El paseo de Juan Ramón Jiménez por Madrid. Los 36 años que pasó el poeta Premio Nobel en nuestra capital, sus impresiones, preferencias y anécdotas. Madrid - 10 de noviembre de 2017
“En este libro quiero dejar en pie al Madrid eterno, lo bueno y bello de antes y de hoy… y un poco de lo de mañana.” Juan Ramón Jiménez – Actualidad y futuro. Sin duda Juan Ramón Jiménez dejó en pie al Madrid de antes y de ahora durante los 36 años que vivió en la ciudad con algún que otro intervalo. Hemos aprovechado una tarde tras sus pasos por la ciudad intentando recrear la experiencia. Para hacerlo hemos contado con la ayuda de nuestro director José Antonio Expósito, experto en el tema. Para comenzar hablemos de su llegada, el motivo. Juan Ramón Jiménez llega invitado mediante una tarjeta postal de Rubén Darío y Francisco Villaespesa para luchar por el Modernismo en España. Los célebres poetas le descubrieron gracias a los poemas que enviaba a varios periódicos en Madrid, donde eran publicados. Al recibir una postal firmada por nada menos que Rubén Darío llamándole poeta, rebosante de felicidad tomó los dos libros de poesía que había escrito, pero no publicado y marchó a conocerle. Una vez aquí publicó los dos libros como Ninfeas y Almas de Violeta animado por sus amigos. De esto se arrepintió poco después, pensaba que eran libros precipitados, inmaduros y que tenían muchos fallos, persiguió esos libros toda su vida, cada vez que veía un ejemplar lo rompía, quería que desaparecieran. Digamos que la capital no agradó demasiado al poeta. Por lo que tras publicarlos volvió a Moguer, su pueblo natal. Ocurrió allí un incidente que marco su vida y le ocasionó un gran desequilibrio, la muerte repentina de su padre una noche. Por ello a sus 19 años entró en una gran depresión, temía a la muerte y siempre pensó que iba a morir como su padre. A causa de esta obsesión vuelve a Madrid con su familia en busca de ayuda psicológica. La encontró en Luis Simarro, un famoso psiquiatra que le recomendó ir a un psiquiátrico en el sur de Francia. Pasados unos meses allí, en los cuales tuvo numerosos amoríos, ya más recuperado se trasladó de nuevo a Madrid, al Sanatorio del Rosario, recomendado por el doctor Simarro. Según el poeta esos fueron los dos mejores años de su vida, donde recibió visitas de Rubén Darío, Antonio Machado y otros poetas de la época. Juan Ramón tenía una vocación nata de formar nuevos poetas, animarles, alentarles a escribir que le viene de su maestro de la Institución Libre de Enseñanza, cosa a la que dedicó parte de su tiempo durante este periodo además de escribir mucha poesía. Se ganó también la fama de ser una persona muy sensible, muy exquisita. Tuvo relación con dos novicias del convento, lo cual fue muy polémico y sonado por el Madrid de la época. Nuestro poeta disfrutaba
EL MADRID DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
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