RUTA 2. PRIMERA SEMANA

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RUTA 2

PRIMERA SEMANA.


Primer día: Esta mañana nos despertamos todos muy pronto, muy emocionados porque íbamos a visitar el parque de atracciones Bakken. Pablo y David fueron aporreando todas las puertas para despertaarnos. El hotel se llenó de bullicio con tantos españoles, italianos, checos y polacos. Bajamos todos en tropel para desayunar algo típico: queso, huevos cocidos, rugbrod y salmón ahumado. Nos sentó fenomenal aunque no estamos acostumbrados a comer tanto por la mañana. En la puerta nos esperaba un microbús para ir a Bakken, el parque de atracciones más antigua del mundo. Sin embargo, faltaba alguien, Matei. Pocos segundos después apareció gritando y nos dijo que le había llegado un whatsapp de un tal don Enlace. Nos lo reenvió: ¨Un grupo de científicos han manipulado la estructura celular de los humanos y nos quieren exterminar de alguna manera. Por favor, seguid las instrucciones para salvarnos a todos. Los profesores han desaparecido. Escribidme cada día con todo lo que vais haciendo y descubriendo. Os será muy valioso en el futuro". Pensamos que era una de sus bromas y que los profesores habrían llegado ya. Una vez allí, como hay más de cien atracciones, elegimos la montaña rusa de madera, la más antigua del mundo, quizás tendría cinco siglos de existencia. . Desconfiábamos de que se rompiera. en un momento dado, adquirió gran velocidad y gritamos. Varios no se habían abrochado el cinturón con las prisas y la emoción de quemar adrenalina.


Hacía mucho frío (2ºC) y había un poco de niebla. De repente, los vagones fueron perdiendo velocidad y se detuvieron abajo. Sonó una música escalofriante . el parque se había quedado vacío. Nos habíamos quedado solos. Una voz de ultratumba nos dijo que teníamos cuarenta y cinco minutos para hacer un recorrido con varias paradas. Sin pensarlo ni un segundo, corrimos al primer lugar, el cementerio Assistans. Es un parque enorme donde asoman lápidas de vez en cuando. Enseguida encontramos la del cuentista que buscábamos, Hans Christian Andersen. Sobre la piedra había una nota con nuevas instrucciones *¨Al llegar a la escultura de mi sirenita, que alguien cuente en voz alta si se parece a esas que se encontró Ulises en su Odisea. Después esa persona, con vuestra ayuda, gritará dos nombres más, el de un ser con serpientes en la cabeza que vuelve a los hombres de pìedra si la miran y la de otro ser que ha dado nombre en biología a un microorganismo, por la similitud con el ser fantástico y malvado cuyo nombre empieza por H . Daos prisaaaaa"


Para llegar a la segunda parada tuvimos que coger el metro, la línea M..... Tardamos poco, unos ocho minutos. Descendimos y salimos a la calle Stroget, paramos delante de un carrito de venta ambulante de salchichas, un polsevorg, y nos compramos una . Desde allí, nos dirigimos al canal Nyhavn y cogimos un barco para ir hacia la estatua. Mientras nos comíamos la salchicha danesa, que estaba deliciosa, disfrutamos de los colores de las casas danesas que están a la orilla del canal. La niebla había levantado y el sol se posaba en las casas de colores anaranjados, rojos y azules.

Misión cumplida. Allí estaba ella, la escultura, y un nombre en un letrero: Daniela. Nuestra compañera de Santander era la persona que tenía que responder al misterio planteado. Se acababa el tiempo. Dos minutos escasos para que concluyera el plazo. Entonces, nos contó que esa estatua no se parece a las de Ulises. Las que querían ahogar a los marineros eran malvadas mujeres con alas y cuerpo de ave. Todos recordamos con angustia que aún tenía que gritar el nombre otros dos seres mitológicos monstruosos. Alguien le susurró al oído "Medusa" y lo dijo en voz alta. Recordamos que un tal Perseo había cortado la cabeza a esta mujer con serpientes en vez de cabellos, la que podía dejar petrificado a cualquiera que la mirara. Nos faltaba nombrar otro monstruo que empezaba por H. La hidra, gritó. Recordamos que un día, mientras leíamos La Celestina en clase, un personaje asociaba a la vieja alcahueta con esos seres, un animal con muchas cabezas de serpiente. Si cortabas una, le salían más. Hércules, el semidiós de los griegos, consiguió matarla. Además, descubrimos que hay un organismo microcóspico que vive en aguas dulces y que se parece a las hidras, incluso, llegan a ser inmortales, algunas tienen 1400 años y, al igual que ese bicho malvado, si le cortas un apéndice, le brotan más.


2 de Marzo: Esta mañana nos despertamos tarde. Seguíamos muy cansados por el viaje, además, esa noche no habíamos dormido muy bien, ya que cerca del hotel tuvo lugar un incendio y las sirenas de los coches de policía, la ambulancia y el furgón de bomberos no dejaron de sonar hasta muy tarde. Aún así, nos levantamos y bajamos a la planta de abajo para desayunar con los demás compañeros. El desayuno de esa mañana fue un buffet libre, así que cada uno desayuno lo que le apetecía.

Mientras desayunábamos, a Cecilia y a mí se nos ocurrió buscar el significado del nombre de la ciudad y descubrimos que Copenhague significa “Puerto de los mercaderes”.


Más tarde, cuando terminamos de desayunar, subimos a la habitación y cogimos una mochila en la cual metimos agua, dinero y una cámara para hacer fotos. Después bajamos a la entrada del hotel y esperamos al resto del grupo. Fuimos a dar un paseo matutino y nos detuvimos frente a la ópera, un edificio moderno y lujoso en el que se celebran conciertos de ópera. Era un edificio muy bonito con grandes cristales que estaba rodeado por agua.

Después de tomar varias fotos del edificio, seguimos nuestro camino para visitar la escultura más importante de la ciudad, que era precisamente una escultura de La Sirenita, el famoso cuento de Hans Christian Andersen que el escultor Edgar Eriksen convirtió en estatua.


Otros cuentos que también escribió Hans Christian Andersen fueron : El Patito Feo, La Última Piedra, El príncipe malvado, El ruiseñor...

Así terminó nuestro día. 

3 de Marzo: Esta fría mañana nos despertamos con mucha energía. Al salir de la residencia nos fuimos a visitar la fuente Gefion, esta fuente cuenta con un gran grupo de figuras de animales inspirados en la legendaria diosa Gefjun de la mitología nórdica,fue diseñado por el artista danés AndersBundgaar.

Está situada en el "Langelinepark" junto a la fortaleza de Kastellet y es uno de los monumentos más grandes de Copenhague.

Cuente la leyenda la creación de la isla de Selandia, en la que se encuentra Copenhague. De acuerdo con la saga de los Ynglings, el rey sueco Gilfi prometió a Gefjun el territorio que ella pudiese arar en una noche. Entonces, para poder conseguir el máximo de la tierra prometida, ésta convirtió a sus cuatro hijos en bueyes, y de este modo, el territorio arado fue arrojado al mar danés situado entre Escania y la isla de Fionia. El agujero originado se convirtió en un lago llamado "Lögrinn" y "Leginum". Snorri identifica el lago Löginn, como el lago sueco de Fornsigtuna al oeste


de Estocolmo, es decir, el lago Mälar, una identificación que vuelve más tarde en la "Saga de Olaf"el Santo. La misma identificación de Löginn/Leginum como lago Mälar aparece en "Asmundar saga kappabana", donde se sitúa el lago Agnafit (moderna Estocolmo) y también en la "Saga Knýtlinga".

Después de visitar la fuente denos encontramos con un grupo de personas que venian de visitar la famosa tienda de Ole Kirk Christiansen con algunos de sus productos, un carpintero creador de la gran empresa LEGO. En 1942 la fábrica de Christiansen se incendió pero fue reconstruida en 1947. La tienda era de clores calidos y pequeña, en la que vendia sus legos.

Nosotros nos pusimos a tomarnos nuestro almuerzo en el parque. Empezo a hacer frio y nos fuimos a nuestra residencia donde anochecio tan rapido que nos quedamos durante el resto del día. 

4 de Marzo ¡Aurora D , el resto de compañeros y yo, que también me llamo Aurora, hicimos un viaje de Copenhague a Londres lleno de desventuras!


Teóricamente, deberíamos haber tomado el vuelo a las 2.30 pm para llegar a su destino alrededor de las 6.30 pm, hora local. Desafortunadamente, sin embargo, no fue así... Para empezar, durante el viaje hacia el aeropuerto, se nos pinchó una llanta del bus. Algunas estaban en pánico y muy nerviosas... tenían miedo de llegar tarde y perder su vuelo. Por suerte, un chico muy amable que pasaba por allí nos ayudó a poner la rueda de repuesto que tenían en el maletero. Cuando finalmente llegaron al aeropuerto, dos compañeras descubrieron que el avión tenía 2 horas de retraso. Como estabamos agotados, descansamos un rato para pasar el tiempo. Tan pronto como subimos al avión, nos dimos cuenta de que algunos habían olvidado sus pijamas en el hotel. El viaje iba de mal en peor y solo estaban en el inicio de la ruta... de hecho, cuando aterrizamos, otra noticia impactante nos tomó por sorpresa: una maleta había sido cargada en otra línea que tenía un diferente destino, por eso habrían tenido que esperar 4 días antes de poder recuperarla. Para llegar al hotel tomamos un taxi y estábamos tan cansados que inmediatamente nos quedamos dormidos sin siquiera comer. A pesar de este largo viaje lleno de eventos inesperados, no podíamos esperar de visitar la ciudad de Londres y disfrutar de sus vacaciones.

Día 5, Londres. Día 5 (Londres): Después de nuestro recorrido por Alemania y el viaje ajetreado, ahora vamos a visitar Londres, en Reino Unido. Ayer fue un día entero de viaje, con algunas paradas. Llegamos pronto, pero estábamos tan cansados, que fuimos directos al hotel. Esta mañana, nos despertamos tarde, a las nueve. Comparado con la racha de días que llevábamos levantándonos a las siete u ocho, no está tan mal. Con el hotel ya venía incluido el desayuno, así que bajamos las seis plantas y desayunamos. Algunos pasaron de ello, pues no les hacía especialmente ilusión la comida de aquí. Nos vestimos rápidamente, preparándonos así para el día tan agotador que nos esperaba y nos reunimos todos abajo. Una vez juntos, los profesores que nos acompañarían hoy, nos comentaron que empezaríamos visitando el British Museum, uno de los más antiguos del mundo y también es de los primeros que


contó con luz eléctrica. La visita sería de forma guiada, ya que también existe la opción de realizar una visita virtual desde el hotel, por ejemplo. Pero perderíamos la emoción de estar cara a cara con la historia. En el modo de visita que hemos elegido, bueno los profesores, la duración es de dos horas, y veremos las exposiciones más importantes ya que es imposible ver todas. Hay más de ocho millones de piezas lo cual es normal comparado con tantos millones de años de historia concentrados en un único lugar. También añadieron que nos iván a enviar por Gmail la entrada que nos corresponde a cada uno, ya que hay que reservarlas online con antelación, y son gratuitas. Después de unos minutos, todos nos dimos cuenta de que estaban enrollando demasiado con información relevante. Jorge se atrevió a decirles que íbamos a llegar tarde, y no admiten la entrada antes o después del horario asignado. Teníamos que entrar a las 10:00, pero el horario del museo es de 9:00 a 18:00, aunque las salas cierran a las 17:30, de manera que en esa última media hora solo me podrá entrar en los bares, tiendas… Al final, partimos hacía el museo. El hotel estaba cerca así que fuimos a pie sin problema. Aunque la mejor manera de llegar hoy en día es con las estaciones de Tottenham Court Road o Holborn, además de que una manera de llegar hace unos años era a través de su propia estación de metro, la British Museum Station abierta en 1900. Esta sólo estuvo en funcionamiento 33 años, actualmente se encuentra abandonada. Ya llegamos, el museo se encuentra en Great Russell Street, en el barrio de Bloomsbury. Una vez en su entrada principal, nos pareció gigante, mucho más que en algunas de las fotos que vimos anteriormente. Después de que los profesores revisaran si estábamos todos, entramos individualmente, pasando por un control de seguridad obligatorio y un registro de equipaje. Mientras íbamos entrando, un chico que estaba allí, nos iba dando a cada uno una guía impresa grande con información sobre la ruta principal y la historia de cómo se fundó el museo. En resumen, ponía que el Museo Británico se fundó en 1753, cuando Sir Hans Sloane donó su colección privada al rey, y abrió sus puertas en 1756. Desde ese día, el acceso a sus salas ha sido siempre gratuito. Tal vez por eso sea el museo más visitado de Reino Unido: más de seis millones y medio de personas al año. A la vez, le teníamos que ir enseñando nuestra entrada, la que nos mandaron antes los profesores por Gmail. Algunos como David se tuvieron que quedar atrás de la cola porque como allí no hay Wifi gratis y él no tenía datos, no pudo enseñarles la entrada, entonces le dejaron para el final. En fin, entre que entramos todos, algunos fuimos a las taquillas, nos explicaron que la visita duraría dos horas, y a continuación podíamos comer algo o mirar las tiendas de recuerdos, ya eran las 11:15. Nos dividieron en cuatro grupos y comenzamos la visita, teníamos planeado ver las 26 piezas más importantes, pero la chica que nos lo iba explicando se entretenía demasiado y solo vimos las 21 primeras. Al juntarnos con nuestro compañeros, los cuales si pudieron ver todas, nos dijeron que de las que no pudimos disfrutar, fueron la Serpiente de Turquesa, las Figuras Funerarias de Cerámica Tang, el Tarro de Cloisonné con dragones, el Cong de Jade, y de la Tortuga Acuática de Jade de Allahabad. Todas en salas 27, 33 y 34. De las que conocimos, algunas de las más llamativas me parecieron estas: Cerca de la entrada, estaba The Sloane Astrolabe. Se trata de uno de los objetos más antiguos del museo, formaba parte de la colección de Sir Hans Sloane que se convirtió en la base del Museo Británico en 1753. Por su tamaño y su decoración, además de su antigüedad, merece verlo. Pasamos a la sala 2 para encontrarnos con el Relicario de la Espina Sagrada. Es una de las supuestas espinas de la corona de Jesucristo. Tiene piezas de oro, perlas, rubíes, zafiros, cristal de roca etc. Jamás habíamos visto nada igual. Saltamos a la sala 10, una sala dedicada por completo a los relieves del palacio asirio de Nínive, que


muestran la cacería de leones. Tienen un detalle y un realismo que nos dejó sin palabras. Fue aquí donde, por primera vez en la visita, nos tomamos un tiempo para admirar cada una de las escenas que forman el conjunto Subimos de planta, a la sala 39. Allí nos esperaba un galeón mecánico del siglo XVI. Ya sólo por sus detalles y los personajes que van a bordo, merece la pena hacerle una visita. Una sala más allá, en la 40, se encuentra el conjunto de piezas de ajedrez más famoso del mundo fabricadas en el siglo XII. Está compuesto de 93 piezas, pero En el British Museum sólo hay 82. Aparte de estas particulares, también vimos armaduras construidas en los siglos XVI y XIX a prueba de balas, esculturas del Partenón que ocupan una sala completa, el faraón más importante del antiguo Egipto (Ramsés II), restos de excavaciones, momias egipcias, esculturas gigantes de granito esculpidas a mano, maravillas de oro y plata, bronce, coral, cristal etc. Con esto y con todo, también nos situamos en la imprescindible cúpula de Norman Foster. Es la plaza circular cubierta más grande de Europa. Finalmente, acabamos todos por reunirnos en la zona de tiendas y bares a las 13: 45. Se habían alargado un poco las visitas, pero lo que importaba es que ya estábamos todos juntos. Estábamos hambrientos, asique fuimos a las taquillas a por el dinero, y mientras que los profesores fueron a tomarse algo a Montague Café o Coffee Lounge, nosotros nos volvimos a dividir. Algunos fuimos a la pizzería que había, súper cara por cierto, y los otros al restaurante Great Court. Media hora después, algunos ya habían acabado y habían ido a las tiendas de recuerdos. Yo, junto a Daniela, me quedé en la pizzería porque todavía no habíamos acabado. Al acabar todos, salimos del museo dando lugar a Montague Place, que es la salida. Una vez fuera, a las 14:30, hicimos una pausa. Los profesores nos indicaron que ahora iríamos directos al Big Ben o Torre Isabel, un destino turístico de estilo neogótico ubicado en una de las zonas más céntricas de Londres, al noroeste del Palacio de Westminster. Desde donde nos encontrábamos, era posible llegar en metro y bajarnos en la parada de Westminster, en tren y bajarnos en la estación de Warterloo, o en autobús, usando las línea 3. Elegimos el metro, era la opción que más cerca nos quedaba y más barato nos salía. En apenas 15 minutos ya estábamos allí. Lo primero en lo que nos fijamos es en su altura. Aunque en los medios audiovisuales esta torre sea la imagen más icónica del país, no aparenta tanto. Consta de unos 93,3 metros de altura, y descansa sobre una base de 15 metros. Al mismo tiempo, la manecilla de las horas del reloj mide 2,7 metros, mientras que la de los minutos mide 4,3. Debido a sus dimensiones, se considera la tercera torre con reloj más alta, y el reloj es el de cuatro caras más grandes del planeta. Además, recientemente se ha descubierto que posee una inclinación de 46 centímetros, ya que el suelo ha sufrido modificaciones desde su construcción, debido a los cambios climáticos. Después de un ligero debate sobre su inclinación, preguntamos a los profesores si íbamos a entrar, a lo que nos respondieron que aunque la entrada es totalmente gratuita, solo los británicos pueden tener ese placer, ya que no se permite a los extranjeros ascender por los 334 escalones. Incluso para los británicos, no es un asunto fácil, ya que deben solicitar un permiso a sus representantes en el Parlamento, que en ocasiones tardan meses en aceptarle. Sin embargo, este tema no nos detuvo, preguntamos a Lucía, que ya había estado antes aquí y suponíamos que podía contarnos algo. Efectivamente, empezó contándonos que en 1834, el Palacio de Westminster se destruyó a causa de un incendio y fue necesario reconstruirlo. Para ello, Charles Barry (si mal no se acuerda), fue propuesto arquitecto al mando, quien le encargó a Augustus Pugin que diseñara la torre del reloj. Y El reloj como tal, fue diseñado por Edmund Beckett Denison y George Biddell Airy. Este último se


terminó de construir en 1858 y comenzó a funcionar en 1859, y es famoso por su gran fiabilidad y precisión. Continuó añadiendo que el origen del nombre Big Ben es en realidad el nombre que se le puso a la gran campana del reloj en honor a Sir Benjamin Hall, que supervisó su instalación, o a Ben Caunt, campeón inglés de peso pesado. Pero ahora, Big Ben es usado para referirse al reloj, a la torre y a la campana en conjunto, aunque el nombre no es universalmente aceptado para las dos primeras. Por último, agregó que junto con la campana principal, el Big Ben, alberga otras cuatro campanas menores que tocan los llamados Cuartos de Westminster cada cuarto de hora. Esto ocurre porque son golpeadas por martillos movidos por cables que proceden de un pequeño espacio superior entre la sala del reloj y el campanario, donde varios mecanismos controlan el movimiento de las cuatro campanas para hacer sonar cada una de ellas. Después de esta mañana tan interesante cogimos el autobús turístico hacía el Buckingham palace, la residencia oficial del monarca británico en Londres. Se utiliza para ceremonias oficiales, visitas de Estado y visitas turísticas. Es famoso por guardar en su interior una parte de la Royal Collection, extraordinario conjunto de obras artísticas fruto del coleccionismo real además este, es un punto de reunión de los británicos en tiempos de crisis y de festividad, pero también es el concepto utilizado para designar la fuente de comunicados de prensa provenientes de la familia real británica. Cuando llegamos allí nos dimos cuenta de que nos habíamos olvidado de los cambios de guardia una de las atracciones turísticas más importantes de Londres ya que se lleva a cabo diariamente a las 11:30 horas desde mayo hasta Julio y el resto del año cada dos días. Dura aproximadamente 45 minutos, en los cuales los guardias, coronados por enormes sombreros de pelo, realizan un desfile al ritmo de diferentes temas musicales, tanto militares, como de otros estilos más actuales. Durante la ceremonia, que se celebra en la entrada principal del Palacio de Buckingham, los guardias que se ocupan de la seguridad del palacio son relevados de un modo muy especial, acompañados por una banda musical militar. Después de este pequeño incidente continuamos con nuestra visita, por suerte tuvimos una visita guiada dentro de este maravilloso palacio que duró aproximadamente una hora y media. Estuvo divida en dos partes la primera fue su historia, este palacio originalmente conocido como Buckingham House, era en un principio un petit hôtel construido para John Sheffield, el primer duque de Buckingham y Normanby en 1703 y adquirido por el rey Jorge III en 1762 para convertirlo en residencia pública. En los siguientes 75 años sufrió una serie de ampliaciones dirigidas por los arquitectos John Nash y Edward Blore (1850), creándose tres alas que conforman un patio central abierto. Con la llegada al trono de la reina Victoria de Inglaterra, el Palacio de Buckingham pasó a ser la residencia oficial de la monarquía. Durante los siglos XIX y XX se hicieron algunas reformas en el palacio, como la que se llevó a cabo en 1913 a cargo de Aston Webb y que dio al palacio su fachada principal actual, incluido el balcón desde donde saluda la familia real. Y en la segunda parte nos enseñaron detalladamente el palacio, tiene un interior georgiano original del siglo XIX, el cual aún se conserva, se compone de brillantes escayolas con incrustaciones de lapislázuli azul y rosa. Eduardo VII redecoró el palacio añadiendo una decoración Belle Époque en tonos crema y dorados. Algunos salones de recepción están decorados en estilo chino con muebles provenientes del pabellón real de Brighton y de Carlton house. El palacio cuenta con 777 habitaciones y los jardines del palacio constituyen los jardines privados más grandes de Londres. Fueron creados originalmente por Capability Brown, pero rediseñados por William Townsend Aiton y John Nash. El lago artificial fue creado en 1828 y recibe agua del lago Serpentine, el lago que se encuentra en el Hyde Park.


A las 5:30, cuando nuestra visita al Buckingham Palace terminó, salimos corriendo hacia la parada de metro más cercana y cogimos la línea 13 del metro londinense, del cual nos bajamos 27 minutos más tarde en el museo Madame Tussauds. Cuando llegamos, todavía sin aliento, sacamos de nuestras mochilas los tickets que previamente habíamos comprado por internet los cuales nos costaron 29 pounds para el pase de las 17:45 al que llegábamos con retraso. Cuando entramos, ya más relajados, la guía nos explicó que el Madame Tussauds es el museo de cera más conocido en el mundo. Posee la colección más grande de figuras de celebridades. La sede central del museo está en Londres, pero también hay establecimientos en otras grandes ciudades alrededor del mundo. Este museo fue creado en honor a la escultora de cera Marie Tussauds nacida el 1 de diciembre de 1761 en Estrasburgo, Francia, y fallecida en Londres el 16 de abril de 1850, quien aprendió de su tutor Philippe Curtis, para el que trabajaba como ama de llaves en un inicio. Más tarde, Marie viajó por diferentes lugares del mundo tan importantes como el palacio real de Paris creando esculturas de celebridades, hasta que en el año 1835 su mentor falleció, dejando en herencia a Marie todas sus esculturas. Ese mismo año, Marie decidió exponer en Londres estas figuras que heredó junto a otras que ella misma había creado, dando lugar así a la apertura del museo de cera más importante del mundo en el año 1835. Después de esta interesantísima explicación, nos separamos en grupos para que cada uno viese las esculturas que más le gustasen ya que el museo tiene distintas exposiciones que ordenan las figuras en diferentes categorías en distintas salas: 1. Fiesta VIP: En la primera de las salas del museo se celebra una fiesta en la que los invitados son grandes celebridades como Morgan Freeman, Leonardo DiCaprio, Nicole Kidman, Brad Pitt o Angelina Jolie. 2. Zona de deportes: Se trata de la zona en la que tienen cita algunos grandes deportistas como Tiger Woods o Mohammed Ali. 3. Cita con la realeza: Como no podía ser de otro modo, en el museo es posible tener una cita con la realeza. La reina Isabel segunda, el príncipe Carlos y algunos otros miembros de la familia real se muestran más cercanos que nunca. 4. Cultura: En la zona dedicada a la cultura se reúnen algunos de los grandes genios de todos los tiempos como William Shakespeare, Albert Einstein, Stephen Hawking, Pablo Picasso y Charles Darwin. 5. Líderes mundiales: Nunca fue tan fácil seguir de cerca a los grandes líderes mundiales. Esta zona reúne a Barack Obama con Margaret Thatcher, Winston Churchill, Nicolas Sarkozy, Ronald Reagan, Tony Blair y Martin Luther King. 6. Cámara de los horrores: Se trata de una zona en la que varios actores intentan infundir terror en las visitantes. 7. El espíritu de Londres: A bordo de uno de los taxis de la atracción es posible viajar a través del tiempo para revivir la historia de Londres. 8. Súper héroes de Marvel en 4D: Algunos de los súper héroes más conocidos de la factoría Marvel unen sus fuerzas contra el mal en una entretenida película en 4D. 9. Paola, Isabel, Naiara y yo decidimos empezar por la sala 6, ya que a todas nos encantan las películas de terror, pero al final resulto que para las 19:30, cuando nuestra visita terminaba, nos había dado tiempo a ver todas ellas y a sacarnos fotos con muchos de los personajes. Fue una experiencia que sin dudarlo todos repetiríamos, ya que nos lo pasamos en grande. Al salir del museo, cogimos la línea de autobús 321, tardamos un buen rato en llegar a los estudios Warner, al llegar, ya eran las siete y media. Así que nos apresuramos y empezamos el tour de Harry Potter, donde se rodaron las ocho películas de la saga. Los escenarios eran auténticos, había


objetos originales y también efectos especiales entre otras cosas. Una vez entramos, tuvimos cuatro horas y media de tiempo libre para recorrer los estudios. Lo primero que vimos fue el Gran Comedor, donde todos los alumnos de Hogwarts se reúnen para comer. Después, nos dirigimos al despacho de Dumbledore y seguido visitamos las salas comunes de cada casa. Durante la visita, nos explicaron cómo funcionan los distintos efectos especiales que se aplican en las películas o como se dio vida las diferentes criaturas. Había unas exposiciones interactivas en las que participamos para así sentirnos “como un personaje más”, todos lo hicimos y fue bastante entretenido. Tras terminar la visita del estudio, antes de acabar este largo día y dirigirnos a nuestro alojamiento, hicimos una parada en la tienda de regalos de Harry Potter, donde había objetos de colección, réplicas de varitas, ropa, dulces y mucho más. La tienda también formaba parte de la visita así que, dimos una vuelta para ver lo que había, algunos compañeros compraron algún objeto pero otros decimos no hacerlo. Esperamos a que lo pagasen y nos dirigimos al hotel.


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