"EL PARCHE" o LA EDUCACION PERUANA: No hay tiempo para ser niños trabajadores, “de la calle”, pirañitas… todos en riesgo "Yo cuando sea grande me voy a ir...¡voy a trabajar!" "Mejor es vivir en la calle, se puede comprar golosinas, también mi ropa, mi comida... Mi mamá me reniega mucho..." Los niños sueñan con vivir solos. Ingenuamente creen que se pueden mantener, y de hecho apoyan económicamente en sus casas. Muy tempranamente (entre los 6 y 11 años) desarrollan la convicción de que pueden resolver las cosas solos: "¿Dónde vas a dormir? "En la casa de un amigo, donde mi tía... en la calle con mis choches, si queremos jugamos, si queremos nos echamos a dormir" Su percepción de la vida es clara y muy objetiva. Las carencias, la opresión y el abuso en la casa son tan graves que ellos prefieren la calle aunque saben que ahí hay que ser <duros> para sobrevivir. pero lo que ellos aprenden en la calle en todo caso es "normal nomás"... lisuras, golpes, la ley de la selva, la ley del más fuerte..."si no insultas, si no pateas, te <abollan>" La rebeldía, la actitud negadora y defensiva, la animosidad y el miedo son algunos de los rasgos desarrollados por los niños en la confrontación cotidiana por satisfacer sus necesidades y defenderse de agresiones de todo tipo en los ambientes en que ellos se mueven. Muchos solo regresan a casa después de sus "trabajos" diarios porque sinó "les pegan y les dan duro". Al hablar con ellos notamos que es más frecuente el temor de volver a casa que quedarse en la calle. Su proyección a futuro inmediato es liberarse pronto de la opresión a que los someten los adultos que con ellos viven: "Nos han hablado de los ladrones, los fumones, la gente mala... ¡mentira! A mi no me ha pasado nada, ellos me cuidan..." Los niños son arrojados muy tempranamente a la adultez, pero en verdad no ejercen ni como niños ni como adultos. Se les exige responsabilidades, colaboración económica y trabajo, pero no se les reconoce el mérito ni el esfuerzo. Tampoco se les respeta en su condición de niños necesitados del afecto y del juego tanto como del alimento material... Pero no tienen salida, por eso quieren crecer e irse. Muchos niños varones se ven forzados a asumir el rol de papá, por causa de una madre abandonada y demandante con varios otros hijos de menor edad,..¡hasta tienen que dejar el colegio para trabajar!: "<mi mamá ya me tiene hasta acá...> no me deja ni salir a la puerta. Todo este tiempo he estado trabajando para mis libros, mis cuadernos, pero si mi hermano se enferma,( la plata) la usan para remedios ó para comida..." Muchas niñas y adolescentes tienen que asumir la defensa de sus propias madres y hermanos menores frente a la violencia y abusos de un padre alcohólico. ¡Es explicable que un diagnóstico socio-educativo sindique como los rasgos más representativos de esta infancia: la agresividad y la represión! Los niños tienen la ansiedad a flor de piel porque toda su energía vital está orientada al esfuerzo de sobrevivencia más elemental. No hay tiempo para ser niños. Apoderarse de las calles es una de las pocas salidas para no morir física