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Descripción de los socavones del Oasis de Pica, Matilla y alrededores
A pesar de que el concepto de los socavones es el mismo y están en el mismo entorno, cada socavón tiene su carácter: bien por su topografía, por su geología, si tiene o no agua, por las intervenciones antrópicas o formaciones naturales de espeleotemas, hasta su temperatura y falta de ventilación.
¿Cuántos socavones hay por debajo del Oasis de Pica-Matilla?
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Con el trabajo desarrollado entre 2014 y 2021, se han identificado 28 socavones en la zona de Pica, Matilla y Puquio Núñez. Adicionalmente, se han identificado por imagen satelital 3 entradas de posibles socavones en Matilla. En La Calera, ubicada al norte de Pica y en el faldeo oeste del Cerro Longacho, existe un socavón ampliamente mencionado en la literatura y que actualmente está en uso.
De los 28 socavones identificados:
• 21 de ellos son accesibles o parcialmente accesibles, por lo que su exploración ha sido posible junto con la realización de un levantamiento topográfico. La exploración ha sido completada con prospección geoeléctrica para ocho socavones con parte de sus secciones inaccesibles sea por derrumbe (Jesus María, La Quinta, San Isidro, Santa Elena I y II y Comiña) o por el sifonamiento de galerías (El Carmen y Concova).
• Seis socavones son totalmente inaccesibles debido a que su acceso está tapado con la arena del viento o intencionadamente clausurados. Se han identificado mediante observación de terreno, imagen satelital y/o prospección geofísica (Cementerio Nuevo, Miranda, Buena Esperanza I, Camino real y dos socavones situados al norte del socavón de Puquio Núñez; los Puquios de Casta o San Lucas y de los Baltierras o Barreda).
• El socavón de Miraflores al norte de Concova, actualmente en uso, tuvo una importante rehabilitación debido al colapso de sus galerías en 2010.
Casi todos los socavones tienen una orientación SO-NE, paralela a la dirección del gradiente topográfico máximo. Las únicas excepciones son Botijería (que tiene una dirección aproximada NNE-SSO) y La Quinta (que gira en ángulo recto desde su dirección inicial E-O).
Muchos nombres para 28 socavones…
Desde los inicios de identificación de socavones ha sido difícil ponerles nombre a muchos de ellos. En las antiguas escrituras, peticiones, cesiones, observaciones, testamentos, etc aparecen nombres de socavones que ha sido posible ubicar, pero que a día de hoy están identificados con otro nombre. Esto es debido a que la familia que adquiría los terrenos cambiaba el nombre del puquio; en otros casos estaban referidos a aspectos del entorno.
Así ya no se mencionan los socavones Gómez, La Comunidad, Los Algarrobales, Puquio Seco, Puquio Chávez, Puquio de los Hidalgos, Puquio de los Loayza, etc.
No es descartable que en un futuro surjan actualizaciones en este sentido.
Una galería principal y muchas ramificaciones… Se ha identificado un total de 19 kilómetros de galerías subterráneas por debajo de Pica, Matilla y Puquio Núñez.
De estos 19 kilómetros, casi 16 kilómetros son galerías principales y un poco más de 3 kilómetros son galerías laterales (ramificaciones). Se identificaron 234 galerías laterales.
• El socavón con la galería principal más larga es Comiña con 2.435 m, poner el 2do, y tercero
• Tb el sistema más largo, 2do y 3ro
• El socavón más corto es El Algarrobo con 27 m.
• Seis socavones tienen una extensión superior a 1.000 m (Comiña, El Carmen, Buena Esperanza II, El Sauque y San Isidro).
Podemos estimar que sumando desconexiones, zonas de derrumbes o inexploradas por cualquier motivo, el total de kilómetros de socavones podría ser en torno a los 21 km.
La identificación de la galería principal de los socavones con muchas ramificaciones fue a veces compleja. En algunos casos, la galería principal se identificó porque se encontró una placa de hierro con la mención “MATRIZ”; que puede entenderse como principal. Probablemente los carteles de metal, otros hacen mención a galerías como “E-110”, servían para orientar a los nuevos trabajadores o en caso de emergencia. En otros casos, la galería principal se definió en función de su aspecto de espina dorsal, o por ser la más larga o la galería con el último pozo.
Las galerías laterales no asociadas a lumbreras se encuentran generalmente en la sección de producción de agua, en contacto con el acuífero, y especialmente al final de la galería principal. El caudal del socavón podía aumentarse excavando galerías laterales que alimenten la galería principal como fue mencionado por muchos observadores que pasaron por Pica y Matilla en sus escritos.
Las direcciones y longitudes de las galerías laterales son muy variables. Algunas galerías fueron cerradas intencionadamente, semienterradas o selladas permanentemente con piedras a modo de tabiques, sacos de escombros e incluso cemento.
Probablemente cuando se secaban, se utilizaban para dejar los escombros de nuevas galerías o restos de limpieza evitando así la necesidad de volver a transportar tierra extraída hasta el exterior.
La galería principal y las galerías laterales terminan en general abruptamente, con dos o tres orificios horizontales cuya finalidad era aumentar el drenaje y el caudal de agua.
¿Cómo de grande es allí abajo? ¿Se puede estar parado?
El objetivo principal es generar el espacio suficiente para desplazarse pero no demasiado, lo que supondría trabajo de excavación innecesario y un mayor tiempo y coste de construcción. Por ello, en general, las galerías son estrechas. La anchura es más regular con un promedio de 0,8 m; mientras que la altura es más variable, pero que en promedio suele ser de 1,8 m. Lo suficiente para que una persona pueda desplazarse cómodamente, pero difícilmente para 2 personas que se cruzan, situación que se solucionaba con una pequeña oquedad en un lateral.
Obviamente hay excepciones. Sin considerar derrumbes, que en la mayoría de casos dejan las galerías más bajas o en otros más altas, es posible encontrar tramos de 0,5 m de altura, comúnmente llamadas gateras en espeleología (El Sauque, San Matías o Jesús María). Las alturas máximas registradas son de 7 m en Loreto, Puquio Núñez y Buena Esperanza II. FOTO Podemos asegurar que estas dimensiones extraordinarias, se deben a la re-excavación de galerías más profundas para llegar al nuevo nivel del acuífero, o aumentar el caudal de drenaje. Esto queda demostrado por los pequeños nichos o lucernarios para la iluminación que han quedado a unos 7 m de altura. Incluso es posible ver en un mismo tramo el lucernario actual, a la altura de la cabeza y el antiguo.
Otra excepción destacable a modo de ‘sala’ o espacio intencionadamente grande lo podemos encontrar en El Sauque. Se trata de un cruce de galerías donde aparentemente se construyó una estación fluviométrica que midiera el caudal de agua antes de que saliera al exterior.


¿Cómo el agua sale sola hacia fuera?
La pendiente del suelo de las galerías es un factor clave en la construcción del socavón. Una pendiente demasiado fuerte implica una mayor velocidad del agua lo que provoca la erosión del suelo de la galería. Al contrario, con una pendiente insuficiente, el agua no tiene suficiente velocidad y tenderá a estancarse depositando sedimentos o no llegar al exterior.

La pendiente del suelo de la galería principal varía según los socavones. La mayoría tienen una pendiente óptima, es decir, entre el 0,2% y el 0,5% (Comiña, El Carmen, Buena Esperanza
II). Pero algunas galerías tienen una pendiente superior a la normal, por encima del 0,5% (Sauque y Puquio Núñez con 0,9%), y excepcionalmente incluso por encima del 1% (Loreto con 1,35% y San Matías, con 2,6%). En todas las galerías con mayor pendiente se observa una capa dura de roca ignimbrita (roca volcánica), excepto en Puquio Núñez. Como mencionado anteriormente, cuando los trabajadores se encontraban con una capa de ignimbrita, era muy difícil o imposible seguir excavando la galería. Para no abandonar la galería y todo el trabajo invertido, la única opción era sortear el obstáculo. En esos casos, los trabajadores continuaban unos metros más arriba dejando un escalón que podía ser superior a 2 m. A veces el suelo de la galería tiene un canal labrado directamente en un lateral, curiosamente, siempre a la izquierda si nos desplazamos hacia el interior de la cavidad. Así se facilitaba su transporte al exterior, no se interceptaba al transitar por la galería y era más cómodo para desplazarse. En algunos socavones estos canales están reforzados con baldosas de greda cocida o cemento, (Comiña y destacablemente en Santa Elena) FOTO para facilitar la escorrentía hacia el exterior y evitar que el agua captada se vuelva a infiltrar en el suelo arenoso.

En los últimos años, el suelo de algunas galerías se ha cubierto con rollos de plástico o se han instalado tuberías de PVC o cemento para evitar la pérdida de caudal por infiltración (Loreto, San Isidro, Puquio El Molle).
Es posible observar otros canales ‘a media altura’ (El Carmen o San Matías) que acompañan bajadas de fuerte pendiente.