La Última Palabra
Perspectivas del presidente por Mons. Peter I. Vaccari
El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó: ‘El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí’. Como dice la Escritura: ‘De su seno brotarán manantiales de agua viva’ (Jn 7:37-38)
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l 8 de mayo, el cardenal Robert Prevost fue elegido papa, sucesor de San Pedro. Eligió el nombre de León XIV. Oriundo de Chicago es el primer sucesor de San Pedro de los Estados Unidos. CNEWA-Misión Pontificia da gracias a Dios y a la acción del Espíritu Santo entre los cardenales electores. Pido a nuestros seguidores leer y orar con el discurso del papa León a los participantes del Jubileo de las Iglesias Orientales del miércoles 14 de mayo. En su discurso, hace eco del sentimiento del Papa Francisco, fallecido el Lunes de Pascua, de defender las tradiciones únicas de las iglesias orientales. Además, reconoce la perspectiva que el Papa San Juan Pablo II comparte en su encíclica “Orientale Lumen” sobre el singular papel histórico de las iglesias orientales “como el contexto original donde nació la iglesia”. Esta edición de ONE en español rinde homenaje al papa Francisco y presenta al papa León XIV a la luz de la misión de CNEWA. La imagen más popular del Sagrado Corazón de Jesús, pintada por Pompeo Batoni en 1767, se encuentra en la Iglesia del Gesù de Roma.
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CNEWA.ORG/ES/REVISTA
El papa Francisco fue un firme defensor y pastor de las iglesias orientales. En los primeros días de su pontificado, el papa León mostró la misma diligencia por las iglesias orientales, así como por los desafíos y problemas que enfrentan en las regiones del mundo donde trabaja CNEWA y donde la experiencia de la sed física es una historia demasiado familiar. Y más allá de la sed física, muchas personas en nuestro mundo experimentan formas profundas y diversas de sed. ¿Con qué frecuencia sentimos la sed del desierto por un mayor significado y propósito, la sed de un trabajo adecuado para mantener a nuestras familias, la sed de relaciones significativas? ¿La sed de amar y ser amado? ¿La sed de una vida de mayor virtud, es decir, de prudencia, justicia, fortaleza y templanza? La letanía de nuestra sed podría continuar. En su encíclica sobre el Sagrado Corazón (“Dilexit nos”), publicada el pasado octubre, el papa Francisco traza el camino bíblico de Dios, que también tiene sed. Sí, Dios tiene sed de abrazar a su pueblo con su amor, prometiéndole el agua vivificante que lo liberará del desierto y lo purificará de sus pecados. La culminación de esa sed divina llega en la audacia del misterio de la Encarnación, cuando Dios se hace uno como nosotros en todo, ¡excepto en el pecado! El cumplimiento del plan de Dios llega, como afirma la encíclica: “Contemplamos su costado abierto, de