Tras el cristal Por: Selina Gómez
Llegó la calma, el silencio acuoso, monólogos bañaron el cristal con cursilería sentimental, empañaron tu cuerpo tembloroso. Junté recuerdos para el eco ansioso, pinté en mi techo un sol intemporal, olvidé la palabra terminal, aislada alejé al futuro monstruoso. Pero el tiempo nunca fue mi impermeable, se colaron gotas de despedida, se fue filtrando un dolor incurable. Llegó la calma, muerte prometida, besó tus ojos, tu sonrisa amable y con tanto llanto quedé encogida.
Ilustración anterior por: @cyanescente
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