UF0289 Operaciones para la gestión de residuos industriales

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Índice • INTRODUCCIÓN...............................................................................

• UNIDAD DIDÁCTICA 1. Caja y terminal punto de venta..................

1.1. Caja y equipos utilizados en el cobro y pago de operaciones de venta 1.1.1. Funcionamiento..............................................................................

1.1.2. Características..................................................................................

1.2. Sistemas tradicionales...................................................................................

1.2.1. Caja registradora..............................................................................

1.2.2. Datáfono..........................................................................................

1.3. Elementos y características del TPV..........................................................

1.4. Apertura y cierre del TPV...........................................................................

1.5. Escáner y lectura de la información del producto...................................

1.6. Otras funciones auxiliares del TPV............................................................

1.7. Lenguajes comerciales: codificación de la mercancía, transmisión electrónica de datos (sistema EDI u otros)...............................................

1.8. Descuentos, promociones, vales en el TPV..............................................

1.9. Utilización del TPV (terminal punto de venta)........................................

RESUMEN.........................................................................................

AUTOEVALUACIÓN........................................................................

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• UNIDAD DIDÁCTICA 2. Procedimientos de cobro y pago de las operaciones de venta.............................................................................

Datos del autor 2.1. Caracterización de los sistemas y medios de cobro y pago....................

2.1.1. Efectivo............................................................................................

Bruno Díaz Castiñeiras es licenciado en Ciencias del Mar, graduado superior en Transferencia domiciliación bancaria. .......................................

Ciencia y2.1.2.

Tecnología del Medio yAmbiente, Doctor en Física Aplicada y graduado en Ciencias Ambientales, todo ello en la Universidad de Vigo, desde el año 1997 hasta 2015. 2.1.3. Tarjeta de crédito y débito.............................................................

2.1.4. Pago contra reembolso...................................................................

En el año 2007 inició su labor profesional en el campo del medio ambiente y 2.1.5. dePago mediante teléfonos u otros.................................. desde el 2015 manera autónoma, con sumóviles, propia consultoría de medio ambiente y formación.Además, en el año 2016 comenzó una nueva labor con la redacción de Medioscon deelpago online y seguridad del comercio electrónico. manuales2.1.6. relacionados medio ambiente y la gestión de residuos, peligrosos y no peligrosos.

2.2. Los justificantes de pago..............................................................................

2.2.1. El recibo:sus elementos y características. .........................................

Actualmente combina funciones al frente de su .proyecto empresarial con la participación puntual en otras consultoras, y la creación de contenidos didácticos Justificante de trasferencias........................................................... y diseño 2.2.2. de actividades de educación ambiental, adaptados a diferentes niveles formativos.

2.3. Diferencias entre factura y recibo...............................................................

2.3.1. Obligaciones para el comerciante y establecimiento comercial 2.4. Devoluciones y vales....................................................................................

2.4.1. Normativa........................................................................................

2.4.2. Procedimientos internos de gestión.............................................

2.5. Registro de las operaciones de cobro y pago............................................

2.6. Arqueo de caja...............................................................................................

2.6.1. Concepto y finalidad.......................................................................

2.7. Recomendaciones de seguridad e higiene postural en el TPV...............

RESUMEN.........................................................................................

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Ficha Operaciones para la gestión de residuos industriales. Seguridad y medio ambiente.

1ª Edición Certia Editorial, Pontevedra, 2017 Autor: Bruno Díaz Castiñeiras Formato: 170 x 240 mm

• 161 páginas.

Operaciones para la gestión de residuos industriales No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

Derechos reservados 2017, respecto a la primera edición en español, por Certia Editorial.

ISBN: 978-84-16481-97-2 Editor: Cenepo Consult, SLU Depósito legal: PO 544-2017 Impreso en España - Printed in Spain Certia Editorial ha incorporado en la elaboración de este material didáctico citas y referencias de obras divulgadas y ha cumplido todos los requisitos establecidos por la Ley de Propiedad Intelectual. Por los posibles errores y omisiones, se excusa previamente y está dispuesta a introducir las correcciones pertinentes en próximas ediciones y reimpresiones.

Fuente fotografia portada: Pixabay, autoriza a copiar, distribuir, comunicar publicamente la obra y adaptar el trabajo.

Duración horas totales certificado de profesionalidad

120

MP0066: Módulo de prácticas profesionales no laborales

520

50

MF0075_2: Seguridad y salud

70

390

120

MF0077_2: Gestión de residuos industriales

225

100

MF0076_2: Gestión de residuos urbanos

Duración horas módulos formativos

270

50

40

UF0289: Operaciones para la gestión de residuos industriales

30

UF0287: Identificación de residuos industriales

50

30

UF0286: Gestión de residuos inertes

UF0288: Caracterización de residuos industriales

40

UF0285: Tratamiento de residuos urbanos o municipales

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Unidades formativas Horas

UF0284: Recogida y transporte de residuos urbanos o municipales

Correspondencia con el Catálogo Modular de Formación Profesional Módulos certificado H.CP

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H. Q

FICHA DE CERTIFICADO DE PROFESIONALIDAD (SEAG0108) GESTIÓN DE RESIDUOS URBANOS E INDUSTRIALES (RD 1377/2009, de 28 de agosto, modificado por el RD 624/2013, de 2 de agosto)

Familia profesional: SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Área profesional: Gestión ambiental

Índice • INTRODUCCIÓN............................................................................... 11 • UNIDAD DIDÁCTICA 1. Recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales............................................................................. 15 1.1. Recogida y transporte...................................................................................16 1.1.1. Tipos de residuos ...........................................................................16 1.1.2. Volumen de residuo .......................................................................23 1.1.3. Frecuencia de recogida...................................................................25 1.1.4. Distancias recorridas en el transporte ........................................27 1.1.5. Vehículos utilizados .......................................................................30 1.1.6. Normativa asociada al transporte ................................................32 1.2. Almacenamiento ..........................................................................................34 1.2.1. Propiedades físico-químicas de los residuos ..............................35 1.2.2. Peligrosidad .....................................................................................37 1.2.3. Procedimientos de descarga de los residuos ..............................41 1.2.4. Condiciones del área de descarga ................................................44 1.2.5. Tiempo máximo de almacenaje ...................................................46 1.2.6. Tasa de generación de residuos ...................................................46 1.2.7. Recipientes de almacenaje y disponibilidad de espacio ............48 1.2.8. Ventilación de los espacios de almacenamiento ........................51

1.3. Aplicación de normas de seguridad y salud y protección medioambiental en la recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales .....................................................................................53 RESUMEN ............................................................................................. 55 ACTIVIDADES ...................................................................................... 57

• UNIDAD DIDÁCTICA 2. Tratamiento de residuos industriales........ 61 2.1. Tratamiento físico-químico.........................................................................63 2.1.1. Finalidad y objetivos de una planta de tratamiento físicoquímico.............................................................................................64 2.1.2. Distribución general de una planta de tratamiento....................64 2.1.3. Funcionamiento, manejo y mantenimiento de equipos (centrífuga, escurrimiento de fluido, destilación simple, entre otros) ................................................................................................66 2.1.4. Procesos físicos (separación de sólidos): sedimentación, flotación, filtración ........................................................................74 2.1.5. Procesos químicos: neutralización, precipitación, coagulaciónfloculación .......................................................................................77 2.1.6. Procesos físico-químicos: absorción, adsorción, intercambio iónico, ruptura de emulsión ..........................................................82 2.2. Tecnología de solidificación/estabilización..............................................84 2.2.1. Objetivos y aplicaciones.................................................................84 2.2.2. Mecanismos de inmovilización ....................................................86 2.2.3. Comportamiento de residuos inertizados ..................................87

2.2.4. Criterios para la aplicación de los procesos de solidificación/ estabilización ...................................................................................88 2.3. Tratamiento térmico o valoración energética (incineración)..................90 2.3.1. Aspectos generales..........................................................................91 2.3.2. Problemática medioambiental ......................................................93 2.3.3. Tecnología para la incineración ...................................................96 2.4. Valorización ................................................................................................100 2.4.1. Tipos de residuos valorizables ...................................................101 2.4.2. Tecnología aplicables ...................................................................103 2.4.3. Procesos de valorización .............................................................104 2.4.4. Vías para la valorización de residuos industriales: tendencias ......................................................................................106 2.5. Aplicación de normas de seguridad y salud y protección medioambiental en el tratamiento de residuos industriales .................108 RESUMEN.............................................................................................111 ACTIVIDADES .....................................................................................113 • UNIDAD DIDÁCTICA 3. Vertido de residuos industriales en depósitos de seguridad.........................................................................117 3.1. Requisitos generales para la localización de depósitos de seguridad .119 3.2. Fase de construcción ................................................................................ 121 3.3. Fase de explotación o funcionamiento .................................................. 125 3.3.1. Admisión y acondicionamiento de residuos............................ 125

3.3.2. Procesos de descarga y depósito de residuos.......................... 127 3.3.3. Tratamiento de lixiviados y gases.............................................. 128 3.4. Sellado y clausura ...................................................................................... 130 3.5. Vigilancia y control postclausura ............................................................ 133 3.6. Recuperación ambiental del depósito de seguridad ............................. 136 3.7. Aplicación de normas de seguridad y salud y protección medioambiental en el vertido de residuos industriales ........................ 137 • RESUMEN......................................................................................... 141 • ACTIVIDADES.................................................................................. 143

• RESUMEN FINAL............................................................................ 147 • AUTOEVALUACIÓN FINAL........................................................... 149 • SOLUCIONES................................................................................... 153 • BIBLIOGRAFÍA ................................................................................ 159

Introducción Nuestra sociedad actual tiene una fuerte base económica, y esto hace que en momentos como los presentes, cuando esta se tambalea, toda nuestra sociedad también lo haga y observemos una serie de consecuencias que a veces son cuando menos sorprendentes, otras veces indeseables y en la mayoría de los casos preocupantes.

Parece que tal y como tenemos montado el sistema desarrollista actual, para que nuestra sociedad funcione de una manera correcta, o que nosotros pensamos que es correcta, la economía tiene que ser fuerte y no mostrar síntomas de debilidad.

Todo el mundo conoce las diferentes caras del mundo económico y cuáles son los pilares sobre los que se sustenta. Uno de ellos es el consumo de bienes y servicios, que son producidos en casi su totalidad por el mundo industrial, fuerte motor e indicador de la salud económica de un país. Este desarrollo industrial parece no tener límites, y el ser humano, en su empeño de mantener este sistema, no tiene ningún tipo de frontera y es capaz de acceder a lugares del planeta que antes parecían inaccesibles en su búsqueda de las cada vez más escasas materias primas naturales, que son la fuente necesaria para los procesos de transformación primaria que muchas veces sustentan el resto del entramado industrial.

Como cualquier proceso, el sector industrial se puede considerar como un ecosistema cerrado que cuenta con una serie de entradas, fundamentalmente materias primas, y una serie de salidas, esencialmente productos en diferentes grados de manufacturación y residuos.

Durante mucho tiempo hemos mantenido una concepción lineal de la producción industrial, tal y como se muestra en la siguiente figura:

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Concepto lineal de los procesos de producción

De esta forma cualquier proceso industrial llevaba asociada, inevitablemente, la producción de residuos que desde un primer momento se definieron como residuos industriales.

Por lo tanto, en una primera aproximación los residuos industriales se pueden definir como «residuos resultantes de los procesos de fabricación, de transformación, de utilización, de consumo, de limpieza o de mantenimiento generados por la actividad industrial».

Por supuesto que existen múltiples posibilidades válidas para referirse a este concepto, y se anima al lector a buscar estas diferentes definiciones, muchas veces promovidas por diferentes estamentos públicos. En este manual se ha optado por recoger parte de la definición recogida en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, por ser la normativa que regula el tratamiento de este tipo de residuos.

Por lo tanto, los residuos industriales, una vez que son generados por la actividad industrial del hombre, pasan a constituir una fracción de los diferentes tipos de residuos que se producen diariamente en diferentes facetas de nuestra vida. De esta forma, esta tipología de residuos comparte, muchas veces, escenario con residuos como los domésticos, comerciales, agrarios, sanitarios, etc. en el cómputo de residuos generados por el ser humano diariamente.

Durante mucho tiempo el sistema de producción se mantuvo cercano al concepto expuesto en el primer gráfico, sin embargo llegó un momento en que

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se plantearon ciertas dudas sobre este tipo de desarrollo y los efectos secundarios que acarrea. Por una parte, cada vez son más escasas determinadas materias primas o más difíciles de obtener, y por otra parte el aumento de la población, de la calidad de vida y del consumo provoca una generación tan grande de residuos que es necesario gestionar de alguna forma y no basta con almacenarlos en vertederos (tanto por sus diferentes tipologías como por el volumen producido).

En consecuencia, los graves efectos secundarios de la producción de residuos se han convertido en uno de los problemas más importantes de las últimas décadas. Es necesario llevar a cabo una gestión adecuada de los mismos para evitar las importantes alteraciones que puede provocar su deposición en el entorno, debido a la peligrosidad de algunos de ellos y al volumen generado.

Por todo esto, uno de los objetivos fundamentales de este documento es exponer las mejores formas, a día de hoy, de gestionar los diferentes tipos de residuos industriales para evitar su afección al medio ambiente y por consiguiente a nuestro entorno más inmediato. De esta forma en el desarrollo de los siguientes puntos se establecerán las bases fundamentales de la recogida, almacenaje y transporte de los residuos industriales, las diferentes formas de tratamiento según su naturaleza y finalidad, y por último las condiciones que han de cumplir los vertederos finales de destino cuando sean la única forma de tratamiento posible.

Recuerda…

Los residuos industriales constituyen una fracción de los diferentes residuos generados por el ser humano, entre los que destacan los domésticos, los comerciales, los agrícolas, los sanitarios, etc.

Estos residuos industriales tendrán un tratamiento diferente atendiendo a su naturaleza y finalidad, que fundamentalmente puede ser el reciclaje, la valorización o el depósito en vertederos.

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Unidad

Recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales

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• Contenido 1.1. Recogida y transporte 1.2. Almacenamiento 1.3. Aplicación de normas de seguridad y salud y protección medioambiental en la recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales

• Resumen • Actividades

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n este capítulo se van a establecer las bases de las operaciones de recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales. La diferente naturaleza de los residuos industriales y sus características van a determinar qué sistemas son los escogidos a la hora de establecer las pautas para un correcto almacenamiento, transporte y recogida.

Además, será necesario identificar a los diferentes actores implicados en estas operaciones, ya que no es lo mismo que estemos hablando de un productor de residuos, pequeño o grande, que de un gestor de residuos, peligrosos o no peligrosos.

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.1. Recogida y transporte

En este primer punto nos vamos a centrar en las operaciones de recogida y transporte, pero antes de entrar en esta materia estableceremos las bases conceptuales necesarias para saber en cada momento de qué se está hablando.

1.1.1. Tipos de residuos En la introducción de este documento se establecía una definición de «residuo industrial». Sin embargo, antes de entrar en los diferentes tipos de residuos que se pueden encontrar bajo este nombre genérico, es conveniente que nos aproximemos a la definición de residuo.

Según la legislación vigente a nivel estatal, la Ley 22/2011, de 28 de julio, un residuo se puede definir de la siguiente forma: «cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar».

Existen infinidad de definiciones diferentes para el término «residuo», y para acercarnos a una mejor comprensión de este concepto citaremos algunas de ellas: • La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico denomina «residuos» a «aquellas materias generadas en las actividades de producción

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y consumo que no han alcanzado ningún valor económico en el contexto en que son producidas», es decir, aquello que su propietario desecha por no serle útil, comprendiendo, en el ámbito de la utilidad, una posible cesión rentable del producto.

• La Ley 10/98, de 21 de abril, de Residuos, define como residuo «cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anejo de esta Ley, del cual su poseedor se desprenda o del que tenga la intención u obligación de desprenderse. En todo caso, tendrán esta consideración los que figuren en el Catálogo Europeo de Residuos (CER), aprobado por las Instituciones Comunitarias». Este catálogo posteriormente fue sustituido por la Lista Europea de Residuos (LER) A la vista de estas pinceladas sobre la definición de residuos, parece claro que una de las premisas necesarias para que un elemento sea considerado residuo es que el poseedor de este elemento tenga la intención, obligación o necesidad de desprenderse del mismo. Sin embargo, influye en algo la forma o intención que tenga en la acción de desprenderse.

Para desprenderse de un producto o sustancia se pueden aplicar diferentes métodos: se puede vender, regalar, depositar en vertedero, con o sin tratamiento previo, etc. El residuo hace referencia tanto a una vida posterior como a su abandono o desecho.

Existen dos corrientes opuestas sobre el alcance del concepto de residuo, que se muestran a continuación:

Diferentes posturas ante la definición de residuo

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Personalmente, considero que la virtud está en el término medio, por lo que es cierto que un residuo es aquel objeto o sustancia que no tiene un uso para el poseedor, por lo que desarrolla una necesidad de desprenderse de él. Sin embargo este residuo no tiene como único destino su almacenaje definitivo en un vertedero, ya que lo que no tiene valor en el proceso del poseedor sí puede tenerlo en el proceso de un tercer agente, que empleando este residuo (que se puede asimilar a subproducto o recurso) es capaz de desarrollar un nuevo proceso de fabricación.

Por lo tanto, como conclusión a esta introducción sobre el concepto de residuo, se puede decir que el residuo es un objeto o sustancia del cual su poseedor tiene el deseo, necesidad o intención de desprenderse, bien sea por obligación legal o no, y cuyo destino puede ser el abandono controlado en un vertedero o la reutilización económica del mismo.

Dentro de esta definición, como se ha comentado anteriormente, se encuentran muchas fracciones diferentes de residuos. Atendiendo a la naturaleza de los mismos, dentro de los residuos que competen a este manual, es decir, los residuos industriales, también existen una serie diferente de residuos, y no es sencillo escoger una única clasificación de los mismos, ya que según el factor tomado en consideración serán de uno u otro tipo: en función del origen o de la actividad que los produce, de sus características físico-químicas, de sus compuestos especiales, etc. Esta gran variedad responde a la necesidad de clasificarlos de la mejor forma posible para posteriormente proceder a la gestión más adecuada mediante la aplicación de las mejores técnicas disponibles.

A continuación se presentan la principal clasificación que se puede aplicar a los diferentes tipos de residuos industriales según su posible tratamiento.

Posteriormente se verán también otras clasificaciones según diferentes parámetros asociados a los residuos industriales: • Residuos industriales inertes: son subproductos derivados de la actividad industrial que no suponen un peligro para el medio ambiente debido a su baja interacción y degradación. Este tipo de residuos en muchos casos es reutilizable. Como ejemplo clásico se puede mencionar el vidrio.

• Residuos industriales asimilables a urbanos: bajo esta denominación están todos los residuos similares a los de procedencia doméstica o comercial, y que por lo tanto pueden tener el mismo tipo de tratamiento, sin embargo esta

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situación no esta tan clara a nivel práctico. La competencia de la gestión de los residuos sólidos urbanos o domésticos es de los ayuntamientos, pero por ley cualquier residuo producido en el ámbito industrial no se considera doméstico aunque sea asimilable, por lo que muchas veces un residuo, independientemente de sus características, aunque sea igual en el ámbito doméstico e industrial sufre un tratamiento completamente diferente al ser tratado de forma distinta en la legislación básica sobre residuos.

• Residuos peligrosos y/o tóxicos: son los residuos industriales más preocupantes, ya que representan una amenaza para el medio ambiente y para la salud humana. Los residuos de este tipo tienen que estar perfectamente controlados desde su generación, y en muchos casos requieren una destoxificación o algún otro tipo de tratamiento antes de ser enviados a su posterior destino, bien sea la reutilización, el reciclaje, la valorización o el depósito en un vertedero.

Generalmente la forma de actuar ante este tipo de residuos está descrita en una normativa con mayor o menor grado de especificidad según el tipo de residuos estudiado. Atendiendo a sus características físico-químicas se pueden distinguir once grandes grupos de residuos industriales peligrosos: o Compuestos de metales pesados: provenientes de la industria química en la mayoría de los casos. o Ácidos y álcalis: provenientes de la industria de transformados metálicos fundamentalmente. o Residuos cianurados: provenientes de la industria de electrodeposición. o Residuos de cromo hexavalente: provenientes de procesos de tratamientos superficiales de metales, cuando se emplea ácido crómico y el dicromato. o Residuos de aceites y grasas: empleados en diferentes tipos de procesos industriales, y en la mayoría de los casos de origen mineral. o Productos farmacéuticos: derivados tanto de su uso en laboratorio como en la elaboración y el uso de medicamentos.

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o Compuestos orgánicos no halogenados: provenientes de la industria de componentes eléctricos. o Compuestos orgánicos halogenados: destacan los empleados como desengrasantes. o Otros: siempre existe un cajón de sastre donde se pueden meter diferentes tipos de residuos que no responden a ninguna de las características anteriores.

De esta forma, según la clasificación anteriormente citada tendremos los siguientes tipos de residuos:

Clasificación de los diferentes residuos industriales atendiendo a su peligrosidad

Residuos inertes en planta de tratamiento

Esta primera aproximación a los tipos de residuos, aunque está altamente extendida, no es única ni homogénea, ya que no existe un consenso real entre las diferentes administraciones públicas, a nivel estatal y europeo, sobre la forma

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de definir los diferentes tipos de residuos. En muchas ocasiones se recurre a la legislación para diferenciar el tipo de residuo que estamos manejando, y esta forma de actuar se debe aplicar sobre todo cuando no tenemos los conocimientos técnicos o los métodos de ensayo necesarios para dilucidar de otra forma la peligrosidad o no de nuestro residuo.

A medida que ha evolucionado la legislación en materia de residuos, las referencias legislativas también han cambiado, por lo que debemos tener esto en cuenta para saber si lo que realmente estamos analizando es la última norma vigente y actualizada, u otra que se encuentra derogada o modificada por una posterior. Actualmente, y debido a la variación en materia de legislación sobre residuos, la norma de referencia es la Ley 22/2011, de 28 de julio, en la que se define «residuo peligroso» como «aquel que presenta una o varias características de peligrosidad enumeradas en el anexo III de esta norma», que posteriormente se ha modificado por el Reglamento (UE) Nº 1357/2014, de 18 de diciembre, por el que se sustituye el Anexo III de la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre los Residuos y por la que se derogan determinadas Directivas. De la definición anterior se puede establecer que el residuo no peligroso será aquel que no cumpla la citada relación. Así, para la determinación de la peligrosidad de un residuo se llevará a cabo la siguiente secuencia de pasos, teniendo en cuenta la Lista Europea de Residuos:

Procedimiento para la clasificación de residuos en función de su peligrosidad

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La experiencia de los operarios que están acostumbrados a trabajar con diferentes tipos de residuos puede ser suficiente para poder dilucidar si se trata de un residuo peligroso o no peligroso, sin embargo muchas veces el productor del residuo puede tener dudas a la hora de clasificar su residuo según su peligrosidad. En este caso la solución será consultar a la administración pública competente en la materia o a un profesional, y en caso de que estas consultas no sean suficientes será necesario caracterizar el residuo producido para establecer su grado de peligrosidad.

A partir de una clasificación como la mostrada anteriormente, se pueden añadir una serie de filtros que caractericen de forma más detallada los diferentes tipos de residuos, como puede ser la naturaleza de los mismos. De esta forma tendríamos residuos sólidos, líquidos, gaseosos o pastosos.

Según la legislación vigente en materia de gestión de residuos industriales, el gestor de residuos, es decir, la empresa física o jurídica que se va a hacer con la titularidad de un residuo concreto de un productor, tiene la obligación de caracterizar e identificar los diferentes tipos de residuos con el fin de aportar información importante a la hora de controlar los mismos desde su producción hasta su destino final. Esta caracterización tiene que estar visible en el envase o recipiente que aloje el residuo en concreto, y está basada en los siguientes criterios: • Razones por las que los residuos deben ser gestionados (Código Q).

• Operaciones de gestión (código D/R).

• Tipos genéricos de residuos peligrosos (Código L, P, S, G).

• Constituyentes que dan a los residuos su carácter peligroso (Código C).

• Características de los residuos peligrosos (código H).

• Actividades generadoras de los residuos (Código A).

• Procesos en los que se generan los residuos (Código B).

Esta misma caracterización ha de estar presente en la etiqueta de identificación del residuo y en todas las comunicaciones generadas en el proceso de transporte de residuos, tanto para el productor como para la administración competente en materia de medio ambiente.

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1.1.2. Volumen de residuo La cuestión relativa al volumen de residuo se puede abarcar desde dos puntos de vista diferenciados. Por un lado se puede analizar el volumen de los residuos industriales en el cómputo general de un estado, comunidad autónoma, etc., y por otro se puede considerar el volumen máximo que se puede almacenar en las instalaciones del productor o del gestor de residuos.

El volumen de producción de residuos industriales, como es lógico pensar, va a variar de un lugar a otro del mismo territorio en función de las características industriales de las diferentes zonas. Tomando por ejemplo la comunidad autónoma de Galicia se puede decir, sin miedo a equivocarse, que la mayor producción de residuos industriales se encuentra en las provincias de A Coruña y Pontevedra, en detrimento de las de Lugo y Ourense, debido a que las dos primeras aglutinan casi las tres cuartas partes de las industrias existentes en esta comunidad autónoma.

De la misma forma, la producción de residuos industriales no será igual si se comparan lugares tan dispares a este nivel como la Comunidad de Madrid o Extremadura, por ejemplo.

Generalmente, cuando se hace un inventario de residuos industriales a cualquier nivel geográfico se toman en consideración los diferentes capítulos de la Lista Europea de Residuos (LER), que se enumeran a continuación:

01 02 03 04 05 06 07

Capítulos LER Residuos de la prospección, extracción de minas y canteras y tratamientos físicos y químicos de minerales.

Residuos de la agricultura, horticultura, acuicultura, silvicultura, caza y pesca; residuos de la preparación y elaboración de alimentos.

Residuos de la transformación de la madera y de la producción de tablones y muebles, pasta de papel, papel y cartón.

Residuos de las industrias del cuero, de la piel y textil.

Residuos de la refinación del petróleo, de la purificación del gas natural y del tratamiento pirolítico del carbón.

Residuos de procesos químicos inorgánicos.

Residuos de procesos químicos orgánicos.

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08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Capítulos LER Residuos de la fabricación, formulación, distribución y utilización (FFDU) de revestimientos (pinturas, barnices y esmaltes vítreos), adhesivos, sellantes y tintas de impresión.

Residuos de la industria fotográfica.

Residuos de procesos térmicos.

Residuos del tratamiento químico de superficie y del recubrimiento de metales y otros materiales; residuos de la hidrometalurgia no férrea.

Residuos del moldeado y del tratamiento físico y mecánico de superficie de metales y plásticos.

Residuos de aceites y de combustibles líquidos (excepto los aceites comestibles y los de los capítulos 05, 12 y 19).

Residuos de disolventes, refrigerantes y propelentes orgánicos (excepto los de los capítulos 07 y 08).

Residuos de envases; absorbentes, trapos de limpieza, materiales de filtración y ropas de protección no especificados en otra categoría.

Residuos no especificados en otro capítulo de la lista.

Residuos de la construcción y demolición (incluida la tierra excavada de zonas contaminadas).

Residuos de servicios médicos o veterinarios o de investigación asociada (salvo los residuos de cocina y de restaurante no procedentes directamente de la prestación de cuidados sanitarios).

Residuos de las instalaciones para el tratamiento de residuos, de las plantas externas de tratamiento de aguas residuales y de la preparación de agua para consumo humano y de agua para uso industrial.

Residuos municipales (residuos domésticos y residuos asimilables procedentes de los comercios, industrias e instituciones), incluidas las fracciones recogidas selectivamente.

Esta relación de actividades susceptibles de generar residuos, por supuesto, también está influenciada de forma geográfica, por lo que habrá que tenerlo en cuenta a la hora de tratar los datos ofrecidos por estos inventarios. Por ejemplo, para el caso de Galicia, los principales capítulos LER de producción de residuos son los siguientes, incluyendo RNP y RP:

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Principales residuos industriales producidos en Galicia (PRIGA)

En cuanto al volumen de residuos del productor o del gestor de residuos, este dependerá de la capacidad de maniobra de cada uno de los agentes. El volumen por tipo de residuos dependerá de la capacidad que tenga la instalación sometida a estudio para acoger estos elementos con las garantías necesarias de seguridad que establece la legislación pertinente en materia de residuos industriales, peligrosos o no peligrosos. De esta forma, el productor o gestor de residuos podrá almacenar el volumen máximo que garantice las correctas medidas de seguridad del sistema de almacenamiento, lo que implicará que los diferentes agentes podrán manejar distintos volúmenes de residuos dependiendo de sus capacidades.

De forma general, la naturaleza de los residuos y la forma de almacenamiento también determinarán el volumen máximo asimilable. Por ejemplo, los residuos líquidos generalmente se almacenarán en contenedores con tapa, ya sean cilíndricos o cúbicos, o en depósitos que pueden ser enterrados o superficiales.

1.1.3. Frecuencia de recogida La frecuencia de recogida, como el volumen almacenado en el centro de trabajo, dependerá de las instalaciones de la industria y del espacio destinado al almacén de residuos. Por lo tanto, el encargado o responsable de la gestión de residuos de la empresa irá solicitando la retirada de los diferentes tipos de residuos atendiendo al grado de ocupación de su almacén temporal.

Sin embargo, no se pueden almacenar indefinidamente los residuos generados, sean peligrosos o no peligrosos, aunque se tenga el espacio suficiente para ello.

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La Ley 22/2011, de 28 de julio, especifica lo siguiente en cuanto a las obligaciones del productor y de otro poseedor inicial relativas al almacenamiento, mezcla, envasado y etiquetado de residuos:

La duración del almacenamiento de los residuos no peligrosos en el lugar de producción será inferior a dos años cuando se destinen a valorización y a un año cuando se destinen a eliminación. En el caso de los residuos peligrosos, en ambos supuestos, la duración máxima será de seis meses; en supuestos excepcionales, el órgano competente de las Comunidades Autónomas donde se lleve a cabo dicho almacenamiento, por causas debidamente justificadas y siempre que se garantice la protección de la salud humana y el medio ambiente, podrá modificar este plazo.

Por lo tanto, esa será la frecuencia mínima de recogida de los residuos, peligrosos y no peligrosos, que se tendrá que respetar en el lugar de producción.

Sin embargo, tal y como se recoge en la norma, en casos excepcionales como el de una baja producción de residuos, el de contar con espacio suficiente en el lugar de trabajo para su almacenamiento, que el centro de trabajo se encuentre lejos de las áreas principales de comunicación, etc., se puede solicitar al órgano competente en la comunidad autónoma donde radique el centro de producción el aumento del plazo de almacenamiento.

Una vez aprobada la solicitud, el plazo máximo de almacenamiento de residuos peligrosos es de 6 meses, y puede ampliarse a un año. La resolución administrativa será la justificación necesaria ante una inspección ambiental del centro para almacenar los residuos peligroso más tiempo del legalmente establecido.

La legislación también nos indica que los plazos anteriormente mencionados empezarán a contar desde que se inicie el depósito de residuos en el lugar de almacenamiento. Este dato es importante, ya que muchas veces, y por motivos de organización y/o comodidad empresarial, se suele poner como fecha de inicio de almacenamiento de un residuo el día en que se han retirado los residuos del centro. Esto sería así en el caso de un lugar donde la producción de todos sus residuos es más o menos continua, pero si no es el caso, hay que tener presente que el inicio de almacenamiento es el día en el que se produce la primera unidad de residuo, y por tanto se procede a su almacenamiento.

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UF0289. Operaciones para la gestión de residuos industriales

Si realmente se pretende optimizar la gestión de residuos de una empresa, habrá que tener presente este detalle para que de esta forma no se soliciten más retiradas de las necesarias y no se gestionen más residuos de los convenientes.

En lugares donde la producción de residuos sea elevada o tengan un residuo que cuente con un tratamiento muy elevado con respecto al resto, esta situación podría ser relevante. En otros centros en los que la cantidad de residuos no sea muy grande, o en los que más o menos todos los residuos tengan el mismo coste, muchas veces por comodidad de gestión se realizan dos retiradas de residuos peligrosos al año para cumplir con la normativa. Los residuos no peligrosos, al tener un periodo de almacenamiento mayor, es poco probable que incumplan la normativa por despistes del centro de producción.

Frecuencia de recogida de los residuos industriales

1.1.4. Distancias recorridas en el transporte El tipo de residuo, el gestor escogido para su tratamiento, la localización del centro de producción, etc. son elementos que determinarán la distancia recorrida en el transporte de residuos. Generalmente cuando se pretende realizar un transporte de residuos, sean o no peligrosos, el productor del residuo, que es el que ostenta su titularidad, puede optar por las siguientes opciones: •

Entrega del residuo a un transportista que asuma la titularidad: esta es la opción más cómoda para el productor, ya que una vez que el transportista accede a sus instalaciones y recoge el residuo, ya pasa a ser titularidad de este y la responsabilidad del productor termina ahí. El transportista podrá ser un gestor de residuos o un recogedortransportista de residuos, que posteriormente tendrá que entregar

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el residuo a un gestor final, sea cual sea la opción. Las dos figuras tendrán que estar debidamente autorizadas y figurar en el registro correspondiente a la comunidad o comunidades autónomas en las que operen.

•

Entrega del residuo a un transportista que no asume la titularidad: en este caso el transportista no asume la titularidad del residuo, y simplemente será el vínculo de comunicación entre el productor y el gestor final del residuo. Esta opción no suele ser la más común, ya que generalmente el gestor final tendrá su propia flota de transporte, pero sí que se puede dar con relativa frecuencia en el caso de RNP, y casi nunca, por no decir nunca, en el caso de RP.

•

Importación: en esta modalidad se realiza la importación de un residuo peligroso, se sobreentiende que derivada de la búsqueda de un beneficio económico. El proceso está considerado como un proceso productor, por lo que el importador se convierte en productor y por tanto titular del RP. El lugar a donde llegue el residuo por primera vez es a elección del titular, y se considerará como el centro de producción.

Entre estas opciones mencionadas se ha comentado que la más cómoda para el productor es la primera, aunque seguramente también la más cara, y la segunda opción es más frecuente en RNP, como la chatarra o el papel, ya que es más complicado que con este tipo de residuos aparezcan problemas durante su traslado en caso de accidente. Dentro de esta modalidad también se puede tener en cuenta el transporte de residuos, peligrosos o no, con medios propios.

Esta opción siempre está abierta y dependerá de la infraestructura que tenga el productor. De todas maneras, incluso con esta opción se está obligado a solicitar autorización, en caso de residuos peligrosos, o a notificar, en caso de no peligrosos, al organismo competente en esta materia de la comunidad autónoma donde radique el centro de trabajo. El otorgamiento de esta autorización siempre estará pendiente de la comprobación de que los medios destinados al transporte de residuos, tanto humanos como materiales, cumplen con los requisitos exigidos por la legislación vigente.

De esta manera, una vez escogida la forma de transporte, la distancia recorrida dependerá de las condiciones del transporte en sí. Si el residuo tiene por destino un centro final en la misma comunidad autónoma, se tendrá que contar con la correspondiente autorización de esa comunidad, y la distancia

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recorrida será independiente siempre que sea dentro de la misma. Si el destino está fuera de la comunidad autónoma de producción, se tendrá que comunicar en esta comunidad que se va a hacer un traslado fuera de sus límites, comunicar el destino y la ruta que se seguirá en el transporte también en la comunidad donde esté el centro de destino, y por supuesto se tendrá que contar con las pertinentes autorizaciones en los dos territorios, el de origen y el de destino. Por último, se tendrá que informar a las comunidades de tránsito de la fecha en la que se va a hacer el transporte. Estos requisitos, como es de esperar, serán más o menos restrictivos en función de la peligrosidad del residuo.

Por último, el destino puede ser transfronterizo, fuera del propio país de origen, donde la situación a nivel de burocracia se complica más. En estos casos se distinguen las siguientes situaciones: •

Transporte entre estados miembro de la Unión Europea, con o sin tránsito por terceros países.

•

Residuos importados en la UE de terceros países.

•

Residuos exportados de la UE a terceros países.

•

Residuos en tránsito por la UE, que van de un tercer país a otro.

Dentro de estas situaciones las medidas de seguridad se extreman, y es necesario informar con todo detalle de la tipología de residuos que se pretende transportar, ya que existen residuos con prohibiciones para su exportación.

La siguiente figura indica cuáles son los agentes implicados en una operación transfronteriza de transporte de residuos:

Agentes implicados en un traslado transfronterizo de residuos

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Según lo visto en este apartado, no existen límites a la distancia recorrida en el transporte de un residuo, siempre y cuando las diferentes normativas de aplicación permitan su movimiento por los diferentes territorios. Si bien es cierto que uno de los principios que rigen el traslado de residuos es el principio de proximidad, eso implica que la opción más adecuada en primera instancia será la que implique un menor desplazamiento, siempre y cuando los tratamientos que se van a realizar sean iguales.

1.1.5. Vehículos utilizados Tal y como hemos comentado en el apartado anterior, cualquier operación de carácter profesional de traslado de residuos, peligrosos o no peligrosos, tendrá que contar con su pertinente autorización, que según la tipología del residuo que se vaya a transportar implicará un mayor nivel de exigencia tanto del vehículo en sí como de su conductor.

Desde este punto de vista lo que está claro es que al hablar de una actividad profesional, en este caso del transporte, los vehículos utilitarios o turismos quedarán descartados, y solo se podrán utilizar vehículos profesionales adaptados al residuo que se pretenda gestionar. Dentro de este punto, por tanto, se tendrá en cuanta la peligrosidad del residuo y su naturaleza, líquida, sólida o gaseosa, para escoger el tipo de vehículo.

A continuación se muestran diferentes vehículos que se pueden emplear en el transporte de residuos y ejemplos de residuos que pueden llevar en su interior: Vehículos comerciales, tipo furgoneta, aunque no son los más habituales pueden ser útiles para retirada y gestión de diferentes residuos que sean pequeños en cuanto a su volumen, e incluso peligrosos como por ejemplo los RAEE. El siguiente nivel de vehículos profesionales se puede emplear para retirar un mayor volumen de residuos, y dependiendo de las características del gestor o transportista o del residuo que se vaya a recoger puede ser una opción que se debe tener en cuenta. Este tipo de vehículo se suele usar en la retirada de elementos no peligrosos como papel o chatarra, o en algunos peligrosos de escaso volumen.

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Los camiones de carga de hasta 3500 kg o los camiones de medio formato son los más utilizados para clientes de pequeña entidad, como talleres mecánicos que tienen que gestionar diferentes tipos de residuos peligrosos, y que se pueden recoger en este tipo de vehículos por la agilidad y la comodidad que le da su tamaño con respecto a los de mayor capacidad.

Los vehículos de mayor tamaño se destinan a productores de gran tamaño o a lugares de fácil acceso que permitan al gestor o al transportista acceder a varios clientes a los que poder recoger la carga, como puede ser un polígono industrial.

También son los vehículos empleados para transportes de larga distancia, donde se rentabiliza más el transporte de estos residuos.

También se utilizan una serie de vehículos especiales para determinados trabajos, como puede ser la gestión de residuos en estado líquido, aceites, anticongelantes, aguas de cabina de pintura, etc., sobre todo teniendo en mente poder adaptarse a las instalaciones del cliente. Este tipo de vehículos se emplean en lugares donde existen depósitos de gran volumen para almacenar los residuos líquidos.

Para trabajos específicos como por ejemplo la retirada de residuos de construcción y demolición, o para la gestión de la fracción de residuos no peligrosos de una empresa, la cual no genera un volumen elevado para poder hacer una diferenciación de los mismos, se utiliza este tipo de camión portacontenedores. En él se recogerán los diferentes tipos de residuos hasta llenar el contenedor. Existen diferentes medidas de volumen para estos elementos, aunque las más habituales son las situadas entre de 4,25 m3 y 9 m3.

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Por supuesto, cualquiera que sea la opción escogida para dar el servicio de recogida y retirada de residuos, ha de estar adaptada a la descripción y a las características del residuo en sí. Si se pretende recoger un residuo corrosivo, que en el centro de producción se almacena en un contenedor anticorrosivo, en el transporte se ha de llevar en un contenedor de las mismas características para evitar problemas en caso de emergencia o accidente.

Además, también tendrá que someterse a la aprobación del órgano competente de la comunidad autónoma. Sin embargo, tiene que quedar claro que la autorización no es genérica sino concreta para la serie de residuos solicitados, y esa autorización no es extrapolable a otros residuos, a no ser que se haga previamente una ampliación de la autorización inicial.

1.1.6. Normativa asociada al transporte La normativa asociada al transporte es cuanto menos densa, debido a la gran cantidad de legislación que afecta al mismo, aunque periódicamente se haga un esfuerzo por ofrecer textos cada vez más consolidados y que simplifiquen la tarea de cumplir con los preceptos que recogen estos textos.

Por un lado, y como cualquier otra actividad que implique el transporte de mercancías, se tendrá que cumplir con la normativa vigente en esta materia en cuanto a la formación de los conductores y de las condiciones que han de cumplir los vehículos utilizados en el transporte.

Una vez que estemos seguros de que se cumple con esa normativa, se ha de atender a la normativa específica en cuanto a los residuos. En este caso podemos encontrar genéricamente dos situaciones, al hablar de transporte de residuos en el interior de España: • Transporte de residuos sin legislación específica: se atenderá a los dispuesto en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados.

• Transporte de residuos con legislación específica: como por ejemplo vehículos al final de su vida útil, RAEE, lodos de depuración, residuos de construcción y demolición, etc. En estos caso se tendrá que atender a lo dispuesto en la citada norma y en la legislación específica de aplicación, que podrá ser estatal y/o autonómica.

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En el caso del transporte de RNP, no debería haber muchos más problemas si se atiende a las normas mencionadas anteriormente. En el caso de transporte de RP la cosa se complica con un mayor nivel de legislación, y habrá que tener en cuenta las normas relativas al transporte de mercancías peligrosas, como por ejemplo el Real Decreto 97/2014, de 14 de febrero, por el que regulan las Operaciones de Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera en Territorio Español. Dentro de esta norma se establece también la necesidad de cumplir con lo recogido en el ADR (Acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera), que es aplicable al transporte interno en virtud de lo dispuesto en la Directiva 2008/68/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de septiembre de 2008, sobre el Transporte Terrestre de Mercancías Peligrosas. Por lo tanto, el transporte de residuos peligrosos que implique cumplir con lo dispuesto en el ADR tendrá que ser tenido en cuenta tanto por el transportista como por el gestor y productor para no incurrir en un incumplimiento de la norma vigente que se asocia a su transporte.

En este punto también es conveniente mencionar un hecho que hasta ahora no se ha tenido muy en cuenta debido a sus características, como es el transporte de residuos peligrosos por ferrocarril, el cual está regulado por el Real Decreto 412/2001, de 20 de abril, por el que se regulan diversos aspectos relacionados con el Transporte de Mercancías Peligrosas por Ferrocarril, y por su propio ADR, que en el caso del ferrocarril se denomina RID. El transporte de residuos por ferrocarril se suele emplear en grandes distancias, bien sea dentro de los límites del estado o entre diferentes países.

A continuación se enumeran otras normativas que se deben tener en cuenta en el transporte de residuos: • Dentro del territorio nacional: o Ley 11/2012, de 19 de diciembre, de Medidas Urgentes en Materia de Medio Ambiente: modifica a la Ley 22/2011, de 28 de julio, y establece el régimen para el traslado de residuos en el territorio Español, entendiendo como tal el que se establece entre dos comunidades autónomas.

• Transporte internacional y comunitario: o Reglamento (CE) nº 1013/2006.

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o Reglamento (CE) nº 1418/2007: relativo a la exportación, con fines de valorización, de determinados residuos enumerados en los anexos III o IIIA del Reglamento (CE) nº 1013/2006, a determinados países a los que no es de aplicación la Decisión de la OCDE sobre el control de los movimientos transfronterizos de residuos.

Por lo tanto, como conclusión, cabe indicar que el transporte de residuos tanto peligrosos como no peligrosos estará regulado por la normativa en materia de transporte terrestre, marítimo o aéreo, y al mismo tiempo por la normativa en materia de residuos, bien sea de forma general o específica.

1

.2. Almacenamiento

El almacenamiento de residuos tendrá connotaciones diferentes dependiendo de la figura que se tenga en cuenta. Se establecen diferencias significativas entre productores de residuos y gestores de residuos, intermedios o definitivos.

Al mismo tiempo el almacenamiento, como se ha visto anteriormente, estará condicionado según la peligrosidad del residuo y según la infraestructura del centro en el que se sitúe el almacenamiento temporal.

En este apartado se tratará de responder a todas las consideraciones asociadas a las tareas de almacenamiento de residuos.

Ejemplo de zona para el almacenaje de residuos peligrosos en la industria

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1.2.1. Propiedades físico-químicas de los residuos Para una correcta gestión de los residuos industriales es importante conocer sus propiedades con el fin de prever y organizar los sistemas de almacenamiento, recogida y tratamientos finales.

Estas propiedades son más importantes para la labor del gestor que para la labor del productor, ya que es el primero el que tiene que encargarse de la retirada y recogida de los residuos, y además, se supone que tiene que hacer frente a la gestión de una cantidad mucho mayor de residuos que un productor, aunque sea gran productor, es decir, aunque produzca más de 10 Tm de RP al año.

Las condiciones de almacenamiento que especifica la normativa relativa a la gestión de residuos industriales indican al productor que ha de mantener los residuos producidos segregados en el centro de trabajo. De esta forma el productor, una vez que tiene identificados los residuos que va a producir, solo tiene que preocuparse de mantener cada uno de ellos por separado y en un lugar que cumpla con las condiciones mínimas de almacenamiento que exige la normativa de aplicación. Por supuesto estarán prohibidas las mezclas de residuos, ya sean de RNP con RP o diferentes tipos de RP. Esta situación puede ser más o menos llevadera para el productor en función del número de residuos que tiene que gestionar en su centro de trabajo. Sin embargo, también para él es importante conocer las propiedades físico-químicas de los residuos generados para, por ejemplo, organizar las medidas de seguridad oportunas en el centro de producción, ya que el grado de facilidad de un residuo para arder puede ser un punto que se debe tener en cuenta para ordenar los sistemas de extinción de incendios en relación a este residuo atendiendo a esta propiedad o a su volumen almacenado.

Además, en algún momento el productor, con el fin de optimizar la gestión de sus residuos, puede considerar que determinados residuos que gestiona de modo separado se pueden unificar por la similitud de sus propiedades físicoquímicas. Esta operación solo la puede llevar a cabo si justifica ante el órgano de su comunidad autónoma competente en esta materia la solicitud de poder mezclar esos dos residuos, que por supuesto a priori van a tener un código LER distinto de acuerdo con la similitud de sus propiedades. Este hecho fue lo que sucedió en Galicia, donde se permitió la mezcla de líquido de frenos (LER 160113) con aceites minerales no clorados de motor, de transmisión mecánica

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y lubricantes (LER 130205) a raíz de un informe de la asociación de talleres de vehículos.

En cuanto al gestor, este trabaja con un amplio rango de residuos, los cuales tiene que tener perfectamente caracterizados con el fin de poder agruparlos por sus características similares y poder optimizar el espacio de almacenamiento en su lugar de gestión.

Dentro de las propiedades físicas que se han de tener en cuenta para la caracterización de residuos industriales se pueden citar: • Humedad.

• Peso específico.

• Granulometría.

• Punto de inflamación.

• Punto de fusión.

• Solubilidad en agua.

Dentro de las propiedades químicas que se han de tener en cuenta para las características de residuos industriales se pueden citar: • Composición química.

• Poder energético.

La combinación de las propiedades fisico-químicas de un residuo le confiere diferentes características de peligrosidad, como las siguientes:

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HP1

Explosivo

HP9

Infeccioso

HP2

Oxidante

HP10

Tóxico para la reproducción

HP3

Inflamable

HP11

Mutágeno

HP4

Irritante

HP12

Liberación de un gas de toxicidad aguda

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HP5

Toxicidad específica en determinados órganos/

HP13

Sensibilizante

Toxicidad por aspiración HP6

Toxicidad aguda

HP14

Ecotóxico

HP7

Carcinógeno

HP15

Susceptibles, después de su eliminación de dar lugar a otra sustancia que posea alguna de las características enumeradas anteriormente

HP8

Corrosivo

1.2.2. Peligrosidad En apartados anteriores se ha definido lo que se considera un residuo peligroso según la normativa vigente en la materia. Al hilo de lo expuesto en el punto anterior, también se puede indicar que un residuo es peligroso cuando presenta alguna de las características definidas en el anexo III de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, que posteriormente se vio modificada por el Reglamento (UE) Nº 1357/2014 de la Comisión, de 18 de diciembre de 2014, por el que se sustituye el Anexo III de la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre los Residuos. Estas modificaciones ya se han recogido en la tabla anterior. De acuerdo con este documento, los residuos peligrosos pueden ser los siguientes: HP1 - Explosivos Corresponde a los residuos que, por reacción química, pueden desprender gases a una temperatura, presión y velocidad tales que pueden ocasionar daños a su entorno.

Se incluyen los residuos pirotécnicos, los residuos de peróxidos orgánicos explosivos y los residuos autorreactivos explosivos.

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HP2 - Comburentes Corresponde a los residuos que, generalmente liberando oxígeno, pueden provocar o facilitar la combustión de otras sustancias.

HP3 - Inflamables Pueden ser de varios tipos: - Residuos líquidos inflamables: residuos líquidos con un punto de inflamación inferior a 60 °C, o gasóleos, carburantes diésel y aceites ligeros para calefacción usados con un punto de inflamación entre > 55 °C y ≤ 75 °C. - Residuos líquidos o sólidos pirofóricos inflamables: residuos líquidos o sólidos que, aun en pequeñas cantidades, pueden inflamarse al cabo de cinco minutos al entrar en contacto con el aire.

- Residuos sólidos inflamables: residuos sólidos que se inflaman con facilidad o que pueden provocar fuego o contribuir a provocarlo por fricción.

- Residuos gaseosos inflamables: residuos gaseosos que se inflaman con el aire a 20 °C y a una presión de referencia de 101,3 kPa. - Residuos que reaccionan en contacto con el agua: residuos que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables en cantidades peligrosas.

- Otros residuos inflamables: aerosoles inflamables, residuos que experimentan calentamiento espontáneo inflamables, residuos de peróxidos orgánicos inflamables y residuos autorreactivos inflamables.

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HP4 - Irritantes Corresponde a los residuos que, cuando se aplican, pueden provocar irritaciones cutáneas o lesiones oculares.

HP8 - Corrosivos Corresponde a los residuos que, cuando se aplican, pueden provocar corrosión cutánea.

HP4 - Irritantes Residuos de categoría 2 y 3 en irritación de piel y de categoría 2 en irritación de ojos.

HP6 - Toxicidad aguda Corresponde a los residuos que pueden provocar efectos tóxicos agudos tras la administración por vía oral o cutánea o como consecuencia de una exposición por inhalación. Categoría 4.

HP5 - Toxicidad específica Corresponde a los residuos que pueden provocar una toxicidad específica en determinados órganos, bien por una exposición única bien por exposiciones repetidas, o que pueden provocar efectos tóxicos agudos por aspiración. STOT SE 3.

HP13 - Sensibilizantes Corresponde a los residuos que contienen una o varias sustancias que se sabe que tienen efectos sensibilizantes para la piel o los órganos respiratorios. Categoría 1.

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HP5 - Toxicidad específica - STOT SE 1 y 2 - STOT RE 1 y 2 - ASP tox 1 HP7 - Carcinógenos Corresponde a los residuos que inducen cáncer o aumentan su incidencia.

HP10 - Tóxicos para la reproducción humana Corresponde a los residuos que tienen efectos adversos sobre la función sexual y la fertilidad de hombres y mujeres adultos, así como sobre el desarrollo de los descendientes.

HP11 - Mutágenos Corresponde a los residuos que pueden provocar una mutación, es decir, un cambio permanente en la cantidad o en la estructura del material genético de una célula.

HP6 - Toxicidad aguda Corresponde a la toxicidad aguda 1,2,3 oral, dérmica e inhalación.

El pictograma será el establecido en la normativa autonómica para residuos sanitarios infecciosos

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HP9 - Infecciosos Corresponde a los residuos que contienen microorganismos viables o sus toxinas, de los que se sabe o existen razones fundadas para creer que causan enfermedades en el ser humano o en otros organismos vivos.

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Sin pictograma

HP12 - Liberación de un gas de toxicidad aguda Corresponde a los residuos que emiten gases de toxicidad aguda (Acute Tox. 1, 2, 3) en contacto con agua o con un ácido.

HP14 - Ecotóxicos Corresponde a los residuos que presentan o pueden presentar riegos inmediatos o diferidos para uno o más compartimentos del medio ambiente.

Sin pictograma

HP15 - Residuos que pueden presentar una de las características de peligrosidad antes mencionadas que el residuo original no presentaba directamente.

Las etiquetas mencionadas en la tabla anterior, serán las que se tengan que recoger en las etiquetas de identificación de residuos peligrosos. De esta forma, y como se verá más adelante, todo residuo peligroso estará asociado a sus riesgos más importantes a partir de un pictograma de aviso.

1.2.3. Procedimientos de descarga de los residuos Tal y como se ha podido observar hasta el momento a lo largo de este manual, los residuos industriales tienen diferentes grados de peligrosidad que deberán ser tenidos en cuenta para organizar las tareas de carga y descarga.

En primer lugar, y como es obvio, la persona encargada de realizar la manipulación de los residuos ha de contar con la formación adecuada en función del grado de peligrosidad de los elementos que forman parte de la gestión, o en función de si existe una legislación específica que sea de aplicación a un determinado residuo y en la que se especifique la formación del personal que va a realizar la posterior manipulación.

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Desde este punto de vista está claro que no será la misma formación la que tenga que tener un operario que manipula RNP, que la de otro que manipule RP o incluso que manipule RP que tengan que estar sujetos a lo dispuesto en el ADR. Además de la formación para una práctica operacional completa, también será necesario que la empresa o el autónomo apliquen las normas relacionadas con la prevención de riesgos laborales de forma adecuada, ya sea desde el punto de vista de la dotación al personal del equipo de protección adecuado como de la formación necesaria para minimizar los riesgos laborales, bien aplicando protocolos estandarizados de trabajo, o bien desarrollando los suyos propios atendiendo a las características particulares de la empresa y del trabajo que desarrolla.

Por último, los equipos técnicos o mecánicos tendrán que estar adaptados a los elementos que tienen que manipular para que las tareas se hagan de la forma más correcta y segura posible.

En definitiva, en determinadas manipulaciones de residuos, sobre todo si son residuos peligrosos, existirán diversas normativas o directrices que se deben seguir para la correcta manipulación de los mismos, y que incluyen las tareas de descarga. En este sentido las más comunes son las siguientes: • Comprobación de la documentación relacionada con el transporte, para tener claro lo que se va a manipular y comprobar posteriormente que coincide con la carga.

• Comprobar el estado del vehículo, inmovilizado, elementos de seguridad desplegados, motor parado, grado de llenado del transporte, etc.

• Estado de la carga, con el fin de verificar que no existen vertidos, vuelcos de la carga, desprendimientos peligrosos, etc.

• Control del peso de entrada, para compararlo con el peso del transporte vacío y tener clara el peso manipulado. Este dato lo tendrá el gestor en el caso de que el vehículo sea suyo, o le será facilitado por el transportista.

• Una vez que se ha podido efectuar la descarga, será necesario retirar los restos de RP que podrían haber quedado adheridos al exterior del vehículos usado en el transporte, bien sea un volquete, contenedor o cisterna.

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UF0289. Operaciones para la gestión de residuos industriales

• Comprobación de que todo lo descargado se almacena en planta de la forma correcta.

Operaciones de descarga de residuos peligrosos

En cuanto a la manipulación dentro del centro de almacenamiento de residuos, bien sea perteneciente al gestor definitivo o intermedio, se han de cumplir los procedimientos internos de cada empresa que integrarán las medidas de seguridad y prevención de riesgos que marca la legislación, las medidas especiales que recoja la normativa específica de determinados residuos, y las características determinadas de cada centro de almacenaje.

Estos procedimientos serán específicos de cada empresa, y solo tendrán en común elementos derivados de la normativa de aplicación que es igual para todos. Los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de realizar estos procedimientos son los siguientes: • El lugar de trabajo ha de estar correctamente señalizado para que el personal tenga claro cuáles son las vías de acceso y salida de la planta, y los puntos destinados a cada operación de descarga o manipulación de residuos.

• Se ha de respetar en todo momento la velocidad máxima dentro del centro de trabajo.

• No se podrán realizar estacionamientos de vehículos fuera de las zonas habilitadas para ese fin.

• Se han de usar ropas de alta visibilidad, proporcionadas por la empresa, siempre que se esté fuera del vehículo.

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• Cuando se pare un vehículo para operaciones de carga y descarga, se ha de parar el motor, inmovilizar el vehículo y no abandonar su radio de control bajo ningún concepto.

• No se accederá al centro de trabajo en caso de emergencia.

• Está prohibido fumar.

• Se deberán tener en cuenta cualesquiera otras especificaciones que dependan de las características y naturaleza del centro de trabajo y de los residuos industriales manipulados.

Por lo tanto, la descarga de residuos industriales, peligrosos y no peligrosos, contará con una serie de pasos que se deberán seguir, los cuales se recogerán en un procedimiento interno de actuación en estos casos para asegurar que estas tareas se realizan con las mejores garantías de seguridad y salud para los trabajadores y de integridad para la carga descargada. Por supuesto, el estado de la carga añadirá o restará procesos al procedimiento de carga, ya que como es de suponer, no es lo mismo descargar elementos sólidos que líquidos, por ejemplo.

1.2.4. Condiciones del área de descarga Como es de suponer, las zonas donde se produzca el almacenamiento de residuos en las instalaciones del productor de residuos, así como las zonas donde se almacenen los residuos en las instalaciones del gestor de residuos, bien sea intermedio o final, han de contar con un acceso correcto y libre de obstáculos para realizar las tareas de carga y descarga de los residuos industriales, y con las infraestructuras adecuadas para la gestión de estos atendiendo a su naturaleza (sólidos, líquidos o gaseosos) y a su peligrosidad.

Estas zonas han de contar con un lugar adecuado para el estacionamiento del vehículo que va a efectuar las tareas de carga y/o descarga, de tal forma que su presencia en las instalaciones no afecte al desarrollo de la actividad.

La zona de descarga ha de contar con las medidas de seguridad adecuadas, en función de los elementos que allí se van a manipular. De este modo, es conveniente que se cumplan los siguientes requisitos: • Contar con elementos de seguridad ante posibles emergencias: material para la extinción de conatos de incendio, pulsadores de alarma, en caso necesario, etc.

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UF0289. Operaciones para la gestión de residuos industriales

• Contar con material absorbente con el fin de poder recoger posibles vertidos de forma eficiente, como la sepiolita.

• Estar impermeabilizada con el fin de minimizar el posible impacto en el subsuelo, bien con una pintura epoxi o con cualquier otra solución en este sentido. Esta medida se hace más necesaria en el caso de la manipulación de vertidos líquidos.

• Estar construida con un material resistente, como el hormigón o el cemento, rematada con diferentes acabados con el fin de ser capaz de contener el impacto de las propiedades físico-químicas de los diferentes residuos para tener el tiempo necesario para desplegar las medidas de emergencia o de limpieza necesarias.

• Contar con una rejilla perimetral, que tendrá diferentes funciones: por una parte recogerá el agua de escorrentía superficial que pase por esta zona y que puede lavar restos de posibles derrames, y por otra contendrá vertidos accidentales. Esta rejilla no estará conectada directamente al saneamiento de la instalación, sino que deberá pasar por un sistema de pretratamiento para asegurar que se cumple con los parámetros de vertido de la empresa.

A continuación se resumen las condiciones expuestas anteriormente de forma gráfica:

Condiciones mínimas de la zona de descarga de residuos

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1.2.5. Tiempo máximo de almacenaje En el apartado «Frecuencia de recogida», ya se adelantaba el tiempo máximo de almacenaje que marca la legislación vigente en materia de residuos.

Cabe recordar que el almacenamiento de residuos no peligrosos en el lugar de producción será inferior a los dos años si su destino es un tratamiento de valorización, y de un año si su destino es la eliminación. En cuanto a los residuos peligrosos, el tiempo máximo de almacenamiento será de seis meses, aunque estos plazos pueden ser modificados mediante resolución del organismo competente en materia ambiental.

1.2.6. Tasa de generación de residuos El indicador de la tasa de generación de residuos se emplea en el momento de la notificación o de la solicitud de autorización al órgano autonómico competente de la condición de una empresa como pequeño o gran productor de residuos. Este indicador se empleará en diferentes informes anuales que tendrá que presentar el productor de residuos, como pueden ser la memoria anual o el estudio de minimización.

Este dato nos indica que determinado proceso industrial ejecutado de determinada forma generará una serie de residuos al mes o al año. A partir de este dato el productor de residuos tendrá que modificar su proceso de producción o sus prácticas de organización con el fin de conseguir uno de los fines de la regulación a nivel europeo de la gestión de residuos, que es la reducción del mismo.

Lógicamente no todos los procesos industriales tendrán la misma generación de residuos. Existen múltiples variables que afectan a la generación de los mismos, como pueden ser: • Aplicación de las mejores técnicas disponibles en el proceso de producción.

• Implantación de sistemas de gestión ambiental en la industria.

• Sensibilización de los trabajadores con respecto a las buenas prácticas ambientales.

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Por otra parte, existen procesos industriales que no son derivados de la industria manufacturera, sino que derivan del ámbito de los servicios, donde no se puede predecir el nivel de residuos generado. El ejemplo más claro es un taller de reparación de vehículos, que tendrá más residuos cuantos más clientes tenga, pero este hecho es algo que el taller no puede controlar y que dependerá de su estrategia comercial y de la competencia en el sector.

La importancia de este indicador es elevada, ya que de acuerdo con él se pueden programar las diferentes políticas de gestión de residuos a nivel europeo, donde las líneas estratégicas de actuación se agrupan bajo los siguientes conceptos: • Reducción de la cantidad de residuos.

• Reducción y alargamiento de la vida útil.

• Reducción del contenido de sustancias nocivas en materiales y productos.

• Reducción de los impactos sobre la salud humana y el medio.

El acercamiento a la tasa de generación de residuos se efectúa a través de datos estadísticos, ya que sin tener esta información no se puede abordar el grado de detalle que necesitan las políticas de reducción. Se intentan desarrollar métodos fiables de predicción en la generación de residuos a partir de diferentes indicadores estadísticos de las empresas como pueden ser el número de empleados, la producción o el consumo en materias primas, sin embargo aún existen demasiadas lagunas en este sentido. Este tipo de indicadores, sin embargo, son necesarios para poder comparar diferentes años, diferentes territorios y el impacto de diferentes políticas.

Recuerda…

Actualmente en Europa está vigente el séptimo programa de la UE en materia de medio ambiente, aprobado por la Decisión Nº 1386/2013/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, del 20 de noviembre de 2013, bajo el título «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta». Infórmate más en la página web del VII PMA: http://ec.europa.eu/environment/ action-programme/.

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1.2.7. Recipientes de almacenaje y disponibilidad de espacio En relación con los diferentes tipos de residuos vistos en este documento, es lógico pensar que existe también una gran variedad de recipientes para su almacenaje a disposición del productor, transportista o gestor que los necesite, y que se adaptan a las diferentes propiedades físico-químicas de los residuos, impidiendo que estos ataquen y dañen el recipiente y garantizando, con su buen uso, las condiciones de salud y seguridad en la industria.

Por lo tanto, se pueden encontrar diferentes tipos de recipientes que tendrán que ser escogidos atendiendo a un fin determinado. A continuación se muestran los recipientes más comúnmente utilizados en función de su volumen o capacidad de almacenaje: • GRG (gran recipiente para mercancías a granel): se trata de un embalaje o recipiente transportable, rígido o flexible, que suele ser de plástico o metal y puede tener diferentes capacidades, aunque lo más habitual es que sea de 1 m3. Este tipo de elementos se encuentran diseñados para su fácil uso con carretillas elevadoras o transpaletas. Se suelen emplear para residuos líquidos o sólidos que puedan provocar vertidos, como por ejemplo filtros de aceite usados.

Es necesario llevar un control adecuado de este tipo de recipientes, porque al tratarse en muchos casos de elementos plásticos, pueden tener roturas que provocan vertidos involuntarios. Para el almacenamiento de residuos su ubicación ideal sería encima de un suelo de retención o un cubeto metálico que pueda contener una posible fuga del mismo.

Ejemplo de un GRG rígido adaptado para carretilla o transpaleta

• Big-bag (sacos contenedores): el big-bag clásico es de material plástico, con una capacidad generalmente de 1 m3, aunque como en el caso anterior

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los hay de diferentes capacidades. Su uso fundamental es para residuos sólidos o incluso pastosos, pero que no tengan peligro de provocar vertidos, ya que el material del saco (fundamentalmente polipropileno) y la forma de su elaboración no garantizan la estanqueidad. Se pueden colocar en el almacén de residuos solos o con una estructura metálica que los sostenga. Esta es la forma más habitual y correcta.

Ejemplo de un big-bag sobre soporte metálico

• Contenedores: dentro de la gestión de residuos industriales existen numerosas alternativas que se encuadrarían bajo esta categoría, y se escogerá uno u otro en función del residuo que se vaya a almacenar.

Fundamentalmente se usarán para almacenar residuos sólidos, y el material de construcción de los mismos será el de diferentes tipos de plásticos. Los más habituales son: o Cilíndricos: pueden ser de diferentes capacidades, aunque habitualmente se utilizan los de tamaño pequeño para recoger residuos sólidos o pastosos que puedan o no ser corrosivos, ya que generalmente este tipo de contenedores están diseñados para aguantar la corrosión de los residuos almacenados. Pueden tener diferentes tipos de cierre, aunque lo más habitual es que sean de boca ancha o de ballesta. También son aptos para residuos líquidos de poca cantidad, como líquido de frenos o anticongelante.

Ejemplo de contenedores cilíndricos de plástico con cierre de ballesta

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o Contenedores de RSU: estamos más habituados a ver estos contenedores por nuestras calles, pero también pueden usarse en el ámbito industrial, generalmente para recoger residuos no peligrosos o residuos asimilables a domésticos, como puede ser residuos de la oficina de una fábrica, de la zona de vestuarios o cafetería, etc.

Tienen diferentes tamaños que se adaptan a las necesidades de la industria en concreto.

Ejemplo de contenedor de RSU en ambiente industrial

o Rectangulares: se usan sobre todo para residuos corrosivos, como baterías de plomo usadas. Suelen estar reforzados para soportar el ataque de ácidos y homologados para el transporte. Tienen diferentes capacidades y acabados según las necesidades de la industria.

Ejemplo de contenedor anticorrosivo, para almacenaje de baterías de plomo usadas

• Garrafas: son envases también utilizados en la gestión de residuos industriales. Pueden estar hechas de metal o de plástico, y generalmente son de forma poligonal o rectangular, con al menos un orificio para su llenado y vaciado. Suelen emplearse sobre todo con residuos líquidos de escasa entidad.

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Deberán adaptarse a las propiedades del residuo que se va a almacenar para que no sea atacado por el mismo. Algunos elementos que también se integrarían en este punto son los jerricanes o los cuñetes.

Ejemplo de jerrican, garrafa o cuñete, respectivamente

Como se ha comentado en este apartado, cada recipiente tiene que estar adaptado al residuo que vaya a almacenar, pero esto no es suficiente, y la zona donde se van a almacenar los residuos en los diferentes contendores ha de estar correctamente diseñada y habilitada, teniendo en cuenta, por ejemplo, que los residuos líquidos han de estar encima de un cubeto o suelo de retención que evite la fuga de vertidos accidentales de la zona de almacén de residuos peligrosos.

Ejemplo de cubeto y suelo de retención, respectivamente

En cuanto al espacio disponible, este tendrá que decidirse en función de los residuos que se van a almacenar. En este caso, las industrias de nueva creación ya tendrán en cuenta esta función en el diseño de las instalaciones, y en las industrias ya establecidas se tendrá que habilitar un lugar para el almacén de residuos, ya que la normativa cada vez va exigiendo nuevas condiciones para garantizar la seguridad e integridad del mismo. También en este punto es necesario recordar que un almacén bien organizado y con capacidad suficiente para almacenar los residuos que genera la actividad puede aumentar el plazo máximo de almacenaje de residuos peligrosos exigido por la norma, siempre y cuando se justifique debidamente ante el órgano competente de su comunidad autónoma.

1.2.8. Ventilación de los espacios de almacenamiento Uno de los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de establecer el lugar destinado al almacenamiento de residuos, aparte de su correcto UF0289. Operaciones para la gestión de residuos industriales

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dimensionado, el diseño de las diferentes zonas para asegurar una correcta segregación de los residuos, la impermeabilización del suelo y la protección contra elementos meteorológicos como la lluvia, es asegurar una correcta ventilación de la zona destinada a la recepción de los residuos generados en la planta o que posteriormente se van a gestionar cuando hablamos de una planta de un gestor de residuos.

La ventilación, básicamente, puede ser de dos tipos: o bien natural, cuando tenemos una zona de almacén de residuos que no está del todo confinada y por donde el aire puede correr libremente, o bien forzada, cuando hablamos de un almacén confinado, donde el aire no puede correr libremente y es necesario algún sistema de ventilación que fuerce su entrada y salida.

En cualquiera de los dos casos el diseño de la zona de almacén de residuos tendrá que tener en cuenta la peligrosidad de los elementos almacenados. Esto quiere decir que cuando se almacena determinado residuo peligroso que pueda contener cierta carga de elementos volátiles perjudiciales para la salud, se tendrá que situar de tal forma que la ventilación no afecte desde esa zona a otras limpias de ese agente.

Por supuesto los sistemas de ventilación forzada tendrán que estar diseñados de tal forma que no provoquen chispas o situaciones que puedan desencadenar emergencias dentro de la nave de la fábrica, y contarán con los filtros necesarios para evitar la contaminación de zonas adyacentes por las emisiones de la zona de almacenaje.

Además de estas indicaciones la propia normativa de PRL, la empresa indicará las necesidades de ventilación y aireación de estas zonas, sobre todo cuando estamos hablando de residuos que bien por su naturaleza o por su peligrosidad podrían formar atmósferas tóxicas, peligrosas y/o inflamables en ambientes confinados.

Zona de almacenaje de residuos peligrosos con ventilación natural

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.3. Aplicación de normas de seguridad y salud y protección medioambiental en la recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales En el desarrollo de este capítulo ha quedado demostrado que los residuos generados en la empresa tienen diferentes grados de peligrosidad, y que pueden derivar en situaciones de emergencia si no se ejerce un correcto manejo y gestión de los mismos.

Se han desarrollado las correctas formas de actuar en las operaciones de recogida, transporte y almacenamiento de residuos, y en algunos momentos también se ha apuntado que, además de la normativa específica para estos tipos de actividades, también existe otra normativa de aplicación que se preocupa por las normas de seguridad y salud en las operaciones de trabajo, como: • Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre Disposiciones Mínimas en Materia de Señalización de Seguridad y Salud en el Trabajo.

• Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las Disposiciones Mínimas de Seguridad y Salud en los Lugares de Trabajo.

• Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y sus Posteriores Modificaciones y Reglamentos de Desarrollo.

• Real Decreto 97/2014, de 14 de febrero, por el que regulan las Operaciones de Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera en Territorio Español.

• Normativa específica que afecte a las instalaciones en materia de medio ambiente, como por ejemplo la autorización de vertido, que dependerá de la situación de la instalación o la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.

El cumplimiento de todas estas normas implica que hay que controlar todos los factores de riesgo presentes en las actividades de recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales.

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Las zonas de carga y descarga han de estar correctamente balizadas y señaladas, han de ser de fácil acceso para los transportistas y, a poder ser, no influir en la actividad normal de la industria. Hay que evitar una mala praxis en la manipulación de los residuos más peligrosos, o los que no son peligrosos pero por su volumen pueden aumentar su capacidad de riesgo, no solo para las actividades de la empresa, sino también para la salud de las personas y el medio ambiente de la zona.

Por lo tanto, antes de poner en marcha las operaciones de recogida, transporte y almacenamiento de residuos industriales es necesario controlar, por lo menos, los siguientes factores: • Diseño de las áreas, desde las zonas de acceso y salida para los residuos, hasta la zona de almacenamiento y su interacción con el proceso industrial de la empresa.

• Medidas de seguridad, desde la seguridad vial de los vehículos que llevan a cabo las tareas de recogida y transporte, hasta las medidas de seguridad implantadas por la empresa para estas actividades y la zona de almacenamiento de residuos industriales.

• Formación de los trabajadores, tanto los propios de la empresa como los operarios externos que vienen a realizar un trabajo. No se puede dejar a un transportista asumir las tareas de recogida y transporte sin que previamente haya demostrado su formación mediante la correspondiente certificación.

El análisis de los riesgos asociados a estas tareas se convierte en pieza fundamental para poder realizarlas minimizando los mismos, y siempre atendiendo a la peligrosidad de los residuos que se van a manejar. Por supuesto el grado de peligrosidad de los mismos implicará la intervención de un operario correctamente preparado.

Este análisis y lo indicado en las diferentes normas de aplicación en las tareas de trabajo en la instalación se tendrán que ver reflejadas en una serie de normas que se deberán tener en cuenta cuando se está desarrollando cualquier tipo de trabajo en estas áreas.

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Resumen

Tal y como se ha descrito durante este capítulo, el hecho de realizar una actividad industrial conlleva, de forma intrínseca, la generación de un residuo.

Se podrán poner todas las medidas necesarias para minimizar su generación, se podrá actualizar la tecnología hacia procesos que generen menos residuos, se podrá valorizar o utilizar como materia prima en otros procesos, pero la realidad es que se acabará generando, y el productor que lo genera va a desarrollar una necesidad de deshacerse de él, ya que no es aprovechable para su línea de negocio.

En este momento comienza el camino del residuo, primero desde el productor, después con el gestor o gestores, hasta su tratamiento final o depósito final. Todas estas etapas conllevan un trasiego de residuos, con sus fases de transporte, almacenamiento, carga, descargar, etc., a las que hay que prestar atención para evitar posibles accidentes o situaciones de emergencia que siempre es conveniente reducir a su mínima expresión.

Con este fin se consigna una normativa de aplicación, desde la europea hasta la normativa autonómica o de ámbito local, que trata de definir todo este tipo de operaciones con el fin de realizarlas de la forma más eficiente y segura. De esta forma, será necesario el conocimiento de la diferente normativa con el fin de poder aplicarla correctamente.

Existen una serie de elementos que se deben tener en cuenta a la hora de efectuar las tareas de almacenamiento, transporte, carga y descarga de residuos peligrosos, como son la correcta situación de la zona de almacenaje de residuos, la compatibilidad de los residuos almacenados en el mismo sitio, la preparación de los residuos para facilitar las operaciones de carga y descarga, etc. Además, otros elementos serán obligados por la legislación vigente en la materia, como la codificación de los diferentes tipos de residuos, el tiempo máximo de almacenamiento, o la documentación que se ha de elaborar a la hora de llevar a cabo un traslado de residuos.

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Por último, existe otro tipo de legislación transversal que afecta a esta y a otras actividades, que se ha de tener en cuenta poder estar seguro de realizar la actividad de manera adecuada. Estas normas son relativas a la prevención de riesgos laborales, a la protección del medio ambiente, al transporte de mercancías peligrosas por carretera, ferrocarril, etc.

Todas estas consideraciones buscan un objetivo común, que es el de gestionar los residuos industriales de la mejor forma posible, segura, que no dañe el medio ambiente y que propicie los mejores canales de aprovechamiento de los residuos generados.

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Actividades 1. En un polígono industrial, diferentes clientes avisan de que tienen que hacer una retirada de residuos. Según el listado proporcionado a continuación, ¿qué tipo de vehículos se tendrían que usar para la retirada de los mismos?: Residuos: •

1 depósito de 3000 litros de aceite usado.

•

1 contendor de 6 m3 de escombros.

•

2 bidones de 200 l de aceite usado paletizado.

• 2 big-bag de envases plásticos contaminados.

2. Uno de tus clientes, que desarrolla la actividad de taller de vehículos de automoción, te indica que necesita una serie de envases para la gestión de sus residuos, para lo que te pasa el listado de residuos anuales. Según ese listado, ¿qué contenedores le recomendarías a tu cliente?: Residuos: •

Baterías usadas de plomo: 1500 kg.

•

Absorbentes contaminados: 300 kg.

•

Envases contaminados (plásticos): 300 kg.

•

Aceite usado: 2000 kg.

•

Filtros de aceite: 700 kg.

•

Anticongelante: 400 kg.

•

Aerosoles vacíos: 50 kg.

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3. De las siguientes clasificaciones, ¿cuál se corresponde mejor con la clasificación de residuos industriales atendiendo a su peligrosidad?: a) Peligrosos, asimilables a inertes, tóxicos e inertes. b) No peligrosos, inertes, peligrosos y tóxicos. c) Peligrosos, líquidos, gaseosos y valorizables. d) Peligrosos y tóxicos, inertes, asimilables a RSU y no peligrosos.

4. Según la Ley 22/2011, de 28 de julio, ¿cuál es el periodo máximo de almacenamiento para residuos no peligrosos?: a) 2 años con destino a valorización o eliminación. b) 1 año con destino a valorización o eliminación. c) 2 años con destino a eliminación y 1 año con destino a valorización. d) 2 años con destino a valorización y 1 año con destino a eliminación.

5. Relacione los siguientes residuos con su vehículo de transporte correspondiente: Aceite usado a granel.

Furgoneta pequeña.

Contendor de escombros.

Camión cisterna.

Anticongelante en bidones de 200 l.

Furgoneta o camión de medioformato.

RAEE de pequeño volumen.

Camión portacontenedores

6. ¿Qué significan las siglas ADR?: a) Asociación de productores de residuos. b) Acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera.

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c) Acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por ferrocarril. d) Acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por vía marítima.

7. De la siguiente relación de propiedades de los residuos, señale cuáles son solamente físicas: a) Poder energético, granulometría y punto de fusión. b) Composición, humedad y peso específico. c) Humedad, punto de inflamación y solubilidad en agua. d) Sequedad, insolubilidad en el aceite y conductividad.

8. El siguiente símbolo lo encontrarás en residuos con qué tipo de riesgo: a) Comburente. b) Explosivo. c) Inflamable d) Irritante.

9. ¿Cuál de las siguientes condiciones ha de cumplir la zona de descarga de residuos?: a) Estar al descubierto. b) Estar situada encima de una arqueta del alcantarillado industrial. c) Estar situada en la parte más alejada de la entrada y donde menos moleste. d) Contar con una rejilla perimetral que recoja cualquier vertido.

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10. La ventilación de la zona de almacenaje de residuos puede ser: a) Natural. b) Forzada. c) Manual. d) Las respuestas a y b son correctas.

11. Una garrafa es: a) Un contenedor anticorrosivo para residuos que puedan contener ácidos. b) Un contenedor de plástico con cierre de ballesta para residuos sólidos, líquidos o pastosos. c) Un envase metálico o plástico, con forma poligonal o rectangular, para residuos líquidos de escasa entidad. d) Un saco contenedor de material plástico, colocado en su soporte, para residuos generalmente sólidos.

12. La fecha de inicio de almacenamiento se sitúa: a) En el momento en el que se haga la retirada de residuos. b) Cuando nos acordemos de ponerla. c) Cuando se genera la primera unidad de residuo y se procede a su almacenamiento. d) Cuando el contenedor de residuos está lleno.

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