7 minute read

Shows

LALI

La artista ancló su #DisciplinaTour por primera vez en el Movistar Arena donde mostró todo su talento y despliegue escenográfico en un ovacionado concierto sold out. La puesta en escena incluyó pantallas de alta generación, bailarines, diversos looks e invitados especiales como Cazzu y Santi Maratea y recorrió su historia musical además de estrenar en vivo su último single "2 Son 3". Como antesala de este concierto, SEDAL se hizo presente acompañando a la artista con un meet and greet y una activación de estilismo donde quienes se acercaran podían acceder a la realización de peinados con brillos y productos de la marca. El 3 y 4 de diciembre la artista argentina volverá a presentarse en el mismo escenario también con entradas agotadas.

Advertisement

LOS GARDELITOS

La banda hizo vivir a su público fiel una jornada histórica en el Estadio Argentinos Juniors de La Paternal. El concierto fue un recorrido por su discografía comenzando por el último single “Sortilegio de Arrabal” para culminar con su primer disco “Gardeliando”. El show se extendió por unas cinco horas y en cuanto a la puesta, el escenario estaba decorado por el “Tarot Criollo” y visuales distintas para cada canción.

RUGGERO

Ruggero tuvo su reencuentro con el público argentino, actuó por primera vez en el Teatro Opera de Buenos Aires para presentar su álbum Volver a Cero en vivo y dar inicio a su gira mundial con fechas en el interior del país, Uruguay, Ecuador y México. El show tuvo una puesta impactante, estuvo lleno de sorpresas e incluyó también canciones de su trayectoria musical.

> ROSALIA <

La española desplegó su demoledor Motomami World Tour con dos shows sold out en el movistar arena: emoción, referencias a Mercedes Sosa, Astor Piazzolla y performances inolvidables.

POR WALTER GARRÉ | FOTOS: TUTE DELACROIX

En ocasiones nos encontrarnos con pensamientos o emociones que son difíciles de llevar al terreno del lenguaje, mucho más vivenciales que unos simples caracteres agrupados. Es ahí donde la palabra no transmite el poder del sentimiento y se queda corta; donde los gestos no alcanzan y los tonos son insuficientes. Eso fue precisamente lo que ocurrió en las dos presentaciones de Rosalía en el Movistar Arena. La vertiginosa carrera de la catalana se encuentra en su mejor momento y el Motomami World Tour vivió dos noches cargadas de energía y emociones, arriba y debajo del escenario.

El show tuvo un comienzo demoledor con “Saoko” (con la estética del álbum y reminiscencias al animé japonés) seguido de “Candy” y “Bizcochito” que lograron en apenas 10 minutos hipnotizar a un estadio que quedó rendido a sus pies. Ese golpe de efecto permitió el desarrollo conceptual de un show tan cargado de significados como de música y pasión. Porque si bien la puesta en escena es minimalista en extremo, el Motomami Tour está cargado de sentido y es un evento en constante acción y transformación. Es una desmaterialización de la idea en el lienzo blanco a favor del concepto, que es la transformación en vivo. Una performance en la que el cuerpo es el instrumento principal: no los videos, los artificios o las exageraciones: es el cuerpo de Rosalía al servicio del arte. Son los cuerpos de los ocho bailarines al servicio de la catalana. Son los que forman una moto humana a la que Rosalía se sube, y esa energía en constante transformación es la que muta en el escenario. En una época donde los shows se crean y piensan para distraer, Motomami está construido para atraer.

Como en la mitología, todo acto magnificente requiere de un sacrificio humano y es Rosalía la que se expone y deja todo en el escenario: su pelo, maquillaje, sus lágrimas, su transpiración y su canto. Porque el éxito de Rosalía no radica ni en los hits ni en la performance, sino en su autenticidad. Es conocida y repetida hasta el cansancio la frase: “Para ser exitoso hay que ser auténtico” pero aun así muchos siguen buscando (o quizás encuentran más sencillo) ocultarse en un personaje: una cara llena de tatuajes, una personalidad inventada, un discurso ilusorio, un autotune, un barrio que no tienen, un falso ideal. Rosalía no es ni más ni menos lo que vemos: una performer imponente, una chica sensible que llora, una mujer sexy que disfruta, una artista que se emociona ante la abrumadora ola de cariño que recibe; es una persona que está viviendo su sueño, sin necesidad de fingir nada: se emociona leyendo carteles, recibiendo regalos, cantando “Alfonsina y el mar” de Mercedes Sosa a pedido de un fan, y sin solución de continuidad pasa a “Vas en contramano Rosalía”: canta, baila, juega, ríe y llora, sin que sea una confusión.

En tiempos de filtros coloreados y superficialidad en cada foto, mientras canta “Diablo” se sienta y se desmaquilla, mostrando que todo ese tuneado puede ser muy divertido, pero no esencial. Vuelve con “Hentai”, “Pienso en tu Mirá” y “De Plata” luciendo con cola de 12 metros. “Abcdefg” y el abecedario (que parece un chiste interno en el álbum) en el show cumple una función conectora generando engagement en vivo. Porque el Motomami es centennial y old school a la vez: es el show más tiktokeable de la historia, con una cámara siguiendo a Rosalía para reproducir en dos pantallas verticales simulando celulares, pero también es un lienzo blanco en el centro listo para ser escrito y reescrito a mano con una birome.

SEBASTIÁN YATRA

Reafirmando su lazo especial con el público argentino, el artista finalizó en Buenos Aires -con dos Movistar Arena sold out- la gira por nuestro país que también incluyó presentaciones en Córdoba, Mendoza y Salta. Sumó de esta manera cinco conciertos, todos con lleno absoluto. En sus shows realizó un repaso de las canciones que fueron líderes de charts y éxitos populares en estos años y también sus últimas creaciones: temas como “Tacones Rojos”, “Chica Ideal” y “TV”. El reggaetón y el pop urbano convivieron con la balada y los climas más intimistas; hubo una gran puesta en escena, varios cambios de ropa y coreografías que el público alentó eufóricamente. Además, previo al segundo concierto en Buenos Aires, el artista recibió galardones por los sold out y el reconocimiento Multi Platino por las canciones de Dharma, su último disco.

MARC ANTHONY

El artista puertorriqueño realizó dos conciertos sold out en el Movistar Arena de Buenos Aires en el que incluyó sus más grandes éxitos, acompañado de su banda que desplegó su energía al ritmo de sus canciones. "Valió la Pena", “Flor Pálida”, “Y Hubo Alguien” y “Pa‘lla Voy”, fueron algunos de los temas que pudieron disfrutar sus fanáticos que cantaron por casi dos horas de show después de varios años sin tener a Marc en nuestro país. Una canción que ha sido ovacionada fue: "Y Cómo es Él" de José Luis Perales que se volvió hit una vez más en la voz del artista.

ELADIO CARRIÓN

Con un Luna Park repleto, el referente del trap latino presentó en la Ciudad de Buenos Aires su más reciente disco de estudio, Sauce Boyz 2, y compartió sus hits y colaboraciones más escuchadas como “Me Gustas Natural”, “3 AM”, “Kemba Walker”, “Tata”, “Huh qué” y “Miles”, entre muchas otras, a lo largo de las más de dos horas que duró el show. El fuerte vínculo de Eladio con Argentina y los artistas locales fue protagonista en el el show: el puertorriqueño recibió a Nicki Nicole para “Nota”, y junto a Cazzu hizo “Mi Cubana”. Luego el público enloqueció con la llegada de Duki para cantar “Sin Frenos”, el ft. que crearon junto a Bizarrap para Sauce Boyz 2, y “Gelato”, su otra colaboración juntos. Pero sin dudas el punto más alto de la noche fue cuando Eladio invitó a Duki a cantar por primera vez en vivo en el país su más reciente tema, “Givenchy”.