El Greco: Cristo con la cruz a cuestas, óleo sobre lienzo, 57’5 x 38’5 cm, c. 1585-1590, colección particular.
Cuántas cosas hemos aprendido con Carmen Garrido! Podríamos decir que, por su profunda manera de ver y analizar obras de arte pictóricas, la Dra. Carmen Garrido ha sido, sin duda, una de las figuras más innovadoras de la historia del arte española y europea. Pocos meses antes de morir, el 8 de diciembre de 2020, concluía el último estudio que realizó sobre un Cristo con la cruz a cuestas, de El Greco (c. 1585-1590), uno de sus pintores favoritos. Un largo estudio que realizó con nosotros, en Lleida, en su casa en Madrid, y con visitas de estudio en Toledo y en el Museo del Prado.
El Greco: Cristo con la cruz a cuestas, detalle del rostro.
En concreto se trata de un pequeño lienzo de 57’5 x 38’5 cm que entró en 2018 en las instalaciones de Parque Científico de la Universidad de Lleida para ser estudiado por Carmen Garrido, Mariona Navarro y Ximo Company. Entró como una obra desconocida, totalmente inédita y anónima (que por cómoda inercia se consideraba con cierto temor afín a El Greco), pero después de las pruebas y análisis realizados en el Centro de Arte de Época Moderna (CAEM), de la Universidad de Lleida, y de repetidas visitas de Garrido en Lleida para estudiar la pieza a pie de obra, ha resultado ser una obra auténtica del maestro cretense. Está firmada “Domenikos Theotokópoulos e’poiei” (“hecho por Domenikos Theotokópoulos [El Greco]”), en la parte inferior del tronco de la cruz. Y se corresponde con la firma más tradicional utilizada por El Greco, compuesta por letras pequeñas en cursiva y en griego y realizadas en tierra marrón muy diluida. Aunque la calidad de la obra es indiscutible, podríamos aceptar que estamos ante una firma retórica de las numerosas obras salidas de la prestigiosa marca registrada del amplio obrador de El Greco. Por otra parte, estamos ante un lienzo típico de otras obras de El Greco, de lino de estructura sencilla de tipo tafetán, con 14 hilos de trama por 15 de urdimbre en torsión Z por cada cm2. La paleta cromática también coincide: una mezcla de blanco de plomo, azurita, bermellón y carbón, dejando entrever en muchas zonas el rojo de preparación, hecho con suelos de almagre; que en efecto, unifica el valor tonal del cuadro. Su espectacular iluminación es configurada con blanco de plomo y amarillo de plomo estaño. La hipótesis formulada por el CAEM y por Garrido es que este pequeño lienzo, que se convierte en un poderoso rostro de un Cristo enormemente impactante, silencioso y expresivo, habría podido formar parte de las obras que El Greco almacenaba en su taller con el fin de ser mostradas a la clientela toledana de finales de siglo XVI. Una especie de modello o riccordo afortunado y demandado en aquella época, propio de lo que los
El Greco: Cristo con la cruz a cuestas, fotografía infrarroja. No se observa ningún tipo de dibujo preparatorio o subyacente. Esto indica la facilidad y el indiscutible maestrazgo de su ejecución.
Detalle del proceso de investigación. De izquierda a derecha, en el CAEM, en el Parc Científic de la Universitat de Lleida, aparecen Mariona Navarro, Carmen Garrido y Ximo Company.
grandes pintores preservaban en su propio obrador como base operativa de otras posibles versiones similares. Sin embargo, por el refinado acabado de esta exquisita obra, además de sus pequeñas dimensiones, también podría tratarse de una obra concebida para un oratorio privado de algún noble o clérigo toledano. Revisando la documentación publicada se sabe que, en el inventario de los bienes de El Greco, realizado por su hijo Jorge Manuel Theotokópoulos entre el 17 de abril y el 7 de julio de 1614, se hace mención a un cuadro con el curioso título Christo cono la cruz a cuestas pequeño; sin duda, podría hacer referencia a nuestra obra, ya que después de comparar con todo detalle con otras obras de la misma iconografía, no nos consta que haya ningún Cristo con dimensiones más pequeñas que el estudiado en el CAEM. Este icono cristológico es una de los más exitosos y afortunados salidos del famoso obrador de El Greco. Él lo repitió en numerosas ocasiones y tuvo una gran aceptación entre su clientela. En 1967 el experto norteamericano Harold Wethey catalogó hasta 11 originales de este mismo tema, entre los que destacan las versiones del Metropolitan Museum of Art, Nueva York, y del Museo del Prado. Otros como los del Museo de Buenos Aires o el de Palacio Real de Rumania, parecen de calidad algo inferior. Posiblemente, si la obra estudiada en el CAEM, un modello como apuntó Garrido, concuerda con la que aparece en el inventario de 1614, esta habría podido inspirar el resto de versiones de cristos portacroce (con la cruz en el cuello). En definitiva, un gran descubrimiento que certifica el buen olfato, el pensamiento reflexivo y la mirada penetrante de Carmen Garrido. Su fecunda maestría permanece íntegra en el CAEM, en el Parque Científico de la Universidad de Lleida. Muchas gracias, queridísima Carmen. Mariona Navarro & Ximo Company