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Gestionamiento Energético

Nerza Rey de Polanco - PhD -

Gestionamiento Energético de las Organizaciones

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¿Te has preguntado cuál es ese fenómeno que ocurre a lo interno de las organizaciones, responsable de los resultados que se obtienen? Es probable que muchas respuestas puedan surgir, no obstante, según los más recientes hallazgos de la neurociencia y la física cuántica, el verdadero responsable se llama ENERGÍA, esa energía que cohabita en cada ser y en cada espacio del universo. Sí, así como lo está leyendo, es la energía que fluye en las oficinas, líneas de producción, o reuniones virtuales, que, aunque no la vemos, se siente, se percibe, generando una determinada frecuencia vibracional, que puede ser alta (positiva) o baja (negativa).

Ella se exterioriza a través de emociones y comportamientos. Cuando es elevada conduce al logro de resultados extraordinarios. Por el contrario, cuando la energía que circula es densa o agreste, se crea un ambiente pesado que bloquea y entorpece el logro de los objetivos, con resultados no deseados. O ¿es que acaso has podido lograr buenos resultados cuando el ambiente es tenso? Las emociones (vibraciones energéticas) afectan las actitudes y el comportamiento en el lugar de trabajo, lo que trae grandes repercusiones en la productividad.

Siendo esto así, debemos reconocer como premisa de valor, el impacto que la energía despliega sobre los resultados obtenidos en cualquier negocio. Entonces, ¿Por qué hemos ignorado tanto tiempo su impacto en la vida organizacional? La respuesta quizá está asociada al hecho de ser un tema complejo por su intangibilidad y origen devenido de la física. Afortunadamente, los hallazgos científicos, han abierto la compuerta para entender, cómo la energía permea nuestras vidas y fluye en las empresas a través de los estados emocionales de cada miembro, quienes con su forma de pensar, sentir y actuar aportan su vibración energética, lo que en conjunto permite formar la gran red energético-organizacional responsable de acometer o no, los cambios que las actuales circunstancias demandan.

Ante esta realidad invisible, es inminente brindar atención al lado humano de ese SER, su emocionalidad y mundo interior. Se trata de gestionar bajo un renovado modelo de comportamiento corporativo trascendente y humanizado. Una gerencia que entiende que su empresa es una entidad energéticamente viva, que nació a través de su creador(s), que tiene su propia consciencia, energía, carácter, y personalidad reflejada en su cultura y que tiene claro que si desea llegar lejos deberá tocar el alma de cada uno de sus miembros, para mantenerlos vibrando alto y por resonancia a su organización.

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