3 2 | V I V E U R U G U AY
CHACRAS CERCA DE LA COSTA EL YIN Y YANG EN URUGUAY QUIEN VENGA A URUGUAY POR PRIMERA VEZ SE DARÁ CUENTA RÁPIDAMENTE DE QUE, APARTE DE TODAS LAS DEMÁS FACETAS, EL PAÍS TIENE DOS CARAS BASTANTE DIFERENTES.
E
n primer lugar, por supuesto, está el vasto interior, el mundo de los gauchos y los rebaños de ganado, un mundo lleno de tradiciones vivas y tesoros naturales vírgenes, un mundo en el que a veces los relojes parecen haberse detenido. Lo que está, permanece, y muchos de los que vienen también. Los que visitan Uruguay, frecuentemente quedan enamorados de estos aspectos. Sin embargo, los visitantes del país suelen conocer primero una cara completamente diferente de Uruguay, es decir, la franja costera entre Piriápolis y José Ignacio y allí, por supuesto, sobre todo: Punta del Este. ¡Aquí los relojes nunca se detienen! Este mundo es un ir y venir, porque esta parte de Uruguay está fuertemente influenciada por el turismo, y a veces también por el brillo y el glamur, las estrellas y los famosos. Los polos opuestos no siempre se atraen, pero en el caso de las dos caras de Uruguay, ciertamente lo hacen, como demuestran no sólo las legiones de uruguayos que viajan a la costa cada año junto a los numerosos turistas extranjeros, sino también, a la inversa, los turistas de los balnearios, que en verano se desplazan desde las playas a verdaderas “joyitas” rurales cercanas a la costa, como el apreciado Pueblo Edén, Villa Serrana cerca de Minas o Pueblo Garzón, donde buscan, encuentran y disfrutan de la paz y la tranquilidad del campo, lejos del bullicio. Ambas caras pertenecen a Uruguay y juntas son emblemáticas de un país en movimiento, donde una modernidad joven y orientada al futuro va de la mano con una estabilidad conocida y consciente de la historia. Quien visita al Uruguay y simplemente quiere conocer el país y su gente, no tiene que elegir entre estos mundos, solo tiene que mirar a su alrededor, quizás haga alguna excursión por el interior, por ejemplo una visita a alguna de las bodegas, ahora también de renombre internacional, como la famosa Bodega Garzón -¡muy recomendable, por cierto!- y si no, disfruta de las playas o del ambiente desenfadado de los paraísos del surf en La Barra y Manantiales, sentado en un acogedor café callejero con una copa de Tannat. Pero es una historia diferente para quien quiere establecerse en Uruguay. Uruguay tiene una larga historia de inmigración y sigue siendo, o vuelve a ser hoy, un destino popular de emigrantes, no sólo para muchos argentinos, sino desde hace 20 años cada vez más para europeos y estadounidenses.