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Colectivizar los afectos

Ma. Fernanda Báez Vargas 6o Preparatoria

Desde pequeña, los medios, los cuentos infantiles, mi familia y círculo social me mostraron que solo había una forma de amar. Una forma de amar heterosexual, exclusiva y patriarcal. Siempre pensé que debía de verme de cierta manera para que un hombre me amara, ese era el único objetivo que debía fijarme. Pasé muchos años de mi vida esperando el momento en el que un hombre me amara, pero ahora eso ya no es así. Entendí que el amor es mucho más complejo que enamoramiento y sentimientos bonitos. El amor es mucho más que un hombre.

Nos han enseñado que solo puedes amar verdaderamente a una sola persona a la vez. Esto nunca me hizo sentido a mí. Yo pensaba que siempre debía elegir a una persona sobre la otra, siempre debía haber una preferencia por quien amara más. Con el paso del tiempo me percaté que existen otras realidades, con otras formas de amar. Me di cuenta que no tiene nada de malo compartir mi afecto con varias personas a la vez, desde un lugar de sinceridad y compromiso. El amor va mucho más allá que la exclusividad. La exclusividad no determina el cariño que le tienes a las personas. Incluso comprendí que no existe solo un tipo de amor, sino que el amor que le tengo a las personas es diferente para cada una. El amor desde hace mucho tiempo se ha concebido desde un marco bastante exclusivo e incluso individualista. Un nuevo paradigma, una

nueva forma de pensar el amor nos brinda la oportunidad de colectivizar los afectos. La colectivización de los afectos implica una responsabilidad individual, pero también colectiva. Esta propuesta pone sobre la mesa la importancia de revalorizar la manera en la que nos compartimos con las demás personas. Los vínculos románticos y sexuales no son los únicos que merecen atención y tiempo. Por esto mismo debemos reflexionar en qué posición se encuentran todas nuestras relaciones, y si verdaderamente vale la pena jerarquizarlas. Colectivizar los afectos implica amar y apreciar a las personas más allá del título y posición en la que se encuentran.

Desde mi punto de vista, debemos de repensar nuestras relaciones y nuestra concepción del amor. Busquemos esquemas que les acomoden a todas las personas, en los que se sientan cómodas. El amor no debe de doler, nadie es complicadx de amar. El amor conlleva trabajo, sin embargo es un trabajo que se lleva a cabo colectivamente. Éste no siempre es agradable, a veces puede ser incómodo, pero nunca doloroso. Por lo tanto, invito a todas las personas a repensar nuestras relaciones y nuestros afectos. Muchas veces no nos damos cuenta lo importante que es reflexionar sobre estos temas.

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