La Gaceta de Chozas 33 (primavera 2017)

Page 1

La Gaceta de Chozas PRIMAVERA-VERANO 2017

Número 33

Ejemplar gratuito

Asociación Cultural Chozas de la Sierra www.chozasdelasierra.org

Diario de una expedición a la Antártida


Asociación Cultural “Chozas de la Sierra”

Sumario

Equipo de redacción: Ana Aranda

Raquel G. Rojas

Una apasionada de las palabras ............................... 3

Marian Lorenzo

José B. Luna Recuero

Medio ambiente: el plástico ..................................... 6

Yolanda Morcillo

María José Aguirre de Cárcer

¡¡¡Impresentables impresionistas!!! .......................... 10

Colaboran en este número:

Diario de una expedición a la Antáratida ................... 12

Cristina Minguillón Javier Benayas

Subh, la favorita del omeya ...................................... 19

Maribel Orgaz

Francisco Heras

Del bloqueo y la propia voz ...................................... 21

Junta directiva

Entre pucheros ....................................................... 22

Caridad Alcázar

José Bernardo Luna

Sopa de letras: Sierra de Guadarrama ...................... 22

Jara Sedeño

Juan Manuel Rubio

Editorial ................................................................ 23

Juan Barrado

María José Aguirre de Cárcer Ana Aranda

Inmaculada Contreras

La Gaceta de Chozas no se hace responsable

Lawrence Sudlow

de las opiniones expresadas por sus colaboradores o en las cartas

Ana Portillo

a la redacción recibidas de nuestros lectores

Teresa Muñoz

Tirada: 600 ejemplares

Publicidad y contacto en La Gaceta gaceta@chozasdelasierra.org

Imprime: Saxoprint.es

Unas palabras para Julio Todos nosotros, las gentes del teatro de Soto del Real, siempre recordaremos a Julio en cualquiera de los eventos que montemos, en cualquiera de las obras que representemos. Julio se acercó al teatro de improviso, con alegría y sencillez, con elegancia y con amor. Sorprendentemente, lo descubrió y lo descubrimos a él: parecía que había nacido para pisar con elegancia y seguridad las tablas de un escenario. Para colmar de importancia el juego maravilloso y profundo del teatro. Allí estaba: como señor Smith en La cantante calva o, en los últimos tiempos, ya muy enfermo, sin perderse, con toda su atención, en muchos de nuestros ensayos. Los hombres y mujeres de nuestro grupo le mandamos nuestra mejor y más cálida sonrisa, nuestro mejor acento por todo lo que representa de amor y ejemplaridad. Francisco Heras


Una apasionada de las palabras

E

Semblanza de María Moliner

l pasado mes de marzo coincidieron dos acontecimientos merecedores de celebración: el día 1 se cumplieron cincuenta años de la primera publicación del Diccionario de uso del español de María Moliner, y el día 8, como cada año, el Día Internacional de la Mujer. La Biblioteca Nacional de España, junto con la Editorial Gredos, organizó un acto conmemorativo sobre María Moliner y nuestra Gaceta también ha querido

hacerle un homenaje a esta increíble mujer, lexicógrafa de vocación y bibliotecaria, que en palabras de Gabriel García Márquez en El País (1981): “Hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana, dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y —a mi juicio— más de dos veces mejor”.

Su diccionario Claro que sobre gustos no hay nada escrito, porque entre mis compañeros de clase “el María Moliner” era un auténtico peñazo. Y la verdad es que el diccionario, cuando lo abres por primera vez, más que ayudar, desorienta. No resulta nada fácil su consulta. Lo que más llama la atención es que las palabras están ordenadas alfabéticamente y se agrupan en familias de la misma raíz, bajo una palabra que es considerada cabecera. La intención de la autora era organizar las palabras con un sentido etimológico que ayudara a utilizar los vocablos y a facilitar así su retención al aprendiz extranjero que se enfrenta con esta lengua. Esta organización no rompe el orden alfabético, pues los encabezamientos de las palabras derivadas están en negrita para que no pasen inadvertidos y además, si una palabra tiene que quedar separada de la que es la cabecera, a su

temente “no ha descuidado nada” y que esta obra, a la que por su ambición, dadas su novedad y su complejidad, le está negada como a la que más la perfección, “se aproxima a ella tanto como las fuerzas de su autora lo han permitido”.

lado se incluye la expresión “v. bajo” que remite al encabezamiento general. En palabras de la propia autora, “Si la innovación es o no acertada, sólo los resultados podrán decirlo” y confiesa además que ha trabajado “honradamente”, que conscien-

Pero que esto no desanime a nadie; después de un rato, le acabas cogiendo el tranquillo. Además, la autora tuvo la delicadeza de añadir unas advertencias útiles para el manejo del diccionario en su “Presentación”, lo que para algunos crí-

María Moliner, lexicógrafa vocacional, dedicó gran parte de su vida a los libros, las bibliotecas... y a su diccionario.

Nadie puede negar hoy la valía, la complejidad y la novedad del Diccionario de uso del español de María Moliner.

ticos es un auténtico ensayo de lexicografía digno de publicarse de forma independiente. Desde luego la valía, la complejidad y la novedad de este diccionario nadie las puede negar, aunque a algunos lingüistas del momento no les debió de parecer lo suficientemente académico porque la candidatura de María Moliner para ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua fue rechazada en 1972. Tal vez su condición de mujer también contribuyó, pues hubiera sido la primera mujer admitida en la institución y ya hemos visto en otro artículo anterior que los integrantes de la RAE no eran muy partidarios de aposentar en sus sillones al otro sexo. 3


Sin embargo, esa decisión no es óbice para quitarle méritos a la impresionante labor llevada a cabo por María Moliner. Mujer valiente tanto en lo profesional como en lo personal, pues no fue nada fácil la época que le tocó vivir. Su vida María Moliner nació el 30 de marzo de 1900 en un pueblo de Zaragoza, Paniza. Su infancia la vivió en Madrid, donde se trasladará con su familia unos años más tarde cuando su padre, médico, comienza a trabajar en los barcos de la Marina. Aunque parece que no existen evidencias claras de que fuera alumna de la Institución Libre de Enseñanza, de forma indirecta se impregnó de su filosofía ya que sus hermanos sí estudiaron allí y el profesorado pertenecía al círculo de amigos de sus padres. Junto con su madre y sus dos hermanos, regresa de nuevo a Zaragoza pues el padre, en uno de sus viajes como médico, decide quedarse en Argentina y formar una nueva familia. María cursará el bachillerato y estudios universitarios de Filosofía y Letras, especialidad de Historia, en la Universidad de Zaragoza. Formará parte así de un reducido grupo de mujeres universitarias en la España de los años veinte, mujeres inteligentes y tenaces que creían firmemente en la educación como el principal motor de cambio de la sociedad, 4

donde las mujeres podían y debían desempeñar el mismo papel que los varones. El abandono de su padre supuso para la familia una gran crisis, emocional y económica, por lo que María tuvo que ponerse a trabajar desde muy joven para contribuir a la economía del hogar dando clases particulares de latín, historia y matemáticas. Recién licenciada en Historia y con 22 años aprueba las oposiciones al Cuerpo de Facultativos de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y le asignan destino en el Archivo de Simancas. Posteriormente se trasladará al Archivo de la Delegación de Hacienda de Murcia. Allí conocerá a su futuro marido, el brillante catedrático de Física Fernando Ra-

impartirá clases de Gramática y conferencias de Literatura. Será responsable de las Misiones Pedagógicas y colaborará en la creación de una red de bibliotecas precedente de las actuales bibliotecas públicas. Dirigirá la Biblioteca de la Universidad de Valencia y posteriormente se pondrá al frente de la Oficina de Adquisición y Cambio Internacional de Publicaciones, organismo que daba a conocer los libros españoles que se editaban. Por si fuera poco, será autora de varias publicaciones con las que adquirirá gran fama como bibliotecaria. Merece la pena mencionar, entre otros, su manual Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas, en el que nos enseña de manera muy sencilla cómo montar una biblioteca en cualquier sitio. Finalizada la guerra, la familia vuelve a Madrid donde se incorpora, como directora, a la Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Como otros tantos intelectuales del momento, el matrimonio será castigado por sus ideas políticas. Ella será degradada 18 puestos en el escalafón administrativo y trasladada al Archivo de Valencia. Su marido, catedrático de Física, sufrirá un destino parecido: le quitan la cátedra y lo trasladan a Murcia. Hasta el año 1946 no será restituido en su cátedra, pero tendrá que marcharse a la Universidad de Salamanca para poder ejercer como catedrático.

món y Ferrando, con quien se casará a los 25 años. En el año 1929 el matrimonio, ya con dos hijos, se traslada a Valencia donde ambos se vincularán con los movimientos pedagógicos renovadores del momento. Allí comienza una trepidante labor en sus dos pasiones de siempre: la educación y las bibliotecas. En los años treinta, interviene en la fundación de la Escuela Cossío de Valencia, donde

Fueron tiempos difíciles, pero aun así supo afrontarlos con valentía. Hacia 1952 su hijo Fernando le regaló un libro traído de París que le llamó poderosamente la atención: el Learner’s Dictionary of Current English de A. S. Hornby (1948). María llevaba ya un tiempo haciendo anotaciones de vocablos pues, como lexicógrafa vocacional y a pesar de su admiración por el diccionario de la Real Aca-

“Si no me muriera, seguiría haciendo adiciones al diccionario...”


demia, era consciente de sus carencias. Además, la soledad que sentía desde que se separó de su marido y el estar alejada de sus amigos exiliados fueron buenos motivos para tomar la decisión de elaborar “un pequeño diccionario... en dos añitos”. Era el año 1953 y erró en su cálculo: esta labor le llevó quince años, en los que trabajó siempre en su casa, con una máquina Olivetti y una Montblanc, con miles de fichas llenas de anotaciones, preguntando de vez en cuando a su familia si les sonaba bien o mal una determinada palabra. Arduo trabajo que intercalaba con su profesión de bibliotecaria y que le servía de refugio para sobrellevar la oscuridad en la que se había sumido su vida personal. Curiosamente, apenas se conservan algunas de las miles de fichas escritas a máquina o a mano que, paradojas de la vida, se perdieron en los sótanos de la Real Academia. El María Moliner, después de cincuenta años de su primera edición, sigue tan vivo como la memoria de su autora: reimpresiones, nuevas revisiones y ediciones lo avalan. La Editorial Gredos ya va por la cuarta, como si tuviera muy presentes las palabras que María pronunció hace ya años: “Si no me muriera, seguiría haciendo adiciones al diccionario...”. Pero María Moliner muere en Madrid en 1981. En el año 1970 se había jubilado como directora de la Biblioteca de Ingenieros Industriales de Madrid, puesto que consiguió recuperar tras ir ascendiendo en la escala administrativa. Su marido consigue volver a Madrid una vez jubilado. Hacia el año 1974 le diagnostican una arterioesclerosis cerebral y perderá sus facultades mentales, hecho que casi coincidirá con la muerte de su marido. Ella

La tarea de elaborar su diccionario, hoy su obra más célebre, le llevó quince años de trabajo en su casa, miles de fichas y varias máquinas de escribir.

“echa el cierre”, diría uno de sus cuatro hijos. A pesar de la magnífica labor llevada a cabo y del reconocimiento de algunos lingüistas, en 1972 se quedó a las puertas de entrar en la Real Academia Española. Su candidatura fue presentada por Laín Entralgo y Manuel Lapesa. La vacante del si-

llón B sería ocupada por el lingüista Emilio Alarcos. Pasarían cinco años más hasta que una mujer ocupara por primera vez un sillón en esta institución; sería Carmen Conde, en 1978, pero esta ya es otra historia... Yolanda Morcillo

Bibliografía

• Trébede (mensual aragonés de análisis, opinión y cultura) n.º 36; marzo de 2000. Monográfico sobre María Moliner. • De la FUENTE, Inmaculada. El exilio interior: la vida de María Moliner. Madrid: Turner; 2011.

5


El plástico

Cómo y por qué reducir nuestros residuos Procedencia y tipología

Usos/aplicaciones

Hacia dónde se inclina la balanza

6


Noticias en la prensa

L

Efectos en el medio ambiente

os datos indican que cada año se fabrican en el mundo en torno a 300 millones de toneladas de plástico, de las que se registran unos índices muy bajos de reciclaje. Es un material que no se degrada con facilidad, puede tardar hasta mil años en hacerlo y lo hace sin desaparecer del todo, deshaciéndose en partículas minúsculas que denominamos “microplásticos”.

ciclar los residuos de plástico usados y las instituciones por mejorar los sistemas de recogida y de reciclaje. Debido a las normas legales y a los múltiples esfuerzos e iniciativas desarrolladas en los últimos años, la cuota de reciclaje ha ido aumentando de forma progresiva en Europa hasta alcanzar en 2014 una media del 69 %, pero aún hay países, entre ellos España, por debajo del 30 %.

En 2020 debemos alcanzar el 50 % en reciclaje y en la Comunidad de Madrid estamos en el 16 %. La contaminación marina con residuos de plásticos y con los llamados microplásticos está teniendo en los últimos años una amplia resonancia en todo el mundo. Todo indica que la ineficacia de los sistemas de recuperación, reciclaje y eliminación, y el comportamiento humano, tienen mucho que ver en esta preocupante situación. La industria europea de los plásticos se esfuerza desde hace mucho tiempo por re-

La Directiva sobre residuos de la Unión Europea advierte que no puede ir ni a incineración ni a vertido todo lo que pueda ser reutilizado, reparado o reciclado, y el plástico se sitúa claramente en estas categorías. Sin embargo, la realidad indica que la mayoría de estos productos no se recuperan y no se reciclan. La pelota está en nuestro tejado. Fabricantes, comerciantes y administraciones

tienen un importante papel, pero el de la ciudadanía no es menor. La recogida separada en origen es fundamental para que los materiales se puedan reciclar. ¿Cuál es el origen cuando hablamos de los residuos urbanos? Uno de ellos, y el más numeroso, los hogares. Llegados a este punto, podemos preguntarnos: ¿Tienen algún sentido los productos de usar y tirar? Digamos que una pequeña parte SÍ, pero: • •

¿No podrían estar elaborados con materiales que no dañen la salud de la tierra y de los seres vivos? ¿No podrían reciclarse?

¿Podemos prescindir del plástico? • •

Seguro que podemos evitar el uso de muchos de estos productos. Podemos utilizar otros materiales que lo sustituyan y que puedan ser fácilmente reutilizables y reciclables. 7


Lo que no podamos evitar, por el momento, podemos separarlo del resto de los residuos que generamos para que pueda ser reciclado. Si todo va mezclado con la materia orgánica, como sucede en más del 90 % de los municipios de nuestro Estado, se reducen enormemente las posibilidades de reciclar y desciende el valor económico para quien separa y para quien recicla.

¿Por qué es tan importante reciclar? » Porque con ello estamos evitando extraer nuevas materias primas no renovables (en este caso petróleo). » Evitamos la fabricación del plástico porque ya lo tenemos, por lo que evitamos el coste de esta fabricación que requiere, entre otras cosas, energía y agua, recursos que en algunos casos son costosos y escasos.

» Reducimos los costes finales de los productos, pues el material ya lo tenemos; solo precisamos recuperarlo, reciclarlo y fundirlo para que pueda ser nuevamente utilizado. » Generamos empleo. » Evitamos llenar vertederos e incinerar. Algunos consejos para reducir el uso del plástico: 1. Reflexionar sobre la presencia del plástico en nuestra vida cotidiana y sus consecuencias. 2. Modificar nuestros hábitos en cuanto a su uso. 3. Ser conscientes de que lo que queremos comprar es el producto y no el envase. 4. Digamos “no” a las bolsas de plástico, utilicemos otros materiales: lona, rafia, etcétera. 5. Digamos “no” a los productos sobreenvasados y sobreempaquetados

6. Digamos “no” a los productos de un solo uso. 7. Compremos a granel en la medida de lo posible y mejor un envase grande que muchos pequeños. 8. La pastilla de jabón mejor que el jabón líquido, ya que no tiene envase. 9. Digamos “no” a las bandejas de corcho blanco que vamos a tirar nada más usar lo que contienen. 10. Usemos recipientes para la compra del pescado y la carne que, aunque sean de plástico, los podamos usar muchísimas veces antes de que se deterioren. Con nuestra nueva actitud a la hora de comprar, le estaremos indicando al comercio que optamos por otra forma de consumir y por productores que respeten el medio ambiente; seguro que poco a poco será más fácil comprar con responsabilidad ambiental. Marian Lorenzo

Si quieres conocer más sobre los plásticos, estos vídeos del programa de TVE “El escarabajo verde” te serán de gran utilidad: http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-escarabajo-verde/escarabajo-verde-sopa-plastico-1-parte/1873548/ http://www.rtve.es/television/20130628/sopa-plastico-2-parte/700440.shtml http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-escarabajo-verde/escarabajo-verde-envases-dejan-huella/3121246/

8


¡Aplícate el cuento!

9


¡¡¡Impresentables impresionistas!!! París, 14 de abril de 1874 Café Guerbois Rue des Batignolles, 11

S

e reúnen a desayunar Renoir, Pissarro, Morisot, Cézanne, Degas, Monet y hasta treinta artistas para hablar de los últimos detalles de su exposición, que se inauguraría al día siguiente en los salones del fotógrafo Nadar. Habían tomado una decisión histórica al organizarla al margen de la Academia después de que sus obras fueran rechazadas y no poder exponerlas en el Salón de París. Estaban nerviosos e ilusionados, agradecidos a su marchante Paul Durand-Ruel que les animó y les respaldó para poder hacerlo, convencido de estar invirtiendo adecuadamente. Les unía el deseo de que la exposición saliera bien.

Fueron rebeldes, atrevidos, combativos, rompedores y muy valientes. Su enfrentamiento con la Academia de Bellas Ar“No se puede hacer nada tes, anclada en un si no es poco a poco” poder rancio que (Charles Baudelaire) ocultaba inseguridades, inoperancia, Pocos días después, un demoledor artí- ignorancia, intereses ocultos y corrupción, culo de Louis Leroy en el periódico satí- les supuso convertirse en marginados y anrico Le Charivari acabó con su alegría. Ha- tisistema. Géricault, autor de La balsa de blaba de cuadros sin terminar, de papeles Medusa (1818), dejó escrito: “La Acadepintados, de arañazos sobre lienzos su- mia, por desgracia, hace mucho: extingue cios… El crítico es hoy recordado por dar las llamas de ese fuego sagrado, el de los nombre al movimiento y por carecer de artistas con talento, lo sofoca, sin dar a la olfato. naturaleza el tiempo suficiente para que

10

Impression, soleil levant. Claude Monet (1872).

prenda. Un fuego necesita que se lo alimente, pero la Academia echa encima demasiado combustible”. Cuando les cerraron las puertas del Salón, se les abrieron las del mundo porque rendirse no era una opción para los que vivían en torno a París y respiraban aún la brisa de la Comuna. Habían trabajado duro y con enorme energía durante una década, sabiendo que estaban ante algo nuevo y grande. Seguir a los manchistas italianos, abrir las puertas y salir con sus bártulos al aire libre era lo lógico si querían pintar la vida real y, como decía Eugène Boudin, “tres pinceladas tomadas de la naturaleza son


más importantes que dos días de estudio y caballete”. Al salir fuera descubrieron la luz, aprendieron a pintarla y perseguirla, a aplicar el óleo con alegría, pasión y rapidez, en staccato, buscando el instante, la impresión en la retina y el ánimo de atmósferas, colores, olores y sonidos… Fuera de sus estudios descubrieron también las terrazas de los cafés, las fiestas de los barrios, los parques, las tiendas, el hipódromo, los trenes, la gente disfrutando de su tiempo libre… nuevos temas para pintar. No más mitología ni imágenes religiosas, ni grandiosos momentos de la Historia. Eran libres para pintar por pintar, de mirar la realidad de una nueva forma, con puntos de vista nuevos, de reflejar la cotidianidad, y se lo debían agradecer a la fotografía, la cual muchos de ellos, quizá por eso, adoraban. Pintar al aire libre revolucionó también el diseño de los utensilios de trabajo de su oficio, caballetes ligeros para transportar, sillas plegables, óleo en tubos, lienzos más pequeños…

No fueron los primeros, hubo otros valientes y atrevidos que prepararon el camino. Lo fue Velázquez en los cuadros del Jardín de la Villa Médicis en 1630, Goya en Los fusilamientos del tres de mayo de 1814, los maestros japoneses como Hokusai en La gran ola de Kanagawa de 1832, William Tur-

ner en Lluvia, vapor y velocidad de 1844, Courbet pintando El origen del mundo en 1866… En cada uno de los nuevos pasos que dieron estos artistas había una ruptura con lo anterior, un atrevimiento que debió hacerles dudar, que comprometía sus carreras y su futuro. Cada paso que dieron y cada espectador que lo advirtió y admiró fueron cambiando también la forma de pensar y apreciar el arte, fueron abriendo Exterior del taller del fotógrafo Nadar en el Boulevard des Capucines mentes y flexibiliparisino, donde en 1874 tendría lugar la primera exposición impresionista. zando pensamientos. Muchos no conocieron el éxito mien- misetas o bandejas, las exposiciones de sus tras vivieron y hoy sus obras baten récords obras son acontecimientos mediáticos en las más importantes subastas del pla- multitudinarios que generan millones de beneficios. Su calidad hoy es incuestionable. ¡Qué sería para cualquiera de nosotros poseer un pedacito de papel garabateado por Degas! Parece que nuestras entendederas se han ido abriendo y no nos asombra casi nada en el mundo del arte, incluso a los que metieron el dedo en el ojo de la Academia a finales del XIX los consideramos artistas clásicos, amables, agradables, no nos incomodan, ni nos cuestionan, ni nos enfrentan con nuestros demonios… Qué bueno sería aprender de ellos, ser valientes, abrir la mente y poder avanzar en todos los terrenos, no asustarnos, por ejemplo, de debatir en los parlamentos sobre el derecho humano a morir con dignidad ni condenar a humoristas y titiriteLluvia, vapor y velocidad. William Turner (1844). ros por hacer su trabajo. neta. De otros no conocemos nombres ni Lo dicho, impresentables. Los impresioobras, se fueron rindiendo o no tuvieron nistas, digo. suerte. Los cambios supusieron sufrimiento, penurias económicas, desprecio de una buena parte de la sociedad… Cristina Minguillón Las obras de los que fueron despreciados e insultados están hoy impresas en ca11


Diario de una expedición a la Antártida

Un viaje entre el compromiso y la satisfacción

E

10 de febrero

l Drake ha sido casi un paseo por el Mar Menor... tranquilo y sosegado, de lectura de Salgari y su novela antártica. Inusual para lo que se acostumbra por estas latitudes, que mantienen a la mayoría del pasaje anclado a su litera los dos días y medio del tránsito. Ya el viaje se inició con dos excelentes noticias personales acompañadas de unos cuantos rorcuales soplando al lado del barco. Todo un buen presagio de lo que sin duda será un buen viaje cargado de nuevas vivencias. Mañana, primera bajada a tierra para tomar muestras... Pisamos tierra antártica. 11 de febrero Tenemos tres equipos de TV en el barco que nos tratan como estrellas de cine y ayer hasta salimos en el telediario de La Sexta. 12 de febrero

Hoy hemos bajado a tomar las primeras muestras de colémbolos en la base uruguaya Artigas. Día frío con densa niebla en el que la zódiac se perdía con facilidad. Os preguntaréis qué pinta Uruguay en la Antártida. Un país que ocupa la posición 75 en cuanto a PIB (España estaba en la posición 14 en 2016). Además de ser una base permanente abierta todo el año y que se inauguró en 1984 (tres años antes que la primera base española), no hay que perder de vista que el territorio de Uruguay tiene proyección sobre la Antártida y, sobre todo, una amplia tradición antártica. El puerto de Montevideo fue la base habitual de los barcos balleneros y foqueros que durante siglo y medio se dedicaron a esquilmar los mares australes con la captura de estos mamíferos. Pero también tiene una historia muy asociada a Shackleton. Desde esta ciudad, en 1916 se organizó una expedición fallida para intentar rescatar de Isla Elefante al grupo que se había quedado esperando la vuelta de su jefe. Unos años más tarde, en enero de 1922, Montevideo fue también escenario de un gran funeral por sus calles para rendirle homenaje después de morir a bordo del Quest en Georgia del Sur. Después del funeral, en lugar de emprender viaje hacia Inglaterra, su mujer decidió devolver su cuerpo a las Georgias para que permaneciera por siempre en los paisajes antárticos que le dieron reconocimiento mundial. Carrera de orientación en la Antártida Con el viaje me he perdido varias carreras de orientación del campeonato de Madrid de esta temporada, pero para no descuidar el ritmo hoy nos ha tocado encontrar cuatro balizas perdidas en un valle antártico. El año pasado, nuestro compañero Luis 12

Pertierra dejó cuatro estacas (curiosamente de color naranja, como las balizas de las carreras de orientación) dispersas en un valle próximo a la base española Juan Carlos I. Cada estaca tenía unos botones muy especiales que durante un año han estado captando y grabando las temperaturas registradas a diario en el frío invierno austral. Unos datos muy valiosos para nuestras investigaciones. En esta carrera de orientación no nos jugábamos, por tanto, quedar primeros, sino preservar una información vital para nuestro trabajo. Teníamos una foto con los lugares aproximados donde se encontraba cada estaca, pero la realidad siempre es más complicada que las imágenes planas, más aún en un día gris, lluvioso y con niebla. Aun así, ha sido tarea fácil para un orientador avezado. El ocio también es útil, en este caso, para la profesión. Los cuatro botones ya están a buen recaudo y esperando a que les hagan vomitar todos sus datos. 13 de febrero Una base marciana Hoy también hemos tenido la oportunidad de visitar la nueva base española Juan Carlos I. Ya están colocando las camas, los escritorios, las sillas, el suelo... Empieza a tener un aspecto habitable. Es una base casi lunar que aparenta un pulpo de tres brazos, donde se ubican las habitaciones dobles y el módulo de vida y comedor con vistas a la bahía para acoger a más de cincuenta personas. Un orgullo para


la ciencia española, que después de más de ocho años, muchos avatares y unos 18 millones de euros invertidos, será una base de referencia para la Antártida. La inauguración, para el año próximo. 14 de febrero Byers: el paraíso perdido Ayer fue un día infinito. Después de la sesión matinal en la base Juan Carlos I, a las 7 nos tocó bajar a la otra base española, Gabriel de Castilla, a coger más muestras y buscar más balizas hasta que la oscuridad nos lo permitió. Volvimos a la base a oscuras, guiados por las luces del Hespérides y por nuestra intuición. Agotados después de subir y bajar varias colinas de Isla Decepción, vuelta al barco para procesar las muestras hasta la 1 de la madrugada. Pero a las 5:15 ya estábamos en pie de nuevo para bajar a la Península de Byers, lugar emblemático por la gran diversidad de fauna que acoge (elefantes marinos, petreles gigantes, pingüinos) y por ser una de las superficies sin hielo más extensas de las Shetland del Sur. Pero como en un paraíso perdido, el acceso no es nada fácil. Solo se puede llegar en horas de pleamar. La bajada en zódiac era a las 7, para volver a las 10 de la mañana o a las 10 de la noche. Nosotros obviamente escogimos la segunda opción para aprovechar al máximo, pero no contábamos con las inclemencias del tiempo. Llevamos tres días en la Antártida, tres días malos y el de hoy malísimo; lloviendo, con fuertes rachas de viento y una intensa niebla. Las manos apenas pueden aguantar fuera de los gruesos guantes. Es difícil muestrear en esas condiciones. Tal era la situación que el comandante ha dado orden de estar todos a las 10 en la playa para volver al barco. Al final hemos salido pasadas las 12 (con inicio de bajamar), tocando con las hélices de los motores en la barrera de fondo cercana a la playa. Catorce personas en una zódiac azotada por el viento y las olas y con casi un palmo de agua en el fondo. He llegado calado hasta los huesos, a pesar de llevar el viking (un traje estanco por si nos caemos al agua). Cada guante, al estrujarlo como una esponja, soltaba más de un vaso de agua. Ahora, calentitos y preparando la siguiente etapa. Estamos para vivir la vida con intensidad y aquí no faltan estímulos. Las pulgas saltarinas: los colémbolos Estamos de camino a la base americana Palmer. Hemos aprovechado para procesar las muestras de colémbolos que habíamos recogido hasta ahora. Todo el mundo en el barco nos pregunta a qué dedicamos nuestro tiempo. Por eso quiero presentaros a los protagonistas de nuestras investigaciones. Hemos venido a la Antártida para realizar muestreos de suelo para la extracción de colémbolos. Ni nosotros somos dentistas, ni estos animales son muelas, pero todo merece una explicación. De momento quiero presentaros a este grupo curioso de artrópodos (tienen el cuerpo y las patas articulados) y dejaremos el tema de la extracción para otro día. Estos animalillos los podemos encontrar por todas partes, de hecho algunos científicos los consideran el grupo más numeroso sobre la tierra (pueden encontrarse hasta sesenta mil individuos en un metro cuadrado). Imaginad: cuando

pisáis el suelo, realmente estáis pisando una alfombra de colémbolos. Pero estos bichitos inofensivos pasan desapercibidos pues no pican y apenas se pueden observar a simple vista. Quizás en alguna ocasión, tumbados en la playa, habéis visto saltar una especie de pulgas en la arena. Pues estas aparentes “pulgas” no son otra cosa que nuestros queridos colémbolos: grupo próximo a los insectos que viven en el suelo preferentemente en zonas húmedas y alimentándose de la materia orgánica de los musgos, algas del borde de la playa, etc. Su principal característica es la cola retráctil que tienen doblada sobre su abdomen y que utilizan para saltar como si fuera una pequeña catapulta. Por este motivo, la similitud con las pulgas que comentábamos antes.

Nuestro principal interés en estos animales es que se encuentran unas quince especies de colémbolos distribuidas por las zonas terrestres del continente blanco, aunque también suelen venir asociados a los restos de tierra que los visitantes llevan pegados en la suela de sus botas. Así, estos saltimbanquis encuentran un medio de transporte gratuito y muy efectivo para llegar a los puntos más remotos de la Antártida. Sin embargo, la mayoría no conseguirán sobrevivir al no estar adaptados a tan bajas temperaturas. Pero algunos lugares como Isla Decepción son excepcionales, pues al tener un volcán activo la temperatura del suelo en algunos lugares se mantiene elevada durante todo el año. En tales enclaves, estos viajeros imprevistos encuentran una playa donde pasar sus vacaciones de verano y, como les gusta, se quedan de forma permanente. Para que os hagáis una idea, en nuestra querida isla se han identificado ocho especies nativas (una por parte de nuestro equipo de investigación) frente a siete invasoras de procedencia exótica que vienen de lejos y que se suelen denominar “aliens”. No tienen tan mala pinta como el bicho que salía en la película de Ridley Scott, aunque con imaginación se les puede sacar algún parecido. Los redonditos naranjas son pequeñas arañas denominadas ácaros. ¿Os gustan? 15 de febrero El Titanic antártico Hoy hemos amanecido en las proximidades de la base Palmer, la única base americana al norte del círculo polar antártico. Estaba previsto hacerles una visita, pero de nuevo el tiempo no ha querido regalarnos la tranquilidad necesaria. En la reunión de programa13


ción se acordó una estancia de unas seis horas. A las 8 de la mañana ya estábamos todos, científicos y periodistas, listos con nuestros trajes marcianos preparados y entusiasmados por bajar a un lugar espectacular con un frente glaciar que continuamente está tronando y dejando caer grandes columnas de hielo. Hemos conseguido dar un breve paseo para recoger algunas muestras, entre skúas, elefantes y leones marinos (esto parece la selva, pero sin árboles). No obstante, dos horas más tarde el aviso del comandante ha puesto a todos en guardia para un regreso urgente al barco. Se habían levantado rachas de 40 nudos (según los entendidos, equivale a 80 km/h). En tierra se nota, pero en una zódiac aún más, sobre todo si tienes que subir a una escala de unos cuatro metros dando botes y cuando estás a punto de poner el pie en el peldaño apropiado, la ola da un golpe imprevisto que aleja la zódiac y te quedas con los pies colgando sobre el helador mar antártico. De nuevo los planes previstos se han quedado en la mitad de la mitad. Esperamos poder contar algún día de estos con los beneplácitos de la diosa Antártida. Otra curiosidad del día ha sido que esta mañana el barco ha amanecido rodeado de hielos y en uno de ellos descansaba tranquilamente un leopardo antártico, del que hablaremos otro día. Pero también en las proximidades del barco podíamos ver los restos del “Titanic antártico”: el Ara Bahía Paraíso, un barco argentino construido en 1981 que se dedicaba a dar apoyo a las bases antárticas. En 1989, cuando trasladaba a un grupo de turistas y al intentar evitar uno de los hielos que suelta el glaciar, encalló en una roca de la isla Anvers y se hundió. Curiosamente, nuestro querido buque Las Palmas participó en la operación de salvamento. Lo que no consiguió la guerra de las Malvinas –en la que participó activamente– lo hizo la paz antártica: se lo llevó al fondo del mar. Por eso nuestro comandante hoy ha preferido no pasar a la gloria del recuerdo y no inscribir su nombre eternamente en esta maravillosa bahía. Seguimos rumbo al sur, que aquí no significa mejor tiempo, sino más hielo y más icebergs.

mensajeros y embajadores para transmitir la importancia de la conservación de este patrimonio único. Por desgracia, estos días tenemos que ir a tope para avanzar en nuestro plan de trabajo. Hay pocos días buenos para desaprovecharlos y hoy no hemos parado de ir de un sitio a otro tomando muestras, datos, coordenadas... Pero a eso hemos venido, a trabajar en un entorno que ni el más aventurero puede soñar. 18 de febrero Los sorprendentes días soleados Hoy de nuevo a las 6 estábamos en pie. No hay forma de dormir más de cinco horas en este barco. Aunque somos la envidia de todos –investigadores y periodistas– pues somos los únicos que bajamos en todas las paradas. El día no podía ser más espléndido: sol radiante y sin una sola nube en el horizonte. El barco rodeado de cadenas montañosas nevadas y repletas de glaciares. Vamos a tomar muestras a Puerto Neko, enclave donde los turistas pisan continente. El mar parecía una balsa de aceite y debíamos estar de vuelta en una hora y media. Pero hasta los días aparentemente claros esconden alguna trampa. En este caso en forma de brass: los hielos de todos los tamaños que suelta un glaciar próximo y que cubren completamente la superficie del mar. En estas condiciones se hace muy difícil moverse en zódiac sin que uno de estos hielos perfore la embarcación. Despacio y con cuidado de ir separando todos los de mayor tamaño, hemos conseguido llegar a tierra. Y la vuelta ha sido aún peor. La hora y media se ha convertido casi en tres.

17 de febrero Y se hizo la luz La diosa Antártida ha escuchado mis peticiones y nos ha regalado un día fantástico en un lugar increíble. Además, el único punto del viaje totalmente desconocido para mí; mejor casi imposible. Puerto Charcot es el enclave donde pasaron el invierno antártico los miembros de la primera expedición francesa entre 1903 y 1905. No pudieron escoger mejor ubicación, aunque me resulta difícil imaginar cómo sobrevivieron en aquella época si aun en un día bueno como hoy la situación térmica es delicada. Hemos coincidido con un barco francés de doscientos turistas que han pagado un módico precio de ocho a quince mil euros para poder llegar hasta aquí y disfrutar de estos paisajes. En días como hoy la Antártida se convierte en un paraíso único e inigualable que hiela el corazón y lo más profundo de nuestros sentimientos, por la emoción que uno siente de encontrarse ante unos paisajes inalcanzables para muchas personas. Este privilegio solo tiene sentido si los que tenemos la oportunidad hacemos de 14

La sorpresa más importante, sin embargo, nos esperaba al llegar al barco. Dos ballenas minke han estado jugueteando con nuestra zódiac. Como si fuéramos un barco nodriza, pasaban por debajo de la embarcación una y otra vez, intentando adivinar qué podía ser ese cuerpo flotante. Aunque es una de las ballenas más pequeñas, de unos cinco metros, y aunque he visto ballenas en distintas partes del mundo, nunca había tenido la experiencia de que una apareciera repetidamente justo al lado de la embarcación, lanzando sus chorros casi a nuestras caras. Los del grupo de TV se tiraban de los pelos porque se habían quedado sin batería unos momentos antes. Pero la sorpresa ha sido aún mayor cuando también al volver al barco, casi en el ocaso, en las puertas del Hespérides nos esperaba


de nuevo una ballena jorobada con su cría. Ha sido todo un espectáculo ver con la luz amarilla del atardecer cómo abría sus grandes fauces para tragar millones de litros de mar cargados de krill. El nirvana del paisaje Hemos llegado a mi enclave preferido de la Antártida: Caleta Cierva, un lugar único en el que uno se siente en el nirvana. Una vez que uno contempla este paisaje, cree haber subido a la cúspide de la perfección paisajística. Es una bahía cerrada por grandes picos que limitan la cordillera de la península antártica, en la que vierten seis grandes glaciares y cuyas aguas siempre están surcadas por grandes témpanos de hielo, con ese azul transparente que hiela la sangre. Uno nunca es capaz de describir la gran diversidad de tonos azulados que se pueden apreciar en los hielos glaciares antárticos. Se queda absorto y se siente un privilegiado de poder contemplar esta obra de arte que ningún ser humano podrá imitar. La iluminación va más allá de la luz que perciben nuestros ojos y nos penetra hasta convertirnos en personas iluminadas y comprometidas con la conservación de estor lugares. Pero siempre apreciamos y amamos las cosas y a las personas no solo por su belleza aparente, sino por las vivencias que hemos tenido la oportunidad de compartir. En uno de los extremos de la bahía se encuentra la base argentina Primavera, desde donde se puede contemplar permanentemente todo este espectáculo. Una base especial, construida en madera y con pasarelas elevadas para no pisar la pradera de musgos que la recubre. En enero de 2015 tuve la oportunidad de pasar toda una semana con Luis Pertierra participando en la erradicación de una gramínea que era un riesgo para la Antártida. En 1957, cuando se construyó la base, a un bienintencionado ser humano se le ocurrió intentar repoblar este lugar con lengas (las hayas australes). Pensaba que en estos paisajes era necesario incluir más bosque y masa verde (la fitofilia innata de los humanos). Obviamente, los pobres árboles no sobrevivieron al primer invierno. Pero en sus cepellones, una gramínea muy próxima a nuestras poas consiguió a duras penas sobrevivir hasta 2015, año en el que unos humanos con malas intenciones vinimos a arrancarla de cuajo para que no se convirtiera, con el cambio climático, en un problema para toda la Antártida. Tuvimos que sacar cerca

de una tonelada de tierra y conglomerado vegetal de raíces y tallos para llevarlo al continente. Hoy hemos venido a comprobar que no se había regenerado. Fue una semana de duro trabajo pero de tiempo espléndido que me permitió encontrar momentos puntuales para disfrutar del nirvana visual, en un mirador especial donde he querido fotografiarme en esta tercera visita. Sin duda el nirvana es más fácil de alcanzar desde la admiración de estos paisajes. 19 de febrero Territorio leopardo Al igual que en el Himalaya existe el emblemático leopardo de las nieves, ¿pensáis que es posible encontrar leopardos en la Antártida? Tanto si habéis contestado afirmativa como negativamente a esta pregunta, tenéis motivos para acertar. En el continente blanco no vamos a encontrar mamíferos terrestres con patas pero sí mamíferos marinos con aletas y algunos de ellos cumplen el mismo papel ecológico que los citados leopardos. Por este motivo una foca aparentemente inofensiva es en realidad el gran depredador de la Antártida. De ahí su nombre: “foca leopardo”. No tiene manchas moteadas en la piel pero es un animal de unos cuatro metros de largo y más de 500 kg de peso. Acabamos de abandonar el nirvana de Caleta Cierva, que también podríamos denominar “territorio leopardo” pues en esta bahía habitan de 30 a 40 ejemplares de estas focas. ¿Os imagináis una selva tan pequeña con tanto leopardo junto? Parece que la pirámide trófica de este ecosistema está invertida, pero realmente es un indicador de la gran riqueza de vida que esconden todos estos témpanos de hielo flotante. Quizás habéis tenido ocasión de ver alguno de los documentales de la BBC en los que se ve a esta foca devorar pingüinos en la colonia más grande de Isla Decepción. Es la colonia de Morro Baily, en la que se estima que anidan cerca de cien mil parejas de pingüino barbijo que en época de cría pueden llegar a más de trescientos mil individuos. Una población semejante a la de ciudades como Vigo o Valladolid. Pero las focas leopardo, además de ser la pesadilla de los pingüinos, también se alimentan de peces e incluso de otras focas como la foca cangrejera. Es habitual verlas subidas en un témpano de hielo haciendo la digestión de su festín, con un 15


charco de sangre en sus proximidades. Su apariencia engaña, como dice Valentín; viéndolas en foto seguro que te irías a tomar unas cañas con ellas. Pero aunque no suelen atacar al hombre, hay algunos casos de agresiones y es mejor no cruzarse con ellas muy de cerca. La fama, sin embargo, siempre suele ser exagerada y, de hecho, un reciente estudio científico pone de manifiesto que el krill puede constituir el 83 % de la dieta de esta foca apodada “leopardo”, también de las nieves pero sin patas. PD. Valentín es un compañero de expedición que está escribiendo un libro sobre la investigación antártica: Una mirada emocional a la Antártida. Podéis consultar su blog en: www.horizonteantartida.es 20 de febrero La insensatez humana Llegamos a la última parada de nuestro periplo, el lugar más visitado de toda la Antártida: Port Locroy. Unos 20.000 turistas bajan cada año a conocer este singular enclave. No hay otro lugar en toda la Antártida en el que se produzcan colas de barcos pidiendo la vez para poder bajar a conocerlo en rigurosos turnos de 50 personas. Uno espera que sea algo singular y único: el supernirvana del paisaje o la mayor concentración de ballenas o de pingüinos emperador o cualquier otro animal antártico sorprendente. Pero nada de eso, se presenta como el museo más austral del mundo, aunque realmente es el supermercado de recuerdos más importante de toda la Antártida. Increíble pero cierto: el lugar más visitado de toda la Antártida es una tienda para comprar camisetas, sudaderas o pines. Lógicamente, a precios de crucero de lujo. También en el Hespérides ha habido tortas por bajar, pero como dice el cocinero del barco, que ha cedido su plaza: “Solo son dos casas viejas sin ninguna gracia”. El lugar fue puerto ballenero a principios del siglo pasado, pero quizás lo más singular es que se constituyó en base militar inglesa durante la Segunda Guerra Mundial, en la operación Tabarin, para controlar los movimientos de la flota alemana. Este dato parece sacado de la curiosa novela Antártida 1947. La guerra que nunca existió, de Felipe Boyano, que narra como Hitler utilizó este continente para construir una gran base de submarinos que le sirviera de plataforma para dominar el hemisferio sur. Curioso de leer. Luego pasó a ser base científica del British Antarctic Survey hasta 1962, cuando se abandonó. Desde 1996 fue reconstruida y declarada sitio histórico antártico n.º 61. Quizás lo más interesante es la gestión que aplica al sitio el United Kingdom Antarctic Heritage Trust, una fundación que con el dinero que ingresa de la tienda mantiene cinco refugios y lugares históricos antárticos. Un excelente modelo para replicar en otros sitios. Utilizar los ingresos generados por el turismo para la conservación, en este caso, del patrimonio cultural antártico. Modelo muy british. Pero después de todo lo que os he contado estos días, de las maravillas del paisaje y la fauna antártica, parece increíble que lo más atractivo para el turista sea el mercadeo de productos. Al menos no se venden huesos de ballena o sudaderas de piel de foca. Sin duda es un síntoma de que la sociedad moderna está enferma, pues este 16

hecho no es aislado. En los últimos años el ranking de los 10 sitios más visitados por los turistas ha ido evolucionando desde enclaves naturales a que más de la mitad de ellos sean bases o enclaves como Port Locroy. Es aún más famosa la base ucraniana Vernasdsky, por ofrecer vodka “on the rocks with antarctic ice” y sobre todo por dar barra libre a las turistas si dejan como recuerdo su sujetador. Esta noticia, aparecida en muchos medios de comunicación, les está haciendo escalar muchos puestos. Nunca he concebido el turismo como un producto de consumo de paisajes o recuerdos. Menos de fotos o selfis. La experiencia turística se vive con todos los sentidos en cada momento y debe estar basada en generar vivencias que dejen una profunda huella en nuestros sentidos y en la parte más afectiva de nuestras neuronas. Cada sitio que visitamos debe permanecer en nuestro recuerdo durante mucho tiempo. Si no hay vivencia, el olvido es inmediato. Un turismo vivencial frente a un turismo consumista y que, a ser posible, también comprometa con la conservación del patrimonio natural y cultural que se visita. 21 de febrero El sacamuelas de colémbolos A estas alturas del viaje creo que ya tenéis una idea de lo que son los colémbolos, pero aún teníamos pendiente contar cómo trabajamos con ellos y cómo los extraemos de la tierra. Al igual que el dentista tiene su instrumental para sacarnos las muelas sin hacernos daño, nosotros tenemos un aparato que nos permite extraerlos con un cierto engaño. También el dentista nos suele despistar, en ocasiones, diciendo que no nos va a hacer mucho daño al sacarnos la muela. Este aparato es una especie de trampa de luz inversa que despista a estos animales a los que no les gusta mucho la sequedad del suelo. En nuestras salidas cogemos tierra en distintos puntos de los lugares que visitamos pero solo de los primeros diez centímetros, que es donde suelen vivir. Luego, en el laboratorio del barco la colocamos en unos embudos iluminados por una bombilla en su parte superior. La tierra, por el calor de la bombilla, se va resecando progresivamente y los colémbolos, a los que les gustan las zonas húmedas y fresquitas, comienzan su migración hacia las profundidades del embudo. Durante unos dos días la tierra se va secando


gradualmente y los colémbolos, en su huida, acaban cayendo desde el precipicio del final del embudo a los botes de recolección. En casi todas las muestras “cantamos bingo” y encontramos ejemplares de varias especies, pero en alguna ocasión hemos encontrado cerca de mil colémbolos en una sola porción de suelo. Algunos son aliens, colémbolos que han venido a invadir a los que viven desde hace mucho tiempo en estos helados suelos. En una de las islas que estudiamos –Isla Decepción– hemos identificado quince especies distintas y siete de ellas son alienígenas que han venido de lugares lejanos. Una vez que hemos conseguido recolectar a los saltimbanquis edáficos de los embudos, tenemos que dedicarnos con mucha paciencia a separarlos con la lupa de todos los residuos de tierra que los acompañan para contarlos y clasificarlos en tubos que nos traemos para España. El trabajo de determinación minuciosa se realizará a la vuelta, en nuestros laboratorios de la Universidad Autónoma de Madrid. Ahora que ya conocéis todos los intríngulis de nuestra investigación, si os animáis os podéis convertir en apasionados dentistas de colémbolos. Con cualquier muestra del jardín se puede descubrir el misterioso mundo de la fauna edáfica. Animaos. 23 de febrero A modo de epílogo Hoy iba a ser un día de simple despedida, pero al final el paseo en zódiac para visitar la base chilena Villa de las Estrellas de la isla Rey Jorge se ha convertido en una nueva aventura antártica imprevista. Hemos visitado la iglesia rusa ortodoxa (aquí también hay iglesias) y hemos jugado un partido de baloncesto en la cancha cubierta más austral del mundo. La Armada nos ha dado una señora paliza a los universitarios. Pero lo más emocionante estaba aún por llegar. Me he subido a la zódiac acompañando a doce militares de la Armada chilena que no llevaban vikings. El mar se había animado y, con la embarcación tan llena, las olas entraban a hachazos por la proa. El fondo de la zódiac cada vez cogía más nivel y sobrepasaba ya sobradamente los tobillos. En cierto momento uno tenía la sensación de que el mar se encontraba más dentro de la zódiac que fuera. Y yo con mi bolsa estanca empaquetada en las

cajas de vuelta a Madrid y con mi cámara profesional en las manos protegiéndola contra mi pecho todo lo posible. Uno no aprende: en la Antártida cualquier descuido te puede salir caro. Si el barco hubiera estado un poco más retirado, sin duda nos hubiera tocado alcanzarlo a nado. La zódiac finalmente reventó por el peso del agua pero al menos ha ocurrido cuando ya nos habíamos bajado de ella. El viaje, desde el punto de vista científico, ha sido todo un éxito. Hemos conseguido 74 muestras de colémbolos de 18 localizaciones remotas distintas. Ahora queda la ardua tarea de determinarlas. El tiempo en la península Byers no nos acompañó y ha sido el único objetivo que se ha quedado sin poder alcanzar del todo. Pero a la Antártida hay que venir con actitud resiliente y saber adaptarse a las múltiples circunstancias e imprevistos. Que se lo digan si no a los exploradores antárticos. Me he quedado a medias de leer el libro de Emilio Salgari El polo austral (1895), que narra la competición entre dos empresarios –uno inglés y otro americano– por llegar al polo sur. El primero a pie y el segundo, asombrosamente, en bicicleta. No os puedo contar el final pero es sorprendente que este autor se adelantara varias décadas a la gran gesta que protagonizarían Scott y Shackleton. De los cinco viajes que he realizado hasta ahora a la Antártida, cada uno ha sido distinto. Al final son vivencias nuevas con gente distinta y lugares que, aunque conocidos, vienen cargados de estímulos y visiones nuevas. Vivencias que dejan huella en nuestras neuronas, en nuestra forma de ser y de interpretar el mundo que nos rodea. Lo que nos queda no son las fotos ni los recuerdos materiales sino los recuerdos grabados permanentemente en nuestra mente. Un viaje entre la profesión y el turismo, entre el trabajo y el disfrute, entre el compromiso y la satisfacción. Hay personas que hemos tenido la suerte de poder unir ambas dimensiones de la vida, de disfrutar de nuestro trabajo y trabajar en aquello que disfrutamos. No hay horarios ni fines de semana pero es un trabajo que me permite enfrentarme en cada momento a retos nuevos, con gente diferente y en lugares únicos. Y sacar tiempo para contarlo. ¡Qué más se le puede pedir a la vida! La Antártida es ya parte de mi casa y de mi vida. Javier Benayas

17


Subh, la favorita del omeya

P

Una vascona en el Califato de Córdoba

ara mí esta historia comienza el día en que un grupo de amigos de Chozas fuimos a visitar el Museo Arqueológico de Madrid. Paseando entre las vitrinas de la zona dedicada al Califato de Córdoba, me llamó la atención un maravilloso tarro de plata y marfil que era pura filigrana. Precioso, delicado, con inscripciones en árabe y figuras de gacelas y aves cinceladas primorosamente: el bote de Zamora. Y el texto que lo identificaba decía: “Para Subh, umm Walad (la señora madre) de Abd-al-Rahmán”. Era un regalo que el califa cordobés Alhakén II hizo a la madre de su primer hijo, Abd-alRahmán. Me quedé con el nombre, Subh. Muy especial debió ser aquella mujer cuando recibía regalos tan exquisitos. Me encanta la historia y, tal vez por mis orígenes andaluces (nací en Córdoba), todo lo referente al Califato siempre me ha fascinado. Desde el momento en que supe de la existencia de Subh, decidí investigar para conocer su historia. Consulté libros sobre la época musulmana en España: Abderramán I, el omeya que creó el Emirato de Córdoba, los distintos emires que le fueron sucediendo y Abderramán III, instaurador del Califato. Y en esa búsqueda me sorprendió sobremanera que una serie de mujeres cristianas, la mayoría de Navarra y co-

Este periodo es un tiempo de luchas constantes, uniones y alianzas tanto entre los gobernantes de Al-Ándalus como entre los que viven en territorios cristianos y, por lógica, entre ambas culturas. Y hubo también muchos lazos de sangre. Alhakén II es uno de los protagonistas de la historia de Subh y empezaré por los ascendientes de este califa. Íñigo Íñiguez (Enneco, en latín) o Íñigo Arista, fue el primer rey de Pamplona entre los años 810 y 820. Al morir el padre, su madre, vascona, se casó con Banu Qasi Musa ibn Fortún, que gobernaba en el valle del Ebro, y tuvieron varios hijos, entre ellos Musa ibn Musa. Musa ibn Musa se casó con su sobrina Assona Íñiguez, vascona. Onneca (o Íñiga) Fortúnez, vascona, miembro de la casa de los Íñiguez, era biznieta de Íñigo Arista y, junto a su padre, Fortún Garcés, vivió cautiva durante más de veinte años en Córdoba. Dulce cautiverio, pero cautiva. Allí se educó y recibió el nombre en árabe de Durr (perla). La tomó por esposa el emir Abdalá I, de la dinastía omeya e hijo de Muhammad I y de otra vascona, llamada Ushar. Esta unión condujo a una estrecha colaboración entre cristianos y musulmanes y de este enlace nació

Muchas mujeres “vasconas”, hijas de reyes y nobles cristianos, dejaron su impronta genética en los emires y califas de Córdoba. nocidas como “vasconas”, tuvieran la gran influencia de la que gozaron en el imperio musulmán. Unas hijas de reyes cristianos y otras de familias nobles, todas dejaron sus genes en los emires y califas de Córdoba. Según cuentan las crónicas, más de uno era rubio y con ojos azules. Y en algún sitio he leído que Abderramán III, para parecer más árabe, se teñía el pelo y la barba, pues era pelirrojo. Eso dicen. 18

Muhammad II, que se casó con la vascona Muzna. Nace Abderramán III, fundador del Califato, que a su vez se casa con otra vascona, Maryam. Y de este matrimonio nace Alhakén II. Aquí quería yo llegar. Ya tenemos a Alhakén y Subh. Como hemos podido ver, además de los parentescos entre cristianas y musulmanes, lo que queda claro es que a los emires y califas les encantaban las vasconas.

Subh era de origen vascón ¡claro! y nació en la década del 940. Su nombre cristiano era Aurora y así la debían conocer durante su niñez en algún valle de Navarra. De familia noble, fue llevada, tal vez a la fuerza, a la ciudad más importante de Al-Ándalus, Córdoba, en tiempos de Abderramán III. O puede que llegara a la corte en algún séquito que fuera a rendir pleitesía o pagar tributos al califa. Físicamente ha sido descrita como una dama rubia y de hermosa tez blanca. Como ya sabemos, el tipo femenino preferido por los nobles andalusíes. Una vez en la corte, aún muy joven, fue educada en los conocimientos propios de una gawari (esclava cantora) pero también aprendió otras ciencias y podía hablar con conocimiento de jurisprudencia, poesía, tradiciones… Pasó a formar parte del harén de Alhakén, hijo de Abderramán III, y se fue convirtiendo en una mujer bella, inteligente, que cantaba con voz dulce y recitaba poesía. Mientras Abderramán III, primer califa de Córdoba, iba engrandeciendo el califato, derrotando y sometiendo a estados cristianos y del norte de África, Alhakén, que a los ocho años había sido nombrado su sucesor, siempre intentó mantenerse al margen de


guerras y conquistas, por lo que se convirtió en un estudioso que dio gran impulso a la cultura, que se rodeó de sabios, filósofos, grandes médicos y magníficos orfebres. Fue un gran bibliógrafo –fundó una biblioteca con más de cuarenta mil volúmenes– y un gran gobernante. Culminó la construcción de Medina Azahara, iniciada por su padre, amplió y embelleció la mezquita, fundó escuelas públicas y durante su reinado Córdoba alcanzó su máximo esplendor. Pero las aspiraciones de Subh iban más allá de ser una más entre las muchas mujeres del harén con las que, al parecer, el erudito Alhakén no mantenía relaciones sexuales. Las malas lenguas hablaban de sus inclinaciones hacia los efebos. Subh, tal vez por conocer esa faceta de su señor, se propuso interesarlo con los gustos que a él le atraían y, siguiendo la moda de las mujeres de la alta sociedad de Bagdad, empezó a vestir con prendas de hombre, adoptando la figura y los modales de un adolescente. Esa forma tan peculiar de comportarse, unida a la belleza y capacidad intelectual y artística que poseía, fueron calando en el califa, que la nombró su concubina favorita. Desde entonces, para él, fue Chafar o Jaffar. Subh tenía 20 años y él 46. En el año 961 muere Abderramán III y Alhakén pasa a ser el califa Alhakén II. Anteriormente, Alhakén había estado casado con Radhia, con la que no tuvo hijos. Pero sí los tuvo con Subh. Al nacer su primer hijo, al que pusieron de nombre Abderramán, Alhakén la colmó de regalos (entre ellos el bote de Zamora, riquezas y tierras, aunque en la práctica eran del estado y no podía disponer de ellas libremente) y Subh

pasó de concubina a umm-al-Walad (madre del heredero). Este niño murió en el año 970, pero tuvieron un segundo hijo, Hisham ben al-Hakam o Hixem, que sería el sucesor con el nombre de Hixem II. Al nacer este segundo hijo, Subh pasó a ser la Sayyid al-Kubrad, primera dama del Califato, aunque todavía su poder radicaba en su ascendiente sobre el califa por ser la madre de su sucesor. Sin embargo, Alhakén II nunca gozó de buena salud y las guerras e intrigas para hacerse con el poder eran muchas, por lo que Subh, con sabiduría e inteligencia, puso en juego toda su influencia para que, junto a dos de los personajes más influyentes de la corte, el gran chambelán o visir Al-Mushafi, encargado de la administración, y el general Galib, encargado de la defensa de las fronteras, su hijo Hixem llegara a gobernar el Califato. En el año 967 aparece en la vida de Subh un joven de origen relativamente humilde,

Abu Amir, que viene a perturbar no solo su papel como regente del futuro califa de Córdoba, Hixem II, sino también su vida amorosa. Abu Amir, o Al-Mansur “el Victorioso”, más conocido como Almanzor, cambia el destino de Subh e influye de manera trascendental en su vida, en la del heredero Hixem II e incluso en el Califato de Al-Ándalus. Abu Amir llegó a Córdoba procedente de Torrox (Málaga), donde su familia poseía tierras. Cursó estudios de Teología, Derecho y Filosofía e incluso llegó a ser biógrafo de la historia del Califato. Fue director de la fábrica de moneda (la Ceca) y su ascenso en la sociedad andalusí fue rápido. Subh tenía el control del reino por la minoría de edad de su hijo y los visires no decidían nada sin consultarle ni hacían otra cosa que lo que ella les ordenaba, pero se había quedado sin intendente y aunque dominaba el alcázar califal, núcleo administrativo y económico cordobés, sabía que

19


para mantener su posición y asegurar el trono de su hijo necesitaba funcionarios eficientes e influyentes que administrasen sus bienes, por lo que pidió al visir Al-Mushafi que le buscase uno. Abu Amir trabajaba por entonces para el cadí jefe de la capital (juez que administraba el territorio), Muhammad ben al-Salim, que lo recomendó al visir, y así entró a formar parte de la corte, se instaló en palacio como intendente del pequeño Abderramán y empezó a moverse en los círculos de Subh, con la que estableció una relación sumamente privilegiada para su carrera. Subh y Abu Amir se hicieron amantes. Según los rumores, Abu Amir se ganó su apoyo y el de todo el harén a base de regalos. Alhakén II, desconcertado y furioso por la cada vez mayor cercanía entre ambos, llegó a exclamar: “¿Es un gran mago o solo un buen servidor? Aunque posea todos los tesoros del mundo, las mujeres de mi harén solo tienen ojos para él y para sus regalos: domina sus corazones y solo él parece satisfacerlas. ¡Tiemblo si pienso en todo lo que voy a dejar en sus manos!”. A los treinta años fue nombrado cadí de Sevilla y Niebla y administrador de los bienes del joven Hixem, nuevo heredero tras la muerte de su hermano. Por esa época contrajo matrimonio con la hermana del jefe de la guardia del califa. Empezó a enriquecerse y se hizo construir una gran mansión: Al-Ruzafa. Al morir Alhakén II en el año 977, y ante la minoría de edad de Hixem II, estallan las intrigas entre las distintas facciones y el poder de Al-Mushafi se tambalea, pero con la ayuda de Subh y Almanzor, que por entonces ya es un miembro destacado en la corte

20

con muchos partidarios, logra derrotar a los oponentes e Hixem II se convierte en califa. Como curiosidad: para incrementar la aceptación del pueblo hacia el nuevo califaniño, se firma un decreto para abolir el impuesto sobre el aceite. Una buena manera de ganarse voluntades. Los reyes cristianos no dejaban de hostigar en las fronteras y la ambición de Almanzor le hizo buscar la amistad del general Galib, con cuya hija Ismá contrajo nuevo matrimonio, y junto a su suegro emprendió las campañas de guerra (aceifas)

zahira y con intrigas y conjuras logra que Hixem II, de poca voluntad y decisión, repudie a su madre para quedarse él con la custodia del tesoro califal. Subh no daba crédito a lo sucedido y armada de valor se enfrentó verbalmente a Almanzor mientras este callaba y se tragaba su ira sin responder nada. Solo un recurso le quedaba a la Sayyid al-Kubrad en la legítima defensa de Hixem II: la distribución de limosnas, así como seguir comprando apoyos. Pero ya era demasiado tarde y desde entonces la princesa desaparece casi defini-

contra los reinos cristianos del norte. Llegó a ser intendente de Galib y su fortuna y popularidad fueron cada vez mayores. Incluso piensa en convertirse en califa, pero las leyes no se lo permiten por no ser omeya. No obstante, se hace construir un suntuoso palacio, Medina Alzahira, al este de Córdoba y traslada allí la administración y el ejército. Su poder, cada vez mayor tanto dentro de la corte (elimina a Al-Mushafi y a Galib e Hixem II es un títere recluido en palacio) como en su lucha contra los reinos cristianos para los cuales es una pesadilla –en sus aceifas llega hasta Santiago de Compostela– hace que Subh, tras veinte años de unión, intente destituirlo. Con la ayuda de algunos partidarios sustrae del Tesoro Real ochenta mil dinares para sufragar un levantamiento contra Almanzor, pero es descubierta y este solicita el traslado del dinero a Medina Al-

tivamente de las crónicas árabes, aunque un año después se la ve desfilar públicamente con el rostro descubierto por las calles de Córdoba formando parte de un cortejo presidido por Almanzor, por su hijo Abd alMalik y por el califa Hixem. Tradicionalmente las mujeres de los califas no solían dejarse ver en actos públicos, pero la imagen de una Subh sometida, despojada y postergada públicamente, simbolizaba el poder que perdió ante el yemení que la utilizó para adquirir el suyo. Seguramente, y hasta su muerte, quedó recluida en palacio. A la muerte de la vascona, posiblemente en el año 999, Almanzor acompaña descalzo su féretro y deposita ante su tumba en el alcázar califal la exorbitante limosna de quinientos mil dinares.

Aunque acabó vencida por Almanzor, su antiguo aliado, Subh ejerció una influencia notable en el devenir político del Califato durante un periodo de al menos veinte años.

Ana Aranda


E

Del bloqueo y la propia voz

l premio nobel de literatura V. S. Naipaul ambicionaba ser escritor con tal intensidad que apenas podía sentarse a la máquina y teclear una línea. Durante toda su infancia había escuchado de labios de su padre su admiración por los escritores. Cuando Naipaul fue becado en Reino Unido, comenzó muy pronto a trabajar en la BBC. Era el momento de lanzarse a escribir pero era incapaz de hacerlo y sabía muy bien el motivo: su desmedida ambición. Encuentra entonces la manera de engañarse a sí mismo diciéndose que solo va a poner por escrito una línea tras otra, lo hace en papel del trabajo como si fuera cualquier otra tarea de redacción y, cuando termina, le da a un compañero la hoja para que ponga su nombre, Naipaul. Ni siquiera podía firmarlo. Otros escritores se han diagnosticado a sí mismos en sus problemas con el desarrollo de su escritura de la misma manera: se saben capaces pero están rígidos de angustia ante las propias expectativas. ¿Cuál es la solución? De manera sencilla podría expresarse así: más diversión y menos ambición. Si queremos estar en forma, ¿acaso nos lanzamos a correr 40 kilómetros sin entrenar ni un solo día antes? Un escritor debe abordar su bloqueo de la misma manera, haciéndolo pedazos en la raíz misma de su causa, y para ello puede

“Un escritor dedica buena parte de su tarea de escritura a saber cuáles son los temas apropiados a su carácter, a sus capacidades y a su sensibilidad.” utilizar varios recursos. Uno de ellos es preguntarse si ese tema que quiere abordar es apropiado a su sensibilidad y sus capacidades. En una ocasión, una escritora primeriza me hablaba acerca de un gran proyecto que llenaría su jubilación: novelar la colonización holandesa en su totalidad. Tenía un manuscrito que, era cierto, contenía potencialmente decenas de novelas, de otras grandes historias, y con este gigantesco esbozo se había cerrado su capacidad de continuar. Toma un hilo, le comenté, y profundiza en él. Has puesto

sobre tu escritorio tal montaña de proyectos que te encuentras exhausta antes de comenzar, estás abrumada por la tarea que tú misma te has echado sobre los hombros. Un tema que te fascina se ha transformado en una carga. Mira ese primer manuscrito como lo que es, un borrador, puedes dárselo a alguien de confianza y preguntarle qué es lo que más le intriga y a partir de ahí continuar desarrollando esa trama. Si lo nuestro no son las historias sórdidas y el lado sofocante de la vida diaria, quizá la novela negra no sea una buena opción para nuestra escritura ni tampoco el ambiente esclavista de la colonización. ¿Qué nos gusta saber, qué nos gusta contar? ¿De qué nos gusta hablar con nuestros amigos? Es una buena pista para indagar en nosotros mismos. Un escritor, dice Naipaul, dedica buena parte de su tarea de escritura a saber cuáles son los temas apropiados a su carácter, a sus capacidades y a su sensibilidad. En una palabra, se trata de encontrar nuestra voz antes incluso que de tener una buena trama: esa forma peculiar y única con la que estamos en el mundo y que hará de todo eso que queremos contar algo singular. Maribel Orgaz www.leerenmadrid.com

21


C

Entre pucheros

Bizcocho con restos de licuado

uando te hagas un licuado no tires los restos de frutas y verduras. Los puedes añadir al bizcocho que sueles hacer. Y si no has hecho nunca un bizcocho, aquí tienes una posible receta.

Ingredientes: Los restos del licuado* (una manzana y dos zanahorias); 300 gramos de harina integral, 4 huevos, 120 gramos de azúcar integral, 6 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharaditas de canela (opcional), ralladura de 1 limón, un puñado de nueces troceadas (opcional).

Proceso: Mezclar bien la harina, los restos del licuado, azúcar, aceite, huevos, ralladura de limón, canela y nueces. Echarlo todo en un molde. Hornearlo unos 45 minutos a una temperatura de unos 180-200 °C. Cuando esté hecho, dejarlo enfriar antes de desmoldarlo. Consejo: antes de echarlo en el molde, untar su interior con aceite de oliva para evitar que se pegue.

* Cualquier fruta o verdura que te guste. La manzana con la zanahoria va muy bien y está buenísimo. Yolanda Morcillo

Sopa de letras

Sierra de Guadarrama

A F E N OO P D E E DG RO I D Z R A I J O L F S R Y Í L O MP 22

C Q A P E Ñ A L A R A F D R Z I

OR J E S E E S S V CM A A L L A A DC A A A U CM E V O Y N I

Í J Á C F U I N A P E A A E A L

AÑ R F GU OR PM S U P E RO E A RN A A AG NZ NG NS L A

V U I I A E R N A F C Ñ A A R E

A E L A D N D G D Ñ L I N R J L

L N A L R A I R A E A O A N A N

S F A G I O G T I T R V R F R A

A R F Z D N U L O A O I E E O V

Í NM Í A A M V VN Pedriza A A Z Madrid Lozoya Tajo L C A Peñalara (x2) Revenga Escorial D E N Granito Purgatorio Águila E R A Fuenfría Morcuera S R R Perdiguera Canencia Jarosa Q A E Valsaín Pinilla Senderismo U D S Valdesquí Navacerrada Galapagar Í A T Riofrío Miraflores Escalada R A A Manzanares (x2) S I J Í MO S AO Pasatiempo elaborado por Mako L L L


Editorial

“L

¿Nos ayudas a poner nuestro granito de arena para combatir el derroche de alimentos?

a investigación y el desarrollo en tecnologías alimentarias han mejorado la cantidad y la calidad de los alimentos disponibles a lo largo y ancho del planeta, dando paso a redes de distribución de los alimentos que no parecen conocer límites temporales, climáticos ni kilométricos. Pero esas complejas redes de gestión no dan respuesta a una pobreza alimentaria que agrupa a 800 millones de personas con malnutrición severa y otros cientos de millones de personas cuyo acceso al alimento no satisface adecuadamente sus necesidades nutricionales. Según Caritas Europa, 79 millones de estas personas residen en la UE. Paradójicamente, ello no se debe a una escasez global de alimentos. Según la FAO, recuperando la mitad de los alimentos que se pierden o despilfarran sería posible alimentar al mundo.” (Extractado de la noticia aparecida en la web www.enet.cat, con motivo de la presentación de unas jornadas sobre derroche alimentario en 2015.) Las estimaciones que hace la FAO señalan que aproximadamente la tercera parte de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde cada año en las distintas etapas de la cadena alimentaria, y la más significativa es la del consumo (52 %) seguida de la producción (23 %) y la manipulación y el almacenamiento (12 %); el resto corresponde al transporte, la logística, el procesamiento y el envasado. Pero no solo somos los consumidores los responsables de este derroche, las grandes superficies y los grandes supermercados se deshacen de muchos de sus artículos porque compran más de lo que luego finalmente pueden vender. Esto es posible porque los productos proceden de países donde el costo de producción es mucho menor y donde, más veces de las que nos gustaría escuchar, las exigencias sanitarias y laborales son escasas. A ello hay que añadir que los alimentos viajan distancias kilométricas, lo cual conlleva un aumento de las emisiones a la atmósfera que merman nuestra salud y la del planeta. Las causas del desperdicio de alimentos son muy diversas; entre ellas se incluyen los hábitos de consumo, un exceso de producción por encima de la demanda (en los países industrializa-

dos), cosechas prematuras, condiciones precarias de las instalaciones de los mercados, la confusión sobre el etiquetado de los alimentos y cadenas alimentarias demasiado largas como consecuencia de transportes kilométricos. La prevención y reducción del derroche alimentario debe ser parte de las actuales y futuras políticas alimentarias y una preocupación de todos los actores involucrados en la cadena. Además, la promoción de un mejor uso de los alimentos debe ir de la mano de un importante cambio en los hábitos de consumo. Desde la Asociación Cultural Chozas de la Sierra queremos involucrarnos en este cambio de hábitos y hemos pensado que una de las maneras puede ser recogiendo, con ayuda de todos los que queráis participar, tanto particulares como cocineras y cocineros, ideas que nos inspiren para aprovechar esos alimentos que nos han sobrado o esos ingredientes que tenemos en la nevera y con los que no sabemos qué hacer. Con la cocina también se puede reciclar y podemos obtener nuevos platos de algo que comenzó siendo otra cosa. Un gran ejemplo son las clásicas croquetas, que antes fueron cocido, asado de pollo o merluza en salsa. Con vuestra colaboración en forma de ideas, consejos y recetas, queremos editar un blog (que podrá convertirse en libro) que sea útil y que muestre que hay diversas formas de combatir el derroche alimentario. Así que: buscamos ideas que nos enseñen a aprovechar esos restos de comida o de alimentos con los que no sabemos qué hacer. Muchas están en el recetario de nuestras abuelas, otras han podido surgir de manera espontánea al improvisar ante una situación concreta y muchas otras pueden haber requerido un trabajo de elaboración mayor. Si queréis colaborar, escribidnos un correo electrónico a la dirección: ambientales@chozasdelasierra.org Como aperitivo, en la sección “Entre pucheros” publicamos en este número una sencilla receta cedida por una de nuestras socias: bizcocho con restos de licuado.

Animaos a colaborar y ¡muchas gracias!

La Gaceta de Chozas quiere ser un medio de difusión de cultura pero también de todo tipo de inquietudes sociales, medioambientales, etc.

Por eso nuestras páginas están abiertas a cualquier vecino que quiera participar en este proyecto, así que no lo dudes, si tienes algo que decir, ¡escríbenos un correo a gaceta@chozasdelasierra.org y cuéntanoslo, en forma de artículo, carta a la redacción, o lo que se te ocurra!

23



Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.