304. Incentivos económicos del exterior, la debilidad del mercado interno mexicano

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Reporte Perspectivas Económicas

9 de abril de 2021

Incentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano

Volumen 2, N°303


Incentivos económicos del exterior, debilidad en el mercado interno En marzo la confianza del consumidor disminuyó 1.6 puntos en términos anuales. A tasa anualizada, la inversión fija bruta retrocedió 9.6 durante el primer mes de 2021.

Las perspectivas de crecimiento económico para México se tornaron más optimistas en días recientes. El Fondo Monetario Internacional pronostica que nuestro país crecerá 5.0% al finalizar el 2021, cifra que se asemeja a las estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público las cuales prevén un incremento de la economía de 5.3%. Si bien son datos alentadores, se debe puntualizar que dicho nivel de crecimiento se verá influenciado (al menos la mitad de él) por el plan de estímulos económicos que preparó el gobierno de Estados Unidos para apoyar a su población, con el objetivo de alcanzar una recuperación más dinámica tras la crisis provocada por la pandemia del COVID19. El sector más beneficiado en nuestro país será el de las manufacturas de exportación por la relación que guarda con el desempeño de la actividad industrial de nuestro principal socio comercial. De hecho, las mejoras comienzan a hacerse notar, ya que durante el primer bimestre de 2021 el intercambio comercial entre México y Estados Unidos ascendió a 96 mil 988 millones de dólares, cifra que representa el 14.9% de todo el comercio internacional que mantiene la Unión Americana, y coloca a nuestro país como su principal socio comercial (en el segundo puesto se ubicó China con una participación del 14.7%). De manera indirecta, el consumo y el sector de los servicios en nuestro país también resultará beneficiado ante el incremento en el envío de remesas. Tan solo durante el primer bimestre del año en curso, el envío de remesas a México se incrementó en 20.9% en términos anuales, de tal forma que las familias que perciben esta fuente de ingresos proveniente del extranjero podrán conservar y en el mejor de los casos, mejorar sus hábitos de consumo. Por su parte, el sector de los servicios también se vería beneficiado en el caso de que los estadunidenses decidan viajar nuevamente a los destinos turísticos de nuestro país, aunque esto dependerá de la evolución en las condiciones sanitarias y de las restricciones de viaje en el mediano y largo plazo. Los beneficios provenientes del exterior brindarán un impulso importante a la economía mexicana, sin embargo, el mercado interno de nuestro país no se ha recuperado totalmente de los embates de la crisis del año pasado y tardará varios períodos en alcanzar un mayor dinamismo. A partir de la segunda mitad de 2020 se ha presentado una mejora mensual en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), aunque de acuerdo con las cifras de marzo pasado, dicho indicador todavía se encuentra 1.6 puntos por debajo del nivel que tenía en el mismo período de 2020. De acuerdo con el ICC, los consumidores observan que su situación económica futura podría mejorar, pero señalan que su situación actual no es mejor en comparación con la que tenían hace un año. Esto se traduce a que en el corto plazo las personas están menos propensas a adquirir bienes durables y bienes inmuebles, de manera que solo destinarán la mayoría de su gasto a la compra de productos y servicios esenciales. Por otro lado, durante el pasado mes de marzo el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza mostró un avance de solo 0.9 puntos en comparación con el nivel mostrado en el mismo mes de 2020. La situación más delicada es que tanto en las manufacturas, la construcción, el comercio y los servicios no financieros (sectores que conforman dicho indicador) el elemento que mostró el comportamiento más deteriorado es el que mide la opinión de los Incentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


empresarios sobre si actualmente es el momento adecuado para invertir. Lo anterior se traduce en que el sector empresarial aún se encuentra a la espera de una mejora en el ambiente de negocios mexicano para invertir su capital en nuevos proyectos. La depresión en materia de inversión observada en los empresarios se manifiesta en el comportamiento de la formación bruta de capital. Si bien durante enero pasado se observaron aumentos mensuales importantes en la inversión fija bruta de nuestro país, al revisar las cifras anualizadas se aprecia que en total la formación bruta de capital tuvo una caída de 9.6% con respecto al primer mes de 2020, la inversión en maquinaria y equipo retrocedió 5.0%, mientras que la inversión en construcción se contrajo 11.7%.

Los datos anteriores dejan de manifiesto que el mercado interno nacional continúa debilitado y si bien se perciben ligeras señales de mejora, todavía se ve lejana una plena recuperación del mismo. La dinámica de inversión debe corregirse para que nuevos proyectos se pongan en marcha y con ello se generen empleos que den cabida a los trabajadores que perdieron o vieron reducida su principal fuente de ingresos; de esta forma, las personas retomarán e incluso incrementarán sus hábitos de consumo. Para que la economía mexicana alcance una recuperación más rápida, tras la caída sufrida por la peor crisis de su historia, es imperativa la presencia de un mercado interno fortalecido que contribuya en la consolidación de los beneficios provenientes del sector externo.

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Confianza empresarial En términos generales, la confianza empresarial de nuestro país mostró una leve mejora durante el mes de marzo pasado. El Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza se ubicó en 45.4 puntos para el periodo en cuestión, lo que se traduce en un incremento de solo 0.9 puntos con respecto al nivel presentado durante el mismo mes de 2020. El aumento en el indicador global se dio como resultado del crecimiento en los índices de confianza de las 4 actividades económicas que se consultan para su medición, en donde los incrementos de mayor magnitud ocurrieron en las manufacturas (1.6 puntos) y el comercio (1.5 puntos), seguidos por los servicios privados no financieros (0.5 puntos) y la construcción (0.4 puntos). Vale la pena recordar que el valor de los indicadores fluctúa entre 0 y 100, de tal forma que mientras más alto sea el puntaje observado, mayor será el optimismo para dicha categoría. De manera específica, las manufacturas fueron la actividad económica que mostraron el avance mas significativo en su indicador de confianza empresarial, en comparación con lo registrado hace un año. De acuerdo con los componentes que conforman dicho indicador, la mejora provino de las expectativas futuras que los empresarios de las manufacturas tienen sobre la situación económica futura del país, así como la situación económica propia de su empresa. Lo anterior debido a la vinculación que guarda este sector con el desempeño de la actividad industrial de Estados Unidos. Ante la evolución favorable de la economía de nuestro principal socio comercial, es de esperar que las manufacturas mexicanas de exportación exhiban una recuperación más dinámica en comparación con otras actividades. En contraste, los empresarios manufactureros aun ven complicada la situación actual e incluso el componente del indicador de confianza que mostró el ajuste más severo a la baja fue el que mide el sentir en torno a si actualmente es el momento adecuado para invertir (-2.5 puntos), de manera que una recuperación en el corto plazo se antoja poco probable ante la falta de incentivos para estimular la inversión.

Fuente: INEGI.

La actividad económica que reportó el menor avance en términos de confianza empresarial fue la construcción. De manera similar a lo observado en las manufacturas, los componentes del indicador de confianza que miden las expectativas en cuanto a la situación económica futura del país y de la empresa fueron los que impulsaron favorablemente el desempeño general del indicador de confianza de la construcción. Sin embargo, la diferencia principal radica en que el elemento que mide la opinión de los empresarios sobre si actualmente es un momento adecuado para invertir mostró una variación positiva (2.4 puntos), lo cual implica que algunos empresarios mejoraron su perspectiva con respecto a las condiciones observadas hace un año, pero esto no quiere decir que se observará un mayor dinamismo en la inversión en construcción ya que el nivel de dicho componente apenas rebasa los 25 puntos, de manera que el grado de optimismo todavía es limitado. Para alcanzar niveles más elevados, será necesario incrementar los niveles de inversión en infraestructura por parte del sector público y con ello Incentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


atraer la participación del sector privado, de lo contrario se antoja complicado que la construcción privada por sí sola logre retomar aceleradamente un escenario de mayor crecimiento.

Fuente: INEGI.

El comercio es la actividad económica que mostró el indicador de confianza más elevado (46.8 puntos) de las cuatro actividades contempladas. De forma similar a lo observado previamente, las expectativas en torno a la situación económica futura de la empresa y del país fueron las que presentaron los avances más importantes con respecto a lo exhibido hace un año. El comercio depende en gran medida de la situación financiera de las empresas y de los individuos, si las empresas incrementan su nivel de producción requerirán de más insumos y si los individuos cuentan con un empleo estable e incrementan sus ingresos podrán adquirir una mayor cantidad de bienes. Así, si en términos generales las condiciones económicas presentan una mejor situación en el futuro, es de esperar que el desempeño de la actividad comercial también exhiba un panorama más favorable. No obstante, los empresarios del sector comercial consideran que la actual situación no es del todo favorable debido a que los componentes que registran el sentir sobre dichas características sufrieron una modificación a la baja, en tanto que aquella que mide el sentir sobre el momento adecuado para invertir permaneció sin cambios, de manera que la recuperación del comercio se dará en el mediano plazo.

Fuente: INEGI.

Por otro lado, el indicador de confianza empresarial de los servicios privados no financieros es el que reportó el nivel más bajo (44.6 puntos) de los cuatro sectores contemplados. Adicionalmente, fue el único en donde solo dos de sus cinco componentes se ubicaron en terreno positivo, precisamente aquellos que miden las expectativas de los empresarios en torno a la situación económica futura tanto del país como de la empresa. El sector de los servicios no financieros fue el más afectado tras las crisis provocada por la pandemia del COVID-19, además de que será el que tardará más en recuperarse debido a que demanda una mayor interacción entre los prestadores del servicio y los clientes, por lo que su evolución dependerá en gran medida de la estrategia de vacunaIncentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


ción de la población para que las actividades económicas comprendidas en este sector puedan regresar a una puesta en marcha sin restricciones, de tal forma que su plena recuperación se dará en el largo plazo. Lo anterior se ve reflejado particularmente en el elemento que mide la opinión de los empresarios en cuanto a si actualmente es el momento adecuado para invertir cuyo nivel es el más bajo (17.0 puntos), no solo para el sector de los servicios privados, sino para las 4 actividades económicas contempladas en la Encuesta de Opinión Empresarial.

Fuente: INEGI.

Al revisar las tendencias, se aprecia una recuperación importante en los índices de confianza empresarial a partir del tercer trimestre de 2020. El inicio de la estrategia de vacunación y las mejores perspectivas económicas para el año en curso permitieron alcanzar una tendencia positiva en las expectativas empresariales de la construcción, las manufacturas y el comercio abandonando con ello el punto más bajo alcanzado desde que se tiene registro. Sin embargo, en los tres casos la tendencia todavía se encuentra por debajo del nivel que tenía previo a las medidas de contingencia sanitaria provocadas por la pandemia del COVID-19. Para tener una mayor recuperación en la confianza empresarial se debe mostrar no solo una mayor disposición por parte de la actual administración para mejorar las condiciones económicas y dar certeza a los inversionistas y empresarios. Se requieren de hechos concretos que se vean reflejados en proyectos de coparticipación entre el sector público y el privado para que ambas partes obtengan beneficios que a su vez se vean reflejadas en las condiciones económicas de la población.

Fuente: INEGI.

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Confianza del consumidor Durante el pasado mes de marzo, el índice de confianza del consumidor se ubicó en 40.4 puntos con base en cifras desestacionalizadas (los valores del índice fluctúan entre 0 y 100). Lo anterior se traduce en un incremento de 1.6 puntos con respecto al nivel reportado durante el mes previo. Dicho incremento obedece a que todos los elementos que conforman al índice mostraron aumentos en términos mensuales en donde el mayor avance se presentó en el componente que registra las opiniones de los consumidores sobre la situación económica en el momento actual de los miembros del hogar comparada con la que tenían hace 12 meses (1.9 puntos). Por su parte, el crecimiento de menor magnitud se presentó en el elemento que mide las posibilidades en el momento actual de los integrantes del hogar comparadas con las de hace un año, para realizar compras, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos (1.3); en tanto que el resto de los componentes que conforma al índice de confianza mostraron cada uno un aumento de 1.6 puntos. No obstante, al comparar las cifras en términos anuales se observa en términos generales que las expectativas de los consumidores son todavía más bajas en comparación con las que tenían en marzo de 2020. De esta forma, el índice de confianza del consumidor retrocedió 1.6 puntos en su comparativo anual como resultado de que solo 2 de sus 5 componentes registraron un mejor nivel con respecto al año anterior. El incremento más importante se presentó en las expectativas futuras de los consumidores, es decir, en el elemento que mide su sentir en torno a la situación económica del país dentro de 12 meses, respecto a la situación actual, con un avance de 4.2 puntos. En contraste, la opinión de los consumidores es menos optimista en cuanto a su situación actual en comparación con la que gozaban hace un año. Esto se ve reflejado en el elemento que mide el sentimiento de los consumidores sobre la situación económica en el momento actual de los miembros del hogar comparada con la que tenían hace 12 meses (-5.3 puntos); así como en el elemento que cuantifica las opiniones en torno a la situación económica del país hoy en día, comparada con la de hace 12 meses (-5.2 puntos).

Fuente: INEGI.

Al observar el comportamiento de la tendencia del índice de confianza del consumidor, se aprecia que la trayectoria positiva que comenzó hacia mediados de 2020 se mantiene vigente. El inicio de la vacunación de la población y la reapertura gradual de las actividades económicas han incrementado el optimismo de las expectativas de los consumidores. Sin embargo, prácticamente un año después de la llegada del COVID-19 a nuestro país, la confianza del consumidor no ha recuperado el nivel que tenía previo a dicho acontecimiento. Si bien la tendenIncentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


cia positiva permite prever que la recuperación continuará en los meses por venir, aun podrían pasar varios períodos más para que la mejora en las expectativas de los consumidores se vea reflejada en la actividad económica nacional. Esto debido a que las posibilidades de compra de bienes durables aún continúan bastante deprimidas aunado a que los consumidores opinan que tanto la situación económica actual del país como la personal se encuentra en peores condiciones en comparación con el 2020. La confianza de los consumidores continúa mejorando mes a mes, pero todavía no es lo suficientemente sólida para impactar de manera significativa en la actividad económica, situación que podría presentarse en el mediano o largo plazo.

Fuente: INEGI.

Inversión fija bruta Los datos mostrados por la encuesta de opinión empresarial con relación al momento adecuado para invertir se ven reflejados en la evolución de la inversión fija bruta de nuestro país. En términos mensuales, durante el mes de enero del presente año la formación bruta de capital reportó un incremento de 3.3% en comparación con las cifras reportadas durante el mes de diciembre de 2020. Dicho incremento se dio como resultado del crecimiento en la inversión en maquinaria y equipo (4.2%), en donde las inversiones tanto de origen nacional (3.5%) como importado (4.0%) se colocaron en terreno positivo; así como por el aumento e la inversión en construcción, siendo la parte no residencial la que logró el avance más significativo (7.4%) además un incremento moderado en la parte residencial (0.8%). Sin embargo, es necesario puntualizar que las variaciones positivas mencionadas, en su mayoría venían precedidas de cifras negativas obtenidas en diciembre de 2020, de tal forma que el avance en la formación bruta de capital se dio de manera inercial. En su comparativo anual, se aprecia que la inversión fija bruta anual sufrió una caída importante durante el pasado mes de enero. De manera general, la formación bruta de capital exhibió una reducción de 9.6% como respuesta de que tanto la inversión en maquinaria y equipo y la inversión en construcción reportaron decrecimientos. La reducción de mayor magnitud ocurrió en la inversión en construcción (-11.7%), actividad que se ha visto afectada por la falta de nuevas obras en la parte residencial (-8.8%), pero aún más notable, en la parte no residencial (-14.8%), particularmente en proyectos de infraestructura tanto del sector público como privado. Por su parte, la inversión en maquinaria y equipo se ubicó también en territorio negativo (-5.0%) tras los malos resultados en la adquisición de dichos activos tanto en el mercado nacional (-9.6%) como internacional (-2.6%). Tal siIncentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


tuación obedece a que los empresarios consideran que aun no es un buen momento para elevar su capacidad de producción y las inversiones realizadas únicamente se concentran en la adquisición de insumos en caso de que sus niveles de inventarios se hayan visto mermados.

Fuente: INEGI.

La trayectoria de la tendencia de la inversión fija bruta, así como la de sus componentes (inversión en maquinaria y equipo e inversión en construcción) presentó una severa caída durante el segundo trimestre de 2020 tras las consecuencias derivadas por la pandemia del COVID-19. A partir de la segunda mitad del año pasado inició una recuperación de tal forma que la trayectoria de la tendencia de la inversión fija bruta se volvió positiva, situación que se mantiene hasta el momento, aunque ha comenzado a perder dinamismo. Un escenario similar se observa en las trayectorias de la inversión en construcción y la inversión en maquinaria y equipo, lo cual podría implicar que la recuperación de la inversión fija bruta podría ser moderada al menos durante los primeros meses de 2021.

Fuente: INEGI.

Incentivos economicos del exterior, debilidad en el mercado interno mexicano


Fuente: INEGI.

Fuente: INEGI.

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Dra. María F. Fonseca Paredes Directora del Instituto de la Familia Empresaria para México y LATAM Directora del CIEN Escuela de Negocios Tecnológico de Monterrey Tel.: +52 1(55) 2737 5691 maria.fonseca@itesm.mx

Máster Héctor Manuel Magaña Rodríguez Coordinador de Análisis e Investigación del CIEN Tel.: +52 (55) 5864 5630 Cel: 5517603293 hector.magana@itesm.mx

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