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Entrevista Miguel Hadad para la Revista Winners

¿Cómo usted evalúa la ciudad de Jundiaí en la actualidad?
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Jundiaí avanzó mucho. La posición que conquistó nuestra ciudad nos permite tener una visión de cómo podrá ser la Jundiaí del futuro: una ciudad más cerca de la naturaleza, sin un crecimiento desordenado de la población, donde podamos tener acceso a los servicios disponibles tanto local como mundialmente, y capaz de ofrecer, debido a su economía, cada vez más y mejores oportunidades para todos. Trabajar con visión de futuro, con metas de largo plazo, es una característica de las administraciones municipa- les jundiaienses. Fue gracias a que en el pasado los alcaldes trabajaron pensando en la Jundiaí de hoy que conseguimos tener una posición diferenciada de la mayoría de los municipios brasileños y es de esa manera, pensando hoy en la Jundiaí del mañana, que vamos aproseguir en esa trayectoria.
¿Todavía hay mucho para mejorar e invertir?
Claro que sí. Principalmente continuar invirtiendo en la calidad de la gestión y de los servicios públicos. Fue por eso que Jundiaí es conocida por su calidad de vida y desarrollo. El IDH de la ONU muestra que Jundiaí es la ciudad que presenta el mejor desempeño en desarrollo humano en las últimas décadas entre las ciudades paulistas de su envergadura. En 1980 Jundiaí ocupaba la 51ª posición y hoy es la 4ª colocada. De acuerdo con la Federación de las Industrias de Río de Janeiro, en una encuesta realizada en ámbito nacional, somos la mejor del Brasil en desarrollo municipal entre las ciudades con más de 300 mil habitantes. Esa encuesta de la FIRJAN se basa en el desarrollo del municipio en tres ítems: empleo y renta, educación y salud. Otro ítem importantísimo, en el cual nuestra ciudad también es la primera del Brasil, en esa misma franja de población, es el saneamiento básico. Ese estudio ha sido realizado por la organización no gubernamental TrataBrasil y la FGV- Fundación Getúlio Vargas considerando datos del Ministerio de las Ciudades. Estamos cerca de alcanzar el mismo nivel de excelencia en otros ítems de igual importancia, en los cuales Brasil está presentando resultados que pueden ser considerados, como mínimo, trágicos, como la Educación - según el PNAD, la investigación por muestreo del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), en pleno siglo XXI, uno en cada cinco brasileños es analfabeto funcional - y la eliminación de “favelas”, otro gran desafío del país.
Otro sector relevante es el tránsito y el transporte público. Es necesario entender que este es un problema nacional. El Gobierno Federal, en lugar de estimular el uso del transporte individual, debería actuar en forma contraria, promoviendo la mejoría del transporte público en las ciudades brasileñas. El Plan de Expansión del Transporte Metropolitano de São Paulo, por ejemplo, hasta ahora no recibió ningún recurso federal. Por este motivo, hoy, en Brasil, los ayuntamientos enfrentan una batalla desigual: conseguir espacio para la circulación de un número de vehículos que crece exponencialmente. La solución para el sector es y siempre fue una sola: mejorar el transporte colectivo. Este debería ser uno de los principales objetivos de los nuevos dirigentes electos. Aquí en Jundiaí estamos invirtiendo en ese tema, con la implantación de las líneas expresas, del “Gana Tiempo”) (Ganha Tempo) y la implantación del GPS, que va a permitir controlar la flota en tiempo real, posibilitando de esta forma acompañar el horario de los ómnibus en las paradas. Pero la solución definitiva para ese problema, como dije, solamente será conseguida con la definición de una política de transporte urbano del Gobierno Federal que permita la creación de una Autoridad Metropolitana de Transporte capaz de actuar regionalmente y, además, con la implantación de sistemas como el Metro Leve, el cual ya estamos tratando de hacer aquí en Jundiaí - el proyecto se está elaborando en alianza con la CPTM (Compañía Paulista de Trenes Metropolitanos) - que funcionaría de forma articulada con el sistema de ómnibus de los municipios. Además, precisamos crear ciclovías, a fin de que las bicicletas se conviertan en una opción real de transporte y, finalmente, concentrar la ciudad de tal forma que las personas puedan morar más cerca de su lugar de trabajo y tener acceso, localmente, a entretenimientos, a educación y a los demás servicios.
En el área de la salud, tenemos hoy la UBS (Unidad Básica de Salud) en todas las regiones de la ciudad – en total son 36 unidades – y tendremos además, el próximo año, el AME - Consultorios Externos de Especialidades, que es una especie de “Ahorra Tiempo” (Poupatempo) de la salud, donde se realizarán consultas con especialistas y diagnósti- cos, con capacidad para realizar 19 mil consultas por mes. Además de todo esto, después de algunas idas y venidas, todo está definido para iniciar las obras de instalación del Hospital Regional en el edificio de la antigua Casa de Salud.
Las inversiones que se realizarán y que se están haciendo son muchas, en todos los sectores. No podría detallarlas todas aquí. El Ayuntamiento, al definir sus inversiones, sigue un planeamiento orientado hacia la construcción de la Jundiaí del futuro, para hacer que Jundiaí sea una ciudad cada vez más agradable y buena para vivir en ella.
¿Qué pueden los jundiaienses esperar de su administración para 2011? ¿Qué áreas tendrán prioridad?
Considero que ya mencioné parte de lo que se realizará. Lógicamente vamos a continuar invirtiendo en el programa Escuela Nota 10, cuyo objetivo es asegurar que todos los niños de Jundiaí a partir de los ocho años sepan leer y escribir realmente, lo cual es esencial para una carrera escolar de calidad. En 2009, el IDEB - Índice de Desarrollo de la Educación Básica – correspondiente a las escuelas de la red municipal de enseñanza fue de 5,8. Fue un salto importante en calidad, ya que la expectativa era alcanzar el índice de 5,8 recién en 2011. El resultado es muy satisfactorio.
Además, vamos a proseguir con el programa de erradicación de subviviendas que comprende las principales áreas de riesgo. En Jundiaí, el primer núcleo erradicado fue Dom Gabriel en 1982. La continuidad de los trabajos permitió que, hasta el momento, fuesen eliminadas 14 comunidades de subviviendas, entre ellas, el Jardim FEPASA, Vila Esperança, Vila Maringá, Jardim Shangai y Muvuca do Sorocabana, que eran las mayores comunidades de la ciudad. La actual administración inició la erradicación de los núcleos Hospital Psiquiátrico y Baixada do Paraná, Vila Ana, Vila Lacerda y Parque Centenário, parte de la Vila Rui Barbosa, donde se entregarán 840 novas viviendas, además de la desconcentración del Jardim Novo Horizonte, con 581 residencias. En esta gestión también comenzó la erradicación del Jardim São Camilo, para la cual se construirán 900 viviendas, y la segunda fase de la Vila Ana, 108 residencias. Con la actuación en los locales mencionados, faltan atender seis núcleos cuya erradicación está en fase de desarrollo del proyecto – Vila Guanabara, Jardim Sorocabana, Santa Gertrudes, Tamoio, Vila Rui Barbosa y Nambi, que totalizan 757 viviendas. Ahora, con la intensificación del proceso de remoción de las familias determinado por el alcalde en función de los cambios climáticos, Jundiaí camina a pasos largos para convertirse en la primera ciudad de su tamaño sin “favelas”.
Esto ocurre porque, de forma primordial buscamos eficiencia en la gestión. En el caso de las subviviendas, adquirimos las áreas y elaboramos los proyectos previamente. Esto facilita y agiliza la obtención de los recursos y, cuando los mismos están disponibles, estamos siempre entre los primeros a obtenerlos.
Vamos a continuar trabajando fuertemente para perfeccionar aún más nuestra gestión. Esto es fundamental para conseguir hacer más y mejor con los recursos de los que disponemos y mantener aquello que los economistas llaman de “círculo virtuoso de la economía”, el crecimiento sostenible que apalanca el desarrollo local. Eso es aún más importante cuando sabemos que en Jundiaí cerca del 60% del total de los recursos del presupuesto municipal – y esta es una de las razones de nuestro posicionamiento diferenciado entre las ciudades brasileñas – es destinado a las áreas sociales.
Además de la preocupación para hacer que el dinero público rinda más, tenemos la preocupación de no aumentar la carga tributaria para los contribuyentes. Estamos modernizando la legislación tributaria e implantando la Factura de Servicios Electrónica y, el 28 de enero de 2011 inauguramos el Mostrador del Emprendedor en la web para desburocratizar y facilitar la vida de los empresarios, estimulando el ambiente de negocios de la ciudad, haciéndola aún más competitiva y atractiva. Y, para perfeccionar nuestra visión de futuro, estamos invirtiendo en el desarrollo de un gran proyecto de Geoprocesamiento, la cual es una herramienta de planeamiento de punta que nos permitirá tener una visión espacial detallada de cada rincón de la ciudad, de cada servicio y equipamiento público disponible, entre otros datos.
¿Cómo usted evalúa el crecimiento divulgado por el IBGE sobre el CENSO 2010?
Los análisis de los resultados del Censo 2010 del IBGE demuestran que Jundiaí obtuvo el menor crecimiento poblacional de la región de gobierno, con una variación del 1,4% en el promedio, al año, durante la última década. Mientras tanto, nuestra economía está creciendo alrededor del 7,5% en términos reales (descontando la inflación) al año, durante los últimos años, lo cual ha garantizado el desarrollo sostenible de la ciudad y una buena distribución local de la renta que se genera aquí mismo. Otro dato importante, a pesar de ser malo, es la diminución de las camas del SUS (Sistema Único de Salud) en ámbito nacional. Esta es otra tragedia nacional. Antiguamente, el gobierno federal asumía la mayoría de los costos del sistema y los ayuntamientos asumían una parte menor. Esa ecuación se invirtió. Hoy día, tenemos la carga de atender las demandas de la salud regionalmente sin la debida contrapartida del Gobierno Federal. Eso hizo que en Jundiaí, para mantener la calidad de los servicios – somos una de las pocas ciudades del Brasil, de su envergadura, que tiene dos hospitales municipales y conseguimos instalar una red de UBS que cubre todas las regiones de la ciudad – el ítem Salud sea el que más recibe recursos del municipio. Vamos a esperar que el País consiga resolver ese problema, que el Gobierno Federal trate de actuar con más eficiencia y consiga destinar más recursos para la salud de los municipios.
La localización estratégica de Jundiaí, la calidad de vida de los habitantes y la infraestructura ofrecida por aquí son algunos de los ítems que atraen cada vez más empresas para el municipio. ¿Qué beneficios pueden obtenerse directamente con esos factores?
Está claro que estamos, geográficamente, muy bien posicionados y contamos con un óptimo acceso para el mercado más importante del País. Tenemos que ver eso, sin embargo, como oportunidades que, para ser aprovechadas, precisan de una contrapartida de la administración municipal. Si el municipio no invierte en infraestructura, eficiencia de gestión y demás ítems que están bajo su responsabilidad, no tiene condiciones de beneficiarse con esas ventajas. Si fuese así, todas las ciudades que tienen un posicionamiento geográfico semejante tendrían el mismo nivel de desarrollo de Jundiaí. Como ya fue hecho, es necesario añadir valor a ese posicionamiento. A partir de ahí, podemos ofrecer un conjunto de ventajas para la instalación de empresas que nos permite quedarnos fuera de la guerra fiscal sin precisar ofrecer incentivos fiscales. O sea: sin renunciar a recursos que son esenciales para realizar las inversiones públicas que en Jundiaí se destinan principalmente al área social, como dijimos anteriormente y que son instrumentos para disminuir de forma verdadera y sostenida las diferencias sociales, ofreciéndoles a todos la posibilidad de mejorar su vida.
¿Jundiaí tiene motivos para conmemorar un aniversario más?
Jundiaí se destaca principalmente cuando se compara a otras ciudades que hace 50 años poseían un potencial equivalente y, al pasar por el período de crecimiento no conseguían crear mecanismos que asegurasen la mejoría de la calidad de vida. Nuestro desempeño, como lo confirman los organismos encargados de medir los índices de desarrollo y de calidad de vida que ya mencioné, es el de una ciudad de suceso. Somos, como siempre digo, una ciudad brasileña, con los problemas de las ciudades brasileñas, pero pocas han conseguido encontrar soluciones para sus problemas como Jundiaí. Y como el responsable de hecho por esas conquistas es el pueblo de Jundiaí, que supo elegir correctamente los caminos que deberíamos seguir, en el aniversario de la ciudad corresponde darles las felicitaciones a los jundiaienses por aquello que han conseguido.

