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7.4 Consideraciones sobre la zonificación y su relación con la gestión del área protegida
cabeceras de cuenca, glaciares, bosques de yungas, bofedales y otros, idealmente desde la perspectiva de la conservación, debería evitarse cambiar la zonificación de zona de protección estricta y/o considerar este aspecto en la adecuación ambiental pendiente de la mayoría de actividades mineras del ANMIN, de manera que se garantice que no haya afectación a los valores de conservación identificados.
Respecto a la parte media y baja, para la zonificación es importante tomar en cuenta los conflictos sociales existentes actualmente por solicitudes de concesiones que iniciaron sus trámites en COMIBOL bajo la Ley Minera anterior, y amparados en la ley transitoria 368 realizaron actividades e inversiones con la certeza de que sus contratos mineros serian firmados. Se ha encontrado conflicto de la existencia de más de 30 concesiones mineras legales, que en su mayoría se sobreponen parcialmente con zonas de protección estricta y zonas de amortiguación, de acuerdo a la última zonificación del ANMIN Apolobamba. La actividad minera es una parte importante de la economía de las comunidades y municipios que están dentro del área protegida, generando ingresos directos para los comunarios que son afiliados a cooperativas mineras y como generador de empleo para otros que no lo son afiliados.
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7.4 Consideraciones sobre la zonificación y su relación con la gestión del área protegida
Un aspecto importante es la ausencia de acciones permanentes de gestión del área protegida en la parte baja de esta, es decir los distritos de Carijana Pauje Yuyo (Municipio de Charazani) y Achiquiri (Municipio de Mapiri). Por otra parte se ha concretado el saneamiento y titulación de tierras, llegando al presente a titularse la mayor parte de la zona de protección estricta del distrito de Achiquiri y la zona central norte colindante con el municipio de Apolo y sumado a esto, las pocas posibilidades de generación de ingresos económicos con actividades productivas agropecuarias para las comunidades que habitan estas zonas del área protegida, alientan las expectativas respecto a la actividad minera que ofrece mayores posibilidades de generación de ingresos. Estos elementos plantean un escenario adverso para mantener intacta las zonas de protección estricta en estos los sectores mencionados. Es importante también tomar en cuenta la articulación de la zonificación con la gestión del área protegida, a través del marco estratégico y los programas de gestión del plan de manejo. En este sentido, durante la socialización del plan de manejo que incluyó la zonificación, se mostró a los actores sociales del área protegida los impactos negativos que causa la minería, al respecto ellos expresaron que reconocían dichos impactos, pero al no tener otras fuentes alternativas de ingresos, estarían dispuestos a realizar las siguientes acciones: a) Acciones necesarias para cumplir la normativa ambiental; b) Apoyar la gestión de fondos para el monitoreo ambiental de la actividad minera dentro la gestión del área protegida; c) Favorecer la presencia y actividades de protección y guardianía del personal del área protegida; d) Predisposición a que las áreas cuyo ciclo de producción minera llegará a concluir hasta la siguiente revisión de la zonificación, pasen necesariamente a ser “Zonas de Recuperación Natural o Restauración” Todas maneras estas acciones propuestas fueron incluidas en el marco estratégico y los programas del plan de manejo.
Estos elementos han sido factores importantes que se han considerado en el análisis para plantear la propuesta de zonificación que se detallan de manera puntual en las zonas donde se proponen modificaciones a la misma.