Ruta 3. SEGUNDA SEMANA

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RUTA 3. Segunda semana Del 8 al 12 de marzo.


Día 8: Esta mañana nos hemos despertado un poco cansados debido a que anoche nos acostamos demasiado tarde. Una vez vestidos y aseados bajamos a desayunar, estuvimos hablando de lo bien que nos lo hemos pasado en Kassel, pero también teníamos ganas de seguir con más aventuras. En cuanto a nuestros compañeros todos nos llevamos muy bien y nos lo pasamos genial todos juntos. Al terminar, estuvimos mirando el medio de transporte en el que viajaremos a Viena y nos decidimos por usar el tren, que se tarda aproximadamente unas siete horas y media. Para no aburrirnos por el camino estuvimos viendo todas las fotos que hicimos y nos detuvimos en la de una escultura de un héroe mitológico, buscamos información sobre ella y esto fue lo que encontramos: Esta escultura está situada en Bergpark Wilhelmshöhe en Kassel. Es la estatua de Hércules, una estatua de cobre que representa al antiguo semidiós griego Heracles. Esta, está situada en la parte superior de una pirámide. Este monumento forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO y es el punto más alto del Wilhelmshöhe Bergpark. También hemos encontrado que a Hércules se le representa por dos atributos: la piel de león que es como su insignia de combatividad victoriosa y la maza que es el atributo que acompaña generalmente al héroe.


Al llegar a Viena nos instalamos en un albergue para pasar la noche ya que era muy tarde y no había ningún hotel disponible por la zona. Al día siguiente, cuando estábamos desayunando, un compañero, nos tiró su comida sin ningún motivo. Nos enfadamos con él y al cabo de un rato, estuvimos hablando y lo solucionamos pacíficamente. A media mañana estuvimos buscando hoteles para pasar la noche. Cuando ya estábamos en el hotel jugamos un rato y a las 22:00 nos acostamos porque estábamos cansados del viaje.

Día 9: Al día siguiente, cuando todos despertamos, nos reunimos todos en el recibidor del hotel, que se llama NH Danube City, es de cuatro estrellas, tiene spa, gymnasio, 252 habitaciones y muchas otras cosas.


Nos vamos todos juntos a desayunar a una cafetería que no estaba muy lejos, se llama Donau Café.

Después de desayunar, empezamos por nuestro recorrido y lo primero que íbamos a visitar era la Catedral de San Esteban de Viena, es la iglesia principal de Viena. Nos explicaron como era su construcción y un poco de su historia, también nos dijeron que debajo había cuerpos enterrados, ya que se enterraban ahí hacía ya mucho tiempo y ahí se quedaron, hicimos un recorrido por toda la catedral, primero empezamos por las dos torres, y uno de nuestros compañeros casi se cae por las escaleras, gracias a esto nos reprendieron y nos dijeron que tuviésemos cuidado, y por suerte salimos vivos de ahí, porque al rato casi se cae otro, pero no fue así, hicimos el recorrido completo y salimos sanos y salvos.

Como nos sobró más tiempo del que pensábamos decidimos ir a próximo lugar antes de irnos a comer. Y ese lugar era, el palacio de Schönbrunn, cogimos el metro, la línea 60 y en 30 minutos aproximadamente estábamos allí, al llegar nos asombró mucho a todos, era enorme y preciso, nos habían dicho que era bonito, pero no tanto. Mientras lo recorríamos nos iban contando la época en la que el palacio tuvo su esplendor por así decirlo, Y llegamos a la Gran Galería, que era utilizada para los banquetes imperiales, y era enorme como su nombre bien dice.


Seguimos haciendo el recorrido y de mientras nos contaban fdatos curiosos como, que en el salón de los espejos estuvo interpretando piezas musicales Mozart, o que en este palacio también estuvo viviendo Napoleón. Después de que vimos basicamente la mayoría de la salas que se pueden ver, que solo son 45 de 144, salimos un poco cansados de allí y nos fuimos directamente a comer, fuimos a un restaurante llamado, Landtmann's Parkcafé, allí pedimos cada uno lo que más nos apeteció, ya que tenían comida europea, austriaca, tienda gourmet entre otras cosas, el servicio fue genial y los camareros fueron todos majísimos, no tenemos ni una sola queja, acabamos de comer y nos dispusimos a seguir con nuestro recorrido, pero de repente se nos acercó un hombre disfrazado de incógnito, todo vestido de negro, con sombrero y con gafas negras, no se le veía la cara. No nos dijo nada, simplemente nos dió una carta y se fue, la carta decía; Hola, tenéis que enviar 10 pares de trajes tiroleses a la dirección que os dejaré al final, hacedlo si queréis con vida y sanos a vuestros profesores, atte: los Servicios Secretos. Dirección: Edinburgh Metro Hostel

Nosotros no sabíamos ni qué decir, pero le hicimos caso a lo que decía y nos fuimos directos a por esos trajes...

Estos eran los trajes.


Compramos los trajes y los enviamos rápidamente a la dirección dada. Estábamos todos sorprendidos y algo confusos. No teníamos ni idea de cómo reaccionar, esto nos sobrepasaba, pero no por ello les íbamos a dejar ganar. Día 10 Querido diario, hoy llegamos a Venecia después de unas horas de viaje.

El paisaje era mágico y los caminos hermosos. Comimos un delicioso helado y luego visitamos la basílica de San Marco. Después del almuerzo fuimos a dar un paseo en góndola. Era hermoso y único a pesar del frío. Antes de la cena visitamos el palacio ducal y tomamos muchas fotos. Luego salimos para Verona pero llegamos bastante tarde, de hecho solo vimos la arena de Verona. Ella era hermosa y bien cuidada. Fue un día cansado pero interesante. Italia es realmente un país hermoso. Pero os contaremos con más detalle todo lo que vivimos en este estupendo destino. Día 11 

Decidimos levantarnos pronto para poder aprovechar el día y ver lo máximo posible. Nos hospedábamos en el hotel H10 Palazzo Canova que está situado a 500 metros de la Plaza San Marcos. Desayunamos en la espléndida terraza del hotel un exquisito tiramisú que es un postre típico veneciano, que se trata de un bizcocho tierno impregnado de café con buen queso mascarpone.


Al acabar nos pusimos en marcha ya que Venecia es una ciudad peatonal , a excepción de la navegación por los canales, así que allí el coche no nos hubiese servido de nada. Fuimos en dirección a la Plaza San Marcos que se encuentra en el corazón de Venecia, donde visitamos la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal. Hicimos una parada en la Plaza y como había muchas palomas decidimos darlas de comer unas migas de pan que teníamos de unos bocatas, pero inmediatamente se acercó una pareja de agentes de la policía, y como en Venecia está prohibido dar de comer a las palomas nos advirtieron de que si seguíamos dando comida nos iban a multar, nos explicaron que la normativa de la Plaza de San Marcos es que está prohibido comer, beber, arrojar basura y dar de comer a las palomas. Aprovechamos este encuentro para pedirles información y curiosidades de la Plaza, ya que uno de los agentes hablaba bastante bien español, nos dijeron que es el lugar más bajo de Venecia por lo que, cuando hay ”acqua alta” es el primer lugar en inudarse. Que cuando esto sucede las autoridades colocan pararelas para el tránsito de ciudadanos y visitantes. Y también nos dijeron que Napoleón Bonaparte la definió como " El Salón más Bello de Europa”. Nos dijeron que si teníamos un presupuesto no muy ajustado podríamos tomar algo en el Café Florian , que es uno de los más antiguos de Italia, data del año 1720 y ofrece música en directo desde hace más de 100 años, el punto negativo es que la consumición más barata era 10 euros y se nos escapaba de nuestro presupuesto.

Al llegar al Palacio Ducal nos quedamos sorprendidos con las pinturas de Tiziano, Tintoretto y Bellini. Las pinturas de Tintoretto están por todas partes del Palacio, comenzando por la Salla delle Quatro Porte, donde hay frescos pero no en muy buenas condiciones, en el anticollegio hay cuatro pinturas alegóricas de carácter mitológico, pero lo más espectacular se encuentra en las salas nobles, en la del Senato hay varios frescos, en la sala del Scrutino hay que ver La Conquista de Zara y en la sala del Maggior Consiglio domina una inmensa representación del Paradiso que terminaría su hijo. También nos gustó mucho la prisión, donde se ven los calabozos y los pozos húmedos. Para acceder a los calabozos tuvimos que atravesar el Puente de los Suspiros, que nos explicaron


que debe su nombre a los suspiros de los prisioneros que desde allí, veían por última vez el cielo y el mar.

Pensábamos hacer una visita a la Torre Dell’Orologio así que nos acercamos al mostrador , y muy amablemente la chica nos dijo que las visitas no se podían realizar porque estaba cerrado temporalmente. Entonces la chica me regaló una figurita de cristal de parte de Don Enlace. Era la imagen de un hombre llamado Pantaleon. Llevaba máscara y su boca tenía un gesto de enfado. Era uno de esos personajes estereotipados de la Comedia del Arte Italiana. Me giré para enseñársela a los demás, cuando me volví para preguntarla cual era la isla de la figura , la chica había desaparecido misteriosamente . Después, nos fuimos a la Isla de Murano. Allí había sido hecha esa figura con un cristal muy especial. Decidimos coger la línea 7 del vaporetto que nos llevaba hacia la isla, pero como iba a tope de gente, no entrabamos todos, así que fuimos primero Raúl y yo, y en el siguiente que vino se subió Pablo. El paseo en vaporetto hacia la isla fue inolvidable. Nos llamó mucho la atención que en Venecia los taxis, ambulancias, servicios de correos, vehículos de policía, autobuses… son todos acuáticos.

Al llegar a la isla lo primero que hicimos es buscar un lugar donde poder comer que estuviese cerca de la fábrica de vidrio. Fuimos a la Osteria al Duomo, nos pusieron en una mesa donde había una terraza muy grande, yo me pedí una pizza muy rica y de postre unas galletas caseras en forma de S. Raúl se pidió unos spaguettis a la vongole y mariscos


al sore típico de la región, por último Pablo eligió pasta con vieras y mejillones y de postre tarta de queso con crema de pistacho. La verdad que acertamos con el sitio muy acogedor, los camareros muy amables y la comida exquisita.

Poco después de levantarnos de la mesa un señor se nos acercó y nos dio un sobre en el cual ponía que la figura que teníamos, la enviáramos por correo a la siguiente dirección: Joyería Fratelli Peruggini . A/A Estudiantes eTwinning Ponte Vecchio 2, Firenze. Nos pareció extraño tener que enviar la figura a Florencia. Además, no solo eso. También nos dijo que enviáramos otra que estaba envuelta en papel de periódico. Se tratabaja de una figura de madera de Pinocho. Su autor florentino, Carlo Lorenzini se inspiro en un pueblo de la Toscana, el hogar de Pinocho. En dirección a La Posta, es decir, Correos en italiano, nos topamos con una tienda, la cual vendía y hacían en directo cristal de Murano. Era un espectáculo ver cómo lo hacían. Aunque ya lo habíamos visto al visitar la isla, le preguntamos a la dependienta como se hacía dicho cristal y nos respondió que la manera más fácil de trabajarlo era con arena.


Minutos más tarde, salimos de la tienda y vimos un cartel en el que ponía que iban a dar una charla sobre Venecia y sobre todo iban a tratar el tema de su desaparición. Nosotros que somos unos curiosos nos adentramos en la charla y nos encantó ya que nos enteramos sobre su cultura, sus costumbres, además de que Venecia puede desaparecer por culpa del cambio climático. Como se nos estaba haciendo de noche y Raúl ya le estaba entrando el hambre, entramos en un bar para merendar-cenar y así poder llegar a la joyería con las pilas puestas. Abraham y yo nos tomamos una “Brascada” y Raúl un Almussafes que son bocadillos típicos de Venecia.

Estábamos agotados, así que nos fuimos al hotel y dejamos Correos para el día siguiente. Día 12

La mañana fue un poco parecida al día anterior. Aprovechamos para montar en góndola una vez más y patear las estrechas y laberínticas calles. Aunque no era Carnaval ya, en una de esas plazas en las que desembocan varias callejuelas y son bordeadas por los canales sobre los que hay pequeños puentes, nos encontramos un grupo de italianos disfrazados con esos trajes que solo pueden verse allí. Nos saludaron con su típico ¨Ciao¨ y añadieron un ¨Che carini siete, spagnoli. Italiani – Spagnoli, amici¨ y se fueron. Parecía un sueño, a pesar de ser de día y de que brillara un sol de justicia. Quizás había sido un espejismo. Esta ciudad es mágica. Pasamos toda la tarde de un sitio para otro imaginándonos cómo sería vivir en una de esas casas que tienen la puerta a ras del agua de los canales. Es una pena que estén las paredes tan húmedas. En un momento dado, recordamos la historia del libro que habíamos leído el


curso pasado ¨El diario de Carlota¨. La protagonista había vivido aquí y nos creímos personajes de un libro nosotros también. Nos encaminamos hacia la joyería. Era difícil guiarse por el plano, así que un hombre mayor que parecía veneciano de toda la vida, nos dijo por gestos qué camino seguir. Se estaba haciendo de noche, pero y allí estaba, la Posta en la cual habíamos quedado todos. Los empleados nos vieron entrar y parece que nos reconocieron inmediatamente. Sin mediar palabra, nos dieron dos pequeños sobres. La dirección ya estaba escrita. Los sellos pegados. Salimos en silencio y desorientados. Decidimos quedarnos en un hostal cerca de la Posta. No íbamos a encontrar el camino de vuelta fácilmente y, además, a Pablo ya le costaba abrir los ojos del sueño. Descansar un poco era lo más prudente. Mañana recogeríamos las maletas. Cuando entramos al Hostal nos tuvimos que separar en grupos de tres para las habitaciones, cosa que no dudamos Abraham, Pablo y yo en ponernos juntos. Cuando íbamos para la habitación Abraham y yo nos dimos cuenta de que faltaba Pablo y pensábamos que estaba perdido entre el grupo de turistas que se situaban en la entrada y no le dimos importancia, poco después apareció por la puerta. La habitación era espaciosa y con tres camas separadas entre sí. Después de una hora de descanso, nos levantamos todos muy rápido para llegar a la quedada con el enlace. Cuando llegamos todos a la joyería no había nadie, pero poco tiempo después apareció un señor de la puerta de la joyería que nos dijo las pruebas. Las pruebas eran muy duras, pero conseguimos pasarnos la uniendo nos todos para conseguir la figura. En el camino de vuelta al hostal en el que nos alojamos hace una hora, Abraham se tropezó y le tuvimos que llevar al hospital. Allí le dijeron que solo era un golpe y que le iba a pasar nada así que le dieron a tomar un medicamento para que se sintiese más aliviado. Después, volvimos del médico al hostal para descansar de todo el día que habíamos tenido.


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