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El muelle Fiscal: al tiempo esta muriendo poco a poco Una reliquia que retando

Producido el terremoto de aquel lejano 13 de Agosto de 1868, con sus desastrosas secuelas para Ilo (entonces se llamaba Pacocha), por el terrible maremoto que ocasionó pérdidas de vidas humanas, como propiedades y bienes materiales, el presidente José Balta , ante tantos destrozos en ocasionados por la tragedia, formó una Comisión de Auxilios dirigido por el Sr. Luís Benjamín Cisneros, quien levantaría una evaluación de los daños y tratar de aliviar la complicada situación de los pobladores, luego se consideró que el mejor bien que se podía realizar era la construcción de un MUELLE, que nunca se tuvo y que cambiaría el destino de este puerto.

ABUELO DEL POETA JOSE SANTOS CHOCANO EN LA CONSTRUCCION DEL MUELLE FISCAL

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Con tal intenciones agregaron a la Comisión a tres vecinos notables, don Pacifico Barrios, Mateo Alayza y el sr. José Santos Chocano (abuelo del poeta del mismo nombre) recibiendo ocho mil soles, para destinarse en la construcción del MUELLE FISCAL, unos meses después en febrero de 1869 el Gobierno aprobó los planos y presupuestos por la suma de Diecisiete mil soles, que fueron remitidos a la Tesorería de Moquegua, responsabilizándose al Ing. Juan Tomás Lansing, la dirección de los trabajos. La Comisión formada por los tres vecinos mencionados administraría los fondos, actuando como tesorero don Pacifico Barrios.

Pero el presupuesto asignado no alcanzó para cubrir los gastos en la construcción del Muelle de Ilo, y en el mes de Febrero de

1870, se aprobó un aumento de un mil soles y se señaló al Ingeniero Habich para que lo concluya.

El sr. Prefecto de Moquegua don Miguel Valle Riestra, el 31 de Julio de 1870 comunica al Ministerio de Gobierno, Policía y Obras Publicas que el pequeño MUELLE FISCAL ha concluído su construcción y fue puesto al servicio del comercio Nacional e Internacional, sin embargo la Obra resultó siendo Inútil ya que no guardaba ninguna garantía en su operación, pero ya se habían invertido 18,600 soles, y el muelle carecía de cimientos y a la vista solo era un grupo de piedras amontonadas sin orden.

Pasaron más de 22 años, el año 1893, se invierten diez mil soles adicionales consignados por el Presupuesto de la República, para la refacción del Muelle y en Diciembre de 1896, el Ing. Miguel Viñas informa que el muelle de Ilo ya se compone de un muro de albañilería, de un cuerpo metálico de 48 metros de largo y 10 de ancho, de un cabezo de 20 x 7 metros.

El cuerpo del Muelle está for- mado por 15 hileras de pilotes de 5 partes cada uno, de 10 metros de altura y un diámetro de 10 centímetros de grosor, con tirantes opuestos y cruzados.

La Administración del Muelle se le entregó a la ADUANA DE ILO en 1897 que había dependido anteriormente de la Aduana de Arica - Chile.

Con este muelle, ee incrementó el comercio y transporte de cargas y pasajeros arribando a Ilo barcos de bandera Inglesa y Chilena, además contó con el apoyo de dos ronques a vapor y del recientemente refaccionado Ferrocarril Ilo -Moquegua.

Tuvieron que pasar más de 85 años, cuando el año 1952 se le dio una importante reparación al muelle durante el gobierno del sr. Manuel A. Odría, notándose que la última refacción se efectuó el año 1982 gracias al aporte de la comunidad de Ileños.

Desde la puesta en operación el MUELLE FISCAL en el año 1870 hasta mediados de 1962, su servicio de embarque de Pasajeros, Mercadería y ganado se realizaba a través de lanchones de madera, sirviendo al movimiento comercial de Tacna, Puno y Moquegua, llegando a Ilo barcos de distinta nacionalidad especialmente Norteamericanos como los Buque “Santa” de la Grace Line, la Cía Sudamericana de Vapores y la Nacional Compañía Peruana de Vapores..

Con el tiempo se dejó las operaciones de Puerto, hoy sigue en pie batallando con el ritmo de las olas y el murmullo de las mareas, lamentablemente está Olvidado y asignado a su suerte, pero aun así, herido y mal tratado, presta sus instalaciones para ofrecer turismo, en donde un grupo de pequeñas embarcaciones acoderan sus instalaciones para hacer paseos marinos por la bahía.

Sin embargo, pese a su pesada historia, casi nadie escucha las voces de auxilio del viejo muelle Fiscal, más de 160 años de duro trajín, hoy tristemente hacen advertencia que el muelle Fiscal, testigo de historias inacabables, está muriendo de a pocos.

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