevo es que ha pasado a ser la " alternativa" para las ex proletarios; esa es la raz6n del gran interes par el. Pero esto sigue reflejando la unilateralidad del punto de vista y su estrechez, significa abordar el problema por el lado equivocado (Werlhof -a). 6. e,Oue modo de producci6n es el capitalismo? Conquista, "culpabilidad" e "integraci6n" Con base en la evoluci6n regresiva -i.,O progresiva?- en el ambito del trabajo asalariado libre, va siendo tiempo de plantearse la pregunta -las mujeres lo hacen ya desde hace mucho: i.,que modo de producci6n es en realidad el capitalismo? Esta pregunta puede parecer extrai'la, porque sabre esto existra y existe realmente un consenso unanime entre las protagonistas del debate -incluyendo a aquellos que califican al capitalismo de " sistema industrial " o "sociedad industrial ". Este consenso -que mas bien es un tipo de acuerdo tacito ya en el ambito precientffico- dice: el capitalismo naci6 en Europa, sali6 y se propag6 desde Europa, par el merito y el trabajo de las europeos; es un modo de producci6n progresista, y funciona par la acci6n conjunta o bien par la contradicci6n entre el trabajo asalariado, esto es, el trabajo asalariado libre, y el cap ital ; sus resultados son el desarollo, el crecimiento, las ganancias, el lucro, la acumulaci6n yen el ambito polftico, las ideales ya referidos de igualdad, libertad, fraternidad -en resumen , la democracia. Este capitalismo con su forma polftica de Estado democratico es la supuesta " imagen del futuro " para el resto del mundo. Esta interpretaci6n del capitalismo para mf no es otra cosa que la ·g1orificaci6n del " hombre blanco " coma el creador de la cultura, la civilizaci6n y la humanidad : el hombre blanco, ser humano coma tal (Werlhof b). Es preciso que nos distanciemos cuanto antes de esta imagen coma una imagen positiva. Porque coma tal, no tiene nada en comun con la realidad, ya que es ahist6rica, racista, eurocentrista, imperialista o colonialista y, par supuesto, sexista. Esta imagen no sin motivo, comenz6 a desarrollarse justamente en el momenta en que se inici6 la conquista del mundo: las primeros conquistadores fueron cruzados y las navegantes a finales de la Edad Media. Este mundo, actualmente denomi nado "Tercer Mundo", hasta ahora siempre fue objeto de metodos totalmente

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contrarios a las ideales democraticos y "civilizados": se aplicaban las metodos de de robo, de pillaje, de violaci6n y de mutilaci6n. Al mismo tiempo que ocurrirfa el avasallamiento del mundo, sucedfa el de las mujeres, lo queen Europa se conoce coma persecuci6n de las " brujas ". Este proceso dur6 siglos y, coma se dice tan abstractamente, "caus6" millones de vfctimas. Sabre este fundamento, que hemos tratado de desplazar de nuestra conciencia hasta nuestros dfas, " se levant6" el mundo occidental para transformarse en " Primer Mundo" y para justificarse, cre6 la filosofla del humanismo, del esclarecimiento y del racionalismo. Mas esto no es todo. Si "la violencia coma condici6n previa de la libertad" hubiera sido s61o aquel acto (mica -aunque durara siglos-, si hubiera sido solo la fase que Marx denominara " acumulaci6n primitiva " ... Pero no es asi, y tambien de esto evitamos tomar conciencia hasta nuestros dfas, afirmando que nuestros ideales se estarfan expandiendo en todas p\irtes para abarcar finalmente a todo el mundo. Nuestra libertad sigue basada en la no libertad de otros, nuestra igualdad es consecuencia de la desigualdad de otros, nuestra no-violencia tiene su fundamento en la violencia contra otros, nuestra riqueza sigue dependiendo de la pobreza de esos otros, nuestra democracia descansa en las dictaduras en otras partes; este es un proceso en incremento. Porque parece que nuestro modo de producci6n no es capaz de producir nada nuevo, sino solo de apropiarse y " transformar", eso es destruir, lo ya existente y lo ya ganado a fuerza de trabajo. Porque no s61o el " milagro econ6mico " de la posguerra ha desaparecido repentinamente; permftaseme tambien la pregunta, i,que ha sido de lo que se ha saqueado durante cientos de anos en todo el mundo? lD6nde esta toda esa riqueza? Lo que ha quedado es: " un hoyo en el suelo " (galtung). Nuestro interes en desconocer este hecho es el mismo en la ciencia queen la politica. Con una tenacidad increfble se tratan de mantener variantes cada vez mas nuevas de las tesis que dice que el capitalismo, en realidad , se ha logrado solo en Europa y las Estados Unidos, queen otras partes del mundo existen modos de producci6n pre-, post- o no-capitalistas o modos de producci6n periferico capitalistas o capitalitas deformados. Con estos argumentos se declinan responsabilidades y la culpa recae en las vfctimas. Porque se dice que las relaciones sociales que estos modos de producci6n implican, son, par lo tanto, tradicionales, retr6gradas , primitivas, arcaicas, " aun" no desarrolladas, etc. Los seres humanos involucrados en estas relaciones sociales son considerados -par cierto contrariamente a nosotrostontos, flojos , apaticos, pasivos, conservadores, limitados, con trabas al desarrollo -pero tambien se les cataloga de emocionales, peligrosos, impertinentes, bestiales, violentos , insidiosos, desenfrenados, etc. Parece que nosotras, las mujeres, ya conocemos todos estos calificativos. Se usan con respecto a nosotras, al igual que se aplican al Tercer Mundo. Sintamos desprecio o admiraci6n par estos seres humanos y sus condiciones de vida, -es lo mismo-. Siempre se dice que su "i ntegraci6n " al capitalismo las ascendera, par decirlo asi, de animal a ser humano, de " naturales " a sociales. Nadie, sea sacerdote, experto del desarrollo, empresario, ministro, o esposo -nadie quiere que se le recuerde que es lo que es, porque " las otros " o coma hoy se dice, "las socios" -son paganos, subdesarrollados, explotados, oprimidos o mujeres. Y tendran que seguir siendolo, o incluso llegar a serlo (en lnglaterra, actualmente existen tres clases de ciudadanos) . No hay nada que "i ntegrar". Eso, y nada mas, es la integraci6n . lES posible que uno sea transformado en ser humano? lES preciso que exista el Estado para atestiguar que uno lo es? Ser humano se es , no se llega a ser. Homines, Vol . 10, Num . 2, 1986-87

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7. Una explicaci6n opuesta del problema: el "pilar" de la acumulaci6n, la "imagen del futuro" son el Tercer Mundo y el ama de casa. Pero volvamos a la economfa propiamente dicha. Las mujeres al menos ya habran notado en que direcci6n voy ahora: me refiero a la importancia del trabajo domestico y todo lo relacionado con el -ayer, hoy yen el futuro. Porque el trabajo de las mujeres es muy bien comparable al trabajo en el Tercer Mundo. He tratado de describir lo qu_e comunmente entendemos bajo capitalismo, acumulaci6n, crecimiento, etc., y quienes parecen no pertenecer a ello, por ultimo -el 80-90 por ciento de la poblaci6n mundial. El trabajador asalariado libre, blanco y masculino aqul, alla, el trabajador no asalariado, no libre, no blanco y femenino, jun to con los viejos y los ninos. Y ahora les pregunto: i,ES que el capitalismo es tan incapaz, que hasta hoy en dfa no ha logrado integrar estas masas a la explotaci6n -a su sistema? l Y esta empenado ahora en autodestruirse al suprimir el trabajo asalariado libre? Eso seria realmente poco probable. La soluci6n del rompecabezas es sumamente sencilla. Dice asi: todo es al reves. El pilar de la acumulaci6n y del crecimiento no es el 10 por ciento de trabajadores asalariados libres sino el 90 por c iento de trabajadores no asalariados y no libres; ellos son los verdaderamente explotados, los verdaderos "productores " , ellos indican la " norma", la situaci6n general en que se encuentra el ser humano en el capitalismo. Y eso, para terror del proletario, tambien le espera a el como realidad futura . Porque dentro del capitalismo, contrariamente a lo que todos afirman, el ser humano no goza de libertad, igualdad y fraternidad, sino que esta rodeado de violencia, miseria y opresi6n; sin derechos, "me nor de edad", sin organizaci6n, sin salario ni propiedad ni seguridad, con hambre y frio pero esta trabajando. Porque no corresponde a la verdad decir que los " desocupados" no trabajan . Los desocupados no tienen salario. Por esto, para sobrevivir deben trabajar mucho mas que los "ocupados ". Hacen todo, realmente lo posible para procurarse unas entradas minimas. Y como un solo trabajo produce demasiado poco, deben hacer muchos a la vez: son simultaneamente pequenos campesinos y obreros temporeros o migrantes, pequenos comerciantes y " empleadores de si mismos", productores y vendedores de mercancfas confeccionadas por ellos mismos, son prostitutas y trabajadores asalariados no calificados a tiempo incompleto, trabajadores por contratoo industrias caseras; en resumen , son todo aquello que dentro de poco y lentamente sera tambien la norma entre nosotros en el "Primer Mundo". El Tercer Mundo se nos viene encima; nos muestra la " imagen del futuro " y nos ensena el verdadero caracter de nuestro modo de producci6n . Para decirlo mas exactamente, la economia mundial, tambien la del " Primer Mundo" , se " feminizara" , "marginalizara ", "naturalizara" o " domesticara". S61o una cosa no hara: proletarizarse. 8. El ama de casa como polo opuesto del proletario y formas mixtas continuas entre ambos prototipos: el trabajo domestico como modelo de trabajo en el capitalismo Ya se ha dicho la palabra clave: el trabajo domestico. Mi tesis es que los principios oranizativos determinaran nuestro futuro, y no los del trabajo asalariado proletario, como hasta ahora siempre se sabia supuesto. El ama de casa es el polo opuesto del proletariado. Tomemos eso primeramente en el sentido del contraste entre blanco y negro. En principio es posible imaginar cualquier mujer, porque todas las mujeres en el capitalismo son amas de casa, quieranlo o no. No es mi intenci6n glorificar al ama de casa como comunmente se hace con el proletario. Te6ricamente podria ser muy agradable ser ama de casa, ya que nadie mas tiene la suerte de realizar una multiplicidad y diversidad tan grande de actividades, en prin126

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cipio todos los trabajos que existen ; es sorprendente leer las biografias de mujeres. Por lo que yo abogo, es por examinar el ama de casa desde otra perspect iva , mirarla con otros ojos. Miremosla primeramente a traves del lente del contraste entre el proletario y el ama de casa "pura ". Aunque ambos sean muy poco frecuentes , son sin embargo invenciones tlpicas , prototlpicas, del capitalismo (Bock/Duden ; Kittler). Esta " pareja econ6mica por amor" es un fen6meno sumamente raro no s61o en todo el mundo, sino tambien entre nosotros, en cuanto a la perpetuidad. Por el momento tambien esta por extinguirse. No obstante, ha pasado a ser el tipo ideal , al que todo ser humano debe y tiene que aspirar en todo el mundo, incluso si no lo alcanzara jamas: es la pequena fam ilia occidental blanca, de clase media, que ya se alababa en el siglo XIX y que hoy nuevamente se ensalza mediante una enorme campana propagandlstica, inclusive en los barrios bajos de Calcuta, donde realmente nadie tiene la oporturiidad de alcanzar jamas este ideal sublime. Ya habfamos definido al proletario o trabajador asalariado libre. El ama de casa correspondiente es el ama de casa " pura" , de por vida o perpetua. Lo ultima insinua queen real idad ella se encuentra en una carcel. Es posible que esta sea algo dorada, pero su caracter no cambia por ello. Y nadie puede cambiarla solamente mediante la voluntad , ni la mujer ni el hombre. Es probable tambien que ambos esten mas o menos satisfechos de su situaci6n , porque quizas no conozcan ninguna alternativa y, lo que es mas importante , no tienen al ternativa. Ademas , su relati va seguridad econ6mica depende del hecho que sigan juntos. Son un tipo de " melli zos siameses " de nuestra economla. El proletario aparentemente es libre, igual , fraternal , etc . El ama de casa muestra el lado opuesto de esa medalla. Ella efectivamen te no es libre, en el doble sentido del concepto " libertad "; primeramente, porque no es libre de escoger o cambiar libremente de lugar ni el tipo de su trabajo, pues esta amarrada a su casa , su marido e hijos. Por otra parte tampoco esta exenta de todos los med ios de producci6n -vale decir, de otras fuentes de ingreso, distintas del salario- de tal manera que estuviera exclusivamente en posesi6n de su fuerza de trabajo, como sucede en cierto sentido en el caso del proletario. Ella tiene algo que no tiene ningun hombre y queen nuestra sociedad es tratado como un medio de producci6n : su capacidad reproductora. Ademas "tiene " al esposo (hombre) como "sustentador" . Fuera de esto, ella no es igual : formalmente, entretanto, ya existe la igualdad de derechos, pero incluso allf donde funciona realmente, en general tiene consecuencias negativas para las mujeres, sencillamente porque de hecho son desiguales mientras sean amas de casa. Analogamente a la apariencia de igualdad entre proletario y capitalista, es decir, la presunta neutralidad de clases en el capital ismo, tambien la " igualdad de derechos" para las mujeres es s61o una apariencia de la presunta neutralidad de sexos en el capitalismo. Entretanto ya se le concede la mayorfa de edad, el derecho a voto, etc. , pero los campos legal es es·pecfficos estan notoriamente divididos por sexos, por ejemplo, el derecho matrimonial. Es as l como la violaci6n en el matrimonio nose considera delito, soportarla es en cierto modo una de las obligaciones matrimoniales unilaterales de la mujer. Pero la desigualdad es ante todo una desigualdad social. Se basa en el hecho, que el hombre tiene en su poder "la reina de las mercanclas " (Marx), el dinero; la mujer en cambio no rec ibe remuneraci6n por sus trabajos. El hombre s61o esta obligado a darle " alimentaci6n y alojamiento", como tambien lo tendrla que hacer con un esclavo. Para el ama de casa tampoco existe una reglamentaci6n referente a la jornada de trabajo, las con diciones laborales, las vacaciones o el tiempo libre. El contrato matrimonial no es comparable al contrato de trabajo. No existe el derecho a huelga, no hay organiza-

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ciones fraternales -o " hermanables"- de amas de casa ; estas son individuos solos, atomizados. En virtud de su trabajo domestico no tienen ni seguridad social ni protecci6n legal frente a arbitrariedades y actos de violencia (de ahi la campana en pro de casas para mujeres golpeadas en Europa y Estados Unidos). Deniro de la casa no hay nadie que vele por el cumplimiento de los derechos humanos ; eso es " cosa privada ", supuestamente no incumbe a la opinion publica, inclusive pese a que no existe una garantia para la integridad corporal. La mujer debe servir al hombre y ante todo, obedecerle. El puede reclamar esto judicialmente. En resumen : el ama de casa es una trabajadora no remunerada, que d ia y noche y durante toda su vida esta al servicio del hombre. Mas aun , ella toda entera, como ser integral , esta a su disposici6n , incluyendo su sexualidad y su capaci dad reproductora , su alma y sus sentimientos. Es esclava y sierva al mismo tiempo y esta obligada a cumplir todas las !areas que el esposo y los hijos " necesitan ", incluso demostrar amor cuando ella no lo s ienta . Aqui el trabajo se hace por amor y el amor se transforma en trabajo (Bock/Duden). Esto no necesariamente es una si tuaci6n insoportable, pero lo es frecuentemente , y ante todo , no existe ninguna posibilidad de evitar que se produzca. Es te contraste absoluto significa , por ejemplo, que no es necesario volver los ojos hacia el " Tercer Mundo " para constatar una tipica insuficiencia o inexistencia de derechos humanos y de condiciones " homogeneas " de trabajo y de vida . Yo dirla que los contrastes extremos en las condiciones de trabajo del ama de casa y del trabajador asalariado libre const ituyen los dos polos opuestos de un con texto continuo y perpetuo de relaciones de trabajo y de producci6n capitalistas " mixtas ", entre los cuales ocurre la realidad -tendiendo a veces mas hacia el trabajo asalariado libre y, otras , mas hacia el trabajo domestico no libre y no asalariado . Todas las relaciones de trabajo existentes en el mundo se reencuentran aqul, incluso aquellas que habitualmente se clasifican dentro de un contexto pre o no capital ista. El trabajo esclavista de hoy dia, las formas no libres del trabajo asalariado , la manufactura o industria casera , la producci6n campesina, etc ., todo esta situado dentro de estas relaciones continuas de la producci6n capitalista. A la vez este " orden " de las relaciones sociales demuestra un movimiento dinamico hacia " abajo " que funciona como un tipo de resbalin que actualmente se inclina cada vez mas hacia formas de trabajo no libre y no asalariado yen ultima instancia hacia las condiciones del trabajo domestico. Porque todos tienen una cosa en comun : su dependencia del mercado y, en general , el dinero dicho mas exactamente, su dependencia del salario. Todos los seres humanos del mundo dependen en principio de su salario, porque para sobrevivir ya no poseen o controlan ningun medio de producci6n digno de menci6n , como el suelo, las herramientas , el know how, etc. Tambien son parte de este engranaje las relaciones sociales de producci6n que parecen corresponder a sociedades precapitalistas. Todas el las, en el capitalismo, estan reunidas en la condici6n del ama de casa : el trabajo forzoso, la servidumbre, la esclavitud y el trabajo asalariado no libre. Por ello, insisto que solo partiendo del " abajo " del trabajo domestico, es posible entender todo otro trabajo , y no a la inversa, partiendo del trabajo asalariado. Mirando bien a fondo, es el trabajo domestico, no el trabajo asalariado, el "modelo " de trabajo dentro del capitalismo. Deniro de este, todos los seres humanos son potencialmente trabajadores asalariados, pero realmente son mas bien " amas de casa ", ejercito industrial de reserva, superpoblaci6n relativa , en relaci6n con el trabajo asalariado existente. S61o la minoria de las amas de casa son amas de casa " puras ". Casi todas las mujeres y hombres, durante un perlodo de su vida o tambien por perfodos, son tam-

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blen trabajadores(as) asalarlados(as) o venden productos domestlcos fuera de su casa (especlalmente en el Tercer Mundo). Pero la trabajadora o trabajador asalarlado no llbre nunca se asemeja al trabajador asalarlado libre. Todas las condlclones del trabajo asalariado femlnlzado o dlrectamente femenlno remlten mas blen el caracter "domestico" de este trabajo; de manera que se explica tanto mas como "trabajo domestico asalarlado" que como trabajo asalarlado libre. (Vlsto asl, el salarlo para el trabajo domestlco no serla nada nuevo nl tampoco una relvlndlcaci6n "revoluclonarla"). El trabajo asalarlado de las mujeres se organiza y trata como una prolongacl6n de su trabajo domestico y por ello tamblen se remunera correspondientemente mal. Es declr, la mujer, tamblen fuera de la casa, es desigual con respecto al hombre, de manera similar y como sucede en el ambiente hogareno mtsmo. Este es el motlvo por el cual todas las mujeres slempre son amas de casa y slempre son tratadas como si lo fueran. Este sexlsmo tambien slrve como modelo para el racismo: un trabajador asalarlado "negro" nunca sera trabajador asalariado libre e incluso si lo es, no es tratado como tal, es por esta utilizaci6n "racional" de factores biol6gicos en la cadena de la explotacl6n que tampoco existe una neutralidad racial dentro del capitallsmo. 9. Jerarqulzacl6n, desvalorlzacl6n y dlvlsl6n sexuales del trabajo: el modelo de la dlvlsl6n Internacional del trabajo.

Se trata de un fen6meno, entonces, en que existe una divisi6n "sexual" y sexista de todo trabajo, no s61o del trabajo domestico en comparaci6n con el trabajo asalariado, sino tambien dentro del trabajo asalarlado (y no asalarlado) y en todo el mundo, que va mas alla de la blologla. Esta divisi6n social del trabajo signlflca al mlsmo tiempo una jerarquizacl6n entre los sexos como entre las razas y "clases", que es (mica, lnaudlta, en la hlstorla. Como dice I. Illich, se trata de una "degradacl6n" ·del trabajo hasta ahora nunca vista, que se basa en la "degradacl6n de las mujeres". Nlnguna de las formas precapitalistas de la dlvlsi6n sexual del trabajo, lncluso las formas explotadoras, conocl6 una desvalorizaci6n de esta lndole, especialmente del trabajo femenino y con ello, del genero femenino y la vlda de la mujer como tales, una subordinaci6n de la mujer tan rlgida, estandarlzada en todo el mundo y en todos los ambitos, y partiendo de elia, tamblen del hombre. Es lmportante entender esto, porque en nuestros palses, las mujeres y los hombres piensan que ahora estan mucho mejor que antes, asl como mucha gente del "Tercer Mundo" sigue creyendo en el desarrollo, que como se dice, les ha traldo el hombre blanco. Asl, tambien ellos son vlctimas de una perdida de conocimientQ y conciencia de la historia. Se necesitaron 300 anos de persecusi6n de "brujas" -simultaneos a la colonlzacl6n del mundo para arrebatar, tanto a las mujeres como a los hombres no blancos, su poder, su economla y su sabidurla, para extinguir en sus cerebros y sentlmientos lo que de conciencia pudiera haber quedado. Y se continua esta "obra" en el proceso de "socializaci6n" y de educaci6n desde el nacimiento, de generaci6n en generaci6n, de dla a dla, para "socializarles" y forzarles a ser lo que actualmente son: amas de casa y "subdesarrollados". El ama de casa y con ella el "subdesarrollado" son el producto artificial y resultado final en un desarrolio increlblemente vlolento, en el cual descansa toda nuestra economla, nuestro derecho, nuestro Estado, nuestra ciencla, arte y polltica, es el fundamento de la familia, de la propiedad privada y de todas las instituciones modernas. El modelo "sexual" se exporta a todo el mundo, y no s61o hoy en dla. El trato y manejo de las colonias permitl6 una divisi6n del trabajo a nlvel Internacional segun Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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el modelo de la divisi6n sexual del trabajo, es decir, divisi6n en trabajadores asalariados blancos aqul y trabajadores no asalariados "negros", "femeninos" alla. Este modelo se ejercit6, prob6 e impuso durante siglos, a sang re y fuego: el "Tercer Mundo" como "bruja" de entonces, y como "ama de casa general", "ama de casa mundial" hoy, incluyendo a los hombres "negros". La relaci6n entre hombre y mujer se repite en la relaci6n "Primer Mundo" - "Tercer Mundo". 10. El por que de la division: la capacldad reproductora y el potencial de trabajo de la mujer en comparaci6n con el del hombre.

La diversidad de las condiciones de trabajo y el fraccionamiento, la jerarquizaci6n entre los que trabajan deja abierta una pregunta fundamental, la referente al contenido de estas actividades divididas de tal manera. Y ahora, el contraste "negro-blanco" ya no alcanza como explicaci6n, y tampoco el argumento de simple "arriba-abajo". Preguntarse por el contenido del trabajo equivale a preguntarse el por que de la divisi6n, es preguntarse por el sentido econ6mico que eso tiene para el sistema. Y justamente aqul esta el punto clave, donde las opiniones se bifurcan. En efecto, sabemos, que el trabajo femenino en general, en correspondencia con lo que por else paga es considerado como sin valor, improductivo, incluso parasitario, socialmente innecesario; o se considera un proceso natural que ni siquiera tiene caracter de trabajo. Las siguientes cifras (ONU) comprueban lo que afirmo: las mujeres realizan 2/3 de todo el trabajo a nivel mundial, pero s6Io reciben 1/10 de las entradas mundiales y s61o controla 1/100 de los medias de producci6n. Sin duda que para el rendimiento de trabajo del "Tercer Mundo" en relaci6n con el "Primer Mundo" vale algo similar como para el trabajo de la mujer en relaci6n con el del hombre (como tambien sucede con la agricultura en relaci6n con la industria). Nuevamente se explica el fen6meno a la inversa de lo que se cree comunmente: El trabajo del ama de casa consiste en preparar, producir, proporcionar todo aquello que debe ser gratis por "la sociedad", que se ha puesto mas alla de la responsabilidad de las empresas. Eso se expresa en todo aquello que el hombre no hace y/o no puede ser comprado con el salario porque es demasiado bajo, o porque eso nose puede comprar por dinero: p.e., "autentica" dedicaci6n emocional. Segun las feministas, la mujer se ocupa de la producci6n y reproducci6n flsica, pslquica y social del hombre como fuerza de trabajo (potencialmente) asalariada y de la de los trabajadores asalariados y amas de casa de la generaci6n siguiente. Ademas, ella se hace cargo de trabajos adicionales extradomesticos porque ser ama de casa significa realmente cumplir la "doble jornada". Las ampllsimas tareas del ama de casa tienen todas como finalidad la producci6n de fuerza de trabajo humana. Es la producci6n de seres humanos vivos en contraposici6n a la producci6n de cosas muertas. El ama de casa es "especialista" para los seres humanos, el trabajador asalariado, para las cosas. Es este el "secreto", por el cual el trabajo domestico como "modelo" de trabajo organizado no desaparecera junto con el trabajo asalariado (libre) yes esta la diferencia cualitativa decisiva entre ambos. La mujer, en el sentido mas estricto de la palabra es el suelo sobre el cual esta sentado el trabajador asalariado: el vale como ser humano, ella como "naturaleza". La ultlma "raz6n" de esta divisi6n y su punto de partida no es otra cosa que el monopolio realmente natural de la mujer, su capacidad reproductora. Esta capaci-

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dad, condici6n previa de la p"roducci6n de seres humanos, en ning(m modo de producci6n de la historia, es tan importante como en el nuestro. La raz6n reside en que la famosa plusvalla, el objetivo de la producci6n capitalista, solo puede obtenerse del ser humano vivo. Mientras mas seres humanos existan, mas plusvalla puede haber en principio. No es por casualidad que la llamada "la demografica del capitalismo" se caracteriza como nada menos que la "ley general de la acumulaci6n capitalista" (Marx). Es esta ley la que transforma a la mujer en una " maquina" para la "producci6n" de seres humanos yes esta ley la responsable de la llamada "explosi6n" demografica. No existe maquinaria que pueda producir plusvalla y el trabajo humano puede imitarse, pero nunca sustituirse realmente. El ser humano, por ser vivo, es irreplazable para la acumulaci6n y para el lucro. El capital como tal es algo muerto. Solo el abastecimiento de sangre fresca lo hace aparecer como algo vivo. Por ello, para los empresarios, en el fondo son mucho mas importantes los productores de seres vivos en nuestra sociedad que los productores de cosas muertas. Los primeros son la condici6n previa de los segundos, sin ellos nose hace nada mas . (Es por esta raz6n, que todo el mundo se pone nervioso cuando las mujeres ya no quieren dar a luz, cuando se · niegan a hacer el trabajo domestico, cuando rehuyen al hombre, no se casan, no "obedecen", etc.). Mientras mas se desplace la fuerza de trabajo por la tecnica, mas obligado esta el sistema de movi lizar el trabajo humano, en lo posible masivamente, de otro modo yen otros ambitos (como mas tlpicamente esta ocurriendo en la casa , en agricultura yen el "Tercer Mundo"). El problema actual es como se organizara y controlara eso en el futuro in cluyendo a los ex proletarios (sin promover el " peligro del socialismo"). Esa es la cuesti6n nunca discutida por los que creen que el capital "vive" y/o que creen que s61o el trabajo asalariado es trabajo y explotado. Pero la producci6n de seres humanos en una sociedad como la nuestra no es s61o la ta rea mas importante, mas permanente, mas necesaria y mas diffcil ; tambien es especialmente frustrante, porque los seres humanos son humillados, despojados y explotados constantemente. Por ello, las mujeres han tenido que desarrollar un potencial de trabajo especlficamente femenino, que se orienta en la fertilidad de su cuerpo. Crear nueva vida dando a luz es el principio que las mujeres tambien aplican a todas sus otras actividades -antes, en beneficio del sistema. Todo lo que la mujer hace debe traer frutos, y estos deben ser gratis como el aire que se respira. Esto no s61o vale para los hijos, sino que para todo otro trabajo que ella realza, sea domestico o asalariado: vale para la dedicaci6n emocional que ofrece a los colegas, para la amabilidad, la sumision, el estar siempre disponible, el curar todas las heridas, el ser util sexualmente, el arreglarlo todo, el sentirse respon sable, el sacrificarse; es valido para la propia modestia y la " falta" de necesidades, para el renunciar a favor de otros, para soportarlo todo, para ayudar en cualquier situacion, para retirarse, hacerse invisible y sin embargo es tar siempre presente, para estar "pasiva" y siempre disponible y solucionar cualquier problema, para el tener fantasia y ser emocional, para aguantar todo y ser disciplinada como un soldado. Todo eso es lo que constituye el potencial de trabajo de la mujer. Es lo mas completo, lo mas general y lo mas amplio que se puede imaginar, porque incluye la persona entera y se moviliza toda su capacidad de trabajo. Y la produccion de este potencial "no ha costado nada ", ni es necesario tener una preparacion formal, para ello esto serla inimaginable. La "no calificaci6n" de las mujeres, es en verdad una supercalificacion. En su produccion gratis yen la apropiacion de lo que ella produce descansa no solo el trabajo asalariado sino toda la acumulaci6n . Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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El sueno de los capitalistas entonces no es la generalizaci6n del trabajo asalariado sino la generalizaci6n del trabajo domestico. No existe otro trabajo humano que sea tan barato, tan productivo, tan fertil, e incluso se puede obtener sin usar el latigo. Yo creo que la reestructuraci6n de nuestra economfa consistira en intentar, que tambien los hombres aprendan o se les fuerce a aprender, en la medida que eso sea posible, ljl capacidad femenina de trabajo. Porque el trabajador asalariado hace demasiado poco y sabe demasiado poco. S61o puede hacer lo que se le paga con dinero y lo que esta estipulado por contrato. No hace nada mas alla de esos, y no tiene ni la menor idea de la producci6n de seres humanos. Funciona como un robot, como un apendice de la maquina, sin ninguna emoci6n, y el evita y sabotea cualquier intento de arrebatarle aun mas de su vitalidad. El trabaja relativamente poco y se agota demasiado rapido. No tiene ningun motivo para tomar iniciativas, ningun incentivo intrfnseco para el trabajo , no es posible movilizarlo totalmente, como persona, como ser humano completo. El potencial de trabajo masculino es demasiado poco flexible y " esteril ", la falta " la sangre ". Por ello se usa tan rara vez.

11. Perspectivas "feminizaci6n" del proletariado y nuevas formas de la division sociosexual del trabajo. Por este motivo se ha recurrido a la importaci6n de trabajadores extranjeros, especialmente los que por su trasfondo campesino tienen una capacidad de trabajo mas semejante a la femenina. Y lo mismo sucede a la inversa, al exportar industrias al " Tercer Mundo" donde se puede usar una abundante fuerza de trabajo femenina , campesina , joven y barata. Esa fuerza de trabajo -y no nuestro trabajo asalariado- representa el modelo del futuro : " el ama de casa mundial' que es el " ejerci to industrial de reserva " mundial, la llamada " casa marginal" o " superpoblaci6n relativa ". Por ello, las amenazas formuladas cada vez son con mas frecuencia en contra de esta " superpoblaci6n " no estan solo dirigidas contra el " Tercer Mundo", sino igualmente en contra nuestra. Aquellos que no pueden ser aprovechados como trabajadores asalariados, en todas partes son considerados los causantes de la crisis , cuando en verdad no son otra cosa que el resultado inevitable, como igualmente la condici6n necesaria, de nuestro modo de producci6n . lOue hacer con el creciente numero de "superfluos"? Ese es el problema numero uno de nuestros dfas . Todas las formas de trabajo que estos trabajadores no asalariados han tenido que desarrollar y que ultimamente tambien cumplen a causa de polfticas inducidas desde arriba, son interesantes en el Primer Mundo, ya que pronto las sufriremos nosotros mismos. Los grupos alternativos ya han comenzado a desarrollarlas , sea en la granja, en el taller o en la casa como " amo de casa ". El Estado tambien ha comenzado a propagarlas , p.e. mediante la campana (en la Republica Federal de Alemania en 1980) " las mujeres saben mas ", tratando de movilizar a las amas de casa para actividades sociales mas adicionales, a traves de la propagaci6n del trabajo social " ad honorem ", de la " participaci6n" de los ciudadanos en asuntos comunales en general, el " vuelta-a-la-familia " y el programa del partido Democrata Cristiano "madres salvan la naci6n", etc ., todos programas semejantes a los que buscan la "integraci6n al desarrollo" de las mujeres y de los pobres en general. Y las empresas tambien han comenzado despidiendo trabajadores " proletarios" y empleando con mayor frecuencia al trabajador no proletario, " domestificado", " naturalizado", no permanente, ilegal, " clandestino ", "semi esclavo " e importado. Y entre estos trabajadores no proletarios hay muchfsimas mujeres , hasta que los hombres tambien esten dispuestos a bajar de su pedestal de proletarios , de

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iguales y libres y aceptar condiciones de trabajo similares, aceptar ser realmente tratados como nada masque el " suelo", el " recurso natural ", el objeto del capital, como las mujeres y el " Tercer Mundo". Pero esto probablemente lo aceptaran solamente si se les garantiza que recibiran o mantendran el control sobre las mujeres. Existe entonces el peligro de que los hombres participen en el juego, que se dejen corromper, siendo queen otros tiempos, al destruirse la posesi6n campesina artesanal y al introducirse el trabajo asalariado -que de ninguna manera fue popular-, se dejaron " indemnizar" con el ama de casa, a costa de las mujeres . lRepetiran este error? Porque en realidad ya se ve adonde ha conduc ido eso, en todo caso no ha sido para suerte de los hombres tampoco. Somos los testigos del comienzo de un cambio profundo que nose manifiesta en " otro " capitalismo nuevo, o " socialismo" quizas , sino en una continuaci6n totalmente 16gica del sistema vigente , la implantaci6n ya no disfrazada ni adornada de su verdadero caracter, de su naturaleza latente. La igualdad y libertad son un lujo que una economfa de guerra, ni para salvar apariencias, se puede permitir. Las fabricas de exportaci6n de las llamadas " zonas libres" en el Tercer Mundo y la " producci6n por contrato " (Bennholdt Thomsen) en la ciudad yen el campo de este, nos dan una idea de nuestro futuro: la sistematizaci6n de un trabajo asalariado no libre y no proletario en las fabricas, organizado militarmente, como en un cuartel , comb inado con formas de trabajo forzoso en el campo regulado no a traves de salarios , sino de creditos , todo sobre la base de la " carcel individual " de la fami lia nuc lear patriarcal : la divisi6n sexual sobrevivira a la abolic i6n del trabajo asalariado libre y posiblemente se reforzara. S61o existe una alternativa , si con el tiempo logramos recuperar no s61o el salario sino mucho mas : los medios de producci6n mismos, sin depender de poderes " centrales ", para asf estar en condiciones de trabajar en pro de nuestra existencia aut6noma. Para lograr esto, por cierto, no necesitamos " proletarios " , pero tampoco necesitamos " amas de casa " .

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LA NUEVA MUJER

Pedro Javier Boscio*

La desigualdad social entre la mujer y el hombre ha sido tema de examen en diversos foros en nuestra comunidad universitaria. Se ha planteado, entre otras cuestiones, el que a la femina se le imposibilita ocupar los mismos status y sus correspondientes roles que al var6n. Tambien se arguye, queen aquellos casos que la mujer ocupa posiciones sociales parecidas nose le otorgan los privilegios correspondientes con las obligaciones que conllevan las mismas. Alrededor de este tema, la desigualdad social adscrita a base de sexo, van dirigidos estos comentarios. Creemos conveniente, para continuar hilvanando estas explicaciones, definir y clarificar los terminos "status y rol" para que al emplearlos queden mas esclareci das nuestras ideas. Segun Horton y Hunt en el libro Sociologia, un status generalmente se define como " el rango y posici6n de un individuo en un grupo en relaci6n a otros". (En efecto algunos soci61ogos utilizan el termino posici6n en lugar de status). El rol se define como "el comportamiento esperado por parte de quien ocupa cierto status". (1) En cierto modo, afirman dichos autores, status y rol son dos palabras para describir un mismo fen6meno, pues un status es un conjunto de obligaciones y privilegios. Quiere esto decir, que al otorgar status a base de sexo le asignamos obligaciones y privilegios distintos a los hombres y las mujeres. lHay alguna base para la asignaci6n de status distintos en raz6n de sexo? La contestaci6n a esta pregunta ha sido motivo de innumerables investigaciones, las cuales sostienen de una parte, el imperativo biol6gico como el factor determinante y de otra el aprendizaje social. Ejemplo de ambos extremos son los estudios de Corinne Hutt que plantean que las diferencias en crecimiento, maduraci6n, habilidad, actitudes' e intereses estan presentes al momento del nacimiento del nino; los estudios de Margaret Mead de tres tribus en Nueva Guinea en las cuales no encontr6 ninguna diferencia distintiva en la personalidad de los hombres y las mujeres. Podemos, por lo tanto, encontrar pruebas "cientfficas" para sostener el imperativo biol6gico o el condicionamiento social como la raz6n para la adjudicaci6n de status diferentes en base de sexo. Hay sin embargo algunas realidades fisiol6gicas que no podemos escamotear: la hembra, contrario al var6n, tiene menstruaci6n, concibe, da a luz y lacta. Para la mujer desempenar estas funciones, manifiesta o latentemente, viene con 6rganos y reacciones qulmicas distintas al otro sexo. "Esta alambrada diferente", se nos dice. Queriendo decir, que viene de antemano biol6gicamente especializada para desempenar funciones sexuales distintas. Loque a su • Educador puertorriquei'lo; Slndico de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico. 134

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vez representa experiencias distintas, que determinaran la incorporaci6n de cada genero a la sociedad . Culturamente cada sociedad canalizara estas diferencias asignando status distintos y desiguales en base de sexo. " Anatomia es destine", ha dicho Freud . En las soc iedades sencillas , rurales , parroqu iales y cerradas , donde los roles a desempenar cada sexo, especialmente el femenino, eran limitados, las distinciones fisiol6gicas eran experienc ias vitales en el proceso de incorporaci6n del ser humane a la sociedad . Los hombres eran usualmente cazadores y guerreros mientras que las mujeres hacian las tareas que le permitian cuidar a las criaturas . La mujer se quedaba en la casa mientras el hombre salia fuera a participar en actividades propias de su genero. Elser mujer u hombre era el status princ ipal y contaba como criteria dec isive en la otorgaci6n de las posiciones ocupacionales, religiosas , civiles , etc. El rol sexual , pues, determinaba todas las " obligac iones y privilegios " en la vida de mujeres y hombres. Las diferencias biol6g icas que hemos senalado anteriormente seran decisivas en la asignaci6n de todos los status. Como consecuenc ia de esta asignac i6n , las sociedades preparaban a sus miembros desde su nacimiento para el desempleo de " obligaciones y privilegios " distintos en el futuro . Por lo tanto, si el sexo femenino ten ia ante todo y sobre todo que ser madre habia que imprimirle desde la infancia, las actitudes y valores que le ayudarian a la aceptac i6n de ese status. Se socializaba a la niiia para aceptar con res ignaci6n y hasta con agrado el ser madre. La relig 16n (Genes is 2: 18), al igu al que otras instituciones soc iales, contribuian en este proceso reforzando los roles aceptados por la sociedad . En la literatura, en verso o en prosa; en la escultura, en marmol o bronce y en todas las manifestaciones artisticas se idealizaba los roles de madre. Hay que considerar tambien, que tener un hijo entonces era uno de los pocos canales de expresi6n que la mujer tenfa. Era una forma de decir a gritos, " aquf estoy, soy algo ". La madre se proyectaba en sus hijos y aquellas potencialidades queen germen habitaban en ella las canalizaba en su amor maternal. La hembra, por ver en sus hijos su realizaci6n y por los valores que el tenerlos la sociedad le atribuia, anhelaba ser madre. Era este, en la mayorfa de los casos , el (mico hecho hist6rico de importancia, impulses creadores y sentimientos nose realizaban a plenitud por carecer de otros escenarios y otros papeles para manifestarse. Y la mujer era ser humano en potencia . .. Pero ocurrieron cambios dramaticos en su alrededor. La industrializaci6n alter6 las exigencias y la ubicaci6n del trabajo; los nuevos medios de transportaci6n masiva posibilitaron la movilidad geografica; la educaci6n masiva contribuy6 a desgarrar el velo de la ignorancia; la tecnologfa especializada transfiri6 a grupos secundarios muchas de las tareas que antes se hacfan en el hogar; la comunicaci6n electr6nica hizo del mundo una villa ; los sistemas pol fticos prometieron igualdad ante la ley; la medicina preventiva y curativa doblaron la esperanza de vida; en fin , la sociedad se transform6 radicalmente. Es1a transformaci6n hizo posible que una diversidad de status que antes no estaban accesibles al sexo femenino ahora estan a su alcance. En la mujer, entonces, los status determinados por el sexo (los que tambien pueden ser afectados por inventos tales como el " pamper", la botella plastica y la pfldora) no resultan ser los (micos y mas importantes como antaiio. Forzada por las circunstancias hist6ricas presentes se le ofrecen a la Nueva Mujer escenarios y opciones de trabajo jamas antes sospechados por ella. Veamos , por ejemplo, un dfa en la vida de la Nueva Mujer y los status que ocupa durante ese dfa (entre parentesis). Se levanta y prepara un desayuno para su

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querido conyuge (esposo). Prende la maquina de lavar ropa la cual no funciona . Le brega con botones, manivelas y controles hasta que la hace funcionar (mecanica). Se va en su automovi I (conductora) hasta su distante trabajo (maestra). Luego atien de estudiantes y les orienta sobre sus programas de clase (consejera). Aprovecha la hora de almuerzo para ir al supermercado. Alli compara precios (economista) y analiza el contenido de los productos descritos en las etiquetas (nutricionista). Al pagar con cheque coteja su balance bancario al igual que los articulos anotados en la cin ta de la maquina registradora (contable). Regresa al trabajo luego de almorzar en el restaurante de su preferencia. Recuerda entonces que esa tarde tiene una reunion del Comite de Recreacion donde, como presidenta, tiene que tomar algunas deci siones (ejecutiva). Luego de la reunion regresa a su hogar mas tarde de lo acostumbrado. Le justifica al marido su tardanza a la vez que le adula por lo bien que ha preparado el "TV dinner" (sicologa). Durante la cena especula inteligentemente sob re el proceso eleccionario (pol itica) y anal iza el por que prefiere votar portal can didato (ciudadana). Luego de tirar los platos llama por telefono a su hija (madre) para indagar sobre la salud de su nieta (abuela). Enterada de que un virus contagioso aqueja la familia le prescribe una medicina, reposo y dieta (doctora). Oye las noticias y comenta las varias estrategias a seguir para cambiar el curso de los acontecimientos (estratega). Luego le recuerda a su esposo sabre la buena pellcula -Kramer vs. Kramer- que exhiben en el cine . De regreso del cine conversa sobre las causas y consecuencias del divorcio (trabajadora social). Ya en la cama le pregunta al esposo, mientras se acurruca amorosamente, " i,Querido, que es eso de la Nueva Mujer . . .?" La sociedad hoy , al igual que ayer, sigue socializando, en casi todos los casos, a la nina para el papel tradicional de madre. Pero la nina sera la nueva mujer de nuestro ejemplo. El conflicto proviene en muchos casos en que las actitudes, normas, y valores tradicionales que se le ensenan a esa nina no son los apropiados para los multiples roles que la sociedad le exige que desempene cuando sea adulta. La sociedad tendra que preparar a la femina para estos roles y al hacerlo, por ende, alterara el estereotipo de la mujer ejemplar. Las diferencias biologicas que antano eran determinantes seran una entre multiples factores mediante los cuales la sociedad canalizara la inteligencia, creacion y sensibilidad de mujeres y hombres. Los roles adscritos por el sexo-madre, esposa, abuela -no seran lo que determinaran su larga y plena vida. No podemos predecir que tipo de relacion social se desarrollara entre hombres y mujeres. Alice Rossi nos sugiere tres modelos teoricos de igualdad entre los roles sexuales: un pluralista, otro asimilista y un tercero androgeno. En cualquier caso, los roles asignados por sexo estan cambiando significativamente en nuestra sociedad. La mujer en- la moderna sociedad esta aprendiendo cada dla mas los p.apeles en nuevo libreto unisex que la tecnologla e industrializaci6n va escribiendo. La Nueva Mujer -no la bi6nica ni la nuclear- la de came y hueso, esta ya aqul en los escenarios del mundo, representando otros papeles en el drama cotidiano de la vida. Y se adelanta a las luces . ..

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LA HORMIGA ALADA O EN TORNO AL PROYECTO FEMINISTA SOCIALISTA: REPRIVATIZACION Y MERCANTILIZACION DEL CONTEXTO DOMESTICO Y LA INSTANCIA DE LA SUBJETIVIDAD Madeline Roman * Marla Milagros L6pez * * En los ultimos ai'\os hemos observado un resurgir de las discusiones en torno a la problematica de la subordinaci6n de las mujeres e igualmente el emerger de una diversidad de grupos feministas. Nuestro trabajo pretende incorporarse a lo queentendemos es la tarea a afrontar tanto por las feministas afiliadas como por las no afiliadas. Esta es, el analisis de la inserci6n estructural de las mujeres en nuestra formaci6n social. Hemos querido contribuir con una reflexi6n te6rica en torno a las repercusiones del fen6meno del estado asistencial y de algunos de los modos de operar del capital privado para esa inserci6n estructural de las mujeres. Asf tambien, se ha incorporado una discusi6n en torno a la instancia de la subjetividad por entender que esta ha sido una de las areas de mas diffcil concreci6n, particularmente, en el desarrollo y proposici6n de formas especfficas de lucha. Finalmente, en la medida en que los grupos de mujeres se han vinculado de forma diferenciada a la izquierda organizada y no organizada, hemos considerado pertinente acercarnos crfticamente a lo que han sido puntos de enlace y de debate entre estos. Hemos contemplado las repercusiones de las crisis de esta izquierda, especfficamente las vin• culadas a las limitaciones de las formas organi2:.ativas actuales particularmente aquellas que no contemplan la esfera de la vida cotidiana. Una parte considerable de los acercamientos te6ricos y practicos a la problematica de la subordinaci6n de las mujeres se ha circunscrito en la centralidad del contexto domestico para el analisis de dicha subordinaci6n. Este acercamiento te6rico ha repercutido en una practica polftica por parte del movimiento de mujeres que se autodefine como feminista-socialista. Este trabajo intenta enfocar desde una perspectiva dialectico-materialista estas dos areas en el contexto de las formas mas recientes asumidas por el modo de producci6n y la formaci6n social capitalista al nivel local, el analisis de lo que denominaremos cambios en la subjetivi dad de hombres y mujeres a consecuencia de una nueva articulaci6n de esta totalidad, el analisis crftico de las formas organizativas incorporadas por el movimiento de mujeres y la proposici6n de lo que entendemos son algunos de los debates a asumir por el mismo. •

Catedratica de Sociologla , Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras.

•• Catedratica de Psicologla, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras.

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En torno al desarrollo historico del contexto domestico En el analisis del desarrollo hist6rico del contexto domestico se ha incurrido, como seiiala Leacock, 1 en diversos errores metodol6gicos. Estos errores principal mente han consistido en proyectar nuestras categorlas, las categorlas del modo de producci6n y formaciones sociales capitalistas, al estudio de los modos de producci6n y formaciones sociales pre-capitalistas. Estos errores, a su vez sustentados por un sector del movimiento de mujeres , sostienen que ya en las formaciones sociales de cazadores y recolectores se hace evidente " el germen de la desigualdad " en la medida en que se halla presente la divisi6n sexual del trabajo y por lo tanto, todo el proceso hist6rico posterior implica un incremento de di cha desigualdad hasta su forma actual. Tai conceptualizaci6n pierde de perspectiva la especificidad de dichas formaciones sociales tanto en las nociones de lo que representa el trabajo para las mismas 2 como el valor que este asume.3 Esto se traduce necesariamente en el reconocimiento en el piano te6rico y emplrico de que los trabajos de hombres y mujeres en dichas formaciones sociales son " estrictamente no comparables ". 4 Esta proyecci6n de nuestras categorlas al estudio de las formaciones sociales precapitalistas tambien ha conducido a asumir queen las formaciones soc iales de cazadores y recolectores el contexto domestico, al igual que en las formaciones sociales capitalistas, constituye una esfera separada de la totalidad de la vida social de tal forma que la categorla mujer queda vinculada a la categorla reproducci6n , contexto domestico, y la categorfa hombre queda vinculada a la categorla producci6n .5 Tai acercamiento pierde de perspectiva las investigaciones antropol6gicas que sostienen el queen tales formaciones sociales la producci6n y reproducci6n se llevaban a cabo en un mismo espacio o esfera, el contexto domestico.6 El concepto reproducci6n ha sido problematizado en la medida en que ha sido utilizado indistintamente para referirse a reproducci6n en esferas diferentes. En el contexto de la problematica de la subordinaci6n de las mujeres se ha asumido que para cierto tipo de formaciones sociales 7 el control de la reproducci6n -tanto reproducci6n biol6gica como reproducci6n de la fuerza de trabajo- 8 conduce necesariamente al control de la reproducci6n de la totalidad de la estructura. Sin embargo, como seiialan Harris y Young ,9 si un nivel de la reproducci6n conduce necesariamente a otro debe ser objeto de investigaci6n al nivel emplrico ya que no necesariamente esto es asl al nivel te6rico. El concepto reproducci6n , problematizado en la medida en que se ha seiialado, conduce frecuentemente a asumir que cada forma nueva constituye necesariamen-

1

Eleanor Leacock, " Interpreting the Origins of Gender Inequality: Conceptual and Historical Problems ", Dialectical Anthropology, vol. 17, n0m . 4, Feb. 1983, pp. 263-284.

2

Olivia Harris y Kate Young , " Engendered Structures : Some Problems in the Analysis of Reproduction ", en The Anthropology of Pre-Capitalist Societies Joel S. Kahn y Josep R. Llobera (Londres: MacMillan Press , ltd), 1981 , pp . 126.

3

Ibid.

4

Ibid.

5

Ibid., p. 111 .

6

Ibid., p. 131.

7

Ibid., p. 113.

8

Ibid.

9

Ibid., p. 113.

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te un elemento que opera hacia el objetivo de la reproducci6n de la formaci6n social. Es aqu f donde este marxismo se acerca al funcionalismo. 10 Para muchos, la esfera de la reproducci6n y/o el contexto domestico en las formaciones sociales capitalistas constituye el punto de arranque del cual emergen las relaciones de dominaci6n-subordinaci6n entre los sexos. Te6ricos feministas han acuiiado el concepto "capitalismo patriarcal" para referirse al vfnculo entre lo que han venido a denominar estructuras patriarcales " previas" y el modo de producci6n capitalista. 11 Este vfnculo ha sido criticado por su caracter ahist6rico y por la ausencia de perspectiva dialectica. Esto es, no se trata de dos estructuras que se encuentran y se fusionan como sostiene Zillah Eisenstein. 12 Es el anal is is de las formas patriarcales en su sincronfa, esto es, como parte del modo de operar y reproducirse el modo de producci6n capitalista en formaciones sociales especfficas lo que constituye el acercamiento mas acertado. El contexto domestico en el capltalismo avanzado Nuestro interes particular es el estudio del contexto domestico segun como se ha ido transformando como parte del mismo movimiento de este modo de producci6n y formaci6n social. Se ha seiialado queen el contexto del capitalismo avanzado se evidencia una progresiva mercantilizaci6n de los servicios y tareas realizadas en el contexto domestico en las etapas iniciales del modo de producci6n capitalista. lgualmente se ha seiialado que esta mercantilizaci6n se ha venido llevando a cabo tanto por el capital privado como por el estado. 13 Al nivel de la red de relaciones visibles entre contexto domestico-capital privado-estado esta relaci6n aparece conformando un modelo lineal en el que se asume un declinar progresivo del contexto domestico el cual culminara con la total mercantilizaci6n de los servicios. En este contexto el modelo interpretativo mas acertado no es uno de caracter lineal sino dialectico manifestandose un movimiento substantivo por parte del capital y el estado que fortalece y debilita el contexto domestico a la luz de los requerimientos particulares de este modo de producci6n y formaci6n social. Se ha argumentado que el capital privado experimenta ciertas presiones que operan en favor del mantenimiento del contexto domestico al serle menos costoso el salario destinado a trabajadores con compaiieras que ejecuten las tareas vinculadas al contexto domestico que el salario destinado a trabajadores que compren estos servicios en el mercado. 14 Se ha sugerido igualmente que los sustitutos adecuados por lo menos en el area de cuidado de ninos, impedidos y ancianos tienden a requerir mas capital variable que constante y por lo tanto tienden a ser mas costosos para el capital. Sin embargo, como seiiala Gardiner 15 en la medida en que las

10

Esto es , el asumir que todas las formaciones sociales existen para reproducirse.

11

Val Burris, "The Dialectic of Women 's Opression: Notes on the Relation Between Capitalism and Patriarchy ", Berkeley Journal of Sociology, vol. XXVII , 1982, p. 54.

12

Zillah Eisenstein, " Developing a Theory of Capitalist Patriarchy and Socialist Feminism ", en Capitalist Patriarchy and the Case for Socialist Feminism , Eisenstein ed . (Londres : Monthly Review Press), 1979.

13

Batya Weinbaun y Amy Bridges, " The Other Side of the Paycheck: Monopoly Capital and the Structure of Consumption", en Eisenstein, ed. , 1979, p. 196.

14

Jean Gardiner, " Women 's Domestic Labour", en Eisenstein , ed ., 1979, p. 183.

15

Ibid., p. 184.

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mujeres han sido incorporadas como trabajadoras asalariadas, al capital, considerado en su forma abstracta, le serla muy diflcil mantener dicha incorporaci6n sin al mismo tiempo no intentar aminorar o reducir en algun sentido el tiempo socialmen te necesario para la ejecuci6n de estas tareas y servicios en el contexto domestico. 16 Se ha argumentado que la tendencia a la mercantilizaci6n de los servicios esta vinculada a momentos de expansi6n econ6mica mientras que su reprivatizaci6n, vuelta al contexto domestico, ha sido vinculada a perlodos de contracci6n econ6mica.17 Es preciso clarificar en este punto cual es la llnea de imputaci6n causal. Sostenemos, queen los perlodos de contracci6n econ6mica hay una posibi lidad de que se expulsen mujeres de la esfera del trabajo asalariado y que esto a su vez repercuta en un declinar de la demanda por el consumo de servicios en el mercado por cuanto las mujeres ya de nuevo en el contexto domestico las pueden ejecutar. 18 En este sentido se generan diversas exigencias de caracter conflictivo y/o contradictorio por parte del capital como totalidad dependiendo de momentos diferentes de su misma dialectica. Al mismo tiempo la tendencia hacia la mercantilizaci6n o reprivatizaci6n podrla estar vinculada a la lucha intraclase cap italista en la medida en que sea posible identificar unos sectores del capital mas directamente comprometidos con el desarrollo y/o consol idaci6n de las industrias vinculadas a los servicios. Otras exigencias contradictorias van surgiendo en la med ida en que como forma de desarrollar las fuerzas productivas el capital parece tender hac ia la mercantilizaci6n de los servicios mientras queen el interes por afirmar las relaciones de producci6n dominantes tanto el capital coma el estado parecen trabajar en la direcci6n de la reprivatizaci6n y/o el fortalecimiento del contexto domestico. 19 Esto hace evidente el quehacer contradictorio del estado en la medida en que en su interes de elevar la capacidad de consumo de sectores progresivamente marginales al proceso productivo capitalista tambien ha operado como fuerza para socavar el mismo contexto domestico. lgualmente parece ilustrar una contradicci6n entre el operar y las transformaciones del mismo modo de producci6n, hacia la mercantilizaci6n de los servicios, y la manifestaci6n al nivel superestructural: un tipo de discurso ten diente al fortalecimiento del contexto domestico (ej. fortalecer la " familia "). Esta mercantilizaci6n de los servicios por parte del capital privado se refleja al nivel local en la proliferaci6n, entre otros, de los servicios en las areas de la alimentaci6n , ropa, cuidado de nii'los, salud y diversi6n. Sin embargo, nos parece queen el desarrollo de un modelo te6rico en torno a esta problematica en particular serla necesario diferenciar anallticamente entre la mercantilizaci6n expllcitamente comprometida con la ganancia (ej . " fast foods ", ropa) y la ideol6gicamente comprometida con el servicio (ej . cuidado de ninos), es decir, la racionalidad manifiesta y lo subyacente. Esta mercantilizaci6n ideol6gicamente comprometida con el servicio apela prioritariamente a la articulaci6n que hacen los individuos del valor de uso de estos servicios. Serla necesario igualmente especificar por las categorlas de clase -identificando la magnitud y naturaleza del consumo clasista de estos servicios, las regiones- examinando la naturaleza de las inversiones del capital por areas

16

Ibid.

17

Ibid.

18

Fue en nuestras conversaciones con la compai'\era economista Ida de Jesus donde clarifi camos la relaci6n aqul descrita.

19

Val Bu rris, 1982: 51-71.

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geograficas y la categoria de comunidad , esto es, posibles suplidores de estos servicios , relaciones de parentesco o sustituci6n de parentesco. Hay tambien una socializaci6n de estos servicios por parte del estado o por companfas privadas bajo contrato del estado. Al nivel local es posible identificar, entre otros, centros de cuidado de ninos (ej . " Head Start " ), las comidas en los comedores, diversos programas de salud (vacunaci6n , plan WIG), programas recreativos y deportivos y transportaci6n escolar. La socializaci6n de estos servicios por parte del estado ha venido implicando la ampliaci6n del aparato asistencial. Un sector considerable de los destinatarios de estos servicios son mujeres con ninos, de tal forma que la relaci6n de las mujeres con el estado se ha venido estrechando. La gran mayorfa de los trabajadores que atienden estos servicios tambien son mujeres. 20 Al nivel superestructural un sector considerable de mujeres favorece un tipo de estado " fuerte e intervencionista " en la medida en que este tipo de estado se percibe como uno que repercute en su mayor bienestar y en el de sus ninos. Sin embargo, en la medida en que se evidencie un progresivo deterioro del aparato asistencial 21 le sera mas diffcil al estado mantener, expandir y operar eficientemente estos servicios. Esto queda ilustrado en el emerger de un tipo de discurso estatal tendiente al fortalecimiento del contexto domestico. Por otro lado, la mercantilizaci6n esta vinculada con un tipo de "consumo colectivo " caracterfstico de las formas mas recientes de las formaciones sociales capitalistas. A partir de los 1920, con la profundizac i6n de la utilizaci6n del taylorismo y el fordismo se evidencia un aumento cualitativo en la producci6n de mercancfas a menor costo que estructura un mercado de masas. Este proceso tiene , como uno de sus efectos, la creaci6n de nuevas necesidades de consumo. Es decir, ocurre, a su vez, un cambio hacia una reproducc i6n ampliada de la fuerza de trabajo. El papel del estado adquiere particular importancia en posibilitar las condiciones del " consumo colectivo " para asegurar la distribuci6n y realizaci6n de las mercancfas. El estado desarrolla un sustrato material -a traves del desarrollo urbano y de los subsidios a los sectores con menor capacidad de consumo, por ejemplo- que sirve de apoyo para la realizaci6n del plus-producto. Junto al proceso de mercantilizaci6n de los servicios domesticos, la ampliaci6n de la esfera del consumo contribuye a las transformaciones del contexto domestico yen particular la ubicac i6n de las mujeres. Este proceso de ampliaci6n de la esfera del consumo, sin embargo, estara impactada por los reflujos y las crisis del capitalismo. Se havenido observando una contracci6n del papel del estado que ha evidenciado su creciente incapacidad para sostener tal forma de infraestructura. • En este reconocimiento de que no le ha sido posible incrementar la poblaci6n de mujeres asalariadas sin simultaneamente intentar aminorar el peso de las tareas que se ejecutan en el contexto domestico, la estrategia del capital ode sectores del capital ha consistido, entre otros, en la proliferaci6n de instrumentos de trabajo cuyo objetivo es el facilitar y aminorar el tiempo socialmente necesario para la eje-

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Frances Fox Piven, " Women and the State: Ideology, Power and the Welfare State", Socialist Review, vol. 14, num. 2, March-April 1984, pp. 14-15.

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Al nivel local el recorte de los fondos metropolitanos ha venido imp licando ese deterioro del aparato asistencia l.

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cuci6n de dichas tareas. 22 Al nivel de la industria de la ropa esto se observa en el diseno de un tipo de vestimenta que requiera menos trabajo de preparaci6n, la eliminaci6n de piezas y el desarrollo de una moda "andr6gina". Al nivel de los alimentos se dearrolla, entre otros, una industria de alimentos preparados y un interes excesivo por las vitaminas. En el nivel local la limpieza es un area particular de la esfera domestica que no ha sido totalmente mercantilizada aunque van emergiendo unos indicadores en dicha direcci6n. 23 Sin embargo esta continua predominantemente individualizada una vez que aun no ha podido ser totalmente estandarizada. Al nivel investigativo es necesario el planteamiento de una problematica que contemple las siguientes interrogantes: lCuantas mujeres salen del trabajo a cocinar? lD6nde desayunan? Es necesario igualmente comenzar el analisis de la proliferaci6n de guaguitas de venta de alimentos y la venta en las calles y carreteras, el establecimiento en las areas suburbanas de complejos de establecimientos de comidas ligeras,24 el analisis del tiempo que dedican las trabajadoras del hogar a las tareas domesticas y la incorporaci6n de los hombres al trabajo domestico. Un acercamiento investigative en esta area tambien debera incorporar el analisis del movimiento contradictorio de mercantilizaci6n-reprivatizaci6n en el contexto de una tasa de participaci6n laboral marcadamente declinante para los hombres y declinante aunque con indicadores mfnimos de aumento para las mujeres, 25 yen el contexto de una recesi6n econ6mica prolongada. A partir de las instancias mencionadas la expectativa serfa la observaci6n de un movimiento hacia la reprivatizaci6n. Sin embargo, esta expectativa corre paralela a la tendencia marcada hacia la mercantilizaci6n de una gran variedad de servicios tanto por el capital privado como por el estado. En torno a las transformaciones en la subjetividad de hombres y mujeres Es preciso detenernos aquf y discutir delante de nuestros lectores el proceso mismo de elaboraci6n de este ensayo. Nuestra diversidad tanto en el piano de nuestro adiestramiento academico como en el de nuestra materialidad y nuestra articulaci6n particular y diferenciada de lo que hemos venido a denominar las transformaciones en la subjetividad de hombres y mujeres no pudo ser conciliada en una posici6n o en un planteamiento unico en torno a esta dimensi6n de nuestro objeto

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La proliferaci6n de instrumentos de trabajo para acortar la jornada en el contexto domesti co va, sin embargo, acompaf'lado de un proceso de profesionalizaci6n del trabajo domestico. Barbara Ehrenreich y Deirdre English en su libro, For Her Own Good: 150 years of the Expert's Advice to Women (New York: Anchor Books), 1979, sostienen que la economla domestica se desarrolla a partir de comienzos de este siglo como una "ciencia" que requiere no ya el trabajo ordinario y artesanal de la trabajadora del hogar sino la incorporaci6n de una filosofla que entiende "el problema de los microbios" y el manejo de nuevos instrumentos de trabajo. La redefinici6n def trabajo de la trabajadora del hogar como ciencia y profesi6n neutraliza parcialmente las ganancias -en terminos del ahorro en el tiempo socialmente necesario para la ejecuci6n de estas tareas- obtenidas de la tecnologla. Las mujeres tienen que "estudiar" para ser trabajadoras del hogar e invertir tiempo en la limpieza de microbios. lgualmente en la utilizaci6n de nuevos instrumentos de trabajo y el emerger de nuevas tareas domesticas.

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Se ha observado el emerger de establecimientos que ofrecen los servicios de domesticas (ej. "Nelly's Home Care").

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Ejemplo de esto es el emerger de complejos de establecimientos " Pizza Hut - Burguer King . Kentucky - Wendy 's", entre otros.

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de estudio. Y entendemos que es precisamente la naturaleza y el caracter de este objeto de estudio, esto es, la subjetividad, lo que no provey6 para dicho consenso. Una de nosotras redact6 el argumento central de esta parte y la otra reaccion6 incorporando una reflexi6n te6rica en otra direcci6n. 26 Hemos querido presentarlo y decirlo asf por cuanto entendemos que es esta diversidad nuestra mayor riqueza. Cuando se habla de asumir lo personal coma polftico se quiere decir que no s61o las relaciones sociales alrededor de la producci6n son eje de la explotaci6n sino que hay que analizar las relaciones de dominaci6n-subordinaci6n en el rengl6n de la vida cotidiana y estudiar todos sus frentes-escuela, comunidad , familia , crianza, relaciones afectivas y/o sexuales donde el capital y el estado, considerados en su forma abstracta, interpelan a los individuos a los fines de mantener las condiciones de reproducci6n. lmplica un examen de las formas de vida, sentimiento y pensamiento que en su expresi6n aparentemente irreflexiva y cotidiana obstacul izan o adelantan las luchas sociales. Con la reducci6n en la jornada de trabajo, que en Europa y Estados Unidos se ubica a principios de este siglo, el rengl6n de la llamada vida privada, lo personal , asume un mayor relieve. Las nuevas horas de ocio que el recorte de la jornada de trabajo posibilitan adquiridas de una parte, a traves de luchas sindicales y de lanecesidad menor de capital variable, cambio hacia la extracci6n de la plusvalfa relati va, de otra, pasan a ser mucho mas reglamentadas y controladas a traves de los aparatos ideol6gicos de estado. No es casual, por ejemplo, el auge que toma la psicologfa. Esta se populariza y la "ciencia" descubre la necesidad de explorar losespacios interiores. Estos espacios interiores exigiran, desde esta perspectiva, un analisis e introspecci6n de un nuevo sector secularizado de profesionalespsic61ogos, psiquiatras y trabajadores sociales que regularan e interpretaran las nuevas busquedas. Son estos sujetos los que, de acuerdo a Foucault 27 extraeri un saber de las distintas poblaciones el cual se convierte en poder y es precisamente esta diversidad de "subpoderes" en las distintas instituciones de control mas alla de la fabrica las que igualmente hacen posible la "plusganancia". Las transformaciones en la esfera de la reproducci6n y/o el contexto domestico a las que hemos estado aludiendo han contribufdo a transformaciones al interior de las relaciones entre los sexos y estas a su vez han venido acompanadas de nuevas formas en la subjetividad de hombres y mujeres. Llamamos subjetividad a los procesos cognoscitivos y afectivos de los individuos los cuales conforman una particular consciencia de su forma de ser en la realidad y de la realidad en sf. Nos referimos a cambios en: a) las concepciones de lo que se define socialmente como masculino y femenino, b) la naturaleza de las relaciones afectivas y/o sexuales; heterosexuales, bisexuales, homosexuales, c) cambios en las apreciaciones en cuanto a lo que constituye la "vida privada" deseable que incluye, entre otros, arreglos de convivencia, distribuci6n de tareas domesticas y formas de utilizaci6n del tiempo de ocio, d) el papel de los ninos enla constituci6n de la pareja, generalmente heterosexual, yen los aspectos de crianza. Dijimos anteriormente que se observan fuerzas sociales que empujan contradictoriamente en dos direcciones: de una parte, un llamado a volver a los valores de

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Esta parte del ensayo es producto de las reflexiones de la companera Marla Milagros L6pez en cuyo contexto hemos intercalado las reacciones y comentarios de la compailera Madeline Roman precisando las diferencias y convergencias .

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Michel Foucault, La verdad y las formas juridicas, (Mexico: Gedisa), 1983.

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la familia, la fey el patriotismo 28 como manifestaci6n ideol6gica de las fuerzas sociales que operan hacia la reprivatizaci6n -que para una de nosotras podrla corresponder a los intereses y/o preocupaciones de sectores del capitalismo nomonop61ico y de la pequena burguesla en crisis- y de otra parte, el proceso que hemos descrito de mercantilizaci6n de los servicios domesticos y la ampliaci6n de la esfera del consumo individual que subyace a las transformaciones del contexto domestico. Este ultimo, que como tendencia se expresa mas agudamente en las zonas metropolitanas yen los sectores de la burguesla y pequena burguesla, significa que resulta mas rentable a los intereses del capital una fragmentaci6n de las unidades domesticas, antes constitulda por una sola casa -un solo televisor, un solo autom6vil- a unidades fragmentadas, separadas, donde cada adulto consume mas mercanclas. Para la otra autora, aun cuando al nivel abstracto la ampliaci6n de la esfera del consumo implique la posibilidad de que le fuera mas rentable a los intereses del capital la fragmentaci6n del contexto domestico en unidades separadas, hay una dialectica, esto es, este movimiento del capital como una fuerza que se desata en dicha direcci6n se entremezcla con muchas otras operando en direcciones diferentes las cuales nose agotan con la noci6n de reprivatizaci6n discutida en la primera parte de este trabajo. Es nuestra contenci6n el que este movimiento del capital -de efectivamente operar como una fuerza hacia la fragmentaci6n del contexto domestico- implica un desarrollo contradictorio, trastoca muchos elementos superestructurales al mismo tiempo que crea un problema de orden en la esfera polltica. Esto es, este movimiento opera mas rapidamente que los arreglos o posibles arreglos que puedan efectuarse al nivel del contexto domestico. En el contexto norteamericano yen el europeo se observa una tendencia hacia la fragmentaci6n del contexto domestico cuando los j6venes se separan a edades cada vez mas tempranas de su familia y pasan a " vivir por su cuenta " ya valorar la independencia domestica. Esta fragmentaci6n se hace evidente como tendencia al nivel local, sin embargo se halla marcadamente obstaculizada en la medida en que los j6venes adultos, ya formalmente independientes, dependen econ6micamente de sus padres, gravitan alrededor de estos dada su gran inestabilidad en la estructura de empleos. Esto hace evidente el que al nivel local esta fragmentaci6n del contexto domestico para la instancia discutida se ha Ila limitada por la mis ma incapacidad material de sostenerse, esto es, por lo que Castells ha venido a llamar, para situaciones de dependencia, la concentraci6n de desempleados mas o menos estructurales. 29 En el caso de los matrimonios, las parejas con frecuencia se separan y cada uno pasa a constituir una unidad domestica -cada uno con sus enseres, muebles y 2e El discurso que articulan mayormente los sectores de la pequei'\a burguesra a favor de una vuelta a la familia , la fe y el patriotismo se ha evidenciado en diversas formaciones sociales y mementos hist6ricos. Entendemos que se observa en las expresiones del Presi dente de Estados Unidos, Ronald Reagan, pero se ha visto en Chile , antes del " golpe Pinochet ". Atine Grossman en su artlculo "The New Women and the Rationalization of Sexuality in Weimar Germany ", relata c6mo durante la Depresi6n en Alemania las mujeres retornaron al contexto domestico y hubo una intensificaci6n en estas labores. La salud y la alimentaci6n volvieron a este contexto. El estado hizo un llamado a las mujeres para que proveyeran un " alivio emocional " a la crisis que se atravesaba . Se les pidi6 que mediaran en los conflictos que se generaban entre hombres y mujeres debido a la competencia por los escasos empleos. 29

Manuel Castells, " Pr61ogo a la edici6n mex icana: La cuesti6n urbana en las sociedades dependientes ", en La cuestl6n urbana (Mexico: Siglo Veintiuno editores , sa), 1982, pp. XVI.

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aditamentos- lo cual resulta en una ampliaci6n en la circulaci6n de mercanclas. La producci6n masiva de mercanclas encuentra un dep6sito util en estas nuevas formas de organizaci6n de lo domestico. Desde el punto de vista del capital la rentabilidad de la familia, como forma de organizaci6n del contexto domestico, es superada.30 Los medios de comunicaci6n masiva apoyan la concepci6n de un consumo mayor y mas privatizado lo cual contribuye a fomentar expectativas de mayor libertad y placer individual ode lo que pasa a entenderse como la vida deseable. Es preciso, entonces, estudiar cuales son las correspondencias en la subjetividad de hombres y mujeres burgueses y pequeno burgueses en estas zonas. Esta subjetividad estara impactada diferencialmente a lo largo de estos sectores. Nos interesa, sin embargo, lo que emerge como tendencia en los sectores de la pequef\a burguesla donde ha sido discutido por varios autores. Para la otra autora, la producci6n masiva de mercanclas nose traduce necesariamente en una ampliaci6n de la esfera del consumo y esta a su vez nose traduce necesariamente en una fragmentaci6n del contexto domestico y/o mayqr atomizaci6n de los individuos. Al nivel local, esta ampliaci6n de la esfera del consumo depende, entre otros, de la intervenci6n estatal para elevar los niveles de consumo de los sectores poblacionales progresivamente dependientes del estado. En la medida en que esta intervenci6n estatal disminuya, esta esfera del consumo, no recibiendo ningun estlmulo por ningun otro lado, tendera a contraerse. Por otro lado, la relaci6n entre ampliaci6n de la esfera del consumo-fragmentaci6n del contexto domestico depende de la articulaci6n que hagan los individuos de estas fuerzas. En este sentido, en la medida en que no necesariamente hay una correspondencia inmediata y directa entre formas de operar de este modo de producci6n y formas concretas de articular la realidad por parte de los individuos, esta superaci6n de la rentabilidad de la "familia", como forma que asume el contexto domestico, por parte del capital no necesariamente encuentra una correspondencia al nivel de las consciencias individuales. Barbara Ehrenreich, en su libro, The Hearts of Men 31 estudia las transformaciones en la subjetividad de los hombres y las mujeres en el contexto norteamericano haciendo uso de una recopilaci6n de datos hist6ricos y culturales. Sostiene que

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Para una de nosotras, si el proceso de fragmentaci6n y atomizaci6n del contexto domestico fuera efectivamente una tendencia generalizada podrlamos reflexionar te6ricamente en la lfnea de Agnes Heller en torno al potencial revolucionario de estas nuevas condiciones de la vida cotidiana. En la medida en que este proceso de atomizaci6n del contexto domestico culmine, los individuos no contarfan ya con la comunidad ni la familia para enfrentarse a la penetraci6n de las mercancfas en sus vidas. La funci6n de muelle, de refugio, de estos desaparecerfa. Ello deja por as f decirlo a las personas en la calle reencontrandose contradictoriamente allf para exigir una transformaci6n de la totalidad de las relaciones sociales . Agnes Heller se formula la pregunta de hacia d6nde conducen estas transformaciones de la vida cotidiana. Ella recurre a la concepci6n de Marx de las " necesidades radicales " para atisbar a una respuesta . Estas son las que el capitalismo pone en movimiento por el propio desarrollo de las fuerzas productivas y que son reaprop iadas por los individuos. La realizaci6n de estas necesidades radicales supondrfa la superaci6n de las formas que las sustentan. Esta superaci6n consistirfa, entre otros, de una pluralidad de formas de vivir y de pensar, superaci6n de la divisi6n del trabajo, eliminaci6n de las relaciones de poder y dependencia y acceso a la riqueza social. Heller supone que estas necesidades radicales exigen unas nuevas practicas que a su vez transformaran las formaciones sociales actuales. Ella encuentra en la redefinici6n del sentido de comunidad, la de productores asociados, el eje fundamental de la transformaci6n .

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Barbara Ehrenreich , The Hearts of Men (New York: Anchor Press), 1983.

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ha ocurrido una rebeli6n de los hombres en contra de las expectativas que pesaban sobre ellos como proveedores de forma tal que ya no entienden que " ser hombre " esta en funci6n de ser padre y esposo. Esta rebeli6n se observa con el surgimiento de la concepci6n del " playboy " para fines de la decada del cincuenta, el cual entien de como legitimo el estatus de soltero que disfruta de una sexual idad que nose compromete por la via del matrimonio. Tambien se observa posteriormente el surg imiento del " beatnik " 32 que rechaza no ya el compromiso familiar sino tamb ien la etica productivista del trabajo. El desarrollo mas reciente en las transformaciones en la subjetividad de los hombres es lo que la autora recoge bajo la categoria del " nuevo hombre ". Este ultimo, segun Ehrenreich, desdena los compromisos a los que obliga el matrimonio y sobrevive tel izmente con relaciones breves , el " laundromat " y el restaurant de precios m6dicos. El " nuevo hombre" aspira a una nueva sen sibilidad ante los renglones otrora femeninos ; la cocina , las artes , la literatura y las modas. Se considera apto para convertirse en un consumidor independiente que discierne sobre articulos de cocina, muebles y enseres . El machismo y la rudeza asociada con el se descarta como insensibilidad. Se cultiva una preocupaci6n mayor por la estetica corporal y por estar " en contacto con los sentimientos ". Dentro de este modelo de la buena vida se aspira a una suerte de independencia emocional de las mujeres que se apoya en una independencia domestica. Para una de nosotras, Ehrenreich construye una tipologia que ayuda a explicar cambios que se han operado en la subjetividad de los hombres. Estas tipologias elaboradas a partir de un analisis hist6rico-cultural corren el riesgo, como toda aproximaci6n de este tipo, de reificar aspectos de la realidad que son mas complejos y contradictorios. Su utilidad estriba en la sistematizaci6n de la informaci6n lo cual provee elementos utiles para la reflexion. En el caso de su aplicabilidad a nuestro contexto local , es preciso, por via del analisis hist6rico de nuestra especificidad, ubicar su aportaci6n . Esta aportaci6n se encuentra limitada en la medida en que no ofrece una argumentaci6n de las condiciones materiales que posibilitan el surgimiento de estas transformaciones en la subjetividad de los hombres. Seria preciso incorporar el analisis de la causalidad que deriva, por ejemplo, de las formas cambiantes de la divisi6n social del trabajo. La autora se limita a un analisis descriptivo de elementos culturales que no ata a las condiciones hist6ricas de su desarrollo. Para la otra autora, un analisis hist6rico no conduce a la construcci6n de tipologlas sino a un mayor enfasis en las nociones de proceso, transformaci6n y especificidad . En este sentido, las tipologlas efectivamente reifican la realidad en la medida en que carecen de especificidad, movimiento y concreci6n. En terminos del trabajo de Ehrenreich, concordamos, en que la materialidad de estas categorias (ej. "proveedor", "playboy", "beatnik") al nivel de las clases y sectores de clase nose hace clara ni siquiera para la formaci6n social en que son estudiadas, hay un total linearidad en su descripci6n del proceso de estas transformaciones en la cual no aparentan emerger contradicciones. El planteamiento de Ehrenreich en torno a la " rebeli6n " del " hombre proveedor " y a las categorlas de padre y esposo podrian reinterpretarse a partir de un acercamiento dialectico materialista a las transformaciones en el modo de producci6n capitalista. Proveedor alude a unos arreglos en terminos de la organizaci6n

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Designa a personas en Estados Unidos, particularmente en las grandes ciudades, alrededor de los 1950. Ellos adoptaron una distancia de las concepciones de familia y trabajo en su epoca.

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social de la producci6n y del contexto domestico en la que, formalmente , los hombres y no las mujeres estan vinculados a la producci6n como trabajadores asalariados . Las categorias padre y esposo aluden a funciones mas bien en la esfera ideol6gica, son construcciones sociales cuya materialidad se vincula a un tipo de modo de produci6n y reproducci6n en un momenta hist6rico especifico. Esta llamada " rebeli6n " en todo caso alude a un hecho objetivo -la incorporaci6n de las mu jeres como trabajadoras asalariadas- lo cual es igualmente un hecho hist6rico. Esta incorporaci6n implica necesariamente un cambio en la ubicaci6n estructural de las mujeres dentro del proceso productivo capitalista sin que esto implique una diferencia cualitativa en terminos de su ubicaci6n estructural en el contexto domestico. Esta " rebel i6n " , de efectivamente evidenciarse en hombres de sectores de clase especificos en el contexto norteamericano, podria ser la articulaci6n por parte de estos del trastoque en los arreglos del contexto domestico y el reconocimiento de no ser ellos los t:micos " proveedores " y por consiguiente un relajamiento y una distancia de las categorias padre y esposo como construcci6nes sociales . Sin embargo, esto lo que refleja es un desarrollo contradictorio de la misma subjetividad de los hombres en el sentido de que en el piano concreto el salario pagado a las mujeres se ha tendido aver como un complemento del salario del hombre. Esta es la justificaci6n ideol6gica para que efectivamente tiendan a ser salarios mas bajos yen este sentido los hombres se mantienen como sujetos dominantes en el contexto domestico. Por otro lado, la articulaci6n por parte de los hombres en torno a lo que es lasexualidad masculina como construcci6n social, esto es , una sexualidad cuyo objetivo es la gratificaci6n al cuerpo del hombre yen la cual las mujeres son concebidas como un objeto que viabiliza dicha gratificaci6n, precede hist6ricamente el surgimiento de la concepci6n del "playboy". En todo caso, la concepci6n de "playboy" hace de lo subyacente, esta articulaci6n de la sexualidad por parte de los hombres, lo manifiesto. Esto es, al nivel de las relaciones visibles se agudiza y/o se exacerba esta aproximaci6n particular a la sexualidad; una sexualidad que al margen de esta categoria de " playboy" puede y se ha revestido hist6ricamente de diversas construcciones ideol6gicas. 32 El acercamiento investigativo en esta area debe contemplar que tipo de transformaciones se han ido evidenciando al nivel del modo de producci6n y formaci6n social que contribuyan a esta rearticulaci6n y reafirmaci6n de la sexualidad masculina coma construcci6n social e igualmente que clases y/o sectores de clases la articulan en primera instancia y cual es la materialidad de sus objetivos al promoverla. El planteamiento de Ehrenreich en torno a una sexualidad por parte de los hombres que nose compromete por la via del matrimonio requiere un analisis que contemple diferencias entre hombres y mujeres en torno al significado de una sexualidad no comprometida. Desde el punto de vista de los hombres las relaciones breves y/o no comprometidas tienden a afirmar las relaciones de dominaci6nsubordinaci6n entre los sexos, a exacerbar y/o agudizar la cosificaci6n de las mujeres ya afirmar la sexualidad masculina coma construcci6n social. lgualmente refleja una manipulaci6n y una distorsi6n del discurso del movimiento de mujeres. 33

3 2a

Esto es asl en la medida en que el "playboy" constituye una manifestaci6n exacerbada de esa construcci6n social de la sexualidad de los hombres.

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Esto queda ilustrado cuando los hombres apelan al discurso de liberaci6n que articula el movimiento de mujeres para adelantar sus propios objetivos sexuales .

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Para las mujeres, estructuralmente y al nivel de sus virtualidades , una sexualidad no comprometida sugiere la posibilidad de trascender la penetraci6n de la propiedad privada en la sexualidad , su utilizaci6n como objetos sexuales, la ruptura con un tipo de sexualidad vinculada a la reproducci6n y la ruptura con el amor romantico -el sexo como una manifestaci6n del amor- como construcci6n ideol6gica. Una vez las mujeres articulan estas virtualidades e intentan reproducir en su practica un proceder sexual alternativo chocan con la articulaci6n que hacen los hombres de este tipo de sexualidad provocando la desarticulaci6n de muchas companeras feministas. En este choque se manifiesta una dialectica donde la verdadera rearticulaci6n feminista se encuentra obstaculizada por las estructuras objetivas de este tipo de formaci6n social -ilustradas y/o reflejadas en la articulaci6n que hacen los hombres de este tipo de sexualidad . Al mismo tiempo, la reproducci6n al nivel de la practica de un tipo de proceder sexual alternativo por parte de las mujeres , echa a andar una fuerza que trastorna eventualmente esas mismas estructuras objetivas . Nos preguntamos aquf c6mo se configuran esas transformaciones en la subjetividad para los sectores populares en formaciones sociales especfficas. Serra necesario una investigaci6n que nos permitiera entreverlos. Sabemos, sin embargo que los obreros de oficio son cada vez menos y que ocurre una progresiva descalificaci6n de la fuerza de trabajo que resulta de la automatizaci6n y la implantaci6n del taylorismo y el fordismo como formas de organizaci6n de las tareas. 34 Esto va acompanado de una cafda en la etica del trabajo y una imposibilidad de adherirse a los modelos de matrimonio estable que suponen la constituci6n del contexto domestico estable. Por razones distintas, vemos una tendencia hacia la reorganizaci6n del contexto domestico en ese sector tambien. Sin embargo, lo cualitativo no se limita exclusivamente a la reorganizaci6n del contexto domestico sino que contempla prioritariamente el analisis de las fuerzas diferenciadas operando hacia dicha reorganizaci6n en las diversas clases y sectores de clase. Estas tendencias hacia la reorganizaci6n del contexto domestico contrastan con el discurso publico de los sectores religiosos y estatales donde el matrimonio y la concepci6n de la familia burguesa se reclama como la aspiraci6n de todos . Estas transformaciones del conte xto domestico han sido objeto de una fuerte reacci6n por parte del antifeminismo de derecha. La reacci6n del antifeminismo de derecha -como corriente ideol6gica que atraviesa las clases y sectores de clase y las plataformas de los partidos, ha sido la de culpabilizar al movimiento de mujeres. Desde esta perspectiva, el " nuevo hombre " es un engendro que ha potenciado el propio movimiento de mujeres y que pone en acci6n nuevas y mas sutiles formas de dominaci6n. Visto asf, el feminismo en sus reclamos de igualdad ha servido de apoyo te6rico e ideol6gico a una rearticulaci6n de la opresi6n de las mujeres. Se exige la reconstituci6n del "refugio domestico" el cual se entiende como prerrogativa de las mujeres y fundamento de la formaci6n social. Se hace un llamado a retomar la

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Taylorismo alude al proceso mediante el cual se dividen en la fabrica los procesos de ejecuci6n de los procesos de concepci6n y de direcci6n y se separan en tareas simplificadas con tiempos especlficos los diferentes pasos en la creaci6n de la mercancla. Fordismo alude al procedimiento que prolongando el taylorismo se ejemplifica en la llnea de ensamblaje, donde ocurre la mecanizaci6n de las tareas y la separaci6n entre trabajo manual e intelectual. Se vincula igualmente con la producci6n masiva de mercanclas. El fordismo tiene tambien su correlate en la vida cotidiana, esto es, en la reproducci6n ampliada de la fuerza de trabajo, reduciendo los costos de su restituci6n a partir de la consolidaci6n de un mercado de masas.

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concepci6n tradicional de la familia y la sexualidad. Se preparan campanas para el fortalecimiento de la tamilia. Se augura el cataclismo social. La derecha generalmente exige del estado una polftica no intervencionista en los asuntos de la familia senalando que este en su caracter de estado benefactor ha debilitado la base de la familia y/o el contexto domestico. Aun cuando se reconoce esta intervenci6n del estado benefactor se reafirma que es el movimiento de mujeres y no las transformaciones generadas por el capital y el estado los que han contribuido a lo que este sector denomina el desamparo a que quedan expuestas las mujeres. Se alega queen el momento actual las mujeres pasan a competir en desventaja en el mercado de las relaciones no comprometidas y de los empleos peor remunerados. Uno de los ejemplos mas contundentes, desde el punto de vista del antifeminismo de derecha, el cual se esgrime para ejemplificar esta posici6n es el problema del aborto. En los Estados Unidos el movimiento anti-aborto presenta los casos de mujeres que quedan embarazadas y que no poseyendo los medios econ6micos para sostener la criatura dada la propia desventaja econ6mica de las mujeres seven obligadas a recurrir a un aborto para el que, con frecuencia, el companero sexual no contribuye con dinero. Las posiciones de derecha oscurecen el hecho de si bien los hombres en un momento de esta dialectica parecen tomar ventaja de las luchas de las mujeres reapropiandose de su sexualidad, al nivel de sus virtualidades, el proyecto de lucha del teminismo-socialismo tiene un alcance que trasciende esos obstaculos. Deirdre English 35 senala que la postura antifeminista de derecha tiene un animo defensivo. Como otras soluciones patri6ticas o fundamentalistas, refleja el deseo de retornar a tiempos pasados de la femeneidad y el deseo de acabar con la complejidad y la ambivalencia. Es por esto una postura reaccionaria que esta delimitada por el propio curso de la historia. Este proceso de transformaci6n de las relaciones entre los sexos se tiende a interpretar al nivel de las consciencias particulares como uno confuso y doloroso; como crisis personales y fracasos privados en las relaciones afectivas y/o sexuales. Se han observado unas transformaciones en la subjetividad de los hombres, los cuales, desde el punto de vista del llamado antifeminismo de derecha, hallan su materialidad en el mismo surgimiento y desarrollo del movimiento de mujeres. Sin embargo, la posici6n que sostenemos parte, de que se han evidenciado una serie de transformaciones al nivel del modo de producci6n y formaci6n social , los cuales han implicado trastoques en el contexto domestico y cambios en la posici6n estructural de las mujeres con respecto al proceso productivo capitalista. Estas transformaciones se han venido interpretando por hombres y mujeres de las diversas clases y sectores de clase media mediante un proceso de subjetivaci6n de lo objetivo. La articulaci6n de estas transformaciones queda ilustrada en el desarrollo paralelo del movimiento de mujeres y de transformaciones en la subjetividad de los hombres . Este desarrollo paralelo ha incurrido en innumerables desfases -lo cual contempla otras dimensiones de la subjetivaci6n- alejandose cada vez mas de su punto comun de origen, esto es, las mismas transtormaciones al nivel del modo de producci6n y la formaci6n social. Visto desde esta perspectiva, la culpabilizaci6n o no culpabilizaci6n del movimiento de mujeres frente a las transformaciones en la subjetividad de los hombres se constituye como un falso problema. Nos afirmamos nuevamente en que al nivel de sus virtualidades la reproducci6n al nivel de la practica de un proceder sexual alternativo por parte de las mujeres constituye una fuerza que

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English, 1979.

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trastoca las mismas estructuras objetivas. Hay un proceso, una lucha y la posibilidad de que un movimiento especffico, articulado al nivel de las consciencias colectivas e individuales desestructura y estructura unas relaciones sociales. Las repercusiones de estas transformaciones en la practica del movimiento de mujeres y los debates a asumir Las mujeres al igual que otros sectores, tienden a absorber muchas de las contradicciones y dislocaciones inherentes a los cambios estructurales experimentados por el modo de producci6n capitalista en sus formas mas recientes. Las diversas vertientes del feminismo podrfan explicarse como articulaciones diferentes de estas contradicciones. Al nivel de la practica polftica se ha sugerido la necesidad de estud iar en que medida la lucha de las mujeres coincide o conflige con intereses particulares del capital ode sectores del capital y del movimiento obrero organizado. Este planteamiento parece ser particularmente relevante en el contexto de nuestra discusi6n en torno al ambito domestico en el capitalismo avanzado. Nos parece que serfa igualmente necesario el analisis de la relaci6n entre esta lucha de mujeres y los intereses del estado. En terminos de los intereses del capital , las reivindicaciones vinculadas al control de nuestro cuerpo (ej. control de la reproducci6n biol6gica, aborto), parecen correr paralelas a la tendencia al aumento en la composici6n organica del capital 36 y el proceso de automatizaci6n de tal forma que es posible el proponer que una creciente flexibilizaci6n por parte del estado en esta direcci6n refleje en parte la nonecesidad de industrias intensivas en mano de obra por parte del capital. lgualmente la aparente flexibilizaci6n por parte del estado y de las ayencias del control en torno a formas de la sexualidad alternativas (bisexualidad, homosexualidad) podrfa ser una manifestaci6n superestructural de este fen6meno. En este sentido las demandas del movimiento feminista pueden efectivamente coincidir con los intereses de sectores especfficos del capital sin que esto necesariamente implique que estas sean un reflejo de estos intereses. Esto se traduce a su vez en dos problematicas interrelacionadas: la posibilidad de la cooptaci6n ideol6gica de un sector considerable del movimiento de mujeres y por otro lado las posibilidades de la misma dialectica del modo de producci6n y la formaci6n social. Esto es , lo que coincide en un momento hist6rico puede confligir en otro momento, digamos, por ejemplo, la in corporaci6n de las mujeres como trabajadoras asalariadas. En term inos del movimiento obrero organizado, el ejercito de reserva que representan las mujeres y la alternativa del subempleo tienden a reducir las posibilidades de lucha de los sindicatos. Por otro lado, la practica sindical concreta ha sido la de ubicar las re ivindicaciones de corte feminista como ultima prioridad dentro de las reivindicaciones percibidas como de mayor urgencia o inmediatas. Sin embargo, nos parece que con respecto al movimiento de mujeres, en tanto movimiento social , " las formas organizativas sindicales actuales " confrontan la misma imposibil idad que confrontan con relaci6n a otros movimientos sociales. Esto es, la imposibilidad de incorporar sus reivindicaciones como parte de su proyecto especffico de lucha. Se ha senalado que esta imposibilidad encuentra su base material en ubicar " exclusivamente la contradicci6n entre trabajo y capital al proceso de trabajo, soslayando su extensi6n al conjunto de la sociedad " .37 En este sentido esto es un 36

La composici6n organica del capital es la proporci6n entre capital variable y capital cons tante. Un aument o en la compos ici6n organ ica del capita l impl ica un aumento en capital constante .

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Arturo Torrec illa, " Por los caminos de la utop ia: ecolog la, vida cot idiana y nuevos sujet os sociales . Trabajo pol icop iado, 1984.

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reflejo de la misma crisis de los sindicatos frente a las configuraciones mas recientes en las formaciones sociales capitalistas. Al nivel de la practica polftica del feminismo socialista se ha evidenciado un intento de calcar los modelos organizativos de la izquierda organizada tanto por la vfa de la incorporaci6n de la forma de los sindicatos -intentando la creaci6n de una gran uni6n de mujeres -como por la incorporaci6n de la forma de los partidos- intentando la creaci6n de un partido de mujeres. De esta manera se viene a reforzar, como hist6ricamente lo han hecho estas dos formas organizativas, una dicotomfa entre las llamadas reivindicaciones estrictamente econ6micas (ej . mejores condiciones de trabajo) y las estrictamente polfticas (ej . leyes en favor de las mujeres, representatividad). En este sentido se ha planteado que el movimiento de mujeres ha sido efectivamente cooptado tanto al nivel legislativo por los partidos y organizaciones de derecha como al nivel te6rico por los partidos y organizaciones de izquierda. 38 Al asumir una de estas dos formas, el movimiento de mujeres no ha sido capaz de articular, en la gran mayorfa de los casos, las tareas y actividades realizadas por el movimiento, como movimiento, con las aspiraciones e intereses personales de liberaci6n de un sector considerable de compaf\eras feministas. De forma tal que estas "nose encuentran " por decirlo asf, dentro del mismo movimiento. En este sentido, y ante la presencia de un sector considerable de feministas no afiliadas por un lado y de una gran cantidad de mujeres trabajadoras para las cuales el movimiento de mujeres no recoge muchas de sus preocupaciones cotidianas de otro, el problema parece emerger no como el problema individual de estas mujeres sino como el problema de los movimientos, es decir, de c6mo estos movimientos se han ido configurando. Dentro de este contexto es necesario el asumir los siguientes debates: 1. Una de las posiciones asumidas por un sector de mujeres feministas socialistas ha sido la de sustentar que la problematica de la subordinaci6n de las mujeres es una problematica subordinada a una mayor, esto es, la de la lucha de clases yen nuestro caso particular, incluso a la lucha nacional. El planteamiento te6rico subyacente es el de la existencia de una totalidad -lucha entre capital salario- contradicci6n principal de la cual se desprenden otras luchas. Sin embargo, este planteamiento te6rico ha sido criticado por asumir una forma de lo que ha venido a ser denominado " imperialismo conceptual" toda vez que el concepto totalidad se levanta como uno tan te6ricamente abarcador que las otras categorfas aparecen como categorfas subsidiarias ode relevancia menor.39 Serra necesario examinar si esta posici6n se sostiene frente a los debates en torno a las clases sociales dentro de las formas mas recientes asumidas por este modo de producci6n y formaci6n social y frente a la creciente relevancia y proliferaci6n de los llamados movimientos sociales y/o urbanos en dicho contexto. 2. Se ha asumido en la practica de un sector del movimiento de mujeres que el objetivo del movimiento es la inversi6n de las relaciones de dominaci6nsubordinaci6n, queen todo caso es la reproducci6n de la misma estructura, de tal forma, que a mayor cantidad de mujeres en posiciones estrategicas de poder, mayor la probabilidad de un saldo positivo en terminos de la correlaci6n de fuerzas entre hombres y mujeres. En todo caso, el movimiento de mujeres no es igual a mujeres en el poder sino a la posibilidad de abolir el poder. 40 En este sentido tambien 38

Lynne Farrow , " Feminism as Anarchism", en Quiet Rumors (Londres : Dark Star), sin fecha de publicaci6n .

39

Ibid. , p. 15.

40

Carol Ehrich , " Socialism, Anarchism, and Feminism", en Quiet Rumors , p. 61 .

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las feministas socialistas han incorporado la conceptualizaci6n que del poder ha desarrollado la izquierda organizada , esto es, la cosificaci6n del poder, el poder como una cosa y no como relaciones sociales. 3. Un debate relacionado se vincula a las formas de interacci6n de las mismas mujeres en el interior de los movimientos donde tambien se reproducen los patrones masculinos de dominaci6n -subordinaci6n de tal forma que las compaiieras mas articuladas con respecto al caracter y a la naturaleza de la misma subordinaci6n de las mujeres ejercen un control del saber un poco en la linea de Foucault alrededor de la proliferaci6n de las formas saber-poder.41 Tambien aqui el movimiento feminista socialista ha calcado las formas de la izquierda organizada al desarrollar de forma similar " elites ocultas " en el interior del movimiento. 4. lgualmente habria que afrontar el debate de las formas que asume la sexualidad (heterosexualidad , bisexualidad , homosexualidad) en el interior del movimiento de mujeres de tal forma que como cuesti6n de metodo y para construir una representaci6n mas acertada de la realidad no se asuma una ubicaci6n estructural comun con respecto a la problematica misma de la subordinaci6n. " El todo es mas que las partes, pero es tambien menos ". 42 Esto es , la naturaleza y el caracter de la subordinaci6n de las mujeres depende tambien de sus opciones en torno a la sexualidad y de igual forma la articulaci6n del problema como las reivindicaciones percibidas como de mayor urgencia. 43 5. Finalmente, seria necesario un analisis del desarrollo de formas de lucha alternativas a las desarrolladas tanto por la derecha como por la izquierda organizada. En este sentido, la proliferaci6n de grupos pequenos vinculados al trabajo de problematicas especificas de la subordinaci6n podria redefinirse, si asi se hace evidente en la practica, no como la debilidad del movimiento ni como la ausencia de un movimiento mas abarcador sino como un elemento de vitalidad y de fuerza, particularmente, en la medida en que, en dichos grupos se ha evidenciado una tendencia hacia la ausencia de estructuras jerarquicas de organizaci6n . Por otro lado, contrario al planteamiento sostenido por la izquierda de que las diversas reivindicaciones feministas no serian regatiables en el contexto de las formaciones sociales capitalistas, el estado, por lo menos en el orden aparente de las cosas , ha sido exitoso en cooptar muchas de estas demandas. Es nuestra contenci6n , tras haber debatido con otras companeras feministas , que s61o la lucha sistematica en contra del poder en todas sus formas y manifestaciones no es posible de ser cooptada bajo las formaciones sociales capitalistas actuales . Esto es, hay un proceso de producci6n y hay una constante reproducci6n. Esto es un s61o proceso. Esta reproducci6n va diri gida al mantenimiento de unas relaciones de producci6n de caracter explotativas y de jerarquizaci6n, relaciones que van desde el contexto del trabajo asalariado hasta las relaciones afectivas y/o sexuales. Esta es la materialidad del poder y de las di versas formas que este asume y estos son al mismo tiempo los limites de la estructura . Es muy posiblemente esta aproximaci6n particular a la problemat ica de la subordinaci6n la que demuestre eventualmente contribuir de forma mas acertada al emerger de un tipo de socialismo de diversidad y libertario en vez de uno estatal y autoritario. 41

Foucault, 1983.

42

Traducci6n de cita de T.J.G. Locher en The Modern World System de Immanuel Wallerstein (New York : Academic Press), 1974.

43

Ejemplo, entre otros, de esto es la articulaci6n diferenciada que se desarrolla de las relaciones estables dado que la categorla " matrimonio " como construcci6n ideol6gica y como forma jurldica solamente contempla la opci6n heterosexual.

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TEMAS HISTORICOS

Ma rgarita Fernandez, "Las Corredoras", dibujo, 23 " x 28", 1984.

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LA INMIGRACION DE MUJERES ESPANOLAS A PUERTO RICO EN EL PERIODO COLONIAL ESPANOL

Rosa Santiago - Marazzi*

:nnumerables veces se ha dicho que la conquista y colonizaci6n espai'lola de America la llevaron a cabo dos instituciones basicamente masculinas: la espada y la Iglesia. A traves de la espada, de la fuerza, de los caballos y la p61vora , se lograria la conquista, la subyugaci6n fisica del habitante nativo de America . A traves de la lglel:.u se lograria su incorporaci6n o socializaci6n a las normas y valores espai'loles. Estas dos instituciones, sin embargo, no bastaron para asegurarle a Espana la conquista y dominio de America . Sabemos queen muchos casos los indigenas huyeron a areas que los espanoles no poblaban todavia. Quizas el ejemplo mas extraordinario es el de la ciudad de Macchu Picchu que tanto buscaron los espai'loles y que fue descubierta recien en este siglo. Por otro Iado sabemos que la mayoria de las veces el bautismo fue un ritual sin mucho significado para el indigena y que no se lograba por ese medio su incorporaci6n a la cultura espai'lola. Ciertamente para mantener el dominio sobre estos nuevos reinos, para asegurarse Espana su posesi6n a largo plazo y el aprovechamiento de sus riquezas, fue necesario un esfuerzo poblador. Es deci r, crear en los nuevos dominios aldeas y pueblos espai'loles, poblados por esparioles, que seguirian el modo de vida espanol y vivirian bajo el derecho civil espariol. Por esta raz6n la mujer, como unidad reproductiva y centro de la unidad familiar, adquiri6 gran importancia junto a la Iglesia y la espadaen el esfuerzo colonizador. Al conquistador Hernan Cortes, que hundi6 las naves para mastrarle a los indigenas su intenci6n de quedarse en la tierra conquistada, tambien le pareci6 importante, para el mlsmo proposlto, que los espai'loles mandaran a buscar a sus esposas, "porque mas se manifit3ste la voluntad que • Profesora . Departamento de Ciencias Sociales. Universidad lnteramericana de Puerto Rico.

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ROSA SANTIAGO · MARAZZI

los pobladores de estas partes tienen de resedir e permanecer en ellas" (Konetzke, 1945: 126). lgual determinaci6n expresa en 1532 el Obispo de Santo Domingo don Sebastian Ramirez de Fuehleal, quien en carta al Rey proponiendole quea los encomenderos solteros se les quiten los indios que se les hayan otorgado como estimulo para que se casen, ofrece la siguiente raz6n : " Esto importa mucho, para la poblaci6n y perpetuidad y crea V. M . que no hay otra manera mejor para la poblar, que es casar a los que aca estan ya los que se casaren o vinieren con sus mujeres de esos reinos favorecellos, ya los solteros no dalles cosa alguna, porque no es su intenci6n sino de robar y disfrutar esta tierra y volverse a esos reinos" (Konetzke, 1945: 143). El problema fundamental, claro esta, no era de indole moral, sino p01itica y econ6mica . Asi lo expresa una cedula de 1544 que dice que los solteros, o los casados que dejan su esposa en Espana, "nunca viven de asiento en ella, (E::.;:i America) y asi nunca se perpetuan, ni atienden a edificar, ni plantar, ni criar, ni sembrar, ni hacer otras cosas que los buenos pobladores suelen hacer, por lo cual los pueblos de esas partes no vienen a aquel crecimiento que al cabo de tantos ai'ios que ha que son descubiertos y comenzados a poblar pudieran haber venido , si nuestros subditos queen ellos han poblado hubieran vivido can sus mujeres e hijos como verdaderos vecinos de ellas" (Konetzke, 1945: 128 - 129) . lnmenso esfuerzo poblador debia ser este si consideramos la gran extension de los nuevos reinos. Por otra parte, Espana atravesaba por una crisis demografica. Las guerras de reconquista y la subsecuente expulsi6n de mores y judios habia ocasionado una sangria demografica a Espana que ocasion6 a su vez la despoblaci6n de algunas areas y el desequilibrio entre los sexes, de modo que abundaban las mujeres solteras . En Sevilla por ejemplo , muchas mujeres solteras se ganaban la vida en oficios tradicionalmente masculines como peones y albaniles (Konetzke, 1945: 125) . Para lograr su objetivo politico en America , Espana debia asegurarse que cada espai'iol que abandona el pais para venir a America, vendria acompai'iado de su mujer, y que establecerian aquf una unidad familiar espai'iola . Habiendo ya muches espai'ioles solteros en America, debia asegurarse tambien de que se les estimulara a casarse a traves de diversas medidas y se les proveyera de mujeres espai'iolas cristianas para ese prop6sito. Con ambos objetivos en mente, se hicieron innumerables cedulas y ordenanzas durante los siglos 16 y 17. Ya desde el tercer viaje de Col6n se le ordena que ademas de sus 300 tripulantes varones deben ir 30 mujeres. Yen las primeras capitulaciones de Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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LA 11\!MIGRACION DE MUJERES ESPANOLAS A PUERTO RICO EN EL PERIODO COLONIAL ESPANOL

colonizaci6n la Corona exigia quea los colonos los acompafiasen sus esposas y que los casados que estuviesen ya en La Espanola mandaran a buscar a su mujer en un plazo de 3 afios (Konetzke, 1945: 124). La actitud oficial era la de casar a los solteros espafioles que estuviesen ya en America con mujeres espanolas. Para esto se establece el plan de enviar esclavas blancas cristianas. El plan , establecido en Cedula de 1512, comenzaria a ejecutarse en San Juan de Puerto Rico, donde existia mayor problema que en La Espanola de escasez de mujeres espafiolas. Es interesante notar que Diego Col6n se opuso al plan. Argumento que existian en •la isla moras y judias recien conversas, a quienes les estaba prohibido emigrar a America. Pero como estas de hecho habian venido , y los solteros preferirian casarse con las esclavas cristianas que se mandasen por ser cristianas de antiguedad , resultaria que habria una abundancia de mujeres solteras lo que podria ocasionar inconvenientes (Konetzke, 1945: 138 - 139). No sabemos si realmente existian en la isla las moras y judias que reclamaba Diego Colon , aunque si se sabe que muchas evadian las restricciones contra su emigracion y vinieron a America . Pero en todo caso el rey Fernando no acepto la objecion de Diego Colony dispuso que se ejecutara el plan , aunque no tenemos evidencia de si se llev6 o no a cabo. Se sabe que unos afios mas tarde parecia continuar el problema de la abundancia de solteros y la escasez de mujeres espanolasen la ciudad de San Juan. Esta situacion no es necesariamente extensiva al resto de la isla . No podemos olvidar que San Juan era puerto y tenia una guarnicion , por lo que habria un numero elevado de varones, posiblemente en estado transitorio que no interesaba establecer relaciones permanentes con ninguna mujer, espanola o india. En 1526 el Rey concedio licencia primero a Puerto Rico. luego a La Espanola, para edificar una casa de mujeres publicas (Ots Capdequi, 1930: 67). La justificacion para esta medida, ir6nicamente, fue de indole moral , para proteger a las doncellas y espafiolas casadas de los avances sexuales de los solteros . Solteras

Es importante considerar la posicion juridica de la mujer espafiola en este periodo para entender las medidas que se utilizaron para fomentar su inmigraci6n. La personeria juridica de la mujer espafiola estuvo subordinada , en el caso de las solteras a la autoridad paternal, entendiendose que a falta del padre, el pariente masculino adulto mas cercano asumia esa autoridad . Esto de por si dificultaba el paso a America de mujeres solteras que quisieran emigrar por cuenta propia. Estas debian incurrir en engorrosos expedienteos y asegurar la autorizacion de su padre o tutor. Ademas se establecieron algunas limitaciones para la emigracion de mujeres solteras con 156

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ROSA SANTIAGO · MARAZZI

el objeto de limitar la entradade mujeres de vida airada, o mujeres, hijas y criada de gitanos, de mujeres extranjeras, y de moras o judias recien conversas (Ots Capdequi, 1930: 10). Ninguno de estos grupos representaba el tipo de familia leal a Espana que a la Corona le interesaba fomentar en America . A pesar de esas dificultades muchas mujeres solteras emigraron por su cuenta a America. Entre 1509 y 1538, de acuerdo a los censos oficiales, 39% de las mujeres que emigraron fueron solteras independientes, mayores de edad , y 24% fueron hijas que emigraban con sus padres (Konetzke , 1945: 146) En 1555 se autoriz6 a salir de Sevilla para Venezuela a todas las mujeres solteras qui; asi lo desearen. Y no es hasta el ultimo cuarto del siglo 16 que comienza a limitarse mas claramente la emigraci6n de solteras, debido a que abundaban ya en algunas partes de America, y se recibfan informes de que esto ocasionaba inconvenientes, sobre todo en el Peru (Konetzke, 1945: 137). Puede sorprender que ya a fines del siglo 16 abunden las solteras espanolas en America. De acuerdo a los censos oficiales, de 1509 a 1538 s6Io el 10% de toda la emigraci6n a lndias fueron mujeres (Konetzke, 1945: 146). Esto implicaria que habria un desbalance sexual a favor de los varones entre la poblaci6n espanola en America y que los solteros estarian deseosos de asegurarse una de las solteras espanolas casandose . Sin embargo la legislaci6n que se establece parece indicar que la Corona tuvo que estimular de· diversos modos a los solteros a casarse pues estos no mostraban la avidez que podriamos suponer. Las razones pueden ser varias. La mortalidad entre los varones que participaban en la exploraci6n y conquista debe haber sido mayor que la de las mujeres que por imposiciones culturales y familiares llevarian una vida mas sedentaria. Muchos nombres por las mismas razones, habitarian lugares donde las mujeres espar\olas no se establecian. Otros hombres tambien buscarfan mujer entre las indigenas, mientras que el caso inverso serfa mas raro. Es posible tambien que asi como mas varones venian a lndias que mujeres, mas regresarian tambien a Espana . Esdecirquetal parece queen las areas urbanas, en las a Ideas y pueblos no habia tal desbalance sexual a favor de los varones, excepto en las areas de gran importancia militar. Asi pues, para estimular a los solteros a casarse, se les privilegiaba en el reparto de indios y de tierras si se casaban; en La Espar\ola se les adjudicaba indios para construir sus casas de piedra y 1000 cargas de casaba; yen Puerto Rico se les preferfa para los puestos publicos. Inclusive los cargos de corregidores los reserv6 Felipe 11 para los casados que tuviesen a su mujer en lndias (Konetzke, 1945: 140 - 141). Por otra parte, se flexibiliz6 el concepto de la personerfa jurfdica paterna sobre la mujer soltera, permitiendole contraer matrimonio sin consentimiento del padre, si era mayor de 25 ar\os (Ots Capdequi, 1930: 21 ). En 1536 se autoriz6 ademas a las hijas y viudas a heredar la encomienda de indios del marido. como otro mecanismo Homines , Vo l. 10, Num . 2, 1986-87

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· LA INMIGRACION DE MUJERES ESPANOLAS A PUERTO RICO EN EL PERIODO COLONIAL ESPANOL

para estimular el rf!atrimonio de los solteros, que asi tendrian garantias de que su familia no quedaria desamparada a su muerte (Ots Capdequi, 1930: 59) . Esta medida es notable ya que dentro de las tradiciones juridicas de la epoca resultaba extrai'io y hasta inaudito, que una mujer fuese encomendera . Cuando estas medidas no fueron efectivas, algunos gobernantes como Diego Col6n, sin consentimiento de la Corona, exigieron a los solteros de sus jurisdicciones casarse dentro de un plazo determinado (Konetzke, 1945: 142).

Casadas En el caso de las mujeres casadas su personeria juridica estaba subyugada al marido y no podian solicitar por si mismas permiso de emigraci6n. S6Io podian emigrar a America acompai'iadas del marido o haciendo constar que el estaba alls y ellas vendrian a reunirse con el (Ots Capdequi, 1930: 1.0 - 11). Este fue el grupo sin embargo, que mas interes6 fomentar a ta Corona: mujeres casadas cuyos maridos estaban en America, y mientras ellos ·sin su familia no servian para el fomento de la poblaci6n espai'iola en America, ellas en Espana anadian al problema de las mujeres solas que se mantenian a si mismas y a sus hijos , si los tenian. Ademas , se mencionan a menudo los consabidos problemas morales que puede traer el que los c6nyuges vivan separados. Hubo numerosa legislaci6n dispuesta especialmente para fomentar y forzar a los varones casados a buscar o mandar a buscar sus familias a Espana. Estas cedulas se dan durante los si9los 16 y 17 y generalmente exigen al hombre casado que quiera emigrar a America que traiga a su esposa o deposite una fianza considerable como garantia de que en el plazo de dos ai'ios iria por ella o la mandaria a buscar (Konetzke, 1945: 124, 134). Ya los casadas que estuviesen ya en America sin su mujer se les daba un plazo de tiempo para enviarlas a buscar so pena de ser embarcados para Espana de regreso. El hecho de que estas cedulas se repitan tanto puede indicar queen la practica resultaban muy dificiles de implantar. Se conocen casos de hombres que aprovechaban la legislaci6n para traer a America a su amante en vez de su esposa. Otros, que habian vuelto a casarse en America , se veian envueltos en serios problemas legales. Inclusive se sabe de u11 caso de un hombre que se di6 a la fuga para evitar traer a su esposa, recorriendo desde el rio de la Plata al Alto Peru . Es interesante que una cedula de 1573 ordene a los fiscales que velen no solo porque los casados manden traer sus esposas, sino porque una vez en America hagan vida marital con ellas (Ots Capdequi, 1930: 12). Es muy posible que esta cedula se dictara porque se hubiesen recibido noticias de que algunos hombres para evitar ser devueltos a Espana mandaban a buscar a sus mujeres, y luego las abandonaban. Otro problema legal consistia en si se podia o no forzar a la esposa a emigrar a America. Durante los siglos 16 y 17 nose conoce cedula que exija a 158

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la mujer a seguir al marido. Esta pod(a argumentar que temra los peligros del mar y el esposo tendria que permanecer con ella (Konetzke, 1945: 129). Pero seguramente si la ley fue tan generosa con esa prerrogativa femenina fue porque pocas mujeres se negaron a emigrar.

Yludae Solamente las viudas en el derecho espanol, tenian plena capacidad civil y no tenran limitaciones para emigrar a America, siempre que fueran espai'\olas y cristianas. Sin embargo este grupo no parece haber tenido gran interes en emigrar y de las mujeres que vinieron entre 1509 y 1538 solo un 3% eran viudas (Konetzke, 1945: 146). Es posible que muchas viudas fueran de edad mayor y no qulsleran arriesgarse a la aventura del viaje. El caso de las mujeres que quedaban viudas una vez en America era naturalmente distinto. Aunque se les permiti6 heredar la fortune y la encomienda del marido, la disposici6n se fue modificando hasta que se estableci6 que si quedaban ricas o con encomienda debian casarse nuevamente con un espanol, luego de guardarle un ai'\o de luto al marido (Ots Capdequi, 1930: 24). El nuevo marido serfa legalmente el administrador de la encomienda pero la perderra al morir la esposa. Cambloe demogniflcoe Vemos pues c6mo la Corona utiliz6 a la mujer espai'\ola como pa rte de su poUtica de poblaci6n para mantener en su poder los territorios conquistados. Eatimul6 el matrimonio, protegi6 los intereses de las mujeres casadas y se preocup6 porque las inmigrantes fueran de vida familiar. Asi por ejemplo se castlgo severamente a la mujer adultera en America que seria entregada juntamente con su amante, al marido ofendido para que este "saciase sobre ellos su venganza", exigiendose que no podra matar a uno sin matar tambien al otro (Ot.Capdequi, 1930: 65) . Ya para mediados del siglo 16, comienzan las peticiones para establecer conventos en diversas partes de America, indicio este de que en esas areas abundaban las doncellas casaderas sin esperanzas de conseguir marido. El primer convento se establece en Bogota en 1593. En Puerto "Rico esta situaci6n se da un poco mas tarde en el siglo 17 cuando crecra el numero de j6venes solteras, quizas en parte porque muchos j6venes se iban a buscar fortunes a otros virreinatos. Ya desde 1616 comienzan las solicitudes para establecer un convento para j6venes de "clase distinguida, que, careciendo de dote, contemplan en el claustro un refugio decoroso para aus defraudadas esperanzas de contraer matrimonio con los hombres de igual calidad" (De Hostos, 1966: 238). Luego de un largo expedienteo el Rey otorg6 licencia para establecer el convento en 1646. Un siglo mas tarde tenra s61o 15 monjas y 3 novicias. Yen 1780, ya terminado el Holnlnes, Vol. 10, Nl'.m. 2, 1986-87

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siglo 18, cuando la isla tenra oficialmente 66,000 habitantes s61o habran 19 monjas en toda la isla (C6rdoba, 111, 1830: 42). Ya para esta epoca las necesidades demograficas de la colonizaci6n van cambiando y la politica poblacional de la Corona se altera. Lo mas importante es queen America ya hay muchos pueblos espai'loles y que los indigenas han sido exterminados o subyugados, segun sea el caso, estableciendose Espana, con la ayuda de sus mujeres, sin lugar a dudas, como el poder dominante. En el caso de Puerto Rico, a principios del siglo 19, la densidad poblacional era ya alta. Es muy necesario enfatizaresto porque a menudo se le adjudica a una supuesta escasez de poblaci6n la responsabilidad por el lento desarrollo econ6mico de la isla, e inclusive se le adjudica a la inmigraci6n del periodo un rot salvador (por ejemplo, G6mez, 1970: 86). Loscensosoficialesarrojan para 1801 una poblaci6nde 159,051 almas. De acuerdo a un analisis estadrstico retrospectivo de nuestros censos, que se ha hecho para otra investigacion, creemos que la poblaci6n debi6 haber sido de por lo menos 200,000 habitantes (Santiago - Marazzi, 1974: 61 ). En el primer caso la densidad poblacional seria de 45.15 habitantes por milla cuadrada yen el segundo de 57.14 por mi Ila cuadrada. Los estudiosos de demografia hist6rica indican que las economies agricolas pre-industriales pueden sostener a 25 personas por milla cuadrada, con una variaci6n de 10 unidades, o sea de 15 a 35 (Wrigley, 1969: 44). Comparado con esta densidad maxima de 35, la densidad poblacional de Puerto Rico al comenzar el slglo 19 era sumamente alta. Aunque 44'61 de esta poblaci6n no era blanca, el poder politico y militar estaba definitivamente en manos de espanoles y de sus hijos.

81glo XIX Ademas de este esfuerzo poblador, donde como hemos visto, la mujer espai'lola desempei'\6 un rol esencial, se hizo necesario lograr otros prop6sitos para alcanzar el objetivo econ6mico de la conquista. Para Espana, Puerto Rico habia un basti6n militar. El desarrollo econ6mico de la isla no habra tenido prioridad. Para sostener su establecimiento militar y administrativo Espana dependi6 del situado de Mexico, pero debido a las guerras de independencia la ultima remesa lleg6 en 1809. Mientras tanto, las families en la isla vivian de la agriculture familiar y el mercado de contrabando, que les permitia adquirir numerosos productos tales como textiles y herramientas de labranza de mejor calidad y a precios mas bajos que los productos espai'loles. En esta economia agrrcola de subsistencia la unidad familiar era el centro. Y podemos suponer que la mujer tendrra un rol importante junto al var6n en la 160

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siembra, cosecha, elaboraci6n de productos para el hogar y cuido de animales. Cuando Espai'la pierde casi todos sus dominios en America y pierde tambien la fuente de sosten para su establecimiento military administrativo en Puerto Rico, desarrolla nuevos objetivos respecto a la isla, impulsando el desarrollo de la agricultura comercial y una vigorosa penetraci6n institucional que le permitiese recaudar impuestos eficientemente. De este modo Espai'la conseguiria sostener su establecimiento military administrativo en la isla a la vez que lograrfa beneficios para la Corona.

Para que la Corona pudiera recaudar los multiples impuestos, era necesario mantener un sistema administrativo leal a sus intereses y fomentar el comercio. El fomento del comercio exigia a su vez dos requisitos fundamentales: el mantenimiento de un buen sistema de defensa y el fomento de la producci6n agrfcola comercial, en particular de azucar. El mejoramiento del sistema de defensa, que se encontraba en estado precario a fines del siglo 18 fue fortalecido por un esfuerzo masculino. J6venes soldados solteros fueron enviados en gran volumen tanto a San Juan como a los cuarteles que ya se extendian por las costas y hacia el interior siguiendo la ruta de San Juan a Ponce por Caguas. Vale aclarar que la Corona espai'lola prefiri6 siempre mantener la defensa de sus reinos en manos de espai'loles y no de criollos, aunque en ocasiones no pudo hacerlo. Para todo el siglo 19 los militares constituyeron el 48% del total inmigratorio.

Para la construcci6n de fortificaciones llegaron tambien con gran auge a fines del siglo 18 y principios del 19 numerosos presos comunes y politicos tanto de Mexico como de Espana.* Aunque s61o constituyeron el 3.3% de la inmigraci6n en el siglo 19, representan el 10.4% de los primeros 30 anos del siglo. Ambos grupos, presos y soldados, dedicados a labores relacionadas con la defensa, tienen ademas en comun el ser inmigrantes involuntarios y quizas no permanentes. Oesgraciadamente, no hay evidencia suficiente que nos permita dilucidar si estos grupos se quedaron o no en Puerto Rico. Sabemos de casos particulares de soldados y presos que se incorporaron a la sociedad puertorriquei'la, inclusive casandose con criollas y estableciedose como ciudadanos prominentes en los pueblos. Pero estos pueden ser casos aislados. Esta sospecha podemos fundarla e·n que no se conoce evidencia alguna de la inmigraci6n a Puerto Rico durante este siglo de un numero *La informaci6n que sigue referente a la inmigraci6n a Puerto Rico durante 1800 - 1830 estj tomada de, o calculada en base a la data en (Santiago - Marazzi, 1974) . Para ver metodologla, referirae a ese trabajo. La data estj tomada de A.G. 188 E 21 y Eatadlstlcas Fondo A, Legajo 49 (P 1), Esp. 1, 2 y 38 en el Archivo Hist6rico de Puerto Rico.

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altfsimo de mujeres solteras. Sin embargo, los censos poblacionales que se conocen no demuestran el desbalance sexual en favor masculino, que tendrian que mostrar si los soldados y presos se hubiesen quedado en Puerto Rico. En el fomento de la producci6n agrfcola comercial tambien tuvieron un rol las mujeres inmigrantes, aunque limitado. En terminos de conocimiento tecnico-agrfcola para siembra comercial, la participaci6n fue mayormente masculina y extranjera, particularmente de irlandeses y franceses. Pero entre los 98 inmigrantes hacendados que llegaron entre 1800 y 1830, que traian capital, que tanto escaseaba en la isla, llegaron 6 mujeres hacendadas, una de ellas con esclavos. Tambien hubo alguna participaci6n de la mujer en el rengl6n de mano de obra. Uno de los problemas grandes para el fomento de la producci6n agrfcola comercial fue la escasez de mano de obra, tanto esclava, que resultaba muy cara, como a jornal, que no se consegufa. Ya hemos dicho que la densidad poblacional era muy alta, y sin embargo escaseaba la mano de obra a jornal. Muchas familias sin propiedad rechazaban el trabajo a jornal prefiriendo una vida independiente. Limpiaban una cuerda de tierra que no les pertenecfa, construian una casa temporera, y vivfan de la agricultura de subsistencia con algun sobrante para adquirir productos adicionales a traves del mercado de contrabando. Cambiaban a menudo de lugar, posiblemente para evitar los controles impositivos y que el propietario pudiera exigirles participaci6n en el producto de su trabajo. Centro de este sistema no les convenra plantar frutos cuya cosecha fuese a largo plazo, ni como el algod6n, o el tabaco, que no es comestible. De modo que esta poblaci6n no se dedicaba a la agriculture comercial y lograba evltar los controles lmpositivos. En este sistema de agricultura de subslstencia la mujer cumplirfa un rol muy lmportante, tanto econ6miC'O como social. Al perdercasl todos sus dominios en America, Espana se vaa interesaren fomentar la agriculture comerclal en la isla. Durante el siglo 19 aprobani diversas medidas para forzar a las families sin propiedad a trabajar a jornal en una hacienda. Esto inclufa a las mujeres que debfan trabajarcomoempleadas domesticas o en labores de campo. Y ademas se intent6 fomentar la lnmigraci6n de jornaleros, en particular de canarios, yucatecos y asiaticos. El exito de estas medidas fue limltado. El hecho de que las llamadas leyes de la libreta para forzar a las families sin propledad a trabajar a jornal se repitan durante el siglo, es indicativo de que la inmigraci6n no resolvi6 el problems de falta de jornaleros, como tampoco lograban las leyes lncorporar de modo nipido y eflclente a los agregados al trabajo a jornal. Esto a su vez nos indica que no habfa ninguna buena raz6n para que el agregado crlollo, espatlol o extranjero, qulslera ser jornalero, ni el gobierno tenra entonces los controles efectivos 162

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para forzarlo. Aun asr, entre los grupos que inmigraron para labrar la tierra comercialmente se destacan los islenos de Canaries que vinieron con sus mujeres e hijos y que sirvieron de mano de obra a la vez que fundaron muchos pueblos. Durante el siglo 19 las mujeres se destacaron en la inmigraci6n en algunos renglones, en particular en los primeros 30 anos del siglo, que fue cuando mas mujeres independientes llegaron a la isla. En esos 30 anos las mujeres representan 13% de la inmigraci6n conocida aunque lo mas probable es que fuese de 20 o haste 25%, debido a que muchas mujeres que acompai'\aban a sus maridos no aparecen registradas por su nombre en los documentos. Pero las solteras y viudas, y las. casadas que venian a reunirse con sus maridos aparecen registradas y lo mas interesante es que usan siempre su apellido de nacimiento. De las 418 mujeres que hemos registrado para esos 30 anos, 52% eran casadas, 34% viudas y solo 13% solteras. Esto es de mucho interes ya que vemos que mientras en la epoca de la conquista eran escasas las viudas que inmigraban, en estos 30 anos el volumen es considerablemente alto. Estas viudas, aunque muchas eran espaf'tolas, no venian directamente de Espana, sino de Santo Domingo y de Costa Firme. Eran viudas de militares que habian perdido la vida en las guerras de independencia, ode empleados publicos de la Corona que no podian reclamar la pensi6n espai'\ola en areas que se independizaban. De esta inmigraci6n el numero mayor de mujeres procedia de Costa Firme, 31% de Espana (estas eran mayormente las casadas); y 22% de Santo Domingo. Aunque vinieron algunas de diversas islas del Cari bey francesas de Luisiana, en su mayorra estas mujeres eran de orfgen hispanico.

La ru6n de emigraci6n del 69% de estas mujeres fue el exilio politico. Las restantes daban rezones de indole familiar tales como reunirse con algun pariente, trabajar en el negocio de algun familiar o recoger o hacerse cargo de herencias en Puerto Rico. S61o encontramos una maestra y una actriz que vinieron a ejercer sus profesiones, 6 hacendadas, 6 labradoras y 11 artesanas (5%), mayormente dulceras y costureras. El grupo de mayor importancia entre las mujeres inmigrantes en esos 30 anos, lo constituyen las exiladas polfticas, mayormente viudas que reciben aca algun tipo de ayuda econ6mica o pensi6n. Por lo menos el 54% de los exiliados politicos del periodo fueron mujeres que recibieron ayuda econ6mica. Muchas otras mujeres no aparecen registradas con sus nombres pues venran acompanando a sus maridos, padres o parientes. Es importante enfatizar este grupo por !•J volumen numerico y por el impacto que tuvieron en la sociedad puertorriquena. Hemos visto que le Homlnes, Vol. 10,

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mayoria fueron mujeres que emigraron como cabezas de familia. Algunos ejemplos pueden servir para ilustrar este punto. En 1813 lleg6 Juana Tavarez, natural de Guayra, viuda con 4 hijos, el mayor de 20 anos, y con una hija, tambien viuda. En 1814 lleg6 Dona Ana Ord6nez de Alvino, viuda, natural de Cumana, con 4 hijos menores y esclavos. En 1816 lleg6 en estado insolvente Magdalena de la Torre, viuda con 5 nietos menores de edad, una negra y una sirviente judia libre. MuGhas de estas mujeres llevaban anos moviendose de un pun to a otro en el Caribe antes de establecerse en Puerto Rico . Tipico es el caso de Dona Francisca y Dona Concepci6n Hurtado, emigradas de Santa Marta. Fueron a Maracaibo, Coro, Curacao, Puerto Cabello, nuevamente a Curacao, luego a Santo Domingo, yen 1822 llegaron a Mayaguez donde se radicaron 4 anos trabajando como costureras. En 1826 se trasladaron a solicitar ayuda econ6mica a San Juan, pero solo se les conceid6 6 pesos mensuales, por lo que solicitaron licencia para ir a la Habana. Hay docenas de expediente de solicitud d~ ayuda econ6mica en los que mujeres reclaman haber ayudado de algun modo al esfuerzo militar espanol en el continente con donativos, cosiendo uniformes, etc., yen base a ese esfuerzo solicitan pensi6n . El expedienteo necesario pata esta gesti6n requeria la firma de innumerables testigos, lo que las forzaba a formar nucleos fuertes de parentesco y amistad con otros exilados. Ademas, se concentraron en Puerto ~ico en un·as areas especificas. Las que venian de Santo Domingo se radicaron principalmente en el area oeste, y aquellas que venian de Venezuela se radicaron en el sur, particularmente en el area de Ponce. De ningun otro grupo inmigratorio se han registrado tanto quejas en los municipios. Mientras los exilados varones acapararon los puestos publicos burocraticos y militares, y muchos recibieron sueldo sin trabajar, como recompense a su lealtad, otros varones y muchas mujeres vivieron de la ayuda econ6mica que era mantenida por las fuertes contribuciones que para este fin se impusieron. La poblaci6n puertorriquena tambien se habia mantenido leal a Espana y sin embargo tuvo que pagar fuertes impuestos para financiar las pensiones de los emigrados. En 1814 se establecieron ros siguientes impuestos con ese prop6sito: 4 reales por tanega de cacao, 8 reales por quintal de anil, 2 reales por quintal de algod6n, 2 reales por quintal de cafe y 17 maravecsres por cada cuero.

Ademas, se pedian donativos para socorrer a los emigrados y se elaboraron listas tanto de los donantes como de aquellos que se habfan negado a contribuir. En 1821 se aument6 el impuesto sobre el cacao a un peso por cada fanega que se introdujese an la isla para socorrer las tamilias de los

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Su volumen numenco, su concentracion en areas y su cohesion, su acaparamiento de empleos publicos y los impuestos para socorrerlos determinaron el rechazo de estos inmigrantes. En 1822 el gobierno decide que no puede ofrecer mas ayuda economica a estos emigrados y se comienzan las gestiones para recaudar fondos para trasladarlos a Espana, a puntos leales de Costa Firme o a la Habana. Desde el momento en que fueren avisados para el embarque dejarian de disfrutar la pension , aunque no aprovecharan la oportunidad de traslado . No sabemos cuantos exilados yen particular mujeres se fueron de Puerto Rico debido a esta medida pues la unica evidencia son algunos casos particulares. Inclusive se han encontrado solicitudes de ayuda economica posteriores a esta orden . lgualmente hay evidencia de exiladas que se dedican a labrar la tierra, a vender dulces y comida ya diversas artesanias. To(io esto puede hacernos sospechar que la mayoria de estas mujeres se incorpor~ron permanentemente a la sociedad puertorriquena. Hemos visto pues. que el rol de la mujer espanola en la conquista y colonizac ion de la isla fue de suma importancia en el establecimiento del dom inio espanol y que nuestra historiografia debe incluirla, junto con la Iglesia y la Espada, como un elemento esencial al exitoso dominio de Espana en toda la America . Esa mujer espanola , y su descendencia en la isla , formo el elemento criollo que por siglos vivio de la agricultura de subsistencia y el comercio de contrabando , aportando luego sus fuerzas en el siglo 19 como empleada domestica y trabajadora agricola . En la corriente inmigratoria de principios del siglo 19 encontramos mujeres hacendadas que impulsaron la agricultura comercial, asi como artesanas y trabajadoras de diversa indole. La aportacion de estas mujeres, que comenzaron a llegar desde los comienzos de la conquista , al ser y quehacer de Puerto Rico, esta practicamente ausente en nuestra historiografia. Vaya a ellas nuestro reconocimiento . FUENTES CIT ADAS De Hostos, Adolfo, HISTORIA DE SAN JUAN, CIUDAD MURADA. (San Juan , 1966) Gomez Acevedo , Labor . Organizaci6n y Reglamentaci6n del Trabajo en el Puerto Rico del Siglo XIX.(San Juan, 1970) Konetzke, Richard. " Emigraci6n de Mujeres Espai'\olas a la America durante la epoca Colonial", en Revista Internacional de Soclologia, Ai'\o 111, num . 9, 1945. p. 123 - 150. Marazzi , Rosa Santiago. " El lmpacto de la inmigraci6n a Puerto Rico, 1800 - 1830: Analisis Estadistico" , en Revlsta de Clencias Sociales, Vol. XVIII, marzo-junio , 1974 , Nums. 1-2, pags . 1-42. Ots Capdequi , Jose Maria . El sexo como clrcunstancia modlflcatlva de la capacidad juridlca en nuestra Legl1laci6n de lndlas. (Madrid , 1930) Wrigley, E.A. Hlstorla y Poblaclon: lntroducclon a la demografia hl1t6rica. (Madrid, 1969). De Hostos, Adolfo, Hlstorla de San Juan, Clydad Murada. (San Juan , 1966).

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TRAS EL MUNDILLO DE LA AGUJA

Lydia Milagros Gonzalez*

La vieja foto de la gentil costurera que poso en el 1903 para algun fotografo , probablemente uno de aquellos norteamericanos que llegaron con la Invasion a in ventariar el pars, provoco mi curiosidad sobre las mujeres que, como ella , fueron el motor de la lndustria de la Aguja en Puerto Rico . En la confusion que actualmente hay sobre esta industria , he identif icado visiones y sent imientos muy variados sobre lo que esta represento. Por un lado existe una nostalgia por las bellezas que se producran , pero tambien existe lo que no se quiere recordar: la miseria de los anos en que tuvo su dudoso reinado esta industria y la explotacion que la acompaM. Esta industria lleg6 a ser la segunda en importancia en el pa rs durante la decada del treinta y tuvo su centro en Mayaguez. A pesar de este impresionante hecho, la industria que nunca fue de aqur, solo dej6 a sus explotadas obreras, un recuerdo orgulloso de sus propias habilidades , a la ciudad un vago sentido de su valfa y un dudoso sabor de triunfo a las mas briosas de sus talleristas . No fue hasta anos recientes que pude cobrar consciencia de lo que significaban aquellos relatos que le or decir a mi madre, mi abuela y otras mujeres de fami lias diferentfsimas, las cuales habran logrado sobrevivir trabajando en esta in dustria, precisamente en Mayaguez. Fue impresionante percatarme como aquellas narraciones que escuchaba como si fueran literatura, cuyo realismo dependra para mr de la elocuencia de las palabras repetidas en recurrentes ritos de recordacion , ahora formaban parte de la historia de mi pars. Este mundo del trabajo donde las mujeres han sido las protagonistas y que todavra permanece en las sombras , es parte de la historia mayor de los trabajadores y trabajadoras puertorriquenas. Ademas de militares e inversionistas , con la lnvasi6n norteamericana del '98 llegaron algunas extranjeras emprendedoras . Entre las ya identificadas, llego una tal Mrs. Miller (americana) y otra francesa que se percataron habra numerosrsimas mujeres diestras en todas las labores de la aguja. Comenzaron a comprar " preciosidades " elaboradas aqur, para revenderlas en Estados Unidos a grandes tiendas como " Sacks ", " Macy's ", " Juana Makers ", " B'Altman 's ", etc. Fungran ellas como intermediarias entre las productoras puertorriquenas (mujeres de todos los sectores sociales que hacran estas labores en sus hogares, sobre todo en las zonas urbanas) y los grandes comercios de ropa en Estados Unidos.

Cientista social puertorriquei'la ; coordinadora de publicac iones de CEREP, San Juan de Puerto Rico; autora de multiples trabajos cientfficos y artlcu los.

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Estos inicios , aunque exitosos, no presagiaban jamas lo que esta industria provocaria pocos anos despues. Los primeros talleres fueron en su mayoria , como seguirian siendo en pleno apogeo de la industria, los hogares mismos de los talleris tas e intermediarias, transformados en centres de trabajo. Un numero muy reducido de trabajadoras (entre tres a cinco) venian a diario a elaborar unas finas piezas bordadas y caladas , hechas a mano de principio a fin. Vale decir, era una producci6n artesanal. Se les pagaba por cada pieza o por docena confeccionada . La producci6n era pequena e iba directamente al mercado de las grandes tiendas de Estados Unidos donde eran vendidas como objetos de lujo. Esta etapa debi6 durar muy pocos anos, pues en el primer censo que hace el Negociado del Trabajo en el 1910, cuantifica (con cierta imprecision a nuestro juicio) una docena de talleres de costura con unas 17 costureras. Sin embargo, " algo " ya se venia cuajando , pues en el 1909 el Departamento de lnstrucci6n Publica habia iniciado cursos encaminados a ensenarles las artes de la aguja a las ninas puertorriquenas . Casa que se hacia desde tiempos de Espana , pero fuera del sistema formal de educaci6n . Para estos cursos , sospechosamente , se habia seleccionado el curriculo que se usaba en Filadelf ia, ciudad donde habia importantes nucleos de consumidores de estos productos . Para el 1915 tenemos informes de que el Departamento de lnstrucci6n habia establecido vinculo con una gran casa norteamericana. Esta enviaria aca ropa interior para bordar a mano, que las estudiantes confeccionarian durante sus cursos de costura . LAS MAESTRAS "AMERICANAS" HACIAN NEGOCIOS Una senora mayor, me relat6 sus experiencias siendo una ninita estudiante en Adjuntas. Calculamos esto ocurrirfa para el 1917. Ella estaba en septimo u octavo grado en una escuelita de campo. Recordaba con enorme claridad c6mo la maestra de economfa domestica, una " americana ", trafa piezas para bordar en las clases de labores . Las mamas de las estudiantes tenfan que ayudarlas a terminar la tarea para poder el las quedar bien con la maestra y entregar a tiempo el trabajo. Se dec fa que la americana tenfa negocios y embarcaba las piezas ya hechas para Estados Unidos. Note que al contarme esta pequena historia sinti6 un gran alivio al constatar que estos sucesos tenian su importancia. Eran, por asi decirlo, pequenas puntadas de enlace de una gran historia sobre la explotaci6n del trabajo que hasta ahora habfa quedado fragmentada en recuerdos y cuentos . Oicho directa y escuetamente, el Departamento de lnstrucci6n Publica en Puerto Rico colabor6 en el adiestramiento de lo que serfa la mano de obra de esta industria. Esto quizas no serfa tan grave sino fuera porque lleg6 a ser la industria de mayor explotaci6n que ha conocido nuestra historia. El sistema e$C0lar contribuy6 ademas a darle un viso de respetabilidad a la pla• nificaci6n de la futura explotaci6n. En 1919 un tal D.E. Siecher abri6 en Ponce, Mayaguez y Caguas varias "escuelas" de bordado, calado y costura. D.E. Siecher & Co. , Inc. era un manufacturero norteamericano con un capital de $1 ,075,000. El ano de su llegada a Puerto Rico (1919), y su definici6n : manufacturero, nos dan la clave para entender lo que va a suceder en la fase que vamos a describir. lOue hacfa un industrialista norteamericano de esa magnitud montando generosamente " escuelas " para las pobres ni nas puertorriquenas? LAS NINAS EN LA INDUSTRIA Para el 1913, segun estadfsticas del propio Departamento, 13,502 ninas habfan sido adiestradas en unos 63 municipios y para el 1926 la cifra llegaba a los 26,275. Segun constataron dos de las entrevistadas era muy comun que una de estas muje-

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res ya adiestradas en labores pasara sus conocimientos a otras , que como ellas, querian ganarse algo bordando y calando para la industria. Asi se seguia multiplicando la mano de obra , pero ahora seran las zonas rurales las que proveeran las tra bajadoras a domicilio sobretodo. En el 1918 el Negociado del Trabaj o cuantific6 con mas rigor, que habia encontrado funcionando 136 talleres de costura donde trabajaban muchas mas de las 489 costureras entrevistadas por estos. Encuentran ademas , queen Mayaguez ha bia cuatro talleres de bordado que emp leaban un promedio de 1,000 trabajadoras . En Ponce habia dos talleres con unas 1,400 trabajadoras . En San Juan , instituciones religiosas habian creado una red de unas 200 trabajadoras a domicilio. lOue habia sucedido? Se habia pasado de la primera fase artesanal de poca producci6n , venta directa a las grandes tiendas de Estados Unidos , mayor aportaci6n arlistica de las trabajadoras al diseno y confecci6n de las piezas, a otra fase. Veamos. LA NUEVA FASE. __ PRODUCCION EN MASA En la segunda fase del desarrollo de esta industria se producira en masa, con una mayor division de trabajo. Seran grandes industrialistas o manufactureros los generadores de la producci6n y no las tiendas o establecimientos comerciales. Pero seguira siendo una producci6n hecha total o parcialmente a mano, al igual que lo era en la etapa anterior. La mano de obra sera principalmente la de mujeres en sus casas y no la de obreras en fabricas o talleres. De hecho, el promedio de traba jadoras en talleres nunca fue mayor de 6,000 durante los 20 anos de auge de esta in dustria. A unas ya otras se le pagara por pieza, docena o por tarea , nose Jes pagara un salario regular basado en horas de trabajo. Las intermediarias, que en estos anos (1918-1939) se multiplicaran , seguiran rindiendo una funci6n clave en la estructura . La demanda para producci6n se originara en Estados Unidos y su mercado sera exclusivamente alla. Desde alla tambien seran determinadas cantidades , estilos, precios , materiales a usarse, etc. Los grandes fabricantes sol Ian enviar las piezas ya cortadas (blusas, trajecitos de bebe, etc.) con el diseno impreso, los hilos y las instrucciones de colores a usarse. Los grandes talleristas (o super intermediarias entre Puerto Rico y Estados Unidos) reciblan aca las cajas con piezas semi-elaboradas. Del taller se distribulan a las comisionistas . Estas eran mujeres que vivlan en las barriadas de los pueblos o en los campos . Sus casas se volvlan otros centres de distribuci6n a donde iban millares de mujeres a buscar docenas de estas o aquellas piezas que elaborarlan en sus casas . El trabajo a domicilio fue el que sostuvo a esta industria: y con la mujer bordadora, costurera o caladora trabajaban los hijos y el marido a veces .. La trabajadora a domicilio debla devolver a la comisionista el trabajo que se habla llevado, al tiempo convenido. La 9omisionista las llevaba devueltas al gran taller donde le pagaban. Ella tomaba un porciento por su trabajo y repartla el resto entre las trabajadoras a domicilio. Hubo ocasiones en que el porciento lo decidla la comisionista , en otras ya estaba determinado y era fijo. La impresi6n es que este sistema produjo muchas injusticias en un sistema ya lleno de ellas. En el gran taller las piezas eran recibidas, lavadas, planchadas, empaquetadas y enviadas de regreso a Estados Unidos . En algunos talleres tambien se bordaba, pero este trabajo casi siempre lo haclan las trabajadoras a domicilio. De Estados Uni dos se le enviaba a las superintermediarias o talleristas, los pagos por el trabajo total, del cual el las (o ellos) deduclan su porciento. Durante los anos '20 y '30 esta "industria" aument6 su producci6n de modo continue. Acompan6 este crecimiento, el aumento en el empleo de la mano de obra 168

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domiciliaria que a su vez recibla pagos cada vez mas bajos por su labor, realizando cada vez mayores cantidades de piezas. Y en jornadas de tiempo mas extensas. La magnitud de esta experiencia es diflcil de medir. Las estadlsticas oficiales nunca reflejaban la realidad que todos conoclan . En el 1929, por ejemplo, el Negociado del Trabajo dice que hay 36,000 trabajadoras a domicilio. Sin embargo, tambien alega que ocho de cada diez hogares en la rural fay de doce en la ciudad, eran "talleres clandestinos ". El Censo cuantifica 49,714 trabajadoras a domicilio para el 1935, cifra que tampoco corresponde a la realidad pues como esta consignado en libros, entrevistas, artfculos yen la tradici6n oral, toda la familia trabajaba ayudando a la mama o a la mujer de la casa. De modo que si s6Io le anadieramos una ayudante por cada trabajadora identificada en el censo, la cifra sobrepasarfa la 100,000. Y fue en la rural la donde prolifer6 el trabajo a domicilio. NO GANABAMOS LO SUFICIENTE PARA COMER " No ganabamos lo suficiente para comer" forma parte del elocuente testimonio de un hombre, Juan Saez Corales, conocido lfder obrero, sobre su experiencia en estos anos que trabaj6 ayudando a su mama en las labores de aguja para la industria , contaba que ... : "En los anos de 1928 al 1932, la crisis econ6mica dej6 sentir su fuerza devastadora. Escase6 el trabajo. No se encontraba d6nde ganar una peseta. En mi pueblo, todos los trabajadores estaban mal , econ6micamente. La mayor parte de la familia recurrlan al trabajo de la aguja, como medio para subsistir. Estaba en moda el trabajo de la aguja a domicilio. Mi familia, tambien , tuvo que recurrir al trabajo de la aguja. " Mi madre, mi padre, todos mis hermanos y yo, nos pasabamos todos el dla, y parte de la noche, bordando panuelos y bordando blusas. Fue entonces que yo aprendl, mas graficamente, lo dura que es la explotaci6n a que estamos sometidos los pobres. Toda mi familia trabajaba dla y noche, pero no ganabamos lo suficiente para comer tres veces al dla. A veces ni siquiera podlamos gastarnos ese lujo. El cafe prieto y el pan viejo eran el (mico refugio que nos quedaba. Dentro de esa situaci6n, era natural que las enfermedades se cebaran en la miseria. Las mil enfermedades, que producen el hambre y la miseria, cayeron sobre los pobres. En mi familia el balance fue desastroso. Toda la familia enferm6. Mi hermanita menor, de apenas tres anos muri6. Siempre he creldo que su muerte la ocasion6 el debilitamiento flsico causado por el hambre". EL TRABAJO A DOMICILIO ... LA MIGAJA DE LA iPOBRE CAMPESINA! El estudio publicado en el 1934 por Caroline Manning concluye que el promedio por hora de trabajo era de 2 centavos para la trabajadora a domicilio y de 4 centavos para la trabajadora en el taller. Esto nos da una idea clara de la magnitud de fa explotaci6n. Visite y converse con muchas mujeres que, como las de mi familia, hablan vivido aquellos terribles a nos de los '20 y los '30. Una a una les pregunte sus experiencias, sentires; les pedl compartieran conmigo la comprensi6n que tenlan de lo vivido. Toda esa experiencia esta llena de infinitas contradicciones. La mas sorprendente es , quizas, la fragmentaci6n que esta estructura de producci6n promovla, muchas de las trabajadoras no s6Io no velan la realidad de su propia explotaci6n, sino que no velan a las otras. 01 repetir en varias ocasiones que la desgracia de esa industria fueron las huelgas, que en sus demandas echaron la industria de aqul. Este artfculo hoy pretende redimir a las miles de trabajadoras que sf comenzaron a

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identificar su explotaci6n y lucharon por hacer la vida para todas un poco mas justa y digna. La pobreza era tan general en Puerto Rico que muchas me aseguraban queen aquellos tiempos no vefan su propia situaci6n como algo particular. A su alrededor todos eran igualmente explotados. Y peor aun, no habfa otras alternativas para nadie. Para las trabajadoras a domicilio en los campos la idea de protestar, irse a paros, demandar mejor paga eran actitudes totalmente ajenas a el las por ser mujeres y por ser de "clase humilde " segun me comentaban las entrevistadas . No obstante, no era nada facil entender los cambios que estaban ocurriendo. Aunque ya para la primera fase de esta producci6n se generaliz6 la comercializaci6n de las piezas, el hecho real es que el grueso de la producci6n siempre se hizo por las trabajadoras en sus casas , y continu6 siendo asf aun en esta fase de producci6n en masa. No s61o trabajaron metidas en sus casas las " trabajadoras a domicilio ", sino tambien muchas de las " obreras " en los llamados " talleres ". Muchos de estos talleres , posiblemente la mayorfa, eran los hogares de las duenas o talleris tas , transformados parcialmente en centros de trabajo. El espacio de trabajo sigui6 siendo una casa. De hecho, los talleres grandes en edificios industriales fueron pocos. En los pequenos y medianos talleres prevaleci6 un numero limitado de trabajadoras. Las relaciones entre las "trabajadoras y duenas " se prestaban a confusiones . Los datos hasta ahora recopilados tienden a confirmar que la mayorfa de las " duenas de taller " (grandes, pequenos o medianos) y " comisionista " provenfan de sectores medios (pequenos propietarios, artesanos, pequenos comerciantes) e incluso de los mismos sectores trabajadores. Generalmente tenlan en comun el pueblo, barrio o campo donde vivlan y compartlan muchas de las mismas actividades sociales y culturales . Ten fan , pues, una antigua relaci6n de amistad, vecindad e incluso a veces, familiar. Al tornarse una de ellas en " duena de taller " o " comisionista " la relaci6n no cambi6 de inmediato dentro de ese marco. A la vez, estas relaciones permitlan que se activaran actitudes asentadas largamente en la cultura. Era comun para la nueva " patrona " asumir una posici6n " maternalista" con sus trabajadoras queen no pocas ocasiones llamaron " hijas ". A tono con las ideas dominantes de la epoca la patrona le " hacla un favor al darle trabajo a alguien ". Lo cual era " agradecido " por la trabajadora seleccionada. Todavla el trabajo no era concebido como un derecho en la mente de los hombres y mujeres. Fue precisamente en los grandes talleres donde las relaciones obreros-patronales estaban menos escondidas que irrumpieron las primeras protestas de las mujeres que trabajaban planchando, lavando, empaquetando, para la curva de los anos treinta. lQUIEN ES EL EXPLOTADOR? Para la trabajadora a domicilio, quienes representaron numericamente la fuerza de trabajo mas importante de esta " industria ", las ralces de su explotaci6n siempre quedaron nubladas entre las paredes de su humilde hogar. Aislada en su casa, todos los dfas se sentaba a repartir el pan de la explotaci6n entre sus hijos, marido y hermanos. Y todos comfan de el porque no habfa otra alternativa. Los ninos lloraban porque no podlan irse a jugar. Las tareas eran largas , mecanicas y cansonas. El lnforme Manning senala que el promedio de horas trabajadas por las mujeres en sus casas era de ocho (8) a diez (10) horas diarias . Pero, nose ha llegado a cuantificar las horas que invirtieron los miles de " ayudantes " que, junto a la mujer identificada como trabajadora, confeccionaron las millones de piezas que tornaron 170

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esta industria en un ex ito econ6mico para los industrial istas norteamericanos . Para ellas y sus fam il iares nunca hubo la conciencia de que esa labor realizada en las mas duras condiciones (no era extrano trabajar a la luz de un qu inque durante la noche, o sentados en el piso) era la base de toda una rica producci6n , pues el hecho de que se vendia fuera (en Estados Unidos) y que la conex i6n inmediata era usual mente una comisionista de los sectores trabajadores o medics, (que tampoco se enriqueci6 en su tarea de intermediaria menor) hacia diffcil percatarse del valor que tenfa su trabajo. Este es s61o uno de los aspectos de la invisibilidad de esta industria donde no era fac il ni siqu iera ir a protestar al industrialista (que tomaba todas las decisiones) por las malas condiciones de trabajo y las pagas de miserias, pues el verdadero due no estaba en Estados Unidos, vale decir fuera de todo posible dialogo. LAS HUELGAS A partir del ano 1931 en adelante esta " industria " se vera azotada por una ola huelgaria que tuvo su momenta mas fuerte en el 1933, logrando paralizar la industria muy temporeramente. Es interesante anotar que durante este periodo de crisis , la producci6n apenas se vio afectada y cont inu6 su crecimiento (1932 -

$11 ,989,532 / 1933 - $11 ,994,945 / 1934 - $14,814,139). ' El hecho real de que el grueso de la producci6n se realizaba fuera de los talleres queda aqui bastante claro. No obstante es interesante ver c6mo en esta si tuaci6n de extrema fragilidad para las trabajadoras en grandes talleres , estas acosadas por la miseria, deciden detener la industria y se van a huelga. Tambien es significativo anotar que algunos otros talleres se fueron a huelga en solidaridad. Estamos pues ante el surgimiento de una consciencia de su propia explotaci6n y de la necesidad de luchar y organizarse para cambiar lo injusto de la vida . Las voces de las mujeres que participaron activamente en estas huelgas, estan aun por oirse. (Agradecerfa cualquier informaci6n que me permitiera entrevistarlas como parte de este trabajo de investigac i6n aun inconcluso). No obstante hay que aclarar que al ir desapareciendo este modo de producci6n (finales de la decada -1939-) la industria de la aguja pasara por una transformaci6n que hara de ella, en los anos venideros (1940-1950), una industria importantfsima en la economia del pars. Entre aquella lndustria de la Aguja y la mas contemporanea hay diferencias muy marcadas aun por investigarse; pero uno de los factores que ayudan al olvido de aquellas primeras epocas de la industria es precisamente que los cambios ocurridos no parecen tuvieron su genesis en esa pasada industria. Todo esto ha ayudado a la fragmentaci6n del recuerdo, tan diverse este como fueron las experiencias mismas de las trabajadoras a domicilio, talleristas de gran o mediana envergadura , comisionistas y obreras en talleres . _Este artfculo pretende comenzar a hilvanar estos recuerdos dentro del analisis hist6rico.

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BIBLIOGRAFIA Annual Report of the Governor of Puerto Rico (1911 -1935) lnforme Anual del Negociado del Trabajo (1912-1916) lnforme Anual del Departamento del Trabajo (1919-1929) lnforme Anual del Comisionado del Trabajo (1930-1936) Census of the United States No. 14 (enero 1ro . de 1920) No. 15 (1930) Descartes, Sol Luis. Basic Statistics on Puerto Rico. Quintero Rivera , A.G. , Lucha Obrera , CEREP, 1971 . Manning , Caroline. The Employment of Women in Puerto Rico, Women 's Bureau , E.E.U.U., 1934. Entrevista a Laura Cordero Longo, 19 de agosto de 1982, Adjuntas.

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LAS TRABAJADORAS DEL T ABACO EN UTUADO, PUERTO RICO, SEGUN EL CENSO DE 1910* Fernando Pico**

La entrada en fuerza de la mujer al mundo del trabajo asalariado en Puerto Rico coincide con el desarrollo de las grandes inversiones de capital en la elaboraci6n del tabaco a principios del siglo 20. En la sociedad decimon6nica, con una anemica circulaci6n de dinero, rala urbanizaci6n, poca mecanizaci6n , dificil alfabetizaci6n, y malas comunicaciones ,1 la mujer trabaja, pero ni en la estancia familiar, ni en la hacienda o finca en la que se encuentra como agregada o arrendataria se le reconoce caracter asalariado fijo a ese trabajo. El cambio en las formas de remunerar el trabajo a principios del siglo 20, sin embargo, no alter6 de manera significativa la subordinaci6n secular de la mujer puertorriquena en el trabajo. Pero la concentraci6n de mujeres en talleres y los habitos alli creados por las luchas revindicativas y por las formas cotidianas de afirmar sus aspiraciones, posibilitaron sus eventuales tomas de conciencia y su lento as censo en las jerarquias del trabajo asalariado. Los inicios de ese proceso pueden arrojar alguna luz sobre la naturaleza de la lucha de la mujer por la igualdad en el trabajo . Tomamos aqui por ejemplo el caso de las trabajadoras de Utuado, municipio en el centro de Puerto Rico, el mas importante productor de cafe en las ultimas dos decadas del siglo 19, y el segundo muni cipio en cantidad de poblaci6n en la isla segun los censos de 1887 y 1899. 2 La grave crisis del cafe puertorriqueno en el 1899-1900 indujo a la busqueda de fuentes alternas de ingreso. Los agricultores, aprovechando las oportunidades que abrian las corporaciones de tabaco, sembraron parte de sus terrenos en ese cosecho de rapido crecimiento . La relativa abundancia de tabaco en Utuado, y las destrezas ad quiridas en la preparaci6n de cigarros por una larga tradici6n de elaborac i6n domestica, foment6 ei establecim ien to de talleres tabaqueros en la ciudad de Utuado. Hasta 1900, en los documentos administrativos y notariales que hacen posible historiar a Utuado, hablan mayormente los hombres. Las mujeres aparecen en los censos , en quehaceres domesticos " propios de su sexo "; en los registros parro•

Ponencia en el XV II Congreso de la Asoc iaci6n de Historiadores del Cari be.

• • Catedratico de Historia, Universidad de Puerto Rico. 1

Ver Gervasio L. Garcia , Primeros fermentos de organizaci6n obrera en Puerto Rico, 18731898, Cuadernos Cerep 1 (Rio Piedras: 1974).

2

Archivo General de Puerto Rico (AGPR), Censo General de 1887; War Department Census of Porto Rico 1899 (Wash in gton , D.C., 1900). '

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quiales, casandose , dando a luz, muriendo; en los testamentos , en las tristes escrituras hipotecarias de viudas , en los otorgamientos de poder para que otros administren sus bienes, tramiten sus derechos de herencia, las representen en transacciones . Segun ese tipo de documentac i6n , son poquisimas las mujeres de Utuado que dirigen sus propias tiendas , fincas y negocios . La documentaci6n administrati va tiende a reforzar la vision de la mujer pasiva en la sociedad agraria puertorriquena del siglo 19. Es cuando uno se torna a la documentaci6n de naturaleza contenciosa que uno descubre las mujeres que dirigen sus propios asuntos: Maria del Rosario , la esclava timada queen los 1820 recurre al QQbernador para reclamar el importe de su coartaci6n ;3 Marfa del Carmen , otra esclava en busqueda de sus derechos, quien logra la adjudicaci6n de los intereses devengados por el valor de an imales que dej6 en poder de su antigua ama, y asf logra su libertad ;4 Estebania Marin , quien escapade la casa de su padre propietario para casarse con el violinista jornalero que ama; su solicitud de que el gobernador supla la patria potestad y autorice su matrimonio es exitosa.5 Estos casos son excepc ionales . Yes que la mujer utuadena del siglo 19, al no tener acceso propio e independiente al mundo del trabajo, carece de los medios para disponer de su propia vida. Cuando es propietaria, por lo general no administra sus bienes; cuando es trabajadora , no liquida por cuenta propia la remuneraci6n de sus faenas . La mujer asalariada es relativamente rara en el Utuado del siglo 19. No hay duda alguna de que la mujer compartfa las faenas agricolas con su padre, esposa, hermano o hijo, tanto en las talas de arroz y de tabaco como en los cafetales y los escasos canaverales del territorio utuadeno. Es innegable tambien que un numero de lavanderas, cocineras, planchadoras y costureras aparecen en los censos del pueblo en el siglo 19. 6 Pero hasta 1900 la mujer trabajadora utuadena por lo general no es una asalariada. Cuando trabaja en tareas agricolas rutinarias es usualmente parte de la mano de obra familiar que explota una pequena finca ,7 o agregada o arrendataria en una gran propiedad . En la cosecha del cafe yen los desyerbos de talas de arroz o tabaco se engloba su remuneraci6n con la de los demas componentes de la familia .8 Cuando trabaja en la zona urbana, todavia pequena en el Utuado de 1890, se le paga por tarea o recibe parte de su compensaci6n en alojamiento y comida. Son los talleres de tabaco, a partir de 1900, que introducen a plena luz en la historia de Utuado ese nuevo personaje, la mujer asalariada, quien se vincula de forma

AGPR Fondo de Gobernadores Espanoles de Puerto Rico (FGEPR), Utuado, caja 595, " Utuado Govierno politico 1820 Reclamac ion de Maria del Rosario esclava de D. Jose Mato contra D. Marcos Collazo " . 4 Ibid., Esclavos , caja 69, expediente, sin titulo, de la esclava Carmen , 1862; Protocolos Nota ri ales , Utuado, Osvaldo Alfonzo, 1862, 346 r-v. 5 FGEPR, caja 145, Matrimon ios, " O. Hermeneg ildo Roman pide licencia para casarse con Da. Estebania Marin " (1860). s En la estad lstica de 1876 de Utuado, por ejemplo, hay 209 cocineras en todo el municipio , 90 lavanderas y planchadoras , y 50 costureras (AGPR , Fondo Mun icipal de Utuado (FMU), caja provisional 10, " Ano de 1876 Estados estadisticos formados por fin del ano espresado ", 7 r. 7 Ver F. Pic6, Amargo cafe (Rio Piedras: 1981 ), capitulo 4. a " El cafe recogido por la esposa y los hijos se incluye_en lo recog ido_por el marido o padre " (Gobierno de Puerto Rico, Departamento de !rabaJo, Benef_1cenc_1a_ y Correcc16n , Negociado del Trabajo, lnforme Especial del Negoc1ado del TrabaJo DlngIdo a la Asamblea Legislativa de Puerto Rico. Diciembre 16, 1912. (San Juan: 1913), 25.

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estable a un centre de trabajo y recibe una paga regular por tareas fabriles dentro de un horario fijo , sin aportar materiales o instrumentos .

Historia de Delfina Pero no comencemos con abstracciones , sino con una tabaquera de came y hueso. Una carta , preservada en un expediente judicial del 1902, de Delfina, una tabaquera utuadei'\a, nos puede servir de introducci6n a aquel nuevo mundo de las asalariadas. Ella recien se ha ido a San Juan y le escribe a su amante , Jose, en Utuado: Ouerid isimo Jose por la tu Ila se que gosas de salud de lo que me alegro infin ito yo estoy argo enferma a Dios grasia Querido mio me dises en la tu Ila que estas enterado de aberme visto en la cal le tiene rason quien te lo dijo pues tu debes comprender que yo tengo que buscar la mantension mia y de mi hijo, yo estoy en la fabrica de tabaco trabajando para mantenerme yo gano bien poco pues lo que gano no son masque 2 riales que con eso nos mantenemos yo y mi hijo sin nesedida que tu te sacrifiques en nada. Yo te supl ique bengas lo mas pronto posible pues debes comprender que Ila asen 2 meses que yo bine de allay todab ia tu que me dij iste que ibas a benir pronto y no as benido pues lo mismo que puedes ganar aya lo puedes ganar a qui si es berda que tu me quieres contestame una cosa u otra antes pues estoy desesperada por berte lo que quien sabe no te pasara a ti por que el carino que yo te tengo es mucho mayor que el que tu me tienes a mi pues yo no veo la ora de estrecharme entre mis brazos (Dios) quiera pronto pues tu dizes que para noche buena y yo qu isiera fuera antes. Sin mas nada recibes recuerdos de toda mi familia y tu resibes el berdadero carino que te profeza tu Delfina . . .9 Varies elementos se desprenden del texto . Delf ina debe just ificar el que este " en la calle " : " tu debes comprender que yo tengo que buscar la mantension mia y de mi hijo ". Esta consciente , sin embargo, de que gana " bien poco ", 2 reales de jornal (25 centavos de d6Iar), pero eso basta para subsistir. No es , por lo tanto , para que se sacrifique " en nada " por ella que Delfina apremia a Jose a que venga a San Juan. En cuanto al trabajo de el , le asegura que " lo mismo que puedes ganar aya lo puedes ganar a qui " . La carta por un lado recalca la autosuficiencia econ6mica de ella , y por otro lado reitera su amor. La tabaquera quiere que la relaci6n subsista , no por alguna obligaci6n que su amante haya contraido con ella -no hay ninguna referencia explfcita a la paternidad del hijo- sino por la pas i6n que ella ya sospecha sea mas fuerte en ella queen el. Esta carta y otra subsiguiente de Delfina que se conserva en el mismo expediente jud icial ,10 nos delinean una mujer con cierta independencia de acci6n que todavfa no cod if ica en terminos nuevos su nueva posici6n econ6mica. Conoce tanto lo que se espera de ella en la concepci6n de su amante utuadefio como lo que puede lograr por su cuenta en el mundo del trabajo asalariado. Pero mientras Delfina trabaja en San Juan, Jose se ha casado en Utuado con Marfa. Las cartas de Delf ina son interceptadas por la esposa , quien los acusa a ambos del delito de adulterio. Ambos son encarcelados. En corte , Jose se justifica; declara que " la individua " Delfina hace 5 meses se march6 para San Juan donde tiene sus famil iares , y desde entonces dej6 de llevar relaciones amorosas con el ex-

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AGPR, Fondo Tribuna l Superior de Arecibo, Serie Civi l, Utuado, caja 272, " Sumario num. 135 Juzgado de Paz de Utuado Denunciante Maria de la Rosa Acusados Jose Villanueva Delfina Delgado Deli to Adulterio " (1902), 2 r-3 r. Ibid., 4 r-5 v.

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ponente "Y se dedic6 al trabajo". Que el hace 2 meses contrajo matrimonio con Marla, y que Delfina ignoraba que el se hubiese casado.11 Delfina, quien habla sido detenida en su taller en San Juan , expone por media de su representante legal: Haran tres anos atras, sostuve relaciones amorosas con el joven de Utuado Jose . . . Con este joben vivl, hasta haran unos cinco meses en cuya fecha .. . debido a la caren cia de trabajos, hube de ausentarme para el domici lio de mis padres en San Juan, yes tando all! sin que supiera yo de su vida , me dirigl por carta a el por primera vez y por segunda, supl icandole volviesemos a un irnos, pues sola se me hacia pesada la vida y no habiendo tenido contesta alguna , resolv i olvidarlo todo . . . 12

Es interesante notar cuan central es el trabajo de Delfina tanto en su explicaci6n de los hechos como en la defensa de sf mismo que hace Jose. Para ella la partida hacia San Juan se explioa " debido a la carencia de trabajos " ; para el, al fin de las relaciones amorosas sigue el hecho que Delfina " se dedic6 al trabajo ". Hay todo un mundo de mentalidades sobre el trabajo y las relaciones personales que explorar. Las Mujeres Apremiadas Seg(m el Comisionado del Trabajo de Puerto Rico en el 1912, s61o las mujeres apremiadas por la necesidad econ6mica entraban al mercado de trabajo asalariado: Las j6venes solteras de Puerto Rico no trabajan a menos que se vean obligadas a ello . .. parece que el matrimon io aumenta el numero de trabajadoras en las clases mas pobres, y aquellas que se han visto trabajando de solteras cont inuaran probablemente trabajando despues que se hayan casado. La causa de esto es la de aumentar el matri • monio, las necesidades de la familia y lo insuf iciente de los jornales del marido.13

i,Oue implica entonces ese ingreso en el mundo asalariado del tabaco de la mujer utuadena? En primer lugar, es trabajar ocho o nueve horas diarias, seis dlas a la semana, fuera del hogar, en un lugar con poca ventilaci6n. En un principio, las tareas confiadas a las mujeres en los talleres tabaqueros eran las mas sencillas.14 La remuneraci6n de las mujeres que trabajan en los talleres tabaqueros es mucho menor a la de los hombres. Todavla en 1912 el informe anual del Comisionado del Trabajo asegura que a(m en los casos que se le conflan tareas que conlleven mayor destreza a las mujeres , su paga muchas veces s61o alcanza a la mitad de lo que por la misma labor recibe un hombre.15 El despal illado de tabaco , que constituye la ocupaci6n mayoritaria de las trabajadoras del tabaco utuadenas, podla ser una labor bastante mon6tona. Un manual, redactado en una epoca posterior, cuando las luchas revindicativas hablan logrado precisar las tareas de las despalilladoras, describe a la despalilladora de este modo: Encargada de extraer a mano el palote o vena central de la hoja de tabaco y de clasifi car la misma segun su color, textura y tamano. Generalmente efectua las siguientes ta reas: recibe las tareas o pesadas de tabaco; sacude las gavillas para separar las hojas ; abre y estira las hojas de tabaco y con los dedos rasga el palote o vena central de la hoja para separarlos del resto de la misma; estira y presiona la hoja despalillada con la

11 Ibid., 6 r-v. 12 Ibid., 17 r-v y 19 v. Nose encontr6 causa suficiente para acusar a Josey Delfina. 13 lnforme Especial 1912, 28. 14

Ibid., 34.

1s Ibid.

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palma de la mano para alisarla ; observa las caracterlsticas de la hoja y la clasifica de acuerdo con su color, tamano, calidad y condici6n para capa, capote o tripa , separa las hojas en derecha e izquierda; agrupa las hojas similares o de igual calidad en grupos llamados Ii bros; coloca los libros sobre unas tablas, las cuales entrega al revisador de tabaco despalillado o al recogedor de !areas; entrega la tripa y los palotes a los trabajadores dedicados a la revisi6n y pesado de los mismos.16

La paga era bastante modesta; para 1912, en los talleres mas grandes , seis dias de trabajo , de entre 6 y 9 horas diarias, reportaban de dos a tres dc-lares de semanal, es decir, un promedio entre 40 y 50 centavos de d61ar por dla.17 Aun asi, esta remuneraci6n era el doble de la que podla conseguir una lavandera para el mismo ario. 18 Con gran dificultad , y mediante arduas luchas laborales, las despalilladoras lograron aumentos en sus salarios en las siguientes dos decadas. Hay noticias de varias huelgas de despalilladoras de Utuado por aumento de sueldos . La primera conocida es de 1911. 19 Las condiciones de trabajo por lo general eran adversas a la salud . Segun el informe del Comisionado del Trabajo en el 1912, hay procedim ientos en la preparaci6n de la hoja que hacen necesario el que se mantengan cerradas las ventanas a fin de que permanezca humedo el aire de la habitaci6n y al agitarse y mezclarse el tabaco se levanta un polvo que es altamente perjudicial a la salud y sobre todo a la de los adolescentes que alli se hallen . Hay mucha tuberculosis entre los trabajadores de las fabricas de tabaco .20

Aunque pagaban los sabados, muchos talleres ten fan la costumbre de entregar vales los jueves por lo que llevaban ganado los obreros, " y estos suelen venderlos a los especuladores con un descuento enorme " .21 El trabajo no duraba todo el ario, y en la epoca de enero a junio podian llegar a cerrarse los talleres .22 Un Perfil Colectivo En todo Puerto Rico para 1910 habia 8,002 trabajadores del tabaco, de los cuales 6,473 eran hombres, y 1,529 eran mujeres. 23 Del total de las mujeres , 101 , o un 6.6%, trabajaban en la ciudad de Utuado. Aunque no era el principal centro taba quero de Puerto Rico, Utuado tenia antes del 1900 un historial de trabajo tabaquero domestico yen pequerios talleres urbanos, a los que hay ya alusi6n en la decada de los 1820.24 La legislaci6n de principios del siglo 20, que inhibi6 la manufactura domestica del tabaco, concentr6 la producci6n en los talleres urbanos , que con suma rapidez vinieron a ser la principal fuente de empleo de la ciudad . 16 Gobierno de Puerto Rico, Departamento del Trabajo, Negociado de Estadlst icas del Trabajo , Divisi6n de Analisis de Salarios y Estudios Ocupac ionales , Despalillado de Tabaco, publicaci6n 59, en mime6grafo (San Juan : 1956), p. 5. 17 lnforme Especial 1912, 28, 34 . 1a En 1912 se calculaba que las lavanderas ganaban de $1 a $1 .50 semanales (ibid ., 29). 19 Ibid., 88 . 20 Ibid. , 62 . 21 Ibid. 22 Ibid. Ibid., 26. 24 En 1823 el fumacero Luis de Jesus obtiene licencia del gobernador para casarse con Patrona Andujar. Una de las objeciones al matrimonio que presentaba la mad re de Luis era que como fumacero Luis solo podla ganarse ocasionalmente el jornal de 3 reales , y esto no le daba para mantener un hogar (FGEPR, Matrimonios, caja 143, expediente de Luis de Jesus y Petrona Andujar). La estadlstica de 1876 reporta 70 tabaqueros y cigarrilleros en el municipio de Utuado (FMU 10, " Ano de 1876, Estados estadisticos . . ., 7 r).

23

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Un desglose de los datos censales de las 101 trabajadoras utuadenas del tabaco del 1910 ayuda a precisar el perfil colectivo de esta primera generaci6n de asalariadas utuadenas, predecesoras de las emigrantes a los centros fabriles de decadas posteriores, y a las actuales trabajadoras en Utuado. De las 101 trabajadoras del tabaco que residen en la ciudad de Utuado cuando se hace el censo federal de 1910, 7 son tabaqueras, 4 anilladoras, 1 encanadora, 1 es descrita como obrera en un taller de tabaco, y 88 son despalilladoras. Ninguna de las trabajadoras del tabaco sabe ingles; ninguna es extranjera. Cuarenta y dos de el las viven en domicilios donde el jefe de la familia es var6n , y 59 en casas donde el jefe es mujer. La inmensa mayoria de las trabajadoras deltabaco tienen algun vinculo familiar con el jefe de la casa donde viven: TABLA 1 Relacion con el jefe de la familia de las Trabajadoras del Tabaco residentes en Utuado segun el Censo de 191 O Son jefes de familia el las Esposas Hijas Nueras Hermanas Cunadas Nietas Sobrinas Pensionistas Total

22 14 39 2 8 4 1 10 101

Es interesante constatar la ocupaci6n del jefe de la familia en que hay una trabajadora del tabaco: TABLA 2 Ocupaci6n del Jefe de la Casa en que vive alguna trabajadora del tabaco JEFE MUJER Trabajadoras del tabaco (incluye las 22 que son jefe de familia) Quehaceres de la casa Planchadoras Lavanderas Cocineras Bodegonera Modista Total

JEFE VARON

31 14 6 4 2 1 59

La brad ores 9 Panaderos 6 Trabajadores del tabaco 5 Vendedores ambulantes 4 Carpinteros 2 Peones de casa 2 Carniceros 2 Uno de cada uno de los siguientes: Planchador, bodegonero, albanil, subalguacil , zapatero , cochero, propietario, herrador, mensajero de la escuela, sirviente, agricultor, y ocupaci6n ninguna. Total

178

42

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Aunque 31 trabajadoras viven en casas donde la mu jer-j efe es trabajadora del tabaco, solo 5 viven en casas donde el hombre-jefe es trabajador del tabaco . Es de notar tambien la mayor variedad de ocupaciones acces ibles a los hombres que encabezan domic ili os. Una Comparaci6n con Cocineras, Planchadoras y Lavanderas Para establecer una comparaci6n con otras trabajadoras utuadenas, he seleccionado el grupo de cocineras (101), planchadoras (48) y lavanderas (85), que constituyen los otros grupos numerosos de trabajadoras en la ciudad . Las trabajadoras del tabaco se disti nguen de el las por su juventud, su nivel de escolaridad y por la capacidad de supervivencia de sus hijos. TABLA 3

Resumen comparativo de datos sobre trabajadoras utuadeiias en el Censo de 1910

Cocineras/Planchadoras Lavanderas

Trabajadoras del Tabaco

Menos de 20 anos de edad

21 .7 %

39.6%

Saben leer

14.5 %

32.6%

Son solteras

58.9 %

62.3 %

Hijos nacidos por mujeres en grupo (Total de hijos nacidos entre total de mujeres)

2.69 %

1.68 %

Porciento de supervivenc ia de hijos nacidos (Hijos vivos entre total de hijos nacidos por cien)

45.4%

55 %

La composici6n racial de los grupos es un tanto diferente: el 59.4 % de las cocineras/planchadoras/lavanderas, y el 54.4% de las trabajadoras del tabaco son blancas . Las cocineras/planchadoras/lavanderas estan distribuidas por la ciudad en una proporci6n que se acerca bastante a la de la poblaci6n en general , mientras que las trabajadoras del tabaco se concentran en la parte oeste: TABLA 4

Lugar de residencia de trabajadoras utuadeiias en 1910 segun el censo

Poblaci6n total

Cocineras/Planchadoras Lavanderas

Este de la Ciudad

1283 (38.4 %)

95 (40.5%)

19 (18.8%)

Oeste de la Ciudad

2053 (61.5%)

139 (59.5 %)

82 (81 .2% )

Totales

3336

234

Trabajadoras del tabaco

101

Nata: La plaza publica divide el este del oeste

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Las de Arriba y las de Abajo

Pero las trabajadoras del tabaco en 1910 no eran un grupo homogeneo. Hay una diferencia sustancial entre dos grupos que se distinguen por su lugar de residencial. El vecindario de Cumbre Alta , y sus sectores aledanos el Ensanche y la calle Jesus y Maria alojan a 53 de las 101 trabajadoras del tabaco en 1910. Esa es la zona alta de la ciudad, poblada por inmigrantes del campo, y entonces considerablemente mas pobre que otros sectores de la ciudad de Utuado . Las otras 48 trabajadoras del tabaco se distribuyen por el resto de la ciudad, en las zonas bajas, 19 al este y 39 al oeste de la plaza principal. El contraste entre las trabajadoras de Cumbre Alta-Ensanche-Jesus y Maria (de aqui en adelante CAEJM , aunque " las de arriba " seria mas euf6nico) y el resto de la ciudad es bastante fuerte . La composici6n racial , la edad , el nivel de alfabetizaci6n , el tipo de casa donde viven , y el grado de supervivencia de sus hijos son diferentes en los dos sectores . En la zona baja de la ciudad predominan las blancas, en la zona alta las mulatas: TABLA 5 Composici6n Racial de las Trabajadoras del Tabaco en Utuado, por Zona de Residencia en el Censo de 1910 CAEJM

Resto de la Ciudad

Blancas

18

37

Mulatas

35

9

Negras

0

2

53

48

Total

De las 101 trabajadoras , 45 viven en casas que son propiedad del jefe de la familia, pero de esas, 32 son de CAEJM y solo 13 del resto de la ciudad . En CAEJM las casas, segun se puede apreciar por fotos de la epoca, por ejemplo, las del Album Hist6rico de Utuado, 1967, del Dr. Pedro Hernandez Paraliticci , son de tablas y yaguas. Era mas asequible a un trabajador ser propietario de una de estas casas que obtener una en la zona urbana Ilana.

"Hogar Campesino, montaiias puertorriqueiias".

Orocovis, Matrullas, Puerto Rico (Foto: Irene Sumaza)

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La estructura de los grupos por edades tambien refleja la disparidad de las tra bajadoras segun su zona de residencia : - - - - - -- ·- - - - - -- - - - - - - - - - - - - - -- - - - ~ TABLA 6

Distribuci6n por Edades de las Trabajadoras del Tabaco en Utuado, segun la zona de residencia en 1910

Anos

CAEJM

Hasta 15 16-20 21-25 26-30 31 -35 36-40 41-45 46-50 51-55 56-60 Total

Resto de Utuado

6

2

~

6

12 15

4 2 5

3 5 5

1

1

5 3

2 2

1

1

53

48

La relativa juventud de las trabajadoras de CAEJM resalta en la tabla : 26 de las 53, el 49 % , tiene 20 anos o menos, en comparaci6n con 14 de las 48 en el resto de la ciudad (29 %). Hay una diferencia tambien en cuanto a nivel de escolaridad : solo 10 de las 53 (18.8 % ) en CAEJM saben leer, mientras que 23 de las 48 en el resto de la ciudad (48 % ) leen . De hecho, el contraste es todavia mas dramastico si se aisla Cumbre Alta de sus sectores vecinos ; alli solo i de las 27 trabajadores sabe leer. Tanto en CAEJM como en el resto de la ciudad un 62 % de las trabajadoras del tabaco lo constituyen las solteras. De las 101 trabajadoras , 63 son solteras, 13 son viudas , 17 casadas civilmente y 8 viven en matrimonio consensual. Cuarenta y una de ellas han sido madres y han tenido un total de 170 hijos entre ellas, de los cuales 94 estan vivos en el memento del censo. En los patrones de maternidad hay tambien una diferencia entre CAEJM y el resto de la ciudad de Utuado. Aunque mas j6venes , las trabajadoras de CAEJM incluyen proporcionalmente mas madres en sus rangos que las trabajadoras de la parte baja de la c iudad. Las madres de CAEJM han ten ido el 58.8 % de los hijos nacidos a las trabajadoras del tabaco , y el 64 % de los hijos aun vivos , mientras que las trabajadoras de la zona baja han tenido el 41 .2% de los hijos, y el 36 % de los vivos . La proporci6n de supervivenc ia es mayor pa ra los hijos de estas madres en CAEJM : TABLA 7

Proporci6n de Supervivencia de Hijos de Trabajadoras del Tabaco en Utuado, por Zona de Residencia en 1910

CAEJM Resto de Utuado Total

Hijos nacidos

Hij os aun vi vos

% de supervivencia

100

60

60 %

70

34

48.5%

170

94

55 %

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Esta disparidad quizas pudiera explicarse por la mayor juventud de las trabajadoras de CAEJM (y por consiguiente , de sus hijos), pero pudiera tambien dar pie a interrogantes sobre el tiempo que unas y otras famil ias han estado vinculadas al trabajo del tabaco ya la residencia en la zona urbana, y las consecuencias de estas actividades en la salud de sus hijos . En cuanto al numero de hijos nacidos por madre, la proporci6n no es demasiado diferente entre CAEJ M y el res to de la ciudad de Utuado:

TABLA 8 Numero de Hijos Nacidos a Trabajadoras del Tabaco en Utuado, por Zona de Residencia en 1910

Numero de Hijos Nacidos

Trabajadoras del Tabaco en CAEJM

1a3 4a6 7a9 10 a 12 Total

Trabajadoras del Tabaco en el Resto de la Ciudad

12

9

5

5

4 2

2 2

23

18

Las diferencias entre las trabajadoras del tabaco en los sectores urbanos de CAEJM y el resto de la ciudad deben estar relacionadas al desarrollo mismo del trabajo tabaquero en Utuado, y su capac idad de vincular a la mujer al mercado de trabajo asalariado. Al presente no contamos con mayor informaci6n sobre las etapas de ese desarrollo. Podemos, sin embargo, examinar dos historiales de despalilladoras del tabaco en 1910 para deli near dos itinerarios diferentes de la mujer en ruta al trabajo asalariado. Historia de Dos Familias Hacia 1791 una mujer en Penuelas, en la costa sur de Puerto Rico , Candelaria Ramos , tuvo un hijo, Juan Felipe. 25 Para los 1790 la tasa de nacimientos fuera de matrimonio eclesiasticamente constituido en Puerto Rico todavia era relativamente baja.26 No sabemos mucho mas sobre Candelaria, pero podemos suponer que el hecho de que fuera madre soltera le ocasionaria las dificultades y contratiempos usuales en la epoca. 21 En la decada de los 1840 su hijo, Juan Felipe Ramos, pardo, casado con Pauli na Medina Vazquez, emigr6 de Penuelas a Utuado. Era la epoca dificil de la costa : la F. Pico (ed .), Registro general de jornaleros de Utuado, 1849-50 (Rio Piedras: 1977), num . 90.

25

26 El 15 % de los nii'los bautizados en Utuado en 1793 son hijos naturales, y el 23 % de los bautizados en Rio Piedras en 1799. 27

En 1750 el obispo Antol ino, en su visita pastoral a Arecibo , instruye al Teniente a Guerra a que vigile, y " viendo embarazada alguna muger, o mugeres solteras, pasara dho Juez a hacer aberiguacion de qu ien precede el prenado y asegurandolas en deposito hasta que paran ,_ por que las criaturas no perezcan . _Si fuesen de person as seculares, procedera a lo que hubIese lugar en dro punIendo y castIgando a los factores , y aun a las tales mugeres si allasen ser publ icas pecadoras y que viven de estos infames tratos " (Generoso Morales Munoz (ed .), " Primera Visita Pastoral del Obispo Antolino al Pueblo de la Ribera del Arecibo-1750", Boletin de Historia Puertorriqueiia I (1948-49), 248.

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gran sequia de los 1840 se junt6 con las dificultades que encontraban los precios del azucar en los mercados internacionales para acarrear la ruina y la perdida de la tierra a muchos pequenos propietarios en el area sur de Puerto Rico. Juan Felipe y su familia se asentaron en el pueblo de Utuado, todavia relativamente pequeno, y alli se registr6 el como jornalero en octubre de 1849.28 Trabaj6, aunque no sabemos en que oficio, en el pueblo en la decada de los 1850 y muri6 en el 1860. 29 Su esposa, Paulina Medina, segun el censo de 1860 era parda libre, analfabeta, y dedicada a las tareas domesticas. 30 De sus seis hijos conocidos , el mayor, Juan Bautista, natural tambien de Penuelas, se registr6 como jornalero el mismo dia que su padre, en octubre de 1849.31 Para 1860 su esposa era Cruz Medina Ocasio, dedicada a las tareas domesticas. El era considerado blanco, ella parda libre, y ambos eran analfabetas.32 Cruz debi6 de haber muerto varios anos mas tarde, pues Juan Bautista se cas6 hacia 1870 con Petrona Sanchez. Esta tuvo 9 hijos, de los cuales 3 todavia vivian en 1910. Segun el censo de ese ano, ella e·ra viuda, analfabeta, propietaria de su casa, y se dedicaba a quehaceres domesticos . Vivia en la calle Jesus y Maria.33 En 1873 naci6 su hija Juana Buenaventura (Ventura), quien aprendi6 a leery escribir.34 Para 1910 Ventura era la madre soltera de tres hijos y trabajaba como despalilladora en una fabrica de tabacos. Vivia con su madre. 35 La reconstituci6n de la familia de esta despalilladora del tabaco nos revela que era hija y nieta de jornaleros registrados en tiempos del regimen de la libreta en Puerto Rico, y que todas las mujeres conocidas en su ascendencia habian estado dedicadas a tareas domesticas. En esa trayectoria Ventura Ramos era la primera en estar alfabetizada y la primera en entrar a trabajar como asalariada . En su familia ella no era la primera madre soltera: su bisabuela patrilineal , y probablemente su abuela materna tambien lo fueron. Veamos, en comparaci6n , la familia de la cual procedia otra despalilladora de tabaco, Dolores Albarran . Hacia 1809 Julian Albarran y su esposa Rafaela Maldonado llegan al territorio de Utuado, donde nace su hijo mayor, Juan Manuel. 36 Al parecer, el sitio de asentamiento original de la familia fue en la parte del municipio que en 1815 se constituy6 en el partido de las Adjuntas . Para 1831 Julian Albarran , de Adjuntas , compra una poses i6n en Rio Abajo, sitio del Marney de Utuado, por 290 pesos, de los cuales se debia 249 y 2 reales por el principal y reditos de un censo a favor de las Madres Monjas de la capital. No sabe firmar.37

Ademas del Registro de jornaleros, loc. cit., ver el censo nominal del Pueb lo de Utuado en 1849 (FMU caja 8). 29 FMU , caja provisional 18, Registro de Jornaleros del 1855 al 57, num . 65; Parroquia de San Miguel de Utuado (PMSU), Libro Octavo de Entierros , partida 1079. 30 Ibid. , caja provisional 3, " Isla de Puerto Rico Pueblo de Utuado_, Padron que forma la com isi6n de Estadlstica Municipal de este pueblo de todos los hab1tantes que han pernoctado en su distrito la noche del 25 al 26 de Diciembre de 1860"" , num . 30.

28

31

Registro general 1849-50, num . 91 .

32

" Padr6n ... 1860", loc. cit., nums . 38-39. Decimotercer Censo de Estados Unidos, 1910, Puerto Rico , Utuado, enumerador 221 , hoja 29 b, casa 271 , famil ia 335. PSMU , Libro 18 de Bautismos , BB v, partida 353.

33 34

35 36 37

Decimotercer Censo ... , loc. cit. PSMU , Libro 4 de Bautismos, partida 756. AGPR , Protocolos Nota riales , Utuado, Otros Funcionarios , 1831 , 99 v-101 r, 101 v-104 r.

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Para 1833 Julian Albarran paga impuestos por 80 cuerdas en Rfo Abaja, y para 1842 por 162 cuerdas.38 Ya en la lista de subsidio de 1839 se le titula " don " .39 Guando muri6 en 1843, despues de otorgar testamento (cuyo original se ha perdido), se otrec ieron por su alma 3 misas cantadas , otra al Santfsimo Sacramento, y 9 misas rezadas mas a diterentes advocaciones.40 Don Julian y dona Rafaela , sin pertenecer al sector hegem6nico de Utuado, eran personas acomodadas, y los matrimonios de la mayor parte de sus 13 hijos con miembros de tamilias de med ianos terratenientes de la zona as[ lo atestiguan.41 La trayectoria de dos de esos 13 hijos nos interesa para situar a la despalilladora Dolores Albarran en perspectiva. Juan Manuel, el mayor, cas6 a los 22 anos con su prima segunda dona Francisca Barreiro Rosado,42 hija de una tamilia de medianos terratenientes instalada en el territorio utuadeno desde los 1770.43 Tuvieron al menos 14 hijos, 6 de los cuales murieron antes de los 3 anos.44 En 1845 Juan Manuel Albarran compr6 40 cuerdas en Rio Abaja por 450 pesos a don Jose Marla Mendez. No sabla tirmar.45 En 1858 Juan Manuel Albarran compr6 200 cuerdas en Caguana, lugar del Quemado, a don Jose Ruiz. Al ano siguiente vendi6 su terreno en Rfo Abaja, y en 1867 permut6 el terreno en Caguana por 150 cuerdas en Angeles , para aceptarlo a cambio otra vez en 1869. 46 Todas estas transacciones envuelven terrenos con escasas siembras: s61o 4 de las 16 cuerdas del terreno que Albarran retuvo en Rio Abaja estaban sembradas en 1866, y s61o 13 de las 200 cuerdas en Caguana.47 Juan Manuel Albarran nunca llega a ser llamado " don " en los documentos de la epoca, apesar de que el uso habla venido a ser alga mas liberal queen tiempos de su padre. En cuanto a su esposa, no aparece en documentos posteriores a su matrimonio, a ex cepci6n de las partidas de bautismos, matrimonios y detunciones de sus hijos. Un hermano menor de Juan Manuel , Casiano, cas6 en 1848 con Ramona Andujar, con quien habla venido viviendo. 48 Reconocieron un hijo. Los Andujar en esa epoca hablan venido a menos, coma se decla entonces: hablan perdido las tierras que obtuvieron en el siglo 18, cuando se tund6 Utuado, y apareclan en las listas de pequenos propietarios y de jornaleros de los 1840. No sabemos ubicar a Ramona con mayor precisi6n en el cuadro socioecon6mico; era hija natural de Antonia Andujar, quien no es conocida coma propietaria. Casiano Albarran era propietario en Rfo Abaja, segun alusiones a colindancias

38 39

40 41

42

FMU_. c:;aja provisional 3, Padr6n nominal de propietarios de terrenos, Ai"lo de 1833, 9 r; caja provIsIonal 18, Padr6n . . . de 1842, 8 r. FGEPR, caja 594, " Reparto nominal del subsid io . .. de 1839" , 7 r. PSMU, Libro 5 de Entierros, partida 1175. Ibid., Libro 3 de Matrimonios de Blancos, partidas 11 , 95, 175, 263, 461 , 12, 210; Libro 2 de Matrimonios de Blancos, 125 v, 175 v, 176 v; Libro 3 de Matrimonios lndistintos, partida 297. Ibid., Libro 2 de Matrimonios de Blancos, 92 v.

43

Un hijo de Juan Manuel Barreiro, Francisco, naci6 hacia 1774 (PSMU , lndice del Primer Libro de Bautismos (perdido), 145 v). Juan Manuel Barreiro muri6 en 1781 (Ibid., Libro 1 de Entlerros, 7 r).

44

Ibid., Llbro 5 de Entierros, partidas 215, 290, 1057, 1462; Libro 6 de Entierros 166· Libro 7 de Entierros, partida 415. ' '

45

AGPR, Protocolos Notariales, Utuado, Otros Funcionarios , 1845, 51 r-52 r. Ibid., Protocolos Notariales, Osvaldo Alfonzo, 1865, 200 r; 1867, 97 v-98 r; 1869, 77 r-78 r.

46 47

48

FMU, caja provisional 3, Padr6n de Terrenos de 1866-67, nums . 295 y 787. PSMU, Libro 3 de Matrimonios de Blancos, partida 263.

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con el en escrituras de los 1850 y los 1860, 49 pero no aparece pagando impuestos en los padrones de terreno en el mismo barrio. En 1862 y 1864 compro porciones de terreno en el mismo barrio. No sabra firmar. 50 En 1866 declaro que solo 8 de las 100 cuerdas por las que pago impuestos estaban sembradas.51 De 1867 en adelante Casiano Albarran esta en dificultades economicas, vfctima, sin duda, de la grave crisis que azota al pars ese ano. En 19 de septiembre de 1867 reconoce deber a la sucesion de don Buenaventura Roig 1125 pesos que t iene tomados en ese establecimiento mercantil , y se compromete a hacer pagos anuales hasta el 1870 en cafe o arroz hasta saldar la deuda. Hipoteca para esos fines 127 cuerdas en Rfo Abajo con casa, fincas de cafe y platanos y sus frutos . De el las solo 8 cuerdas corresponden a su herencia paterna; las demas las hubo por compra a tres personas distintas .52 No es extrano constatar que Casiano Albarran no pudo cumplir con los terminos de su obligacion. Poco despues de su escritura de hipoteca paso el huracan San Narciso y unos temblores de tierra sacudieron a la isla por varias semanas . El ano 1868 fue aciago por la crisis fiscal del gobierno insular y la insistencia en cobrar contribuciones atrasadas a los terratenientes. En esas circunstanc ias don Casiano Albarran vende 26 cuerdas de su finca el 24 de marzo de 1868; el 19 de enero de 1869 entrega a sus acreedores 75 cuerdas , yen 5 de noviembre de 1873, 52 cuerdas adicionales. 53 En estos terminos desaparece de la lista de propietarios. El 24 de marzo de 1870, sin embargo, su hijo Juan casa con su prima hermana Marfa del Carmen, hija de Juan Manuel Albarran y Francisca Barreiro. 54 De la historia de esta pareja s61o conocemos el ultimo recuadro. Juan, jornalero, muere de clorosis en el barrio de Arenas el primero de julio de 1897. De sus 10 hijos, le sobreviven 8 .55 A la viuda, Carmen, la encontramos residiendo en Cumbre Alta en el censo de 1910. Es descrita como mulata, analfabeta, propietaria de su casa y ocupada en quehaceres domesticos. De sus 10 hijos viven todavfa 6. La Onica que la acompana es su hija Dolores, soltera, analfabeta de 32 anos, despalilladora de tabaco. 56 Dolores Albarran , por lo tanto, viene de una familia de medianos terratenientes que perdi6 su tierra y se integr6 a la masa de trabajadores rurales que perdfan su salud trabajando en los hOmedos cafetales utuadenos de fines del siglo 19. Dolores, despalilladora de tabaco, esta lejos de sus antepasadas propietarias. Es la experiencia opuesta a la de Ventura Ramos, para quien el trabajo en el despalillado probablemente representaba un paso de avance sobre la experiencia de sus predecesoras, esposas de jornaleros agregados. De hecho, el hijo de Ventura Ramos , Francisco, quien segOn el censo de 1910 ya sabe ingles, senal entonces de posibilidades ocupacionales, culminarfa esa trayectoria de movilidad social convirAGPR , Protocolos Notariales, Utuado, Osvaldo Alfonzo 1862, 216 r, 233 v; 1863, 166 v; 1864, 31 r, 66 r. 50 Ibid., 1862, 248 r-v; 1864, 113 r-v. 51 FMU , caja provisional 3, Padr6n de Terrenos de 1866-67, num . 771 .

49

52

Protocolos Notariales Osvaldo Alfonzo , 1867, 128 v-129 v.

53

Ibid. , 1868, 77 v-78 r; 1869, 9 r-10 r; Otros Funcionarios , 1873, 284 r-285 r.

PSMU , Libro 4 de Matrimonios, 199 v; ver Libro 5 de Bautismos de Blancos, part ida 1316 (bautismo de Maria del Carmen Albarran). 55 Departamento de Salud , Registro Demografico, Utuado, Libro 21 de Defunciones , 286 r, partida 424. 56 Decimotercer Censo . .. , hoja 34 b, casa 316, familia 397. 54

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tiendose en maestro de escuela yen el primer historiador de Utuado. Una de las escuelas de Utuado hoy lleva su nombre. Conclusion En esta etapa de la investigaci6n, no sabemos cual de los itineraries prevaleci6 en los orfgenes sociales de las trabajadoras del tabaco de la primera generaci6n, si el de la descendencia de terratenientes desplazados o la de jornaleros rurales que han acudido al pueblo en busqueda de mejores oportunidades de trabajo. Habrfa que ver tambien por cuanto tiempo permanecieron las integrantes del grupo de las trabajadoras del tabaco en esa actividad, y cuales entre el las lograron para su descendencia las oportunidades econ6micas mas sustanciales de las decadas posteriores al '40. Pero esos son otros problemas a considerarse. A traves del examen de testimonies de naturaleza diversa hemes tratado aquf de examinar las facetas de un mismo fen6meno, la entrada de la mujer utuadena al trabajo asalariado en la primera decada del siglo 20. Hemes vista que represent6 un cambio-sustancial en los patrones de vida, y esto conllev6 un ajuste en las mentalidades. Por lo general las mujeres trabajadores mas j6venes y con mayor acceso a la instrucci6n fueron las primeras en aventurarse a un tipo de trabajo distinto a las de sus predecesoras . Para muchas mujeres solteras el trabajo asalariado en los talleres, a diferencia del trabajo remunerado por tarea de las lavanderas o planchadoras, o el trabajo como criada, muchas veces residente, de las cocineras, represent6 una independencia relativa respecto a la estructura de la vida domestica tradicional. Tambien puso en contacto cotidiano a las trabajadoras con sus pares en el taller, y las inici6 en una serie de luchas revindicativas. En Utuado, para el 1911 , hubo la pri mera huelga de despalilladoras.

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LAS MUJERES Y EL CONTEXTO SOCIAL DE LOS ANOS CUARENTA

Marcia Rivera*

" A Nilita, por su constancia, por su desaflo; ya mi hija Mareia, que va dando muestras de ello ".

El tempo del pafs habia cambiado. Atras habrian de quedar, se pensaba, las desgarradoras vivencias de la dureza de vida puertorriquena de los anos tre inta. Eran dias de esperanza, de acci6n , de reconstrucci6n y cambio, de guerra frontal y abierta. Guerra contra el hambre, el analfabetismo, la injusticia social ; guerra contra las explotadoras corporaciones azucareras estadounidenses , contra los acaparadores de nuestra tierra . El pafs se embarcaba en un gran proyecto econ6mico-social con un animo y mistica colectiva nunca antes visto . La marejada Popular arropaba de costa a costa , de punta a punta, con una fuerza avasalladora. Cada quien buscaba, y efectivamente encontraba, c6mo y d6nde ubicarse para contribuir al proceso de transformaci6n al que Munoz convocaba . Pero habia grandes contradicciones latentes que poco a poco fueron saliendo de la densa espuma de la marejada. La guerra, la real, la de a verdad , provoc6 una de las mas serias. Al despuntar la decada de los cuarenta el mundo entero se vi6 envuelto en un grave conflicto belico. Rusos y finlandeses , alemanes , italianos y franceses , Europa entera , el Norte de Africa . . . Los puertorriquenos son llamados a servir en esta Segunda Guerra que sacude los cimientos del planeta. Hay que veneer a los nazis y nuestros jfbaros salen por millares a combatir en extranas tierras del lado del pafs a quien le queremos arrebatar el poder econ6mico. Pequena contradicci6n ... Pero una cosa son los insaciables intereses azucareros y otra es la defensa de la democracia, por la que lucha el gobierno de los Estados Unidos. l,No? Al menos eso argumentaban los Populares .. . Los nacionalistas rehusan inscribirse y participar en el Servicio Militar obligatorio. Denuncian la utilizaci6n de nuestro territorio y nuestra gente en los preparativos belicos. Presentan un serio desaffo al nuevo gobierno. Muy rapidamer:ite los independentistas van descubriendo las limitaciones del populismo Munocista. •

Directora del Centro de lnvestigaci6n " CEREP", Hato Rey, Puerto Rico. Soci61oga y feminista reconocida puertorriquef'\a; autora de multiples trabajos.

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Mientras eso sucede , en cada pueblo de la Isla, vistosos y emotivos desfiles despiden a los soldados que se van a la guerra . Ser soldado y defender la democracia . . . Hay orgullo en ello, pero la nostalgia del terruiio, la novia y la madre que atras quedaban ... una guerra que no era nuestra, y los muertos . . . tantos muertos en el frente de guerra ... Los aiios cuarenta en Puerto Rico presentan un cuadro muy hetereogeneo y contradictorio . Se caracterizan por una rigida division de clases -las familias de bien, " de primera " , que son una escasa minoria, y " las otras ", es decir, las familias " de segunda " , que conforman la gran mayoria. Las actividades sociales se rigen por esta division. Hay lugares de bailey de recreacion para cada grupo, pero por separado. Casinos, reinas de bellezas , carnavales y festivales " de primera " son la orden del dia . Pero hay tambien fiestas en los centros de " artesanos " . " Cada cual en su lugar" era el refran del dia. Sin embargo, entre importantes sectores del PPD, incluyendo a Munoz, habia aspiraciones de quebrar esas lineas divisorias. Para ello, una serie de medidas de politica publica habrian de implementarse y la educacion se convertiria en el vehiculo principal. Con bastante rapidez unos nuevos sectores medias fueron surgiendo y hasta el bailar se democratizo con el establecimiento de lugares mas populares como lo fueron El Escambron . La educacion publica recibio un gran impulso bajo la nueva administracion PPD. De igual forma, la Universidad se revitalizo bajo la dinamica gestion del joven rector Popular Jaime Benitez, con quien los independentistas tuvieron mas de un fuerte encontronazo. (Mirando atras ese periodo no podemos dejar de compararlo con la situacion actual donde las expectativas de cambio y apertura en la Universidad son mayores que lo que la realidad permite). En ese proceso de impulso a la educacion, las mujeres jugaron un papel funda mental. Unas llegaron a copar la enseiianza primaria y secundaria. Estas, obviamente, no proven Ian de los grupos mas acomodados sino de las familias de artesanos , pequeiios agricultores y comerciantes de los pueblos . Otro grupo, de distinta procedencia, se destaco en la gestion docente universitaria. Mujeres de familias ilustradas , de una vastisima cultura, que imprimieron un sello muy particular a todas las tareas que emprendieron. Pero mujeres que tambien tuvieron que enfrentar multiples dificultades tanto personales como polfticas en su empeno de abrirse paso en un mundo de hombres. De esa epoca tenemos a Margot Arce , Nilita Vientos, Concha Melendez, Mariana Robles Cardona, Adela Gerardi no, para nombrar solo a unas pocas. Es fascinante adentrarse en el mundo intelectual que crearon estas pioneras. Graduadas todas de nuestro primer centro docente, se dieron a la tarea de promover discusion y debate sobre asuntos que nadie mas atendla en el pars. Se constituyeron en activistas de la Asociacion de Mujeres Graduadas de la UPR, fundaron una revista que daba cuenta de las actividades de la Asociacion y establecieron importantes contactos internacionales con intelectuales de la epoca. La Revista de la Asociacion, dirigida por Margot Arce, procuraba ademas divulgar la producci6n cientlfica y literaria del pals. Estas mujeres, nose conceb!an a sf mismas como feministas, pero en su practica muchas de ellas lo eran. " No intentamos hacer una revista feminista, en el sentido polftico que suele darsele a esta adjetivo", decfan en su primer editorial en 1939. "No vamos a defender los intereses exclusivos ni excluyentes de un grupo, ni a reducir nuestra actividad a la mera exigencia de derechos. Atenderemos primero, y por obligaci6n ineludible, al ejercicio de los deberes que nos impone la triple condici6n de mujeres, de graduadas de la Universidad y de puertorriqueiias. Lo que no

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excluira, en modo alguno, nuestra demanda de derechos justos ni nuestra protesta ante la injusticia y la omisi6n alli donde se produzcan". (Subrayado nuestro). Esa Revista fue una curiosa mezcla de artlculos que resenaban actividades, daban cuenta de viajes que haclan las graduadas ("lisonjeros exitos sigue alcanzando Celestina Zalduondo en su labor de organizaci6n del Trabajo Social en Venezuela"), de contactos que iban desarrollando, ("la elegante esposa del Presidente de Uruguay nos convid6 al te para escuchar de nuestras actividades " ) e inclulan notas sociales de esponsales, graduaciones y homenajes. Se publicaban ademas, artlculos literarios cortos , poemas, resenas de libros, dando siempre preferencia a escritos de las mujeres. Aparecen todo tipo de cosas, desde informes de la labor de Gabriela Mistral en su cruzada Latinoamericana en fa vor de la educaci6n , hasta escritos de Berta Cabanil las sabre los problemas econ6micos del ama de casa con el objetivo de "oriehtar y ayudar" a las mujeres a enfrentar esa "divisi6n del trabajo en el hogar donde el hombre gana y la mujer paga". En el conjunto de esta revista se percibe una aceptaci6n del papel tradicional de la mujer coma mad re y esposa a pesar de reconocerle una importante capacidad profesional. Nilita Vient6s es una especie de arroz blanco entre esas mujeres de la Asociaci6n ; figura en casi todas las listas de comites de trabajo : es de la Junta de la Revista , del Comite de Actividades y de varios otros. Desde temprano su pluma agil y punzante se convierte en un latigazo contra las injusticias, contra la condici6n colonial de Puerto Rico y contra las practicas de las corporaciones ausentistas. Escribe tambien una enorme cantidad de resenas literarias de escritores de Puerto Rico y del exterior. Se va distinguiendo coma una gran polemizadora y conocedora de la literatura universal. Cinco a nos despues de creada la Revista de la Asociaci6n , funda una nueva, Asomante , de la cual sera su directora por mas de dos decadas y que tendra coma hermosa continuaci6n a la Revista Sin Nombre. Asomante , publicada por primera vez en 1945, tiene muchlsima mas fuerza que su precursora. En ella escriben los principales intelectuales del momenta en Puerto Rico: Geigel Polanco, Concha Melendez, Evaristo Rivera Chevremon t, Manrique Cabrera, Jose Trias Monge, entre otros. Fue un espacio privil eg iado en un Puerto Rico donde no existla ningun otro vehlculo de expresi6n para los escritores, particularmente para los mas j6venes. Con el firme convencimiento de la importancia de "subrayar lo propio y valorar lo ajeno ", en Asomante se publican tambien trabajos de destacados escritores extranjeros, en especial de europeos y latinoamericanos. Ademas, cada numero de la revista incluye un abarcador y cuidadoso llstado de los textos de reciente apari ci6n en los idiomas espai'\01 , ingles y trances. " Una revista , decla Nilita en un editorial que celebraba los primeros diez a nos de circulaci6n de Asomante, no es a fin de cuentas masque un pretexto para establecer y mantener el dialogo entre esplritus afines ". Y de estos esplritus Asomante estuvo colmado.

La revista, constituy6, en efecto, un verdadero frente de lucha y de promoci6n cultural. Y estoy segura de que asl la concibi6 N iii ta desde sus orlgenes. Sus agudas observaciones al lanzar la misma senalando la preponderancia de lo politico por sabre lo cultural en Puerto Rico asl lo atestiguan: "La misma incertidumbre de nuestro destino politico exige que nos esforcemos mucho masque otros pueblos que ya tienen una clara conciencia del suyo, por fijar y aclarar lo que queremos y podemos ser. Pensar que solo se hace patria haciendo politica es el mas craso y este• ril de nuestros errores ". (Subrayado nuestro).

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A riesgo de que Nilita proteste vehementemente, (iY todos sabemos c6mo ella puede hacerlo!) me atreverfa afirmar que la titanica labor desplegada por esta desafiante y porfiada mujer en el campo cultural la hacen acreedora de dos calificativos que ella nunca us6 para describirse a sf misma. Nilita, ente polftico, como pocos en nuestra historia, Nilita, feminista radical. jQue privilegio el haberte conocido y querido tanto!

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HOSTIGAMIENTO SEXUAL · MAL TRATO SALUD MENTAL

Myrna Arocho, " Ultrage", 1985, construcci6n, acrilico, 29" x 48" x 12".

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EL HOSTIGAMIENTO SEXUAL EN EL EMPLEO Mercedes R. Alvarado*

La mujer, a traves de los tiempos, ha sido presa facil de la intimidaci6n , el control y dominio del hombre. Ese es el producto final del discrimen por raz6n de sexo. El poder, como instrumento de opresi6n, no solo es un "i ssue" relevante en el analisis de las relaciones entre hombres y mujeres, sino que parece ser el elemento crucial que define esta relaci6n. El hostigamiento sexual es quiza, una de las formas de discrimen que mejor ilustra esta dinamica de poder, donde el acercamiento sexual no solicitado es instrumental a la consolidaci6n y reiteraci6n de la masculinidad . Posiblemente, todas las mujeres, en al gun memento de sus vidas, si no en repetidas ocasiones, han sido y seran hostigadas sexualmente. Quien de nosotras, no ha vivido uno de esos episodios que atentan contra nuestra intimidad y contra nuestra integridad de mujer. Puede ser en una guagua, en el carro publico, mientras caminamos por la acera, cuando cruzamos una cal le, cuando pasamos frente a un cafetin , en una discoteca, en un restaurante, en una tienda, en el colmado, en la escuela o en el propio trabajo . En todos estos lugares, las mujeres de todas las clases sociales, las amas de casa, las obreras, las profesionales, las teas, las bonitas, las ricas y las pobres, nos igualamos en una experiencia comun : todas somos vulnerables al hostigamiento sexual. Y casi todas tendemos a reaccionar de la misma manera: bajando la cabeza, mirando hacia otro lado, adelantando el paso , avergonzandonos. De mil y una manera le estamos comunicando al hombre que hostiga que sentimos miedo, que estamos inseguras; y es que se nos hace diffcil, por no decir imposible, reaccionar asertivamente frente a la agresi6n masculina. Nuestro comportamiento convalida y culmina el objetivo del hostigador, que no es otro que controlarnos , haciendonos perder el control. Muchas mujeres, al igual que los hombres, dan por sentada esta conducta y la ven como normal ; propia de la llamada naturaleza masculina. Y a veces, con la expresi6n resignada de "los hombres son asl ", pareciera que los excusamos y los justificamos. Sin embargo, no le debe quedar duda a nadie de que tanto la conducta agresiva y desafiante del hostigador, como la conducta pasiva y sumisa de la victima es aprendida, propiciada por una cultura sexista. Ya es hora de empezar por reconocer, queen verdadera justicia y equidad, y dentro de los para.metros de la dignidad y el respeto humane, no existe raz6n , ni justificaci6n alguna para que la mujer tenga que continuar viviendo bajo el temor y la angustia de ser hostigada sexual-

• Psic6loga Social; Consultora y Especialista en Adiestramientos en lgualdad de Oportunidades en el Empleo, San Juan de Puerto Rico.

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mente. Todos , hombres y mujeres nos merecemos y debemos asp irar a una convi vencia libre de todo tipo de intimidaci6n y de coacci6n . El hostigam iento sexual en el empleo, que es la forma de hos ti gam iento se xual que nos ocupa, consiste en cualquier tipo de presi6n o acercam iento de naturaleza sexual , no deseado, que emana de la relac i6n de empleo. Es una forma de discrimen por raz6n de sexo. Asi esta contemplado tanto en el Titulo VII de la Ley de Derechos Civiles, como en la Orden Ejecutiva 11246, mediante enmiendas rec ientes a los reglamentos que rigen el funcionamiento de ambas oficinas. El hostigamiento sexual en el empleo -asi como en la calle- se manifiesta de diferentes maneras, que van desde las expresiones no verbales (gestos, miradas , exposiciones), hasta las expresiones o indirectas verbales , peticiones de favores sexuales, insinuaciones de experiencias sexuales, ll egando hasta el contacto fisico (desde el mas sutil y disimulado, hasta la agresi6n sexual ). Cualesquiera de estas formas de conducta pudiera constituir una violaci6n del Titulo VII y de la Orden Ejecut iva 11246, cuando se da una o mas de las siguientes conductas: (1) cuando la sum isi6n a esta conducta se convierte de forma implicita o explicita en un termino o condici6n del empleo de un individuo. (2) cuando la sumisi6n hacia esa conducta o su rechazo por parte de un indi viduo , se convierte en fundamento para la toma de decisiones en el empleo que afectan a ese individuo, 6 (3) cuando esa conducta tiene el efecto o prop6sito de interferir de manera " irrazonable" con el deserripeno del trabajo de ese individuo o cuando crea un amb iente de trabajo intimidante, hosti l u ofensivo. Bajo estos estatutos federales, el patrono es responsable por las actividades de hostigamiento sexual que puedan ejercer sus oficiales, gerentes, supervisores, companeros de trabajo o a(m de los no empleados (clientes u otros allegados), siempre y cuando estas actividades coincidan con las descritas anteriormente e incidan en el escenario de empleo. Esto es asi , independientemente de que el patrono este o deba estar enterado de la incidencia de estas practicas. En principio, tanto hombres como mujeres pudieran ser victimas de hostigamiento sexual ; sin embargo, la 16gica del discrimen y la experiencia de los ultimos anos, en Puerto Rico yen otras partes del mundo, apunta hacia un mayor numero de mujeres que inform an ser vlctimas . La alternativa que se recomienda para evitar el hostigamiento sexual en el empleo, es una preventiva. Esto quiere decir, que el patrono debe tomar todas las provisiones necesarias para desalentar y eventualmente eliminar esta conducta que es ajena a los mejores intereses de todos los componentes de una empresa productiva. Estos esfuerzos gerenciales incluyen, pero nose limitan a: discutir afirmativamente el problema, expresar desaprobaci6n ante su incidencia, desarrollar e implementar sanciones para los violadores de la ley e informar a los empleados de su derecho a elevar querellas de esta lndole. En Puerto Rico, aunque no existe un estatuto que especlficamente tipifique el hostigamiento sexual en el empleo, sl existe una ley que prohibe el discrimen en el empleo en sus distintas manifestaciones, incluyendo el discrimen por raz6n de sexo. Se trata de la Ley 100 de 1959, segun enmendada. Ademas , nuestra propia Constituci6n asl lo prohibe, por lo cual se entiende que se puede invocar la protecci6n de ambos estatutos en animo de combatir el hostigamiento. La magnitud de este problema es algo que nos interesa y nos debe preocupar a todos. En los Estados Unidos se han realizado varios estudios sobre este particular. Sus hal lazgos en lo que respect a al por ciento de trabajadores que alguna vez (por lo menos en una ocasi6n) han tenido experiencias que caen bajo la definici6n de hostigamiento sexual , son los siguientes: Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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(1975) - Working Women United Institute, Nueva York: De 155 mujeres, 70 % expres6 haber tenido experiencias personales que constituyen hostigamiento sexual. De estas, 56 % informaron hostigamiento que incluia contacto fisico . (1976) Redbook Magazine: De 9,000 mujeres, 88 % informaron haber experi mentado el hostigamiento sexual (9 de cada 10 informantes). (1979) Junta Protectora del Sistema de Merito del Gobierno Federal : Se incluyeron varias agenc ias del gobierno federal y se encontr6 que cerca del 25 % de los empleados federales (42 % de las mujeres y 15% de los hombres) habia experimentado alguna forma de hostigamiento sexual en los dos afios que precedieron a la realizaci6n del estudio. El 18 de octubre del pasado afio (1981), real ice una encuesta durante la celebraci6n del Seminario de la Mujer y su Trabajo , en el Centro de Convenciones de San Juan . Junto con los materiales para el seminario, se incluy6 un cuestionario sobre hostigamiento sexual en el empleo, entre los participantes. Alrededor de 900 personas recibieron el cuestionario y 135 lo devolvieron . Esto representa un 15% de respuestas. Para este tipo de encuesta, lo esperado en cuanto a respuesta fluctua alrededor de un 10%. Reconocemos las limitaciones metodol6gicas de este tipo de estudio; sin embargo entendemos, que a falta de otros indicadores y recursos para seleccionar una muestra representativa de la fuerza laboral , sus hallazgos nos empiezan a aclarar el cuadro de este problema dentro de la experiencia puertorriquefia. Los datos mas sobresalientes de la encuesta son los siguientes: (1) Todas las informantes fueron mujeres. (2) 44 % de las informantes expresaron haber sido victimas de hostigamiento sexual. De estas, 53% en una ocasi6n (7% de ell as al momento de realizarse la encuesta) y 47% en mas de una ocasi6n. (3) Entre las que habfan experimentado el hostigamiento y tomando en cuenta su experiencia mas reciente, 62% fueron hostigadas por supervisores, 27% por compaf'leros de trabajo y 2% por clientes. 7% fueron hostigadas por combinaciones de los anteriores. (4) Sexo del hostigador: masculino (95%), femenino (2%). (5) Edad del hostigador: (Entre los 20 y los 60 af'los de edad) El mayor numero de ellos entre las edades de 30 a 39 anos (32%). Edad promedio del hostigador: 40 afios. (6) Lugar donde ocurre el hostigamiento: Empresa privada (47%); Gobierno (48%). (7) Formas de hostigamiento: " lndirectas" verbales, sugerencias sutiles de interes o intenci6n de fndole sexual (75%) Miradas que sugerfan intenci6n o interes sexual (63%) Comentarios o chistes de naturaleza sexual (50%) Tocar, pellizcar, agarrar, rozar y/o apretar (42%) lnvitaciones persistentes, a pesar de su rechazo (37%) Proposiciones o invitaciones sexuales implicando o amenazando de que su rechazo o aceptaci6n puede afectarle en su trabajo (10%) Proposiciones de experiencias sexuales (25%) Agresi6n sexual (2%) (8) Sentimientos de la vfctima frente al hostigamiento: lnc6moda (81 %) Mal (49%) 194

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Avergonzada (28 % ) lntimidada (26 %) lndefensa (17 % ) Con coraje (16 % ) lndignada/ofendida (9 % ) (9) Reacciones de la victima ante el hostigamiento: Confronte al hostigador (61 % ) Lo ignore (45 %) Tenla la esperanza de que terminara (23 % ) Renuncie (11 % ) (10) 78 % no inform6 a sus superiores de la situaci6n. 13% lo inform6 . De estas ultimas, en 2 casos se le llam6 la atenci6n al hostigador, en 3 casos entienden que la gerencia no tom6 acci6n alguna, yen los restantes casos no se obtuvo informaci6n . (11) Edad de la mujer al momento del hostigamiento (tomando en cuenta la ultima experiencia: fluctuaban entre los 17 a los 59 aflos de edad. El mayor numero estaba entre los 20 y los 29 (47 %). Edad promedio de la vlctima: 28 ai'los . (12) Sexo de la vlctima: femenino (100%) (13) Estado civil de la vlctima : Soltera (43%) Casada (23) Divorciada (20%) Viuda (3%) (14) Ocupaci6n de la vlctima: Secretarias (incluye oficinistas y recepcionistas) (30 % ) Otras: vendedoras , empleadas de taller, Consejera, Supervisora, doctora, abogada, profesora, trabajadora social, contadora, economista del hogar, planificadora, etc. Este estudio oeoe servir de punto de partida para iniciar investigaci6n en esta area que nos ayude a entender mejor este problema y poder delinear estrategias mas efectivas para combatirlo y prevenirlo_ Examinemos ahora, varias de las alternativas que tienen las personas que son vlctimas de hostigamiento sexual en el empleo: (1) Confrontar al· hostigador. (2) Querellarse ante sus superiores, ante la oficina de personal (o recursos humanos) o ante la oficina de relaciones de empleados. Si hubiese un oficial de lgualdad de Oportunidades en el Empleo, se debe acudir directamente a este. (3) Preguntar cual es la polltica de la empresa ode la gerencia frente al hostigamiento sexual en el empleo; o pedirle que se exprese. (4) Si no quedase satisfecho con el manejo gerencial de este asunto, puede acudir a foros externos a ventilar su caso . Inclusive, pudiera acudir en primera instancia a los siguientes foros: (a) Radicar una querella ante la Comisi6n para los Asuntos de la Mujer. (b) Radicar una querella ante la Unidad Antidiscrimen del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. (c) Radicar una querella ante la Comisi6n de lgualdad de Oportunidades en el Empleo (Regi6n de Nueva York) invocando las protecciones del Tltulo VII. (d) Radicar una querella ante la Oficina de Cumplimiento de Contratos Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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Federales invocando las protecciones de la Orden Ejecutiva 11246. Radicar una demanda por daflos y perjuicios contra el patrono , contra el hostigador en su caracter individual, o contra ambos. (f) Reclamar los beneficios de Segura por Desempleo, si usted se ve obligado a renunciar por causa del hostigamiento. Hay que convencer a los of ic iales de la Oficina de Desempleo, que el abandono del empleo por causa del hostigamiento es una " justa causa". (g) Radicar una querella ante los organismos de la union , si existe lanegociaci6n colectiva en su taller de trabajo. (h) Radique cargos criminales contra el hostigador, si concurren los elementos de un delito. El hostigamiento sexual no es un cumplido, no es un halago. Tampoco se debe confundir con la atracci6n genuina entre dos personas que buscan una experiencia intima temporera o permanente . El hostigamiento sexual es una ofensa a la digni dad de la mujer. Es una forma mas de violencia contra la mujer. Es una prolongaci6n del dominio, del control y del poder masculino en la esfera del trabajo. Es una manera de mantener a la mujer en una posici6n de subordinaci6n en el empleo, y en ultima instancia, fuera de este. El hostigamiento sexual es un insulto a la integridad del ser humano. El primer paso hacia su erradicaci6n es la toma de conciencia por parte de la gerencia y de los trabajadores . Tiene un impacto detrimental en la productividad yen la eficiencia de las organizaciones. Tiene un impacto detrimental en las relaciones humanas que se generan de la experiencia de empleo. Tiene, finalmente y no menos importante, un impacto detrimental en la psicologia de los individuos, tanto en los que son hostigados, como en los que hostigan. Vamos a reconocer y a defender el derecho al trabajo. Pero, no nos conformemos con eso. Vamos a reconocer ya defender el derecho a trabajar con dignidad. Los hombres llevan siglos trabajando por sus meritos, por su inteligencia, por sus cualidades, por su capacidad de trabajo . Las mujeres tambien llevan siglos trabajando, y teniendo los mismos meritos, la misma inteligencia, las mismas cualidades y la misma capacidad de trabajo, todavia nuestra sociedad se resiste a verla como trabajadora, como ser humano productivo, y se empefla en verla en terminos sexuales. be esa manera nose puede lograr una verdadera integraci6n de la mujer en el trabajo. Los hombres y las mujeres nos haremos justicia cuando podamos compartir la experiencia de trabajo. El trabajo puede ser un instrumento hacia el logro de las aspiraciones individuales y colectivas. Hombres y mujeres lo necesitamos. El trabajo puede ser una oportunidad para el maxima desarrollo personal. Hombres y mujeres lo necesitamos. El trabajo puede ser el escenario ideal para la expresi6n de la solidaridad humana. Hombres y mujeres lo necesitamos; es nuestro derecho. Les invito a trabajar por un trabajo que reconozca y haga valer la igualdad de oportunidades, libre de hostigamiento sexual , libre de discrimen , para todos : hombres y mujeres. (e)

11 de marzo de 1982. Semana de la Mujer. Recinto Metropolitano, Universidad lnteramericana. San Juan, Puerto Rico.

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MAL TRATO FISICO A LA MUJER EN PUERTO RICO Teresita Grovas *

Agradecemos en nombre de la Casa Protegida Jul ia de Burgos la oportunidad de dirig irn os a ustedes en el dia o la noche de hoy sobre el tema del Maltrato Fisico a la Mujer de Pu ert o Ri co. Podriamos hacernos la siguiente pregunta: i,Por que es importante es te tema para la fam ilia puertorriquena? Pues , porque en rea lidad es un tema que a todos ya todas nos atane, o nos afecta de un modo directo o indirecto . Veamos que, por ejemplo, en el an o 1977, 333 mujeres informaron a la Policia haber sido agredidas por sus esposos o ex-esposos. La cifra aument6 a 386 en el ano 1978. En estos anos un total de 44 mujeres fueron ases inadas por sus esposos o exesposos . Debemos tener presentes que se estima o calcula que de cada diez agresiones solamente una es informada a la Policia. Algunos estudiosos del tema han llegado a estimar que una de cada dos mujeres habra de ser victima de maltrato en algun momento de su vida. En los Estados Unidos, por ejemplo, el 42 % de los policias muertos en acci6n , cayeron ... en momentos en que atendian querellas de violencia domestica. i,CUAL ES EL CONTEXTO HISTORICO DEL PROBLEMA DEL MALTRATO FISICO A LA MUJER EN PUERTO RICO? El problema del maltrato fisico a la mujer en Puerto Rico tiene unas raices cultural es y sociales. Algunos soci61ogos hacen referencia al paternalismo en nuestra sociedad . As i, por ejemplo, las leyes que rigen nuestro C6digo Civil , el documento que regula las relaciones matrimoniales, las relaciones entre padres e hijos, el divorcio , la herencia, el deber de alimentar a los hijos y muchas mas. Todas estas leyes son de origen romano. En Roma la figura del padre (paterfamilias) se engrandecia altamente y este era la unica persona capaz de tomar deci siones para las personas bajo su potestad y la unica persona que podia realizar actos con eficac ia jurid ica . La mujer nunca podia realizar actos con eficacia juridica , como contratar. Nuestro C6d igo Civil mantuvo la prohibici6n de contratar para las mujeres casadas hasta 1976. En Puerto Rico existe lo que se conoce como " machismo". Este es un patron cultural que le adjudiea al hombre una superioridad y una serie de privilegios por raz6n de su sexo que estimula el maltrato de esposas, hijas e hijos. En ocasiones el var6n puede utilizar este tipo de violencia para llenar las exigencias que se esperan del rol masculino. Cuando se ve amenazado o inseguro en una sociedad tan competitiva como la nuestra, a veces recurre a la violencia fisica creyendo err6neamente que asi reafirma su masculinidad . Catedratica , Un iversidad de Puerto Rico .

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Sin embargo, en el caso de las ninas y las mujeres sucede lo opuesto. En nuestra sociedad desde la infancia a la nina se le ensena a pensar que para asumir su rol de mujer tiene que ser resignada y paciente y que el matrimon io sera lo que de sentido a su vida . Llega aver el fracaso de su matrimonio como su propio fracaso . Este tipo de educacion est a muy reforzado por los Ii bros de texto que se emplean en las escuelas, por la literatura, la television, los anuncios publicitarios, etc., esto es, todos los demas medios de comunicacion . El resultado es que muchas de nosotras no nos percatamos de que somos seres individuales, independientes, aparte de los companeros. A muchas mujeres, por ejemplo, les da miedo enfrentarse solas a la vida. Ademas, como se les ha ensenado qµe la independencia y el comportamiento activo son considerados " masculines", les parece muy dificil la tarea de conseguir solas sus metas. Existe tambien el aspecto religioso . Muchas mujeres acuden a los sacerdotes y ministros en busca de ayuda cuando tienen que confrontar problemas de maltrato y violencia domestica. En muchas ocasiones a las mujeres se les pregunta: lOue han hecho ellas para provocar este tipo de comportamiento por parte del esposo? Esto tiene el efecto de producir en ellas sentimientos de culpa o de ineficiencia en el manejo del hogar. Tambien se les aconseja la comprension , la resignacion y el perdon . Nuestra religion Cristiana esta basada en el perdon y el amoral projimo y por supuesto que no estamos en contra de esto. Pero la mujer, llegado el memento , tiene que tomar la decision pertinente, una vez que existan razones suficientes que indiquen que su vida corre peligro. La mujer maltratada tiene todo el derecho legal y moral de defender su propia vida . EFECTO DE LA VIOLENCIA ENTRE LOS PADRES EN LOS NINOS Y NINAS Cuando los ninos y ninas crecen en un ambiente de violencia aprenden a confrontar sus problemas de la misma manera. Pueden llegar a la conclusion de que la violencia es una forma valida de resolver los pr.Jblemas cotidianos . Estos se pueden convertir en adultos agresivos y hostiles. Posiblemente se envuelvan en relaciones abusivas con otras personas cuando crezcan, repitiendo el mismo patron de generacion en generacion. Muchos delincuentes actuales fueron ninos maltratados. Muchos maridos que maltratan a sus esposas fueron tambien victimas de maltrato cuando eran pequenos y fueron testigos del maltrato de sus madres por parte de sus padres. PERFIL DE LA VICTIMA Y EL AGRESOR lOuien puede ser una esposa maltratada? Ya hemos dicho que cualquiera de nosotras podria llegar a ser una mujer maltratada flsicamente . Sin embargo, existe la tendencia a pensar o mejor aun, a asumir que la mujer maltratada es inestable emocionalmente, rezongona, que vive en un arrabal o quizas simplemente alguien que " se lo busca". La tipica mujer maltratada es simplemente una mujer tipica . Recuerdese lo que indicamos antes de que la mujer se le ensena que su rol es ser dependiente. Muchas aceptan las golpizas como si las merecieran , porque han sido educadas y socializadas para esperar y aceptar la violencia como algo natural. Existe en nuestra sociedad, aunque no lo parezca, una gran permisividad y tolerancia hacia la violencia . En gran parte de las ocasiones la mujer maltratada es una mujer totalmente dependiente, economica y emocionalmente. No es raro que sea el tipo de mujer que tiene que darle cuenta al marido del ultimo centavo que gasta en el colmado, y pedirle permiso para todo, que el la someta bajo su control absolute en cuanto a la vrda social y que siempre la mantenga en estado de embarazo. El embarazo le hace creer al marido que ella no podra abandonarlo. Paradojicamente es entonces cuando mas le pega. lComo es el marido que abusa de su mujer? Nos dice Ray Fowler, director eje198

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cutivo de la Asociaci6n Americana de Consejeros Matrimoniales y Familiares, que "el hombre que maltrata a su esoosa es generalmente un hombre obsesivo que ha perdido el control sobre sus emociones" , dicho de otro modo que no tiene control de sf mismo v explota como dinamita por lo mas minimo. El tipo de hombre que maltrata a su mujer proviene de todas las clases sociales. Hemos tenido conocimiento de casos que han ocurrido y ocurren en urbanizaciones de clase alta como Garden Hills yen los caserios publicos. El hombre que golpea a su esposa lo hace por cualquier motivo. A algunas mujeres las han despertado y sacado de la cama a golpes, otras son muy sometidas, otras por muy altaneras. En otra ocasi6n ella habla dejado una arruga en la camisa de su marido, otra no habia hecho bien la tortilla. Realmente, la mujer no es causa del maltrato, es la victima . Probablemente ustedes se hayan hecho como muchas personas la pregunta: lPOr que se queda la mujer maltratada en la casa? Existen muchas razones ; la mujer teme que el marido le pegue mas o que la mate, falta de recursos econ6micos (esta parece ser la raz6n mas poderosa), falta de conocimiento de los recursos disponibles a su alcance, las presiones religiosas, morales y familiares para que su matrimonio no fracase, sentimientos de amor y lastima por el marido, no querer dejar a sus hijos sin padre, miedo a la intolerancia y falta de aceptaci6n social hacia las mujeres solas. La mujer maltratada siente que no tiene control sobre su propia vida y esto hace el efecto de paralizarla. Todos los sucesos que ocurren tienden a confundirla. Muchos maridos despues de las golpizas muestran arrepentimiento, le traen regalos a las esposas, le prometen cambiar de comportamiento. Pero en la gran mayoria de los casos el maltrato continua y todo este proceso se convierte en un ciclo de maltrato que parece no tener fin . Se podrfa decir que todas estas causas que hemos especificado brevemente responden a la perpetuidad del problema. ASPECTOS POLICIALES Por si todo esto fuera poco, tenemos que reconocer la ausencia de servicios sociales, la falta de respuesta del sistema legal y la falta de sensibilidad por parte de la Policfa. El problema del maltrato hacia la mujer hasta hace poco era el esqueleto en el "closet", un problema sobre el cual muy pocas personas se atrevfan a hablar. Los agentes del orden publico, por ejemplo, tienden a pensar que los llamados de peleas domesticas son problemas " entre marido y mujer", que no. tienen importancia, que de todos modos la mujer nova a continuar con la denuncia, que probablemente la retirara. Es importante saber que la Policfa tiene la obligaci6n de atender una mujer maltratada o una llamada de mujer maltratada de la misma manera que esta obligada con cualquier cosa. La vida de una mujer y unos ninos puede depender de esto . Pero es importante que la mujer que se decida a denunciar a su marido agresor sea valiente y persista en su relato hasta el final. Es tambien necesario que disponga de un albergue a donde ir. Por razones obvias ell a no puede, o mejor aun , no debe regresar a su casa donde este su marido. Este tomara o podra tomar represalias y su vida y la de sus hijos correra un riesgo tremendo. La denuncia debe ser mantenida en record por la Policla y puede servir de prueba mas adelante en caso de que el caso se lleve ante los tribunales. lgualmente pueden servir de evidencia los informes medicos . Por esto, si es necesario, la mujer maltratada debe ir a una Sala de Emergencia, si es posible, la misma, para que conste y tenga testigos de que ha solicitado servicios por tales y cuales golpes o traumas en tales y cuales fechas. La reincidencia en casos de maltrato flsico es altisima. Repetimos la importancia de que la mujer persista en su historia y su relato de los hechos. Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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ASPECTOS LEGALES En Puerto Rico el documento que regula los delitos y las penas que estos conllevan se conoce como el CODIGO PENAL. No existe en este un delito tipificado que penaliza al marido que le pegue a su esposa. Establece la agresi6n que puede ser agravada o simple como uno de los delitos contra la integridad corporal. Se considerara agresi6n agravada la que cometiera un var6n adulto en contra de una mujer o nifio. El delito de agresi6n agravada esta penalizado con reclus_i6n por un termino de seis meses , multa de $500.00 o ambas penas a discreci6n del Tribunal. Consideramos que la ley o al menos la palabra de la ley no ofrece suficiente protecci6n a la esposa que es victima de maltrato. Las penas tambien son bastante benignas, si consideramos el mal causado, el abuso de fuerza, y la alta reinciden cia. Por otra parte el hecho de que no exista un delito tipificado como agresi6n de la esposa por parte del marido no permite a la Policia tener estadisticas sobre la cantidad de delitos de este tipo que se cometen durante un periodo de tiempo, toda vez que aparecen bajo agresi6n agravada, pero no hay modo de saber quien ha podido ser la persona perjudicada o agredida. Bajo esta clasificaci6n general de agresi6n agravada pueden aparecer todo tipo de agresiones, desde una pelea en una barra, en la calle , o un problema de violencia domestica. PROPOSITO DE LA CASA PROTEGIDA JULIA DE BURGOS El prop6sito de la Casa Julia es basicamente proveer las necesidades basicas de la victima de agresi6n . La Casa Protegida daria albergue temporero a estas mujeres y sus hijos durante el lapso de tiempo en que el las estudiarian y reconsiderarian sus alternativas de vida . Esta proveera a las mujeres maltratadas la oportunidad de comunicarse con otras. Se le brindaran , ademas, servicios legales, medicos, de consejeria psicol6gica y ayuda para cualquier necesidad que pudiera surgir sobre la marcha de las cosas . Tenemos muchas necesidades para lo cual solicitamos su ayuda .

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SALUD MENTAL EN LA MUJER Miguel A. Rivera* INTRODUCCION En una sociedad caracterizada, entre otras cosas , por un predominio del control masculino, es comun creer que la psicologia de la mujer corre paralela a la del hombre. Como parte de esa supremacla masculina,1 no se estudia adecuadamente la situaci6n de la salud mental de la mujer. En Puerto Rico, hay una total carencia de investigaci6n a este respecto. Gran parte de lo que mencionare esta sustentado en literatura extranjera yen mis propias observaciones durante el proceso de terapia con mujeres puertorriquenas. Considero que, lejos de ser una anomalia, constituye una refrescante paradoja que se haya seleccionado a un hombre para hacer esta exposici6n. Primera, porque considero que este proceso de liberaci6n femenina serio debe tener su compania en un proceso de liberaci6n masculina que conlleve a darnos las manos yen base a !eyes sociales de lucha, construir un futuro dig no de seres humanos. Segundo, porque mas alla de la teoria , es la praxis, como implicara Paulo Freire, lo que implica la medida de toda acci6n liberadora y, creo que la presencia de un hombre integrando un panel de mujeres para hablar de un factor vital de la vida de las mujeres representa un paso de avance en la linea correcta. Uno de los instrumentos que ha podido utilizar el patriarcado en su ineludible tarea de abusar de la mujer lo constituye el trasiego , que son parad6jicamente los hombres , quienes tratan a la mujer por aquellos trastornos que ellos mismos han ay1,Jdado a desarrollar con su salud mental. Barbara Ehranreich enumera cuatro indicios de abusos que ha cometido la psiquiatria sobre la mujer. Algunos de estos se hacen extensivos a psic61ogos y otros trabajadores del campo de la salud mental. Primero, el que le haya adscrito a la mujer des6rdenes tales como envidia del pene y amor innato al sufrimiento. Ha habido quien afirme, inclusive, que a la mujer le gusta el orgasmo porque lo experimenta como si fuera el dolor de parto. Segundo, el exceso de prescripci6n de tranquilizantes a las mujeres. A este respecto, en el 1980, se llev6 a cabo un estudio en el Centro de Salud Mental de Puerto Rico titulado: Caracteristicas , Problematica y Utilizaci6n de los servicios: Estudio de los expedientes clinicos de ninos menores de 12 anos que han recibido ayuda en un Centro de Salud Mental en Puerto Rico. 1978-79. El estudio encontr6 que las ninas mayores de nueve anos eran medicadas mucho masque los ninos de la misma edad . Ademas , el estudio encontr6 que ese proceso se llev6 a cabo sin que apare• Catedrat,co , Universidad lnteramericana de Puerto Rico, Rec,nto Metropolitano , Sa n Juan de Puerto Rico . Ponencia presentada en el simposio: " El papel de la mujer en la sociedad puertorriquena en la decada de/ 80", Universidad lnteramericana , Recinto Metropolitano, 11 de marzo de 1982. 1 Machismo - racista . 2 Escuchamos al Sr. Groman citar c6mo las mujeres estaban incluidas en algunas /eyes jun to a individuos que son los profetas de/ dolor, "locos ".

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ciera en los records diagnosticos o prognosis alguna. Como un dato que se pudiera considerar tangente al topico que tratamos esta que el que medicaba era un hombre. Tercero, mas psicocirugfa hecha a mujeres. En los Estados Unidos, la terapia electroconvulsiva se ha utilizado predominantemente para tratar en el sector privado a mujeres de clase media alta diagnosticadas con algun tipo de depresion. Cuarto, el generalizado uso sexual de las mujeres por los psiquiatras. Es conocido el caso que se llevo a corte en Est ados Unidos donde un psiquiatra usaba sexua lmente a sus pacientes mujeres. El caso de varios estudiantes de Yale University en corte por " sex harassment ". El caso Zipkin v. Freeman , el Juez determino que no solo el coito en algunas ocasiones sino otras formas mas sutiles podfan constituir " malpractice" (Profesor Daych). Claro que no todos los psiquiatras o psicologos clfnicos caen en este tipo de explotacion . Hace cierto tiempo que una mujer me narro como ella escucho a uri psiquiatra referir una paciente a otro medico para " jugarle una broma" . De esta manera se menosprecia el dolor de la mujer y se les obliga a tener que soportar mas el problema de la ausencia de salud mental que los hombres . Culturalmente, es mas aceptable para la mu.jer "enfermarse " : se cree que el rol de enferma es mas compatible con otros roles que la mujer asume en la sociedad . Por ejemplo, con el rol de un ser debil que debe ser cuidado y protegido por otro mas fuerte (el hombre, por lo general), y que no debe levantarse de la cama sin su permiso, figurativamente hablando. A esto hay que aiiadirle que las mujeres experimentan cambios economicos y politicos que les producen gran angustia y una mayor tension que a los hombres. Han podido experimentar nuevas funciones productivas; pero, se mantienen sosteniendo unos roles tradicionales. Aun en este renglon hay diferencias por clases sociales, como muy bien lo expresa Marfa M. Lopez Garriga: " ... indica la existencia de diferencias significativas entre las mujeres de las estratas medias y aquellas de la clase trabajadora. Estas ultimas se suscriben a las expectativas de roles sexuales tradicionales significativamente masque sus compafieras de las estratas medias" 2 (Acosta, 207)

El sexismo que experimenta toda nuestra sociedad tiene la dimension subjetiva, o sea, individual, y la objetiva, institucional. Al aplicar las dimensiones individuates e institucionales al campo de la salud mental, se encuentra que a nivel individual hay que levantar una energica voz de denuncia contra actitudes de tos proveedores del servicio primero hacia otros proveedores, lease mujeres compaiieras de trabajo, y hacia las clientes . Sise marca el compas de la denuncia del sexismo institucional , entonces se dirige la critica hacia los obstaculos estructurales que impiden el desarrollo de, inclusive, la investigacion de los problemas de la mujer en salud mental. Se da la dimension dolorosa de obviar diferencias sexuales que proveen para que los hombres y las mujeres tengan , en algunas circunstancias, problemas de sintomatologfa emocional y ffsica diferentes. Hay que puntualizar de igual manera una tendencia peligrosa a atribuirle a los problemas y enfermedades de las mujeres una etiologfa psicologica, a menudo lo que tienden a restarle importancia a la situacion . " Lo tuyo es mental ". Un estudio llevado a cabo por la reconocida intelectual puertorriqueiia Ora . Alba Nydia Rivera demuestra que, aun cuando la sintomatologfa psicologica de las puertorriqueiias y los puertorriqueiios, es similar (i Por que todos nos deprimimos, por ejemplo!), la etiologfa --las causas-- son diferentes de acuerdo a la procedencia de la clase social. Una extrapolacion sencilla concluirfa a determinar que no solo es necesario entender la situacion de salud mental de las mujeres puertorriqueiias; sino que se hace necesario entenderla sobre el para.metro de las diversas clases sociales .

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El sexismo en nuestra sociedad no ha ayudado a la mujer a levantar una conciencia positiva de su imagen . En las sociedades primitivas era mas facil lograrlo porque la diferencia entre el trabajo productivo fuera del hogar y el del hogar era menor. Esa autoimagen poco asertiva es impulsada por la supremacia masculina. Ser mujer donde lo dominante es masculino no es visto como positivo. En estudios conducidos sobre familias de adicto a droga se observa como hay una tendencia a ver negativamente el rol de la madre en la relacion con el adicto. Eldred et alii , 1974, dijeron que la madre del adicto es tipicamente la progenitora dominante y patologica, mientras que el padre es debil o esta ausente. (Oleary, et alii , 1981). Ya renglon seguido establece que los adictos con madres muertas tenian mayores posibilidades de curarse que aquellos con la madre viva ; que entre aquellos con mad re viva , el contacto con la madre era asociado con menos exito en curarse. O sea , que una conclusion adecuada seria que el adicto que desea curarse debe desear que se muera su mad re o por lo menos no debe verla a menudo. Algunas caracteristicas atribuidas a las madres en 14 estudios sobre el problema de la adiccion a drogas: 1. Excesivamente controladora, excesivamente indulgente; que no disciplina; seductoras; que refuerza la conducta ilicita del adicto y despues la desaprueba. 2. Que la madre considera al padre debil , inefectivo y dominado por ellos . 3. Posesiva, hostil , controladora , infeliz, sin complejo de culpa , que infantiliza, ambivalente, narcista, que sabotea la terapia del lujo. 4. Que alimenta la dependencia del hijo, sobreprotectora , masoquista , que la esposa del adicto es similar a la madre, frecuentemente enfermas emocionalmente . 5. Utiliza a la prole para autogratificarse. Reacciona con rechazo y agresion cuando el adicto no gratifica sus necesidades . 6. La madre es inmadura, que vacila entre la pos_e sividad y el rechazo abierto. 7. Perturbada, hostil y distante . 8. Autoritaria 9. Se mantienen con hombres debiles a quienes pueden dominar y que les presentan demandas adultas heterosexuales minimas. 10. Son calladas , masoquistas y compiten con sus hijas por el amor del padre. 11 . Ambivalente hacia sus propios roles , sobreindulgentes. 12. No interesada en lo que el adicto quiere ser, aunque se preocupa. Mas interesada en lo que el la ve en el, esperaba de el o habia creado de el como imagen de identidad. 13. Su relacion cercana al adicto le roba poder al padre y tal vez aumente su odio. Solo se siente capaz de expresar amor por su hijo adicto mientras este parada sobre su tumba. (Coleman , The Journal of Marital Therapy , Vol. 7 No. 2, April 1981 , p. 174). Mientras que al padre se le veia como : debil , ausente , desinteresado modelo pobre para identificacion , moralista, inepto , indulgente , pasivo/agresivo, emocionalmente distante, inefectivo, paranoide, controlador, vago , pesimista, autoritario . (idem). La vision constantemente negativa de la madre en estos estudios es muchu mas cruel cuando se sabe que muchos de estos estudios no son ni tan siquiera cientificamente controlados . Ademas , estos estudios casi siempre se focalizan en la relacion madre-hijo y

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pocas veces en la de padre-hija, lo que coloca a la madre mas que al padre en la picota publica. Hay dudas de que los cambios necesarios para humanizar los engranajes que afectan los servicios de salud mental puedan suceder sin que se provean cambios en todos los renglones sociales. El efecto del " stress" o tension parece ser mas destructivo sobre las mujeres que sobre los hombres. Hay, por ejemplo, c ierta evidencia de etiologia psic6gena de los sintomas ciclicos femeninos. Ademas , el tiempo de pubertad, gestaci6n y menopausia conllevan tensiones definidas y ansiedades que pueden conducir inclusive a defensas regres ivas . A penas si hay estudios , por ejemplo, sobre los factores psicol6gicos de la esterili· dad. Por otro Iado, las actitudes de las mujeres y los hombres, conformadas por clase social y como consecuencia de la supremacia masculina pueden contribuir a expli· car , tratar y aliviar sintomas psicol6gicos y positivos . Hace falta que las mujeres se unan en el empeno de ayuda y sosten mutuo, que formen grupos en sus centros de trabajo donde puedan presentar, discutir y aminorar los problemas que confrontan . Es necesario que todo el campo de la salud mental se sensibilice a la problematica de las diferencias de tratamiento de los des6rdenes y enfermedades asociados con la mente. Es imprescindible que se ofrezcan las oportunidades para la investigaci6n de la salud mental. Hace falta que los hombres y mujeres seamos educados en la dificil tarea de entender la relaci6n entre funciones cambiadas y roles relativamente estancados. Creciente descontento de algunos hombres que esperan conductas apropiadas de parte de la mujer liberada. CONCLUSION:

Las mujeres no pueden sentarse a esperar que, como producto de la bondad de los hombres, el sexismo se erradique. La supremacia masculina durara mientras ejerza una funci6n econ6mica. Funci6n que predispuso a los hombres a manipular a los seres humanos como si fueran objetos y nos inclin6 a pensar que somos fuertes y poderosos cuando la realidad se demuestra algo diferente. En realidad los hombres estamos demostrando unas conductas muy dependientes; pero, es una dependencia no de un poder superior, sino aquella que denunciaba mi madre cuando decia a mi padre: " Estas muy recosta'o". Es una dependencia explotadora que le ha robado a las mujeres las oportunidades de gozar una vida de autorrealizaci6n . Estamos confusos ante el empuje poderoso que despliegan las mujeres al hacerse cada vez mas necesarias a la estructura econ6mica y mas accesibles a los prbcesos de la superestructura social. Hemos entrado a un periodo transicional donde los anteriores valores culturales , psicol6gicos, politicos y econ6mi cos ya nose sostienen . El individualismo que acompan6 a los hombres esta herido de muerte y vernos caerse la mistica masculina ante la justa demanda de libertad y placer que nos hacen las mujeres. No sabemos cual sera el producto de esta lucha de las mujeres, que les pasara a el las y que nos sucedera a nosotros. Se estan muriendo lentamente los estereotipos y el proceso educativo no ha podido llenarnos esos huecos . No parece haber ya fronteras para los hombres conquistar como sexo y ese sentido de ausencia de unicidad lo hemos llenado solamente con la violencia , tratando fragil y tragicamente de aguantarnos de las ultimas y mas deprimentes ramas del poder. i Basta ya! debe ser el grito. Por diversos caminos unas veces , por el mismo sendero en otras, tenemos que encontrarnos en el cruce igualitario del respeto y la libertad.

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Bibliografia Ehreinch , Barbara , Ph .D. Historian Says Psychiatry Trails Women ' s Aspirations . Ps yc hiatri c News. Vol. XV . No. 20 . P.. 24 . October. 1980. Ol eary , et alii . A Comparative Outcome Study of Behavioral Marital Therapy and Communication Therapy . The Journal of Family Therapy . Vo l. 7 No. 2. Apri l. 1981 . P. 172.

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EDUCACION Y CARRERAS

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Carmen Esther Hernandez, "La Espera", 1985, medio mixto, 15" x 20".

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LA PARTICIPACION DE LA MUJER PUERTORRIQUENA EN LA EDUCACION SUPERIOR DE LA ISLA: RECONSTRUCCION HISTORICA * Angeles Almenas Velasco**

Breve resumen hist6rico

Para narrar la historia de la educaci6n de la mujer en Puerto Rico podriamos comenzar con el siglo XIX en Espana o con la instalaci6n del sistema de instrucci6n norteamericano y especialmente con la fundaci6n de la Universidad de Puerto Rico en 1903. Sin embargo, ya que el tema de la educaci6n de la mujer esta incluido en el de la posici6n de la mujer en la sociedad, el movimiento feminista y su progreso a traves de la historia -legal, social y econ6mico-, serfa mejor trazar brevemente las concepciones de la educaci6n de la mujer que se daban a esos dos mundos que determinan la historia puertorriquena a principios del siglo XX : el mundo hispanico (especialmente Espana) y el anglo-saj6n (donde se entiende lnglaterra y Estados Unidos). Es vital notar que aunque los prejuicios y la discriminaci6n contra la mujer sean un tema y un hecho comprobado y tambien atacado por varias personalidades hist6ricas, en ningun momento de nuestro estudio lo vamos a tomar como un hecho " a priori". Mas bien lo enfocaremos como consecuencia de otras nociones sobre las diferencias biol6gicas, religiosas, o sociales que se asociaban con la mujer y su rol en la sociedad . Muchas de estas nociones, aunque err6neas, pretendfan proteger a la mujer y asegurar a la sociedad el buen cumplimiento de sus funciones como esposa y madre en la divisi6n tradicional de roles en la familia. La educaci6n de la mujer fue fomentada en la tradici6n cristiana no s61o como el conocimiento de las Sagradas Escrituras (aunque no siempre las leyera) y los dogmas de la iglesia para su formaci6n espiritual , sino muy especialmente en los conventos donde las mujeres se dedican a la oraci6n y al estudio como una "carrera ". Asl se hace posible queen Espana surja una Santa Teresa de Avila en el siglo XVI y una Isabel de Castilla en el siglo XI , mujeres que no son tlpicas de su epoca pero que ejemplifican la libertad y profundidad de pensamiento que las ensenanzas en los conventos hacla posible, aunque aquella no fuese su intenci6n . *

Trabajo de investigaci6n auspiciado por el Institute de lnvestigaci6n de la Universidad ln teramericana.

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Catedratica , Universidad lnteramericana de Puerto Rico, Rec into de Arecibo.

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El mundo hispanico es tambien el heredero de Roma, donde la mujer alcanzo no solo libertad de movimiento y asociacion sin importar su estatus civil , sino mas importante aun la emancipacion de sus maridos que vino despues de las guerras punicas cuando con el casamiento " sine manus" adquieren el derecho al divorcio. Anteriormente goza ya de la misma instruccion que sus hermanos (las escuelas eran mixtas), era partfcipe de la herencia paterna con el mismo derecho que sus hermanos, asf como tambien heredera de su marido al igual que sus hijos . 1 Estas Iibertades se restringen cuando Alfonso el Sabio a pesar de que defiende la cultura femenina y su libertad para elegir marido, al promulgar las " Leyes de Toro " en 1505, limita sus derechos y somete la mujer en varios aspectos a la autoridad de su marido. Muy importante: se prohibe que se desempene como juez o abogada, negandole por primera vez el derecho a desempenarse en el cargo o la profesion de su eleccion .2 Otro rey, Carlos Ill, ya para el siglo XVIII, trata de incluir mujeres en las fundaciones culturales. Algunas mujeres tratan de entrar a las universidades espanolas, y se dice de una dama que se disfraza para asistir a clases en Salamanca. 3 Cabe apuntar tambien que para el siglo XVII algunas mujeres espanolas empiezan a abogar por los derechos de la mujer y argumentan en su defensa para que se eduque, y se emancipe su condicion en el matrimonio. Tai es el caso de Maria de Zayas y Sotomayor (1590-1661). 4 Todavia hoy Espana nose considera un pals a la vanguardia del movimiento feminista, dandose aun prohibiciones sociales, legales, religiosas y de costumbres que son resultado de su herencia mozarabe y un catolicismo conservador que poco a poco se abre a reformas juridico-politicas y actitudes mas liberales despues de la muerte del General Francisco Franco. Pero para Puerto Rico es la Espana del siglo XIX la que es importante. Esa Espana influida ya por Josefa Amar y Borbon (siglo 18), Gertrudis G6mez de Avellaneda (siglo 19) y Concepci6n Arenal (siglo 19), entre otras, tambien ha sido expuesta a los argumentos que se debaten en Francia, lnglaterra y Estados Unidos donde se trata de probar la necesidad de la educaci6n para la mujer y su derecho al voto. En Estados Unidos, a mediados del siglo XIX es donde primero se organizan las mujeres para reclamar igualdad de derechos civiles, polfticos y sociales. El feminismo retumba en las salas francesas, estadounidenses o inglesas de la clase media alta y se escriben tratados, se hacen convenciones y se crea un espiritu de lucha.5 La Declaraci6n de Seneca Falls en 1848, inicia un movimiento por igualdad de derechos de la mujer que aun hoy, en 1985, no ha culminado. Aun se lucha por la aprobaci6n de la enmienda a la constituci6n de Estados Unidos para establecer la absoluta igualdad de derechos entre ambos sexos: la llamada proposici6n " ERA" (" Equal Rights Amendment " ). Pero, volviendo a Espana, se acepta ya en el siglo 19 la necesidad de educar a las ninas ya las mujeres, independientemente de su origen social. La Universidad de Madrid celebra conferencias dominicales en las que damas y caballeros discuten c6mo debe ser la educaci6n de la mujer y su participaci6n en las profesiones, y

1

Monique A. Piettre, La condicion femenina a traves de los siglos, Madrid 1977, pp. 107-

2

Amalia Martin - Gamero, Antologla del feminismo, Madrid 1975, pp. 13-14.

3

Ibid., p. 15.

4

Ibid., pp . 23-25.

5

Ibid., pp. 18-19.

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se crea una Asociaci6n para la Ensenanza de la Mujer. 6 Asf aparecen las primeras escuelas para prepar-ar profesionales femeninas en la ensenanza: la Escuela de lnstitutrices y la Escuela Normal de Maestras.7 En el Puerto Rico del siglo 19, si bien no exist fa ninguna instituci6n universitaria, se establecieron escuelas publicas elementales para nii"los y nii"las en zonas urbanas. La poblaci6n escolar varonil era el doble de la femenina 8 y las nii"las solamente pod fan cursar estudios mas avanzados en el Colegio las Mad res del Sagrado Coraz6n (1880), la Escuela de Artes y Oficios (1883) y la Escuela Normal para Mujeres (1890).9 Las oportunidades de estudio eran desiguales ya que habfa mas escuelas para varones en todos las niveles y tambien en la zona rural , donde no habfa escuelas para las ninas. El programa de educaci6n elemental para las ninas consistfa de lectura, escritura , doctrina cristiana y labores. El Colegio del Sagrado Coraz6n tuvo el privilegio de establecer el primer programa definido de educaci6n primaria y secundaria para ni i"las en la isla. 10 Este modelo de la ensei"lanza de la mujer limitado a ser preparada para el servicio de la familia y hacia la moral social -que tambien apoyaron las primeras feministas coma Mary Wollstonecraft (quien abog6 par la co-educaci6n de ninas y ninos aunque no crefa que ten fan la misma capacidad intelectual)-, 11 ten fa sus seguidores en Espana y Puerto Rico. Sin embargo, Eugenio Marfa de Hostos en el 1873, 12 Jose Contreras en el 1882 13 y Eugenia Corchado en el 1893,14 argumentan que la ensenanza debe ser la misma para hombres y mujeres. La educaci6n integral debe preparar a la mujer para las profesiones ya que tienen las mismas habilidades intelectuales que el hombre. Esta debe ser una educaci6n cientff ica (que incluya ciencias y matemalicas) ademas de integrar la educaci6n manual , las ejercicios militares, las cantos escolares y la educaci6n cfvica. 15 Contreras enfatiza que el currfculo debe incluir estetica e historia de la mujer para que asf la mujer del porvenir llegue a obtener el rango de doctora. 16 El mundo, pues, a fines del siglo 19, presenciaba la demanda por reformas legales, polft icas y educativas. Se creaban asociaciones y conferencias para lograr su

6

Ibid., p. 126.

7

Ibid .

s Cayetano Co lly Toste, Reselia del estado social, economico e industrial de la Isla de Puerto Rico, Puerto Rico 1899. 9

Marla N. Ac ln, lnformacion estadistica sobre la mujer puertorriquelia , San Juan, 1980, p. 64.

10

Manuela Vive Vigoreaux, Contrlbucion de la Socledad del Sagrado Corazon a la educacion en Puerto Rico , disertaci6n de bachillerato, Santurce 1959, p. 3.

11

Jud ith A. Sabrosky, From Rationality to Liberation, Westport 1979, pp . 21-37.

12

Eugenio M. de Hostos, " Sobre la educaci6n cientlfica de la mujer: carta contestaci6n al Sr. Luis Rodriguez Velasco ", en : Revista de la Asociacion de Mujeres Graduadas de la U.P.R., Vol. I: 2, 1938, p. 30.

13

Jose Cont re ras, " La educac i6n integral femenina " en : llustracion Puertorriquelia , Vol. II ; 1, 1893, p. 8.

14

Eugenia Corchado, " iOuien supiera escribir! " en : llustraclon Puertorriquelia, 1893, pp. 105, 108.

15

Jose Contreras , discurso del 25 de enero, en llustracion Puertorriquelia , p. 17.

16

Ibid.

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

209


emancipaci6n en el mundo hispano 17 yen el mundo anglo-saj6n. 18 Tambien en Puerto Rico era el tema del d fa yen 1885 se fund6 en Lares bajo el patronato de la Condesa de Valverde la Asociaci6n de Damas para la lnstrucci6n de la Mujer.19 Med iante esta instituci6n las damas puertorriquenas de recu rsos se prestaban a fomentar la educaci6n de la mujer, crearon juntas, dirigidas y administradas por mujeres para costear su educaci6n profesional como maestras o directoras de escuelas as f como para prepararla para el comercio, la teleg raffa, la encuadernaci6n , la obstet ricia y otras profesiones.20 Sin embargo, para obtener grados superiores, la mujer al igual que el hombre ten fan que ir a las isl as vec inas de Santo Domingo y Cuba o trasladarse al Continen te (Europa). (Aunque tan temprano como 1644 se otorgaron brevemente tftulos en el Converito Santo Tomas de Puerto Rico 21 yen el 1825 y luego en el 1879 se establece un centro universitario por los jesuftas,22 estos no culminan en una universidad ni admitfan mujeres). Entre las escasas mujeres que hicieron ese viaje se encuentra Patria Ti6 Rodrfguez, hija de la poetisa Lola Rodrfguez de Ti6. El 15 de mayo de 1892 se le rindi6 un homenaje por ser " la primera mujer puertorriquena que puede ostentar con legftimo orgullo una toga universitaria". 23 Algunas de las otras puertorriquenas que siguieron estudios en el exterior durante el siglo 19 lo fueron Ana Otero (pianista) y Amalia Paoli (cantante) quienes se distinguieron en el campo de la musica en Europa.24 El siglo XX: algunos datos

Asf al llegar los ejercitos de los Estados Unidos encontraron hombres y mujeres que se habfan distinguido en varias ramas del saber y la vida cfvica pero una poblaci6n queen el 1899 ten faun 79.6% de analfabetos con s61o 15,273 alumnos en las escuelas. 25 Alrededor de 1,387 mujeres ten fan educaci6n superior y 249 se desempenaban en ocupaciones lucrativas como maestras, modistas, actrices, musicas, comerc iantes , enfermeras y otras mas. 26

11

De Labra: Quinta conferencia sobre la mujer y la legislacion castellana, 21 de marzo de 1869, Madrid, pp. 14-35.

1a J. Sabrosky, pp. 60-98. 19

Reglamento de la Asociacion de Damas para la instruccion de la mujer, San Juan 1886.

20

Ibid., pp. 5-6.

21

Augusto Juan y Salvador Perea, " Origen de los estudios un iversitarios en Puerto Rico", en : Boletin Academia Puertorriqueiia de la Historia , Vol. II : 6, 1971 , p. 111 .

22

M. Vive Vigoreaux , p. 2.

23

Patria Ti6, Discurso pronunciado en San German en la ocasi6n de una velada en su honor el dla 15 de mayo de 1892" , en: llustracion Puertorriqueiia , Vol. I: 4, 1892, p. 2.

24

Vicente Reynal, Diccionario de hombres y mujeres ilustres de Puerto Rico y de :,echos historicos , Rio Piedras, 1893.

25

Isabel Pic6, " Los estudiantes universitarios y los conflictos pollticos bajo la dominaci6n espai'\ola ", Revista de Ciencias Sociales, Vol. XXIII , Nums. 1-2, p. 80. Jose L. Vazquez Calzada, La poblacion de Puerto Rico y su trayectoria historica, Rio Piedras, 1978.

26

Tabla del Censo de Poblaci6n 1899 del Depto. de Guerra, Tabla 6 en Isabel Pic6, op . cit., p. 81 .

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La educaci6n superior en Puerto Rico era un privilegio de clase; las hombres eran las mas educados en todos las niveles y las mujeres solamente pod ian obtener trtulos de maestras o parteras en pueblos cercanos a la capital. Los centros de ensenanza mas importantes eran aun el Colegio del Sagrado Coraz6n, el lnstituto de Segunda Ensenanza, la Escuela de Artes y Oficios y la Escuela Normal para Mujeres (1890) pero aun aqui eran muy pocas las mujeres pobres que lograban alcanzar un tltulo.27 El siglo veinte ampli6 las oportunidades educativas en Puerto Rico, ya que la administraci6n norteamericana increment6 el numero de escuelas elementales y secundarias en todo Puerto Rico, elimin6 en las escuelas publicas la segregaci6n par sexo, y foment6 la creaci6n de la Universidad de Puerto Rico. Segun Marcia Rivera Quintero ese enfasis en la educaci6n del pueblo, que mantenia ciertas asignaturas especiales segun el sexo del estudiante, no obedecia a una ideologia igualitaria de la relaci6n entre las sexos a las clases sociales, sino que era necesario para integrar la isla al modo de producci6n capitalista y servia de vehiculo a la penetraci6n cultural norteamericana. 28 La mujer proveia mano de obra barata para las empresarios y fue integrada al movimiento obrero con tal exito que para el 1920 se habia organizado coma un movimiento separado bajo las ideologias del socialismo y el feminismo. 29 Nuestro prop6sito no es entrar en un analisis de las diversos etectos de la educaci6n en las ideologias y la tormaci6n del curricula en Puerto Rico del siglo XX. Sin embargo, si aceptamos el analisis de Marcia Rivera coma correcto, podriamos sugerir que la educaci6n de la mujer produce dos vertientes: una socialista y feminista y otra que se identifica mas con las actitudes conservadoras de la sociedad espanola y norteamericana en relaci6n al rol principal de la mujer y su participaci6n en la economia capitalista, pero que estimula su educaci6n a nivel elemental, intermedio y universitario. Asi, el eco de Eugenia Corchado -quien en 1893 justifica la instrucci6n femenina para "salvarla de la miseria, proporcionar un empleo honrado y ayudarla a ser excelente esposa y madre modelo"- 30 repercute en el artlculo de 1930 de Hayde Ramirez de Arellano, quien lamenta a las graduandas universitarias come en su mayoria aspirando a una escuela para "ganarse la vida". Las que no aspiran a ser maestras tampoco ven la funci6n de la educaci6n coma la busqueda de la sabiduria que las convierta en "la mujer completa, preparada para el matrimonio, para la maternidad y para la sociedad".31 Segun Hayde Ramirez de Arellano son muy pocas las graduandas que buscan llenar esos ideales y tambien las que se graduan de otras concentraciones lo hacen " para resolver problemas econ6micos " .32 Debemos recalcar que ambas enfatizan dos cosas : la educaci6n para el matrimonio y la tamilia (o sea para contribuir a su rol tradicional en la sociedad) y la nece-

27 Aunque las maestras ganaban menos que los maestros, las doce mujeres que se graduaron de parteras profesionales en el 1895 reciblan la misma paga por medio dfa que recibfa un medico por una operaci6n de cirugfa menor. Federico Ribes Tobar, La mujer puertorriqueiia -su vida y evoluci6n a traves de la historia, New York 1972, pp. 93-95.

28 Marcia Rivera Quintero, " La mujer puertorriquena en los procesos econ6micos y sociales del siglo XX, en: Claridad , 24 de junio de 1977, p. 10:1.

29 Marcia Rivera Quintero, Feminism in Contemporary Puerto Rico, mime6grafo, 1981 , p. 8. 30 Eugenia Corchado, p. 108. 31 Haydee Ramirez de Arellano, " La mujer puertorriquei'\a y la educaci6n " , lndice, Vol. 11:13, 1930, p. 204.

32 Ibid. Homines, Vol . 10, Num. 2, 1986-87

211


sidad econ6mica de las mujeres puertorriquenas que aspiran a mejores salaries y condiciones de trabajo. Es interesante notar (vease tabla de graduandos de Bachillerato en Puerto Rico por ano y por sexo) que es en el 1930 cuando por primera vez se logra una oportunidad casi igual de graduandos masculines y femeninos en Puerto Rico a nivel de bachillerato, siendo anteriormente mayor la participaci6n masculina. No obstante, esta fecha , que es la de la gran depresi6n , todavia no marca un cambio importante en la cantidad de mujeres universitarias. Una de las razones que afectan la participaci6n de la mujer en la educaci6n universitaria es la localizaci6n de los centres universitarios. En 1903 y hasta el 1921 , los (micos centres universitarios se encontraban en la capital o en Mayaguez, donde se ofrecia mayormente cursos de economia domestica, ciencias , idiomas, agricultura , matematica e ingenieria.33 En 1921 se amplia el Institute Politecnico de San German, (a nivel de bachillerato) yen el 1935 el Colegio del Sagrado Corazon empieza a ofrecer cursos universitarios. Esta ultima le ofrece una educaci6n clasica o cientffica a la mujer cat61ica con el fin de ayudar a la mujer a alcanzar " una cultura amplia y s61ida para su enriquecimiento personal y para beneficio del pais ". 34 Las Madres, como se le llam6 por muchos anos, atrajo a las senoritas de las clases al tas quienes no tenian la premura econ6mica que caracterizaba a las graduandas de la Universidad de Puerto Rico, segun Hayde Ramirez de Arellano. Para el 1945 esa situaci6n de localizaci6n geografica, unida a las condiciones econ6micas que atravesaba el pais, es el tema de la disertaci6n de maestrfa para el programa de trabajo social " La Ensenanza universitaria y su accesibilidad a las familias y jornaleras de Puerto Rico ". En ella, Elisa Diaz de Vega senala que el 53% (6 524) de los estudiantes de Rio Piedras provenia del area metropolitana, 93% de zonas urbanas y el ingreso promedio de las familias era $104.80 mensuales. 35 Los gastos en la universidad si se incluia hospedaje, ascendian a $437.20 anuales, lo cual hacfa que la Ley Numero 135 aprobada el 7 de mayo de 1942 -Ley de la Reforma Universitaria- que otorgaba un total de 100 becas, ademas de $25.00 mensuales en casos especiales -no fuese suficiente para sufragar los gastos del estudiante necesitado y cubrir los del hogar si este ten fa que hospedarse. 36 Siendo el ingreso promedio del 80% de la poblaci6n puertorriquena $341.00 anuales muy pocos estudiantes pod fan hacer uso de la beca y menos aspirar a una educaci6n universitaria sin ayudas externas (80 becas eran para familias con ingreso menor de $500.00 anuales; 20 eran para familias de ingresos menores de $1,200 anuales). En San German la situaci6n era muy parecida y la Iglesia Presbiteriana ofrecia becas que inclufan la contribuci6n del trabajo del estudiante. Aun asf leyendo las listas de los graduados universitarios del 1927 al 1950, y las de su escuela superior, se nota que la gran mayorfa proven fa de pueblos cercanos y los apellidos sugieren que pertenecfan a la clase media y alta de estos.

33

34

35

36

En el 1900 se estableci6 la Escuela Normal en Fajardo, pero cuando la Asamblea Legislati va cre6 la Universidad de Puerto Rico se traslad6 a Rfo Piedras. En 1910 se estableci6 el Colegio de Artes Liberales en Rio Piedras y en el 1911 el Colegio de Agricultura en MayagOez. El Poli se estableci6 coma escuela en el 1912, pero no ofreci6 curses universitarios hasta el 1921. Segun Carta de Fundacion 1935, Universidad del Sagrado Coraz6n, Catalogo 1982-84, p. 22. Elisa Dfaz de Vega, La ensenanza universitarla y su accesibilidad a las famllias jornaleras de Puerto Rico, disertaci6n de M.A. en Trabajo Social (equivalente), 1945, p. 48. Ibid., pp. 1-48.

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Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Con el establecimiento de la Universidad Catolica en Ponce en el aflo 1948, se abrio la cuarta institucion universitaria en Puerto Rico. Siendo en otra area geografica (sur) alivio aun mas las necesidades de la poblacion puertorriquena por una educacion universitaria cercana a sus hogares y no concentrada en la zona de San Juan . Hasta el 1960 las areas beneficiadas eran las de San Juan , Mayaguez, San German y Ponce. La poblacion de la isla habia aumentado grandemente desde princi pios de siglo; en el aflo 1944 habia alcanzado dos millones de habitantes (hasta 1960 el crecimiento fue mas lento) y ya se argurnentaba que el aumento en las es cuelas publicas y privadas, junto a la expansion economica, que se notaba desde el 1947 ameritaba la creacion de mas colegios en comunidades distantes de los recintos. 37 Esto estimulo lo que Rafael Cotto denomina " el movim iento de los colegios regionales en Puerto Rico ". 38 Aunque ya en el 1960 existe el Puerto Rico Junior College (fundado en el 1949), el estudio de Luis Nieves Falcon publicado en el 1965 y basado en la matricula del Recinto de Rio Piedras, hace claro la necesidad de mas cabida a nivel universitario. Senala Nieves Falcon queen 1960-61 la Universidad de Puerto Rico solo podia aceptar un 10 % de los hombres y mujeres graduados de escuela superior el aflo anterior 39 y solamente el 7 % de la poblacion de 25 aflos o mas habia alguna vez recibido admision a nivel universitario.40 Rio Piedras tenia el 73 % de todos los estudiantes universitarios en la isla. 41 El estudio de Nieves Falcon demuestra que el sistema de becas aprobado en el 1942 no alcanzaba a llenar las aspiraciones y necesidades de la poblacion para el 1965, y re-afirma lo que seflalo Elisa Dfaz de Vega en 1945: la participacion de la clase obrera y la poblacion rural no mejoro si se comparaba con la antigua y nueya clase media en el 1965.42 Segun Nieves Falcon en terminos de clase social , la situacion empeoro, aunque la educacion universitaria se veia como una via de movilidad social y escape de las ocupaciones agrfcolas. 43 Todo esto explica el porque aumenta la popularidad de los estudios universitarios y concurrentemente la necesidad de abrir mas centres de estudios universitarios. 44 La Universidad lnteramericana (el antiguo Institute Politecnico de San German) es la primera institucion en percatarse de esa necesidad e inicia una politica de expansion geografica con la apertura del Centro de Extension en Arecibo en el 1957. Durante los ultimas anos de los cincuenta y la decada del 60 abre extensiones en Cayey, Barranqu itas , Fajardo, Aguadilla, Ponce, Hato Rey (San Juan), Bayamon, Roosevelt Roads, Guayama, Utuado y otros. Vease Tabla 1.

37 Richard F. Keeler, An Exploratory Study of the Needs for a Public Community College in an Area of Ten Puerto Rican Municipalities, resumen en: lndice , Rio Piedras, ai'ios 1948-68.

38 Rafael Cotto, The Regional College Movement in Puerto Rico , disertaci6n, Lehigh Univ., 1973.

39 Luis Nieves Falc6n , Recruitment to Higher Education in Puerto Rico 1940-1960, Rio Piedras 1965, p. 54.

40 Ibid., p. 75; Tabla 2, p. 79. 41

Ibid., p. 11 .

42 Ibid., p. 86. 43 Ibid ., p. 80; Tabla 4, p. 83. 44 En el 1960 la Universidad de Puerto Rico gradu6 el 82% de todos los bachilleres en Puerto Rico, segun los c6mputos obtenidos en el estudio Almenas 1985.

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213


Tabla 1 UNIVERSIDAD INTERAMERICANA SEMESTRE Y ANO EN QUE COMENZARON LOS CENTRO$

Adjuntas Aguadilla Anasco Arecibo Barranquitas Bayamon Cayey Cabo Rojo Ciales Fajardo Fort Allen Guayama Hato Rey lsabela Jayuya MayagOez Ponce Republica Dominicana Saint Croix Utuado Yauco

semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre

1961-62 1957-58 1961-62 1956-57 1957-58 1960-61 1959 1961 -62 1962-63 1959-60 1964-65 1957-58 1961-62 1961-62 1959-60 1953-54 1962-63 1960-61 1945-46 1962-63 1961-62

• lnformaci6n dada por Registradurla en San German , Universidad lnteramericana de Puerto Rico.

De la Tabla 1 se desprende que la Universidad lnteramericana de Puerto Rico, el antiguo Politecnico de San German , empez6 en el ano 1953 una polftica de expansi6n que culmin6 a mediados de la decada del 60 con 21 centres de extensi6n por toda la isla de Puerto Rico. Muchos de estos se convertirfan en Colegios Regionales y otros desaparecerfan al comenzar la Universidad de Puerto Rico con el establecimiento de los Colegios Regionales en los pueblos de Humacao y Cayey. La Universidad Cat61ica tambien establece centres educativos en otros pueblos yen la decada del 70 nos encontramos con pueblos como Ponce y Arecibo, donde se encuentran las tres instituciones y Guayama y Aguadilla, donde se establecen dos. Este creci miento de instituciones privadas se evidencia en el ano academico 1964-65 cuando por primera vez en la historia de Puerto Rico las instituciones privadas de educaci6n postsecundaria logran cerca de un treinta y tres por ciento de la matrfcula total.

214

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Tabla 2 MATRICULA TOTAL EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACION POSTSECUNDARIA EN PUERTO RICO PRIMER SEMESTRE 1902-03 AL 1983-84

Anos

Total

Publica

Privada

1902-03 1904-05

154 137

154 137

1909-10 1914-15 1919-20 1924-25 1929-30 1934-35 1939-40 1944-45 1949-50 1954-55 1959-60 1964-65 1969-70

376 872 744 921 1,466 3,691 5,426 7,696 12,497 16,208

376 872 744 921 1,466 3,691 4,987 7,300 11,348 13,232

24,532

18,223

6,309

36,895 57,338

24,809 37,839

12,086 19,499

t974-75a 1975-76 1976-77 1977-78 1978-79 1979-80 1980-81 1981-82b 1982-83 1983-84

96,314 105,426 111 ,311 119,083 126,196 130,105 135,160 139,459 151 ,893 160,203

54,000 53,450 52,686 53,078 52,703 53,956 55,926 52,580 55,268 57,533

42,314 51,976 58,625 66,005 73,493 76,149 79,234 86,879 96,625 102,439

Otra

439 396 1,149 2,976

231

a

En 1974-75 se empez6 a recopilar informaci6n de otras instituciones pub licas de nivel postsecundario, en adici6n a la Universidad de Puerto Rico.

b

En 1981-82 se empez6 a recopilar informaci6n de las instituciones privadas autorizadas por el Consejo de Educaci6n Superior.

• Tabla Num . 1 del Consejo de Educaci6n Superior, Estadlsticas sobre las instituciones de educaci6n secundaria en Puerto Rico: Ano Academico 1982-83, p. 1.

Como se desprende de la Tabla 2, el ano academico 1975-76 se distingue por la casi paridad entre las instituciones privadas y las de la Universidad de Puerto Rico. Desde el ano 1976-77 en adelante aumenta la matrfcula en las instituciones privadas y supera a la instituci6n publica (UPR). lOue ha sucedido a la mitad de la decada del 60 ya que se debe este cambio en la proporci6n de la matrfcula y por lo tanto en la educaci6n superior en Puerto Rico? Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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Uno de los cambios principales que marcan el siglo XX en Puerto Rico es el cambio proporcional entre la poblaci6n rural y la urbana en la isla. Segun vemos en la siguiente grafica de la investigaci6n de Merida Mercado, es en el 1970 cuando por primera vez la poblaci6n urbana excede la poblaci6n rural. La poblaci6n rural experimenta un rapido descenso de 1950 a 1980 del 60% al 30% de la poblaci6n total. La grafica demuestra la tendencia ascendente de este fen6meno. llustraci6n 1 Cl)

3,500

0

z

<C

3,000

Cl)

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0 ::c 2,500

I-

z z

2,000

j:: <C

1,500

0

...J

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Q.

1,000

0

Q.

500

1899 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 Figure 2. Rural-Urban Population in Puerto Rico, 1899-1980.

llustraci6n 2 100 90 80

-

70 I-

z

60

(.)

50

w

a:

w

Q.

40

Urban

-

-

-

-

-

-

-

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Rural r-

-

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- -

......

-

......

-

-

30 20 10

-

I

......

-

-

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1899 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 Figure 3. Proportion of Rural-Urban Population in Puerto Rico, 1899-1980.

Merida Mercado: Natural Resource Conservation and Small-scale Farming in the Eastern Highlands of Puerto Rico, Tesis Doctoral , agosto 1983.

216

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En terminos de crecimiento poblacional encontramos que de 1950 a 1976 la poblaci6n total aumenta de 2,218,000 a 3,223,800. Vemos , pues, que la poblaci6n crece por un mill6n en 20 anos, y se concentra en los pueblos de la isla. 45 Esto se revela ademas en el porciento de personas empleadas en la agricultura y profesiones relacionadas , que baja sign if icat ivamente del 1950 al 1960 y por el otro lado aumenta un 75.6 % las personas empleadas en la construcci6n , un 150% aquellas en comunicaciones , un 94.5% los empleados en finanzas, seguros y bienes ralces , y un 127.5% los empleados por instituciones privadas de educaci6n (60 % los de instrucci6n publica). Estos porcientos indican tambien que las ocupaciones cambian ; crecen las de servicio y manufactura y asf se marca la transici6n de las ocupac iones agrarias a las industriales y de servicios, tanto gubernamentales como privados.46 Las mujeres participan de estos cambios ocupacionales y se percatan de nuevas oportunidades de empleo. Aunque el porciento de participaci6n en el mundo ocupacional de 1950-1960 solamente crece un 2.8 %, aumenta grandemente su participaci6n en algunos sectores.

Tabla 3 PORCIENTO DE PARTICIPACION DE LA MUJER EN GRUPOS OCUPACIONALES 1950-1960

Ocupaci6n

1950

1960

% de crecimiento

Profesionales, tecnicos y trabajos analogos

9.8

15.1

58.6

Medicos y otros trabajos de salubridad

1.8

3.3

84.8

Oficinistas y trabajos analogos

9.3

21 .4

81.8

Todos los datos antes senalados indican queen Puerto Rico hay una transici6n en el tipo de actividad econ6mica preponderante que comienza en el 1950 y continua desde entonces sujeta a las condiciones de crecim iento econ6mico y modernizaci6n que afectan el pals .

45

Merida Mercado, National Resource Conservation and Small-scale Farming in the Eastern Highlands of Puerto Rico, tesis doctoral para la Univ. de Carolina de l Norte, Chapel Hill 1983, p. 40.

46

Segun proyecciones del lnforme de Estadisticas Vitales, Departamento de Sa lud, ELA, 1983.

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

217


Una de esas condiciones es la extension de la Beca Pell (B.E.O.G.) en 1972. La posibilidad de realizar estudios universitarios estimula la matricula de hombres y mujeres en las universidades existentes y tambien la creaci6n de centros universitarios y vocacionales para satisfacer la demanda de los graduados de escuela superior. Como se ve en la Tabla 2 (p. 16), ya en el af'lo academico 1976-77 hay mas estu diantes matriculados en instituciones privadas queen el sistema de la Universidad de Puerto Rico , y para el ano 1983-84, debido al crecimiento constante de la matricula en instituciones privadas, estas tienen casi el doble de la matricula de la U.P.R. La Tabla 4 nos muestra lo que sucedi6 en terminos de graduandos de bachillerato por sexo en Puerto Rico del 1913 al 1962 yen el 1983. Tabla 4 GRADUADOS DE BACHILLERATO POR ANO Y POR SEXO EN PUERTO RICO

Ano

1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941

1942 1943 218

Masculinos Porciento Numero

1 0 23 25 29 27 39 56 33 35 76 53 58 59 81 68 67 83 106 83 149 115 182 138 187 221 288

244 226 246

249

(100%) (88.46%) (83.33%) (80.56%) (100%) (90.69%) (82.35%) (63.46%) (68.62%) (76.77%) (81.54%) (74.36%) (68.60%) (64.29%) (52.71 %) (53.60%) (50.61 %) (56.38%) (43.92%) (67.12%) (60.53%) (59.87%) (52.27%) (41.93%) (63.14%) (56.14%) (54.83%) (54.07%) (46.68%) (48.07%)

Femeninas Numero Porciento

0 0 3 5 7 0 4 12 19 16 23 12 20 27 45 61 58 81 82 106 73 75 122 126 259 129 225 201 192 281 269

(11.54%) (16.66%) (19.44%) (9.30%) (17.65%) (36.54%) (31.37%) (23.23%) (18.46%) (25.64%) (31 .40%) (35.71 %) (47.29%) (46.40%) (49.39%) (43.62%) (56.08%) (32.88%) (39.47%) (40.13%) (47.73%) (58.07%) (36.86%) (43.86%) (45.17%) (45.93%) (53.32%) (51.93%)

Total

1 0 26 30 36 27 43 68 52 51 99 65 78 86 126 129 125 164 188 189 222 190 304 264

446 350 513 445 418 527 518

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Tabla 4 GRADUADOS DE BACHILLERATO POR ANO Y POR SEXO EN PUERTO RICO

Ano

Masculinos Numero Porciento

Femeninas Numero Porciento

Total

1944 (44.61 %) (55.39%) 240 298 538 (42.41 % ) (57.59%) 573 1945 243 330 (38.76%) (61.24%) 534 1946 207 327 (44.34%) 364 (55.66%) 654 1947 290 (68.46%) (31.54%) 241 1948 165 76 (60.43%) (39.57%) 791 1949 478 313 (36.21 %) 1207 1950 770 (63.79%) 437 1951 (60.27%) 437 (39.73%) 1100 663 (49.32%) 594 (50.68%) 1172 1952 578 1953 (45.94%) (54.06%) 1158 532 626 (43.47%) 714 (56.53%) 1263 1954 549 711 (50.39%) 700 (49.61 %) 1411 1955 (51.64%) 828 (48.36 %) 1712 1956 884 (54.42%) (45.58%) 1970 1957 1072 898 (60.60%) (39.40 %) 1958 * 1178 766 1944 (61.15%) (38.85%) 1959 1259 800 2059 (58.04%) (41.96%) 1960 1227 887 2114 (64.09%) 946 (35.91%) 2634 1961 1688 (56.64%) 1110 (43.36 %) 2560 1962 1450 1963 • Estadfsticas de la Universidad Cat61ica no estan completas este ano (ND) (62.11 % ) 4091 (37.89%) 6708 10799 1983 • • Segun datos del Consejo Superior de Ensenanza. Datos compilados de otros datos parciales de las cuatro universidades incluidas en el estud io por Almenas y Rivera.

El dato mas revelador que se desprende de esta tabla es el cambio radical en la participaci6n por sexo del 1962 al 1983. Si en la decada del 50 las mujeres fueron mayorfa solamente tres anos -del 1952 al 1954- esta mayorla no fue notable -4 al 6%. 47 Pero en 1983 las mujeres constituyen el 62% de los graduandos de bachillerato -o sea, son claramente una mayorla, como se palpa en las aulas de muchos centres universitarios. Las fluctuaciones en los porcientos de hombres y mujeres graduandos quizas estan relacionadas con dos factores importantes: las guerras en que participaba la poblaci6n masculina puertorriquef\a con sus consecuencias en terminos de oportunidades de empleo y ayudas para estudio a los veteranos , y el crecimiento pobla-

47

Centro de Datos Censales de Puerto Rico, Tabla 54 - Personas empleadas por grupo industrial y sexo, para Puerto Rico, urbano y rural 1960 y para Puerto Rico 1950, Caracterfsticas Sociales y Econ6micas, 1980.

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219


cional , que crea una demanda por maestros en la isla, unida a la facilidad de estu diar cerca del hogar que condiciona mas la participaci6n de la mujer. Para el censo del 1970 las mujeres tenian solamente una mediana de 6.5 anos de escuela completados, y los hombres las superaban levemente con 7.5. Las diferencias entre los graduados de bachil lerato eran pocas: 21 ,735 varones (49.37%) del total, de 25 anos o mas y 22,289 mujeres (50.63%). Pero cuando nos referimos a aquellos que habian seguido estudios postgraduados encontramos que hay 19,447 varones (68.61 %) y solamente 8,896 (31 .39 %) mujeres. Para todo Puerto Rico en contramos que solamente el 6.69 % de la poblaci6n de 25 a nos o mas habia completado 4 anos de colegio o mas.48 Si observamos la distribuci6n por localizaci6n de la residencia , encontramos variaciones bien marcadas. Si observamos la distribuci6n por residencia , notamos un rasgo interesante. De las 22,289 mujeres con 4 anos de colegio, 20,248 viven en la zona urbana; 19,414 hombres viven en la zona urbana de un total de 21 ,735. En ambos casos para el 1970 residen en zonas rurales de Puerto Rico solamente aproximadamente cuatro mil personas con bachillerato: (De 25 anos o mas). Claramente, la educaci6n sigue siendo para la poblaci6n urbana y aquellos de las zonas rurales con interes y recursos para trasladarse al area urbana a estudiar. Se nota que la proporci6n de personas con estudios superiores en las zonas urbanas sobrepasaba en gran medida la relaci6n proporcional de la poblaci6n urbana a la poblaci6n rural para el 1970. (Alrededor de 42 % rural y 58 % urbana segun se ve en las llustraciones numero 1 y 2, p. 18). 49 Hasta 1974, Puerto Rico amplia su economia y se concentra en la industria y los servicios publicos y privados. Esto provee nuevas avenidas de movilidad social a hombres y mujeres y demand6 una fuerza laboral mas educada a todos los niveles. Estos cambios se estaban dando ya desde antes, pues podemos ver un crecimiento en los numeros de personas con un diploma de escuela superior del 1950 al 1970. Tabla 5 EDUCACION DE ESCUELA SUPERIOR COMPLETADOS, POR SEXO, DEL 1950 AL 1970 SEGUN CENSOS DE POBLACION 50 (Personas de 25 aiios o mas) 1960

1950

%

Numero

Varones Hembras Total

16,730 13,462 30,192

-

55.41% 44.59% 100%

%

Numero

38,856 30,212 69,068

1970

-

56.26% 43.74% 100%

Numero

%

91 ,937 - 51 .33% 87,171 - 48.67% 179,108 100%

De _la Tabla 5 se desprende tambien que de 1950 a 1970 hay mas hombres que mujeres graduados de cuarto anode escuela superior, pero el porciento de mujeres aumenta de 1950 al 1970, con un leve descenso para el 1960. Sin embargo, como vimos anteriormente, para el 1970 habla casi paridad en el numero de hombres y mujeres que se graduaban de bachillerato (49.3% varones, 51 % mujeres).

48

La guerra de Korea empez6 en el 1950.

49

Tabla 45 - Caracterfsticas de la Construcci6n por residencia urbana y rural 1970, op. cit.

220

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Si tomamos la tendenc ia del Censo de 1970 como gufa y la relacionamos a los datos de la Tabla 5, especialmente para el 1960 y 1970, vemos que menos mujeres se graduaban de escuela superior del 1950 al 1970, pero el porciento de mujeres con cuarto ai'lo de escuela superior aumenta del 1950 al 1970. Algo similar ocurre en la universidad (Vease Tabla 4, p. 22). Para el 1970 esas diferencias se habfan reducido si consideramos los numeros de graduados de cuarto ai'lo y los de bachillerato. En ambas categorfas los hombres constitufan un 51 % y las mujeres un 49 % . Esto indica que a nivel de escuela superior y a nivel de bachillerato las mujeres puertorriquei'las estaban cas i a la par con los hombres para el 1970. No era asl cuando se toma en cuenta su participaci6n en estudios postgraduados, donde los hombres son el doble. Para la decada de los ochenta el Censo informa un total de 457,157 personas de 15 ai'los o mas con un grado de escuela superior. De estos, 219,301 son varones y 237,856 son mujeres. Continuan las diferencias entre la zona rural y la zona urbana:

Tabla 6 GRADUADOS DE ESCUELA SUPERIOR DE 15 ANOS O MAS POR SEXO Y LUGAR DE RESIDENCIA - CENSO 1980*

Isla

Rural

Urbano

Varones Mujeres

47,97% 219,301 237,856 - 52.03%

61 ,302 - 27.95 % § 58,710 - 24.68 % §

157,999 - 72.05%§ 179,146 - 75.32 %§

Total

457,157

120,012

337 , 145

§

Del total de su sexo.

Resumen datos de Tabla 100 -Years of School Completed ... by Age and Sex, Census of Population , U.S. Department of Commerce, Vol. 1, Chapter D, Sept. 1984 - pp. 17-20.

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

221


Cuando consideramos las personas graduadas con 4 anos o mas de universidad (o su equivalente) se repite el mismo patr6n: hay una diferencia bien marcada entre hombres y mujeres donde se establece que estudian mas mujeres que hombres, y las zonas urbanas aventajan a las zonas rurales en el porciento de personas que han alcanzado el nivel de preparaci6n bajo estudio. Veamos: Tabla 7 GRADUADOS CON 4 Y 6 ANOS DE ESTUDIOS POST-SECUNDARIOS POR SEXO Y LUGAR DE RESIDENCIA SEGUN EL CENSO DE 1980 (Para la poblaci6n de 15 anos o mas)* Isla

Rural

Urbano

4 aiios

6 6 mas

4 aiios

6 6 mas

4 aiios

6 6 mas

Varones

46552 (42.41 %)

21024 (62.65 %)

6562 (14.1 % )§

1755 (8.35 %)§

3990 (85.9%)§

19269 (91 .66 %)§

Mujeres

63206 (57.59 %)

12532 (37.35 %)

9157 (14.5% )§§

929 (7.41 %)§§

54049 (85.5%)§§

11603 (92.59 %)§§

Total

109758 (100 %)

33556 (100 %)

15719

2684

94039

30872

§ del total de varones §§ del total de mujeres • Resumen de Tabla 100 - Years of School Completed, Ibid.

Del total de varones con cuatro anos de estudios universitarios un 14% reside en la zona rural y esta misma proporci6n se repite en el caso de las mujeres. Sin embargo, se revela un dato interesante: si observamos los datos de la poblaci6n rural en la Tabla 6 y la Tabla 7. En la zona rural hay mas varones que han alcanzado un cuarto ano de escuela superior, pero menos que han terminado el equivalente de cuatro anos de universidad . Es razonable deducir que el lugar de residenc ia es un factor importante que cond iciona la participaci6n de hombres y mujeres en la educaci6n de Puerto Rico en forma desigual, lo que se estableci6 en Censos anteriores y no es particular de la isla de Puerto Rico. No obstante, es de suponer que muchos de los graduados se mudan a zonas urbanas en busca de empleo, lo cual aumenta los totales del rengl6n " urbano" y explica parcialmente el continuo ascenso de la poblaci6n urbana para el 1980. Al comparar la Tabla 7 con datos mencionados para la poblaci6n de Puerto Rico en 1950, 1960 y 1970, lo mas significativo es que para el 1980 las mujeres han superado a los hombres a nivel de bachillerato, tanto en la zona rural como en la zona urbana. La mujer comprende un 57.59 % de todos los graduados para aquel entonces. Aun cuando se anaden los que alcanzaron 6 anos o mas de estudios postsecundarios, siguen siendo mayorfa. Pero cuando se consideran aisladamente los que continuaron despues de los cuatro anos de universidad o su equivalente, los hombres superan a las mujeres. 222

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I

0

Tabla 8

::i

GRADOS, CERTIFICADOS Y DIPLOMAS CONFERIDOS POR LAS INSTITUCIONES DE EDUCACION POSTSECUNDARIA PUBLICAS Y PRIVADAS, ACREDITADAS O AUTORIZADAS POR EL CONSEJO DE EDUCACION SUPERIOR POR TIPO DE GRADO Y PROGRAMA

3 CD

en

<

0

_. 0

ANO ACADEMICO 1982 -83

z

C•

3 GRADOS CONFERIDOS

_. (0 ()) 0)

oo -.J

Certlflcados 8 RESUMEN

Grados Asociados

M

M

F

M

GRAN TOTAL

22

87

2,046

3,613

4,091

Universidad de Puerto Rico

11

59

772

1,312

271

Otras lnstituciones Publicas de Nivel Postsecundario

F

F

Maestrias

TOTAL

F

M

F

M

F

6,708

409

248

463

760

12

13

1,835

2,942

166

112

176

335

5

8

114

24

12

lnstituciones Privadas Acreditadas

2

10

989

2,140

2,208

3,347

197

108

216

259

lnstituciones Privadas Autorizadas

9

18

14

47

24

7

46

28

68

165

a

Doctorados

M

Otras lnstituciones

I\.) I\.) (..;)

Primer Nlvel Profesional

Bachilleratos

lncluye certificados subgraduados, postbachillerato y postgraduados.

• Consejo de Educaci6n Superior: op. cit. , Tabla numero 10-1, p. 56.

3

7

5

F

M

7,043 11 ,429 2,965

4,768

295

126

3,619

6,269

161

265

3

1


En el 1983 se reafirma la tendencia en que la mujer supera al hombre en el primer diploma universitario o el equivalente a 4 anos de educaci6n post-secundaria segun lo muestra la siguiente tabla publicada por el Consejo Superior de Ensenanza. A partir del bachillerato no es tan clara esa situaci6n. En el primer nivel profesional se graduaron mas hombres (62.25%) que mujeres (37.75%) lo cual indica que los hombres escogen carreras mas largas que los cualifiquen para entrar directamente en profesiones tales como farmacia, ingenierfa, leyes, etc. A nivel de maestrfa las mujeres aventajan a los hombres pues constituyen el 63.14% , pero a nivel de doctorado se re-establece cierta paridad: hombres 48% y mujeres 52% . Estas cifras reflejan las oportunidades de educaci6n post-secundaria en la isla para el ano academico 1982-83 y no los numeros exactos de hombres y mujeres puertorriquenos con grados profesionales, de maestrfa y doctorado. Muchos, como en el siglo 19, tienen que salir a otros parses a obtener grados profesionales, maestrfas y doctorados en concentraciones que no abundan, o nose ofrecen en Puerto Rico. Otros cursan estudios en Estados Unidos o en el extranjero, ya sea porque no consiguen admisi6n en sus programas favorites en Puerto Rico o porque estiman que la calidad de la ensenanza y los recurses disponibles son superiores a los locales. Algunos otros porque son atrafdos por la aventura de vivir en otros parses y experimentar culturas diferentes. En todos los casos, estudiar fuera de la isla requiere mayor acceso a recurses econ6micos ya sea en la forma de becas, pecunio propio, o la ayuda de familiares o empleos en el extranjero. Especulando un poco y continuando la comparaci6n con el siglo 19, aunque el numero de mujeres que estudian fuera de Puerto Rico en todos los niveles haya aumentado grandemente en el siglo XX, nose espera que supere al de los estudiantes varones, ni a nivel de bachillerato, ni a nivel de maestrfa o doctoral. Si es asf tendrfamos que examinar las cifras otra vez y quizas encontrarlamos que la mayorfa de mujeres a nivel de maestrfa y doctorado se reduce. Pero esto serfa tema para otro estudio investigative. La participacion de la mujer en la ensenanza superior de la Isla: Las cifras de graduandos y de graduados segun los Censos nos indican algo sabre la participaci6n del hombre y la mujer durante el siglo XX, notandose claramente un aumento en la participaci6n de la mujer puertorriquena en la educaci6n universitaria. Pero los numeros totales de graduandos no nos indican mucho sabre las caracterfsticas de esa participaci6n. Recordemos que a principios de siglo se recalcaba la funci6n de la e_ducaci6n para la mujer como una aportaci6n a su desarrollo como madre y esposa ya su formaci6n total que inclufa los conocimientos necesarios para ganarse el pan honradamente o ayudar a su c6nyuge a escapar de la miseria econ6mica. Con la nueva administraci6n norteamericana se da un enfasis mayor a la preparaci6n de maestros y esta demanda prosigue a traves del siglo con el aumento continua de la poblaci6n y el cambio en los sectores de producci6n despues del 1950. Para el 1975 el sector industrial contribuye el 60% del promedio de ingreso bruto (PIB), el manufacturero 36.8% y el agropecuario se ha reducido el 3.1 %. 51 Se necesitan pues, ademas de maestros, personal administrative y gerencial, tecnicos en ciencia y tecnologfa y expertos en servicios a una comunidad que esta pasando por un perfodo acelerado de cambio. 50

M. Mercado, p. 40.

51

Almanaque Mundial 1980, Panama 1979, p. 23.

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Tecnica de lnvestigaci6n Empleada Para analizar los cambios ocurridos, ademas de clasificar a todos los graduandos de bachillerato en Puerto Rico por universidad y sexo, se clasificaron por concentraci6n. Las concentraciones se agruparon en los campos de servicios (ciencias sociales), educaci6n , cientlficos o profesiones aliadas (ciencias naturales), comercio e industria (administraci6n comercial), humanidades y primer nivel profesional. En humanidades se incluye: arte, historia, idiomas, musica, comunicaci6n , etc. yen el primer nivel profesional , la ingenierla. La participaci6n por concentraci6n se clasific6 tambien por sexo, ano y universidad . Las instituciones que se incluyeron, para cada perlodo, fueron las siguientes, a saber:

1.

Del 1903 al 1962: Aiio y Sexo de Graduandos Recinto de Rio Piedras - U.P.R. Recinto de Mayaguez - U.P.R. Universidad lnteramericana Universidad del Sagrado Coraz6n Universidad Cat61ica

2.

Del 1903 al 1962: Aiio, Sexo y Concentraci6n Recinto de Rio Piedras - U.P.R. Recinto de Mayaguez - U.P.R. (solamente ingenierla) Universidad lnteramericana Universidad Cat61ica Universidad del Sagrado Coraz6n

3.

Del 1962 al 1980: Aiio y Sexo de Graduados Recinto de Rio Piedras - U.P.R. Recinto de Mayaguez - U.P.R. Universidad lnteramericana (Recinto de San German y Colegios Regionales) Universidad del Sagrado Coraz6n

4.

Del 1962 al 1980: Aiio, Sexo y Concentraci6n Recinto de Rio Piedras • U.P.R. Recinto de Mayaguez - U.P.R. (lngenierla) Universidad lnteramericana (Recinto de San German y Colegios Regionales) Universidad del Sagrado Coraz6n

5.

Del 1975 al 1980: Aiio, Sexo y Concentraci6n Universidad Cat61ica

Las razones para las exclusiones son varias. En primer lugar, no existlan datos de graduandos por sexo en ninguna instituci6n antes de la decada del 50; la mayorla no los tiene hasta fines de los 60 y mediados de los 70. La lnteramericana no los recoge hasta esta decada (1980). En segundo lugar: La cantidad de graduandos, igual que la poblaci6n, aumenta aceleradamente del 1960 al 1980, haciendo su clasificaci6n algo ardua ya que el Consejo Superior de Ensenanza tampoco incluye la clasificaci6n por sexo de las graduandos hasta su informe estadlstico de 1984. Se clasific6 manualmente, tomando como indicio de sexo el primer nombre del estudiante, con las errores que esto conlleva. Las concentraciones se obtuvieron de los programas de graduaci6n guardados en el Archive General de la Universidad de Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

225


Puerto Rico y de 1968 en adelante de la Oficina de Planificaci6n y Estadisticas (ya clasificados). Para la Universidad lnteramericana se examinaron los records de Registraduria en San Germany se hizo todo manualmente por nombre y concentraci6n del 1927 al 1980. En el Sagrado Corazon la labor fue mas facil ya que graduaba solo mujeres hasta el 1973 y s61o tuvimos que clasificar por sexo y concentraci6n los anos de 1970-1978. La Universidad Cat61ica nos di6 todos sus datos ya clasificados. Debido a que el curriculo varia en todas estas instituciones, tuvimos que recla sificar las concentraciones para que incluyesen las mismas materias. Mucha de la informaci6n solicitada no habia sido recopilada antes, lo que implic6 algunas veces trabajo adicional para los oficiales de las oficinas que cooperaron con el estudio en las diferentes instituciones, (especiaimente la Cat6iica y el Recinto de Mayag0ez). Despues de catalogar estos datos por sexo, ano y concentraci6n se sometieron a un analisis estadistico descriptivo y se establecieron correlaciones con el prop6sito de establecer claramente los patrones de cambio y su relevancia, comparar unas concentraciones con otras y entre instituciones. Hasta el 1962 se trata de la poblaci6n total, del 1962 en adeiante se trata de una muestra que incluye la universidad privada mas grande de Puerto Rico (Universidad lnteramericana), la hist6ricamente mas antigua y la (mica del estado, Universidad de Puertro Rico (Recinto de Rio Piedras y Mayagoez) y dos instituciones de filosofia cat61ica y del sector privado: la Universidad Cat61ica y la Universidad del Sagrado Coraz6n . Ambas se incluyen por su aportaci6n hist6rica. Se utiliz6 el programa Stat-Pac de la firma IBM para el procesamiento de datos. Redistribuci6n de datos para su analisis y limitaci6n El estudio se iimit6 a estudiantes graduados de bachillerato en las instituciones ya mencionadas. A fines de simplificar el analisis nose incluyeron las subespecialidades de los departamentos. Ej .: contabilidad, educaci6n especial, comunicaciones, etc. Ademas, para uniformar los cambios de curriculo hechos por cada instituci6n y la otorgaci6n de grados en los ultimos 80 anos, se reorganiz6 de la siguiente forma: 1.

2.

3. 4. 5. 6. 7.

8. 9.

226

Todos los bachilleratos en Artes Liberates o Estudios Generates se clasificaron como Humanidades. Los primeros grados en qulmica farmaceutica y farmacia se contaron como bachilleratos en Ciencias Naturales. Se dejan de incluir despues de 1968 pues ya no los informa el Recinto de Rio Piedras. Del 1944 al 1967 los graduados en Derecho se sumaron a los graduados de Ciencias Sociales. Derecho aparece tambien como una categorla aparte del 1944 al 1983. Historia se clasific6 como Humanidades. Del 1952-1962 los grados de " Bachillerato en Artes" otorgados por la Universidad Cat61ica se clasificaron como Humanidades. Los graduados de Economia Domestica se incluyeron en pedagogla, excepto los especializados en nutrici6n que se clasificaron en Ciencias Naturales. Por falta de informaci6n de graduandos por concentraci6n , solamente se incluy6 ingenierla en el Recinto de Mayagoez. Para ampliar el analisis de educaci6n se in.c luyen los diplomas en educaci6n del 1903-1914 como si fuesen bachilleratos. Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


El proposito del estudio fue documentar la historia, reconstruyendo los numeros totales de graduandos de bachillerato por af\o, sexo y concentracion del 1903 al 1962. Del 1962 en adelante se estudiaron tendencias para establecer cambios , si alguno, en los patrones de estudio por sexo en Puerto Rico. Debi do a que los datos se clasificaron manualmente, muchas veces determinando sexo por el primer nombre y contando uno a uno para establecer el total de hombres y mujeres por concentracion, no tienen un 100 % de confiabilidad. Sin embargo, el porciento de error es bajo, ya que se verificaron varias veces y sirven bien como una aproximacion cercana a los datos exactos. Son tambien confiables para propositos de investigacion. Se usaron datos censales para darle amplitud descriptiva y analitica a la investigacion y ademas, para relacionar el topico de la educacion de la mujer a nivel universitario en Puerto Rico con el topico mas amplio de la educacion puertorriquef\a en general, segun las proyecciones de los Censos. La investigacion tendria mas alcance predictive y descriptive si se hubiesen incluido las sub-especialidades en los ultimas diez o veinte af\os y efectuado su analisis por sexo. Esto se debe a queen los ultimas diez anos y mas aun, en los ultimas 5 af\os, el curricula de las universidades se ha ampliado y diversificado, atrayendo nuevos clientes-estudiantes en respuesta a sus ofertas curriculares y las demandas en el mercado de empleo. De particular interes seria estudiar el patron que se establece en carreras cortas, grades asociados y de maestrla. Asimismo, resultaria interesante establecer la procedencia por pueblo y zona, escuela superior y clase socio-economica, de los graduandos por concentracion y sexo. (El estudio ya citado de Luis Nieves Falcon que se limito a estudiantes admitidos, analizo algunas de estas variables). Analisis de datos recopilados: participacion por af\o, sexo, concentracion y universidad Al analizar los datos recopilados por concentracion no hay duda de que para 1983 todas las instituciones incluidas habian graduado mas mujeres que hombres segun se ve en la Tabla 9. Tabla 9 GRADUADOS POR SEXO Y UNIVERSIDAD (1903-1983) Total***

UPR *

UI **

UC/USC

M - 57,336 F - 68,742

39,115 51,237

6098 7640

2123 9865

lncluye ingenieria hasta 1984. Hasta 1980. lncluidos en el procesamiento de datos por concentraci6n y sexo.

Este dato refuerza las conclusiones basadas en la Tabla 4, segun la cual aunque la proporci6n de mujeres y hombres fluctua de 1903 al 1962, de aqul en adelante se marca claramente una tendencia hacia el aumento del numero de mujeres graduadas en Puerto Rico; para el 1983 hay mas mujeres graduadas de bachillerato que hombres. Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

227


En la Tabla 9 se observan variaciones por instituci6n. Aunque en todas se han graduado mas mujeres que hombres, la proporci6n de graduandos por sexo ha sido desigual. En la Universidad Cat61ica y la Universidad del Sagrado Coraz6n la proporci6n de mujeres es mucho mayor que la de hombres. Esto se debe a que la Universidad del Sagrado Coraz6n se fund6 como un colegio de mujeres y s61o fue en el 1974 cuando gradu6 el primer var6n , no asf la Cat61ica que fue co-educacional desde un principio. Ademas , parece ser que el currfculo de estas dos instituciones cat61icas ha sido de mucho mas atractivo para las mujeres que para los hombres. Las diferencias no son tan marcadas en la Universidad de Puerto Rico y la Universidad lnteramericana seg(m se desprende del anal isis por totales y por concentraci6n. La ilustraci6n numero 3 representa todos los graduados del Recinto de Rfo Piedras del 1903 al 1983 y los graduados de ingenierfa del 1918-1984. Muestra claramente que las mujeres son mayorfa en todos los campos de concentraci6n excepto administraci6n comercial (ADC) y !eyes (DER). Otra especialidad en la que el hombre domina es ingenierfa, como lo demuestra la Tabla 10. llustracl6n 3 GRADUADOS DE BACHILLERATO EN EL RECINTO DE RIO PIEDRA$ POR CONCENTRACION Y SEXO (UPR 1903-1983)

26,000 24,000 22,000 20,000 18,000 16,000 14,000 12,000 10,000 8,000 6,000 4,000 2,000

cso ■ 228

EDU

= Masculino

ADC

D

CNA

HUM

DER

= Femenino Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Tabla 10 GRADUADOS INGENIERIA Y LEYES POR SEXO (1913-1983/4)

lngenieria • (RUM) M - 8450 F - 775 = 8.40%

Leyes (U.P.R.)

Leyes (Miembros Colegio de Abogados)

M -

M -

2787

F - 782

F -

5545 1078 = 16.28%

• hasta 1984 • • has ta 1985 lnformaci6n sobre colegiados provista por el Colegio de Abogados de Puerto Rico. La Tabla 10 muestra la proporci6n entre hombres y mujeres en ingenierfa y leyes. Si no se le hubiese anadido la matrfcula del Colegio de Abogados como control, parecerfa que hay casi igual numero de mujeres en ingenierfa y derecho. Sin embargo, no es asf ya que tambien la Universidad Cat6Iica y la Universidad lnteramericana tienen una escuela de leyes. La clasificaci6n por sexo que hicimos a la lista de graduados de leyes colegiados , tiene la ventaja adicional de decir los numeros exactos de hombres y mujeres que estan autorizados para ejercer como abogados en Puerto Rico para el 1985, graduados en Puerto Rico o en el exterior. En cuanto a ingenierfa, como solamente hay una escuela en la isla, la proporci6n tiene un alto grado de confiabilidad aunque no es exacta. De la Tabla 10 se puede inferir que, entre las carreras predominantemente masculinas que se estudiaron, las mujeres se han decidido mas por el derecho. En rigor, el derecho fue una de las primeras carreras a nivel profesional ofrecidas en Puerto Rico 52 y si recordamos las Leyes de Toro (1505) que prohibfan a la mujer un cargo como juez o abogada, cabrfa la especulaci6n de que atrafa a algunas mujeres desde tiempos antiguos y hubiese quien la ejerciera en practica antes de esa fecha. (Shakespeare en El Mercader de Venecia, presenta a una mujer disfrazada de abogado defendiendo con exito a su novio en corte. Espana tiene su historia de alcaldesas ilustres antes del siglo XX). Para examinar mas de cerca el patr6n de estudio y localizarlo dentro de su patr6n hist6rico, se analiz6 los graduados por concentraci6n del 1903 al 1962 y de 1962 hasta el presente (anos 80, 81 , 82 y 83 segun informaci6n obtenida). Ya se demostr6 que hasta 1962 habfa mas hombres con bachillerato (16,246) que mujeres (14,412) en Puerto Rico ya que incluimos todas las instituciones a nivel de bachillerato veinte a nos atras. La proporci6n de hombres y mujeres se fue achicando y para el 1983/4 nuestra muestra y la estadfstica del Consejo Superior de Ensenanza incluida en la Tabla 4 demuestran que ese patr6n cambia y se graduan hoy mas mujeres que hombres.

52

Los primeros graduados en derecho de la U.P.R. fueron 11 hombres y una (1) mujer en 1923, (Almenas 1985). Derecho fue ensei'\ado junto a filosofla, ciencias naturales y medicina en el Ateneo Puertorriqueno en 1898. Ismael Rodriguez Bou, " Significado del Ateneo desde el punto de vista de un educador", en Revista del lnstituto de Cultura Puertorriqueiia, 1966 citado por Isabel Pic6, " Los estudiantes universitarios ", op. cit., pp. 86-87.

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

229


llustraci6n 4 GRADUADOS DE BACHILLERATO POR SEXO Y CONCENTRACION HASTA EL 1962 · PUERTO RICO

9,000 8,000 7,000 6,000 5,000 4,000 3,000 2,000 1,000 -

cso

EDU

ADC

= Masculino

HUM

CNA

D

DER

ING

= Femenino

Aparte de la proporci6n numerica, lha habido algun cambio en las materias que estudian los diferentes sexos? La ilustraci6n 4 demuestra que hasta 1962 los hombres eran mayorra en todos los campos de estudio excepto educaci6n. Sin embargo, Educaci6n junto a Administraci6n Comercial, eran los campos donde mas hombres se graduaban. Las diferencias entre hombres y mujeres eran bien marcadas en administraci6n comercial (590 mujeres), derecho (129 mujeres) e ingenierfa (42 mujeres). 53 La siguiente tabla nos indica los numeros de graduados en Puerto Rico por materia de estudio. Los de ingenierfa se clasificaron solamente hasta el 1960, pues esta es una fecha clave para la mujer en ingenierfa. (Vease anotaci6n 53)

53

La primera y (mica mujer ingeniero se gradu6 en el 1940, la segunda en el 1955. Las mujeres empezaron a graduarse de ingenierra en cantidades pequei'\as pero todos los ai'\os despues del 1960. Almenas 1985.

230

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Tabla 11 HOMBRES Y MUJERES GRADUADOS DE BACHILLERATO EN PUERTO RICO HASTA 1962 POR CONCENTRACION

M

··cso

F

% del Total

1142

1100 8502 590 1944 2105 129

2097

42

29.33 % 72.28 % 14.47% 45.75 % 58.77 % 11 .30 % 2.00 %

Total M/F

3750

2650 3260 3486 2305

11762 4076 4249

HUM

1477

3582

LEY

1013 2055

EDU ADC CNA

*ING

• hasta 1960 • • lncluye Leyes CSO - Ciencias Soc iales EDU - Educaci6n ADC - Admin istraci6n Comercial CNA - Ciencias Naturales HUM - Humanidades LEY - Derecho ING - lngenier la

Cuando examinamos los mismos dates del 1962 hasta las graduaciones en los primeros a nos de los ochenta, se notan cambios -no solo en que aumenta el numero de mujeres y supera el de los hombres en la muestra: (41037 hombres y 54330 mu jeres)- sino tambien en el patr6n de los graduados por concentraci6n . Notemos los numeros exactos .

Tabla 12 HOMBRES Y MUJERES GRADUADOS DE BACHILLERATO DESPUES DEL 1962 POR CONCENTRACION (MUESTRA PUERTO RICO)

cso

EDU ADC

CNA

HUM LEY *ING

M

Total M/F

F

% del Total

6904 7877 10981 4585 2521 1774 6395

17131 32051 18934 10954 6742

10227 24174 7953 6369 4221 653 733

59.70% 75.42% 42.00% 58.14% 62.61 % 26.91% 10.28%

2427 7128

• despues def 1960 - hasta 1984.

La proporci6n de hombres y mujeres por concentraci6n se ve mas claramente en la llustraci6n 5. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

231


De la tabla y la ilustraci6n se desprende claramente que los hombres siguen superando a las mujeres en administraci6n comercial , leyes e ingenieria. Sin embargo, las diferencias en administraci6n comercial y leyes se achicaron , mientras que en ingenieria, aunque se graduaron muchas mas mujeres que antes del 1960, la diferencia entre hombres y mujeres sigue siendo significativa (10 %).

llustraci6n 5 GRADUADOS DE BACHILLERATO POR SEXO Y CONCENTRACION DESPUES DEL 1962 - MUESTRA PUERTO RICO

26,000 24,000

22,000

20,000

18,000

16,000

14,000

12,000 10,000 8,000 6,000

4,000

2,000 -

cso

■ 232

EDU

ADC

= Masculino

CNA

HUM

DER

ING

= Femenino

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Las mujeres continuan dominando el campo de la pedagogia, como antes del 1962, pero pedagogia, junto a cienc ias sociales, ingenieria y administraci6n comer-

cial son los campos de estudio mas escogidos por los hombres hasta esta decada. Para los hombres, pedagogia es el segundo en preferencia despues de administraci6n comerc ial ; para las mujeres, pedagogia es la profesi6n preferida, seguida por una concentraci6n en ciencias social es yen tercer lugar por carreras en administraci6n comercial. Contrario a lo que se ha asumido en otros trabajos , la mayoria de las mujeres graduadas en administraci6n comercial no estudiaron ciencias secretariales y si administraci6n comercial , contabilidad , gerencia y otras . De hecho, son muy pocas las mujeres en la Universidad de Puerto Rico, la Universidad lnterameri cana y el Sagrado Corazon que optan por una concentrac i6n en ciencias secretariales . Se encuentra una proporc i6n mayor en la Un iversidad Cat61 ica. Las ciencias son el tercer campo preferido por las mujeres despues del 1962 (cuarto antes de l 1962). Aqu i tambien la mayoria de las mujeres incluidas se graduaron de las ciencias puras (biologia, fisica, quimica, matematica) y muy pocas de enfermeria. La inmensa mayorfa de las mujeres graduadas de enfermerfa se graduaron de la Universidad Cat61ica, ya que ninguna de las otras instituciones (excepto la lnteramericana despues del 1980) ofrecia esa especialidad. Aun dentro de estas tendencias generales de la poblaci6n estudiantil femenina y masculina se notan diferencias por instituci6n. La Universidad lnteramericana, instituci6n que mas se asemeja al Rec into de Rio Piedras por su antiguedad hist6ri ca y curriculo, fue estud iada desde su primera graduaci6n en el 1927 hasta el presente (1980). Tabla 13 GRADUADOS POR SEXO Y CONCENTRACION DEL RECINTO DE SAN GERMAN Y COLEGIOS REGIONALES DE LA U.I. (1927-1980)

cso EDU ADC CNA HUM

M

F

1164 2019 1475 760 680

1255 4653 467 451 800

En la Tabla 13 yen la llustraci6n 6 notamos que tambien la Universidad lnteramericana, al igual que la de Puerto Rico y todas las estudiadas, ha graduado a mas mujeres que hombres. Pero las especialidades escogidas por sexo ofrecen una variaci6n (comparese con la llustraci6n 3, pag . 41). En la Universidad lnteramericana se graduaron mas hombres que mujeres en ciencias naturales ; lo inverse ocurri6 en el Recinto de Rfo Piedras. Quizas la diferencia estriba en que el Recinto de Rfo Piedras ofrecfa una concentraci6n en farmacia y esta concentraci6n atrajo desde sus com ienzos a las mujeres. Hubo varies anos en que las mujeres aventajaban a los hombres en farmacia, particularmente el ai'lo 1937. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

233


llustracion 6 GRADUADOS DE BACHILLERATO EN SAN GERMANY COLEGIOS REGIONALES POR CONCENTRACION Y SEXO (UNIVERSIDAD INTERAMERICANA 1927-1980)

5,000 4,000 3,000 2,000 1,000 -

cso

D

EDU

= Masculino

ADC

CNA

HUM

D

= Femenino

En la lnteramericana igual queen el Recinto de Rio Piedras las mujeres dominan el campo de la pedagogla. Su segundo campo de concentraci6n son las ciencias sociales y el tercero, humanidades. Esto refleja algo del orden de la implantaci6n de currlculo hist6ricamente y los enfasis en los currlculos de los Colegios Regionales. Los hombres en la lnteramericana han escogido pedagogla como su campo preferido de concentraci6n, seguido por administraci6n comercial yen tercer lugar cienc ias sociales . La raz6n por la que los hombres en la Universidad lnteramericana escogen pedagogfa en primer lugar y administraci6n comercial en segundo lugar (lo inverso queen Rio Piedras) se puede relacionar a que la Universidad lnteramericana no gradu6 en la concentraci6n de administraci6n comercial hasta el 1956 (U.P.R.: 1930). En segundo lugar, se podrfa relacionar con la procedencia de sus estudiantes, la local izaci6n geografica de sus colegios regionales, y al currlculo de estos. Para documentar esta hip6tesis explicativa serfa necesario estudiar las concentraciones despues del 1956 y las diferencias por sexo y concentraci6n entre San German y los varios colegios reg ionales. No hay diferencia entre las mujeres de la lnteramericana y la U.P.R. en cuanto a las dos concentraciones preferidas. Para ver si las diferencias entre los hombres del Recinto de Rio Piedras y los graduados de San German son funci6n del currlculo se deben comparar ambos segun su concentraci6n para los ultimas 10 ai'\os. 234

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Conclusiones

La comparaci6n de los estudiantes graduados de bachillerato en Puerto Rico por sexo y concentraci6n demostr6 que aunque es cierto que para 1984 "la mujer en Puerto Rico esta mejor preparada academicamente que los hombres", 54 en ciertas areas como administraci6n comercial, leyes e ingenierla no ha alcanzado la paridad con los hombres. En estas tres especialidades ha aumentado su participaci6n desde principios de siglo, pero sigue siendo una minorla significativa entre los graduados.5 Aunque es cierto que de 1962 a 1984 se gradOan mas mujeres que hombres, una gran mayorla sigue escogiendo pedagogla y ciencias sociales como su area de concentraci6n. Por lo tanto, se preparan para ser maestras, trabajadoras sociales yen tercer lugar, para entrar en areas relacionadas con las ciencias. No son la mayorla de los que han obtenido maestrlas ni doctorados, segOn lo demuestran el Censo de 1980. Las estadisticas del Consejo Superior de Ensenanza (Tabla 8) solamente reflejan las maestrias y doctorados ofrecidos en la isla. Su participaci6n mayor en esta categorla (M.A. y Ph.D.) se debe a que muchas maestrlas y doctorados son en areas que ya se han establecido como tradicionales; pedagogla, estudios hispanicos, biologla y administraci6n comercial, aparte de que se ofrecen en la isla. Como el estudio fue hist6rico se pudo probar que hasta el 1962 habla mas hombres que mujeres con bachillerato en Puerto Rico y esto lo confirman los Gensos de Puerto Rico hasta el 1970. Hasta 1962 los hombres aventajaban a las mujeres en todos los campos excepto pedagogla (llustraci6n 4). Las mujeres estaban compitiendo favorablemente en el campo de ciencias naturales pero no habla casi ninguna graduada de derecho o ingenierla. Despues del 1962 pedagogla segula siendo la especialidad dominada mas completamente por mujeres, pero ya hablan aventajado a los hombres en ciencias naturales y aumentado grandemente su proporci6n en el campo de la administraci6n comercial (llustraci6n 5). La atracci6n hacia el area de economla y comercio (o sea, contabilidad, gerencia, banca, etc.) hace que aunque sean menos que los hombres, hayan aumentado masque en ciencias naturales donde superan al var6n. Del estudio se desprende que los hombres han sido mas conservadores que las mujeres. Siguen prefiriendo sus carreras tradicionales, quedando pedagogla en segundo lugar, y se van a estudiar fuera de Puerto Rico o eligen carreras cortas y preparaciones vocacionales. Su presencia entre los graduandos de bachillerato ha disminuido y continua su interes en carreras relacionadas con las ciencias sociales y dentro de la ingenierla. 56 En el campo de la educaci6n, los hombres no han entrado en el area de educaci6n domestica y se distinguen sobre las mujeres en dos campos: la ensei'\anza de las matematicas y de educaci6n flsica. Quizas por razones del desempleo general en la isla hay hombres, pocos, graduandose en el campo de enfermerla.

54

Ileana L6pez, " La mujer en Puerto Rico: aunque esta mejor preparada ... " en El Mundo, 21 de noviembre de 1983, p. 3-A.

55 En los Estados Unidos solamente el 4% de los lngenieros son mujeres, 13.6% de los doctorados en ciencias y matematicas y 31 .3% de los programadores de computadoras. Time, anuncio de IBM, Jan 7, 1985, pp. 80-81 . 56

En Puerto Rico, un 10.28 % de los graduandos de ingenierla del 1960 al 1984 son mujeres, por lo tanto probablemente hay mas mujeres-ingenieros queen los Estados Unidos.

Homines, Vol. 10, Norn . 2, 1986-87

235


Las nuevas sub-especialidades como comunicaciones y computadoras estan atrayendo a hombres y mujeres pero todavfa es muy temprano para establecer un patr6n claro de distribuci6n por sexo. Isabel Pic6 en su estudio sobre el empleo de la mujer en Puerto Rico que define "unas condiciones desiguales de trabajo para hombres y mujeres en Puerto Rico" 57 utiliza los porcientos de mujeres empleadas como contables, gerentes, cientfficas, abogadas, arquitectas, e ingenieras como un ejemplo de la sub-utilizaci6n de la mujer en Puerto Rico para el 1970. 58 Sin embargo, si comparamos su Grafica II que da el porciento de la mujer en el total de empleados, con nuestros datos de las mujeres graduadas en las profesiones que conducen a esos empleos, encontramos que, excepto en ciencias , la relaci6n de empleados casi supera a la de graduados. Por ejemplo, para 1970 hay 15% trabajando como jueces o abogadas. En el 1985 (quince anos mas tarde) las mujeres son 1/6 parte (16.28%) de la matrfcula del Colegio de Abogados. Ya para el 1960 las mujeres graduadas de ingenierfa constitufan un 2% de los graduados en esa especialidad, lo que aument6 a un 10% para el ai'\o 1984. Para el 1970 habfa un 2% de mujeres trabajando como ingenieros, lo que es la cifra exacta de graduadas hasta 1962 y responde a una tasa de crecimiento baja en la profesi6n. En un perfodo de 8 ai'\os no aument6 tanto el porciento de mujeres graduadas de ingenierfa, aunque aument6 significativamente a 20 ai'\os del 1960. Por lo antes expuesto no queda probado, sin lugar a dudas, queen las categorfas profesionales la mujer puertorriquei'\a estaba siendo sub-utilizada para el 1970. Si consideramos que aun hoy en dfa hay mujeres que prefieren el rol de esposas y madres al de empleadas asalariadas, aunque sea en profesiones de prestigio y de un promedio de ingresos altos, los porcientos que cita Isabel Pic6 y los de las mujeres graduadas sei'\aladas en este estudio, no tienden a ratificar su posici6n. 59 La investigaci6n tiende a substanciar el estudio de Onel Vazquez Figueroa, publicado en el 1978, en que se sei'\alan las aspiraciones educativas de los estudiantes por sexo, clase social y trasfondo residencial. 60 One I Vazquez confirm6 que el sexo aparenta ser " una de las variables de mayor potencia discriminatoria a nivel de sistemas ocupacionales ". 61 Esto provee una explicaci6n a las tendencias por sexo y las variaciones geograficas que se dejan entrever en este estudio. Tambien demuestra que los cambios de residencia, ocupaci6n y aspiraciones ocupacionales que se iniciaron en los ai'\os cincuenta han trafdo alternativas en la selecci6n de concentraciones de ambos, mujeres y varones, que se marcan en el 1984, confirmando uno de nuestros planteamientos durante la investigaci6n de datos para su proyecci6n hist6rica. Estos cambios continuaran y se modificaran en lo que resta del siglo, respondiendo a condiciones econ6micas, oportunidades de empleos, currfc.ulos innovadores o de significancia tecnica y social, y los cambios en los modelos de los roles masculine y femenino que se estan perfilando ya. 57

Isabel Pic6 Hernandez, " Estudio sobre el empleo de la mujer en Puerto Ri co", en Revista de Ciencias Sociales , Vol. XIX, Num. 2, p. 151 .

58 59

60 61

Ibid., p. 154. En el 1970, habla mas mujeres en ocupac iones de cuello blanco (51 .4) que hombres (33.4). Deniro de esa categorla las mujeres profesionales, tecnicas y en trabajos analogos eran tambien mas que los hombres (mujeres 18.9, hombres 8.9) pero eran menos (3.5) en empleos de gerentes y administradores que los varones (8.8) Jose Vazquez Calzada, p. 115 (Basado proyecciones en datos censales). Onel Vazquez Figueroa, " Exito y aspiraciones en la socializaci6n formal del estudiante puertorriqueno". en : Revista de Ciencias Sociales, Vol. II, Num. 3·4, pp. 305-346. Ibid ., p. 334.

236

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


lmplicaciones y Sugerencias Uno de los factores que influyen en los resultados de este estudio debe examinarse con mas detenimiento: en escuela intermedia y superior las mujeres en el 1978 excedian el numero de hombres.62 Este dato preocupa grandemente en los anos del 1970, y se confirma para la matricula total del sistema de instruccion publi ca en esta decada . El Anejo 1 muestra que aunque las bajas de los varones son mas que el de las ninas, si contamos todos los estudiantes matriculados en el sistema publico para el fin del ano escolar 1983-84, encontramos un numero mayor de varones en todas las regiones . Sin embargo, la tendencia que existia en el 1978 continua. En Arecibo, segun informa la Directora de la region , Eloina Maldonado, habfa para el ano escolar 1983-84, 9,1 61 muchachas y 8,662 varones en escuela superior. En una encuesta realizada por el Sr. Manuel Rojas para esta investigacion , establecio queen ese mismo ano academico las dos escuelas mas grandes del pueblo informan bajas de las muchachas como 3.7% y la de los varones como 4.1 %. Tomando Arecibo como un indicador de la isla se observa que en la Escuela Superior no solo hay menos varones , sino tambien que sus bajas son mas altas , lo que establece una continuacion del mismo patron de bajas y merma en la participacion varonil en la ensenanza publica a nivel de escuela superior. lOue provocan esas fluctuaciones en la poblac i on estudiantil preuniversitaria? lComo esta y que influye la participacion del hombre en terminos de numeros totales y crea una desproporcion a nivel universitario? lOue hacen los varones al graduarse de escuela superior? El problema de la mujer incluye siempre el problema del hombre, pero parece ser que el movimiento para reducir la discriminacion de la mujer ha logrado mejorar por mucho la posicion de la mujer en Puerto Rico para la decada del ochenta. 63 La Comision de Derechos Civiles que estudio la igualdad y oportunidades de la mujer puertorriquena para el 1972, se preocupo tambien por la desercion escolar del varon y lo atribuyo en parte a la definicion de unas ocupaciones como propias de un solo sexo yen particular al predominio de las mujeres en la pedagogfa que no le presentan un modelo con el cual se puede identificar. Lo relaciona tambien con su rol tradicional : proveer para la familia si se casa temprano, substituir al jefe de la fami lia y su obligacion de servir en las fuerzas armadas. 64 Amerita estudiar las causas de las bajas y estudiarlas por region y sexo en los ultimos anos (1973-1985) para conocer las causas de ese patron de bajas masculinas mas a fondo. Parece ser que el varon continua con sus actitudes y comportamiento tradicional. Aunque esta investigacion prueba que han habido cambios en las preferencias educacionales y ocupacionales de la mujer (visto desde el punto de su selecci6n de especialidad en la universidad) no puede probar siesta siendo sub-utilizada o no, o si aunque para el 1980 entra con paridad en los campos de su preparacion,

62

63

64

Marla Acln , Tabla sobre matrlcula de las Escuelas Publicas Diurnas del Depto. de lnstrucci6n, p. 72, pag . 69. Estas cifras establecen una mayorla de varones matriculados en todas las regiones escolares del pals para el 1984, a todos los niveles escolares aun despues de restar las bajas de ambos sexos, sin embargo, no contradice las cifras citadas por Acln para escuela superior. Dictadas por telefono por el Dr. Alicea de la Oficina de Planificaci6n y estadlsticas en junio de 1985. Comisi6n de Derechos Civiles: La igualdad de derechos y oportunidades de la mujer puertorriquei'la, San Juan, 1973, pag. 116.

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aun no alcanza en el empleo el puesto y el rango adecuado a su preparaci6n.65 Si parece establecer que la mujer puertorriquena ha sido menos tradicional que el hombre y se ha adentrado en campos considerados antiguamente como masculi nos .66 Todo lo cual amerita un estudio mas minucioso, pues sugiere cambios en el rol de la mujer y el hombre dentro del cam po de la educaci6n y la economia en Puerto Rico. Cambios que parecen indicar una desigualdad: la mujer desplazando al hombre en algunos sectores . No hay una propo rci6n equitativa y justa entre los sexos. No ya porque se discrimine contra la mujer, si no que la sociedad nose ha preocupado igualmente por integrar al var6n asumiendo que estaba en una posici6n de absolute control y dominio.67 Puede que los curriculos universitarios no llenen sus necesidades tampoco . Dentro de todo estudio en Puerto Rico se debe incluir el factor " pobreza " y por consecuencia las diferencias entre las clases sociales .68 Nos atrevemos a senalar que si se incluye ese factor encontraremos variables, entre hombres y mujeres , las cuales estan directamente relacionadas con su origen y localizaci6n dentro de una clase social.

65 En el Anejo 2 - Seda una visi6n mas actualizada de la participaci6n de la mujer de cuello blanco en la fuerza laboral. Se escogieron profesiones relacionadas a los campos que se ofrecen a nivel universitario. Se ve queen el 1980 las mujeres aventajan a los hombres en farmac ia y profesiones aliadas a la instrucci6n. Compiten favorab lemente coma asistentes y ayudantes de oficina en libros de cuentas, contabilidad , auditorla y coma programadores de computadoras. Hay mas abogados, ingenieros y tecnicas que las proporciones de mujeres graduadas hasta el 1984. Aunque coma cientlficas (si contamos solamente los graduados en Puerto Rico) estan en desventaja, su proporci6n en puestos de juez y abogada (conjunto) es mayor que la proporci6n en el Colegio de Leyes.

66 Ver anejos graduaciones mas recientes en toda la Universidad lnteramericana. 67

Esto permea toda la literatura feminista en Puerto Rico y tiene su base hist6rica coma se plante6 al principio de este estudio. Para entender los logros del movimiento feminista en Puerto Rico tanto de las mujeres de la clase alta y las obreras, se recomiendan dos referen cias: Yamila Azize: Luchas de la mujer en Puerto Rico, Puerto Rico 1979. Isabel Pic6 de Hernandez, " The History of Women 's Struggle for Equality " in The Puerto Rican Woman , editado por Edna Acosta -Belen en el 1979.

68 Un 60 % de la poblac i6n se considera bajo el nivel de pobreza segun lo establecen las normas federales para ayudas y partic ipaci6n en programas de beneficencia.

238

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Anejo 1 BAJAS FIN DE ANO 1983-84 POR REGION Y SEXO (Matricula Total)* Region

Matricula

% de Bajas§

Bajas

M

F

M

F

M

F

Arecibo Bayamon Caguas Humacao Mayaguez Ponce San Juan

48749 54849 52686 44318 49461 59960 55799

46691 52009 50301 42160 47296 56683 52507

1592 1547 1760 1127 1475 1929 1578

1203 1128 1282 914 1092 1446 1117

1.67 1.45 1.71 1.30 1.52 1.65 1.46

1.26 1.05 1.24 1.06 1.13 1.24 1.03

Total Isla

365,822

347,647

10,958

8182

1.54

1.15

§

del total de la matricula por region educativa.

Segun informaci6n del Departamento de lnstrucci 6n Publica, Oficina de Planificaci6n y Estad lstica, dictado por telefono por el Dr. Ali cea.

Anejo 2 PROPORCION DE EMPLEADOS POR SEXO Y PROFESION EN PUERTO RICO: 1980 (Profesionales de cuello blanco)* Empleo

Administradores y profesiones especializadas Contables y auditores

% del

Total (M/F)

M

149,010

82,627

55.45

66,383

44.55

11,302

8,047

71 .20

3,255

28.80

1,353

1,003

74.13

350

25.87 19.10

Cientificos Medicos

Total

F

¾del Total

4,734

3,830

80.90

904

660

587

88.94

73

11.06

1,688

688

40.76

1,000

59.24

45,583

12,926

28.36

32,657

71.64

Abogados , jueces

3,886

3,149

81 .03

737

18.97

lngenieros y tecnicos cientlficos

5,547

4,696

84.66

851

15.34

Programadores de com pu tadoras

1,148

635

55.31

513

44.69

Oficinistas asistentes de cuentas contabilidad y auditorfa

5,848

2,979

50.94

2,869

49.06

Dentistas Farmaceuticos Maestros, bibliotecarios y consejeros

Resumen de Tabla 118 - " Occupation by class of workers , hours worked and sex: 1980" , U.S. Department of Commerce, pags. 119-124.

Homines, Vof. 10, Num . 2, 1986-87

239


Anej o 3 Table No. 1·28 INTER AMERICAN UNIVERSITY OF PUERTO RICO Bachelor's Degrees Conferred by Major Fleld of Study

Academic Year 1982-83 S1n German Campus

Metro. C1mpu1 M1Jor Field of Study

M

M

T

W

T

W

Inter American Unlvero lty

Reglon1I C1mpu1

M

T

W

M

¾ of Tol1I

T

W

Econ. and Bu1lne11 Adm.

226

225

451

125

98

223

108

98

206

459

421

380

38.8

Business Administration Accounting Secretarial Science Public Administration Economic

126

65 41 108

50

129 58 25 4

80 24

132 45 24

285 154

167 80

0 4

52 21 24 1

0 11

148

5

6

0

0

0

9

6

452 234 148 31 15

15.8 8.2 5.2 1.1 .5

8

191 131 108 12

6

3

9

79 40 0 3 3

Educ1Uon

59

182

241

66

176

242

53

248

301

173

606

784

27.5

Elementary Education Secondary Educ.(Total)

13 17

111 22

124 39

18 10

97 19

115 29

40

221 16

261 23

71 34

429 57

5-00

17.3 3.2

Spanish Biology English Sociology History Mathematic

2 5

10 3

12

0

6

6

1

1

2

3

17

2

I

5 3 4

3 10

5 6

10

1

0

1

Sec6ndary Educ.

4

6

6 3 0 0 3

10 11

2

2 0 3 3 0

6 3 6 0 0 0

9

2 1 2

2 0 4 0 0 0

8

3 2 2

3 8 3 3 3 3

0 0 0

5 4 2

2 0 7

20 19 16 16 7 4

,7

8

9

.3

9

36 2 0

45 20 0

7

36

0

9

18 0

30 1

16

2 0 0

6 3 2

8 3 2

0

0

0

2

2

0

0

0

101

282

383

64

115

14 52 12 12 11

223 46 5 3 5

237 98 17 15 16

7

28 16 13

49 52 10

0

Special Education Physical Educat ion Home Economic Mental Health Early Childhood Library Science Natural Science Nursi ng

Biology Chem istry

Mathematics Computer Science

90 0 4

18 26 1 3

91

.7 .6 .6 .2 .1

6

2

9 8

0

0

0

16 54 1

81 10 16

37 64 17

3.4 2.5 .6

0

0

0

0

0 0

2 0

6 5

0

0

0

0

2

8 5 2

.3 .2 .1

179

37

69

106

202

466

666

23.4

1 30 5 1 0

6 56 3 4 0

7 86 8

3-00

0

22 110 33 26 11

278 154 18

0

56 80 26 17 0

5

264 51 37 16

10 5 9.3 1.8 1.3 .6

70

80

150

29

36

65

164

282

446

15.5

16

23 28 16 12 1

39 34 30 35 12

6

9 25 22

2

42 19 39 49 15

84 122 49 24 3

126 141

6 2

3 19 13 1 0

73 18

4.4 4.9 3.1 2.6 .6

6

4

43 36 17 0

7

20

5

11

Social Science

65

166

231

Psychology

20 7 16 20

58 75 20 11

78 82 36 31

2

2

4

14 23 11

Humanities

5

7

12

29

26

55

4

4

8

38

37

75

2.6

English Music Education Art Education Spanish Music Linguistic Ari

1 0 0 4 0

1 0 0

7 11

11

4

8

12

16

0

0

0

11

4

6

1 2

3 0

28 15 14 12

1.0 .5

8

18 15 14 4

4

4 0

2 0 0 8 0

0

2

2

0

0

0

0 0

.1 .1 .1

354

100.0

Soci al Work

Sociology Political Sciences History

TOTAL

240

456

6

4

6 9

7

88

0

0

0

8

6

2

0 0

0 0

0 0

5 2

7 0

0 2

0

0

0

0

-0

2

2

0

0

0

0

2

2 2 2

495

849

231

455

886

1,041

1,812

2,853

.5 ,4

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


An&jo 4 Tabl& No. 1·30 INTER AMERICAN UNIVERSITY OF PUERTO RICO Graduate and First Professional Degrees Conferred by Major and Area and Instructional Unit Academic Year 1982-83

Inter American

San Garmin

Major Field of Study

w

M

T

w

M

56

18

74

18.3

2 0 0 0

6 6 0 0 0

14 12 13 10 7 0

8 5 2

22 17 15 11 8

5.4 4.2 3.7 2.7 2.0 .2

10

15

25

24

32

56

13.8

14 11

10 0

9 0

19 0

18

15

33 11

8.1 2.7

4 0

5

0 0

6 0

6 0

10 0

11

2.7 .2

69

149

26

51

77

106

120

226

55.8

48

13

61

8

Ind. and lnterpers. Rel. Finance Marketing Accounting Industrial Management MBA General

10 8 13 10 7 0

6 3 2 1 0

16 11 15 11 8 0

4 0 0 0 0

Master of Arts

14

17

31

8

6 7

31 10 21 0 0 0

First Professional (Juris Doctor) Total Ma ster and First Profess iona l

80

Total

T

13

Bus iness Adm inistration

80

% of

w

M

23.7 10.4 9.1 .5 2.7 1.0

Elementary Education Phys ical Education Special Education

Total Master Degrees

T

96 42 37 2 11

8 4 4 0 0 0

2nd Lang. H1span1c Studies

w

70 32 32 2 0

57 28 12 2 11

Criminal Justice LabOr Relat ion Teaching Eng . as

M

26 10 5 0 11 0

39 22 11 2 0

Guidance an conunseting

T 39 14 25 0 0 0

18 6 1 0 11 0

Education

Adm. and Supervision

University

Regional Campus

Campus

Metro. Campus

69

149

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

26

51

77

101

78

179

101

78

179

44.2

101

78

179

207

198

405

100.0

241


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243


LOS ESTEREOTIPOS SEXUALES EN LA SELECCION DE CARRERA Zoraida Santiago* El tema sobre la mujer y el trabajo presenta una contradicci6n que afecta la perspectiva futura de su participaci6n en la fuerza laboral. Por un lado, ha habido incorporaci6n de la mujer en el mundo del trabajo y su participaci6n ha sido valiosa desde el punto de vista social y econ6mico. Ademas , siendo parte de nuestros recurses humanos, necesita desarrollarse 6ptimamente. La misma estructura social le ha posibilitado ese desarrollo facilitandole acceso a la educaci6n, poniendo a su disposici6n multiples servicios de planificaci6n familiar que reduce el numero de miembros de la familia. Tambien se han aprobado !eyes que prohiben el discrimen por raz6n de sexo. Todo esto apunta hacia promover mayor participaci6n de la mujer en el mundo del trabajo . La sociedad ya no puede darse el lujo de mantener parte de sus recurses humanos fuera del aparato productive. Sin embargo, a pesar de que la mujer constituye el 51 % de la poblaci6n de Puerto Rico , solo representan un 27 % de la fuerza laboral. 1 No solo es contradictoria la baja representaci6n de la mujer en la fuerza laboral -aun cuando se esta preparando masque el hombre- sino que su participaci6n ha sido limitada a unas pocas opciones ocupacionales como lo son : el magisterio, trabajos clericales , y enfermeria. Actualmente un alto por ciento (57 % ) de las estudiantes matriculadas en instituciones postsecundarias en Puerto Rico estan en carreras en las que tradicionalmente se ha desempeflado la mujer como: pedagogia, bienestar social , secretarial y enfermeria.2 Esto es asi , como producto del condicionamiento social de los intereses y aspiraciones ocupacionales de la mujer. Es a !raves del proceso de socializaci6n que se aprenden los patrones de comportamiento segregados por raz6n de sexo. Esta segregaci6n de roles separados por sexo afecta negativamente el desarrollo vocacional de la mujer.3 El principio bas ico de esa segregaci6n se da con un sistema dual de roles : a la mujer se le as igna el rol de madre y ama de casa, y al hombre el de proveedor. Esto ubica a la mujer " en la casa " y al h6mbre " fuera de esta". Hacia estos roles fundamentales giran los patrones de crianza, asi como otros medics socializadores como lo son la escuela y los medics de comunicaci6n .

1

2

3

Directora Oficina Recursos Externos, Un i versidad lnteramericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano, San Juan . Departamento de/ Trabajo y Recursos Humanos. La participacion de la mujer en la fuerza laboral. San Juan, Puerto Rico, marzo 1981 . Universidad /nteramericana de Puerto Rico . Sex Equity in Career Counseling for Puerto Rican Women . Final Report to the Women 's Educational Equity Act Program . San Juan, Puerto Rico, 1981 . Stebbins, L.B., Ames, N.L. , Rhoden, I. Sex Fairness in Career Guidance: A Learning Kit. Cambridge, Massachusets : ABT Publications, 1975.

244

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Desde el nacim iento del nuevo miembro de la fam ilia se van asignando roles segregados, se le as igna el color azul al var6n y el rosa a la nina. A esta tamb ien se le adorna con flores y lazes, otorgandole desde temprana edad el rol de adorno yobjeto de belleza fisica. Ademas , las expectativas sobre su comportam iento se basaran en su sexo -debil y pasiva si es nina- fuerte y energico si es nino. Bajo estas premisas se van educando los nines y las ninas, de tal forma que a temprana edad se les ensena que las ninas " son de la casa" y " los hombres de la ca lie". En ambos cases se ha partido de la premisa de que todas las ninas seran a mas de casa y madre, mientras al nino se le presentan y promueven alternativas para el mundo del trabajo a la mujer se le inhibe de esto, socializandola para ser ama de casa. Llegada a la edad escolar este proceso continua. En un estudio realizado sobre los textos de la serie bas ica se encontr6 una vision estereotipada por razones de sexo de las actividades y adjetivos asignadas a la mujer y al hombre. Las ninas las presentan en activ idades pas ivas, jugando con munecas y las describen como: tlmidas, abnegadas y humildes. Mientras los nines aparecen en juegos actives, y los describen como: saltadores, fuertes, agiles y de voz firme.4 Poco a poco se var, fijando los estereotipos sexuales y los roles sexuales estereotipados . Al final de este proceso, nines y ninas han internalizado la vision de que la mujer es pasiva y dependiente, y el hombre, active e independiente. Este proceso impacta el desarrollo vocacional de ambos sexes. Ademas de la escuela, los juegos influyen en reforzar los patrones adquiridos. Los juguetes llamados " de nirias", como: las munecas, las casas de munecas, y utensil ios del hogar, promueven el de· sarrollo de actitudes maternales, de ternura, abnegaci6n , sensib ili dad, act itudes orientadas al hogar y no al mundo del trabajo. De hecho se pueden relacionar con muy pocas ocupaciones, con aquellas en las que tradicionalmente se ha desempenado la mujer como: mag isterio, costura, enfermerla, peluqueria, y servicios secretariales. En el caso de los nines los juguetes son variados, y se re lacionan mas a destrezas y actitudes en el mundo ocupacional. Los juegos de herramientas, equipos de construcci6n , carritos y aviones, fomentan la iniciativa, la curiosidad y fortalecen la seguridad en sf mismos. Los libros de cuentos de las ninas generalmente presentan a las mujeres como debiles, fragiles y sumisas, como por ejemplo: Blanca Nieves, Cenicienta y Caperucita Roja. La nina esta expuesta, modelo tras modelo a identificarse como una figura que se encuentra en apuros, que no sabe que hacer y espera al hombre que la salve, " su Principe Azul ". Mientras que los libros de cuentos de nirios presentan a los hombres o personajes masculines como realizadores de grandes aventuras y actos heroicos como: Tarzan y Superman .5 Tambien los nii'los participan de juegos en equipo, 10 que 1es ayuda a de· sarrollar actitudes y destrezas similares a las requeridas en el mundo del trabajo. Aprenden a: solicitar ingreso, a saber perder, a aspirar el exito, a tener disciplina y responsabilidad , y a trabajar en grupo hacia una meta comun . Estas experiencias preparan a los nii'los para eventualmente desenvoiverse mejor en el mundo del trabajo, sin embargo, a las ninas nose les dotan de esas experiencias.6

4

5

6

Pic6, /. Machismo y educaci6n. Comisi6n para el mejoramiento de los derechos de la mujer. San Juan, Puerto Rico, 1979. Universidad /nteramericana de Puerto Rico. lgualdad de los sexos en selecci6n de carrera: Manual para coordinar un taller dirigido a profesionales de orientaci6n. San Juan, Puerto Rico, 1981 . · Ibid, p. 12.

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245


Loque empieza por ser una presuncion termina por ser una realidad ; al final del proceso, la niiia ha aceptado sus roles y el niiio los suyos. La fragilidad se convierte en virtud femenina y la rudeza se convierte en virilidad. A ambos sexos se les limita la oportunidad de desarrollar todos sus talentos e intereses. Muchas areas de nuestra cultura refuerzan estos estereotipos. Ejemplo de esto son los medios de comunicacion, prensa, radio y television que presentan a las mujeres como madres, amas de casa, esposas y objetos sexuales. En las telenovelas los estereotipos sexuales son claros y evidentes. En otros programas el mensaje es mas sutil. La Mujer Policia tiene siempre cerca a un hombre policia que la saca de apuros. Y Mi Bella Genio tiene unos poderes inmensos de fantasia con los que continuamente pone en problemas a su "amo". 7 La mujer, condicionada por anos de educacion discriminatoria se siente con menos opciones que el hombre, se concibe a si misma como un apendice de este, reprimiendo en muchos casos, su iniciativa y liderato, para cumplir con lo que de ella se espera. En resumen, la segregacion de roles por razones de sexo promulga una vision ahistorica y anacronica de la situacion de la mujer. Mientras por un lado se demanda y propicia su incorporacion a la vida colectiva-social y economica- de Puerto Rico, por otro lado se limita su participacion con una asignacion de roles que no es congruente con esa exigencia. Se siguen separando los roles: MUJER - AMA DE CASA HOMBRE- PROVEEDOR Aun ya pesar de que la complejidad social y el desarrollo economico demanda de seres humanos capaces y plenos en su desarrollo se siguen socializando con barreras que asi lo impiden. No es solo que limiten las aspiraciones ocupacionales, sino que el limitarlas tiene consecuencias mayores si pensamos que es en el trabajo que dedicaremos una buena parte de nuestras vidas, por lo menos casi 40 aiios. Y que de este modo no solo la sociedad se beneficia, sino que derivamos satisfaccion personal. No implica esto que se socialice a la mujer para sustituir al hombre y usurpar su posicion sino que se ofrezcan opciones amplias e iguales. Es permitir y promover el pleno desarrollo de cada ser humano eliminando barreras que genera la segregacion de roles por razones de sexo.

7

Rios de Betancourt, E. , Candelas, L. y Barreto, M.S. La imagen de la mujer en los medias de comunicacion. Comisi6n para el mejoramiento de las derechos de la mujer. San Juan, Puerto Rico, 1978.

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THE STRUGGLE TO EXCEL Eneid Routte Gomez* Exce llen ce in education was a guiding light for both my parents, a light that is reflected on me and my brothers and sister. Let me begin there . I was a child bent on deciphering the mysteries of school. Only later did it dawn upon me that I was a black child bent on deciphering the mysteries of school. That year was 1954, the year we were to leave Jamaica, Long Island for Puerto Rico, and I was already 10 years old and quite involved in the awful chemistry of being one of four black children in an all-white school in Flushing , Long Island . The other three black children were my two older brothers and younger sister. The reason that the four Routte children were in this strict parochial Lutheran school called Chapel of the Redeemer was the profound perception of my parents of the social situation of the U.S. at the time. Black schools, they thought correctly, were stay back schools. The education of black children was not a priority of the educational system . Both my parents were highly educated. They were educated to share their knowledge. My father earned his doctorate in divinity at Augustana Theological Seminary in Rock Island , Illinois. He was an eloquent preacher and persuader, an accomplished musician and linguist. My mother earned her seventh degree in education a little more than five years ago at Harvard University. Because, years earlier, that same system said few of her race were capable of (first) being a secretary, (second) being a social worker, (third), becoming a lawyer, (fourth) becoming a journalist, (fifth) becoming a realtor, (sixth) working in public relations and so on, my mother filled all those positions and earned a wallful of degrees. It was my mother who as a lawyer took up the cudgel of justice for the late comedian Godfrey Cambridge. As a high school student, Cambridge retaliated with his fists when a teacher called him an epithet that to this day I cannot bring myself to repeat. He was suspended from school and , as legal counsel for the NAACP, my mother took custody of him. The judge barred Cambridge from attending school in manhattan -but my mother's vision went beyond Manhattan. My mother enrolled Cambridge in Hofstra College, in Nassau County, where he studied drama and became an actor. • This column is excerpted from a talk Tuesday on Black Americans and the Struggle for Excellence in Education at a seminar sponsored by Federally Employed Women at Roosevelt Roads. The seminar was held in tribute to Black History Month. " San Juan Star" , San Juan, Feb. 29, 1984. Eneid Routte Gomez is a Puerto Rican and Caribbean Journalist.

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It was my father who wen t down south on an iron horse speak ing a fo reign language and receiving red carpe t trea tm ent in the den of racis m that was Mobil e, Ala bama . My pare nt s we re fea rl ess ac tivi s ts in t he c ivil right s movement in the 30s, 40s and 50s . He c reated cam ps and voca ti onal work shops for children to teac h them skills , knocking on the doors of com merci al es tabl ishm ents and persuad ing busin essmen to make generous donations. My moth er knocked o n th e same doors and kept them open through th e law so th at min oriti es co uld ent er. Sh e even took a wa rt ime job in th e Brookly n Navy Yard , a j ob s he did not want , to keep th at doo r open . Sh e was to ld th at no bl ac k was qu alifi ed fo r th e position of supervi so r on the grav eyard shif t. The Brooklyn Navy Yard was a bastion that was not only male but white . One evening a southern -born employee decided he wasn 't going to take orders from a woman , much less a black woman . My mother wasted no time in setting the fellow straight. " You don't have to take ord ers fro m me," she sai d, pulling off her supervisor's button and s la mming it on the desk . " Bu t you 'll ta ke orders from this 1 " Both my paren ts also had to change the perceptions of other minorities too . Civil rights , they told members of the Jewish community , was a two-way street. " I had just fin ished my campaign at Queens General Hospital to hire blacks and Puerto Ricans and won the case," my mother told me one Sunday afternoon . " Th ey started employing blacks and Puerto Ricans fast. But this on e man had not yet decided . So I called his office and told him I was coming in a few hours , with his permission , to see whether he was complying with the state commission 's laws against discrimination . He said " Oh yes . We have minorities here." When sh e arrived at the place she looked around and saw no minorities. No blacks, no Pu erto Ricans . He took her down to the basement to show her his token minority person . " And there was an elderly black gentleman . He looked about 80 years old ," my mother said . " And I said it seems to me that you 're taking advantage of him . He should be retired . He shouldn 't be working. " The same businessman belonged to the Lutheran Church and called up the board to complain that Pastor Routte 's wi f e was harassing businessmen and com pelling them to employ minorities -whether they wanted to or not. A member of the board called up my father and repeated the complaint. " He said . You 'd better call her at her office. She doesn 't use Routte. She uses her maiden name Gomez and she 'd be glad to explain to you what her mission is. " My mother 's German secretary explained her mission to the businessman caller. " She doesn 't harrass people," the secretary said . " She 's helping these people with government contracts carry out the law. If they don 't they 're going to lose their contracts . She 's helping them ." It was not an easy road that my parents chose to walk , run and charge along in the cause of civil rights . It was a road fraught with the fear and terror engendered by innocence and ignorance. But as my mother put it, there had to be a beginning . " And we certainly were there at the beginning ," she told me. " Our friends were worried about us. They thought we were taking a chance . We said God is a kind god and he is going to let us live to bring our children up. Don 't worry. That 's my contract with my children.~ have to make a better place in this world for them and while I'm doing it I'm doing it for others." That 's why I am here today : to say to you that my father and my mother have fulfilled their contract with their children. 248

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LA ASERTIVIDAD: ALTERNATIVA PARA LA MUJER* Doris G. Knudson**

La asertividad como estrategia que facilita el crecimiento personal de la mujer envuelve el que esta demande sus derechos y exprese sus pensamientos, senti· mientos y creencias de forma directa, honesta y apropiada sin violar ros derechos de las otras personas. La conducta asertiva constituye la estructura sobre la cual edificamos cone· xiones positivas entre las personas tales como: la confianza, la comprensi6n , el afecto, la intimidad y el amor. Sin esta estructma asertiva basica que nos permite expresar unos a otros nuestro " yo" individual, la confianza cede el lugar a la sos· pecha , la comprensi6n degenera en cinismo y el afecto y la intimidad se desvane· cen . Ser asertiva significa confiar en ti misma y en tus capacidades. Desgraciadamente la mujer Puertorriquena, por regla general , no ha sido sociali'zada a que exprese sentimientos y creencias que pongan de manifiesto ideas contrarias a las que puedan tener las personas que la rodean. El miedo al que di ran , un exagerado sentido de culpa y un concepto err6neo de adecuacidad impiden que la mujer exija sus derechos . Esto ha dado paso a que toleremos injusticias y abusos como los que se han senalado aqui en el dia de hoy. A la mujer maltratada por su companero al igual que a la mujer objeto de hostigamiento sexual en el trabajo se le dificulta solucionar su problema pues esta envuelta en una relaci6n de autoridad con el agresor. Cuando la autoridad del otro se impone unilateralmente su efecto y su prop6sito estriba en controlar nuestro comportamiento violando asi nuestro derecho a juzgar y decidir que deseamos hacer. Para poder lograr una relaci6n personal de igual a igual es necesario aumentar la efectividad personal a traves de tecnicas asertivas o afirma· tivas . Especificamente en la relaci6n matrimonial , cuanto mayor sea la inseguridad personal de uno de los dos c6nyuges mas arbitraria y manipulativa sera la estruc• tura que intentara imponer a 1a otra parte. La persona insegura se siente mejor dentro de una situaci6n bien estructurada. El hombre inseguro puede imponer una estructura arbitraria a su companera simplemente para contrarrestrar su temor a no saber mostrarse a la altura de ella. Una mujer personalmente insegura, por su parte, puede tambien imponer una estructura manipulativa dentro de su matrimonio con el fin de resolver sus propios temores . La mujer maltratada no se ha relacionado en un piano de igualdad con su com· paflero. Utiliza la manipulaci6n para evitar mayores agresiones, pues ouando ha re· • Conferencia presentada en el simposio "El Pape/ de la Mujer en la Sociedad Puertorriquena en ta Oecada de/ 80 ", Universidad lnteramericana, 11 de marzo de 1982. • • Profesora , Escue/a Graduada de Trabaio Social, Universidad de Puerto Rico , Rio Piedras.

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cumdo a la pasividad como mecanismo de defensa su companero la ha percibido como_ la victima ideal para el abuso. Y si en alguna ocasion se enfrento a su companero de forma agresiva el abuso aumento por atreverse a " salirse de su sitio'". Esta mujer no ha sido socializada para creer que ella es un ser independiente. Una de las estrategias terapeuticas para ayudar a esta mujer a ganar independencia emocional rad ica en la terapia asertiva. El problema de la mujer que es objeto de hostigamiento se xual en el trabajo al igual que el problema de la mujer maltratada tiene sus raices en el proceso de so, cializacion con su definicion social de lo que es adecuado para ambos se xos . La idea generalizada de que el hombre debe ser agresivo y conquistador , mientras que la mujer debe ser receptiva , pasiva y fem enina ha dado lugar a un sinnumero de in justicias. A mi juicio el mayor impedimento para que la mujer trabajadora pueda bragar efectivamente con el hostigamiento sexual radica en el mito generalizado de que "si a ella le molestara ya lo hubiera parado " . Esto implica que las atenciones de tipo sexual hacia la mujer no importa el sitio, la hora , las circunstancias y el hostigador , son motivo de orgullo porque son indicativas de que el hombre la encuentra atrac tiva . Desafortunadamente las mujeres hemos sido condicionadas a aceptar los avances sexuales con " gracia" aunque nos disgusten . El hostigamiento sexual es un arma para que el hombre le recuerde a la mujer su verdadero rol. Solo exponien do el problema podemos las mujeres alcanzar igual condiciones de empleo . Para lograr esto la mujer debe ser firme y sentirse segura de si misma. Debe evitar el juego de la manipulacion , queen muchas circunstancias fomenta y mantiene este tipo de inter-relacion . En el seno familiar tanto como en el amb ito del trabajo frecuentemente se emplea la logica para manipularnos e inducirnos hacer lo que quieren que hagamos. Esta manipulacion logica hace imposible toda negociacion de ideas en conflicto entre dos personas, y hace que la parte manipulada se sienta ignorante y culpable por el solo hecho de sugerir siquiera un comportamiento tan ilogico. La manipulacion empleada para controlar nuestro comportamiento y el de los demas generalmente es el resultado del adiestramiento recibido en nuestra infancia sobre la manera de reaccionar cuando nos sentimos inseguros . Los ninos son naturalmente asertivos. Nuestra primera accion independiente al nacer consisti6 en protestar contra el tratamiento que se nos estaba infligiendo. Cuando eramos niiias si ocurria algo que no nos gustaba lo haciamos saber inmediatamente a los demas, gimiento , llorando o pataleteando. Eramos persistentes . Explorabamos todo nuestro ambiente. Para controlar psicolog icamente nuestro comportamiento se nos enseiio a sentirnos ansiosas, ignorantes y culpables . Nuestros padres nos ensenaron ideas y creencias acerca de nosotras mismas y de como la gente debe comportarse que suscitan sentimientos de ansiedad y culpabili dad. Por ejemplo, cuando una criatura hace lo que se espera de ella la premian con el usual " buena niiia" de lo contrario le dicen " mala". Al enseiiarsele a vincular conceptos emocionalmente cargados como bueno/malo a todas sus acciones se siente obligada a hacer siempre lo que se le pide, pues todo el mundo quiere ser bueno . Esto es una actitud de los padres no asert iva . Es una manipulacion y no una interaccion honrada. Es una forma de hacernos sentir obligadas a hacer lo que se nos pide, independientemente de si queremos o no hacerlo. Otras razones por las cuales las mujeres en muchas circunstancias no somos asertivas son : Se confunde la asertividad con la agresividad . El objetivo de la agresividad es dominar, ganar, violando los derechos de los demas . La agresividad a veces es el producto de que la persona no haya sido asertiva por un periodo de tiempo prolon-

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gado. permitiendo que se le violen s us derechos llenandose de do lor y cora Je. Esto la lleva a expresar estos sentimientos de forma agresiva . Otro de los ta ctores que ev Itan el que la muie·r sea ase rtIv a es el hecho de que es ta ha sido social1zada a qu e le "preoc upe" masque al hombre el efecto qu e su con ducta pueda tener en las demas personas . Est o la pone en desventaJa porque se expone a ser explotada ya que no se detiend e por temor a o fender . Sea lo que sea , lo que ustedes y yo hagamos siempre habra algui en a quien no le guste. \ ha s ta es posible que ese alg u1 en se sIenta herid o en sus sentImIentos . La creen cIa je que es muy Importante qu e sim pati cemos co n tod as las personas da paso a todo tIpo de manipulaci6n . Como por ei emplo: A muchas de nosotras nos resulta muv dit icil responde r con un " no " a un a pet1c16n . Est o se debe en c Iert o mouo a que dam os por sentado que la o tra persona es demas1arJo deb1I para aceptar nuestra negatIva o a que tememos a ser rechazadas . Un tercer factor que l1mita la asertivid ad de la mujer es el he c ho de que la muJe r nose cree con derechos. No exige sus derechos. Esto no quIere dec1r que lo deseable es qu e sIempre busquemos sat 1stace r nu es tra s necesIdaoes pues en toda relac16n se posponen neces1dades propias pa ra permit1r el desarrollo ,je la relac16n. Desatortunadam ent e. muchas muJeres tI enen un exagerado sent1do de sacrif1c 10 Ven la (mica m1s16n de su vida el serv Ir a o trd S personas . Tr ad1c1onalrnente ayudan al hombre a desarrollar un ego fuerte a cos ta del propI0 . Las mu1eres que no son asertivas t ienen mayor probabilidad de s ufrir depres16n . La depres i6n vista como una perdida de es ti ma prop1a hace que la mu1er se V,:;d inadecuada en areas que so n importantes pa ra su 1dentif1cac16n femenina . La mu 1er deprim1da tIene un concepto negativo de ella . del mundo y del fu tu ro . S1 la enferm edad mental es por definic16n un escape ue los roles soc1ales Q.Je se desemperian. entonces. la muJer. quien usu almente t1ene menores roles que produzcan un alto se nt ido de compe tenc ia y sa t1 stacc16n. su fma mas comunmen:e de entermedades mental es. La m ujer por regla general en vIrtud de su sexo tIene una rutina diaria ma s repet1tIva , frustrante . emocionalmente exteriuante y llm1tada en posibilidades que su comp ari ero. Para prevenir un estado depresivo la muJer debera aceptar que tiene derecho a producir y distrutar en vez de sen tir exclus1vamente satistacci6n vicaria a !raves de los iogros de los demas. Una cuar ta ra z6 n para que las muieres no sean asertivas es que confunden la asertividad con la talta de femeneidad . Estas muJ eres creen que si so n ase rtIvas van a ser consideradas poco femeninas pues el concepto de femeneidad que t Ienen es el de una mujer pasiva y sumisa . Temen a no ser acep tadas por los demas . En nuestra cultura la mujer que no es asertiva po rqu e va lora mas las necesidades de los demas que las propias espera que otros temen la 111iciativa. nose atreven 111 a opinar. Una caracteristica de las mujeres qu e no son asertivas es la tendencia excesiva a excusarse especialmente cuando se sienten amenazadas. La mujer asertiva of rece razones , no excusas . Probablem ente la raz6n primordial para que ia muj er com ience a actuar co n asertividad sea el lograr autorespeto. Este respeto por si misma lleva a la mujer a sentirse confiada y a exigir que los demas la respeten ev itando asi que traten de sacar ventaja . La persona asertiva puede establecer relaci o nes con los demas de igual a igual. La persona asertiva expresa sus sentimientos y opiniones en torma clara y con respeto a los demas. Expresa tanto sentimientos e ideas positivas co mo negativas. La conducta asertiva conlleva varias destrezas: 1. Habilidad para decir que no. 2. Habilidad para pedir favores o ayuda. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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3. Habilidad para expresar sentimien tos pos1t1vos o negativos . 4. Hab1l1dad para comenzar. continuar y terminar una conversac16n . 5. Hab1lidad para sat1sfacer sus necesidades tanto como las de los demas . Las personas cuando se expresan asert1vamente lo hacen con un tono de voz mas alto. con expres 1on f1rrne y manten1endo contacto visual. La persona aserti_va usa el ·· yo· · al comun1car lo que p1ensa. la persona agres1va ut1l1za el ··tu·· . La 1mportanc1a que t1ene el que las rnuieres ganen en asert1v1dad es el que las muieres valoren su potenc1al y se respeten mas a si m1smas term1nando as1 con el sent1do de 1mpotenc1a. sum1s1611. depres1on que ha ca racterizado sus relac1ones con el esposo. los h1JOS. el trabaJo y la soc1edad en general. Este enfoque ayuda a la muier a respon sa b1l1zarse por ella m1srna ya envolverse en relac1ones de 1gualdad con los demas El comportarrnento asert1vo. pues. es mucho masque ex1g1r de los demas el respeto de nuestros derecho s o el imped1r que los dernas nos man1pulen . En su sent1do social ser asert1vo cons1ste en comunicar a otros qu1enes somos. que hacemos. que deseamos. que esperamos de la v1da sin teme r a ser rechazados . Deb1do a que la asert1v1dad como estrateg1a personal es una de las muchas alternativas que ex 1sten para ayudar a la muier en su proceso emancipa tor1O es necesario que cada cual. despues de envolverse en un auto-anal1s1s. determine s1 la conducta asert1va puede ayudarle a sat1sfacer sus neces1dades part1culares . La aser t1 v1dad no es la soluc16n a todos los problernas que afec tan a la muier. En la rned1da en que aprendamos a conocernos a nosotras m1smas podremos 1dentif1car s1 el pensar y conducirnos asert1vamente t1ene un valor personal para nosotras . La dec1s16n es nuestra. no tomar algun t1po de dec1s16n. seria una alternat1va poco aser t1v a.

Bibliografia Al -Issa . I. The Psychopathology of Women . Engl ewood. Clills. N .J. Pr entic e- Hall. In c 1980 Fernandez Mendez. E. La ldentidad y La Cultura . lnst1tuto de Culturd Pu er to mquer'ia . San Juan . Puerto Rico. 1970. Jakubowski . P . ·· Assertive Behavior and Clinical Problems of Women · in Rawlings . E. and Carter. D .. Psychotherapy for Women : Springt1eld. Illinois . Charles C Tho111as Publisher. 1977 Jakubowski . P .. ·· Self-Assertive Training Procedures for Women ·· in Rawlings . E and Carter. D. Psychotherapy for Women . Springfield . Illinois. Charles C. Thomas Pub!1sher . 1977. Lange. A and Jakubowski. P Responsible Assertive Behavior Charnpaingn. 11111101s. Reseach Press . 1976. Lopez -Garriga . M .. ·· Estrateg1as de Auto-Af1rmac1on en MuJeres Pu ertomquer'ias·· en Rev1sta de C1enc1as Soc1ales 20. No . 3-4 td1c 1978) pp . 183-2 10. Wolpe. J . The Practice of Behavior Therapy . New York. Pergamon Press . 1973

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LA MIGRACION Y LA MUJER

Silvia Blanco, " Homenaje a Mujeres Artistas " , 1985, Ceramica, Barro de escultura , 45" x 43".

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MIGRACION Y CONTROL DEL CUERPO DE LA MUJER: UN NUEVO ENFOQUE Margarita Ostolaza Bey*

La polftica oficial del regimen colonial se ha justificado, par media de sus portavoces oficiales , sosteniendo que la migraci6n forma parte de la necesidad del control poblacional que exigi6 la rapida transformaci6n econ6mica de nuestra sociedad dirigida a eliminar la pobreza, el desempleo y el atraso econ6mico. Definitivamente, las dirigentes coloniales han logrado la conversion de Puerto Rico en un ejemplo sobresaliente o en un " show case " de industrializaci6n y de control poblacional sin igual entre las paises capitalistas dependientes. Sin embargo, hoy par hoy - siendo la sociedad puertorriqueiia una de las mas industrializadas y controladas del planeta - el desenlace de la politica oficial del regimen colonial ha resultado ser la antitesis de lo que se propusieron lograr sus creadores : en vez de creci miento econ6mico, estancamiento; en vez de riqueza, miseria; en vez de empleo, desempleo. (Maldonado Denis, 1984). En la ciencia social puertorriquena se viene desarrollando una nueva perspectiva te6rica y metodol6gica que parte del materialismo hist6rico y dialectico para explicar el fen6meno de la migraci6n coma medida para el control poblacional necesaria al sistema capitalista.dependiente imperante en la isla. Sin embargo, es notable, desde una perspectiva feminista, la desvinculaci6n y la indiferencia en el analisis de la otra cara oculta de la moneda del control poblacional : el control del cuerpo de la mujer. Todos las estudios se han limitado a denunciar que el 39% de las mujeres puertorriquenas estan esterilizadas coma efecto de una polftica forzosa y arbitraria llevada a cabo par las oficiales coloniales en funci6n de las intereses del imperialismo norteamericano. S61o han ofrecido el data sin entrar en el analisis de las efectos diferenciadores del trabajo migrante en la mujer y el control del cuerpo de la mujer y sus repercusiones en el orden social. Estes fen6menos -el trabajo migrante y el control del cuerpo de la mujer- son resultado, no de lo que las dirigentes oficiales se empenan en promulgar coma efectos de la economfa en general ode la industrializaci6n, modernizaci6n y progreso, sino de la dinamica interna del modo de producci6n existente y de sus particulares fases de implantaci6n en Puerto Rico par parte de las Estados Unidos. El trabajo migrante y el control del cuerpo de la mujer tienen que ser analizados coma resultados de la absorci6n de la economfa de Puerto Rico dentro de la economfa norteamericana y de la falta de poder y control para hacer decisiones particulares al modo de producci6n capitalista dependiente prevaleciente en Puerto Rico. •

Directora Programa de Estudios de la Mujer; Profesora Colegio Universitario de Cayey , U.P.R.

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Los dirigentes coloniales le han llamado eufemfsticamente " sobrepoblaci6n " al "ejercito industrial de reserva" o a la "reserva de poblaci6n excedente" Maldonado Denis, 1980). Ademas, han usado el eufemismo de " control de la natalidad " o "planificaci6n familiar " al control que ejercen sobre el cuerpo de la mujer: su sexualidad, su capacidad reproductiva, su capacidad de trabajo y su capacidad de pensar. La reserva de poblaci6n excedente y el control sobre el cuerpo de la mujer han sido utilizados como mejor le ha convenido al modo de producci6n capitalista dependiente enmarcado en la situaci6n particular del colonialismo de la Isla. Proponemos, sin embargo, que la poblaci6n excedente es y tiene que analizarse como un concepto relativo y no absoluto. Entendemos que el trabajo migrante y el control de la reproducci6n en nuestro caso han sido generados por el escaso empleo. Han sido el resultado de la 16gica de la expansi6n capitalista norteamericana a expensas de la destrucci6n de la industria domestica y agrfcola puertorriquei'\a derivada de la extracci6n de plusvalfa y la fuga de capital en funci6n de la metr6poli. Proponemos, ademas, que la poblaci6n puertorriquei'\a ha sido convertida en una poblaci6n "sobrante", sometida a una relaci6n social donde mujeres y homores, pero mas aun las mujeres, se sienten " excedentes ", superfluos, incapaces , improductivos para las necesidades del capital. Esto es asf porque la capacidad de trabajo -tanto en la esfera de la reproducci6n de la fuerza de trabajo en el vientre de la mujer como en la esfera de la producci6n de la mercancfa- s61o serequiere en el momento yen el lugar que es valorizable para el capital norteamericano en sus distintas fases de producci6n en la colonia y en la metr6poli. " Como siempre, el trabajo esta a disposici6n del capital ahf donde este lo exige y no a la inversa " (Sc1mir Amim ; citado por Maldonado Denis, 1980: 165). Sin embargo, en la reproducci6n de la fuerza de trabajo en el vientre de la mujer, es necesario considerar que el control de su cuerpo es anterior al capitalismo y mas determinado aun hist6ricamente por el patriarcado -convenientemente adoptado por el capitalismolo cual dificulta aun mas el analisis de su control. lmplica ademas que el trabajo reproductivo de la mujer siempre ha estado a disposici6n del patriarcado ahf donde este lo ha exigido y no a la inversa. Por consiguiente, el analisis del control poblacional de la clase obrera puertorriquei'\a debe quedar enmarcado en las diferencias cualitativas 1 del movimiento del trabajo migratorio de hombres y mujeres y del control del cuerpo de la mujer. Ademas de que, por supuesto, se mantiene tambien el control del nivel de desempleo, importante para mantener los salarios bajos y las uniones debiles. 2 El trabajo migratorio y el control del cuerpo de la mujer deben conceptualizarse como procesos de circulaci6n y control en conexi6n con el modo de producci6n y con los cambios estructurales en ambos polos y direcciones del circuito: Puerto Rico - Estados Unidos y Estados Unidos - Puerto Rico. Por tanto deben ser analizados en su relaci6n recfproca como fuerzas en funci6n y en movimiento complementarios al capital (Hernandez Cruz, 1985), introduciendo los modos en que el patriarcado afecta la reproducci6n migratoria. Es decir, es indispensable ai'\adir el analisis de la reproducci6n al analisis de la migraci6n. De acuerdo a estas premisas, la migraci6n puertorriquei'\a no debe seguir siendo 1

Diferencias cual itat ivas se refiere a los motivos personales que impulsan a las mujeres a migrar, diferentes a los de los hombres. Por ejemplo, necesidad de separarse del dominio de la fam ilia, la obligaci6n de seguir a sus marldos, el tipo de trabajo disponible para ellas en la metr6poli , etc .

2

Hist6ricamente el desempleo of icial nunca ha sido menor de un 10 % en la colonia y actualmente alcanza un 24 % . La sindicalizaci6n al momento no supera el 10 % de la fuerza trabajadora asalariada .

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analizada segun la pretensi6n de los dirigentes coloniales . Su maximo representante , Luis Munoz Marin, postul6 la " valvula de escape", valvula que solo existi6 en su mente para descargar su complicidad con el regimen colonial. Luis Munoz Marin parti6 de la convicci6n de que los puertorriquenos una vez en la metr6poli, no regresarlan a Puerto Rico y determin6 que la segunda generaci6n ya no serlan puertorriquenos .3 La realidad ha demitificado la postulaci6n de la " valvula de escape" y exige la reconceptualizaci6n de la migraci6n como trabajo migrante y como parte de una circulaci6n de hombres y mujeres trabajadores en movimiento contlnuo entre los dos polos del circuito: de Puerto Rico a Estados Unidos y de Estados Unidos a Puerto Rico. Estamos en la etapa cientffica de superar los analisis de denuncia que han predominado en la ciencia social puertorriquena. Estos analisis han desenmascarado la agresi6n racista subyacente y la intenci6n de perpetuar la condici6n colonial. Sin embargo, la ciencia social puertorriquena ha partido de una visi6n unidimensional , unidireccional y unisexual del trabajo migrante. Sus analisis han concebido el control del cuerpo de la mujer dentro del reducido marco de la esterilizaci6n. Ni siquiera han introducido a la mujer en el analisis como proveedora de mano de obra barata. Han concluldo que la polftica colonial de esterilizaci6n ha tenido como objetivo acallar y desviar la protesta social y hasta toda opci6n de cambio. Algunos han llegado al extremo de sostener que la polftica colonial de la esterilizaci6n se ha dirigido hacia el exterminio de la puertorriquenidad, como si la puertorriquenidad dependiera de la cantidad de pariciones de las mujeres puertorriquenas. 4 Otra de las estridencias de los sectores de izquierda ha sido optar por el extremo nacionalista que aberrantemente los ha conducido a coincidir con Luis Munoz Marin al suponer que quien no viviera en Puerto Rico y no hablara espanol como ellos no podrla ser considerado puertorriqueno. Los analisis de la migraci6n, sujetos a la ideologla patriarcal , han obviado la aplicaci6n de la famosa f6rmula que apunta Fanon como la utilizada en un primer nivel por las administraciones coloniales: " Conquistemos a las mujeres y el resto se nos dara por anadidura " (Fanon , 1968:21). No han considerado el control del cuerpo de la mujer y sus efectos, que han permitido la inserci6n y participaci6n de la mujer en la economla capitalista dependiente. Por consiguiente , no han sido capaces de comprender la condici6n de la mujer para explicar la realidad , menos aun para transformarla. El objetivo de control (conquista) no puede ser confundido con el de exterminio de la poblaci6n ode la puertorriquenidad . El objetivo ha sido el de eliminar una identidad nacional y cultural independiente. De llegar al extremo de no controlar su impulso de exterminar al colonizado, cito a Sartre: "Con el colonizado desaparecerla la colonizaci6n , incluldo el colonizador" (Sartre, Pr61ogo a Fanon , 1968). Como bien indica Sartre el objetivo impulsivo de exterminio del colono contra el colonizado s61o lo limita el mismo colonialismo. Por tanto, para la perpetuaci6n de la colonia, el colono tiene que dominar o mediatizar ese impulso exterminador. En el caso de Puerto Rico, el colono ha aplicado una estrateg ia muy singular para enfrentarse a la contradicci6n del exterminio. Los adm inistradores coloniales contrarrestan la f6rmula de la contradicci6n, apuntada por Sartre, mediante el control del cuerpo de la J

En (Rodr fguez Jul ia 1981 :39) aparece el testimonio de esta postu ra de Munoz Marfn expresada en 1978: " Nosotros pensamos : despues de dos generaciones ya no existira el problema de los puertorriquenos en Nueva York, sencillamente porque ya para entonces no seran puertorriquenos . . ."

4

Ver la pelfcu la " La operac i6n " de Ana Marfa Garc fa, 1980. En ella aparece documentada esta pos ici6n de los lfderes Rub en Berr fos y Juan Mari Bras ante la O.N.U.

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mujer, haciendo posible el manejo circulatorio del trabajo migrante para tenerlo disponible del modo yen el lugar donde el capital lo exija. Al controlar las pariciones de la mujer logran insertarla en la fuerza trabajadora asalariada en funci6n de devaluar el precio del trabajo social asalariado, y de degenerar las condiciones de trabajo. Ademas, logran dividir la clase trabajadora por raz6n de sexo para que la mujer haga aquellos trabajos para los cuales no hay hombres disponibles y para que el trabajo feminine sustituya, en algunos casos, el trabajo masculine que fue exportado a trabajar en el imperio. Asl se van estableciendo nuevas formas de competencia y de reserva de poblaci6n excedente. Controlando el cuerpo de las mujeres, evitan tener que financiar posteriormente con " ayudas federales " una nueva generaci6n de trabajadores en exceso, no exportables, desempleados en mayor numero de la reserva de poblaci6n excedente necesaria al sistema. Dialecticamente, la trampa de la manipulaci6n del sistema colonial genera un angulo fundamental para el analisis que tiene un significado positive en el proceso de la independencia personal y econ6mica de la mujer. El control colonial del cuerpo de la mujer parece conducirla, sin proponerselo, a la liberaci6n sexual de la mujer y a sus posibilidades de concientizaci6n, le da alternativas potenciales de desarrollo humane que pueden convertirla en sujeto revolucionario para su liberaci6n y la liberaci6n nacional. Estas contradicciones, que generan alternativas potenciales, deben ser cuidadosamente exploradas en investigaciones sucesivas. El paradigma te6rico y metodol6gico del materialismo hist6rico exige la convicci6n moral y la visi6n estrategica de que tanto los que permanecen aqul y alla a corto y a largo plazo son y deben seguir siendo puertorriquenos en la formaci6n de nuestra nacionalidad . Este paradigma nos permite aprehender y concatenar la realidad social de la circulaci6n migratoria y el control del cuerpo de la mujer en su relaci6n dialectica para explicar: (1) las razones sociohist6ricas de la migraci6n por sexo; (2) la situaci6n de los puertorriquenos diferenciada por sexo en los Estados Unidos y Puerto Rico; (3) la ubicaci6n de nuestro pueblo en el ambito de las migraciones y del control del cuerpo de la mujer como fen6menos globales producto del propio regimen capitalista de producci6n ; (4) lo especffico y particular del sexismo del control poblacional en la situaci6n colonial ; (5) la necesidad de introducir los personajes mas importantes y aun olvidados de las variables demograficas y de la reproducci6n de la sociedad : las mujeres; (6) los efectos de la polftica colonial en el control del hombre sobre la mujer puertorriquena. Ademas , nos permite insertar para explorar en el analisis te6rico algunos conceptos como la reproducci6n en la mujer de la fuerza de trabajo , reproducci6n migratoria, el control del cuerpo de la mujer como forma de control de la fuerza de trabajo, el uso de los migrantes como trabajo migrante y el uso de la mujer como propiedad privada. Cabe senalar que el discurso ideol6gico de los polfticos coloniales demuestra el uso del sexismo como " valvula de escape mental " . Para ellos, la reproducci6n en el cuerpo de la mujer de la fuerza trabajadora sobrante las hace responsables, mas aun, las convierte en culpables del desempleo en aumento. Es decir, de la pobreza en aumento, del aumento de la deuda publica, de los desequilibrios en las finanzas estatales, de la dificultad de ahorro interno, asf como las hace culpables del desequilibrio en el orden social. Tai parece, por el discurso ideol6gico de los polfticos coloniales , que las mujeres son responsables de haber parido dos millones de puertorriquenos sobrantes, puertorriquenos en exceso. Por su parte, los polfticos coloniales suponen que genialmente detienen la aceleraci6n de estos males y sus consecuencias llevando a cabo la polftica del control poblacional mediante lo que ellos se han dado en llamar la "valvula de escape" de la migraci6n masiva y lo que a nuestro entender debe llamarsele la "valvula de tranHomines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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que" de la esteril izaci6n de 39 % de las mujeres, el uso de anticonceptivos por parte del 62 % de las mujeres fertiles y la practica del derecho al aborto 40,000 veces al ano. Como consecuencia , el ritmo natural de crecimiento en Puerto Rico ha sufrido una baja decisiva de 2.7% anual para la decada de 1950 y de 1.7 % anual para la decada de 1980, y la impresionante reducci6n de la fertilidad en un 40 % en tre el 1960 y 1980 (Censo, 1980). De esta manera, los polfticos coloniales , sin necesariamente proponerselo, y el gobierno norteamericano, sin necesariamente tener un conoc imiento o plan previsto ni un control absolute de la situac i6n , han cumplido su misi6n con el capital metropolitano. Este no tendra que financiar a aun mas millones de hombres y mujeres puertorriquenos , que por el exito relative de esta politica, no existen ; por tanto, no tienen que migrar y/o recibir " ayudas federales ". Por otro lado, esta transformaci6n estructural del crecimiento demografico ha convertido a la isla en un centre de exportaci6n e importaci6n de trabajadores cari benos. Parad6jicamente esta circulaci6n migratoria es constante y flotante y aparentemente mas prob lematica porque resulta ser creciente y plantea otra cara del fantasma de la supuesta sob repoblaci6n descontrolada. De hecho, segun las ultimas cifras de la Junta de Planificaci6n del Estado Libre Asociado para el 1982-83, la migrac i6n neta arroj6 un saldo negative de 44,601 personas, es dec ir, emigraron 99,315 personas y llegaron 54,714 personas, todas mayores de 16 anos (40 % de estos inmigrantes no tenian ascendencia puertorriquena). Hab ia 182 personas que emigraban por cada 100 inmigrantes. La mayor proporci6n de las personas que salian del pars eran varones , siguiendo la trayectoria caracteristica de nuestro pars ; estos representaban 61 .06 % frente a 38.94 % de mujeres. Por cada 100 mujeres que emigraban , habra aproximadamente 157 varones. Por tanto, emigraban mas hombres que mujeres : 64.80 y 35.20 % respectivamente. Entre la poblaci6n femeni na, 80.41 % no ten ra empleo antes de emigrar, frente al 62.41 % de los varones. Por tanto , la circulaci6n migratoria mantiene el crecimiento de los niveles de pobreza y desempleo, mas agravante para las mujeres, con dos terceras partes de la poblaci6n dependiendo de los cheques de alimentos del gobierno federal. La circulaci6n migratoria debe ser investigada y explicada conjuntamente con sus efectos en la fa milia puertorriquena y en los patrones de trabajo por raz6n de sexo. Necesariamente el contexto colonial debe partir del principio de que el impacto de los requisites del sistema econ6mico vigente en el ambito del control poblacional ha sido mucho mas devastador para las mujeres que para los hombres en Puerto Rico, como en cualquier sociedad patriarca l. De igual manera queen todas las sociedades patriarcales , los cuerpos femeninos son los que producen nines y, ademas, mantienen y refuerza la fuerza de trabajo y la divisi6n social del trabajo dominante. Las mujeres son responsables de la vida desde la gestaci6n , de la crianza hasta bien entrada la adolescencia, de satisfacer las necesidades y los gustos en alimentaci6n, vestuario, abrigo, educaci6n y cuidado de la salud de sus crias .. . sin remuneraci6n salarial por este trabajo. Las mujeres son las que pierden el trabajo asalariado ode piano no lo encuentran si tienen o van a tener una cria. Son las que van a atender todas las necesidades materiales y afectivas de la tam ilia cuando el padre tiene que emigrar, o cuando este va a trabajar, a military a participar, ode piano cuando se desaparece con otra mujer, o con sus amigos a emborracharse o a simplemente aventurar. 5 • Sin embargo, para comprender la complej idad del sistema patriarcal al servicio s Esta idea la incorpora Teresita De Babieri (1985:107) formulada inicialmente por la Dra. Ma . Anton ieta Torres Arias en la mesa redonda sobre filicidio realizada en marzo de 1984 y que aun permanece inedita.

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del sistema colonial dependiente, particular en el caso de Puerto Rico, tenemos que a nadir a este analisis el hecho de que el sistema beneficia a la mujer puertorriquefia mediante leyes federales y le " paga " indirectamente por medio de " ayudas federales " por el trabajo domestico. Esto conduce a la mujer a sentirse protegida yen cierto modo liberada de la dependencia directa de sus maridos. Ademas, la politica colonial ha instrumentalizado la posibilidad de ella poder optar por la esterilizaci6n , por el aborto o por el control de la natalidad. Aun asi, sin lugar a dudas las mujeres son las actoras y los hombres los au tores de la pol itica del crecimiento y del control poblacional. Debemos apresurarnos a decir que si la politica colonial de control poblacional por el lado de control de fecundidad ha tenido exito relativo en la isla es porque los politicos coloniales coincidieron con una poblaci6n femenina que deseaba controlar y decidir el numero determinado de hijos que deseaba tener y que, a partir de cierto numero -variable en cada mujer- ya no queria volver a repetir la experiencia de otro hijo mas. Los politicos coloniales han argumentado que nadie las obliga a esterilizarse, ni a usar anticonceptivos ni a abortar, del mismo modo en que argumentan que nadie obliga a los campesinos y obreros a migrar, que estos son libres de hacerlo y que nose les puede coartar el derecho a migrar si ellos asf lo estiman conveniente. Las condiciones materiales que las inclinan a optar por el control de la natalidad deben ser exploradas, y si sus decisiones estan influenciadas o en con f licto con las de sus maridos . Ent re las estrategias para la emigraci6n se destaca la propuesta presentada por los ad mi nistradores co lon ial es para la emigraci6n hacia los Estados Unidos de mujeres puertorriquenas sol teras para ofrecer servicio domestico. Esto se ejemplifica a con tinuac i6n con algunos titulares aparecidos en la prensa del pars entre los anos 1940 y 50: " ha sido un exito el envio de domesticos a Chicago " (El Mundo, 17 de oc tubre , 1946); " Llevaran domesticas de color a estado de Florida " (El Mundo, 18 de octubre, 194 ·,); " Crean centros para entrenar mujeres en trabajo del hogar" (El Mundo, 28 de agosto, 1948); " Sigue demanda por domesticas de Puerto Rico " (El Mundo, 17 de febrero , 1948); " Domestica boricua alega agencias empleos de urbe la explotaba " (El Mundo, 11 de septiembre , 1953). Un extracto de este ultimo artfculo demuestra la mag nitud del abuso perpet rado contra estas trabajadoras . " Relata c6mo al llegar a Nueva York ni siqu iera la estaban esperando. La agencia public6 anuncios enganosos ofreciendo sueldos de $70.00 mensuales. Anualmente el patrono le va pagando $1,380 de los cu ales la em plead a recibe $840.00. ($61.00 mensuales) y la agencia se queda con $540.00 ". (Rivera Quintero, 1973). Justifican esta estrategia porque suponen que al iviaria la situaci6n de desempleo y aseguraria " un efecto beneficioso a largo plazo al ayudar a reducir la tasa de nacimiento". Los administradores coloniales han partido de la filosofia de que segun otros pueblos han tenido riquezas que exportar y explotar, la riqueza incalculable de la isla reside en su fuerza de trabajo frente a la supuesta pobreza de recurses minerales. Esta fuerza de trabajo -que la colonia por definici6n es incapaz de absorber- debera exportarse y debera explotarse para " el bien de todos" (Nieves Falcon, 1975). 6 Esta forma de esclavitud, exportando familias segregadas, 6

En " lnforme al Senor Rector de la Universidad de Puerto Rico ", Salvador Ti6, 1945, "Cada pueblo tiene algo que exportar, y si unos tienen petr61eo, y otros nitrato, y otros azucar, nosotros somos el unico pueblo de America que, ademas de azucar, tiene una incalculable riqueza que debe exportarse y debe aprovecharse para bien de todos. Nosotros tenemos hombres, inteligencia y brazos . Loque se necesita para hacer la America -para veneer la selva y el llano- y para levantar en ellos una America mejor". Citado por Clarence Senior, Puerto Rican Migration, U.P.R., 1947, p. 2 (Nieves Falc6n 1975:13).

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hombres y mujeres como si fueran ganado, ha sido justificada por las autoridades coloniales como una acci6n voluntaria o espontanea de la poblaci6n; como "valvula de escape" o tabla de salvaci6n; como paliativo al desempleo; como panacea del sistema que ofrece a la poblaci6n movilidad a su antojo a cualquier parte del mundo y sobre todo al continente norteamericano dada la ciudadanfa norteamericana y la "relaci6n permanente" entre Puerto Rico y E.E.U.U. No obstante lo anterior, el analisis exige que entendamos que es la necesidad, determinada por el sistema econ6mico vigente, el agente catalftico del control del cuerpo de la mujer y del trabajo migrante, sin que medie la voluntad y la libertad de los seres humanos. Estos son empujados por el desplazamiento, el desempleo y subdesempleo, por el discrimen y la opresi6n del capital -en este caso ausentista- por la necesidad que tienen de proveerse sus medios de subsistencia. Nose trata, por tanto, de un mero acto individual y voluntario, sino de un proceso real yobjetivo que subordina la voluntad y la libertad de los hombres y mujeres afectados. Mas aun, se trata de la confirmaci6n de la tesis de Marx en el sentido de que "en la producci6n social de su existencia los seres humanos entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad" (Marx, 1966). A esta pol ltica colonial la izquierda ha respondido con la pretensi6n de que el estado colonial mantenga los tradicionales cont roles sobre la mujer, los tradicionales controles por parte de la iglesia, de la familia y de los varones, invocando la cultura y la idiosincracia de la naci6n puertorriquei'\a. Por tanto, el discurso anticolonial es antifeminista y reaccionario porque esta basado en la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor, cuando en realidad la historia de la mujer indica todo lo contrario: todo pasado para la mujer siempre fue peor. La tradici6n, la idiosincracia y la cultura colonial son en esencia sexistas, y por consiguiente, amenazantes para la liberaci6n de la mujer. El discurso anticolonial debate un control postulando otro control aun mas retrogrado. Es de suponer ante esta posici6n de la izquierda que para las mujeres es prefer.ible la llamada polltica colonial del control poblacional que le legaliza el aborto, que facilita y mas aun promulga el uso de anticonceptivos y la esterilizaci6n como mecanismos que posibilitan su incorporaci6n al trabajo asalariado, a la educaci6n, a la modernizaci6n y al consumo. Ocurre entonces, que para la mujer un hijo mas podrla significar poner en peligro su vida, limitar sus proyecciones de participaci6n social -trabajo asalariado, educaci6n, polltica- de ascenso social y hasta de migraci6n. Podrla significar un hijo masque mantener para el 52% de mujeres divorciadas, para el 22% de mujeres jefes de familia y madres solteras, y para el 36% de trabajadoras asalariadas. Parad6jicamente el capitalismo dependiente tiende a romper los esquemas tradicionales del patriarcado. Nace la paradoja social de que la mujer apoya el mantenimiento de la condici6n colonial de su pals creyendo que favorece el progreso, porque para ella el imperialismo norteamericano significa su inserci6n en el trabajo asalariado, la obtenci6n de una educaci6n, su promoci6n profesional, el beneficio de becas de estudio, la libertad de movimiento en y fuera de Puerto Rico, la posesi6n de artlculos y efectos electricos que alivian su trabajo domestico provenientes del mercado de Estadbs Unidos, y las ayudas federales en un gobierno paternalista que en ocasiones sustituye la dependencia en el var6n. Ocurre tambien que la erradicaci6n progresiva del machismo, al modo latino, esta asociada a la relaci6n colonial con Estados Unidos. Toda liberaci6n llega de la mano de la legislaci6n estadounidense, del "Women's Lib made in U.S.A.". Ademas, vale sei'\alar en este momento, que las feministas activas, y que han producido investigaci6n cientlfica, en su gran mayor la han sido migrantes circu latorias.

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Por otro lado, si la politica colonial de control poblacional ha tenido exito mediante el estimulo oficial de la migraci6n es porque los politicos coloniales han reconocido que el sistema colonial intrfnsecamente tiene la funci6n de generar para la metr6poli un ejercito industrial de reserva dirigido y controlado en alguna medida por la polftica publica. Si ese ejercito industrial de reserva crece desmedidamente perjudica los intereses del capital. Por tanto, el sistema capitalista recurre, de acuerdo a sus intereses en cada momenta hist6rico, a estimular o por el contrario a desalentar el crecimiento poblacional, mediante el control del cuerpo de la mujer. La polftica publica colonial se ha dirigido a una poblaci6n pobre -que lleg6 a reproducirse en los vientres de las mujeres oprimidas- para la producci6n de este ejercito industrial de reserva que tuvo necesariamente que ser exportado. Subsiguientemente a el las tambien se dirigi6 la polftica publica del control poblacional en la decada del '50 para la esterilizaci6n de un 39% de la poblaci6n femenina . 7 El sistema colonial, por definici6n, internamente no puede generar las condiciones para el desarrollo econ6mico, no puede generar las condiciones para que los nacidos en el puedan ser productivos en funci6n de ellos y de sus compatriotas. La pol itica publica de la migraci6n y del control del cuerpo de la mujer ha sido necesaria para presentar la imagen de la " vitrina de la democracia ", de la modernizaci6n y del crecimiento econ6mico con un aparente aumento en la tasa per capita, el alfabetismo y la distribuci6n de la riqueza frente al resto del Caribe y.America Latina. Por consiguiente, el ejercito industrial de reserva dirigido a la migraci6n y los no nacidos no aparecen en las estadfsticas de desempleo, de analfabetismo, de enfermedades y de mortalidad prematura como tampoco aparecen en las estadisticas por falta de viviendas , de escuelas, de hospitales, entre otros. Asi se ha logrado que Puerto Rico sea una de las sociedades mas industrializadas y controladas del planeta, sin igual entre los paises capitalistas dependientes. Ademas se ha logrado presentar a America Latina y el Cari be la imagen de la envi7

The International Institute of Teachers College, Columbia University, A Survey of the Public Educational Systems of Puerto Rico, 1926 (Nieves Falc6n 1975:11): " La emigraci6n de la poblaci6n excedente no proveera una soluci6n satisfactoria y permanente ". Y luego anade: " No estara lejano el dla en que se anada a este control (el aumento del nivel de vida) el del control de la natalidad sabiamente dirigido por medicos y enfermeras entrenados en el servicio de salud publ ica yen la practica privada de la profes i6n medica ", pp . 61 y 69. Felix Mejias, Condiciones de vida de las clases jornaleras de Puerto Rico, 1946: " Todos los estudiantes del problema econ6mico-social de Puerto Rico estan conscientes de que el actual crecimiento de la poblac i6n debe detenerse. En este sentido poco es lo que se esta hacienda entre las masas trabajadoras, que son las que mas lo necesitan. Mejoras en las normas de vida tenderfan a arrastrar el crecimiento de la poblaci6n , pero un programa de control de la natalidad ofrece posibilidades que merecen , por lo menos , conscientes y detenidos estud ios. La emigraci6n no creemos pueda ser determinante ", p. 186, Harvey S. Perloff, Puerto Rico's Economic Future, 1950: "Todas las indicaciones sugieren que la con dici6n futura de la isla dependera, en gran medida, de la rapidez con que el crecimiento poblacional se estabilice a !raves de una reducci6n de la tasa de nacimientos. El factor t iempo es crucial. Hasta donde el crecimiento poblacional continue en su rapida tasa presente, existe el grave mal de que todos los logros alcanzados y los que se pueden lograr a traves de las mejoras en la agricultura y la industrializaci6n , asf coma los magnfficos esfuerzos que actualmente se hacen por el pueblo y el gobierno de Puerto Rico para elevar el nivel de vida , terminen en nada ", p. 229. En cuanto a la emigraci6n , el mismo autor senala que: " Hasta donde ex istan areas que esten abiertas a los migrantes puertorriquenos y que ofrezcan muchas mejores oportunidades para el progreso personal y econ6mico que aquellas existentes en la isla, el interes en el progreso social e individual dictara que indivi duos cualificados y famil ias sean informadas de tales oportun idades y se les de una buena oportunidad a traves de entrenamiento y asistencia de realizar un ajuste favorable al nuevo ambiente . Esto podrfa ser una forma deseable de abordar la migraci6n, aparte del problema de aliviar la presi6n poblacional ", p. 324.

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diable condici6n colonial de Puerto Rico para ofrecerles esta alternativa como modelo frente a sus propias condiciones sociohist6ricas. La estrategia no ha sido otra que la de intentar la penetraci6n y la explotaci6n, mediante la aplicaci6n de este modelo extraordinario de capitalismo dependiente con las variantes necesarias, en el Caribe y America Latina, seguros y confiados de maximizar los prop6sitos imperialistas ya comprobados con este fantastico experimento ll ev,,rJ o a i.;ubo en Puerto Rico durante este siglo.

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THE EFFECTS OF AN ASSERTIVENESS TRAINING PROGRAM FOR PUERTO RICAN COLLEGE WOMEN PLANNING TO EMIGRATE TO THE UNITED STATES.

Irene Sumaza*

This study evaluates an assertive training program that was developed for Puerto Rican college women planning to migrate to the United States . The procedure includes an experimental group which received the training and two control groups ; a placebo group and a non-treatment control group. Pre-post testing on three different measurements were used ; an anxiety measurement (STAI). Gambrill & Richey inventory and a behavioral-test. Analysis of covariance showed a significant difference (p 70.05) on the behavioral measurement. No significant difference were found on the STAI , nor on the Gambrill & Richey inventory.

Puerto Rican college women who come from a Hispanic cultural background and who migrate to the United States can expect to encounter most of the difficulties that traditional Puerto Rican migrants experience . The differences in the Hispanic cultural background when compared with the Anglo-Saxon culture can cause confusion to the Puerto Rican female college student during the adaptation process . The behavior, which often reflects the traditions of their culture, can appear to be less assertive in the new American environment. Like any other inmigrant arriving to a new and highly technical environment, they are compelled to make difficult decisions. They often lack sufficient information to evaluate the consequences of their behavior. Adaptation to a new culture constitutes the mastering of a new language and learning new cultural norms and life styles. The change process often leads to feelings of anxiety and alienation . The culture shock of immigrants can be explained from a psychological perspective. The feelings of frustration, helplessness, and loneliness can result from a change in role states. To ease the adaptation of the immigrants to a new environment, Merrens and Potkay (1975) suggest the use of the three 'Profesora del Depto. de Ciencias Sociales de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico.

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/RENE SUMAZA

behavioral modeling .

components:

assertiveness

training,

desensitization,

and

Although assertiveness training has been useful for a variety of demanding social situations (e.g., alco'holism, handling criticism , and assertation in service situations), studies are lack ing using assertiveness training as a technique for Puerto Rican women who are planning to live in the United States. The primary investigation of this study is to determine the effects of an assertiveness training program for Puerto Rican female college students who are migrating to the United States. Assertiveness training has been defined as: a semistructured training program which is characterized by its emphasis on acquiring assertive skills through practice. The practice may be direct by actually role playing alternative responses, assertive responses or it may be -indirect by increasing beginning assertive skills through observing models who demostrate these behaviors (Lange & Jakubowski , 1976, p. 1). Assertive responses have been defined .in various ways. It has been described in general descriptive type statements (Lieberman, 1973; Wolpe & Lazarus , 1966) . It has been operationally defined (Lawrence, 1970) and has also been categorized under specific response classes (Lazarus. 1973) . The definition have a common point of view which is related to the rights each person has in expressing her feelings and to be able to maintain their unique personal position in different social situations . There are verbal and nonverbal components of assertive response. Duration of looking, eye contact, facial expression , loudness of voice, and smiles are some nonverbal behavioral components. Some of the main components of assertive responses have been defined by Lararus (1971) as: (a) the ability to say no, (b) the ability to ask forfavors and to make requests, and (c) the ability to initiate, continue , and terminate general conversations. In order to assess behavioral responses, several assessement procedures have been developed. These include paper and pencil measurements, role playing, behavioral assessment, assertiveness questionnaires, and other supplementary anxiety measurements. Many of the assessment procedures provide the trainer with an accurate pre-post measure of changes in each of the group member's behavior. One behavioral measurement is the Behavioral Assertiveness Test developed by Eisler Miller & Hersen (1973). It includes a.number of standard situations that require assertive responses. The situations can be audiotaped or videotaped, they are assessed by using a rating system. Nonverbal

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THE EFFECTS OF AN ASSERTIVENESS TRAINING PROGRAM FOR PUERTO RICAN COLLEGE WOMEN PLANNING TO EMIGRATE TO THE UNITED STATES.

components of assertive behavior have been used in rating subjects' behaviors and responses. Some of the paper and pencil measurements for assertive behavior are the Assertiveness Schedule (Rathus, 1973), the College Self Expression Scale (Galassi, De Lo, Galassi, & Bastien , 1974), and the Assertion Inventory (Gambrill & Richey, 1975). Among the self-report measures of assertive behavior, the Conflict Resolution Inventory has been found to have adequate validity. However, this scale is limited to a single response class of refusing unreasonable requests. On the other hand, the assertion inventory is most appropiate for measuring a variety of responses to specific sitiations. Anxiety measures have also been uses as an assessment for assertive behavior. The State-Trait Anxiety Inventory (STAI) developed by Spielberger (1972) is one of the most widely used. This is a self-report instrument that provides a relatively brief measure of state (S-State) and trait (A-Trait) anxiety. A-state anxiety is related to a transitory emotional state of the human organism . A-trait refers to differences between people in the proneness to respond to situations that are perceived as threatening (Spielburger, 1975). In the present study an assertiveness training program was developed to offer the subjects additional social skills for interacting in a new and different social environment, which is basically an Anglo-Saxon culture. Three main categories of assertive response were included in the training program. They were: (a) initiating interaction, (b) directly refusing unreasonable requests, (c) directly asking for favors. In order to assess the changes in the subjects' behaviors, three different pre-post measures were used: a behavioral test, an anxiety measurement (STAI) and an assertion inventory (Gambrill & Richey, 1975). This study is basically an experimental study in nature. Three main hypotheses were studied. Hypothesis 1. The increase on scores on the behavioral test will be significantly greater for the treatment groups than for the two control groups. No significant difference is expected between the control groups. Hypothesis 2. The assertiveness training treatment group will have a significantly lower score on the ST Al than the two control groups. No significant change in scores is expected between the two control groups. Hypothesis 3. The assertiveness training treatment group will score higher on the Assertive Inventory (Gambrill & Richey, 2975) than the two control groups. No significant differences in scores in expected between the control groups. Hom ines, Vo l. 10, Num . 2, 1986-87

265


/RENE SUMAZA

METHOD

Subjects The s.ubjects for this study were 30 Puerto Rican female college students who have not previously lived in the United States. An experimental group and two control groups were compared using the State-Trait Anxiety Test (STAI); the Assertion Inventory, (Gambrill & Richey, 1975), and a behavioral measurement (audiotaped) before and after treatment sessions.

Procedure Sixty female college students were randomly assigned to one of the following groups: (a) assertiveness training , (b) attention placebo, and (c) no treatment control group. Difficulties were encountered which resulted in a loss of subjects. At the conclusion of the study only 30 subjects had consistently attended all sessions. Meetings were conducted in Spanish. Texts were .also translated into Spanish .

Treatment The subjects in the assertiveness training group met weekly during six 1hour treatment sessions. The following categories or assertive behavior were included in the assertiveness training group; initiating interactions, directly refusing unreasonable requests and directly asking for favors. The excercises used on the treatment sessions were adapted from Lange & Jakubowski (1976) . Modeling, role rehearsal, reinforcement, and homework assignments were some of the behavioral rehearsal components of the assertiveness training. The placebo control group met for six 1-hours sessions. During each session the experimenter told the subjects to freely discuss whatever preocupations or worries they might confront when moving to the United States. In the placebo control group the experimenter took part only as an active listener in each session . Unlike the experimental sessions, the placebo group had no role playing, rehearsals, modeling , or homework assignements. The no treatment control group met only twice for the pre and posttesting sessions. The behavioral tests developed for this study consisted of 12 audiorecorded situations. The first six situations were used as a pre-assessment and the last six as a post-measurement. The 12 situations required assertive responses to each of the following categories: (a) initiating interaction, (b) directly refusing unreasonable requests, and (c) directly asking for favors. A pilot study was conducted to assess the level of difficulty among the 12 situations. An analysis of variance of one group with 12 repeated measures did not show a significant difference, F (7, 11 = 11.77, p > .05 (see Table 1). Thus, the level of difficulty among the 12 situations did not differ significantly. 266

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THE EFFECTS OF AN ASSERTIVENESS TRAINING PROGRAM FOR PUERTO RICAN COLLEGE WOMEN PLANNING TO EMIGRATE TO THE UNITED STATES.

Raters

Each subject responded to the audiotaped situations and their responses were recorded . Raters were trained and when interrater reliability reached 90% or more they began rating the subjects' responses . The five components considered for the behavioral scale were: (a) fluency of speech, (b) latency of response, (c) compliance content, (d) as·sertive affect, (e) overall assertive. The correlation for each one of the component was highly positive among the raters. Latency of response showed the strongest relationship (r = .97) while assertive affect was the least strongest correlation from them all (r = .90) (see Table 2) . RESULTS The three hypothesis were assessed by analysis of covariance. The analysis of the first hypothesis found a statistically significant differeoce between the three means, F (2, 26) = 7.02, p > .01 (see Table 3) . A tuckeytest of the behavioral measurement means of the three groups showed that the experimental subjects scored significantly higher than the control groups. The placebo groups subjects also scored significantly higher than the no treatment control groups (see Table 4). The second hypothesis was not confirmed. The rest scores among the groups on the (STAI) were not statistically significant, F (2, 26) = 5.29, p = n.s. (see Table 5) . The third hypothesis was not supported . No significant difference was found on either of the two parts of the Gambrill Assertive Inventory, F (2, 26) = .182, p = m.s. (see Table 6) . The second part of the Gambrill Test is shown on Table 7, F (2 , 26) = .656, p = n.s.

DISCUSSION Some conclusions may be drawn from this study . Assertiveness training was an effective skill for obtaining a change in behavior for female Puerto Rican college students as measured by the behavioral tests. This behavioral measurement assessed three different categories of assertive responses . They where : (a) initiating interactions, (b) directly refusing requests, (c) directly asking for favors . The structured program involving behavior rehearsal, modeling, feedback, and homework assignments resulted in an effective assertiveness training program . One unexpected finding was that there was no difference between the three groups on the STAI posttest measurement. This may have been due to the subjects' anticipatory anxiety. The subjects' expectancies and their concerns about their stay in the United States might have aroused their anxiety level. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

267


I RENE SUMAZA

The results of this study yielded some contradictory findings. On all of the categories of the assertion inventory no significant differences were found between the treatment and the control group subjects. On the behavioral measures significant difference was obtained between the treatment group and the control group. However, no significant difference was obtained on the posttest of anxiety measure or on the posttest of the assertion inventory. This could partly be explained in terms of Festinger's (1957) theory of congnitive dissonance. Accoding to Festinger, (1975) people change their behavior more easily than their beliefs. Therefore, the newly acquired skills of the college students in the present study may have resulted in changes in behavior but not in attitudinal changes.

RECOMMENDATIONS The present study contained some weaknesses that future research should consider. Because of various problems beyond the control of the experimenter, the population size decreased. We ended with 30 subjects out of a sample of 60 subjects. Also, there were only six sessions. Extended training may yield significant findings . Finally, the behavioral measures were role played and not real-life situations. Future research for developing assertiveness training programs for immigrants is needed. Particular emphasis should be placed on evaluating whether the newly acquired behaviors endure while living in the United States. Researchers may wish to consider the benefits of training immigrants in the United States rather than in Puerto Rico . Finally, assertiveness training for working class women, housewives, and children could be developed.

TABLE 1 REPEATED MEASURES ANALYSIS OF VARIANCE FOR NONFUENCY OF SPEECH IN 12 ASSERTIVE SITUATIONS

ss

df

MS

F

p

2458

11

223.45

1.10

< .05

17

7

2.12

Interaction (estimate of error)

2021

77

26.24

Total

4656

95

Source of Variance

Treatments Subjects Treatments x subjects

268

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THE EFFECTS OF AN ASSERTIVENESS TRAINING PROGRAM FOR PUERTO RICAN COLLEGE WOMEN PLANNING TO EMIGRATE TO THE UNITED STATES.

TABLE 2 INTERRATER RELIABILITY AFTER AGREEMENT WAS REACHED WITH PILOT SUBJECTS Scale TIiie

Agreement

Fluency of speech Latency of response

.91 .97

Compliance content

.93

Assertive affect

.90

Overall assertiveness

.92

TABLE 3 ANALYSIS OF COVARIANCE OF THE ASSERTIVENESS TRAINING ON BEHAVIORAL SCORES (WITH PRETEST SCORES ON THE COVARIATES)

Source

ss

Covariate B Pre

104.973

1

104.97

2404.867

2 3

Residual

2509.840 4452.960

Total

6962.800

Main effects Groups Explained

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

df

26 29

MS

F

p

.613

<..441

1202.434

7.021

(.004

836.613 171.268

4.885

(..008

240.097

269


/RENE SUMAZA

TABLE 4 TUCKEY TEST OF THE BEHAVIORAL MEASUREMENT MEANS OF THE THREE GROUPS

AdJu·I ted means

G1

2.52

G2

10.38

G3 -12.90

Placebo Group (G1)

Control

Experimental Group (G2)

Group (G3)

9.92* 1.93 7.98

*significant at the .05 level.

TABLE 5 ANALYSIS OF COVARIANCE OF THE ASSERTIVENESS TRAINING ON THE ST Al SCORES (WITH PRETEST SCORES AS THE COVARIATE) Source

ss

df

MS

F

Covariate STAI-Pre

10.070

1

10.070

.560

Main Effects Groups

190.154

2

95.077

5.286 3.711

Explained

200.225

3

66.742

Residual

467.642

26

17.986

Total

667.867

29

23.030

270

p ~

.461

< .012 < .024

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


THE EFFECTS OF AN ASSERTIVENESS TRAINING PROGRAM FOR PUERTO RICAN COLLEGE WOMEN PLANNING TO EMIGRATE TO THE UNITED STATES.

TABLE 6 ANALYSIS OF COVARIANCE OF THE DISCOMFORT MEASUREMENT FOR THE THREE GROUPS (WITH PRETEST SCORES AS A COVARIATE)

ss

Source Covariate DPre

df

MS

F

p

2398.499

1

2398.499

9.257

< .005

Main Effects Groups

94.413

2

47.207

.182

<. .834

Explained

2492 .912

3

830.971

3.207

( .040

Residual

6736.288

26

259.088

29

318.248

Total

9229.200

TABLE 7 ANALYSIS OF COVARIANCE OF THE PROBABILITY TO RESPOND MEASURE FOR THE THREE GROUPS (WITH PRETEST AS A COVARIATE) Source

ss

df

MS

p

F

Covariate PPre

659.365

1

659.365

1.286

< .267

Main Effects Groups

675.533

2

336.266

.656

<.527

Explained

1331 .897

3

443.966

.866

Residual

13333.969

26

512.845

Total

14665.867

29

505.720

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

271


/RENE SUMAZA

BIBLIOGRAPHY Alberti, R., & Emmons, M. Your perfect right. Richmond , Va . Book Grafters, 1974. Bandura, A. Behavior theory and the models of man : Behavior therapy theory and practice. New York: Brunner/Maye!, 1976. Cochran, W.G. Some consequences when the assumptions for the analysis of variance are not satisfied . Blometrtc1, 1947, 3, 22-38 Diaz-Rollo, A. T. The lnculturatlon proceu of Puerto Rican highland chlldren. Unpublished disertation, State University of New York at Albany, 1975. Eisenhart, C . The auumptlon1 underlying the analy1l1 of variance. Blometrtc1, 1947, 3, 1-21 . Eisler, R.M., Miller, M.P., & Hersen, M. Components of assertive behavior. Jouraal of cllnlcal p1ychology, 1973, 29, 295-299. Festinger, R. A theory of cognitive dissonance. Evanston, Ill: Row Peterson, 1957. Galassi, J.P., De Lo, J.L., Galassi, M.D., & Bastien, S. The college self expression scale: A measure of assertiveness - Behavior Therapy, 1974, 5, 165-171 . Gambrill, E., & Richey, A.R. An assertive inventory for use in assessementand research, Behavior Therapy, 1975, 8, 550-561 . Lange, A., & Jakubowski, P. RHponllble a1Mrtlv. behavior. Champaign, Ill.: Research Press, 1976. Lazarus, A.A. Behavior therapy and beyond. New York: McGraw Hill, 1971. Lazarus, A.A. On assertive behavior: A brief note, Behavior Therapy, 1973 4, 697-699. Lickerman, R.D. A guide to behavioral analy1l1 and therapy. New York : Pergamon, 1973. Rathus, A.R. A 30 item schedule for assessing behavior. Behavior Therapy, 1973, 4, 398-406. Spielberger, D.C. Coneptual and methodological issues in anxiety research . Anxiety, New York : Academic Press, 1972. Spielberg, C.D. Anxiety: State-trait process. Streu and Anxiety. Washington, D.C.: Hemisphere/Wiley, 1975. Spielberger, C.D., Gersuch, R.L. & Lusheve, R.E. Manualfor the 1tate-tralt anxiety Inventory. Palo alto, Calif.: Consulting Psychology Press, 1970. Wolpe, J., & Lazarus, A.A. Behavior therapy technlnquea. Oxford : Pergamon Press, 1966.

272

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


MUJERES: IGLESIA Y RELIGION

Frieda Medin, " Cruz y Sombras "

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

(Serie), 1985, Fotografia , 16" x 20".

273


LA MUJER EN LA IGLESIA* Antulio Parrilla**

Mas de un cincuenta por ciento del laicado son mujeres. Si los miembros varones de este amplfsimo sector eclesial tienen por delante una ingente tarea para lograr el reconocimiento de sus plenos derechos en la Iglesia, i,que hemos de decir de la mujer? A nadie escapa la realidad que la Iglesia Cat61ica esta eminentemente centrada en el var6n y hacia el var6n. Por siglos la mujer ha sido figura secundaria, como ciudadana de segunda categorfa. Esto no sign ifica que la mujer haya sido excluida del plan de salvaci6n, iDios nos valga! Pero no goza de plena participaci6n dentro de la Iglesia, en la que disfruta mucho mas el var6n, dentro de esta visi6n androcentrica (en la que el var6n es centro). Tampoco se puede negar la grandeza y heroicidad de grandes figuras femeninas quienes han logrado romper moldes en la Iglesia, como son Teresa de Jesus y Catalina de Siena. Algunos arguyen que la Iglesia esta puesta en un mundo en el que la mujer no ha contado. La ha relegado al hogar, se le ha silenciado, y por siglos ha sido tenida como sierva o esclava. Que la condici6n de la mujer hoy es mucho mejor que antes del cristianismo. Sin embargo, es escandaloso que pr6ximos a cumplir dos mil ai'\os de fe cristiana , no tenga paridad con el var6n. La Iglesia ha de ir contra la corriente en este yen muchas otras formas discriminantes, para eso tiene su funci6n profetica. Pero esta voz profetica no tendrfa ninguna fuerza, si al mismo tiempo no se reivindican dentro de la Iglesia los derechos de la mujer como hija de Dios, lo cual significa igual trato que el var6n. Tai parece que todavfa esta muy lejos el que esto suceda completamente, pero hay que luchar con ahfnco para que vaya sucediendo gradualmente, pero sin pausa. En Puerto Rico el desarrollo feminista, a pesar de los obstaculos que tiene que veneer todavfa, y no son pocos, ha ido creando una conciencia publica que va creciendo. Si la Iglesia Cat61ica aquf desea ponerse en disposici6n de cruzar hacia el tercer milenio con relativo exito evangelizador debe empezar a dar mayor responsabilidad a la mujer, de modo que pueda reclamar, con su apoyo incondicional , ante el mundo secular, sus derechos legftimos . Ayer y hoy la mujer en la Iglesia ha librado batallas por su liberaci6n y por el derecho a pensar y a expresar su pensamiento. Los casos de las dos santas men cionadas, y otros, son paradigmaticos. Sin embargo, los resultados han sido exi•

Publicado en El Nuevo Dia , lunes, 21 de abril de 1986.

•• Obispo cat61ico puertorriqueno; analista social , escritor, periodista de gran renombre.

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guos ; le falta a la Iglesia, centrada en los varones, adoptar sin titubeos esta lucha como suya, y responder con generosidad a las justas peticiones femeninas. La teologla de la mujer esta aun en pai'\ales. Echemos una mirada a lo que hay. El Concilio Vaticano II trat6 el tema de la mujer muy someramente. Hay ocho textos brevlsimos en sus documentos. Siete de ellos se consignan en la Constituci6n de la Iglesia en el Mundo Actual (G.S.) y uno en el Decreto del Apostolado de los Seglares (A.A.) La mayor parte son meras constancias que hace de situaciones reales que existen en el mundo. " La mujer, alll en donde no la ha conseguido todavla , reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre", dicen en G.S. numero 9. En el Num . 2 del mismo documento hay una referencia a Genesis 1, 27, la creac i6n de Dios que " los cre6 var6n y hembra ". Por lo tanto, la mujer tiene los mismos derechos que el hombre, de lo mismo, muy escuetamente nos habla el Num. 29. El Num. 49 de G.S. trata del matrimonio y de la igual dign idad de ambos c6nyuges; el Num. 60 reclama como "deber de todos hacer que la participaci6n propia y necesaria de la mujer en la vida cultural sea reconocida y favorecida" . El Num. 67 toca el trabajo de la mujer. Dice que los procesos productivos han de adaptarse a las necesidades de la persona y de su vida, en particular a las madres de familia. Del Decreto A.A ., el numero 9, se puede sacar una posici6n mas comprometida de parte de la Iglesia. Expresa: " Como en nuestros tiempos participan las mujeres cada vez mas activamen te en toda la vida social, es de sumo interes su mayor participaci6n tambien en los campos del apostolado de la Iglesia". Para que esto pueda realizarse efectivamente ha de recibirse a la mujer en el mismo piano de igualdad con el var6n. Y, para que esto suceda eventualmente, ha de irse instrumentando en la misma medida que la mujer se vaya formando y disponiendose para ello, con la mas desprendida ayuda de la instituci6n eclesial. Pero hay que dar pasos firmes desde ahora mismo. i,Oue se debe hacer para ir planeando esta participaci6n hacia una plena igualdad? Pues, serla muy practico que la comisi6n que se nombrara para la preparaci6n del Slnodo interdiocesano tuviera mujeres luchadoras por sus derechos en su seno, que ayudaran activamente a planear los medios para realizar tales fines. Curiosamente la Reuni6n del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en 1968, conocida como Medellin por su sede, que tuvo un ambiente acentuado de progresismo y liberalismo, no tiene nada original sobre la mujer. Se limit6 a una alusi6n , tomada al pie de la tetra del Num. 9 de G.S., arriba citado. Aparece en el capltulo sobre Justicia, 1, 1. Mas elaborada y esperanzadora estuvo la ensei'\anza sobre la mujer de la Reunion del CELAM en Puebla. Contienen sus conclusiones un eplgrafe completo dentro del capitulo de los Laicos, el 3.6 con dieciseis numeros , del 834 al 849. Ademas hay otras menciones sueltas en los numeros 126, 299, 317, 419, 443, 1135 (la nota) y 1219. En otras palabras, que al comparar Puebla con el Concilio y Medellin, el c6nclave de Mexico es el que mejor atiende a la mujer. Sera bueno transcribir algunos de estos textos para que se note la toma de conciencia sobre la mujer de la Iglesia de America Latina en 1979. Dice el Num. 834: "A la conocida marginaci6n de la mujer consecuencia de atavismos culturales (prepotencia del var6n, salarios desiguales, educac i6n deficiente, etc.) que se manifiesta en su ausencia casi total de la vida politica, econ6mica y cultural , se agregan las nuevas formas de marginaci6n en una sociedad consumista y hedonista". Y sigue: " Asi se llega al extremo de transformarla en objeto de consumo, disfrazando su explotaci6n bajo el pretexto de evoluci6n de los tiempos (por la publicidad, el

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erotismo, la pornograffa, etc.)" El Num. 835 denuncia el fen6meno de la prostituci6n femenina ; el Num . 836 la violaci6n de las leyes laborales, sin que la mujer pueda defenderse por no estar organizada. El Num . 837 es una protesta por recargarse a la mujer con excesivo trabajo en el hogar yen la calle y el abandono irresponsable del hogar por el var6n. El Num. 838 la emprende contra las injusticias, explotaci6n y maltrato de las empleadas domesticas. En el Num. 839 la Iglesia se critica a sf misma por la insuficiente valoraci6n de la mujer y una escasa participaci6n suya a nivel de las iniciativas pastorales. El siguiente numero es una llamada a algunos signos positivos: Mayor ingreso de la mujer " en tareas de construcci6n social e i ncorporaci6n en organizaciones femeninas ". El Num. 845 reconoce queen la Iglesia la mujer debe participar en "organizaciones de planificaci6n y coordinaci6n pastoral , catequesis, etc. La posibilidad de confiar a las mujeres ministerios no ordenados (los ordenados reservados hasta ahora a los varones), les abrira nuevos caminos de participaci6n en la vida y misi6n de la Iglesia ". Como vemos , no parece que este madura todavfa en la Iglesia Cat61ica la cuesti6n de los ministerios ordenados para la mujer: los del diaconado, sacerdocio y episcopado. Las razones que se exponen para este veto no son tan convincentes. Sin embargo, como los cambios no ocurren tan estrepitosamente, serfa muy aconsejable a la mujer no desmayar sobre este punto e ir luchando por los logros de Puebla y sus recomendaciones: Ministerios no ordenados. 0 sea, los propios de las 6rdenes menores: lectoras, monitoras, animadoras. Algo que ya se merecen las feminas cat61 icas es el ejercicio del acolitado. Poco a poco, pero mas temprano que tarde, se ira viendo que verdaderamente deben ser equiparadas con los varones en todas las funciones eclesiales, incluyendo los ministerios ordenados. A estos compete de modo estricto y ordinario la administraci6n de seis de los sacramentos; pues el matrimonio es de total competencia a los contrayentes. Aunque tambien el bautismo lo pueden administrar los laicos todos en casos de necesidad. Hoy tenemos magnfficas catequistas y ministras extraordinarias de la Eucaristfa. El Num . 126 de Puebla admite que la mujer: Religiosas , de instituciones seculares y laicas van teniendo una mayor participaci6n en las tareas pastorales, aunque sabe que todavfa en algunas partes se mira con recelo tal participaci6n.

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SOCIO-CULTURAL-RELIGIOUS BACKGROUND OF PUERTO RICAN WOMEN* Sonia Rodrfguez Cortes**

Personal interviews revealed some intimate needs of the five Puerto Rican women . We saw some traditional patterns that are transmitted through them . Some of these patterns are good , but others , like the extension of motherhood and sexual stereotypes, can be prejudicial to all the family members . In an effort to understand the dynamic that operates in the Puerto Rican woman and to discover the self-image she has with regard to her role in society, it is important to give an overview of the history of Puerto Rico. It may be possible by this means to establish the cultural moment when the social changes reflected in the women interviewed began . With regard to that process of socialization , a Puerto Rican feminist writes : A panoramic view of women in the Puerto Rican culture would be incomplete if at th is time we failed to mention the importance of women in the society of the Tainos. The most recent works we researched document the fact that the trad ition of the matrilineal family structure was one of the principal characteristics of the culture of the Ta inos , the original tribe to inhabit what is today Puerto Rico. In the Tainos ' social structure , women had access to t he highest political office possible, that of chief attainable by maternal , paterna l or matrimonial ties . Inheritance was traced by maternal lines. It has also been discovered that women as well as men in that society bore arms and learned how to use them , which they did , in war. Furthermore , they participated fully in the production of goods and providing of services , in religious and other ceremon ies .1

It is important to point out the difference between this matrilineal power when speaking about the participation of women in the social life of the tribe , which encompassed many rules without in any way diminishing their maternal status. This power ended with the Spanish conquest and the colonization of the island in 1508. The social, cultural and religious structure of the Tainos had disappeared by the sixteenth century .

Cap . 2 Disertaci6n : " Pre-Cana Conference: An Alternative to Break the Sexual Stereotypes Among Puerto Ricans Channeled Through Nurturing Mothers ".

• • Catedratica, Universidad lnteramericana, Recinto Metropolitano, San Juan de Puerto Rico. 1

Edna Acosta Belen , La mujer en la sociedad puertorriqueiia (Rio Piedras , P.R., Ediciones Huracan, 1980), p. 14.

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During this process of conquest and colonization the Taino women were victims of sexual exploitation ju st as were the black slaves who were imported to work in the fields . This life of concubinage between the Span iard and the Indian or slave engendered an infant population that became the total respon sibility of the women . In an attempt to populate the island with white peop le, white women were brought in from Spain . Their principal task was that of reproduction and only seco ndarily to produce consumer goods for the family . The latter became a decisive factor in the economy of the country. The socialization of the Spanish woman was different. In no way did they differ from English women of the Victorian period . From childhood they were taught domestic tasks and duties. Their sphere of influence encompassed whatever pertained to husband , home and children . As a member of the group, the Spanish woman was subject to the authority of both father and husband. The attitude toward women , even on the part of the church was one of disdain . This is clearly seen in the words of Fray Inigo Abad y Lasierra : " Since troups have come to the island , a new and greater sense of decency has been introduced among people of quality of both sexes but even more among women whose greatest weakness is that of ostentation " .2

The following centuries saw significant changes in the role of women. Toward the middle of the nineteenth century the liberal elite among the Creoles, who had initiated the process of emancipation in the island , recognized the rights of women to participate in all aspects of the life of the colony including the right to be edu cated. It was during this period that women outstanding in letters , the arts and politics began to surface. These include Mariana Bracetti called " hand of gold " since she fashioned the flag of the revolution , Lola Rodriguez Ti 6, composer of the hymn of the revolution , Ana M. Pumarejo, Rosa Medina and others. With the change of sovereignty in 1898 and the entrance of the Americans into the island , women became part of the work force. The suffragette movement began seeking greater emancipation for women . One of the leaders of this movement was Dona Luisa Capetillo who defied public opinion by smoking pub licly and daring to wear trousers. Nevertheless , research carried out within the last two decades seems to indicate quite clearly that there has not been much progress in the process of the liberation of the Puerto Rican woman . The systematic and perennial submission suffered by the Puerto Rican women , be that oppression conscious or not, must be traced not from the period of the Tainos , but from the time of the Spanish colonization. It has been said that the socialization of the Spanish women had its roots in the Christian religion . In the specific case of Puerto Rico, Catholicism , with its roots in a traditron that postulates an ambivalent and contradictory position to that taught by Christ and his message of li beration . In this respect , Marie Richmond Abbot writes: Relig ious doctrine also underlined the idea of women as secondary and inferior beings who were t o submit themselves to men ... We see, then , in the ideology of Judea-Christ ianity, the elaborat ion and development of images of women that have remained with us since: women having dual nature -vi rginal and pure or sexua l and evil - and women as subordinate and inferior to men .3 2 Fray Inigo Abad y Lasierra, Historia geografica, ciyil y natural de la isla de San Juan Bautista de Puerto Rico (San Juan, 1971), p. 208 . 3 Marie Richmond Abbot , Masculine and Feminine, Sex Roles over the Life Cycle (Reading , Mass ., 1983), p. 17.

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In contrast to this position of subordination stands the role of the Taino woman. Her position was practically one of equality. New documents reveal that they were healthy and productive women . An example is the pregnant woman who gave birth with the minimum of assistance. She herself cut the umbilical cord, washed herself and her baby in the river and returned to work. Husbands received no special treatment as had been the case with the Caribe Indians who separated the future father from the group and accorded him special treatment. Within the religious cultu re of the Tainos , the woman held a position of honor as did her husband . Both sexes are represented on stones found in archeological digg ings on the island. The historian , Loida Figueroa writes : " .. . they also believed in the goddess Atabex, to whom they attributed virtues similar to those attributed to the Virgin Mary in Catholicism " .4

The author expounds further on this theme when she states in another place: Like every other people intimately associated with nature , the aruacos (another name for talnos) worshipped the earth , rain and the sun as sou rces of fertility without whom life would be impossible. Woman as the one who perpetuated the species , was included in this cult to fertility . It is probable that the aruacos understood the part icipation of the male in procreation as seems indicated in the code found on stones depicting their peculiar cult.5

The dynamic operating between the Taino man and woman seemed to be more egalitarian than that found in the Spanish communities . Even in sports, the Tainos did not set up any differences in terms of sex or status. In the game called batey they played alternately man against man, woman against woman , man against woman, married against single and even mixed teams. Thus it is clear that the interpersonal dynamic was one of companionship rather than of oppression or submission. It must be noted that even in this society some cruel and inhuman practices prevailed. When the tribal chief died, for example, it was expected that his wife should be buried with him. There are no documents to show that the reverse might also obtain . The domination by the male was reinstated with the conquest and colonization by the Spaniards and woman became almost anonymous in society. With the arrival of the Americans women participated in the work force but discrimination did not cease nor has ceased until today . Women in Puerto Rican Literature This reality has been described in literature. Edna Acosta Belen writes : A panoramic view of the presence of female characters in the literature prior to the generation of the fifties shows that women appeared always in secondary roles . And not just secondary but as the most extreme of stereotypes. It was with the rise of the so-called urban literature that woman is presented in a more favorable ligh t.6

The stereotypes described in this literature have the ir parallel in some biblical stories such as woman as temptress (Adam and Eve) and woman as cause of the

4

Loida Figueroa , Breve historia de Puerto Rico (Rio Piedras , P.R. , 1977), p. 39.

5

Ibid., p. 39.

s Edna Acosta Belen , La mujer en la sociedad puertorriqueiia (Rio Piedras , P.R., 1980), p. 125.

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dishonor of a king and his nation (David and Bethsheba). Acosta Belen scrutinizes Puerto Rican literature and expresses the following in reference to the best writers of the '40 's, '50 's, and '60's. About the stories of one of the most prolific writers, she writes: " In one of the stories of Jose L. Gonzalez (1945) he presents woman seduced by an American soldier in such a way as to imply that she easily succumbs to this foreigner in spite of the fact that he has plundered and stolen goods belonging to her nation ".7

The stereotype in this example has a national projection: the nation is lost because of the frailty of woman. All the literature of the period is permeated with feminine characters that are pictured as useless, unfaithful, docile, insensitive, carnal, frivolous and castrating. In analyzing the work of the writer, Rene Marques, one sees clearly the usurpation by the female of the male role: in the story, En la popa hay un cuerpo reclinado (1960), he blames the woman for having reduced her husband to such a degree of helplessness that he commits suicide by autocastration. Acosta Belen writes: Besides attributing characteristics of the castrating woman to his personage, Marques pictures another dimension of anti-feminism: woman as the destroyer of man 's ideals and as obstacle to his existential fulfillment ; the obsession of woman for acquiring material possessions inflicts upon man an economic burden and inhibits his own search for meaning in his life. Man expresses his frustration caused by woman who has always tried to pressure him , influence him and direct his life.a

Finally, Acosta Belen points out the appearance of a different language with the generation of the '?O's. She chooses the work of Luis Rafael Sanchez as the best example of this literary moment. There are at this time also young women writers publishing books and reviews with an obvious feminist orientation. Nevertheless, even some of the most liberal of writers persist in presenting sad examples of negative stereotypes of women. This analysis places us squarely before the primary social group which is the family. It is within this group that cultural, social and religious patterns are nourished. Let us see what has happened to the Puerto Rican family in order to understand this reality as it affects woman and her role in society. The Puerto Rican Family Today According to Dr. Jose Luis Vazquez Calzada, the Puerto Rican family has been described as patriarchal in which woman assumes a passive role with relation to the man and, at the same time, is responsible for the rearing of the children and their education . In a conference, Vazquez Calzada said: Numerous changes have occurred in the structure of the family during the last decades. One of the most significant is the importance that the woman is gradually gaining as head of the home. According to the latest census, the proportion of families headed by women has increased from 16 to 21 % between 1970 and 1980. In other words, in 1980, in every fifth family a woman was the head . And in 11 % of the homes where women were in control , there was a husband in the family.9 7

Acosta Belen , p. 139.

8

Ibid., p. 144.

9 Jose Luiz Vazquez Calzada, Ph.D. , " Perfil de la mujer puertorriquena ", Conference, February 13, 1984 in San Juan, P.R .

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These figures , while still relevant, might lead one to fall into a naive optimism as the Brazilian educator, Paolo Freire, might say. Even when the woman provides more economically to the household , one cannot in any way imply that she has total authority or that she is consulted in important decisions. It is necessary not to lose sight of the position of woman today in Puerto Rican society. Dr. Rafaela Robles , professor in the School of Public Health and Medicine of the University of Puerto Rico stated the following during a television interview: "Women have manifested greater interest than men in their own professional and cultural development ... It is important that men become aware of the impact of that cultural and intellectual growth .. . Women cannot be asked to revert to a position of ignorance, submission and slavery." Obviously the dynamic operating among women who are earning good salaries and are better educated , is closely tied to the decision-making process that has for so long been denied them within the family structure. These women have in many cases opted for divorce rather than revert to the role of the submissive female . The situation of today 's Puerto Rican woman has been described accurately by both Dr. Robles and Dr. Vazquez who have made many studies and conducted research projects on the contradictory roles of women. In their study entitled Matrimonio y divorcio en Puerto Rico desde la perspectiva de la mujer, Professors Mayra Munoz and Sandra Lopez consider this ambivalence that the Puerto Rican woman feels with regard to her role . They observe the following : The women interviewed have expectations that lie somewhere in between the patriarchal and egal itaraian model regard ing their rol e in the marriage relationsh ip . .. The answers the women gave as to the reason why they had been divorced were related to power . Forty-one percent gave the reason as tied to authority and /or infidelity .10

One may speak of change simultaneously with crisis in talking about the Puerto Rican family . In both situations the position of women is important. The Puerto Rican woman moves from one extreme to the other in her interpersonal relationsh ip with her husband and children . She oscillates from the posture of increasing liberty and desire for self-realization to that of extreme independence and total submis sion . Let us see other interesting data resulting from the Lopez and Munoz study. In the decision -making process of both husband and wife , they discovered the follow ing: In terms of " preferences " 40.1 % of husbands made dec isions and only 14 % of women .. . In personal growth of the women , 30.2 o f husbands dec ided what was best and only 22.9 % of wives . .. Household chores are the responsibility of 90.8 % of the women and in no case does the husband participate . .. In only 12.7% of t he homes studies did both spouses concern t hemselves with the phys ical needs of the ch ildren . . . The husbands in 73.0 % of the cases participated by themselves i n social acti vities . . . The male in 91 .5 % of the cases initiated se xual relations ...

10 Sandra L6pez y Mayra Munoz, Ph .D. Matrimonio y divorcio en Puerto Rico desde la perspectiva del rol de la mujer (San Juan , U. of P.R . Press), 1980, pp . 8-9.

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The statistics presented in this study are the conclusion of interviews conducted in random fashion in San Juan. The group was composed of 81 women of whom 51 % lived in public projects and 30% in private homes or condominiums. It was evident that there were no significant differences in the results from the standpoint of socio-economic status. Thus one can deduce that the Puerto Rican woman , even when she makes a considerable income, she is still debating within herself on a daily basis , her role at home and in society. The situation revealed by this study ought to herald new and more exhaustive studies concerning the problematic of the Puerto Rican woman. A re-evaluation needs to be made of the structure and the focus of marriage, the family and divorce in this society. This evaluation ought to look at seriously all that tends to perpetuate the condition of submission of the woman. The role of the male should not be a marginal issue, however, since he too is a victim who is deprived of enriching experiences. When the matrimonial relationship ends both partners suffer. In this respect, Or. Mayra Munoz Vazquez comments on the crisis experienced by the male when he is the protagonist in a divorce: There are two additional conditions that exacerbate the crisis for men. From this moment , they fear they will cease to be part of the lives of their children and will lose their home and objects of value to them. The question of custody of the children is , in our judicial process, given almost always to the mother. The father in many cases must submit to the dictates of the courts and the preferences of the mother in order to see his offspring. One of the interviewees commented 'I love my children very much and it hurts deeply to have to live apart from them ... ! Another factor that aggravates the situation is that the men in the process do not share their deepest and most intimate feelings. They are , therefore, deprived of a necessary expression in the whole process . One informant said: 'It is a weakness to confess, especially to another man , that I felt so devastated! .. . In the case of the men , as well as of the women, this mixture of sentiments is due to several causes : the loss of someone whom one still cares for, the loss of self. esteem , the need to face a great change in one 's life, including having to face solitude and loneliness, the pain caused to another or others . One of the men commented : 'It is difficult to accept that your partner is the enemy.' 11

These are significant data experienced by some 16,000 people in Puerto Rico who yearly undergo this painful process. These statistics speak only of parents and not the many children involved. Although hard to accept, these are the same persons who one day had stood before a priest or a judge and committed their lives in a common cause. It is difficult to realize that such a huge number have turned into bitter enemies. I believe that behind these numbers, among other causes, are the traditional sexual stereotypes . These have prevented men and women, from the very outset of their marriage, to have a relationship that is realistic, healthy and open. As each one settled in to his or her respective role , the possibilities of discovering their respective horizons were almost non-existent. There is, then, little or no growth and the relationship gives way to boredom and fatigue. Let us see some more patterns, ambivalent in nature, in order to underscore how roles are restablished and how it is the woman's responsibility to prevent their

11

Mayra Munoz Vazquez, " El impacto del divorcio en los hombres", El Nuevo Dia, 16 de agosto de 1981, p. 6.

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being perpetuated. If the Puerto Rican woman can generate a new interpersonal dynamic with the members of her family in terms of what ought to be her true role as wife, woman and mother; if the Puerto Rican man does not view this new dynamic as an attempt to substitute him in any way or to diminish his identity, then can we speak of change. And speak of changes, not as external, periferal ways such as more pay for women or promotions, but in terms of a mutual raising of consciousness. In the Puerto Rican family, according to Dr. Luis Nieves Falcon, . .. the mother is seen as the one who executes the father 's orders and when this implies contact with the children , she cannot expect to be respected by them as the father is. Thus, she is more benign in her dealings with the children and serves as mediator between father and children in order to avoid any unpleasant• ness . On occasion she becomes an ally of the children against paternal authority . As a result , the children view her, not as a figure commanding respect and obedience, but as she whom they must love and in whom they can confide. However, this maternal image deteriorates as the child grows . The boy in particular notices that his life is more or less controlled by the father who guides and ordains his work and all his resources. The mother stands in the background and is seen by the children as another person controlled by the tather.12

In middle class families the pattern seems to differ somewhat. Here the male figure does not appear as strong, thus creating in the male children some problems with regard to their search for independence. All this confusion causes a lack of structure for the children as well as leadership, control and a search for mechanisms that can afford them some security in a society that punishes equally agressiveness and submission. Nieves Falcon writes further on: "These patterns result from a need tor mother and father to exercise their respective roles in such ways as to win the affection of their children. It is a sort of competition that wounds and disorients. The male child becomes the visible image of the father 's masculinity ." 13

Let us attempt now to situate the female child in a setting in which the male is preferred. The girl, too, needs the affection and approval of the father. If the father is constantly emphasizing his masculinity by the way he treats the boys and neglects the girl(s), she may be receiving messages that will lead her to suffer harm in her future relations with men or she will compete for her father 's affection by trying to surpass her brother(s) in intellectual and physical tasks. Some girls may just regress to a state of anonymity. In other words, the daughter begins to move within the family framework in a manner that seems contradictory and disconcerts her parents. At the same time, the strategy of trying to compete with her male siblings may equip the young woman with certain resources that may prove useful to her in contronting difficult situations in the future. Nevertheless, this situation may engender future conflicts when the girl begins a relationship of affection with a man . In this regard, Irene Claremont de Castillejo writes: So long as this masculine, discriminating side is actively and fully employed by a woman , all is well. She will be efficient and creative . It is when purpose is lacking that the masculine in a woman becomes negative. If then he turns his attention outwards; she will make those sweeping generalizations that ruin general discus-

12 Luis Nieves Falcon, Diagn6stico de Puerto Rico (Rio Piedras, P.R., 1970), p. 86. 13 Ibid., p. 87.

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sions , or throw out rema rks which sound all right but which are actually just beside the point , causing unwitting havoc in the thinking of all around her . This constantly happens when the real inner woman is secretly concerned with some other matter much nearer her heart , when she should have known that she was really bothered inside, about something quite different from the words her lips are uttering and have remained silent ; or have admitted to herself that the matter in hand was something about which she knew very little and that her contribution could be nothing more than opinions she had picked up from newspapers or more re iterat ions of what her parents used to say _14

In Puerto Rican society, as Nieves Falcon suggests, it is expected that women be fruitful in order to adequately fulfill their role as women. Thus, women are defined, not by the plenitude of their talents , but by their ability to engender new lives. Society has coined expressions belittling in character for those who bear no offspring . Sterile women are called machorras, a harsh term for their unfortunate condition . I have known beautiful , sensitive and talented women who have spent their lives waiting almost hopelessly for a child . The Spanish poet and playwright, Federico Garcia Lorca, has poignantly written of this reality in his play, Verma , the title of which means sterile, arid . When the Puerto Rican woman bears a son , the father feels his masculinity is vindicated . Nieves Falcon points out that if the child is a girl , the insulting term chancletero is predicated of the father. The word derives from chancleta , a type of sandal made from an old shoe, the implication being that the female ch ild is equally useless and can be cast aside with impunity. Language, then , as earlier indicated , can be very powerful and destructive. In a Pre-Cana Conference I attended for some sixty engaged couples , the priest used the word chancleta during his talk on family planning , repeating it in his talk in the diminutive. The young couples , therefore , even before beg inn ing their married life, are burdened with a stereotype in which the woman is already designated as less than equal in the relationship . Sexist language harms because it is so limiting. It establishes barriers difficult to erase. It obscures the light that illumines the heart of a man and woman in love and reduces the female to the level almost of an animal. In the socialization process of the Puerto Rican woman there exist fixed definitions of what it is to be " male " and " female ". The woman is the primary victim of the web that is woven in the home. This reality is reflected in the preference a woman has for bearing a girl when she is asked what she would rather have . Of this choice Nieves Falcon says: The girls have no vices and help their mother ... they constitute a welcome resource as a help in all the house duties mothers are called upon to do. Girls also cause fewer problems than boys and are easier to educate because by nature they are more docile ... Although a certain submissiveness is inculcated in all child ren , there are differences between the sexes. The male js generally less restrained than the female . From infancy it is understood that the girl is dest ined for the home as her sphere and the boy for the street. As a result mothers advise their sons from the outset to go out wh ile tell ing the girls to rema in home as there is always something to be done.15

Nieves Falcon concludes that such a mentality places the male in a position of conflict from the beginning . Puerto Rican society tends to castigate this aggressive posture and there results a personality incapable of interacting affectively with other males who are in the same situation . A frustration results born of an effort at control versus an urge toward machismo. 14 Irene Claremen t de Castillejo, Knowing Woman (New York : Harper & Row , 1974), p. 103. 15 Nieves Falcon , op . cit. , p. 55.

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Parents of middle class families face a situation of continual tension with their children . In their process of individualization, the young men break the barriers set up for them trying to achieve a greater degree of personal independence since they do not have any economically nor professionally. Daughters try to attain the same rights as the boys with regard to outside activities. The fathers try to secure more privileges for their sons even when the latter are younger than their sisters. There is a need to understand this dynamic concerning the father's attitude than society is willing presently to give. The criminal behavior with which the city of San Juan is currently struggling is motivating parents to keep their daughters at home and to control as best they can their social life. This is not the case with sons although the fear of their being hurt is just as strong. The stereotype dictates that because the male is used to the streets he runs less of a risk. When the daughter claims the same rights as her brother(s), all sorts of arguments are put forth such as "what will people say " , or "a decent young lady does not stay outside late at night " , or " a woman who acts like that is looking for trouble", etc. If the argument results from fear that harm will come to the girl, there is no justification at all for the concessions accorded the male who, just because he is male and stronger by nature, is in no less a perilous situation. It would be interesting to speculate whether or not the parents ' attitudes would be different if they felt their children received adequate police protection at all times. Marriage and Family in Puerto Rico The ambivalence that persists in the treatment of the male and female tends to result in confusion as to what is truly expected of them in the social structure known as marriage and family. Studies made in this regard agree that there are two realities operating with regard to the Puerto Rican woman . One is the attitude toward them as women, wives , mothers and the other, is the reality of the unique situation of each in her specific frame of reference. Aside from the fact that there are isolated cases outside the stereotypes and that responses given in any investigation may be less than honest, there still remains much to be done with regard to marriage and family . All that has been studied thus far seems to indicate that the Puerto Rican woman has not become fully conscious of her role as woman, as person. She still accepts the traditional expectations in her regard as woman and Puerto Rican. It might be said that she does not yet realize how important her role is in the betterment of her social group, her family and society in general. In this connection, it may be said that the feminist movement in Puerto Rico has succeeded in raising consciousness in some circles . At the same time the movement has to be careful that it does not ally itself to other feminine causes that tend to be radical or arbitrary. It will take time for the Puerto Rican woman to think in terms of liberation for herself as well as for the man. Who can say for sure how much more enslaved the male may actually be? Let us speak about the woman who works outside of the home as an example of the conflict and expectations surrounding her role . In a study undertaken by Helen lcken Soja about class conciousness, which is contained in Acosta Belen 's book, she says: Unions have little importance for women given the pressures of family responsibilities, the lack of permanent employment and the low level of unions in general in Puerto Rico, especially in service jobs where women predominate. Since it is men that tend to run unions, even those in which women are more numerous, there is little opportunity for them to assume positions of leadership in union activities .

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... The inferior status of the majority of positions open to women in the working class is another factor that serves as an obstacle in her being able to identify with her work and be truly committed to it. 16

Within new and varying economic and social contexts, there persists certain colonial structures wherein the domestic role of the woman has not significantly changed. That domestic role where the woman achieves some degree of authority and with which she can identify, generates what is known as a "matrifocal" emphasis in the family . Although Helen lcken underscores that emphasis in poorer families, I think that the emphasis is made in all Puerto Rican families independent of their social class. That emphasis is part of the social conditioning to which women are subject from birth. The oppression experienced by women need not be on the part of her husband only. Her children can also be oppressors if, as we said previously, they cannot see their mother as an authority symbol but as subordinate to the father. To the facts expressed we shall add some studies made of Puerto Rican women in different communities in the United States. The articles referred to are found in an anthology entitled Work, Family and Health, Latina Women in Transition edited by Ruth E. Zambrona for the Hispanic Research Center at Fordham University in New York City. In an article by Lillian Comas Dfaz certain data are expressed which indicate that, in spite of the fact that certain values and ideals of the dominant culture as well as a more egalitarian vision exists in terms of manhood and womanhood, basic values such as the sacredness of motherhood and the importance of the roles of children remain changeless. In the area of decision-making the studies reflect the ambivalence that we have discussed above with regard to their roles in the Puerto Rican women of the United States. Glorisa Canino found not only ambivalence with regard to decision-making but also clear examples of machismo and " hembrismo ". Sally Andrade in a comparative study between the Puerto Rican and Mexican woman indicates that there have not been sufficient data gathered concerning the Puerto Rican woman . She presents various models and responses to the issue of authority on the part of groups of women in areas such as New York, Boston and other large American cities . Some examples: -

"A wife and mother is ideally submissive, unworldly and chaste. She is interested primarily in the welfare of her husband and children , and secondarily in her own requirements. "

-

" The model Puerto Rican wife counts on her own kin for the basic support functions when ill, in need of help with child care, help with heavy tasks in the house or emergency financial ass istance. She discusses everything with her husband seeking his advice, guidance and approval as authority over the nuclear family."

-

"These women learned that they have to cope on their own; they find male company a mixed blessing ." 11

All indications show that the Puerto Rican woman has fixed traditional stereotypes and has accepted them as normal. At the same time she confirms her am-

16

Edna Acosta Belen , op. cit., p. 159.

17

Sally Andrade, " Family Roles of Hispanic Women: Stereotypes , Empirical Findings and Implications for Research", Latin Women in Transition, Ruth E. Zambrona , Ed., Hispanic Research Center, Fordham Un iversity, New York (1982), p. 95.

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bivalence with regard to her own role and the manner in which she passes these on to her children . This ambivalence is translated into a daily vocabulary and into a way of acting in which she manipulates, and the very manipulation becomes her self affirmation . Th is is how th is phenomenon is analyzed by Maria M. Lopez Garriga, associate professor of psychology in the Univers ity of Puerto Rico, in an essay entit led " Estrategias de auto af irmac i6n en mujeres puertorri quenas " . Th is man ipulation , she states , produces in her a counterpart of machismo wh ich is called marianismo. In this regard she says: Almost all of us value the concepts of honesty and openness . An ind iv idual that manipulates is valued negatively to the degree that he tries to take advantage of other persons wh ile mainta ining this invulnerable pos ition . His lack of authenticity makes him an object of suspicion and detracts from his worth and dignity. Nevertheless, the question remains whether or not those ind ividuals who find themselves in a pos it ion of inferiority and powerlessness with respect to another: slave-master, woman-man , employee-boss , have any other real options. 18

The author states further that for the Puerto Rican woman in her present situation , manipulation is the only way she can survive the demands and expectations that weigh upon her. She can, she adds, move slowly toward greater emancipation since the act of manipulation is in itself unstable. But before such a liberating process can take place, there have to be certain changes in the polit ical and economic organization of society. We have traced the vita of the Puerto Rican woman from her Taina sister to her figure outside the perimeters of the island . We have seen that even beyond geographic barriers there sti II persist traditional stereotypes with regard to her role . We have seen also how all the institutions conspire to impede the process of autoaffirmation and auto-realization of the Puerto Rican woman . Those women are incomplete who persist in producing other more manipulat ing females and manipulated males and vice versa . It will remain thus unless power structures open new channels of communication and orientation to new generations in such a way that they begin to see and recognize themselves beyond gender definitions. While this process is going on , more men and women are marrying and having famil ies. Meanwhile the divorce statistics keep rising and the vicious circle is perpetuated. I am convinced that the root of the problem lies in that rigidity of sexual stereotypes that has clipped the wings of the spirit of womanhood and manhood . They are not able to nourish themselves with new and enriching experiences . What shall be the heritage they shall pass on to their descendents?

18

Maria M. Lopez Garriga , " Estrategia de auto afirmaci6n en mujeres puertorriquenas ", Revista de Ciencias Sociales , 20 (Dec ., 1978), 257-285.

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PRENSA Y MEDIOS DE COMUNICACION

Mercedes Quinones, "Alusi6n a una Sombra", 1985, lapiz, 33" x 15".

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LA REPRESENTACION DE LA MUJER TRABAJADORA EN LA TELEVISION EN PUERTO RICO

ldsa E. Alegria Ortega*

"Yo tengo, usted tiene, todos tenemos un televisor All{ gritan, se acogotan y se ma tan todos los cowboys indios flacos sin jab6n negros feos, que atacan a traici6n y muy poco alguna vez, los hombres blancos malos pueden ser." Piero

La imagen de la mujer en la televisi6n debe analizarse dentro del contexto de la sociedad como un todo. La formaci6n social capitalista enmarca la especificidad de la situaci6n de la mujer ya que el capitalismo trajo consigo relaciones de propiedad y dominaci6n particulares. Los trabajadores ahora "libres" deben vender su potencial de trabajo en el mercado a una clase duei'la de los modos de producci6n . Las mujeres, por su parte, continuan subordinadas a los hombres. Esa subordinaci6n no es la misma para las mujeres pertenecientes a las diferentes clases sociales. La participaci6n de la mujer en las actividades remuneradas, o lo que comunmente se llama trabajo fuera de la casa, parece estar afectado por su papel en la reproducci6n biol6gica. Mientras la mujer no pudo ejercer control di recto y efectivo sobre su biologfa, ni encontrar sustituto a la lactancia , estas funciones determinaron su ambito de acci6n. Ahora bien, la mujer aislada en el hogar no produce ingresos econ6micamente tangibles para la familia, por lo que cuando el salario se convirti6 en el medio de medir el valor del trabajo de la gente, el trabajo domestico realizado por la mujer se desvaloriz6 frente al trabajo de la fabrica. El caracter oculto del trabajo realizado por las mujeres en el hogar tiene importancia sobre la imagen de la mujer proyectada en los medios. •

Profesora de Ciencias Pollticas , Universidad de Puerto Rico, Rfo Piedras; Autora de multiples artfculos y trabajos sobre la polftica y la mujer puertorri quei'\a.

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publicidad comercial. En la pasada contienda eleccionaria en uno de los anuncios politicos pagados, una mujer ... Dona Paquita, no tiene suficiente dinero para su sustento. Su hija tampoco puede ayudarla econ6micamente. A estas dos mujeres desvalidas s61o un cambio (hacia la estadidad federada) en el status politico de Puerto Rico, le ofrece los beneficios necesarios para mejorar su situaci6n. En otro anuncio se presentaba a una mujer embarazada, planteandose los problemas a enfrentar con el nacimiento de un nuevo hijo. i,C6mo conseguir leche, cuidado diurno, solucionar los problemas de salud? Esta desvalida mujer tambien resuelve todos sus problemas con la estadidad federada. Los noticiarios por su naturaleza misma ignoran la participaci6n femenina en la sociedad . S61o sera noticia una mujer o grupo de mujeres que se destaque en algo. A las noticias tampoco se les da continuidad, nose toma en consideraci6n los antecedentes o causas de las mismas, por lo tanto, estas pasan a ser eflmeras o anecd6ticas. Durante el periodo estudiado, en ninguno de los noticiarios se hizo referencia a la mujer o su problematica. Por otro lado, las mujeres que trabajan en los noticiarios son locutoras o lectoras de noticias pero no son comentaristas, analistas o editorialistas. A traves de la televisi6n los ninos, las ninas, los adolescentes, mujeres y hombres obtienen una informaci6n distorsionada, concepciones falsas sobre el mundo del trabajo y en particular de las alternativas para las mujeres en el campo del trabajo. Esto es peligroso, pues la televisi6n puede servir como fuente de aprendizaje, aunque este aprendizaje sea incidental. En la vida real la mujer puertorriquena tiene cada vez una participaci6n mas activa en la economla del pals. La tasa de participaci6n de la mujer en la fuerza trabajador'a aument6 de 22% en 1960 a 27.8% en 1980 (Departam_ ento del Trabajo: 1981:2). Ademas, el 62% de las mujeres empleadas son casadas. Sin embargo, en la televisi6n se continuan presentando las mujeres en ocupaciones que no reflejan su verdadera participaci6n en la fuerza trabajadora. En raras ocasiones se presenta un ama de casa que trabaje fuera del hogar. Las estadlsticas demuestran que existe poca representaci6n, porno decir ninguna, de la mujer obrera en la televisi6n. A nadie se le ocurre presentar en un programa una conversaci6n entre mujeres obreras sobre las relaciones obrero-patronales, sobre la relaci6n tecno-estructura-obreras o sobre el hostigamiento sexual de las mujeres en su trabajo. Los trabajos representados en los programas son los considerados de status alto como abogados, medicos o ingenieros y los mismos obviamente son represen tados por hombres. En relaci6n a la actitud hacia el trabajo proyectada en los programas de televisi6n, la investigaci6n demuestra con respecto a las mujeres, que el trabajo se presenta como periferal al argumento. En la novela Julieta, por ejemplo, esta trabaj6 por un tiempo en un hospital. Mientras trabajaba la llamaban por telefono y ella segula caminando a resolver algun problema personal, sin solicitar permiso a sus superiores para salir fuera de la oficina. Desiree, otra protagonista, trabajaba de ninera pero se enamora de su jefe y para igualarse a el y no tener que trabajar, recibe una herencia. Diana Carolina, personaje de novela con dos nombres de princesa europea, no trabaja asalariadamente; ademas, esta bajo las 6rdenes de su marido quien incluso por algun tiempo llega a mantenerla encerrada. En los casos en que la mujer trabaja yes a la vez la cabeza de la familia, el trabajo le trae problemas, el 50% de las veces de tipo psicol6gico como por ejemplo: crisis de llanto, o ataques de histeria , o afecta las relaciones con los hijos. La mujer

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estara mas interesada en el hombre queen su propio desarrollo profesional , dejara de hacer su trabajo o abandonara el mismo por el hombre -tlpico final feliz de las novelas al estilo Corin Tellado. En caso de conservar su empleo, la conducta de la mujer con respecto al jefe, que obviamente es un hombre -sera sumisa, pasiva, dependiente . En terminos generales, las caracterlsticas de los diferentes tipos de trabajo tiene relaci6n directa con el prestigio de la ocupaci6n que se desempena. Mientras mayor prestigio tiene la ocupaci6n, mas favorablemente se representara. Pero en el caso de la mujer hay un prejuicio ostensible. Por ejemplo, en la novela Laura Guzman , habla precisamente una mujer abogada; sin embargo, este personaje no utilizaba profesionalmente sus conocimientos; utilizaba su carrera con fines personales, era la mala, la arpla. En Diana Carolina una ingeniera seguira los mismos pasos . En otras palabras, la (mica probabilidad de conducta afirmativa para la mujer es en los roles de vi Ilana, donde 16gicamente obtendra el rechazo de la comunidad y reforzara la ecuaci6n mujer que trabaja -mujer mala, deshumanizada, visiblemente despiadada. El desarrollo de estrategias para cambiar la imagen estereotipada de la mujer es una tarea intergrupal porque requiere el concurso de las personas interesadas, tanto hombres como mujeres, de los especialistas en la materia y del gobierno. Al pensar o concebir esquemas y estrategias para lograr cambios en la imagen que proyectan los medios de la mujer es necesario tener en consideraci6n que cad a uno de los planes debe responder a la problematica nacional del pals en cuesti6n. Las estrategias de acci6n deben partir del contexto social y econ6mico del pals correspondiente , asl como de su conformaci6n cultural y sicol6gica. Ya en un Seminario celebrado en San Juan en 1980 se propusieron algunas estrategias, entre ellas: en el area de concientizaci6n , crear cursos en los centros educativos sobre la mujer y sus diferentes problemas, desarrollar programas de becas para preparar recursos femeninos en el area de comunicaciones , producir programas de televisi6n dirigidos a concientizar mujeres y hombres. Pero insistimos en afirmar que la liberaci6n de la mujer no puede verse aislada sino que es parte indiscutible de la liberaci6n econ6mica, social y politica de la sociedad en cuesti6n .

BIBLIOGRAFIA

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MUJER PUERTORRIQUENA: FUENTE Y CAUDAL*

Gladys Crescioni* *

La mujer puertorriquena descendi6 hace tiempo del altar donde por siglos la colocaron los hombres de buena voluntad , justificando asf no tomarla en cuenta. Tuvo que dejar de ser una santa y apechugar, como todos los mortales, con los problemas porque si no el pars se nos venfa abajo. Y las estadfsticas recientes de nuestra realidad social son reveladoras : senalan un mayor grado de desarrollo total en la mujer. Es un fen6meno que palpan sic61ogos, soci61ogos y educadores, quizas si mas dramaticamente que personas de otras formaciones ajenas al comportamiento quienes tambien pueden sorprenderse con este planteamiento porque en Puerto Rico, aun no somos conscientes de la transformaci6n de la mujer y sus funciones reales en nuestra sociedad. Las razones para ello hay que buscarlas en el pozo oscuro de la historia, especialmente del noventa y ocho en adelante, no obstante, son hechos fehacientes el numero de mujeres estudiando; que se gradOan y que sobresalen por su inteligencia y ejecutorias. Me explico. Cerca de un 75 por ciento de los estudiantes universitarios que se gradOan son mujeres. Dos terceras partes de los estudiantes cons iderados brillantes en un estu dio del Departamento de lnstrucci6n son mujeres. Y para seleccionar el grupo de estudiantes varones que participa en unos cursos de liderazgo donde la Camara de Comercio, coauspiciadora de la actividad , pidi6 que fueran 50 por ciento hombres, es necesario desde los inicios del programa separar los sexos porque de lo contrario otra serfa la distribuci6n y no muy del agrado de los senores de la Camara. Basten estos ejemplos para identificar la realidad educacional y de capacidades de la mujer puertorriquena, dimensi6n que han logrado demostrar Carmen G6mez Tejera, Antonia Saez, Laura Gallegos, Ethel Rfos de Betancourt, Lavinia Crescioni , Ana Mendez, Margot Arce , Nilita Vient6s Gast6n, Concha Melendez, Marra Teresa Babfn , Angelina Morfi , Marigloria Palma, Loida Figueroa, Josefina Rivera, Violeta L6pez Suria, Nimia Vicens ... para s61o citar algunos nombres del apartado educaci6n y cultura, y del ultimo, el area aun mas reducida de las letras. •

Apareci6 en el diario " El Reportero", lunes, 3 de junio de 1985, pag . 15.

• • La autora es corresponsal del ABC en Puerto Rico y profesora de literatura, Universidad lnteramericana de Puerto Rico, San Juan.

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Si de algo nose duda es del genio creador de la mujer. No queda otro remedio ante evidencia tan inequlvoca en arte, cultura y educaci6n, disciplinas generalmen te mal remuneradas donde el hombre ha dado paso por falta de interes. Sin embargo, en polltica, comercio, industria y las profesiones , la mujer no ha tenido facil acceso, aunque tambien contemos con algunos nombres de primer orden: Felisa, Ines, Celeste, Melo, limitandonos al primer rengl6n. Pero insisto, la mujer no ha tenido facil acceso a las fuentes de poder y esta es la raz6n indiscutible de porque no hay mas de el las en posiciones destacadas. Las que llegan, lo logran contra viento y marea, enfrentandose a la familia, tareas hogarenas y zancadillas de colegas recelosos. Es decir, las que estan son unas titanas ; se han ganado el pulso y a pulso tienen que mantenerlo. Son, en todo momento, representantes de su sexo. Cuando cometen un error, lo justifica el llevar faldas y se les tiene poca confianza si alguna. Sin duda, en las zonas sagradas del poder politico y econ6mico la presencia de la mujer es amenazante. No es asl s61o en Puerto Rico, pero dado el cuadro sicol6gico nuestro y que la mujer aqul evoluciona mas que el hombre en casi la totalidad de los aspectos del desarrollo, se le tiene que considerar y contar con ella en las posiciones de liderazgo. No puede ser otra la situaci6n en un pals que funciona gracias a la fortaleza de sus mujeres que son fuente y caudal con mayores recursos para sostener la unidad familiar y responsables en gran medida de la formaci6n del pueblo. En la mujer esta la clave de la soluci6n de los problemas nacionales. Falta unicamente que los hombres se percaten.

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IMAGES OF WOMEN IN MASS MEDIA

Elizabeth Hernandez Torres*

This is a brief overview of the image of women as projected in several mass media which includes : TV programs, commercial advertisements both in printed media and TV. The study does not represent a definitive work on the issue. But it draws on selected examples that dramatize the nature of the problem. This analysis attempts to show the economic linkage between the interests of particular groups that control mass media and the images they project of women . Mass media do not exist in a vacuum . Todd Gitlin argues that they are very effective means and structures created and used by social elites and active social groups and movements to promote their economic interests and ideologies. These power elites exert control over society through the transmission of models for the larger society. Mass media are probably the most effective tools that this component of society relies on to exert their power (259-264). Adriana Santa Cruz and Viviana Erazo affirm that Mass media bombard us with models that " represent the ideal types of values , roles , and life styles that the system intends to impose upon us . .. " (Compropolitan 21). These models convey beliet's and " realities " that seek to maintain and reinforce existing structures and institutions that promote economic prof its . The critical point about the role of mass media from this perspective is the illusion of a reality that creates the standards for our own reality . It promotes a fantasy that intoxicates our senses and perceptions of life and of our relational behavior. We become slaves of an illusive reality that leads us to a constant struggle to acquire more consumer's goods in order to keep up with the Joneses. Although all sectors of our society are exposed to this high degree of manipulat ion that mass media exert on us, women are the most vulnerable to these messages. There is a direct link between women 's biological function as reproducers and the economic interests of the controlling sectors of mass media. " Women have played an essential role in the development of society and culture as the reproducers of the species," argues Rosa Santiago-Marazzi (118). Given their biology, they become " par ecellence " factory , which reproduces the working force for each generation and the armies of consumers . Along with the role of reproducer, there is the role of women as nurturer or child-rearer and hence the cultural transmitter of values and attitudes in the sociali • Assoc iate Professor, Department of English , Inter American Universi ty, San Juan , Puerto Rico.

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zation process of the child . Women 's main scope of action has been limited to the family, the basic unit where human reproduction takes place. It is no small wonder that the commercial culture in the mass media is permeated with images of women as sex objects and consumers . Women have become the coveted ~arget of commercial advertisements . Lucy Komisar in her art icle " Woman in ~dvertising " summarizes this aspect: Avertisi ~g exploits and reinforces the myths of woman's place with messages of such inf nite variety and number' that one might as easily deny that the earth revolves around the sun as entirely reject their influence . . . It spews out images of women as sex mates , housekeepers, mothers and menial workers -images that perhaps reflect the true status of most women in society , but which also makes i~ increasingly difficult for women to break out of the sexist stereotypes that impf' son them (304).

The " M~dison Avenue Woman " is the most frequent model that is projected. This woman 1s a " combination of sex object and wife and mother who achieves fulfillment by looking beautiful and alluring for boy friends and lovers and cooking, cleaning , washing, or polishing for her husband and family " (Komisar 304). lntelectually, she is not very bright; she is subservient to men; if she holds a job, it is most likely of a secretary or of a menial worker. This is devalued image of the woman. What she does is not important. After all , her only goal in life should be the " MALE REWARD " -a strong man who would protect her ar d take care of her. Hence we find the woman in an almost compulsive " Quest for the Holy Male " with " toothpaste, hair color, brassiere, cosmetic , and mouthwash 9ompanies all competing to help land the man who is the prize a young woman strives for ". (Komisar 306) Toothpastes give you the magic sex appeal you need and the mouthwash is for lovers (Komisar 306). A scrutiny of some commercial ads clearly reveals some of these messages and images. The Geritol ad , for example, presents the male saying , " She is my friend, my lof.er, my wife, and the mother of my children ; she takes Geritol " . Here we find a summ ry of the stereotyped images of women that are sold to us . As a counterpart to th s ad is the commercial of Brut of Faberge. It portrays a man getting dressed whi le a youthful beautiful woman sings, " I dream of a sensual and virile man like thi s to become my owner -he uses Brut of Faberge. " Behold the woman in search of the " Holy Male " and the notion of the " male's ownership " of women! (Komisar 306). The wel -known commercial of the countryside wedding presents a message of the " male 's ownership " and the woman 's virginity , a social value which women must comp I~ with. The groom is presented thinking out loud about the fiersome custody of the rrother of her daughter's virginity and the present (the wedding day) in which he trimphantly claims , " Now she is mine. " The underlying meassage is the woman as nian 's property over whom he exerts his power and uses and manipulates her at will. But women are not the only ones who receive that reaffirmation of traditional roles , as seen in this ad , men also receive models of character and behavior. Men must p oject authority, independence in contrast to women who must project submissive ess and dependency. Men are depicted as the " Macho " who is virile, never cries , he conquests , and he is strong and knowledgeable . These rrale and female stereotyped images can also be observed in the ad of a mortgage tr~nsaction of a couple with a bank officer. The man is portrayed in a business-like attitude while the woman is shown in a child-like manner broadly smiling. Furthei more, the man signs first and the woman signs second. The bank officer

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addresses the man directly while almost ignoring the woman. All of these messages are nonverbal. They reinforce the image of the "ignorant woman" who merely follows her man 's instructions; it is an adult-child relationship. The model of the woman as a sex object also permeates wograms and commercials. Several characteristics are common to all these figures. The woman is always youthful, sexy, sensual, beautiful, slim and subservient to men. The Seven-Up ads are good examples of the emphasis on young men and women. Youth is depicted as being perennial. Young bodies run and jump full of energy creating the illusion that we can all be as youthful if we consume their product. Other commercial ads present women with very little clothing emphasizing their sex . Model-like bodies and large breasts are they eye-catchers for most of these ads. Women are never depicted with stretches in their bodies after having several children ; somehow they manage to stay youthful and beautiful! The Iris Chacon program and her Amalie commercial are excellent examples of the woman as a sex symbol. She represents the temptress of men with her broad hips and buttocks; her sexy looks and her voluptuous body. She is sold as the fantasy of the Latin man. The Amalie commercial sends a connotative message when Iris says " de coolant , yo si se ", while focusing on her buttock. The semantic connotation rests on the vulgar term in Spanish for buttock. This is a demeaning image of women . Unfortunately, it is this type of ad that increases sales of the product, as it happened with the Amalie coolant. This demonstrates the strong connection between economy and the use of sex appeals. Another extension of the sex symbol is the " dumb blonde " . Charytfn 's character of "Mosquita Muerta" is an excellent example of this image. She is the classic dumb and ackward secretary who is constantly at fault. She always embarasses her boss. Yet , she is constantly concerned about her good looks. Even the quality of her voice projects the image of the stupid woman . Although the character is intended to create humor, it is an insult to women 's dignity and intelligence. In a seemingly improved image, the " blonde " is depicted in soap operas, magazines such as Cosmopolitan, Vanidades and Playboy as the standard for beauty combined with the role of seductrees. Soap operas, for example, present the blonde as the lover who breaks a marriage or the seductress of the " poor " married man. The blonde is worth what her body has. She is a devoid image of intelligence or reasoning . Her image it distorted yet appealing to the sexual needs of men . The image of the woman as the housewife has several ramifications . One is the excellent mother and wife who takes care of her husband and children . She is shown cooking and serving the meals for her family with great devotion and dedication. " Salchichas Carmela " has one of these ads. The wife and mother figure sym bolizes the spiritual character of the woman which emerges from the concept of " Marianismo" . " Marianismo" is an ideology of religious origin. The woman is presented as pure, spiritual, self-sacrificing and subservient (NACLA 4). The housewives presented in the commercials reinforce this image. This model is unreal istic because it sublimizes the devalued position of women. It depicts her as a superior spiritual being in contrast to the man as the " macho " who is socially accepted as virile. The main problem with this image is that the woman is reinforced in a sexless image; she is unreal. She does not possess her own personality; she is defined on the basis of her role as wife and as mother. The essence of her being rests upon the image of the "supermother" who protects her family. She is also held responsible for the success or the failure of the marriage. She is held responsible if her children become delinquents or if they are not neat and tidy. It is an oppressive role that puts the en298

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tire social respons ibility of forming successful and capable workers for the economy and wellbeing of society in general upon women. On a more negative side, the images of the housewife are depicted as the " harassing woman " and the "hysterical woman ". The program of " En casa de Juanma y Wiwi " presJ:nts the wife harassing the " poor husband " . She is constantly nagging at him and p eking on him . Wiwi is also portrayed making demands and as the hysterical cons mer. The imate of the " hysterical woman " is further dramatized in the commercial ads of clean ng products. Women are shown as compulsive cleaners of the house and of the amily laundry which hints at the " hysterical character " of women. Furthermore ads place women in a highly emotional competition over a particular cleaner. Ver~ frequently they are depicted fighting over the product that each other used : " What detergent did you use"?, asks one. " I used X product ", answers the other with g~eat pride and scuffing the other. She is then presented with loads of laundry demonstrating the " magic power" of her detergent. This image reinforces a child-like character as well as women 's role of a house cleaner rather than a human being with a personhood. The woman 's role is further devalued when a man with a powerful voip_e appears instructing the women about the best type of detergent they should use t omisar 309). The Charmin ad presents two women as compulsive buyers. They are set in a SU· permarket struggling to reach for all the toilet paper that is left on the shelves. As they engage in their fight , one squeezes the roll of paper and suddenly Mr. Charmin appears fro~ his hidden site and reprimands her for doing so. Again women are dealt with a little girls that misbehave and therefore need discipline from the adult figure of the man. This image is an insult to women 's intelligence and dignity as a mature adul and person . From this analysis we can concur with a male columnist in the trade publication Ad Age that " commercials have silent masochistic overtones that rely on the culturally submissive female response. Women seem to feel right at home with the situations. They quite willingly put themselves in the place of the suffering heroine" (as quoted in Komisar 309). Women 's emotional make-up, conditioned by society, is exploited f9r economic purposes. Furthermore, these advertisements " did not create these images about women , but they are used as a powerful force to reinforce existing im~ges in our society. They legitimize " the idealized , stereotyped roles of women as temptress , wife , mother, hysterical consumer, and sex object. " They also " portray wo tnen as less intelligent and more dependent than men ". " Advertising also reinforqes men 's concept about women 's role and place -and about their own roles " (Kom lsar 310). It legitimizes male dominance. Only when women set out to uproot the preva iling sexual stereotypes embedded in our culture , will women achieve a new humanity and liberation .

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JAMUJER EN LOS MEDIOS

DE COMUNICACION. i,PROBLEMAS DE ELLAS O DE TODOS?* I

Jesus Vera Irizarry*• La imagen que un determinado grupo tiene de la mujer se le adjudica en gran medida a los '.:?.edios. La televisi6n en particular ha sido considerada como la mayor responsable d e estas actitudes que han aplazado la particlpaci6n de la mujer en 1 areas que traaicionalmente los hombres han hecho suyas. A traves de los anos la imagen de ia mujer ha sido proyectada en la radio, en el cine, en la televisi6n, en los peri6dicos y en las revistas, utilizando unos modelos que se apartar de la realidad. En algunos casos se le presenta como consumidora irracional, otras veces como sumisa y espectadora, como objeto sexual y como insegura e incapaz de tomar decisiones. En algunbs lugares se dice que estas situaciones han sido superadas. Por ejemplo la se ~ora norteamericana que nos visita esta semana Betty Friedan, dijo la semana pasa<ila en NYT, "que aquella situaci6n femenina desigual que denunci6 hace veinte anos ya se super6 en Estados Unidos. Ahora hay que entrar a la segunda etapa. Ahora hay que considerar otros problemas nuevos relacionados con la familia y el trabJjo. Muchos de esos problemas nuevos son evidencia de la revoluci6n que ha ocurrido en esos veinte anos". -Eso es lo que he podido agarrar de sus planteamient~s. En cuanto al desarrollo del feminismo norteamericano y su estado actual creo que la senora Friedan va a decir cosas importantes esta semana aqu I en Puerto Rico. Hace unos meses dirigi6 un seminario sobre machismo en Harvard y los funcionarios universitarios se pusieron tan nerviosos que cerraron la actividad al publico y a la prensa. En Harvard, una de las universidades mas importantes del mundo. Puerto Ricp tiene que plantearse seriamente si el trabajo que se hace por reivindicar los deref ~os de la mujer es un trabajo serio y bien enfilado. En los medios de comunicaci6~ hay unas areas intimamente relacionadas con la imagen que recibe el pueblo sob,e la mujer puertorriquena. Notamos que decididamente se han producido unos log os en algunas areas pero nos preocupa queen otros casos nose haya producido un cambio realmente definitivo y mas bien sea algo asi como una gesti6n publicitaria para hacer creer que la mujer ha logrado escalar posiciones prominentes. Los medios reciben el influjo de sectores poderosos que saben utilizar estas herramientas para hacernos creer que se esta dando un p.roceso de participaci6n. •

Ponencla, Semana de la Mujer, Colegio de Abogados de Puerto Rico, 7-11 de marzo de 1983.

• • Perlodlsta puertorrlqueno; conocldo director de notlclas de WIPR Radio; emisora del pueblo de Puerto Rico.

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Se proyecta una imagen publica que da la impresi6n de que el problema se resuelve pero lo unico que ha ocurrido ha sido mas bien una exposici6n limitada del problema, sin consecuencias reales de participaci6n. El hecho de que un canal tenga ahora cuatro o cinco reporteras en la calle no creo que altere en forma significativa el proceso de selecci6n y difusi6n de noticias. Ellas se enfrentan a los mismos problemas que han tenido los hombres en esta funci6n. Aun cuando algunas formulen preguntas mas inteligentes, mas completas, esten mejor equipadas en terminos educativos y nos impresionen con su trabajo serio, los mecanismos que operan en los medios seguiran neutralizando el trabajo de los que informan, ya sea a traves del prodigioso invento de reducir una conferencia de prensa de dos horas a treinta segundos o de presentar una serie de hechos en completo desorden, sin relaci6n, sin analisis, sin seguimiento para que no haya conciencia de nada y no se vean las cosas en su contexto, direcci6n y prop6sito. (Esto ultimo se me parece a la situaci6n del pals). Creo que se le ha dado un enfasis muy excesivo al trabajo de las reporteras de televisi6n. Casi siempre las que triunfan, a las que se le reconoce su trabajo son a estas. Quizas porque son mas visibles. Las que son reporteras internas en una emi sora de radio nose le menciona. La que esta en una mesa de una agencia de noticias en un turno suicida de tres a doce un domingo no existe para algunas personas. Necesariamente hay que preguntarse porque se insiste en proyectar mas un sector que otro cuando el trabajo de cada uno tiene sus meritos. Creo que se limita la participaci6n de la mujer en otras areas de las comunicaciones asumiendo estas actitudes. Se crean unas espectativas en las que aun no han llegado, reforzando el concepto de que la reportera de televisi6n es la que triunfa. Ademas se reduce la participaci6n en otras areas quizas mas interesantes aunque sean menos visibles. Es significativo que no hay reporteras negras en la televisi6n puertorriquena. En los otros medios se pueden contar con los dedos. Con frecuencia escuchamos tambien los elogios a la mujer que tiene acceso a los puestos de mando en las empresas periodlsticas. La importancia de estas posiciones se dice que radica en la toma de decisiones. He visto algunas mujeres que han hecho un trabajo sobresaliente en unas areas menos ostentosas que luego llegan a posiciones de mando. lMe he planteado si alll realmente toman decisiones? lSi han logrado abrir brechas en el camino de I~ comunicaci6n social? lSi han facilitado el camino a otras mujeres o han tendido un cerco para que el las no le invadan su territorio? Y lo que me parece fundamental: lAcaso han creado los mecanismos para que otras lleguen cuando ellas no esten? Un informe de la comisi6n de derechos civiles de los Estados Unidos del 1979 dice que a lasmujeres se les han dado empleos con tltulos impresionantes para ajustarse a los requerimientos de la Comisi6n Federal de Comunicaciones. Pero los salarios y su localizaci6n en terminos de jerarqula revelan que estos son empleos cuyo status ha sido inflado deliberadamente. Como notaran, esto es una forma de violar la ley. lAlguna organizaci6n feminista se ha preocupado por revisar la forma 395 de la FCC en las emisoras y televisoras? Este documento publico lo tienen que someter estos medios indicando cuantas mujeres trabajan en esos lugares. Presumo que encontraran puestos de trabajo clasificados como "ayudante del director" cuando en realidad lo que se hace es atender el telefono. "Manipulaci6n del idioma"-Diran algunas personas. Hace unos meses conocl personalmente el caso de una estudiante de comunicaciones que le negaron acceso como practicante (sin sueldo) en una emisora de radio. No hubo explicaciones. ofros hombres practican en esa emisora. Loque sl pude percibir es que existe una desconfianza entre algunas mujer1::s y hombres para reclamar sus derechos. En el caso mencionado aun cuando le senale que en Puerto 302

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Rico existen varias organizaciones que :supuestamente velan por los derechos de la mujer prefiri6 dejar que los " duenos" de la empresa se salieran con la suya. i,Se habrla logrado algo si acudla a esos organismos? Me recuerda el caso de ocho mujeres que fueron las primeras en hacer una huelga contra un banco en Minesota. Por ano y medio 117antuvieron las llneas de piquetes. Por unas semanas fueron celebres . Depues de un~es dejaron de ser novedad para la prensa. Tuvieron que enfrentarse a la realidad el desempleo y del silencio. Muchas vece la mujer que trabaja en un medio de comunicac i6n comete los mismos errores q e los hombres. Por ejemplo lo que se ha denominado como sexismo en el lenguaje nose resuelve con mas mujeres reporteras, editoras o titulistas . Hay evidencia constatable para afirmar que las mujeres mantienen esa misma actitud de discrimen en el lenguaje. En este caso contra ell as mismas. Sobre este problema hay poca con qi encia en Puerto Rico. Y no es porque se desconozca el tema. Me parece a ml que una manera eficaz de hacer conciencia es llamandonos o escribiendonos cuando cometemos estos errores. Yo personalmente agradecerfa que me senalen cuando fallo pero nunca nadie se ha acercado para hacerme alguna observaci6n cuando esto ~curre. He visto em muchas ocasiones c6mo la mujer adorna las conferencias de prensa en papel dee pectadora mientras los hombres asumen el rol de portavoces y dirigentes. El si~tema periodlstico en Puerto Rico promueve estas situaciones. Se aceptan con f as facilidad las reacciones oficiales de los que ejercen las posiciones claves1en el pais y son los que aparecen haciendo declaraciones. Yes obvio que la mayor!~ son legisladores, secretarios, gobernadores, etc. Y como dice Magali Garcia Ram s los programas y noticieros son muy dados a relatar como noticia a las mujeres b nales y tontas . Tanto al hpmore como a la mujer se nos niega la posibilidad de tomar iniciativas en terminos de selecci6n de temas. Es muy posible que muchos de nosotros creamos que 10 asuntos de la mujer tienen vigencia todo el ano. Los que deciden cuando se h~Ela sobre este tema lo han disenado de manera que sea en est a semana cuando podamos leer o escuchar a Betty Friedan y no en agosto o en diciembre. Entiendo que la situaci6n de los espacios noticiosos en este pals es precaria. Por 1 eso la tarea de la mujer es doble en el area de las comunicaciones . Por un Iado tener acceso al m~dio, y segundo, mantenerse, lograr una seguridad de empleo y un ingreso razonable que muchas veces parece un mito. El problema de la mala retribuci6n es gravJ tanto para hombres como para mujeres. Las empresas tampoco han diversificado el sistema que permita la contrataci6n en otras areas del periodismo. Mas bien han permanecido estaticas operando con poco personal. En la emisora donde trabajo hace anos que nose reclutan locutores, libretistas ni escritores. Tampoco locutoras, libretistas ni escritoras. A la fase creativa y de producc i6n se le ad judica una cqnsideraci6n muy pobre en nuestros medios. La moda es el trabajo clerical. Y la reducci6n de programas informativos serios es la orden del dla. Es por eso necesario que la mujer entienda que una vez que logra acceso al medio tienen qu~ plantearse otros problemas que no solo gravitan en ell a por ser mujer sino que grari tan en todos nosotros independientemente de SU sexo. Por eso para ustedes la tarea es doble. Por un lado "los leones quiza sin vistosa melena pero igualmente feroces" -segun los describe la argentina Luisa Valenzuela,- y PO( otro lado la funci6n de los medios y los intereses que los representan . Eso ultimo serla tema para otro rato. 1

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MANY WOMEN, ONE PEOPLE

Eneid Routte Gomez*

As a woman, as a black woman, as a black Caribbean woman I am here to con • firm and be confirmed by you . To confirm because in each of us resides the remnants of the crossing, the ghosts of insecurity and uncertainty that revealed themselves in their awesomeness to our mothers, our grandmothers, our greatgrandmothers. That insecurity uncertainty exists to remind us of our wellspring , to tell us that though we have come far we remain close to the source of our strength. We are learning the lessons of our survival. I am here to be confirmed by you be• cause I live in a world whose purpose is to obscure my existence, to hide me under ttie bushels of oppression and submission, of guilt and selfhatred -to bury me. All of you know that world . All of you here today have escaped from it, to find temporary rest from it, from the bitter sorrow and pain that prevails there, that claws at us and rips our hearts apart. Like Joseph 's coat, oppression and· submission, guilt and self.hatred come in many colors . But because we are emotionally informed, because we possess the knowledge of our forebears, because of this we are saved and we shall survive. We survive because we are caring people in an uncaring world. It is a world that rocks us without favor so that we roll awkwardly like sailors on rugged land. We have let this uncaring and foreign world show us our culture through its eyes and through its eyes we have become contemptuous of our own . We have become strangers to ourselves. If we continue to deny those things that characterize us as Caribbean women , as a people we are in great error. We must reveal and rejoice in our music, our dance, our literature, our art. We must support and reward our quest for knowledge. We must know the language that conceals our thoughts from the robber baron. We must recognize the look in the eye that simultaneously withdraws from needless confrontation and leaps into a future.

• The following was presented as part of a panel , " Women in Caribbean Societies " at the 7th annual convention of the Caribbean Studies Association in Kingston , Jamaica, in 1982. La autora es una periodista puertorriquena del peri6dico " San Juan Star"; actual pres iden• te del " Overseas Press Club ".

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We can Sll)eak of a future . We will get there . We are here today are we not? When it was said loudly, like a drum amplified: You cannot go. But we are here . .. We look at this deep brown woman , wearing a red hat with an impertinent feather. Her bi~, fat arms swaddle bursting bags and we turn up our collective nose . She is not us we say. We say t this woman , who stirs up the odor of the tropics , " You must fit those bags under t e seat of the plane. You must find a place for them or with this tag (and we snap this tag (and we snap it) we will separate you from your possessions ." Her bags ~o not have labels that say Givenchy or St. Laurent . Her bags with their mysterious bulges say Haiti. We have if olated this woman . We have If ft her alone as the plane lands and she disappears into the darkness of her country, of her republic . We must c hange this . We must teach out and reclaim her. We must !include this woman in our planning circle , in the same batey of the fortress that protects us -those of us who know the language -from the imperialism of tihe upturned nose. It is a dittlic ult task to break down or through the barriers of mutual suspicion. We must begir and begin again for we become Caribbean women slowly, by degrees. We must peak of ourselves to ourselves in the most glowing and positive of terms . For exr mple : We are black. We are b~autiful. We are wi f e. We are bl ~ssed with a bounty of blackness, beauty, wisdom , with the same spiritual vitality t1at stirred and sustained the women who came before us. We hold Vf ithin us the seeds of our own destruction , our own resurrection . We must d:J efine them and be responsible for them . We must ~it with our daughters and sons -our children-and recall our foundations . We must decide the elements to be nurtured and mastered for our survival as a civilized peo; e. We are n t civilized when the women among us are treated as inferiors. We must t II our sons to treat women -their sisters, their future wives , friendsas companio \ s of heart and hearth in the world . We must each them in their youth to respect women . To respec women is to respect themselves . We must !tell our daughters to raise their sons and daughters as companions with mutual , · nd enriching, respect. The sense of equality between the sexes, a sense that has left its mark upon us 1 all , lies dormant in the heart, minds and souls of our children . Let us aw~ken them , then , to the beauty and justice of equality . Let us as r'omen, as black women , as black Caribbean women raise our sights and repeat , i cessantly the heroic principle of our host country : Out of many one people. Let us sa , Out of many women , One people.

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POESIA Y LA MUJER

Maria Antonia Ordonez, " El Closet de la Loca ", dibujo a lapiz de color, 34" x 24", 1986.

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POESIAS DE MARIA DE LOS ANGELES ORTIZ* DESTIEMPO Si el tiempo no estuviera manchado pe inconstantes raldo de desdenes malogrado de besos yo le pond 11a vestidos de la infancia y le darla al misterio alguna cita si el tiempo no estuviera color de olvido nuevo ni recuerdos de risa mal abierta tal vez yo recordara tu nombre rerezoso y tu voz ta inutil como el sueno si el tiempo no estuviera aquel insorr,nio largo yo sembrarla violetas entre crist~les rotos y estallarla en espejos

HECATOMBE Todos los pisos de la ciudad se desplomaron sobre mi conciencia las nubes se cuajaron de gris y ocultaron el sol que aun me hacla cosquillas en la piel se torn6 frla la noche y los espejos rotos me devolvlan imagenes cortadas que yo no deje entrar

Oestacada cientista y poetisa puertorriquei'\a; Directora del Coleg io Regional de Arecibo, Universidad lnteramericana de Puerto Rico. Estas poesfas formaran parte de un tercer libro que prepara la autora .

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POBRE MUJER ... Pobre mujer ... tenfa un trabajo a tiempo completo siete dfas a la semana la mayorfa de las veces trabajaba tiempo extra nunca lo reclam6 no tom6 nunca vacaciones si estaba enferma, trabajaba igual ique remedio! no recibfa un sueldo mensual lo acumulaba claro, llegarfa a levantar un capital eventualmente y trabaj6 y trabaj6 y trabaj6 HOY y el tiempo se encarg6 de retirarla no tenfa seguro social Hoy (no cualificaba) que el alma casi me va saliendo perdi6 la vista a causa del trabajo por los poros pero no habfa seguro por incapacidad quise escribir que la cubriera un poema para ti la empresa estaba en quiebra porque abalsamas mi pena los activos en rojo y le pones cristales antes de poder iniciar reclamo alguno de aumento la habfan sustitufdo a mis temores en forma fulminante porque me ayudas a limpiar ahora mi casa era a secas y mi sistema una mujer s61o con tu silencio que habfa dejado atras su o tus palabras apelativo hoy te escribo a ti ya no era pobre porque sabes leerme perdi6 todo lo pobre que sin espantar los pajaros ten fa que duermen y comenz6 a vivir con sus en mis frases activos sin apagar el fuego que quema mis palabras sin mojarte en mis lagrimas el poema es para ti porque no intentas editar mis turbulencias ni detener mi vuelo ni siquiera podar mis impaciencias porque tocas el arpa que escondo entre mis nervios y pones a bailar mis ilusiones

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POEMA A POSTERIORI No intentare pasarte la factura por un poema escrito a pulso lento a silencio a voluntad ralda a intervalo en destiempo no vale facturante, porque el poema es una burla larga a tus temores yertos al masoquismo ins61ito que te provoca cualquier senal tangible de mi afecto a la suave mordaza que le impones al natural deseo no voy a facturarte porque gozo punsando con mi verbo tu conciencia hasta hacer que te sepa blanda y du Ice mi caustiva homilfa y cambies el canal de tu cerebro este poema, amor, es mi regalo aceptalo aunque rompa tu inflexible muralla de cordura intenta comprender que se aliaron la madera, el grafito y mis palabras para darte un azote de ternura

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VUELO SOBRE MANAGUA Voy sobrevolando Managua en un Boing 727 de Aeronica a mi derecha el gris del infinito a mi izquierda un misionero gringo que igual que a ml le qued6 magullado el coraz6n y el cerebro encendido apenas despegamos y pienso en lo impreciso del destino hace una hora deblamos haber tocado a Tegus y Aerollneas Hondurenas nos lacer6 el deseo diz que por desperfectos mecanicos (luego supimos que como medida de seguridad por las elecciones hondurenas) y ahora vamos con rumbo al Salvador y tanto el gringo como yo (yen eso coincidimos) quisieramos lograr la salvaci6n pero no ahora ahora queremos tan solo llegar al Salvador y con suerte conseguir dos boletos para Tegus Se mueve mucho el avi6n (volamos sobre tierra ahora) y pienso en la contrarevoluci6n i han derri bado tantas aeronaves ! y pense en Nicaragua en su paciencia que va cediendo a la escasez de todo y pense en el taxista que me llev6 a Masaya piel oscura y curtida 2 hijos en servicio militar 1 hija muerta por Somoza 1 nieta que le dej6 su hija y una esperanza flaca segun dijo

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y pense en los doce d61ares que le pague por el viaje del hotel al mercado, al volcan, al hotel y por la espera (3 horas en total) y en su expresi6n cuando nos despedimos - " usted me arregl6 el dla ya puedo irme a ver si no es muy larga la cola de la pulperla " y pense en el tirano muerto en la opresi6n y en su mansi6n que ahora es el Ministerio de Cultura Se volvi6 a mover el avi6n (por fortuna quedan tan solo 15 minutos de vuelo) y pense en los 15 minutos que estuve con Ernesto Cardenal (sin previa cita) y a pesar de su dengue y de la negativa inicial de Alma Rosa Canalessu leal secretaria y en mi tenaz deseo que tal vez inspir6 a la companera Lesbia a interceder con exito y pense en el encuentro con el Padre Cardenal (como le llaman) en el abrazo latinoamericano de hermano - de poeta y de patriota en la emoci6n que todavla me embarga en el regalo de su obra bendita en lo corta que se hizo mi estad la en Managua " Hay que amarrarse los cinturones " -positivo hay que alargar el paso y apagar fuegos fatuos -evidentecinco anos no son cinco minutos hay que tener el cielo despejado y la tierra tambien

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- " En cinco minutos, Vamos a aterrizar" hay que apurarse a veces cinco anos son cual cinco minutos y viceversa - " Hemos llegado" y recorde al taxista " Yo creo que no, pero alg(m dla lo haremos , porque Sandino vive "

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POESIAS DE ANA IRMA RIVERA LASSEN Ana Irma Rivera Lassen* Mujer de historia triste mujer nueva de otros dias mujer-mar coma las alas. Cuando digo que no canto a tu hombre-rio, rio-hombre, mi voz rec/ama su esencia, tambien tuya. Perdona que busque Julia-esencia entre tus versos, que I/eve la antorcha de las multitudes que corren contra lo que tu misma 1/amaste todo lo inhumano. Perdona que siga sofa con mi sombra en las brazos. No me siguen pajaros ni a ti tampoco Julia, ni me dan mi numero nuestros camaradas mas sencil/os y tu entre ellos. Ya las genres murmuran tambien conmigo pero no porque tenga una Ana-ropaje, sino precisamente 'par no tenerla. No hay abismo en mi solo una dolorosa 1/anura con horizonte /ejos. Vengo diciendome Julia desde adentro. Tu, mujer de historia triste, tuya mia. Este tiempo es nuestro.

La casa no es la de la infancia amarga, la de la tarde de ayer incrustada de recuerdos. Es la casa de las paredes-silencio. Todos conocen mi casa

• Abogada y feminista puertorriqueiia.

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y la visitan de noche cuando a tientas buscan la pa/abra dicha ayer que ya no existe. Y a veces me visita la claridad secundada de pasos para escarbarme la 111irada poco a poco coma las /agri111as de la tarde sin consuelo. Pisamos la acera que va hasta el/a y aqui esta111os, cada cua/ se traga su hastiu y rn11ti1111a. Supe una vez los huri::.untes y enseguida 111e hice sabia de espaciu!> y conocedora de silencios. En 111i casa que no es hoja fresca de un arbol ni viento /eve de dia he aprendido de 111e111oria sus paredes coma se aprende un cuerpo desnudo que ta/ vez no volva111os a ver y es deseado . Cada dia se !ween 111as gruesas sus paredes y es mas pared menus casa. Ya no vienen los duendes o los ange/e!,· de la infancia a echarme polvos magicus subre la cabeza ni esta mi padre de tardes con libros de cuentos y gal/etas. Estan ahora tan solo las paredes o esta casa que no es casa porque y a nu soy habitante. Infancia ahora en la casa - solo quiero que me dej en la palabra. S6/o quiero o fvidarme de/ lwstio por un 111011,ento aunque !uego solo pueda recordar el cuerpo desnudo aprendidu cumo he aprendido de memoria estas paredes.

A na Irma Rivera Lassen Cuando esta cerca un adi6s y no sabemos al mirar mas al/a el ta/ vez de la esperanza solo queda un camino contestar la despedida, escribir cartas de cuando en recuerdo de recuerdo en vez. Queda bajo nuestras pisadas un tiempo, recogido y guardado en la pa/abra amistad. El adi6s se apresura, nos agota las f uerzas, quedaran las retratos, a/gun verso perdido en un libro, Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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un pueblito de esta is/a tan tuya y tu tan de el/a. El adi6s lleg6 mafiana coma ese jueves de aguacero que ya conocia de siempre Vallejo . Frente a mi esta el mar recordando que existen distancias. De este /ado quedare con mi mano extendida, como quien entrega su palabra a un navegante y espera. Hoy quiero decir adi6s, por si acaso no hay retornos o simplemente, porque mafiana no sabemos y el Juturo lo Jorjamos a mitad. Seguimos con los brazos extendidos, navegantes sin pa/abras de la otra oril/a de/ adi6s.

Ana Irma Rivera Lassen

Se muri6 un dia como hoy entre personas de ocho horas y cafe de mediodia. Su hora Jue de sesenta minutos la manecilla grande no es la chica, siempre el mismo sol la calent6. Se muri6 con las manos sobre un escritorio y con sus ojos hechos numeros, por eso para el/a solo Jue una ecuaci6n resuelta. Su mafiana era igual que su ayer, siempre la misma rutina, el mismo paraje cotidiano, sin a/go mas, sin a/go menos. Vivi6 viviendo simplemente siete dias a la semana y reJ/ejando al espejo otra identica a el/a. Fue tan solo una mujer que se muri6 un dia como ayer entre personas de ocho horas y caJe de mediodia. 314

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Ustecles qui::.lis leeran 1111 f}U<!/1/ll cu11w se lee tu etil/111!/U de 1111 .f ruwo u /us letrerus en /us rnlles. Cun /us ujos en /us tetras. Ustede!:> wt I·e::. cu11uceni11 1111 poe/ll. cunw quien obsen·u 1111 rut1111ciw en I11w ./011/u o 1111 111icro/Jiu ha;u 1111 /ente. Con /us ujus uhiertos y la 111irculu cerrculu. Cerrada. Cerrudw, las 11wIw!:> a Ill plllalnu. Mirarcin lll puetll y dircin cun asu111hro !:><Jrf)I enclido: Ri!!:>pira. Purque llca.w co11ti111ia11 con tu idea de que 1•ire cun la.\ 11I11.ws /!fl orgim litl!rarill\ per11wI,e11tc'.\. Y 110 !:>aben que e!:>te indiru/110, estll 11111jer o este ho111hre, decidid dar/1! Ill 11w110 a .\II 1ie111po.

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POESIA DE VANESSA DROZ*

TE GUST ABAN LOS PAY ASOS Vanessa Droz* te gustaban los payasos. dilo. coma la tristeza te gustaba imaginarlos columpiando de-mis cabellos negros coma trapecios de la muerte. reias al verlo reir, enmarafiados, perdiendose y busc<indose hasta dar con mis orejas, mis sienes, mi nuca o mi frente, siempre prestas a un recibimiento fuera de los limites de la verdad. a veces caian y los recogias igua/ que red que sin descanso se esmera en construir los circos mas eficaces hasta con recursos en caso de pe/igro. ellos obedecian una fey escondida en sus cabellos verdes, sus ojos rojos y sus vestimentas de a/midones coloreados, parecidos a bebes que buscan una vestidura conque inaugurarse al mundo de /os hombres. nun ca te f a//6 ninguno, siempre reian y char/aban. nunca ninguno confirm6 la reg/a haciendose portavoz def mito de la tristeza inaudita de los payasos. irreversib/es eran, coma frutas def reverso, crista/inas y f rescas. solo que una mafiana era yo la que no estaba para seguir oficiando sus ritos de dominaci6n y muerte.

Conocida poetisa puertorriquefla.

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TE AMO Y SU ESPECTRO a Catherine Torres Vanessa Droz . pues ardi6 coma te amo" GILBERTO OWEN I Un hombre conoce una mujer Tres dias despues le dice "Te amo ". La mujer, entonces, se enamora, pues te amo es el hilo de/ que cue/ga el alma, te amo es la mano que rige el suefio y el suefio es azul y esta 1/eno de tiempo. Te amo traza en el mar el borde de la espuma y separa el agua de la tierra. Te amo escarba de la tierra la ribera, le da su sitio entre dos puntos y en ese transito pone hue/las. Te amo en una hue/la es movimiento. El pie que la fija se tras/ada y con solo una pisada recorre el mundo. En la pisada, te amo es inscripci6n, es sefial, es escritura, pa/abra fijada.

La pa/abra fijada es te amo y arde. El hombre lo sabe y con te amo invoca no s6/o su ardor. II El conjuro esui cumplido. Tres dias despues de te amo las cuerpos yacen en el sue/a. La mujer derrama su carencia en media de bosques de vocab/as, de mu/titud de si/abas, de frases en motin Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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y oraciones reunidas en las µlaws. El hombre las agarra y sujeta entre sus 111anos para poder recla111ar otros 111undos, otras caras, otros recuerdos. Quiere hacer suyos actos ofrecidos antes de su 1/egada, i111poner su posesi6n, su do111inio ancestral sabre el cuerpo de la piedra. El desvelo esta cu111p/ido. Tres dias despues de su 1110111ento, en el espacio destinado al viento entre los cuerpos y que recoge el soplo de la boca, labios y lengua en audacia detenidos, /abios y lengua arrojados de/ silencio, la mujer aiiade "Te amo ". Para el/a queda erigido el sueiio, tierra y agua separadas, el camino en tierra bien trazado y el movimiento repleto de ardor inscrito al choque de su lengua con el cielo de la boca y un fluir feroz de/ viento. Ill

Los dias se repiten. Se repite el invento, la palabra 111arioneta en manos de/ hombre. Ahora no es te amo, es te quiero colgando de las cuerdas. El no piensa el sueiio: lo reclama, lo seduce, abigarra entre sus dedos la f orma de/ mundo entre ellos incendiado. Del f uego de lo mujer sale mas altura. En elfuego de/ hombre te amo es mas hielo, espectro de palabra, inmenso fantasma redondo y casi perfecta. Ya perdido su aguij6n, su locura y su jlecha, mientras la mujer se alza y asume un vuelo, la pa/abra dirigida, coma marioneta eficaz en su momenta, descansa en la trastienda de/ titiritero.

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POESIA DE ELSA TIO* " Semillero de tumbas . .. en el crece el hombre nuevo que forjara el maflana " Estas hecho de bala y de machete, de pecho y de escondite. Tu furia contra el aire que te toca y el viento que te sigue. Tus suenos peligrosos tienen el filo de las estrellas que nunca han caido, y tu palabra de caracol marino se oyen ecos de muerte, batiendo como un mar, porque has dicho desde lo mas adentro el dolor de tu tierra , tan sembrada de tumbas y semillas .

**** Tengo temor de callarme, de 1/egar d6cil a la hora de ser fiera y vo/verme de mansedumbre y ca/ma de hastlo y cobardla. Siento este coraz6n sin desaffo cansado de latir de nada en nada, presintiendo el abismo y el (racaso. Quiero encontrarme ante ml misma, cuando esta is/a se mire cara a cara. Mientras /os hombres le mienten dla por dla extrafla multiplicaci6n de la rutina y se vea sin lengua, sin paisaje ni orgullo y se encuentre de pronto ajena de su historia de su gente y sus suenos. • Peetisa puerterriquena ; ferma parte del equipe administrative de la Fundaci6n Puerterriquena de las Humanidades ; asimisme es miembre de la Junta de Directeres del Institute de Cultura Puerterriqueiia .

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A Arnaldo Torres Rosado y Carlos Soto Arrivi Apuntaron al hombre 15 manos , cay6 en el monte al borde de sus sueiios , deshojaron su frente y su manana , e hicieron triza su coraz6n de isla. Luego sepultaron hondamente su cuerpo como para que las semillas se olvidaran , pero qued6 su idea a la intemperie, su fragancia en la forma de ser de algunas flores , su silencio en el espacio bochornoso de un crimen , sus ojos en el gesto asombrado de los pajaros , su tiempo terminado en una herida. Tiraron a matar naci6 su vida y sin saberlo hirieron a un pais que sabe distinguir, la justa diferencia entre el vacio y el puente, la clara transparencia del aire sobre el viento , del llanto sobre el agua, del engano que habita las palabras y de la trampa en medio del camino. Despertaron la muerte y la locura coagularon la sangre y la tristeza y a pleno dia, a pleno sol , en pleno despoblado se le acab6 la vida . Pero ya esta de vuelta de la muerte desandando el olvido.

**** Has rodado por la vida como los dados en una mesa, has ido a la deriva de tu propio cansancio has corrompido tu corteza, tu fibra y tu esperanza y te ha atrapado la superficialidad legible de tu ropa. Te has desterrado en tu delirio por la nada y no se lo has revelado a tu conciencia. Eres un exilado de ti mismo, un adicto al abismo ya la entrega. 320

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Cuando un espejo rastree en tu mirada el miedo hacia ti mismo, a tus palabras reptiles que envenenan a un pueblo, un malestar torturara el silencio de tus pasos, la ruina de tu ambito, la imagen de tu espectro, y ante el tiempo y la trampa hallaras el desaflo de una gente callada sin mas intenci6n que el mar, su angustia, su ser y su lenguaje.

**** A JULIO ORTIZ MOLINA Envejeci6 tu vida en cinco anos, de golpe se detuvo la tarde en tu memoria luego de la masacre y de la trampa . jnada l e ha suced ido desde entonces ! El pueblo conoci6 por tu palabra que sucedi6 en el cerro y en tu alma . Vulnerable a esa escena terrible , innecesaria, que todos escuchamos en rafagas de espanto y cobardia . Clamas por la justicia , sin ella tu y tu pueb lo no pueden ser los mismos . Es clara la inocencia de tu dolor conlinuo , y el espectro del mal que conociste , te hace _mas fuerte , te hace mas tem ido. Temen tu senc illez sensible y transparente , la fuerza de tu Dios al final del camino. En todas tus pa labras , en todo este recuerdo lastimado en tu espiritu , les ll amas los muchachos , no crim inales, ladrones o asaltantes . En tu alma de campo , son solo los muchachos. As i, sin proponertelo, j uzgaste su inocencia y la venganza inutil del rencor y del odio.

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JULIA DE BURGOS: EL CONTEXTO HISTORICO-SOCIAL CARIBENO EN LA EXPRESION POETICA * Carmen Lucila Quiroga** Carlos Bousono sostiene que la poesfa no importa su grado de excelencia es , por fuerza, hist6rica, en tanto yen C\Janto es producto del esfuerzo intencionado del hombre, del artista que a su vez , es presa del tiempo, de la historia. Como consecuencia , su cultura , su medio de expresi6n, igualmente, esta sujeto a las circunstancias en la hora de la revelaci6n creadora . . . . Se tratara, en todos los casos , de cantar al hombre como sumergido en el tiempo y como capaz de historia, como situado en una fecha y en un lugar concretos yen trance de vivir una vida que el mismo ha de hacerse con el esfuerzo de su voluntad y de su imaginaci6n. 1

Como la poes fa social , en un sentido, puede considerarse politica, conv iene destacar el hecho de que parte de la poesfa social de Julia de Burgos se ocupa directa o indirectamente de su preocupaci6n por la situaci6n pol ftica-social de Puerto Rico. En terminos generales , los " cuatro modos " de poesia social senalados por Pedro Salinas estan presentes en su obra poetica. Estos son : el " modo hist6rico " o la identificaci6n con la gente ya desaparecida , el " modo nacional " o el comportamiento de la cultura, de la idiosincracia del pafs al que pertenece, el " modo polftico " o la ideologfa que milita y el " modo humanitario" o el sentimiento de confraternidad con todos los hombres.2 Refiriendose al " modo polftico " Salinas aclara: " .. . Dicho sea de paso, la costumbre de reservar para este tipo de poesia tan solo el nombre de poesia social , se me antoja abusiva e impropia. Las obras naci das de cualquiera de los modos de sentir la sociedad , son todas propiamente sociales . Y a las de este apartado les corresponde, en propiedad , el nombre de poesia, con su secuela de poesia de propaganda ".3 •

El Caribe: Encuentro Cultural , Universidad lnteramericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano, San Juan, Puerto Rico, 28 de febrero al 2 de marzo, 1984. (Versi6n Coria de la Ponencia Original).

• • Profesora , Universidad de Puerto Rico, Colegio Universitario de Cayey. 1

Carlos Bousono, Teoria de la expresi6n poetica , (Madrid : 1966), pp . 250-263.

2

Pedro Salinas , La poesia de Ruben Dario, (Buenos Aires : 1968), pp . 215-216.

3

Ibid .

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Para los fines de este trabajo no haremos marcadas diferencias entre los modos historico, nacional y humanitario porque muchas veces estos pueden entrelazarse. Nos interesa, no obstante, destacar el politico, porque en else veal hombre en toda su dimension como criatura eminentemente social. Combatiendo contra fuerzas que atentan contra su identidad y el derecho de afirmacion esencial en la historia. Dentro de este aspecto en particular, en la poesia comprometida de Julia de Burgos , vamos a encontrar una dimension de la personalidad que esta en contacto con el momento historico y cultural que vive. La decada de 1930 en Puerto Rico es crucial en la historia del pais . Cuando acaece la gran crisis del capitalismo en visperas de la decada del treinta , Puerto Ri co sufre el impacto tremendo de su golpe. En esa decada hace crisis el sistema capitalista mundial ... La agitacion obrera y estudiantil , el nacionalismo, la lucha de clases , la conciencia anti-imperialista, las huelgas, la lucha por la independencia, cristalizan todas en aquel momento historico.4 Las convicciones independentistas se basaban en gran medida en la creencia de que la mayor parte de los problemas economicos de Puerto Rico tenian sus raices en su situacion colonial. Entre los problemas economicos por los cuales atravesaba la isla se encuent ran: el capital absentista, el sistema de latifundio, la dependencia excesiva con respecto a la producc ion azucarera, los altos precios que los puertorriquenos pagaban por la importac ion de articulos de primera necesidad , (estos estaban protegidos por las tarifas de los Estados Unidos) y el alto costo del transporte maritimo. Toda esta situacion , sostenian , era consecuencia del control norteamericano. Y solo pod ria corregirse al ser Puerto Rico una nacion independiente. 5 Ju lia de Burgos, al estar en contacto con estas corrientes nacionalistas destaca un com promiso frente a la situaci6n imperante . Esto se ve en el poema "Es nuestra la hora " , escrito en agosto de 1936. Traidore s y Judas, ilemblad! que es nuestra hora iNuestra!

El pueblo tiene que despertar del letargo en que ha vivido hasta el momento. La miseria solo ha llevado al pueblo a las enfermedades y calamidades . De seguir esta situacion ya no queda nada por que luchar. Ya se acerca el grito de los campesinos la masa la masa explotada despierta i,D6nde esta el pequeno que en el " raquitismo " deshoj6 su vida? i,D6nde esta la esposa que muri6 de anemia? i,D6nde esta la " tala " que ayud6 a sembrar la que hoy esta muerta? i,D6nde esta la vaca? i,D6nde esta la yegua? i,D6nde esta la tierra?

4

Manuel Maldonado Denis, Puerto Rico: una interpretaci6n hist6rico-social , (Mexico: 1971), p. 78.

5

Henry Wells , La modernizaci6n de Puerto Rico. (Universidad de Puerto Rico) 1972, p. 122.

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Ante toda esta serie de despojos, consecuencia del regimen impuesto, el suelo es fertil para la predica nacionalista y anti-imperialista , para el reclamo de la justicia social. 6 Ante esto, solo hay una respuesta : Campesino noble tu desgracia tiene s61o una respuesta El lmperialismo de Estados Unidos tiene una amplia fosa : al II esta su muerta all! esta el pequenuelo alll tu vaquita alll tu yegua tu " tala " y tu tierra .

En 1930, Puerto Rico, habia llegado a ser una tipica isla azucarera. La superestructura socio-cultural erigida sobre esta base econ6mica giraba, en consecuencia , en torno a estructuras de valores nacionalmente asociados con la ideologfa del " Rey del Azucar" . Sociedad, polftica, cultura, todas fueron afectadas porestas estructuras. La gama de las actitudes politicas fue delicadamente ajustada a los nuevos val ores, de modo que era completamente natural que las ciudades en las altiplanicies del centro y occidente de la isla se convirtieran en reductos del sentimiento pro-independencia, ya que estaban situadas en el coraz6n de la region cafetalera destrufda, en parte, por el nuevo prestigio del azucar.7 Veamos el poema: Campesino noble tu tragedia tiene s61o una respuesta ! afila tu azada afeita el machete y templa tu alma . Baja tus riscos y cruza los prados , borrachos de cana iacercate ! Mira las centrales : alll esta tu muerte! Contempla el salvaje festln de las maqu inas s agarra bien fuerte tu azada y prosigue y di " Hasta la vuelta " . jacercate! Aqul estan los bancos Con papel tan s61o llenarla tu casa de muchas monedas .

Toda esa apariencia de opulencia econ6mica no es la soluci6n al problema de lo que se ha perdido.

6

Manuel Maldonado Denis , Puerto Rico: una interpretaci6n hist6rico-social (Mexico: 1971), p. 78.

7

Gordon Lewis, Puerto Rico: Freedom and Power in the Caribbean(New York: 1983), p. 126.

s Eugenio Fernandez Mendez, Po. cit. , p. 324. Vease tambien : Sindney w. Mintz, " The History of a Sugar Cane Plantation ", (1876-1949), The Hispanic American Historical Review, XXXIII , No. 2, May 1953, pp . 224-257; Vease tambien , Cesar Andreu Iglesias, " El grito de Lares y la actualidad puertorriquena ", Conferencia, 1948, p. 7.

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i,LO tienes ... ? No obstante Aqui esta tu tierra tu (mica vaquita tu tala y tu yegua Contemplalo todo: fachadas banqueros monedas empuna bien el machete

Solo de ese modo surge la necesidad de la incorporacion de Puerto Rico a los pueblos libres de Hispanoamerica. Una patria libre se unira al concierto de los pueblos grandes , en Hispano America .

Para mantener la lucha contra la situacion de descontento que crea la presencia de los Estados Unidos en Puerto Rico se busca sosten en la historia. Historia que se ve como experiencia e inspiracion para iluminar el camino que conduce a los triunfos presentes ya derrotar al enemigo. Por ende, se vela necesidad de mantener vivo en el tiempo, en la memoria, el 23 de septiembre de 1868, conocido coma el Grito de Lares. En esta fecha fue que las fuerzas revolucionarias dieron el grito de iViva Puerto Rico Libre! con el proposito politico de la revolucion. Su intencion primordial era la de cambiar el sistema economico y social existente. 9 Por consiguiente, hay que mantener viva la marcha hacia la victoria, el desfile de los patriotas que murieron. Vivo ·en el subterraneo ejercito de soles que vii era en cada pueblo hundido en cadenas; vivo en el hombre nuevo que pelea en cada frente libertados de pan y justicia de ideas. (23 de septiembre)

La lucha sostenida por el pueblo puertorriqueno en busca de su libertad data desde hace mucho tiempo. El dolor que causa esta busqueda hace participe no solo al pueblo sino todo aquello que existe en la patria: la naturaleza, las carreteras, los muertos, los vivos. 23 de septiembre, vivo en dos bravos siglos, que extienden al mundo del alma de mi tierra; vivo el gran lamento borinqueno y bravlo; que se cuela en los labios de las locas palmeras; vivo en la destenida carretera de angustias que recorre los campos con hordas extranjeras; vivo en todos los muertos vivos e inagotables que cada dia renacen en sagradas protestas.

9

Lidio Cruz Monclova, El grito de Lares, (I.C.P.R.: 1968), p. 23; Vease tambien: Ernesto Juan Fonfrlas, El grito de Lares: Simbolo de puertorriqueiiidad , (San German, Puerto Rico: 1972), p. 23. Los lazos que unen a Espana y Puerto Rico carecen de aquellas ataduras necesarias y utiles para alcanzar un estado de comprensi6n entre el las. El ano 1868 muestra todos los signos favorables para identificar un movimiento separatista. Puerto Rico continua sufriendo los desmanes de un Gobernador militar de mano de hierro, mientras su economla va hacia el mas total fracaso. Hay hambre y desempleo. El incondicionalismo es dueno de una poblaci6n que apenas si tiene respiro de libertad. Espana sigue recurriendo a promesas que no llegan a materializarse. Los problemas de la esclavitud alteran con los demas.

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La repetici6n del dato hist6rico sobre el Grito de Lares , es un recordatorio constante del deseo del pueblo por su liberaci6n . 23 de septiembre, vivo en todos los vivas que a la tierna republica se remontan y sue nan . .. -la potente y latente Republica de Lares ; i23 de septiembre !, libertad de mi tierra . Vivo en el siempre vivo frenesi de los firmes que levantan al cielo la cruz puertorriquena ; vivo en toda la sang re preparada y sonriente que conduce en Borinquen la voz de lndependencia -vivo en todas las carceles asombradas y Irias; vivo en Albizu Campos , solitario entre soles que desde si camina al mundo que lo espera . 23 de septiembre, santo y por siempre vivo, y gritando en los heroes sabre toda la tierra . Otro dato hist6rico es precise recordar. Esta vez, se trata de la Masacre de Pon ce ocurrida el 21 de marzo de 1937, en un domingo de Ramos. 10 -en el Domingo Santo de Ramos y de auroras de patria ensangrentada , pero jamas deshecha: -Yen todos los sagrados martirizados cuerpos que cayeron llamando y besando a una estrella . (23 de septiembre) Hacia 1922 surge en Puerto Rico el Partido Nacionalista. Durante los aiios de 1924-1929 se suceden una serie de alianzas entre los diversos partidos politicos que se caracteriza por la descomposici6n de estos y su lucha por mantenerse en el poder mediante, alianzas , coaliciones y formaci6n de nuevos partidos . Durante la decada de 1930 en el cam po de la pol itica partidista las corrientes independentistas y socialistas que se venian perfilando desde los comienzos del siglo, estan mejor determinadas. Pedro Albizu Campos , dirigente del partido Nacionalista, continua la campaiia a favor de la independencia de la isla. Para 1932, al ganar las elecciones el Partido de la Coalici6n , se desata una etapa militante por parte del Partido Nacionalista; despertando de ese modo, un interes independentista entre la juventud universitaria, de los escritores , intelectuales e incluso del sector de la clase obrera. Albizu Campos, defendia la causa independentista a toda costa. Fue el lider y mensajero de la causa. Uno de sus prop6sitos era el de atraer la atenci6n mundial hacia el problema de libertad puertorriqueiia. A el tambien lo recuerda la poeta y lo llama: Principe del imperio de las constelaciones donde comienza el alma a iniciarse la idea. Descubridor del cielo verdadero y presente por donde el mundo mira la tierra borinquena. Vencedor de prisiones, libertador de rumbas, enterrador perpetuo de todas las cadenas . (Una canci6n a Albizu Campos) 10

Rafael v. Perez Marchand, Reminiscencia Hist6rica de la Masacre de Ponce, lntroducci6n por Ruth Reynolds, (San Juan, Puerto Rico: 1972), p. 66. El Domingo de Ramos , 21 de marzo de 1937, cuando policias puertorriquenos , actuando bajo 6rdenes que luego se averigu6 que emanaron del gobernador Blanton Winship, asesinaron a sangre fria a veintiun desarmados e indefensos hombres, mujeres y ninos puertorriquenos, e hirieron a mas de doscientos . Actuando en su capacidad de representante de la Union Americana de Liberadores Civiles, Arthur Garfield Hays encabez6 una comisi6n investigadora que encontr6 que estos actos constituian una masacre y fij6 la responsabilidad de la misma directamente sobre los hombres de Blanton Winship. El haberlo retenido, Franklin Delano Roosevelt, que lo habia nombrado, como gobernador por dos al'ios, demuestra, si no su complicidad , el apoyo del Presidente a la Masacre.

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La crisis econ6mica por la que atraviesa el pueblo en esta decada como consecuencia de la Gran Depresi6n tambien obtiene la voz de protesta de la poeta . En 1938 se desata la huelga de los descargadores de barcos en los puertos de Puerto Rico. Esta situaci6n la presenta ella de manera antitetica . Si por un lado se siente el hombre avergonzado al no poder trabajar, por el otro es positiva la situaci6n porque da motives para evaluar su posici6n como victima de la explotaci6n . De ese modo cobra conciencia de su ser y pone su mente a trabajar. Veamos: iEstamos cargando ! Descargando los siglos de sus maquinas-hombres ; Ya no somos esclavos , Descargando la historia de la voz de los ricos Ya nosotros hablamos. Descargando el sistema de las !eyes que explotan , Ya nosotros pensamos . Descargando el horario de los capitalistas , el momento demanda el reloj de las manos . Sigamos camaradas , sigamos descargando del sistema que explota nuestras masas el esfuerzo de todos nuestros brazos. Lancemos la ofensiva en un soberbio empuje proletario, nuestras mentes alertas , nuestros brazos parados , rechazando la carga de los muelles mientras el rico insista en explotarnos. Continuemos la huelga , camaradas : iYa no somos esclavos! iAnunciemos el grito del presente ! iSomos punos cerrados! (Como puiios cerrados)

De este modo, su voluntad es afirmativa en querer luchar por la liberaci6n de su patria. Asi lo expresa la misma poeta al decir: " Yo me qu iero ir a Puerto Rico lo antes posible a poner mi esfuerzo a la liberaci6n total de nuestra patria. Me siento un poco culpable de tanta y tan prolongada dis tancia . .. " 1 1

Testimonio de ello lo da en el poema " Rio Grande de Loiza " al clamar: iRio Grande de Lofza! ... Rfo grande. Llanto grande. El mas grande de todos nuestros llantos islenos , si no fuera mas grande el que de mi se sale por los ojos de mi alma para mi esclavo pueblo.

Para la liberaci6n de su pueblo, Julia de Burgos veia un ejemplo en el pueblo cubano . Admiraba ese pueblo " Porque aqui el hombre se esta reintegrando a su verdadero sentido y lo torcido tiende a ser derecho. Tengo mucha esperanza en esta tierra, porque ya no padece la enfermedad del sueno ". 12 De ahi que se presenta como embajadora para cantarle al gran Jose Marti.

11

Citado por Yvette Jimenez de Baez, Julia de Burgos, vida y poesia , (San Juan, Puerto Rico: 1966), p . 66.

12

Citado por Yvette Jimendez de Baez, Op . cit., p. 42.

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Yo vengo de la tierra mitad de tu destino del sendero amputado al rumbo de la estrella ; del ultimo destello del resplandor andino, que se extravi6 en la sombra, perdido de tu huella . Yo vengo de una isla que tembl6 por tu trino, que hizo tu alma mas fuerte , tu llamada mas bella ; a la que diste sangre, como diste camino (que al caer por tu Cuba, ya calste por ella). (A Jose Marti) Mensaje

Y pedirle el reclamo que le extiende el pueblo puertorriqueno. Y por ella, la America debe un soplo a tu lumbre ; su tiniebla hace un nudo de dolor en tu cumbre recio Dios antillano, pulso eterno, Marti.

Finalmente, su posici6n es de censura contra regimenes dictatoriales . En este caso en particular, condena a Rafael Trujillo, dictador del pueblo dominicano. Que ni muerto las rosas del amor te sostenga. General de la muerte , para ti la impiedad . Que la sangre te siga , General de la muerte , hasta el hongo, hasta el hueso, hasta el breve gusano condenado a tu estiercol. (Himno de sangre a Trujillo)

Su prestigio lo ha ganado s61o a nombre de la tirania . Para el s61o se pide la maldici6n : iMaldici6n, General , desde el sepulcro en armas que reclama tu vida; desde la voz presente de los muertos que marchan a polvorear de cruces tu insolente conquista! iMaldici6n desde el grito amplio y definitivo que por mi voz te bu sea desde todas tus vlctimas ! Sombra para tu nombre. Sombra para tu crimen , General. Sombra para tu sombra .

En conclusi6n, podemos afirmar queen la dimensi6n social que presenta Julia de Burgos en su poesia, se veal hombre como ente de una colectividad que responde a la tradici6n , la raza, a un sistema econ6mico.

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LITERATURA

Zilia Sanchez, "Topologia" (cuerpos), 1985, telas, tensadas sobre madera, 80" x 68".

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DESDE UNA PERSPECTIVA FEMENINA: LA CUENTISTICA DE ROSARIO FERRE Y ANA LYDIA VEGA* Margarita Fernandez Olmos** La decada de los setenta en Puerto Rico fue testigo del surgimiento de un grupo de escritoras cuyos trabajos introdujeron una visi6n y una voz nueva en los ana1es de 1a producci6n cuentfstica del pafs . En el pasado, las poetas predominaron desde que la poesfa en un pafs de escasos recursos fue un genero que permitfa mayores posibilidades para publicar. Sus poemas fueron con frecuencia de naturaleza fnti ma y lfrica, pero sin embargo tambien se pod fan destacar aquellos que combinaron lo social y lo personal , como los de Lola Rodrfguez de Ti6 (1843-1924) y Julia de Burgos (1916-1953). La combinaci6n de factores importantes, sin embargo, produjo un cambio en la direcci6n de la producci6n literaria en Puerto Rico y, con esto, el aumento de la participaci6n femenina. Para comprender este desarrollo se debe considerar los cambios econ6micos y social es que jugaran un papel decisivo en la participaci6n activa y visible de la mujer dentro de la economla puertorriquena a principio del siglo XX. Cuando Puerto Rico pasa a ser colonia norteamericana en 1898, la importancia de un mundo tradicional y rural decae, surgiendo la industria manufacturera, donde las mujeres se integraron activamente, tomando conciencia de su papel como mujeres y como trabajadoras. Organizaron asociaciones femeninas.con sindicatos, y algunas fueron dirigentes del militante movimiento sindical. Luisa Capetillo (1880-1922), por ejemplo, fue activista sindical, escritora y editora de una revista para la mujer donde prqpugnaba la liberaci6n femenina. Las mujeres de la clase dominante terrateniente fueron afectadas por este cambio tambien, y pasaron a formar parte de la naciente clase media urbana debido a la transformaci6n general de la economfa. Muchas de ellas aprovecharon las oportunidades para el estudio academico y participaron en el movimiento sufragista que fue paralelo a las luchas feministas de la clase obrera. No obstante, de haber conseguido el derecho al voto en los anos 30, el feminismo como movimiento empez6 a decaer rapidamente. En los aflos 50, Puerto Rico experimenta una rapida industriallzaci6n bajo la "Operaci6n Manos a la Obra" que elabora un programa disenado para atraer industrias livianas de manufactura a la isl a, lo cual atrajo un gran numero de mujeres. Pero, fracasadas las esperanzas de un desarrollo econ6mico a largo plazo, junto con el aumento del desempleo en los anos 60, muchas mujeres con una preparaci6n de escuela secundaria y universitaria cuestionaron las contradicciones de su papel subordinado en la sociedad. •

Conferencia del Congreso de Literatura Contemporanea de las Americas de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico, febrero de 1982; Recinto Metropolitano. • • Protesora de Literatura y estudios femeninos, Depto. de Lenguas Modernas, Brooklyn College, New York.

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Los escritos de las autoras puertorriquenas en la actualidad contrastan con las viejas imagenes de las mujeres creadas por los escritores durante la fecunda producci6n narrativa de los anos 40 y 50. En esa epoca, muchos escritores respondieron al impacto de la creciente industrializaci6n que amenazaba los valores y los papeles tradicionales de las mujeres. Sus obras reflejaron el conflicto entre los valores de una sociedad capitalista urbana y la desapareciente sociedad agraria. Las mujeres que no se ajustaban a los que se consideraban valores tradicionales " nacionales" se convirtieron en slmbolos de la intervenci6n extranjera, y de la descomposici6n moral y social. Ejemplo de esto lo podemos encontrar en las obras de Rene Marques que reflejan ideas anti-feministas. De acuerdo con Edna AcostaBelen, Marques . . . . atribuye a la americanizaci6n , la destrucci6n de lo que el define como la " estructura social y cultural establecida" • esto es, aquellos valores asociados con la estructura agraria patriarcal. Concluye que: Lo anterior puede explicar por que la mujer ocupa frecuentemente en la literatura actual destacado lugar protag6nico. Quiza tambien explique por qua no siempre aparece ella bajo luz benevola o halaguena. 1

Ademas de las razones socio-econ6micas y la toma de conciencia feminista, la participaci6n femenina en la narrativa se debe tambien a los diversos factores literarios comunes a toda America Latina: el enorme crecimiento y evoluci6n de la narrativa en los anos 60 representado por autores como Gabriel Garcia Marquez, Julio Cortazar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa; su transformaci6n de una literatura localista a una mas universal dentro de un contexto regional, la experimentaci6n con el lenguaje y la busqueda de una expresi6n natural, instintiva ya la vez crltica; el uso de la fantasia como un ataque a las categorlas mentales establecidas y la necesidad de un redescubrimiento de la realidad Latinoamericana. Todo esto fascinaba a los j6venes escritores quienes lelan y frecuentemente asistfan a conferencias ya talleres literarios llevados a cabo por reconocidos autores en las universidades. Otro resultado importante fue la creaci6n de un creciente mercado para escritores y publicistas debido al aumento de un publico lector en la clase media. Mientras que la poesla fue la forma literaria predominante en Puerto Rico en los anos 60, el principio de los anos 70 es testigo del. nacimiento de dos nuevas revistas literarias las cuales fomentaban la prosa: Zona Carga y Descarga y Penelope o el otro mundo. La reconocida revista Sin Nombre dedic6 un numero a la cuentlstica en 1975, y los concursos y talleres literarios tambien estimularon el desarrollo de la narrativa. De las escritoras que surgen en esta coyuntura (Rosario Ferre, Magali Garcia Ramis, Olga Nolla, Ana Lydia Vega, Carmen Lugo y Balilih Jimenez) examinaremos las obras de dos de ellas que revel an los procesos hist6ricos, culturales y econ6micos que han ocurrido en la sociedad puertorriquena, desde una perspectiva femenina. Tambien examinaremos sus intentos en crear un lenguaje que rescate la sexualidad femenina y desenmascare los estereotipos que la atan, negandole su realizaci6n total. Rosario Ferre es la mas compleja y reconocida de estas escritoras. Nace en Ponce en el seno de una rica y prominente familia, viviendo la vida tfpica de una joven de su clase hasta finales de los anos 60 cuando cursa estudios post-graduados en la Universidad de Puerto Rico. Es ahl donde se pone en contacto con Mario Vargas Llosa y Angel Rama y donde es estimulada a proseguir con su capacidad de ,

Edna Acosta Belen, " ldeologla e imagenes de la mujer en la literatura puertorriquena con· temporanea " en La mujer en la socledad puertorrlquelia, ed. Edna Acosta Belen (P.R.: Ediclones Huracan, Inc., 1980), p. 140.

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escritora. En 1972 ella, en companla de otros, funda la revista literaria Zona Carga y Descarga que se comprometla a una renovaci6n literaria y social. ~us primeros escritos estan incluidos en Papeles de Pandora publicado en Mexico en 1976. 2 Los cuentos de Ferre se concentran basicamente en la burguesla y sus relaciones sociales. Con frecuencia combinan el uso de la fantasia con la crltica social , como en el cuento "La muneca menor" en que los personajes son miembros de una familia terrateniente que sufre las consecuencias de una cambiante estructura econ6mica, " rodeada de un pasado·que deja desintegrar a su alrededor con la misma impasible musicalidad con que la lampara de cristal se desgranaba a pedazos sobre el mantel raldo de la mesa del comedor" . La falta de contacto con la realidad y la aceptaci6n pasiva de su creciente debilidad como clase dominante se man ifiestan simb61icamente en los personajes de la tla y su sobrina. Mientras se banaba en el rlo, la tla es infectada en las piernas por una chagara parasitaria que permanece allf por anos. Su enfermedad la mantiene en su casa atendiendo a sus sobrinas para quienes les hacla munecas que correspondlan a sus tamanos. La sobrina mas joven se casa con el hijo del medico de la tla, quien se da cuenta durante una de sus vis itas que su padre pudo facilmente haber curado la pierna de la tla muchos anos antes. " Es cierto, contest6 el padre, pero yo s61o querla que vinieras a ver la chagara que te habla pagado los estudios durante veinte anos ". Despues de la boda, el joven medico saca a la sobrina del ambiente rural y la trae al pueblo, donde es lucida como una muneca en el balc6n , " para que los que pasaban por la calle supiesen que el se habla casado en sociedad " . En contraste con la familia aristocratica de su mujer el doctor es de la clase media. Es agresivo en su empeno de riquezas, cobrando exorbitantes precios a clientes que no les importa pagarle" , para poder ver de cerca a un miembro legltimo de la extinta aristocracia canera". S61o le perturba una cosa: Notaba que mientras el se iba pon iendo viejo, la manor guardaba la misma piel aporcelanada y dura que ten la cuando la iba a visitar a la casa del car'\averal. Una noche decidi6 entrar en su habitaci6n para observarla durmiendo. Not6 que su pecho nose movla. Coloc6 delicadamente el estetoscopio sobre su coraz6n y oy6 un lejano rumor de agua. Entonces la mur'\eca levant6 los parpados y por las cuencas vaclas de los ojos comenzaron a salir las antenas furibundas de las chagaras.3

En este cuento, como en otros de la coiecci6n, Ferre utiliza la imagen de la muneca desposada para simbolizar la situaci6n de las mujeres de una clase en particular, quienes estan atrapadas en una situaci6n matrimonial opresiva - adornos que se ponen en exhibici6n, excluyendolas de participar en el poder. La realidad de su crltica social esta yuxtapuesta con elementos fantasticos y grotescos creando una atm6sfera surreal. En este cuento, por ejemplo, la tensi6n comienza con la extranlsima e indestructible chagara parasitaria, y se desarrolla mas en la no acostumbrada y detallada confecci6n de las munecas: ... la tla llamaba a su habitaci6n a la nir'\a con la que habla sor'\ado esa noche y le tomaba las medidas. Luego le hacla una mascarilla de cera que cubrla de yeso por ambos lados como una cara viva dentro de dos caras muertas; luego hacla salir un hilillo rubio interminable por un hoyito en la barbilla. La porcelana de las manos era siempre translucida; tenla un ligero· tinte marfiler'\o que contrastaba con la blancura granulada de las caras de biscuit . Para hacer el cuerpo, la tla enviaba al jardln por veinte higOeras relucientes. Las cogla con una mano y con un movimiento experto de la cuchilla las iba rebanando una a una en craneos relu cientes de cuero verde. Luego las incllnaba en una hilera contra la pared del balc6n para que el sol y el alre secaran los cerebros algodonosos de guano gris. Al 2

Rosario Ferre, Papeles de Pandora (Mexico: Ed. Joaquin Mortiz, 1976).

3

Ibid., p, 15.

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cabo de algunos dlas raspaba el contenido con una cuchara y lo iba introduciendo con infinita paciencia por la boca de la mui'ieca.4 La mei'ior segula sentada en el balc6n, inm6vil dentro de sus gasas y encajes, siempre con los ojos bajos. Cuando los pacientes de su marido, colgados de collares, plumachos y bastones, se acomodaban cerca de ella removiendo los rollos de sus carnes satisfechas con un alboroto de monedas, perciblan a su alrededor un perfume particular que les hacla recordar involuntariamente la lenta supuraci6n de una guanabana. Entonces les entraban a todos unas ganas irresistibles de restregarse las manos como si fueran patas.5

El desenlace culmina en la transformaci6n grotesca de la sobrina en venganza contra su esposo. lnteresantemente, Rosario Ferre ha expresado una afinidad hacia los cuentos de hadas, y ha escrito una breve colecci6n para niiios:" .. .en cada lectura descubro en ellos nuevas lecciones y satisfacciones, una nueva manera de comprender y reconciliarme con el mundo". 6 En "La muiieca menor" el uso de tipos an6nimos, su falta de sorpresa ante los eventos extraordinarios que ocurren , y el triunfo de lo bueno sobre lo malo, son elementos de este cuento adulto que son analogos a los tradicionales cuentos de hadas. Otro cuento de Ferre que trata de la clase media urbana es "Cuando las mujeres quieren a los hombres". Esta obra tiene un tema mas explicitamente feminista yes interesante por su estilo y el uso del lenguaje. Ferre combina dos voces en un mon6logo interior que junta el fluir de la conciencia de dos mujeres -las dos IsabelIsabel Luberza, la viuda blanca de clase media, e Isabel la Negra, la prostituta, querida del fallecido esposo. La imagen del espejo que simboliza sus relaciones (la cual se repite a traves del cuento) es presentado primero en dos eplgrafes que representan a cada una de los personajes: la puta que yo conozco no es de la China ni del Jap6n porque la puta viene de Ponce viene del barrio de San Ant6n plena de San Ant6n conocemos s61o en parte y profetizamos s61o en parte, pero cuando llegue lo perfecta desaparecera lo parcial , ahora vemos por un espejo y oscuramente, pero entonces veremos cara a cara. SAN PABLO, eplstola de 10S Corintios, conocida tambien como eplstola def amor.7

La carta de San Pablo a los Corlntios, que vino a ser la base de la visi6n cristiana de la mujer, y que hoy dla se considera mis6gena, hace hincapie en la pasividad de la esposa y su sumisi6n al marido. La esposa en este cuento ha basado sus relaciones maritales en ello. Pero el cuento realmente sigue el segundo eplgrafe en su desarrollo ya que mientras cada una recuerda su vida con Ambrosio ve parcialmente su real idad hast a el momento de su encuentro, can do su conocimiento oscuro cede a una compr_ensi6n total. Isabel Luberza, la esposa, se ve reflejada en la prostituta dandose cuenta finalmente de su verdadera situaci6n. En contraste con Isabel Luberza, Isabel la Negra es una "self-made woman" quien, despues de haber iniciado sexualmente a todos los "blanquitos", hijos de los amigos de Ambrosio, vino a ser una experta en el arte de los placeres sexuales, ad4 5

6 7

Ibid., pp. 11-12. Ibid., p. 15. Rosario Ferre, "El cuento de hadas", Sin Nombre, II, No. 2 (julio-septiembre, 1980), 36. Papeles de Pandora, p. 26.

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quiriendo cierto renombre en el pueblo, participando en obras caritativas y sociales y eventualmente sustituyendo a Isabel Luberza en su posici6n. Su suer'\o, sin embargo, es vivir en el vecindario antes prohibido para ella, oportunidad que tiene con la herencia del fallecido Ambrosio que le deja la mitad de su casa. Con esto puede instalar un burdel caro y ganarse la respetabilidad que ella ar'\oraba. Por otra parte, la vida de casada solamente le trajo relativos beneficios materiales a Isabel Luberza, quien recuerda los ar'\os de humillaci6n y de degradaci6n . Ella es una mujer " decente" quien no puede competir sexualmente con su rival sino solamente en base a su estado civil , su clase social y su color. Empieza a aceptar a la otra como un " mal necesario" y llega a obsesionarse, imaginando c6mo sera flsicamente, que estaran haciendo su esposo y la otra, mortificando su propia piel en esperanzas de que la querida deje el camino del mal. El climax es, naturalmente, su encuentro, cara a cara, despues de tantos ar'\os imaginandose la una y la otra. La fusi6n de las dos realmente habla comenzado mucho antes cuando cada una empez6 a modificar su forma de vestir, etc., imitando a la otra. Pero el encuentro real despierta los viejos resentimientos y el enfrentamiento trae consigo la violencia. Yo sabla desde un pri[lcipio a lo que habla venido. Ya ella habla logrado sustituirme en todas las actividades del pueblo que yo habla presidido contigo, colgada de tu brazo como un jazmln retonado adosado al muro . Ahora desea quedarse con esta casa, ira asiendose cada vez mas a tu recuerdo como una enredadera de remoras hasta acabar de quitarmerlo, hasta acabar de chuparse el polvo de tu sang re con el cual me he coloreado las mejillas todas las mananas despues de tu muerte. Perque hasta ahora, por causa de ella, no he comprendido todo este sufrimiento, todas estas cosas que me han atormentado tanto, sino oscuramente, como vistas a traves de un espejo enturbiado, pero ahora voy aver claro por primera vez, ahora voy a enfrentar por fin ese rostro de hermosura perfecta al rost ro de mi desconsuelo para poder comprender. Ahora me le acerco porque deseo verla cara a cara , verla como de verdad ella es , el pelo ya una nube de humo rebelde encrespado alrededor de su cabeza, sino delgado y duct ii, envuelto como una cadena antigua alrededor de su cuello, la piel ya no negra, sino blanca, derramada sabre sus hombres como leche de cal ardiente, sin la menor sospecha de un requinto de raja, tongoneandome yo ahora para atras y para alante sabre mis tacones rojos, por los cuales baja, lenta y silenciosa como una marea, esa sangre que habla comenzado a subirme por la base de las ui'las desde hace tanto tiempo, mi sangre esmaltada de Cherries Jubilee.a

Ferre demuestra la relaci6n inextricable entre esposa y querida, las dos recibiendo beneficios materiales en cambio de su subyugaci6n , las dos explotadas por un hombre de poder (poder adquirido en base a su sexo y el control de capital). El hecho de presentarlas como reflejos contrapuestos subraya su victimizaci6n comun, mas alla de las 6bvias diferencias socio-econ6micas y raciales. lr6nicamente, Isabel Luberza es la mas debil de las dos, a pesar de sus privilegios. Su obsesi6n y su falta de poder la conducen a la mortificaci6n y finalmente a retirarse del mundo, mientras Isabel la Negra se fortalece y se beneficia emocional y econ6micamente de la ausencia de Ambrosio . Lacasa, que es slmbolo de decencia, bienestar, prestigio social y exito econ6mico para Isabel la Negra, es s61o una jaula para Luberza, una metafora de su existencia restringida y limitada - es decir, su confinamiento pslquico. Ella que fue idolatrada mientras vivla Ambrosio se contrasta con una prostituta negra para quien la idealizaci6n fue prohibida, debido a su raza y clase lo cual, en cierto sentido, la salv6. El lenguaje que utiliza Ferre es un desaflo a los tabues prevalecientes respecto a la expresi6n femenina, particularmente en una sociedad tradicional como la puertorriquer'\a donde, para mujeres de su clase social , s61o una realidad limitada es aprobada. La autora ha ido mas alla de las auto-restricciones tradicionales , o la

a Ibid., p. 44.

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auto-censura, diciendo nuestras palabras desde una perspectiva femenina. Ferre misma ha dicho que, para ella, el erotismo es revolucionario. En Zona Carga y Descarga escribi6 en un ensayo sobre Julia de Burgos que la poeta busbada la autenticidad tanto polftica como moral, y por eso fue destruida por la sociedad. Su poesfa representa una lucha por la igualdad social y contra la represi6n del erotismo natural en la mujer, impuesta por la moral burguesa. El erotismo de su poesla tiene, por lo tanto, un sentido mucho mas profundo de lo que comunmente se le adjudica. Es un erotismo revolucionario, que atenta contra la base misma de la sociedad burguesa, y apunta, como hace Luisa Capetillo en otra forma , hacia un desenmasacaramiento de la moral hip6crita, y hacia una defensa de los valores natu rales, como lo son el amor y la igualdad ... la mujer puertorriquer'la tiene que erradicar la moral burguesa, que la corrompe y cosifica; t iene que forzar la sociedad a quitarse mascaras y mitras, asumiendo con valentia esos valores humanos que son las verdaderas metas del socialismo y la independencia.9

El lenguaje, pues, es la comunicaci6n, claro, pero tambien puede ser un desmitificador de las estructuras que nos oprimen: es decir, una praxis verbal. Esto es evidente en el estilo de Ferre que maneja el signo por medio de un aparentemente desenfrenado juego de palabras en una subversion de lo racional y, por ende, una ruptura con el orden simb61ico a traves de la palabra. No es pornografico ya que no apoya el mito de la pasividad femenina o el masoquismo; las distorciones sexuales entre hombre y mujer se deben mas a una imposici6n socio-cultural que a la naturaleza femenina: porque no es correcto que a una nir'la bien se le disloque la pelvis, porque las nir'las bien tienen vaginas de plata pulida y cuerpos de columnas de alabastro, porque no esta bien que las nir'las bien se monten encima y galopen por su propio gusto y no por hacerle el gusto a nadie, porque ellos no hubieran podido aprender a hacer nada de esto con las nir'las bien porque eso no hubiese estado correcto, ellos no se hubiesen sentido machos, porque el macho es siempre el que tiene que tomar la iniciativa pero alguien tiene que ensenarlos la primera vez y por eso van donde Isabel la Negra, negra como la borra en el fondo de la cafetera , como el tango en el fondo del cano .. _10

El contraste entre el lenguaje de las dos Isabel sirve masque la funci6n estructural de distinguir entre los personajes. Cuando Isabel la Negra habla, o cuando la narrativa se refiere a ella, el lenguaje es mas vital, con imagenes sexuales espontaneas e imaginativas. Es el habla libre, autentico de las clases populares en contrasle con el habla formal , ret6rico e inhibido de la clase media en su representaci6n de Isabel Luberza, revelandose asi los mecanismos ideol6gicos de sus papeles . Solamente hacia el final del cuento, cuando Isabel Luberza comienza a verse en la otra y se mezclan las voces , es que su lenguaje se vuelve mas agresivo. Es decir, que el lenguaje en esta obra refleja la rigida estratificaci6n de una sociedad en que el orden social esta determinada por clase, sexo y color. La urgencia de encontrar un lengu'aje nuevo nose limita a la obra de Ferre. En Puerto Rico, como en el resto de la America Latina, el interes en el lenguaje es el resultado de una condici6n hist6rica. Como dice Carlos Fuentes, " ... nuestro lenguaje ha sido el producto de una conquista y colonizaci6n ininterrumpida; conquista y colonizaci6n cuyo lenguaje revelaba un orden jerarquico y opresor" .11 El lenguaje como un medio hacia la liberaci6n a traves de la concientizaci6n y la identidad es un factor constante en la narrativa puertorriquena contemporanea. Otra escritora cuya obra examina el lenguaje como reflejo de valores s·ociales en evolu-

9 10 11

Rosario Ferre, Editorial en Zona Carga y Descarga (mayo-julio, 1973), 3. Papeles de Pandora, p. 36. Carlos Fuentes, La nueva novela hispanoamericana (Mexico: Ed. Joaquin Mortiz, 1969), p. 31 .

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ci6n y la influencia de la cultura colonial norteamericana, es Ana Lydia Vega, quien ascribe a veces bajo el pseud6nimo Talia Cuervo. Vega empez6 a escribir en los anos 70, yes profesora de trances en la Universidad de Puerto Rico. En contraste coll el estilo controlado de Ferre, Ana Lydia Vega despliega el habla de la calle, lo que Ivette L6pez llama el "ideolecto lumpenizado" 12 de la cultura popular puertorriquena, para parodiar y servir de contrapartida a la ret6rica oficial. Vega examina, con un humor mordaz, las distorsiones y contradicciones de los valores tradicionales, y la orientaci6n consumidora de una sociedad colonial. Sus personajes son de la clase obrera y del lumpen proletario que hoy dla constituye la mayorfa de los centros urbanos de la isla. Los personajes femeninos trabajan en profesiones tradicionales para la mujer -oficinista, asistente dental, etc.subordinada a un jefe, pero con una cierta independencia y, por.lo menos, sexualmente, liberadas de ciertas ataduras morales. El lenguaje en Vega mueve con el ritmo popular de la "salsa", combinandose la satira, el humor y la crltica social. El lenguaje del cuento "Pollito chicken", por ejemplo, cuyo tftulo se refiere a una forma utilizada en las escuelas para aprender ingles, es una metatora de la mentalidad colonial, tal como lo indica el epfgrafe: "Un homme a cheval sur deux cultures est rarement bien assis - Albert Memmi " . I really had a wonderful time, dijo Suzie Bermiudez, a su jefe tan pronto puso un zapatac6n en la qflcina. San Juan is wonderful, corrobor6 el jefe con benevola inflexi6n, reprimiento fe rozmente el deseo de ai'ladir: I wonder why you spiks don't stay home and enjoy it. Todo lo cual nos pone en el aprieto de contarles el surprise return de Suzie Bermiudez a su native land, tras diez ai'los de luchas incesantes. Loque la decidi6 fue el breathtaking poster de Fomento que vio en la travel agency del lobby de su building . El breathtaking poster mentado representaba una pareja de beautiful people holding hands en el funicular del Hotel Conquistador. Los beautiful people se vefan tan deliriously happy y el mar tan strikingly bluey la puesta de sol , no olvidemos la puesta de sol a la Winston-tastes-good , la puesta de sol tan shocking pink en la distancia que Suzie Bermiudez, a pesar de que no pasaba por el Barrio a pie ni bajo amenaza de ejecuci6n por la Mafia, a pesar de que preferfa perder un fabulous job antes que poner Puerto Rican en las applications de trabajo y morir de hambre por no coger el Welfare o los food stamfs como todos esos dirty, lazy, no-good bums que eran SUS compatriotas [.. . )1

La incapacidad de la protagonista de expresarse en un idioma u otro no es la (mica indicaci6n de las inconsistencias y el desdoblamiento de la personalidad colonial. Tambien sus acciones revelan sus contradicciones culturales e ideol6gicas. Pens6 con cierto amusement en lo que hubiese sido de ella si a Mother no se le ocurre la brillant idea de emlgrar. Se hubiera casado con algun drunken bastard de billar, de esos que nacen con la caneca incrustrada en la mano y encierran a la fat , ugly housewife en la casa con diez screaming kids entre los cellulitic muslos mientras ellos hacen pretty body y le aplanan la calle a cualquier shameless bitch. No, thanks. Cuando Suzie Bermiudez se casara -porque se casarfa maybe para pagar menos income tax- serfa con un straight All-American Republican church-going Wall-street businessman como su jefe Mister Bumper porque esos sf que son good husbands y tratan a sus mujeres como real ladies crladas con el manual de Amy Vanderbilt y todo. Por el camino observ6 nevertheless la transformaci6n de Puerto Rico. Le pareci6 very encouraging aquella poliferaci6n de urbanizaciones, fabricas, condominios, carreteras y shopping centers . Y todavfa esos filthy no-good Communist terrorists se atrevfan a hablar de independencia. A ella sf que no la iban a hacer swallow esa crap. 14 12 13

14

Ivette L6pez, "El cuento al dfa", Reintegro No. 2 (Ai'lo 1, 1980), 18. Ana Lydia Vega, "Pollito chicken", Sin Nombre, 10, No. 1 (abril-junio, 1979), 89. (Los cuentos de Ana Lydia Vega ganaron el Premio Casa de las Americas de 1982 y saldran publicados en Cuba bajo el tftulo Encancaranublado y otros cuentos de naufragio en septiembre de 1982). Ibid., p. 90.

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Suzie descubre luego que no hay norteamericanos rubios en el hotel y que el unico candidato posible para una aventura es el bartender puertorriqueno. Su encuentro sexual con el evoca en ella otra perspectiva polltica sobre el estatus colonial de la isla: Esa misma noche, el bartender confes6 a sus buddies hangueadores de lobby que: -La tipa del 306 nose sabe si es gringa o puertorra, br6del. Pide room service en ingles legal pero cuando la pongo a gozal, abre la boca a grital en boricua. -Y lQUe dice? respondi6 cual coro de salsa su fan club de avidos aspirantes a tumba gringas. Entonces, el admirado mamit61ogo narrr6 c6mo, en el precise instante en que las platinum-frosted fingernails se incrustaban passionately en su Afro, desde los skyscrapers inalcanzables de un intra-uterine orgasm , los half-opened lips de Suzie Bermiudez produclan el sonoro mugido ancestral de: - iVIVA PUERTO RICO LIBREEEEEEEEEEEEE!

Los cuentos de Vega no tratan exclusivamente la condici6n de la mujer sino de la sociedad en general ; sus personajes femeninos en "Pollito chicken" y otro cuento " Letra para salsa y tres soneos por encargo" revelan mucho sobre las relaciones entre hombres y mujeres de la gran mayorfa de la poblaci6n. Nos evocan las ideas de Jose Luis Gonzalez en su ensayo " El pals de cuatro pisos" donde el autor com para la cultura popular con la de la elite, y las cambios producidos en el estatus de la mujer puertorriquena como resultado de la dominaci6n polftica y econ6mica estadounidense. Segun Gonzalez, el colonialismo norteamericano caus6 un trastorno en los valores culturales de la isla : " El vacio creado par el desmantelamiento de la cultura de los puertorriquenos 'de arriba' no ha sido llenado ni mucho menos, por la instruc_c i6n de la cultura americana, sino par el ascenso cada vez mas palpable de la cultura de las puertorriquenos de 'abajo' ." 15 No es solamente la cultura de masa la que ha desplazado los valores de la clase propietaria, sino tambien , " ... ciertos sectores muy importantes de la misma clase propietaria que han viv ido oprimidos en el interior de su propia clase . Pienso, sobre todo, en las mujeres. lA alguien se le ocurrirfa negar que el actual movimiento de liberaci6n femenina en Puerto Rico -esencialmente progresista y justo a despecho de todas sus posibles limitaciones- no es en grandisima medida un resultado de la " norteamericanizaci6n " de la sociedad puertorriquena? " " Letra para salsa y tres soneos por encargo " refleja lo que Gonzalez llama la " irrupc i6n del espiritu plebeyo " en la produ cci 6n art ist ica de la isla, como tambien las libres actitudes sexuales de las mujeres t rabajadoras. En este cuento, una joven, a quien se le refiere como " la Tipa", sufre diariamente los piropos groseros del joven de la calle, " el Tipo" , quien parece dedicarse exclusivamente a la conqu ista de mujeres en lugar de un trabajo productivo. Despues de tres dfas de ased io constante, " la vfctima " lo sorprende con una pregunta, " lVamos?" Pasmado,.s61o le queda la alternativa de defender su " virilidad patri a" y salen los dos en el carro de ella, " un Ford Torino rojo metal ico del '69 ". Obv iamente el no es peraba tal reacci6n , mientras " la Tipa" en cada momenta esta tranqu il a yen control de la situaci6n . Es ella la que busca el motel y paga la cuen ta. El narrador describe sus pensamientos: Desde la boda de Hector con aquella blanquita come mierda del Condado, el hi· men pesa como un crimen . Siete afios a la merced de un denti sta mam ito. Siete anos de rellenar canes y raspar sarro. Siete a nos de contemp lar gargantas espa tarradas, de respirar al ientos de pozo septico a cambio de una guinada, un piropo

1s Ibid., p. 92. Jose Luis Gonzalez, El pais de cuatro pisos (P.R. : Ed . Huracan, 1980), p. 30. 11 Ibid., p. 36.

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mongo, un roce de mariposa, una esperanza yerta. Pero hoy estalla el convento . Hoy cogen el vuelo de los tomateros los votos de castidad.18

Su motivo es, entonces, la venganza, una represalia que es mas bien una reacci6n a cosas que ella no controla ni determina. El climax humorfstico de la primera parte llega en el momenta en que "la Tipa" oye los gritos de dolor del "Tipo" desde el bano donde esta fingiendo para enmascarar su impotencia sexual. El cuento sigue con tres desenlaces sucesivos llamados Soneos I, II y Ill. El Soneo I contiene una escena de "primer auxilio" y, como en "Pollito chicken" la polltica y el sexo se combinan para revelar la lntima relaci6n entre los dos: Primeros auxilios. Respiraci6n boca a boca. Acariciando la pancita en crisis, la Tipa rompe un soneo florecido de materialismo hist6rico y de sociedad sin cla• ses. Fricci6n vigorosa de dictadura del proletariado. Recital aleluya del Programa del Partido. El Tipo experimenta el fortalecimiento gradual a corta, mediana, y larga escala, de su conciencia lirona. Se unionan. Emocionados entonan al unisono la Internacional mientras su infraestructuras se conmocionan . La naturaleza acude al llamado de las masas mobilizadas y el acto queda dialecticamente consu mado.19

En los soneos restantes, "la Tipa " confronta al "Tipo" con sus ideas sabre "la igualdad .genital", salen eel motel y el regresa a su esquina favorita donde continua piropeando "con la perseverancia somociana, con la desfachatez del Sha", igual, inalterado por la experiencia. La autora parece sugerir que, las mujeres trabajadoras por lo menos, se han desarrollado y adaptado como resultado de los cambios sociales, mientras los hombres siguen atados a los valores anacr6nicos del machismo. Vega incorpora la tradici6n oral en su obra y representa lo que Gonzalez llama una "ruptura ideol6gica", es decir, un rompimiento con la ideologfa de una sociedad colonizada que produce unas imagenes fijas, estereotlpicas de cada uno de sus miembros. Al igual que Rosario Ferre y otras escritoras, la obra de la Vega se compromete con las preocupaciones feministas y los problemas sociales y polfticos puertorriquenos. Estas mujeres producen una obra muy humana que propane una realidad inclusiva, sin restricciones de genera ni de clase, ofreciendonos una nueva perspectiva, una visi6n autentica y una legltima y valiosa contribuci6n a la narrativa contemporanea Latinoamericana.

1a Ana Lydia Vega, "Letra para salsa y tres soneos por encargo" , Reintegro No. 1 (Ano 1, abril 1980), 19. 19 Ibid., p. 19.

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LA NARRATIVA DE LA MUJER PUERTORRIQUENA EN LA DECADA DEL SETENT A Marla Arrillaga *

Para ml todo comenz6 en Nueva York durante los anos sesenta con el ritmo mon6tono de The Times They Are A-changing, canci6n de Bob Dylan . Articulaba este joven cantante callejero la transformaci6n de la soc iedad norteamericana iniciada en la decada anterior cuyas consecuencias mas dramaticas fraguarianse en los anos sesenta. Alude Juan Angel Silen a este proceso en su libro La generaci6n de escritores de 1970 en Puerto Rico (1950-1976): " ... en la decada de 1950 en Estados Unidos se da una expansi6n de sus recursos econ6micos y humanos que se refleja en el crecimiento oe su fuerza obrera, en el aumento de sus burocracias federales y estatales, yen el aumento del sector que los soci61ogos de la escuela norteamericana llaman de 'cuello blanco· . .... " De igual manera se da una emigraci6n del sur hacia el norte y el oeste de un sector de su poblaci6n -los negros- que van a moverse hacia las ciudades y hacia los grandes centros urbanos. A la vez la poblaci6n blanca de las ciudades se mueve hacia los suburbias de las ciudades y los grandes centros urbanos. Acompal'ia este movimiento poblacional una expansi6n ilimitada del credito, el desarrollo de la industria de la construcci6n, la aparici6n de la televis i6n como un sistema de comunicaci6n de masas y una expansi6n de los capitales norteamericanos en busca de mercados a su producci6n y como una manera de mantener los niveles de vida en el marco de su propia sociedad . • . .. (1)

Estes cambios estructurales dentro de la sociedad norteamericana tendran su contrapartida puertorriquena en lo que Silen llama "la revoluci6n democraticoburguesa" que se da en la Isla bajo las auspic ios de la burguesia norteamericana y " .. .bajo las premisas de inversi6n extranjera, estabilidad politica y extensi6n ilimitada de credito"(2). La consecuencia hist6rica del cambio, tanto para la metr6poli coma para la coIonia, se define en un devenir dialectico: "En la medida que destruye la vieja so-

Catedratica, Departamento de Espal'iol, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras. Ponencia, Congreso Internacional de Literatura Hispanoamericana, 17-19 de sept. du 1980. San Juan de Puerto Rico -celebrado por la Universidad lnteramericana. (1)

(Rio Piedras, Puerto Rico: Editorial Cultural, Inc., 1977), pags. 26-27.

(2)

Ibid.

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ciedad sienta las bases de la nueva y pone en movimiento nuevas fuerzas sociales". (3) Continua Silen : " La decada de 1960 sefiala hacia el fin de la hegemonia mundial de Estados Uni dos y con ella se da la crisis del establishment liberal" (4). Resultado de este hecho hist6rico para los puertorriquefios sera que " ... el modelo de estabilidad pol itica que tiene el sistema en Puerto Rico para confrontarlo a la inestabilidad en America Latina se ve convulsionado internamente por procesos que llevan a una confrontaci6n y que dramatizan la inconsistencia liberal entre lo que se predica y lo que se hace. El mito de la democracia norteamericana se desploma ante los ojos de sus mas rabiosos defensores en la Isla. Es un proceso que lleva a la contradicci6n abierta con el sistema de las minorlas que no part ic ipan de la igualdad que se predica y del modelo de sociedad abierta que les dicen es la sociedad norteamericana" (5).

La crisis del establishment norteamericano, una de cuyas manifestaciones mas visibles es la polarizaci6n de su poblaci6n minoritaria, coincide con la fase insurreccional en la cual ha entrado America Latina a partir de la revoluci6n cubana. Coincide, asimismo, con la revoluci6n estudiantil francesa de los afios sesenta. La sociedad puertorriquefia sufre la influencia directa de esos afios de coyuntu ra hist6rica. Un efecto significativo sera la paulatina radicalizaci6n de un segmento de la sociedad puertorriquefia. El independentismo de izquierda se vera influido por el marxismo; estableciendose, dentro del movimiento independentista, una dialectica entre este grupo progresista y el independentismo tradicional que entrara en crisis. Es desde esta perspectiva de cambio estructural y social que abordaremos la producci6n narrativa en la decada del setenta en la minoria local mas numerosa: la mujer puertorriquefia. Partimos de la premisa que el concepto de minorias esta estrechamente ligado al concepto de lucha de clases . Se es minoria en relaci6n dialectica a la clase dominante. Segun Federico Engels: " El hombre es en la familia el burgues; la mujer representa en ella al proletariado" (6). Nos interesa, por consiguiente, dilucidar, asimismo, en que medida la escritora puertorriquefia demuestra en su obra haber cobrado conciencia de su clase lo cual, segun lo anteriormente establecido, significaria a la vez haber cobrado conciencia de su sexo. La exploraci6n de esta vertiente nos llevara a unas hip6tesis tentativas, dado los limites que nos impone la estructura de una presentaci6n corta, de que nivel de integraci6n ha logrado la escritora puertorriquefia en relaci6n a la literatura femenina o feminista internacional •. Comentaremos la obra de seis escritoras: Ana Luisa Duran , Marigloria Palma, Anagilda Garrastegui, Magaly Garcia Ramis , Edelmira Gonzalez Maldonado y Rosa(3)

Ibid. , pag. 28.

(4)

Ibid.

(5)

Ibid., pag . 29.

(6)

En Marx , Enge ls, Lenin y "Otros, La emancipacion de la mujer (Mexico: Editorial Grijalbo, S.A. , 1970), pag . 105. (Me veo obligada en estos momentos a incluir un parentesis explicativo. Se preguntara el lector por que no hare menci6n de escritoras feministas hispanoamericanas en mi trabajo. La verdad, que todavla estoy en proceso de exploraci6n en cuanto a su obra se refiere. Nuestra realidad de dependencia colonial ha conspirado, de mas de una manera, para entorpecernos el acceso a materiales hispanoamericanos. El proceso de transculturaci6n ha penetrado el terreno de la realidad literaria puertorriquet'\a en todos sus aspectos. Se plantea con esto un problema multidimensional que merece ser estudiado a fondo).

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rio Ferre. No son las (micas mujeres que publicaron narrativa en la decada del setenta . Nos limitamos, no obstante, a aquellas que han publicado en forma de libro y cuya aportaci6n nos parece mas significativa. Presenta Ana Luisa Duran en su cuento largo Toro de Minos (7), publicado en 1971 , una denuncia acerrima al tipo del nuevo bur6crata progresista burgues, pro-. ducto de la expansion de capital norteamericano en las ultimas decadas. Contrapone Duran a este tipo de bur6crata corrompido la persona de un poeta que, en calidad de denuncia, actua como conciencia que logra meterse bastante literalmente dentro de la piel del protagonista quien ira paulatinamente definiendo su identidad dentro de la dualidad " mitad bestia mitad hombre" (8). La actualizaci6n del mito del minotauro del cual se vale Duran como instrumento de denuncia no es en si novedoso. Loque resulta interesante es que la actualizaci6n del mito lleva a una lucida re-articulaci6n del antiguo clise, orgullo del hombre, guerrilla de la mujer, del hombre visto como bestia. Se re-articula el clise en relaci6n a los personajes femeninos del cuento quienes, a pesar de aparecer en situaciones estereotipadas, motivan reacciones de parte de los personajes masculines que revelan que si bien se cierto que ha surgido un nuevo tipo de hombre bestia, tambien lo es que se va creando un nuevo tipo de mujer que, en pie de lucha dialectica, no podra ya pasar desapercibida. Veamos un ejcmplo de este tipo de diriamica de acci6n: " Bastante hace mi mujer de alentadora de Damas Civicas, Futuras Amas , Club de Superaci6n de Cociente de lnteligencia, y otros. A prop6sito de las Damas, acaban de levantar fondos que ya quisiera yo para dinerito de bolsillo. Y casi han duplicado sus miembrns. Son hembras con ideas propias, y sus inclinaciones en las artes" (9).

Observamos en el cuento, sin embargo, indicios de ideologia (10) pasotista de parte de la autora en la denuncia que hace a los valores progresistas del protagonista . La vision final de Duran resulta apocallptica en el sentido que sei'lala Umberto Eco (11), ya que la integraci6n al devenir hist6rico nose caracteriza s6Ia y exclusivamente por la corrupci6n. El ai'io 1973 nos dados novelas escritas por mujeres : Amy Kooksty (12) de Marigloria Palma y Leche de la Virgen Azul (13) de Anagilda Garrastegui. Afirma acertadamente Asela Rodriguez-Seda que ambas novelas " ... estan estructuradas alrededor de la descripci6n o presentaci6n de una figura femenina, su soledad, su relaci6n mujer-sociedad y mujer-sociedad tradicional, que se mueven en un ambiente autoritario, patriarcal"(14). (7)

(Rio Piedras, Puerto Rico: Editorial Antillana, 1971).

(8)

Ibid., pag . 36.

(9)

Ibid. , pags. 22-23.

(10) Franz Jakubowsky, Las superestructuras ideologicas en la concepcion materialista de la historia (Madrid: Comunicaci6n, serie B no. 26, s.f.). (11) Apocalipticos e integrados ante la cultura de masas (Barcelona: Editorial Lumen, 1975). (12) (Rio Piedras, Puerto Rico: Editorial Edil, Inc., 1973). (13) (Rio Piedras, Puerto Rico: Ediciones Puerto, 1973). (14) " La Vision de la Mujer en la Sociedad Contemporanea: Amy Koosky y Leche de la Virgen Azul", Revista/Review lnteramericana (Summer 1975), Vol. V, No. 2.

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Amy, novela de forma bastante tradicional ofrece, no obstante, la novedad de ubicar a la mujer, quizas por primera vez dentro de la trayectoria narrativa femenina puertorriquei'la, fuera de su clase natural o familiar -la de sus padres-; rebasando su clase real , el proletariado, para ubicarla dentro de esa clase marginada de excedente humano, fruto de un capitalismo en crisis. Segun sei'lalara Gladys Crescioni, en entrevista que le hiciera a la autora durante el curso de este ai'lo, " La protagonista, Amy Kootsky, es hija de un arquitecto y nieta de un medico y se cri6 en el ambiente de la clase media alta de Chicago " (15). Cuando conocemos a Amy , sin embargo, en las postrimerlas de su vida, vemos c6mo su crianza burguesa que fomenta la dependencia total de la mujer en sus relaciones con el hombre unida a los cambios estructurales de epoca han conspirado para ubicarla en una regi6n de transici6n socio-racial habitada mayormente por grupos marginados compuestos por minorfas etnicas, raciales y sexuales. La novela de Marigloria Palma tiene el interes, ademas, de anticipar el tema de la locura en la mujer como consecuencia de su situaci6n econ6mico-social; tema que abordara la escritora feminista Marilyn French en su libro de 1978, The Women's Room (16). Leche de la Virgen Azul contiene una muy importante aportaci6n que hasta ahora ha pasado desapercibida: la liberaci6n del lenguaje de todo lo hasta ahora apenas nombrado en la narrativa hispanoamericana conlemporanea segun concepto que emitiera Emir Rodriguez Monegal (17) refiriendose al lenguaje de La guaracha del Macho Camacho (18), novela de Luis Rafael Sanchez. 6s nuestra obligaci6n sei'lalar que este proceso habla quedado ya establecido en Leche. Obrara en ambas novelas como estructura de ruptura formal, contrapartida literaria de la ruptura con valores obsoletos de clase que es parte de la visi6n del mundo (19) de la promoci6n literaria del setenta. Examinemos, aunque mlnimamente, este proceso en Leche. Los meta-sistemas correspondientes a la mala palabra y al lenguaje de la sexualidad humana, especlficamente de la sexualidad femenina, aparecen liberados, desmitificados, tanto a nivel de significante como de significado, creandose una apretada coherencia donde sobresale innovadoramente la creaci6n de la metafora de la sexualidad abierta, contrapartida literaria de conciencia posible (20) dentro del papel que le corresponde a la mujer en la lucha de clases. En otras palabras, el lenguaje de la sexualidad femenina, en tanto en cuanto rebasa significado para convertirse asimismo en significante, afirma el derecho de la mujer no meramente a ser persona total en sl misma, sino que la incorpora, por esfuerzo propio, limpiamente ganado, a la comunidad de trabajadores del pensamiento de que hablara Julio Antonio Mella (21). Veamos (15) " Encuentro Cultural " , El Mundo (San Juan, Puerto Rico), 15 de junio de 1980, pag . 10B. (16) (New York: Jove/HBJ Publications, 1978). (17) En palabras que dirigiera a los asistentes al Congreso de Literatura Hispanoamericana Contemporanea auspiciado por la Universidad lnteramericana en septiembre de 1980. (18) (Buenos Aires, Argentina : Ediciones de la flor, 1976). (19) Lucien Goldn:iann , Las ciencias humanas y la filosofia (Buenos Aires, Argentina: Ediciones Nueva Visi6n S.A.I.C., 1972). (20) Ibid. (21) En Roberto Fernandez Retamar, Caliban, Apuntes sobre la cultura en nuestra America (Mexico: Editorial Di6genes, S.A., 1971).

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algunos ejemplos mlnimos de este metasistema lingulstico: " la soledad clava su bandera en mi clitoris ", " a ml las nubes me masturban la fantasia ", " cosas como comer pez6n de cucaracha" , "me duele tu silencio de esperma " , "ebrio hasta la punta del pene" (22). La apretada coherencia que caracteriza a Leche ejemplifica, a la vez, el " caracter progresista de la emigraci6n " de que hablara Lenin, que quiebra " habitos atrasados y rudos de la vida local, quebrando las barreras y prejuicios nacionales ... " (23). Las escenas neoyorquinas en Leche , en especial la sesi6n de busqueda persona l comunal bajo la influencia de la marihuana alucinatoria, fuera de darnos una vision acabada de alienaci6n segun serialara Rodriguez-Seda (24), nos plantea, apropiandonos una frase de Silen (25), el " riesgo de la creatividad " como posibilidad de acci6n . Marla, la protagonista, representa la mujer creadora -es pintora- inmersa en una busqueda de autenticidad que de cuerpo 3. una nueva identidad femenina dentro del mundo de hoy. Por otra parte, no es accidental que Leche tenga verdaderas tangencias con la novela Fear of Flying (26) que publica el mismo ano que Leche la escritora norteamericana Erica Jong . Son ambas producto de un mismo proceso estructural que hace crisis. En una y otra novela las protagonistas son mujeres creadoras . Ambas retroceden hacia sus orlgenes a traves del sicoanalisis. Ambas seven torturadas por el "fear of flying" que no es otra cosa que el deseo de ser personas con vida propia liberadas de los miedos y el gran sentido de culpa impuesto por la sociedad opresiva patriarcal. Isadora, protagonista de Flying, completara su proceso en elsegundo libro de Jong : How to Save Your Own Life (27). La Maria de Leche se converti ra en la Maria de El huerto, novela inedita de Maria Arrillaga . Una diferencia que consideramos sumamente importante entre ambas novelas es que mientras la estructura de Flying refleja con toda uniformidad la estructura material, comercial, del sistema de donde surge, la ruptura linguistica en Leche se constituye en contrapartida literaria que refleja con toda fidelidad una coyuntura hist6rica local. Como habla senalado ya en mi trabajo sobre La guaracha del Macho Camacho (28), se trata de todo un lenguaje de guerrilla verbal ; arma, protesta y afirmaci6n nacional de la literatura puertorriquena de la decada del setenta. Aun cuando este proceso socio-literario ubica al escritor-ora puertorriqueno-a en relaci6n a los procesos socio-literarios hispanoamericanos, lase insurreccional -nueva literatura, es deber puertorriqueno senalar que la guerrilla linguistica puertorriquena tendra unas caracterlsticas sui generis que corresponde a la singularidad de nuestra lucha nacional. Una caracteristica que sin ambages identificamos es aquella del erotismo como estructura de liberaci6n total. Se trata de una estructura significativa ubicua en practicamente toda la promoci6n literaria del setenta •

(22) Anagilda Garrastegui , op. cit., pags. 31 , 50, 66, 70, 71. (23) En Juan Angel Silen , op. cit., pag . 80. (24) Asela Rodriguez-Seda, loc. cit. (25) Juan Angel Silen, op. cit. , pag . 81 . (26) (New York: Holt, Rinehart and Winston, Inc., 1973). (27) (New York: .Holt, Rinehart and Wiston, Inc., 1977). (28) Enajenacion social y linguistica en La guaracha del Macho Camacho, monografla inedita.

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En 1976 tres escritoras puertorriquei'las p.ublican Ii bros de cuentos. Magaly Garcia Ramis: La familia de todos nosotros (29), Edelmira Gonzalez Maldonado: Soledumbre (30), Rosario Ferre, Papeles de Pandora (31). Nos llama la atenci6n que Gerald Guinness, crltico anglo-puertorriquei'lo, en su trabajo Contemporary Puerto Rican Fiction: An Outsider's View (32), titulo a todas luces abarcador, omita hacer menci6n de cuatro de las narradoras recientes cuyas obras comentamos, a la vez que menciona esquematica y superficialmente las obras de Garrastegui y Ferre. Se pregunta este critico, desenmascarando su propia falta de responsabilidad intelectual, el porque de como la novel a de protesta social eclipsa otros temas dentro del genero ficcion . Consideramos que las proximas obras que nos ocupan desarrollan con decorosa amplitud los temas que Guinness echa de menos . El libro de cuentos de Magaly Garcia Ramis presenta, dentro de un marco de estructuras de oposici6n, una vision nueva de la mujer puertorriquei'la sorpresivamente carente de alienacion. Las mujeres que pueblan los cuentos de Ramis afirman su femineidad con una naturalidad y soltura que hubiera agradado a Virginia Woolf quien crela que la mujer debe escribir como mujer y sobre el mundo de la mujer y que debe hacerlo sin resentimiento (33). La protagonista del cuento Todos los domingos disfruta la seguridad de lo que Hama "su casa" en oposici6n a la casa de familia. Como se siente en control de si misma y de su circunstancia puede darse el lujo de tomarse la iniciativa en las relaciones que establece con su primo Jose Julian. Masque nada, este cuento opone un erotismo lirico al aburrimiento de la religion . El cuento Flor de cocuyo amplia el tema del erotismo convirtiendolo en estructura de aproximaci6n a la realidad actual de la mujer de hoy en el mundo de ahora en oposici6n a la falsa conciencia (34), opresiva y pasotista, que perdura dentro del ambito intelectual universitario. La- protagonista de La viuda de Chencho el Loco es una mujer con la valentia y seguridad en si misma de amar un loco sublime mientras mantiene su salud mental. Afirmando su derecho a vivir, exactamente un ai'lo despues de la muerte de su marido se casa de nuevo. El cuento Una semana de siete dias nos da la estructura significativa coherente de las oposiciones en Ramis. La frase " Y asi yo cai hincada en la tierra en el mundo de antes de mi abuelo, ... "(35) sei'\ala el proceso de ruptura entre un mundo de valores obsoletos y el mundo contemporaneo al cual se enfrenta la protagonista de este cuento y los demas. La protagonista de este cuento representa la mujer nueva. Es capaz de tomar decisiones propias, independientemente suyas, y a un mismo tiempo ser madre. Abandona a su marido a favor de la lucha revolucionaria y establece una relaci6n de compai'lera con su hija.

(29) (San Juan de Puerto Rico: Institute de Cultura Puertorriquei'\a, 1976). (30) (San Juan de Puerto Rico: Institute de Cultura Puertorriquei'\a, 1976). (31) (Mex ico: Editorial Joaquin Mortiz, S.A. , 1976). (32) (Puerto Rico: Departament of Education , 1979). (33) A Room of One's Own (Frogmore, St . Albans, England : Triad/Panther Books, 1977). (34) Lucien Goldmann, op. cit. (35) Magaly Garcia Ramis, op. cit., pag . 57.

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Edelmira Gonzalez Maldonado publica Crisis (36) en 1973, Soledumbre en 1976. Con un lenguaje impreciso, onirico, en ocasiones de niveles supra-conscientes, nos plantea Ires temas especificos dentro de su narrativa: La mujer en relaciones con el hombre donde siempre sale derrotada, la denuncia de la contaminaci6n , caos e incomunicaci6n del mundo moderno, la busqueda exi stencial de respuestas a los eternos problemas del ser y en especial de la femineidad acosada dentro de un mundo cuya estructura tradicional se derrumba. A primera vista tanto la tematica como el formalismo de la obra de Edelmira podria parecernos trillado , simplista, pasotista, derrotista. Sin duda · alguna cae constantemente en la ideologia arielista. Frases tales como " O si la maquina lo maneja a el. ", la gente " como robots ", el avi6n como " Pajaro metalico " (37) y otras la delatan . Por otra parte, el existencialismo que llena sus paginas ha dejado de ser la filosofia del momenta. Su vision de la mujer, asimismo, podr ia parecernos pasotista en la medida en que hoy se perfila masque nunca, a nivel de literatura internacional yen calidad de conciencia posible, la mujer en situaciones de auto-afirmaci6n . Todo esto ubica a Edelmira como una escritora de transici6n . Adolece de la nostalgia por el supuestamente puro e incontaminado mundo donde prevalecia la economia de hacienda como base estructural de la sociedad y resiste integrarse al mare-magnum del desarrollo tecnol6gico de hoy. El problema de muchas de sus heroinas es que aguardan ser completadas por el otro (38), que se mueren de aburrimiento y desesperanza dentro de su propio aislamiento sin ocurrirseles ser en si mismas; integrarse, en lugar de rechazar, al mundo de la maquina. Parece desconocer la afirmaci6n de Federico Engels cuando dice: " La preponderancia del hombre en el matrimonio es consecuencia, sencillamente, de su preponderancia econ6mica, y desaparecera por si sola con esta " (39). Sin embargo, varias claves dentro de su obra nos motivan a una segunda lectura que coloque a esta mujer en su merecido sitial en las letras femeninas contemporaneas. Las mujeres de Edelmira rompen el silencio sumiso tradicional y articulan su derrota. Su cuento Mas alla de la vida las pa la bras (40) nos da una estructura significativa coherente reveladora de su conciencia posible. Otra clave significativa, estructura recurrente en varios de sus cuentos , es la del espejo. Virginia Woolf, luego de examinar las bases superestructurales del poder mascul ino, afirma que es poder hurtado a la mujer a quien ha utilizado el hombre como reflejo para doblemente engrandecerse a si mismo (41). Esta realidad del espejo se trastrueca, de mas de un manera, en la obra de Edelmira. Las mujeres en la obra de Edelmira se miran constantemente al espejo soslayando tanto el manido criteria de vanidad como la inseguridad opresiva del hombre para ir al encuentro de si mismas. Llegamos a la obra de Rosario Ferre. De todas las escritoras cuyas obras hemos comentado es la mas conocida y la mas controvertible. Las opiniones sobre su obra resultan contradictorias. Se le considera a un mismo tiempo la escritora del

(36) (Rio Piedras, Puerto Rico: Editorial Edil, Inc. 1973). (37) En Soledumbre, pags. 11 , 12, 84. (38) Simone de Beauvoir, The Second Sex (New York: Vintage Books, 1974). (39) En Marx, Engels, Lenin y otros, op. cit-, pag. 116.

(40) En Soledumbre, pags . 23-40. (41) Op. cit., pag . 35.

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momento, mientras a los mas altos niveles de la comunidad intelectual puertorriquena se murmura que su obra no es tan buena. Una lectura de su obra deja el siguiente saldo: Encontramos ideologia pasotista y/o arielista en los cuentos El abrigo de zorro azul, El jardin de polvo, Marina y el le6n , Carta . Mercedes Benz y El collar de camandulas exhiben la ideologia burguesa de elogio de la pobreza. La bella durmiente, Marina y el le6n y Cuando las mujeres quieren a los hombres adolecen de actitudes infantiles, pasotistas y burguesas en cuanto a la mujer se refiere . De tu lado al paraiso y El collar de camandulas resumen , aunque trastrocado, el compleJo D.H . Lawrence, reconocido actualmente como ideologia anti-feminista. Muchos de sus cuentos estan saturados de ideologia sado-masoquista: Cuando las mujeres quieren a los hombres, Amalia, Marina y el le6n, Carta , La bella durmiente, De tu lado al paraiso, Maquinolandera . Los cuentos La murieca menor y Merceces Benz carecen de lo que Virginia Woolf llama integridad (42), cualidad de convencer al lector de que el escritor dice la verdad. Su visi6n apocaliptica, tanto de la antigua aristocracia hacendada como de los llamados "nuevos ricos", no logra convencernos del todo. El problema con la obra de Rosario, pienso, es que le falta integraci6n de significado y significante. Ese lenguaje maravilloso de ella, especie de energJa gigante y luminosa, nose ajusta siempre a los contenidos queen ocasiones resultan ser bastante pobres, ingenuos, tal vez. Por otra parte, la obra de Rosario plantea un problema de critica literaria feminista. Si bien es cierto que viola muchos de los canones establecidos por Virginia Woolf sobre lo que debe ser la literatura femenina, tambien lo es que tales canones se encuentran hoy dia en proceso de re-evaluaci6n . Mas alla de estas consideraciones hace falta , a mi juicio, un estudio detallado de su obra que establezca con todo rigor si hay o no coherencia dentro de la totalidad . Termino mi informe sobre la narrativa de la mujer puertorriquena en la decada del setenta con unas brevisimas y muy tentativas conclusiones . Las obras que considero mejor logradas son , en el orden que las nombro, la de Garrastegui, Ramis, Palma. Les siguen las de Gonzalez Maldonado, Ferre, Duran. Todas estas escritoras puertorriquenas son buenas y sus obras merecen leerse. Quedan integradas, con algunas reservas que he intentado esbozar, a la vertiente de literatura femenina o feminista internacional ; companeras de lucha de mujeres como Simone de Beauvoir, Colette, Anais Nin, Tillie Olsen y otras que nombramos anteriormente. Son estas, nuestras escritoras puertorriquenas, producto de todo nuestro proceso hist6rico dependiente y heroico a un mismo tiempo. Merecen, por consiguiente, nuestro respaldo.

(42) Op. cit., pag . 69.

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NUEVAS FICCIONES DE ROSARIO FERRE Carmen Dolores Trelles** MALDITO AMOR, Rosario Ferre, Joaquin Mortiz, Mexico, 1986, 206 pp.* Tras un silencio de cuatro ai'lOs, la escritora Rosario Ferre -autora de cuentos, de ensayos y de un poemario- publica ahora un Ii bro singular en el que reune cuatro textos de ficci6n . En el se puede apreciar el perfil cada vez mas claro y preciso que va tomando su mundo de ficci6n, uno de tono aleg6rico pero con vinculaciones estrechas a un conflicto hist6rico-social. Podrla decirse que su tema fundamental es la lucha de clases , aunque no aquella en la que solemos pensar automaticamente al oir esa fra se: el ya clasico conflicto sociol6gico entre ricos y pobres ; proletarios y burgueses; o -para los marxistas- explotados y explotadores. El conflicto que esta en la obra de ficci6n de Rosario Ferre es uno mas complejo y sutil: la lucha por la supervivencia entre dos clases dirigentes en diferentes etapas de su evoluci6n social : la vieja clase de hacendados criollos, los explotadores del pasado, ya en vlas de disoluci6n, que luchan -o se resignan- ante su perdida de influencia y de hegemonla, y la pujante clase de banqueros, industriales y comerciantes -los explotadores del presente- que, bajo el amparo y en convivencia con los intereses norteamericanos en la Isla, se alzan como sus nuevos dueiios, como los nuevos arbitros del poder y la economla. Es este, pues , el tema fundamental en torno al cual se agrupan las cuatro ficciones de este Ii bro que muestran otras tantas facetas de ese conflicto vistas todas a traves de una perspectiva novedosa que

tiene de mito y de iron lay que se centra en personajes pertenecientes al grupo de la vieja clase de hacendados criollos. Maldito Amor, El regalo, lsolda en el espejo y La extraiia muerte del capitancito Candelario se situan, en efecto, en cuatro momentos cumbres del devenir cada. vez mas crepuscular de esa clase : a principios de siglo; hacia los ai'los cincuenta ; hacia finales de los sesenta y principios de los setenta yen un futuro que podemos intuir como mas o menos cercano. Maldito Amor, el texto que le da su nombre al libro, es el mas extenso, constituyendo una nouvelle o novela corta. Su acci6n gira -a traves de diferentes perspectivas- alrededor del destino ultimo de la central azucarera Justicia, situada en el mltico pueblo puertorriquei'lO de Guaman!. Slmbolo tanto de la resistencia de los hacendados criollos a la asimilaci6n econ6mica con los nuevos amos norteamericanos (que con la nueva y moderna central Ejemplo establecen un dominio sobre el sector agrlcola e industrial) como de las lacras inconfesables y la corrupci6n de una clase en decadencia -la vieja clase adinerada de signo patriarcal- la central provee el foco principal de las vidas y las ambiciones de la prominente familia De la Valle a traves de tres generaciones. Hay una multiplicidad de voces en la novela que nos dan sus testimonios di rectos y contradictorios al darnos sus historias personales y la de la central (y tambien, hasta cierto punto, la del pals). Desde la del

Apareci6 en El Nuevo Dia , domingo, 29 de junio de 1986, p. 12b (En Grande).

• • Crltica literaria y periodista.

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guamanerio an6nimo que cuenta de un pasado idflico hasta la voz de Laura, la matriarca agonizante, que narra una historia escalofriante de corrupci6n personal y familiar y que descubre uno de los " esqueletos " mas bochornosos que se esconde tras la alcurnia de los de la Valle, todos dan sus versiones de la realidad, dejando que la (mica posible verdad -la debilidad de una clase agotada e incapaz de hacerle frente a nuevos tiempos y nuevas exigencias- se vaya perfilando lentamente. Maldito Amor resulta brillante en su estructuraci6n y en su manejo del tiempo, que integra al pasado y al presente, a muertos y vivos en una complicada madeja de intrigas y engaf\os familiares, pero tendrlamos tambien que decir que para un publico no conocedor de nuestra compleja trayectoria hist6rico-socia l (Y no empece las " notas finales " extra-literarias que no tendrlan cabida en una obra de ficci6n), podrla resultar oscura y confusa en su trasfondo. Nose da la escritora suficiente espacio (este primer texto tiene s61o 79 paginas) para desarrollar cabalmente las causas y motivaciones que mueven a los personajes a traves de tres generaciones. Estos, por lo tanto, pierden precisi6n sicol6gica y en ocasiones parecen mas portavoces de ideas y posiciones definidas que personajes aut6nomos de ficci6n . Hay, ademas, demasiadas corrientes latentes -el prejuicio racial y el social ; el problema del abolengo y la rivalidad. fraterna; el mito de " la vieja felicidad colectiva " en contraposici6n a la miseria real ; la complicidad del arte con ese mito- que no se integran bien por falta de mas amplitud, dando a veces la impresi6n de que se introducen algo gratuitamente en el relato. Eso no sucede, sin embargo, en el segundo texto, El regalo , mas restringido en alcance y en personajes y con un conflicto mas claramente simb61ico, que integra muy bien -~n la relaci6n establecida entre dos mucha~as amigas, pertenecientes a dis-

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tintas clases sociales- el conflicto mayor que se da a la vez en la s_ociedad del pueblo. Prodigiosamente ambientado, el cuento El regalo se situa en los af\os cincuenta y no es diflcil adivinar la presencia inconfundible de la ciudad de Ponce , presente tambien -bajo el leve disfraz de Santa Cruz -en lsolda en el espejo en donde su idiosincracia social cumple un papel protag6nico. En este cuento se destaca sobre todo un personaje, Don Augusto Arzuaga, quien adquiere profundidad y humanidad, convirtiendose en uno de los mejor delineados de esta colecci6n de ficciones. A caballo entre las dos clases en conflicto -un conflicto que ya a estas alturas, las de la decada de los sesenta, se encuentra claramente desbalanceado- Don Augusto Arzuaga no es vlctima ni victimario ni pasa de lo uno a lo otro y por lo tanto tiene los claroscuros de los que carecen en general los demas personajes de Rosario Ferre. Sin embargo, resulta diflcil creer el postulado central del cuento de que para esas fechas sea tan importante el efecto de un matrimonio entre personas dispares. La precisi6n sicol6gica vuelve a tomar segundo piano en el ultimo de los relatos, La extrana muerte del capltanclto Candelario, narraci6n que adquiere un tono de farsa tragic6mica y que, con una especie de justicia poetica, lleva al ultimo de los De la Valle a un final merecido, aunque le confiere en el proceso una cierta dignidad. Situado en un futuro grotesco, aunque reconocible, el relato introduce mas evidentemente un elemento polltico que s61o habla estado sugerido en los anteriores. A traves del libro, con su hilo conductor y unificador de una clase cuyas diferentes familias entrelazadas por matrimonio o amistad la encarnan en diversas epocas, Rosario Ferre cautiva la atenci6n y el oldo con un estilo barroco, sugestivo, que crea un hechizo con su vocabulario rico y desbordante y con sus elegantes construcciones sintacticas que tan bien reflejan el complicado mundo que describe.

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LOS SILENCIOS DE MARIA BIBIANA BENITEZ, Maria Arrillaga, Institute de Cultura Puertorriquef'la, San Juan, 1985, 70 p.

Juan Martinez Cap6 *

Cuando el ataque de los ingleses a San Juan en 1797, Marla Bibiana Benitez tenla catorce ai'\os; este hecho a la luz de su futuro desarrollo como poeta, es revelador de por lo menos dos circunstancias vitales. Primero, que esta extraordinaria mujer puso su planta en dos siglos de historia puertorriquei'\a: nace en 1783, diecisiete ai'\os antes de expirar el siglo XVIII , y muere en los noventa ai'\os, faltandole veintisiete a nuestro siglo veinte. Segundo, que aunque tlmida y tal vez algo convencionalmente, fue a su manera testigo de su tiempo, ya que, aunque en poemas de ocasi6n se vali6 en su poesla, en la medida que pudo, del acontecer que la rode6. N6tese, por ejemplo, como en " La Ninfa de Puerto Rico ", de 1833 que Marla Arrillaga considera con raz6n su poema mas importante, hace alusi6n brevemente a aquel sitio de las tropas inglesas y al valor desplegado alll por los defensores puertorriquei'\os. " Aqul, pero iQUe digo! esta es la tierra I do solo una vez Marte/ os6 traer la guerra, / le opongo yo al Cordero y su estandarte I y la soberbia Albi6n humilla, aterra " . Ese poema de 1831, que es el primero que se conoce de la autora, da pie, por cierto, a Marla Arrillaga para formularse una serie de interrogantes que parten def hecho de que esa obra inicial la escribe " a la madura edad de cuarentiocho ai'\os " , he ahl una primera etapa de esos "silencios " de que habla el tltulo de este libro, y que va a la tardanza en iniciarse en las letras ya la escasez de producci6n . El antecedente inmediato de este libro de Arrillaga es el de Socorro Gir6n, " Vida y obra de Marla Bibiana Benitez y Alejandrina Benitez", publicado en Ponce, en 1967, y que pide un~ nueva edici6n . Marla Bibiana •

MARIA ARRILLAGA

LOS SILENCIOS DE MARIA BIBIAN A BENITEZ

l \ 'STJrl,TO OE Cl LIURA PLERTO RRI Ql'E 'Q A S.n Juan , Pueno Rk:o

1985

Director de la Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Crltico literario puertorriquei'\o.

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era tfa de Alejandrina, madre de Jose Gautier Benitez, y forman ellos un trio fami liar al cual Gir6n ha dedicado gran parte de sus pesquisas biografico-literarias. Marla Arrillaga acomete su propia investigaci6n de Marla Bibiana con intenciones revalorativas, espoleada por las teorlas de Luc ien Goldmann y Jacques Leenhard sobre la sociologla de la literatura; es la suya una lectura sociol6gico-polltica de la producci6n bibianesca, y ella expresa expllcitamente su inmersi6n en el metodo: " . . . Verra la escritura de Marla Bibiana Benitez en relaci6n a la sociedad que le sirvi6 de escenario acercandome, a un mismo tiempo, a la escritura en sl misma en busca de la mayor coherencia posible que me revelaran los elementos lexicos, sintacticos , metricos, ret6ricos ". Este metodo, mediante la identificaci6n de ciertas estructuras significativas , desembocarla a la postre en la meta analltica : la posible revelaci6n de la visi6n de mundo de Marla Bibiana. (Entre los que han aplicado los metodos de Goldmann en Puerto Rico figura el novelista Emilio Diaz Valcarcel , cuya obra " La Visi6n del Mundo en la Novela ", es un estudlo del libro " Tiempo de silencio", de Luis Martfn Santos). Arrillaga recorre la obra conocida de Marla Bibiana, nueve poemas y el drama " La Cruz del Morro", sobre el ataque holandes a Puerto Rico, que van de 1833 hasta 1862. No pudo manejar el poema de 1858 dedicado al nacimiento del prlncipe de Asturias. Sin poder detenerme en el analisis individual -cuya comprensi6n cabal exiglrla continuas citas del texto- debe senalarse que el centre parece ocuparlo la determinacl6n de las estructuras de iron las en la obra de la poeta, que vienen a constituir a la larga una defensa contra las estructuras opresivas de la epoca, y una de cuyas principales caracterlsticas es expresar lo contrario de lo que se quiere afirmar; es decir, valerse de una estrategia de disimulo. Esta estrategla, en el caso de Marla Bibiana, tiene dos ralces: su condici6n femenina y la situaci6n polltica. Son explicaciones adicionales del " silencio ". Se descubren , dentro de este andamiaje ir6nico, otras estructuras afines como la hiperb6lica, la de ambiguedad, de retorno, de nostalgia, de omisi6n, ·de controversia, metonlmica, ellptica.

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Se encuentra en la poesla de Marla Bi biana precedentes literarios de importan cia. La descrlpci6n del escenario de la Ninfa de Puerto Rico, por ejemplo, "establece, por primera vez en nuestras letras la llamada visi6n edenica de la Isla ", constante hasta nuestros dlas. En ese mismo poema se ofrece "tal vez, el primer ejemplo de resistencia polltica en la historia de la literatura puertorriquena ". En el " Acr6stico de Majadero ", de 1839, cree ver Arrillaga que " por primera vez en nuestras letras aparece una clara identidad femenina que afirma su posici6n dentro de la fabrica social de la epoca". La relaci6n entre Lola y Amezquita en " La Cruz del Morro "; "i naugura en nuestra literatura la ideologla basada en estas correspondencias : amor-patria, patria-amor ... " Sedan ejemplos de versos en defensa del hombre comun, del jornalero, del oprimido, posiblemente del preso polltico. No existen , por otra parte, en su obra, " ideas francamente libertarias", sino que su postura polltica -matizada por la situaci6n colonial y la condici6n de la mujer- se vera de este modo: "La visi6n de mundo de Marla Bibiana corresponde a la visi6n de la incipiente burguesla criolla puertorriquena de su epoca, y c6mo esta, oscilara entre una versi6n ambivalente respecto de la relaci6n imperio-colonia que por mementos adquiere tono reformista ". En cuanto a su proyecci6n literaria, Arrillaga aventura una incitadora hip6tesis : que la literatura puertorriquena no empieza con el "Aguinaldo Puertorriqueno" de 1843, como se ha venido diciendo en las historias de nuestras letras, sino en 1833, con " La Ninfa de Puerto Rico". La dejamos planteada como merecedora de consideraci6n. Y aunque sin animo de refutarla, podrlamos senalar el caso del can6nigo Diego de Torres Vargas, nacido en San Juan hacia 1590, quien en su " Descripci6n de la Isla y Ciudad de Puerto Rico " de 1647, ya hacla sus pinitos literarios. Pero no queremos ahora plantear otra estructura de silencio. Los " silencios" que saca a relucir sagazmente Marla Arrillaga alrededor de la figura de Marla Bibiana Benitez, revindican , como es su intenci6n , su importancia para la crftica y afirman su destacada labor precursora en la literatura y el feminismo puertorriquenos .

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ARTE Y SOCIOLOGIA DEL ARTE

Lorraine de Castro, " La Gata " , 1985, ceramica , 27" largo x 10" alto.

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LAS PINTORAS AYER Y HOY

Olga Nol/a*

Al margen de la polemica sobre que es la sensibilidad propiamente femenina qu~ siempre surge en los foros feministas , existe un cuerpo de obra hist6rica hecha por mujeres que ofrece caracterfsticas reveladoras. En un mundo donde los modos de producci6n artrstica estan regidos por hombres, las mujeres han trabajado persistentemente dentro de estas estructuras. El texto de Giovanni Boccaccio, De Claris Mulieribus, incluye relatos de tres artistas femeninas de la Grecia Antigua : Eirene, Marcia y Thamyris. La actitud de Boccaccio ante la creat ividad femenina es ambigua. Por un Iado alaba los logros de estas mujeres, los cuales validaban losesfuerzos de las mujeres artistas del siglo 14 italiano, pero al mismo tiempo subraya que estas eran mujeres excepcionales que renegaron de sus deberes femeninos para perseguir una profesi6n masculina. Si bien durante la Edad Media hubo muchas mujeres, monjas en su mayorfa, que ilustraron textos religiosos , durante el Renacimiento esto cambi6. Las mujeres solfan ser excluidas de los premios de artesanos y dejaron de tener acceso a un entrenamiento adecuado. Las pintoras del Renacimiento: Artemisia Gentileschi (1593-1662) y Elisabetta Sirani (1638-65) fueron hijas de pintores y recibieron entrenamiento directamente de sus padres. Sofonisha Anguisola (1532-1625) pertenecfa a una familia de cinco hijas de una madre entusiasta de la cultura que las estimul6 a aprender musica, pintura y latrn. Cuando en los siglos 17 y 18 las academias deartes sustituyeron el taller de los premios, las mujeres no fueron excluidas al princi pio, pero en el 1706 la Academia de Parfs prohibi6 la participaci6n femenina. S61o se admitieron unas pocas, Adela ide Labille Gruyard y Elisabeth Vigee-Lebrun, entre otras. Con el advenimiento del siglo 19, el Romanticismo y los reclamos de los sectores oprimidos de la sociedad, la condici6n de las mujeres pintoras no mejor6 consi derablemente. Rosa Bonheur (1822-99) era hija de un pintor y para estudiar a los caballos en el mercado de modo que pudiera pintarlos, tenfa que disfrazarse de hombre con permiso legal ; para pintar escenas que no fueran domesticas tenia que disfrazar su sexo.

Catedrat ica, Coleg io Un iversitario Metropolitano, San Juan; conocida poetisa puertorri queiia. Este ensayo apa,rec i6 el 6 de marzo de 1986 en el peri6dico "El Nuevo Dia ", San Juan, Puerto Rico.

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El caso de Rosa Bonheur confirma, quinientos anos despues, la percepci6n de Boccaccio. Siempre ha habido mujeres pintoras. Pero todas y cada una han sido mujeres excepcionales que asumieron una profesi6n masculina. En el fondo del conflicto nose trata s61o de que es lo propiamente femenino, sino de unas estructuras de poder que no permiten aflorar lo femenino. En nombre de estas estructuras se ha mitificado a la mujer sin preguntarle su opini6n. Ella, la misteriosa e inalcansable Filf-Mele de Luis Pales, la muda Filf-Mele. Las mujeres artistas del presente lucharon oscuramente contra estos mitos masculinos que niegan nuestra verdadera naturaleza. lLa niegan porque la ignoran y la ignoran porque la temen? No lo sabemos. Pero para una mujer conocerse a sf misma y adquirir la seguridad necesaria para la creaci6n, tiene que comenzar por exorcisar la presencia patriarcal internalizada por el condicionamiento cultural y que incluye sentido de culpa , inferioridad y autodesprecio. Todas las mujeres que trabajamos en las artes estamos intentando una revisi6n cultural del mundo y de la historia, pero es en la pintura, por su caracter iconografico y preciso, donde este conflicto y esta lucha profunda son mas evidentes. La obra de Frida Kahlo es un texto revelador y mas recientemente, y entre nosotros en Puerto Rico, la obra de Marta Perez, Cristina Emanuel y Marra Antonia Ord6nez son textos que expresan esa busqueda femenina que es colectiva e individual a la vez. Cuentan que el pintor mexicano Diego Rivera, al alabar la pintura de su esposa Frida Kahlo, se emocionaba tanto que las lagrimas inundaban sus grandes ojos de batracio. "Es el mejor pintor de su epoca", decfa, "como diamante en el centro mismo de un gran joyel ". Treinta y dos a nos despues de la muerte de Frida Kah lo (muri6 en el 1954), el juicio de Rivera se reafirma y fortalece . La pintura de Frida nos parece mas actual, mas viva y mas vibrante que la de su famoso marido. Pintando sin hacer caso de las modas imperantes en su epoca, dej6 un conjunto de obras impresionantes por su perfecci6n tecnica y formal y por el mundo complejo de la sensibilidad femenina que plasm6 en sus imagenes. Mucho antes que Judy Chicago emprendiera su "Birth Proyect " (1985), Frida habfa pintado un cuadro titulado Mi nacimiento (1932) donde capta el momento en que sale de entre las piernas de su madre. Trabajando a la sombra del marido, mezcl6 datos concretos y especfficos con la fantasia de su imaginaci6n en combinaciones ins61itas. Moises, el 61eo que fue vendido en diciembre pasado por $231,000 en la subasta de Sotheby's en Nueva York, es la reacci6n emocional de Frida al leer un tratado de Freud. Mas alla de la excelencia de la obra de Frida Kahlo y de las circunstancias que contribuyeron a su creaci6n, me interesa destacar una decisi6n estetica de importancia fundamental : su primitivismo o estilo "naive". Al modo de los retablos religiosos de la pintura popular mexicana y de la pintura primitiva en general, sus composiciones son frontales, simetricas y anecd6ticas. No es un primitivismo, por supuesto, como el de Henri Rousseau, pues el "aduanero" crefa que pintaba como cualquier academico. Frida no era inocente. Posefa una vasta cultura y se movfa entre gente sofisticada. Su opci6n estetica era parte de un proyecto, parte de su busqueda. Obsesivamente autobiografica, Frida decfa que ella pintaba sus sentimientos. En realidad, lo que hacfa era buscar una definici6n propia en un mundo que se lo negaba. La bi6grafa de Frida, Hayden Herrera, ha dicho que el primitivismo de Frida le permiti6 un distanciamiento ir6nico y expresaba su solidaridad con las masas populares. Esta apreciaci6n puede ser valida, pero creo que el primitivismo de Frida respond fa a una exigencia profunda a su ser, la de exorcisar los arquetipos del patriarcado sustituyendolos con mitos femeninos. En cada uno de sus cuadros, construidos como altares, asistimos a un rito de iniciaci6n a su mundo inHomines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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terior. Frida creo el mito de Frida Kahlo y en ese mundo creado con sus ilusiones destrozadas y su imaginacion desaforada ella oficiaba como suprema sacerdotisa. La retorica de la imaginerfa religiosa esta al servicio de su proyecto mftico porque aunque Frida fuera atea, su intuicion reconocio al valor arquetipico, o sea, el valor de modelo originario y fundador de la conciencia que posee el lenguaje visual de la religion . Creo que Diego Rivera comprendio el proyecto arquetipico de Frida. " Del retablo ", dijo, " desaparecieron el Cristo, la Virgen y los santos. En lugar de un milagro cualquiera , es el milagro permanente lo que constituye el tema de la pintura, es decir, el contenido vital siempre fluyente, siempre diferente y siempre el mismo en·su circulacion venosa y sideral. Una vida contiene los elementos de todas las vidas , y si se penetra hasta el fondo de ella, se encuentra la profundidad abismal , la altura vertiginosa y los tejidos de ramificaciones infinitas prolongandose en siglos de luz y de sombra de LA VIDA . . . Por eso, el retablo de Frida pinta siempre su propia vida . .. Autoretrato recurrente que nunca se parece el uno al otro, y cada vez se parece mas a Frida, cambiante y permanente como la dialectica universal ". (Diego Rivera: Frida Kahlo y el arte mexicano. En: Catalogo para la exposicion de Frida Kahlo , Madrid , 30 de abril - 15 de junio de 1985). Al igual que Frida Kahlo, las pintoras puertorriquenas Marta Perez, Cristina Emanuel y Maria Antonia Ordonez utilizan el lenguaje de la imagineria religiosa en un estilo primitivo o " naive " para articular sus propios proyectos de busqueda y auto-definicion . El estilo es " naive " en la composicion yen el caracter anecdotico y simbolico, pues son finas y sofisticadas dibujantes con muchos anos de escuela detras de cada lfnea trazada . Tambien al igual que Frida, son mujeres hermosas ffsi camente y libres espiritualmente que han sido amadas y agasajadas por los hombres. Su impulso creative nada tiene que ver con el resentimiento -que en el triste destine de muchas mujeres- y tiene todo que ver con la urgencia vital de revi sar la historia y sobre todo con la urgencia de decir la verdad. Luego de la conciencia feminista generada durante las ultimas dos decadas, las pintoras puertorriquenas tienen mucho mas claro que Frida, la mis ion de revision cultural que desempenan. " Yo secularize los simbolos sagrados y sacralizo lo secular", declara Marta Perez, quien trabaja conscientemente con los arquetipos porque, dice: " Perd imos el poder bien temprano: el poder en verdad es nuestro y los hombres lo usurparon. Todo es poder; poder para ordenar el mundo, para aclararlo todo, para salvar la especie ". En consonancia con su preocupacion con el poder, Marta Perez trabaja con el arquetipo de la Reina y con su corolario: la Madonna. "Todas las mujeres somos madonnas potenciales. En Puerto Rico, la madre es todo; aqui la Virgen y el Nino es la imagen mas fuerte ", explica la pintora. Su Madona de las vacas sagradas (dibujo, acrilico, tintas de cafe y de vainilla y pan de oro sobre papel chino) es una revision humoristica de la imagen . Frontal y plana como un fcono bizantino, la Virgen seencuentra rodeada de vacas doradas (como ex-votos de los santos puertorriqueiios). Las tiene sobre su cabeza, a lo largo del manto y una en cada mano. Enmarcado y aislado en su propio espacio, el nino (un dibujo del rostro de un amigo) se desplaza hacia la derecha casi como uri motivo decorative adicional. Al pie del cuadro ·1a pintora traza su firma sobre un conejito. La carita de la madonna es muy pequeiia en proporcion con el inmenso manto que la cubre porque, dice la autora: " Nosotros somos mujeres telas ; como una colcha viviente, uno es la que envuelve". De acuerdo con esta percepcion femenina , sus obras estan trabajadas como telas, con la textura de los edredones y los encajes. En Fiesta de mayo, un oleo que

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gan6 menci6n en el concurso de la UNESCO en 1983, Marta Perez presenta la naturaleza como un encaje. Una selva fantastica donde la gente baila entre los petalos de las flares , se transforma en un enjambre de simbolos entretejidos. "El mundo es como un encaje donde todo esta conectado ", afirma. Y, ademas, todo esta lleno de significados y rebosante de signos, pues en sus textos -encajes no hay lugar para los espacios vacfos. Es el " horror vacuii " caracteristico del arte " naive ". Cristina Emanuel tam bi en trabaja sus textos como encajes. En parte porque en nuestra cultura el encaje tiene que ver con la sensibilidad femenina -el las lo usan y lo fabrican con la infinita paciencia que las distingue- yen parte porque expresa una visi6n de la realidad donde todo esta conectado. Conjuntamente con Marta Perez, Cristina Emanuel siente que somos parte de un todo: "Mi visi6n de la vida es sacra -religi6n , religare , reconectar" . Los arquetipos que nos definian siempre en un segundo piano con respecto al hombre deben rehacerse. " Hay", dice Cristina, " que transformar simbolos que nos ataban para liberarnos. Eso es lo que hace la cantante de rock , Madonna, un juego satfrico con las cosas que nos ataban: la virginidad " Like a Virgin " y los encajes. Yo he hecho lo mismo. He asimilado una imagineria y la proyecto para mi propio uso" . El " collage " sobre papel , Mater Dolorosa, es la madre dolorosa del Calvario cristiano. Pero, segun la autora, la misma imagen femenina con el coraz6n abierto y sangrante es la diosa del amor y de la abundancia de los Dahomey, una cultura africana . Cristina utiliza la imagen del cristianismo con el significado de la religion africana. " Para mi es la abundancia, el orgasmo del coraz6n femenino ", dice. En este texto la imagen religiosa esta ubicada en la parte superior derecha de un rectangulo vert ical. Del borde cuelgan corazones de metal , como ex-votos. En un primer piano hay un mantel de encaje sobre el cu al descansan un jarr6n con espigas de azucenas y un marco en forma de coraz6n con el retrato de la pintora: " Yo mas joven e inocente " . En el centro de la composic i6n hay una fotocopia de Santa Cristina. Para hablar del amor humano, Cristina utiliza el lenguaje del amor sacra: es una operaci6n a la inversa de la que hiciera San Juan de la Cruz, quien describi6 el amor divino, hablando en terminos humanos. En otro texto, El cuarto de atras , Cristina compone un altar de las siete potencias africanas. " El altar en el cuarto de atras de muchas mujeres ", relata , " yo fui trabajadora social en Boston y las mujeres de la comunidad hispana eran jefes de familia. En el cuarto de atras habia un altar y un hombre tirado en un sofa viendo television . Estas mujeres nose casan porque pierden el " welfare " y porque los hombres suelen irse a los dos anos. Estos altares son santuarios escondidos . Y luego agrega: "Deniro de mi y de cada mujer hay un santuario, el santuario del coraz6n " . Aun cuando trabaja directamente con el humor, Cristina utiliza simbolos arquetfpicos. Cuando las mujeres ... es el tftulo plenero de un altar que parece un botiqufn de baiio con un triangulo de estrellas encima. Las tres tablillas del botiquin son un "collage " de etiquetas de jab6n autenticas y etiquetas de jab6n inventadas. Algunas leen : Amansa Guapo, Vente conmigo, Atrayente , Siempre encima. Si para Marta Perez la Virgen es reina y para Cristina Emanuel es una diosa pagana, para Maria Antonia Ordonez la Virgen representa el lado bueno y virginal de lo femenino que quiere unirse al lado sexual. " Yo trabajo con la Virgen y con la Prostituta porque sigo definiendo la parte sexual mfa como prostituta " , declara. Su dibujo Colgando Habitos II nos presenta el nicho de una ventana. Sobre ella hay un clavo del cual cuelga un gancho de ropa . Colgando del gancho por unos papelitos de " paper-doll " y justo frente al nicho-ventana, una mujer con un corpiiio rojo y sin panties asume la misma posici6n iconografica en que la Virgen sube a los cielos. Esta calzada con unos zapatos azules " metededos " a los que Marfa Antonia llama Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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" fuck me shoes ". Un hilo ata un corazoncito rojo que cuelga de un clavo, pasa detras de ella y entra al cuarto. Mas alla de la ventana hay un bosque verde y un cielo azul. En Eva entre el cielo y la tierra , Maria Antonia coloca a la mujer en el centro de la composici6n y mirando al espectador (recorde la composici6n de un Cristo resucitado de Piero de la Francesca). La mujer esta sentada frente a un cielo que se abre como un manto de donde salen plantas. En la cabeza tiene dos figuras femeninas azules -lo malo y lo bueno- y se esta levantando la falda. En vez de una hoja de parra sobre el sexo, Marfa Antonia ha inventado una hoja que imita la anatomfa genital femenina. Una cinta roja rodea el tobillo izquierdo de la mujer y continua hasta una de las frutitas rojas de las plantas. La boca y los pezones, como frutas , son igualmente rojos y jugosos. El lenguaje francamente obsceno de Marfa Antonia Ord6nez funciona gracias a la frescura del tono " naive " o primitivo. Hay una inocencia y un humor en el lenguaje yen la tradici6n " naive" que nos permite asimilar unos contenidos que serf an aun mas chocantes dentro de otro contexto. En cierto sentido, el proyecto arquetfpico de Maria Antonia Ord6nez es mas radical que el de sus companeras pintoras puertorriquenas y mas radical que Frida Kahlo. La pintora mexicana convirti6 su obra en un teatro de su sufrimiento ffsico y moral a la manera de los Cristos agonizantes. Frida Kah lo diosa-virgen y mad re sufriente y envolvente (pienso en el cuadro donde sostiene a Diego Rivera ni no en su regazo -El abrazo de amor del universo1949) es una imagen arquetfpica del poder que nos otorga el hecho de que la vida se origine en nuestro vientre. Por eso lo sagrado nos es affn y semejante. Es lo mismo que Marta Perez y Cristina Emanuel proponen, cada una cargando sus imagenes de originalidad individual y unica. Pero Marfa Antonia Ord6nez propone, mas especfficamente, el rescate de nuestra sexualidad. Proclama la integraci6n de la virgenmadre y la prostituta, de nuestra maternidad y nuestra sexualidad y del derecho de la mujer " decente" a ser sexual. Si advertimos que la sociedad tradicional ha condenado la mujer decente a la virginidad o a la esfera del hogar donde es madre y sirvienta, y por otro lado ha condenado a la mujer sexual al oprobio del prostfbulo, veremos de inmediato la importancia de rescatar estas dos partes de nuestro ser, divididas artificialmente con el solo prop6sito de someternos . Hay un sector de la pintura femenina en Puerto Rico que proyecta imagenes de la mujer donde estan plasmados con especificidad nuestros conflictos y nuestra busqueda. Ya no queremos ser Filf-Mele la escapada de fluida cabellera. Creemos que si los hombres nos escuchan podran ayudarnos a transformar las estructuras que prolongan esa injusticia entre los sexos que desemboca en la incomunicaci6n y la tristeza.

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GERMINAR DE LA OBRA DE NOEMI RUIZ Y DE LA SOCIOLOGIA DEL ARTE EN PUERTO RICO* Aline Frambes-Buxeda * Dando pasos fijos en direcci6n a la segunda mitad de la decada del ochenta; quien sabe si al umbral de un " neo-renacentismo" o " neo-medievo", ... (enfocando desde la arbitrariedad de la historia puertorriquena), no puede cuestionarse la importancia y desbordamiento actual de las comunicaciones ... tanto en su aspecto auditivo coma visual. La pintura se convierte, bajo la lupa de la investigaci6n social , en producto de la estructura social y econ6mica y parte significativa de.lo que se conoce coma el " poder simb61ico" . En el orden de las cosas, el arte en Puerto Rico ha servido bien el plan hegem6nico, ... es decir coma mascara divisoria del pueblo; pero a su vez el arte y la construcci6n simb61ica son maneras de imaginar "lo posible" (el futuro posible) -coma tambien el instrumento para idealizar el pasado nacional (dibujarlo coma debi6 ser o quisimos recordarlo). Lo que tiene especial premura es internalizar que el arte es " lugar para inventarnos una existencia alterna" ... tal vez mas adecuada.1 1) Puerto Rico es en definitiva un centro masivo d_e "slmbolos" que reflejan una postura claramente ideol6gica: casi todo lo que se ve (o lo que queremos mirar) refleja progreso, modernizaci6n y exito y todo lo que se habla (el idioma, radio, letreros, opiniones, televisi6n , etc.) plantea un exito que millones de latinoamericanos quisieran imi t ar. A su vez esas imagenes y palabras ocultan una destrucci6n despiadada de la creatividad humana ... y una represi6n totalmente sistematizada de altlsima sofisticaci6n . En esta hara tan crltica de la historia de Puerto Rico, la siguiente reflexi6n se asoma coma un sendero par donde escurrirse: " El artista debe aprovechar el conocimiento sociol6gico para entender las relaciones entre las clases sociales, como operan los condicionamientos econ6micos sobre la producci6n de lo imaginario, c6mo estan constituldos los c6di~os colectivos de percepci6n y sensibilidad ; en que med ida pueden ser mod ificados."()

Este ensayo intentara realizar las tareas basicas de comentar la obra de la pintora puertorriquena Noemi Ruiz; de senalar algunos aspectos del arte abstracto asl coma tambien las particularidades del arte en Puerto Rico. Finalmente se retieCatedrat ica Facultad de Ciencias Sociales, Universidad lnteramericana de Puerto Rico (UIPR), Rec into Metropo li.t ano, San Juan. (1l Sobre esto ver: Garcia Canclin i, Nestor, La Producci6n Simb61ica, Mexico, 1984, p. 149. (2) Ibid, Garcia Canclini , Nestor, o. 23. • Vease otras obras de Noemi Ruiz en las pags. 115, 208 y 224.

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xiona crlticamente sobre lo desventajoso de usar la terminologla y c'lasificaci6n "modernista o modernismo" . I.

Noemi Ruiz: la maestria de una artista que se sumerge en su obra.

De esta pintora ya es abundantemente conocida su enorme laboriosidad y su gran maestrla profesional. Se destaca por su habilidad de trabajar con espacios tridimensionales; es notoria su capacidad de hacer " escultura" con las pinturas. En su trabajo: "Imagen de Jayuya" vemos el trazo que adquiere la materialidad de la pintura y el volumen de la escultura ... representando la solidez de esas montai'las en las entrai'las de la isla de Puerto Rico. Nuestra artista tambien se relaciona al color espacialmente, lo fragmenta con gusto y armonla y logra saturar con brillantes colores: rojo, azul. ..quedando estos simultaneamente como constructivos , decorativos y simb61icos. Aqul hallamos una artista que ubica su material y se sumerge directamente en el , se diluye en su obra. Su pintura, Vibracion en Azul y Rojo, (vease la portada) tridimensional, pintura-escultura, con una rica saturaci6n de colores es ejemplo de la descripci6n anterior. El color en esta creaci6n visual parece representar emociones, tiene fuerza propia ...aparte de la realidad cotidiana. De esa forma el color puede hablar el idioma o comunicar las ideas de una interioridad humana. El uso de espacios y profundidades obliga a usar el pensamiento ya desarrollar la imaginaci6n ...es decir obliga a otear otras esferas escondidas de la realidad . La producci6n de Noemi Ruiz, y ciertamente el ritmo, el volumen, la fuerza, el trazo, todo habla de una claridad de objetivos en cada creaci6n. Esta artista es un ejemplo cabal de la funci6n del sujeto en la producci6n dearte. Aqul se parte de una tradici6n profesional puertorriquei'la; producto de unas circunstancias hist6ricas, de un entrenamiento particular, consecuencia de un nucleo nacional especial - y asi esta artista pasa a ser mensajera, traductora y reflejo de su sociedad. Resulta ser un producto que a su vez reproduce y crea: " el artista absorbe y redistribuye, por destellos y ocultaciones, la tonalidad continua cargada de sentido, cargada de ruido, del nosostros"( 3)

Pero: " el arte vive de sus tradiciones : es imposible la invenci6n de un nuevo cuadro sin el conocimiento tecnico adquirido por el pintor( ... )(4)

Nacida en MayagOez, ciudad al oeste de Puerto Rico, Noemi Ruiz ha contribuido notablemente tainbien a la ensei'lanza del arte. Luego de licenciarse en arte en el recinto de San German de la Universidad lnteramericana, realiz6 su maestrla en Administraci6n y Supervisi6n de Arte y Pintura en la New York University en EE.LIU ... Luego realizara estudios avanzados en la Universidad de Madrid yen el Centro de Fomento de las Artes, en la Capital espai'lola. Estudia asimismo en el " Taller Graficos" en Berkeley, California. Ademas de ser Supervisora Regional del Programa de Arte del Departamento de lnstrucci6n del Gobierno de Puerto Rico, ha sido Directora del Departamento de Artes Plasticas, Universidad lnteramericana de San German. Asimismo inici6 y coordin6 el Programa de Artes Visuales en el Rec into Metropolitano (San Juan) de la Universidad lnteramericana - donde es hoy dla Catedratica. Su obra ha sido (3)

(4)

Michel Serres, " El mensajero" , en Claude Levi - Strauss y otros, Estructurallsmo y Epistemologia, Nueva Visi6n , Buenos Aires, 1970, p. 195. Garcia Canclini , Nestor, La Produccl6n Slmb6llca, Siglo XXI Mexico, 1984, p. 142.

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exhibida extensamente en el Museo de la Universidad de Puerto Rico, la Casa del Arte, el lnstituto de Cultura Puertorriquei"lo, el Museo de Arte de Ponce y en las Galerlas Santiago y Palomas - tambien en El Arsenal del lnstituto de Cultura Puertorriquei"la. Ha exh ibido colectivamente en Puerto Rico, Wash. D. C., Boston , Mex ico y Espai"la. Entre los premios que ha recibido estan : el Premio IBEC en Pintura (1975) y el Primer Premio en Pintura del Ateneo Puertorriquei"lo (1975), Menci6n de Honor en Grabado de la Revista Sin Nombre (1976) y el Primer Premio en Pintura de la Reynolds Tabacco Co. (1979). Su obra se encuentra representada en distintas colecciones privadas y publicas tanto en Puerto Rico como en el extranjero. Noemi Ruiz aporta un rinc6n para acrecentar las posibilidades del cambio en Puerto Rico, precisamente creando y multiplicando motivos e imagenes para desearla ... y abriendo c6digos visuales de comunicaci6n no tradicionales. El analisis e investigaci6n social del arte y su sign ificado no puede ocuparse solo de la tecnica desarrollada por un sujeto ...ni meramente de su relaci6n con las clases sociales o problemas pollticos ... importa ello ... pero mas importante es todo el "circuito del campo artl-stico" ...es decir, es necesario conocer todas las personas e instituciones que frecuentan y median en la producci6n artlstica: instituciones gubernamentales, empresas privadas, escuelas de arte, maestros y crlticos de arte, duei"los de galerlas y otros comerciantes del arte, museos y la dinamica entre diversas fracciones de artistas frente a una diversidad de publ ico receptor y comprador, el apoyo de la prensa etc. No tuvimos ocasi6n para dialogar con detalle sobre estos aspectos con Noemi Ruiz, lo que sl esperamos hacer en un futuro cercano, pero otros datos sirven para testimoniar que la tarea es ardua, en particular para la mujer pintora. Lograr captar la atenci6n de la prensa y los crlticos del arte; obtener la aceptabilidad de parte de las empresas multinacionales y participar en muestras colectivas de gran prestigio ...consume tanta energla como la propia producci6n pict6rica. En nuestro medio " civilizado" nos encontramos en la etapa donde muchas buenas exhibiciones de arte no son comentadas ni por la prensa, ni por los crlticos de arte. i No se trata de descuidos o casualidades! De otra parte muchas crlticas artlsticas en nuestros perlodicos se reducen a la mera lista que se hace para un inventario de almacen . Las artes plasticas deberlan comenzar, con mayor frecuencia y variedad, a desbordar las galerlas y los peri6dicos y salir a las calles, a incrustarse en las paredes junto a las aceras, acompai"lar las paredes de edificios publicos. Deberlan tambien adornar las paredes interiores de las escuelas y agruparse en un Museo Nacional del Arte del Pueblo Puertorriquei"lo. Es imprescindible que a nuestro desarrollo econ6mico y material le siga un desarrollo de lo estetico y del buen sentido del gusto. La ensei"lanza de las artes plasticas necesita de un vigoroso respaldo por nuestro sistema de educaci6n. Sobre este particular Noemi Ruiz es y sera un brillante e incansable recurso .

2.

Contexto Historico-Social y el Desarrollo del Arte Moderno y Abstracto

Apuntando hacia la perspectiva socio-econ6mico, socio-hist6rico y sociopolitico en el analisis de la producci6n simb61ica-visual , lo que se denomina arte " moderno" o " abstracto " se perfila claramente para la Oltima decada del Siglo 19 y comienzos del Siglo 20. Por el momento basta mencionar los nombres de: Monet,

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Cezanne, Mikalojus, Ciurlionis (componista que simboliz6 la musica en la pintura), Adolf Holzel, Wassily Kandinsky.( 5> Ya desde fines del siglo 19 el sistema econ6mico ira variando de manera significativa. Revoluciones: Haiti 1804, Latinoamerica 1810-25, Europa 1848, la guerra civil de Estados Unidos en 1865, las revoluciones Europeas de 1870-71 , el propio "Grito de Lares" de 1868 y la invasi6n de Estados Unidos a la isla en 1898 • son parte de unas modificaciones en el comercio internacional yen el proceso de industrializaci6n del Capitalismo. Estos cambios violentos anunciaban un rompimiento con parte del pasado de la sociedad. Las nuevas formas de "hacer" y producir econ6micamente van acentuandose e impactando notablemente la producci6n cultural. Los primero pintores "modernos" ya van manifestandose entre los propios impresionistas acentuando el uso del color y hechando a un lado el realismo figurativo clasico; la abstracci6n da sus primeros pasos con las obras de Monet y Cezanne - aparece el Cubismo. Entre 1900-1940 se da la "epoca de oro" del modernismo: el simbolismo, el expresionismo, el futurismo, el constructurismo, el surrealismo. La creatividad artlstica fue sobresaliente. Fue una epoca de una destrucci6n ffsica del medio ambiente: primera guerra mundial (1914-1919), Revoluci6n Rusa (1905-1917), Revoluci6n Mejicana (1911), Nacionalismo puertorriqueno (1930-40), depresi6n mundial (1929-34), segunda guerra mundial (1939-45). Comienza una modificaci6n en la producci6n econ6mica, en las relaciones sociales de producci6n yen la propia producci6n cultural: por ejemplo en el arte. Sin embargo, estos cambios y las nuevas expresiones artlsticas fueron todavla movimientos y hechos aislados; su producci6n fue numericamente pequena, es decir la excepci6n a la regla. Todavla las sociedades estaban controladas por unas clases aristocraticas antiguas. Asimismo la nueva tecnologla: telefono, radio , autom6vil, aviaci6n, industrias de consumo aun eran incipientes. De otra parte se vivla esperando grandes revoluciones sociales. Ya la primera etapa de la revoluci6n rusa (1905-1907) sera motivo de expectativas y esperanza de cambios en otras partes del mundo. La democracia liberal aun no existla en forma acabada en la mayorla de los parses. Frente a las monarqulas y dictaduras surgla la alternativa socialista. La interrogante era: i,Serla el nuevo orden econ6mico y social de tipo socialista o un capitalismo mas puro? La vitalidad artlstica de los primeros 30 6 40 anos de este siglo fue estimulada en parte por la " oportunidad objetiva" que vela el artista en los cambios que ocurrlan. Habla una gran esperanza de una revoluci6n social y econ6mica que destruirla el " antiguo regimen aristocratico". Sin embargo, nose sabra que forma traerla el nuevo orden econ6mico y social". El caos de la epoca permitira a los artistas cierto grado de "autonomla" en su producci6n - por ello la variedad inmensa de sus imagenes, mensajes y formas . Las interpretaciones del pasado, presente y futuro de la sociedad, tecnologla y formas de producir fueron multipintas ... cada uno dando su propia vers i6n de lo que ocurrla. Este arte moderno se redujo sin embargoa a pequenos grupos aut6nomos (como ya hablamos aludido), yen cierta forma elitistas • aislados totalmente de los ojos de las masas populares o campesinas ; aunque estos ultimos fueron observados por los propios pintores. Al terminar la segunda guerra mundial en 1945 se instal6 en forma contundente una civilizaci6n capitalista monollticamente industrial. Las dudas del pasado desaparecen; la nueva sociedad serla una basada en la producci6n y el consumo de masas "opresivamente estable". Al mismo tiempo gran parte de la " etica aristocratica (5>

ART-DAS KUNSTMAGAZIN, " Prophet einer Neuen Freiheit , mil Wassily Kandinsky beginnt die Gesch ichte der Abstrakt ion " (Profeta de una nueva libertad-con W. Kand insky comienza la historia de la abstracci6n), Nr. 7, Hamburgo, Jul io, 1984, pag. 21 -41.

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y campesina" fue desplazada por una cultura burguesa y obrera de consumo y producci6n masiva. " La imagen o la esperanza de una revoluci6n se desvaneci6 en Occidente. El comienzo de la guerra frla y la sovietizaci6n de Europa oriental anularon cualquier perspectiva realista de un derrocamiento socialista del capitalismo avanzado durante todo un perlodo hist6rico. La ambig0edad de la aristocracia, el absurdo del academicismo, la alegrla de los primeros caches o pelf cu las, la tangibilidad de una alternativa socialista hablan de· saparecido. En su lugar reinaba ahora una economla rutinaria y burocratizada de pro· ducci6n universal de mercanclas, en la que consumo y cultura de masas se hablan con· vertido en terminos practicamente intercambiables. Las vanguardias de postguerra se• rlan esencialmente definidas por este tel6n de fondo totalmente nuevo".(6>

Puerto Rico: Su producci6n simb61ica insertada al interior del proceso hist6rico mundial.

3.

A menudo se afirma en textos y ensayos que las corrientes artfsticas en Puerto Rico son meras imitaciones del impresionismo trances (Jose Oller) o mas tarde imi• taci6n del social-realismo mexicano o el arte abstracto europeo o estadounidense. Este enfoque puede resultar una grave simplificaci6n de los procesos sociohist6ricos. Puerto Rico es parte integral de los procesos de producci6n econ6mica y cultural y no mero importador. Si hoy dfa usamos autom6vil - no es porque deseamos meramente imitar el gusto norteamericano • sino porque nuestro sistema econ6mico requiere formas de transportaci6n rapida e individualizada. De otra parte no se sabe quien imita a quien; por ejemplo la madre y abuela de Paul Gauguin eran peruanas y Gauguin vivi6 perfodos cortos, de nii'\o, en Lima. Sus colores y temas retie· jan ese colorldo peruano - aun antes de su estadfa en Martinica y Tahitf.(7lAsimismo la influencia del "primitivismo africano" en Picasso es notoria, como tambien el arte oriental - Japones en Van Gogh u otros. De otra parte el arte de civilizaciones primitivas: "Cuevas de Altamira", "Tafnos" u otros reflejan un nivel de abstracci6n abundante. En otras palabras los movimientos artfsticos de Parfs y Nueva York "importaron" (si deseamos usar la terminologfa simplista) un numero copioso de influencias, elementos y sujetos. Lo importante y singular fue que de 1900 a 1940 en Europa y luego de 1945 en Estados Unidos se reunieron un volumen enorme de condiciones propicias a la producci6n cultural. La abundancia econ6mica produjo nuevas tecnicas y medios de producci6n cultural y el "campo de producci6n artfstica" se vi6 influfda por la riqueza de la producci6n industrial e importaci6n masiva de artistas extranjeros (a la par del crecimiento del comercio mundial y/o represi6n y destrucci6n belica), numerosas galerfas, y crfticos de arte y un copioso numero de compradores privados de pinturas, coauspicio gubernamental del estudio del arte, desarrollo de museos etc.; a la vez estimulado por la producci6n comercial del arte y disei'\os usados por la publicidad para la cultura del consumo masivo. Lo definitivo es que las condiciones 6ptimas para la producci6n cultural han y siguen ocurriendo en los centros mas pr6speros de la producci6n econ6mica. Ello, sin embargo, no implica que esas condiciones no ocurran en menor escalas en otras unidades polfticas del mundo. (6)

(7)

Anderson, Perry, "Modernidad y Revoluci6n", Leviatan, No. 16, Madrid, Verano, 1984, pags. 108-109. Su abuela fue la renombrada feminista y socialista peruana Flora Tristan; vease: Huyghe, Rene, Gauguin, Sudwest Verlag, Munich (sin fecha), p. 6. En 1851, a la edad de 3 anos Gauguin viaj6 al Peru; luego de la muerte de su padre durante el viaje y vivi6 en Peru 4 ai"ios. Ibid, pag. 60 y 67.

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Hoy dla la producci6n de arte en Puerto Rico no es "mera importaci6n" sino el resultado de una "producci6n y consumo real". Por ejemplo hay "galerlas", "hay crlticos de arte", hay bancos e industrias que compran pinturas, hay una burguesla puertorriquei'\a y una pequei'\a burguesla que tambien adquieren obras de arte, aparecen becas y empleos para estudiar o producir cultura, existen en el pals escuelas que ensenan arte y otorgan certificados y tltulos academicos. Naturalmente los medios de producci6n cultural son de escala pequei'\a y su abundancia es muy reducida si la comparamos con los centros europeos ode Estados Unidos. Pero el argumento significativo es que la sociedad plJertorriquei'\a produce desde su interior las condiciones de la producci6n cultural. El arte en Puerto Rico refleja el desarrollo alcanzado de su propia sociedad yes expresi6n de ella - de algo real y de producci6n interna. En cambio algo importado no ha sido producido aqul en la isla; a(m la teorla del arte abstracto es transformada al implementarse en la practica bajo condiciones nacionales diferentes. Al mismo tiempo, repetimos de nuevo, que la teorla del Arte Abstracto no fue la creaci6n pura "Nacional" de Europa o Estados Unidos. Asl pues - Puerto Rico incertado tambien en el mundo - y no aislada como se nos ha hecho creer ideol6gicamente, ha participado genulnamente en la hechura de la historia y la producci6n econ6mica y cultural. El arte puertorriquei'\o no puede ser mas ni menos que eso: un reflejo del modo y medios de producci6n de su propia formaci6n social. Naturalmente aunque todo hombre o mujer hacen su historia, suelen no poder hacerla como la desean - por lo que no se puede ignorar la naturaleza del poder y las clases sociales en el sistema econ6mico capitalista, ode libertad y competencia econ6mica como algunos prefieren llamarlo. Asl pues la "teorla o marco cultural" puede ser impuesto por las clases dominantes puertorriquei'\as o extranjeras; pero al llevarla a la practica a la producci6n ocurre una creaci6n - transformaci6n realizada por el trabajador nacional. Por ejemplo, el espai'\ol "puertorriquei'\o" resultado de esa imposici6n es una creaci6n nacional, nos pertenece, no es un mero producto importado. Nos referimos en este sentido a todas sus formas clasistas de existencia en Puerto Rico; es un espai'\ol producido y reproducido por americanos - anti llanos y no por europeos. · Cuales han sido las condiciones hist6ricas y clasistas de la producci6n artlstica ~n Puerto Rico? lQue tipo de sociedad, de sectores artesanales produjo un Campeche en el Siglo 18? l,Quienes mas produjeron cultura en esa epoca tan violenta de forcejeo e invasiones y piraterla en la isla - por lnglaterra, Francia y Holanda? lQue tipo de comercio, contrabando, artesanla y sectores medios urbanos e~istlan para esa epoca? Lo mismo se puede decir de la epoc~ de Jose Oller. _laue t1po de comercio, que tipo de producci6n artesanal y de prop1edad y produc~16n burg_uesa incipiente permite una expresi6n artlstica tan avanzada? Ciertas p1stas sug1ere~ que hay mucho que investigar en la historia y sociologla_- polftica ?el arte puertomquei'\o. Para la epoca de Campeche, sus hermanos tamb1e~ eran ~intores ... l,Por que lleg6 a Puerto Rico desterrado en el Sig lo 18 uno de los meiores pintores de la ~orte Espanola? lOue relaci6n existla entre el comercio de San Tomas, Puerto Rico Y Europa para la segunda mitad del Siglo 19?. . . Cuando uno piensa que se realiz6 en el pals, tan temprano como en Junio de 1854, la "Primera Exposici6n Publica, de la lndustria, Agricultura y Bellas Artes de la Isla de Puerto Rico" - donde Jose Oller obtuvo una medalla de plata, pero donde otro pintor puertorriquei"lo Juan Cleto Noa y sus hijas pintoras A_ma_lia, Asunci6n Y Magdalena recibieron colectivamente una medalla de oro(Bl - ello ind1ca unos secto(Bl Delgado Mercado, Osiris, Francisco Oller y Cestero, Madrid, 1983, pag. 11 Y 21 . Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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res medios artesanales y una burguesla incipiente de cierta importancia. i,Ouienes fueron estas pintoras Amalia, Asunci6n y Magdalena? i,D6nde estan sus pinturas? i,Oue relaci6n existi6 entre Jose Oller y su pariente Catalan y co-propietario del famoso Cafe-Cabaret de Paris: "Moulin Rouge", Joseph Oller.(9) Este ultimo foment6 la creaci6n artlstica de los carteles de Toulosse Lautrec. De otra parte sera de interes investigar las actividades econ6micas y cotidianas de sectores medios, artesanos y luego profesionales y de la incipiente burguesla pequena al menos en los siglos 17, 18 y 19. Curioso sera indagar e investigar el papel que desempenaron familias de judlos sefardltas en el desarrollo de la artesanla, el comercio y las profesiones en Puerto Rico ... y naturalmente sus conexiones comerciales y econ6micas con otros palses como Curacao, Saint Tomas, Haiti, Santo Domingo, Francia, Holanda, Alemania, Espana, Italia, Cuba y Venezuela. 4.

Por la eliminacion emancipadora del concepto "Modernista" en Puerto Rico

El arte puertorriqueno - en todas su variedad multiple del uso de la llnea, color, materia, espacio ~ tecnica, recoge un cumulo de particularidades que no pueden considerarse meras imitaciones de escuelas europeas, mejicanas o norteamericanas. En Puerto Rico, como en todas partes, hay varios mundos distintos. Resulta prudente ver las tendencias nacionales como escuelas o expresiones paralelas donde ninguna tenga necesariamente que superar la otra. Son todas expresi6n de las " muchas caras", cada pintor reflejando otro lado de nuestra realidad tan compleja. Lamentablemente nuestras actitudes, nacidas de la cultura del liberalismo econ6mico, acentuan en forma abismal la competencia ca6tica. Asl pues, al pasar de los anos, una tendencia artlstica tiene que forzosamente "superar" a la otra. Esta cultura de "lo moderno" - proceso continuo de modernizaci6n, donde lo creativo productivo de una epoca prontamente es descartado como obsoleto, - la creaci6n simb61ica - visual no goza plenamente de un medio 6ptimo donde producir. Al contrario ocurre un desgaste aterrador de la energla vital. Esta cultura de la "modernidad" atada al liberalismo econ6mico, imprime valor a unas pinturas en una epoca y luego las desvaloriza al pasar del tiempo: " Ser moderno es encontrarse en un ambiente que promete aventuras, poder, alegrla, desarrollo, transformaci6n de uno mismo del mundo, y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que conocemos, todo lo que somos. Los ambientes y las experiencias modernas traspasan todas las fronteras de la geografla y las etnicas, de las clases y las nacionalidades , de las religiones y las ideologlas: en este sentido se puede decir que la modernidad une a toda la humanidad. Pero se trata de una unidad parad6jica, una unidad de desuni6n : nos introduce a todos en un remolino de desintegraci6n y renovaci6n , de lucha y contradicci6n , de ambiguedad y angustia perpetuas".( 10)

Convendrla abolir la ideologla de "la modernidad"; asl el tiempo y "el calendario dejaran de tiranizar u organizar la conciencia del arte.( 11l Necesitamos otra cultura: " que no buscarla insaciablemente lo nuevo, definido simplemente como lo que viene despues, destinado a ser rapidamente arrinconado con el " detritus" de lo viejo sino mas bien una (9)

Ibid, p. 120, 0 . Delgado cita a: 1) Monneret, Shopie: L'lmpressiomsme et son Epoque. Dictionaire Internacional lllustre, Ed . Denoel Paris, 1979, Tome II, pags . 108-109. 2) Perruchot , Henri: Vida de Toulouse Lautrec. Ed . Libraire Hachette Buenos Aires 1959 pags. 127, 134, 137 y 120. (10) Anderson·, Perry, "Modernidad y Revoluc i6n ", Leviatan, No. 16 Madrid Verano, 1984 pag. 100.

P1l Ibid p. 113.

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cultura que multiplicarla lo diferente en una variedad pe est ilos y practicas concurrentes ... que no estarla divid ida ya por clases, razas o generos."( 12)

Asf escaparfa lo visual - simb61ico la necesidad de competir por la calificaci6n de " moderno " o "l o vigente" . Como Kandinsky pudo comunicar una transformaci6n social , vemos a Noemf Ru iz marcando los espacios, nuestros espacios, con nuestra profundidad, germi nando las semillas propias de la otra patria indomable ... testimonio de la excelencia subyacente de este triangulo y cono montai'\oso islei'\o. Aeiterando lo dicho; en vez de competir para probar cual de las tendencias artfsticas es la mas " moderna " (implicando con ello la de mejor calidad), ode otra parte la mas autenticamente puertorriquei'\a, conviene colaborar, unirnos, respetarnos, tolerarnos . En este sent ido la ideologfa o moda de " lo moderno" de lo " actual" es una trampa conveniente e instrumento eficaz que contribuye a paralizar el proceso natural y necesario de nuestra integraci6n nacional. (12l

Ibid, p. 14.

Noemi Ruiz, " Tropico", 1985, crayon graso, prismacolor, paste.I de oleo, 60.96 x 71 .12 cm.

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OLGA ALBIZU, MYRNA BAEZ Y LUISA GEIGEL: TRES MUJERES PIONERAS EN LAS ARTES PLASTICAS; Proyecto de Recopilaci6n de Datos sobre las Artes Plasticas en Puerto Rico

Carmen Teresa Ruiz de Fischler*

El Proyecto de Recopilaci6n de Datos sobre las Artes Plasticas en Puerto Rico naci6 de la necesidad de reunir informaci6n sobre la vida y la obra de los artistas puertorriquenos actives durante este siglo. 1 Los peri6d icos y las revistas publicadas facilit6 la posibilidad de reunir la mayor informaci6n posible sobre el desarrollo de las artes plasticas puertorriquenas . Se utiliz6 el material de la Colecci6n Puertorriquena de la Biblioteca Jose M. Lazaro de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras. la investigaci6n final produjo un to~al de cerca de 9,000 fichas bibliograficas clasificadas tanto por materias, como en el orden cronol6gico en que aparece la publicaci6n de las rese nas en las revistas y peri6dicos. El Proyecto comenz6 con un sistematico desglose de las revistas y peri6dicos con informaci6n sobre las artes plasticas en Puerto Rico. Esta labor fue realizada bajo mi supervisi6n con la participaci6n de cuatro grupos de estudiantes del curso de Arte en Puerto Rico durante los anos de 1973 al 1974. Uno de los objetivos del proyecto fue capacitar a los estudiantes de bachillerato en las tecnicas de investigaci6n relacionadas con la Historia del Arte, y que dichas investigaciones no solo resultaran en el beneficio del estudiante participante sino que ademas si rviera de base para futuras investigaciones al respecto. La segunda etapa del proyecto recibi6 una subvenci6n econ6mica de la " Oficina de Coordinaci6n de Estudios Graduados e lnvestigaci6n " (OCEGI) del Recinto de Rfo Piedras, durante los anos de 1976-1978. Con los fondos asignados se seleccionaron nueve estudiantes asistentes , quienes con entusiasmo se dedicaron a la •

Ca tedratica Universidad de Puerto Rico, Rfo Piedras ; fue anteriormente Directora del lnstituto de Cultura Puertorriquena , Gobierno de Puerto Rico. 1

La dificultad de encontrar material publicado durante la investigac i6n que realice para mi tesis de Maestr fa sobre Contemporary puerto Rican Art , para Florida State University en Tallahassee, Florida (1970) me hizo comprender que debfa disenarse un sistema para reunir la informaci6n publicada .

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tarea de clasificar la informaci6n de los ficheros y luego a preparar la informaci6n biografica de los primeros dieciocho artistas seleccionados. Los estudiantes que trabajaron en esta segunda fase del proyecto y sin los cuales nose hubiera podido realizar la obra fueron: Nilda Casillas de Torres, Carmen Canino, Edwin Diaz, Diego Hernandez, Haydee Landing , Rodolfo Lugo, Julia Perez, Ana Pau y Arnaldo Roche . Los primeros dieciocho artistas seleccionados para iniciar el proceso de investigaci6n fueron: Olga Albizu , Myrna Baez, John Balossi , Tomas Batista , Jose Buscaglia, Osiris Delgado, Luisa Geigel de Gandia, Luis Hernandez Cruz, Lorenzo Homar, Rafael L6pez del Campo, Carlos Marichal, Carlos Raquel Rivera , Rafael Rivera Garcia, Francisco Rod6n, Julio Rosado del Valle , Jose A. Torres Mart in 6, Fran cisco Vazquez " Compostela " y Rafael Tutino. Partiendo de la informaci6n publicada en las revistas y peri6dicos acerca de estos artistas se procedi6 a preparar notas biograficas, listas de obras y bibliograffa de los artfculos escritos acerca de los artistas seleccionados. En la mayorla de los casos se entrevist6 al artista o a sus familiares, para verificar la informaci6n encontrada. Hubo artistas tales como Hernandez Cruz, Marichal , Geigel, Rivera Garcia , Rosado del Valle quienes conservaban recortes de peri6dicos , listas de los coleccionistas de sus obras y catalogos de las exhibiciones realizadas. En estos casos se pudo ampliar la informaci6n obtenida. Sin embargo, en aquellos casos deartistas quienes no tenran datos disponibles sobre las obras creadas probablemente la informaci6n obtenida en los peri6dicos y revistas no reflejen la totalidad de su obra. El proyecto de investigaci6n recibi6 fondos de OCEGI para comprar un equipo de videocassette para grabarle las entrevistas a los artistas . El material grabado se utiliz6 en el curso de Arte en Puerto Rico. Este material audiovisual y el fichero bibliografico sobre las Artes Plasticas en Puerto Rico permanece depositado en el Seminario de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico. Toda investigaci6n futura que desee echar una ojeada al panorama de las artes plasticas en Puerto Rico puede tomar como base la informaci6n allf recopilada. Durante los ultimos cuarenta anos, Puerto Rico ha evidenciado un gran desarrollo en fas Artes Plasticas. Entre las instituciones que han contribuido a este auge estan el Museo de la Universidad de Puerto Rico donde se reune la obra pict6rica de Jose Campeche y Francisco Oller, ademas de una importante colecci6n de artes graficas puertorriquena e internacional. El Museo de la Universidad tambien ha contado con un dinamico programa de exhibiciones itinerantes de artistas locales y del exterior. El Museo de Arte de Ponce tiene una importante colecci6n representativa de la pintura y escultura puertorriquena y ha montado exhibiciones anto16gicas como la de Lorenzo Homar y Francisco Oller. El Institute de Cultura Puertorriquena tiene entre sus museos el Museo de Bellas Artes donde pr6ximamente se volvera a exhibir la colecci6n de pintura puertorriquena que posee la instituci6n. El Museo de la Universidad de Puerto Rico, el Museo de Arte de Ponce y el Museo de Bellas Artes del Institute de Cultura Puertorriquena lograron organizar sus colecciones al principio de su fundaci6n y han mantenido una polftica de adquisici6n conservadora de la producci6n plastica de nuestros artistas contemporaneos. Generalmente se ha dado enfasis a la compra de obras de los grandes maestros puertorriquenos (Campeche, Oller) por sobre la adquisici6n de la obra mas reciente de los artistas contemporaneos. El factor econ6mico de los grandes costos de operaci6n de estos museos ademas del alto costo del montaje de exhibiciones itinerantes han hecho que los museos no puedan dedicar mucho de su preHomines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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supuesto a la adquisici6n de la obra reciente de nuestros creadores. Esto produce la situaci6n existente de que un museo como el de Bellas Artes del lnstituto de Cultura Puertorriquef'la tiene como representativo de la obra de artistas tan importantes como Rod6n, Hernandez Cruz y Rosado del Valle obra de los arios sesenta. Los ejemplos mas significativos de la obra de estos artistas son de los arios setenta y ochenta pero la instituci6n no ha adquirido obra reciente para ilustrar dicho desarrollo. Han sido los coleccionistas privados y recientemente los bancos y corporaciones privadas quienes han adquirido la obra de nuestros artistas contemporaneos ya ellos es que generalmente acuden los investigadores a la hora de montar exhibiciones antol6gicas de la obra plastica puertorriquena. Por lo tanto si en un futuro Puerto Rico quisiera tener un Museo de Bellas Artes que muestre lo mejor de la producci6n plastica de los artistas durante la segunda mitad del siglo veinte, tendra que adquirir dichas obras de los coleccionistas privados o consegulr de ellos el prestamo de sus obras para ilustrar el desarrollo de la plastica puertorriquena. El material de informaci6n recopilado por el proyecto sobre las Artes Plasticas en Puerto Rico podra servir de base para identificar cual ha sido la amplitud de la producci6n plastica durante este siglo. Ademas tendrlamos que identificar en cuales colecciones estan dichas obras. Es portal raz6n que el inventario de la obra del artista, y las colecciones a las cuales pertenece sera de gran ayuda cuando se desee organizar el Museo de las Artes Contemporaneas Puertorriquenas. En este volumen de la Revista Homines dedicado a la mujer puertorriquena hemos seleccionado publicar informaci6n de las tres artistas del grupo inicial de dieciocho con el cual empezamos el proyecto de investigaci6n. Las artistas seleccionadas son: Olga Albizu, Myrna Baez y Luisa Geigel de Gandia. Cada una de el las es ejempto del esplritu de superaci6n y esfuerzo que caracteriza la obra de la mujer puertorriquena. Olga Albizu es la pintura, fue la primera mujer dedicada a la abstracci6n en Puerto Rico que emigra a Nueva York y all! desarrolla su obra. Myrna Baez experimenta con diferentes procesos de las artes graficas yen la pintura expresa la soledad y a veces la perplejidad de la mujer moderna ante su existencia. Baez ademas desempeM un papel importante como profesora de Artes Plasticas en la Universidad del Sagrado Coraz6n yen la Escuela de Artes Plasticas del lnstituto de Cultura Puertorriquena. Es a Luisa Geigel de Gandia a quien le toc6 ser la primera mujer puertorriquena dedicada profesionalmente a las Artes Plasticas en Puerto Rico. Desde su regreso a Puerto Rico, en la decada de los af'lOs cuarenta, una vez finalizados sus estudios en el exterior, ella se dedic6 a la escultura. Este medio requiere inversi6n de grandes cantidades de dinero; por lo tanto la producci6n de Geigel no ha sido tan amplia como ella hubiera deseado. Dedic6 Geigel sus esfuerzos a la ensenanza en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico ya realizar cuidadosos estudios de historia y genealogla. Puerto Rico no ha contado con talleres de fundici6n propios de manera que se hace sumamente costoso el proceso de enviar al exterior los modelos para fundir las obras escult6ricas en metal. Ademas, no se ha desarrollado un programa de subvenci6n de escultura en lugares publicos que pueda darle oportunidad de expresi6n a un nutrido grupo de artistas contemporaneos dedicados a la escultura. Muchos de ellos resienten el tener que someterse a concurso para competir entre ellos por las pocas comisiones disponibles. Entre aquellos artistas interesados por trabajar con los problemas relacionados por las masas en el espacio relativos a la escultura, hay algunos que han podido canalizar dicha creatividad hacia la cerami368

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ca escult6rica. Este proceso les ofrece la oportunidad de trabajar con la escultura de modelado la cual no depende de las fundiciones del exterior. Deseamos que la publicaci6n de este material biografico sobre estas tres pioneras en el campo de la mujer dedicada profesionalmente a las Artes Plasticas sirva como testimonio a la importante contribuci6n que realiza la mujer al desarrollo de la cultura puertorriquel'\a. En Puerto Rico se necesita planificar para en el futuro tener un Museo de las Artes Contemporaneas donde la obra de nuestros creadores pueda estudiarse, conservarse y presentarse para el disfrute de todos los puertorriquel'\os.

ALBIZU, OLGA Biografia 1924-

Nace en Ponce, Puerto Rico.

1944-

Obtiene un bachillerato en Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico.

1948-

Obtiene una beca de la Universidad de Puerto Rico para estudiar en Nueva York. En Puerto Rico estudi6 bajo la direcci6n del a~tista espal'\ol Esteban Vicente . Estudia en Nueva York con Hans Hoffman cuya tecnica y estilo ha ejercido gran influencia en su obra. Ademas estudia en el Art Students League, en Nueva York con Kantor, Hoity y Vytlacil.

1951 -52

Estud ia en la Academia de Bellas Artes de Florencia y en la Academia Grande Chaumiere de Paris .

1956-

Expone en Panoras Gallery, New York. Expone en el New York City Center, New York .

1957-

Expone en Stable Gallery, New York City. Expone en el Ateneo Puertorriqueno, San Juan.

1957-60 1957-62

Expone en el Riverside Museum, New York . Expone en el lnstituto de Cultura Puertorriquena, San Juan, Puerto Rico.

1958-

Expone en la Primera Bienal Anual lnteramericana de Mexico. Expone en el Museo de la Universidad de Puerto Rico.

1959-60

Expone en Roland de Anelles Gallery, New York .

1960-

Expone en el Riverside Museum. Expone en Nonagon Gallery, New York City .

1962-63 1964-

Expone en la Casa del Arte , San Juan, Puerto Rico. Expone en el Esso Salon of Young Artists , Puerto Rico. Obtiene Segundo Premio en pintura en el Sal6n Esso, San Juan, Puerto Rico. Expone en el Primer Sal6n lnteramericano, Galerfa First Federal , Santurce , Puerto Rico .

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1965-75

Expone en la Galerfa Santiago, San Juan.

1966-

Expone en la Feria de New York , New York.

1967-

Exhibici6n al aire libre IBEC San Juan, Puerto Rico.

Expone en la Uni6n Panamericana, Washington , D.C. Recibe Primer Premio exhibici6n al aire libre IBEC San Juan, Puerto Rico. Recibe Primer Premio Festival de Navidad del Ateneo Puertorriqueno, San Juan, Puerto Rico . 1969-

Expone en la Galerla Santiago, San Juan, Puerto Rico.

1972-

Expone en Sweringen - Syck Gallery, Lousville, Kentucky.

1973-

Expone en el Metropolitan Museum, New York City. Expone en el RCA Pavilion, New York World 's Fair.

1974-

Expone en Bonn , West Germany.

Obras Pintura Oleo

1973-

Abstracto Rojo (40 " x 36") Sin tftulo (36" x 50") Sin tftulo (36" x 36")

1974-

Abstracto en Rojo (36" x 40") Orange 5-2 (39" x 34") Bosque Numero 2 Azul Numero 8 Rojo Numero 2 Amarillo Numero 1 Paisaje Tiro/es (24" x 24"), Colecci6n Universidad de Puerto Rico. Blanco, Colecci6n Museo de Ponce. Bosque (collage), Colecci6n lnstituto de Cultura Puertorriquena.

Colecciones

Bezalel National Museum, Israel. Museum of the University of Puerto Rico. lnstituto de Cultura Puertorriquena, Puerto Rico. Luis A. Ferre Museum, Puerto Rico. Chase Manhattan Bank, San Juan. Harcourt Brace Jovanovich, New York City.

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Bibliografia Peri6dicos y Revistas

" Arte li terario: entregan premio certamen Ateneo ". El Mundo. 14 de diciembre de 1967. Pag . 8. " Art istas presentan exposici6n en Ateneo ". El lmparcial. 16 de octubre de 1958. Pag . 20. " Datos biografi cos de algunos pintores puertorriquenos ". Boletin de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico. Torno V. Num. 2 (abril, mayo, junio, 1962). Pag . 208. " Discute cuadro de poncena ". El Mundo. 29 de abril de 1965. Pag . 22. " Exh ibiran en Nueva York obras de Olga Albizu ". El Mundo. 18 de noviembre de 1959. Pag . 7. " Exposici6n de la pintura de Olga Albizu". El Mundo. 6 de diciembre de 1969. Pags. 20-21 . Gaya Nuno, Jua n Antonio. " La pintura puertorriquena ". Educaci6n. Vol. X (noviembre, 1963). Pag . 8. " Joven pintora Olga Alb izu realiz6 expos1ci6n en Nueva York ". El Mundo. 29 de abril de 1957. Pag. 12. Libros

Delgado Osiris . Historia de la Pintura en Puerto Rico. Vol. VIII de La gran enciclopedia de Puerto Rico. 14 vols . Madrid : Forma Grafica, Ediciones R, 1976. Pags. 207, 220, 221 , 222, 223. Del Rosario, Ruben , Esther Me16n de Diaz, Edgar Martinez Masdeu. Breve Enciclopedia de la Cultura puertorriquefla. San Juan , P.R. Editorial Cordillera, 1976, Pag . 21 . La pintura puertorriquefla en el siglo XX. San Juan, P.R.: Ediciones Artlsticas de P.R. , Talleres Graficos lnteramericanos Inc., [s.f.). Pags. 16, 17.

" Olga Alb izu " en, Pintores contemporaneos puertorriqueflos . San Juan , P.R.: Ediciones Artlst icas de P.R. , 1969. Pags. 29, 157, 158, 159, 160, 161 , 165, 167, 169, 214.

BAEZ, MYRNA Biografia 1931 1947-51

Nace en Santurce, Puerto Rico.

1951 -57

Estud ia y obtiene el grado de Licenciatura en Arte de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, Espana.

1958-60

Estudia en el Taller de Artes Graficas del lnstituto de Cultura Puertorriquena, bajo la direcci6n de Lorenzo Homar.

1959-

Participa en exposici6n colectiva, Graficas de Puerto Rico -Arthur Niggli.

Estudia y obt iene el grado de Bachiller en Ciencias de la Universidad de Puerto Rico , Recinto de Rio Piedras.

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1961-

Participa en exposici6n colectiva en la Casa de las Americas , Cuba.

1962-

Participa en exposici6n colectiva Puerto Rican Graphics en Museo Riverside en Nueva York . Primera exposici6n individual en el Institute de Cultura Puertorriquena. Exposici6n colectiva de Arte Contemporaneo de Puerto Rico, Museo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras.

1963-

Recibe Menci6n de Honor de pintura en el concurso de Paisaje Urbano del Institute de Cultura Puertorriquena, par la pintura El muelle. Form6 pa rte de la Facu Itad del Colegio Universitario del Sagrado Coraz6n, Santurce, Puerto Rico (1963-1981). Participa en exposici6n colectiva de Arte Actual de America y Espana en Madrid , Espana. Participa en exposici6n colectiva en el Institute de Cultura Puertorriquena. Obtiene Primer Premio de pintura del Festival de Navidad del Ateneo Puertorriqueno par su pintura Ciclistas. Participa en las subsiguientes Festivales de Navidad del Ateneo Puertorriqueno.

1965-

Participa en la exposici6n colectiva Quinta Bienal de Pintura, Valencia, Espana. Participa en exposici6n antol6gica Dos Siglos de Pintura Puertorriquena, Institute de Cultura Puertorriquena.

1966-

Exposici6n individual de grabados en el Institute Panameno de Arte , Panama. Exposici6n individual de grabados en el Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. Exposici6n individual de grabados en la Galerla Calibri, San Juan, Puerto Rico. Expone en la Universidad lnteramericana en San German . Participa en las subsiguientes exhibiciones de la Anual Grafica Latinoamericana de la Galerla Sudamericana en Nueva York .

1967-

Obtiene Primer Premio de pintura del Ateneo Puertorriqueno.

1968-

Exposici6n individual de grabados en el Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. Exposici6n colectiva Once Artistas, Museo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras.

1969-

Participa en la Primera Muestra Internacional de Grabado y Litografla en Barcelona, Espana.

1969-70

Estudia en el Pratt Graphic Center en Nueva York.

1970-

Participa en la Primera Exposici6n Panamericana de Artes Graficas en Cali , Colombia. Participa en la Primera Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano, Institute de Cultura Puertorriquena, San Juan, Puerto Rico. Participa en la Anual Print Exhibition by Artists of the Pratt Graphic Center en Nueva York.

372

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Obtiene el Primer Premio de la Exhibici6n Anual de Grabados de Artistas del Pratt Graphic Center, con el grabado El juez. Obtiene el Primer Premio de Grabado del Ateneo Puertorriqueno. 1972-

Expone en la Segunda Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano, Institute de Cultura Puertorriquena, San Juan, Puerto Rico. Participa en la Primera Bienal de Artes Graficas en Cali , Colombia.

1973-

Participa en la exposici6n antol6gica Herencia Cultural de Puerto Rico , Museo del Barrio en Nueva York y Museo Metropolitano de Nueva York .

1974-

Obtiene el Segundo Premio de pintura del Certamen United Federal Savings Bank. Participa en la Tercera Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano, Institute de Cultura Puertorriquena, San Juan, Puerto Rico. Participa en la Decima Bienal del Grabado Internacional en Menton, Francia. Participa en la Sexta Bienal Grafica Internacional en Florencia , Italia. Obtiene Premio Unico de pintura del Primer Sal6n de Amigos de la UNESCO, San Juan , Puerto Rico. Participa en la Segunda Bienal de Artes Graficas en Cali, Colombia. Exposici6n individual de pinturas y grabados en la Galerfa Santiago, San Juan , Puerto Rico.

1975-

Participa en la exposici6n colectiva The Collograph -A New Print Medium, Pratt Graphic Center, New York . Expone en el Centro de la Facultad de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras. Participa en la exposici6n colectiva The Collograph - A New Print Graphic Annual , New Hampshire, United States of America. Participa en la exposici6n rodante , Grabados Latinoamericanos del Museo de Arte Moderno, Nueva York.

1976-

Obtiene Primer Premio de pintura en Certamen de la Revista Sin Nombre. Exposici6n individua l de pinturas en el Museo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras. Participa en la Tercera Bienal de Artes Graficas en Cali , Colombia .

Obras Pintura Oleo

1962-64

Naturaleza muerta (sobre papel)

Amolador

Enrique (sobre papel)

San Crist6bal I

Puente Washington (sobre papel)

Vic Miles

Mi madre (sobre papel)

PiragOero

Palomar

Marfa Stella

He/ado de coco

Paisaje Baldorioty de Castro

Gato

La Central

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

373


Gallo

Desnudo VIII

Bodeg6n verde

DesnudolX

Bodeg6n rojo

Desnudo X

Steel Band

Desnudo XI

Ninos jugando

Iris Nereida

Chang6 Poker

Lapiz

Parque Central

Iris Nueva York Iglesia I

Grafica

Iglesia II

Barcas (lin61eo)

Paisaje espanol

Nina (xilograffa)

Madre

Gallo (lin61eo)

Renier

Barcas (serigraffa)

Paisaje

Mercado de Rio Piedras (plastico)

Cebus

Carros de piragua (lin61eo y xilograffa)

Farmacia

El Bautista (lin61eo)

San Juan

Plaza de Col6n (lin61eo)

Planchadora

Tiestos (xilograffa)

La Perla

Mural/as (xilograffa)

Don Ricardo

Tarjeta de Navidad I (lin61eo)

San Crist6bal

Tarjeta de Navidad II (lin61eo)

Nueva York II

Tarjeta de Navidad (serigraffa)

Subway Yunque I

Grafica

Yunque II

1965-

PiragOero (lin61eo)

Yunque Ill

San Crist6bal (lin61eo)

Yunque IV

Patio interior La estrella (xilograffa) En la machina (acrllico)

Dlbujo

Marfa

374

Estaci6n def elevado

Grafica

Desnudo

1966-

Adolescente (serigraffa)

Desnudo II

Arrabal (xilograffa y lin61eo)

Desnudo Ill

Atardecer (xilograffa)

Desnudo IV

Autoretrato (xilograffa)

Desnudo V

Baile (xilograffa)

Desnudo VI

Cabras (litograffa)

Desnudo VII

Ciudad (plexiglass) Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Chinas (serigrafia)

Hombre

Dos mujeres (lin61eo)

Mujer

En el cate (litografia) Flamenco (xilografia)

Grafica

Flamenco (litografia)

1973-

Paisaje (colografla)

Garita (serigrafia)

Sombra (colografia)

La tla (I itograf ia)

La Gioconda (colografia)

Lluvia (serigrafia) Muneca (xilografia)

Pintura

Nino de los globos (litografia)

1973-

Nino y jaula (serigrafia)

Positivo-negativo (acril ico) Lluvia con sol (acrilico)

Palomas rojas (serigrafia) Palomar azul (xilografia)

Grafica

Perro (litografia)

1974-

San Francisco (xilografia)

Retrato al 6leo (colografia) Al acercarse la noche (serigraffa)

Santero (serigrafia) La prensa (litografia) El gallo (grabado) El mercado (grabado)

1974-

Pintura

1966-

Pintura Acrilico

Banistas La acera de enfrente

Barrio Tokio (oleo)

Trfptico Bruma

Grafica

1969-

Autopista hacia el sur

Enigma (colografia)

Maguey

Paisaje amarillo (colografia)

19701971-

El juez (colografla) Meditaci6n (colografia) La ventana (colografia)

1972-

Angel (colografia)

Escultura

1974Ceramica

Cabeza

Pintura Acrilico

1972-

Mafioso (madera)

Sombra en la pared Muro

Pintura

1974-

Banistas La espera

Fuga

Platanal

Ceramica

Pared

1972-

Multiplicidad

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

Tapiz

1974-

Paisaje

375


Pintura

1975-

La lampara Tiffany Transfiguraci6n en el tiempo La ca/le El mar Las guajanas

1976-

El comedor Paisaje con rocas Paisaje de Barrazas Maguey II Las hojas Paisaje de Trujillo Alto El jardfn

Murales

Escuela Bolivar Pagan, Santurce, Puerto Rico. Centro Medico, Rio Piedras, Puerto Rico. Piscina Ollmpica, San Juan, Puerto Rico

Bibliograf ia Peri6dicos y Revistas

" Acto de entrega de premios del Certamen Sin Nombre". Revista Sin Nombre. Vol. VII. Num. 2 (17 de febrero de 1976). Pags . 100, 107. " Arte literario: entregan premio certamen Ateneo ". El Mundo. 14 de diciembre de 1967. Pag. 8. Corretjer, Juan Antonio . " El Grabado en P.R. ". El lmparcial. 2 de mayo de 1964. Pags. S-27. Suplemento Sabatino . _ _ _ _ . " El grabado en Puerto Rico " . El lmparcial. 21 de noviembre de 1964. Pag. S-27. " Datos biograficos de algunos pintores puertorriquenos ". Boletfn de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico. Torno V. Num . 2 (abril-junio de 1969). Pags. 208-209. Davila Rodriguez, Arturo. " Notas sobre las artes plasticas en Puerto Rico en los ultimas veinte anos ". Asomante. Vol. XX. Num. 4 (1964). Pag . 37. Dominguez Calero, Julian. " Once pinturas y una exposici6n ". Avance. Ano I. Num. 36 (26 de marzo de 1973). Pag . 46. "En honor de la pintora Myrna Baez". El lmparcial. 19 de agosto de 1966. Pag. 34. " Exhiben grabados de Myrna Baez ". El Mundo. 18 de julio de 1966. Pag . 19. " Exposici6n arte de America y Espana correra capitales europeas". El Mundo. 10 de agosto de 1963. Pag . S-10. Suplemento Sabatino. 376

Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87


" Exposici6n de grafica puertorriquena ". Revista def tnsti tuto de Cultura Puertorriquefla. Vol. VI. Num . 18 (enero-marzo, 1963). Pags. 57-58. " Exposici6n de Myrna Baez ". Revis ta def lnstituto de Cultura Puertorriquefla. Vo l. V. Num. 15 (abril-j unio, 1962). Pags . 34-35. Gaya Nuno, Juan Antonio. " La pintura puertorriquena ". Educaci6n. Vol. X (noviembre, 1963). Pag . 7. " Grabado de Myrna Baez ". Revista def lnstituto de Cultura Puertorriquefla. Vol. X. Num. 37 (1967). Pag. 10. " Graphics Art Festival For Students and Pros " . The San Juan Star. 25 de abril de 1971 . Pag. E-7. La pintura puertorriquefla en el siglo XX. San Juan , P.R.: Ed iciones Artlsticas de P.R. Talleres Graficos lnteramericanos Inc ., (s.f.], Pags . 16, 17. Myrna Baez, cata logos de exposic iones celebradas en Museo Universidad de Puerto Rico (17 de agosto - 4 de septiembre de 1976) y Galerla G-Caracas, Venezuela . lncluye datos biograficos y comentarios sobre su obra por Jose A. Torres Martino, Marta Traba , Samuel Sherson, Margot Arce de Vazquez, Anton io J . Molina, Josem ilio Gonzalez y de un editorialista del diario El Universal , Caracas , Venezuela. " Myrna Baez" en, Pintores contemporaneos puertorriqueflos, San Juan , P.R. : Ediciones Artlsticas de P.R., 1969. Pags . 29, 143, 144, 145, 146, 147, 149, 151 , 153, 155, 213. Primera Bienal def Grabado Latinoamericano en San Juan de P.R., lnst ituto de Cultura Puertorriquena, enero 1970. Pag. 6. Catalogo. Segunda Bienal def Grabado Latinoamericano en San Juan de P.R., lnst ituto de Cultura Puertorriquena, enero 1972. [s.p.]. Catalogo. Tercera Bienal def Grabado Latinoamericano en San Juan de P.R., lnstituto de Cultura Puertorri quena , enero 1974. Pag . 10. Catalogo. Traba , Marta. " Myrna Baez tras la barricada: propuesta polemica sobre arte puertorriqueno ". Rio Piedras, P.R.: Ediciones Librerla Internaciona l, 1971 . Pags . 121134. " lnstituto de Cultura entrega prem ios " . El Mundo. 1963. [s .p.]. Suplemento Sabatino. " Mercado: grabado de Myrna Baez". Revista def lnstituto de Cultura Puertorriquefla. Vol. x. Num . 35 (1967). Pag. 32. Molina , Anton io. " Arte en Puerto Rico : Myrna Baez recibe prem io Centro Pratts " . El Mundo. 6 de agosto de 1970. Pag . 2-C. " Myrna Baez: anecdotario de arte puertorriqueno ". Pigmento. Vol. VI. Num. 10 Uulio, 1966). (Publicac ion de Pintadera, Hato Rey, P.R.). Pags . 1-3. " Oleo de Myrna Baez obtiene primer premio en certamen ". E.I Mundo. 12 de diciembre de 1963. Pag . 25. Perez-Chanis , Efra in E. " Myrna Baez o la poesla pictorica " . Urbe. Vol. Ill. Num. 9 (abril-jun io de 1964). Pags. 38-44. " Premio Primera Bienal del Grabado de America : Myrna Baez y el silencio elocuente ". El Mundo. 4 de noviembre de 1977. Pag. 6-C. " Primer Salon de Pintura de la UNESCO " . El Mundo. 14 de julio de 1974. Pag. 12. Suplemento Puerto Rico llustrado. Skerret de To rres , Lillian. " Hablando con una pintora puertorriquena ". El Mundo. 7 de abril de 1962. Pag . 7. Suplemento Sabatino. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

377


Libros y Catalogos

Clasicos de Puerto Rico. San Juan , P.R. Ediciones Latinoamericanas , 1971 . Vol. VII. Pags . 38, 77 , 78, 79, 61 .

Delgado, Os iris. Historia de la pintura en Puerto Rico. Vo l. VIII de La gran encic/opedia de Puerto Rico. 14 vols . Madrid : Forma Grafica , Ediciones R, 1976. Pags. 206, 224, 225, 226, 227, 439. Del Rosario , Ruben , Esther Melon de Diaz , Edgar Martinez Masdeu . Breve Enciclopedia de la Cultura Puertorriqueria. San Juan, P.R.: Editorial Cordillera, 1976. Pag . 49. Kaiden , Nina, Pedro Juan Soto y Andrew Vladimir. llustraciones del lin61eo PiragOero, de la xilograffa La estrella y el acrilico En la machina de Myrna Baez en, Puerto Rico: La nueva vida/The New Life. New York : Renaissance Editions, 1966. llustraciones 8, 12, 25 respectivamente .

378

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


LUISA GEIGEL VDA. DE GANDIA Biografia * 1916-

Nacio en San Juan de Puerto Rico, hija legitima del Licenciado en Derecho Fernando J. Geigel Sabat, alcalde que fue de dicha ciudad en 1940, y de Dona Micaela Brunet y Guayta, naturales de Puerto Rico.

1925-34

Curso estudios en Barcelona, Espana, en el Colegio de las Esc lavas del Sagrado Corazon y de dibujo y anatomra en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Barcelona, bajo la direccion del profesor Sr. Capuz. Debido a la labor realizada durante el ano, se le acredito haber completado con la cali ficacion de " Excelente " dos anos en uno.

1935-37

Estudios de pintura en The Phillip Memorial Art Gallery, Studio House Washington , D.C., bajo la direccion del profesor Lawrence C. Watkins y de escultura, bajo la direccion de Daniel Olney Washington , D.C.

1937-39

The Art Student 's League, New York City . Estudios de pintura (retrato y desnudo) bajo la direccion de Robert Brackman yen el estudio particular de Jose de Creef (talla en piedra y madera).

1937-

Expone en The Phillip Art Gallery. Washington , D.C. Expone en The Studio House, Washington , D.C. Expone en The King Smith Studio School Art Gallery. Wash ington , D.C.

1938-

Expone en Vendome Gallery, Nueva York .

?

Expone en Municipal Art Building,, Nueva York .

?

Expone en Grand Central Gallery, Nueva York.

?

Expone en The Clay Club (Sculpture Center), Nueva York.

1939-

Expone en The American Artist Professional League, Puerto Rico y Estados Unidos. Se traslado a Puerto Rico donde contrajo matrimonio en 1942 con el Licenciado en Derecho, Ramon Gandia Biscombe, fallecido en 1975. Expone en Puerto Rico por primera vez, en la exposic ion colectiva de la American Artist Professional League (Cap ftu lo de P.R.) efectuado en el Casino de Puerto Rico . ·

1940-

Entra a formar parte de la Junta de Directores del Ateneo Puertorriqueno, donde organizo y dirigio por varios a nos la Galeria de Arte y la Seccion de Artes Plasticas de dicha institucion; colaboro activamente en actuacion,

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

379


escenograffa y vestuario con varios de los directores teatrales del Teatro Experimental del Ateneo. Expone en la Galerfa de Arte del Ateneo Puertorriqueno. Expone en Gallery of Art (IBM) en la Feria Mundial de Nueva York y Los An geles . Expone en el Festival de Navidad del Ateneo. Expone en la Galerfa Campeche, San Juan , P.R. Expone en el Casino de Puerto Rico, San Juan , P.R. Expone en Blanche Kellog Insti tute, Santurce, P.R. Expone en la Sala de Arte de la Universidad de P.R. 1943-

Exposici6n celebrada en el estudio de la acuarelista Mrs . El len Glines.

1952-

Expone en la Galerfa Pintadera , Rfo Piedras, P.R.

?

-

Expone en el Centro de Arte Puertorriqueno, San Juan, P.R.

1958-

Comienza sus labores como profesora de la Secci6n de Artes Plasticas del Departamento de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Pied ras, las cuales cont inua desempeMndose hasta el presente.

1964-

Autora de un ensayo (en espai'lol e ingles) sobre el escultor Lindsay Daen.

1966-68

Profesora de anatomfa y dibujo de la Escuela de Artes Plasticas del lnstituto de Cultura Puertorriquei'la.

1969-

Expone en el lnstituto de Cultura Puertorriquei'la, San Juan , P.R.

1972-

Autora del libro La genealogfa y el ape/lido Campeche.

1973-

Miembro de la Academia Puertorriquena de la Historia.

1976-

Es nombrada catedrat ico asociado del Departamento de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras. Tiene pendiente de publicaci6n la obra Linaje y descendencia de/ Capitan Correa Mroe de Areclbo, y en preparaci6n la Gula genea/6glca de fam/1/as puertorrlquenas de/ slglo XVIII. Ambas obras son producto de largos anos de investigaci6n en los archivos puertorriquef'\os y del exterior. Ha expuesto sus obras de pintura y escultura en Puerto Rico y Estados Unidos. Algunas de ellas pertenecen a las colecciones del Museo de Arte de Puerto Rico, lnstituto de Cultura Puertorriquef'la, Museo de la Universidad de Puerto Rico, International Business Machines y varias colecciones particulares.

Obras Escultura 1938-

Figure In Relief (piedra caliza) Balgneuse (piedra caliza) Group Of Women (madera) Ebony (ebano)

380

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


Pintura. Tempera o Acuarela

Girls And A Doll

Escultura

Procession of Nuns

Extasis (laurel , bone y aceitello)

Mexican Fish Sellers

Fontana (caoba)

Abstract Spanish Dancer

Oleo

The Guitar Player

1941-

Repose

Abstract

Andino el bombero

Still Life

Faite Vos Jeux

Plntura • Oleos

Request Jolgorio en Rabo de Buey (boceto)

1939·

Self Portrait

Aida

Leila

Tati

Nude (estudio)

1946-

Moncho

Legonias Lorenza la /avandera

Alberto Ferrer

Day Dreams

Autorretrato

Pepa de la Haba Dominga Marguerite

Tomas Blanco

? 1952-

Lavandera Autorretrato I Maelstrom I Salome I Salome II

Acuarelas

The Green Sofa

El niflo y el perro

Hora azul The Yellow Towel

A mantes

Girl

La luna

Signo magico El niflo y los polios Madona de las palomas

Escultura

Two Women (pino)

Sans6n

Oleo

1940-

Dolor Retrato de mi hijo

/velise

Ell, Ell

El amolador

Autorretrato II

Siesta El regreso de/ manantial

Symphonie Mecanique

Maelstrom II Autorretrato Ill lntegraci6n

Dibujo

Na Narcisa (carb6n)

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

381


Acuarela

Juan Bautista Salome Oleo

1955-

? ?

El origen oculto Maternidad

La lecci6n de ballet

Escultura ?

1958-

Ave Mater (marmol), Museo de Arte Puertorriquef'IO, San Juan, P.R. Nuestra Senora de la Providencia (bronce), Iglesia Cat6Iica de Bayam6n, P.R.

?

Lofza Ill (bronce), Museo de la Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, P.R.

?

Maternidad triple, Sal6n de Escultura de la Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, P.R.

Bibliografia Peri6dicos y Revistas

"Agasajan presidente lnstituto de Cultura". El /mparcial, 12 de febrero de 1971. Pag . 3-A. Arce de Vazquez, Margot. "Una imagen puertorriquena de la Virgen de la Providencia". Revista def /nstituto de Cultura Puertorriquefla. Ano I. Num. 1 (octubre-diciembre, 1958). Pa.gs. 2-4. "Ate neo inaugura biblioteca ". El Mundo. 12 de mayo de 1971. Pa.gs . 3-A. " Carta abierta a una artista puertorriquena: unas notas analfticas en torno a la obra de Luisa Geigel Brunet ". Revista de Arte Insular. Vol. I. Ano I. uunio, 1941). Pa.gs . 44-50. " Cartel del Centenario del Ateneo ". El Vocero. 11 de noviembre de 1976. Pag. 4. Colmenares , Francisco. " Las pequenas entrevistas ". El /mparcial. 27 de mayo de 1947. Pag . 17. Combas Guerra, Eliseo. "En torno a la Fortaleza " . El Mundo. 24 de mayo de 1940. Pag. 5. " Datos biograficos de algunos puertorriquenos modernos ". Boletfn de la Academia de Artes y Ciencias. Vol. V. Num. 2 (abril-mayo-junio, 1969). Pag . 212. Davila Rodriguez, Arturo. " Notas sobre las artes plasticas en Puerto Rico en los ultimas veinte anos ". Asomante. Vol. XX. Num . 4 (1964). Pa.gs . 32, 33, 36. De Font Saldana, Carmen. " Cr6nica social". Puerto Rico 1/ustrado. Num. 1586 (10 de agosto de 1940). Pag . 49. 382

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" Ecos de sociedad: exhibici6n en el Casino de Puerto Rico ". El Mundo. 6 de noviembre de 1939. Pag . 9. " El arte al servicio de la caridad " . Puerto Rico 1/ustrado. Num. 1582 (13 de julio de 1940). Pag . 34. Enjuto, Federico. " Carta abierta a una artista puertorriquena " . Puerto Rico 1/ustrado. Num . 1596 (19 de octubre de 1940). Pags . 8-9. " Entregan premios en concurso de arte navideno ". El Mundo. 19 de enero de 1953. Pag . 9. " Exposici6n de artistas americanos en el Casino de Puerto Rico " . Revista de Arte Insular. Vol. I. Ano I Qunio, 1941). Pags. 17-21 . " Expos ic i6n de Luisa Geigel en el Ateneo ". Puerto Rico 1/ustrado. Num . 1588 (31 de agosto de 1940). Pag . 38. " Exposici6n de pinturas de las senoras Ellen Glener y Luisa Geigel de Gandia ". Puerto Rico llustrado. Num. 1723 (1 de mayo de 1943). Pags . 6, 59. " Exposici6n pict6rica en el Casino de Puerto Rico " . Puerto Rico llustrado. Num . 1548 (18 de noviembre de 1939). Pag . 34. " Feria artistica-industrial : se inaugura esta tarde en la Colect iva ". El Mundo. 4 de mayo de 1940. Pag . 19. Gaya Nuno, Juan Antonio. " La pintura puertorriquena ". Educaci6n. Vol. X (noviembre, 1963). Pag . 5. Geige l, Luisa. " Jose Campeche y Jordan : compendia geneal6gico ". La Torre. Ano XX . Num . 77 uulio-septiembre, 1972). Ano XX. Num. 78 (octubre-diciembre, 1972). Pags . 15-28. " Los libros parroquiales de la Catedra·I de San Juan de Puerto Rico , Siglos XVII y XVIII " . Revista def /nstituto de Cultura. Ano VIII. Num . 29 (octubre -diciembre, 1965). Pags . 38-43. " La exposici6n de Luisa Geigel en el Ateneo ". El Mundo . 30 de agosto de 1940. Pag . 14. " Lindsay Dean , escultor australiano enfocado por escultura puertorriquena ". El Mundo. 29 de febrero de 1964. Pag. 7. Suplemento Sabatino. " Local Artist Exhibit Work At Puerto Rican Ateneo ". Puerto Rico World Journal. 30 de mayo de 1940. Pag . 6. Miranda Arch illa, J. " La Academ ia de Edna Coll abri6 una galeria de arte en San Juan ". El Mundo. 8 de diciembre de 1964 .. Pags . 1, 7. " Otorgan prem ios a varios cuadros ". El Mundo . 12 de julio de 1950. Pag . 6. " Pr imer pez vela para una dama en Puerto Rico ". El Mundo. 30 de noviembre de 1951 . Pag. 18. " Puerto Rico Arts Show Offers Best Of Local Works ". Puerto Rico World Journal. 7 de noviembre de 1941. Pag . 3. Ruano, Estela . " Renac imiento cultural de la isla durante el siglo XX ". El Mundo. 17 de febrero de 1969. Pag . S-18. " T6picos locales de la actualidad ". Puerto Rico 1/ustrado. Num. 1717 (20 de febrero de 1943). Pag . 24.

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"The Leisure Calendar". The San Juan Star. 10 de noviembre de 1969. Pag . 32. Libros

Clasicos de Puerto Rico. Vol. VII. San Juan , P.R.: Ed. Latinoamericana, 1971. Pag. 46. Delgado, Osiris . Historia de la pintura en Puerto Rico. Vol. VIII de La gran enciclopedia de Puerto Rico , 14 vols . Madrid : Forma Grafica , Ediciones R, 1976. Pags . 202, 206, 336, 337, 442. Del Rosario , Ruben , Esther Melon de Diaz, Edgar Martinez Masdeu . Breve encic/opedia de la cultura puertorriquefla . San Juan, P.R.: Editorial Cordillera, 1976. Pag . 182. Geigel , Luisa. La genealogla y el ape/lido Campeche. San Juan, P.R.: lnstituto de Cultura Puertorriqueiia, 1972. 58 pags. Lindsay Daen. San Juan, Puerto Rico: Star Press, Inc. , 1964. 63 pags. La pintura puertorriquefla de/ Siglo XX. San Juan , P.R.: Ediciones Artist icas de P.R. Talleres Graficos lnteramericanos , Inc. (s.f.] Pags. 11-12. " Luisa Geigel de Gandia ", en, Pintores contemporaneos puertorriqueflos. San Juan, P.R.: Ediciones Artisticas de P.R. 1969. Pag. 24.


LA CIUDAD DE SAN JUAN, PRESAGIO DE SU METAMORFOSIS EN IMAGENES DE MARTA MATOS Aline Frambes-Buxeda*

" Nunca me habia puesto a pensar porque me gustan tan to las ruinas de las casas antiguas. Porque sus ladrillos carcomidos, la pintura desgastada . . . la libertad con que las raices se extienden con vigorosa fuerza, por entre las soledades de pasillos desvestidos de pasos, pero llenos de hendijas de /uz; me detienen y me 1/aman como con voces le1anas . . . Nunca me habia puesto a pensar porque me gustan tanto las casas en ruinas . .. y es porque me saben a soledad y tienen el olor de las cosas sin dueiio. " -David Ortiz Ang/era··

lntroducci6n: Hoy en dia , al llegar a los muelles y al " puerto rico " del antiguo San Juan , lugar · predilecto de turistas -Centro de exportaci6n industrial y portuario del Caribe, la ciudad nos impacta con su cara , ahora neoclasica, por sus fortalezas- sus cientos de puertas y sus antiguas murallas que abrazan como cintur6n. Ya nose ven (a ple na vista) los " piratas " y " conquistadores " (solo algunos muchachos disfrazados como viejos guardias coloniales para entretenimiento de los turistas), pero si se oye el bullicio del trajin comercial en calles adoquinadas y empinadas hacia los riscos del " Boulevard del Valle " y la calle Norzagaray. Tambien adornan como encajes las olas , barcos de turistas y los veleros en los muelles principales ... y como bultos los buques de carga a los costados. Los viajeros son recibidos por el sol y agua y hasta luna Caribena ... tambien por vendedores y comerciantes. Complemento ne cesario es el aire humedo, brisa y murmullo constante y la fascinaci6n de una ciudad-monumento , eternamente hermosa y humana, con malices cromaticos de texfuras y colores verdaderamente desgastados y curtidos , a la manera Caribena .

Catedratica • Pro fesora Universidad lnteramericana , Recinto Metropolitano, San Juan. David Ortiz Ang ler6, " Las Casas Viejas ", El Nuevo Dia , San Juan , martes 28 de enero de

1986, pag. 46. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

385


Barco de turismo anclado en los muelles de San Juan.

Residencias restauradas, San Juan de Puerto Rico.

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San Juan viejo es una de las ciudades mas representativas del sincretismo historico que dio comienzo, al menos , a fines del Sig lo 15 entre Europa , America , Africa y Asia . Esta ciudad colonial , pero a su vez moderna ... repleta de turistas pero tam bien (todavia) llena de comercio caribeno y de vida cotidiana: oficinistas , ninos en las plazas y vendedores ambulantes, pronto cumplira 500 anos. Las " Puertas " de San Juan pintadas por la artista puertorriquena Marta Matos recogen parte de la vida cotidiana de la ciudad, ahora en proceso de transforma cion . Algunas representan siglos de laboriosidad realizada por multiples generaciones . Otras , como las "puertas clausuradas", anuncian cambios para la ciudad. Mientras existan " puertas clausuradas " existiran en su interior los esqueletos o vestigios historicos de tantos siglos de produccion realizada por actores y personajes desconocidos . Las puertas se clausuran cuando un edificio alcanza cierto nivel de deterioro arquitectonico. Tambien se clausuran las puertas para desalojar a inquilinos autoctonos , pero pobres. Otras veces se clausuran o sellan las puertas con bloques y cemento para " proteger " la belleza interior del saqueo; las mas de las veces parece confiscacion . El pel igro mayor que padece San Juan es la " restauracion " .. . entonces desaparecen las puertas clausuradas y paredes deterioradas . .. y la " restauracion " mutila y destruye interiores y gran parte de la produccion estructural originaria desaparece ... dando fin a siglos de creatividad humana . Aqui el peligro que sufre San Juan es una nueva tendencia comercial y economica internacional hacia " la moda plastica ", hacia el lujo y la imagen frivola . Los proximos a nos nos dejaran saber si San Juan se convertira en un " museo caribeno " o " carnaval burlesco " (o peor, en un circo Disneyworld), para el disfrute turistico , o si per_manecera siendo una ciudad Caribena con vida cotidiana " normal " ; eso es , llena de vida comunitaria y de convivencia creativa modesta. 1_ Recordando un poco de historia sobre la ciudad de San Juan de Puerto Rico. Ubicada en la misma entrada del Cari be, donde Cristobal Colon se dio cita por primera vez con Amer ica . . . seno de la primera etapa de la colonizacion ; en tiempos de Carlos V fue declarada como " Ilave de todas las lndias ". Si la isla entera era !lave , en los Siglos 16 y 17 San Juan amurallada era el bastion que con sus " puertas clausuradas " y gruesas murallas protegia la entrada al Cari bey a toda America de los mas variados intrusos . Ya definitivamente desde el Sig lo 18 el viejo San Juan es sobretodo una ciudad comercial y sede burocratica gubernamental, pero tambien barrio residencial. A partir de fines del siglo 19, pero muy particularmente entre 1900-1940, poco a poco una proporcion considerable de antiguas familias pequenas burguesas trasladaron su domicilio al sector de Santurce ... cuyos sectores mas lujosos lo fueron El Condado y Miramar. La " ciudad vieja " sufrio un notable deterioro en sus estructuras ; y gran parte de las elegantes residencias pasaran a ser caserios de alquiler para el nuevo sector obrero industrial. Otro cambio ocurre a partir de fines de los anos 50 's y 60 's cuando el propio gobierno fomenta la restauracion de viejos edificios y co mienza San Juan otra vez a ser sector residencial de moda, sobretodo para intelectuales , artistas o jovenes profesionales y extranjeros . El viejo San Juan da albergue a estructuras tan variadas como el Palacio Santa Catalina (La Fortaleza) - residencia del Gobernador, la Asamblea Legislativa, el Ayuntamiento Municipal , 3 Castillos: El Morro, San Cristobal y San Geronimo. lncluia hasta hace poco sendas oficinas gubernamentales , restaurantes , tiendas , periodicos y otros negocios queen los ultimas 10 anos se han trasladado a Santurce o Hato Rey . Aunque no han desaparecido del todo , la merma va en aumento. Ello

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Puerta clausurada en el Viejo San Juan (Foto: AFBA).

Clausura de la Calle Sol, colografia 16 x 23 pulg. 1980 de Marta Matos.


apunta hacia una nueva tendencia: la desaparicion (por primera vez) de una considerable parte de la actividad comercial tradicional y gubernamental realizada alli; junto con un brusco desalojo de trabajadores industriales y marginados de sus residencias alquiladas. Se acentuan de otra parte, como deciamos anteriormente, los aspectos co'merciales y de servicios para el turista , asi como la lujosa restauracion de viviendas y negocios para la burguesia nativa y extranjera y para sectores artisticos e intelectuales; un conglomerado con sabor cultural e intelectual .. . financiado " multinacionalmente " por las transnacionales . Significa una clausura para una variedad de sectores de origen autoctono y popular ... resina de siglos de sincretismo social. San Juan antiguo parece transformarse en el " Monaco " del Cari be. Los cambios de San Juan son senales de un proceso que puede afectar al pais entero. No hemos podido, ni querido, desmenusar todas las ocasiones (en los ultimos 500 anos) que San Juan ha padecido auge o desgaste urbano, eso seria taller para otro trabajo . Ahora bien , afirmariamos que el padecer humano o su creatividad en cada epoca permanece similar ... por ello urge humanizar: " Porque en las religiones indias, como en las negras , el verdadero templo es la tierra toda. Los indios creen que cada punto del espacio es el centro del espac io, creen que cada momenta es el centro del tiempo y que cad a hombre es todos los hombres ".1

De otra parte algunas personas se encaminan a rescatar y recrear los mitos ; y los que faltan producirlos. Asi tambien se hace historia. La obra de Marta Matos es una muestra en esa direccion . 2. Las Puertas de San Juan en Grabados y Pinturas de Marta Matos Esta obra es el producto de una laboriosa investigacion personal de Marta Matos, ejemplificado por el desarrollo de tecnicas mixtas para la ejecucion de los trabajos, usando por excelencia la colografia. Este cumulo de " Puertas-Estelas " o " Puertas -Monolitos " del viejo San Juan se usan como monumento megalito, para senalar la presencia de un sitio sacro, como lapida marcando un evento o a manera de clausura. Nos recuerdan los ensamblajes de piedras rectangulares de Stone henge, Isla de Pas cuas , los petrogliferos de la Plaza Ceremonial de Utuado, o los " taules " (grandes losas una sobre otra en forma de T) menorquinas, monolitos de Tiahuanaco o la Puerta de los Leones de Micenas. La coleccion de puertas que aqui observamos , se convierten a su vez en archivo general de nuestra mas aneja o estrenada historia. Tai vez la mas acertada cronica -aquella todavia pendiente de transcripcion. Esperando otra epoca, con mas fantasia , que abra y bane de vida nuevamente a todas estas puertas clausuradas. Pero, hay que recogerlas , archivarlas, mostrarlas y sobretodo aprender a mirarlas. El regio logro, esta vez, de Marta Matos es desarrollar otro metodo visual de recopilacion antropologica , historica y sociologica usando la vereda estetica. La obra reproduce e introduce una sintesis visual de todo lo que ha sido, desde Borinquen . Log ra con su maestria darle otra dimension mas al arte -funcion archivo y codigo. En los ladrillos, piedra caliza y arena que adornan, sostienen y dan apoyo a las puertas de San Juan -esta el barro, caracol y piedra araucana, las herramientas autoctonas -igner i, caucasicas , helenicas, sumerias, mongoles y sudor mozambique ; pero no como suma -sino a manera de sintesis. El primer muestreo

1

Eduardo Galeano, citado en: Anibal Tobon, " Eduardo Galeano, Al rescale de la h1storia ", KO -EYU . No . 28, aiio 4, Caracas, ene ro- febrero, 1983, pag. 34.

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Clausura de San Francisco, colografia Marta Matos

Puerta del Viejo San Juan (Foto: AFBA).

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La Ultima Clausura, colografia 22 x 30 pulgs. 1982, Marta Matos.

Romance Azul, pintura sobre papel, 22 x 30 pulgs. 1983, Marta Matos.

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graf1co de este colect1vo de puertas se realiza en su cuna prop1a , el m1smo San Ju an para enero de 1986. Agrup 6 co lografias, pinturas, medios m1xtos en pastel . Med1ante la obra ··Clausura de Aladino .. nos choca de frente un cumulo ama rill o de luz. puerta dorada adornada de un arco, nos recuerda la anorada vellonera ... lo que nos hace sent1r den tro de un ed1fic10 sanJuanero y ya no frente a la acostumbrada puerta c lausurada . Otra novedad simpatica es " Clausura de Hijos de Borinqu en .. (Ca ll e San Sebastian). para muchos un pedazo de hist oria y l1teratura contemporanea. N1 cho de tertulias . de reposo para Rene Marquez y de clausura de novelas ... como la de Pedro Juan Soto . Con un poco de imaginaci6n recuerda tantas palabras que afloraron a su interior. ··Clausura con Esca lera .. , -- La Puerta de Lala", " Clausura del Club de Oficiales ... " La Puerta de Vale ·· y la " Puerta de Teresa " con su balc6n de rejas verdes , maderos azules y pared arena, son todos un homenaje a la gente-amiga de la comunidad actual Sanjuanera . Con estas sus puertas , Marta Matos logr6 reproducir el estado emocional de la epoca. 3. Rearticulaci6n de la Ciudad de San Juan: i,Se clausurara? i,Se rescatara su vivencia , producci6n, humanidad y religiosidad? i,Pasara a ser un museo? Las puertas - " estelas" o "totems " de San Juan (vistas en las pinturas y grabados de Marta Matos) y que existen de veras, son significativos de un nivel de desarrollo hist6rico que hoy tendriamos que recuperar y rearticular; muy particularmente aquella de las personas con la naturaleza y su sentido de comunidad . Vista desde su his tori a centenaria , y hasta el dia de hoy, la vieja ciudad de San Juan ha sido fruclifero reducto de vivencia cotidiana. Pero su vivencia diaria , existencial , religiosa , productiva , humanitaria , sufre creciente y devastador " clausuraci6n "; producto de la "especulaci6n en bienes raices " ("a la Blanca Gandia " ) y todas las " nuevas modas". Por doquier vemos desalojar decenas de personas , muchas desgastadas, curtidas y viejas como las mismas paredes . No solo es clausura , es violaci6n a la dignidad de nuestros mayores , baluartes de experiencia. Esos " viejos " que muchos saben de lo que se puede hacer para resolver la sufrida existencia borinquena, y nunca los consultamos. Es desconocer una regla y recurso venerado de fuerza humana , metodologia practica, instrumentada por tantos miles de anos: venerar la sabiduria y experiencia de los ancianos. La dinamica de la vida cotidiana en el Viejo San Juan , las relaciones sociales e imagenes van transformandose apresuradamente. 2 Claro esta, lo que mas rapido cambia son algunas de sus imagenes; pero ya se percibe la transmutaci6n de relaciones sociales ; ya diferente (en parte) el tipo de roce e intercambio entre las personas . Los muelles cambiandose en escenario turistico ; un caserio y almacenes completamente demolidos para ubicar estacionamiento automovilistico en " La Puntilla ". " Los Trolleys " -especie de tranvias-autobus facilitan transportaci6n esporadica y aun artificial. El " embellecimiento" de la ciudad causa el cruel desalojamiento de los mas pobres de sus viviendas Sanjuaneras. Tragicos " accidentes " parecen prestar auxilio al desalojo. Por ejemplo, la terrible explosion de gas en la Calle Luna , casa num. 256, el viernes 7 de febrero del 1986, cerca de San Justo. Los titulares y articulos del peri6dico " El Mundo" lo expresaron asi :

2

Sabre fen6menos parecidos ocurriendo en otras latitudes , particularmente en EE.UU ., vease : Mike Davis , " Urban Renaissance and the Spirit of Post Modernism ", New left Re• view , No. 151 , London , May-June , 1985, pp . 106-113.

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Calle del Cristo, Viejo San Juan, Puerto Rico (Foto: AFBA).

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" Una aparatosa explosion, atribuida a un escape de gas licuado, dejo un saldo de dos muertos y 14 heridos en un antiguo edificio reducido a escombros en el Viejo San Juan (.. .). Los cadaveres estuvieron tirados en el pavimento, entre trozos y astillas de madera , clavos, cristal triturado y escombros , por espacio de dos horas (... ). La explosion pudo haberse originado en la cocina del restaurante " La Familia ", cuya dueiia Ofelia Soto, resulto herida de gravedad (. . .). Los heridos salieron del restaurante, asi como del pequeiio hospedaje , en el segundo piso de la estructura , cuyo dueiiO solo fue identificado por el apodo de " Nacho ". Ah i pernoctaban ancianos de escasos recursos economicos ".3

Las fiestas tipicas, populares y religiosas comienzan a comercializarse, como la " Fiesta de la Calle San Sebastian" (17-26 de enero de 1986). Preocupa ver que cada vez menos ocurre en la propia " Calle San Sebastian " . Por ejemplo, la artesania y comestibles se venden en un parque de estacionamiento y ya no tanto en las aceras de la propia, como ocurria originalmente. Un iriteresante articulo titulado: " El Carnaval de Rio se muda diez dlas a la Calle San Sebastian ", expresa lo senalado: " Las fiestas de la Calle San Sebastian fueron inic iadas por el Padre Madrazo hace mas de 30 anos . En 1962 dejaron de celebrarse pero nueve aiios despues un grupo de vecinos de la Calle, encabezados por dona Rafaela Valladares y el pintor Tony Maldonado, las revivieron con gran exito. En 1981 , los artistas y musicos residentes en el Viejo San Juan organizaron frente a Tony 's Place ", una actividad de fin de fiesta que resulto historica, innarrable, y que fue el detonador definitivo que necesitaban las fiestas para convertirse en lo que actualmente son , un autentico carnaval de pueblo." " Ahora el problema consiste en que va tanta genie que los problemas para liegar a San Juan,(.. .) hacen queen ocasiones se aiiore las celebraciones de hace algunos a nos (... ). Pero ese es el precio del exito y a pesar de ello las fiestas siguen siendo la celebracion masiva de mayor importancia que se celebra anualmente en Puerto Rico, unas genuinas fiestas populares nacionales . Este aiiO va haber algunos cambios en las fiestas. Los artesanos que exponen sus obras en la fiesta , no lo haran en la " Placita San Jose " sino en el estacionamiento frente de esta , para permitir queen la plaza haya mas espacio para el publico que va aver los espectaculos que alll se presentan todo el dla: desde las 10:00 a.m. para los niiios, a las 3:00 p.m. para los turistas ya partir de las 7:00 p.m. para el publico en general. Los quioscos de comestibles tlpicos van a estar ubicados en la zona donde estaba la Liga de Estudiantes de Arte (ya no en la Calle San Sebastian). 4 (. .. ) Desde pasado manana viernes, los adoquines de la Calle San Sebastian estaran de fiesta y durante los pr6ximos diez dlas la vieja ciudad entrara en una voragine carnavalesca que durar~ hasta el domingo 26. No deje que le cuenten y participe en esta autentica celebracion de pueblo ".5

Al empenarse uno en observar y describir algo de la vida cotidiana .lo que buscamos es aquel espacio "privado" que supuestamente es el menos regulado por el Estado y sistema econ6mico. 6 Es decir e·I tiempo antes y despues del trabajo. Pero resulta que eso no es del todo asi, siempre y cada dia mas, el sistema econ6mico y el Estado buscan regular el " tiempo libre" y vida domestica. Esto ultimo, bien sea

3 Isabel Cintron , " Explosion fue en una Cocina ", El Mundo, San Juan, sabado 8 de febrero de 1986, pag. 2. (Mas tarde la citada Ofel ia Diaz, dueiia de la fonda , tambien murio). 4

Comentario nuestro en el parentesis.

s Pedro Zervigon , " El Carnaval de Rio se muda diez dlas a la Calle San Sebastian ", Diario El Reportero , San Juan, miercoles, 15 de enero de 1986, pag. 25. s Ver para mas informacion: Emilio Gonzalez Diaz, Nemesio Vargas Acevedo, Hacia una Sociologia de la Vida Cotidiana en Puerto Rico , (ponencia sin publicar), presentada en el 2do. Congreso Nacional de Sociologla, Casa Blanca , septiembre 1986, 23 pa.gs.

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mediante los medias de comunicaci6n , el consumo , grabando llamadas de telefono u otras formas. Para los que trabajan , el tiempo libre va reduciendose . De otra parte surge el fen6meno que el sector de genie que " no trabaja " (desempleados, marginados) y que no crean valor de cambio, cada vez es mas grande . Asi el Estado y el sis tema econ6mico de producci6n precisan regular efectivamente el tiempo " libre " de los que no trabajan formalmente. En la transformaci6n y rearticulaci6n del capitalismo .. . los detalles , formas y condiciones de reproducci6n y acumulaci6n van modificandose. Sus resultados lo vemos y escuchamos en la calle; en la vida cotidiana tambien de San Juan. Nos hallamos frente a otra gran transformaci6n de las relaciones sociales, econ6micas y politicas. Cabe la quimera y tentaci6n de decir algo coma lo siguiente : ... asi como en otros tiempos en el Caribe germin6 la gran aventura de Colon ; alli se dieron tambien encuentro amerindos , africanos , europeos y otros -al umbral de un renacimiento- ... en un abrazo mortal y creativo sintesis de contradicci6n humana. Mas tarde coma " puerta de America ··, San Juan sufri6 la devastaci6n de tropas inglesas y holandesas y otros n6rdicos, tambien la destrucci6n y agonias sociales de cambios de modos de producci6n , de epocas. Constantemente , cotidianamente , aguanta el desgaste tambien del sol , viento y lluvia .. . pero quedan de pie " sus puertas " llueva , truene o ventee ... , coma monolitos en un lugar sagrado. Puertas que por uso, desgaste o transformaci6n aparecen , " clausuradas " una y otra vez en diversos siglos de los ultimas 500 a nos. Es una ciudad, un pais de piratas invasores; pero tambien de habitantes "cimarrones". Permeada de elementos que desafian toda invasion y todo intento permanente de clausura. Pero, este nuevo cambio que vemos en 1986, lquien sabe c6mo se dara? Sin duda, la 16gica de producci6n esta individualizando y fraccionando la sociedad .. . aislando a las personas unas de las otras. Ya no hay tiempo para la tertulia con el vecino, o el familiar.7 Una contradicci6n a esta tendencia sera todo desarrollo creativo de liderato intelectual y moral de generaciones recientes y nuevas instituciones privadas de origen popular. Otra cosa cabe puntualizar, el proceso probablemente generara mas conflictos y contradicciones que el periodo hist6rico 1900-1950. La transformaci6n actual empez6 a gestarse desde 1967-1974, lleva cuanto menos 15 anos de camino.

Marta Matos en su taller de trabajo.

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Bob Jessop, The Capitalist State, Oxford , 1982, pags. 162-176.

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GOBIERNO · POLITICA

" Resonancias I", litografia, chincalle, Susana Herrero Kundhart, 15" x 19" , 1986.

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LA MUJER Y LA POLITICA Marta Font de Calero*

A menudo, leemos noticias en los peri6dicos sobre la aportaci6n significativa de la mujer, tanto en el campo laboral , como en las profesiones, los deportes y las artes. Sin embargo, notamos que son muy pocas las mujeres que se aventuran a participar de forma decisiva en la polftica. Nuestra propia intervenci6n en la pasada campana electoral fue motivo de sorpresa para muchos . Si buscamos un poco en el pasado encontramos que hay muy poca menci6n de la mujer_y sus actividades en nuestra historia. En los tiempos de la Conquista, leemos de la Cacica Luisa y de la legendaria Guanina. Las cr6nicas informan que la indigena participaba con el hombre en el cultivo de la tierra , que era la ocupaci6n principal del taino . Participaban tambien en las ceremonias religiosas, en la alfareria, fabricaci6n de textiles y la direcci6n de sus tribus, pues el pueblo taino tuvo varias cacicas , lo cual parece indicar que la mujer taina gozaba de mas igualdad en su pueblo , que la mujer de hoy. Pero la realidad es que solo tenemos de estas mujeres, unos meros bocetos , pues fue, lamentablemente, bastante ignorada por los historiadores. Si apenas se escri bi6 sobre la taina , menos aun se sabe de la esclava africana. Esta no fue sino objeto de trabajo bruto, y un instrumento para saciar apetitos sexuales. La mujer blanca es traida por los esparioles para formar sus hogares en el nuevo mundo. Otras se utili zaron como prostitutas para entretener a los soldados. En el Sig lo 18, se menciona el estilo de vida de la mujer en las MEMORIAS de Don Alejandro O' Reilly. Este describe sus danzas y su vida de ocio, pues el trabajo lo hacian las esclavas. Hay menci6n, en este siglo, de Dona Maria Mercedes Barbuda, quien fue deportada del pafs por sus ideas polfticas, pero no es hasta el Siglo 19 que comienzan a hacerse sentir. Surgen varias talentosas poetisas , entre el las, Lola Rodriguez de Ti6 , quien uni6 el activismo politico con el quehacer literario, y de quien Baldorioty dijo: "Con mujeres como Lola se pueden hacer revoluciones ". Otra mujer destacada de esa epoca lo fue Mariana Bracetti , quien trabaj6 en la Revoluci6n de Lares, no solamente bordando banderas, sino inspirando a los hombres en el fervor patri6tico. La mayor preocupaci6n de la mujer en este siglo sigue siendo la familia aunque comienza a ampliar su educaci6n ya preocuparse por los asuntos culturales y sociales. Su participaci6n en la vida politica es sumamente limitada. Nos tom6 29 anos de este siglo obtener el derecho al voto , que se le concedi6 al hombre en el 1900. Aun asi se nos concedi6 de forma incompleta, limitado a mujeres que supieran leery escribir. No fue hasta el 1936 que se concedi6 el sufragio universal a las puertorriqueflas. De entonces para aca, nuestra participaci6n politica ha sido limitada. Nuestra primera Representante a la Camara fue Dona Marfa Luisa Arcelay, quien represent6 el

• Relacionista publica . Candida ta a Comisionado Aesidente por el Partido lndependentista Puertorriqueno en 1980.

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distrito 16 de Mayaguez desde el 1932 hasta el 1940. En el 1936 se le unio Dona Maria Perez de Almiroty , la primera puertorriquena en ocupar un escano senatorial . En la actualidad tenemos 3 senadoras y 1 representante a la Camara. No fue hasta el 1944 que Puerto Rico tuvo sus primeras alcaldesas , en los pueblos de Arroyo , Guanica y Culebra. En el 1960, diez mujeres fueron electas alcaldesas . En los demas cuatrenios , el numero ha oscilado entre 3 y 5 alcaldesas , siendo el caso mas singular, el de Dona Felisa Rincon de Gautier, quien fue alcaldesa de la Capital a lo largo de cinco cuatrenios . Al presente, y nos duele decirlo , no tenemos ninguna mujer alcaldesa. Esta merma en la participacion femenina se ha notado tambien en la Rama Ejecutiva, pues por primera vez en la historia reciente , solamente tenemos 4 mujeres en el Gabinete del Gobernador. Estos datos contrast an marcadamente con la cantidad de mujeres que cursan estudios universitarios en Puerto Rico. Al presente 3 de cada 4 estudiantes del recinto universitario de Rio Piedras son mujeres y en igual proporcion fueron los grados academicos otorgados a muj'9res. Segun informes de las Naciones Unidas, sobre los derechos politicos de la mujer en 90 naciones miembros encontramos que dos paises concedieron a la mujer el voto en el siglo pasado, 9 a principios de este siglo, 28 posterior a la primera guerra mundial , 48 posterior a la segunda guerra mundial , y nueve despues de 1960. Este mismo estudio revelo que todavia existen paises en que la mujer no tiene derecho al voto, ni puede ser electa. La mayor concentracion de paises donde se le niega a la mujer estos derechos esta en el Continente Asiatico . Es interesante observar las condiciones que se ha impuesto a la mujer para ejercitar el derecho al voto en algunos paises. Entre estos se encuentran requisitos de edad y educacion mas altos que para el hombre, tener propiedades, pagar un minimo de impuestos , administrar sus bienes, tener un grado para una profesion, ejercer una profesion o negocio . En algunos paises, solo las mujeres solteras, viudas de militares o que sean jefes de familia, si llenan los otros requisitos estatutorios. En muchos paises, en la evolucion hacia el derecho al voto en igualdad con el hombre ha habido etapas en que podian votar en elecciones municipales, mas no en las nacionales. Hay paises como Brasil y Ecuador, donde el voto es obligatorio para el hombre y opcional para la mujer. En otros, la elegibilidad para votary ocupar puestos electivos esta sujeta a limitaciones no impuestas a los hombres. En los Estados Unidos se le concedio el voto a la mujer, en iguales terminos que el hombre, en el 1869. En Puerto Rico, contrario a lo que sucede en muchos paises, los derechos de la mujer aparecen desde el 1952 en la Constitucion. Esta garantiza la igualdad del hombre y la mujer como sujetos del derecho y predica la inviolabilidad de la dignidad del ser humano. Dicho precepto Constitucional lee como sigue: " La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la ley. No podra establecerse discrimen alguno por motivo de raza , color , sexo, nacimiento, origen o condici6n social , ni ideas polfticas o rel igiosas. Tanto en las leyes como el sistema de instrucci6n publica encarnaran estos principios de esencial igualdad humana ".

Los derechos existen casi como letra muerta pues nuestra sociedad tiene arraigadas actitudes que situan a la mujer en funciones subordinadas. Todos sabemos, como un secreto a voces que la mujer continua siendo objeto de discrimen en el trabajo y los salarios . Sabemos tambien que les limitan las oportunidades. Como est a semana se celebra " La Seman a de la Mujer", me parece un buen momenta para reflexionar sobre el papel de la mujer, no solamente en el ambito politico sino en nuestra sociedad en general. Vale la pena analizar porque si la mujer ha existido tanto tiempo como el hombre y ha tenido que sufrir con el plagas, depresiones, tragedias y hambre, unido al agobio de dar a luz sus hijos, pocas mujeres han logrado Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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destacarse en las paginas de la historia. Lo s hombres aparecen en los libros como generales. reyes , escritores, fil6sofos , etc., mientras la mujer es normalmente descrita como esposa , madre. intrigante y a veces amiga. Er nuestras lecturas sobre la subordinaci6n de la muj er hem os encontrado queen muy pocas culturas la mujer ha tenido una posici6n de igualdad al hombre. Generaciones de ninas han cre ci do aceptando esta desigualdad sin protestar . i, Porqu e? En gran medida, la ra z6n parece ser biol6gica. En los comienzos del desa rrollo de una sociedad, la fuerza fisica fue un factor determinante para es tablece r la posici6n subordinada de la mujer. El tamano y la fuerza del hombre lo preparaba mejor para luchar contra los elementos, los animales feroces y los enemigos humanos. Aunque algunas mujeres tenian una fuerza similar. como grupo no la tenian . La mujer por consiguiente ofreci6 sumisi6n a cambio de protecci6n in icia ndo el proceso de sometimiento. Sin embargo , si el conc~pto de superioridad estaba basado en la fuerza bruta, era 16gico pensar que segun progres6 la civilizaci6n , la posici6n de la mujer debi6 mejorar. El proceso de reproducci6n . con el larg o periodo de embarazo mantuvo por muchos anos a la mujer en desventaja en el mundo de los negocios y las profesiones ; yes precisamente este mundo el que tradi cion almente ha tenido mas prestigio en las distintas sociedades . Hasta hace poco, la fertilidad de la mujer y su funci6n de madre, se consideraba (yen algunos casos aun se considera) un impedimento para el trabajo fuera de la casa. Es posible tambien queen el pasado la mujer no tuviese la fuerza , ya que muchas nose alimentaban bien y padecian de anemia, para competir con el hombre o rebelarse . Las diferencias ,fisicas senaladas sirvieron para establecer unos patrones : el rol de la mujer era procrear y cuidar su cria y esto equivalia a ser inferior . Mientras tanto , el hombre en su funci6n de proveedor, parecia superior e imponia la sociedad patriarcal. Inclusive se lleg6 a creer que existian diferencias sicol6gicas e intelectuales entre el hombre y la mujer. Esta creencia permitia al hombre negarle a la mujer la oportunidad de educarse y participar en los procesos politicos. John Stuart Mill , en su ensayo " The Subjection of Women " , dice que la mujer es un hombre con faldas y luego se contradice en partes de su escrito al senalar que: " La mujer crea unbalance a la rigidez, la abstracci6n y la estrechez mental del hombre " . Sigmund Freud , el famoso siquiatra, decia: " Las mujeres son hombres incompetentes , y como tales no pueden competir con los hombres". Esta teoria se viene al piso con mujeres como Isabel de lnglaterra, Madame Curie , Gabriela Mistral , Juana de Arco , Rosalia de Castro y muchas otras que se destacaron en distintos paises. En Puerto Rico , tambien hemos tenido mujeres excepcionales en la polftica, el arte, el periodismo , etc . tales como Ana Roque de Duprey, Maria Arcelay , Alejandrina Benitez, Lola Rodriguez de Ti6, Julia de Burgos, Concha Melendez, Margot Arce y muchas masque seria imposible mencionar en este breve espacio. En America , Lundberg y Farnham describian el movimiento feminista como una enfermedad que destruia el hogar y la familia . Un pensamiento similar permeaba en los educadores que limitaban la participaci6n femenina en las Universidades. A pesar de los esfuerzos de los hombres por mantener a sus esposas en la casa , las necesidades de una sociedad y una economia cam bi ante hicieron posible la entrada de la mujer en el mundo econ6mico . Con el sufragio y las mas recientes leyes de derechos civiles , muchas mujeres han hecho su incursion en una mas amplia variedad de actividades politicas; profesionales y culturales. En el proceso han adquirido nuevos valores y cada dfa les interes a menos limitarse a las tareas de las amas de casa, que aun se considera una labor sin importancia. i,Por que la mujer ha permitido el rol de subordinada? Por una raz6n muy clara : la posici6n de inferioridad usualmente era premiada. La falta de participaci6n en el proceso de tomar decisiones evitaba el riesgo de cometer

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errores y el castigo al cometer equivocaciones. La pasividad y obediencia en mujeres de clase acomodada se premiaba, y se premia, con lujos, regalos , y una vida sin grandes preocupaciones. Con la revoluci6n industrial y el acceso a fuentes de credito, esta actitud se extendi6 a la clase media. Algunas veces , el premio se presentaba en forma indirecta. Las madres y esposas de reyes, gobernantes y politicos, aunque no ejercen el poder en muchos casos manipulan tras bastidores. Ser el poder detras del trono satisfacla, y aun satisface, a muchas mujeres . Las mujeres como grupo, nose han rebelado porque el castigo era demasiado fuerte y el premio demasiado grande para las que se conformaban. Muchas consiguen logros poco a poco y se sienten halagadas con las que las llaman " casos de excepci6n ". Muy pocas estan dispuestas a luchar por los demas. Por eso el proceso de cambio de actitudes es lento. Parle de la dificultad en cambiar el rol de la mujer en la sociedad es que ningun rol es exclusivo. Este se define a base de lo que se espera de la persona. Si la mujer cambia o modifica su rol , el hombre esta forzado a cambiar el suyo. Por eso el hombre se resiste Cuando la mujer participa en el quehacer social , se necesitan ajustes en el hogar. Muchas de las tareas que se identifican con el sexo femenino dentro de la casa, nada tienen que ver biol6gicamente con el sexo, sino con tradici6n y cultura. Para poder cambiar muchas de las actitudes prevalecientes , tenemos que empezar por el hogar y la escuela. El hogar puede ser ejemplo al enfatizar el companerismo y la divisi6n de tareas, la escuela tiene que presentar a la mujer como un ser capacitado para cualquier labor en la sociedad. Otro factor que debe prevalecer es la unidad de la mujer. Las que no necesitan trabajar no les interesa la causa de la igualdad de la mujer. No piensan desde sus c6modas posiciones, en la obrera que no tiene alternativa. Esta tiene que trabajar pero es victima del discrimen en salarios y oportunidades. i Son verdaderas heroinas! Trabajan como hombres y luego realizan, casi siempre sin ayuda, las arduas tareas del hogar. Unido a todo esto esta el factor de que tiene que enfrentarse a la hostilidad de las que no quieren cambios en los patrones tradicionales . A pesar de esto, es innegable que la actitud hacia la mujer ha cambiado mucho en los ultimos cien anos. Probablemente el factor mas esen cial en provocar estos cambios han sido los contraceptivos y las nuevas facilidades para alimentar el bebe que ya no depende de ser lactado por su madre. La revoluci6n industrial en el mundo, yen el caso de Puerto Rico, el cambio de una sociedad agricola a una industrial , ha abierto nuevos caminos a la mujer. Estas fuentes de frabajo , no le dan igualdad a la mujer, ya que la misma es empleada con salarios mas bajos que los del hombre y sus ascensos mas escasos. La puertorriqueiia tambien es victima, por la condici6n colonial del pals, del discrimen de las empresas extranjeras que pagan mejores salarios a las empleadas y ejecutivas que importan a la isla. La inmigraci6n, sobre la cual no tenemos control , tambien facilita que la boricua sea desplazada en muchos trabajos por extranjeras . lOue sucede para que las mujeres, en un momento hist6rico que tanto necesita de sus principios, se abstengan de poner su talento y su visi6n de las cosas, al servicio de su pals, a traves de la polltica? El Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Puerto Rico parece tener esta misma preocupaci6n , y realiz6 una interesante encuesta entre las candidatas a puestos electivos que espero haga disponible pronto para arrojar alguna luz sobre este asunto. lSe debe a discrimen dentro de los partidos politicos? l Tiene que ver con la actitud negativa de la mayoria de los esposos? Las experiencias mas recientes, donde un partido separ6 un escaiio legislativo para que se lo discutieran las mujeres, y en el otro , donde una candidata sobrevivi6 unas primarias porque era "la unica mujer" postulada, asi como el numero creciente de divorcios entre las mujeres que participan en la politica, contestan estas preguntas en la afirmativa. Pero el problema es mucho mas prof undo. Es inneHomines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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gable que la mujer ha ampliado su campo de acci6n . Trabaja y se relaciona con personas diversas, por su propia iniciativa. Tuvo que luchar para ganar acceso a los centros universitarios , donde cada dia es mayor el numero de mujeres que estudian , alcanzando grados academicos del mas alto nivel. Pero se enfrentan a viejos conceptos ya que los Ii bros, desde los grados primarios , yen gran medida la television , siguen presentandola en las tareas de ama de casa a las cuales en antano se veia limitada . Esta resistencia a aceptar las posibilidades disponibles para la mujer de hoy, evita que los varones crezcan pensando en la mujer como una igual , o como una compafiera capacitada para compartir con el , en el quehacer social de Puerto Rico. Es por esta raz6n que muchos hombres se sienten amenazados por las mujeres profesionales, o cuando sus esposas buscan su crecimiento emocional y se disponen a hacer aportaciones en diversas actividades fuera del ambito del hogar. Otro factor importante es la propia mujer. Aunque actualmente se le abren las puertas en al vida social , cultural , econ6mica y politica de la isla, por unas leyes que prohiben la discriminaci6n por motivo de sexo, la elecci6n le corresponde individualmente a cada mujer. Muchas nose atreven a dar el paso por miedo a no cumplir bien con su papel tradicional en la familia . Otras, sobretodo en la politica , porque su modelo de referencia es masculino y temen perder ciertas cualidades que sin ser femeninas sino humanas siempre han sido identificadas con la mujer. Esto es total mente equivocado . La mujer puede y debe participar en los movimientos politicos, como en las otras fases de la vida puertorriquena, sin perder su feminidad , su sobriedad, su espiritu de sacrificio , su religiosidad y el pudor, caracteristicas de nuestras madres y abuelas. Son precisamente estos valores , los que mejor la equipan en estos mome~tos de crisis institucional y social, para ayudar a mejorar la calidad de la vida en nuestra sociedad . l Tiene la mujer un papel especifico en la politica? i No! Cada una tiene unas capacidades, conocimientos e iniciativas propias. Lo importante es envolverse y hacer bien cualquier labor que se le encomiende, sea esta hacer un bizcocho para venderlo y levantar fondos para su causa, escribir articulos, organizar actividades, hablar en tertulias y tribunas , repartir propaganda, etc. , etc. , Las organizaciones femeninas , dentro de los partidos politicos, son imprescindibles. Sirven de vehiculo para atraer a las mas ti midas, ya la vez, proveen un instrumento esencial para poner en practica programas que den a conocer las habilidades creativas y de organizaci6n de la mujer. Tambien sirven para fortalecer las estructuras politicas y sus programas de finanzas. Nose debe pasar por alto la influencia que ejerce la mujer sobre sus esposos e hijos. Para veneer los obstaculos que evitan la total participaci6n de la mujer en los procesos importantes y conseguir iguales elerechos y justicia, esta tiene que participar de la acci6n y no ser una mera observadora. En nuestra sociedad, lamentablemente, aun permea el machismo y la mujer siempre tiene que probar su aptitud. Los partidos politicos no son ninguna excepci6n. La mujer, tiene que trabajar y aportar al mejoramiento de nuestra sociedad, porque debe ser la mas interesada. Podemos crear un balance. No se trata de alcanzar niveles de igualdad en los comportamientos y actitudes masculinas, ni de copiar la conducta que siempre hemos criticado, ni tampoco sustituir al hombre. Sino que ambos participen, sin recelos ni suspicacia, cada uno desde su propia y natural singularidad, en esta lucha tan importante.

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LA MUJER Y EL ACCESO AL PODER EN PUERTO RICO Sylvia Enid Arocho Velazquez*

En estos momentos las mujeres debemos hacer un anal isi s de aque llos logros que ha obtenido el movim iento feminista . Puede senalarse que se han obten ido algunos cambios juridicos pero tambien es cierto queen la practica mu y poco se ha logrado. Es necesario para obtener la igualdad y metas deseadas, que la mujer ten ga mas acceso al poder. Se hace imprescindible que las mujeres ocupen un numero de cargos y posiciones de mando en proporci6n al numero de mujeres que hay en la poblaci6n. Tiene que haber mayor participaci6n femenina en las ramas del gobierno asi como en aquellas organizaciones que lleven a ello. Las mujeres tienen que ocu par mayores posiciones en la rama ejecutiva, legislativa y judicial asi como cargos de alta jerarquia dentro de los partidos politicos . Veremos a continuaci6n como los partidos politicos se han prestado para jugar y manipular con esto de la participacion femenina . Tenemos como ejemplo a los partidos de mas votos en Puerto Rico, el Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democratico. Ambos han creado un organismo dentro del partido con el pretext o de garantizar la participacion femenina . Sin embargo, lo que en real idad han hecho es crear una organizacion sin poder de decision alguna que sirve para marginar a esta e imped ir una participaci6n real. Esas organizaciones reunen a un grupo que realizan labores tales como vender frituras , numeros de rifa , repart ir propaganda, recoger dinero en el vecindario , asistir a reuniones donde en ocasiones lo que hacen es aprender una cancion de propaganda y se les exige que tienen que recaudar fondos para aumenta r las finanzas del partido. Luego se nombra o escoge a una mujer que dirigira el grupo a nivel estatal. Ademas sera esta quien represente a las mujeres ante la junta u organismo central del part ido. Con ello se aseguran que solo va a haber una mujer en el cuerpo de mayor jerarquia, a quien en ocasiones le dan un escano por acumulac i6n en la legislatura. Por lo general , el reglamento del partido asigna un numero de mujeres que debe haber en cada comite . Esta seccion del reglarnento se interpreta en contra de las mujeres. Cuando se seflala por ejemplo, que cada comite munic ipal tendra una reoresentacion minima de 20 % de mujeres, al momenta de la elecci6n esto se interpreta como que solo el 20 % del grupo seran mujeres. En ocasiones durante la actividad interna del partido en que se van a seleccionar los miembros de cada comi te , los organizadores comentan que se debe seflalar al electorado que den el menor numero de votos posibles a las mujeres. Aun asi algunos dirigentes han ten ido la

Cient ista soc ia l y abogada puertorriquena . Direc tora administrativa, lnst itut o de lnvestigaci6n GRIES.

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osadia de comentar que el problema de la mujer es parte de nuestra cultura y que cambiarlo es dificil. Hay que senalar que las mujeres mismas han contribuido a esta situacion . Cuando obt ienen un cargo no quieren ni permiten que otras mujeres se destaquen (sin dejar perder de vista que el partido limita su participacion y que realmente es una amenaza a su cargo) . Pero lo cierto es que ellas se prestan para hacer creer al electorado femenino que ellas estan ahi para luchar y beneficiar a la mujer, cuando solo se ocupan de mejorar su posicion dentro de! partido. Recientemente hemos observado como se les asignan candidaturas que tienen como proposito el poner fin a la vida politica de esa mujer que se ha destacado, y que muestra tal capacidad de liderato que pondria en juego quizas la candidatura del mas alto dirigente del partido. Este puede ser el caso de Celeste Benitez en el Partido Popular Democratico. 0 como otras son eliminadas politicamente sin la mas minima consideracion luego que han dado valiosa ayuda al partido como lo es tambien el caso de Sil a Nazario y Angeles Mendoza en el Partido Nuevo Progresista. Celeste Benitez trabajo en la campana de 1972 organizando actividades y compareciendo por el Partido Popular Democratico en programas de television . Ocupo el cargo de Secretaria de lnstruccion en 1973, luego se retira de toda actividad publica. En 1975 lanza candidatura al Senado de Puerto Rico, cargo al cual fue electa por cuatro anos. Se le reconoce como una de las principales dirigentes de su partido. Se sabe que de volver a aspirar al senado tendria casi asegurada su eleccion , pero a falta de candidatos para alcalde por San Juan se le recluta a ella. Se sabe que no hay muchas oportunidades de triunfo y ella queda fuera de todo cargo publico . En 1982 renuncia a la presidencia del comite de San Juan y anuncia su retiro de actividades politicas por diferencias con el liderato del partido. Sila Nazario de Ferrer, electa al senado de Puerto Rico por el Partido Nuevo Progresista en 1968, reelecta en 1972. Se le reconoce como una mujer que cuenta con gran apoyo de! pueblo. En 1976 aspira a la alcaldfa de San Juan . Participa en primarias internas del partido y la maquinaria (del partido) opta por respaldar a los candidatos varones que junto a ella competfan para tal posicion . Por su trabajo y dedicacion al partido (ademas de experiencia administrativa), se le considera para un cargo en la Rama Ejecutiva y se le nombra Secretaria del Departamento de Servicios Contra la Adiccion. Se comento que nose le nombro para el Departamento de Servicios Sociales por ser este uno que emplea gran numero de personas y que sirve a un mayor numero de personas y ello le daria gran poder politico a ella . Angeles Mendoza, electa para el Senado de Puerto Rico en 1968, reelecta en 1972 por el Partido Nuevo Progresista . Fue directora por acumulacion del partido y coordinadora estatal de mujeres. Colaboro en varias ocasiones en la reorganizacion del partido yen los problemas de disciplina de los miembros del partido. En 1976 fue nombrada directora estat.::.I de la defensa civil de Puerto Rico . Anos mas tarde renuncia a sus cargos sin saberse la causa de ello. Si alguna mujer lanza su candidatura para una posicion de mayor jerarquia, la maquinaria del partido respalda a cualquier hombre para esa posicion aunque este muestre menos capacidad administrativa. En otros partidos , como el Partido lndependentista Puertorriqueno y el Partido Socialista Puertorriqueno, al momento de celebrarse las elecciones generales aparecen candidatas que se destacan en la campana, pero una vez pasada la misma estas vuelven al anonimato. Esto se debe a que solo las utilizan en el momento en que se le habla al pueblo de la importancia que tiene la participac ion de distintos grupos . Pero ellas no tienen poder decisional dentro de las estructuras del partido. Ademas puede argumentarse que se permitieron sus candidaturas porque sabian que no tenian oportunidad alguna de ganar. Durante la campana electoral pasada, 1980, la prensa mencionaba las candidatas 402

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que habian , en ocasiones enfatizando el papel que jugaba el esposo de estas en su carrera politica y se hablaba de la previa aprobaci6n de este para que el las aceptaran su candidatura . De igual manera un peri6dico comentaba queen un partido polftico lleg6 la liberaci6n femenina por el hecho de que una mujer gui6 el vehiculo donde iba uno de los candidates . Hay que senalar que de vez en cuando se le preguntaba a las candidatas por la participaci6n femenina en la polltica y estas declan que era necesario mayor participaci6n y que quedaba mucho por hacer. Hubo quien hizo un comentario de que la participaci6n de la mujer como legisladora se veia afectada por el horarro de las sesiones legislativas. Se olvid6 de tantas enfermeras , medicos , catedraticas , entre otras, que trabajan un horario irregular. Asi mismo pudo notarse la tendencia a utilizar las esposas de los candidates pretendiendo demostrar que atraves de ellas se daria representaci6n a las mujeres. En realidad se ha delegado en ellas la labor que hacian las mujeres que ocupaban la direcci6n de los organismos femeninos dentro del partido. Elias aparentemente creen en realidad que se les considerara al momenta que su esposo resulte electo. Green que lo mas importante es asistir a actividades civicas donde se dan desfiles de moda, competencias de sombreros, y comidas, concursos de belleza y participar en telemaratones a favor de alguna organizaci6n como la Cruz Roja o la Asociaci6n de Distrofia Muscular. Aun aquellas que ocupan posiciones en otras ramas del gobierno, como por ejemplo la Rama Ejecutiva, comentan que su designaci6n es un reconocimiento a la capacidad de la mujer; pero se olvidan del problema de discrimen que existe una vez concluyen sus palabras. No ayudan a dar mayor oportunidad a aquellas mujeres capacitadas. Tai vez piensan que su nombramiento solamente acaba con todo discrimen . Debemos mencionar el hecho de queen Puerto Rico no hay un genuine movi miento feminista . Cuando se organiz6 cierto grupo de mujeres en el ario internacional de la mujer (' 975) este se cre6 como una comisi6n gubernamental. Ese grupo en apariencia feminista, solo sirvi6 una funci6n al gobierno y a las estructuras vigentes. A esa comisi6n se le asign6 pocos recursos y tenia la encomienda de llevarle al resto de la poblaci6n femenina un mensaje de conformismo . Se realizaron unos estudios , se celebraron talleres de trabajo queen su momenta ayudaron pero que se han continuado repitiendo sin alterar el mensaje en forma poco entusiasta. Estas "dirigentes " se han unido a grupos politicos, en su mayoria a los tradicionales, de donde depende su nombramiento. Por ello su interes principal viene a ser la politica partidista . Puede argumentarse que ell as s61o buscan una autorrealizaci6n , mejorar su condici6n social , econ6mica o profesional. Realmente no ven el problema de la mujer como uno de grupo. Ven en todo esto un problema individual donde s61o se busca destacarse ellas, lograr sus metas manipulando el problema de las demas a su favor. Muchas pertenecen a grupos privilegiados que colaboran con las estructuras vigentes para continuar obteniendo tales beneficio::; a costa de los grupos con pocos recursos . Por un lado como mujer tienen una posici6n inferior a la del hombre de su clase pero por otro lado es una persona con privilegios , que se benefician de los que tienen pocos recursos, entre ellos las mujeres desposeidas . No conforme con esto, en el Senado de Puerto Rico se aprueba una disposici6n en 1981 creando una comisi6n especial de asuntos de la mujer. Delos trabaios , prop6sitos y logros de la mencionada comisi6n todavia no se sabe nada. Tai vez cumple con el prop6sito de ser una excusa mas para que los legisladores en este pais cobren mas dietas y millaje por reunirse la comisi6n . En estos momentos varias mujeres dirigen distintos departamentos y agencias gubernamentales . Esto es posible porque no consiguen hombres que quieran ocu par esos cargos . Luego de varias renuncias y rechazos a los mismos por bajos suel Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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dos y escandalos administrativos entre otras razones , han optado por nombrar mujeres. Como podemos notar, el derecho al voto no le ha dado a la mujer el poder que tal vez las sufraglstas esperaban . Aunque fue un paso importante ya que para cambiar la condici6n de la mujer se tiene que tener acceso a los 6rganos legislatives y al gobierno en general. Se ha obtenido algun cambio en la situaci6n jurfdica, pero continuan existiendo leyes que mantienen la desigualdad y la mujer continua fuera de las esferas reales de poder. Hay un numero de legisladoras muy reducido que no guarda proporci6n con la cantidad de electoras ni aun con la cantidad de mujeres que participan directamente en la campana electoral. Sabemos que los partidos politicos necesitan la participaci6n de la mujer, necesitan de su voto y su trabajo por lo que hay que hacer presi6n sobre ello. Para esto es necesario que la mujer tenga verdadera conciensia de la importancia electoral que tiene.

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WOMEN AND PUERTO RICAN POLITICS BEFORE ENFRANCHISEMENT Isabel Pico Vidal* Introduction It is no longer necessary to justify a study that focuses on female participation not to argue that the political participation of women is fundamental to the promotion and implementation of development and resource management. However, there is a lack of concern with and data about women 's political activities among North American and Latin American Political Scientists . Scholarship on Puerto Rican politics has been woefully inadequate in that the studies have failed to portray, much less explain , the political activity of women . The material difficulties (lack of information and documentary sources, shortage of research workers and funds) which are common to most Political Science research activities in Puerto Rico, need to emphasis . Stress must, on the other hand , be laid on what lies at the very heart of the problem . Political scient ists have generally ignored women because they focus on top political leadership and policy making institutions where women seldom participate. A new perspective in the Social Sciences is needed if we are to come to grips with women 's social and political situation and if we are goingo to try to change it. On the other hand , academic studies on political and electoral behavior in Puerto Rico are limited to a more than ten -year old study on electoral abstention done for the Legislative Assembly (Aldarondo, 1968); an analysis of the 1968 elections based on aggregate data (Quintero, 1970) and a public opinion survey mostly concerned with campaign issues (Nieves Falcon , 1974). Therefore, our study definitely breaks new grounds in Political Science research in Puerto Rico and answers a number of question been raised i"n the literature and the previous research done elsewhere on women 's role in political life. There is a growing body of literature that indicates that women lose economic and political power as development goes forward. In her landmark book , Women's Role in Economic Development (1970) Esther Boserup supported the notion that women 's productive roles and status in soc iety deteriorated in developing countries with the introduction of modern commercial agriculture. Since then , new evidence has been pres~nted at two mayor academic conferences attended by female scholars from all over the world regarding the work ing hypothesis that development widens the gap between men and women at almost every level of society. 1 • 1

Catedratica , Facultad de Ciencias Sociales , Universidad de Pu erto Rico, Rio Piedras , P.R. For a description of the social and economic structure of 'hacienda ' and 'agrego ' in the Nineteenth Century see Julian Steward (ed.) The People of Puerto Rico o Urbana: University of Illinois Press , 1956: the " Introduction " by Eugenio Fernandez Mendez to Salvador Brau , Disquisiciones Sociol6gicas, Rio Piedras, P.R.: Editorial U.P.R. 1956; and the recently published book by Andres Ramos Mattei, La hacienda azucarera. Rio Piedras , P.R. : Centro de Estudios de la Realidad Puertorriquefia, 1981 .

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Preliminary attempts to judge the effect of development on women 's political role yield divergent interpretations . Some historians cite changes in employment opportunities created by industrialization as the precursors of political rights and see a direct connection between the work of peasant and working class women and the political enfranchisement of all women . (Goode, 1963; Engels, 1972; Quintero, 1971). Others see little relationship between women 's political rights and women 's work (Scott and Tilly , 1972). Still others, have advanced the theory that incountries undergoing rapid industrialization female participation in formal political processes and institutions increases at the expense of other sources of informal power available to women in the extended family and community thus limitinq this form of female power (Jaquette , 1974). In our work we utilize historical data and make systematic efforts to explore the hypothesis that in areas most affected by the early phases of industrialization women reach a certain standard of independence and of general autonomy in the community , and therefore , tend to take a more active part in political life, while in areas in which the traditional economy prevails women take a lesser part in electoral politics. We analyzed the 1932 election , the first one in which women participated as voters and candidates to see if socioeconomic conditions in the municipios explain differences in rates of female participation as registered voters . We also analyzed a sample of individual petitions in MayagUez, the town with the highest participation rate to draw some observations on the socioeconomic background of women who did register for this election. In our study of women's participation in the labor movement and the suffragist movement in the early phases of industrialization in Puerto Rico included in Part 1 of this report we trace how socioeconom ic changes gradually transformed women 's societal roles and challenged an idea-social system which considered feminine activity as belonging strictly to the sphere of family and domestic life ; and how female class experience and consciousness influenced the kind and degree of female mobilization into the political arena .

1. Women's Political Activity before Enfranchisement At the turn of the century women 's activities in Puerto Rico , as in most precapitalist societies , were of an essentially private and family type. The social system of hacienda and agrego 1 had engendered and widened a powerful ideology which stressed social and political passivity of women outside the domestic sphere. Customs , religious and political principles and above all morality were shaped in the Nineteenth Century through the cultural equivalent of the economic power that the landowning class wielded . While the landowners remained a numerical minority they had gained in the second half of the century a position of social hegemony, product of their economic control of the productive process.2 The social division of labor between the sexes and between classes under the hacienda system were the root and soil of a seignorial culture based on paternalism and difference, male supremacy and women 's subjugation to domesticity. The hacienda mode of production had altered women 's earlier role of col laborator in family production and thrust them into the role of caring for the home while men engaged in the activities of the market economy. Wife and children of the wealthy hacendado family were excluded from agricultural work at the farm . Slaves , free laborers , tenants and their families performed agricultural tasks and basic 2

See Angel G. Quintero, "El desarrollo de las clases sociales y los conflictos politicos en Pu erto Rico ", in R. Ramirez , C. Buitrago y R. Levine (eds .), Problernas de desigualdad social en Puerto Rico. San Juan , P.R. : Libreria Internacional , 1972.

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domestic services . The home became woman's sphere and domesticity became the most revered feminine virtue. Within this context , women 's idleness became a symbol of gentility and affluence . Although for centuries of Spanish colonization piety, purity, sexual repressiveness , submission and domesticity were virtues prescribed for Spanish women who migrated to the Island, it was not until the end of the 19th century that the wives and daughters of the hacendado gained a hegemony over female cultural patterns never attained by the Spanish elites of previous centuries and that their ideal of feminity prevailed . Culture was considered a feminine province but within each family respect for culture and communication of values was directly manifested by the relations between mother and child . Many daughters of merchants and landowners attended elementary schools for girls established by the Spanish clergy and a few private teachers. 3 Alternately , instruction was given at home by tutors . These women learned a bit of literature, philosophy, religion and history so as to be better prepared to live with their husbands and to educate their children in the tradition . In other words , they received an education congruent with a life style in which they had at their disposal domestic servants to attend routine chores of housekeeping . Most of the Nineteenth century was marked by the lack of both a feminist movement and a strong feminist consciousness. Far more than before women's participation in social life was mediated through their husbands and fathers . Access to education and gainful occupations was rather limited . Toward the end of the century , a truly precarious educational situation prevailed in the Island ; there were about 5,045 inhabitants in Puerto Rico with more than elementary education out of a total population of 853,243; the great majority of these were men (72.9 % ) and 27.0% were women . Even though in 1899 the percentage of illiterates among the population was astronomical , among women it was larger than among men . Only 19.9 % of women knew how to read and write compared to 25.7% of men .4 The rate of participation in the working force for the whole female population was 9.9 %. Even those women who received higher education remained at home finishing their studies . In 1899 of the total of 1,387 women with some education beyond primary schooling only 249, or 17 % were occupied in salaried positions such as teachers, dressmakers and actresses; 82 percent remained at home, outside the labor force .5 Ironically, the concern for rationalizing women 's domestic role of raising good, Christian children helped to legitimize women 's education . For the first time , in the latter part of the century a group of women most of them married or related to prominent men , joined in the Association for the Advancement of Women Education and demanded the right to education. 6 In 1856 a series of publications and maga3

Antonio Cuesta Mendoza , Historia de la educaci6n en el Puerto Rico Colonial I, Segunda ed ici6n 1508-1821 , Mexi co , D.R.: lmprenta Manuel Leon Sanchez, 1946, 87-97. For the number of girls attending schools in 1881 vis a vis boys see Gabriel Ferrer, La mujer en Puerto Rico , San Juan , Puerto Rico: lmprenta El Agente , 1881 , pages 64-65. He gives a total of 5, 127 girls and 11 ,639 boys attending schools .

4

U.S. War Department , Report on the Census of Puerto Rico , 1899. Washington , D.C. : Government Printing Office, 1900.

5

Ibid. See letter of dona Francisca Vilella de Vilella , president of the Asociaci6n de Damas para la lnstrucci6n de la Mujer to the Minister of Ultramar, February 5, 1887 in Berta Cabanillas de Rodriguez, El Puertorriqueiio y su alimentaci6n a traves de su historia . San Juan , P.R.: lnstituto de Cultura Puertorriquer'ia, pages 451 -452. See also, Memoria Junta de Damas, 1881.

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zines appeared in Puerto Rico which supported the educational development of women . The Guirnalda Puertorriqueria (1856-1857) and La Azucena (1870) were directed exclusively to a female audience and were a manifestation of a liberalizing trend among urban professionals .7 Moreover, the struggle for educational opportun it ies for women received a great impulse from men connected with the liberal reform movement of the epoch. Women 's moral guardianship was reinterpreted by such reformers as Alejandro Tap ia y Rivera , Lola Rodriguez Ti 6, Alejandrina Benitez, Gabriel Ferrer Hernandez to be responsability for influencing the organic evolution of society .8 Others also joined the cause of female rights following in the tradition of John Stuart Mill. In 1869 Jose Maria de Labra, Puerto Rican Deputy to the Spanish Courts, pointed out the discrimination perpetrated against Puerto Rican women under Spanish law and defended women 's suffrage.9 Eugenio Maria de Hostos also became an apostle of women 's rights . However, all this efforts did not se rve as a basis for challenging the essential lim itations of women 's lives under the hac ienda social system. One of the most important challenges to women 's traditional politica l and social passivity, came directly from the new colonial administration establ ished under U.S. domination . In 1898, as a result of the Spanish American War, political sovereignty in Puerto Rico was transfered from a backward mercantilistic metropolitan power to a dynamic and modern imperialistic nation . U.S. policy in the Island accelerated the transformation of the semi-feudal social system of the hacienda into a plantation economy dominated by absentee sugar corporations . 10 During the first decades of the century it also mined the ideological cultural tenets of the hacendados as part of an effort to consolidate power and to impose a foreign culture in the newly adquired territory . This was partly achieved through the popularization of education , the promotion of protestantism , and the introduction of some legal reforms . In many ways , U.S. colonial policy contributed directly or indirectly to the transformation of women 's roles by thus , challenging the ideal of feminity and the restrictions prescribed in the sexual ideology of the hacendados. The new regime expanded and secularized the educational system and made schools co-educational. Women began to take advantage of educational opportuni ties . In 1920, 40 % of the population between the ages of 5 to 20 years attended schools , and 46 % of all students were women . 11 This represented an improvement on the previous century (1878), when there were only 130 schools for girls in the whole Island , out of a total of 485, and there was only one secondary school which admitted women. 12 The University of Puerto Rico, established in 1903 on the guide7

Both publications are found in the Puert o Rican Collection at the General Library of the U.P.R. For some representative articles of women ·s right to education see Alejandrina Benitez de Gautier, " Sobre la educaci6n de las mujeres ... Guirnalda Puertorriqueiia . I. 14 (June 20, 1856) p. 1-3 and Alejandro Tapia y Rivera y " El aprecio de la muj er .. . La azucarera. I, 2, (November 30 , 1870), p. 9-10.

a For a defense of women 's rights to educat ion in the nineteenth century see also Gabriel Ferrer , La mujer en Puerto Rico. San Juan , P.R. : lmprenta El Agente . 1881 . and Lola Rodri guez de Ti6 , Obras Completas , I - IV; San Juan . P.R. : lnstituto de Cultura Puertorriqueria . 1971 . 9

Rafael Maria de Labra , Conferencias dominicales sobre la educaci6n de la mujer: Madrid . Spain : lmprenta Rivadeneyra , 1869.

10

See Angel Quintero Rivera , Conflictos de clase y politica , San Juan . P.R. : Ediciones Hura can, 1976; for an analysis of the social and political consequences of this economic transformations .

11

U.S. Department of Commerce, Census of Population, 1920. Wash ington . D.C.: U.S. Government Printing Office , 1921 .

12

Gabriel Ferrer, op. cit ., pages 64 -65.

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lines of North American Teacher 's Colleges, became a predominantly female institution in terms of the student body. During 1903-1923 of approximately 2,791 students graduated from the U.P.R. , women constituted 74 % of all graduates. 13 On the other hand , as protestantism expanded its sphere of influence particularly among the laboring classes, idea and values on rationalism, individualism , suppression of hierarchical authority, work ethic, egalitarianism and the importance of women as Children of God rather than living objects of art and pleasure for the husband , spread throughout the Island . The Protestant ethic casted aside the frivolous and decorative functions of women and preached new values of feminine usefulness , strength and duty. In this way , it clashed with and broke away from the cult of the lady which characterized the seignorial weltanschauung of the hacendados. Legal reforms introduced in the early years of the 20th century by the colonial administration challenged the double standard which under the hacienda system intensified sexual connotations of all social roles . Promiscuity was allowed only for men who thereby participated in the rise of prostitut ion . It was also common for the hacendado to establish extramarital relationships with the daughters of his agregados and Spanish law sanctioned this sex-class oppression of female peasants of landless families . Even though adultery was punishable under the Spanish Penal Code when it involved a married man and a single woman there was no punishment as long as there was no scandal and it did not seriously affect the legitimate wife . 14 On the other hand, divorce was only authorized in civil marriage under this code . The Organic Act of 1900 introduce some fundamental changes in our civil law. For example, for the first time adultery and cruel and inhuman treatment were acceptable grounds for divorce . In addition , the new Civil Code of 1902 treated male-female adultery on an equal basis and eliminated the need to proof " public scandal " on the part of females filling for divorce. It also provided for the legitimation of children born out of wedlock , eliminating the difference between natural and adultering children. 15 These were in essence minor reforms in the prevailing legal superstructure but through them the colonial administration created the illusion of "modernity " and " liberalism " among women. The development of the working class movement in the first decades of the 20th century also challenged the sexual ideology of the traditional landowning class and accelerated women's participation in the political process . The growth in manufacturing industries such as the elaboration of tobacco and needlework increased women 's participation in the labor force from a low 9.9 % in 1899 to 26.1 % in 1930, the highest we have experienced in our history. (See Table 1). Women activism in the trade union movement was traced to the new position of women on a relatively equal basis with men in the productive process within similar conditions of exploitation . Various circumstances stimulated their incorporation in trade unions. Due to the growing size of the female proletarian force in this early stage of industrial development in the Island, the organized working class realized it was essential to incorporate them to trade unions . Ideological and strategical reasons accounted for their interest. Women were the most exploited sector of the working force : substandard wages , long hours , and poor sanitary conditions prevailed in 13

Re~ister of Graduates of the Rio Piedras Department, 1903-1923. Rio Piedras , P.R .: University of Puerto Rico , 1924, pages 8-45.

14

Report of the Commission to Revise and Compile the Laws of Puerto Rico Vol. I Washing ton , D.C.: Government Printing Off ice , 1901, page 201. ' '

15

Luis Munoz Morales , Reseiia hist6rica y anotaciones al C6digo Civil de Puerto Rico U.P.R. 1947. ' '

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TABLE 1

Participation in the labor force according to sex 1899-1970 (14 years or more) Male

Female

1899 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970

Number

Percentage of the Female Population

Number

Percentage of the Male Population

47,701 73,596 84,094 122,488 144,360 138,517 144,260 212,421

9.9 21 .7 21 .6 26.1 25.0 21 .3 20 .0 22.9

268,664 303,993 319,201 374,958 457,630 458,950 449,840 471 ,369

59.9 93. 1 84.1 81 .0 79.4 70.7 65.7 54.7

Source: U.S. Department of War, Census of Population , 1899 U.S. Department of Commerce , Census Population , 1910-1970

sweatshops, canneries , tobacco stemmeries , cigar factories and most places where women worked .16 Gradually these conditions generated a spirit of solidarity and a common struggle among workers against employers which to great extent blurred the traditional differentiation between the sexes . On the other hand , non -unionized women constituted a threat to organized labor displacing men from their jobs and depressing salaries. In the tobacco industry the number of women working as operatives in cigar and tobacco factories increased to 8,573 in 1920 and in 1930 to 9,290. In both years , women outnumbered men working in handstemming jobs, and they received the lowest wages in the leaf tobacco industry.17 Consequently, the Free Federation of Labor (FFL) and the Union of Tobacco Workers of Puerto Rico realized that non -unionized women were affecting not only male workers but also the best interest of the working class. Annual resolutions were passed calling for the organization of women workers . 18 By and large, women tended to join men in the ranks of organized labor and experienced their own sense of strength and power in trade unions . As early as 1904, working-class women organized 9 female associations within the Free Federation of Labor and reported a membership of 606 members. (See Table 2). This same year 3 women formed part of FFL executive comm ittee . There is wide evidence, in documents and newspapers , that from 1904 to 1919 female working class leaders participated actively in trade union CO)lgressess and that they presented resolutions demanding special protective laws for women and childrens , 1s This situation is well documented in the United States Department of Labor Report , Wages and Hours Division . The Employment of Women in Puerto Rico , Washington , D.C.: U.S. Government Printing Off ice , 1934. 11 U.S. Department of Labor , Bureau of the Census , 1920 Census of the United States , Washington , D.C.: U.S. Government Printing Office . See also, U.S. Department. 1a See Federaci6n Libre de Trabajadores de Puerto Rico , Actuaciones de la segunda y tercera asambleas regulares. San Juan , P.R.: Puerto Rico Progress Peral Co., 1914, page 81 ; Federa ci6n Libre de los Trabajadores de Puerto Rico, Procedimientos del Sexto Congreso de la F.L.T. de P.R., San Juan , Puerto Rico: Tipograf la de M. Burello and Co., 1910.

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TABLE 2 Membership in Female Trade Unions, 1904 Total of Members

Union Union Union Union Union Union Union Unfon Union

Protectora de la Mujer, Number 11752, San Juan de Obreras Domesticas , Number 11662, Ponce Protectora de Damas , Number 1733, Mayaguez de Escogedoras de Cafe, Number 11650 de Damas , Utuado de Damas , Guayama Protectora de Damas, Number 11731, Salinas Protectora de la Mujer, Patillas de Damas , Yabucoa TOTAL

50 37 320 50 20 20 39 70 606

·source: Free Federation of Labor Directory , 1904

minimum wage salaries , equal pay for equal work , the establishment of public laundries and child care center, and the right to unionize, strike, and vote in elec tions. 19 During the 1910-1920 decade some outstanding women became symbols of militant trade unionism . Among them we can mention Concha Torres , a leader from Puerta de Tierra who was the first woman in Puerto Rico to speak in a political rally ;20 Juana Colon from Comerio, who was active organizing tobacco strippers "despalilladoras "; 21 Luisa Capetillo, who participated in the formation of the first artisan groups organized in urban centers and later participated in a crusade in sugar plantations raising class consciousness among workers ;22 and Emilia Hernan dez who organized the first Congress of Women Workers in 1919 to protest for the constant violation of the protective laws that had just been approved and to demand women 's suffrage.23 Female participation in working class struggles was not limited to outstanding women at the organizational elite level. At least 58,050 female workers were participants in strikes or controversies during the 1931-40 period . The Annual Reports of the Labor Department indicate that there were approximately 478 strikes 19

20

For the role women played in workers ' organizations during this per iod consult two sources: lgualdad Iglesias. El obrerismo en Puerto Rico: Epoca de Santiago Iglesias (1896· 1905). San Juan , P.R .: Ediciones Juan Ponce de Le6n , 1973, pages 323-327: and Yamila Azize , Luchas de la mujer en Puerto Rico 1898-1919. San Juan , P.R. : Litografia Metropolitana, 1979. Carmen Rivera Alvarado , " La contribuci6n de la mujer al desarrollo de la nacionalidad puertorriquena ", La mujer en la lucha hoy, Ed . Juan Angel Silen and Nancy Zayas : Ric Piedras , P.R. : Ediciones Kikiriki, 1972, page

21

A short biography of Juana Col6n is included in Yo misma fui mi ruta: La mujer en la his to ria y cultura de Puerto Rico . Rio Piedras , P.R.: Centro de lnvestigaciones Sociales , 1979 pages 65-67.

22

For a good biographica l essay of th is leader see Norma Valle , Luisa Capetillo, San Juan Puerto Rico , 1975.

23

El Mundo, San Juan , P.R. , December 16, 1919, pages 1, 3; December 17, 1919, pages 1, 3.

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in those years involving 317,114 strikers and that women constitutes 18.3% of those strikers. (See Table 3). The rate of participation in strikes seems to be relatively high if one takes into consideration that women only accounted for approximately one-fourth of the total labor force during those years. Most of the female strikers were tobacco strippers (" despalilladoras " ) and factory workers in the needletrade industry. Needless to say that female activism in strikes questioned the traditional conception of women as weak and fragile and engendered a different view of women as " comrades" (" comparieras"). A radical critique of the existing social institutions was also part of the

TABLE 3 Participation in Srikes by Sex, 1931-1940* Percentage of Women Strikers

Women

Men

Total

1931-32 1932-33 1933-34 1934-35 1935-36 1936-37 1937-38 1938-39 1939-40

2,260 4,256 28,825 2,399 3,255 4,570 2,540 900 9,045

4,306 24,912 43,850 63,720 65,323 8,549 12,215 30 ,082 6,107

6,566 29,168 72,675 66,179 68,578 13,119 14,755 39,982 15,152

34.42 % 14.59 % 39.66 % 3.63 % 4.75 % 34.83 % 17.27 % 2.90 % 59.70 %

TOTAL

58,050

259 ,064

317,114

18.31 %

'Source : Annual Reports of the Department of Labor, 1931-1940.

new sexual ideology. Religion, marriage, and family were the object of serious analysis on the double standard , women's slavery in marriage , and economic exploitation in the factory were severely condemned from a class perspective. 24 In this way , working class feminism advanced the cause of equality between the sexes and promoted the incorporation of women to the political struggle. The Soc ialist Party, founded in 1916 as an outgrowth of the trade union movement, led the way for the full incorporation of women into the political process. Long before women were granted the right to vote , the Socialist Party had a requirement in its party by-laws that no committee could be organize unless one third of the members were females. In its 1919 political platform , the Socialist Party defended universal 24

The best expression of these ideological tenets is contained in Luisa Capetillo's essays and books: Ensayos literarios. Arecibo , Puerto Rico: Tipografla Real Hermanos 1907· La humanidad en el futuro , San Juan , P.R.: Tipografla Real Hermanos , 1910; lnfluenc'ias de' las ideas modernas. San Juan , P.R.: Tipografia Negron Flores, 1916; and Mi opinion sobre las libertades y deberes de la mujer. San Juan , P.R.: The Times Pub. Co. 1911 . This last book written in 1911 , is a collection of essays that could well be considered the first women 's liberation manifiesto in Puerto Rico.

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suffrage for men and women. 25 It also advanced women's economic rights and sponsored labor protective laws for women establishing minimum wages , 8 hour work day, prohibition of night work and of female employment in dangerous occupations . Even though working class women and the Socialist Party, were instrumental in securing universal suffrage in Puerto Rico, the extension of women suffrage seems attributable to the work of women's associations outside the trade union movement. In 1917, the Liga Feminea Puertorriquena, the first suffragette organization was established and demanded from the Legislature Assembly the ballot for women. 26 Later, in 1921 it changes its name to Liga Social Sufragista and in 1925 a dissident faction formed the Asociaci6n Puertorriquena de Mujeres Sufragistas. World War I mobilization efforts in the Island contributed substantially to the deveh;>pment of the movement. The colonial administration had encouraged women's participatiorJ in the Women's National Defense Council and the Red Cross. In volunteer activities middle class women found outlets for their unused energy and through closer contact with each other gained a sense of sorority for their common plight and aspirations . Political consciousness was added through women 's participation in the prohibition reform movement as members of the Temperance League. All these organizational forms provided models for our later women's rights movement. Women enlisted in the suffrage cause for a variety of reasons but the seedbed of the movement was decisively the increase in professional and " white collar " jobs open to women in the twentieth century. 27 The new study and work experiences raised women 's consciousness in relation to their position of inequality vis-a-vis their male counterparts. The goal of the electoral franchise adquired a special meaning for the growing sector of professional women who were deprived of the most fundamental civil and political rights . The development of the suffragist ideology stemmed from the natural rights arguments of classical liberalism. The suffragists shared faith in political democracy and social institutions; they believed in the unfolding progress of mankind toward democracy. For them women were different, morally and socially. Precisely for these reasons they should be allowed to vote; the system needed women 's influence. Suffragists argued that women should have the vote because they were citizens and the ballot was a tool to improve not only their own legal status but also the laws and government of the country. They also favored social reforms such as the establishSee the Socialist Party Program in 1919 in Angel Quintero Rivera, Lucha obrera en Puerto Rico. Rio Piedras: Centro de Estudios de la Realidad Puertorriquena, 1973, pages 89-94. Another important document that contains the Socialist Party 's defense of women ·s suffrage is a memorandum of the Territorial Executive Committee dated December 29. 1923. Bolivar Pagan , El sufragio femenino . San Juan , P.R., 1924. 26 For a good summary and interpretation of the development of the suffragist movement in Puerto Rico consult Isabel Andreu de Aguilar , "Resena hist6rica del movimiento sufragista en Puerto Rico ", Revista de la Asociaci6n de mujeres graduadas de la Universidad de Puerto Rico , IV, Vol. i , October , 1941 , pages 32-39; and Mercedes Sola, Feminismo. San Juan , P.R .: Cantero Fernandez y Gia. , 1922. 21 Women 's participation in professional services and clerical occupations also increased substantially during the first three decades of the twentieth century . With the expansion of the public school system under U.S. domination , teaching became one of the main occupations of middle class women. In 1899, there were 246 female teachers in Puerto Rico, constituting 30 percent of all persons in the teaching profession . By 1930, 74.5 percent of all teachers were women. We can observe the same trend in nursing and clerical occupa tions . Women constitutes 50 % of all persons engaged in these two fields in 1910. In 1930, 66 percent of all cleri~al workers and 94 percent of the nurses were women. U.S. War Department , Census of Population, 1899; U.S. Department of Commerce , Census of Population , 1910, 1920, 1930.

2s

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ment of charity orphanages, the erradication of illiteracy and some legal changes in the civil code among others , the extension of women authority (" patria potestad " ) over children and more liberal grounds for divorce. 28 Altruistic concern for the common goal was the dominant theme of the suffragist movement. Suffragist leaders constantly stressed that the home and the community were interrelated and that the vote would extent women 's moral guardianship to social controversy. The middle class base of the suffragist movement partly explains their failure to present a radical critique of the ideal of women-mother postulated by the traditional landown ing class . Despite a moderate ideology and strategy for achieving the vote , suffragists demands aroused strong opposition from those who considered feminine activity as belonging strictly to the sphere of family and private life. The first clash between the modern concepts of women 's participation in political life and the anti -feminist tradition occurred in 1909 when a bill for the legal emancipation of women was presented by Attorney Nemesio Canales in the House of Delegates .29 Jose de Diego, the most important leader of the Union Party opposed the bill arguing women needed no add itional rights .30 From 1909 to 1929 legislative and public debates on the women question arouse everytime a bill granting the ballot was introduced in the local Assembly or in the U.S. Congres~. During this period the political process was dominated by two main conflicts ; an ideological struggle centered around the question of the prevailing colonial situation and the class conflict. Both conflicts moulded the stand on the women question assumed by the political parties . The Union Party which had traditionally represented the landowing class finally modified its stand of opposition to women suffrage and worked for the enfranchisement of literate women .31 Their desire to limit suffrage showed fear of common people and of the Socialist Party which had been gaining support among the proletariat. Since working class women were the most active in public life, the Unionist leadership believed the extension of suffrage to all women would alter the balance of political forces in the Island. The Union Party which had also supported independence and autonomy as a solution to the political status question , showed strong opposition- to interference by U.S. Congress with the qualifications for suffrage in Puerto Rico .32 They held the extension of the franchise was a matter for Puerto Rico itself to determine . In agreement 28

The workplan of the Liga Feminea Puertorrique/ia , San Juan Chapter, contains most of these proposals . See La Mujer del Siglo XX , II , num. 41 (February 28, 1919), page 12. See also the workplan adopted in 1920 by the Liga Social Sufragista which included political family , educational , and economic rights for women . Sola, op. cit. , pages 41 -42. '

29

See House Bill 39 , A Bill _for the Legal Emancipation of Women submitted January 21 , 1909, 5th Assembl y, 1st. session .

30

In an essay Canales tells about the reaction of House members to his bill particulary that of Jose de Diego. See Nemesio Canales , Paliques . San Juan , P.R. : Ediciones Isla, 1967, pages 175-177.

31

In 1912 L~is Munoz Rivera made an attemJ)t without success to include women 's suffrage In the Union Party platform . It was not until 1928 that women suffrage was included in the program of the Alianza Puertorrique/ia , a political alliance between the Union Party and the Republican Party leaders . That same year Antonio Barcelo and Jose Tous Soto the two man leaders of the Alianza presented bills favoring women suffrage bu.t only for literate women.

32

In 1928 when Congress considered a bill ex tending women 's suffrage to the Island , Jos e Tous Soto entered into this controversy with the Liga Social Sufragista, a suffragist association which was lobbying for Congress ional action (regarding women 's suffrage in Pu erto Ri co). See " El Mundo ", May 10, 1928, pages 1, 12 and 13.

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with their position for self-government , they opposed the suffragists efforts to obtain the vote by way of a federal amendment to the Organic Act. 33 Naturally, the Socialist Party opposed the bills which granted the ballot exclusively to women who could read and write .34 They knew that the literacy test excluded more than half of the female population and feared it could increase the power of those polit ical parties which represented the propertied class .35 After more than 10 years of continuous struggle, literate women adquired the right to vote in general elections . The bill was approved in 1929 but they were not able to vote until 1932. It was not until 1935 that the literacy requirement was finally abolished .

2. Trends in Femnle Participation in Elections and Political Leadership (1932-1980). In order to evaluate the impact of female suffrage and the part played by women in Puerto Rican electoral politics one has to search for aggregate electoral data, surveys and opin ion research. Unfortunately such an analysis is very diff icult on account of the gaps in electoral statistics which do not account for a separate count of men 's and women 's votes . However, an indirect analysis is possible using registration data classified by sex and municipalities . Individual petitions of registered voters including data on age, sex , race , occupation , and , in the case of candidates , political affiliation are also available, in the archives of the State Elec toral Board . On the basis of this valuable information , we have analyzed the 1932 election , the first one in which women participated as voters and candidates, to see if socioeconomic conditions explain differences in rates of female participation as regis tered voters. We have also analyzed a sample of individual petitions in Mayaguez, the town with the highest participation rate to draw some observations on the socioeconomic background of women who did register for this election .36 In the 1932 election only literate women and men over 21 years of age were allowed to register and vote . However, male illiterates which had registered in 1920, 1924, 1928 remained in the electoral list. At a time when 60.9 % of the female population 21 years and over was illiterate the literacy requirement meant that more than half of all Puerto Rican women were automatically disqualified from participation in 33

In 1927 Rafael Alonso , acting President of the Socialist Party and member of the Ho_use of Representatives opposed Governor Towner's proposal for the enfranchisement of literate women and the exclusion of illiterate men and women from the suffrage. See " No sablamos que para que la mujer vote fuese necesario crear una casta privilegiada ", El Mundo, February 24, 1927, paqes 1 and 8. In 1928 aga in when Anton io Barcel6 's bill of restricted fema le suffrage was debated in the House of Representatives the Soci al ist Party opposed the bill. " En la Camara hubo un caucus para tratar el proyec to de Barcelo sobre sufragio femenino y rest ri cci6n del voto en el 1932 y la mayorla de los representantes se opuso a esta medida ", El Mundo, Abril 18, 1928, pages 1 and 12. See also " El Partido Socialista se une a las gestiones pro sufragio irrestringido para la mujer puertorriqueiia ", El Mundo, June 24, 1928, page 1. Here the Socialist Party fully enclosed un limited suffrage for women and backed the lobbying efforts in the U.S. Cong ress of the Liga Social Sufragista.

A sample of 305 pet itions was drawn from the archives of the Electoral Board . It incl udes registered women whose last name start with letter A. On the bas is of th is samp le Maqda Grissel Rosa, a student at my seminar Ed . Gen . 70 prepared the tables of the 1932 election which are presented in this report. 35 Etiony Aldarondo, Caracteristicas de la poblaci6n electoral de Puerto Rico: Rio Piedras , P.R.: Centro de lnvestigaciones Sociales , 1965. 36 See Center For Env ironmental and Consumer Justice, A Study to Determine the Extent and Ramifications of Sex, Color and National Origin Discrimination in Private Employment in Puerto Rico , San Juan , P.R. 1974. (To be published by U.P.R. Press). 34

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TABLE 4 Illiteracy for Puerto Rico, URBAN and RURAL, 21 years and over, 1930 Male

Puerto Rico Urban Population Rural Population

Female

%

%

48.1 27.7 55.9

60.9 42.5 62.2

·source: U.S . Department of Commerce , Puerto Rico: Census of Population , 1930.

the electoral process . As we can see from Table 4, the female rural population had the highest rate of illiteracy and therefore their participation as a group was most severely curtailed by the 1929 Electora l Law . On.the other hand , literate women fully exercised their right to register with the extension of the franchise . Out of a total of 132,880 literate women , 120,955 or 91.0 % registered in 1932. The number of female register voters was not evently distributed throughout the Island . (See Table 5). In areas most affected by the early phases of industrialization women reached a certain standard of independence and of general autonomy in the community and therefore , tended to take more active part in political life, while in areas in which the traditional " hacienda" economy prevailed women took a lesser part in electoral politics. The part played by working class women in the electoral process of 1932 was probably restricted by the literacy requirement. However, in the sample of registra tion petitions taken from the town of Mayag0ez one can see that among the 305 registered female voters there were 77 women or 26.2 % who worked in gainful occupations . Of these , the majority (60.0 %) worked in the needlework industry. The rest were in professional services (17.5 % ) and domestic work (22.5 % ). (See Table 9). Female needlework workers were one of the most active groups in the trade union movement. It is likely that they also played an important role in the 1932 elections . Maria Luisa Arcelay, the first and only female elected in 1932 to the House of Representatives by the Republican-Socialist Coalition was the owner of a small needlework establishment in Mayag0ez. From the Mayag0ez sample we can also observe that a similar proportion of single and married women registered in the 1932 election and that young women between the ages of 21-24 constituted the largest age group among female registered voters . (See Table 10 and 11). There was a mayority of white woman (180) registering ; this group was followed by 116 light-brown skinned (" triguenas " ) females. Only 6 back women were present in the sample. (See Table 12). The other data that is now available on female participation in Puerto Rican electoral politics refers to subsequent periods (1932-1980) and points out toward an overall disparity between the part play by women in elections and the part they play 416

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


TABLE 5 TOTAL REGISTRATIONS FOR 1932* (Men and Women)

Ad juntas Aguada Aguadilla Aguas Buenas Aibonito Anasco Arecibo Arroyo Barceloneta Barranquitas Bayamon Cabo Rojo Caguas Camuy Carolina Catano Cayey Ceiba Ciales Cidra Coamo Comerio Corozal Culebra Dorado Fajardo Guanica Guayama Guayanilla Guaynabo Gurabo Hatillo Hormigueros Humacao lsabela Jayuya Juana Diaz

Men

Women

1,358 1,099 1,852 674 1,067 1,018 3,564 458 1,052 785 2,184 1,162 4,135 887 1,496 782 2,371 406 1,257 741 1,382 981 1,062 47 563 1,017 648 2,139 921 1,262 960 874 359 1,677 1,100 967 1,375

1,902 771 2,505 316 1,038 1,118 4,480 683 1,056 618 2,541 2,056 4,386 969 1,661 1,054 2,037 337 1,243 466 1,318 809 1,006 55 435 1,432 834 2,582 1,100 1,033 877 872 343 1,983 1,373 746 1,150

Total for men

107,844

Total for women

120,955

Men

Juncos Lajas Lares Las Marias Las Piedras Loiza Luquillo Mana ti Maricao Maunabo Mayaguez Moca Morovis Naguabo Naranjito Orocovis Patil las Penuelas Ponce I Ponce II Quebradillas Rincon Rio Grande Rio Piedras Sabana Grande Salinas San German San Juan I San Juan II San Lorenzo San Sebastian Santa Isabel Toa Alta Toa Baja Trujillo Alto Utuado I Utuado II Vega Alta Vega Baja Vieques Villalba Yabucoa Yauco

1,004 677 1,717 507 476 1,328 317 1,772 297 294 4,960 1,021 1,079 995 705 1,141 757 666 4,019 4,141 622 212 766 4,300 688 1,366 1,598 3,398 6,709 1,179 1,731 1,154 968 942 448 2,133 39 664 1,413 538 587 1,241 1,597

Women

1,139 775 2,189 238 354 1,366 302 1,861 162 284 7,902 733 1,219 1,076 747 628 714 5,042 2,641 711 109 849 4,646 1,026 1,364 2,364 4,916 10,372 1,013 1,592 785 669 673 458 1,977 14 720 1,817 699 432 1,271 2,285

•source: Journal Insular Board of Elections, June 23, 1932. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

417


TABLE 9 Female Registered Voters in Mayaguez by Occupation, 1932 Percentage Distribution

Total Needlework Industry Factory Home

48 36 12

60 .0

Professional Services Nurses Office Clerks Teachers Typist

14 1 2 10

17.5

Domestic Services

18

22 .5

80 225

100.0

TOTAL Outside the labor force GRAND TOTAL

305

::=========================================================~ TABLE 10 Female Registered Voters in Mayaguez by Marital Status, 1932 Marital Status Single Married Widows Divorced TOTAL

Total

%

139 137 28 1

45 .5 44 .9 9.1 .3

305

99.8

TABLE 11 Female Registered Voters in Mayaguez by Age, 1932 Age 21 25 30 35 45 55 65

- 24 years - 29 years - 34 years - 44 years - 54 years - 64 years or more TOTAL

418

Total

%

114 55 38 57 22 14 5

37.3 18.0 12.4 18.6 7.2 4.5 .6

305

98.6

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


TABLE 12 Female Registered Voters in Mayaguez by Race, 1932 Total

White Black Light Brown Skin Mulatta Indian Morena

180 6

116

in political leadership . Between 1948 and 1956 the number of women registered increased from 67,600 to 108,587. Throughout these years , the difference in the registration of women and men were substantially reduced . By 1976 of 1,787,231 registered voters , women outnumbered men by 59,473 with 823,352 women and 863,879 men . (See Table 13). TABLE 13 Total Registration between 1948 and 1956 by sex

Sex

1948

1950

1956

Women Men

67,600 102,026

70,936 86,234

108,567 109,193

In spite of these impressive numbers women were not fully participating in the electoral process during those years . On the whole , it seems that a higher proportion of women that men abstained from voting. The available data on female participation reveals that a higher percentage of women that men were not voting regularly during the sixties. The study done in 1968 for the Puerto Rican legislature by Professor Etiony Aldarondo revealed that in the election of 1964 around 30 % of the eligible women over 21 years of age abstained from voting , while only 13% of the eligible men abstained .35 In addition, 84 % of those who did not vote in the elections of 1956, 1964 and 1968, and 63 % of those who abstained in two elections of these elections were women . After analyzing the available statistics , the study concluded that the high rate of electoral abstention of women was the result of the role assigned to women in society whereby men are the ones who perform the political tasks . In fact the study points out that a high number of women did not vote because of their husband's opposition . A large number who had ideological differences with their husbands also abstained in order to avoid conflicts within the family and preserve its unity . In a number of cases women said they could not leave their children alone in the house for a few hours to go to the electoral college, while others did not have a high regard for the importance of the electoral process. Homines , Vol . 10, Num . 2, 1986-87

419


While , in elections , the proportion of women voting is smaller than that of the men, the gap between the two is narrow. On the other hand , the proportion of women playing a real part in political leadership is small and equality of the sexes has certaintly not been achieved in this area. The historical record of female representation in elective positions has been extremely small. No woman has even been Governor or Resident Commissioner; the two top ranking elective posts in Puerto Rico . During the 1932-1982 period only ~6 women have been elected to the legislative branch -14 to the Senate and 12 to the House of Representatives. Some of these women legislators have been re-elected and served two or more terms. But, in total , they have occupied a total of 46 legislative seats out of 941 available. This represents 5 % of the total. Of these legislative seats 17 have been of district representatives , 5 senators at large , 9 district representatives, and 5 representatives at large. (See Tables 14-17). At the municipal government women 's participation has also been inadequate. In the last fifty years only 34 positions for major out of 964, or approximately 4 %, have been occupied by women . In the last two elections all female candidates for major have been defeated. (See Table 18). Women's participation has always been highest at the municipal assembly. During the 1932-1982 period 1,376 women have been members of this local legislative body. According to the data gathered there seems to have been no significant improvement in the rate of female participation at this level. In 1982, 18 % of all members of the municipal assemblies in the island were women . As we can see from Table 19 during 1932 to 1976 there was a reduction in the female rate of participation. The small increase we observe in 1980 is only 2% higher than that registered in the first election that women voted in Puerto Rico. Women 's limited participation at the higher levels of leadership is not only noticeable in the structure of the State and its political organs, but is also found in government service, the trade unions, and private businesses . There are no perceptible signs of improvement in this respect. 36 In the early part of the twentieth century the changes in the nature of women 's societal roles served as a basis for challenging an ideo-social system which considered feminine activity as belonging strictly to the sphere of family and private life. Women's participation in the labor movement and the suffragist movement evidenced those changes. Nevertheless, a new system which concedes the complete equality of the sexes in every field has not yet emerged. Despite an overall increase of women's participation in the political process, the old ideological assumptions and new limiting stereotypes still affect adversely the role of women in politics.

420

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


PARTICIPACION DE LA MUJER PUERTORRIQUENA EN EL GOBIERNO Y LA LUCHA POLITICA Sylvia E. Arocho Velazquez•

Cuando una parte de la poblaci6n vive bajo la dependencia y la opresi6n esto siempre tiene una justificaci6n en las leyes que rigen en el pais. Las leyes represen tan la imagen de ese pueblo. Muchas sociedades han hecho una gran diferencia entre el hombre y la mujer jurid icamente hablando. Para algunos siempre ha sido " inferior " en relaci6n al hombre , a qui en se suponia debia obediencia en el matrimonio . Si enviudaba la " autoridad ' ' en el hogar pasaba al hijo mayor, a un hermano o al padre. Puerto Rico no ha sido la excepci6n en el mundo. Ha ten id o en su historia muchas leyes discriminat orias, algunas de las cuales ya se han enmendado. Pero todavia quedan otros aspectos de estas mismas leyes por resolver. Un ejemplo de esto lo fue la enmienda que se hizo en 1976 sobre la patria potestad . Anterior a esta fecha la patria potestad correspondia al padre yen ausencia de este a la madre. La enmienda otorg6 la patria potestad a ambos c6nyuges en conjunto . Pero no se decia nada en el caso de que uno de los c6nyuges no estuviera presente y su paradero fuera desconocido . Tambien se enmendaron leyes relacionadas a la adm inistraci6n de bienes gananciales y otras que abiertamente discriminaban contra la mujer. Otras, como las relacionadas a las pensiones aliment ici as, cantidad de dinero que el Tribunal de justicia seriala al padre que debe pasar al hijo cada cierta cantidad de tiempo , en caso de separaci6n o divorcio, son violadas una y otra vez sin mas recurso para la mujer que volver ante un tribunal y que este resuelva ; si es que nose cansa de tanto litigio. La ley num. 73 de 21 de junio de 1919, secci6n 1 - Prohibia el que una mujer trabajara recibiendo salario alguno de 12:00 P.M. a 6:00 A.M .; exceptuando algunas ocupaciones como artistas, telefonistas , enfermeras, o cualquier otra que autorizara el secretario de justicia. Esta ley es una limitaci6n al numero de mujeres que se pueda emplear. lmpide el que se incorpore mujeres al cuerpo de bomberos, al de la defensa civil y muchos otros; sin embargo se lo permiten a otras como por ejempio, a las enfermeras. Segun estadisticas publicadas en septiembre de 1977 la Administraci6n de Fomento Econ6mico ter:iia alrededor de 65.7% de mujeres en labores de producci6n en su programa de industralizaci6n . Se revelaba que el 97.1 % de los cargos administrativos eran ocupadas por hombres. Esto es una evidencia mas del discrimen de que ha sido objeto la mujer a traves de la historia. i,ES que no hay mujeres capacita•

Cientista politica y abogada puertorriquefia. Asistente -Directora , Div ision de Publicaciones , Institute de Cultura Puertorriquefia , 1983-85.

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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das para ocupar esos cargos administrativos? Todo esto ocurre a pesar de que nuestra constitucion en su carta de derechos, Articulo II seccion 1, establece que no puede haber discrimen por motivo de raza, color, condicion social , ideas politicas , o religiosas , origen o sexo del ciudadano . lSe ha llevado a la practica la igual dad a que hace referencia nuestra contitucion? Uno de los factores mas import antes en la participacion de la mujer en todos los aspectos de la vida puertorriquena lo ha sido la educacion . Al permitirse a la mujer obtener grados universitarios pasa a ocupar posiciones que anteriormente les fueron dados exclusivamente a los hombres. Ent re esas posiciones estan: enfermeria , trabajos de oficina y magisterio. Comienza tambien a participar en la industria de la aguja, despalillado de tabaco y elaboracion de sombreros de paja. Para 1930 se llega al nivel maximo de participacion de la mujer en la fuerza trabajadora que fue de 26.1 % (Nivel que no ha sido superado todavia) . Esa actividad tuvo gran efecto en la vida publica. Comienza la participaci6n de la mujer en el movimiento obrero. Se organizaron varias agrupaciones entre las que se mencionan " La union protectora de Damas de Mayaguez", " Union de despalilladoras", Federacion libre de trabajadores y la Union de damas de Guayama, Arecibo, Puerta de Tierra y Ponce. El Partido Socialista dio participacion a la mujer, por ello esta entra a participar en la politica. Este partido permitia a traves de su reglamento su participacion . Para que un comite quedara constituido exigia que una tercera parte del mismo fueran mujeres. Proponia este partido en su programa el sufragio universal. Pero esto no motiv6 a las mujeres obreras a luchar por mayor participacion en las actividades politicas. Veia y sent fa sus problemas en terminos de clase , se sent la identificada con el obrero que tenla sus mismos problemas, iguales condiciones inhumanas de trabajo . La mujeres profesionales de clase media sintieron necesidad de adquirir mayores derechos. Este sector se sentia en desigualdad ante los hombre y comienza su lucna por obtener mejor posici6n. En 1917 se funda la Liga Femina Puertorriquena que agrupa a mujeres de sectores medios y profesionales . Se logra el que se radi quen proyectos que proponian el derecho a la mujer al voto , pero nose obtiene exito alguno . Esta liga cambia su nombre a Liga Social Sufragista. Poco tiempo despues, en 19'25, se crea la Asociacion Puertorriquena de Mujeres Sufragistas, que surge como resultado de diferencias personales e ideologlas. Se organizan comites en toda la isla que habian de ayudar en la lucha. Al frente de este movimiento se encontraban Ana Roque de Duprey, Mercedes Sola, Amina Ti6, Amparo Fernandez, Ricarda Lopez, Isabel Andrew , Soledad Llorens Torres y muchas otra, que sin acobardarse continuaron luchando por la causa. En 1932 la mujer participa por primera vez en las elecciones de Puerto Rico . Los requisites exigidos para ello eran ser mayor de 21 anos y saber leery escribir; esto se menciona como una de las causas por la que las mujeres obreras nose incorporaron a la lucha por adquirir el derecho al voto . La mayorla de ellas no sabian leer y escribir por lo que veian en esto una forma mas de mantener el dominio de una clase social sobre otra. Elias, en su mayoria, porno saber leery escribir no participarian . lPara que luchar por ello entonces? En el 1936 se otorga el sufragio universal , lo que const ituye un verdadero paso a la integracion de la mujer en la politica puetorriquena. El numero exacto de mujeres que particip6 en cada elecci6n es algo que se desconoce. Algunos datos revelan que en 1932 el numero de mujeres que participo fue de 10,000. Otros dicen que 100,000. Segun una informacion publ icada por la Ora. Isabel Pic6 entre 1948 y 1956 el numero de mujeres inscritas aumento de 67 ,600 en 1948 a 70,936 en 1950 y a 108,587 en 1956. Estos datos pueden parecer no muy exactos por el numero tan bajo. 422

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lOue efectos tuvo el voto de la mujer en las elecciones? Esto algo dificil de precisar. La cantidad de individuos inscritos aument6 significativamente. En la tabla numero 1. Tabla I Numero total de votos y numero de votantes inscritos para elecciones 1910-1932.

Numero total votos Votantes lnscritos -

1910 163,568 221 ,816

1914 204,233 273,1 16

1920 249,431 268,643

Numero total votos Votantes inscritos -

1928 256,335 321 ,113

1932 383,722 452,738

1936 549,500 764,602

1924 259,520 326,093

Fuente: Los datos inclu ldos en esta tabla fueron obtenidos del Ii bro El Goblerno de Puerto Ri-

co de Carmen Ramos de Sant iago. Editorial Universitaria, San Juan, P.R. 1969, tabla v. pag. 236, Podemos observar el aumento que se registr6 en el numero de electores inscritos. Entre 1910 y 1914 el aumento de electores inscritos fue de 51 ,300, entre 1920 y 1924 el aumento lo fue de 57 ,450 mientras que de 1928 a 1932 se registr6 un aumento de 131 ,625 haciendose cas i tres veces mayor entre 1932 y 1936, habiendo un aumento de 311,864 cuando comenz6 el sufragio universal. Tambien podemos observar el alto grado de abstenci6n electoral. En 1932 de un total de 452,738 electores inscritos solo se registr6 un total de 383,722 votos. Absteniendose alrededor de 69,016 siendo aun mayor en 1936 donde de 764,602 votantes inscritos se obtuvo unos 549,500 votes haciendose tres veces mayor la abstenci6n electoral. lPor que tanta abstenci6n electoral? Puede deberse a los sucesos ocurridos durante ese ano como la muerte del coronel Riggs, por lo que se acus6 a dos nacionalistas. Esto trajo como consecuencia el que se radicara un proyecto concediendo la independencia a la isla. Tambien debemos conciderar el hecho de que muchas mujeres se abstienen de votar porque sus esposos no les permitfan ejercer su derecho si sospechaban que ellas no respaldaban igual partido que ellos. En cada elecci6n celebrada en Puerto Rico desde 1932 el numero de mujeres inscritas aumenta. En el presente la mujer es de 51.6% del total de electores inscritos. No obstante, no ha llegado a ocupar los mas altos cargos y ni siquiera una gran cantidad de escanos legislatives. La pr6xima tabla nos muestra la cantidad de mujeres que ha ocupado distintas posiciones electivas en Puerto Rico. Donde mayor participaci6n la mujer ha tenido es las asambleas municipales. Luego el cargo de alcalde le sigue, pero hay una gran diferencia en numero. Ninguna mujer ha ocupado el cargo de gobernador, ni comisionado residente. Los cargos en las camaras legislativas son aun mas escasos que las de alcalde. Podemos observar como ha ido disminuyendo el numero de mujeres en los distintos cargos. En las elecciones de 1976 la participaci6n de la mujer fue mayor que en ocasiones anteriores. Pero esa participaci6n fue mas a nivel local; se destacaron como ayudantes y auxiliares de los hombres. Es ella quien realiza labor de propaganda, trabaja en las finanzas , busca los votos , hace la campana para que los hombres salgan electos. En la siguiente tabla observamos que el partido que mayor numero de candidates femeninas tuvo en elecciones de 1976 lo fue el Partido lndependentista, con 16 candidates, le seguia el PPD con un total de 10, seguido el PSP quien tuvo 9 y finalmente el PNP, con 7. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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Tabla 2 Cantidad de mujeres que han ocupado cargos electivos desde las elecciones de 1932. 1932-36

Posic i6n • Gobernador Comisionado Residente Senador Representante Alcalde Asambleista Gobernador Comisionado Residente SenadorRepresentante Alcalde. Asambleista -

Gobernador Comisionado Residente Senador Representante Alcalde · Asambleista -

1936-40

1940-44

1944-48

1.

1. 1.

1.

103.

111 .

87.

1948-52

1952-56

1956-60

1961-64

1. 1. 4. 59.

2. 1. 4. 63.

3. 2. 5. 72.

3. 3. 10. 113.

1965-68

1969-72

1. 4. 5. 108.

4. 2. 3. 122.

1. 3. 92.

1973-76

1977-80

3. 2.

3. 1. 0.

5.

Fuente: La lgualdad de Derechos y oportunidades de la Mujer Puertorriqueiia. Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Comisi6n de Derechos Civiles, San Juan , P.R., 1973 y Carmen Ra mos de Santiago, El Gobierno de Puerto Rico, Ed itorial Universitaria de P.R., Puerto Rico , 1976, pags. 538,539.

Tabla 3 Cantidad de candidaturas femeninas en elecciones 1976. Cargo

Gobernador Com. Residente Sen . Acumulaci6n · Sen . Distrito Repre. Acumulaci6n Repre. Distrito Alcalde Total· %

ppo*

Cantidad de cargo

PNP*

1. 1. 6. 8. 6. 40. 78. 140. 560

0. 0. 0.

0. 0.

2.

1. 1. 0. 6. 10. 5%

0. 2.

3. 7. 7%

2.

PIP*

0. 0. 1. 0. 1. 7. 7. 16. 11.4 %

p5p*

0. 0. 0. 2. 0. 2.

2. 9. 6%

Fuente: lnforme Oficial de las Elecciones Generales , celebradas el 2 de nov iembre de 1976, Estado Libre Asociado, San Juan , Puerto Rico, 1976.

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Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


En las primarias celebradas en 1976 el Partido Nuevo Progresista (PNP) tenra alrededor de 24 mujeres que compitieron en las mismas. Resultaron ele~tas solo 7 de las cuales 2 fueron electas en las elecciones. En el PPD se postularon en las primarias unas 14 mujeres de las que 10 salieron electas, logrando solo 2 triunfos en las elecciones. Los partidos de izquierda postularon mayor numero de mujeres. ;,Por quien votan las mujeres? lOue partido politico ha obtenido mayor respaldo femenino? Esto es algo dificil de senalar. Como apuntamos anteriormente el parti do que estuvo a la vanguardia en cuanto a los derechos de la mujer lo fue el Partido Socialista y para 1928 este partido obtuvo alrededor del 28 % de los votos, para 1932, ano en que por primera vez vota la mujer ese partido obtiene solo el 25 % de los votos en esas elecc iones. En esas elecciones las mujeres que participaron pertenecian a una clase social que no respondia a los intereses de ese partido. Y por ello no obtuvo respaldo alguno. En las elecciones de 1936, donde existia ya el sufragio universal , ese partido sigui6 mas o menos igual , obtuvo el 26 % del total de vo tos . lAcaso tampoco se gan6 el respaldo de aquellas a quienes defendia? ;,No supieron las mujeres respaldar al partido que estuvo al frente en su defensa? Quizas, pero debemos tener en mente el hecho de que ese ano la abstenci6n electoral fue grande. Hubo una participaci6n de solo el 72 % del electorado, de un total de 764,602 electores inscritos votaron alrededor de 549,500 abteniendose unos 215,102 electores. Tai vez la mayoria en,re los que no participaron fueran mujeres como senalamos anteriormente. En 1976 la mujer fue mayoria entre el elect_orado puertorriqueno. La siguiente tabla ilustra la cantidad de votos por distritos segun el sexo. Tabla 4 Porciento (%) de electores por distrito segun el sexo. Distrito San Juan Bayamon Arecibo Mayagoez Ponce Guayama Humacao Carolina

% mujeres

53.87 % 51 .33% 50.23% 51 .27% 51.19 % 50.28 % 50.62 % 52.37 %

% varones 45.78 %

48.45 % 49.55 % 48.47 % 47.95 % 49.35 % 49.23 % 47 .36 %

Dif.

8.09 % 2.88 % 0.68 % 2.80 % 3.24 % 0.13% 1.39 % 5.01 %

Fuente : lnforme Oficial de las Elecciones Generales celebradas el 2 de noviembre de 1976. Estado Libre Asociado , San Juan , P.R. 1976.

La tabla numero 4 muestra el porciento de votos en cada distrito senatorial segun el sexo de los electores. Vemos que en todos los distritos el voto femenino es mayoria. Si comparamos el porciento de la tabla numero 4 de los distritos de Areci• bo, Mayaguez, Guayama y Humacao con el porciento de votos de esos mismos distritos, en la tabla numero 5 en los que el partido popular obtuvo mayoria de votos, nos damos cuenta que fue donde el porciento de electores femenina era menor. Puede ser solo coinc idencia pero puede ser tambien que ese partido en electores no cuente en este momento con un respaldo mayoritario de votds femeninos . A pesar de que a la mujer se la mantiene subordinada, los partidos politicos saben lo importante y la fuerza que representa la mujer. Los partidos politicos saben lo del poco respaldo a cand idaturas femeninas aunque tratan de aparentar lo contrario. Para ello algunas han creado dentro de sus estructuras internas, organismos que repreHomines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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sentan el electorado femenino . El Partido Nuevo Progresista cuenta con un organismo especial llamado Mujeres-PNP. Este organismo fue creado para estimular la participacion femenina dentro del partido. Este grupo no tiene poder de decision al guna, su reglamento no podria es tar en conflicto con el reglamento del partido. Para dar la apariencia de alguna participacion femenina en las decisiones que tome el partido se ha dado el derecho a que la coordinadora estatal , la coordinacion estatal auxiliar y una representante, que sera elegida por los miembros del directorio central de mujeres , sea miembro del Comite Ejecutivo, organismo supremo del partido. Tabla 5 Porciento (%) votos obtenidos por los partidos politicos por distrito elecciones 1976. Distritos San Juan Bayamon Arecibo Mayaguez Ponce Guayama Humacao Carolina

PNP 53.57 49.28 47.40 45.47 48.44 44.80 47.45 48.28

PPD 38.39 43.64 47.85 48.37 45.08 49.47 47.50 45.29

PIP 6.90 6.42 4.04 5.58 5.75 5.20 4.38 5.69

PSP

1.14 0.66 0.17 0.58 0.73 0.53 0.67 0.74

Fuente: lnforme Oficial de las Elecciones Generales celebradas el 2 de noviembre de 1976. Estado Libre Asociado . San Juan . P.R.. 1976.

El Partido Popular ha creado algo parecido al P.N.P. El Partido lndependentista no cuenta con un organismo que sea exclusivamente para mujeres; ello responde a que " no hay porque dividir ya que somos ig uales " . Alegan que existe una integracion en el trabajo . El PIP llevo a cabo una serie de conferencias sobre el papel politico de la mujer en el partido; alegan que ell as que no tienen demasiado tiernpo para ello ... pero queen estos momentos ha habido un aumento del voto femenino en el P.I.P .. Este partido cuenta con un comite que esta dominado por mujeres, como por ejemplo el del precinto 3. A pesar de esto en la Comisi6n Politica, compuesta por 11 miembros, no hay mujeres. El Partido Socialista Puertorriqueiio cuenta con una comision que trabaja para buscar una alternativa al problema de la mujer. Este partido cuenta con un Comite Central compuesto por 30 personas de la cuales de 4 a 7 de las mismas son mujeres. En la Comisi6n Politica que es el Comite Ejecutivo, electos de entre el comite central y compuesta por 7 miembros hay una mujer que ocupa el cargo de subsecretaria general del partido. Para resumir a la mujer se le asigna labor de propaganda, trabaja en las finanzas, busca los votos y es el hombre quien sale electo. lSe continua considerando al hombre superior a la mujer? lSera su papel el ser esposa o mad re de un hombre famoso? lContinuara con su imagen de consumidora y malgastadora de dinero y mercancia? Hace anos las instituciones economicas juridicas, religiosas , educativas y sobre todo politica estaban dominadas por hombres , hoy continua siendo igual ; de un total de 51 .6% entre el electorado no hay ni una tercera parte de los cargos ocupados por mujeres . Nose ha obtenido exito en llevar la fuerza que representa numericamente a las urnas para obtener mayor poder politico. Pocas han sido las mujeres que han ocupado cargos en las camaras legislativas, pocas han sido las que han ocupado posiciones en la rama ejecutiva. Los cargos de mayor poder politico han estado siempre en manos de hombres. lSe puede hablar de esto como un progreso hacia la igualdad politica? Es vergonsozo

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ver como durante las elecciones es cada dia mayor el numero de mujeres que trabajan dentro de los partidos y sus candidaturas, si alguna tiene un cargo es de menor categoria. Nuestro sistema de vida domestico actual es incompatible con las exigencias que le imponen a miles de mujeres de la misma forma que el sistema econ6mico lo esta con la dignidad de cada ser humano. La mujer ha demostrado que aunque la aportaci6n que ha hecho a la sociedad hasta el momento ha sido mucha, aunque ignorada esta en disposici6n de emprender la lucha con el hombre en todos los campos . Hay buenas representantes en todas las profesiones lo que demuestra que no se podra negar la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer aun contra los gritos, estruendos y obstaculos del sector conservador de nuest'ra sociedad. La mujer como participante de la producci6n debe interesarse en la legislaci6n. Tiene derecho a exigir participaci6n en la politica desde donde podra influir y respaldar toda acci6n que sea beneficiosa . e,Por que no hay mayor participaci6n de la mujer en la actividad politics? Quizas por indiferencia, por prejuicios, timidez, pero; i,Basta esto para mantener esa situaci6n? e,Es suficiente decir que no participa mas porque no quiere? Quizas muchas se abstengan de participar, otras no saben utilizar sus derechos politicos pero gran parte de la poblaci6n masculina, en nuestra opini6n, participa como no deberla hacerlo si comprendiera la importancia real que tiene esa participaci6n . No podemos por ello mantener alejados esos sectores, hay que estimular, ayudarlos. Hasta estos momentos unos sectores dominantes han procurado mantener al pueblo bajo su dominio politico para interes propio, que como observamos, han logrado con gran exito. Por eso los hombres han dominado y unos sectores conservadores se han beneficiado reservando a un grupo reducido de mujeres algunos cargos por lo que no han querido o no han podido combatir y atacar esas injusticias y despertar a la masa. Pero esto no es una excepci6n. En los grandes movimientos, por las grandes causas tambien ha ocurrido algo parecido. Por los resultados obtenidos a traves de la historia prueba que toda causa justa tendra su recompensa. Desde el momento en que las mujeres obtengan conciencia del poder que tienen, se pondra fin a toda una serie de discrimen, desigualdad e injusticia, que la mujer misma ha permitido por su ignorancia o por un sentido de impotencia. Una participaci6n , igual tanto para la mujer como para el hombre, hara posible la base de igualdad de los derechos de todos los ciudadanos de una sociedad libre y justa. No cuentan las mujeres con igual capacidad que los hombres. i,ES justo que su participaci6n sea menor? Para muchos la mujer es mas facil de ser influenciada por la religion o es mas conservadora. Pero no quiere esto decir que es menos inteligente. De ser mas conservadora, de tener mayor influencia religiosa se debe a la educaci6n de que ha sido vlctima. Debe entonces darsele una educaci6n que sirva realmente a sus intereses y se liberara de todas esas ideas. Hay que detener, esa "participaci6n pasiva" . Es deber de toda sociedad eliminar esa actitud. Es el hogar y la educaci6n donde primero se le ensena al ser humane a confabularse contra gran parte de la humanidad que constituye la mujer. Se hace necesario unos cambios en las condiciones y estruc\uras sociales, en la relaci6n entre los sexos. De no obtenerse las metas deseadas por medio de la palabra se llegara a traves de sectores que esten dominados y hartos ya, comenzaran la lucha que les liberara . Es necesaria la fuerza unida de todo sector que sienta y padezca las injusticias que crea todo sistema que bajo una Constituci6n en que se habla y pregona la igualdad y la justicia, encubra toda clase de discrimen, de injusticia, de desigualdad. Esperamos queen un futuro pr6ximo, bajo una nueva sociedad la mujer gozara de total independencia y no estara bajo el dominio en que se encuentra actualmente frente al hombre. La mujer habra de participar en la lucha que le llevara a la liberaci6n, a su propia libertad.

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Nos toca demostrar que comprendemos cual es nuestra posici6n en las actuales luchas, en la perspectiva de un mejor porvenir y nos encontramos resueltas a tomar parte en el las. No importa que esta lucha este en pocas manos, nadie debe pensar que importa poco, toda fuerza por menor que sea importa, vale. Si cada individuo une sus fuerzas, su agresividad, su celo, se obtendra el exito. Pero tenemos que trabajar para ver esos cambios , emprender un cambio hasta la victoria final. Esto puede quizas tardar algo pero no debe ser motivo para acobardarse, ni renunciar. Unamonos y luchemos. Habremos de sobrevivir al triunfo, forjaremos una nueva sociedad y eso basta.

BIBLIOGRAFIA

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THE POLITICS OF INTUITION

Ene id Rou tte Gomez *

Let us begin to look at the landscape of women in the Caribbean , at our political landscape. We see at first our saving grace, our intuition, that has survived stereotypes and shallow conceptions of w ho we are as women , as Caribbean women. What are these stereotypes , these conceptions that attempt to blunt the pas sage of the intuitive mind , to blind our inner " eye " ? The intuitive mind , they say , is " unscientific." It is " womanish ", " uncertain ", " indec isive," " weak .' . The intu itive mind is to be " distrusted. " It is not based, they say , on fact. By this is meant reason vs . intuition, logic vs. intuition . As women we have absorbed these stereotypes. We have made them our own. We have turned these conceptions of ignorance and inferiority upon ourselves , believing them to be true , reasonab le, logical. It is thus we activate our self-doubt. We crucify ourselves on stereotypes spelled out by others . We must change this. We must discard ignorance , inferiority . Only we know the length , the breadth that we dare to go to live as we should in peace , harmony , equality, freedom. We must return to the strategy of our forebears. We must listen to their words . They said : " Listen to the sound of your mind . Listen to your intuition. So that you can survive and be well. " That sound begins as a hum often at counterpoint with the situation of the moment. Yet , it is a sound that pierces and penetrates the dimension of time. It is a sound that activates our intuition , the legacy of our ancestors . singing soul sisters in space . It is this measure of music, this power to change, that informs us. We are here to cajole , to consol e, to remind each other that we are here for a reason. But for that reason to be revealed to us we need to know who we are. My grandmother Virginia , a grade school principal from Santo Domingo, Vieques and St. Thomas , was the first woman of the Caribbean known to me. I remember her as stern and distant. She seemed to prefer darkness to light. A migrant to New York City in the ear ly 1900s, she developed her language in the Harlem apartments and churches of her people. She kept her own company , using her native Crossing Swo rd s 1s a reg ula r feat ure o f Caribbean Review. Th e vi ews ex pressed here in are the sole opin ion of t he authors. Co ntributing edit or Eneid Routt e Gomez, a jo urnalist and poet , is women·s edi to r of th e San Juan Star and founder and coo rd inator of the Caribbean Women 's Netwo rk. Th e poe try is ex cerpted from her poem , " Many wo men, o ne people. "

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Spanish as a code. She cooked Sunday afternoon repasts on an old wood stove in the basement of my parents ' house in Long Island . Wooden spoons, wooden plates were her trademarks in the kitchen . My grandmother had long , silky grey hair, which she would brush until it shone. Her hair was an extension of the Caribbean that she left. The memory of my grandmother came to me early this year, the day I met and in terv iewed Eugenia Charles , prime minister of Dominica . They come from the same tribe . Proud Caribbean women . Women who stand firm in the solitude of their deci sions . Women who keep thei r compassion in reserve. Lonely , proud women who speak in code . The second Caribbean woman known to me was my mother, Maud . It was she who took the threads of Vieques , St. Thomas and Santo Domingo to Long Island . She was moved by the spirit of her native independence to crusade against injustice towards women , hence towards all humankind. It was the code she learned in the Caribbean of her mother and grandmother. Through education, she tried to eliminate double strategies , double standards of action for men and women , to c lear the path for another generation of individuals to follow . She was light. It was she who put her intelligence at the service of her emotions , making ladders out of crosses. I have seen my mother reflected in other women of the Caribbean. It is th e Caribbean woman who fulfills her responsibility to humankind through love. I have met many such women of the Caribbean . I have been touched by their humor, their righteousness , their joy and sorrow. I have been moved by th eir c reativity , their determination to be, despite obstacles, awestruck by th eir brilliance. Caribbean women are intelligent, inventive. I have also seen women of the Car ibbean isolated by a darkness that has descended unfairly , unjustly upon them . It is the darkness of illiteracy , of inferiority , o f hard , unremitting and unrewarding work . It is the darkness of oppression . I have seen these Caribbean women walk the streets of Old San Juan , juggling boxes on their heads , boxe s of food and clothes to ta ke back home on unc ertain flights. " . .. We look at this deep brown woman, I wearing a red hat with an impertinent feather. I Her big, fat arms swaddle bursting bags I and we turn up our collective nose. I She is not us we say. " We say to this woman. I stirring up the odor I of the tropics I you must fit tho se bags I under the seat of the plane . . . I or we will separate you I from your possessions. I Her bags do not have labels I that say Givenchy or St. Laurent. I Her bags with their mysterious bulges I say Haiti. " We have isolated this woman. I We have left her alone ! as the plane lands I and she disappears I into the darkness I of her country, of her republic. " We must change this. I We must reach out I and reclaim her. I We must include this woman /in our planning circle, in the same batey I of the fortress that protects us, those of us who know the language - I from the imperialism I of the upturned nose. " It is a difficult task I to break down or through I the barriers of mutual suspicion. I We must begin and begin again I for we become Caribbean women , slowly by degrees ... "

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FUERZA DE TRABAJO Y SINDICALISMO

" Regreso ", Maria E. Somoza , aguafuerte, 23 ¾" x 35 ¼", 1985.

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LA MUJER OBRERA EN EL MOVIMIENTO SINDICAL

Yamila Azize*

The women of Porto Rico, feel the coursing of the new life thru the arteries of the times, more keenly than do the men, after the centuries of servitude to church, state and employers, and are rapidly taking advantage of opportunities afforded. In nearly every industry the working women are organizing themselves into craft unions ... " Women workers of Puerto Rico" Nina Lane McBride International Socialist Review, June 1917 Nacieron ideas nuevas que 1/evaban en su seno una protesta. Y hoy nos avisamos de que la mujer no es nuestra, los hombres revolucionarios pensamos que es suya, de sf misma. Y como las ideas viejas se van derrumbando poco a poco, los hombres nuevos esperamos que las mujeres dueflas de sf mismas y compafleras verdaderas y fibres compafleras nuestras arrojaran sus ajorcas y descubriran su frente para mirarnos sin temores y amarnos como mujeres, no como esclavas. Peri6dico Uni6n Obrera, 21 de agosto de 1906, MayagDez, Puerto Rico

Desde temprano en el siglo, la mujer obrera comienza a integrarse al movimiento sindical organizado del pals. Su ingreso se da favorecido por varias circunstancias. En primer lugar, la situaci6n de doble explotaci6n a la que como mujer y trabajadora era sometida en su trabajo, provoca la denuncia de varios sectores del movimiento obrero organizado. En uno de los primeros numeros de la revista oficial de la Federaci6n Libre de los Trabajadores -marzo 1905- Puerto Rico Workingmen Journal , se publica un articulo titulado " La mujer obrera en Puerto Rico ". El reportaje hace un detallado recuento de los oficios en que mas se empleaba la mujer y las condiciones inhumanas de trabajo que soportaba. El articulo propone la organizaci6n como una de las vias para mejorar la situaci6n de la obrera puertorriquena a corto y largo plazo: •

Profesora, Universidad de Puerto Rico en MayagUez, Departamento de Estudios Hispanicos.

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Solamente es necesario que el esfuerzo de la clase trabajadora sea puesto al servicio de la justicia, tal como se halla en las organizaciones y los pueblos borraran su esclavitud , incluyendo la de la mujer. La savia de la unidad del trabajador debe alimentar el arbol de la vida conyugal. Sin embargo, la semi Ila de la organizaci6n ha empezado a retofiar entre la mujer obrera en Puerto Rico. En la Isla se cuenta con el numero de 12 uniones de diversos ramos , y pronto con tal que borren las necias preocupaciones de una superioridad que no existe, en el concepto humano, en el linaje , ni en los sentimientos , y que no cierren los ojos a la raz6n , el lazo de la Union cenira a todas las que representen la mas grande virtud de la vida : el trabajo; y unidas por su condici6n y afectos , de brazo con la obrera de sentimientos universales , cooperaran a la emancipaci6n humana yen particular al engrandecimiento del lar nativo.

Junto a estas primeras exhortaciones de la principal organizacion obrera del pars , aparecen tambien en la prensa obrera manifiestos y convocatorias de uniones de mujeres ya constituidas invitando a aquellas no unionadas a integrarse. Estas mujeres, ya dentro del movimiento sindical, se dan a la tarea de propagandizar y concientizar a otras de sus compaiieras de la importancia de su participacion. Convocatoria a todas las unionadas -Gregoria Molina , Juana Cofresi ... Su fal ta de asistencia indicara que no esta dispuesta a seguir laborando en el bienestar de su clase, defendiendo los intereses del pals. Union Obrera, Die . 1904. Convocatoria-Uni6n Local de Damas No. 11733. Nuestra situaci6n cada vez mas lamentable nos obliga a emprender una activa campana de protesta y propaganda para despertar la conciencia de nuestros explotadores, cada vez mas tiranos . Union Obrera, Enero 1905.

Uno de los primeros reglamentos de un gremio de damas se redacta en Patil las un 14 de agosto de 1904. El Gremio de Damas organizado por Juana Picar y presidido por Julia Lind consignaba que se constitufan porque: . . . han creldo un deber para su prosperidad, el asociarse todas , para hacer sus medios de acci6n mas extensos en bien de sus derechos e intereses. Habiendose probado practicamente que las trabajadoras explotadas por los especuladores que escatiman el jornal del trabajador tanto de varones como de hembras , han creldo un deber, asimismo, valerse de todos los medios legales para suprimirlo, y de esta manera hacer que todas las damas trabajadoras tengan oportunidad de conseguir trabajo y recibir el fruto de este trabajo . Nosotras reconocemos que sus meritos hacen a la dama y no su riqueza y distinci6n social. Nosotras no reconocemos ninguna nacionalidad o credo por el bien de nosotras mismas, de nuestras familias y de nuestra Asociaci6n, juramos siempre sostener el principio de igualdad para todos.

Las campaiias desarrolladas por la Federacion Libre se intensifican en la medida que va aumentando el numero de mujeres en la fuerza trabajadora. En el Tercer Congreso de la F.L.T., celebrado en Mayag0ez en 1905, se aprueban varias resoluciones conducentes a mejorar las condiciones de trabajo de la mujer y tambien a que participara en las huelgas pacificas que se estaban llevando a cabo. Pero tres aiios mas tarde, en el Quinto Congreso celebrado en Arecibo, dos mujeres presentan resoluciones especificas para desarrollar una campaiia organizativa en la Federacion Libre y organizar a las mujeres obreras. Mas aun. Otras resoluciones aprobadas tocan areas como la educacion, condiciones de trabajo y el primer reclamo for• mal del derecho al voto para la mujer. La mocion presentada por las delegadas Mercedes Davila, Isabel Gatell y Rafaela Lopez Negron es aceptada por la Asamblea resolviendo que:

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... El Comite Legislativo de la Federaci6n procure introducir en las Camaras Legislativas de Puerto Rico una ley por la cual se conceda el derecho del voto electoral a la mujer. 1

El Sexto Congreso Obrero celebrado en Juncos en 1910 aprueba las cuatro resoluciones que presenta el Comite sobre la organizacion de la mujer. Se vuelve a insistir sobre la educacion y la union de la mujer. Pero este Comite se hace eco de las nuevas ideas progresistas al " extender una invitacion a los maestros de escuelas para que se integren a la Federacion Libre " y discutir el problema de la mujer no unionada en la industria del tabaco. La industria del tabaco era la que mas mujeres empleaba. La mujer obrera no-unionada interferia con la unidad de las luchas sindicales . En ocasiones era utilizada como rompehuelga aceptando menos paga que la exigida por la union. Podia desplazar a otros obreros accediendo temporalmente a condiciones de trabajo inaceptables y combatidas por el sector unionado. Este problema vuelve a ser discutido mas ampliamente al ano siguiente en la Segunda Asamblea de la Union de Tabaqueros de Puerto Rico celebrada en Bayamon en enero de 1911. Uno de los informes que se presenta a la Asamblea trata de " La Mujer en la industria ". El informe presentado por el escritor y I ider obrero Eugenio Sanchez Lopez reconoce que: Los nuevos tiempos nos han traido un notable cambio , la mujer acaba de dejar el hogar, para ir al taller a luchar por la vida, mas bien por su subsistencia, y la industria del tabaco parece para el las destino apropiado.2

En esta Segunda Asamblea participan varias mujeres como delegadas de diferentes Uniones de Damas. Dos anos mas tarde, la Tercera Asamblea de marzo de 1913, se discute otra vez mas la situaci6n de la mujer en la industria. El PresidenteOrganizador recalca que es imprescindible continuar organizando a la mujer; y el Secretario General , Jose Dieppa, lo secunda postulando: " remediemos estos males ; propaguemos la lucha de clases ". El analisis que sobre la situacion de la mujer trabajadora hacen las principales organizaciones obreras evidencia el proceso de concientizaci6n que se estaba dando en ellas. La mujer no-unionada afectaba los intereses y reivindicaciones de su clase . Se le invita y se exige su participacion militante en un movimiento en lucha por mejorar no s61o la situaci6n de los hombres y mujeres obreros, sino tambien por la construcci6n de una nueva sociedad . Las campanas organizativas van dando resultado. Muchas mujeres obreras comienzan a ver en la uni6n el medio para generar protestas, huelgas, discusiones sobre su situacion, sobre el estado del pais, las luchas sindicales en otras partes del mundo, etc. Las uniones de mujeres se organizan con miras a desarrollar luchas y alcanzar metas a corto y largo plazo. En las convocatorias que publica la prensa obrera para constituir uniones se enfatiza la importancia de la union como arma de lucha. Un comunicado publicado por un grupo de trabajadoras en el peri6dico Union Obrera de marzo de 1907 dice: Es necesario que lucheis, mujeres puertorriquenas, para que vuestros conculcados derechos sean reivindicados , pero el l'.mico medio posible que teneis a vuestro alcance es la organizaci6n , arma poderosa que una vez os posesioneis de

1

Federaci6n Libre de los Trabajadores, editor. Procedimientos del Sexto Congreso de la F.L.T. de P.R., San Juan , P.R., 1910, pag. 151.

2 Federaci6n Libre de Trabajadores , Actuaciones de la segunda y tercera Asambleas Regula res de las Uniones de Tabaqueros en Puerto Rico, San Juan, P.R ., 1914, pag . 51. 434

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ella y la sepais esgrimir alcanzareis irremisiblemente el triunfo que legltimamen te os corresponde. iVenid! jLuchad! que esa es la vida, quien no lucha muere acusado por la inercia .. . Por tanto, compaiieras , es necesario que pensemos en la explotaci6n de la que somos vlctimas y desde luego aunemos nuestras voluntades para conjurarla.3

La ausencia de participaci6n en este movimiento no solo afectaria las luchas sindicales , sino tambien la unidad de la clase obrera. Asi lo afirman dos importantes lideres femeninas del movimiento obrero de la isla -Gregoria Molina y Juana Cofresi- en una "Convocatoria a todas las unionadas ". Su falta de asistencia indicara que no esta dispuesta a segu ir laborando por el bienestar de su clase, defendiendo los intereses del pals .4

El " Reglamento modelo para las uniones protectoras de la mujer" , publicado en la prensa obrera en el 1907, estipula los objetivos que a corto y largo plazo tienen : Sus fines son la lucha por mejorar las condiciones econ6micas , protegerse mutuamente , ayudar moral y financieramente a las socias enfermas y contribuir con las demas uniones a la emancipaci6n de la clase trabajadora .s

En otra ocasi6n -como parte de la campana para integrar a mas mujeres a las uniones realizada en 1910- se insiste en los objetivos sindicales y politicos de las uniones protectoras de damas, diferenciandose claramente de otros tipos de organizaciones femeninas: La Uni6n Protectora de la Mujer en San Juan no es una organizacion caritativa , es una organizaci6n para luchar por los vivos y por la salud que solo se obtiene con el alza de salarios. La lucha por mejorar la existencia y el bienestar, la justicia y la redenci6n , ese es el principal objetivo de las uniones obreras de la mujer.6

La participaci6n militante de la mujer comienza a sentirse en los diferentes frentes de lucha del movimiento obrero del pals. Una de las " Noticias de la huelga canera en Patil las " de 1905 cementa la " Actitud de las damas obreras ". El reportaje destaca la colaboraci6n del sector femenino y alaba las campanas para seguir organizando a la mujer obrera -7 Durante los anos 1906 y 1907 la prensa obrera resena la celebraci6n de mitines, huelgas y organizaciones de uniones de trabajadoras . La consecuencia de esta progresiva incorporaci6n y militancia de la mujer en las luchas obreras del pals queda consignado en la resena de la celebraci6n del segundo aniversario de la Union Obrera Protectiva. El corresponsal del peri6dico -que parece ser un hombre- afirma: Fuerza sera confesar que el concurso de la mujer obrera representa una validez superable para nuestros afanosos empeiios que persiguen la conquista de la reivindicaci6n social.a

3 Union Obrera, 7 de marzo de 1907. 4 Union Obrera, 4 de diciembre de 1904. s Union Obrera, 24 de mayo de 1907. 6 Union Obrera, 2 de mayo de 1905. 7

Union Obrera , 20 de mayo de 1905.

a Union Obrera, 12 de febrero de 1907.

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Tambien en la celebraci6n del Primera de Mayo y del " Labor Day ", asf como en un importante movimiento huelgario del pars -la huelga agricola del 1916- la prensa vuelve a comentar la participaci6n de la mujer: Las mujeres de los trabajadores son las mas interesadas en el movimiento de huelga de 1916. El las concurren a los meetings y aseguran que el movimiento se gana porque alentaran a sus maridos . Y cuando la mujer toma parte en la lucha de los pueblos es porque el ideal ha llegado al hogar y esta vinculado por la sinceridad. 9

El compromiso decidido y militante que la mujer comienza a manifestar revela un rompimiento con los roles que tradicionalmente la sociedad le imponfa. El trabajo como asalariada la fuerza a salir del confinamiento en el hogar y compartir nuevas experiencias con otras mujeres y hombres. Ante la explotaci6n de que eran victimas muchas se convencen de lo importante que era participar, junta a otros sectores de la clase obrera, en la lucha por la reivindicaci6n de sus derechos. Van surgiendo, pues, nuevas inquietudes, visiones y actitudes sabre el rol de la mujer en su sociedad. Ejemplo de esto consta en un comunicado que la Uni6n de Damas de MayagOez dirige al recien llegado Gobernador Winthrop en 1904. La presidenta, Gregoria Molina, explicaba los prop6sitos de la uni6n y afirmaba: ... estas damas dejan de ser las timoratas del hogar y se lanzan decididas a tomar la vanguardia del formidable ejercito obrero, para junto a nuestros hermanos defendernos de esta guerra sin ley que dla tras dla nos declaran los opresores de todos los tiempos. Ya que esta falange de herolnas , Honorable Gobernador, ha levantado heroicamente el pabelI6n Rojo de la A.F.L. y que se proponen sostenerlo en la mas alta cuspide del derecho os piden vuestra cooperaci6n para que en todos nuestros actos de justicia seamos respetadas y no vilipendiadas.10

Ante la oposici6n que mostraron algunos obreros a la participaci6n de la mujer en la industria del tabaco responde un grupo de mujeres obreras defendiendo su derecho al trabajo y exigiendo posturas claras al sector obrero masculino: Entendemos nosotras que el socialista que se oponga a que la mujer forme parte del conjunto de las luchas de la vida o que le niegue el libre desarrollo de sus facultades o que le impida a concurrir a los talleres a ganarse la vida honradamente, el socialista que haga eso no es tal socialista y si lo es, deja de serlo desde el mismo memento que tal acto realiza .1 1

La prensa obrera publica tambien otros artfculos que manifiestan e ilustran el cambio de actitudes que se estaba dando hacia la mujer. Un ensayo titulado "Matrimonio y divorcio " defiende el derecho al divorcio, considerando anti-natural el que el estado lo prohiba. 12 Estas nuevas visiones de la relaci6n hombre-mujer llegan a concretizarse en actos . La Federaci6n Libre de los Trabajadores, reconoce la " uni6n libre y amorosa " como un estado civil con derecho a beneficios en caso de muerte o enfermedad .13 Y dos destacados lideres del movimiento obrero deciden unirse en " un lazo de amo'r libre" , segun resena que publica la primera plana del peri6dico Union Obrera en marzo de 1907: 9 Union Obrera, 1 de sept. de 1906; 7 de mayo de 1907; 28 de diciembre de 1915. 10 La Democracia , 16 de septiembre de 1904. Citado por lgualdad Iglesias en su Ii bro El obrerismo en Puerto Rico. 11 Union Obrera, 10 de noviembre de 1915. 12 Union Obrera , 7 y 8 de mayo de 1907. 13 F.L.T., Procedimientos del Sexto Congreso, pags . 102-103.

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Nos comunican las camaradas de Ponce que en la noche del pr6ximo pasado martes dia 26 del presente, nuestra companera Carmen Rosario contrajo un contrato libre y amoroso con el camarada Francisco Santiago . El acto fue dirigido por nuestro companero Eugenio Sanchez. Es el primer contra to de amor libre celebrado en Puerto Rico anuncio de una feliz era. Felicitamos a los contrayentes.

Las diversas manifestaciones de apoyo por parte del sector obrero masculino ilustran tambien la nueva ideologfa que surgfa hacia la mujer. Otra vez es la prensa obrera la que nos provee testimonios significativos. Son varios los hombres que al reportar de un movimiento huelgario de feminas, felicitan su combatividad y compromiso en la lucha por lograr reivindicaciones econ6micas y por la emancipaci6n de su clase. En otros casos las animan a participar en los cfrculos de estudio organizados por las uniones. lnsisten en la educaci6n de la mujer obrera porque: A las trabajadoras son a las masque les es util concurrir a las asambleas y confe rencias de caracter social y econ6mico, para que se den cuenta exacta del concepto que tiene formado de la mujer obrera la burguesla del mundo en el actual sistema de monopolio y explotaci6n industrial agrlcola y comercial. 14

Asi mismo varios destacados escritores y lfderes obreros dedican paginas al tema de la mujer. Juan Vilar recalca lo que desde el siglo anterior varios intelectuales puertorriqueiios apuntaban: Cuando la mujer carece de educaci6n y vive entre cadenas , los pueblos son esclavos y miserables. La mujer es el primer factor de civilizaci6n. 15

Alfonso Torres resume, en su libro del 1917 Espiritu de clase, la posici6n de la mujer en el nuevo siglo: En nuestros actuales tiempos en que las mujeres han pasado de la categoria de ser consideradas s61o como maquinitas de reproducci6n humana no es posible ignorarlas en ninguna instituci6n de justicia y progreso. Elias no s61o representan un valioso factor en la vida familiar sino tambien en las luchas econ6micas, politicas y sociales de los pueblos. La lucha por la existencia las ha empujado fuera del hogar y ha puesto sobre ellas los mismos deberes y responsabilidades que a los hombres ... Nosotros declaramos que los hombres que les niegan la igualdad de derechos a las mujeres es porque consideran a su mad re, esposas e hijas como seres inferiores a ellos .. . Las mujeres tendran las mismas oportunidades que los hombres para desarrollar sus facultades intelectuales en cualquier rama del saber que puedan proporcionar los clrculos.16

Yen 1919 el zapatero cagueiio, Juan S. Marcano, soldado de fi las del movimiento obrero organizado, dedica un ensayo a " La mujer obrera " en su libro Paginas Rojas. El escrito comienza analizando la posici6n de la mujer en la sociedad: La mujer bajo todos los 6rdenes de la vida social bajo el sistema de la sociedad y su organizaci6n presente representa la fuerza del capitalismo, la perpetuidad de las religiones y el entronizamiento de la tirania y la opresi6n . La mujer por su educaci6n religiosa ha estado condenada por la sociedad a ser una sombra en el hogar. Si buscamos a la mujer en el orden pol ltico, sacamos en conclusi6n que esta es un cero a la izquierda . Ella s61o representa en la vida pol itica el papel de virgen encantadora ode estatua m6vil ... La mujer en Puerto Rico, en el mundo entero, no ha ocupado todavia el sitio que le corresponde como un ser igual a los demas.

14 Justicia, 25 de noviembre de 1916. 15 Juan Vilar, Paginas Libres, Edit. Antillana , San Juan, P.R. , 1914, pag. 36. 16 Alfonso Torres , Espiritu de clase, San Juan , P.R., lmprenta F.L.T., 1917, pa.gs . 43-44.

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Ante esto, Marcano afirma que en el futuro el socialismo sera el ideal que de verdadera libertad a este ser. Pero, a corto plazo, las obreras creadoras de tantas riquezas , deben unirse y luchar: Pero ya es hora de que esto termine. La mujer obrera es nuestra compai'\era de miseria y de privaciones y no es posible que continue bajo este estado de cosas sometida a la mas bochornosa explotac i6n .. . Pensad por un momento en vuesta situac i6n y vereis que muy poco significais an te el respeto patronal. Todo porque marchais desunidas. Surge , surge, hermana de miseria, levantate de ese marasmo en que estas postrada, y disponte a la lucha, a la lucha por tu libertad .17

La palabra companera camarada, ira pasando a primer lugar al referirse a la mujer. En el sector obrero masculino comienza a reconocerse como pa rte de la ideologia burguesa la atrasada actitud de esclavizar a la mujer. La prensa obrera publica articulos como el que sigue, que proclaman las nuevas ideas de liberaci6n que contribuiran a la formaci6n de los nuevos hombres y mujeres: Nacieron ideas nuevas que llevan en su seno una protesta y hoy nos avisamos de que la mujer no es nuestra; los hombres revolucionarios pensamos que es suya, de sf misma y como las ideas viejas se van derrumbando poco a poco, los hombres nuevos esperamos que las mujeres duei'\as de sf mismas y libres com paiieras nuestras arrojaran sus ajorcas y descubriran su frente para mirarnos sin temores y amarnos coma mujeres no como esclavas . 18

Las actividades y luchas feministas que tambien resena la prensa, contribuyen a cimentar mas esta corriente de ideas progresistas. Tan temprano como en el 1899 el peri6dico obrero Porvenir Social publica un comentario sobre el Congreso Internacional Feminista celebrado en Landres . Soledad Gustavo, autora del articulo, escribe: La importancia que reviste este congreso es inmensa pues a la suma de infinidad de delegadas de todos los pafses civilizados que asistiran a el, hay que a nadir las beneficios que pueda reportar la uni6n y confraternidad de pueblos constituidos por sangrientas guerras fraticidas , obra de la insaciable sed de sang re e inaudita rapii'\a de los poderosos ... El dfa que la mujer se compenetre bien de lo que es , de lo que representa y de lo que debe ser, el dfa que la mujer se desligue completamente del bagaje de preocupaciones que la tienen amarrada a la tradici6n, como Prometeo lo estaba en la roca Tarpeya; aquel dla acabara la vii explotaci6n de que es objeto y se elevara a la humanidad al elevarse a sf propia haciendo que esta sociedad en que ha vivido escarnecida y maldita en nombre de una religi6n que s61o cobija bajo su manta protectoral al poderoso y en nombre de una moral que los legisladores son los primeros en controvertir, desaparezca para siempre envuelta entre los despojos de sus victimas, como desaparecen las entraiias del muerto entre las garras del buitre devorador . .. El Congreso Internacional Feminista no dudamos que habra dominado la nota ampliamente emancipadora y con esta seguridad enviamos un nuevo y fraternal abrazo a las congresistas que son la vanguardia del progreso y la mayor demostraci6n de que la humanidad va a despojarse de sus fatales atavismos. 19

17 Juan Marcano, Paginas Rojas, Capltulo " La mujer obrera ", Humacao, P.R., Tipografia Conciencia Popular, 1919. Algunos capitulos estan reproducidos en Lucha Obrera en P.R. , Angel Quintero Rivera, CEREP , pag . 66. 1s

Union Obrera , 21 de agosto de 1906. El articulo que aparece sin au tor, se titula " Dignificaci6n de la mujer"

19

Porvenir Social , 27 de julio de 1899.

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El peri6dico La Democracia anuncia en 1904 una serie de conferencias para los obreros del area de Arecibo entre las que hay una titulada "La mujer en las tres edades: Antigua, Media y Moderna". 20 Los nombres de mujeres destacadas en las luchas feministas y socialistas como Madame Roland, Clara Zetkin , Rosa Luxemburgo aparecfan en un artfculo "Las mujeres y el socialismo" que enfatizaba el compromise del socialismo con la emancipaci6n de la mujer. 21 Yen 1907 el peri6dico Union Obrera publica un comunicado de un grupo de trabajadoras de Ponce exhortando a sus compal'\eras no unionadas a ingresar en la union. El comunicado que ten fa como lema una cita feminista del escritor trances Voltaire mostraba la conciencia internacional que las luchas feministas de otros paises iban sembrando: En los Estados Unidos, Francia, Alemania, lnglaterra, y otras naciones , la mujer es un factor importantfsimo que se tiene muy en cuenta en las decisiones del gobierno y preferentemente en Francia y Estados Unidos es porque esta organizada en sus uniones de oficios y sociedades de otras clases . i,Por queen Puerto Rico no ha de resultar de esa misma manera? 22

El movimiento obrero organizado continua mostrando interes y compromise por reivindicar los derechos de la mujer en Puerto Rico. A la petici6n del voto hecha en el Quinto Congreso de la Federaci6n Libre en 1908, siguen otras gestiones. En 1910 cuando en el Sexto Congreso se discute el Bill Olmstead, proyecto propuesto para sustituir la Ley Foraker, la Federaci6n Libre propone varias enmiendas al mismo entre las que figuraban que " el sufragio sera universal , y sin restricci6n, pero absolutamente secreto". 23 El Bill finalmente aprobado en el 1917 seria el Jones, que como el anterior legalizaba la desigualdad jurfdica de la mujer. Pero a fines de la decada del veinte se abrfan dos nuevos frentes que daban impulse a las luctias feministas. En primer lugar la fundaci6n y organizaci6n del Partido Socialista como organismo politico que consigna en sus bases el "sufragio universal y secrete para hombres y mujeres ". 24 Y en segundo lugar la celebraci6n, en 1919, del Primer Congreso de Trabajadores en el que cientos de mujeres obreras, ademas de reclamar su derecho al sufragio consignan su compromise de lucha por : ... dar personalidad y significaci6n internacional a la mujer obrera puertorriquena e interesarle en la gran lucha que por la emancipaci6n y engrandecimiento del trabajo se lleva a cabo en todas las partes del mundo; laborar por el establecimiento de iguales derechos y privilegios tanto para la mujer como para el hombre, lo mismo en el orden de la ciudadanla como en lo social , politico y econ6mico; legislaci6n general abarcando ley de salario minimo sobre horas de trabajo, condiciones generales protectoras de la salud , y de la vida, y disfrute del sufragio e intervenci6n en la direcci6n general del pueblo de Puerto Rico ; engrandecimiento y elevaci6n moral y cultural de la mujer, como madre, esposa e hija, reconociendole todos los derechos civiles en igual escala que los disfrutan los hombres; la mujer debe ser una ciudadana libre, madre, esposa e hija ejemplar y no la sierva o esclava del hombre.25

20 La Democracia , 23 de junio de 1904. 21 Union Obrera , 20 de noviembre de 1906. 22 La cita de Voltaire lee: "Las mujeres son capaces de todo lo que nosotros hacemos , con la sola diferencia de que son mas amables". Union Obrera , 7 de marzo de 1907. 23 F.L.T. Procedimientos del Sexto Congreso, pags. 54-56. 24 R. Bothwell , Cien anos de lucha politica , Editorial U.P.R. , Vol. 1, Torno 1, pags. 365-366. 25 lgualdad Iglesias, " La mujer obrera en las primeras decadas del siglo XX ", 1975.

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La militancia y planteamiento de estas mujeres obreras era, pues, serial clara de un pr imer paso que desafiaba los roles tradicionales asignados a la mujer. En el las no podia haber " resignacion ante las penurias de la vida ", 26 porque la explotaci6n de la que eran vfctimas atentaba contra la vida misma. La alterativa apoyada por estos nuevos frentes era pues la lucha organizada de mujeres y hombres por mejores condiciones de trabajo, por leyes equitativas para la mujer y por un orden social mas justo. Las vidas de varias mujeres lideres en este movimiento asf lo confirmaban. Los breves pero elocuentes escritos de Gregoria Molina y Juana Cofresi, activas militantes de las lu c has s 1nd1 ca les de l area oes te co mI enzan a se mbrar nuevas ideas que exhortaban al cambio . Apelan a la solidaridad de sexo y clase ; incitan a buscar otros modos de manifestar la fem inidad " dejando de ser las timoratas del hogar" . Otras como Paca Escabf de Pena, Isabel Gatell, Emilia Vazquez y Rafaela Lopez Negron participaron activamente en los congresos obreros celebrados en estas dos decadas planificando las directrices para organizar a la mujer obrera en Puerto Rico. Carmen Rosario desaffa abiertamente el orden moral dominante celebrando su " lazo de amor libre". Las ideas y actuaciones de todas el las quedaron consignadas en actas de congresos , convocatorias de reuniones y articulos periodisticos porque eran los unicos medios de los que disponian para comunicar sus mensajes . Pero entre el las sobresalio una porque, ademas de ser lider, pudo y supo dejar testimonio escrito de su vida y sus ideas: Luisa Capetillo.27 Nace en Arecibo entre los ai'ios 1880 a 1882, de madre francesa y padre espanol . El conocimiento de la lengua francesa le abre las puertas y le expone a las ideas y escritos de destacados escritores europeos de la literatura naturalista y socialista. En el ano 1907 comienza su participacion activa en las luchas obreras del pais . Fue lectora en varias fabricas de despalillado de tabaco. Participa activamente en huelgas, congresos obreros , ya partir de 1910 trabaja como representante del periodico Union Obrera , organo oficial de la Federacion Libre de los Trabajadores . Anos antes se habia iniciado como escritora. Su primer libro, Ensayos Libertarios se publica en 1907. Dedicado a " los trabajadores de ambos sexos con afecto y admiracion para la clase productora " , profesa su cu Ito por la justicia, paz y fraternidad universales. Postula la necesidad de una nueva educacion que, exenta de ritos y dogmas, siente las bases de la felicidad y la autosuficiencia: Debemos preparar a nuestros hijos para el gobierno propio, con el sistema tradi cional no lo conseguiremos ; acostumbrarlos a la herencia es mal sistema; debemos instruirlos para que se basten a sl mismos ... 28 Pero sabe que para transformar ese " sistema egoista " es imprescindible la organizacion : . . . es el i'.mico medio defensivo contra el actual sistema. Es el unico medio de combatir las injusticias que se cometen con los que todo lo producen .29 26 La frase la usan en un articulo publicado en el peri6dico feminista Pluma de Mujer -revista ilustrada de literatura, ciencias y arte, consagrada a la mujer. El articulo se titula " La mujer valerosa sacara partido de las penurias de la vida " y se publica en el numero del 30 de agosto de 1915. 21 La mayor parte de los datos mencionados los tomo del librito de Norma Valle titulado Luisa Capetillo, San Juan, P.R., 1975. 28 Luisa Capetillo, Ensayos Libertarios, Arecibo, P.R. , Tipografla Real Hermanos, 1907, pag. 36. 29 Ibid., pag. 35.

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En la medida que esta progrese, mejorara el nivel de vida del trabajador. En estos ensayos , Luisa, describe con detalle no solo las condiciones de explotaci6n soportadas par el trabajador en su empleo, sino tambien la tensa vida cotidiana de la familia trabajadora: Es necesario luchar y activar el movimiento de organizaci6n , pues mientras mas salarios tengan , mas abundancias en sus hogares , menos horas de trabajo , mas instrucci6n y menos expuestos a cometer errores. En un hogar donde falta lo necesario , se blasfema , se desesperan , hay escepticismo, ateismo, indiferencia , en vidia , c6Iera, rencores : en una familia donde el trabajo domestico es excesivo, ya este se une el trabajo para fuera , para procurar el alimento ya tender el pago de la casa Y ropa es terrible la existencia, es desesperante , es de inocular el suicidio; ese estado trae horribles consecuencias para el alma y para la materia.30

La lucha contra esto y par una mejor vida es responsabilidad de los humanos , en su sociedad y debidamente organizados: En nuestras manos esta poder destruir las injusticias actuales prescindiendo de Dios . Con las maximas cristianas tenemos para regirnos, y asi adoramos a Dios sin templos ni altares , rezos ni letanias. Nuestra conc iencia purificando asi, de un modo razonable, nuestras imperfecciones : trabajemos por establecer la igualdad y fraternidad entre todos . Por esto los trabajadores deben unirse bajo la ban dera roja de la Federaci6n Libre, para defender sus derechos y disfrutar de un mundo mejor, mas en armonla con la raz6n y la verdadera justic ia. jTrabajadores a la Federaci6n Libre! 31

Consciente de la importancia de la organizaci6n, y de la participaci6n que comenzaban a mostrar las mujeres trabajadoras funda y publica en 1910 la revista La Mujer, desafortunadamente perdida y de la cual no se ha localizado copia alguna. Para financiar este proyecto es que escribe y publica su segundo libro La humanidad en el futuro. En este original ensayo la Capetillo muestra su fe en el cambio social. Elabora extensamente su ideal de la sociedad futura. Propane c6mo se llevarfa a cabo la abolici6n de instituciones de poder coma la iglesia y el estado. Explica c6mo el hombre, lib re de presiones econ6micas, puede entonces encontrar en el trabajo un medio a traves del cual realizarse plenamente. Del inea las metas de la nueva escuela: Escuela moderna significa : abolici6n de fronteras , de banderas , de monarquias , de explotaci6n , de gobiernos, de idolatrlas, de miserias. En la escuela moderna nose ensena a mentir: de ella salen hombres y mujeres incapaces de vivir a costa de la explotaci6n , del fraude , de la polltica, de la ignorancia.32

Asf, entonces, podrfa organizarse "la humanidad en el futuro ", en una sociedad que tendria: ... en vez de carceles , escuelas , colegios de artes y oficios , libre cambio, amor libre , abolici6n del matrimonio, sustituci6n de la propiedad privada por la comun.33

30 Ibid., pag . 12. 31 Ibid., pag. 50. 32 Luisa Capetillo, la Humanidad en el futuro, San Juan, P.R ., Tipografia Real Hermanos, 1910, pa 9 . 22. 33 Luisa Capetillo, lnfluencia de las ideas modernas, San Juan, Puerto Rico, Tipografia Negron Floresm , 1916, pag . 84.

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Pero uno de los pasos fundamentales y preparatorios para tal sociedad era la creaci6n de relaciones equitativas entre el hombre y la mujer. Sobre este tema escribira extensamente en sus pr6ximas publicaciones: Mi opinion sabre las libertades, derechos y deberes de la mujer (1911) e lnfluencia de las ideas modernas(1916). Reconocia el gran potencial que hay en la mujer como agente de cambio social porque " el actual sistema, con todos sus errores, se sostenia por la ignorancia y la esclavitud de la mujer ", segun afirma en el pr61ogo de Mi opinion sobre las libertades ... El Ii bro, integrado por una serie de ensayos, analiza la situaci6n de la mujer en el hogar, la fam ilia y el gobierno, centrandose sobre todo en el analisis de la insti tuci6n del matrimonio y la importancia de la educaci6n. En el pr61ogo, la autora re sume sus planteamientos : Varnes a empezar narrando la esclavitud de la mujer en el matrimonio. Los incon venientes que proporc iona el no instru irse. La consecuencia de su desdicha refle jada en sus hijos. Como debe entender la educaci6n pa ra que pueda explicarle a sus hijos . Por que debe ilustrarse para libertarse de una esclavitud que la inutiliza coma mujer y coma madre. 34

A lo largo de todos los ensayos insiste en la importancia de la educaci6n para la mujer: La mujer que acepta una esclavitud porno saber trabajar es una id iota. La mujer debe penetrar todas las galerlas del saber humane y presentarse dueiia de su libertad y de sus derechos.35

Porque entonces, la mujer educada tiene mas potencial para " hacer variar ", transformar las costumbres y el sistema que la oprime. Apoyada en los escritos sobre amor libre de Magdalena Vernet y en sus vivencias, propane luchar por una nueva moral. Paso fundamental para esto es emancipar a la mujer "del rutinarismo enervante llamado religioso ", exhortando tambien a: .. . establecer la verdadera moralidad la que no obliga ni contrarla los derechos establecidos por la naturaleza .. _36

Pero el establecimiento de esta nueva moralidad se daria con la transformaci6n de las estructuras sociales. Por eso su activa participaci6n en las luchas obreras de Puerto Rico y el Caribe y su compromiso con las luchas politicas: Socialista soy porque aspire a que todos los adelantos, descubrimientos e invenciones pertenezcan a todos, a que se establezca su socializaci6n sin privilegios. 37

A partir de 1911 , y durante los pr6ximmos 5 aiios Luisa extiende su radio de acci6n a otras regiones. Viaja a la ciudad de Nueva York en el 1912 y colabora con el peri6dico Cultura Obrera. El aiiO siguiente viaja a Florida. De allf pasa a Cuba donde vive cerca de dos aiios. Para el 1916 esta de vuelta en Puerto Rico y publica su ultimo Ii bro conocido lnfluencias de las ideas modernas, en el que desarrolla mas detenidamente sus ideas sobre la verdadera moralidad y el amor libre. El drama en tres

34 Luisa Capetillo, Mi opinion sobre las libertades y deberes de la mujer, San Juan, P.R. , The Times Publi . Co., 1911 , pag . viii. 35 Ibid ., pag . 17. 36 Ibid., pag . 18. 37 Ibid., pag . 163.

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actos que da nombre al Ii bro continua la vertiente futurlstica de La humanidad .. . ; expone su vision de la sociedad comunista y concluye con una proclama en favor del amor libre: Bellas ninas que habeis escuchado, si quereis ser madres de generaciones cons cientes y libres, no hagais contratos con el reg istro civi l, ni en los templos, porque eso es una venta y la venta es una prostituci6n . El amor debe ser libre como la brisa que respirais , como las !lores que abren sus corolas para recibir el polen fecundante , y brindan al aire sus perfumes, asl debeis brindar vuestro amor y prepararos para hacer hijos por amor.38

Al drama siguen unas " Notas , apuntes, pensamientos, conceptos , definiciones, sentencias y reflexiones filosoficas , naturistas , psicologicas, moralistas " que segun apunta comenzo a escribir en lbor City el 24 de julio de 1913. Esta literatura es como un mosaico de sus ideas recogidas- en cartas , resenas , pequenos cuadros dramaticos donde defiende y expone sus creencias pollticas , morales, feministas y espirituales. lnsiste en la importancia de la educacion : La instrucci6n es la madre de la libertad ; su hija mayor la ciencia y sus hermanos la tolerancia y la prudencia con el derecho y el deber.39

De igual modo, vuelve a explicar sus ideas sobre la religion . Rechaza la adoracion a cualquier divinidad porque sabe el potencial creador y espiritual existente en los seres humanos : Buscad la verdad, no adoreis a nadie, investigad la naturaleza, estudiad sus efec tos y vereis la causa. Somos Dioses y pecadores . Procuremos ser Dioses y desapareceran los pecadores . i,Entendeis esto? Seamos Dioses ; no aceptando superioridad alguna, y desapareceran los pecadores , no habiendo debiles, ni cobardes, sf estudiosos y valientes . Cuando no sintais la nostalgia de las fronteras , y sf del infinito, cuando jamas profirais una ment ira, cuando el temor a lo desconocido no os acobarde, cuando desdeMis las calumnias, cuando os consagreis al bien , semejareis dioses terrestres : pero ascenderemos a Dioses Siderales . Es cuesti6n de tiempo y paciencia. 40

Estas reflexiones, asl como sus anteriores escritos se inspiran y fundamentan en vivencias y suenos experimentados por la autora. Luisa Capetillo fue punta de lanza. Desde sus anos en Arecibo, se destaco como organizadora y lider obrera. Desafi6 abiertamente el orden de conducta moral impuesto por la sociedad a la mujer. El vestir con falda pantalon y vivir en union amorosa con un hombre sin casarse fueron muestra inequivoca de su firmeza en luchar por transformar la sociedad en que vivio. Esa lucha personal queda consignada tambien en estos apuntes. Es la practica que fundamenta la teor ia: As l, pues , si he tenido el valor de mostrar mi debilidad y luego por med io de i a paciencia y el estud io hacerme libre. lOue teneis que reprocharme ? l Sois mis jueces? No hay mas juez que la conciencia , es inflexible y recta . lQuien en la humanidad esta en condiciones para juzgarme a ml? lOuien es el perfecto que puede juzgarme? El espacio es infinito, es superior, yo lo he invest igado : la tormenta es poderosa y yo la he desafiado. El abismo es tenebroso, y no lo he temido. El mar es peligroso y yo lo he cruzado.41

38 Luisa Capetillo, lnfluencia de las ideas modernas, op . cit. , pag. 50. 39 Ibid., pag . 77. 40 Ibid ., pag . 81 . 41 Ibid., pag. 81 .

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En estos apuntes queda tambien evidenciada su s61ida y extensa cultura general sobre la mujer en la historia. Respalda sus planteamientos en defensa del progreso femenino citando las vidas y obras de mujeres como Madame Curie, Juana de Arco, Concepci6n Arena! , Agustina de Arag6n y otras. Pero el tema dominante en estas notas, ensayos y piezas dramaticas es el de las relaciones y sentimientos intimos entre la sexualidad prec isando diferencias entre los varios modos de relacionarse que puede tener un hombre y una mujer. Y sobre todo defiende el amor libre, porque es reflejo del ritmo natural : Ninguna doctrina puede estar contra dos almas que se atraen , dos cuerpos que se buscan porque se desean , en la mas libre forma de la manifestaci6n del amor, hasta que se hast len o se confundan si n temor al tiempo ni a la vejez ni a cosa alguna, pues nada podra perturbar el ayuntamiento espontaneo en pro de la espec ie y la belleza que resulta del amor libre. 4 2

De ahi parte tambien su compromiso como escritora. Para contribuir al res tablecimiento de esas leyes naturales : .. . mi (mica intenci6n , el m6vil (mico que me ha impulsado a escribir, aparte del deleite que me proporciona, ha sido la verdad , senalar inutiles ciertas cos tumbres arraigadas por la ensei'\anza rel igiosa convertida en una imposici6n tradicional ; recordar que las leyes naturales deben obedecerse con preferencia a toda otra legislaci6n y como consecuencia reformar el equivocado concepto que existe sobre la moral , el derecho humano , la igualdad tratando de que la humani dad sea feliz proporcionando los medios faciles para su pronta y segura realizaci6n . 43

A su regreso del extranjero va a residir en la barriada Buen Consejo de Rio Piedras , desde donde continua su activa participaci6n en el movimiento obrero del pa is. Milita al frente del movimiento huelgario de Fajardo y Ceiba en 1918, siendo apaleada y arrestada. Luego, en 1919, tambien se destaca por su liderato en otra huelga en Vieques . Estos datos, junto a la noticia de su muerte, acaecida el 10 de abril de 1922, son los ultimas datos conocidos de su vida . Tres hijos -Manuela, Gregorio y Luis- concebidos en relaciones libres la sobrevivian . Dias despues de su muerte -el 15 de abril- el peri6dico para el cual ella trabaj6 -Union Obrera, daba noticia de su muerte: Aquella es espartana roja , cuando dejaba la ciudad por el campo pasaba sus dlas leyendole al campes ino los peri6dicos y libros y daba conferenc ias en cualquier sitio que ella tuviera oportunidad . .. hablaba en la tribuna y di rig la huelgas de campesinos y caminaba Jargas distancias a pie por caminos y montes a la cabe za de manifestaciones .. . Siempre tenia algo que hablar, y se buscaba la vida en la ven ta de Ii bros , folletos , peri6dicos y revistas . Dej6 varios libros escritos y dirigi6 un peri6dico editado por ella. 44

Sus companeros de trabajo la admiraron por su trabajo, por sus ideas, por sus escritos y sobre todo porque " Luisa rompe con la hipocrecia y arremete a las cuestiones con valentia pues practica lo que dice". 45 " Mujer de otros mundos ", la llama Don Martin Beltran , panadero, organizador obrero y companero de trabajo de la Capeti Ilo.46 42

Ibid., pag. 66 .

43

Ibid. , pag . 75.

44

Union Obrera , 15 de abril de 1922.

45

Union Obrera, 16 de noviembre de 1911.

46

Entrevista a Don Martin Beltran , panadero, organizador obrero y compai'\ero de trabajo de Luisa Capet illo en la Federaci6n Libre de Trabajadores.

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Pero su recuerdo en nuestra historia fue reduciendose al de ser pionera en el uso del pantal6n . Su nombre, como el de otras mujeres obreras y lideres, no ha f igurado en las historias oficiales de Puerto Rico . Asf como tampoco la existencia de este movimiento feminista de la clase obrera a pesar de que fue este el primero en protestar el discrimen contra la mujer trabajadora; en organizar a cientos de mujeres para luchar por sus derechos y un mejor futuro. De este movimiento es que surge, en 1908, el primer reclamo organizado del voto para la mujer puertorriquena y otras propuestas -como la organizaci6n de los maestros- que muestran su resoluci6n de lucha por mejorar la situaci6n de la mujer y de su sociedad .47

47

De imprescindible consulta es la tesis de maestrfa de Norma Va lle " Luisa Capetillo: Historia de una mujer proscrita , acercamiento a la vida ya la obra de Lu isa Capet illo" - 1980, Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.

48

En el peri6d ico San Juan Star del 19 de noviembre de 1980 un lector envfa una cop la popu lar que recuerda a la Capetillo: Dona Luisa Capetillo con raz6n o sin raz6n ha armado tremendo /lo con su falda pantal6n.

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ANALISIS HISTORICO PRELIMINAR SOBRE LA MUJER Y EL TRABAJO EN PUERTO RICO: 1899-1975 * Nilsa M. Burgos "Unicamente deseamos exponer que ta muJer debe adquirir mas tibertades y derechos . El actual sistema social con todos sus errores, se sostiene con la ignorancia y la esclavitud de la mujer."

Luisa Capetillo octubre de 1910, San Juan , Puerto Rico. La mujer siempre ha trabajado, pero la naturaleza del trabajo ha cambiado a !raves del tiempo . En la comunidad primitiva, la participaci6n de la mujer en el trabajo agricola nose diferenciaba del hombre y se hacia en forma comun (Larguia, 1971; Kender-Harris , 1981). Con la disoluci6n de la comunidad primitiva, el trabajo de la mujer fue progresivamente limitado a la elaboraci6n de productos para el consumo privado y la reproducci6n y mantenimiento de la fuerza trabajadora. La revoluci6n industrial incorpor6 mujeres al trabajo asalariado fuera del hogar, no obstante, su participaci6n en la fuerza trabajadora no cambi6 la division de trabajo de acuerdo al sexo. Por consiguiente , la mujer ocup6 posiciones principalmente en las industrias textiles y de comida, recepcionistas , servicios domesticos, ademas de que sigui6 siendo responsable por el trabajo en su propio hogar. La mujer ha estado comprometida tradicionalmente al hogar y su familia. Elvalor cultural de los nirios es diferente entre los diferentes grupos y clases sociales. Los nirios han sido percibidos como los que cuidaran de sus padres cuando estos envejezcan , como un simbolo de virilidad en el hombre y fertilidad en la mujer y como el capital de los pobres. Hist6ricamente, la funci6n de la mujer ha sido concebir nirios para cumplir con su rol femenino. En Puerto Rico, a una mujer esteril se le llama despectivamente " machorra." A pesar de que los nirios tienen un gran valor en la cultura puertorriquena, la necesidad econ6mica ha forzado a muchas mujeres a trabajar fuera de la casa . En este contexto , es de gran preocupaci6n para nuestra sociedad la compatibilidad entre ser madre y trabajadora. El impacto en la familia de la participaci6n femenina en la fuerza trabajadora ha generado muchos estudios . En la actualidad, la preocupaci6n ha girado alrededor del impacto negativo del trabajo de la mujer en su familia y sus hijos. Los estudios

Este trabajo fue originalmente realizado en la ciudad de Nueva York para ser publicado por: Centro Hispani co de lnvestigaci cin de la Un iversidad de Fordham en Ruth E. Zambra na , Ed . Work, Health and Family Roles: Latin Women in Transition. TraC:ucci6n y revision por la autora .

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demuestran que el trabajo asalariado fuera del hogar genera conflicto e induce ten• sion excesiva en la mujer (Moss-Kantor, 1977). Sin embargo, en una revision de la Ii· teratura que se hizo recientemente sobre el tema, demostro que existe muy poca evidencia que demuestre los efectos negativos que tiene el trabajo por si mismo (Zambrana en el 1979). Loque esta claro de los estudios recientes es que el rol de ama de casa no ha cambiado significativamente sino que la mujer ha expandido sus responsabilidades para trabajar fuera del hogar. Las razones para la mujer trabajar fuera del hogar han sido generalmente definidas historicamente y continuan siendo definidas por las necesidades de la familia. El proposito de este trabajo es obtener un mejor conocimiento de los patrones de participacion de la mujer en la fuerza trabajadora en Puerto Rico durante el periodo entre 1899 y 1975; y sugerir un marco de referencia para el desarrollo de un analisis profundo de las interrelaciones entre las caracterlsticas socio· demograficas, factores historicos -economicos, y participac ion de la mujer en la fuerza trabajadora. El el(amen de estas variables provee introspeccion sobre la relacion entre trabajo y mujer en la familia puertorriquena. Marco de referencia La mayor parte de la literatura sobre la familia puertorriquena destaca que el lu· gar de la mujer esta en su hogar. Las mismas mujeres valoran grandemente su rol como madres . El principio general envuelto es que la madre debe cuidar por el bienestar de sus hijos y su hogar y que la influencia verdadera de la mujer se basa en su funcion de ama de casa , mad re y maestra de la proxima generacion . El proce· so de socializacion de la familia puertorriquena refuerza la dependencia, estabili • dad, obediencia, responsabilidad y sometimiento en la hija . Se espera que ella sea una madre substituta para sus hermanos mas jovenes , cuidando de ellos y ayudan· do en las tareas de la casa. Una gran parte de la literatura revisada describe roles sexuales tradicionales. La posicion del hombre como " jefe de familia ," quien mantiene una posicion supe• rior de poder, autoridad y privilegio en contraste con una subordinacion y posicion restrictiva para la mujer. Los estudios recientes sobre el rol de la mujer sugieren algunos cambios en particular para la mujer trabajadora . En una investigacion sobre mad res trabajadoras puertorriquenas se encontro que la mayoria de las familias es· tudiadas , se acercaban a la igualdad en los patrones de tomar decisiones (Quinones Rodriguez, 1976). Este hallazgo es consistente con la data obtenida en el estu dio de Weller (1967), la cual indica que la mujer que trabaja ejerce mayor autoridad en la toma de decisiones familiares que la mujer que no trabaja . No obstante es interesante el senalamiento de Quinones Rodriguez, (1976), en el sentido de que aun existe la division del trabajo de la casa de acuerdo al sexo con un promedio de 3.7 de las tareas de la casa realizadas por la esposa mientras que el promedio del espo· so fue 2.5. Ademas la autora nos presenta a las mad res trabajadoras como capaces de combinar los roles de una trabajadora a tiempo completo y aquellos de madre y ama de casa en una forma efectiva . En otro estudio se encontro que el trabajo tenia un impacto diferente en la posicion de la mujer en la familia , dependiendo de las expectativas normativas de autoridad que tenga la mujer y el nivel de autoritarismo que exhiba el esposo, (L6pezGarriga, 1978). El autor analizo la variable clase social para explicar la contradicci6n entre las expectativas de autoridad patriarcal (familia tradicional) y el rol de la mujer como contribuidora economica del hogar. Las mujeres de las estratas medias en su esfuerzo por mantener una imagen tradicional resuelven este conflicto mediante el uso de estrategias manipulativas; mientras que la mujer de la clase traba-

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jadora sera mas directa y confrontativa en sus esfuerzos por establecerse como un ente poderoso y significativo en los asuntos de la familia , (Lopez-Garriga , 1978). El empleo femen ino ha sido relacionado tambien con la fertilidad . La relacion negativa entre empleo femenino y fertilidad es muy fuerte en los paises occidentales industrializados siendo el diferencial en utilizaci6n de contraceptives la variable principal que interviene en la relacion ; aparentemente en las areas subdesarrolladas nose encuentra sistematicamente esta relacion (Weller, 1967), o se producen hallazgos inconsistentes (Elu de Lenero, 1976; Gurak y Kritz, 1981). Entre las posibles explicaciones estan : la naturaleza del empleo femenino el cual permite con frecuencia el trabajo en el hogar o en alguna forma compatible con la crianza de los hijos y por lo tanto no parece intervenir en su fertilidad ; y el envolvimiento de mu jeres casadas que trabajan por necesidad economica mas bien por que por deseo pero que el tener y criar ninos, sigue siendo su preocupacion principal. En otras palabras , la relacion entre el aumento de la participacion de la mujer en la fuerza trabajadora y la disminucion de su fertilidad no ha sido totalmente corroborada . Otras variables como cambios en la estructura de edad y estado civil han sido relacionadas con fertilidad. Vazquez Calzada sugirio en 1968 que la disminucion ra dical observada en las tasas crudas de nacimientos durante los anos cincuentas ocurrio en gran medida, como resultado de los cambios en la estructura de edad y estado civil de la poblacion causados por la emigracion masiva a los Estados Unidos. Es interesante senalar que desde la decada del cuarenta , la isla ha sido caracterizada por tasas de mortalidad bajas y tasas de nacimientos comparativamente altas aunque en disminucion . No obstante, actualmente las mujeres puertorriquenas nacidas en Estados Unidos tienen tasas de fertilidad mas bajas que mujeres comparables nacidas en Puerto Rico. Los niveles de fertilidad mas altos son encontrados actualmente en residentes de Puerto Rico, en areas estables de la zona rural y los niveles mas bajos de fertilidad ocurren entre aquellos que han regresado a la isla recientemente (Rindfuss and Sweet, 1977). En los Estados Unidos, las tasas de fertilidad han disminuido desde la decada del sesenta y ha sido similares tanto para los residentes urbanos como para los rurales como tambien para los sectores mas educados, (Ryder and Westoff , 1977). La religion ha sido otro factor asociado con fertilidad . Varies estudios en los Estados Unidos demostraron que las mujeres catolicas tienen tasas de fertilidad mas altas que las mujeres protestantes o judias (Ryder and Westoff , 1971). A pesar de que la mayoria de la poblacion puertorriquena es catolica , un estudio realizado en la isla demostro que solamente 4.8 por ciento de los respondedores mencionaron la religion como la razon para no usar metodos contraceptives (Cofresi, 1951). La familia extendida es otra institucion asociada con una fertilidad alta. Dentro de la familia extendida puertorriquena, los ninos son movidos con relativa facilidad entre sus hogares y el de los parientes lo cual alivia el impacto de una alta fertilidad en cualquier familia (Stycos, 1972). A pesar de que la familia extendida le ha permitido tradicionalmente a la mujer la libertad de trabajar fuera de su casa (Sanchez Korrol, 1980), los efectos de la urbanizacion industrializacion , mobilidad y la economia son tambien determinantes criticos del tamano de la familia y su participacion en la fuerza trabajadora . Ademas para algunos segmentos de la poblacion, Stycos (1972) indica que la cantidad de parientes que vivian bajo un mismo techo era determinada por el ingreso economico. Metodologia El diseno del estudio es uno exploratorio descriptivo dirigido a describir y examinar la naturaleza del trabajo de la mujer en Puerto Rico. Los patrones han sido

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examinados hist6ricamente por el perlodo entre 1899 al 1975. A pesar que se utiliz6 como base todas las mujeres, se enfatiz6 en las mujeres que tienen ninos y trabajan. La principal fuente de informaci6n para el analisis de los patrones de participaci6n de la mujer en la fuerza trabajadora fue el censo de poblaci6n. Se examin6 los censos conducidos por los Estados Unidos, desde el primero en 1899 a cargo del Departamento de Guerra; como los que le siguieron cada diez anos hasta el de 1970 que estuvieron a cargo del Departamento de Comercio. Para asegurar la validez de la informaci6n, algunos tipos de tablas fueron examinados y agrupaciones de categorlas como por ejemplo, la de edades y ocupaciones fueron realizadas . Se incluy6 en mujeres casadas, aquellas casadas legalmente o consensualmente, segun fueron presentadas en el censo de la poblaci6n. Todas las caracterfsticas socio-demograficas excepto tasas de nacimientos, fueron obtenidas del censo de la poblaci6n . Las tasas de nacimientos fueron obtenidas de las Estadfsticas Vitales de Estados Unidos desde 1943 (para casi todos los anos) hasta 1975, pero solo fueron incluldas aquellas que coincidlan con los anos del censo de la poblaci6n. Ademas, analisis de estudios de investigaci6n , Ii bros, artfculos e informes gubernamentales contribuyeron en el examen de los factores hist6ricoecon6mico y caracterfsticas socio-demograficas de la poblaci6n femenina que han influido a los cambios en los patrones de trabajo en las mujeres. Patrones en la participaci6n de la mujer en la fuerza trabajadora. Varies factores hist6rico-econ6micos han contribuido a la participaci6n de la mujer en la fuerza trabajadora . La data indica que la incorporaci6n de la mujer en la fuerza trabajadora fue mas dramatica despues que los Estados Unidos dominaron a Puerto Rico en 1898. La expansion de los sectores manufactureros y comerciales de la economfa cambiaron radicalmente la estructura del mercado del trabajo, y el impacto de estos cambios en la muier fueron considerables (Rivera-Quintero, 1979). Ademas de ser sirvientas domesticas, las mujeres fueron reclutadas en grandes numeros para el despalillado del tabaco , industria de la aguja y la elaboraci6n de sombreros de pajas, teniendo los empleos de mas bajos salaries y trabajando en las condiciones mas s6rdidas (Rivera-Qu intero, 1979). La primera guerra mundial trajo una industria de la aguja domestica muy grande porque los Estados Unidos no pod Ian importar mas tejidos de Europa, (Wagenheim, 1970). El movimiento hacia la industrializaci6n continu6 yen 1955, por primera vez en la historia puertorriquena, la manufactura sobrepas6 a la agricultura como una fuente generadora de ingresos, (Wagenheim, 1970). Debido a que el desarrollo industrial tiene lugar en areas urbanas, la tendencia natural ha sido un movimiento general del campo a la c iudad, (Hauberg, 1974). Pero el desarrollo industrial no fue suficiente para emplear a todas las personas capaces de trabajar. En busqueda de mejores oportunidades econ6micas y mobilidad social, muches puertorriquenos fueron a los Estados Unidos. La disponibilidad de trabajos y la transportaci6n barata fueron condiciones necesarias para la emigraci6n masiva a los Estados Unidos, (U.S. Department of Labor, 1975). En los anos recientes muches emigrantes han estado regresando a la isla. Esto ha tenido su efecto en el numero anual de emigrantes. Las transferencias netas de poblaci6n de Puerto Rico a los Estados Unidos gradualmente disminuira segun los dos movimientos de migraci6n siga la tendencia a la igualdad , (U .S. Department of labor, 1975). La data recopilada de los patrones de participaci6n femenina en la fuerza trabajadora demuestran que la participaci6n de la mujer se ha mantenido generalmente estable a traves de los anos, fluctuando en un promedio de cinco por ciento . El aumento de la participaci6n femenina en la fuerza trabajadora en los anos treinta Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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con un por ciento mas alto en la decada del cincuenta , puede ser atribuido a varios factores. Primero, la expansi6n de la industria de la aguja, la cual encontr6 en Puerto Rico abundante mano de obra barata , especialmente entre mujeres sin protecci6n de leyes de salario minimo ni de uniones obreras. Segundo, el reclutamiento de hombres para el ejerc it o pudo haber influido en la disponibilidad de trabajo para mujeres que tra dicionalme nte ocupaban los hombres. Sin embargo, la disminuci6n de la tasa de part ic ipaci6n femenina en la fuerza trabajadora comenzando a f inales de la decada del cuarenta y extendiendose hasta los sesenta pudo haber sido a con • secuencia del tipo de industrias establec idas en Pu erto Rico durante esos anos. Por otro lado, los aumentos durante la decada del sesenta, pueden estar relacionados a un mayor numero de mujeres recibienao educaci6n superior. Los cambios por ocupaci6n en la partic ipaci6n femen ina en la fuerza trabajado· ra son presentados en la Grafica Numero 1. En esta graf ica , las mujeres profesionales y trabajadoras clericales constituyen menos de 1 % de la fuerza trabajadora, pero empiezan a aumentar despues de los anos cuarenta . Las trabajadoras de serv icio domestico constituyen un 78.4 por ciento de la fuerza trabajadora en 1899, disminu• yendo a menos de un 5 por ciento durante la decada del setenta. Una explicaci6n posible para este fen6meno es la disminuci6n en los niveles de analfabetismo. El analfabetismo femenino fue de un 83 .2 por ciento en 1899, disminuyendo consisten temente a un 11 .8 por ciento en 1970. A pesar de que la reducci6n en las tasas de analfabetismo no significa necesariamente una mejor educaci6n , las aspiraci6nes de las mujeres pueden ser mas altas. Otros factores que requieren exploraci6n incluyen: legislac i6n en favor de camb ios en las oportunidades para la mujer en el mercado de trabajo, estigmatizaci6n de los servicios domesticos y cambios en los valores culturales . La grafica numero 1, 110s ensena tambien que las tasas de parti· cipaci6n de la mu jer en la manufactura fueron inicialmente bajas (13.4 por ciento), alcanz6 su punto mas alto en los treintas , (52 .6 por ciento) y declin6 a un 25 por cien to en los anos setenta. Como se mencion6 anteriormente la industria de la aguja parecer ser la responsable para este alza. Por otro lado, la disminuci6n de la part icipaci6n en la fuerza trabajadora durante los anos cuarenta puede ser el resultado de la migraci6n de mujeres a los Esta· dos Unidos. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, (1975) report6 que en la decada del cuarenta hubo un camb io en la composici6n de los emigrantes de Puerto Rico predominando las mujeres. El efecto de esta em igrac i6n fue grande en las ocupaciones manufactu reras porque mujeres adiestradas para la industria de la aguja estuvieron entre las primera que reclutaron para la industria de la ropa en la ciudad de Nueva York , (U .S. Department of Labor, 1975). Este hecho parece tambien explicar porque la bien conocida " Operac i6n manos a la Obra, " no tuvo un efecto significativo en el empleo de mujeres en operaciones manufactureras. Probablemente los salarios en la ciudad de Nueva York , eran mas altos que los de la isla. Otros tipos de industria en los anos cincuenta y sesenta no parecen tener un impacto significativo en el empleo de mujeres. Otra categor fa ocupacional que merece atenci6n es aquella de las trabajadoras clericales . Durante la primera decada del siglo veinte, menos de un porciento de las mujeres fueron empleadas en ocupac iones clericales , mientras queen los anos setenta las cifras aumentaron a un 32 .5 porc iento. Aumentos en las oportunidades para mujeres en el servicio publico y empresa privada contribuy6 a la disminuci6n en ocupaciones tradicionalmente femeninas como lo eran la industria de la aguja y el servicio domestico. Aparentemente los cambios en el sector econ6mico no signifi caron cambios en el porcentaje de las mujeres en la fuerza trabajadora sino movimientos en el tipo de ocupaci6n que las mujeres mantuvieron .

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Grafica 1 Porciento del Total de Mujeres Elegibles para trabajar y su participaci6n en la fuerza trabajadora por ocupaciones durante los anos 1899 a 1970.

75 70 65 60 55 50 45 40

35 30 25

20 15 10 5 1899

1910

1920

1930

1940

(1) Profesionales (2) Manufactura (3) Servic ios Domest icos (4) Trabajo Clerical (5) Agricultura Source: U.S. Department of Commerce, Census of Population , 1899-1970. •

Las cifras de 1899 a 1930, se refieren a la poblaci6n femenina de 10 ai'\os o mas; de 1940 a 1960, se ref ieren a las mujeres de 14 af\os o mas y para 1970 de 16 af\os o mas.

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Otro sec tor que demostro una disminucion muy grande fue la categoria agricola, (Graf ica 1). Mientras que el porcentaje de mujeres en ocupaciones agricolas nun ca fue alto estadist icamente --el punto mas alto fue de solamente 21 porciento-- la disminucion podria haber sido a consecuencia del movimiento de mujeres de areas rurales a las urbanas . El numero de mujeres en otras ocupaciones como en comercios , propietarias , artesanas y obreras no agricolas no fue significativo y para la mayoria de estas categorias las cifras no estaban disponibles hasta la decada del cuarenta . A pe sar de que en arios recientes el numero de mujeres recibiendo una educaci on superior aumento, no parece haber tenido un impacto significativo en la naturaleza del trabajo de la mujer. En los anos 1973-74, el campus de Rio Piedras de la Universidad de Puerto Rico, el mas grande de la isla, informo que de un total de 17,236 estudiantes a tiempo completo , 11 ,258 o sea un 65 porciento fueron mujeres (Rios de Betancourt , 1974). Para el mismo ario, en los programas graduados del campus de Rio Piedras, habian 1,303 hombres y 1,612 mujeres (Rios de Betanco~rt, 1974). A la misma vez , un gran numero de mujeres estan obteniendo o tienen mejor preparacion academica que la necesaria para ciertas ocupaciones. Por ejemplo, en 1970, 19 porciento de las mujeres con cuatro arios de universidad fueron empleadas como trabajadoras de servicios incluyendo amas de !laves , operadoras, vendedoras y trabajadoras clericales (Pico-Hernandez, 1975). Mas de la mitad --53.8 porciento-de las mujeres empleadas en esas ocupaciones tenian de uno a Ires arios de universidad (Pico-Hernandez, 1975). Aun mas , datos recopilados en el 1976, en el estudio de mujeres trabajadoras mencionado anteriormente, demostraron que las ocupaciones siguen siendo altamente diferenciadas segun el sexo, con una concentracion de mujeres en ocupaciones de cuello blanco y salarios bajos, (QuirionesRodriguez , 1976). A pesar, que factores economicos como desempleo y disponibilidad de oportunidades de empleo, afectan a ambos sexos parece que la situacion es mas adversa para las mujeres, deb ido en gran parte, a su posicion de inferioridad en la sociedacJ . Caracteristicas Hist6rico y Sociodemograficas de la Poblaci6n Femenina_ En 1899, 43.9 por ciento de las mujeres 14 arios o mas estaban casadas, legal o consensualmente, mientras queen los arios setenta esta cifra fue un 58 porciento (vease la grafica numero 2). Se demuestra una tendencia de aumento en los porcientos de mujeres casadas a traves del periodo de tiempo estudiado. En la categorla de mujeres solteras se observan fluctuaciones que podrlan responder a varios factores . Primero, los aumentos del 1910 al 1930 podran explicarse por dos eventos hist6ricos: el reclutamiento de hombres al Ejercito de Estados Uni dos y la depresi6n econ6mica. La declinacion drastica hacia los anos cuarenta podrla haber sucedido a consecuencia de los patrones de emigracion hacia los Estados Unidos, ya que sabemos que mas mujeres que hombres emigraron en los anos cuarenta a pesar que las edades especificas de estas mujeres no estaban disponibles, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos informo que casi la mitad del grupo puertorriqueno de emigrantes estaba entre las edades de 15 a 24 anos (Quinones-Rodriguez, 1976). Aparentemente las mujeres que emigraron eran en su mayorla, solteras, ocasionando una disminuci6n de las cifras para mujeres solteras en Puerto Rico. Por otro !ado, la grafica demuestra que el numero de mujeres divorciadas fue consistentemente muy bajo. En 1910, el porcentaje de mujeres divorciadas era de 0.2 por ciento, aumentando a un 3.7 por ciento en los anos setenta. En un examen de las tasas de divorcio actuales conducido por Vazquez Calzada (1978), usando las Estadlsticas Vitales del Departamento de Salud de Puerto Rico, se proyecta una tasa de 40

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Grafica 2 Porcientos del Total de la Poblaci6n Femenina de 14 anos o mas por estado civil durante los anos 1899-1970.

60 (2) 55 50 45 40 35 (1)

30 25 20 15 10

(3)

5

(4)

1899

(1) (2) (3) (4)

1910

1920

1930

1940

1950

1960

1970

Soltera Casada Viuda Divorciada

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divorcios por cada 100 matrimonios. Este patron es comparable a tasas ·proyectadas para otras sociedades industrializadas como lo son Estados Unidos, Alemania , Suecia (Vazquez-Calzada, 1978). Despues de un examen del estado civil de la mujer en Puerto Rico a traves de los anos, es importante observar los patrones de participacion de estas mujeres en la fuerza trabajadora (Vease Grafica 3). La categorla de mujeres solteras demuestra una disminuci6n en la decada del cuarenta, en su participacion en la fuerza trabajadora, lo cual es consistente cor los patrones de emigracion en ese periodo, mientras la mujer casada demostro estabilidad en su participacion hasta los aiios cincuenta. Despues de ese perlodo se observaron aumentos en la tasa de participaci6n en la fuerza trabajadora. Una vez mas, los patrones de emigraci6n ofrecen una posible explicaci6n . Por otro lado, se observ6 que las mujeres viudas y divorciadas tenlan una tasa de participaci6n en la fuerza trabajadora de un 14.2 porciento, cifra que casi fue triplicada en la decada del cuarenta (38.5 porciento) y disminuy6 a 11 .6 porciento en la decada del setenta. Si se toma en consideraci6n que las estadisticas sobre mujeres divorciadas difieren en los numeros informados y que las cifras de mujeres divorciadas o viudas fueron unidas en la codificacion, las explicaciones son inciertas. La disminucion observada en esta categoria despues de los aiios cinCl!enta puede ser el resultado de otras fuentes de ingreso como pensiones alimenticias, de retiro, seguro social y asistencia economica gubernamental. Se ha sugerido que generalmente segun aumenta la participacion en la fuerza trabajadora, las tasas de nacimientos disminuyen . Este patron, aunque no es una relaci6n de causa y efecto, nose observa consistentemente en Puerto Rico a traves del perlodo de tiempo estudiado a pesar de que los aumentos en la participacion de la mujer en la fuerza trabajadora de 1930 a 1940 no par~cio tener un gran impacto en las tasas de nacimientos, las disminuciones observadas en los aiios cincuenta y sesentas fueron tambien acompaiiadas con disminuciones en las tasas de nacimientos. Durante la decada del setenta, se observo una relaci6n inversa entre participaci6n en la fuerza trabajadora y las tasas de nacimientos. Las fluctuaciones en las tasas de nacimientos observadas en Puerto Rico pueden estar asociadas con las interrelaciones de variables como: estructura de edad, estado civil , patrones de migracion, de educacion y metodos para el control de la natalidad . Una disminucion relativa en la cantidad de mujeres en las edades reproductivas de 15 a 44 anos de edad fue observada de 1940 a 1960 mientras que aument6 en los anos setenta. Los patrones de emigraci6n ofrecen una explicacion parcial a este fen6meno. Las mujeres emigraron en proporciones mas grandes en los anos cuarenta y alrededor de la mi tad de las mujeres que emigraron antes de los setenta tenlan 30 anos o mas. Este movimiento de mujeres a los Estados Unidos y la disminucion de mujeres en las edades reproductivas , tuvo un impacto en las tasas de nacimiento. Por otro !ado, el au men to relativo en las categorias de edades de 15· a 44 a nos en la decada del setenta se debio en parte a los emigrantes que regresaron a Puerto Rico, pero los patrones similares en las tasas de nacimientos para las categorlas mencionadas no fueron observados. La disminuci6n en las tasas de nacimientos en la decada del setenta podria haber estado relacionado con el estado civil de las mujeres. La proporci6n de mujeres que estaban casadas viviendo con sus esposos fue reducida de un 69 por ciento en 1960, a 64 por ciento en 1970, para las edades de 20 a 44 anos. Ademas , las mujeres estan asistiendo a las escuelas por mas anos. Aparentemente las mujeres estan posponiendo el nacimiento de su primer hijo para obtener una mejor educacion , patr6n que es similar a otras naciones industrializadas. La disponib11idad de metodos para el control de nacimientos es otra variable relacionada a las tasas de nacimientos. Desde la decada del cincuenta el Gobierno de 454

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Grafica 3 Porcentaje del Total de la Poblaci6n Femenina 14 anos o mas , ocupada en Ocupaciones Remuneradas por estado matrimonial durante los anos 1920 al 1970.

50 45 40 35 30 25 20 15

-----(3)

10 5

1920

1930

1940

1950

1960

1970

(1) Casada

(2) Soltera (3) Divorciada y Viuda

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Puerto Rico ha auspiciado una campana fuerte , de control de la natalidad . Las mujeres reciben orientaci6n y consejeria acerca de todos los metodos contraceptivos incluyendo esterilizaci6n, antes y despues de los nacimientos de sus inf antes. En los anos sesentas, 35.3 por ciento de las mujeres en edades reproductivas fueron esterilizadas , (Vazquez-Calzada, 1973). Dos estudios, uno conduc ido a finales de la decada del cuarenta (Cofresi, 1950), y el ot ro en la decada del sesenta (VazquezCalzada, 1973), demostr6 un aumento de 34 a 74 porciento de mujeres que habian usado algun tipo de metodo de control de la natalidad. La data demostr6 que variables aisladas no explican un fen6meno tan complejo como es la fertilidad . Es la interrelaci6n de variables como son la participaci6n en la fuerza trabajadora, estructura de edad , estado civil , patrones de emigraci6n , educaci6n y metodos de control de la natalidad , · la que nos permite entender fluctuaciones en las tasas de nacimientos a traves de los anos. Resumen Varios patrones en la participaci6n de la mujer en la fuerza trabajadora que han sido identificado en este estudio merecen atenci6n especial. Uno de los hallazgos fue que no existen diferencias significativas en las estadisticas de participaci6n femenina en la fuerza trabajadora a traves del periodo de tiempo estudiado. En contraste, existen diferencias significativas cuando la participaci6n en la fuerza trabajadora es analizada de acuerdo a los cambios en ocupaciones. Se observaron disminuciones importantes en ocupaciones como servicios domesticos, mientras ocurrieron aumentos en posiciones clericales . Logros educacionales y expansion de oportunidades en el mercado de trabajo fueron identificados como variables que intervienen mientras la selecci6n de ocupaci6n que pueda hacer la mujer no parece ser significativa. La diversidad dentro de la industria de la manufacturera contribuye significativamente a la disponibilidad de trabajos para las mujeres e influye en la naturaleza y tipo de trabajo disponible para las mujeres. La secci6n sobre caracteristicas socio-demograficas revela algunos datos importantes. El analisis del estado civil de las mujeres demostr6 una alta tasa de parti cipaci6n en la fuerza trabajadora de mujeres casadas a traves del periodo estu diado principalmente como una consecuencia de la estructura de edad y patrones de migraci6n de la poblaci6n femenina. Cuando se examin6 la participaci6n en la fuerza trabajadora de mujeres casadas y solteras se demuestra que las tasas de participaci6n eran similares aunque el porcentaje de mujeres solteras habia disminuido. Se puede especular que mujeres soltera~ estan reemplazando a mujeres casadas con ninos pequenos que abandonan la fuerza trabajadora. Otras caracteristicas socio-demograficas importantes de la poblac i6n incluyen la interrelaci6n de la tasa de nacimientos con la participaci6n en la fuerza trabajadora, estructura de edad, patrones de emigraci6n , estado civil , educaci6n y metodos de control de natalidad. La data demostr6 que es necesario la consideraci6n de varia~les multiples para entender las fluctuaciones en las tasas de nacimientos. La relaci6n entre la participaci6n femenina en la tuerza trabajadora y la fertilidad continua siendo inconsistente. Es necesario otras investigaciones para documentar la historia de las mujeres y la identificaci6n de factores que influyen en su partic ipaci6n en la fuerza trabajadora. Cientfficos sociales feministas en los Estados Unidos han comenzado a articular su preocupaci6n y estan documentando las vidas hist6ricas y contemporaneas de mujeres. En Puerto Rico, como Isabel Pico-Vidal senalara, el entendimiento de la mujer desde una perspectiva hist6rica tiene pocos hechos en que basarse. Se sabe muy poco sobre mujeres que vivieron en epocas diferentes; como interactuaban con sus hijos, esposos y parientes y c6mo empezaron a desarrollar conciencia de su rol tan distintivo en la sociedad (Pico-Vidal, 1976:202).

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Varias direcciones de investigaci6n deben ser consideradas en el futuro . Se puede utilizar, sistematicamente, historias orales de mujeres de diferentes grupos de edad , espec ialmente mujeres sobre los 60 anos de edad , para que la mujer entienda su rol en la sociedad . Ademas tienen que identificarse fuentes hist6ricas sobre la mujer como archivo, colecciones en manuscrito, biografias, diarios, correspondencia, panfletos, etc. Estudios hist6ricos acerca de las mujeres y las clases sociales son tambien necesarios. La contribuci6n de la mujer a la sociedad esta por conocerse. La necesidad de mas estudios de investigaci6n hace dificil la recomendaci6n de po lit icas soc ial es. Aparentemente una posici6n mas critica es la de formular preguntas que recomendar politicas sociales en un vacio . lDeben los responsables de formular pol it icas soc iales concentrar sus esfuerzos en ofrecerle mas trabajos a las mujeres? lO en proveer trabajos a tarea parcial u horarios flexibles? lO proveer buenas facil idades de cuidado infantil o subsidios para que familiares desempleados cuiden los niflos de famil iares empleados?

Detalle de "Paslllo", (acrillco) -Isabel Bernal-, Galeria de Arte. Universidad lnteramericana.

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LA MUJER Y LAS CARCELES E INSTITUCIONES PENALES

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PROCESO DE CLASIFICACION PARA MUJERES OFENSORAS EN PUERTO RICO Lydia Pena Beltran*

"La Escuela Industrial para Mujeres, contando tal vez con las ventajas de una poblaci6n penal pequetia (120 confinadas) comparada con otras instituciones con 600 y hasta dos mil (2,000) confinadas, el proceso de admisi6n y clasificaci6n era mas prolongado y segula unos procesos tendi'e ntes a hacer a las reclusas conscientes de su posici6n real y de lo que la Administraci6n podla hacer por el las y lo que de el las se esperaba en beneficio de un cambio gradual pero sincero para mejorarlas en todos los aspectos". Las confinadas al llegar al penal eran registradas por el personal de custodia , sus pertenencias eran guardadas en un archivo hasta su salida, o se le entregaban a los familiares. El registro era totalmente individual , sin otras confinadas presentes. Esto se hacfa para evitar la entrada de articulos peligrosos como navajas ode dinero clandestino, etc. A la mujer se le entregaba un numero de batas o uniformes hechos en el penal en los salones de costura por las propias confinadas , medias y un par de tennis y unos zapatos de salir. La ropa interior la suplfan los familiares de las confi nadas al llegar, luego estas compraban su propia ropa interior en la Comisarla de la instituci6n. Estas personas nuevas eran segregadas en la Secci6n de Admisi6n , que consistla de celdas individuales con camas de doble litera, un lavamanos y un inodoro individual por celda. La secci6n ten fa duchas con cortinas de batio para mayor seguridad y decoro, y una dependencia pequetia para distribuir la comida y fregar los platos. Cerca de esa secci6n habla un espacio grande con mesas y sillas que servla dE:J comedor y a la vez de sitio de recreo con una televisi6n. Dos guardias escogidas por su caracter afable, por su gran paciencia y por su preparaci6n academica, (una habla sido maestra por varios atios y otra ten fa preparaci6n universitaria). Estas fueron adiestradas para exclusivamente bregar con los casos nuevos, o sea las confinadas recien ingresadas. Se prepar6 un horario que le permitla a las confinadas recien ingresadas llevar a cabo un numero de actividades mientras permaneclan en cuarentena, en lo que se les haclan examenes medicos meticulosos , se orientaban sobre la vida institu cional y se les preparaba para fines de clasificaci6n. • La autora, hoy catedratica auxil iar de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico, fue durante 18 anos (1954-72) Directora de la Escuela Industrial Para Mujeres la !'.mica instituci6n penal para mujeres en Puerto Rico. El artlculo se refiere al funcionamiento del proceso de clasificaci6n y tratamiento durante su incumbencia. 462

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Programa Diario de una Confinada Durante el Periodo de Admisi6n (de dos a cuatro semanas)

6:00 - 7:00 7:00 - 8:00 8:00 - 9:30 9:30 - 10:30 10:30 - 12:00 12:00 1:00 3:00 4:00 5:00

- 1:00 - 3:00 - 4:00 - 5:00 - 7:00

7:00 - 9:00

Hora de levantarse, asearse recoger sus camas y su cuarto. Desayuno y fregado. Perfodo de orientaci6n dirigido por la Oficial Socio Penal o por la maestra. Hora de Sol - en el patio . Perfodo de descanso en su cuarto, visita al medico o entrevista con socio penal. Hora de almuerzo y recuento. Siesta o labores individuales. Hora de bario. Comida. Actividades personales, como escribir cartas , leer o hacer labores . - Salir a recreaci6n pasiva - televisi6n , recuento y hora de descanso.

Obtuve por muchos anos la cooperaci6n de la profesora Ana Class Ramirez, quien prepar6 un proyecto dentro de su trabajo docente, para orientar a las confinadas nuevas sobre las distintas dependencias, servicios y programas educativos que ofrecfa la instituci6n , de manera que al prepararles, la oficial socio-penal , sus informes de Clasificaci6n, la confinada se hubiese decidido sobre que tipo de trabajo y de aprendizaje interesaba para su programa diario durante su vida institucional. La maestra pasaba con el grupo de confinadas nuevas y las presentaba a cada una de las empleadas en funciones y les explicaba el servicio que cada uno de estos empleados podia ofrecerles, al igual que los talleres y las clases que se daban asf como los talleres de mantenimiento, de cocina, lavanderia, limpieza, etc. en que ellas podfan cooperar para beneficio de todos. Todos los menesteres de la instituci6n eran llevados a cabo por los grupos de confinadas supervisadas por un empleado civil ode custodia luego de asignadas a esos tal le res. En estas sesiones de orientaci6n, la maestra, con la ayuda de la Oficial Socio Penal , interpretaban las normas de la instituci6n a las reclusas antes de estas pasar a convivir con las demas. Este tipo de orientaci6n adecuada en manos de profesionales evita que el confinado nuevo reciba mala orientaci6n de los confinados reincidentes que acostumbran coger a los recien ingresados y los adiestran en las malas practicas que se llevan a cabo en el penal y que les ofrecen su protecci6n a cambio de relaciones homosexual es con estas. La llegada de una persona a prisi6n es significativa en terminos del ajuste bueno o malo que estas puedan hacer a la vida institucional. La misma debe de estar en manos de personas orientadas al respecto y con unas cualidades especiales de caracter para p0der copar con las distintas emociones y sentimientos de la persona que acaba de perder su libertad para entrar en un nuevo ciclo de vida . Luego de estar mas o menos un mes en admisiones, la confinada iba ante la Junta de Clasificaci6n y Tratamiento compuesto por la Directora de la instituci6n y su ayudante, la Sargento de la guardia, una maestra, la enfermera graduada y la Oficial Socio Penal como asesora y persona que presentaba el historial escrito de cada caso nuevo con sus observaciones. La confinada era llevada ante el grupo y se discutia con ella su manera de sentir en cuanto a su vida institucional, sus relaciones Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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con su familia, las visitas que podrla recibir, el programa que deseaba en cuanto a aprendizaje y el taller en que cool,'!lerarfa. Se acostumbraba darle mediodfa en un sal6n de clases y mediodfa en un taller de servicios. Para que los programas sean eficaces en el mejoramiento del confinado, deben establecer variedad de talleres para que los confinados puedan seleccionar de acuerdo a sus habilidades e intereses lo que desean aprender. Para la creaci6n de programas academicos y vocacionales no podemos depender s61o del presupuesto asignado por el Gobierno, que nunca es suficiente para lo que hay que hacer. Se necesita establecer conecciones con personas de la comunidad interesadas en cooperar y que puedan ayudar ensenando a grupos de confinados distintas tareas y labores. Asf nuestra instituci6n de mujeres lleg6 a tener el suficiente numero de talleres : de costura industrial, de economfa domestica, de labores de aguja, de cosmetologla, de labores manuales, de decoraci6n de interiores, de floristerla yen lo academico, diferentes cursos para analfabetas, adiestramiento y repaso para las internas que deseaban obtener diplomas y examenes de aprovechamiento del Departamento de lnstrucci6n, clases especiales de ingles y cursos secretariales. Las confinadas eran asignadas a estos talleres mediodla y mediodla a otros talleres que inclulan lavanderla o cocina, mantenimiento, limpieza, campo (limpieza y cultivo de los alrededores del penal) y un grupo de confinadas eran asignadas como ordenanzas, o sea, ayudantes del personal en las oficinas y en el almacen. Este programa docente unido al programa recreativo anteriormente descrito y el control que sabre la conducta de las confinadas se ejercfa mediante el proyecto de supervisi6n para el mejoramiento de la confinada, no daba lugar a ocio de la poblaci6n de mujeres, por lo que un por ciento de ellas se beneficiaron de estos programas a pesar de todas las otras limitaciones con que se trabajaba tales como falta de suficiente personal, falta de presupuestos adecuados, inconveniencias flsicas, etc. Luego de clasificada la confinada pasaba al edificio Escuela, el cual estaba organizado en tal forma que daba la imagen de un hogar de grandes dimensiones. En la planta alta estaban los dormitorios, grandes, ventilados, con camas vestidas con colchas, con tocadores, espejos y perchas para la ropa como indicaramos anteriormente. Entre cada uno de los dormitorios habla duchas y servicios sanitarios con toda la privacidad necesaria. En los bajos del edificio habla un comedor amplio que se usaba para servir las tres comidas y tambien como sal6n de recreo por las noches con una televisi6n en un extrema y una capilla para servicios religiosos en otro. Las cat61icas usaban esta capilla, las protestantes usaban la biblioteca. Habla una cocina moderna con toda clase de equipo moderno, una biblioteca bien equipada que servla de noche para los juegos de sal6n. Una sala con muebles de sala y plantas ornamentales. En los extremos de los bajos del edificio hablan salones de clases, el de costura industrial auspiciado por la Corporaci6n de Industrias de Prisiones, el sal6n de labores y los salones de Economla Domestica con equipo muy moderno. El edificio Escuela tenla unos portones de hierro ornamentales que permaneclan abiertos todo el dla hasta las 6:00 P.M. en que se hacla un recuento general y toda la poblaci6n pasaba a recreaci6n pasiva dentro del edificio o sublan a sus dormitorios a escribir cartas, a leer o a descansar hasta las 9:00 P.M. que era la hora regular de acostarse. La confinada recien clasificada iba al sal6n 1. Su movimiento o ascenso al sal6n II dependla de su ajuste a las normas del penal y su progreso individual utilizando el

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sistema que indicaremos mas adelante. Cuando las confinadas cometfan alguna irregularidad CO!TIO faltarle el respeto al personal o salirse de los talleres antes de tiempo, estas tenlan la oportunidad de ser llamadas individualmente a la oficina de la Guardia en la planta alta, donde eran orientadas por este personal de custodia o tenlan la oportunidad de ir donde la Oficial Socio Penal , la Directora o la Subdirectora con un pase que le proporcionaba la guardia para ir hasta el edificio de Administraci6n donde estaban nuestras oficinas. Los sabados y domingos reciblan visitas de sus familiares y los viernes compraban en la tienda . Este sistema trabaj6 positivamente durante los ultimos diez (10) al'\os de mi incumbencia en la instituci6n . (1962-72). En la literatura moderna existen opiniones variadas en cuanto a la efectividad de los programas de rehabilitaci6n en prisiones. Desde la segunda guerra mundial, se han disel'\ado una gran variedad de programas para la rehabilitaci6n de los confinados . Por ejemplo, los programas de presalida y los hogares de adaptaci6n. En los programas de pre-salida, el confinado preparado ya para salir, pero sin haber cumplido aun la totalidad de su sentencia, obtiene permiso de las autoridades correccionales para trabajar o estudiar fuera de la instituci6n penal durante las horas del dla, luego regresa a la instituci6n a comer ya dormir. Ast va el confinado relacionandose nuevamente con la comunidad y haciendo uso de los distintos servicios que se ofrecen en la misma antes de cumplir. El hogar de adaptaci6n , con unos fines parecidos, le permite al confinado trabajar y estudiar y residir fuera de la instituci6n en un hogar en la propia comunidad junto a otros que estan en su misma condici6n. El con-finado trabaja y con parte de su sueldo aporta al sosten del hogar desarrollando asl un sentido de responsabilidad en estos. Algunos de estos programas han tenido exito en un por ciento de los casos alll recluidos . De hecho, en Puerto Rico tenemos tres 1 hogares de adaptaci6n y hasta el presente estos han tenido un por ciento bastante alto de hombres que no reinciden. Segun John E. Conklin , una gran parte de estos programas han encontrado cierta resistencia de parte de la comunidad y de los propios confinados . Veamos lo que al efecto dice este autor en su Ii bro Criminology, en el capltulo sobre " Effectivenes of Rehabilitation Programs "; " En cuanto a los programas para rehabilitaci6n en la misma comunidad entre los anos 1960-70 se introduce en los Estados Unidos un programa de metadona para los adictos a la herolna. Esta droga no produce la euforia que produce la heroin a y si se administra oralmente en dosis reguladas, se evita que el adicto se enferme por usar jeringuillas contaminadas ya la vez el adicto con metadona no se expone a tener que cometer crlmenes para poder adquirir la droga en el mercado negro. Esta resulta mucho mas barata que la herolna y se le administra grat is en el programa . Algunos adictos se mantienen en el programa por mucho tiempo, pero alrededor de dos terceras partes de los adictos a la herolna rehuyen entrar a estos programas en la comunidad, segun Conklin . Estudios realizados sobre estos casos que han sido sometidos a este tipo de programa en la comunidad han demostrado que estas medidas han tenido un efecto muy limitado en cuanto a la incidencia criminal. Muchos vuelven a cometer delitos ".

Hablando sobre los distintos metodos y programas de rehabilitaci6n usados hoy dla dice Conklin :

1

Conklin , John E., Criminology, The Effectiveness of Rehabilitation , Capltulo 14, Programs, McMillan Publishing Co. Inc., New York, 1981, pp . 459-460.

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.. .Otro metodo muy comun utilizado es el de modificaci6n de conducta, utlili zando el metodo de prem iar la conducta deseable y castigar la conducta indeseable . E:ste programa v,sualiza la conducta criminal como una aprendida y fun ciona bajo el principio clasico del acondicionamiento de la conducta humana . Generalmente una mala conducta va asociada a una experiencia desagradable o un castigo, una buena conducta trae como consecuencia una experiencia agradable o un premio. La duda de los expertos es si los cambios de conducta que pueda demostrar el confinado durante su vida en prisi6n podran persistir aun despues de salir este del escenario institucional. Otro medio muy usado en las prisiones actualmente es el de la terapia llevada a cabo por psic61ogos ,psiquiatras y trabajadores sociales. En estas sesiones el confinado trae sus experiencias y las mismas son analizadas por el grupo estableciendose una especie de ayuda entre confinado y profesionales y entre pares entre sf. Los programas de consejerla siguen este mismo prop6sito . Los trabajadores sociales tratamos de ayudar al confinado a darse cuenta de sus potencialidades para cambiar y mejorar y los ayudamos a analizar sus problemas personales tanto individualmente como en grupos" .

A pesar de que siempre hay un "pero" para estos metodos de tratamiento , la autora entiende que el mayor o menor exito que se pueda tener con estos depende de varios factores, tales como, el ambiente de la prisi6n, el personal con que cuenta para aplicar estos metodos, la adaptabilidad de los grupos para asimilar uno que otro tipo de tratamiento. El conocimiento de todos estos metodos, si ayuda para queen un momenta dado el personal director de una instituci6n penal adopte cualquiera de estos metodos en situaciones especfficas. Durante mis 18 anos de servicio en la Escuela Industrial utilice varios metodos de tratamiento para la poblaci6n, algunos estudiados por mi, otros adaptados para cubrir una poblaci6n con caracterfsticas muy nuestras, con una idiosincracia muy distinta a las que puedan imperar por ejemplo en las prisiones americanas. Use la consejeria de grupos como un medio de equiparar a los grupos de adictos con los no adictos. 0, sea, para los adictos hubo tratamiento a partir del 1964 yestos recibfan terapia con personal especializado de CISLA. En cambio la poblaci6n de no adictos no tenfa esta ventaja de discutir y analizar sus problemas en grupos homogeneos . La consejerfa de grupo ayud6 pues a esta secci6n de la poblaci6n a disfrutar de este medio de tratamiento igual que las otras, por un tiempo. A las internas que estuvieran preparadas tanto en actitud como en preparaci6n vocacional para salir con permiso de la instituci6n para trabajar de dia en la comunidad sin custodia alguna y regresar luego a la instituci6n a comer ya dormir, se les permit fa esto mediante pases autorizados por la Administraci6n de Correcci6n. Varias confinadas tuvieron la oportunidad de trabajar en salones de belleza en los pueblos limltrofes a la instituci6n, tales como Dorado, Vega Baja y Bayamon. Una estudiante logr6 terminar su bachillerato en Educaci6n en la Universidad de Puerto Rico. Otras estudiaron en la Universidad lnteramericana yen el lnstituto Comercial de Puerto Rico, como parte de su plan de tratamiento luego de ser trasladadas a tratamiento intensivo en el Programa de CISLA del Departamento de Salud. Anos mas tarde y estando ya fuera del sistema, sentf el orgullo y la satisfacci6n que sentimos los trabajadores sociales cuando vemos que alguien a quien hemos ayudado a emprender el camino del bien ya reconocer sus potencialidades, logra culminar sus metas. VI graduar j6venes de la Universidad con bachilleratos en distintos campos. Una que recibi6 su bachillerato en trabajo social y que luego se fue a los Estados Unidos a cursar una maestria en ese campo. Otra que despues de graduarse de cursos comerciales, lleg6 a ser la mejor vendedora de una agencia privada. Varias de ellas que luego de terminar su tratamiento y sentencias, comenzaron a trabajar como terapeutas en distintos programas de la localidad para ayudar a rescatar a otros, que, como ellas, habfan sido vfctimas de la adicci6n a drogas. 466

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Otras que, por una raz6n u otra, o no tenian la capacidad o el interes para estudiar, por lo menos, lograron volver a sus hog ares a levantar una familia ya evitar que sus hijas pasaran por lo mismos trasiegos que pasaron ellas . lndiscutiblemente hubo un grupo que no mejor6 en el sentido de que por rio querer aceptar la ayuda que se les brind6, aun continuan usando drogas, siguen yendo y viniendo a la carcel. El tratamiento para la adicci6n en la Escuela Industrial para Mujeres siempre fue de caracter voluntario . Varias confinadas se negaron a si mismas la oportunidad de someterse a este. Nadie las oblig6, pero aun hoy siguen siendo esclavas de los narc6ticos, las que no han muerto en forma violenta , han se guido engrosando las filas de la prisi6n .

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"ANALISIS COMPARATIVO DE LOS PROGRAMAS DE AYUDA A LAS CONFINADAS, ENTRE LA CARCEL DE FRAMINHAM EN BOSTON Y LA DE VEGA ALTA EN PUERTO RICO"

Cynthia Velazquez**

Uno de los problemas mas discutidos y menos tratados en nuestra sociedad , es el problema de los confinados en las carceles y prisiones de la Isla. Especialmente , en lo que concierne a las conf inadas. En Puerto Rico la mayoria de las veces que se han hecho mejoras , tanto estructurales como internas en las carceles de la Isla, primero se han efectuado en las carceles de hombres y se ha dejado relegada a la mujer. Actualmente, en Puerto Rico solo hay una carcel para mujeres, en Vega Alta ; con una poblacion mayor de la que puede habitar en la misma. De 113 confinadas en 1978, la poblacion subio a 174 en 1983. En el estudio hecho por la Ora. Marra Mi lagros Lopez Garriga (1981) un 56 % de las mujeres entrevistadas opinaron que el hecho de ser mujer afecto la forma en que la trataron en los tribunales . Una de el las dijo, " El juez incluso me insulto diciendo que hab[a dos cosas que no soportaba en una mujer, que fuera embustera y ladrona". Al preguntarseles a las convictas si el las creian que habia estado bien o mal el incurrir en conducta ilegal y al pedirle que nos explicaran sus motivaciones al as[ hacerlo, se obtuvieron las siguientes contestaciones : Un 61 % de el las dijeron que habian sido forzadas a delinquir porque, " Esas fueron cosas de mi esposo, habia que hacer su santa voluntad " . " Mi esposo esta preso por lo mismo que yo hice, lo hice siguiendo su ejemplo " . Se recogieron las siguientes ilustraciones que se citaran como ejemplo ilustrativo: " Estuvo mal lo que hice, pero fue por necesidad economica, aunque habia otros medios para resolver los problemas, no eran tan rapidos como la alternativa ilegal ". " Estuvo mal , pero el vicio me llevo a esto ". " Estuvo mal , pero lo hice por mantener mis hijos " . *

Profesora de Asuntos de la Mujer y de Sicologra en el Rec into de Arec ibo de la Univ. lnteramericana.

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En la Tabla VIII , L6pez Garriga nos muestra los problemas que ten Ian las convictas antes de ser arrestadas: Emocionales Econ6micos De salud Familiares

53%

46 % 38 %

34 %

Alcoholismo Drogas Malas relaciones Dificultades amorosas

11 %

7% 7% 7%

Esta tabla nos muestra claramente que los principales problemas de las convictas antes de entrar en la carcel son mayormente emocionales y econ6micos, muchas veces uno conlleva al otro. En cuanto a las celdas de extrema vigilancia, son muy pequenas, apenas hay lugar para el camastro y una persona de pie. Hay mas de 40 celdas individuales de este tipo. En el area comun a donde sacan a estas mujeres es un pequeno sal6n (8 x 10) desprovisto de muebles, por lo cual se sientan en el piso. Los salones de clases son pequenos. S61o se observaron los de los talleres de costura industrial y el sal6n de cosmetologla. Los salones dormitorios destinados a las mujeres que estan clasificadas en custodia minima o mediana, tienen capacidad hasta para 30 mujeres. Son salones abiertos donde alinean unas camas pequenas a menos de 2 pies una de otra. Estas dependencias tienen banos y duchas comunes. No hay privacidad ni escritorios. No hay facilidades de gimnasio, sal6n de juegos o una capilla . El lugar donde las confinadas rec iben sus visitas es una marquesina donde tienen bancos de madera. E:s un lugar abierto que no propicia la privacidad. Por otra parte, en la carcel de mujeres encontramos una poblaci6n muy heterogenea. La lnstituci6n recibe a convictas de todas las edades y culpabilidades por todos los tipos de delitos. En las instituciones de varones la decisi6n de la instituci6n a la cual se enviara dependera de su edad y del tipo de delito cometido. Esto no es asl en el caso de las mujeres convictas. Por lo tanto , la planificaci6n de servicios para el las debera tener en cuen ta la dificultad de preveer para las necesidades de mujeres de muy diversas edades e historiales delictivos. Un aspecto relacionado al de los recursos materiales y de la estructura flsica de la carcel es el de la atenci6n de las necesidades basicas de las convictas , tales como: alimentaci6n , descanso, salud flsica y mental , comunicaci6n y recreaci6n . En este aspecto las aseveraciones mas comunes fueron : " No hay televisi6n " o " La recreaci6n nuestra es trabajar en la limpieza o estar sentada debajo de un arbol". La mayor parte de las convictas dijeron que ten Ian todo el dla libre; este tiempo lo invierten en hablar, escribir, leer, hacer rompecabezas , hacer trabajos de limpieza y dormir. Las mujeres procesadas vienen de cualquier punto de la Isla a la unica prisi6n de mujeres que existe en Puerto Rico. Generalmente, esto tiene como efecto alejar mas a la mujer de su comuni -:ad. Para los varones es diferente, pues existen 15 instituciones penales a traves de toda la Isla. Es por esta situaci6n que la comunicaci6n de la confinada con sus familiares o con el mundo externo merece mayor consideraci6n. Por otro lado, las instituciones penales para mujeres han sido construidas a semejanza de las prisiones para los hombres; por tal motivo, se han descuidado en sus disenos y funcionamiento algunas necesidades basicas de la mujer, como por ejemplo, sus problemas de salud o la condici6n de mujeres embarazadas. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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lgualmente, se omite la necesidad de la mayoria de las prisioneras de relacionarse con sus hijos, sus compaiieros o esposos. Un 88 % de las mujeres tienen hijos . El grave problema de la mujer que tiene hijos antes de entrar a prisi6n es tener que dejarlos a cargo de hogares de crianza del gobierno. La relaci6n familiar se interrumpe casi completamente durante el periodo en que la mujer esta cumpliendo su sentencia. Al salir en libertad estas mujeres tendran que veneer grandes dificultades para obtener la custodia de sus hijos nuevamente. Es por esto que un gran numero de las prisioneras estan seriamente preocupadas por problemas de relaciones familiares y los aspectos legales de estos. Demming (1977) afirma que otra preocupaci6n muy comun entre ellas es el hecho de saber si fueron tratadas en forma justa y legal en su proceso. El 88 % de mujeres ha procreado hijos con un promedio de 3 hijos y 12.5 anos. Un 53 %, la mad re o el padre cuidan de los hijos; un 30 %, otros familiares ; 15 %, en hogares adoptivos ; 7%, con sus padres y 3% con amistades. Una vez en las carceles, un 52 % de las mad res informaron que mantenfan comunicaci6n con sus hijos por carta. Solo dos informaron que sus hijos les visitaban en el penal. Un 34 % dijeron que nose comunicaban con sus hijos . Una de ellas dijo que no le permitlan hacer llamadas a Estados Unidos , donde estan sus hijos. Un 96 % no habfan disfrutado de " pases " . En relaci6n con los medios de comunicaci6n con el exterior, ninguna recibfa subscripciones de peri6dicos o revistas. Solo el 33% recibfan visitas con frecuencia. Como vemos, el medio de comunicaci6n mas usado es el de las cartas; y sin embargo, en la carcel escasean los materiales para escribir. En la carcel no hay telefonos publicos para el uso de las confinadas. Las visitas familiares son solo sabados y domingos durante una hora. De esa informaci6n se desprende que durante el periodo de visitas la unica preocupaci6n institucional si gue siendo la vigilancia de la convicta. En un lugar de escasos recursos de tratamiento, se entiende el por que casi ninguna haya obtenido " pases ". Un 52 % dijeron que no estaban recibiendo ninguna ayuda para resolver sus problemas nerviosos, familiares ode adaptaci6n. Sin embargo, un 66 % informaron haber recibido medicamentos para los nervios. Se nos inform6 que la instituci6n recibe la visita de una psiquiatra los sabados. Dentro de este panorama resalta la importancia del siguiente dato: solamente un 3% del personal de la instituci6n tenfa destrezas en trabajo social , una de las areas dedicadas al entendimiento de la conducta humana. Solamente habfan dos of iciales sociopenales y segun nos informaron una de ellas se dedicaba casi exclusivamente a asuntos administrativos, quedando solo una para ofrecer algun servicio. Segun el administrador de la instituc i6n, el tratamiento psicosocial de las confi nadas se realiza mayormente con ayuda de voluntarios de la comunidad. Sin embargo, a la pregunta de que si habfan recibido servicios de algun grupo clvico o del gobierno durante el tiempo que habfan estado en prisi6n , el 79 % contestaron que no. Un 12 % dijeron que recib fan atenci6n de religiosos. En cuanto a la educaci6n serefiere, las oportunidades son muy pocas. Solamente un grupo minoritario de las reclusas se beneficia de ellos. De acuerdo con las ultimas estadlsticas, de 768 cursos academicos, solo se dieron 60 cursos (11 escuela industrial y 49 vocacional) lo que hace un .56 %, menos del 1 %. Las que ponen a trabajar como costureras haciendo los uniformes para los choferes de guaguas publicas, trabajan 5 horas diarias para ganarse $5.10 men suales solamente. Respecto a las normas de disciplina en la prisi6n, un 83 % de las convictas dijeron que no las conocen. Comentaron que, " No hay normas ni respeto, ni disciplina", " Nunca he visto un reglamento, las normas son lo que a uno le dicen por ahf" . Otras 470

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quejas fueron sobre el favoritismo en el trato a las reclusas , y una dijo que el problema era en opinion, " Que los guardias quieren que Jes respeten , pero no nos respetan ". Al preguntarsele si necesitaban algun tipo especial de ayuda para reintegrarse a la vida en la comunidad , la mayoria contesto afirmativamente (85 %). Los resultados obtenidos revelan claramente que las confinadas distan mucho de ser " mujeres liberadas ", sino por el contrario, su esfera de intereses ocupacionales ha sido limitada por los estereotipos. El hacerles ver el hecho de que la mujer tiene unas oportunidades ocupacionales, posibilitaria su participacion exitosa en la vida de la comunidad. Al preguntarseles si creian que el personal de la institucion puede brindarles soluciones a algunas necesidades mencionadas por ellos mismos, se obtuvieron las siguientes respuestas : "No, porque hay hostilidad entre ellos y el personal". " Si, pero hay que orientarlos y adiestrarlos ". " El personal esta en brazos caidos , esta por los chavos ". " La administracion se contradice ... nosotros no tenemos poder ... " Se Jes pregunto a estos empleados que entendian ellos por rehabilitacion. La contestacion mas frecuente y rapida fue: "Eso no existe aqui". Otros dijeron que rehabitacion era: " Una mejor torma de vida ". " Ajustarse a las normas de la institucion y no regresar, pero la mayoria regresa ". "Es dificil eso ... yo ya perdi la fe en eso, el ambiente de afuera las incita a delinquir . . ." " Aquino se rehabilita a nadie, no hay ayuda de la comunidad y la mujer vuelve a lo que estaba ". La mayor parte del personal entrevistado fueron los guardias de custodia. De las respuestas obtenidas se desprende que la actividad que mas tiempo y energia Jes consume es el imponer disciplina en la lnstitucion. Esta se relaciona principalmente con el cumplimiento de las tareas, mantenimiento y limpieza, que estan a cargo de las reclusas. Se especula que como resultado de este problema continuo de procurar que las mujeres cumplan sus tareas, la imagen que tiene el personal de las convictas es una negativa, como se evidencio al clasificarlas como astutas rebeldes y otros adjetivos peyorativos . Respecto a las ideas del personal entrevistado con respecto a la posible rehabilitacion de las confinadas , se obtuvieron respuestas que senalan : a) Que estos no tienen idea concreta, ni homogenea de lo que es la llamada rehabilitacion . b) Que la mayoria de los empleados entienden que la rehabilitacion depende principalmente de la voluntad de la convicta y no del esfuerzo que se haga por moditicar sus actitudes o su ambiente economico-social. c) Que el personal entiende que una mujer criminal rehabilitada es una que se ajusta a la conducta prescrita por el rol femenino tradicional. Por otro lado, tenemos el estudio realizado por la Ora. Mercedes Otero de Ramos (1979) que nos muestra una realidad tan deprimente como la de la Dra. Lopez Garriga; en el mismo vemos que la criminalidad femenina en Puerto Rico ha aumentado en un periodo de 20 anos mas que en ninguna epoca anteriormente (2.0%). Los crimenes cometidos por las confinadas en Puerto Rico son mayormente: uso y posesion de armas, robo, drogas, prostitucion y homicidios. La mujer tipica Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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puertorriquena que esta en la ca.reel tiene un bagaje de pobreza y miseria . Mas de la mitad de las confinadas estan por debajo de los 25 anos, mas de ¾ partes son madres de 208 ninos de 16 anos o menores . Las abuelas o tfas de los ninos son las que se encargan de la mayorfa de los ninos. El 46.3 % de las madres son separadas , divorciadas o viudas . El 70.5% de las confinadas afirmaron vivir en caserfos y sitios pobres antes de entrar a prisi6n. Muchas de las confinadas , 52.6 % nunca han visitado a sus familiares y parientes. La mayorfa de las confinadas tenian un familiar o pariente alcoh61ico, casi siempre el padre o el esposo. Casi la mitad de las confinadas , 48.4 % , han terminado escuela superior. La mayoria de las que no terminaron la escuela fue porque se fueron de su casa , se fugaron con el novio por estar embarazadas , o tenian problemas con las drogas o el alcohol. El 80 % de las confinadas estaban desempleadas y el 75 % recibian cupones ; el 23 % nunca habfan trabajado. La mayorfa de ellas confesaron no tener ningunos planes para cuando salgan de prisi6n . La ca.reel de mujeres en Puerto Rico no lleva a una verdadera rehabilitaci6n y socializaci6n . El presente estudio hecho con confinadas en Puerto Rico muestra que la poca probabilidad de rehabilitaci6n , asi como la identificaci6n criminal, tienden a minimizar la rehabilitaci6n de las confinadas . Tambien nos muestra que la oposici6n hacia las leyes y la prioridad puesta en las relaciones interpersonales son los factores mas significativos que inhiben la resocializaci6n de las confinadas . Estas dos consecuencias negativas estan consideradas en los terminos de roles jugados en las carceles . Tres roles significativos son : "Model Student " (Medicaid), " Draq Secker" (Manipuladores , polfticos) y "Hard Rocks" (Causaproblemas). Asi la posici6n tomada por algunas confinadas les da ventaja por encima de otras confinadas, debido al elemento comun de manipulaci6n y experiencia criminal aprendida en la ca.reel. Asf pues, los roles aprendidos son la variable independiente en relaci6n con las dos prioridades como relaciones interpersonales y la oposici6n a las leyes. En cuanto a las recomendaciones de la Ora. Mercedes Otero, nos dice que mas importante que la educaci6n misma es el darles consejeria y ayu da sicol6gica para que puedan volver a reintegrarse a la sociedad . Si queremos que las confinadas asuman una nueva actitud hacia las leyes , la instituci6n y el personal deben tomar una actitud mas humana y positiva hacia las confinadas . El programa correccional debe estar basado en un punto de vista humanista. Debe haber recreaci6n educacional y social que satisfagan las necesidades basicas de las confinadas . El programa debe estar disenado de acuerdo a las diferencias de la poblaci6n de la ca.reel en cuanto a edad, experiencia fuera de la ca.reel y tipo de crimen cometido. La pregunta es : hasta que punto las confinadas son como un grupo o como roles impuestos, si estan manipulando el ambiente y los oficiales en la prisi6n para matar el tiempo y sobrevivir a su encarcelamiento. Par otro Iado, c6mo una variable relacionada, como el tiempo que tienen que cumplir de condena influye en este comportamiento. Asf tambien c6mo la experiencia en el crimen, la migraci6n y la clase de prisi6n influyen en su conducta. Recordemos aquf que estos "roles " se deben en gran parte a que la expresi6n de emociones en las carceles es peligrosa, a los que se les juzgue como emocionales se les juzgara tambien como "soplones " o "sujetos de violaci6n" . Por ello con

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frecuencia los presos desempenan el papel de animales ind6mitos que tratan de dar la impresi6n de ausencia de amor, de que son poderosos, insensibles totalmente , egoistas y dedicados a su propia satisfacci6n . Antes de discutir sobre mis experiencias en la carcel de mujeres en Framingham en Estados Un idos , con el Programa de AIM (Aid Incarcerated Mothers), creo que es de suma importancia tocar el punto de las diferencias culturales basicas entre los hispanos y los anglosajones. La familia para los hispanos es la base y la unidad mas importante de su vida . Usualmente, el pensar y comportamiento de la familia moldeara el comportamiento del individuo por el res to de su vida. La familia le dara el deshonor al que no la respete. Cuando el hispano esta desarrollando su identidad , surge un conflicto debido a su experiencia bi-cultural. Deben de hacer un escogido de valores cuando se mueven de una cultura a otra. Por ejemplo, los " Chicanos y Puertorricans " tienen un conflicto de identidad , pues no saben en realidad que son; pues los norteamericanos dicen que no son norteamericanos y los mexicanos y puertorriquenos tambien los rechazan. La mujer hispana afronta un conflicto doble alla, pues tiene que mantener su identidad como mujer y como hispana a la vez. De acuerdo con las estadfsticas obtenidas del estudio de la Sra. Marfa Gomez Daldio, " Conflicto de la mujer hispana como grupo minoritario en las correccionales en Estados Unidos " (1979), solo el 24% ha terminado la escuela superior; y el 3.2% mayores de 25 anos han terminado universidad . En un estudio hecho en 1977 en 14 estados, el 64 % eran minorfa. En Nueva York , 71 %: en Nuevo Mexico, 75 % y 64% en Texas. El 73 % tienen ninos, el 85 % estan con sus abuelas o familiares , solo el 10% esta con sus maridos . Las confinadas hispanas representan un 9% de la poblaci6n, las edades van de 22 a 29 anos, un 85 % tienen de 3 a 4 ninos. La mujer hispana ha crecido en la pobreza, ha recibido una educaci6n limitada, probablemente esta envuelta con drogas, esta desempleada y solo se mantiene con "Welfare". Su mundo es el de la sub-cultura y probablemente, ella sea la segunda generaci6n de una familia que ha vivido en la sub-cultura. A el la se le ha dado el rol sumiso o el rol criminal. La familia de ella esta a la expectativa, pues piensa que continuara su mal estilo de vida . La mujer latina es mucho mas maltratada por su cultura " machista", pues si ella no lleva a cabalidad su rol, sumiso y de buena madre y esposa sin importar las consecuencias y circunstancias, ya queda marcada para toda su vida. Sin embargo, al hombre se le permite y se le aguantan muchas cosas que a la mujer no. Si el hombre comete algun crimen muchas veces es recibido otra vez en su casa por su esposa y su familia. La mujer sera rechazada y senalada por su familia y su comunidad. Esto le hara experimentar un sentimiento de angustia y culpabilidad que le hara mas diffcil su comunicaci6n con sus hijos y su familia. La actitud de la familia hacia ella probablemente sera: ella ha cometido un crimen, ella ha trafdo la verguenza a la familia. Muchas veces la familia piensa que ella no podra ser mad re otra vez, entonces viene la dura batalla de ella, tendra que demostrarles que ella sigue siendo un ser humano y mas que nada, madre. Hace tres anos atras ( ), no habfa ningun programa en especffico para ayudar a las madres en prisi6n. Las madres en prisi6n casi nunca vefan a $US hijos, muchas veces no los veian en a nos, y la mayorfa de las veces , los perdfan, pues los daban en adopci6n, muchas veces sin ellas mismas saberlo. AIM (Aid Incarcerated Mothers) llega a aliviar todos estos problemas. AIM surgi6 en enero de 1980 y es el unico programa en su genera en Estados Unidos. CoHomines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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menzo como parte del programa de Proyecto Familiar. Este programa creo un salon de juego donde los nifios y las madres podian relajarse y sentirse comodos , muy diferente al acostumbrado trio salon de visitas . En el otofio de 1979 el Proyecto Familiar le pidio ayuda economica a " Urban Planni ng Aid " para realizar un programa de ayuda y consejeria a las madres en pri sion . En diciembre de ese mismo afio " Urban Planning Aid " considero la peticion y les dio el empuje . Luego en diciembre mismo se incorporo como una organizacion con fines no pecuniarios bajo el nombre de "Homespace ", aunque aun recibe cierta ayuda de " Urban Planning Aid ", por lo demas es autosuficiente. La constitucion de AIM es de un 95 % de madres de bajos ingresos en prision . La mayoria de estas mujeres no tienen educacion y muchas de el las ni siquiera han terminado la escuela superior. La mayoria de ellas han trabajado a tiempo parc ial en trabajos de muy mala paga. La compos icion racial de las confinadas es de 50 % negras , 45 % blancas y un 5% latinas. La poblacion de confinadas es joven , mas de 2/3 partes es tan por debajo de los 35 afios y el 85.7 % esta por debajo de los 44 a nos. El 84.9% vive en extrema pobreza sin ningun ingreso, o un ingreso menor de $2,000 anuales. Alrededor de 2/3 partes de los hijos de las confinadas estan por debajo de los 10 afios , ¼ parte por debajo de los 4 afios y solo 1/5 % de las confinadas estan casadas . Esto nos muestra que la mayoria de los hijos de confinadas estan en una edad que necesitan la ayuda de sus padres. AIM funciona mayormente a base de voluntarias ; el comite timon consiste de todas las voluntarias coordinadoras, la coordinadora familiar y legal , dos coordinadoras dentro de las carceles y una representante del " staff " de tratamiento de la ca.reel de Framingham. El comite timon se reune mensualmente para una evaluacion, elaborar un plan y coordinar el programa. Las voluntarias del comite timon son sicologas, trabajadoras sociales, abogadas, expresidiarias y amas de casa . Las voluntarias del comite timon , tanto como las otras que componen la orga nizacion, con transportacion que la mayoria de las veces el las mismas proveen, visitan semanalmente la ca.reel de Framingham . (Servicio que esta servidora ejecuto por afio y medio, especialmente con las 26 madres latinas que habian para 1982-83, por ser yo la unica voluntaria latina). Las voluntarias son responsables de llevarles cada semana a los hijos de estas madres en prision , y de proveerles ayuda sicologica y muchas veces legal a ellas y su familia. El principal trabajo de AIM es ayudar a estas madres en prision, y abogar por mantener la union familiar. Luego que la confinada sale de prision, las voluntarias continuan ayudando en todo lo que puedan a estas mujeres en su nueva adaptacion a la vida y la sociedad. Uno de los principales logros de AIM ha sido que: el 40 % de las confinadas que salen de prision vuelven a prision en menos de un afio. Para las confinadas que participan del programa de AIM , el porciento de las que vuelven a prision es menor del 10%. Otro de los grandes logros de AIM ha sido la union que se ha establecido entre las agencias que ayudan a la mujer y sus nifios y las prisiones. Antes, el Departamento de "Welfare" (Departamento de Servicios Sociales) no tenian ningun envolvi miento con las mad res solteras, una vez estas entraban en la prisi6n. Los trabajadores sociales o parientes rara vez las visitaban en la prisi6n. Por otro lado, los trabajadores sociales no pueden abogar por las mujeres en prisi6n; AIM pudo romper con esta pared divisoria entre las agencias del Departamento de Servicios Sociales y las confinadas. AIM cre6 la Fuerza Trabajadora de Servicios Familiares, un grupo traba474

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jador formado por el Departamento de Correcci6n, Salud Mental y Servicios Sociales. AIM junto con esta fuerza trabajadora esta proveyendo unas orientaciones al Departamento de Correcci6n, asf como de los supervisores de todas las oficinas del Departamento de Servicios Sociales. En menos de dos anos, AIM ha servido como puente de informaci6n y transmisi6n en las conexiones y los Servicios Sociales. Las voluntarias hacen reuniones cada semana en la que organizan sus visitas, reclutan nuevas voluntarias y discuten sus experiencias con los familiares de las confinadas y las confinadas. Las voluntarias de AIM deben poseer la fortaleza y la sensibilidad necesaria para poder trabajar con las confinadas; luego se planea un encuentro entre la voluntaria y la confinada por la coordinadora. Las voluntarias hacen un reporte semanal que se le entrega a la coordinadora de su grupo. Las voluntarias deben de ofrecer de 5 a 10 horas semanales a los familiares de las confinadas y participar en un entrenamiento especial de 6 semanas junto con la coordinadora. En estas semanas se les ensena a las voluntarias terapias de grupo y familiar entre otras, c6mo ayudar a estos ninos luego en la escuela, c6mo ayudar a las confinadas en el aspecto legal y social por medio de las agencias sociales. En cuanto a los derechos de la mujer se refiere, hay un grupo que ha sido dejado en el olvido. Las madres en prisi6n. La sociedad hace en cierto modo que los ninos sigan pagando los crlmenes de sus madres. Usualmente estos son removidos de sus hogares, escuelas y pueblos donde viven para ser llevados a otro sitio donde luego muchas veces son adoptados. La mayorfa de las mujeres son arrestadas por crfmenes menores como prostituci6n, alcoholismo o drogas. S61o el 25% de las mujeres arrestadas en 1972 fueron arrestadas por crfmenes serios y s61o el 2.9% por crfmenes de violencia. Hasta 1972 la policla no tenfa ninguna especie de orientaci6n para las madres arrestadas sin importar lo serio del crimen. Luego, por sugerencia urgente de la Asociaci6n de Mujeres Confinadas, el Departamento impuso las regulaciones para que dichos casos fueran tratados de un modo especial con cierta orientaci6n. Estos casos quedaron bajo el Procedimiento Patrol de Orientaci6n Num. 106-12. Cuando un oficial arresta a una mujer, el debe preguntarle si tiene hijos o una persona que depende de ella. Si la respuesta es afirmativa, ella llena un reporte especial de ayuda. Entonces el oficial con un permiso va a la casa de la confinada y verifica su declaraci6n. Si el nino esta solo, el oficial trata de encontrar un pariente o un vecino que se encargue del nino. Si no_consigue a nadie, entonces va y le pide ayuda a la oficina de " Child Welfare" para ver que clase de servicio el nino debe aplicar y c6mo proveerle transportaci6n. Aun con las regulaciones impuestas en 1972, la realidad dista mucho de ser lo impuesto por las mismas. Esto se puede observar en la gran disparidad entre el numero de ninos referidos a Servicios de Emergencia para Ninos . Una de las principales causas por las que sucede esto tambien es que muchas de las mujeres arrestadas se niegan a contestar ningun tipo de pregunta referente a sus ninos por miedo de que la policfa los tome y luego no los vuelvan aver mas. Y esto es una realidad para todos los estados en que se encuentra una carcel. Por ejemplo, una mujer que fue arrestada por posesi6n de drogas, la cual ten fa dos ninas, nos cuenta que cuando la policfa entr6 en su hogar a arrestarla le cortaron la cabeza de las munecas de las ninas en busca de drogas, mientras las ninas presenciaban la escena con lagrimas en los ojos. Luego le pusieron las esposas a la mujer y se la llevaron sin ni siquiera darle la oportunidad de que se despidiera de las ninas o que les diera una explicaci6n. Homines, Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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En otra ocasi6n, una mujer fue arrestada en el trabajo y nose le permiti6 llamar a su casa en 24 horas, donde la esperaban dos ninos de edad escolar. En el Distrito de Columbia, en 1969 mas de 2,200 ninos permanecieron solos un dla completo sin saber que sus madres hablan sido arrestadas. Una mujer nos cuenta que estuvo mas de 6 meses pidiendole a su abogado que averiguara el paradero de su hija. El nunca lo hizo; y cuando al fin ella lo averigu6, el abogado le aconsej6 que le diera la custodia de su hija a la familia que la estaba cuidando. Si ella hubiera seguido el consejo del abogado, hubiera perdido su hija para siempre. Luego que las madres estan en prisi6n, las visitas casi nunca son permitidas y no se les da ninguna ayuda u orientaci6n concerniente a sus hijos. Muchas prisiones no permiten la visita de ninos menores de 14 anos. Tampoco son permitidas llamadas telef6nicas a los ninos o las personas que los cuidan. Y aquellas otras carceles donde las visitas son permitidas, las visitas suelen ser muy cortas y no muy amenas, pues son a traves de una tela metalica o un cristal. Y peor es aOn, cuando madres que piensan que saldran bajo probatoria, y de repente se encuentran que han sido sentenciadas a prisi6n . En este caso la confinada casi siempre es conducida directo a prisi6n sin permitirle hacer ninguna llamada a sus hijos . Por otro lado, al igual que sucede en Puerto Rico, el hecho de que hayan muchos mas hombres en prisi6n que mujeres, se deja a las mismas mas rezagadas con menos facilidades y servicios. No hay ningOn estado en Estados Unidos que tenga mas de una carcel y ocho no tienen ninguna, haciendo la situaci6n mas dificil , pues muchas mujeres son trasladadas lejos de su hogar, haciendo mas difrcil as! mantener los lazos familiares. Una de las confinadas nos confes6 que no ha visto a sus tres ninos en dos anos, pues ellos viven con su abuela a 300 millas de distancia . En Puerto Rico, aunque las distancias no son tan grandes como en Estados Unidos, sucede lo mismo, pues la Onica carcel de mujeres se encuentra en Vega Alta y muchas de las madres confinadas son de pueblos lejos de Vega Alta y no tienen , debido a los escasos recursos econ6micos, el dinero para pagarles el pasaje a los ninos o quien les haga el favor de traerselos. Parte de los programas de AIM provee a las confinadas con : conferencias y " workshops " para las confinadas con problemas, pellculas y terapias de grupo. Todas las voluntarias de AIM trabajan tambien en la " Casa Elizabeth " en la cual se ayudan a las confinadas que acaban de salir de prisi6n y a aquellas mujeres con conflictos emocionales. Llevan los ninos a pasadlas, museos y parques. Se venden refrescos , bizcochos , etc., para sacar fondos para traer a los hijos de confinadas que no los ven en a nos o para que los llamen por telefono, debido a que viven lejos de la carcel y no tienen transportaci6n . Por ejemplo, el fin de semana del 22 de julio de 1983, Tina Williams vio por primera vez, en dos a nos de haber estado en prisi6n, a sus hijos, los cuales viven en Chicago y carecen de transportaci6n . La alegrla y la emoci6n que se experimenta al ver esta mujer reencontrarse con sus hijos despues de 2 anos, es in descriptible. Las confinadas embarazadas afrontan otros problemas como, falta de una dieta adecuada, ayuda ginec61oga, orientaci6n sobre el parto y los abortos casi nunca se practican. Luego que la madre da a luz, debe decidir inmediatamente que hara con el nino, si darselo a algOn familiar o amigo, o sino, darlo en adopci6n. Las conf inadas no rec iblan orientaci6n sobre que hacer con sus ninos y ninguna ayuda sicol6gica o preparaci6n para la separac i6n de su nino. 476

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En cuanto a la ayuda familiar y legal para estos problemas , AIM cuenta con una coordinadora de ayuda legal y familiar que es responsable de ayudar a las madres con la custodia de los ni nos y planear visitas de los mismos a prisi6n . Se les da orientaci6n legal a las confinadas en reuniones especiales sobre sus derechos como madres. Tambien se les da conferencias del Departamento de Servicios Sociales , y conferenc ias de apoyo sicol6gico en las cu ales se establecen las metas de AIM . Se conecta a las confinadas con agencias como " Casa Latina ", " Sojourn ", " Every Women Center" (para las cuales tuve la oportunidad de trabajar) y otras que les proveen ayuda econ6mica, casa , comida y empleos y tambien les cuidan el nino mientras ellas salen de prisi6n. La coordinadora recibe orientaci6n tecnica y entrenamiento del Departamento de Servicios Legales de Boston, la que a su vez supervisa y orienta a las voluntarias . La coordinadora hace el trabajo para-legal y de oficina. AIM public6 dos panflet os acerca de la ayuda familiar y legal: " How to set up a service plan conference with Department Social Service ", y " How to file a grievance with Department Social Services ". Los planfletos explican con lujo de detalles los derechos de los nii'\os y aspectos legales de custod ia. A diferencia de los programas de rehabilitaci6n o el Bienestar Publico (Welfare), el programa de AIM pone en manos de las confinadas la decis i6n respecto a sus hijos, y no trata de manipular a las confinadas para que los de en adopci6n, excepto en raras ocasiones; dandoles asl el derecho a escoger, pues si se toman todas las decisiones por el las, se les priva del sentim iento tanto del senorlo de sus actos como de la responsabilidad de su propia conducta . Otro de los logros de AIM ha sido ACES , un grupo de apoyo de los hijos de las confinadas. Para AIM esto fue algo maravilloso, pues esto nos demuestra que los nii'\os han perdido en cierto modo la verguenza que sentfan antes de tener a sus madres en prisi6n . Esto nos demuestra que ellos se sienten bien cons igo mismos y con sus madres, pues realmente es una experiencia traumatizante para los hijos de confinadas el hecho de separarse de su madre. Usualmente, el nii'\o siente rabia , frustraci6n , miedo, inseguridad y abandono. Llevando los nii'\os a prisi6n es una oportunidad para que los hijos de las confinadas boten hacia afuera toda esa ansiedad y rabia. Al principio, los nii'\os no quieren ir por miedo o coraje, pero luego que van y ven lo alegre que se sintieron sus madres , entonces salen muy contentos de all!; pues han hablado con sus madres yen cierto modo, se han contestado ciertas preguntas, y se van con el deseo de volver a verla . Otra de las ventajas es que cuando los nii'\os van en la guagua aver a sus madres, t ienen la oportunidad de dialogar y compart ir con otros nii'\os que tambien pasan por el mismo problema. A continuac i6n, carta de un hijo a su madre en la ca.reel : " lC6mo estas? " Yo estoy bien. Yo se d6nde tu estas y lo siento mucho. Yo se que tu estas preocupada por ml y papa, pero no t ienes por que preocuparte. Yo estoy bien y papa puede cuidarse solo. Tu preocupate por t i. Yo estoy bien en la escuela. Qu iero verte pronto, espero que salgas bien pronto, o por lo menos , antes de que pasen los 7 ai'\os. Todos estamos rezando por ti , nosotros te queremos, mama, y sabemos que estas pasando por un momento diflc il, pero yo se que pronto seremos una familia otra vez. Te lo prometo". Nick

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Desde que AIM comenz6, ha ayudado alrededor de 150 madres con servicios sociales que varian desde transportaci6n , para que puedan ver su familia , hasta ayuda legal y sicol6gica en los casos de custodia de sus ninos . Actualmente, hay 22 voluntarias trabajando en el programa, y se han podido hacer unas 1,000 visitas de familiares a las confinadas y hemos podido ver la alegria de muchas madres al volver aver a sus hijos , los cuales muchas de ellas no sabian en que estado se encontraban, ya los cuales no veian, muchas veces en 2 6 3 a nos. A continuaci6n , les dare algunas confesiones hechas por algunas mad res confinadas en la carcel de Framingham en Boston (Nov. 1982), donde trabaje como voluntaria: " lPor que la sociedad una vez sabe que una mujer esta en la carcel la descarta como mad re y no la cree capaz de llevar el rol de mad re? " Greer " lAcaso alguien tiene idea de lo dificil que es criar un niiio sol a, uno en la ca lie?" Kathy " Casi nunca veia a mi hija, solo la pude ver un par de veces por las noches , si no hubiera sido por AIM , no la hubiera podido ver casi nunca ". Jenny " Debido a que mi familia no t iene transportaci6n , casi nunca podian visitarme, ahora gracias ·a AIM, puedo verlos semanal mente ". Greer " Gracias a AIM yo pude mantener mi hijo con mi familia y no con alguien extrano ". Valerie "Yo pregunte por unas clases de nacimiento natural que ofrecfan en el hospital para ver si era posible y yo pod fa tomarlas. Pero la contestaci6n fue que ellos no tenian a nadie que me llevara. Ahora , gracias a AIM , una de sus voluntarias , la cual es enfermera, me esta llevando a tomar las clases y me esta ayudando mucho en todo". Teneisha "Mi nino estaba en intensivo en el hospital, y ellos llamaron a la carcel para obtener mi permiso para tratamiento de emergencia. Yo no obtuve el mensaje hasta tarde en la noche y no me permitieron llamar otra vez hasta el otro dfa por la manana. Gracias a Dios y AIM que ellos trataron al nino con el permiso de mi tra". Karen "Realmente yo nose d6nde se encontraban mis ninos. Yo perdf a mis padres, pero la sensaci6n de no saber d6nde estan mis ninos es un sentimiento que no quiero experimentar otra vez. Es como perder un ser querido dia tras dfa". Lisa Todo esto nos deja ver claro que la (mica manera de las confinadas volver a mantener un control de su vida social cuando salen de prisi6n, es manteniendo una estrecha relaci6n con su familia y el mundo de "afuera". El Sistema de las carceles rompe en muchas maneras las relaciones familiares y con el mundo exterior. En Puerto Rico hay una necesidad de preparar a estas mujeres para volverse a integrar en la sociedad. Hay una necesidad de ayudarlas a construir sus vidas otra

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vez , de unir otra vez los lazos fam iliares entre la famil ia. La pr is i6n de mujeres en Puerto Rico no ti ene ningun tipo de programa de rehabilitac i6n que ayud e a las con finadas en su adaptac i6n social. De acuerdo con lo que plantea la Ora. Lopez Garriga en su tesis , casi todos los programas que existen son solo para j6venes; en cuanto al aspecto sicol 6g ico, lo unico que se pract ica es la qu imioterapi a, y darles calmantes. Entonces tendremos que preguntarnos hasta que punto, proveer les cal mantes es la soluci6n del problema. En cuanto a la Casa de Providencia y la ayuda que esta provee, nose obtuvo in formac i6n . Es hora de ver que se puede hacer para ayudar a esas confinadas que salen de la carcel a las 12:01 AM , l a d6nde van , que hacen con sus vidas ?; lo mas probable es que vayan a parar al mismo sit io donde salieron , pues no tienen otro sit io donde ir; donde el hombre que la mantenia y que probablemente es el mismo que la intro duj o a las drogas o a la prostituci6n . AIM nos da muchas alternativas que podriamos muy bien , con algunos cam bios soc io-cul t ura les , implantar en Puerto Rico pa ra ayudar a estas con fi nadas ; como por ejemplo, que el personal de correcci6n sea entrenado con mejores metodos de comunicaci6n y relac i6n hacia las confinadas . Los consejeros o trabajadores sociales, deben de proveer ayuda no solo a las confinadas , sino tambien a la familia de ellas . Que se les de mejor asesoramiento legal. Que nose efectuen las visitas a traves de la tela metal ica , para hacerlas asi mas placenteras y menos deprimentes. Que se ayude a las madres en las carceles para que puedan ver a sus ninos, o comun icarse con ellos por telefono. Y se les aconseje sobre la custodia de sus ninos . Que se les provea mejor tratamiento sicol6gico a las confinadas y la famil ia de las mismas. Que se organice mejor la carcel en el aspecto de c6mo estan divididas las confinadas. Que se dividan por edad y magnitud del crimen para asi evitar peleas y la destrucci6n de muchas confinadas , especialmente j6venes con crimenes menores que las colocan con mujeres que han cometido crimenes mayores y cumplen una larga condena, y no les importa danar la vida de cualquier otra pe rsona. AIM abre una puerta en un sitio donde todas las puertas estan cerradas . No es mi intenc i6n con este reportaje romantizar el caso de las madres en las carceles , o querer hacer ver que las confinadas no deben pagar por sus acciones . Pero definitivamente es responsabilidad y obligaci6n de nosotros y el gobierno ayu dar a los ni nos de estas confinadas y no hacerlos pagar tambien por los errores de sus mad res . Es hora de que empecemos aver las confinadas , no solo como criminales , sino como madres y seres humanos tambien. Y para terminar, quisiera compartir con ustedes un poema que conserve con mucho celo , que una madre latina le escribi6 a su hijo en prisi6n.

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El Nino Triste Por: Yolanda

l POr qu e es ta el nino triste? iOh ! a su madre le han qu itado y muy lejos, muy lejos la han llevado. Sus oj itos la han buscado, y no la han hallado. La madre, que mucho ha llorado al no saber quien a su hijo ha encontrado. Una pena en su alma, iOh ! si solo tuv iera yo un ialma ! que de mi se acordara, la tristeza de mi nino no me acongojara.

BIBLIOGRAFIA 1. Gomez Daldio, Maria, " Hispanic Women Offenders and Ex-offenders ", 11 -27-79. 2. Lopez Garriga, Maria Milagros (Ora.), " La Joven Detenida y la Mujer Convicta: Sus Necesidades , Aspiraciones y Opciones de Rehabilitacion " . Junio 1981 . 3. Otero de Ramos , Mercedes , " La Ca.reel de Mujeres en Puerto Rico : Rehabilitac ion y Soc ializacion ". 1979.

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MUJERES PROMINENTES

"Minima Mitica", Susana Espinosa, 1985, barro, oxidos, engobes, alto 21 ½".

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JULIA DE BURGOS: FEMINISTA

Doris Vazquez Ramirez*

Este afio el natalicio de nuestra querida poeta, Julia de Burgos, coincidi6 con un auge del sentimiento feminista por parte de mujeres puertorriquefias de distintas ideolog ias pol iticas. Tai resu rgi mien to de consciencia femi nista me motiva a comentar sobre Julia, a !raves del prisma de la liberaci6n de la mujer, utilizando como base para el analisis el contenido de su poesia y su epistolario. Al exponerme hace algun tiempo, a la poesia ya la vida de Julia de Burgos, imagine como su simbolo, una gran mandala de la naturaleza: una margarita. De acuerdo con Carl Jung , una mandala es un circulo magico que simboliza la totalidad. La mandala siempre tiehe un centro yen el caso de Julia indudablemente ese centro es su Ser-poeta. Los petalos de la margarita se pueden ver como sus caminos toma dos. Ampliando esta simbologia, llegue a identificar cinco petalos: (1) La relaci6n con su madre como fuente inspiradora ; (2) La unidad con la naturaleza -especialmente su rio ; (3) La relaci6n con su hombre amado; (4) El activismo -politico, social, feminista; y (5) La relaci6n con su muerte. La mandala sugiere una actividad integradora y saludable, y podemos ver en sus poemas esa aspiraci6n, siempre creciente, por integrarse como persona. Al leer sus poemas autobiograficos, entendemos esa lucha de Julia. Sin embargo, durante toda su vida el monstruo que impide la liberaci6n humana la atac6 ferozmente con sus cuatro cabezas: machismo, racismo, colonialismo y clasismo. Ella combati6 a las cuatro con las unicas armas a su disposici6n: sus poemas y su gran coraz6n . El saldo de esa lucha fue su magnffica obra poetica. Durante los ultimas afios, en clases y talleres basados en la psicologia de la mujer, he podido compenetrarme con el efecto evocativo que tiene la obra y vida de Julia de Burgos en mujeres puertorriquefias. Su poemario nos ha servido como espejo que refleja nuestra propias experiencias, aportando respuestas a nuestras inquietudes. Este trabajo de estudio y de conscientizaci6n nos ha confirmado que Julia fue una feminista . A pesar de morir antes del llamado " movimiento de la liberaci6n de la mujer" de la decada del setenta, Julia se adelant6, al igual que lo hicieron otras mujeres puertorriquenas como Ana Roque de Duprey, Luisa Capetillo y las mujeres obreras de principios de siglo. Julia Ilene en comun con el paradigma feminista moderno lo siguiente: (1) Una consciencia social desarrollada; (2) La creencia en la liberaci6n de la mujer y del

*

Psic61oga puertorriqueiia; Directora de la Comisi6n para la Mujer, Oficina del Gobernador, Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

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hombre de las restricciones de sus roles sexuales , coma estos han sido definidos culturalmente; (3) La convicci6n de que las mujeres y las hombres tienen igualdad de derechos , poder. privilegio, y responsabilidad; (4) Una relaci6n con la naturaleza basada en la unidad y cooperaci6n y no en el dominio y la explotaci6n ; (5) El sentido de responsabilidad de contribuir a la conscientizaci6n de la mujer y del hombre para combatir toda opresi6n ; par ejemplo, machismo, racismo , clasismo y colonialismo; (6) El rechazo de la violencia par parte de gobiernos opresores. Julia contribuye a la conscientizaci6n de la mujer cuando hace una expresi6n conmovedora de auto-afirmaci6n en su poema, " Yo misma fui mi ruta ". A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado de las troncos viejos. Pero la rama estaba desprendida para siempre, y a cada nuevo azote la mirada mia se separaba mas y mas de las lejanos horizontes aprendidos; y mi rostro iba tomando la expresi6n que le venia de adentro, la expresi6n definida que asomaba un sentimiento de liberaci6n intima . .. Yo quise ser coma las hombres quisieron que yo fuese: un intento de vida; un juego al escondite con mi ser. Pero yo estaba hecha de presentes; cuando ya las heraldos me anunciaban en el regio desfile de las troncos viejos, se me torci6 el deseo de seguir a las hombres, y el homenaje se qued6 esperandome.

En ese poema, que forma parte de su lucha por salvar su propia identidad, Julia revela su dolorosa pugna contra las restricciones que impone una cultura patriarcal a la mujer. Esta consciente del precio que tendra que pagar por su rebeldfa: soledad, rechazo, y falta de reconocimiento. La tarea que ella se propane, de romper esquemas tradicionales y de superarse, no es una que se puede emprender en el aislamiento. Y una constante en la vida de Julia es su soledad. La lucha por la liberaci6n requiere una comunidad de apoyo. La feminista norteamericana, Gloria Steinem, afirma esta necesidad cuando dice: ... el " status quo " se protege castigando a quien lo desafla, especialmente mu jeres cuya rebeli6n ataca lo mas fundamental de la organizaci6n social: el rol sexual. Cualquier mujer que elija comportarse como un ser humano complete se le debe advertir que los ejercitos del "status quo" la trataran como si fuera un chiste; esa es su primera arma. Ella necesitara una hermandad de mujeres. 1

Sigue su auto-conscientizaci6n en el poema "A Julia de Burgos ... " en una reflexi6n profunda entre su ser socializado y su ser esencial. Usando un di a.logo, desarrolla un ejercicio llrico de confrontaci6n con lo establecido. En un esfuerzo por definirse, ataca a los roles sexuales, el machismo y las instituciones que intentan amoldar a la mujer en estereotipos para mantenerla controlada y subordinada. 1

Gloria Steinem , "Sisterhood " , The First Ms Reader, ed. F. Klagsbrun (New York : Warner Books, 1973), p. 9.

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En su dialogo identifica su ser social como " . . . frfa muneca de mentira social " .. . " miel de cortesanas hipocresfas " . .. "egofstas" .. . " grave sei'lora sei'lorona" . . . " dama casera , resignada , sumisa, atada a los prejuicios de los hombres " . . . "tu en ti misma no mandas; a ti todos te mandan " .. . "y el que diran social ". Julia hace afirmaci6n de su identidad, de su ser autentico que identifica como "viril destello de la humana verdad " ... " coraz6n " ... " vida " ... " fuerza " . .. " la mujer" . . . " en mf manda mi solo coraz6n, mi solo pensamiento; quien manda en mf soy yo. " De nuevo se da cuenta del riesgo envuelto en auto-definirse y hacer valer su posicl6n : "todo me lo juego a ser lo que soy yo" . Al mismo tiempo se percata de su dualidad, de sus ambivalencias . Este predicamento de la mujer en proceso de conscient~zarse lo describe la femin ista australiana, Germaine Greer, asf: Se necesita valor e independencia para decidir disei'\ar la imagen propia y no la que la sociedad recompensa ... Desde luego, una mujer que decide segu ir su propia direcc i6n encontrara que el acondicionamiento ha dejado su huella, pero al menos puede ella reconocer sus mecanismos y contrarrestarlos ... 2

Julia de Burgos estaba muy adelantada a su epoca y circunstancias. En su poema-dialogo, que es un gran esfuerzo por conscientizarse, solo discrepo de ella cuando utiliza el calificativo de " egofsta" para describir a la mujer formada por nuestra cultura. Tt1 eres como tu mundo, egofsta; yo no; que en todos mis poemas desnudo el coraz6n ...

Se le dificulta mucho a esta mujer socializada ser " egofsta " ya que su forma ci6n la predispone a obedecer, acomodar, servir a otros y vivir vicariamente a traves de los logros de su esposo, hijos, padres, jefes, y hasta lfderes polfticos masculines. Cuando no cumplimos con las expectativas de otros, nos sentimos "egofstas " . A ese sentimiento casi siempre le sigue el de la culpabilidad que puede paralizar nuestros esfuerzos por ser personas actualizadas. Es facil caer en el error de "culpar a la vfctima " y hasta sentir auto-desprecio por ser como nos han ensei'lado a ser. A veces extendemos nuestro auto-rechazo a otras mujeres, que son vfctimas como todas, de costumbres y patrones aprendidos, y de las contradicciones que · emergen . Ademas, vale distinguir entre el ser "egofsta" y el ser " autoafirmativa" . Lo que Julia demuestra es un esfuerzo por afirmarse como mujer completa y aut6noma en esta sociedad. Los siguientes comentarios del autor argentino Ezequiel Ander-Egg tienen pertinencia en toda esta problematica: La mayorla de las mujeres no tiene conciencia de su situaci6n de sometidas y alienadas ; como tampoco la mayor parte de los hombres tiene concienc ia de que someten a las mujeres ... Esta es una sociedad por hombres para hombres en la cual a(m lo que es mujer ha sido pensado y concebido por los hombres . .. Si penetramos con nuestra mirada mas alla de los velos , encubrimientos y mitificaciones, la mujer ha sido -s igue siendo- sombra del hombre, ama de casa, esposa domesticada, amiga comprensiva, madre abnegada, reposo del guerrero. La sociedad mach ista concibe la mujer s61o en dos dimensiones: simple placer y animal reproductor. En el primer caso, mui'leca de lujo, ser decorat ivo, objeto sexual para la posesi6n del macho; en el otro, ama de casa atenta a los gustos y deseos del marido. En uno y otro caso, dependiente y subord inada al hombre. 3

2

Germaine Greer, The Female ·Eunuch, (New York: Bantam Books, 1970), p. 142.

3

Ezequiel Ander-Egg, La mujer lrrumpe en la hlstorla, (Madrid : Editorial Marsiega, 1980), p. 11 .

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No es facil encontrar un hombre poeta que exprese su deseo de ser mujer. En " Pentacromia " Julia expresa el deseo de ser hombre. Menciona una gama de hombres desde Don Quijote y Don Juan has ta un bandido, un mi Ii tar y un trabajador azucarero. Julia, al igual que mujeres como Anais Nin , Juana de lbarborou y Alfonsina Storni , manifiestan este anhelo de ser hombre. lPor que? lNO sera que anhelan el privilegio y el poder del hombre, y no el simbolo de poder de su anatomia, como propone Freud? Si bien es cierto que hay hombres oprimidos por el sistema en que vivimos, no lo son , como las mujeres, por raz6n de su sexo. En la ultima estrofa de " Pentacromia ", la ironia de Julia se convierte en agresi6n : Hoy, quiero ser hombre, Subir por las tapias, burlar los conventos, ser todo un Don Juan; rap tar a Sor Carmen y a Sor Josefina, rendirlas, ya Julia de Burgos violar. Su frustraci6n se torna en violencia , la cual va dirigida hacia el simbolo de la mujer reprimida, obediente, enclaustrada; yen contra de su propia subpersonalidad conformista . Desea liberarse. Por su espiritu libre, podemos visualizar las dificultades que tendria Julia para encajar dentro de la sociedad de los anos treinta en Puerto Rico. Su matrimonio a los veinte anos culmin6 en divorcio; y le toca vivir en una epoca en que la mujer es juzgada como buena o mala, repitiendose el viejo mito de virgen o prostituta. La mayoria de sus amigos eran hombres que compartian sus intereses: poetas, artistas, politicos. La vida bohemia se le perdona a los hombres pero no asi a las mujeres. Me contaron queen una ocasi6n Julia visit6 el hogar de una reconocida poeta puertorriquena, quien era parte de la clase social privilegiada, para presentarle un Ii bro de sus poemas. Esta senora le dijo a Julia que recibia en su casa a la " poetisa " pero no a la " mujer". Me pregunto si ella le hubiese dicho algo semejante a Llorens Torres o a Pales Matos , ambos companeros de Julia. Una anecdota que me relat6 una poeta que aun vive, es que siendo joven ella admiraba a Julia y que habfa ido a verla en varias ocasiones. Julia la apart6 hacia un lado y le dijo que no era conveniente para una jovencita ser vista en su compania porque podria ser afectada por la reputaci6n que ella tenia . Ademas , Julia fue estigmatizada por su compromiso politico con los nacionalistas. Ella presentaba los problemas socio-polfticos y econ6micos que confrontaba su pueblo con poemas tales como "Desde el Puente de Martin Pena " y " Domingo de Ramos " (sobre la Masacre de Ponce). A pesar del rechazo por segmentos de la sociedad, Julia seguia luchando, trabajando, estudiando (obtiene certificado de normalista), escribiendo (publica "Poema en veinte surcos " y luego "Canci6n de la verdad sencilla " ). Pero siempre dentro de una atm6sfera de soledad y melancolia que se demuestra en la siguiente estrofa: Nadie. Iba yo sofa. Nadie. Pintando las auroras con mi {mica color de soledad. Nadie. (Poema detenido en un -amanecer)

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Julia encontraba aliento solo en la naturaleza, especialmente en su amado Rio Grande de Loiza. El rio fue una presencia viva para ella, fue su fuerza vital, su amigo, su amante -fue ella misma. En su poema, "Rio Grande de Loiza ", comienza evocando el rio para que se prolongue en ella, yen retrospectiva sobre sus ciclos de desarrollo, descubre sus raices en el rio. Durante su adolescencia, el rio fue su gran amor, " unico hombre que ha besado mi alma al besar mi cuerpo ". Vive asi su propio mito con el rfo como su simbolo primal. Al final de este poema, tal parece que Julia sale de su quimerico mundo interno y se enfrenta a las duras realidades de ella y de su pueblo. La imagineria rica, fresca , lujuriante de su rio contras ta con la aridez econ6mica en que vivia Julia y su familia. El llanto del rfo coincide con su propia pena y con el lamento de su " esclavo pueblo '. El tema del rio surge de nuevo cuando a los veinticinco anos Julia conoce a un profesor de la Republica Dominicana invitado a Puerto Rico . Resultan muy afines, terminan enamorandose, yen " El encuentro del hombre y el rio " Julia comparte su proceso de amorosa entrega: Vo/via la amante suave, por los ojos def rfo, la ado/escente tragil que su cuerpo entregaba, la que se tuera en noches a espiar las estrel/as, y que un dfa entre los hombres su vestido enredara .. . Envuelta en el misterio de ser mujer o sueflo, yo caminaba a ciegas sobre mi propia alma. De frente, mi amor loco por el rfo se encendfa, ya mi /ado, mi amante, la emoci6n me inundaba . .. Cuando perdf en mis pasos el impulso de/ rfo me le solte a la vida con voz desesperada y ya dura de golpes, sorprendf entre mis aflos, una mano que en luces mi dolor levantaba. Yo le ame, por sus hondas incursiones celestes, que cal/aron el hondo si/encio de mi alma, y note que mis venas se poblaban de instintos cada vez que sus brazos con mis brazos rozaban . .. Por un instante el alma se me fue de /os pasos, y me olvide la vida, y me doble las alas: por entre las cortinas de extraviadas relampagos, enteros de verdad, hombre y rfo se miraban . .. (Tai vez en lo mas fntimo def coraz6n def rfo presenciaron los lirios una muerte de alma . . .)

Julia idealiza al profesor hasta el punto de identificarlo con " rfo hombre", como podemos percibir de su poema, " El rival de mi rfo". El tiene en sus caricias el gesto de tu abrazo . . .

Tu me besaste un dfa- despertandome el alma; el tambien me ha besado con un beso tan lfmpido, que no se al/a en mi espfritu si posar extasiada en el beso de/ hombre o en el beso de/ rfo.

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j Quien sabe si al vestirme con mi traje de came, y al sentirte enroscado a mi anhelo mas intimo, surgiste a mi presencia en el rio de sus ojos, para entregarte, humano, y sentirte mas mio 1 . . . i Rio Grande de Loiza 1 • • . Yo lo fui contemplando desde la came al alma: ese fue mi delito. Un sentimiento c6smico estremeci6 mi vida, y me lleg6 el amor . .. tu rival presentido.

La entrega de Julia al hombre fue completa ; tuvo el valor de amar y de ser vulne rable . Cuando a el le llega el momento de partir, Julia le acompana y viajan a Nueva York y Trinidad , estableciendose finalmente en Cuba , donde residian el y su fam ilia. Julia y su amado fueron muy felices al principio, mas sin embargc, sutilmente se fueron interponiendo entre ellos, actitudes machistas y clasistas que socavaron la posibilidad de disfrutar de una relaci6n duradera, con igualdad y respeto mutu o. A continuaci6n , ci to fragmentos de cartas que Julia le escrib iera a su hermana, Consuelo: 13 de enero de 1941 (X) me quiere cada d ia con mas apego y mas pasi 6n y cad a d ia qui ere ce rrarme mas del mundo. No qu iere que me pinte las unas sino de color natural , ni qu e me pint e en la casa . . _4

Esta actitud autoritaria de parte del hombre con su compaflera surge de la vi sion de la mujer como propiedad ; tambien proviene de l egoismo e inseguridad del hombre que se socializa dentro de una ideologia machista. Dentro de esta estructu ra , los celos son cons iderados como una serial de amor, y se le perm ite al hombre aislar a la mujer para que esta este disponible para el en todo momento. En Cuba, este senor la interna en una casa de huespedes donde la visitaba a su conveniencia : 14 de ju lio de 1941 . .. Hago una vida mas puritana que la mas puritana de las momias femeninas . Paso el dla cosiendo, oyendo el radio y hablando con las damas , que me rodean en la casa de huespedes ; la noche, sentada rfgidamente en una reunion formal , comentando las inept itudes de las sirvientas, manteniendo mi posici6n de 'esposa ', prejuiciada y mojigata ; y en cuafquier momento inesperado, por la calle, (X) se encuentra con un amigo de la familia , y me presenta como amiga . .. Te j uro que a veces es horrible. iY tan sola que me siento, tan indefensa, sin atreverme a dar un paso ! Adoro a (x); el me adora a su manera, pensando en primer lugar en su familia , que le ha dicho que se suicidara si se casa conmigo. Un dfa me propuso casarse secretamente , pero yo le dije veinte cosas , iimagfnate! , le dije que serfa su esposa ante los hombres sin excepc i6n de vfnculos ; si no, podrfa quedarse con su limosna que yo no necesito. iA veces me da rab ia, en verdad '.5

4

Yvette Jimenez de Baez, Vida y poesia de Julia de Burgos (San Juan: Editorial Coqul, ,1976), p. 51 .

5 Ibid.,

p. 54.

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Durante este perfodo, Julia intent6 estudiar en la Universidad de La Habana , escribi6 una serie de poemas , recibi6 reconocimiento de la clase intelectual ; mientras escribfa su ultimo Ii bro " El mar y tu " . Sin embargo, las dificultades con su companero la iban minando. Germaine Greer bien ha dicho: Una mujer qu e decide ser amante sin condiciones podria descubrir que su rela ci6n se termina relativamente facil por su grado de resistencia a esfuerzos de domarla .6

La verdad es que Julia no llenaba los requisitos de la familia clasista y racista del profesor, y el nose enfrentaba a lo que Julia llama : ... la tremenda resistencia convencional de los ultimas representantes de un regimen que se muere, y que ha estado ahogando al espiritu ya la verdad , durante siglos y siglos -7

Deciden separarse yen 1942 Julia sale para Nueva York , sin dinero, solo con el pasaje que el le compra . Le escribe a su hermana, Consuelo: ... Todo se me exigla y nada se me daba, sino comida , lecho y carino. Tenla todos los deberes y ningun derecho. Para una mujer joven y dotada de algunos dones no basta solamente una dedicaci6n amorosa de tipo espiritual y material. Hace falta tambien que ese amor se proteja de los demas , asumiendo una responsabilidad legal y publica . .. Ultimamente me lo dijo francamente , que mientras vivieran ellos , no podia hacer nada . .. El rebaj6 con rencores pequenos y desbordaba y brutal pasi6n , aquello tan enorme. El prof undo dolor se ha convertido en indignaci6n. No con el , sino con el hombre mismo. Para ml no existe el , sino la humanidad . iY que pobre es! . . . Le escribi un prof undo, desgarrador, pero inaplazable adi6s. Y por veinte dlas, ya libre, volvl a ser yo .. . Yaqui estoy, llorando no de dolor, sino de decepci6n. s (Nueva York, 12 de Jul io d e 1942)

Con elocuencia, Julia comparte su experiencia. Llama la atenci6n a las injusticias que conlleva el rol sexual de la mujer. Renoce sus mecanismos, reclama sus derechos, y con gran valor intenta volver a ser ella misma. El amor romantico conlleva la idealizaci6n del ser amado y la entrega total. Esa entrega de Julia la habia llevado a negarse a si misma ya depender de este hombre para todo, desde lo emocional hasta lo econ6mico. Habia perdido su preciada autonomfa. Shulamith Firestone describe esta realidad de la siguiente forma: Sostengo que el amor es esencialmente un fen6meno mucho mas simple -se complica, corrumpe u obstruye, por una desigualdad de poder . .. El amor requiere una vulnerabilidad mutua o se torna destructive: los efectos destructivos del amor ocurren en un marco de desigualdad. Pero como la desigualdad sexual se ha mantenido como una constante -aunque el grado haya variado- la corrupci6n, el 'amor romantico ' se torn6 en la caracterlstica del amor entre los sexos .9

6

Germaine Greer, p. 142.

1

Yvette Jimenez de Baez, p. 58.

s Ibid., p. 60. 9 Shulamith Firestone en: Sue Cox, Female Psychology: The Emerging Self, (Chicago, Science Research Assoc., Inc., 1976), p. 276.

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El mit o del amor romantico y la glorificaci6n del matrim onio y de la maternidad como part e indispensable del rol femenino , ejerce una presi6n poco facilitadora para las qu e deseen otras alternativas de vida. La exper ienc ia de Julia demuestra que una relaci6n primaria con un hombre constituye el centro del mundo de la mujer; no asi para el hombre. La psicoanalista, Clara Thomps on, dice queen el caso de la mujer, el amar y ser amada se torna en su profesi6n . Anade la Ora. Thompson que esta cultura no le ofrece a la mujer otra seguridad que no sea la de una relaci6n amorosa con un hombre . 10 Esta experiencia de Julia tambien sirve para recordarnos que no basta con el talento , la inteligencia, ni un enorme potencial , la mujer en esta sociedad no puede vivir sin adquirir consciencia sobre los problemas limitantes que le impone la cultura . Es el paso imprescindible para contrarrestarlos personal y colectivamente . La ruptura de la " relaci6n primaria " de Julia, y su tendencia a reprimir el coraje legitimo contribuye a su abatimiento. Como nos dice Phyllis Chesler, " la depresi6n en lugar de la agresi6n es la respuesta femenina a perdidas o desilusiones ". 11 La ruta de Julia siempre fue pedregosa: (" iEse maldito ambiente de nuestra ni nez, como nos persigue '." .. . " ese ambiente desheredado y arrollador ... " ). 12 Su sentido de derrota personal y espiritual es comprensible si se le suman al desengano, los azotes que recibi6 durante su vida de las cuatro cabezas del monstruo, y su falta de una comunidad de apoyo. Julia trata de evadir su desolaci6n con el alcohol y esto solo sirve para aislarla mas. Aunque el alcoholismo es designado como una enfermedad , hay una censura doble a la mujer alcoh61ica. 13 A pesar de su agobio, por un tiempo esta mujer valiente sigue escribiendo sus poemas y editoriales para peri6dicos, por lo cual gana un premio. Ademas se man tiene activa en la politica neoyorquina puertorriquena, se casa en busca de un hogar, trabaja por un tiempo en Washington hasta que su salud se quebranta, es hospitalizada, y su gran coraz6n deja de latir. Su muerte en una calle de Nueva York en el ano 1953 a los 39 anos de edad hace eco a su poema: Morir conmigo misma, abandonada y so/a, en la mas densa roca de una is/a desierta . En el instante un ansia suprema de clave/es, y en el paisaje un tragico horizonte de piedra. (Poema para mi muerte) El no poder tener hijos era uno de los pesares de Julia; sin embargo, mas de treinta anos despues de su muerte, las fertiles semillas de sus poemas nos siguen sensibilizando y dando frutos que alimentan la creatividad de todos los puertorriquenos. Es una fuerza unificadora; es nuestra maestra.

10

Jean Baker Miller, Psychoanalisis and Women, (New York: Penguin Books 1973), p. 76.

11

Phyllis Chesler, Women & Madness, (New York, Avon Books, 1972), p. 44.

12

Ivette Jimenez de Baez, pag. 11 .

13

E. Howell & M. Bayes, Ed., Women and Mental Health, (New York, Basic Books, 1981), p. 120.

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Encuentro "Mujeres Negras Puertorriqueiias", Semana de la Mujer, 1986. Foro Universidad lnteramericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano. Organizado por la Asociacion de Estudiantes de Ciencias Politicas.


LA MUJER PUERTORRIQUENA NEGRA, "LA OTRA CARA DE LA HISTORIA" *

Marie Ramos Rosado** -

Dedicado a: ANA IRMA RIVERA LASSEN -

Preambulo He aqui un tema sobre el cual pudieran escribirse muchos y preciosos volumenes y ha sido por desgracia, uno de los que menos han ocupado hasta el momento, la pluma de nuestros(as) principales estudiosos(as). Al estudiar la literatura puertorriquena a traves de los anos, he encontrado infinidades ejemplos de la imagen del grupo etnico negro. Me llam6 mucho la atenci6n, la cantidad de personajes femeninos dentro de la literatura puertorriquena. Pero masque nada, me interese en los retratos por logeneral negativos, que se ofrecen de la mujer negra. Este tema me "bu lie en la cabeza" desde 1976. Al finalizar los estudios conducentes al grado de Maestria, realice un trabajo de investigaci6n, que se titul6: La Educaci6n otro modo de Opresi6n de la Mujer Puertorriquefia. En aquel entonces recopile una gran cantidad de textos que se utilizan en las escuelas publicas; para las clases de espanol. Donde se presentan imagenes de la mujer oprimida a los estudiantes puertorriquenos. Es, en este momenta que me percato de otro problema; la visi6n de la mujer negra en nuestra literatura. Ademas, se encontraba en todo su apogeo, la publicaci6n del libro: Narciso descubre su trasero (1974) de lsabelo Zen6n Cruz. Texto que considero determinante para la selecci6n de mi tesis doctoral: La mujer negra en la literatura puertorriquefia. En su Ii bro, el profesor Zen6n Cruz le escribe de subtitulo: El negro en la cultura puertorriquefia, 1 titulo que demuestra que el tema fue estudiado desde una perspectiva muy amplia y excelente. •

Presentado el jueves, 13 de marzo de 1986, en la Universidad lnteramericana, Recinto Metropolitano, Sal6n 318, San Juan de Puerto Rico.

• • Profesora en el Departamento de Espanol, Universidad lnteramericana, Rec into Metropolitano. Directora grupo de bomba y plena Calabo. 1

lsabelo Zen6n Cruz, Narciso Descubre su Trasero (El negro en la cultura puertorriqueiia), Humacao, P.R. , ed. Furidi, 1974, Vol. I - 367 p. y Vol. II - 431 p.

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Saben ustedes que al salir a la luz publica esta valiosa investigacion, surge como era de esperarse todo un revuelo nacional. De tal manera que los que estabamos en esa epoca (decada del 70) en la Universidad de Puerto Rico, nos vimos obligados de entrar en la polemica. Yen todo Puerto Rico era: " lsabelo Zenon Cruz por aquf e lsabelo Zenon Cruz por alla". " Narciso aquf, Narciso alla". Todo era noticias, revistas , periodicos, television , radio . Al grado tal que entonces, esto siguio bullendo, bullendo, bullendo y estallo en un " escandalo " . Escandalo que a nuestro modo de ver consideramos muy positive. Este valioso estudio hizo que se revisaran algunos " issues " en Puerto Rico, entre ellos: La hispanofilia del Departamento de Estudios Hispanicos de la Universidad de Puerto Rico, Pedreira y la Generacion del Treinta, Los negros dentro de los Partidos Polfticos. Revision y rebuscacion hasta en los archives parroquiales de las Fe de Bautismo de todo negro o negra, o con un poco de pisca de esto. A esta tarea se dieron , los estudiantes del Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico. Visitaron e investigaron documentos en las igles ias de todos los pueblos de Puerto Rico. Con fines de completar un valioso estudio de la situacion de los esclavos en nuestra isla. Se realizaron muchfsimos proyectos aun .. . Es a partir de este libro que se producen otros valiosos estudios como por ejemplo: El pals de cuatro pisos y otros ensayos (1980) por Jose Luis Gonzalez. Declara aquf nuestro cuentista expresiones que han cafdo como bomba (Y no de la que se baila) sino de la que se piensa. Nos dice este creador lo siguiente: " . . . de esas tres rafces, la mas importante por razones economicas y sociales, y por consecuencia culturales es la africana ". 2 Luego, despues de este bombazo continua la efervescencia negra y entonces tendremos: Esclavos Rebeldes (1981) (Conspiraciones y sublevaciones de esclavos en Puerto Rico 1795-1873) por Guillermo Baralt. Este historiador nos dice, como los bailes de bomba, sirvieron para que los negros cimarrones se organizaran y escaparan de la opresion en que los tenfa inmerso los amos de las haciendas caneras. En nuestra literatura no pod fa faltar, aparece entonces: El almuerzo en la hierba (Llorens Torres, Pales Matos, Rene Marques)4 (1982) por Arcadio Dfaz Quinones . Este valioso crftico puertorriqueno, hace un estudio de revision y revalorizacion de estas tres figuras. A traves del metodo sociologico, senala a la figura de Luis Pales Matos como nuestro escritor pionero del tema negro; pero masque nada afroantillano. Se puede inferir, despues de leer este libro; que sera Pales uno de los primeros poetas que cultiva el verso de tema negro. Asf nos lo afirma tambien Monica Monsour en su libro: La poesia negrista y cito: " La poesra negrista como movimiento literario fue inaugurado hacia 1926 por el puertorriqueno Luis Pales Matos , y fue enriquecida en la decada siguiente por las aportaciones capitales de Nicolas Guillen, Emilio Ballagas, Regino Pedroso, Manuel del Cabral y sus seguidores " .5 Yes posible que sea el primero que ha escrito un poema dedicado a una bailarina negra titulado: Danzarina Africana (1918). 6 2

Jose Luis Gonzalez, El pais de cuatro pisos y otros ensayos, Rio Piedras , P.R., ed . Huracan, 1980, p. 19.

3

Guillermo Baralt, Esclavos Rebeldes, Rio Piedras, P.R. , ed . Huracan, 1982, 183p.

4

Arcadio Diaz Quinones, El almuerzo en la hierba, Rio Piedras, P.R. , ed . Huracan, 1982, 168p.

s M6nica Monsour, La poesia negrista , Mexico, ed . Era, 1973, p. 9. 6

Margot Arce de Vazquez, Luis Pales Matos, Obras, 1914•1959, Torno I, Rio Piedras , P.R. , ed . Universidad de Puerto Rico, 1984, p. 461 .

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Entonces surge otro Ii bro; pero en esta ocasi6n , no por un solo autor o autora ; sino por un grupo denominado: Taller de Formaci6n Politica; estos publican el Ii bro: iHuelga en la caiia! (1933-1934) 7 (1982). Dos anos mas tarde , Esclavos, Pr6fugos y Cimarrones (Puerto Rico, 1770-1870)8 (1984) por Benjamin Nistal Moret. Exactamente el 10 de diciembre de 1984. Y muy rapido, " casi corriendo " sale a la luz publica : La otra cara de la historia (La historia de Puerto Rico desde su cara obrera) 9 por Lydia Milagros Gonzalez/A.G. Quintero Rivera (1984). Libro valiosfsimo para cualquier persona que le interese conocer: El otro lado de la historia; la historia paralela, lo que no nos dicen los libros de historia puertorriquena. Por ejemplo, senala este lo siguiente: " Aquila esclavitud empez6 cuando los espanoles, buscando trabajadores que se fajaran en las minas de oro, obligaron a los indios tafnos a trabajar a la canona para ellos ". 10 Asi que los primeros esclavos fueron los indios y no los africanos . Y nos continua diciendo: "que despues que se agotaron las minas , los espanoles montaron otra empresa: la de la cana. El azucar se vend fa muy bien en Europa . Pero para hacer chavos en grande hacia falta la mano de obra . Por eso comenzaron a traer hombres y mujeres de Africa, para ponerlos a trabajar de gratis en la gran producci6n de azucar ". La mujer puertorriqueiia negra Lera el otro dfa un articulo en el peri6dico cuyo titulo era: " lPor que no me lo dijeron?" ,11 escrito por ldsa Alegria Ortega. Nos narra la profesora una anecdota ocurrida a ella en los pasados dias (Semana de la mujer en Puerto Rico). Se encontraba ella ofreciendo una charla en su sala de clases ; titulada: Como y por que las mujeres puertorriqueiias se integraron a la fuerza laboral asalariada . Le narraba a sus estudiantes que Celestina Cordero fue la precursora en la ensenanza de Puerto Rico . Fund6 ella la primera escuela de ninas pobres en San Juan . Como sabemos todos , en nuestra patria se conoce mas a Rafael Cordero: iEI Primer Maestro Negro de Puerto Rico! Para sorpresa de la estudiante se entera en esa ocasi6n, que Rafael Cordero era el hermano y que este habia continuado con la tarea de su hermana mayor; quien era negra y ademas maestra. Es asf que esta estudiante pregunta: "lPor que los Ii bros de historia no incluyen la participaci6n de las mujeres? lPor que los maestros en el salon no llenan ese vacio de los textos relacionados con las aportaciones femeninas a la historia?" 12 Entonces cabria preguntarnos aquf ahora: lPor que los libros de historia no incluyen la participaci6n de las mujeres puertorriquenas negras? lPor que los

7 Taller de Formaci6n Polftica, jHuelga en la cana !, Rio Piedras, P.R. 192. a Benjamin Nistal Moret, Eclavos Pr6fugos y Clmarrones, Rio Piedras, P.R. ed. Universidad de Puerto Rico, 1984, 287p. 9 Lydia Milagros Gonzalez, A.G . Quintero Rivera, La otra cara de la historia , Rio Piedras, ed. CEREP, 1984, 169p. 10 CEREP, La Honda (Boletln del Plan Divulgaci6n de Estudios de la Realidad Puertorriquena), Rio Piedras, P.R. , enero-septiembre 1985, Nums. 5, 6, 7, p. 2, tambien dice lo mismo. 11 ldsa Alegria Ortega, ''i_,Por que no me lo dijeron?", El Mundo, San Juan, P.R. , 18 de febrero de 1986, p. 25. 12 ldsa Alegria Ortega, " i,Por que no me lo dijeron?", en : El Mundo, San Juan, P.R., 18 de febrero de 1986, p. 25.

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maestros y maestras en el salon no llenan ese vacio de los te xtos relacionados con las aportaciones de las mujeres puertorriquenas negras a la historia? Algunos estudiosos en el area de la historia y la educacion creen que es poco importante y hasta lo ven como algo demasiado especial , el sumar a los temas (;lei debate en los curses de nuestras escuelas y universidades ; las aportaciones de ias mujeres a la sociedad. Asi que imaginense ustedes, donde estara ubicada la mujer negra. Yen nuestro caso la mujer puertorriquena negra. Terna que muy bien , lo trato lsabelo Zenon Cruz, " nose debe anteponer la raza a la nacionalidad ". 13 " Tai parece como si la identidad nacional fuera secundaria en las personas negras, pues no decimos el blanco puertorriqueno cuando nos referimos a este sector de la poblacion ". 14 Punto que muy bien nos lo vuelve a aclarar la profesora ldsa Alegria Ortega. Uno de nuestros problemas es que hay que aprender aver la historia puertorriquena como un proceso en el cual participa todo el mundo en una comunidad . Constantemente se pasa por alto, el hecho de que las mujeres formamos parte de ese entero que es la historia. Y mas aun, las mujeres negras tambien . En nuestros libros se olvidan de las mujeres comunes. Ya que olvidan que la historia la han hecho hombres y mujeres del pueblo; especialmente de la clase trabajadora. Y esto es asi; porque nuestra historia puertorriquena es la resena de los " grandes eventos". Se visualiza con la mentalidad de lo " Exclusive ". Es decir palabra que guarda relacion con excluir, separar, descartar, apartar, suprimir, exceptuar, eliminar, otros le diran marginar. Esto no es nada nuevo, hace mucho tiempo que Miguel de Unamuno hablo de la importancia de la " intrahistoria " y Azorin escribio su libro: Los Pueblos. Nos decfa Unamuno que siempre se estaba empenado en revivir las reliquias y que esto notenia, ningun fin util . Por otro lado aclaraba que " la voz de los hombres y mujeres de hoy, de came y hueso, a estos es que hay que oir " . Qui ere decir entonces, que hay que a nadir la perspectiva femenina ; pero pensaran algunos que esto es hacer la historia puertorriquena mas complicada y nosotros le dirfamos ; el especificar la mujer negra, mucho mas complicada aun . Cambio a la Historia Existen infinidades de Mujeres Puertorriquenas Negras que hicieron, hacen y haran historia de Puerto Rico, para enumerar un punado mencionaremos las siguientes: Celestina Cordero, mujer educadora y sus aportaciones son desconocidas, pertenece a la decada de finales del siglo XVIII. Juana Colon, obrera de las fabricas de tabaco, que lucho para mejorar las condiciones de las trabajadoras y trabajadores de Comerio. Organizo La Colectiva, de las despalilladoras del Tabaco. Luisa Capetillo, 15 periodista, ensayista y militante de la Federacion Libre de Trabajadores. Autora de una coleccion de ensayos que podrfa catalogarse como el primer manifiesto feminista en Puerto Rico. Dominga de la Cruz, "La que alzo la bandera en la Masacre de Ponce. Mulata, pequei'\a, viejita, vital y du Ice. Dominga tambien nacio y crecio, aprendi6 y trabajo,

13

lsabelo Zen6n Cruz, Narciso descubre su trasero, Humacao, P.R., ed . Furidi , 1974, p. 23, Vol. I.

14

ldsa Alegria Ortega, "l De que color? ", El Mundo, San Juan, 4 de febrero de 1986, p. 25.

15

Norma Valle, Luisa Capetillo, ensayo largo, tipo folleto.

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tuvo hijos y sufrio la existencia diaria de millones de mujeres pobres , negras y explotadas de nuestro continente ". 16 Es por eso que hemos querido dedicar esta charla a veinte (20) Mujeres Puertorriqueiias Negras que estan hac ienda historia . Y que a mi modo de ver, entendemos se merecen un homenaje , pues es hora ya que se tomen en cuenta sus trabajos , no solo como artistas, polfticas, maestras , etc. , sino como mujeres puertorriqueiias negras quienes tambien deben ser incluidas en las celebraciones, foros, c harlas , entrevistas y medios masivos de comunicacion, como parte de las Actividades de la Semana de la Mujer. Estas veinte mujeres son : (en orden alfabetico) Raquel Ayala - Bai larina del grupo de bomba : La Familia Ayala de Lofza. Grupo que lleva mas de veinte aiios hacienda trabajo cultural en Puerto Rico. Lucecita Benitez - Cantante sol Ista. natural de uI1 barr,o de Bayamon. quien ha logrado muchos exitos para Puerto Rico. Tanto dentro como fuera del mismo. Petra Cepeda - Bailarina del grupo de bomba y plena : La Familia Cepeda , grupo que lleva constituido mas de quince aiios. Su labor en el grupo de baile ademas de bailar, consiste mayormente en hacer las relaciones publicas y divulgacion . Natural de la comunidad de Santurce. Katina Colon Rohena - Declamadora, bailarina y artista de teatro del grupo de bomba y plena Calab6. Tambien ha representado tanto dentro como fuera del pafs , a la mujer puertorriqueiia negra. Es la mas joven de este grupo, s6Io tiene dieciocho (18) aiios . Es de la comunidad de Carolina. Rayda Cotto - Compositora y flautista. Hace ademas arreglos musicales. Trabaja hace diez (10) aiios en la musica. Es del barrio Monacillo, Rfo Piedras . Angela Maria Davila - Escritora, poeta de gran vela negra . Tiene un libro de poemas muy bueno titulado: Animal, Fiero, Eterno y tiene poemas incluido en un Poemario de la mujer puertorriquena editado por el Institute de Cultura Puertorriqueiia. Es residente en la comunidad de Capetillo, Rio Piedras. Victoria Espinosa - Directora de teatro a nivel nacional del lnstituto de Cultura Puertorriqueiia y primera mujer puertorriquena negra en finalizar un doctorado en la Universidad Autonoma de Mexico. Griselle Garcia Delgado - Cantante del grupo Los Pleneros de la 23 Abaja, hace siete (7) anos que canta con ellos. Natural de la comunidad de Santurce, especffica mente de la Pda. 22. Zora Moreno - Trabajadora de teatro popular. Ademas escribe obras de teatro y dirige el grupo Flor de Caillo. Natural de la comunidad El Monte, mas tarde pasa a re sidir al barrio Tokio y finalmente al caserfo Manuel A. Perez en San Jose. Virgen Orta , alias " Choco " - Percusionista, bailarina y actriz. Natural y residente de la comunidad Alto del Cabro en Santurce. Doris Pizarro - Mujer negra con uno de los cargos mas altos decisionales en un Partido Pol ftico en Puerto Rico. Natural de la comunidad de Lofza A Idea. Marie Ramos Rosado - Maestra de espanol, trabajadora de la cultura y directora de Calab6. Natural de la comunidad El Relincho , Jurutungo, Hato Rey. Gladys Rivera Garcia - Maestra de espanol, hace teatro popular, escribe y dirige el grupo de bomba y plena Los Mayombe. Es natural y reside en Lofza Aldea. Ana I. Rivera Lassen - Abogada negra; pues son contadas las puertorriquenas negras que estan en los estudios de leyes en Puerto Rico. Ademas es fundadora de

16

Margaret Randa ll, La historia de Dominga, El Pueblo no solo es Testigo, Rio Piedras, P.R., ed. Huracan , 1979, 108p.

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uno de los primeros grupos feministas de la decada del '70; Mujer Integrate Ahora (MIA). Hoy dla es la Portavoz del grupo Feministas en Marcha (F.E.M .). Carmen Belen Richardson - Artista de las telenovelas puertorriquenas. En las mismas casi siempre trabaja como esclava. Carinosamente le dicen " Lirio Blanco "; pero muy bien podrla llamarse " Lirio Negro" . Enid Route Gomez - Periodista del "San Juan Star" . Escribe unos ensayos muy crfticos y asertivos . Awilda Sterling - Bailarina, core6grafa y directora de grupos teatrales. Actualmente trabaja con el grupo de bailes y teatro Pisoton y con Petra Bravo. Natural de Barrio Obrero. Rosita Sustache - Compositora y trabajadora de teatro popular. Ha dedicado mucho tiempo a colaborar con el grupo Teatro Pobre de America que dirige Pedrito Santaliz. Es natural de la comunidad de Guayama. Carmen Nydia Velazquez - cantante del grupo Moliendo Vidrio. Se inici6 en el 1970 con el Trio lntegracion. Natural de la comunidad La Playa de Ponce. Maitreyi Villaman - Coordinadora del Centro Creativo Experimental lnaru, en uni6n a Mirna Maldonado. En dicho centro se utiliza el arte como metodo de ensenanza. Reside ella en el mismo lugar del centro, La Perla, San Juan, Puerto Rico. Conclusiones En conclusi6n , hace falta que se revise nuestra historia con relaci6n a la mujer puertorriquena negra y se hagan algunos estudios como por ejemplo: 1. La historia en fotografia de la mujer puertorriqueiia negra. 2. La mujer negra en el cine. 3. La mujer negra en los anuncios de television. 4. La mujer negra en la prensa (tanto como periodista que como participante activa de la imagen). 5. La mujer negra en el teatro puertorriqueiio. 6. La mujer negra en las telenovelas puertorriquenas. 7. La mujer negra envejeciente. 8. La mujer negra escritora. 9. La mujer negra en puestos politicos decisionales. 10. La mujer negra en los partidos politicos. 11 . La mujer negra medica. 12. La mujer negra abogada. 13. La mujer negra en la pintura. lS61o las pintas como cuestiones folkl6ricas , pero cuantas pintan? 14. La mujer negra en el balle. lOue visi6n se tiene en Puerto Rico de lo que debe ser una bailarina? . .. Delgada, esbelta, alta, pelo lacio, que sepa hacer " punta " y " chace" . 0 , lPOdrla ser gorda, pelo crespo, pequena y que no sepa bailar " Ballet Clasico " ? .. . 15. La mujer negra en la musica lCuantas hay compositoras? lCuantas son directoras de bandas y orquestas musicales? 16. La historia de la mujer puertorriqueiia negra a traves de los testimonios. Ahora, i,donde estan las mujeres puertorriqueiias negras? ... 1. Friendo bacalaftos y alcapurrias en Ponce. 2. En los bailes folkl6ricos , especlficamente de bomba y plena.

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3. En el magisterio, especialmente en el Departamento de lnstrucci6n Publica. En un estudio que hizo el Prof. Alfonso Lopez Yustos, titulado : La Percepci6n Racial del Maestro y Negro de las Escuelas Publicas, encontr6 que se les hacla diflcil conseguir trabajo. 4. En la Policla de Puerto Rico. 5. En la Guardia Mun icipa l. 6. Como trabajadoras de mantenimiento. 7. Como directoras de Escuelas Publicas. 8. En los sindicatos. Antes de finalizar con este tema sobre: La mujer puertorriquena negra, hay que partir de un dato fundamental yes que se vive en una naci6n que tiene dos culturas. Como dirla Nestor Garcia Canclini: " Cultura dominante y cultura dominada". 17 Esto trae por consecuencia que al haber esta ruptura o separaci6n, se presentaran enfoques distintos de analisis dentro del mismo marco cultural nacional. Cabrla plantear lo siguiente: lA que sector cultural responderla el tema de la mujer puertorriquena negra? Es asl que me hago portavoz de las palabras de la Lie. Ana Rivera Lassen, en una ocasi6n del 1970, que ofreciera una conferencia en la Universidad de Puerto Rico, titulada: La mujer puertorriquena negra y cito: "Ya va siendo hora que comencemos a pensar en las negras, mas alla que como las mujeres que mas facilmente son amantes, y comencemos a pensar, a veneer los mitos de motivos de sexo y baile que a su alrededor se han creado. Comencemos a considerar que nosotras las puertorriquenas negras somos cincuenta y un porciento (51 %) de los seres humanos de este pals". 18 Para sl, en vez de veinte mujeres puertorriquenas negras en el siglo XX , se de el gran salto en el siglo XXI ; cuando se instaure un sistema social mas justo: NO SEXIST A Y NO RACIST A. Quiero agradecer la oportunidad que me ha dado la Universidad lnteramericana; pero especialmente a las mujeres que constituyen la Asociaci6n de Estudiantes de Ciencias Pollticas quienes me extendieron esta invitaci6n a esta charla. Va dedicada esta, a todas las mujeres puertorriquenas; pero en especial a Veinte Mujeres Puertorriquenas Negras que entendemos se han destacado como trabajadoras en diferentes facetas en Puerto Rico.

11

Nestor Garcia Canclini , Las culturas populares en el capitalismo, Cuba, ed. Casa de las Americas, 1981 , 171 p.

1s Ana Irma Rivera Lassen, La mujer puertorriqueiia negra , Conferencia manuscrita ofrecida por la autora en la Universidad de Puerto Rico, 1970, 8p. sin enumerar. (Una copia en poder de la autora).

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EL LEGADO DE ANA ROQUE DE DUPREY

Helga Serrano*

Las periodistas que laboramos en los diferentes medios impresos de la Isla somos la continuacion de un grupo germinal de esforzadas escritoras puertorriquenas que desde el siglo pasado hicieron oir en forma clara y resonante sus demandas por el sufragio femenino. Estas periodistas , que brillaron en las muchas publicaciones de corte sufragista literario en las ultimas· decadas del siglo pasado, no solo demostraron tener talento y valentia en sus escritos, sino que ademas algunas dominaron las tecnicas de la impr~sion con igual destreza que sus colegas masculinos . Sobresalio entre todas dona Ana Roque de Duprey, aguadillana de gran dinamismo, fundadora de varias revistas y periodicos : " La Evolucion ", en San Juan, en el 1892; " El Album Puertorriqueno ", en Humacao, en 1918, y alli mismo " El Heraldo de la Mujer" en el 1919. En Humacao, en el 1894 fundo la revista " La Mujer", que era ademas admi nistrada por dona Asuncion Garcia Gaona. Un detalle curioso de esta revista es que tenia un cuerpo femenino de linotipistas. Gracias a la iniciativa de dona Ana , la re vista auspicio un certamen de becas que hizo posible a jovenes de diferentes pueblos de la Isla, estudiar la carrera del magisterio tras la venta de 180 suscripciones de la publicacion . Desafortunadamente, estas publicaciones tuvieron una corta existencia. Dona Ana fue ademas colaboradora de los principales periodicos del pais , y maestra incansable. Se dice que sus discipulos en el oficio de la impresion trabajaron en San Juan y Ponce, demostrando pericia en todas las ramas de las artes graficas. Ella defendio en sus escritos el derecho de la mujer al voto, que finalmente se obtuvo para las elecciones de 1932. Sin embargo, ella que tanto lucho por este derecho, murio un ano mas tarde sin poder ejercer lo, debido a una de esas situaciones ironicas de la existencia humana: olvido inscribirse como electora. Cabe mencionar otras mujeres que descollaron dentro de lo que Ila mo la primera etapa del periodismo femenino en Puerto Rico: Mercedes Sola, Isabel Andreu de Aguilar, Beatriz La Salle , Maria Luisa de Angelis, que dirigio la revista " Pluma de Mujer", y las lideres obreras Luisa Capetillo y Franca de Armillo, tabaquera de oficio, quien obtuvo varios premios por sus escritos. A principios de siglo comenzo su labor periodistica una jovencita humacaena, Marina Molina , quien durante casi 60

• Periodista puertorriqueiia ; subdirectora del peri6dico " El Mundo ".

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anos fue colaboradora de " El Mundo " . Marina se mantuvo escribiendo has ta los ultimas anos de su productiva vida. En estos primeros anos del presente siglo , la prensa local comenz6 a definirse comercialmente. Desaparecieron muchas public aciones de corte lit erariosufragista y con ellas casi desapareci6 por completo la intervenci6n de la mujer en la prensa local. Surgieron los grandes peri6dicos comerciales: "El lmparcial " . el pri mero de noviembre de 1918 y " El Mundo", el 17 de febrero de 1919. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial adviene un cambio en la situac16n de millares de mujeres que, tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos, abandonaron sus hogares para hacerse cargo de tareas hasta entonces realizadas por hombres. Las mujeres comenzaron a trabajar en oficinas , en comercios , y por que no, en las redacciones de los peri6dicos, y todavia aun mas , como corresponsales de guerra. En los Estados Unidos, por ejemplo, alrededor de 600 mujeres trabajaron como reporteras durante los a nos de guerra en los campos de batalla , y de estas perecieron 29 en combate , cinco fueron hechas prisioneras y dos desaparecieron. Nada tan dramatico caracteriz6 a la prensa femenina en Puerto Rico. Sin embargo, las mujeres , primeramente circunsc ritas a las secciones de sociales y de revistas dominicales , fueron abriendose camino poco a poco en campos tradicionalmente masculinos . Todo esto sin menoscabar la sensibilidad hacia los temas tradicionales femeninos , y las historias de interes humano. Se esta logrando establecer un justo balance y ya no es nada extrano encontrar excelentes reporteras en el personal de redacci6n de los principales peri6dicos. Estoy segura de que dona Ana se sentiria orgullosa del fecundo germinar de aquella semilla que ella y sus companeras sembraron tantos anos atras.

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SEMBLANZA Y ALABANZA DE LA PRODIGIOSA Y NUNCA BIEN PONDERADA NILITA VIENTOS GASTON*

Jose Echeverna**

Permitanme ustedes comenzar con un recuerdo personal. En los primeros dias de agosto de 1955, encontrandome en Santiago de Chile, mi ciudad natal , invite al profesor Jorge Millas, quien habia ensenado varios anos en Puerto Rico , para que me informara sobre est a Isla, de la que yo muy poco sabia ya la que deb ia viajar una semana despues, conforme a una invitacion que se me hab ia cursado . Tras tomar alguna taza de cafe, ibamos en un automovil en veloz carrera por la Avenida Pedro de Va ldivia, en Santiago, cuando el me dij o: " Hay en Puerto Rico una persona en cantadora de qu ien, estoy seguro, tu te vas a hacer muy int imo amigo. Se llama Nilita Vientos Gaston ". Retuve este nombre que me sono hermoso y extrano, tal vez por comenzar con un tan du Ice y suave dim inutivo y terminar con dos tan amenazantes apellidos . Pasaban , sin embargo, ya llegado aqui, las semanas y los meses y Nilita no aparec ia en mi horizonte. Por fin , un d ia me la presento Leticia Lorenzi. Alli estaba, tal como ustedes ia pueden ver ahora, menuda, esbelta, grac iosa y altiva, dominan do con su voz y sus opiniones, con su " duende", una reunion social. Ahora comienza la am istad, pense yo . No sabia aun , ay de mi, que la am ist ad de Nilita hay que ganarla con el sudor del cerebro, tra·s veneer alguna prueba de aptitud que ella secretamente impone. La encontre a veces mas tarde, pero ella no me reconocfa. Era como si su mirada atravesara mi rostro , para ella invisible, y se posara en algun objeto situado detras de mf. Crecfa mi ansiedad. Debi de recurrir a alguna disidencia mas o menos extravagante o dar alguna opinion rebuscada y excentrica -no lo recuerdo. Ocurrio, por fin , que Nilita se apercibio de que yo exist fay pudo iniciarse esa amistad prometida por Millas y que ha sido uno de los elementos mas valiosos de mi vida en los ultimos 27 anos. Es propio de toda personalidad fuerte despertar resistencias. Pero se trata casi siempre de una resistencia pasiva: se la despacha en una clasificaci6n , se la desva-

Discurso pronunciado el d ia 31 de agosto de 1982 con motive de inaugurarse la Sala de Lectura ded icada a Nilita Vient6s Gast6n por el Colegio de Abogados de Puerto Rico.

•• Catedratico de filosofia en la Univers idad de Puerto Rico y de Derecho en la Universidad lnteramericana de Puerto Rico.

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loriza con un apodo, se tinge ignorar, o se logra ignorar, su especificidad distintiva. Uno de los altos meritos de Nilita consiste en hacer que esta facil resistencia fracase, en obligar a que se tomen posiciones frente a ella, llegando, de ser necesario, al enfrentamiento ideologico y hasta personal. Esta mujer fragil , que teme a los lagartijos y tiembla ante los dentistas , con la sola excepcion de su amiga Pilar Reguero , de angelicales manos, se convierte en un fiero capitan desde que esta en juego la justicia de una causa que ella ha hecho suya o algunas de sus acendradas convicciones, ya se trate de la iniquidad de la pena de muerte, de la genialidad incomparable con cualquier otra , y hasta excluyente de cualquier otra, de Shakespeare y de Mozart , de los reproches que Dios merece por haber creado el mundo tan defectuoso , imponiendonos la tarea de mejorarlo (Nilita tiene una disputa personal con Dios), del alto valor artistico de la opera italiana, de la injusticia de toda guerra, pero sobre todo , como raiz de su personalidad afectiva e intelectual , del inalienable derecho de Puerto Rico a su mas plena independencia, esto es: a ser un sujeto de la historia. Voy a ilustrar esta condicion de Nilita con una comparacion . Supongamos que yo este haciendo fila para cobrar un cheque y que alguien que esta mas adelante o mas atras conversando diga un desproposito o exprese una opinion contraria a lo que yo pienso. Sea por comodidad o exceso de tolerancia , o simplemente por ser yo un hombre de paz, lo mas probable sera que yo haga como si no hubiera escuchado y me enfrasque en la lectura def periodico o del libro que he llevado conmigo. Nilita, en la misma situacion , saca de inmediato la flamigera espada de su verbo encendido, increpa al que erige en opositor, si no en enemigo ("iCristiano que rayos le pasa a usted! " ), lo obliga a contradecirse, a desdecirse alli mismo, lo conquista tal vez para su causa o bien termina por decirle unas palabras de reprimenda entre condescendientes y afectuosas. Nilita no puede pasar inadvertida y tampoco lo quiere. En un juego, a menudo dramatico, suele cambiar de personaje para defender sus posiciones como si quisiera indicar con esto que hay, en ella misma, no solo en potencia, sino en realidad, muchas personas diversas que comparten esas posiciones con identico entusiasmo y entereza. Prepara ella misma, con particular esmero y buen gusto sus vestidos y antes tambien esos proverbiales sombreros suyos que por desgracia no lleva ya. Y asi, al visitar a Nilita o al salir con ella, es conveniente anticipar alguna sorpresa. Puede estar alli la sobria dama profesional , pero tambien puede esperarnos una sufragista de comienzos de siglo, una senora de la belle epoque vestida de encajes (icon cuanta elocuencia hablo Arcadio de los encajes de Nilita!), una flapper de los roaring twenties; a veces encontramos a una George Sand audaz y desaprensiva, otras a una timida y delicada Emily Dickinson. La personalidad de Nilita se multiplica a traves de sus atuendos. Todos estos personajes de que ella se reviste, sin dejar nunca de ser ella misma, antes bien para afirmarse mejor en lo que es, tienen un escenario privilegiado, obra maestra de Nilita, su casa: las salas en perspectiva, el piano de cola blanco, los cuadros, retratos suyos de conocidos pintores en el sal6n, los muebles de ratan ode mimbre, blancos tam bi en, el armonioso y bien calculado desorden; y, claro esta, la fabulosa, la voraz, la selvatica biblioteca, que crece dia a dfa, introduciendose en las habitaciones, en los banos, en los armarios, desplazando la ropa, los cubiertos y servicios, desbordando de los anaqueles para invadir altillos, escaleras, subterraneos, marquesinas, garages y pasadizos. Hace poco fue notificada Nilita de que debia pagar una fuerte suma por impuestos sobre su casa. i,Oue habfa pasado? El inspector de Hacienda que la visit6 se dijo: " Esto no puede ser una casa; tiene que ser una libreria", e inform6 que alli funcionaba un negocio que debia tributar como tal.

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Esta casa de Nilita cumple una funci6n social. Es un salon en el sentido que esta palabra adquiri6 en la Francia del siglo XVIII, coma aquellos que presidieron la marquesa del Deffant, Madame Geoffrin y Mademoiselle de Lespinasse, ya las que concurrfan las enciclopedistas; esto es, un lugar privilegiado en el que una mujer de excepci6n recibe a sus amistades y relaciones , tras escrupuloso examen de admi si6n , para permitir que allf se converse , que se traben a su vez amistades y relaciones y hasta enemistades (pues esto tambien es parte del drama) entre las contertulios. Tuve la fortuna de pasar, sin que yo lo supiera, par el severo escrutinio y de ser admitido a este sal6n del que se ha nutrido mi vida social e intelectual en Puerto Rico. Serra largo y fatigoso nombrar aquf las personas notables y talentosas de Puerto Rico y del extranjero, que allf conocf y con algunas de las cuales he establecido una s61ida amistad. Logre, gracias a ello, eludir el ghetto de las profesores extranjeros o extranjerizantes al que acaso de otro modo me habrfa vista relegado. El sal6n de Nilita se prolonga y extiende en el espacio par el telefono, y tambien par su dilatada aunque escueta y casi telegrafica correspondencia. Encontran dome yo en Chile, a principios de 1966, sufri6 la zona central del pars en que esta Santiago uno de las mas violentos temblores de su historia. A la semana, recibf una carta de Puerto Rico. Lef: " Echeverria: me he acordado de usted con motivo de las terremotos . Saludos de Nilita". Siendo Juan Bosch presidente de la RepOblica Dominicana, le lleg6 una esquela que dee fa: "Bosch : Yo no estoy de acuerdo con la polftica que esta siguiendo. Saludos de Nilita " . Permftanme una breve digresi6n que ha de servir para destacar una de las mas sobresalientes singularidades de Nilita. En el primer decenio en que yo vivf aquf -esto es entre 1955 y 1965- habfa en Pusrto Rico una fuerte aunque distorsionada lucha ideol6gica en que se contraponfan, en desigual combate, la puertorriquei'lidad y la occidentalidad . (" Agueybana contra Plat6n ", ironiz6 alguna vez Pablo Garcia Rodriguez). Yo comprendfa bien y hacfa mfa la posici6n en favor de la puertorriquei'lidad. Un pueblo no vive plenamente coma tal si no conoce su historia, si no la siente coma la suya; si nose familiariza con la vida y las obras de sus figuras sei'leras; y coma no pueden las hombres vivir sin historia o fuera de la historia, o para decirlo de otro modo coma se da el caso de que la historia odia al vacfo, allf donde falta la propia es porque otra, ajena, ha venido a ocultarla o a suplantarla. Yo llegue a Puerto Rico contratado para ensei'lar el curso basico de Humanidades de la Facultad de Estudios Generales. Enriquecedora fue para mf la tarea de tener que enfrentarme y famil iarizarme con las grandes obras de la cultura occidental , desde sus fuentes greco-romana y hebrea hasta nuestros dfas. Quiero decir con esto que, coma siempre ocurre, ensei'lando aprendf mucho. En verdad , era este un curso del mayor interes digno de las mejores universidades del pars. Mas a poco andar, o ensei'lar, al conocer alga de las autores de este pars, no pude menos de observar que no se lefa ni estudiaba en las cuatro semestres academicos que este curso ten fa asignados a un solo autor puertorriquei'\o. Nada de Betances, ni de Hostos, ni La Charca de Manuel Zeno Gandia, ni lnsularis• mo de Pedreira, ni un poema de Pales Matos, de Julia de Burgos, de Juan Antonio Corretjer, de Matos Paoli y de Jose Emilio Gonzalez ni una obra teatral de Francisco Arrivf, Rene Marques ode Emilio S. Belaval , ni un cuento de Jose Luis Gonzalez ode Pedro Juan Soto. Nada tampoco de la historia de este pars. Lo puertorriquei'\o -y lo latinoamericano en general- estaba excluido. AlgOn celoso inspector de aduanas lo detenfa en la frontera del curricula: acaso la arrogancia de las profesores de Chicago permanentemente invitados coma consultores. No lose. Tai vez alga de lo que he mentado a tltulo de ejemplo se ofreciera entonces coma literatura en el curso basico de Espai'\ol. Es posible. Pero no es lo mismo, par cierto, decirle al estudiante:

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"Mire usted, los puertorriquenos, ademas de vivir y hablar a nuestra manera, escribimos a veces poemas y cuentos " , que decirle: "los puertorriquenos, a traves de poemas, cuentos , obras de teatro y ensayos hemos pensado nuestro destine y el destine del mundo; a traves de procesos sociales e hist6ricos hemos inscrito nuestro tiempo en la historia universal y por esto, a mas de otras razones , somos un pueblo singular y una naci6n diferente de las otras". Pienso que esto era precisamente lo que no se queria decir a los estudiantes por las implicaciones pollticas que ello trae consigo. Ocurri6 que, a los once anos de haber llegado, ocupe el cargo de Decano de esa misma Facultad de Estudios Generales que me habla acogido inicialmente y, en un memento dado, tuve en mi mano el promover, con el resuelto apoyo de la Asociaci6n de Maestros de Puerto Rico, el que uno de los cuatro semestres dedicados al curso basico de Humanidades se destinara por complete al estudio, como unidad , de la historia y la cultura de Puerto Rico. Por desgracia, esta iniciativa se frustr6 porque la mayorla de los profesores del Departamento que tenla a su cargo la ensenanza de este curso se opusieron a ella, inclusive con el voto de dos distinguidos amigos y colegas independentistas, y amenazaron con censurar al Decano porno haber consultado al Departamento antes de concurrir a una reuni6n del Consejo Directive de la Asociaci6n de Maestros de Puerto Rico en que este asunto fue planteado. Quisiera, sin embargo, dentro de esta digresi6n tan necesaria -ya lo veran ustedes- decir dos palabras para matizar la opini6n que he expresado. Se bien hasta que punto se da a nuestros palses latinoamericanos el peligro de caer en el provincianismo cultural por aversi6n a un supuesto cosmopolitismo extrajerizante. Y vaya una anecdota: En mayo de 1965, fui invitado por el Departamento de Extensi6n Universitaria de la Universidad de Chile a dictar la primera de una serie de conferencias destinadas a conmemorar el septimo centenario del nacimiento de Dante. Al dla siguiente, se public6 en el principal peri6dico de Santiago un artlculo de un conocido crltico , academico de la lengua por anadidura, el senor Raul Silva Castro, quien se asombraba alll de que estudiosos chilenos pudieran dedicar su tiempo a la lectura y el analisis de autores extranjeros, habiendo en el pals tantos escritores meritorios, y aconsejaba, segun su pintoresca expresi6n, "barrer para adentro ". Al replicarle, le presente esta alternativa: o bien, segun su criterio, deberla regir una norma general segun la cual los ingleses s61o se ocuparlan de autores ingleses, los alemanes de alemanes, los franceses de franceses, etc., caso en el cual ni Karl Vossler ni Francis Fergusson , aleman el uno, norteamericano el otro, hablan escrito sus excelentes libros sobre La Divina Comedia; o bien habrla que hacer una distinci6n y atenerse a dos normas diferentes, una para los " grandes " , esto es: para los europeos y los norteamericanos , a quienes se les permitirla escribir sobre todo, sobre lo que se les ocurriera, siempre que ello fuera de interes; y otra discriminatoria, para nosotros , pobrecitos, los subdesarrollados, como si nuestro subdesarrollo fuese no s61o econ6mico, sino mental , quienes - " jzapatero a tus zapatos! " - s61o deberlamos mirarnos a nosotros mismos , excluyendose de nuestro horizonte lo ajeno, vale decir: la historia en su conjunto y el mundo como totalidad . La pujanza creadora de America Latina ha sabido -desde Ruben Dario hasta Cortazar, pasando por todos los mas grandes escritores y artistas nuestros, incluyendo los mayores puertorriquenos- zafarse de esta falsa ant inomia, vale decir: ser genuinos y fieles a su tierra, sin por ello dejar de orientarse hacia lo que aspira a una validez universal ; han sabido, en otras palabras, superar ese sentimiento de inferioridad , cultivado por mentes culturalmente colonizadas, que regalan el suntuoso y diverse mundo a sus amos y se contentan con la parcela en la que pueden glosar eso que se les atribuye como propio. Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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Pues bien , aquf viene la raz6n de ser de esta digresi6n. Si yo me sentf desde un comienzo tan bien en casa de Nilita es porque allf yo aprendf a conocer a Puerto Rico, es porque allf se me ensen6 quien era Pedreira y Margot Arce y Concha Melendez, y encontre a Jose Emilio ya Manoi In Maldonado, y porque allf se debatfa con pasi6n , dolor y c61era sobre Puerto Rico y su destino, pero, a la vez, sin transici6n , ignorando el antagonismo esteril , se discutfa allf de Shakespeare, de Victor Hugo, de Henry James, de Virginia Woolf, de Napole6n y el Papa, de la muerte y la inmortalidad, de Dios y del diablo. Se estaba con los pies bien plantados en Puerto Rico, de eso no cabfa duda, en un Puerto Rico exaltado, y se hablaba sobre Puerto Rico, sobre sus temas y problemas; y, a la vez, se hablaba, sin ver en ello oposici6n alguna, desde Puerto Rico , sobre el mundo entero. Esta actitud ejemplar emanaba, por cierto, en forma explfcita, de la amable anfitriona, quien ha escrito que lo nacional no es la negaci6n de lo universal , sino el camino para alcanzarlo. Tai actitud haterminado por prevalecer yes lo que est a presente en las mejores iniciativas culturales del Puerto Rico de hoy, salvo para alguna doctora en ffsica , extraviada en el ambito de las artes, que cuenta con un amplio presupuesto para traer de Nueva York orquestas, concertistas o espectaculos a la vez que suprime la m6dica subvenci6n que antes se dio a la revista Sin nombre y prefiere ignorar el valiosfsimo teatro del Corral de la Cruz y la obra de tantos poetas y narradores, de tantos artistas plasticos que este pars produce sin cesar. Pero, " jay del que se atreva a poner su silla entre un sf y un no! " , escribi6 Nietzsche. Nilita se granjeaba entonces con su sabidurfa la hostilidad de la oficiali dad occidentalista, sin por ello obtener el apoyo de los guerrilleros que la resistfan. Para decirle en lenguaje coloquial , " todos le calan encima ", o mejor: no todos los que debfan acudfan a defenderla y asl, a su natural combativo y valiente , que irrita, que a veces provoca al duelo, sumaba la vulnerabilidad de quien a menudo esta solo, contando apenas con las exiguas fuerzas de quienes, queriendola entranablemente, eramos sus fieles y devotos amigos. No es exagerado decir que Nilita Vient6s es la persona mas combatida que haya producido este pars y que mayores derrotas ha sufrido en sus iniciativas culturales. Olvidemos el modo ominoso como fue depuesta del cargo de Presidenta del primer Pro Arte Musical y mas tarde de la del Pen Club; olvidecnos que le retiraron la columna que escribi6 durante cerca de 10 anos en El Mundo por haber escrito un artrculo de elogio a Martin Luther King que contenla una acerba crftica a la sociedad norteamericana, y que tambien le quitaron el programa de televisi6n que dirigfa por haber afirmado que la ocupaci6n de Puerto Rico por los Estados Unidos habfa sido una invasi6n; olvidemos, por fin , que la Universidad de Puer,o Rico declar6 rescindido el contrato que tenla para ensenar literatura seis meses antes de su termino. Mas duro que todo ello fue el que despues de haber creado la revista literaria Asomante, de reconocido prestigio en todo el mundo hispanico, y de haberla dirigido durante 25 anos, la Asociaci6n de Graduadas de Puerto Rico , queen parte la financiaba, reclamara judicialmente contra ella una presunta propiedad intelectual , destinada a no ejercerse, puesto que, sin Nilita, la revista no pod fa seguir apareciendo. Asesinado Asomante , en que Nilita habfa desplegado su talento de organizadora, escritora, editora y animadora cultural , por el rencor de los esteriles, saca ella por su cuenta una revista igual o mejor: Sin nombre, que alcanza un prestigio todavfa superior y un publ ico aun mas amplio. i,Por que Sin nombre? Fue una ocurrencia subita cuando alguien coment6 que lo que se le habfa hecho a Nilita no ten fa nombre; pero el tftulo expresa ademas esta afirmaci6n impllcita de Nilita " Me prohiben usar el nombre Asomante; pues bien, sin el nombre, aqul esta Asomante redivivo " . Tam-

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poco puede dejarse en el olvido la labor desplegada por Nilita como miembro activo del Ateneo Puertorriqueno durante 40 a nos , sobre todo como su presidenta durante 15. Promueve certamenes anuales, conferencias y cursillos y un teatro experimental. Como ustedes saben , esta presidencia le fue arrebatada por una mayoria ocasional, invocando, al igual queen el caso de Asomante, que ella favorecia una tendencia politica de izquierda y que esto era motivo de pugnas entre los miembros de la institucion. Fue una sesion memorable que duro cerca de doce horas ; desde las 7 de la tarde de un sabado hasta las 7 de la manana un domingo . Recuerdo que, hacia la medianoche, Nil ita se levanto para hablar: estaba-vestida de blanco, muy palida; dijo con voz tremula : " Se ha dicho aqui que yo he querido destruir el Ateneo , pero yo solo he tratado de construir el Ateneo .. ." Hablo muy poco mas . La emocion , el dolor de la injusticia sufrida, le impedian seguir. Pense que podia desmayarse y caer gravemente enferma. Pocos dias despues , sin embargo, yo la acompanaba a unas reuniones de las que resulto la fundacion de la Casa Nacional de la Cultura . Esta inquina que Nilita despierta en los espiritus mezquinos o mediocres, o tan solo comodos y conformistas, esta secuencia de derrotas que le han sido infligidas con la intencion de acallarla ode censurar su palabra no han hecho, en verdad , sino fortalecerla , animarla a nuevos y mas eficaces modos de expresion y de lucha. Necesario me parece recordar aqui una memorable reunion en Lacasa del libro en San Juan, a fines de 1975, con motivo de discernirse los premios en los certamenes a que anualmente Sin Nombre convoca. El escritor Jose Luis Gonzalez puso termino a la sesion con unas palabras espontaneas, tan espontaneas que, al ser requerido poco despues a entregar su texto escrito, no pudo ya reconstituirlas con exactitud. Mas ocurre que yo , que estaba presente, las he guardado en mi memoria como precioso testimonio de un irreiterable episodic. Y asi pues, en mi condicion de fiel archivero de lo dicho entonces, puedo ahora aportarlas aqui y entregarlas a la reflexion de ustedes como una contribucion mas a este acto de hoy. Despues de felicitar a quienes habian sido agraciados con premios y menciones, a los jurados y a los autores de los laudos, dijo Jose Luis, creo que verbatim , lo siguiente: " Quiero, por fin rendir aqui un homenaje a una mujer, que es tal que, si tiene un fortin y se lo toman , edifica un fuerte ; si le destruyen el fuerte, levanta una fortaleza ; si le conquistan la fortaleza, crea una plaza fuerte, y si le arrebatan la plaza fuerte , construye la cultura de un pals. He nombrado a Nilita Vientos Gaston " . Procede tambien recordar ahora que cuando, a fines del periodo del marcatismo, al menos del marcatismo agudo (porque el cronico aun no termina), vino aqui a Puerto Rico el comite del Congreso de los Estados Unidos que investigaba esas presuntas actividades llamadas " antinorteamericanas " y celebro vistas publicas, Nilita, que por cierto no es marxista, ni menos marxista-leninista o comunista , que ni siquiera es, en modo alguno, antinorteamericana, salvo en cuanto a la politica de Estados Unidos coarta la libertad y la posibilidad de un libre desarrollo en Puerto Rico yen el resto de America Latina, Nilita, digo, encontro un modo muy original de manifestar alli su solidaridad con los acusados. Llegaba a las sesiones con media hora de atraso e iba a ocupar un asiento que una amiga le habfa reservado en la primera fila. Llevaba uno de esos inverosfmiles sombreros suyos que eliminaban toda posibilidad de pasar inadvertida. De pies a cabeza, iba vestida de rojo. Nilita polemica, Nilita combativa, Nilita airosa, Nilita valiente y recia. Sf, pero destacar tan s61o esa vertiente de su personalidad, serfa quedarnos con una fracci6n de Nilita. Hay que declarar que si Nilita, cada vez que es vencida, logra superar la derrota con una nueva e inaudita invenci6n, ello se debe a que termina por conquistar el respeto de todos y el afecto de los mejores. Este acto de hoy, la presencia aquf de todos ustedes, lo atestigua de un modo elocuente. Y esto es asf porque, a Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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poco andar, se adivina en ella el ferviente anhelo de ser justa, aun con el adversario que la ha herido, de comprender sus razones y, por sobre la enemistad superada, darle lo suyo. Comp render es aprehender en uni dad las posiciones contrapuestas. A la periodista Enid Route, le declaro Nilita no hace mucho algo como esto (reproduzco de memoria): " Yo no creo que el fin de la vida sea la felicidad . Yo al menos no he venido al mundo a ser feliz, sino a comprender ". Al comentar conmigo en dias pasados este pensamiento suyo me dijo : " El que viva para ser feliz es un infeliz". Respeto , afecto . Aun nos quedamos cortos. Habria que hablar tambien y procurar transmitir la fascinacion que Nilita ejerce. He reflexionado sobre ello , en especial en estos ultimos dias que he dedicado a la Nilitologia, ciencia en la que yo aspiro a graduarme algun dia. Creo queen gran medida esta fascinacion se debe a que Nilita exhibe el despliegue de un tiempo personal , a que nose deja tragar por el presente, a que emerge siempre de el hacia el porvenir y el pasado . Ante todo, Nilita siempre se trae algo entre manos, por decirlo asi; esta madurando algun proyecto, elaborando una nueva estrategia en favor de lo que estima justo . Y pronto habra de requerirnos algun modo de colaboracion en ello. " Vivir es proyectar", declara. Pero, ademas, esta el pasado que ella anima con sus palabras, esta su prodigioso acopio de historias y de anecdotas. Como Proust, Nilita vive en busca del tiempo que se perdio yen el anhelo de re-encontrarlo a traves de su relato ritual. Muchas de estas anecdotas, la mayoria, lo son de su infancia vivida en gran parte en Cuba. Me las se de memoria . Como queria parecerse a las muchachas que desde su ventana vefa pasar por la acera en uniforme hacia la escuela, le pregunto a su mad re que deb fa hacer para ser como el las. La senora Gaston de Vientos le dijo que ten fa que aprender a leer. A las pocas semanas Nilita sabia leer. Como era delicada de salud y habia de quedarse en cama, leyo mucho, entresacando libros de la biblioteca de su padre, los que no siempre, por su edad , pod fa entender del todo: Victor Hugo, Alejandro Dumas, Balzac, Stendhal, Dickens, Perez Galdos y muchos otros. Por llevar uniforme aprendio a leer. Por haber leido tanto, ha resultado que ningun uniforme le conviene. El Ledo. Juan Mari Bras la suele llamar, en amable broma, la mas ilustre de los independentistas realengos . Realenga por buscar siempre algo diferente, por no aceptar mas disciplina que la que ella misma se impone, por su compromiso mas visceral que ideologico con el anarquismo libertario; por callejera. Su hermana, la gentil Provin, me contesta cuando llamo por telefono a Nilita; "No esta, salio. Usted sabe Echeverria , que no hay como ella para coger calle " . La calle es para Nilita el cordon umbilical que une estos dos centres de su vida: su casa y el agora de sus actividades publicas. Estan sus mufiecas, que no eran nifias, sino personajes historicos y literarios. Esta el cuento del pequefio teatro en que representaba, con actores de carton , El mercader de Venecia y otras obras. Y el de la primera comunion, habiendo ella faltado por distraccion al deber de ayuno previo. Una y otra vez los repite, a sabiendas de que se los conocemos y de que los queremos volver a escuchar de ella, enteros y con todos sus detalles. Si por azar omite un fragmento, el auditor, yo al menos, protesto de que eso falta, de que el ritual no se esta cumpliendo coma es debido: " No, Nilita, usted no ha contado lo del peinado de su mama y que ella tuvo que dormir en un sillon para que nose le deshiciera . . ." Complacida de que lo hayamos advertido, Nilita vuelve atras: "Sf, es verdad. Bueno. Mama era vanidosa y se habfa hecho un peinado ... ", etc. Fascina porque, por unos instantes, nos devuelve a la infancia asumiendo un doble papel: el del nifio protagonista del cuento que cuenta, la "nifia Nilita", de una parte, y, de otra, el del mayor que le cuenta el cuento al nifio en que, por obra de su magica palabra, nos tiene convertidos. "Una persona sin in fancia es coma un pueblo sin historia", dice Nilita.

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Tai vez me estoy yendo por las ramas , por las ramas de esos arboles que impiden ver el bosque. Pero es que yo quisiera que, en lo posible, vieramos en Nilita ramas, arboles y bosque, sin perdernos nada. Bueno. Volvamos , si, al bosque. Es altamente significativo el que se le dedique a Nilita y se bautice con su nombre una sala de lectura. Pues Nilita, lectora y escritora , profesora de literatura, critica y ensayista, autora de un excelente ensayo sobre Henry James, ama los libros , ama la palabra escrita, hasta el punto de que, como Cervantes, confiesa no poder ver un papel en el suelo sin tratar de leer lo que en el esta escrito. Es altamente significativo el que esta dedicacion y este homenaje se lo rinda a Nilita el ilustre Colegio de Abogados de Puerto Rico, de tan insigne prosapia , bajo la presidencia del Licenciado L1,1is F. Camacho. Pues Nilita , o sea la Licenciada Vientos Gaston ha dedicado gran parte del tiempo de su vida a luchar por la justicia ya labores estrictamente juridicas . Trabajo en el Departamento de Justicia durante 27 anos , siendo la primera mujer en ocupar un cargo en esa reparticion publica. Al ser asignada para prestar servicios en la division de los 500 acres, el director de esta division , Don Miguel Guerra Mondragon, protesto con vehemencia ante el procurador general Don Benigno Fernandez Garcia: " aqui hacemos el trabajo mas recio y dificil , el de acabar con el latifundio en Puerto Rico; una mujer no puede servir para esto ", fueron aproximadamente las palabras de Don Miguel. Recordandolas Don Benigno, un mes mas tarde, la traslado a otra division. Don Miguel fue a visitar entonces a su superior para protestar de esta decision . Don Benigno le dijo: " Francamente, note entiendo, Miguel. Me protestas porque te la nombro y luego me protestas porque te la quito " . lOue habia pasado entretanto? Que el Senor Guerra Mondragon , especialista en literatura inglesa y eximio traductor de Oscar Wilde, habia descubierto, para su sorpresa, que Nilita sabia mas de literatura inglesa y hab ia leido mas obras de Oscar Wilde que el mismo . Trabajo le costo a Nilita , sin embargo, hacerse aceptar, no solo como letrada en el sentido literario, sino como letrada en el sent ido de jurista sabia y ponderada al par que como abogada eficiente. Es sabido que los pleitos de las 500 acres no dieron , por los intereses que estaban en juego, los re sultados que de ellos se esperaban . Pero llegado es ahora el momenta de mencionar una de las mayores hazanas de la vida de Nilita: me refiero al ultimo pleito sobre el problema del idioma en Puerto Rico. En 1964, un abogado norteamericano de una corporacion norteamericana acusada de no radicar el informe anual que exige la ley, solicito la vista del proceso en ingles por carecer de " conocimientos suficientes del idioma espanol ". El juez Lopez Pritchard resolvio en favor de la peticion, pese a reconocer que con ello los procedimientos judiciales se paralizarfan, ya que los empleados del tribunal no tenian suficiente dominio del ingles y habria que recurrir a traductores . Fundo su resolucion en una ley de 1902 que, segun la interpretacion que el Tribunal Supremo habia hecho de ella en 1956, establecfa en forma " clara y terminante ", fueron palabras del juez, que en Puerto Rico habfa dos idiomas oficiales : el ingles y el espanol. El fiscal, Carlos Noriega, se nego a acatar esta decision invocando que ella equivalfa a socavar poco a poco la cultura del pars . Este conflicto involucraba a la Secretarfa de Justicia, que debfa resolver si procedia o no procedia elevar un recurso contra la decision del juez L6pez Pritchard. Los funcionarios de esta reparticion publica se inclinaban por la afirmativa, pero ninguno querfa hacerse cargo del as unto: tres precedentes -uno de 1905 y dos, de mayor alcance, en 1948 yen 1956- permitran presagiar que el Tribunal Supremo de Puerto Rico desestimaria el recurso. Nilita, que entonces desempei'\aba el cargo de Procurador General Auxiliary que ya

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en articulos de prensa se habia ocupado del problema de la lengua en Puerto Rico, pidi6 que el asunto le fuera confiado. Los arg,umentos principales de que ech6 mano fueron dos: El primero es que la ley de 1902 no tenia el alcance que el Tribunal Supremo le habia dado en 1956, pues s61o establecia dos idiomas oficiales para las oficinas de categorfa superior, si asf cabe decir, a las que acuden las personas de clases acomodadas e instruidas, pero ·reservaba el uso exclusivo del espanol para los municipios y los ·tribunales municipales y de policia que son los que se ocupan de los asuntos de la gran mayoria de los puertorriquenos. En suma atentaba contra la unidad de la lengua. El segundo argumento tiene un alcance aun mayor: invoca con el Nilita la realidad social de que este pueblo, sin distinci6n de clases , entiende y usa como medio de comunicaci6n y expresi6n el idioma espanol , que sabe suyo, y no el ingles ; implica, por tanto, que sea cual fuere el texto y el alcance de la ley de 1902, sobre ella ha de prevalecer la realidad social , la conducta, esto es, en este caso, lo que los puertorriquenos han hecho y hacen, lo que han decidido y siguen decidiendo. Esta doctrina es sabia, pero es tambien un tanto subversiva, pues importa reconocer que al pueblo nose le manda con leyes, con ordenanzas o decretos, que la voluntad del pueblo, expresada a traves de sus usos y costumbres, prevalece sobre cualquier Derecho escrito. Tai doctrina fue la que a la postre, gracias a la ac-

ci6n eficaz de Nilita Vient6s, acept6 el Tribunal Supremo de Puerto Rico, formado esta vez exclusivamente por puertorriquenos, revocando asi par unanimidad, en su hist6rica sentencia de 30 de junio de 1965, la decisi6n del juez L6pez Pritchard e innovando respecto de la ju risprudencia anterior. Dice alli el tribunal que "el factor determinante en cuanto al idioma a emplearse [ ... ] surge del hecho de que el medio de expresi6n de nuestro pueblo es el espaiiol, y esta es una realidad que no puede ser carnbiada por ninguna ley". Esto me recuerda lo que dijo en una ocasi6n el lin-

guista peruano Alberto Escobar. Son sus palabras: " Cuando yo llegue a Puerto Rico -a base de observar el uso de ciertas palabras o locuciones inglesas en el habla comun -okay, el trabajo esta ready , es una persona nice, bye, etc .- me dije, con pena, de aqui a cincuenta anos este pueblo no hablara ya espanol. Pero despues de conocer mejor la realidad y la historia de Puerto Rico, rectifique mi juicio y pense: si hasta ahora, pese a las enormes presiones que sabre el se han ejercido, este pueblo ha podido conservar el espanol , esto significa que nose lo arrebataran jamas " . Nilita me ha senalado que ella fue la primera mujer en hacer uso de la palabra en una Asamblea del Colegio de Abogados, y esto me llev6 a preguntarle: " i,Es usted feminista? " Me contest6: " Yo nunca me he hecho esa pregunta. No pido permiso. Haga lo que creo que debo hacer, sin importarme si la gente lo considera propio de una mujer o de un hombre ". Y esta respuesta suya me recuerda la observaci6n del taqufgrafo del Departamento de Justicia, Senor Enrique Blanco, amigo y admirador de Nilita, quien decia: " Los seres humanos se dividen en tres grandes clases : los hombres, las mujeres y Nilita ". He tornado demasiado ya del precioso tiempo de todos ustedes. He de terminar, coma comence, con un recuerdo personal, esta vez con un episodio frecuente en mi vida. Cuando visito mi patria de nacimiento, Chile, es recurrente que mis familiares y amigos me pregunten par que vine a Puerto Rico y, en especial, por que, pese a dos tentat ivas serias y prolongadas de restablecerme en Chile, termino por volver a esta Isla. Como todas aquellas preguntas que apuntan a una raz6n del coraz6n, no es esta facil de contestar, pues no tiene una respuesta precisa, clara y convincente. lntentar contestarla me obliga a hurgar en mi conciencia y termino par invocar motivos varios no siempre del todo coherentes unos con otros. Como un resumen, termino por decir lo que todos sospechan: que asi coma hay una patria de nacimiento hay tambien una patria de vocaci6n ; que ambas no siempre coinciden y

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que, sin perjuicio de mi fidelidad a la patria del origen, Puerto Rico es para mi la del destine, la patria a la que, al parecer, yo estaba desde siempre destinado. Juan Ramon Jimenez escribi6: "este es un pais para el hombre que viene; y un pais para el hombre que viene empieza siempre por la mujer".

Nilita Vientos Gaston, 1986.

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Bl e·LIOGRAFIA DIRECTORIO DE INSTITUCIONES DE LA MUJER EN PUERTO RICO - LIBROS RECOMENDADOS PANORAMA DE REVISTAS

" Cindy Lauper", Isabel Vazquez: colografia, 17 ½" x 20", 1985.

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OFICINAS Y CENTROS PUERTORRIQUENOS SOBRE LA MUJER:

DIRECTORIO DE SERVICIOS DE LA MUJER* AGENCIAS GUBERNAMENTALES COMISION PARA LOS ASUNTOS DE LA MUJER Oficina del Gobernador

Ave . Ponce de Le6n Num. 1608 Edit. Garrat6n, 3er. Piso Parada 23, Santurce

Apartado 11382 Estaci6n Fernandez Juncos Santurce, P.R. 00910-1382

Tels: 722-2907 / 722-2857 / 722-2977 / 723-2415 Servicios de orientaci6n e intervenci6n en crisis , orientaci6n legal , referidos , servicios de biblioteca especializada en temas de interes para la mujer. Real iza actividades educativas (charlas, talleres, foros, folletos , entre otros). Propone y hace recomendaciones a proyectos de ley favorables a la mujer, fiscaliza los servicios ofrecidos por agencias publicas y entidades privadas a la mujer.

CENTRO DE AYUDA A VICTIMAS DE VIOLACION lntersecci6n Carr. 21 y Calle 9 frente a semaforo. Entrada Su r Centro Medico, Rio Piedras

CAVV - Depto. de Salud Call Box 70184 San Juan, P.R. 00936

Tels: 765-2285 / 765-2412 / 765-7840 Coordinaci6n de serviclos medicos, orientaci6n medico-legal , consejerla individual , grupal y familiar, educaci6n a la comunidad sobre el tema de las agresiones sexuales en sus diversas manifestaciones.

Este directori o f ue preparado (en marzo, 1986) por la Ora. Doris Vazquez, directora ejecutiva de la Comis i6n para los Asuntos de la Mujer, Gobierno de Puerto Rico. Agradecemos la recopilaci6n y la autorizaci6n para reproduci rla en este Ii bro, como un servicio a la comun idad nacional e internaciona l.

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CENTRO DE INFORMACION A LA MUJER Centro Cultural, Calle Jose de Diego Cidra, Puerto Rico

Apartado 791 Cidra, P.R. 00639

Orientaci6n y referimiento.

CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIALES Centro de Recursos, Estudios y Servicios a la Mujer (CERES) Facultad de Ciencias Sociales Edit. Carmen Rivera Alvarado Universidad de Puerto Rico Rfo Piedras, P.R. 00931

Tel: 764-0000, Ext. 3173

Adiestramiento, educaci6n y referimiento a traves de investigaciones, talleres, foros, conferencias. Preparaci6n y circulaci6n de materiales educativos .

CENTRO DE SOLUCION DE DISPUTAS S6tano Centro Judicial de San Juan Sala de lnvestigaciones Hato Rey, Puerto Rico

Tribunal General de Justicia Centro Soluci6n de Disputas Centro Judicial de San Juan Call Box CJ , Hato Rey , P.R. 00919

Tels: 763-4813 / 763-0722 Servicios de conciliaci6n, mediaci6n, orientaci6n, intervenci6n en crisis y referidos a agencias publicas y privadas y otras divisiones del Tribunal, cuando el caso presentado asf lo amerita.

COMISION DE DERECHOS CIVILES Calle Juan B. Huyke Num. 112 Hato Rey, Puerto Rico

Apartado 2338 Hato Rey, P.R. 00919

Tel: 764-8686 Educar a los puertorriquei'\os sobre el ejercicio de los derechos civiles, esforzandonos por combatir la existencia de discrfmenes. El contenido y la orientaci6n de los esfuerzos educativos tiene un deliberado enfoque y contenido feminista.

COMISION PUERTORRIQUENA DE GERICUL TURA Antigua Base Naval, Parada 11 Ave. Ag0eybana, Esq. Majagua Edificio 2 Ala 6, Santurce, P.R.

Apartado 11398, Santurce, P.R. 00910

Tels: 722-0225 / 721-3141 Coordina los servicios legales, de defensa, referimiento y otros solicitados por mujeres de mayor edad. Homines, Vol . 10, Num . 2, 1986-87

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COMISION PARA SEGURIDAD EN EL TRANSITO Edificio Sur, Piso 5, Ofic. 501 Centro Gubernamental Minillas Parada 22, Santurce, Puerto Rico

Apartado 41289 Estaci6n Minillas, Santurce, P.R. 00940

Tels: 721-4142 I 723-3590 Contamos con un proyecto dirigido a las futuras madres, sabre las ventajas de util izar el asiento protector para el nino cuando viaja en un autom6vil al igual que el uso del cintur6n de seguridad .

COMISION PARA EL DESARROLLO RURAL Edit. Plaza, Ave . Hip6dromo 603 Pda. 20, Santurce, Puerto Rico

Apartado 9100 Santurce, P.R. 00908

Provee orientaci6n a las amas de casa en aspectos relacionados con nutrici6n y preparaci6n de al imentos, salud , mejoramiento en la vivienda , costura, administraci6n del hogar, relaciones de fam ilia y otros aspectos relacionados con la economla del hogar.

DEPARTAMENTO DE ASUNTOS DEL CONSUMIDOR Centro Gubernamental Minillas Edificio Norte (Pisos 3, 4 y 5) Ave. De Diego, Santurce, P.R.

Apartado 41059 Estaci6n Minillas Santurce, P.R. 00940

Tel: 722-7555 / Ext. 2495 Se le ofrece orientaci6n mediante conferencias , talleres , demostraciones, curses, folletos, hojuelas , programas de radio y televisi6n sabre lo siguiente: Selecci6n y compra de alimentos, enseres del hogar, autom6vil y juguetes seguros; practicas de compra en general , presupuesto familiar, credito, vivienda y anuncios enganosos.

DEPARTAMENTO DE JUSTICIA Unidad de Delitos Sexuales

Calle Olimpo Esq . Lumbert Pda. 11 Miramar Charter House, 3er. piso Santurce, Puerto Rico

Apartado 192 Miramar, Puerto Rico 00902

Tel: 721 -2900 / Exts. 461 , 457, 460, 459, 455 lnvestigar y representar legalmente a mujeres vlctimas de agresiones sexuales.

DEPARTAMENTO DE SERVICIOS CONTRA LA ADICCION Ave. Barbosa Num. 414 Hato Rey, Puerto Rico Tels : 764-3795 / 764-2018 526

Apartado 21414, Rio Piedras Station Rio Piedras, Puerto Rico Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Servic ios de prevenc i6n, tratamiento y rehabilitaci6n a mujeres adictas y alcoh61icas en forma ambulatoria. Se realizan estudios sobre las mujeres adictas y alcoh61icas en Puerto Rico.

DEPARTAMENTO DE SERVICIOS SOCIALES Secretaria Auxiliar Servicios a la Familia

Apartado 11398 Santurce, P.R. 00910

Tels: 722-7400 / 723-2127

Servicios a ancianas y mujeres incapacitadas, servicios de orientaci6n familiar, de adopci6n para madres solteras, servicio de amas de Ilaves, hogares sustitutos , cuidado diurno, servicios ortopedicos y oftalmol6gicos.

DEPARTAMENTO DE TRABAJO Y RECURSOS HUMANOS Unidad Anti-Discrimen

Ave. Munoz Rivera 505 Edit. Prudencio Rivera Martinez Piso 9, Hato Rey, Puerto Rico 00919

Tels: 754-5293 / 754-5294

Orientar, investigar casos, gestionar conciliaciones y representar a vfctimas de discrimen por sexo debido a embarazo y hostigamiento sexual , entre otros.

JUNTA DE PLANIFICACION Edificio Norte, Piso 12 al 16 Centro Gubernamental Minillas Ave. de Diego y Baldorioty Parada 22, Santurce, P.R.

Centro Gubernamental Minillas Apartado 41119 San Juan, P.R. 00940-9985

Tel: 727-4444 Realiza y publica estudios entre los que se incluyen t6picos de interes para la mujer, a saber: 1. lnforme social (oct. 1984) - Estudio sobre la condici6n socio-econ6mica de la mujer y los cambios en su rol dentro de la familia y como recurse humano. 2. Boletfn social (sept. 1984) - Destaca el tema de la familia y la mujer. 3. lnforme social (mayo 1985) - Estudio sobre diferentes aspectos sociales.

POLICIA DE PUERTO RICO Unidad de Delitos Sexuales

Avenida Roosevelt Cuartel General Hato Rey, P.R.

G.P.O. Box 70166 San Juan , P.R. 00936

Tels: 793-1234 (Cuadro) Exts. 2502, 2572 Ofrece a las vfctimas servicios medicos, hospitalarios e informaci6n en general. Ademas ofrece conferencias sobre violaci6n .

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PRO-MUJER Proyecto de Estudios de la Mujer

c/o Margarita Ostolaza Directora Colegio Universitario de Cayey Universidad de Puerto Rico Cayey, Puerto Rico 00633 Promueve programas de estudios, seminarios, conferencias, directorio y la divulgaci6n sobre tematica femenina .

ENTI DAD ES PRIVADAS ATREVETE Calle Lofza, Esquina Teniente Matta Num. 2169 Santurce, Puerto Rico

Apartado 6783, Lofza Station Santurce, P.R. 00914

Tel: 726-3192 Tutorfas para tomar examenes de ubicaci6n y equivalencia; educaci6n en salud, alfabetizaci6n, organizaci6n y desarrollo de la comunidad. Para personas de escasos recursos econ6micos.

ASOCIACION PUERTORRIQUENA PRO BIENESTAR DE LA FAMILIA Calle Padre Las Casas Num. 117 Urb. El Vedado Hato Rey, Puerto Rico

Apartado 2221 Hato Rey, P.R. 00919

Tels: 765-7373 / 765-7350 Brinda servicios integrales en planificaci6n familiar con enfasis en el aspecto preventivo-educativo. Ofrece orientaciones, adiestramiento, talleres, seminarios, distribuci6n de materiales educativos, servicio de biblioteca y servicios medicos sobre educaci6n sexual, planificaci6n familiar y otras areas relacionadas con la familia.

CASA PROTEGIDA JULIA DE BURGOS G.P.O. Box 2433 San Juan, P.R. 00936

Tels: 781-3500 / 781-2570 / 781-2814

Refugio, albergue a mujeres vfctimas de violencia domestica por un promedio de 6 a 8 semanas. Orientaci6n sicol6gica, legal, medica. Referidos e intercesorfa con agencias pertinentes a necesidades de la vfctima como: vivienda, asistencia nutricional, Corte, Sala de lnvestigaciones Criminales, escuelas y empleo. Ademas tiene un programa de ninos, terapia de grupo, actividades sociales y culturales, conferencias, talleres, seminarios, etc. Educaci6n a la comunidad y concientizaci6n sobre el problema de agresi6n. 528

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CASA SAN GERARDO Lucero Num . 37 Ext. El Verde Caguas, P.R. 00625

Box 967 Caguas, P.R. 00626

Tel: 746-2827 Albergue para adolescentes embarazadas. Orientacion y consejerfa. Terapia de familia.

CENTRO DE INVESTIGACION Y DOCUMENTACION DE LA MUJER (CIDOM) c/o Maria Cristina Rodriguez Tel: 766-1912 (Exts . 316-317) Nilsa Burgos lnstituto de lnvestigacion , Universidad lnteramericana Apartado 3255, San Juan, 00938, Puerto Rico Promueve la investigacion ; mantiene un centro de documentacion sobre la mujer en la Biblioteca - Recinto Metropolitano, Universidad lnteramericana.

CEREP - CENTRO DE ESTUDIOS DE LA REALIDAD PUERTORRIOUENA c/o Marcia Rivera, Directora Apartado 22200, Estacion de Correos U.P.R. San Juan, Puerto Rico 00931 Realiza, entre otros, seminarios, foros e investigacion relacionados con el tema de la mujer.

CLUB AL TR USA DE SAN JUAN Condominio Hato Rey Plaza Apt . 12-0, Ave . Jesus T. Pinero Hato Rey, P.R. 00918

Tel: 751-4797

Orientacion vocacional a la mujer que esta o desea entrar a los negocios. Se confieren becas anuales en distintas areas.

COLEGIO DE ABOGADOS DE PUERTO RICO Comisi6n de la Mujer

Ave. Ponce de Leon Miramar, Santurce, P.R.

Apartado 1900 San Juan, P.R. 00925

Tel: 721-3358 Estudiar legislacion para asesorar a las Camaras, servicios de orientacion y referimiento a la comunidad en general sobre derechos de la mujer. Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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DON BOSCO MUL TISERVICE CENTER Ave . Puerto Rico Num. 2278 Santurce, Puerto Rico 00915

P.O. Box 14125 Bo. Obrero Station Santurce, P.R. 00916

Tel: 728-0005 Servicios medicos, dentales y recreativos. Cllnicas multifasicas de diabetes, orina y sangre, hipertensi6n, detecci6n del cancer en el seno, matriz, ojo y boca. Referidos a ginec61ogos, laboratorios , cardi61ogos y psic61ogos.

FEDERACION DE ENFERMERIA PRACTICA DE PUERTO RICO Ave . Borinquen 2230 Altos Bo. Obrero, Santurce, P.R.

Box 7745, Bo. Obrero Santurce, P.R. 00916

Tel: 726-3938 Servicios para mejorar la clase profesional de enfermerfa. Educaci6n continua. Plan medico y servicios legales. Respaldo total en problemas laborales.

HOGAR ESCUELA SOR MARIA RAFAELA Carr. 871 , Km . 1.0 Bo. Volcan Hato Tejas, Bayam6n , P.R.

Apartado 3024, Bayam6n , P.R. 00621

Tels: 785-9586 / 785-9517 Servicios educativos, terapia individual y familiar con nuestras sic61ogas y trabajadoras sociales. Trabajo con las famil ias de nuestras residentes de 12 a 18 anos de edad .

HOGAR RUTH, INC. Box 538 Vega Alta, P.R. 00762-0538

Tel: 855-1477

Albergue temporero para vfctimas de maltrato conyugal. Ayuda sico-social para la agredida y el agresor. Conferencias, talleres, ayuda legal y coordinaci6n interagencial.

INSTITUTO DE HOGAR Calle Mirtos 154 Hyde Park, Rio Piedras, P.R.

Apartado Postal 20155 Rio Piedras, P.R. 00928

Tels: 767-4110 / 765-7895 Servicios de consejerfa a familias en casos de divorcio o maltrato conyugal , entre otros; actividades educativas. 530

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


INSTITUTO PUERTORRIQUENO DE DERECHOS CIVILES Calle Banco Romano Num. 7 3er. Piso, Rio Piedras, P.R.

Tel: 754-7390

Asesoramiento y representaci6n legal ; actividades educati vas (conferenc ias, seminarios, adiest ram ientos) sobre hostigamiento sexual , violenc ia domesti ca y otros temas.

LIGA DE MUJERES VOTANTES DE PUERTO RICO G.P.O. Box 3724 San Juan , P.R. 00936

Tel : 723-2312

Ayudar a los ciudadanos a participar activamente en el gobierno y sumin istrar material informativo para que pueda influir en lo que ocurre en su pa ls.

ORGANIZACION PRO DESARROLLO DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Facultad de Derecho Universidad Cat6lica de P.R.

Escuela de Derecho (UCPR) Estacion 6 Ponce, P.R. 00732

Tels: 844-4150 I Exts . 122, 327 Talleres, conferencias , publicaciones , foros y asesoram iento soc iojur idico. Promover legislaci6n favorable a la mujer.

SERVICIOS LEGALES DE PUERTO RICO, INC. Ave. Ponce de Le6n Num . 1859 Santurce, P.R. 00912

Apartado 9134 Santurce, P.R. 00908

Tel : 728-8686 Ofrecer asesoramiento y servicios legales en casos o asuntos de naturaleza civil a personas de escasos recursos econ6micos.

GRUPOS FEMINISTAS ASOCIACION DE MUJERES Ar.T1STAS DE PUERTO RICO, INC. Apartado 22800 Estacion UPR Rio Piedras, P.R. 00931

Tels : 792-1848 / 790-4898

Divulgar el arte hecho por mujeres, concientizar a la comunidad sobre el valor del mismo, realizar investigaciones sobre el tema y sirve como grupo de apoyo. Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87

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COORDINADORA DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS Apartado 21939 Estacion UPR Rio Piedras, P.R. 00931

Tel: 728-5480

Coordina esfuerzos entre las organizaciones feministas activas, particularmente para las fechas 8 de marzo (Dia Internacional de la Mujer Trabajadora) y 25 de noviembre (Dfa Internacional de No Mas Violencia Contra la Mujer).

ENCUENTRO DE MUJERES Calle 15 so Num. 818 Caparra Terrace Rfo Piedras, P.R. 00921

Tels: 781-8785 / 758-3326 798-9078

Talleres de concientizacion en diversas areas de nuestra opresion : sexual , educativa, economica, doble tarea.

FEMINISTAS EN MARCHA Apartado 21939 Estacion UPR Rfo Piedras , P.R. 00931-1939

Tel : 728-5480

Fiscalizaci6n de procesos legislativos, charlas , trabajo polftico con mujeres.

MUJERES UNIDAS EN ACCION Calle Artico Num. 611 Puerto Nuevo

Tel : 781-5208

Grupo de estudio que coordina conferencias y talleres sobre diversos temas de importancia para la mujer.

ORGANIZACION PUERTORRIQUENA DE LA MUJER TRABAJADORA Apartado 23136 Estacion UPR Rfo Piedras, P.R. 00931-3136

Tels: 763-5336 / 767-0820

En el interes de aportar al proceso de toma de conciencia de la mujer trabajadora, se facilita la organizacion de grupos de mujeres allf donde se desempenan : comunidades, centros de trabajo, de estudio, etc. Provee recursos para charlas, conferencias y talleres .

TALLER SALUD Apartado 2172 Estacion Hato Rey Hato Rey, P.R. 00917

Tels: 760-1634 / 761-8959

Orientar a la mujer sobre la situacion crftica de salud en que vive y sobre como ejercer mejor control sobre sus cuerpos. Ofrecen talleres, charlas, conferencias y publica un periodico y folletos informativos. 532

Homines , Vol. 10, Num . 2, 1986-87


RECOMENDAMOS LOS SIGUIENTES LIBROS SOBRE LA MUJER Reseflas: SEA V LA MUJER EN LA LUCHA, Yami la Azize. Edi torial Cultural, Ri o Piedras , 1985, 204 pp . El objetivo principal de la investigaci6n es evidenciar el discrimen que por raz6 n de sexo sufren las mujeres puertorriq uenas en el siglo 19 y principios de l 20. Discute la manera en que la educac i6n sirve a estos prop6sitos , conservando o perpetuando estereotipos. El trabajo se adentra en la lucha que desata la mujer en la decada de los 20, c6mo esta se incorpora al trabajo asa lariado y su partic ipac i6n en los movimientos obreros . Ademas discute la batalla que libran los movimientos sufragistas y el impacto que tiene la concesi6n del derecho al voto a un sector de la poblaci6n femenina . Analiza los diferentes movimientos feministas surgidos durante esta epoca , sus logros y difere ncias asi como la importancia de la organizaci6n en todo t ipo de lucha . (Pedidos: Editorial Cultural , Ca lle Roble num. 51 , Rio Piedras, Puerto Rico 00925).

La Mujer Puer torriqueiia: Inves t igaciones Psico •Sociales

Homi nes , Vol . 10, Num . 2. 1986-87

LA MUJER PUERTORRIQUENA: INVESTIGACION ES PSICOSOCIALES, Alba Nydia Rivera Ramos , San Juan , 1985, 194 pp . Buen aporte investigativo sobre distin tos aspectos ps ico-soc iales de la mujer puertorriquena. Estudia el impacto que sufri6 este sector de la poblaci6n con los cambios hist6ricos y sociales ocurri dos en la isla . El trabajo conliene varios ensayos que abarcan distintos temas: c6mo la mujer se fue integrando a la fue rza laboral asala riada , educac i6n que recibe. politica educa tiva, deficiencias de l sistema de ed ucaci6n , su cris is y med idas pa ra mejorar la edu cac i6n . Tambien se incluyen ensayos qu e Iratan el tema de la crim inalidad femenina , el control de la natal idad y la esterilizaci6n . calidad de vida de la mujer envejeciente blanca y negra en Puerto Rico. Ademas. la autora plantea los efectos negali vos de la psicoterap ia en la mujer. por ser este un proceso que no est a libre de estereot ipos y d iscrimen . (Pedidos : Librer ia La Tertulia. Cal le Amal ia Mar in. Rio Piedras. Puerto Rico).

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EOITORAS : ISABEL PICO, IOSA E. ALEGRIA

la mujer en los mediosde comunicacion social

LA MUJER EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION SOCIAL, Editoras: Isabel Pico, ldsa Alegria , Centro de lnvestigaciones Sociales, Rio Piedras , 1982, 194 pp . Esta publicaci6n recoge los trabajos presentados en el Seminario " La mujer en los medios de comunicaci6n social" celebrado en abril de 1980 en San Juan , Puerto Rico. En ellos se discute c6mo los medios de comunicaci6n proyectan a la mujer, que roles le asigna y c6mo puede ejercer influencia. Se estudia el acceso de la mujer a los medios de comunicaci6n social , dificultades, prejuicios y se proponen estrategias que permitan mayor participaci6n en las posiciones de mayor jerarqula . (Pedidos : Universidad de Puerto Rico, Centro de lnvestigaciones Sociales, Apartado 22405, Rfo Piedras, Puerto Rico) .

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V(J0.l-ro de lnvestlgaclones soclales 30 ANOS EN LAS CARCELES DE PUERTO RICO, Lydia Pena Beltran. Librotex, Inc., San Juan, Puerto Rico, 1986, 206 pp. El prop6sito de este libro radica en explicar la funci6n y los problemas de la (mica instituci6n penal para mujeres en Puerto Rico. Su autora, quien se desempeM como directora de la instituci6n por 16 anos , nos muestra la trayectoria del sistema correccional de la isla, discute sus experiencias en otros centros carcelarios y sus conocimientos en el area de la resocializaci6n . Nos brinda una narraci6n de la conducta y habitos de las confinadas , tratamiento de que son objeto; fricciones entre estas, problemas con los empleados , los servicios sociopenales, deficiencias administrativas y la crisis que enfrenta el sistema de correcci6n . Finalmente hace unas recomendaciones a la administraci6n que pueden ayudar a corregir muches de los problemas que hoy confronta y mejorar las condiciones de las confinadas, y la poblaci6n penal de otros centros. (Pedidos : Editorial Librotex , Inc., Calle Hatillo Num. 50, Hato Rey, 00918, Puerto Rico).

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LAS CACICAS INDOANTILLANAS , Jalil Sued Bad il lo, Rio Piedras , 1985.

Las Cacicas lndoantillanas Po, Jalil

Sued Bad,lo

Parte de un est udio sobre los cacicazgos indoantillanos que existieron a fines del sigl o XV. Nos mu estra la partici paci6n de la mujer en est as sociedades y ex plica la tradic i6n de los linajes matri lineales. Hace menc i6n de algunos clanes y la s re gion es dirigid os por cacicas, asi como su funci6n en la producci6n econ6mica , y areas de responsabilidad publ ica. (Ped idos: Prof. Jal ii Sued Bad illo , Depto. de Es tudios Generales , Universidad de P.R. , Rio Pied ras , Pu erto Rico).

LA SARTEN POR EL MANGO , Edi ci6n de : Patricia E. Gonzalez y El iana Ortega , Editorial Huracan , Rio Piedras , 1985, 173 pp . Recoge los temas mas discutidos en el enc uentro de escritoras lati noame ricanas: La existencia de una escritura femenina, la discusi6n de distintas hip6tesis , analisis de los trabajos de algunas escritoras y ten den cias de su literatura . lndice: Marta Traba: Hip6tesis de un a escritura diferente ; Sara Castro-Klaren : La critica literaria feminista y la escritora en America Latina ; Josefina Ludmer: Tretas de l debil ; Sylvia Molloy : Dos lecturas del c isne; Gabriela Mora : El " bildungs roma n" y la experiencia latinoamericana; Juan BruceNovoa ; La Sabina de Julieta Campos , en el laberinto de la intertextua lidad; Oscar Montero: En breve carcel ; Juan Gelpi : Apuntes al margen de un te xto de Rosario Ferre; Rosario Ferre: La cocina de la escritura ; Eliana Ortega : Desde la entrana del monstruo: voces hispanas en EE.UU .

la rnujer en la sociedad puertorriqueiia

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LA MUJER EN LA SOCIEDAD PUERTORRIOUENA, Edna Acosta Belen , Edi c io nes Hurac an , Rio Pied ras , Pue rto Ri co , 1980, 237 pp . Antologia de ensayos sobre la aportaci6 n de la muj er puertorriquena a la sociedad tanto en las actividades socioecon6micas y cultural. Fueron selecciona dos aquellos temas que se consideraron son los que mas afec tan a la mujer en Puerto Rico . Capitulos de: Isabel Pico, Marcia Rivera Quintero, Blanca G. Silvestrini , Norma Valle, Edna Acosta-Belen , Barbara Sjostrom, Helen lcken Sala , Maria M. Lopez Garriga , Mayra Munoz Vazquez. (Pedidos: Ediciones Huracan , Ave. Gon zalez 1002, Rio Piedras , Puerto Rico).

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EL MUNDO DE LA INFANCIA, Nilita Vientos Gaston, Editorial Cultural, Rio Piedras , Puerto Rico, 1984, 89 pp.

NILITA VIENTOS

Este libro fue publicado con el proposi to de conmemorar los 38 a nos de trabajo de Nilita Vientos Gaston como directora de las Revistas Asomante y Sin Nombre . El mismo nos describe como transcurrio la ninez de esta figura, una de las figuras mas destacadas en la cultura y el derecho puertorriqueno. A su vez recoge las costumbres de una epoca en Puerto Rico. (Pedidos: Editorial Cultural , Calle Roble , No. 51 , Rio Piedras , 00925, Puerto Rico).

canto al eoqul espaelo santallz mujer CANTO AL ESPACIO MUJER, Co qui Santaliz, Rio Piedras , 1985, 75 pp. Coleccion de poemas donde la autora logra expresar en poesia su inquietud feminista, logrando manifestar aquellas interrogantes que dia a dla la mujer se hace ante los problemas y obstaculos que se presentan . En el mismo se incluyen una serie de ilustraciones de varias artistas que se destacan en el dibujo. (Pedidos: Libreria La Tertulia, Calle Amalia Marin , Rio Piedras , Puerto Rico).

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GRANDES POETISAS OE

AMERICA

GRANDES POETISAS DE AMERICA , Isabel Cuchi Coll , San Juan , Libreria de la Cas_a del Autor, 1984, 93 pp. Breves comentarios sobre la vida y la obra literaria de cuatro conocidas poetisas latinoamericanas : Clara Lair, Alfonsina Storni , Julia de Burgos y Gabriela Mistra l. (Pedidos : Libreria de la Casa del Autor, Apartado 730, San Juan , 00902, Puerto Rico).

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VIRGENES Y MARTIRES, Ana Lydia Vega y Carmen Lugo Filippi , Editorial Antillana, Rio Piedras , 1981, 141 pp .

MUJER Y RESISTENCIA COMUNITARIA, Silvia Rivera y otros, Editor: J. Medina, lnstituto de Historia Social Boliviana, La Paz, 1986, 91 pp.

Libro de cuentos de renombrada s escritoras puertorriquenas . Sus ren ovad os esli los examinan el mundo de la mujer dentro de una sociedad colon ia l. Se inc luyen los siguientes titulos : Recetario de incaut os; Pilar, tus rizos ; Milagros , calle Mercurio ; Notas para un obituario ; Adiestrados ya los pies en la carrera ; Entre condicionales e in dicativos ; Pollito Ch icken ; Letra para sal sa y Ires sonetos por encargo; Puerto Principe abajo; Trabajando pal ingles ; Despedida de duelo ; Ahi viene Maura Yona y Cuatro selecci o nes por una peseta. (Pedidos: Librer ia La Tertuli a, Calle Amalia Marin , Rio Piedras , Puerto Ric o).

Parte de un estudio mayor sobre las Rebeliones andinas de 1910-1950 en el que se investigan estos movimientos. Este trabajo presenta varios testimonios que ilustran la participaci6n de la mujer en la lucha comu naria . La obra proporciona informaci6n sobre aspectos hist6ricos poco conocidos , la participaci6n de la mujer en este movimiento; ademas abunda en la " aparente ausencia y no-visibilidad femenina en la historia ". (Pedidos : Hisbol , Casilla 20753, La Paz, Bolivia).

MUJERES EN LIMA, Cuadernos del CEDHIP, No. 8, Lima, 1985, 20 pp. Este cuaderno nos presenta un aspecto general del proceso hist6rico de la mujer en Peru. Aborda temas que van desde la mitologia andina prehispanica , la epoca de la colonizaci6n espai'iola y los inicios de la republica , su participaci6n en el movimiento obrero, en las artes y letras y sus condiciones actuales . (Pedidos : CEDHIP, Apartado Postal 4867, Lima 01 , Peru).

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DIRECTORIO DE INSTITUCIONES FEMENINAS · BOLIVIA , CIDEM , La Paz, 1986, 70 pp. Este trabajo ha sido elaborado en forma de fichas recortables a fin de facilitar su uso. En cada ficha se registran los nombres y la di recci6n de las ins tit uciones , asi como una breve descripci6n de sus actividades. Agrupa las instituciones y organizaciones que trabajan en favor de la mujer en las ciudades de : La Paz, Sucre , Cochabamba , Santa Cruz, Potosi y Oruro. (Precio: $3.00 / Ped1dos : CIDEM , Casilla 3961 , o Casilla 3980, La Paz, Bolivia).

BIBLIOGRAFIA DE LA MUJER B0LIVIANA, Miriam Agramont, Enriqueta Alzerreca , Li dia Cal le, Sonia Montano, Eva Udaeta, Ed ic iones CID EM, La Paz, Boliv ia, 1986, 158 pp. Primera aproximaci6n casi completa de fo ll etos y libros producidos acerca de la mujer bo liviana. Agr upa aproximadamente siete centenares de referencias. Las fichas las recopilaron de 85 instituciones visita • das en La Paz, Sucre , Cochabamba, y Santa Cruz. " La edici6n de esta bibliografia , cons tituye un aporte fundamental , no solo a la investigaci6n en areas donde es crucial la participaci6n de la mujer, sino tambien Ila • ma a la reflexion a instituciones, sobre las condiciones y caracteristicas de los centros de documentaci6n . La publicaci6n de esta bibliografia es un desafio mas , puesto que ahora se inicia un proceso de futuras publicaciones mas comple tas, que de algun modo den cuenta de interrogantes, ausen cias y silencios sobre este importante grupo social, que paulatinamente esta dejando de ser invisible ". lndice: lndice de Autor, Ind ice de Titulo, Ind ice de Materias, Ind ice Cronol6gico, Glosario de Abreviaciones Utilizadas , Lista de Unidades de lnformaci6n Visitadas , Anexo a la Bi bliografia . (Precio: $5.00 - Pedidos: Senoras • ClDEM , Casilla 3961 , La Paz, Bolivia).

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MUJERES CAMPESINAS , Mar ia Fern anda Sostres, Gloria Ardaya, Moni ca Crespo ; (Dibujos : Cristoba l Aguilar), La Paz, 1985. (Facultad Latinoamericana de Cienc ias Socia les, Cas ill a 20.803, La Paz, Boli vi a). Contenido: Cinco cuadernos ilustrados que tratan de manera efectiva los siguien tes temas : lOue es ser mujer campes ina? ; La Familia y la Mujer ; El trabajo de la Mujer no se acaba nunca ; La Mujer ca mpesina y la organizaci6n ; y Las Mujeres hacemos historia.

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PANORAMA DE REVISTAS SOBRE LA MUJER REVISTA VIVA, Num . 6, Peru, JunioJul io, 1986, 30 pp. Ed itoras : Ana Maria Portugal y Mariella Sala . (Cent ro de la Mujer Peruana Flora Tr ist an, Parqu e Hernan Ve larde No. 42, Lima 1, Pe ru). lndice: Entrevista: Pension de Alimen tos: La ineficacia de una ley : Patricia Portocarrero : Las obreras se rebelan ; Gladys Acosta : En defensa de Sybila ; Ana Maria Porhigal : El tiempo de Cory ; La palabra de Simone; Ent revista : La exvicemi nistra se con f iesa ; Maria Emma Mannarelli : i, De d6nde vienen las brujas? ; Isabel Allende : La alegria de escribir; la muchacha original de follies . (Precio : S15.00 suscripci6n anual).

REVISTA ISIS INTERNACIONAL,

Num . 5, Ch il e, 1986, 118 pp . (Casill a 2067, Correo Cen tral , San tiago, Ch ile). "Movimiento Feminista en America Latina y el Cari-

be " (numero mon ogr af ico). lndice: Ana Maria Portugal : i,Oue es ser feminista en America Latina? ; Berta Hiriart: La Revuelta ; Ana Maria Portugal: El retorno de las brujas ; Rosa Bravo, Maria Isabel Cruzat , Elena Serrano, Rosalba Todaro: Y asi va creciendo el femin ismo en Chile ; Dolores Padilla : Eva de la manzana ; Roxana Carrillo: Centros de Mujeres , espacios de mujeres : F E M y Alaide Foppa : Marilee Karl : Formaci6n de redes en el movimiento global de las mu jeres ; Carmen Tornaria : Las mujeres y el proyecto democratico uru guayo ; Virginia Vargas: Vota por ti , mujer ; Luz Helena Sanchez: Balance y perspecti vas: Margarita Cordero : Feminismo latinoamericano : un desaf io multiple , entrevista a Magali Pineda ; Feminismo lat inoamericano ; los retos frente al poder, Conversaci6n con Adriana Santa Cruz; Cronologia 197075; Recursos .

(Suscripc iones : S20.00 / ind ividuos : S25.00 / lnstituciones).

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REVISTA LA ESCOBA, Ano 1, Num. 2, Bal ivia , Mayo 1986, 30 pp. (CIDEM, Casilla 3961, Av. Villaz6n , 1958 Of. 3, A. Pisa 3, La Paz, Bolivia). Editores: Miriam Agramont , Enriqueta Alzerreca, Mary Marca, entre otras.

IGNACIA ZEBALLOS

LA CA"TINERA

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EJERCITO

lndice: No queremos rosas ; Ignacia Zebal los , la cantinera del ejercito; " Yo veia que la mujer estaba sometida "; Compartiendo el 8 de marzo; Internacional ; Breves ; i,Somos las mujeres proletariado de la humanidad? Una gran verdad ; El voto femenino : una historia que no acaba; Tercer Mundo: 75% de familias encabezadas por mujeres viven en la pobreza; Para las amas de casa pulperia y salario; Una pelicula mentirosa ; Educando a papa; Humor; " Y aqu i hay mucha soledad "; i,Existe una escritura en femenino?; Felicidades iMiss Bolivia! ; Ya lleg6; Mujeres se capacitan. (Precio: Suscripci6n anual • S5.00).

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MUJERES El PROltTARIAOO OE LA HUMANIDAD?

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REVISTA LEGGERE DONNA , Num . 16, Ferrara, Aprile 1986, 16 pp. (Contrada della Rosa, 14 - Ferrara, Italia). Directora: Andrea Musi.

rosa in casa Giunti

UNA MOSTRA DA IM!TARE

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MUJER ESTABA

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LEGGERE DONNA

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LICURGO LE VOLLE SPORTIVE Gli

Indice : Luciana Tufani: Fiocco rosa in casa Giunti ; Giovanna La Pazza; Monica Farnetti : Trieste lntima; E Licurgo le voile sportive; Donne nell' antichita; Vera Perri: Le riviste ; Concorso Di Poesia ; Bruna Colomba : Essere donna in ... Nicaragua ; Gi gliola Garassino; Ma non e una cosa seria ; Rita Grasso: Le nostre leggi i nostri diritti ; Bruna Bignozzi: La parola all ' immagine. (Precio: Lire 46.000 - suscripci6n anual).

nppuntamenU di nprile

e mnggio

Homines , Vol. 10, Num. 2, 1986-87


REVISTA LA MUJER FEMINISTA,

Num . 19, Madrid, Jun io-Julio, 1985, 40 pp . Directora : Pilar Lopez (Apartado de correos 311 , Madrid , Espana). lndice: Rosa Miguelez y s u alca ld ia ; Estrella de Diego: Frida Kah lo; lnt roducc i6n dossier sa lu d mental ; Carmen Saez Buenaventura: Las amas de casa .. . ; Vi s ita al psiquiatrico de Ciempozue los; Victoria Sau: El pat riarcado ... ; Las asociaciones de muj eres co mo alte rn ativa a la sal ud menta l; Josefina Sanz Ramon: Mu jer y desarrol lo pe rsonal; Ana M . Gutierrez: Amaia Elosegui: el cic lismo fe meni no; La donce ll a en los si gl os XV I y XVI I; Enca Pena Fernandez; Emigrantes alemanas. (Precio : 1,000 pesetas, susc ripci6n anual).

JOAQUIN SABINA PISA El ACELERADOR

NATACION FRIDAKAlHO LADONCTU.A SIGlO XVI-XVII

LAS EMIGRANTES AUMANAS

mujer/fempr~ REVISTA

MUJER

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FEMPRESS,

Num. 61 , San ti ago, agosto, 1986, 30 pp . Directora Ad ri ana Santa Cru z. (ILET, Casil la 16-637, Santiago 9, Ch ile). lndice: Berta Hiriart: Bordando la fron tera ; Socorro Ramirez; El papa frente a las mu jeres; Severina Lautaro; Feria internacio nal del libro femi nista; Helena Salcedo; Enfoque de la mujer en medios de comu nicac i6n; Adr iana Santa Cruz ; Presa lider femini sta; Ana Maria Amado : Ley de divorcio ; Veronica Rossato: Las mu jeres en Pa raguay ; Resefias. (Precio : $28.00 I doce numeros).

REVISTA MAIRENA, Ano VII , Num . 20, Ri o Pie dras, 1985, 175 pp . Di rector: Man ue l de la Pu eb la (H imala ya 257, Urb . Mon ter rey, Rio Pied ras, Puerto Rico , 00926). Numero especial: " Homenaje a Julia de Burgos ". lndice : Jose Emilio Gonzalez; La poesia de Julia de Burgos ; Maria Sola : Desde hoy hacia Julia de Burgos ; Efra in Barradas : Entre la esencia y la forma: sobre el momento neoyorquino en la poesia de Julia de Burgos ; Mat ilde Albert Robatto: Vida , amor y muerte en la poesia de Julia de Burgos ; Ernesto Alvarez : Portafolio de Ju lia : Manuel de la Puebla : Julia de Burgos como mito ; Rosario E. Rios de Torres : Canci6n de la

Hom1nes . Vo l. 10. Num . 2. 1986-87

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verdad sencilla o la otra voz de los surcos ; Lydia Velez: Liberaci6n y marginalidad en la escritura de Julia de Burgos ; Mercedes J. Julian: " La que se alza en mis versos ··; Francisco Matos Paoli : lnvocaci6n a Julia de Burgos ; Graciany Miranda-Archilla: Tra ducci6n al ingles de " Rio Grande de Loiza ''; Julia de Burgos: Cartas a su hermana Consuelo; Maria I. Arbona: Ante la tumba de Ju lia de Burgos ; Jossianna Arroyo Martinez y Manuel de la Puebla: Bibliografia. (Precio : $6.00 ejemplar).

REVISTA PENSAMIENTO CRITICO, Ano VIII , Num . 44, Rio Piedras, mayo-junio , 1985, 40 pp . Editores: Jorge Farinacci , Miguel Perez , Estrella Lagares , Neftali Garcia, Eduardo Colon y Edgardo Fernandez. (Apartado 29918, 65th . Int. Station , Rio Piedras, 00929, Puerto Rico) "Edici6n Especial Sobre la Mujer"

penscJmiento

prop10

lndice: ldsa E. Alegria: La representa ci6n de la mujer trabajadora en la television de Puerto Rico; Ruth M. Silva Bonilla: La violencia contra la mujer trabajadora; Julia R. Nevarez: La mujer trabajadora puertorriqueiia y su lucha diaria ; Gloria Mock: Lasexualidad femenina : reflexiones para reflexionar: Organizaciones y proyectos sobre la mujer puertorriqueiia ; Alice Colon : La partici paci6n laboral de las mujeres en Puerto Rico : empleo o sub-utilizaci6n; A. Rodriguez: La mujer puertorriqueiia en la lucha revolucionaria ; Conversando con Grisel Garcia : Juana Gutierrez: La salud : parte de nuestra lucha. (Precio: $1 .50 ejemplar suelto).

REVISTA PENSAMIENTO PROPIO , Ano IV , Num . 31 , Managua, Marzo, 1986, 52 pp . Director: Xabier Gorostiaga. (Apartado 3516, Managua, Nicaragua). "Numero sobre la Mujer en Nicaragua".

la muter en nlc ragu elproJ'•~totraaelcardenal ""1G• a.,; erl1l1pennto

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lndice: Clara Murguialday : Menos estacionales, m(;!nos subordinadas ; La economia del delantal ; Testimonio : Nunca mas resignada ; William I. Robinson : La guerra al fondo de una taza . (Precio: $25.00 suscripci6n anual).

Homines , Vol . 10, Num. 2, 1986-87


REVISTA QUEHACERES, Ano 6, Num . 7, Santo Domingo, julio, 1986, 8 pp. Diagramaci6n: Mireya Sanchez. (CIPAF, Benigno Filomeno Rojas No. 307, Santo Domingo, Republica Dominicana).

Quehaceres ~;:::.:.-:::.:::.

lndice: Taracy Rosado: Algunas reflexiones sobre educaci6n popular y mujer; Mayra Jimenez: La investigaci6n feminista como compromiso social ; Mirna Flores Chang: Metodologla de la educaci6n popular: Magaly Pineda: Feminismo y educaci6n popular; Graciela de la Cruz: La sistematizaci6n en la educaci6n popular.

· populary

~

:ducaci6n

REVISTA LA ESCOBA, Ano 1, Num. 1, La Paz, Marze, 1986, 30 pp. Editores: Eva Udaeta, Rita Revello, Ximena Machicao, Sonia Montano y Elena Gisbert, entre otras. (CIDEM, Casilla 3961 , Av. Villaz6n , 1958, Of. 3-A , Piso 3ro., La Paz, Bolivia). lndice: Filip inas : Coraz6n rompi6 el marco; Test imonio, mujer, brujerlas y conocimiento; Debate: La participaci6n de la Mujer en polltica ; Cultura: Entrevista a Matilde Casazola ; Al imentos y mujer; las luchas femeninas en Bolivia. (Precio : $5.00 suscripci6n anual).

REVISTA NOIDONNE, No. 6, Ano 41 , Roma, junio, 1986, 98 pp. Directora: Mariella Gramaglia. (Vfa Trinita dei Pellegrini 12, 00186, Roma, Italia). lndice: Rita Musa, La vie dell ' avventura (la vida de la aventura), Rita Musa , Maria Nadotti, Patrizia Giovannett i y otras. Ana Maria Crispino - Dea Ex Machina; Patrizia Giovannetti - Mamme con la Cartella ; Corinne Cumerlato - Conoscete le Francesi?; Paola Tavella - Ketchup a Colazione; Patri• zia Carrano - Come Divorziare dal Propio Naso; Sandra Petrignani - La grande eredita che ci ha lasciato Simone de Beauvoir: Le opinioni, Le rubriche. (Precio: Suscripci6n anual 30,000 liras).

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87

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FORUM - A WOMEN'S STUDIES QUARTERLY, Vol. 12, No. 3/4, Cincinnati , Spring/Summer, 1986, 18 pp. , Editor: Sharon Dean (Center for Women 's Studies , University of Cincinnati , 146 Mc Micken Hall, Cincinnati, OHIO , 45221-0164 , USA).

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lndice: Artist and teachers ; Chilean Anthropologist Named Visiting Professor for 1986-87; Joanne Meyerowitz; Women Adrift - Women Migrants to Chicago, 18801930; Patricia Carter: A Woman 's tour of Cincinnati ; Forum Interviews; Betsy Lippitt: of Friends and Music ; Michael C. Adams & Susan S. Kissel; Teaching the American Identity from an Interdisciplinary/ Feminist Perspective.

REVISTA ALERO, Numero dedicado a: MADELINE WILLEMSEN, Ano II, Num. 2, San Juan, 1985, 24 pp. , Editores: Maria Teresa Babin, David Ortiz Angler6, Laura Rios, Jose A. Torres Martino. (Yagrumo Inc., Apartado 5734, San Juan, 00906, Puerto Rico).

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BOLETIN - CIDHAL NOTICIAS, Num. 14, Mexico, agosto-octubre, 1986, 18 pp. (CIDHAL · Centro para Mujeres, Apartado 579, Cuernavaca 62000, Morelos, Mexico) .

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lndice: Iris Martinez: Mi amiga Madeline;. Myrna Casas: Hora de Parques; Luis Rafael Sanchez; Madeline Willemsen ; David Ortiz Angler6: La noche de aquel tiempo; Maria Teresa Babin: La noche de aquel Mutis ; Poesla de : Elsa Ti6, Manuel Joglar Cacho, Andres Castro Rios, Sandra C. Otero Joy , Samuel lugo; Ramon Luis Acevedo: La Morada del hombre de Manuel Joglar Cacho; Rene Taylor: Francisco Oller y la Masonerla .

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lndice: Poesla; La otra cara de la moneda; Los industriales del vestido en Mexico; La ropa que se ponen , nosotras la cosemos; Costa Rica: V Encuentro Internacional de la Mujer y la Salud ; Centro de Documentaci6n ; Cronologla del movimiento de costureras . (Precio: $5.00 suscripc i6n anual).

Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales - Puerto Rico (Directora: Aline Frambes-Buxeda)

SECCIONES A. B. C. D.

lnvestigaci6n Divulgaci6n Dialogo entre America , Europa y Africa Hechos e Ideas de Actualidad

E. Sobre la Mujer F. Vida Cultural G. Resenas - Libros

AUTORES Y TEMAS Jaime Camuflas La Danza Puertorriquena: Punto de Partida Sociol6gico Agustin Cueva El Marxismo Latinoamericano: Historia y Problemas Actuales Sylvia Arocho Velazquez En busqueda de una socio-historia econ6mica de la musica puertorriquena Leopoldo Marmara El Movimiento Verde Aleman Pedro J. Saade Llorens El Problema del Militarismo en Puerto Rico Aline Frambes-Buxeda El Caribe, transformaci6n de la ciudad de San Juan Lydia Velez Mas All~ de las Mascaras : Una estrategia radical feminista Jorge Rodriguez Beruff Emerger del Reformismo ldeol6gico de Militares Peruanos, 1948-68.

TARIFA DE SUSCRIPCION ANUAL (Dos Numeros)

Puerto Rico: $15.00

Estados Unidos, Cari bey Centro Ameri ca: $22.00 Europa y Sur America : $25.00

Envle su cheque a Directora • Revista Homines. Depto. de Ciencias Sociales . Universidad lnteramericana. Apartado 1293, Hato Rey Puerto.Rico 00919

Homines , Vol. 10, Ntim . 2, 1986-87

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CONVOCATORIA Las facultades de Ciencias Sociales y Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras, anuncian la celebraci6n de! PRIMER SIMPOSIO SOBRE EL ESTUDIO DE LA POLITICA PUERTORRIQUENA ,

que se llevara a cabo durante los dias 19 al 21 de marzo de 1987.

Se invita a estudiosos del tema a enviar propuestas de ponencias sob re los siguientes temas: Problemas te6ricos del estudio de la politica en Puerto Rico: estado, poder y clases sociales. Partidos, ideologias y procesos electorales. Puerto Rico en el marco mundial: relaciones con Estados Unidos, el Caribe y America Latina. Estado, gobierno, administraci6n La mujer en la politica Educaci6n, universidad y politica La enseiianza de la poli tica en las escuelas El militarismo en Puerto Rico Iglesia, religion y politica Se consideraran, ademas, propuestas sobre otros temas.

Los interesados deben enviar su propuesta antes del 5 de diciembre de 1986 a: Comite Organizador Departamento de Ciencias Politicas Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras Rio Piedras, Puerto Rico 00931 Tel. (809) 764-0000, Ext. 2467

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Homines, Vol. 10, Num. 2, 1986-87


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REVISTA LATINOAMERICANA DE COMUNICACION o POR UN NUEVO ORDEN INFORMATIVO o NUEVAS CORRIENTES TEORICAS DE LA COMUNICACTON o COMUNICACION ALTERNATIVA o DEMOCRATIZACION DE LOS ,,,.~ SISTEMAS DE INFORMACION

o INNOV ACIONES TECNOLOGICAS Y PEDAGOGICAS

o TEMAS DESARROLLADOS POR LOS ANALISTAS MAS REPRESENTATIVOS DE LA COMUNICACION DE AMERICA LATINA YELMUNOO.

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REVISTA DE HISTORIA ASOCIACION HISTORICA PUERTORRIQUENA

ANOI

JULIO-DICIEMBRE, 1985

NUM.2

CONTENIDO I.

ARTICULOS 1. Adam Szaszdi, El descubrimiento de Puerto Rico en 1492 por Martin Alonso Pinzon . 2. Fray Mario Rodriguez Leon, Los registros parroquiales en Puerto Rico. 3. Fernando Pico , Nociones de orden y desorden en la periferia de San Juan, 1765-1830. 4. Ursula Acosta, Ducoudray Holstein : hombre al margen de la historia. 5. Loida Figueroa, Los combatientes puertorriqueiios en las guerras de lndependencia de Cuba . 6. Carmelo Rosario Natal, Betances y los anexionistas, 1850- I 870: notas sob re un problcma. 7. Ruben Davila, El pensamiento social obrero a comienzos del siglo XX en Puerto Rico. 8. Samuel Silva Gotay, La Iglesia Catolica de Puerto Rico en el proceso politico de la americanizacion a partir de 1898 (II) . 9. Aline Frambes-Buxeda, Sucesos coyunturales y la responsabilidad historica de Puerto Rico en la democratizacion del Caribe.

U.

NOTAS DE INVESTIGACION, COMENTARJOS Y NOTICIAS por: Jalil Sued Badillo, Juan Manuel Delgado, Aaron G . Ramos, Milagros Hernandez, Juan Manuel Carrion, Beauregard Gonzalez, Pedro Aponte Vazquez, Birgit Sonneson, Miiii Seijo Bruno, Mario Rodriguez Leon, Junta Editora .

Ill. RESENAS Y COMENTARIOS DE LIBROS por: Ida Alegria y Pedro Juan Rua. IV. CO LABO RADO RES

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PIDALA en su libreria favorita ($6.00) o ENVIE un cheque o giro postal ($6.00 mas $1 .00 para gastos de envio y franqueo) a: Asociaci6n Hist6rica Puertorriquena, Apartado 22650, Estacion Universidad, Rio Piedras, P.R. 00931 . - Suscripcion anual (dos numeros): $12.00, en Puerto Rico. En Estados Unidos y demas paises: $15 .00 (incluye envio). Numeros Sueltos: en Puerto Rico, $6.00 (mas $1.00); en Estados Unidos y otros paises, $7.50 (incluye envio).

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ENCUENTRO !lil l ~ SELECCIONES PARA LATINOAMERICA ARTICULOS DEL NUMERO CUARENTAICUATRO •

LA RADICALIZACION POLITICA DE LA JUVENTUD POPULAR

EN EL PERU /JULIO COTLER / REV/STA DE LA CEPAL • • •

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LOS ESTADOS UNIDOS, DE LA EUFORIA AL DESENCANTO: ESTAGNACION ECONOMICA Y DEFICITS CRECIENTES / BERNARD GUETTA / LE MONDE COOPERATIVISMO Y PARTICIPACION POPULAR: NUEVAS CONSIDERACIONES RESPECTO DE UN VIEJO TEMA / ROBER TO GUIMARAES/ REV/STA DE LA CEPAL I CHI LE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES Y LOS SERVICIOS FI NANCIEROS, LOS SEGUROS, EL TURISMO, EL TRANSPORTE MARITIMO, LA ~UBLICIDAD Y LOS SERVICIOS CONTABLES (PRIMERA PARTE) / F. CLAIRMONT, J. CAVANAGH / C EXT. SE CUMPLEN 50 ANOS DE LA GUERRA CIVIL ESPANOLA / LUIS CEBRIAN, ANTONIO TOVAR, PEDRO LAIN ENTRALGO, ALFONSO ALVAREZ BOLADO/ EL PAIS, VIDA NUEVA GORBATCHEV Y LA ECONOMIA SOVIETICA /A. ANTON KIN/ ETUDES I FRANCIA ADAM SMITH lPENSADOR LIBERAL?/ J. WEYDERT/ PROJET OCDE : EVALUACION Y PERSPECTIVAS DE LA ECONOMIA INTERNACIONAL AL 31 DE MAYO DE 1986 AUGUSTO ROA BASTOS: EL DILEMA DE LA INTEGRACION IBEROAMERICANA / CUADERNOS H/SPANOAMER/CANOS LA JUVENTUD LATINOAMERICANA ENTRE EL DESARROLLO Y LA CRISIS/ GERMAN RAMA/ REV/STA DE LA CEPAL MAX WEBER, EL ESTADO Y LA CULTURA / JEAN-YVES CALVEZ / PROJET I FRANCIA LESZEK KOLAKOWSKI: EL FILOSOFO Y LA RELIGION/ M . KROL/ ESPRIT I FRANCIA IMAGENES DE LA MATERIA EN LAS DIFERENTES EPOCAS HISTORICAS Y EL MATERIALISMO / ETUDES FICHAS DE CINE: EL COLOR PURPURA, UN LOCO SUELTO EN BEVERLY HILLS, F.X . ASESINATO SIN MUERTE, RUNAWAY TRAIN, MACARONI, SHORTCIRCUIT,etc. MENSAJE SOCIAL DE JUAN PABLO II EN COLOMBIA/ ECCLES/A I ESPANA LA IGLESIA Y LA REVOLUCION : LA SOLUCION DE FILIPINAS / FRANCISCO CLAVER/ ETUDES LA HORA DE LA IGLESIA EN HAITI/ LUIS UGALDE / SIC MENSAJE DE LOS OBISPOS AL PUEBLO VENEZOLANO ANTE EL GRAVE PROBLEMA DEL DESEMPLEO / ECCLES/A JUAN PABLO II: LA IGLESIA SIEMPRE FAVORABLE A LAS COOPERATIV AS/ ECCLES/A LOS CATOLICOS EN LA VIDA PUBLICA / CONFER EN CIA EPISCOPAL ESPANOLA

Editado par el CENTRO DE PROYECCION CRISTI ANA, Jr. Aguarico 586 , Brena-Lima - PERU ; Telf .: 232609 . SUSCRIPCIONES PERU ENCUENTRO nn . 45 al 55: 1/. 800.00 ENCUENTRO (tomo I: nn . 1 al 11; tomo 11 : nn. 12 al 22 ; tomo 111 : nn. 23 al 33; tomo IV : nn . 34 al 44) 1/. 800.00 cada tomo de la Rev ista-En ciclopedia . SUSCRIPCIONES AMERICA LATINA Via superficie, correo certificado, ENCUENTRO nn. 45 al 55: 75 $ USA . ENCUENTRO (tomo I : nn. 1 al 11; tomo 11 : nn . 12 al 22; tomo 111 : nn. 23 al 33 ; tomo IV: nn . 34 al 44) : 65 $ USA cada tomo. V fa aerea, correo certificado, ENCUENTRO nn . 45 al 55: 100 $ USA . ENCUENTRO (tomo I : nn . 1 al 11; tomo II : nn. 12 al 22 ; tomo 111: nn. 23 al 33 ; tomo IV : nn. 34 al 44) : 80 $ USA .:ada tomo.

Homines , Vo l. 10, Num . 2, 1986-87

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LITTERATURE , SEMIOTIQUE, LINGUISTIQUE , HISTOIRE, PEDAGOGIE , POLITIQUE , HOMMAGE, CHRONIQUE , CREATION , LIVRES , REVUES

Diffusion en Suisse : Editions de l'Aire , Lausanne Diffusion en France: Presses Universitaires de France , Paris

N° 1

AUTOMNE 1984

1re AN NEE

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Precio suscripci6n anual : 15 francos suizos Direcci6n : Apartado postal 442 , CH-1701 , Suiza

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HOMINES Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales -

Puerto Rico -

(Directora: Aline F rambes -Buxeda}

SECCIONES

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A. B. C. D.

lnvesllgaci6n Divulgaci6n Dialogo entre America , Europa y Africa Hechos e Ideas de Aclualidad

E Sobre la Mujer F. Vida Cullural G. Resenas - Libros

-·•·--AUTORES Y TEMAS: Jaime Camufias - La Danza Puertorriqueiia: Punto de Partida Sociol6gico Agustin Cueva El Marxismo Latinoamericano: Historia y Problemas Actuales Sylvia Arocho Velazquez En busqueda de una socio-historia econ6mica de la musica puertorriqueiia Leopoldo Marmora - El Movimiento Verde Aleman Pedro J. Saade Llorens - El Problema del Militarismo en Puerto Rico Aline Frambes-Buxeda El Caribe - transformaci6n de la ciudad de San Juan de Puerto Rico Lydia Velez Mas Alla de las Mascaras: Una estrategia radical feminista Jorge Rodriguez Beruff Emerger del Reformismo ldeol6gico de los Militares Peruanos , 1948-68.

TARIFA DE SUSCRIPCION ANUAL (Dos Numeros) Puerto Rico: $15.00 Estados Unidos, Caribe y Centro America: S22.00 Europa y Sur America: $25.00

Envfe su cheque a: Directora - Revista Homines, Depto. de Ciencias Sociales, Universidad lnteramericana, Apartado 1293, Hato Rey, Puerto Rico 00919

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English Edition Vol. V, No. 1 Spring 1986

Editor Giampaolo Ca/chi Novati

politica internazionale

EDITORIAL 3 Across the Atlantic

DOSSIER: ITALY IN THE MEDITERRANEAN BASIN Managing Editor (English Edition) Donata Ge/Ii

5 The Difficult Construction of a Coherent Policy Enzo Enriques Agnoletti 11 Global Balance and Regional Factors Antonio Armel/ini

Editorial and Advertising Assistant Antonella Di Renzo

17 The European Commitment against Rising Tensions

Editorial Address: Via del Tritone, 62/b 00187 Rome , Italy Tel. (6)6792321

23 The Yalta Order on the Path of Exhaustion Massimo L. Salvadori

Domenico Sassoli

THE INTERNATIONAL SYSTEM

29 How to Overcome the Division of Europe Adriano Guerra

Annual Subscription Rate US$ 18.00 Single Issue Price US$ 10.00 The payment may be made by cheque or international postal order direct to: Politica lnternazionale - LICOSA Via Lamarmora, 45 50122 Firenze (Italy) Tel. (55)579751

39 A Major Role of the Third World in the Political Arena Giampaolo Ca/chi Novati

ECONOMIC ISSUES 53 New Protectionism: Forms and Consequences in the Industrial Sector Siegfried Schultz 67 The Growing Awareness that the Debt Problem is Political

Massimo Micarel/i 75 Wh ich Future for South-South Co-operation

Liliana Magrini 85 The Current Latin American Crisis: Chai Ieng es and Proposals for Action Norberto Gonzalez

CHRONOLOGY 91 Evolution of International Politics from 1945 to 1985 Fulvio Attina 115 IPALMO's Activities 119 Book Reviews 141 Publications Received

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Edited by Stepharue Coontz and Peta Henderson WOMEN'S WORK, MEN'S PROPERTY Bnngs together a group of histonans and anthropologists to exarrune the ongms of

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SCANDINAVIAN JOURNAL OF DEVELOPMENT ALTERNATIVES Forum on Peace Studies

J David Singer The Missiles of October - 1988: Resolve, Reprieve & Reform J David Singer From Promised Land to Garrison State: The Israeli Search for Security Richard Falk Nuclear Weapons and the Renewal of Democracy Winston E. Langley Irenology and the University for Peace M. V. Naidu Industrializacion, Militarization and Bureaucratization in South Asia: Complementary or Contradictory Developments? Franklin Vivekananda Stockholm Peace Conference (CSCE) 1984-86 Issues and Achievements

5 14 25 51

65 97

Forum on Carribean and Central America

Maurice Waters Intervention as a Third World Dilemma: Grenada James Lee Ray & Fred R. Harris The U.S. Mexican Nicaraguan Connection: Past and Present A. Belden Fields U.S. Anti-Imperialist Movements in Two Contexts: the War in lndo-China and the Intervention in Central America Guy Poitras The Containment of Central America Wallace C. Koehler, Jr. Island Ministates and Interdependence: Energy and the Insular Caribbean Books Reviews

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This is a journal of interdisciplinary social sciences specially devoted to the studies of genuine development related to basic human needs satisfaction such as socio-economic problems, conflict and peace, human rights, migration, environment, North-South relations and anthropological views.

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CAHIER LATINO AM ERi CAiNS

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Luis Velez-Serrano Martial Pasquier

L111erature LUIS JNIGO MADRIGAL (Professeu r de 1111e, a1ure la11no-ame• ncame I Umvers11e de Geneve) , 1 Viva la v1da 1 1 Viva el amor 1• Paraguayansan de Augusto Roa Bastos

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ThE!ol og1e RICHARD rRIEDLI {Professeu, de sc des religions a I Umver site de fnbourg) La 1heolag1e de la /1bera1ion en Amenque latme

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Hommage In memoriam JUAN RULf'O par JEAN-PAUL BOREL (Professeur a la racul1e des lettres de l'Umvers11e de Neuchiitel )

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Enireuens Rencontre avec JOSE DONOSO . par ALEXANDRA BASUAL'T'O {Umversue de Santtago de Chile) Rencontre avec le Ca rdmal ARNS. pa r JACQUES BERSE1' ( Agence KIPA F'nbou rg) Latmo-amencains Entretien avec LUIS PRIETO. professeur de hngu1st1que gene t!lustres en Suisse 1ale I Umvers11e de GenE!ve

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Editorial Pr eface PIERRE AUBERT (Conse1ller federal). La Suisse et I Amenque La11ne des rela1,ons secu/aires

Dossier : l'endettement de l'./1.merique latine Econo m1e JEAN VALARCHE rProfesseu1 en sc ec a I Umversue de F'n bourg l et Thierry Mauron (Ass1s1an1 en sc econ ) Deux 1el/ex1ons sur J'analyse du mode/e bres1/1en de Celso Fur

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o eveloppement PHILIPPE NELL. (Ph D en e1udes mternauonales Depanement federal des affa1res e1range1es Berne). L educar1on dans /es Andes peruv1ennes prob/emes et recherche de so!ut,ans Pohuque CLAUDE JULIEN (Dnecteur de •Le Monde D1ploma11que• m1ernauonale Paris)

Correspondants

Psycholog1e GUSTAVO GOTIRET (Ass1s1anl en psycholog1e a fribourg) Le mande /udique des en/ants Aymara Une expeflence dans Je Hau1-PJareau de la BoltvJe Ph1losoph1e RAQUEL BORONAT WIDMER (Professeur a I Ecole Normale fnbourg) Dix ans de travail fa Rev1sta latmoamencana de f)Josaha

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Bulletin de souscription a ,.,ourne, a Cah1ers launo-amE!ncams (c/o L Velez) case postale 442 CH 1701 Fnbourg (Su1sseJ CCP 17-!0335·5

Dro1t JOSE HURTADO POZO . (Professeur de drou penal a I Umversue de fnbourg) La reception du drai/ etranger le cas peruv1en

H1s101re MARTIN NICOULIN (h1s1onen D1recteur de la B1bhotheque camonale el un1vers11a1re de F'nbourg) Arburage smsse sur le Brim/

a l'etranger

Ahne r rambes Buxeda professeur de soc1olog1e Puerto Rico Est r ella Bustos Ogden professeu r de htterature la11no-ame n came Villanova USA Jose Koze1 professeur de huE!rature la1mo-amE!ncame a New York Edmond Cros. professeur de h11E! ra1ure Mompelher et a Pmsburgh Tomas Stefanov1cs. Dr en d1011 professeur a Munich Carlos Reis professeur de httE! rature a Co1mbra Ponugal Renato Prada Oropeza, professeur de hnguisllque a Veracruz MPXICO

Le souss1gne commande exemplaire(s) du volume 1987 de Cah1ers latmo-amim cams au pux de 26 r, s

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S8m1011que PETER rROHLICHER. (Char ge de cours a l'Umversue de Zurich el !'ETH) Le su1e1 et son rec,1 ,Diano para un cuento, de Julio Cortazar

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NlJBA SOOFDAD ,.. OVIEMBRE/ DICIEMBRE 1986 Jefe de Redacci6n : Daniel Gonzalez V.

Director : Alberto Koschuet zke

COYUNTURA: Carlos D. Mesa Gisbert: Bolivia . La dramatica transici6n ; Luis Verdesoto : Ecuador. 0Hacia el derrumbe de la derecha?: Franklin J . Franco : Republica Dominicana. Entre la libertad y el miedo. ANALISIS: Darcy Ribeiro : Revoluci6n en la educaci6n. El sistema escolar brasilefio ; Enrique Neira: Colombia: las guerrillas y el proceso de paz: Carlos M. Vilas : Nicaragua : las organizaciones de masas . Problematica actual y perspectivas ; Ferran Brunet: El Estado. la politica . las clases sociales y el capital; Lawrence Nurse : Los sindicatos en el Cari be angl6fono; Oscar Ugarteche G.: Lo interno de la deuda externa. Los casos de Bolivia y Peru. POSICIONES: Alan Garcia:

o hay democracia sin antimperialismo .

TEMA CENTRAL : Samir Amin: 0Socialismos particulares o nacionalismo burgues? A treinta afios de Bandung: Karl Grobe-Hagel : China y Vietnam: dos revoluciones cam• pesinas. 0Que ha sido de ellas?: Sidney de Miguel: Angola y Mozambique : ruptura y liberaci6n : Volker Grabowsky: Corea del Norte: cul to a la personalidad: Enrique Dussel: i,Hay Teologia de la Liberaci6n en Africa y Asia?; Emil C. Ndonde : Tanzania: i, El fin de! suefio socialista ?

SUSCRIPCIONES (incluyc flct.c acrco) America Latina Resto del Mund o Venezuela

Anual (6 numcros)

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30

Bs . 150

Bicnal ( 12 numcros) USS 35

USS

50

Bs . 250

PAGOS : Cheque en d61ares a nombre de NUEVA SOCIEDAD . Direcc i6n : Apartado61 .712 -ChecaoCaracas 1060-A - Venezuela

.

Rogamos no efectuar transferenc,as bancarias para cancelar suscripciones

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PENSAMIENfO IBEROAMERICANQ Reviate semestral patrocinada por el lnatituto de Cooperaci6n lberoameric1na (ICI) y la Comiai6n Econ6mica para Am,rica Latina (CEPAU Eata edici6n de Penaamiento lberoamericano ha aido patrocin•de por el Miniaterio eapallol de Agricultural, PHca y Aliment1ci6n Junta de Aaeeo,.a: Raul Prebiach (Preaidenta). Rodrigo Botero. Femen!lo H. Cardoso, Aldo Ferrer, Enrique Fuentes Quintana. Ce 10 Furtado, Norberto Gonz41ez, David Ibarra. Enrique V. Iglesias. Jo8' Matos Mar, Andreu Mas, Francisco Orrego Vieu/la, Manue de Prado y Col6n de Carvajal, Luis Angel Rojo, Santiago Rold•n. Germ,nico Salgado, Joa, Luis Sampedro, Marla Manuela Silv Joa4! A. Silva Michelena, Alfredo de Sousa. Osvaldo Sunkel. Marla C. Tavares. Edelberto Torres Rivas, Juan Velarde Fuertes, Lui v,11ez. Gert Rosenthal y Emilio de la Fuente (Secretarios). Di,.ctor. Anfbal Pinto ConHjo de Redacci6n: Adolfo Canitrot Jose Luis Garc(a Delgado. Adolfo Gurrieri, Juan Mul\oz. Angel Serrano (Secretario de Re dacci6n). Carlos Bazdresch y Augusto Mateus. Julio-Diciemb,. 198

N.• 8 (824 p6ginaaJ SUMARIO EL TEMA CENTRAL: cAGRICULTURA. PROCESOS Y POLITICAS»

e Transformaciones. tendencies y Pfll'Spactivas: Luis L6pez C6rdovez e Sistam11s alimentarios y opciones de estrat9gia: Alexender Schejtman e La opcidn campasina en las estretegias agrfcoles: Emiliano Ortega • Presencie y efttetos de la inversidn exrranjera: Ruth Rama • A/c11nces y opciones en la raalidad egraria argenrina: Alfredo Eric Calcagno y Francisco Gatto • A industriefiz~lo incomplet11 da egricuhur11 brasiltJir11: • questlo da IHtterogeneidade tecno/6gica: Ana Celia Castro • La agricuhur11 co/ombi11na en un contexro de crisis: Jesus Antonio Bejarano • Esrructur11s egrarias y polnicas de reform• 11n Espe/la: Jost! Marla Sumpsi • Car11crariz11Ci6n de /11 industri11 agroalimentari11 en Espe/la: Manuel Rodriguez Zullig• y Rosa Soria • La experiencia espello/11 reciente: sftu11ci6n y «c;on.s: Rodrigo Soto Ortiz • C11r11cterfsticas y efecros socia/es de la polltica agrari11 espellola: Feliu Cella Delgado. Manuel P4!rez Yruela y Eudardo Remos Real • Estructuras da produ.lo agrfcola: panor11ma do meio SIICUlo am Portug111' Fernando Oliveira Baptista • Extroverslo e intemacion11/iz,._1o do sistema rural portug,Ms: Armando Trigo de Abreu • A agricuhura porruguesa no limi11r dtJ adeslo a CEE: Francisco Avillez • 0 latifundismo em Porrug11I: Afonso de Barros

lntarvienen en el Coloquio: Carlos Abad, Antonio Barros de Castro, Pablo Campos, Emilio de la Fuente, Raul lturra, Juan Martinez Alier. Rodolfo Martinez Ferrate, Augusto Mateus. Jose Manuel Neredo, Anfbal Pinto. Jose Portela, Jose Reis y Manuel Villaverde Cabral. Y LAS SECCIONES FIJAS DE: • Reaetlea temllticaa: examen y comentarios -<ealizados por personalidades y especialistas de los temas en cuesti6n- de un

conjunto de anrculos significativos publicados recientemente en los distintos parses del llrea iberoamericana aobre un mismo tema. Se incluyen quince resel\as temllticas en las que se examinan 1 82 aniculos realizadas por. Celia Barbato, Lysette Henriquez, Patricio Meller. Rafael Rengifo. Eliana Villar. etc. (latinoamericanasl. Jose Luis Gerda Delgado. Francese Mercade, Antonio Vazquez Barquera, etc. (espaflolasl. Carlos Gouveia. Antonio Pacheco. Mario Vaigaba (portuguesasl. • Reaumenes de artlculoa: 1 50 resumenes de articulos relevantes seleccionados entre los publicados por las revistas cientlficoacademicas del llrea iberoemericana durante 1984-85. • Revista de Reviataa lberoamaricanas: informaci6n peri6dica del contenido de mlls de 140 revistas de carllcter cient(licoacademico. representativas y de circulaci6n regular en lberoamerica en el llmbito de la economia politics.

• Suscripci6n .por cuatro numeros: Espalla y Portugal 3.600 pesetas o 40 d61ares; Europa 45 d61ares; America y resto del mundo 50 d61ares. • Numero ~uelto: 1.300 pesetas o 1 5 d61ares. • Pago mediante taldn nominativo a nombre de Pensamiento lberoamericano. • Redacci6n, edministraci6n y suscripciones: lnstituto de Cooperaci6n lberoamericana Direcci6n de Cooperaci6n Econ6mica Revista Pensamiento lberoemericano Tele!. 244 06 00 Ext. 300 Av. de los Reyes Cet61icos. 4 28040 MADRID

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Se so li cita a los auto res y colabo radores atenerse a las recomendaciones siguientes: 1. En todos los trabajos se entregaran unorig inal y una fotocopia , escritos a maqu inilla a doble espacio , en pape l tamaiio carta. Las colaboraciones deben mantenerse en lo posible , den tro de un maxima de 45 cuart illas tamaiio carta . 2.

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6.

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Las noticias u opiniones contenidas en este numero son de la exclusiva responsabilidad de su autor.


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The struggle to excel

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pages 249-250

Miguel A. Rivera Salud mental en la mujer

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pages 203-208

El hostigamiento sexual en el empleo

12min
pages 194-198

Maltrato flsico a la mujer en Puerto Rico

10min
pages 199-202

Las mujeres y el contexto social de los anos cuarenta

8min
pages 189-193

Rosa Santiago-Marazzi La inmigraci6n de mujeres espanolas a Puerto Rico en el periodo colonial espanol

27min
pages 156-167

Lydia Milagros Gonzalez Tras el mundillo de la aguja

17min
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Maria Milagros Lopez La hormiga alada o en torno al proyecto fe minista socialista: reprivatizaci6n y mer- cantilizaci6n del contexto domestico y la instancia de la subjetividad

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El proletariado ha muerto: i,Viva el ama de casa?

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La Nueva Mujer

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Tambien en el Tercer Mundo se r,rea el ama de casa, i,por que?

26min
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Maria Milagros Lopez Reflexiones en torno al debate feminista en Puerto Rico

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Ma. Encarna Sanahuja Modo de Producci6n y Patriarcado

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