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En 2024, a diversificar

Este año plantea un panorama diferente en los mercados bursátiles, por lo que es un buen momento para diversificar las inversiones

Edgar Arenas Sánchez, Asesor en Estrategias de Inversión @garoarenas

Llevamos más de un año con rendimientos como no se obtenían en casi tres décadas invirtiendo en bonos gubernamentales de corto plazo. Los CETES, en todos sus plazos de vencimiento, se han convertido en una excelente opción para inversores nacionales y extranjeros.

Este 2024 plantea condiciones diferentes. La inflación aún no se encuentra en los niveles previos a la pandemia, pero el Banco de México ya se siente en una zona más cómoda. Las tasas de interés empezarán en breve a recorrer un largo camino cuesta abajo. A partir de este año, el inversor seguirá teniendo tasas de interés competitivas, serán tasas reales positivas, pero ya no serán las mismas con las que convivieron durante el año previo.

Los fondos de inversión en México son el activo bursátil más utilizado y los fondos de deuda son los más comunes. La facilidad y profesionalismo con las que se gestionan, su liquidez y sus rendimientos empatan con las necesidades de muchos inversionistas que buscan evolucionar de los activos bancarios convencionales. Decenas de miles de personas los utilizan en México y cada vez son más quienes se acercan a tocar las puertas de los intermediarios de valores con la inquietud de saber cómo funcionan.

Sin embargo, existe un más allá. La frontera que el inversionista aún no cruza lo puede llevar muy alto en su gestión patrimonial, pero para eso es necesario entender lo que pueden aportar los fondos de renta variable en la diversificación de las inversiones.

Los fondos de renta variable, a diferencia de los de deuda, ofrecen un amplio abanico de valores emitidos por empresas llamados acciones. Un título accionario es la parte del capital social de una empresa y le permite al tenedor obtener los retornos del negocio.

Los fondos de renta variable son un vehículo excepcional para invertir en acciones nacionales y extranjeras, y las diferentes operadoras de fondos de inversión ofrecen una amplia gama de fondos en acciones nacionales, estadounidenses, europeas y asiáticas, vinculadas a diferentes sectores, como tecnología e inteligencia artificial entre muchos otros.

En ese sentido, la inminente disminución de las tasas de interés en este año plantea un escenario idóneo para empezar a diversificarse en renta variable.

La diversificación, sin embargo, es una tarea que va de la mano de definir los objetivos a los que nuestra inversión se canalizará en el futuro. Etiquetar cuáles son nuestras necesidades en el corto, mediano y largo plazo es el primer paso para definir la asignación de activos.

Los fondos de renta variable son instrumentos que en el corto plazo tienen amplias variaciones en el valor de los títulos que los componen y aunque en los últimos seis meses prácticamente todos estos fondos, locales y extranjeros, han arrojado retornos atractivos, es imposible saber cuál será el rendimiento en el futuro.

Es un buen momento para plantearse la diversificación para aprovechar un mercado de valores que se percibe saludable.

Esta es una saludable advertencia que nos permitirá no cometer exabruptos en la asignación de activos.

Es importante tener en cuenta que 30% del tiempo los mercados accionarios tienen rendimientos negativos.

Estamos viviendo un entorno donde los mercados están anticipando el inicio del ciclo a la baja en las tasas de interés, en tanto que en meses pasados los principales índices bursátiles de Estados Unidos vivieron su día a día en máximos históricos, la Bolsa Mexicana de Valores no fue la excepción, superó los 50,000 puntos y se ha desplazado hacia arriba de esta línea desde que empezó el año.

La inminente disminución de las tasas de interés en este año plantea un escenario idóneo para empezar a diversificarse en renta variable.

El dólar no desentona con lo que ha pasado en casi un cuarto de siglo. Desde el año 2000 invertir en dólares consistentemente no ha sido una inversión rentable; incluso un pagaré bancario habría acumulado a lo largo de más de dos décadas un retorno más alto que tener dinero invertido en la moneda estadounidense.

No parece que haya condiciones para que esto cambie en el corto plazo. Utilizar fondos de inversión de cobertura cambiaria solo deberían ser opción para cubrir alguna necesidad futura en dólares. Especular con el tipo de cambio como herramienta de inversión solo es recomendable para inversores experimentados y con estómago fuerte.

Componer una diversificación atractiva en este entorno es posible. Acercarse a una operadora de fondos de inversión o una casa de bolsa y usar los servicios de un asesor autorizado por la AMIB ayudará mucho a definir la asignación de activos.

El primer trimestre del año se ha ido dejando un buen sabor de boca y es un buen momento para plantearse la diversificación como un menester para aprovechar un mercado de valores que se percibe saludable.

Les deseo felices inversiones. •

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