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Todas las emociones de la vida concentradas en unos meses

isabel rico Enfermera Residencia Mas Camarena

Esto ha sido como si hubiéramos cogido las emociones de toda una vida y las concentrásemos en unos meses, esa ha sido la intensidad.

Creo que a nivel organizativo hemos realizado un cambio radical. Éramos un centro abierto donde las familias formaban parte del cuidado diario, eran una parte más en el engranaje del cuidado de nuestros mayores, incluso participaban en las formaciones que íbamos haciendo.

Pero ahora, a partir del sellado del centro, hemos tenido que aprender a trabajar de otra manera. De la socialización pasamos a hacer un cuidado más individual, donde no se pueden mezclar unas personas con las otras. Hasta el momento seguimos siendo un centro con cero contagios, tanto en el personal como en los residentes.

Nosotros en el equipo, entre auxiliares, mantenimiento, oficios, enfermería y médicos, teníamos en el momento de la pandemia 71 personas y los residentes eran 119, todos muy

VALENCIA — ES

frágiles, porque son personas mayores y nuestros jóvenes residentes viven conectados a ventilación asistida, son grandes dependientes. Por lo tanto, si el virus entraba al centro era fatal.

La comunicación ha sido la base del trabajo del equipo. No hay nada que yo supiera y que el resto del equipo ignorase. Me refiero a todos: limpiadoras, personal de cocina, auxiliares, etc. A nuestros residentes les hemos ido informando sobre la marcha las decisiones que tomábamos y que les afectaban directamente, como fue la sectorización de zonas. Recuerdo a una señora que tiene más de 100 años y que todavía mantiene bastante bien sus capacidades, le explicábamos y su comentario era: sí que es una gripe muy mala, eso fue hace 100 años que me acuerdo.

En Sanitas mayores tenemos una app que podemos contactar con las familias, es un proyecto bastante nuevo, tendrá un año y medio o dos. La activan en su teléfono móvil y así en cualquier momento pueden escribir a cualquier profesional del centro.

Aquí llevo 15 años, porque desde el 99 hasta hoy no he parado de trabajar, o sea, ya son 21 años como enfermera. En estos meses, también he debido proteger a una hija y a un hijo, además de mi marido, porque soy la única que sale a la calle. �

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