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Día mundial de la pereza

La organización se fue descomponiendo, desintegrando y muchos procesos investigativos y creativos quedaron inconclusos como organización, pero se siguieron desarrollando de manera individual. El OCI dejó huellas en muchas personas que han continuado trabajando por el arte y la cultura.

Nosotros seguimos vigentes, nosotros no hemos olvidado y vivimos todos los días con los tres principios de Alberto Cadavid: Identidad, servicio y calidad.

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Alberto nos hizo rigurosos, yo le aprendí mucho, es decir, lo que yo soy hoy: la disciplina, el trabajo, y todo se lo debo a él. ¡Yo tuve un maestro! quiero dejar la semblanza de un líder, de un hombre que nos ayudó a pensar, y que su pensamiento está vigente, pero también un hombre incomprendido como siempre, no habrá en la historia un personaje que no haya sido ignorado, incomprendido (Quiroz, entrevista 2017).

El Octubre Cultural marcó un período social, político e histórico en el municipio de Itagüí, las personas que hicieron parte de él, recuerdan los momentos vividos, las angustias, las hambrunas, las alegrías cuando la gente reaccionaba muy bien a las actividades que realizaban; además de reconocer que ese trabajo grupal, colectivo que se vivió tuvo un fundamento ideológico, social, metodológico y cultural que los marcó para cada uno continuar su accionar en los espacios en los que se desenvuelven en el momento actual.

A mediados de los años ochenta, cuando aquello de “trabajar, trabajar y trabajar”, no era una elección particular sino una necesidad nacida en las clases obreras y emergentes que comenzaron a poblar a Itagüí, apareció una idea tan loca como reveladora.

Se había terminado el Octubre Cultural, entonces ´había que darle continuidad a esa forma de llamar la atención

acerca de la importancia que tiene para una comunidad la fiesta, la actividad artística y cultural. Una de las personas impulsadora de esta actividad planteó ´Y nos pareció que como en Itagüí, el sindicalismo era fuerte y celebraba con mucho bombo y platillo el Día Internacional del Trabajo, de una manera democrática hacerle también un día mundial de la pereza como antítesis del Día Internacional del Trabajo en el parque obrero´ (Montoya, entrevista, 2016). A diferencia de muchos municipios de Antioquia, Itagüí no tenía un referente festivo que fortaleciera su identidad. En el presupuesto municipal de esa época no había ningún rubro económico que tuviera que ver con apoyar y fortalecer, actividades artístico-culturales.

Unos años antes, como ya se señaló con el Octubre Cultural, se habían impulsado una serie de actividades artísticas por parte de diferentes grupos. Tiempo después, jóvenes de distintas procedencias venían haciendo presencia en el parque principal y en el parque Obrero, con planchones y tablados donde el teatro, la danza y la música, eventos masivos se presentaban como alternativas que pudieran cambiar la dinámica local, ante la ausencia por parte de la administración municipal, de referentes festivos. Fueron muchas las personas que se movilizaban en el municipio con el interés de realizar actividades que propugnaran por un cambio, solamente para nombrar algunos: Augusto Restrepo, Mario Montoya, Libardo Restrepo, Luz Marina Martínez, Gabriel Laverde, María Elena Campillo, Judith Botero, David Mejía, Guillermo Álvarez, el Grupo Ecológico, el Centro comunitario de San Pío, la Corporación Penca de Sábila y la Escuela de Arte Eladio Vélez. “Un pensamiento colectivo que sueña y lucha por un mejor mañana. Éramos ciudadanos que unidos queríamos aportar voluntad, calidad, honestidad y trabajo´ (Restrepo, entrevista). En los encuentros se esbozaban diferentes maneras posibles de nominar globalmente las actividades culturales a impulsar sin llegar a un acuerdo. Finalmente, uno de sus integrantes se fue para el programa radial “Habitantes de la

noche” y planteó que el evento a realizar se llamaría “DÍA MUNDIAL DE LA PEREZA”: “Hemos soñado con detener el ritmo endiablado de las máquinas para que su ruido no impida escuchar un poema o un lenguaje de silencio y de música que excite pereza de seguir adelante”, expresó Mario Montoya. Inspirados un poco en Paul Lafargue, yerno de Marx, quien había inspirado en el siglo XIX la creación mundial del día de la pereza, en su texto- El derecho a la pereza- (1883) planteaba, que acorde con los instintos de la naturaleza humana, con ese derecho, se alcanzarían los derechos al bienestar humano.

Hablar de la pereza iba en contra de lo que se enorgullecía el municipio, una localidad donde la industria y la fuerza laboral alcanzan los más altos índices de concentración y explotación, Itagüí era conocido como el municipio industrial de Colombia.

Históricamente se puede considerar que los espacios ritualizados fueron pocos en Itagüí y tuvieron que ver más con lo patriótico o lo religioso que con una celebración a la misma ciudad, a sus costumbres, a su vida, a sus muertos, a su pasado. Existen pocos elementos significantes o de identidad y muchas de las construcciones de su pasado se han destruido, Itagüí cuenta con poco patrimonio arquitectónico significativo. Joan Maragall haciendo referencia a la falta de lugares ritualizados lo resume con una frase que dijo en un momento sobre Barcelona y que podría decirse también sobre Itagüí: ´…aquí tal vez ha habido una gran población, pero bien cierto que nunca existió un pueblo´. Y es que los elementos de identidad o cohesión de los habitantes de este lugar han sido muy débiles. Así el pueblo hubiese tratado de concentrarse en torno a una plaza y a una iglesia desde el siglo XIX, solo desde los años treinta comenzaron a preocuparse institucionalmente por la ciudad a través de entidades como la Sociedad de Mejoras Públicas de Itagüí. Parte de las actividades de esta Sociedad fueron adquirir piezas monumentales para la decoración de la ciudad, obras como la fuente de la plaza principal, las plazas satélites como la

contigua al café Brasil o plazuela Santander y la de los Fundadores junto al cementerio, esculturas religiosas, monumentos y bustos de próceres y personajes marcaron el estilo local (A.S.P.M. 1932). Monumentos importantes fueron también los de la Virgen del Rosario en el Pico Manzanillo y cerca de la calle San José, el monumento al obrero en el parque de su nombre, la estatua de Simón Bolívar en el parque principal y la Biblioteca Diego Echavarría Misas (Hoyos y Molina, 1994:152).

Hubo reacciones diferentes frente al nombre que llevaría esta actividad, tanto en el equipo impulsor como en los habitantes del común, en la administración municipal y en los empresarios. Esa reacción tiene que ver con el significado que se le dio a la pereza después del mundo grecorromano, donde el ocio era la práctica social por excelencia de los ciudadanos libres; visión que sería opacada por las enseñanzas cristianas que hicieron de la pereza la fuente de incontables males. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia es pródigo cuando consigna toda una constelación de vocablos para aludir a ella. Semejante riqueza terminológica no se ocupa sino de agraviar al que la padece: negligencia, flojera, desidia, descuido, dejadez. En esta atmósfera, la consagración absoluta al trabajo invade la vida pública y privada, el tiempo es oro y la pereza se torna un pecado contra la ética capitalista del trabajo. ´Pero más que la pereza como holgazanería fue pensada en la pereza administrativa del municipio en esa época´ (Laverde, entrevista, 2016).

El grupo de personas impulsadora de esta actividad, independiente de las reacciones a favor y en contra, decidió emprender en unión con la participación de algunos comerciantes, incluso con el alcalde Gabriel Arrubla y otras muchas, la organización del primer día del evento a realizarse el 18 de agosto de 1985, ¿situación que requirió una logística, ´Cómo hacer el cuento? entre todos vamos a hacer el día. Listo yo me encargo de conseguir todo. Me fui para el Politécnico, para la Universidad de Antioquia y conseguí

gente para la lúdica y la recreación. Uno se encargó de una cosa y otro de otra ´ (Restrepo, entrevista, 2016).´Era un planchón repartidor de cerveza Pilsen y allí se montaban los grupos musicales que tenían actividad desde las 2 p.m. hasta en ocasiones medianoche´ (Mejía).

Se quería diferenciar esta actividad de otras del común, donde iba a predominar la lúdica y la recreación, la música, el arte, la diversión, el ocio creativo, el encuentro con los otros y la conversación. Era abrirles los ojos a los pelaitos a través de la lúdica y la recreación y el poema; a través de los trabajos en los que la gente hiciera escultura guitarra, carro de balineras, una cometa, un globo, los juegos perdidos, y que las mamás de todos ayudaran a hacer dulces. Hicimos trabajos con papel, máscaras, gente que nos prometían cosas las enviaban a mi casa o a la casa de Mario (Restrepo, entrevista 2016).

´No se vendería licor, que las calles se dejaran libres del transporte, de manera que la gente se apropiara de los espacios, en ese sentido solo se solicitaría a la administración municipal los permisos para ello, reivindicando de esa manera, la autogestión y una connotación netamente cultural´ (Restrepo entrevista 2016).

´Si se hacía una fiesta al trabajo por qué no se podía hacer una fiesta a la pereza teniendo en cuenta que la pereza como sinónimo de ocio, de tiempo libre, es el estado más propicio para soñar, para crear, inventar´ (Montoya). La situación de Itagüí en cuanto a las necesidades que se han venido señalando, no había cambiado considerablemente, en ese sentido el Día de la Pereza, nace también al calor de protestas que proliferaban en contra de la indiferencia administrativa frente a las carencias de la población como de espacios para el arte y la recreación. Salvo las fiestas patronales que son de orden religioso, no se tenían ‘espacios de receptividad frente a muchas inquietudes que nacían de

la comunidad. ´Hicimos toda una mañana propuestas a través del micrófono y a través del juego´ (Restrepo entrevista 2016).

Se decidió hacer una proclama para comenzar el día, Pri-

mera proclama:

“En un país donde todo tiene su fiesta. En un pueblo que no tiene donde hacer ninguna. En medio de un paisaje envenenado por los residuos de la industria y el consumo. En un lugar de la tierra atormentado por la velocidad, el ruido, la violencia y el caótico ajetreo de la vida moderna. En Itagüí, Colombia, donde ningún árbol tiende su sombra sobre un prado para hacer una siesta, hemos pensado en proclamar el día universal de la pereza. Un día en que el afán de producir, ganar y consumir, ceda el paso al afán de vivir y de crear espacios en los que sea posible percibir la serena belleza del planeta y los niños puedan colgar el columpio con que sueñan”.

Lo que se gestaba en realidad con esta actividad, era una forma de hacer cultura y de protestar de una manera particular. Instituciones como la Sociedad de Mejoras Públicas, la escuela Eladio Vélez y el Grupo Ecológico se unieron para hacer del Día de la Pereza, un día para manifestarse. ´El símbolo itagüíseño eran las chimeneas y lo opuesto a ello son los árboles, la naturaleza. Comenzamos a hacer campaña que todo el mundo siembre o adopte un árbol´ (García).

Nace con el lema “por el derecho a la pereza

todos a trabajar”.

Que todo Itagüí fuera feliz al menos por un día, no se tendrían afanes, ni licor, ni droga, ni rencores. Que ese día concurra el arte, la recreación, la lúdica, como el hacer artístico en todas sus expresiones, y la queja burlesca de manera esporádica para que la administración se diera cuenta de las principales necesidades de nuestro municipio (Restrepo).

Nadie se imaginó la acogida y fuerza que iba a tener, “esa primera versión se nos salió de las manos” comenta Mario Montoya. Hasta más o menos las tres de la tarde fue pura recreación, juegos con lazo, bolas, trompos, zancos, carros con balineras, camas, hamacas; escultores, pintores, artesanos mostrando cómo se realiza ese arte; las mamás haciendo los dulces tradicionales como la horchata, el dulce de piña, así como el cofio y el minisigüí. Todos haciendo alarde del lema “solo el hombre que goza del ocio es libre, porque solo el hombre libre puede gozar del ocio”. Se convocaba en la primera proclama: “No le dé pereza darse gusto: invéntese usted mismo como pintor, actor o músico: entreverá que usted no es el “don nadie” en que lo quieren convertir los grandes medios de comunicación, para no hablar de las autoridades culturales ni de las academias”. La pereza –lejos de ser un pecado o un vicio- fue proclamada como un legítimo derecho individual.

Seguramente, el éxito se debió en parte, a la ausencia de propuestas culturales integradoras de la municipalidad, comenta Marlene Rodríguez, pero ´su mayor acierto pudo estar en rescatar ese lado oscuro de la laboriosidad itagüiseña: la pereza. Esa a la que hay que vencer cada día y frente a la cual se desfallece a cada momento´. En la pereza se pudo encontrar un elemento de integración municipal.

De pronto el nombre no gusta por tratarse de un mito lo que es pereza, nosotros siempre lo hemos tratado con el lema que la gente disfrute, de que hay unas maneras de esparcimiento que de quedarnos en casa durmiendo, que podemos tener una recreación dirigida que ayuda a nuestra salud y mente y a nivel emocional también nos ayuda a salir adelante (Álvarez, entrevista 2016).

´Hoy es un día de recreación para todos. Hoy se le olvida a todos las obligaciones, es muy chévere, es para estar en familia. Es muy chévere porque está uno conectado con toda la gente del municipio´(Entrevista).

´Una de las cosas que más me gusta es porque en la noche encuentro muchos amigos que nunca veo, solo vienen en este día´(Entrevista).

Según Edison Montoya en su texto La pereza, rebeldía contra los afanes de los tiempos modernos (1999): “fue una toma civil de las calles y los parques a punta de válidas razones, entre el ocio creativo y el bostezo lúdico que contagiaron el espíritu sosegado de una comunidad atosigada por la extrema polución y los días ordinarios de trabajo y por la poca voluntad en las prioridades sociales y culturales que debiera atender la administración municipal”.

Si bien la idea, en un principio para algunos, no era que se institucionalizara o se perpetuara en el tiempo, como sí lo era para otros, la participación que se tuvo implicó un compromiso de continuarlo.

Para la segunda versión comenzaron a manifestarse diferencias conceptuales de logística y financiación entre los primeros organizadores. Había quienes reivindicaban la necesidad de mantenerse autónomos, autogestionarios, darle sostenibilidad a través del propio pecunio, sin contar con la administración municipal,

De manera que se pudieran denunciar los faltantes que tenían los diferentes barrios, los aportes que ellos también podían brindar y que los jóvenes se fueran formando a un futuro en las culturas limpias.

El proyecto de la pereza realmente se reventó en la segunda versión. Nace como un cuento y se vuelve otro, es un dolor. Una persona que miró con esperanzas el futuro de este municipio (Restrepo, entrevista 2016).

De parte de otras personas, consideraban que era obligación del Estado garantizar el ocio y la recreación a las comunidades. En 1994, la Asociación Mundial del Ocio y la

Recreación (WLRA) aprobó su Carta Internacional para la Educación de Ocio donde señalaba que “el Ocio es un derecho humano básico, como la educación, el trabajo y la salud, y nadie debería ser privado de ese derecho por razones de género, orientación sexual, edad, raza, religión, creencia, nivel de salud, discapacidad o condición económica”. Argumentaban también estas personas, que era “una manera de devolverle a la comunidad parte de los impuestos que pagan, es un derecho que hay que respetar y un deber de la promoción de estas actividades” (Montoya, entrevista 2016).

Se discutieron los diferentes puntos de vista, que, pese a no llegar a un acuerdo, se realizó la segunda versión del día mundial de la pereza; fue la última en la que participaron quienes consideraron que se estaban tergiversando los planteamientos iniciales en cuanto a su concepción, a la venta o no de licor, a la participación de la administración en su financiación. Según ellos se continuó con un programa y no con un proyecto que tuviera unos resultados precisos y proactivos para los jóvenes y para el desarrollo social del municipio. ¿Por qué la pereza?, la gente no lo relaciona tanto como pereza sino como un día de esparcimiento, de encuentro y poder disfrutar de actividades culturales y artísticas lo recuerda o identifica como un día cultural, artístico de actividades diferentes a lo cotidiano. (Entrevista a un participante, 2016). De parte de la administración municipal deciden que para que el municipio no fuera referente solo de pereza y de ocio, como se venía conociendo nacional e internacionalmente, y para concretar una idea que desde hacía algún tiempo tenía, se decidió crear la Semana de la Industria, el Comercio y la Cultura como acto festivo de la localidad en 1989 realizándose una semana antes de la Feria de las Flores. Es decir, lo que comenzó como una iniciativa ciudadana para promover la cultura a través del ocio, terminó convirtiéndose en

la génesis de las fiestas anuales del municipio. Las fiestas, que ahora duran entre 8 y 10 días, tienen como invitados artistas locales y extranjeros, que animan los tablados a los que la ciudadanía acude en multitud. ´Los conciertos también me gustan, el día también es para parrandear, que la gente disfrute; últimamente lo del parque del artista me encanta (Entrevista participante, 2018). Para 1994 con el alcalde Juan Carlos Moncada se propone unir estas dos actividades en la misma semana, siendo el domingo de cierre, el Día Mundial de la Pereza, de manera que la fecha tradicional de dicha festividad se mantuviera. En ese sentido la administración asumiría los gastos que dicha actividad implicaba. Esta nueva situación recibió muchas críticas porque consideraban que el Día de la pereza había surgido como protesta en contra de la administración municipal y como esperanza para levantar culturalmente a Itagüí y de esta manera se convertía en un programa más de la administración municipal. Pilsen y la Fábrica de licores se metieron a la pereza. Este hecho ha llevado un poco a la confusión de algunos pobladores, en el sentido de que la gente piensa que todas las actividades que se realizan durante la semana, hacen parte de la fiesta de la pereza; no se dan cuenta que tienen objetivos diversos y la participación de la gente se da de distinta manera; en el Día de la Pereza no se es solo espectador, sino que se participa activamente: se toman las calles para la lúdica, el desfile de camas, las comparsas, una ronda por el mundo musical. ´El Carnaval Mundial de Camas decoradas hacemos un desfile de color, un desfile carnavalesco, enfocado a los temas obviamente perezosos en donde involucramos comparsas profesionales de diferentes municipios del Valle de Aburrá, involucramos bandas músico marciales, chirimías y abrimos una participación para todas las personas que quieran participar con una cama rodante desde su creatividad, entonces se han venido pues unas

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súper camas, hasta la cama biblioteca, la cama jardín cierto, la gente ya le mete la creatividad a esto e involucran temas sociales, temas de crítica de la actualidad política, ya es dependiendo de cada uno´ (Arias, entrevista, 2017).

Espacios culturales que hacen parte ya del patrimonio inmaterial, reconocidos por los habitantes, que los han ido dotando de significado, se los han ido apropiado y es referencia para la identidad cultural del municipio. ´El día de la pereza se convirtió en un evento patrimonial de Itagüí, importantísimo, excelente´ (Entrevista, participante 2018). Las personas que decidieron continuar, liderado por Mario Montoya, han trabajado para que el día mundial de la pereza permanezca en el tiempo con sus componentes lúdico, recreativo, artístico y carnavalesco.

En las calles del centro del municipio no hay un sólo vehículo, sino hamacas colgadas entre árboles y postes, algún colchón en el parque y camas con ruedas, además de vecinos que pasan el día en pijama participando en juegos callejeros y otras actividades lúdicas. En las calles, los vecinos brincaron entre las líneas de la “golosa” o rayuela, saltaron a la comba y jugaron a la pelota mientras otros veían los títeres y obras de teatro callejero. También hubo quien sacó la olla a la calle para preparar el sancocho (guiso típico) sobre dos ladrillos y un fuego improvisado.

Hasta ahora el evento ha permanecido en el tiempo y se convirtió ya en patrimonio inmaterial del municipio, señala uno de los organizadores, ´a pesar de que no hemos tenido un reconocimiento muy oficial en el sentido de que no hay acuerdo en los planes de patrimonio, hay proyectos pero no se han materializado todavía, esperamos que en algún momento sea reconocido como tal, a pesar de que otras instancias como la Asamblea Departamental nos reconoció y nos dio una especie de pergamino, pero por parte de la administración municipal nada se ha dado´ (Montoya, entrevista 2016).

El Día mundial de la Pereza es uno de los eventos más importantes de la Semana de la Industria y el Comercio. Lo considero un elemento del patrimonio intangible. Lo que le da ese carácter no es que haga la historiografía sino que se ha apropiado por la gente, en todos los niveles (Álvarez, entrevista 2016).

Día Mundial de la Pereza, una celebración que más allá de promocionar a la que muchos llaman “la madre de todos los vicios”, lo que busca es exaltar la necesidad de los espacios de ocio en la vida del ser humano.

Este es un evento que la gente lo toma como propio. La gente lo espera ha generado cierta expectativa siempre. Se reconoce por sus organizadores que si bien ha habido cambios a través del tiempo en la forma de realizar el evento, pero eso obedece a los tiempos que cambian, hay nuevas propuestas pero siempre se ha conservado la pluralidad del mismo desde el teatro, la danza, la música, como componente básicos de ese día el lúdico y el recreativo y la población que participa. ´Independiente de que alguna gente diga que se volvió un carnaval, que la plata no se ve, que se gastan millones, a mí me parece que sigue siendo una buena propuesta cultural´ (Entrevista, participante 2018).

Es un espacio para el encuentro, para el disfrute, la convivencia, la recreación de todos los itagüiseños. Dan rienda

suelta a la creatividad y generan su propia dinámica. Se espera en un futuro con el desfile de camas donde la gente la decora de manera ingeniosa, un récord güin ya que no se conoce una actividad como ésta en el mundo. ´Se ha intentado inclusive reproducir en otros departamentos o inclusive tenerlo como referente para hacerlo en otros países´ (Entrevista).

Es una fiesta que significa un espacio para el encuentro para disfrute, la convivencia, la recreación de todos los itaguiseños. A través de los años que se lleva realizando la fiesta como tal la gente ha aprendido a acogerla y a sentirla como la fiesta principal de los itaguiseños, tanto así que la mayoría de la población no conocen el verdadero nombre de las fiestas de

Itagüí que son de la industria sino como las fiestas de la pereza, en el inconsciente de la gente lo relacionan como si todas las fiestas tuvieran que ver con ella (Entrevista a una participante, 2017). Hasta 2013 la relación con las diferentes administraciones municipales había sido de una manera informal, con la administración del alcalde Carlos Andrés Trujillo la situación cambió un poco. Se pregunta, ¿qué es eso de la pereza como patrimonio inmaterial de la comunidad itagüiseña? El reivindica que el municipio sea más conocido por la industria y el comercio y por eso comenzó a dilatar la financiación y a prohibir algunas de las programaciones como fue el desfile de Body Art. ´Se pasaba una propuesta y ni siquiera la tenían en cuenta, ellos programaban atentando con el día mundial de la pereza; nosotros tuvimos que protestar públicamente. El año pasado ya nos sacaron del marco de la semana de la industria y la cultura´ comenta uno de los organizadores.

Frente a esa situación en 2013 se decide crear la Corporación Día Mundial de la Pereza para oficializar toda la documentación pertinente y trabajar por el rescate, conservación, fortalecimiento y difusión del día mundial de la pereza, y las demás artes en sus diferentes manifestaciones.

El Día de la Pereza es distinto a la Corporación que es una cosa que hay que entender, que el Día de la Pereza le corresponde a la gente, a todos, y el deber de la Corporación es garantizar que así sea, haciendo una gran Administración, ya, que el aliado primario, no es la comunidad, sino el artista cercano. Como entidad, nos permite diseñar estrategias para atraer la gente y posibilitarle su participación, para que aprenda a hacer cosas, y a expresarse, porque parte de la crisis que vive esta sociedad es una crisis de creatividad (Entrevista Jovi Corporación, 2016).

El Día mundial de la pereza conserva la fecha tradicional de su celebración, donde como lo hemos señalado dadas la pluralidad y la riqueza de sus manifestaciones artísticas y recreativas, es el componente más relevante y tradicional de la identidad cultural del municipio. El ingenio, la alegría, el aprovechamiento del tiempo libre y el ocio creativo son algunos de los rasgos representativos que hacen de Itagüí una ciudad especial. Esta fiesta se convierte también en un motivo de encuentro para la comunidad, es un día en el que los itagüiseños tienen la oportunidad de interactuar y de reencontrarse con sus viejos amigos para disfrutar de un ambiente alegre, en familia y fraternal.

Unida a estas dinámicas culturales que se venían implementando, un grupo de personas estrechamente vinculadas al municipio de Itagüí, invitadas por el Centro de Historia de Envigado en cabeza de su presidente señor Bernardo Agudelo Bohórquez, se reunió con el propósito de crear un Centro de Historia que se encargara de investigar, promover, y difundir todo lo pertinente al devenir histórico de la localidad de Itagüí.

Algunos de los objetivos planteados están: Investigar, corregir, estudiar y difundir la historia en general y concretamente la que se refiere al Municipio de Itagüí; Análisis de los orígenes de nuestros ancestros y todo lo concerniente a la cultura del Municipio de Itagüí; Fomentar el espíritu cívico

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