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Bullet Train. ¡Asesinos al tren

Hiroyuki Sanada, venganza sobre ruedas estilo samurái.

Avispa (Zazie Beetz), una experta del disfraz y letal con el veneno.

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acento cockney, y el segundo observa la vida desde la sabiduría que encierra la serie infantil Thomas y sus amigos. Sí, la de los trenes que hablan. Prince (Joey King), una chica mucho más peligrosa de lo que aparenta; Kimura (Andrew Koji) y el Viejo (Hiroyuki Sanada), un padre y un abuelo en busca de venganza; Lobo (Benito A Martínez Ocasio, alias Bad Bunny), que busca reparar con sangre su corazón roto, y Avispa (Zazie Beetz), mortífera con el veneno, cierran el listado de peligrosos viajeros del tren.

REALIDAD AUMENTADA

Leitch cita entre sus referentes a David Fincher, uno de mis mentores, dice. Y también a Jackie Chan, por el que siente una admiración reverencial:

Hermanos con pelotas: Limón (Brian Tyree Henry) y Mandarina (Aaron Taylor-Johnson).

“CREO QUE NO SE RECONOCE SUFICIENTEMENTE EL TRABAJO DE LOS DIRECTORES DE CINE DE ACCIÓN”.

David Leitch, director.

Cuando Chad (Stahelski) y yo empezamos 87North, cuenta de la ahora productora que nació como consultora para los estudios de Hollywood de escenas de acción y riesgo, nos pasábamos horas analizando sus películas, haciendo montajes de sus peleas y trucos para entender cómo funcionaban. Pasó de ser especialista a coreógrafo, actor, director y productor. No hay nadie como él en el cine de acción. La influencia de cintas como El maestro borracho (1978) o La armadura de Dios (1986) puede verse en la propuesta del director de Fast & Furious: Hobbs & Shaw (2019): una combinación de comedia y set pieces imaginativos que, coqueteando con el slapstick pero sin caer en la parodia, se aparta del realismo visceral para ofrecer una lectura estilizada de ella. Sin perder nunca de vista a los personajes, que son la clave para que el espectador viva la acción en primera persona, apunta el cineasta. En Bullet Train contamos una fábula moderna sobre el destino en un mundo extremo. Desafiamos las leyes de la física.

NADA MÁS QUE LA VERDAD

Rodada en otoño de 2020, superando las limitaciones de la pandemia con una producción que se desarrolló por completo en estudio en Los Ángeles, Leitch ve las restricciones de situar la trama en un espacio tan reducido como es el interior de un tren como el mayor problema y, al mismo tiempo, la mayor ventaja. Porque te obliga a dar lo mejor e ideas que salgan de lo habitual. Prueba de ello son la pelea entre Limón y Mariquita en el vagón silencio o el diseño del coche-temático Momomon, un espacio cien por cien nipón. Cuando comentaba mis influencias, dice Leitch, me he olvidado de citar a Ringo Lam, un director de Hong Kong con el que tuve la suerte de trabajar –fue en Replicant (2001) y Salvaje (2003), las dos con Jean-Claude Van Damme– y que me dijo que actuar es siempre actuar. Es igual si es una escena de pelea, un drama o comedia. Todo se reduce a saber encontrar la verdad frente a la cámara. Creo que no se reconoce suficientemente el trabajo de los directores de cine de acción. Porque además del espectáculo, hay narración: personajes que se mueven, puesta en escena, trama que avanza… y muchas veces sin diálogo, que es más complicado que poner a un personaje a sobreexplicarlo todo. No se debería subestimar a los directores de cine de acción que saltan a dirigir cintas narrativas. Porque todo depende de entender y saber encontrar la verdad, y esta está en cualquier escena. u

ESTRENO: 5 AGOSTO

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