Los escribas 11

Page 1

Año 2 Nº 11 Enero - Marzo 2017

Los escribas Divulgación literaria


Editorial El inicio de un nuevo año siempre nos vuelve reflexivos, sobre los propósitos del anterior, nuestro logros cumplidos y los que no fue posible concluir, las pérdidas, los sinsabores pero también la satisfacción por lo obtenido en un ciclo, las amistades, los encuentros literarios, el amor, lecturas que nos enriquecieron, lo escrito, lo publicado, nuestros proyectos de vida y literarios para este año.

Directorio Revista Los escribas Director Alberto Calderón P. Subdirector Maricarmen Delfín D.

Por nuestra parte les comentamos que la revista de divulgación literaria Los escribas a partir de este año será trimestral, dando un mayor tiempo a la divulgación, queremos que sus propuestas literarias sean leídas por un mayor número de personas amantes de las letras en nuestro país y en los de habla hispana, la invitación para que se acerquen a lo ofrecido por ustedes que es de indiscutible calidad, un trabajo lento pero seguro, por eso lo hacemos con paciencia y como un compromiso de todos los que navegamos en este barco digital. También ponemos a su disposición el servicio de la Editorial Manantial entre Arenas para hacer sus libros, a la fecha tenemos diez publicaciones de diversos autores, entre ellas un trabajo colectivo de un taller literario y la primera antología de la revista, esperamos nos sigan favoreciendo con su confianza.

Consejo editorial Lilia C. Ramírez Gabriela Jiménez Vázquez Gloria Domínguez Jorge Enrique Escalona Del Moral Juan Pérez Salazar Publicación trimestral Registro en trámite. contacto: rev.elescriba@gmail.com twitter: @RevLos_escribas youtube: canal Los escribas Facebook: Grupo Los escribas Pinterest: Revista Los escribas issuu.com: Los escribas web: wwwrevistalosescribas.com

Revista Los escribas es una publicación sin fines de lucro. Los textos e imágenes son propiedad de sus autores y se presentan como divulgación y expresión artística.

Reciban un afectuoso saludo y que los doce meses del 17 la pasen de lo mejor. 2


Índice

Gabriela Jiménez Vázquez

Susurro de ecos

4

Anne Hannah Banasiak

Leyendas lituanas

5

Elvira Mora Mora

Ecos

6

Gloria Domínguez

Jacintos en el agua

10

América A. Fematt

Sortilegios de agua

12

Isidoro A. Gómez Montenegro

Agua que da vida

14

América Guerrero González

¡Agua que pervive!

15

M. Rocío García Dorado

Así tú como el agua

16

Raúl Siva

Agua de azahares

18

Daniel Olivares Viniegra

Ojos ascuas

19

Mario Millán Soto

En la vida sueños son

21

Lily Varela Farca

Temor

22

Filemón Zacarías García

Trova…recado a tus ojos

23

Dr. Bricio Rincón Aguilar Maricarmen Delfín D. Lilitt Tagle

¡Acaso! ¿Sómos más que hormigas? Con dos espíritus

Miracle Dels Peixets

24

28 34

Josefina Peralta y Galicia

Oda a mi valle

37

Martha Cupa León

Tatuajes del tiempo esbozados en el agua

40

Carolina Valerio Mateos

El río profundo

42

Eduardo Cerecedo

El pez que quiso volar

44

Alberto Calderón P.

Tabaco

46

3


SUSURRO DE ECOS Gabriela Jiménez Vázquez

La mar irrumpes con tu deseo, despiertan olas de emociones y entretejes sinfonía de colores, ilusiones y sueños. Tu mirada, inquieta la transparencia de mis aguas, la paz desvanece, tu sonrisa ilumina la arena, y un suave temblor la estremece. Mi profundidad penetra luz de cielo. Después del éxtasis, te alejas, y sólo queda, el susurro de tus ecos.

4


Leyendas lituanas I

Anne Hannah Banasiak

Según las profecías lituanas, su mismo autor, el poeta sumergido en las aguas mediterráneas, cada país es una estructura inventada que nos puede reflejar ninguna realidad. Si nos gusta o no, tenemos en la mente varios universos, millones de las callejuelas y ventanas, entre los que solo algunos valdría la pena visitar. Mientras tanto seguimos atravesando como si fuese algo importante: las cosas del papel.

Son las 4:00 por la mañana. En una habitación oscura hay un hombre viejo leyendo La Scriptura. Le parece que nada haya cambiado. Sus ojos siguen mirando, todavía no ha perdido sus manos, está vivo. Las palabras suenan como siempre. La lengua le sigue impresionando. Pero son las 4:00 por la mañana. Él quedó solo en la Isla en el centro del océano. 5


CICLO

Elvira Mora Mora

Poseo grabado en el corazón tu nombre Baño de luna en el tallo Savia rebosando mi copa Rememoro al progenitor en anclaje de raíz sembrada en el patio Guardo el momento que fui rama menor casi semilla Tu candidez me vio crecer como amigo Te vi crecer como tu padre Mis noches recorrieron confesiones de muchacho Con la complicidad del viento batí mi ramaje Festejé tu paso de niño a hombre Caer de tiempo cala madera polvo hace los huesos Volvió al viejo nido de comejenes Por él mi cuerpo sufrió la tormenta de tus ojos No estás solo Otra mitad dibujó en mi tronco su inicial junto a la tuya Tus hijos corretean alrededor Juegan escondidillas a mis pies Maravilloso renacer de la sangre

6


Infancia Juventud Generaciones Es ley cerrar ciclos Calmas mi sed Acaricias mi piel anciana Agradecido Todavía extiendo mi altura Doy cansados frutos Deseo los otros tengan mi suerte Logren el beso del buen principio con el excelente final Mis congéneres Oasis del planeta den vida a la vida sin recibir herida de hacha Anhelo el humano desaprenda Sea más humano menos destructivo Piense en verde como nosotros Y sepa que mi asfixia es su muerte Voy a marcharme Cercana la hora suplico escuchar concierto de pájaros Palpar cariño en las manos de tus vástagos De mi floema sentirlos descendientes Más tarde

7


Infancia Juventud Generaciones Es ley cerrar ciclos Calmas mi sed Acaricias mi piel anciana Agradecido Todavía extiendo mi altura Doy cansados frutos Deseo los otros tengan mi suerte Logren el beso del buen principio con el excelente final Mis congéneres Oasis del planeta den vida a la vida sin recibir herida de hacha Anhelo el humano desaprenda Sea más humano menos destructivo Piense en verde como nosotros Y sepa que mi asfixia es su muerte Voy a marcharme Cercana la hora suplico escuchar concierto de pájaros Palpar cariño en las manos de tus vástagos De mi floema sentirlos descendientes Más tarde Arruyar el recuerdo colgado de mí Tu sueño meciéndose en hamaca 8


En el umbral Calvo de hojas Yerta mi cáscara Disecados los brazos Ser casa de hormigas En tu chimenea leño ardiente Convertido ceniza dispersarme con las estrellas En lo más recóndito del cielo Volver a ser árbol para cubrirte con mi sombra


LOS JACINTOS DE AGUA

Gloria Domínguez

Caminé entre los jacintos. 
 La fe había perdido, el júbilo ardoroso,
 la razón de la bruma que esparce sus dominios. No andaría otra vez por el centro del atrio
 de aquella iglesia antigua
 que adormecía mis manos de adioses detenidos. No volvería más al camino de flores.
 De mis sueños de arroces y de grillos.

Caminé por los jacintos. Allí lo encontraría:
 Sus pies se refrescaban, el cuerpo no existía
 el rostro tan amado, el rostro suspendido
 ya nunca lo vería.

10


MAL SUEÑO

Gloria Domínguez

En el agua el manuscrito naufraga. Las letras se extinguen. Es vigoroso el río, Dulce manto apático.

¿Qué decían las palabras? ¿Tanto era su pesar, que cayeron con tal fuerza? Aún mi corazón triste, El pecho sacudido por una pasión intensa, Mis dedos manchados de tinta.

Vete, palabra. Muérete, tinta indeleble. Llévame, tierra.

11


SORTILEGIO DE AGUA América A. Femat Tiene el brillo y el tono de un río solitario. Sabe a monumento de memoria, a trazado camino. Me sobreviene el manso río anegado en sus ojos. -¿Qué otro curso de agua existe ahora que ha impregnado su luz?Extendida humedad, apariciones en el agua; reflejos subterráneos.

Ahondo en ese predilecto río toda la hondura de raíz, Todo el descanso entre el vórtice empalmado de su cuerpo, -derramado mar en el río-, entregado y devuelto a la calma del regazo para saciar con su aroma toda certeza del principio.

Así desboco en sus aguas toda la ternura que se procura en el gesto de su entrega, oriento al cielo la columna de los cuerpos, suplicando un murmullo de luz que bendiga, (nos bendiga) murmuro un sortilegio en los labios para que reviente y se propague como onda en el latido, como un orgasmo que se expande en el unísono de la carne; cuando la tarde se deshace cáliz en mi vientre, cuando me procuro surtidor de cálidos oleajes, río de ondas y devenires como un cobijo de agua enternecida, así, la tarde se conquista, se rescata y se devuelve hacia el pez de la hondura que alguna vez, -sin sentido- deseó morir entre la red y el anzuelo. 12



Agua que da vida

Por. Isidoro A. Gómez Montenegro. Agua prístina… descalza algas marinas danzan al vaivén de la corriente. Desnudos… en el intersticio de la noche. Tuvimos noches plenas solos tú y yo alma mía. Dormimos el amor de agua diáfana y algas. Bajo ramajes de mil figuras cada noche nos entregamos. Desde tiempos milenarios contamos los dedos, entrecerramos las manos para que no queden vacías. Agua cristalina… reverbera: algas, líquenes; parecen mariposas. Nos fundimos en uno en voces en imágenes en tiernas caricias en la luna llena. ¡El agua traslúcida nos hace vivir!


¡Agua que pervive! América Guerrero González

Croar de ranas anuncia tempestad. Agua infinita… Viaja por parajes… por caminos recónditos sin recorrer. Transitan mi cuerpo: Palabras apresuradas, vida, agua, soledad. Luz celeste sobre mi vientre, muslos anclados al río ardiente. Destello de mirada sonríe, la sangre recorre mis venas. Eco sonoro… voces, tiempo de primavera visible e invisible. Esfinge agorera presagia Bosque de olivos, despertar del día en medio de la nada. Orilla de maleza el viento humedece soy flor, orquídea impregnada… ¡Agua que pervive!


ASÍ TÚ COMO EL AGUA

M. ROCÍO GARCÍA DORADO

Así como el agua de simple grandeza, Tu toque me llena de pies a cabeza, Eres chispa de magia en el son de la vida, Mi raíz te busca en la tierra extendida. Soy por ti el olor de la tierra húmeda, Soy por ti el verdor en la roca sólida,

¿Cómo no ser brisa en tu alegría? ¿Cómo no ser nieve en tu desventura? Y de tu tormenta de carácter implacable Cambias los caminos y cambias los cauces, Tus olas rebotan, tu presencia llama, Y de tus corrientes rumora tu alma.

Belleza apacible, laguna de aves, Canto de cascada de ríos y manglares, Imponente y duro tempano de hielo, Hermosa nube ligera en el cielo, Con tu vapor me besas, me abrazas en el sereno, Tu gota de Rocío, despierta mi sueño.

16


Llenas mis ojos de indecibles sentimientos Y eres tantas formas al mismo momento: Agua dulce, agua salada, bondadosa y enfadada, Agua ligera, agua pesada, fragilidad y entera dama, Agua incolora, agua insabora, agua inolora, Agua bendita eres mi yo, eres mi ahora.

17


AGUA DE AZAHARES. Agua de azahares que mojaron mis carnes en párvulo baño. Agua vertida sobre mi cabeza como manantial de esperanzas divinas. Caudal impetuoso de mi amor primero, lluvia de dos cuerpos que rodó por mis muslos como agua bendita para lavar mis pecados curando mis llagas de unicornio herido. Gotas de sal de mis ojos escanciadas como vino hasta llegar a mis labios para saciar la sed como calma chicha de mis mares agitados. Agua queda, agua tibia y calma que llega como bálsamo, como gracia de mis últimos días.

Raúl Silva

18


Ojos ascuas (…a Celia Cortés) … Morena mirada de atardecer. Ahí estás –aún te veo– como eras (y eres y tú/te) fuiste navachistera luna negándose una vez más a partir… o como si esa fría, ardiente y enorme Luna jugase una vez más a volverse contigo una: a la una a las dos o a las tres… Es decir, como si siempre eterna (a fuer de ser) concreta fueras: hueco eco de manglares; albi-amorosa sonrisa desgajándo se en trinos por sobre (lo) (y) (la) misma nocturna y sacra eterna nuestra hoguera en ese tu Yo ardiendo(se) ahí también. Toda tú por entre esa/ésta colosal y multijuvenil borrachera esa que no otra puede ser la del amar la mar y (él) regocijo infinito … o simplemente esta otra que no viene a ser sino escasamente una más de aquellas otras que se postergan (c)así así o sí como no y a huevo ¿y por qué no? y mucho más allá por las más prístinas razones. … Esa(s) que lleva a desembocar por sobre y entre sí a todos sus comulgantes compañeros desde que en tanto sólo dan 3 minutos para las cuatro (y cuarto), o hasta que después… solamente y que de pronto nuevamente (nos) sorprendamos repetidamente semisobrios al filo de uno y otro o cualquier otro feliz amanecer… Ahí están tus ojos/mirada como en esas veces que lo más seguro es que todo es (sí) si acaso y apenas pausa porque después y posteriormente/ y como es de suponerse, de suyo viene nuevamente a deponer s(ó)lo la calma quieta toda esa luz alerta y cómplice que por si acaso entre sol y sol también murmurase por todo el tiempo suyo añorando su/nuestra propia inacabable colectiva y plena y festiva canción… 19


La que suena y resuena como tú que tampoco te vas (o más bien que apenas te escondes), Así quizá (o no o tal vez) pero solo un poco, si acaso jugando como la marea … pues de cierto eres siempre ya de toda esta plena arena serena que nos envuelve (soporta, arropa, pica, sofoca y reconforta). Así de imperiosa y terca naciste, viniste, te quedaste junto al nuestro fuego incienso y leña de aquesta nuestra pira del más alegre lar del más alegre mar donde ya sin duda y sin cesar imperas. Ordenas impertérrita al pie y al centro de tu/nuestra Bahía esa hacia la que, hasta a los que no estemos físicamente presentes, presta y rauda una y otra vez te aprestas ciclo con ciclo, año con año, hora por hora, minuto a minuto a convocar Sacerdotiza laica la más nuestra; la más terrena: Ojos/ Ascuas Ascuas/ojos mirada morena de atardecer.

Daniel Olivares Viniegra


En la vida sueños son

Como batracio nocturno Muy antiguo trovador Un hechizado de amor El de canto taciturno Amparado por Saturno Encuadrado por su son En replicada canción Tú vives ilusionado Porque no te han enseñado Que en la vida sueños son. Él estará cuando quieras Incorpóreo aún tal vez Y volverán otra vez Las mariposas quimeras Cuando en tus veces primeras Aun estando en desacuerdo Lo sabrás alguna vez Porque eterno nada es Y hoy los vives en recuerdo

Mario Millán Soto El Nawal de Tetelilla Xalapa Veracruz 15 - 11 – 20 – 16


TEMOR Lily Varela Farca

Temor, le tengo temor pero al mismo tiempo admiración; esas olas majestuosas que se alzan sobre la vida queriendo atraparlo todo, y yo me hundo en ellas sintiendo que me llenan y me ahogan. Siempre quiero escapar, refugiarme en lugares altos donde el agua no me alcance, y la desesperación me hace correr por caminos inciertos, tratando de trepar paredes para ponerme a salvo. Mas sin embargo ella es poderosa, más poderosa que mi imaginación y que mis intentos por sobrevivir, porque a su paso arrasa con todo, no hay límites para su alcance: y yo veo venir esa inmensa cortina de agua, rugiendo, reclamándome. El terror se apodera de mí al darme cuenta que no hay salida, y siento mis pies ya empapados; no tengo otra opción que dejarme llevar y sufrir con gozo su triunfo sobre mí; el agua sube lentamente por mi cuerpo y por mi conciencia, y cierro fuertemente los ojos cuando llega a mi garganta. Aún puedo emitir un lago grito de angustia; éste me hace despertar de mi profundo sueño…….

22


TROVA…RECADO A TUS OJOS

Filemón Zacarías García Te escribo desde las ganas desde el monólogo de los jazmines en el patio desde esta sexta hora de la tarde donde llueven las mismas palomas de la última vez. Te escribo con esta guitarra de tiempo las nostalgias de todas las veces las rabias de todos los diarios… los sueños de todos los Méxicos. Te escribo desde este lunes profundo y gris de versos salvadores. Son la tarde y el eco en tus caderas la canción por donde vuelven tus ojos y se evade el dolor.


¡ACASO! ¿SOMOS MAS QUE HORMIGAS? Dr. Bricio Rincón Aguilar El Voyager 2, es una nave espacial concebida por la NASA como parte del programa Mariner, fue puesta en órbita como sonda desde Cabo Cañaveral el 20 de agosto de 1977, aprovechando el momento en que los planetas estaban alineados, circunstancia que no ocurría desde 1801, así podría en su recorrido, visitar casi todos los planetas de nuestro sistema solar para enviarnos información inédita. Ha viajado durante 39 años a velocidades promedio entre 54,000 y 61,000 kilómetros por hora. Oficialmente, fue confirmado que el 25 de agosto de 2012, cuando se encontraba a una distancia de más de 19,500 millones de kilómetros, que por fin, había abandonado la burbuja del plasma cargado de partículas de gas ionizado que emite el sol, y que constituye la llamada Heliosfera. Ahora ya en el espacio interestelar, fuera de la burbuja de nuestro sistema solar, solo Dios sabrá que Sincrodestino le espera. Don Gurnett y el equipo de científicos de la Universidad de Iowa, que estudian las ondas de ese plasma, publicó en la Revista Science: La humanidad ha dado otro gran paso, ha quedado claro que hemos atravesado la heliopausa, que es la frontera entre el plasma solar y el interestelar; y John Grunsfeeld, Administrador de la División Científica de la Nasa en Washington, expreso: El Voyager ha llegado valientemente a un sitio donde nadie fue antes, marcando así uno de los logros tecnológicos más significativos en los anales de la historia de la ciencia, y sumando un nuevo capítulo, en los sueños y en los esfuerzos científicos de los seres humanos. 24


Carl Edward Sagan, astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y célebre divulgador científico, como presidente de la sección de planetología de la unión geofísica americana, en 1980, cuando el Voyager se alejaba de Saturno, sugirió a la NASA para que la nave dirigiese su cámara a la tierra y tomara una fotografía de nuestro planeta; la imagen no daría detalles para realizar un estudio científico, -advirtió – pero argumentaba, que pudiera ser ilustrativa del lugar que ocupa el hombre en el universo. Y, 9 años después, cuando hubo condiciones, le dieron respuesta de que tomarían esa foto que él sugería. Se tomó un retrato de los 6 planetas que eran visibles: Venus, Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Un retrato de FAMILIA del sistema solar, el 14 de febrero de 1990. En ese momento, apenas se encontraba a 6,000 millones de kilómetros de distancia. La fotografía donde se avistaba la tierra, aparecía como un pálido punto de luz azul claro, como una mota de polvo suspendida en un rayo de sol, apenas un pequeñísimo grano, como parte de la vasta arena cósmica dispersa. Ese es nuestro planeta, el lugar donde vivimos y de donde nunca ha emergido, ni un solo destello de energía para colocar el universo en su exacta dimensión y armonía. Más allá de ese infinito, nuestra inteligencia es incapaz de imaginar que pueda existir algo, o alguien, creador de tanta perfección. Yo si lo creo, mi mentalidad acuariana y cosmogónica típica, rebasa este ámbito. Esta dimensión del Cosmos, y nuestra posición en la tierra, me obliga a hacer la siguiente reflexión. ¿Acaso no seremos como hormigas?, que en la estructura organizativa de sus vidas, la complejidad de su comportamiento socio-laboral, con jerarquías para la ocupación, la infraestructura de sus casas,


sus nidos que constituyen sus ciudades, con calles, avenidas y caminos, donde la labor cotidiana del trabajo para subsistir es la prioridad. Tienen el comportamiento de todo ser vivo inteligente, y ajenos a nuestra percepción, están sus sentimientos y emociones que creemos, solo son exclusivos del ser humano. Porque creer que somos los únicos con conciencia que vivimos en el planeta y fuera de él. ¿Qué no estamos viendo lo que somos en el tiempo y en el espacio? Jorge Luis Borges ya lo decía: me encanta Dios, porque ha puesto orden en las galaxias, y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Juan José Arreola en su cuento: “El prodigioso miligramo”, las describe a la perfección. Para las hormigas, todo el planeta imposible de recorrer, representa lo que para nosotros es el Universo infinito; ellas en su universo, no saben de nuestra existencia aunque convivan con nosotros, no saben que hay serpientes peligrosas aunque compartan el nido, ni tigres, ni aves multicolores, ni flores aromáticas, ni vida en los océanos, menos que existan virus y bacterias. Tal vez, sepan que hay fuerzas poderosas incontrolables, incluyendo la nuestra, que pueda en el momento menos esperado destruirles su hábitat, sus nidos y sus caminos; después, todo volverá a ser como antes, a reorganizarse y continuar sus vidas. Algunas de sus características pueden parecernos extrañas, por los súper poderes que exhiben. Los “Mirmecólogos”, (científicos que estudian las hormigas) revelan que existen desde hace como 100 millones de años y, son, unas 20,000 especies en total. Tienen el cerebro más grande conocido en relación a su talla. Son capaces de levantar 50 veces su propio peso y 30 veces el volumen de su cuerpo. Aunque son conocidas por trabajar en grupo, y poner el bien común delante del individual, una investigación revela, que en sus colonias hay semilleros para desarrollar comportamientos egoístas y corruptos, lo que las hace similares al ser humano; de tal manera, que conviven buenas y malas hormigas, como en nuestra sociedad. No tienen pulmones, respiran a través de pequeños orificios a los costados, denominados “espiráculos”, esto les permite sobrevivir hasta por dos semanas bajo el agua. Para ellas, (que ignoran que somos capaces de manipular la tecnología, de navegar por la internet, de construir bombas atómicas, de destruirnos a nosotros mismos y a nuestro medio ambiente y, hasta, de haber ido a la luna, y atravesar la burbuja de ese plasma energético de la arena cósmica de nuestro sistema solar, y estar en el momento, viajando en el plasma interestelar), es impensable que sepan de nuestro poder omnipotente. 26


Acaso, ¿no estaremos viviendo como las hormigas, ajenos a que existan otras inteligencias infinitamente superiores en otras dimensiones, en otros sistemas solares o galaxias, que estén conviviendo con nosotros, y no seamos capaces de contactar sus frecuencias de energía de ondas y no seamos más que ellas?. Carl Sagam decía: “la astronomía es una experiencia constructora de carácter y humildad. Quizá no exista mayor demostración de la locura de la presunción humana, que la imagen distante de nuestro diminuto mundo enviada por esa nave”. En 1994, publicó su famoso libro: “Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio”. Nuestra tierra, el lugar del hombre en el universo, donde el 71% de su superficie está cubierta de agua; los efectos de dispersión y polarización de la luz solar en la atmósfera y en los océanos, son los que crean, el pálido color azulado de esa imagen. Es urgente reconocer, que debemos priorizar ideales en este lugar que DIOS nos asignó para vivir; buscar la paz, la armonía, el amor y la felicidad con nosotros mismos, y con nuestros semejantes; después, preservar y cuidar este puntito azul perdido en el espacio que es nuestro hogar; debemos cambiar las pautas de comportamiento que el ser humano ha mantenido durante el último siglo, de otra manera el planeta y su actividad biológica, no permitirán que perdure por un largo plazo, tal y como lo conocemos hoy. Felizmente, existimos en el mundo, 1,300,000 hombres de buena voluntad que tenemos como prioridad: la “Amistad”, que aprovechamos para darle el plus mágico que nos alboroza el alma, y nos concede la gracia de “Servir”, mínima expresión con que iniciamos el camino de la felicidad, resumida en el lema: DAR DE SI ANTES DE PENSAR EN SI, y SE BENEFICIA MAS, QUIEN MEJOR SIRVE. Esta rara especie de hombres y mujeres nos llamamos “ROTARIOS”. No todo está perdido, tenemos programas que pueden cambiar el mundo. La soberbia y la arrogancia con que nos conducimos como amos del Universo, nos ciega nuestros limitados sentidos y, es probable, que en él, no seamos más, que nuestras coterráneas e hymenópteras amigas, de la familia de las formidáceas, las hormigas. 27


En los inicios de la historia de la humanidad, los hombres y las mujeres han actuado obedeciendo la voz de su espíritu con actitudes encaminadas a satisfacer sus anhelos, con acciones que les marcaron sus sentimientos. Uno de éstos es el amor, como el motor que mueve, y otras veces detiene, la vida de los humanos. El amor no se planea ni se previene, simplemente aparece y se siente, no es privativo de la clase social, de la edad o del género; es como sentir hambre o sed, todos lo sienten.

Con dos espíritus Maricarmen Delfín Delgado

El amor entre dos personas del mismo sexo no es cosa nueva o moda del siglo XXI, se tiene registro de que en Italia en la época prehistórica ya existía la homosexualidad tanto entre personas como entre primates no humanos. Este término se acuñó siglos después, en 1869 por Karl-María Kertbeny, escritor y poeta húngaro pionero del movimiento de tipo. Para las sociedades de todos los tiempos la homosexualidad ha sido tratada con diferentes matices, dependiendo de la formación moral y cultural de cada pueblo, con conceptos que van desde la aceptación y la adaptación hasta la discriminación y repudio que en muchos casos ha resultado en hechos violentos de persecución y exterminio. En la China antigua el sexo entre varones estaba permitido (1050 a 250 a.C. aproximadamente), hombres maduros se unían a jóvenes mediante ceremonias, al cabo de unos años el más viejo permitía que su pareja formara una familia con una esposa. Las sociedades romanas y griegas de la Europa Clásica permitían y toleraban las relaciones entre personas del mismo sexo; se han encontrado documentos de matrimonios entre hombres del Antiguo Imperio Romano, en el año 342 d.C., el emperador cristiano Constantino II promulgó una ley que prohibía dichas uniones castigándolas con la pena de muerte. 28


Durante la Edad Media la homosexualidad se practicaba libremente y con bastante tolerancia aunque fuera considerada un pecado, hasta que en el siglo XII las autoridades religiosas empezaron a perseguir a los homosexuales culpándolos de los desastres naturales y de las plagas que asolaban a la Europa Medieval. Las relaciones lésbicas y homosexuales se practicaban en la clandestinidad incluso en el seno eclesiástico, se señala que el rito adelphopoieses que realizaba la Iglesia en los primeros siglos, era una forma de matrimonio homosexual bajo la forma de hermanamiento en Dios entre dos hombres. En el Monasterio de San Salvador en España se resguardan documentos históricos que avalan el matrimonio entre dos varones en el año 1061 realizado por un sacerdote en una pequeña capilla de la provincia gallega Rairiz de Veiga. En Estambul, en las ruinas de un monasterio dominico, se encontró un sepulcro compartido de dos caballeros de la realeza de Ricardo II, con estilo de construcción dedicado a las tumbas de los matrimonios, con sus armas en una posición que presume una relación homosexual. En los siglos XVI y XVII se practicaba entre los bucaneros y piratas el Matelotage, una unión formal entre dos hombres donde se compartían los bienes, luchaban juntos y se cuidaban uno al otro, en ocasiones mediante un testamento firmado se heredaban los bienes al morir la pareja. El primer matrimonio entre dos mujeres fue en España, en la Coruña en 1901 Marcela Gracia y Elisa Sánchez se conocieron en la escuela para maestras, se casaron haciéndose pasar una de ellas por hombre pero tiempo después las descubrieron y huyeron hacia Argentina. Al morir Elisa, Marcela se volvió a casar pero ahora con un hombre real. En el continente americano también se encontraron referencias de uniones homosexuales 29 en los pueblos nativos,


En el siglo XIX en Estados Unidos reconocían el Boston Marriage, que era la unión de dos mujeres para cohabitar compartiendo todo. En México la homosexualidad se ha tratado en todas las etapas históricas fundamentales como son la época prehispánica, la Colonia, la Independencia y con mayor reconocimiento en el siglo XXI. Las tribus mexicas eran homofóbicas al igual que los españoles, pero como ya lo mencionamos, otros pueblos honraban a los berdaches o “dos espíritus”. En 1494 el médico de Colón, Diego Álvarez Chanca, hace referencia en una carta de la costumbre de los caribes de capturar jóvenes a los que mutilaban los genitales para que adquiriera características femeninas y usarlos en la sodomía. También en otros relatos de Pedro Mártir de Anglería en 1511, describe como un hermano del rey de España tenía prácticas antinaturales con jóvenes indígenas que vestían cotidianamente ropas de mujer. En la Colonia hubo importantes recopiladores de la historia como fray Toribio de Benavente, fray Bernardino de Sahagún, Bernal Díaz del Castillo, fray Bartolomé de las Casas, por citar algunos, que tocan el tema de la sodomía como costumbre entre la población indígena. También hubo autores que culpaban a los religiosos de practicarla con ellos. Fray Bartolomé de las Casas defendió la reputación de los indígenas convertidos al cristianismo. Sin embargo no dejó de mencionar sobre actos homosexuales en las sociedades indígenas como la compra de jóvenes que hacían los padres para que sus hijos practicaran la sodomía.


En la primera mitad del siglo XVII en la ciudad de México, había implicados en esta costumbre que provenían de clases bajas y también de clases altas, que no se vieron afectados gracias a sus influencias. Estos grupos se reunían en casas privadas en los días de festividades religiosas con el pretexto de rezar a la virgen y a los santos pero en realidad hacían bailes travestidos y orgías. Hubo destacadas personalidades intelectuales con preferencias homosexuales como lo fue sor Juana Inés de la Cruz, en su poesía plasmaba sus intereses por bellas mujeres relacionadas con ella. En el México independiente afirman algunos investigadores, las prácticas como la homosociabilidad era común en grupos dirigentes del país como el ejército, el clero y los abogados por ejemplo, dando lugar a las situaciones homoeróticas. Personajes como Ignacio Bustamante, Maximiliano de Habsburgo, Manuel Palafox (secretario de Zapata), se etiquetaron como homosexuales. Hubo un escándalo muy sonado en el siglo XX, llamado el Baile de los cuarenta y uno maricones, que se refiere a una redada realizada en el gobierno de Porfirio Díaz en una vivienda particular, las autoridades trataron de tapar el hecho porque los participantes pertenecían a la clase alta de la sociedad y sus nombres nunca fueron revelados. Se rumoró que entre ellos se encontraba el yerno de Díaz pero se le dejó escapar. A los pocos días (diciembre de 1901) también hubo una redada en una reunión de mujeres lesbianas, este hecho no tuvo mucha trascendencia en la sociedad. En conclusión, las relaciones amorosas y sexuales entre personas del mismo sexo no es un asunto nuevo, ha sido parte de la naturaleza humana practicándose en diversos grupos sociales y motivo de orgullo en culturas de la antigüedad, actualmente en Juchitán, Oaxaca, existe un sector especial de su población, varones con actitudes femeninas a quienes se les llama muxes, ellos asumen los roles de una mujer en todos los aspectos. En las familias zapotecas los consideran como el mejor hijo porque nunca abandonan a sus padres y desempeñan importantes funciones sociales por lo que reciben el reconocimiento de la comunidad teniendo su propia festividad llamada la “Vela de las Auténticas Buscadoras de Peligro”. Existen organizaciones a nivel mundial y en México que luchan porque sean reconocidos los derechos de las personas que se declaran lesbianas y gais, proclamando su integración a la sociedad y aboliendo la discriminación, exigen la igualdad de trato pues consideran a la homosexualidad como una forma natural de la sexualidad humana. Una de las causas que han peleado es su derecho al matrimonio con los mismas atribuciones y beneficios que adquieren los matrimonios heterosexuales, el derecho a la adopción de hijos, el derecho a la seguridad social que tienen los cónyuges en la unión de un hombre con una mujer, es decir, con 31 igualdad de derechos y deberes.


El objetivo principal de nuestro paso por este planeta es el bienestar físico y emocional que conlleve a la felicidad, procurando la convivencia armónica con nuestros semejantes, aceptando su personalidad como ellos aceptan la nuestra, con la reflexión de que la vida es un instante fugaz y debemos valorarla y disfrutarla; recordemos que todos tenemos una fuerza interior que nos h e r m a n a llamada espíritu, respetemos y apoyemos a los seres que han sido dotados de dos espíritus.

32


Editorial Manantial entre Arenas

Flor de Agua. 2ª edición y plaquette.

El frágil paraíso

Huellas

Canto para Fabiana y sus gorriones disco y plaquette

Ciudades que habito

Historia Universal de una boda

Azul Exilio 2ª Ed

Quetzalcoatl

Antología Los escribas

Azul Exilio 2ª Ed.


MIRACLE DELS PEIXETS Lilitt Tagle Un fuerte olor a propanotrial se cuela al interior del departamento. Repaso cuarto por cuarto sin localizar el foco. Me asomo inquieta por la ventana abierta al noroeste, sobre la Plaza de la Paz. Verdes surcos a un costado de la avenida que comunica Alboraya con los pueblos vecinos de Tavernes Blanques y Almácera, delatan cebollas listas para cosechar. Esta es una vasta región agrícola conocida como l’Horta Nord (la Huerta Norte en lengua valenciana, una variación del catalán). Más allá del sembrado, la humareda blanca del polígono industrial me recuerda la invitación pendiente para visitar ahí La Ciudad de la Porcelana en donde germinan, desde 1970, todas las exquisitas creaciones de la marca Lladró, considerada por muchos la mejor porcelana artística producida desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. Estilizadas figuras humanas en diversas situaciones principalmente en colores pastel, aunque también pueden estar teñidas de oscuros, vaciadas parte por parte, ensambladas y decoradas a mano por artesanos altamente especializados, elevan el precio de esta artesanía local a cualquier número entre uno y mil, más tres ceros. Es domingo de Pentecostés, y no quiero hacer esperar al matrimonio, simpáticos sesentones propietarios del piso, que me esperan para asistir a la romería con la cual la comarca celebra 655 años del Milagro de los Peces (Miracle dels Peixets). Me explican emocionados que, en julio de 1348, sucedió aquí un acontecimiento religioso sobre el fértil cauce del río Carraixet, cuya conmemoración sigue vigente al día de hoy. Da Paquita me regala varios folletos que alientan más mi entusiasmo por conocer la historia, tradiciones, cultura y gastronomía de esta Capital de la Paella. En una copia del Resumen Histórico y Geográfico editado por la Generalitat Valenciana, leo a D. Miguel Senent Vivo, cronista oficial de Alboraya, quien relata que según el historiador Rodrigo Pertegás, Alboraya tiene un origen ibérico, pues migrantes llegados del interior de la península se establecieron en su inicio como pescadores.


Posteriormente, la comarca se convirtió en un emporio agrícola y aun cuando otros historiadores atribuyen a los árabes el diseño y construcción del sistema de regadío para esta importante huerta de España, lo lógico, según Pertegás, es que se deba a los romanos, pues han encontrado vestigios de esta cultura en los terrenos. El cronista sigue diciendo que la primer noticia escrita sobre este pequeño poblado de 23 000 habitantes en la actualidad, se encuentra a su vez en el «Livre del Repartiment», redactado en 1238 por Jaime I el Conquistador, volumen que contiene las concesiones hechas por él de las tierras arrebatadas a los árabes durante la conquista de Valencia. Don Jaime cedió la alquería mora denominada Alborayada (torre pequeña en árabe) al obispo de Huesca, don Vidal de Canellas, y este territorio fue cambiando de manos hasta llegar a la Corona de Aragón. Mientras caminamos por las callejuelas rumbo a la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Alboraya, Paquita me pone al tanto: según la leyenda un converso gravemente herido, llamado Hassam-Arda, llamó al cura de Alboraya (ya que Almácera pertenecía entonces eclesiásticamente a esa localidad) para recibir el Santo Viático. Al ir a cruzar el párroco el Carraixet, crecido por una fuerte lluvia, cayó al agua junto con su caballo perdiendo la arqueta donde contenía las sagradas formas. El pobre sacerdote no tuvo otro remedio que renunciar a la búsqueda de las hostias dispersas en la corriente y decidió volver a Alboraya. De pronto, algunos pescadores (otros ponen labradores, comenta mi casera) le fueron a avisar haber visto algunos peces llevando en la boca unos discos blancos y resplandecientes. El párroco se acercó a la orilla y los tres peces se acercaron a él a depositar dichas formas en un cáliz. Sus cuerpos sobresalían casi completamente fuera del agua sosteniendo las hostias intactas. Decía estas palabras cuando arribamos a la parroquia donde se conserva el cáliz del milagro y un hermoso mural de pequeños mosaicos conmemora el milagroso suceso. La gente se reunía con gran algarabía. Caminamos en grupo hasta la Ermita del Milagro de los Peces, donde se celebró una solemne eucaristía.


De regreso nos encaminamos a la avenida de la Horchata, que al conectar el casco urbano del pequeño poblado con Valencia, desemboca en la ronda de los Hermanos Machado. Esta pintoresca avenida debe su nombre al tubérculo Cyperus sculentus, vulgarmente llamado “Chufa”, con el que se prepara una deliciosa bebida refrescante que no tardé en degustar sentada en una horchatería al aire libre rodeada de risas y el dulce sonido de la lengua valenciana. Ahora es el turno de D. Paco, quien me cuenta que el cultivo de la chufa en España fue introducido por los árabes en el siglo VIII, y precisamente en esta región de la Huerta Norte es donde se da el mejor clima para su producción. No me resisto a probar también el delicioso helado de chufa, aunque debo dejar espacio para la paella prometida con motivo de la fiesta. Paquita hace un mohín de disgusto cuando le pregunto si le pondrá camarones.


ODA A MI VALLE Josefina Peralta y Galicia Soy una enamorada apasionada de la naturaleza en todas sus latitudes –la montaña, la playa, la llanura, el valle; de los bosques, como habitat de los más variados seres vivos, que además regulan el agua, el suelo y la atmósfera; de los manglares, lagunas costeras alimentadas por ríos que conforman otro ecosistema, igualmente pletórico de vida. Como andariega innata gusto del placer de maravillarme deambulando en solitario y siempre me asombran los secretos que me rebela el recorrido. Por eso echo a andar con la expectativa de encontrarme con el misterio, la emoción, la aventura; experimento la alegría de vivir la magia, la celebración, el júbilo y el regocijo de mi propio espíritu, ante el magnetismo de espectáculos tan seductores. Mi fraterno amigo Alejandro (+) habría dicho que mantengo mi individualismo a punto… ¡Esto es pasión por vivir! Me he embriagado con el drama de la naturaleza extrema, la atmósfera diáfana, el clima caprichoso; con la extraña belleza de piedras, plantas, insectos; con la lluvia, que en mi terruño alcanza proporciones extraordinarias en forma de arrullo, gemido, susurro, bramido, canturreo, ráfaga. Puede ser lluvia encrespada, torrencial, explosiva, silenciosa; hechicera entre gasas mórbidas; frívola con diamantes titilantes suspendidos en su cauda de humedad; fantasmagórica, envuelta entre centellas y relámpagos, tronidos y chispazos que retumban en el eco cuando la tormenta se estaciona en mi lar -desafiando al más porfiado- hasta ir a ocultarse en las montañas… La lluvia que resulta atemorizante, divertida, mustia, tenaz, conspicua en su insignificancia y en toda su magnificencia; la lluvia pertinaz prendida en el paisaje de mi valle -dueño y señor de todos los verdes- en forma de microscópicas gotitas suspendidas, flotantes, vaporosas, del chipichipi falaz -chipichipi orizabeño… El agua de mi tierra es lluvia, espectáculo de luz y sonido de la naturaleza mágica; agua que mecida por los céfiros del valle ha adquirido carta de naturalización desde su antiguo nombre nahuatl: Ahuilizapan. En efecto, la palabra Orizaba deriva de esta voz primitiva indígena, compuesta del sustantivo ahuializtli, que significa alegría y la partícula apan, es decir, en o sobre el agua. Todavía se conserva entre los indígenas de la región el uso de esta voz cuando la aplican a los baños que toman en los meses de mayo y junio, en medio de la más desbordante alegría.


De modo que el nombre de mi tierra quiere decir, literalmente: alegría en el agua. Valle de la alegría, apelativo éste que es de mi especial predilección... Derivado de lo anterior, a Orizaba se le conoce como Ciudad de las aguas alegres, por sus manantiales y seguramente por su lluvia… Me encanta transportarme a los tintes multiformes del crepúsculo y de la aurora y estar ahí, simplemente por estar. En la penumbra de la bóveda infinita admiro el horizonte con la policromía que para el ojo del hombre ha pasado inadvertida, pero que al ser develada a la paciente observación adquiere proporciones voluptuosas… A punto de asaltarnos nuevamente en su rondar cíclico los rituales funerarios de noviembre -para fortuna nuestra, tan arraigados en nuestra cultura mexicana- esta madrugada he sorprendido la ligereza de las nubes peregrinas, posándose sobre las violetas del amanecer. Al rasgarse dejaron entrever la luminosidad iridiscente de los astros, ora rojos, ora azules, siempre argentinos en su oda nocturna y me entretuve al sereno, con un saludo reverente, silencioso, a las gráciles viajeras. Todavía anoche el valle refulgía de plata. La luna de octubre, a siete días del plenilunio, se enseñoreaba altiva, penetrando en las sombras. De las lunas, la de octubre es más hermosa, cantaba José Alfredo, y es que es común que en estas latitudes de la Tierra nuestro satélite se vea nítidamente claro y se perciba, incluso, engrandecido. Bajo los cielos límpidos de octubre la luz de la luna se intensifica, iluminando el valle; el pasado miércoles 6 la luna estuvo en su perigeo, es decir, el punto de su órbita elíptica más cercano a la Tierra cuando se observa de mayor tamaño, aunque también fue su fase de luna nueva, por lo que no se advirtió en toda su belleza. Sin embargo, nadie nos arrebató el gustazo de disfrutar el pasado viernes 22, en la limpidez de los cielos de este octubre agonizante, de la estupenda luna llena de octubre que, pudorosa, salió al irse el sol y se ocultó al amanecer. Por lo pronto, a partir de hoy el primor del cielo despejado queda atrás…


Desde mi refugio observo la cresta furtiva del volcán -mi Pico, decía mamá- más allá del Cerro del Borrego apacible en su siesta permanente; del Puente de La Borda y el Río Orizaba que ondula allá abajo, con su sereno rumor. Aún penden ahí los ecos de nuestras voces infantiles cuando otrora, el río se precipitaba con un caudal impresionante y corría bajo el puente, tronando en vertiginosa cascada al doblar su cauce, justo al pie de la casa. Aún me seduce… ¡Vean si no!

SEDUCCIÓN Advierto jubilosa un dulce arrullo en la crespa balada bajo el puente, y en céfiros que tejen su murmullo de oblación en ritual fosforescente. El viento en el boscaje tremulante descifra con fruición el alborozo que emana de mi ser. Fiel trashumante, repica, por doquier, mi ingente gozo. La ráfaga sacude mis cabellos; relámpagos azules en picada salpican la atmósfera de estrellas.


TATUAJES DEL TIEMPO ESBOZADOS EN EL AGUA Martha Cupa León

Se lo contó una amiga: “Se le ve casi todo el día junto a la laguna. Se sienta en la orilla a contemplar el agua por un largo rato y regresa a su casa poco antes del anochecer.” Sabina le agradeció la información y no comentó nada. Sabía que la profunda depresión de su hermano lo estaba convirtiendo en un guiñapo. Para él la vida dejó de tener sentido cuando se separó de Nubia. Su ex se refugió en su empleo en el Puerto de Veracruz, como terapeuta, y él renunció a su trabajo en el hospital, se mudó a vivir a Xalapa, se instaló en una casa pequeña, y en la fachada de ésta hizo pintar el letrero: “Médico familiar”. Sabía que tendría pocos pacientes, pero lo que percibiría sería suficiente para cubrir sus necesidades elementales y darle a Nubia la mensualidad acordada. Sabina llegó a Xalapa por la tarde y lo encontró sentado a la vera de la Laguna de El Castillo, recargado en un árbol con la vista fija en el espejo de agua. Los tatuajes del tiempo en el rostro, así como su ropa ajada hablaban de un hombre abatido. Cuando percibió la presencia femenina él trató de esbozar una sonrisa que sólo se marcó de un lado de los labios, tal era su endeblez. Ella se sentó a su lado, no obstante la humedad del pastizal. – No te pregunto cómo estás, ya lo veo. ¿Qué pretendes? ¿Cuáles son tus planes? – le preguntó con tono cariñoso a su hermano. – Dejarme llevar por el sino. Los tatuajes del tiempo en mi cara –dijo mientras acercó su rostro al agua y observó su reflejo– me recuerdan los grandes esfuerzos que realicé en mi vida: para obtener un lugar en la universidad, un empleo, una esposa, un hijo ¿y todo para qué? Ahora estoy solo. Ya no lucharé por nada, al fin ¿de qué me sirvió lo que conseguí? Sabina recordó cuando Carlos era un adolescente. Parecía que estaba enamorado del espejo. Su madre no cesaba de recordarle lo guapo que era. La joven bromeaba diciéndole que, más que un espejo, lo que había en el pasillo de la casa era un póster de cuerpo completo de él, porque casi siempre Carlos estaba contemplándose. Ahora parecía un narciso mirando su reflejo. – ¿Por qué te miras en el agua y no en un espejo de tu casa, como antes?


– Porque ahora no veo mi galanura, sino mis tatuajes de amargura marcados por el tiempo. No puedo contener las lágrimas, y en el agua no se notan. No me gusta verme llorar. Sabina le pasó el brazo por los hombros, le acarició la mejilla en señal de afecto y él tocó su mano con cariño. Seguía absorto en la imagen que el agua le devolvía. Ella se puso de pie, se despidió y se alejó. Partió de regreso a Monterrey. Se sentía insatisfecha de la visita a su hermano: no había conseguido nada. Él estaba enfrascado en su reflejo en el agua. Decidió darse por vencida y, como dijo él: dejar a su hermano en manos de su destino. Un mes después Nubia fue quien recibió la noticia de labios de una vecina: “Carlos ha desaparecido. Nadie lo ha visto”. La terapeuta fue a casa de él y no lo encontró, dio aviso a la policía, preguntó por su ex a mucha gente y algunas personas aseguraron que la última vez que lo vieron fue en la laguna. Cuando lo buscó en ese sitio, su hijo de apenas cinco años señaló el agua del margen donde Carlos acostumbraba contemplarse. –Papá –musitó sonriendo el pequeño. – ¿Dónde? –le preguntó extrañada la mujer. – Ahí –dijo el niño muy contento indicando el agua donde Carlos solía observarse. Nubia se acercó y sólo vio su propio reflejo. Se apartó y le pidió a su hijo que volviera a fijarse. – ¿Allí está papá? – Sí –aseguró él esbozando una amplia sonrisa. – ¿Por qué te ríes? ¿Papá te está sonriendo? – Sí. – Vámonos Carlitos –tomó suavemente de la mano a su hijo– ya encontraste a tu papá. Lo mejor de él siempre fue su reflejo. Volveremos aquí cada vez que desees verlo. – Señora ¿quiere que busquemos a su esposo en el lago? Pudo haberse ahogado. – No es necesario, oficial, ya apareció. Me acaba de avisar que está muy bien. Creo que está mejor que nunca. Mire lo contento que se puso mi hijo al saber de su padre.


El rio profundo Carolina Valerio Mateos Adentro Entonces seguía adentro del agua, mirándome desde afuera.

Afuera Entonces seguía afuera del agua, mirándome desde adentro.

Cae profundamente la noche, tantos días de lluvia, el río sigue en mis oídos día tras día, su velocidad aumenta, su fuerza, su rabia que lleva árboles, botes, lodo, basura, ramas tan impertinente siempre, enoja a mis sentidos, las piedras que trae entre su cauce, rugen entre ellas al golpearse, parece que tienen vida, sale el agua, casi toca las viviendas, la gente camina indiferente, se han acostumbrado, van y vienen por el puente viejo, que cruje cada vez que pasamos sobre él, yo sin embargo siempre tan impaciente, corro al otro lado, siempre quiero llegar al final del puente. A veces no duermo de tanto escuchar su curso, me quedo pensando en las no noches en esas aguas negras y profundas, casi me llegan hasta el pórtico de mi casa, cuando las tormentas no cesan, parece que un día llegaran hasta ella, eso me siento a pensar en estos días de lluvia, en que no acaba de llover, los días se vuelven interminables. No puedo dormir y cuando duermo, siempre aparezco parada en el puente del río, con una tormenta muy fuerte, siempre es de noche, y el río profundo pasando debajo de mi enloquecido, embravecido, salto de la angustia, siempre me da miedo, la noche sigue su curso, pero nunca se acaba ese ruido, el agua, corriendo afuera. Hoy me toca pasar por él, obligatoriamente tendré que cruzar el puente, la noche empieza a caer, tengo que correr apresurada para que no sea tan tarde, voy a tropezones con las bolsas que llevo, llena de despensa, casi llego al puente, se escucha el agua correr, mis manos se sienten cansadas, ese día no me gusta, siempre lo mismo, las compras, la carne, las frutas, todo hay que llevar, a veces pienso y si el río tapa el puente, como pasaremos al mercado, por eso este día compro todo y más, siempre quiero ganarle al río. De repente mi pie tropieza, no siento miedo, sus aguas me acarician, son frescas las ciento cálidas al rose de mi cuerpo, es una paz tranquila que mis sentidos disfrutan, siento bienestar, me miro lejana parada en el puente, no creo ser la de arriba, la que tiene miedo, como si fuera del río, me voy adentrando cada vez más a sus profundidades, disfruto ya no siento miedo, me quedo en él para siempre.



EL PEZ QUE QUISO VOLAR EDUARDO CERECEDO

Este era un pez que tuvo un deseo, querer volar a como diera lugar, no había mañana que no se parara frente a la superficie del mar para mirar como las aves lo hacían allá arriba, es decir, en el cielo. Allí detenido en las aguas quietas, observaba con cuidado los movimientos de las aves, miraba por ejemplo como planeaban y se metían al agua para bañarse, más este jovenzuelo no se daba cuenta que las aves hacían este rito para alimentarse, él pensaba que lo hacían para probar el agua y refrescarse para quitarse el calor de la mañana. Cierta ocasión le dijo a sus hermanos y a su mamá que él quería volar, ese era su misión en la vida y no ser un simple bocado para los humanos y para los salvajes de su especie.

Su familia inconforme le dijo que hiciera lo que él quisiera, la vida es tan corta para nosotros que un día es una ganancia más para mantenernos juntos. Pues bien, el joven pez decidió apostar todo a ese acción, la de volar, con la ayuda de los delfines logró mirar más allá de su hábitat, sintió el clima de otras aguas, miró otras especies de peces mayores, de otros colores y formas; satisfecho por lo que habían logrado sus ojos, una mañana sin viento, observó el vuelo de un águila, pasó tan cerca de él que sintió un fuerte escalofrío, pensó, qué tendrá ese emplumado que con su sola presencia me hizo sentir eso. Siguió espiando, después se concentró en lo suyo, saltaba y saltaba y volvía a saltar, su cuerpo se le había convertido en una tela fibrosa, la dureza le daba confianza en su proseguir. En uno de esos saltos que se queda atorado en las ramas de un mangle seco, allí atorado con una especie de púas, quedó atrapado el jovenzuelo.


El águila lo olió, dijo espera, tienes consistencia en tu cuerpo, parece que eres raro, déjame olerte de nuevo, efectivamente, eres un pez raro, sólo por eso te voy a dejar un rato más sobre tu trampa, voy a volar un poco más para desentumirme, y si vuelvo y no te has liberado tú mismo, te llevo para que mis aguiluchos prueben algo raro en su comida. Se fue volando el águila, en eso estaba el pececito hasta que una bandada de gaviotas venían sobre él y por arte de magia surgen del agua azul otro tanto de delfines y en su jugueteo golpearon las ramas del mangle seco, ¡cuas! Que cae el pez al agua y se fue directamente al fondo, por lo entumido que había quedado, ya en el agua respiró maravillosamente.

El águila que volvía de sus ejercicios matutinos paró de nuevo en el mangle aquél y extendió sus alas; el pececito que ya se había repuesto observaba esa acción a flor de agua y sacando la cabeza por, entre las rocas respiró, volvió a respirar y decidió volver a su nido, ahora adornado de corales, algas, musgo, su madre lo esperaba gustosa de tener un hijo atrevido. Sus hermanos lo recibieron dando la bienvenida entre dientes, pero al fin y acabo; los unían las mismas aguas, el mismo peligro.


Tabaco Alberto Calderón P. Miró sus dedos amarillos de tanto tabaco, igual se encontraban los dientes que le quedaban. Desaliñado, sin rasurar, puso su cara frente al espejo, éste seguía mudo como siempre, no era protagonista de historias fantásticas solo mostraba la realidad de sus ralos pelos canosos espaciados sobre flácidos cachetes, en la cabeza unas cuantas cerdas coronaban esa calva pecosa. Un pensamiento fugaz pasó por su mente: limpiar su casa, desistió de inmediato no era muy necesario, había cosas más importantes como prender otro cigarro. A estas horas debió ser como el octavo. Qué más da, se acercó a la hornilla de la estufa y jaló aire por su boca para atraer el fuego, sintió como el humo pasó por su garganta que enseguida reaccionó con una involuntaria tos de casi medio minuto, los ojos espantaban hasta el diablo, le brotaron lágrimas que limpió con su brazo, esa tos crónica solo se le calmó al darle otro jalón que fue tan fuerte que la brasa iluminó su cara, llenando sus pulmones de nicotina, y el rito se volvió a hacer presente. Con el dedo índice golpeó el lomo del pitillo y la otra mano la enconchó haciendo las veces de cenicero, el carbón cayó y de inmediato lo ingirió. Se vio los pies sucios, miró dirección del cuarto de baño pero no tenía humor para estar debajo de la regadera, corrió la cortina y abrió la ventana para tirar la colilla, el último residuo lo miró quemarse en su jardín que ahora era una extensión de su basurero; donde debería nacer el pasto morían los últimos vestigios de sus chicotes junto a otros desechos inservibles. Mas allá la banqueta parecía limpia, un poco más lejos una jacaranda estaba floreando.


Pasó una motocicleta haciendo un ruido espantoso. Cállate hijo de la chinga…, cof, cof, cof., un nuevo acceso de tos le impidió terminar. En la esquina los vecinos esperaban el camión de pasaje, de la tienda salían y entraban señoras quedándose a platicar en la acera, mas allá se veía como subía el valle con un verde intenso de variadas tonalidades. Miró hacia adentro, todo en desorden, sucio, la casa toda olía a tabaco revuelto con aromas acres, los muebles tenían las marcas de las colillas mal puestas. Con una mano tomó su coca cola, con la otra giraba la perilla para abrir la puerta de la calle, al fin lo hizo y salió. Otra vez a toser, ahora menos. Avanzó unos cuantos pasos arrastrando sus chanclas, se paró en el límite de su casa y la banqueta, miró el horizonte era un día soleado, ni una sola nube. A lo lejos se dejaba ver en toda su majestuosidad la montaña, con un cigarrillo aun sin encender y en la otra mano su lata de refresco extendió los brazos a lo alto, con su camiseta de tirantes y dijo “que bonito día”.



Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.