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“El esfuerzo en idiomas debe empezar antes y tener más incidencia en el colegio” José Manuel Cerezo Ortega DIRECTOR DE LA ESCUELA CANARIA DE NEGOCIOS

G. R. D. G. Santa Cruz de Tenerife

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José Manuel Cerezo lleva siete años al frente de la Escuela Canaria de Negocios (ECN Business School), un centro privado de formación que oferta, entre otras actividades, varios másteres propios. Éstos cuentan con homologación internacional a través de la “Apostilla de La Haya”. En la actualidad, la ECN tiene cuatro centros de enseñanza, dos en cada isla capitalina, con la presencia de unos 100 alumnos. En esta entrevista, Cerezo habla de lo que aporta la ECN a la formación de directivos y aborda algunas cuestiones propias de este ámbito en las Islas.

La ECN lleva ofertando enseñanzas superiores relacionadas con la dirección empresarial desde hace algunos años. ¿Qué balance puede realizar de esta actividad, cuáles han sido los principales avances y cómo ha evolucionado la batería de programas?

Empezamos en un momento difícil, cuando era más normal cerrar una empresa que abrir un negocio. Nuestro germen es el máster en dirección de empresas turísticas, en el sur de Tenerife. Había una carencia en la formación directiva de calidad en esa zona de la Isla y tratamos de darle respuesta con una oferta innovadora. Funcionó. Hace unas semanas inauguramos la sexta edición del MBA de Turismo en Arona y ya empieza la tercera edición en el sur de Gran Canaria. Todo se hace a través del Instituto Canario de Turismo, que es una entidad perteneciente a la ECN. En las capitales provinciales, la ECN organiza un MBA Executive, y ahora en Tenerife comienzan dos cursos cortos sobre gestión comercial y “marketing” digital. El balance es muy positivo.

¿Qué es en esencia la ECN y cómo forma a sus alumnos, o sea, con qué medios o recursos? ¿En qué se diferencia de otras escuelas de este tipo?

La ECN se crea porque se consideró que era posible ofrecer en Canarias una formación especializada y de alta calidad, con medios propios y con precios razonables, dirigida a directivos, mandos intermedios y empresarios de las Islas. Nuestra formación es muy práctica y está orientada a la acción. ¿En qué nos diferenciamos? Nuestro nivel de exigencia esmuy elevado. Llevamos al alumno,muchas a veces, al límite. Durante el curso se quejan, pero, curiosamente, una vez éste acaba, nos piden que no bajemos el listón y valoran lo aprendido. También destacamos por el trato personalizado que damos al alumno. Exigimos en un entorno amable.

¿Las personas que aprenden y titulan en esta escuela hallan trabajo con facilidad? ¿Tiene datos sobre el acceso al mercado laboral?

La mayoría de los alumnos ya están trabajando. Hay que tener en cuenta que para entrar exigimos al menos tres años de experiencia. Por promoción, puede haber entre el 10-15% de las personas en búsqueda activa de empleo. La Escuela, a través de su bolsa de empleo y la red de antiguos alumnos, ayuda a encontrar salidas profesionales.

¿Cómo es, desde el punto de vista de la cualificación, el cuerpo de docentes de la ECN? ¿Cuántos alumnos hay por programa activado?

El perfil de nuestro docente es el de un profesional de prestigio que, por una cuestión eminentemente vocacional, quiere trasmitir su aprendizaje. Es decir, a diferencia de la universidad, nuestros profesores no viven de la docencia. La implicación de éstos en el proyecto ha sido

José Manuel Cerezo, en un retrato reciente./ EL DÍA “ Con la demanda interna tan deprimida, las empresas canarias deben salir fuera ”

esencial para que tenga éxito. Con respecto a los programas, hay un tope de 25 alumnos. Son grupos pequeños porque queremos dar una atención personalizada.

¿Qué cambios más relevantes se han obrado en el programa formativo global?

Desde que empezamos, hace solo seis años, sí hemos ido evolucionando en tres aspectos. Primero, en la utilización de las herramientas de formación a distancia como complemento de la formación presencial: aulas virtuales, “web-seminars”, vídeos… Segundo, en el énfasis que ponemos en el emprendimiento. Cada vez tenemos más alumnos que son empresarios o lo serán en el futuro. Y tercero, en la importancia de tener una visión global, sobre todo en el campo del “marketing” digital. Fruto de esta reflexión, ha llegado el convenio de colaboración con la ESIC, para hacer conjuntamente un programa en el que ellos imparten un plan especializado en “marketing” digital y gestión comercial en Las Palmas. Nuestra intención es que el año próximo esté en Tenerife.

¿Hay un sistema de becas para los alumnos o facilidades para financiar los másteres?

Los másteres, por su extensión y por la tipología del docente, son caros. Esto hay que tenerlo en cuenta. A partir de ahí, tratamos de dar facilidades. El pago del máster se hace encuotasmensuales.Encasode tener que contar con financiación externa, hay un acuerdo con una entidad financiera a tipos preferenciales.

¿Se ha medido la respuesta de los alumnos acerca de la calidad de la enseñanza en la ECN?

Sí, por cada módulo hacemos encuestas de calidad entre los participantes. Nos suministran informaciónmuy útil. Ahora bien, elmejor indicador de satisfacción nos lo da el boca-oreja. La mayoría de nuestros alumnos vienen aconsejados por antiguos participantes.

¿Cómo se selecciona el profesorado en la ECN y qué importancia se le da a la enseñanza bilingüe? ¿Se puede hacer un máster sin tener conocimiento alto de inglés?

Lo más importante en un profesor es su nivel demotivación a la hora de dar clase. Cada año, los alumnos evalúan a los profesores a través de encuestas anónimas. Tras un proceso gradual, se ha conformado un claustro estable y de gran calidad. Respecto al nivel de inglés, es conveniente, aunque no imprescindible. Nuestras clases son en castellano, si bien de vez en cuando algún artículo, libro o vídeo recomendado está en inglés.

¿La formación de la ECN también está enfocada a la internacionalización de proyectos empresariales canarios, por ejemplo, hacia África o América?

Por supuesto. En una situación con la demanda interna deprimida, las empresas deben estar dispuestas a salir fuera, a abrir nuevas líneas de negocio. En el programa se trata esta cuestión desde varios prismas, y hay una materia sobre operaciones internacionales.

¿En qué materia formativa hay hoy en día más carencia en las Islas?

Considero que hay mucho recorrido en el ámbito del turismo. Canarias es una potencia mundial en turismo y deberíamos tenerlo en cuenta. En este sentido, el esfuerzo en idiomas debe empezar antes y con más incidencia en la escuela.

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del domingo

PUBLICACIÓN DE LOS

trabajos ganadores de los premios Leoncio Rodríguez y Rumeu de Armas en su convocatoria de 2015. 5/8

Manuel Iradier, alavés aventurero de espíritu africano Las escalas en Canarias durante sus viajes de exploración y conquista a Guinea Ecuatorial

Texto: Miguel Ángel Noriega Agüero (geógrafo, investigador y miembro de la Tertulia Amigos del 25 de Julio)

El 6 de julio de 1854 nacía, en pleno centro de Vitoria, el niño Manuel Iradier, hijo de Pedro Valentín y Amalia Balbina, quienes le dejarían huérfano en plena infancia al fallecer ambos unos años más tarde. Llegaba al mundo un inquieto muchacho, lector empedernido y precoz aventurero, que desde muy joven ya tenía claro su sueño: viajar y conocer otras tierras, otras gentes, otras culturas. Un par de décadas más tarde, apenas dos años después de toparse en la ciudad tanzana de Ujiji al mítico doctor Livingstone, el explorador y periodista británico Henry Stanley se encontraba en España cubriendo para el New York Heraldla Guerra Carlista, que por tercera vez asolaba nuestro país.

Las vidas de ambos aventureros se cruzarían en la jornada del 3 de junio de 1873 en un hotel vitoriano, en el cual se alojaba el galés(1). El joven Manuel, un soñador de casi 19 años, solicita unos minutos de su tiempo al periodista. Su intención: contarle los trazos principales de un pretencioso viaje con el que pretendía cruzar África de sur a norte, nada más y nada menos que doce mil kilómetros, desde el Cabo de Buena Esperanza a Trípoli. Stanley recibe sorprendido las soñadoras ideas de Iradier, quien disponía de pocos recursos económicos para tal empresa, aconsejando al alavés con la propuesta de un recorrido alternativo, pero no menos interesante: la exploración del Golfo de Guinea y sus costas, y de ahí adentrarse hacia el interior a través del Río Muni.

El 14 de octubre de 1874 Iradier propone el nuevo proyecto a la Junta de La Exploradora, una sociedad viajera fundada, entre otros, por él mismo, y a la que cuatro años antes había planteado el itinerario inicial, que se vio reemplazado tras las recomendaciones de Stanley.

De esta manera, se daba el pistoletazo de salida al primero de los dos viajes que el inquieto joven gasteiztarra emprendería por tierras (y aguas) africanas. Comenzaba así la intensa vida de Manuel Iradier y Bulfy, uno de los africanistas más destacados de nuestro país.

Y unido a sus viajes y exploraciones irá la también vitoriana Isabel de Urquiola(2], nacida dos días después que Manuel. Tremendamente enamorados, se casan en la iglesia de San Pedro, de la capital alavesa, el 16 noviembre de 1874 y exactamente unmes después comienzan un intenso viaje que, sin duda, marcará sus vidas. Les acompañaba la hermana de Isabel, Juliana, dos años menor que ella. De este modo, el 16 de diciembre los tres jóvenes salen de Vitoria y en Miranda de Ebro toman el tren correo que les llevará a Cádiz, previo paso por Burgos y Madrid, entre otros transbordosmás. Portaba el trío de valientes unas 10.000 pesetas, aportadas íntegramente por el propio Iradier, diferentes herramientas y utensilios paramediciones y cálculos, así como ropa y demás pertenencias.

Dos días después de la Epifanía de 1875 zarpan de Cádiz a las siete de la mañana, a bordo del buqueÁfrica, con buen tiempo y viento del nordeste, que horasmás tarde cambia a suroeste. Los balanceos del barco no cesan y el viaje se vuelve desagradable. Todos mareados, incluido los camareros, olores nauseabundos y cucarachas paseando a sus anchas. Iradier, sorprendido de las penurias del crucero, alega que “no se comprende cómo siendo las Canarias una provincia española carece de relaciones seguras y cómodas con la península. (...) La navegación se haría más rápida y la seguridad y la tranquilidad de los pasajeros sería mayor”(3).

Unas horas antes de arribar a Tenerife, en un claro de entre unas densas nubes situadas al suroeste, se les aparece el Teide. La isla estaba cada vez más cerca y con ello la primera de las escalas de su viaje rumbo al Golfo de Guinea. Para Iradier, Tenerife “brota del seno de las aguas” apareciendo

El explorador

Manuel Iradier.

ante él como “un cuadro sublime”. A su paso frente a las costas de Anaga, se queda asombrado ante ese agreste litoral que describe como “escombros amontonados como por mano de un gigante”. Los destellos de la Farola, cada vez más resplandecientes, les delatan que Santa Cruz está cerca, fondeando frente a la villa y plaza, el martes 12 de enero, a las siete y media de la tarde.

La llegada delÁfrica trajo una buena nueva a la población de Santa Cruz y del resto de la isla. Un cañonazomandado disparar por el capitán del buque, seguido de varios cohetes y las luces de unas bengalas, alertaban a las gentes que se encontraban frente al litoral chicharrero de que el navío traía noticias. Y es que gracias a la tripulación y viajeros del vapor llegó a oídos tinerfeños la primicia de que España contaba desde hacía varios días con un nuevo rey, el joven Alfonso XII.

Apenas tres horas estuvo el vitoriano en suelo tinerfeño. Dedicó ese tiempo a tomar algo en un café de la enton

ces plaza de la Constitución (actual plaza de La Candelaria) y a callejear. Esto le sirvió para realizar unas sencillas anotaciones en su diario que fueron las siguientes: “Los canarios se parecen a los vitorianos en que dan a las palabras un tono musical. Cuando el calendario anuncia Luna, no se encienden los faroles públicos en Santa Cruz; estos no son de hidrógeno carbonado. Las casas son muy bajas en general. De ordinario las calles están mal adoquinadas. Los comercios se cierran muy temprano. A los mozos de café no se les da propina. Las naranjas valen baratas. Hace calor yme ha parecido sentir algúnmosquito”.

Y completado ya el amanecer del 13 de enero, a las ocho y cuarto de la mañana, ponen rumbo a la vecina isla de Gran Canaria, a donde llegarían siete horas más tarde. Durante el trayecto, al ver desde el mar el abrupto relieve tinerfeño, Iradier se pregunta por el sobrenombre del archipiélago: “Piedras y más piedras, dije. ¿Por qué los antiguos llamaron a estas islas Afortunadas, cuando su aspecto es tan triste y tan conmovedor? (...) Si las Canarias en la época en que fueron descubiertas por los pueblos de occidente tenían el aspecto que hoy presentan, las debieron llamar Afortunadas por su dulce clima, por la felicidad en que vivía el pueblo que las habitaba o por aquello de que cada uno habla de la feria como le va en ella”.

Una vez arribado a Las Palmas se aloja demanera provisional en la “Fonda del Herreño”, hasta que unos díasmás tarde se instala en una pequeña casita rodeada de cactus y palmeras, enclavada cerca de la capital grancanaria. Manuel, su esposa y su cuñada pasarían en ella casi tres meses y medio. Este periodo le sirvió para realizar pruebas y ensayos instrumentales, además de para aclimatarse.Y, claro, Iradier aprovechó esas catorce semanas de estancia en Gran Canaria para conocerla de costa a cumbre, desde La Isleta hasta el Pico de las Nieves, pasando por Teror, Arucas, Artenara y San Mateo. Le permite esto anotar en su diario las principales características físicas y humanas de esta isla canaria, de “ clima sano y delicioso”, en la que “la cochinilla se exporta en grandes cantidades” y en la

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