REVISTA CONSTRUYE edición Bajío julio de 2025

Page 1


Este mes de julio, en el marco del Día del Ingeniero, dedicamos nuestra edición con profundo reconocimiento a quienes día a día diseñan, innovan y edifican el presente y el futuro de nuestras ciudades y comunidades. En Revista Construye nos honra presentar los perfiles de ingenieros e ingenieras que están marcando una diferencia real en la infraestructura, la educación técnica y la evolución de la industria de la construcción. A través de sus historias, vislumbramos el impacto de la ingeniería como motor de desarrollo y cambio, tanto a nivel nacional como en escenarios internacionales donde el talento mexicano también está dejando huella.

Además, en esta edición especial ampliamos nuestra mirada con ejemplos notables de obras de ingeniería que están redefiniendo los límites de lo posible, desde megaproyectos urbanos hasta soluciones sustentables en comunidades rurales. Y porque sabemos que detrás del casco y la calculadora hay también intereses y pasiones, en nuestra sección Más allá de la construcción ofrecemos contenidos pensados para ellos: desde temas de historia hasta rutas de turismo imperdibles para quienes buscan inspiración y descanso. Esta edición celebra la vocación, la creatividad y el compromiso de quienes construyen mucho más que estructuras: construyen futuro.

Y recuerden

que…

¡El Éxito nunca llega solo…se Construye!! ®

Director General

LIC. JUAN CARLOS ZAMORA M

Directora Ejecutiva

LIC. GELA MORALES B.

Director de Contenidos

LIC. JUAN CARLOS ZAMORA Jr.

Director Administrativo

LIC. ESTEBAN ZAMORA M.

Directora

LIC. GELA MORALES B.

Community Manager

LIC. DIEGO ZAMORA M.

Arte y Diseño

CG MEDIA / LUIS ALBERTO CABRERA

Consejo Editorial MTRO. LUIS MORÁN

LIC. BÁRBARA VELDERRAÍN

MTRA. ILSE GONZÁLEZ

MTRA. PAVHIELA GUERRA

MTRO. EDUARDO LEÓN

MTRO. OSCAR COELLO

PUBLICIDAD

rp@revistaconstruye.com.mx

449 399 4641

SIGUENOS

revistaconstruye.com.mx

facebook.com/revistaconstruye

X: @RevConstruye

Instagram: revistaconstruye

Linkedin: revistaconstruye

youtube.com/revista construye

Revista Construye ® es una publicación de Corporativo GEDCA, S.A. de C.V. de distribución gratuita. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido sin previa autorización por escrito de los editores. Los autores son responsables de sus artículos y no reflejan necesariamente el punto de vista de la empresa. IMPI ® 2434130

Todos los Derechos Reservados © No. Reserva 04-2024-062712220000-203

Año 20, No. 162, julio del 2025.

en la línea de fuego

6

INGENIERÍA EL INGENIERO

Pilar del desarrollo económico y social de México.

22

ENTREVISTA ING. GUSTAVO BAÑUELOS ORTEGA

Presidente CEICG.

34

OPINIÓN

MTRO. RAÚL MARTÍNEZ

La evolución de la traza urbana de Londres .

50

INGENIERÍA VIADUCTO

CANAKKALE 1915

El Gigante del Estrecho

INGENIERÍA

INGENIERO

Pilar del desarrollo económico y social de México. 46 PUENTE BALUARTE

El Coloso de la Sierra.

50 VIADUCTO DE CANAKKALE 1915

El Gigante del Estrecho.

CONSTRUYENDO OPINIÓN

MTRO. ÓSCAR COELLO HUERTA

Ingeniería en la Línea de Fuego. 34 MSc. Arch. Urb. RAÚL MARTÍNEZ

La evolución de la traza urbana de Londres.

44 MBA. JAVIER AGUSTÍN NAVARRO

Químicos eternos.

ENTREVISTA

20 ING. JOSÉ GUILLERMO DOSAL VALDÉZ

Presidente Federación de Colegios de Ingenieros Civiles.

22 ING. ING. GUSTAVO GUILLERMO

BAÑUELOS ORTEGA

Presidente Colegio Estatal de Ingenieros

Civiles de Guanajuato.

26 ING. ALEJANDRO MUÑOZ GODÍNEZ

Secretario Colegio Estatal de Ingenieros Civiles de Guanajuato.

30 ING. MIGUEL ÁNGEL MATA SEGOVIANO

Presidente Colegios de Ingenieros Civiles de León

INNOVACIÓN

58 LUZ QUE PRODUCE

La iluminación industrial.

MÁS ALLÁ DE LA CONSTRUCCIÓN

62 OBRAS: 5 Obras de Ingeniería Civil que inspiran.

66 PODCAST: 5 Podcast que deberías escuchar.

72 AUTOS: 3 camionetas ideales para el ingeniero moderno.

74 HISTORIA: El Escuadrón 201 en la segunda guerra mundial.

78 TURISMO: Lisboa, la capital que fluye entre azulejos.

EL INGENIERO

Pilar del Desarrollo Económico y Social de México

“Cada uno de estos frentes no solo requiere talento, sino voluntad de incidir positivamente en el entorno. La ingeniería, así entendida, no es solo una carrera: es una vocación de servicio.”

Pocas profesiones han moldeado tanto el rostro de un país como la ingeniería. En cada puente que une comunidades, cada carretera que acerca mercados, cada edificio que transforma una ciudad, hay una mente entrenada para resolver problemas con eficiencia, visión y responsabilidad. El ingeniero no solo es el arquitecto de lo tangible; es un agente activo del progreso económico y social. En un país como México, su labor es clave para cerrar brechas de desigualdad, mejorar la calidad de vida y fortalecer las bases del desarrollo sostenible.

Cada 1 de julio se celebra en México el Día Nacional del Ingeniero, una fecha que rinde homenaje a esta profesión vital. Su origen se remonta a 1973, cuando el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Eugenio Méndez Docurro —él mismo ingeniero— propuso instaurar una jornada para reconocer la trascendencia de esta disciplina. La elec-

ción del día no fue casual: un 1 de julio, pero de 1776, se expidió la Real Cédula para la creación del Real Seminario de Minería, la primera escuela de ingeniería en el continente americano. Desde entonces, generaciones de ingenieros han sido protagonistas silenciosos en la construcción del país.

Hablar de desarrollo económico sin mencionar a la ingeniería es omitir a quien hace posible su infraestructura. Las industrias estratégicas —energía, transporte, manufactura, telecomunicaciones— dependen directamente del conocimiento técnico y la capacidad innovadora de los ingenieros. Ellos diseñan procesos más eficientes, optimizan recursos y encuentran soluciones sostenibles en un entorno de cambios acelerados. A su vez, generan empleos, potencian cadenas productivas y elevan la competitividad del país ante los retos de la globalización.

Pero su influencia va más allá de los planos y las fórmulas. En las zonas rurales, la ingeniería civil lleva caminos y agua potable donde antes solo había aislamiento. En los centros urbanos, la ingeniería ambiental combate la contaminación y propone modelos para una vida más saludable. En el sector público, los ingenieros participan en la planificación de ciudades inteligentes y resilientes. Y en la educación, inspiran nuevas generaciones a pensar en grande, con lógica, ética y compromiso social.

En tiempos de cambio climático, transformación digital y reconfiguración económica global, la figura del ingeniero adquiere aún mayor relevancia. México necesita profesionales capaces de adaptar su saber técnico a desafíos contemporáneos: energías limpias, movilidad sustentable, seguridad estructural, infraestructura re-

siliente, automatización industrial. Cada uno de estos frentes no solo requiere talento, sino voluntad de incidir positivamente en el entorno. La ingeniería, así entendida, no es solo una carrera: es una vocación de servicio.

Reconocer a los ingenieros es también reconocer que el desarrollo no ocurre por accidente, sino por diseño. En cada obra que transforma el paisaje, en cada solución que mejora un sistema, hay un profesional que entiende que su trabajo no es solo levantar estructuras, sino construir futuro. Por eso, más allá de la celebración anual, es vital que México invierta en la formación, actualización y dignificación de sus ingenieros. Porque mientras haya desafíos que resolver, habrá ingenieros listos para enfrentarlos. Y mientras existan ingenieros comprometidos, México seguirá avanzando.

17 – 20 NOVIEMBRE 2025

RECINTO GRAN VIA – BARCELONA

R egístrate gratis con el código

Etica y responsabilidad en un mundo en conflicto

En el marco del Día Nacional del Ingeniero en México, celebrado cada 1º de julio, es inevitable detenernos no solo a celebrar, sino a reflexionar profundamente sobre el papel que jugamos los ingenieros en el mundo actual, un mundo donde los avances científicos y tecnológicos se entrelazan, cada vez más, con conflictos bélicos, tensiones geopolíticas y decisiones que definen la vida y la muerte de millones de personas.

Vivimos en una era donde la ingeniería ha alcanzado niveles de sofisticación impensables hace apenas dos déca -

das. Inteligencia artificial, drones autónomos, sistemas de defensa hipersónica, satélites de vigilancia en tiempo real, redes cibernéticas de guerra, impresión 3D de armas, infraestructura energética estratégica... todos estos desarrollos tienen al ingeniero como figura central, ya sea en su diseño, operación, implementación o control.

Y aquí comienza el dilema: ¿cómo reconciliamos nuestra misión de construir y proteger la vida con el hecho de que muchas de nuestras creaciones están siendo usadas para destruirla?

El rol de la ingeniería en las guerras modernas

Basta observar algunos de los conflictos actuales —como la guerra en Ucrania, los enfrentamientos en Gaza o las tensiones tecnológicas entre potencias— para entender que la ingeniería no es neutral. Cada puente bombardeado, cada sistema de misiles lanzado, cada ciudad reconstruida o devastada, involucra conocimiento técnico aplicado.

El sistema de defensa israelí “Iron Dome”, por ejemplo, es una hazaña de la ingeniería en términos de velocidad, precisión y automatización, pero al mismo tiempo es una herramienta en un conflicto profundamente trágico. Por otro Iado, en Ucrania, ingenieros civiles han sido movilizados para levantar infraestructuras pro-

visionales, reconfigurar plantas eléctricas dañadas y adaptar soluciones bajo fuego enemigo.

Y no olvidemos la guerra digital: ciberataques a plantas nucleares, sabotaje de redes de energía, manipulación de GPS o hackeo de sistemas de transporte automatizado. Esto también es obra de ingenieros... desde un teclado.

¿Y México?

Aunque México no participa activamente en conflictos bélicos internacionales, no estamos exentos de dilemas éticos relacionados con la ingeniería y la seguridad. Empresas nacionales exportan componentes industriales que podrían usarse en armamento, se desarrollan softwares de vigilancia aplicados en contextos con-

“La ética no puede ser un apéndice de la ingeniería. Debe ser su columna vertebral.”

troversiales, y los ingenieros mexicanos trabajan en proyectos de infraestructura estratégica que, en caso de conflicto, serían objetivos prioritarios.

Por otro Iado, la ingeniería mexicana también ha demostrado su poder en momentos de reconstrucción y paz. Tras los sismos de 1985 y 2017, fueron los ingenieros quienes diseñaron nuevas normas, reforzaron estructuras, y plantearon soluciones resilientes. En contextos de crisis hídrica o salud pública, como la pandemia de COVID-19, hemos visto el despliegue de capacidades extraordinarias en diseño de hospitales temporales, sistemas de ventilación, distribución logística de insumos médicos, y más.

Ética e ingeniería: una conversación urgente

Celebrar el mes del ingeniero sin hablar de ética sería una omisión peligrosa. Por-

que la tecnología no es buena ni mala por sí misma: depende de cómo, para qué y para quién se utilice. Y eso, en gran parte, recae sobre nosotros.

La ética no puede ser un apéndice de la ingeniería. Debe ser su columna vertebral. Como ingenieros, debemos preguntarnos constantemente:

¿Estoy contribuyendo a una solución o a un problema mayor?

¿Mi trabajo beneficia a la humanidad o la pone en riesgo?

A quién le rindo cuentas: ¿al mercado, al poder... o a mi conciencia y a la sociedad?

Y por qué no pensar mejor Construir en vez de destruir, ya que actualmente tenemos una oportunidad histórica: utilizar nuestra capacidad técnica para reconstruir, proteger, anticipar y educar, desarrollando tecnologías que eviten la guerra, que ayuden en zonas de desastre, que

mejoren la vida sin depender de la destrucción del otro.

La paz también se diseña. También se calcula. También se construye.

Como comunidad de ingeniería en México, debemos impulsar una agenda de responsabilidad tecnológica, de innovación con propósito y de colaboración con otras disciplinas. No somos solo parte de la industria: somos parte del tejido social, y nuestras decisiones tienen impacto profundo.

Conclusión: el ingeniero como agente de paz

En este julio de 2025, más que celebrar, invito a todos los ingenieros e ingenieras

de México a despertar conciencia. A no reducir nuestra profesión a planos, cálculos y estructuras, sino a elevarla como una herramienta de transformación ética y humanista. A no temer al debate difícil sobre nuestro rol en los conflictos, sino a enfrentarlo con valor, honestidad y visión.

Porque como advirtió alguna vez Albert Einstein: “La liberación del poder del átomo ha cambiado todo, menos nuestra forma de pensar... por eso nos dirigimos a una catástrofe sin precedentes.”

Es hora de que la ingeniería también cambie su forma de pensar. No solo para innovar, sino para preservar.

“A no reducir nuestra profesión a planos, cálculos y estructuras, sino a elevarla como una herramienta de transformación ética y humanista.”

CONSTRUIR EL FUTURO,

El Ing. José Dozal impulsa una ingeniería civil moderna, actualizada y comprometida con un México sostenible

Desde el taller de dibujo técnico en la secundaria hasta la presidencia de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles (FEMCIC), la historia profesional del Ing. José Guillermo Dosal Valdez está marcada por una vocación construida con trazos firmes y convicciones heredadas. “Mi papá fue topógrafo, tenía su restirador, su equipo… en primer año de secundaria me cayó el veinte de que eso era lo que quería hacer”, recuerda. Años después, ya elaboraba planos catastrales y se integraba a despachos de ingeniería, lo que lo llevó a inscribirse en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

Con más de dos décadas dedicado a la dirección y administración de proyectos, Dozal encontró su especialidad desde la práctica. “Me fui constituyendo como gerente y luego director de proyectos. Esa es mi área: la gerencia de obra”, afirma. A esta se suma otra vocación que corre por sus venas: la valuación profesional, influencia directa de su padre, pionero en el gremio de peritos valuadores en Chihuahua. “Mi padre fue presidente de su colegio, decano, y un referente. Así como mi abuelo, un

funcionario público correcto. Ellos son mis pilares”.

La visión de Dozal no se limita a su experiencia individual. Como líder gremial, ha identificado con claridad los retos actuales de la ingeniería civil en México. “El gran reto es actualizarnos profesionalmente hasta llegar a la certificación”, asegura. Esta transformación, explica, es esencial para enfrentar el contexto geopolítico y económico del país: “Debemos estar en el momento oportuno, con herramientas modernas, conocimiento de nuevos materiales y técnicas. México requiere ingenieros certificados, preparados para los desafíos del presente”.

Convencido de que el desarrollo urbano debe sustentarse en políticas públicas sólidas, Dozal ha enfocado buena parte de su trabajo en el diseño de leyes y reglamentos que ayuden a construir ciudades más incluyentes, funcionales y sustentables. “Hemos llevado propuestas al Senado, a gobiernos estatales y municipales. Ciudades con mejor infraestructura son sinónimo de mayor calidad de vida”, sostiene.

Frente a la necesidad de una transición hacia una industria más innovadora, Dozal subraya la urgencia de que el país vuelva a mirar a la ingeniería como pilar del desarrollo. “Hoy se priorizan otros temas, y eso es válido, pero no podemos dejar de lado la infraestructura.

México necesita ingenieros, necesita ciudades más sostenibles y crecimiento planeado”, apunta. Por eso, la FEMCIC ya trabaja con una estructura sólida: más de treinta equipos de trabajo especializados, desde protección civil hasta inteligencia artificial, desde ingeniería eólica hasta relaciones internacionales.

“La federación está enfocada en capacitar y certificar. Tenemos un equipo de jóvenes ingenieros que ya desarrolla plataformas de comunicación y formación, y capítulos estudiantiles que integran a quienes aún están en la carrera”, comparte con entusiasmo. Su apuesta es clara: abrir espacios a los nuevos talentos y tender puentes entre generaciones. “Desde la federación pueden encontrar mentoría, integración con sus iguales y una visión mucho más amplia de lo que significa ser ingeniero civil en México hoy”.

Para José Dozal, el legado que desea dejar es claro: “Que las cosas ocurran, y que ocurran lo más parecido a como las planeamos. Brindar certeza a quienes confían en nosotros”. En un país con desafíos crecientes, cree firmemente que solo un gremio sólido, actualizado y comprometido puede construir el México que todos merecen. “Vayamos juntos por este México que requiere ingenieros altamente capacitados. Porque juntos podemos hacer mucho más”.

“Juntos podemos estar fortaleciendo la ingeniería civil mexicana… porque este país nos necesita”

CONSTRUIR ES UNIR

El reto humano y tecnológico de la ingeniería civil

Pocas voces conocen tan de cerca el pulso de la ingeniería civil en Guanajuato como la del Ing. Gustavo Guillermo Bañuelos Ortega, actual presidente del Colegio Estatal de Ingenieros Civiles. Aunque en su juventud aspiraba a convertirse en ingeniero en computación, la realidad económica de los años ochenta lo llevó a inscribirse en la Universidad de Guanajuato. Sin embargo, no tardó en encontrar en la ingeniería civil un campo fértil donde desarrollar una vocación marcada por la técnica, la pasión por el diseño estructural y el compromiso social.

La ingeniería estructural, especialidad que ha guiado su trayectoria profesional, llegó a él tras iniciarse en un taller de estructuras metálicas, donde se enfrentó desde temprano al reto del cálculo. Desde entonces ha sido un convencido del potencial que esta rama tiene para transformar el entorno de forma segura, eficiente y funcional. “Es una pasión tremenda cuando se construye con profesionalismo y propósito”, señala con entusiasmo.

Como representante del gremio, el Ing. Bañuelos ve con preocupación la centra -

lización de la obra pública en manos de la ingeniería militar, desplazando a los ingenieros civiles del desarrollo de infraestructura nacional. “El reto es que el país vuelva a confiar en sus ingenieros civiles, que somos los que conocemos las regiones, los que formamos equipos multidisciplinarios y los que trabajamos directamente con la sociedad”, afirma. Reitera que no se trata de una postura política, sino de una necesidad técnica y estratégica para retomar el rumbo del crecimiento nacional de forma sostenible y con impacto social.

“Esta dinámica va acompañada de cursos de educación continua y reuniones colegiadas que, por ley, vinculan a los colegios municipales con el estatal, creando una red técnica y humana sólida y colaborativa.”

En este sentido, destaca el papel que juega hoy la actualización profesional como herramienta de fortalecimiento. Bajo su liderazgo, el colegio estatal ha implementado un ambicioso proceso de certificación en todo Guanajuato, que permite acreditar las habilidades, conocimientos y experiencia de los ingenieros civiles, dándoles herramientas para enfrentar las exigencias contemporáneas. Esta dinámica va acompañada de cursos de educación continua y reuniones colegiadas que, por ley, vinculan a los colegios municipales con el estatal, creando una red técnica y humana sólida y colaborativa.

Respecto al futuro, el presidente del colegio estatal es claro: “la ingeniería civil no puede seguir operando como lo hacía hace veinte años”. El avance de la tecnología, el surgimiento de nuevos materiales y la urgencia de la sostenibilidad obligan a los nuevos ingenieros a prepararse más allá de lo técnico. Los invita a integrarse con otras disciplinas, a innovar con una visión ambiental, a pensar en eficiencia energética y en infraestructura resiliente

frente a fenómenos naturales cada vez más frecuentes. “El ingeniero civil ya no debe ser solo un técnico, sino un líder en innovación, sostenibilidad y desarrollo humano”, enfatiza.

Su mensaje final no se limita a lo profesional. Hace un llamado a la convivencia y al sentido humano de la profesión. Para él, la ingeniería civil es también una forma de conectar personas, de generar comunidad y de compartir ideas en distintos niveles —municipal, estatal y federal— que enriquezcan el ejercicio profesional. “Hay soluciones que no están solo en los libros o en las normas, también están en la experiencia compartida, en la conversación entre colegas, en mirar juntos hacia adelante”, concluye.

Así, la visión del Ing. Gustavo Bañuelos trasciende lo técnico: ve en la ingeniería civil no solo una herramienta de desarrollo, sino una vocación que construye vínculos, transforma entornos y, sobre todo, acerca a las personas. Porque en sus palabras, construir, es unir.

“El

reto es que el país vuelva a confiar en sus ingenieros civiles, que somos los que conocemos las regiones, los que formamos equipos multidisciplinarios y los que trabajamos directamente con la sociedad”

ABRIR CAMINOS Edificando el Mañana

Ing. Alejandro de Jesús Muñoz Godínez / Expresidente CIC Celaya / Secretario del Colegio

Estatal de Ingenieros Civiles de Guanajuato

Desde niño, Alejandro Muñoz Godínez supo que la ingeniería civil sería parte de su vida. No solo por herencia —su padre fue ingeniero—, sino porque ya desde la infancia, con juegos como Tente o bloques de Lego, descubrió el placer de construir. Aquellas carreteras dibujadas con gis en el piso y los retos de armar estructuras pieza por pieza sembraron en él la pasión por transformar ideas en realidades útiles.

Egresado de la Universidad de Guanajuato, Alejandro ha recorrido un largo camino profesional que combina técnica, vocación y sentido humano. Su carrera comenzó con experiencias diversas: desde trazos topográficos entre cerros hasta el diseño y supervisión de caminos, puentes y obras viales. Sin embargo, su verdadera formación ocurrió en el campo, entre maquinaria, operadores y decisiones bajo presión, donde aprendió que la ingeniería civil no se limita a los cálculos: también se trata de conectar personas, acercar servicios y transformar comunidades.

A lo largo de más de 20 años en una de las constructoras más importantes del estado, Muñoz vivió en carne propia los retos del

liderazgo técnico. Uno de los proyectos que marcó su carrera fue el mejoramiento del camino La Nopalera–Palmillas de San Juan, en el municipio de Comonfort. Aquella brecha de tierra que tomaba tres horas recorrer, hoy se transita en quince minutos, facilitando el acceso de cientos de personas a hospitales, escuelas y mercados. “Después de una carretera, siempre viene el desarrollo”, afirma el ingeniero, recordando con orgullo cómo ese tramo abrió nuevas oportunidades a una región entera.

Otro punto de inflexión en su trayectoria fue la participación en la construcción de la planta de ensamble de Toyota en Guanajuato, entre 2016 y 2019. Un proyecto

de escala internacional, con jornadas de más de 12 horas, exigencias de seguridad milimétricas y trabajo codo a codo con ingenieros de Japón, Estados Unidos y México. La presión era constante, pero también el aprendizaje. “Era impresionante ver cómo una obra de esa magnitud dependía de cada decisión, cada metro cúbico de terracería bien dirigido”, rememora. La experiencia, aunque demandante al punto de casi no ver a su familia, lo formó en toma de decisiones bajo presión y trabajo multicultural.

La vocación del ingeniero Muñoz también está firmemente anclada en valores personales. Su madre, su abuelo materno y su mentor profesional fueron pilares clave. Ella, una mujer que le enseñó que la educación es la mejor herencia; él, un hombre que le transmitió la importancia del trabajo honesto. Y su jefe en la empresa constructora, quien le dio confianza para dirigir obras de gran escala desde muy joven, forjando así su temple como

líder de proyectos.

Actualmente, como secretario del Colegio Estatal de Ingenieros Civiles de Guanajuato y expresidente del CIC Celaya, Alejandro mantiene su compromiso con el gremio y el desarrollo del estado. Mira hacia el futuro con una visión clara: la ingeniería civil debe adaptarse a la tecnología, la sostenibilidad y los nuevos desafíos climáticos. Desde el modelado 3D hasta la inteligencia artificial, pasando por la planificación urbana inteligente, considera que el ingeniero del futuro debe ser más que técnico: debe ser líder, innovador y agente de cambio social.

“Construir no es solo levantar estructuras”, concluye, “es también dejar huella, mejorar la vida de las personas, abrir caminos que traigan futuro”. Y eso, Alejandro Muñoz lo ha hecho con pasión, responsabilidad y visión, desde los rincones más remotos de Guanajuato hasta las líneas de producción de una planta automotriz global.

“De las brechas rurales a la planta Toyota: una trayectoria marcada por el trabajo y la visión”
“La ingeniería es ciencia, creatividad y compromiso social.”

LIDERAZGO Y VISIÓN

Désde el Colegio de Ingenieros de León

Desde niño, Miguel Ángel Mata Segoviano ya recorría obras, no como ingeniero, sino como acompañante curioso de los choferes de los camiones de materiales de su padre. Aquella cercanía con la maquinaria, los colores y los movimientos de la construcción encendió una chispa que más tarde se convertiría en una vocación inquebrantable. Hoy, como presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de León para el periodo 2025–2026, lidera el vigésimo quinto consejo directivo con una visión clara: fortalecer la ingeniería civil desde la organización, la capacitación y el compromiso con el entorno.

Ingeniero de formación y convicción, Mata reconoce que su carrera fue la elección perfecta, una pasión que nació entre montones de arena y maquinaria en movimiento, y se consolidó con su amor por las matemáticas. “No hay otra carrera que me apasione tanto como la que Dios me permitió escoger”, afirma con determinación. La perseverancia y la responsabilidad son las palabras que mejor definen su trayectoria, dos cualidades que lo llevaron a construir su propio camino desde cero, desarrollando tanto su negocio como su

carrera profesional con esfuerzo y constancia.

Como líder del gremio en León, Miguel Mata reconoce que uno de los principales desafíos que enfrenta el sector hoy es adaptarse a los cambios vertiginosos que impone la tecnología. La inteligencia artificial, los nuevos tipos de proyectos y procesos constructivos, así como la exigencia de una industria más sustentable, obligan a los ingenieros a capacitarse constantemente. “La tecnología avanza de forma exponencial, y tenemos que saber

cómo integrarla con nuestra experiencia técnica”, sostiene. Además, añade que esta transición debe ir acompañada de una conciencia ambiental real, desde el uso responsable de los materiales hasta el diseño de soluciones más respetuosas con el ecosistema.

En este contexto, el Colegio de Ingenieros Civiles de León ha hecho de la capacitación una prioridad. Mata enfatiza que la mejora continua no es solo una obligación moral, sino una estrategia vital para mantenerse vigentes. “Terminar la carrera no es suficiente. Hay que entrenarse, ac-

tualizarse, aprender nuevas herramientas y habilidades. Y el colegio es el espacio para lograrlo”, asegura. La colaboración entre profesionistas, el intercambio de experiencias y el aprovechamiento de las especialidades de cada miembro son, para él, pilares del fortalecimiento gremial.

Su propio ejemplo lo confirma: colegiado desde los 26 años, ha vivido en carne propia los beneficios de pertenecer a una comunidad organizada, especializada e institucional. “Cuando formas parte de un grupo así, creces. Conoces gente, te relacionas y tu panorama se amplía. Eso no lo logras solo”, afirma convencido. Para las nuevas generaciones, su mensaje es claro: unirse a los colegios profesionales no solo fortalece el perfil individual, sino que

multiplica las oportunidades de desarrollo personal y colectivo.

Hoy, al frente del colegio leonés, Mata reafirma su compromiso de seguir construyendo un gremio más fuerte, más capacitado y con mayor presencia tanto en el sector privado como en el público. Reconoce el trabajo de quienes lo precedieron y se declara listo para aportar su “granito de arena” al legado de liderazgo técnico y humano que representa el colegio.

Desde su primer contacto infantil con la maquinaria hasta su actual papel como dirigente gremial, la historia de Miguel Ángel Mata es la de una vocación construida con pasión, visión y, sobre todo, un profundo amor por la ingeniería civil.

“Terminar la carrera no es suficiente. Hay que entrenarse, actualizarse, aprender nuevas herramientas y habilidades. Y el colegio es el espacio para lograrlo”

LA EVOLUCIÓN LONDRES de la traza urbana de a través de sus conflictos históricos

Por: MSc. Arch. Urb. Raúl Martínez y MSc Arch. Mariana Fajardo

Cuando hablamos de transformaciones en la morfología urbana de las ciudades, solemos centrarnos en fenómenos físicos o sociales: la densificación acelerada, los flujos migratorios o el crecimiento desmedido. Sin embargo, rara vez se analiza cómo los conflictos históricos (las guerras, las disputas territoriales y los intentos de expansión del poder) han modificado de manera estructural nuestras calles, el tejido urbano y, con ello, la forma en que habitamos la ciudad.

Este tipo de impacto resulta especialmente evidente en muchas ciudades europeas, donde las huellas de la Segunda Guerra Mundial aún persisten en la memoria colectiva y, por lo tanto, en el espacio construido. Londres no es la excepción. Su historia está marcada por episodios en los que los enfrenta -

mientos armados y eventos históricos imprevisto obligaron a replantear radicalmente su configuración urbana.

Las ciudades cambian de forma constante; las transformamos cada día. Pero hay momentos críticos que suponen un punto de quiebre, reconfigurándolas de forma irreversible. Desde los inicios de los asentamientos humanos, el conflicto ha sido un motor involuntario pero contundente de transformación urbana. La guerra no solo destruye: también reordena, redefine y, muchas veces, impone nuevas jerarquías espaciales. Como afirma Aquilué Junyent (2014): “El

nacimiento de la ciudad parece permanecer atado al conflicto, al poder y a un cierto orden social” (p. 1). Bajo esta premisa, Londres se convierte en un caso paradigmático.

Conflictos premodernos y su impacto morfológico

Fundada por el Imperio Romano, Londres (o Londinium, como fue nombrada originalmente) ha sido construida, destruida y reconstruida durante casi dos milenios. Hoy, esta metrópoli se caracteriza por su complejidad y por la ausencia de un trazado uniforme. Lejos de

“El nacimiento de la ciudad parece permanecer atado al conflicto, al poder y a un cierto orden social”

la lógica radial o axial de otras capitales europeas, Londres opera como una ciudad policéntrica, con múltiples núcleos urbanos que funcionan de manera relativamente autónoma.

Desde sus orígenes, el desarrollo urbano se concentró en tres puntos clave: el asentamiento romano amurallado junto al Támesis; Southwark, al sur del río, vinculado por un puente y concebido como suburbio productivo y recreativo; y Westminster, al oeste, que se consolidó en torno a una abadía y albergó posteriormente el corazón del poder político británico.

Lo significativo no es solo su desarrollo en paralelo, sino su falta de integración

administrativa incluso después de su unión física hacia el siglo XVII. El área conocida como the City en Londres, por ejemplo, aún conserva sus límites medievales, prueba de una autonomía histórica que desafía cualquier idea de centralidad absoluta. Esta fragmentación funcional, lejos de ser un defecto, constituye una de las características identitarias más poderosas de Londres: una ciudad formada por fronteras internas, con múltiples centros, temporalidades y escalas de poder.

Durante la Edad Media, Londres, como muchas otras ciudades europeas, fue moldeada por un sistema defensivo basado en murallas, puertas y bastiones destinados a repeler ataques externos.

En este contexto, uno de los elementos urbano-arquitectónicos más relevantes fue el Puente de Londres (London Bridge), del cual existen registros desde la época romana. Su última reconstrucción significativa ocurrió entre 1968 y 1972 (Encyclopaedia Britannica, s.f.).

Este puente no solo servía como conexión esencial entre el norte y el sur del río, sino que llegó a ser un espacio habitado, albergando viviendas, tiendas e incluso una capilla (una tipología que recuerda al Ponte Vecchio de Florencia), integrando infraestructura y vida cotidiana.

Otro hito urbano de gran importancia surgió con la conquista normanda liderada por William el Conquistador en 1066. Tras asumir el poder, William ordenó la construcción de la Torre de Londres, una fortaleza militar ubicada estratégicamente junto al río. Esta estructura no solo funcionó como instrumento de control territorial, sino que materializó en piedra el dominio del nuevo régimen. Posteriormente, el Puente de la Torre (Tower Bridge) terminaría por consolidar esta zona como un espacio altamente controlado, donde el poder se expresaba tanto en el diseño

“Esta fragmentación funcional, lejos de ser un defecto, constituye una de las características identitarias más poderosas de Londres: una ciudad formada por fronteras internas, con múltiples centros, temporalidades y escalas de poder.”

“Estos desarrollos a menudo priorizaban la eficiencia y la provisión de viviendas, a expensas de otras necesidades de la sociedad y de la continuidad de la traza hasta ahora, histórica.”

urbano como en la monumentalidad arquitectónica.

La Edad Moderna y el Londres Contemporáneo

Durante la Edad Moderna Londres presenció cambios significativos en su paisaje urbano. Las reformas Tudor generaron riqueza y urbanización, lo que propició la rápida expansión de la ciudad más allá de sus murallas medievales. Este crecimiento orgánico, a menudo no planificado, dio lugar a un denso laberinto de calles estrechas, edificios con entramado de madera y callejones abarrotados. Sin embargo, el evento más catastrófico que transformó la morfología de la ciudad fue el Gran Incendio de Londres de 1666. Extendién -

dose rápidamente por las densamente pobladas estructuras, en su mayoría de madera, el fuego destruyó aproximadamente 13.200 casas, 87 iglesias parroquiales y la Antigua Catedral de Saint Paul, diezmando casi toda el área de the City (dentro de las antiguas murallas romanas). Esta destrucción sin precedentes arrasó con gran parte del tejido urbano medieval, lo que representó tanto una tragedia como una oportunidad inigualable para un rediseño urbano radical.

Los esfuerzos de reconstrucción posteriores tuvieron un impacto profundo y duradero. Si bien los ambiciosos planes de arquitectos como Sir Christopher Wren para una gran ciudad en cuadrícula se vieron frustrados en gran medida

por problemas de derechos de propiedad, las consecuencias inmediatas dieron lugar a importantes mejoras urbanas. Se promulgaron leyes que exigían calles más anchas, el uso de piedra o ladrillo en la construcción para prevenir futuros incendios y la prohibición de estructuras de madera en voladizo. Este cambio hacia materiales más resistentes al fuego y una mejor planificación espacial transformaron fundamental -

mente la morfología de la City de Londres, creando un entorno urbano más ordenado, espacioso y resiliente.

Al llegar el siglo XX, este presentó a Londres nuevas crisis y retos que transformaron drásticamente su entorno urbano. La Primera y la Segunda Guerra Mundial, en particular la última, infligieron daños sin precedentes a la ciudad. El Blitz (los intensos bombardeos ale

“Las reformas Tudor generaron riqueza y urbanización, lo que propició la rápida expansión de la ciudad más allá de sus murallas medievales.”

manes, 1940-1941) arrasaron extensas zonas, especialmente en el East End y the City. Monumentos emblemáticos e innumerables calles residenciales quedaron reducidos a escombros, creando grandes zonas de completa destrucción en todo el tejido urbano.

El período inmediato al fin de la guerra estuvo determinado por grandes esfuerzos de reconstrucción. Esto significó una oportunidad para que arquitectos, planeadores y urbanistas implementaran diseños y configuraciones acorde a los ideales modernos. Como resultado se construyeron grandes urbanizaciones incluyendo los famosos New Towns y nuevos distritos comerciales que compitieron dramáticamente con la arquitectura victoriana y georgiana

que aún se conservaba. Estos desarrollos a menudo priorizaban la eficiencia y la provisión de viviendas, a expensas de otras necesidades de la sociedad y de la continuidad de la traza hasta ahora, histórica. La planificación de la posguerra también comenzó a incorporar elementos de seguridad y control del tráfico. El auge del automóvil exigió carreteras más anchas y nuevas arterias viales, lo que llevó a la demolición de estructuras antiguas y a la creación de bloques urbanos más grandes y separados. Las preocupaciones por la seguridad, inicialmente vinculadas a la paranoia de la Guerra Fría y posteriormente a la creciente amenaza del terrorismo nacional e internacional, influyeron en el diseño de edificios, la disposición del espacio público y las estrategias de

gestión del tráfico, sentando las bases para medidas de seguridad más explícitas en décadas posteriores. La renovación urbana selectiva en zonas fuertemente bombardeadas pretendía no solo reconstruir, sino también modernizar, lo que provocó cambios significativos en el uso del suelo y la tipología de los edificios en las zonas dañadas.

En los años 90, tras una serie de atentados del IRA (Ejército Real Republicano Irlandés) en Londres, el gobierno inglés implementó el Ring of Steel, una estrategia de seguridad urbana diseñada para proteger el núcleo financiero de la ciudad: the City (el núcleo original de la ciudad amurallada fundada en tiempos romanos). Este anillo de control no solo incorporó vigilancia intensiva y filtros

de acceso, sino que también modificó la traza urbana, desviando el tráfico vehicular y redirigiendo rutas. Un ejemplo claro es el Puente de Southwark: aunque conecta el sur con el norte, al cruzarlo en dirección sur-norte los vehículos ya no pueden continuar hacia the City, solo girar al oriente o al poniente. En cambio, peatones y ciclistas pueden moverse libremente.

Hoy, estos cambios pueden parecer imperceptibles, pero al comparar con mapas anteriores se evidencian las complejas reconfiguraciones del espacio urbano, muchas de ellas dictadas por criterios de seguridad. Esta transformación marcó el inicio de lo que hoy se conoce como fortress urbanism, donde el diseño urbano mezcla elementos de

protección y estética discreta: bolardos ocultos, maceteros antiembestida, recorridos sinuosos, entre otros. Espacialmente, el Ring of Steel redibujó la traza urbana de uno de los puntos más concurridos e importantes de la ciudad de Londres: restringió carriles, generó cuellos de botella y reconfiguró el flujo del tráfico. Los efectos se sienten también en las zonas comerciales, en algunos casos se redujo el flujo de clientes, mientras otras se blindaban para ser seguras.

A lo largo de su historia, Londres ha demostrado que cada conflicto deja una marca definitiva no solo en sus calles,

sino también en la forma en que sus habitantes la viven y la imaginan. Desde las murallas romanas hasta la implementación del Ring of Steel, la ciudad ha sido constantemente reconfigurada por guerras, accidentes, invasiones, atentados y miedos colectivos. Estas transformaciones no solo respondieron a necesidades defensivas o de reconstrucción, sino que también moldearon el tejido social, redefinieron jerarquías urbanas y generaron nuevas formas de control y desplazamiento. Hoy, en medio de diversas crisis globales, nos enfrentamos a los siguientes dilemas, entre muchos otros: ¿Cómo diseñar ciudades verdaderamente resilientes sin

“Este anillo de control no solo

incorporó vigilancia intensiva y filtros

de acceso, sino que también modificó la traza urbana, desviando el tráfico vehicular y redirigiendo rutas.”

replicar modelos defensivos que refuercen la fragmentación urbana y que al mismo tiempo garanticen la seguridad de sus habitadores y la integridad de su estado? ¿De qué manera podemos garantizar la seguridad urbana sin generar exclusión ni reforzar dinámicas de segregación espacial? ¿Cómo garantizar la seguridad sin convertir la ciudad en un escenario de vigilancia permanente, sin que cada plaza, calle o puente se transforme en un dispositivo de control más? ¿Dónde queda el derecho a la ciudad cuando el espacio público se rediseña desde el miedo?

Entender que las configuraciones urbanas están atravesadas por los conflictos del poder y la necesidad de defensa es clave para no repetir esquemas obsoletos. Si algo nos enseña el caso de Londres, es que los grandes asentamientos humanos no solo sobreviven al conflicto: lo absorben, lo traducen en arquitectura y planificación urbano-territorial, y con suerte, lo superan. Uno de los retos que está y estará siempre presente es aquel de diseñar y configurar espacios respetando nuestra memoria histórica, siempre con una visión crítica y ética hacia el futuro.

QUÍMICOS ETERNOS el legado invisible que aún no sabemos cómo borrar

Por: MBA. Javier Agustín Navarro

Desde hace décadas convivimos con los PFAS, esos conocidos como “químicos eternos”, una familia de decenas de miles de compuestos artificiales famosos por su capacidad para repeler agua, grasa y calor. Sus favorecedoras propiedades los han integrado en utensilios de cocina, textiles, bandejas, espumas contra incendio y cosméticos, y se han convertido en omnipresentes. Su infame resistencia a la degradación les permite permanecer en nuestro entorno y cuerpos por siglos, acumulándose en agua, suelos y sangre. Estudios vinculados a ellos revelan asociaciones con cáncer, problemas en el sistema inmune, alteraciones endocrinas y desarrollo neuronal afectado.

El caso de Kallinge, Suecia, ilustra un escenario preocupante: tras décadas de uso de espuma AFFF en una base militar, las concentraciones de PFAS en el agua potable alcanzaron niveles hasta 2 450

veces superiores a lo aceptable. Las implicaciones para salud pública se reflejaron en que hasta el simple hecho de portar PFAS en la sangre fue judicialmente reconocido como un daño personal. Asimismo, en Stanton, Delaware, una planta de tratamiento impulsada por Veolia actualmente procesa 30 millones de galones de agua al día para centenares de miles de habitantes. Aunque logra retener los PFAS mediante carbón activado, no los destruye, lo que plantea un dilema sobre el destino de los residuos retenidos.

La regulación se enfrenta a presiones políticas y económicas. En EE. UU. la EPA ha actuado designando como sustancias peligrosas al PFOA y al PFOS, lo que permite activar mecanismos de descontaminación bajo la ley Superfund, pero otros compuestos quedan al filo de definiciones cambiantes, mientras potencias como la UE buscan marcos más firmes.

Ante el reto de limpiar el legado tóxico, surgen tecnologías prometedoras: la oxidación en agua supercrítica (SCWO)— que combina alta presión y temperatura para romper los resistentes enlaces carbono-flúor—ya se aplica en sitios móviles como el PFAS Annihilator® de Revive Environmental, con reportes de destrucción de compuestos casi al 100 %. Otras alternativas, como la oxidación electroquímica con electrodos de grafeno dopado, muestran eliminaciones parciales en laboratorio; aún falta potencia industrial, pero dan pie a un camino hacia sistemas más adaptables y modulares . Los

tratamientos con plasma frío han logrado degradar diversas moléculas PFAS en condiciones de laboratorio, abriendo la puerta a soluciones aún por escalar y verificar a nivel real.

El escenario que se dibuja nos lleva a un punto crítico: reconocemos la amenaza que representan los PFAS, conocemos sus impactos y enfrentamos dilemas técnicos y regulatorios. Mientras tecnologías avanzan, aún no existe una solución universal ampliamente distribuida. La pregunta pendiente es si lograremos transformar estos avances en realidades accesibles, integradas a políticas públicas y comunidades. ¿Podremos convertir estos químicos eternos en un problema finalmente solucionado o seguiremos vigilando, removiendo y retardando un legado construido sin prever sus consecuencias.

El desenlace de esta historia aún no está escrito.

“En EE. UU. la EPA ha actuado designando como sustancias peligrosas al PFOA y al PFOS, lo que permite activar mecanismos de descontaminación bajo la ley Superfund.”

EL COLOSO DE LA SIERRA

Puente Baluarte Bicentenario

En el corazón de la Sierra Madre Occidental, desafiando la geografía agreste y elevándose entre montañas y barrancas, se alza una de las obras de ingeniería más impactantes de México en la última década: el Puente Baluarte Bicentenario. Esta monumental estructura, inaugurada en enero de 2012 como parte de la autopista Mazatlán–Durango, ha sido reconocida internacionalmente no solo por su escala, sino por la complejidad técnica que implicó su construcción en uno de los terrenos más complicados del país. Aunque su inauguración precede por poco a la última década, su impacto y relevancia se han consolidado precisamente en los últimos diez años, consolidándolo como una joya de la infraestructura nacional.

Con una longitud total de 1,124 metros y una altura de 403 metros desde su base hasta el punto más alto de su estructura —equivalente a un edificio de 120 pisos—, el Puente Baluarte ostenta el récord como el puente atirantado más alto de América y uno de los más altos del mundo. Su tramo central alcanza los 520 metros, suspendido por un sistema de 152 tirantes anclados a dos torres principales de concreto armado, con una altura de 153 y 152 metros respectivamente.

El diseño estructural fue realizado por la firma mexicana VSL México, en conjunto con especialistas internacionales, mientras que su construcción fue ejecutada por el consorcio integrado por ICA, Tradeco y Aldesa, bajo la supervisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

El puente está hecho principalmente de concreto reforzado y acero estructural de

alta resistencia, utilizando más de 12,000 toneladas de acero y aproximadamente 90,000 metros cúbicos de concreto. Su construcción representó un desafío mayúsculo debido al entorno montañoso, al clima cambiante de la sierra y a la necesidad de preservar la integridad ecológica del entorno, lo que llevó a soluciones innovadoras como el uso de grúas trepadoras y cimbras especiales adaptadas a las condiciones topográficas.

“El impacto del Puente Baluarte ha sido profundo y transformador. Antes de su existencia, la ruta entre Durango y Mazatlán podía tardar hasta ocho horas, debido a la sinuosa carretera de montaña. ”

El impacto del Puente Baluarte ha sido profundo y transformador. Antes de su existencia, la ruta entre Durango y Mazatlán podía tardar hasta ocho horas, debido a la sinuosa carretera de montaña. Con la nueva autopista y el puente, el tiempo de traslado se ha reducido a menos de tres horas, fortaleciendo el comercio entre el centro-norte del país y el Pacífico, abriendo nuevas oportunidades turísticas y facilitando el acceso a servicios esenciales para comunidades antes aisladas. Esta conexión también ha sido estratégica para el transporte de mercancías hacia

el puerto de Mazatlán, promoviendo una logística más eficiente en el corredor económico del norte.

El Puente Baluarte no es solo una proeza técnica; es también un símbolo de modernidad, integración y capacidad mexicana para ejecutar proyectos de alto nivel en condiciones extremas. Su silueta suspendida entre las montañas representa una visión de progreso que une regiones, reduce distancias y eleva el estándar de la infraestructura nacional.

EL GIGANTE DEL ESTRECHO

En la última década, uno de los logros más destacados de la ingeniería civil es, sin duda, el Viaducto de Çanakkale 1915, ubicado en Turquía. Inaugurado el 18 de marzo de 2022, este puente colgante no solo rompió récords mundiales por sus dimensiones, sino que también redefinió los estándares de la construcción moderna y la conectividad regional. Con una luz central de 2,023 metros —un homenaje simbólico al centenario de la República Turca que se celebra en 2023—, superó al puente Akashi Kaikyō de Japón, convirtiéndose en el puente colgante con mayor tramo central del planeta.

El Viaducto de Çanakkale 1915 se extiende por un total de 4,608 metros, atravesando el estrecho de los Dardanelos y uniendo las provincias de Lapseki, en el lado asiático, y Gelibolu, en el lado europeo. Esta hazaña estructural fue diseñada por las firmas danesas COWI y TEC, y construida en consorcio por la compañía turca Limak y la surcoreana Daelim, en un proyecto financiado bajo un modelo de asociación público-privada (PPP). Su ejecución duró menos de cinco años, lo que resalta el compromiso y la

coordinación de las partes involucradas.

El puente está conformado por torres de acero que alcanzan los 318 metros de altura —entre las más altas del mundo— y su estructura soporta seis carriles vehiculares (tres por sentido). Se emplearon más de 162,000 toneladas de acero para su construcción, junto con cerca de 770,000 metros cúbicos de concreto. Además, se incorporaron materiales y tecnologías antisísmicas de última generación, dado que se en -

“Antes de su existencia, cruzar el estrecho requería transbordadores, lo que implicaba largas esperas y un tiempo estimado de viaje de hasta una hora.”

cuentra en una región tectónicamente activa.

Una de las mayores contribuciones del Viaducto de Çanakkale 1915 ha sido su impacto económico y logístico. Antes de su existencia, cruzar el estrecho requería transbordadores, lo que implicaba largas esperas y un tiempo estimado de viaje de hasta una hora. Con el puente, ese trayecto se reduce a seis minutos, facilitando el comercio entre Asia y Europa, disminuyendo el tráfico

en Estambul, y fortaleciendo la competitividad regional. También ha contribuido a consolidar a Turquía como un referente en infraestructura a nivel mundial.

Este puente no solo representa un triunfo técnico, sino un símbolo de ambición nacional y cooperación internacional. Su diseño, eficiencia y magnitud lo posicionan como el puente más sobresaliente de la última década, una obra maestra que desafía las leyes de la física y conecta continentes con visión de futuro.

¿Por qué hablar de paz en la industria de la construcción?

La industria de la construcción es conocida por su dinamismo, complejidad técnica y contribución al desarrollo económico, pero también es propensa a conflictos. Disputas contractuales, tensiones entre los trabajadores y la dirección, sobrecostos, retrasos en la construcción y desacuerdos entre las partes interesadas son manifestaciones comunes de desacuerdos que no pueden resolverse eficazmente en este entorno. Ante esta situación, urge replantear el modelo de relaciones y gestión de disputas en la industria de la construcción. Este replanteamiento no es solo técnico o contractual, sino también moral, cultural y humanístico. Por lo tanto, hablar de paz en la industria de la construcción no es una reflexión filosófica, sino un imperativo estratégico.

1. El conflicto es una característica estructural de la industria

La industria de la construcción reúne a numerosos actores con diferentes intereses: promotores, contratistas, supervisores, trabajadores, departamentos gubernamentales, comunidades y usuarios finales. Esta perspectiva diversa, sumada a la incertidumbre inherente a los proyectos de construcción, propicia la aparición de conflictos. Según el Informe Global de Disputas en la Construcción 2022, el costo promedio de las disputas en la construcción a nivel mundial es de US$52 mi-

llones y su duración promedio supera los 15 meses (Arcadis, 2022).

La forma tradicional de abordar los conflictos es el litigio, que no solo es costoso y requiere mucho tiempo, sino que también conduce al deterioro de las relaciones entre las partes. En este contexto, la búsqueda de la paz no significa eliminar el conflicto, sino transformarlo en una oportunidad para el diálogo, el aprendizaje y la mejora continua.

2. La paz como una categoría práctica en el sector

Hablar de paz en el sector de la construcción no significa reducirla a un ideal abstracto. Significa considerarla como una categoría práctica que puede influir en la toma de decisiones, el diseño de contratos, la gestión de proyectos y la convivencia diaria en las obras. Este concepto evoca el de “paz positiva” propuesto por Johan Galtung, que no se limita a la eliminación de la violencia, sino que también implica la existencia de mecanismos de resolución de conflictos justos, equitativos y sostenibles (Galtung, 1969).

En otras palabras, la paz en la industria de la construcción se refleja en relaciones laborales justas, cumplimiento ético de contratos, comunicación transparente, participación comunitaria y mecanismos para prevenir y resolver diferencias de forma no violenta.

3. Una cultura de paz es fundamental para la industria

La UNESCO (1999) define la cultura de paz como un conjunto de valores, actitudes y comportamientos dirigidos a rechazar la violencia, prevenir conflictos y resolver sus causas profundas mediante el diálogo y la negociación. La industria de la construcción a menudo opera en un entorno estresante y competitivo, y necesita fomentar esta cultura entre el personal directivo y operativo.

Construir una cultura de paz requiere crear un entorno donde los empleados puedan expresarse, donde los mecanismos de participación sean más que meros trámites y donde la formación en habilidades socioemocionales y de mediación sea tan importante como el conocimiento técnico.

4. La mediación como mecanismo para construir la paz

En el marco de la resolución alternativa de conflictos (RAD), la mediación se ha convertido en una herramienta especialmente adecuada para la industria. La mediación es un proceso voluntario y confidencial en el que un tercero neutral facilita la comunicación entre las partes para que puedan encontrar conjuntamente una solución satisfactoria al conflicto (IMI, 2021).

A diferencia del arbitraje o los litigios, la mediación preserva las relaciones comerciales e interpersonales entre las partes. Además, mejora la autonomía de las partes y reduce el tiempo y los costes asociados a los procedimientos judiciales. Países como el Reino Unido, Australia y Singapur han incluido cláusulas obligatorias de mediación prelitigante en los contratos de construcción públicos y privados (Martínez Rodríguez, 2024).

5. Casos prácticos y beneficios observados

Varios estudios han demostrado que la implementación de procesos de mediación y diálogo estructurado en el sector

industrial puede reducir significativamente los costes asociados a la resolución de conflictos y mejorar el cumplimiento del cronograma del proyecto. En el proyecto London Crossrail, el uso de una junta de resolución de disputas (DRB) y cláusulas de mediación resultó en que el 86 % de las disputas se resolvieran sin recurrir a los tribunales (DRBF, 2021).

En América Latina, proyectos como la Línea 2 del Metro de Lima y el Canal de Panamá demuestran los beneficios de establecer mecanismos colaborativos de resolución de conflictos en contratos marco. Esto demuestra que la paz no es un obstáculo para el desarrollo de la productividad, sino un factor que la promueve.

6. El rol del factor humano y la ética profesional

Además del marco contractual, la ética profesional es un elemento importante para consolidar relaciones constructivas en las obras de construcción. La experiencia profesional en México demuestra que muchas disputas no se derivan de fallas técnicas, sino de la falta de comunicación, la opaci-

“La experiencia profesional en México demuestra que muchas disputas no se derivan de fallas técnicas, sino de la falta de comunicación, la opacidad en las operaciones o la ausencia de mecanismos de prevención.”

dad en las operaciones o la ausencia de mecanismos de prevención (Martínez Rodríguez, 2021). Por lo tanto, la capacitación de profesionales en gestión emocional, escucha activa y habilidades de resolución colaborativa de conflictos es tan importante como la capacitación técnica.

7. Una necesidad urgente ahora y una inversión a futuro

La pandemia de COVID-19 y sus efectos han puesto de relieve la fragilidad de los sistemas de producción y la necesidad de fortalecer las relaciones interpersonales en todos los sectores económicos. En este nuevo contexto,

la industria de la construcción debe liderar la transición hacia prácticas más humanas, colaborativas y sostenibles. No basta con construir infraestructura: también es necesario fomentar la confianza, la cooperación y la paz.

Comprometerse con la paz en la industria no es un lujo idealista. Es una estrategia inteligente para aumentar la eficiencia, reducir los riesgos y crear un legado que se mida no solo en toneladas de concreto, sino también en relaciones transformadas y una mayor cohesión social.

LUZ QUE PRODUCE

La iluminación industrial ha dejado de ser un simple requisito técnico para convertirse en un factor estratégico dentro de cualquier operación productiva. En un entorno donde cada segundo y cada movimiento cuentan, contar con un sistema de iluminación adecuado no solo mejora la visibilidad, sino que incide directamente en la seguridad laboral, la eficiencia energética y la calidad del trabajo. Una planta bien

iluminada reduce los accidentes, minimiza errores humanos y facilita el mantenimiento preventivo, lo que a largo plazo se traduce en ahorros significativos y mayor rentabilidad.

Más allá de su función básica, la iluminación influye también en la percepción del entorno y en el estado anímico de los trabajadores. Estudios han demostrado que una correcta distribución de la luz mejora la concentra -

ción y disminuye la fatiga visual, lo cual incrementa la productividad. Hoy en día, gracias a la tecnología LED y a los sistemas de control inteligente, es posible adaptar la iluminación a las necesidades específicas de cada espacio y actividad, optimizando el consumo energético sin comprometer la calidad lumínica.

En sectores como el manufacturero, logístico o alimentario, la elección de

“La iluminación industrial es mucho más que una cuestión estética: es clave en la seguridad, eficiencia y productividad de cualquier planta o almacén.”

luminarias resistentes al polvo, humedad y temperaturas extremas es esencial para cumplir con las normativas y evitar interrupciones costosas. Además, la automatización mediante sensores de movimiento y luz natural ha permitido reducir el desperdicio energético, una ventaja nada menor en tiempos donde la sostenibilidad es un criterio de competitividad.

Invertir en iluminación industrial ya no es un gasto, es una decisión operativa inteligente. Porque cada lámpara bien colocada es una herramienta más al servicio de la productividad, la seguridad y la eficiencia.

AUTOMATIZA LA ILUMINACIÓN DE TUS ESPACIOS SIN COMPLICACIONES

H a z l o f á c i l : C o n t r o l a t u

i l u m i n a c i ó n c o n o s i n W i F i

Hoy en día, la automatización de la iluminación ya no es exclusiva de grandes proyectos. Gracias a tecnologías accesibles y fáciles de usar, puedes tomar el control de la iluminación de tu casa, oficina o negocio desde tu celular, tablet o computadora. Ya sea con conexión WiFi o sin ella, tu proyecto puede volverse más eficiente, cómodo y moderno.

S i n i n s t a l a c i ó n e l é c t r i c a n u e v a , s i n c o m p l i c a c i o n e s

Uno de los grandes beneficios de este tipo de soluciones es que no necesitas realizar una nueva instalación eléctrica Puedes aprovechar lo que ya tienes y simplemente integrar dispositivos inteligentes compatibles, facilitando todo el proceso sin romper muros ni aumentar costos

F á c i l , a m i g a b l e e i n t u i t i v o

La tecnología de automatización actual está diseñada para ser amigable con el usuario. Aplicaciones móviles y plataformas web permiten configurar rutinas, horarios o sensores de movimiento para lograr una iluminación eficiente que se adapte a tu estilo de vida o necesidades laborales.

I d e a l p a r a t o d o s l o s e s p a c i o s

Desde residencias hasta oficinas, comercios o industrias, la automatización de la iluminación es una tendencia en crecimiento Mejora la seguridad, reduce el consumo energético y eleva la experiencia en cada ambiente.

VIAJES QUE INSPIRAN

5 OBRAS DE INGENIERÍA CIVIL QUE TIENES QUE VISITAR EN EL MUNDO

5 PODCASTS QUE DEBERÍAS ESCUCHAR SI QUIERES INSPIRARTE, APRENDER Y VER EL MUNDO DESDE OTRA PERSPECTIVA

5 Obras de Ingeniería Civil que Tienes que Visitar en el Mundo

Más allá de los planos, los cálculos y las normativas, existe un elemento que une a todos los ingenieros civiles: la admiración por lo construido. Porque hay obras que no solo resuelven necesidades, sino que despiertan asombro. Son testigos del ingenio humano, de la creatividad técnica y de la capacidad de transformar el entorno.

En esta edición de julio, dedicada a los ingenieros civiles, te compartimos 5 destinos imperdibles que todo amante de la construcción debería visitar al menos una vez en su vida. Cada uno representa un reto superado, una historia de innovación y una inspiración para quienes creen que las ideas también pueden ser de concreto y acero.

1. Puente Akashi-Kaikyō – Japón

El puente colgante más largo del mundo

Con una longitud de 3,911 metros, este puente une las ciudades de Kobe y Awaji, desafiando a diario vientos, sismos y corrientes marinas. Su construcción implicó tecnologías

de punta y soluciones para resistir terremotos como el de 1995, que ocurrió mientras aún se construía. Una joya de la ingeniería sísmica y estructural.

2. Canal de Panamá – Panamá

La megaobra que cambió el comercio mundial

Con más de un siglo de historia, el Canal de Panamá sigue impresionando. Su ampliación reciente, que incluyó nuevas esclusas y sistemas de ahorro de agua, es un testimonio de la capacidad de los ingenieros civiles para actualizar obras monumentales a las exigencias del siglo XXI. Verlo en funcionamiento es un espectáculo técnico.

3. Túnel de Base de San Gotardo – Suiza

El túnel ferroviario más largo y profundo del planeta

Con 57 km de longitud, atraviesa los Alpes y conecta el norte y el sur de Europa. Su construcción tomó más de 17 años y es una obra maestra de precisión, logística y resistencia humana. Una experiencia que combina ingeniería, geología y movilidad del futuro.

4. Aeropuerto Internacional de Kansai – Japón

Un aeropuerto flotante en una isla artificial

Construido sobre una isla en medio del mar, es un referente en soluciones para territorios limitados. Su dise -

ño tuvo que enfrentar tifones, sismos y hundimientos graduales del suelo. Una lección viva sobre resiliencia y planeación en entornos extremos.

5. Presa Hoover – EE. UU.

Una barrera de concreto entre dos siglos

Construida durante la Gran Depresión, la Presa Hoover no solo contuvo el río Colorado, sino que generó empleo, electricidad y desarrollo para el suroeste de EE. UU. Su estética art déco y sus innovaciones en el manejo de concreto masivo la convierten en un hito imperdible para cualquier ingeniero civil.

Bonus para Mexicanos:

Presa El Cajón, Nayarit

Una de las mayores obras hidroeléc-

tricas del país, con una cortina de más de 180 metros de altura. Tecnología mexicana al servicio de la energía.

¿Por qué visitarlas?

Porque caminar sobre un puente colgante que desafía terremotos, recorrer un túnel de precisión milimétrica o admirar cómo se contiene el poder de un río, es reconectar con el propósito profundo de la ingeniería civil: crear estructuras que sirvan, inspiren y perduren.

Si eres ingeniero civil, estudiante o simplemente un apasionado de la construcción, agrega estos destinos a tu lista de próximos viajes. La próxima gran idea puede venir mientras admiras una gran obra.

que deberías escuchar si quieres

INSPIRARTE, APRENDER

y ver el mundo desde otra perspectiva

En un mundo donde el tiempo es limitado pero las ganas de crecer no se detienen, los podcasts se han convertido en herramientas poderosas para inspirarnos, aprender y conectar con ideas que trascienden nuestra rutina. Aquí te dejamos 5 recomendaciones que vale la pena escuchar si estás en el mundo de la construcción… o si simplemente quieres construir una mejor versión de ti mismo.

ENTIENDE TU MENTE

Duración: 20 min aprox.

Idioma: Español

Un espacio para comprender nuestras emociones y pensamientos. Ideal para quienes trabajan bajo presión o lideran equipos: entenderte a ti mismo también es parte del éxito.

CREATIVE CONFIDENCE PODCAST

Duración: 30-40 min aprox.

Idioma: Inglés

Desde el pensamiento de diseño hasta la innovación empresarial, este podcast explora cómo aplicar la creatividad en todos los aspectos de la vida y el trabajo. Una fuente constante de ideas frescas.

CRACKS CON OSO TRAVA

Duración: 1 Hora o más

Idioma: Español

Conversaciones profundas con personas que están marcando diferencia en sus industrias. Un podcast para quienes buscan ir más allá, romper límites y construir desde la disciplina.

99% INVISIBLE

Duración: 30 min aprox.

Idioma: Inglés

Explora los detalles invisibles del diseño y la arquitectura en nuestras ciudades y objetos cotidianos. Te hará mirar los espacios con una nueva sensibilidad.

CONSTRUYENDO SUEÑOS

Duración: 30-50 Min.

Idioma: Español

Un podcast creado por y para apasionados del sector inmobiliario y la construcción. Brando conversa con líderes del gremio, emprendedores y figuras inspiradoras que están construyendo sueños con visión, esfuerzo y propósito. Si estás en el medio, este podcast es una brújula que te conecta con las historias que realmente mueven al sector.

MÁS QUE TRANSPORTE

tres camionetas ideales para el ingeniero civil moderno

El día a día del ingeniero civil rara vez transcurre entre paredes; por el contrario, implica recorrer obras en construcción, transitar por caminos de terracería o supervisar proyectos en zonas alejadas. En este contexto, contar con una camioneta resistente, confiable y cómoda no es un lujo, sino una necesidad.

En Revista Construye, seleccionamos tres modelos que destacan en el mercado mexicano por su desempeño, equipamiento y relación calidad-precio. Si estás por renovar vehículo o simplemente estás en busca de una opción que se adapte mejor a

tus necesidades profesionales, esta guía es para ti.

La leyenda de la resistencia

Reconocida mundialmente por su

Toyota Hilux

durabilidad, la Hilux es sinónimo de confiabilidad. Con tracción 4x4, motor diésel de alto torque y suspensión reforzada, es capaz de enfrentar terrenos complicados sin comprometer el confort del conductor. Ideal para zonas rurales o proyectos con acceso complicado, también ofrece buen equipamiento interior y conectividad. Punto fuerte: Su fiabilidad comprobada en obra.

Ford Ranger

Tecnología para el ingeniero conectado

La Ranger combina fuerza y tecnología. Su motor EcoBoost y asistencias de manejo como control de descenso o cámara de reversa la convierten en una excelente opción para quienes necesitan potencia sin renunciar a la modernidad. Además, su interior está bien insonorizado, algo ideal para quienes pasan mucho tiempo al

volante. Punto fuerte: Equipamiento tecnológico avanzado.

Chevrolet S10 Max

La opción funcional y accesible

Diseñada para el mercado mexicano, la S10 Max es una pickup robusta, económica y práctica. Con versiones que incluyen motor turbo y tracción 4x2 o 4x4, se adapta bien a distintas necesidades. Es perfecta para ingenieros que buscan una herramienta de trabajo sin elevar demasiado su inversión inicial. Punto fuerte: Excelente relación costo-beneficio.

Elegir una camioneta como ingeniero civil es elegir una aliada de trabajo. Ya sea que busques resistencia extrema, tecnología de punta o una solución económica y funcional, hay opciones diseñadas para acompañarte desde la primera piedra hasta la entrega final del proyecto.

Por: Dr. Ricardo Damián

La participación de México en la Segunda Guerra Mundial es un capítulo poco difundido, pero lleno de heroísmo y significado histórico. Entre todas las historias, la del Escuadrón 201 destaca no solo por su valor en combate, sino por ser un símbolo de la determinación mexicana en un conflicto global. Desde su formación hasta su legado, estos pilotos escribieron una página imborrable en la historia de la aviación militar mexicana.

A partir de aquí historia pura… México en la encrucijada: El camino hacia la guerra

La Segunda Guerra Mundial parecía un conflicto lejano para México hasta que, en 1942, submarinos alemanes hundieron dos buques petroleros mexicanos: el Potrero del Llano y el Faja de Oro. Estos ataques, sumados a la presión diplomática de Estados Unidos, llevaron al presidente Manuel Ávila Camacho a declarar la guerra a las Potencias del Eje el 22 de mayo de 1942.

Sin embargo, México no contaba con una fuerza aérea experimentada. Fue hasta 1944, tras intensas negociaciones con Estados Unidos, que se decidió enviar un contingente militar: el Escuadrón de Pelea 201.

“De Texcoco a Texas”: El riguroso entrenamiento de los pilotos

El escuadrón estuvo integrado por 300 hombres: 30 pilotos y el resto personal de apoyo (mecánicos, armeros, médicos y radiotelegrafistas). Los seleccionados viajaron a Estados Unidos para un entrenamiento acelerado en varias bases aéreas:

• Randolph Field, Texas: Aquí aprendieron técnicas de vuelo básicas y avanzadas.

• Pocatello, Idaho: Se especializaron en el manejo del Republic P-47 Thunderbolt, un avión de combate robusto y poderoso, apodado “Jug” (jarra) por su forma.

• Missions Field, Texas: Practicaron vuelos tácticos y bombardeos en picada.

A pesar del idioma, el clima extremo y las diferencias en el entrenamiento, los mexicanos se ganaron el respeto de sus instructores. El Capitán Pablo L. Rivas Martínez fue uno de los primeros en destacar por su habilidad en el aire. Bautizo de fuego: El Escuadrón 201 en el Pacífico.

En abril de 1945, el Escuadrón 201 fue enviado al Teatro del Pacífico, integrado a la 5ª Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Su destino final fue la isla de Luzón, en Filipinas, donde las tropas aliadas luchaban contra las fuerzas japonesas.

Misiones clave y hazañas

• Primera misión (4 de junio de 1945): Bombardeo de blancos en la isla de Formosa (hoy Taiwán).

“El avión pintado de “Águila Azteca”: Solo un P-47 fue decorado con un diseño especial inspirado en motivos mexicanos, pero no participó en misiones reales.”

• Apoyo en la Batalla de Luzón: Atacaron posiciones enemigas, puentes y convoyes de suministros.

• Misión más peligrosa (19 de junio): Un ataque a fuertes japoneses en Aparri, donde el avión del teniente José Espinosa Fuentes fue alcanzado, pero logró regresar gravemente dañado.

En total, volaron 59 misiones de combate, con más de 1,900 horas de vuelo y el lanzamiento de 1,000 bombas. Cinco pilotos perdieron la vida:

1. Héctor Espinoza Galván

2. Mario López Portillo (hermano del futuro presidente José López Portillo)

3. José Luis Pratt Ramos

4. Fausto Vega Santander

5. Pablo Rivas Martínez (quien había sido uno de los líderes del escuadrón).

Curiosidades y mitos del Escuadrón 201

• ¿Por qué “201”? No era un número simbólico: simplemente seguía la numeración de los escuadrones estadounidenses.

• El mito del “kamikaze mexicano”: Circuló la leyenda de que un piloto mexicano se estrelló deliberadamente contra un objetivo enemigo, pero no hay registros oficiales que lo confirmen.

• El avión pintado de “Águila Azteca”: Solo un P-47 fue decorado con un diseño especial inspirado en motivos mexicanos, pero no participó en misiones reales.

• Reconocimiento tardío: Aunque en México fueron recibidos como héroes, en Estados Unidos su participación fue poco difundida hasta años después.

El regreso a casa y el legado de las Águilas Aztecas

El 18 de noviembre de 1945, el Escuadrón 201 regresó a México, donde fueron recibidos con un gran desfile en el Zócalo. Aunque su participación fue breve, su impacto fue duradero:

• Fuerza Aérea Mexicana: La experiencia del Escuadrón 201 ayudó a modernizar la aviación militar mexicana.

• Monumentos y homenajes: Hay memoriales en Filipinas, México

(como el Monumento al Escuadrón 201 en Reforma) y hasta una calle nombrada en su honor en Los Ángeles, California.

• Reconocimiento en el cine y la cultura: Su historia inspiró películas como “Escuadrón 201” (1945) y documentales recientes.

Más que soldados, símbolos de un México global

El Escuadrón 201 demostró que México podía desempeñar un papel activo en los conflictos internacionales. Su historia no es solo una anécdota militar, sino un recordatorio de valentía, disciplina y cooperación internacional. Hoy, sus alas siguen volando en la memoria de un país que, aunque lejano a los campos de batalla, supo dejar su huella en la historia.

Lisboa

Ubicada al suroeste de Europa, Lisboa es la capital de Portugal y uno de los destinos más encantadores del continente. Situada a orillas del río Tajo y cerca del océano Atlántico, esta ciudad es una mezcla única de historia, modernidad y calidez humana que Revista Construye recomienda visitar por su arquitectura vibrante, su vida cultural activa y su creciente apuesta por el diseño urbano sostenible.

Lisboa goza de un clima mediterráneo con influencia oceánica: inviernos suaves y veranos soleados, con temperaturas que oscilan entre los 10 °C y los 28 °C a lo largo del año. Su atmósfera luminosa, gracias a la luz que se refleja en las fachadas blancas y los característicos azulejos que decoran sus edificios, la ha convertido en un imán para viajeros, artistas y arquitectos de todo el mundo.

Explorar Lisboa es recorrer colinas empedradas y barrios llenos de personalidad como Alfama, Baixa, Chiado y Belém.

En ellos se pueden visitar monumentos como la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos o el moderno MAAT (Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología). Subir al castillo de San Jorge ofrece una de las vistas más espectaculares del río y del casco histórico. Además, los famosos tranvías amarillos recorren calles angostas y empinadas, brindando una experiencia nostálgica y pintoresca.

Lisboa celebra importantes festividades como las Fiestas de Santo Antonio, en junio, cuando las calles se llenan de

música, sardinas asadas y banderines de colores. En mayo, el Festival de Eurovisión 2018 la puso en el mapa cultural global, y desde entonces ha reforzado su perfil como ciudad creativa, con eventos de arte, cine, diseño y tecnología todo el año.

La gastronomía lisboeta es simple, sabrosa y memorable. El bacalao en sus múltiples versiones es infaltable, al igual que los mariscos frescos y los pastéis de nata, el dulce más icónico de Portugal. Las tabernas y “tascas” tradicionales conviven

con restaurantes de autor, en una escena culinaria en auge que atrae a foodies de todo el mundo.

Lisboa es una ciudad que se descubre a paso lento, entre cafés al aire libre, fado al atardecer y puentes modernos que contrastan con ruinas centenarias. Su evolución urbana, que ha sabido integrar lo antiguo con lo contemporáneo, la convierte en un destino imperdible para quienes valoran la arquitectura, la historia viva y la calidez de un pueblo con alma navegante.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.