ESTUDIANTILES PARA LA ESCUELA NACIONAL DE SERCICIO SOCIAL







LAS SENDAS NOS DIRIGEN A LOS NODOS
Para comprender la aproximación de mi propuesta es menester que empiece con los últimos puntos de la tesis, ya que creo que mi proyecto, por la particularidad de su caso, está hecho de forma cíclica, empezando por el final para comprender el principio. Podemos observar que la Escuela Nacional de Trabajo Social está compuesta por 6 edificios esencialmente, interconectados entre ellos por rampas y una circulación principal que apunta hacia el norte, que funciona como el tronco que direcciona el resto de las sendas. Los ramales secundarios están establecidos por los pasillos hacia las diversas aulas las terciarias son los recorridos dispuestos por el usuario dentro de las áreas verdes, que se acostumbran usar para el esparcimiento, el ocio y la actividad deportiva de pequeña escala. Los principales nodos son los puntos de encuentro generados por la propuesta, dentro del jardín rocoso sobre los polos norte-sur del conjunto.
CIRCULACIONES






UN SÓLO TEJIDO

LOS NODOS DEFINEN EL TRAZO, LA FUNCIÓN, EL ESPACIO PÚBLICO
Tenemos dos grandes focos de acceso de norte a sur, establecidos por los polos opuestos de los estacionamientos, el del frente para profesores y el de atrás para estudiantes. A pesar de que son grandes mantos de concreto, la vegetación disimula esto, proporcionándoles diversas sombras durante el año. Si bien puede resultar un poco pesada a apariencia de los volúmenes dentro del sitio, estos dialogan con su entorno de florecimientos rocosos por medio de largas rampas y escalinatas que generan una interacción diáfana, en donde no se sabe desde donde empieza el arriba y el abajo..
Esta relación de lo construido con la natura se vuelve una integración del volumen con el sitio, donde los edificios extienden sus brazos hacia el resto del conjunto, y esto es porque el tema del sitio es la topografía, de manera que mis intenciones de diseño es que la propuesta ayudase a aprovechar estas divisiones ramales para un mayor aprovechamiento del espacio disponible, para el esparcimiento del profesorado y cuerpo estudiante en tiempos de pandemia.



La unión de estos flujos forma un solo tejido humano que interactúa con los volúmenes dispuestos al servicio de este árbol invisible que gobierna la deambulación de sus usuarios. En él, he dispuesto libremente esta propuesta de arquitectura estudiantil de uso temporal para que se resalte sobre y alrededor de los distintos ramales de circulaciones, mi propuesta sean las hojas que “adornan” la escala en ese árbol.
EL EDIFICIO DOMINANTE EXTIENDE SU “TRAZO” HACIA EL CONJUNTO
Los módulos estudiantiles que hice están dispuestos alrededor y algunas veces dentro de los edificios mismos ya que tienen la capacidad de transformarse al antojo y según las necesidades particulares de los estudiantes. Para crear una moldura adaptable que es capaz de transformarse me inspiré en el pabellón urbano de Vallo Sadovsky Architects y, como interacción social de adentros y afueras por medio del color, en el pabellón temporal Afisha de Project Eleven.
Me percaté que la solidez de los edificios y la medida de las aulas hace que la población circulante sea estacionaria, cosa no muy buena si queremos evitar la propagación de la epidemia. En mi ensayo critico menciono que la situación actual nos ha llevado a explorar nuevas ideologías para redactar una arquitectura no solamente nueva, sino que redefina al afuera como adentro, aprovechando los exteriores a tal grado que se vuelvan una prolongación del espacio vital heideggeriano.



EMPLAZAMIENTO
EL TEJIDO DIALOGA CON EL SITIO
El tejido de esta zona está algo aislado del resto corporal de la Ciudad Universitaria, lo que le da una bondad natural por estar cerca del área de deportes, hundida entre la vegetación de yacimientos volcánicos tan característica de esta zona. Esta disposición en planta es fiel a los estatutos de tipología arquitectónica de los años 70 que fue cuando la escuela fue separada de la Facultad de Derecho para tener su propio espacio. Del lado oeste tenemos las aulas estudiantiles, orientadas de norte a sur para la ventilación cruzada típica y necesaria para este tipo de instalaciones. Emergen columnas y trabes de grandes proporciones y un ritmo regular de vanos. Del lado este están la biblioteca y el auditorio Dr. Manuel Sánchez Rosado, que son edificios de concreto sólido, formados por plantas sobrepuestas en forma de herradura, que muchas veces generan bóvedas en el vacío de sus esquinas dan la impresión de una monumentalidad abrumadora. Es similar a un triángulo equilátero, cuya volumetría entra en navaja en la circulación de pasillos, tal era el lenguaje brutaliza de estos años, sobre todo para edificios de carácter público o educativo. Las columnas se multiplican innecesariamente para agudizar la sistematización y organización basada en la geometrización del espacio, y en la repetición. La planta baja es libre; se muestran a través de ritmos que alternan entre lo abierto y lo cerrado, diálogo que gusto ensalzar en esta propuesta.
LOS TRAZOS HACEN
UNA SOLA FORMA COMPOSITIVA
De manera que, de este árbol de circulaciones, nace una sola forma compositiva: un contenedor plegado-estirado. El módulo es de un metro ochenta por tres metros de largo por dos cuarenta de altura. Está compuesto por una estructura sencilla, pero de alto rendimiento, de perfiles galvanizados perforados de inmersión de acero. Sus ranuras permiten colocar tornillos para ménsulas, mismas que sirven para desplegar tablas pequeñas o grandes según la necesidad que se presente. Esta idea la incorporé sobre todo de las mesas innovadoras de la marca Ikea, que son transformables para espacios especialmente reducidos. La estructura de rieles también permite la fácil inmersión de instalaciones eléctricas, aunque estas se usarían en la noche ya que gran parte de la piel que cubre mi módulo permite que la luz pase completamente sin calentar, pues está conformada por láminas de policarbonato, de un metro ochenta y tres por dos cuarenta de altura. Escogí policarbonato y no acrílico porque son resistentes a temperatura extrema, ya sea fría o caliente


Al contar con sistemas de conexión a presión, que aseguran que el aire y el agua no puedan penetrar en el edificio. Además, son duraderas, pueden soportar el impacto de granizos y otros elementos no deseados. Están diseñadas para expandirse contraerse a medida que las temperaturas suben y bajan, por lo que no se agrietarán ni romperán, ofreciendo una gran flexibilidad. El policarbonato se ensambla a los perfiles U y a las cintas de aluminio porosas. Para ensamblar la estructura se unen escuadras y esquineros galvanizados con tornillos. En el techo de la estructura se observa un riel dispuesto a cada 50 centímetros porque es lo que normalmente










LOS SECTORES RESPONDEN AL CONTEXTO INMEDIATO
Según mis observaciones, las circulaciones debían ser aprovechadas para llevar a los estudiantes, esta vez, al exterior; se invita a salir. Así las circulaciones terciarias desaparecen y teóricamente se volverían las principales, porque no seguirían un eje establecido.
Los dispositivos que diseñé, por sus características materiales, funcionan como cámaras herméticas (varios módulos unidos entre sí para formar un pasillo) bien como antesalas porosas (gracias a las cortinas) o bien como puentes abiertos que invitan al encuentro. Poder montarse y desmontarse fácilmente, que es la característica primordial de la arquitectura efímera, junto con la flexibilidad y movilidad. Cada sector puede transformarse respondiendo al contexto inmediato del cual se sumerge. Si los extendemos y reacomodamos en las superficies rocosas de la topografía, se vuelven circulaciones flotantes, como un tetris hecho de cristales, pero colorido en el interior. Si se aparta uno solo, es un pequeño cubículo para un estudiante. Vemos entonces un tema más que se suma al proyecto: el dinamismo dentro de la morfología.
EL CONTEXTO “DICTA” EL USO Y LA FUNCIÓN DE CADA SECTOR
El objeto en sí está compuesto por elementos montados sobre ruedas que se pueden mover conectar para que se cierre y compacte o se abra sin apretar. Durante los meses de verano se puede utilizar para diversas actividades culturales: una representación teatral, un concierto o un bazar. De manera similar a cómo un concierto se diferencia de una representación teatral, la estructura propuesta puede adaptarse y cambiar.



La cuerda, siempre un material relegado a tareas de servicio, se deja relajar y se convierte en una piel, expandiéndose y contrayéndose por medio de los rieles, y así, funcionar como una pared para cerrar espacios, una barrera para dar privacidad, ser un límite visual y, al mismo tiempo, dar colorido al lugar. Puede colocarse tanto en el interior, y en el exterior. Los filamentos se pueden agitar con el viento y brillar al sol con sus colores cambiantes. Siendo debidamente espaciados, construyen una cortina traslúcida que filtra rayos de luz, impidiendo que uno viera inmediatamente el interior.
Durante el día, las láminas de policarbonato que formaban la superficie acentuaban su presencia arrojando luz solar deslumbrante, atrayendo a los visitantes a no mirar más allá de las paredes. Las sábanas se convirtieron en algo para mirar en lugar de mirar a través. Iluminando los interiores de manera suave y uniforme durante el día, y generando "edificios-linterna" durante la noche, estas superficies también podrían ser programadas para mostrar y reproducir diferentes imágenes, colores y anuncios sobre sus fachadas.
EL ESPACIO “EMITE UN MENSAJE”
Con la estructura del módulo, se adopta una postura de dignificar la pobreza, en contra de la voluntad de modernización, de recopilar y enaltecer lo que pertenece a la arquitectura social. La nueva monumentalidad, contraria a los edificios de la escuela de los años 70, no está dictaminada por su grandeza volumétrica y sólida, sino que está en la transparencia de las nuevas generaciones, que comúnmente se dice que son más de mente abierta. La propuesta está basada en la exigencia de la simplicidad en cada unidad de los módulos, teniendo simetría, proporción, claridad tipológica, homogeneidad entre planta y alzado y un orden establecido que se arma, como rompecabezas, sobre el terreno del espacio abierto.
Con respecto a las cortinas de colores, aquí quería mostrar algunas de las tesis de Aldo Ross sobre el arte de la memoria para que cada marco se vuelva un tapiz en medio del espacio, que de alguna manera podría referirse a la esencia propia del trabajo de la escuela, en donde se resaltan varias gamas y matices de las ciencias sociales que convergen en un solo conocimiento de apoyo para la universidad.




EL MENSAJE ESTÁ EN EL SIGNO
La trascendencia es la dialéctica de lo transitorio y de lo imperecedero puesta de manifiesto en los módulos estudiantiles. La división entre el acomodo modular público la esfera privada genera una estructura racional que acoge tanto la visual de los estudiantes como la de los edificios en su entorno, dando sugerencias de vida contenida en la propuesta arquitectónica.




EL MEDIO AMBIENTE DICTA EL ESCENARIO DEL ESPACIO
La arquitectura puede volverse como varias escenas que representan las vicisitudes del hombre; con toda la carga de los sentimientos de las generaciones, de los acontecimientos públicos, de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos. El elemento colectivo y el privado, sociedad e individuo, se contraponen y se confunden con la sistematización de estos módulos colocados unos contra otros, formando varios marcos entre el abierto, cerrado, exterior, e interior, hasta deconstruirse y formar un ambiente nuevo, más adecuado al general. Es así como la propuesta da un valor agregado al estudio. Su iniciativa de larga duración invita tener la esperanza de que, dentro de un contexto urbano, pequeños cambios puedan generar grandes efectos.



































MÓDULOS COLOCADOS A MANERAS DE PLATAFORMAS


El objeto es una reinterpretación de un salón que es un espacio común de comunicación y actividad en cualquier piso, conteniendo sobre sí mismo un mensaje. Sin negar los edificios existentes, se busca dialogar con ellos por medio del contraste, ya que partir de sus formas predominantemente verticales he colocado una propuesta horizontal. El entorno sistematizado de los edificios es en extremo ordenado, de manera que esta propuesta rompe y agrega un poco de desorden, que va de la mano con las actividades y corrientes que han permeado los movimientos sociales más recientes. El mensaje del signo es una respuesta material a esto. Con sus paredes semitransparentes junto con las cortinas de arco iris, el pabellón hace que se destaque de entre los alrededores. Las fachadas translúcidas se componen de paneles "acristalados" ligeros que se utilizan en el exterior de los edificios, protegiendo la construcción del daño del clima, la humedad y la erosión. Su composición de micro celdas de policarbonato entrega una luz suave y naturalmente difusa, y es así como la propuesta agregar un valor en sus relaciones socioculturales de los estudiantes de la licenciatura, para que estas sean transparentes, moldeables a diferentes posibilidades de su memoria colectiva.


El “tipo” es una noción abstracta para su comprensión hay que concebirla como forma. Los aspectos del trabajo social son, como bien lo dice su nombre, sociales, que se vinculan con el estudio del tipo, y así se garantiza la evolución de valores tradicionales de una sociedad; tal es el caso que mi propuesta interviene con los paradigmas establecidos del brutalismo e incorpora la transparencia al contexto en el que se emplaza, de manera diferente, pero armónica, acompaño a los estudiantes basando mi proyecto en estos ideales, que son los suyos. Sin revestimientos, los módulos estudiantiles aprovechan los exteriores, ya que quería incorporarlos a la propuesta, de manera contraria a como hacen los edificios de la Escuela que se encierran en sí mismos con su solidez volumétrica. Así resignifico su propósito como

