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MARÍA FERNANDA, lectora prodigiosa

María Fernanda Pérez Velasco tiene ocho años de edad. Una vez hacía una tarea escolar y halló un ejemplar de nuestra revista Arenilla, dejó tantito la actividad que hacía y leyó el cuentito “Cuando Duque voló”, al terminar de leerlo preguntó con su tía Rosy si tenía otra revista y ella le dio otra Arenilla y María Fernanda leyó “El deseo de un viejo rey”. De ahí en adelante se convirtió en una fiel lectora de los cuentitos que publicamos. Ella dice que su cuento favorito es el primero que leyó, el del Duque, porque está lleno de animalitos. Ahora no sólo lee los cuentitos sino también las Cartas a Mariana y le gusta ver los anuncios. Estudia en la primaria Dr. Belisario Domínguez.

No sólo nuestro director general le escribe a Mariana, ahora María Fernanda también le escribió una cartita. Nadie sabe si sólo será una gran lectora, tal vez un día llegue a ser una gran escritora también. ¡Felicidades, María Fernanda! Nos estimula mucho saber que nuestra revista alienta vocaciones y ayuda a formar ciudadanos de bien.

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María Fernanda Pérez Velasco. Ocho años.

Cuando estaba en el kinder recortaba revistas, pero dijo mi tía Rosy que no, entonces revisé la revista, que fue donde estaba un cuento: “Cuando Duque voló”, y otra con el cuento “El deseo de un viejo rey”. Mi cuento favorito es “Cuando Duque voló”, me gusta porque está lleno de animalitos y a mí me gustan mucho los animalitos. Luego encontré la Carta a Mariana y me gustó mucho, me gusta porque es interesante, leí la Carta a Mariana donde se cuenta cómo recibían en la época navideña a Rodrigo. Ahora leo todas las cartas. Leo los cuentos, la carta y veo anuncios y digo: esto lo quiero para mi cumpleaños o esto para navidad. Voy a la primaria Dr. Belisario Domínguez. Le mandé una carta a Mariana, a ver si algún día la conozco.

A la mamá le gustan las historias de Comitán.

Cuando encuentro el cuento para mi hija se lo empiezo a leer, ella tenía cuatro años, y nos gustó, a partir de ahí buscamos la revista y le leía el cuento, comencé a leer también y siempre me preguntaba: ¿qué lees? Ella se fue acercando conmigo y le empezó a gustar. También le gustó el testimonio de doña María, siempre buscaba la siguiente parte. Ahora ya sabe leer.

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