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TECNOLOGÍAS DE ASISTENCIA MÉDICA Liliana Mora
INVESTIGACIÓN
CEO, Síoltalife. Química Farmacéutica con más de 15 años de trayectoria como Business Developer en el mercado de Life Science. Apasionada de la educación continua, busca crear foros con la convicción de sumar talento nacional e internacional, experiencia y transcendencia. Actualmente radica en Bélgica, donde busca estar cerca a los Hubs de Innovación y Tecnología en su sector.
Me gusta ver el 2020 como un buffer en una reacción química exotérmica, insisto, un “buffer” que nos ha permitido acelerar los procesos, protocolos y tecnologías como nunca antes se había visto en la historia de la humanidad. Diversas tecnologías de diagnóstico surgieron de alianzas multisectoriales para desarrollar prototipos, validarlos, cumplir con los registros críticos y ser liberados en menos de tres meses al mercado global bajo las premisas de calidad, accesibilidad, escalabilidad y precisión. Un claro ejemplo es el reciente estudio publicado en el Journal of Medical Internet Research conducido por la Universidad de Vermont y Cedars-Sinai donde demuestran una alta precisión del software AI-COVID™ para la predicción de COVID-19 usando muestras de sangre de rutina, lo cual ayudará a los hospitales a reducir el número de pacientes referidos a las escasas pruebas de PCR. La aprobación Fast Track de las vacunas de Pfizer y Moderna es un hecho sin precedentes ante la contingencia del siglo. Fast Track es un proceso diseñado para facilitar el desarrollo y acelerar la revisión de nuevos medicamentos y vacunas destinados a tratar afecciones graves que tienen el potencial de abordar una necesidad médica insatisfecha. Hace poco más de una década escribía en mi tesis de licenciatura el impacto de la terapia génica como alternativa para el tratamiento de enfermedades de carácter infeccioso que no eran susceptibles a tratamientos clínicos estándar y 2020 es el año donde las vacunas basadas en mRNA fueron fundamentadas en datos preliminares de estudios de fase I y II, aprobadas por la U.S. Food and Drug Administration así como la European Medicines Agency para su uso en humanos llevando la fase III directamente a la población mundial. Confío en que a nivel internacional se tendrá la infraestructura y farmacovigilancia necesaria para documentar este hecho sin precedentes.