
1 minute read
Aprovechar cada momento de la vida
laura visansay Enfermera Residencia Santa Provença
BARCELONA — ES
Durante los primeros días, diría 15 o 20, estuve durmiendo en una habitación aparte, pues vivo con mi marido y una niña de cinco años. Me empecé a aislar cuando vi lo complicada que estaba la situación.
Al principio parecía que nos estábamos librando de que entrara el bicho a la residencia y estábamos contentos. Pero de pronto empezó a aparecer un caso y rápidamente brotó el resto. No entendíamos cómo podía haber entrado cuando ya llevábamos como una semana de anticipación, pero claro, justamente el fin de semana previo habían venido familias y habían estado en contacto con los residentes e incluso con auxiliares. Una semana antes, íbamos sin epis, y claro, ahí fue cuando empezaron los contagios.
Lo que se decía por los medios de comunicación de las residencias lo vivíamos mal, porque desde aquí adentro se veía el esfuerzo que estábamos haciendo, la implicación de todos los sanitarios. En alguna ocasión incluso dije: no veo más ni telediarios, ni prensa, ni nada porque me pongo mala.
Ahora, en agosto, cuando ya han transcurrido meses, todo es más complicado. En mi caso vengo de vacaciones y la verdad es que no tenía ganas de regresar, porque no sabía si estaba preparada para volver a pasar nuevamente lo mismo. Pero muy pronto piensas en ellos y sabes que tienes que ser fuerte y seguir para adelante, y si toca otra vez, pues a detectarlo lo antes posible.
Pienso que todo lo vivido sirve para situarse en la realidad, para aprovechar cada momento de la vida. A nivel general, todos llevábamos un ritmo de vida muy acelerado.
Después de esto considero que tendríamos que mantener ciertas medidas de protección e higiene y deberíamos tomar conciencia de que hoy es este bicho y que pueden activarse otros, por lo que deberíamos protegernos de por vida. �