Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Editorial
Latidos de un pueblo
Fiestas 2023
Trofeos 2022
Un poco de historia Cocina rinconera
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Dirección y Diseño:
Rubén Poza
Mari Luci Tortajada
Redacción: Magdalena Antón
Tamara Domínguez
José Lázaro
Sagrario Masía
Adolfo Pastor
Alicia Pérez
Rubén Poza
Mari Luci Tortajada
Rincopedagogía La cabra rinconera Aprendiz de poeta Florence Nightingale Rincón infantil Agradecimientos 3 4 5 6 8 10 11 12 13 14 16 19
Por Rubén Poza
¡Familia rinconera! De nuevo llegamos a estas fechas tan esperadas por todos nosotros y este año, creo que ya podemos decir, que es el primero en el que volvemos a vivir unas navidades de las de siempre, de las de reunirse sin prohibiciones y lo más importante, sin miedos.
Este año, nuestro Local volverá a celebrar, lleno de rinconeros, unas navidades. Sacaremos de nuevo nuestra estufa que, seguro no se acordará de nosotros. Volveremos a salir a la calle a repartir las revistas y en busca de los aguinaldos, cantando villancicos por las calles, con la pandereta, la botella de anís y la zambomba, con las narices congeladas y sacando vaho como si fuéramos toperas.
Nos acinaremos en el chiringuito, alrededor del paellero que, aunque huela a fritanga y marisco, es el lugar de reunión más concurrido la última tarde del año. Y cómo no, el último minuto del año, volveremos a subir a tope el volumen de la televisión y, bien seguro, más de uno, nos comeremos las uvas en los cuartos en lugar de en las campanadas, pero todo eso dará igual, lo más importante es que, en el primer minuto del año nuevo, volveremos a abrazarnos y volveremos a dar la vuelta al local, en esa conga de felicitaciones tan típica de nuestras nocheviejas.
Y en el resopón, entre turrón y polvorones, recordaremos nuestras batallas de antaño y acabaremos planificando nuestras fiestas de verano, que no os descuidéis, que están a la vuelta de la esquina.
Solo nos queda desear a aquellos que estéis lejos de esta maravillosa aldea, que tengáis unas felices fiestas, un próspero año nuevo y lo más importante, ¡que disfrutéis cada segundo rodeados de los vuestros!
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022 Editorial
Latidos
Por Mari Luci Tortajada
Nacimientos
En esta ocasión sólo tenemos noticia del nacimiento de Marc, hijo de Rubén y María José, nieto de Ramón el Pardete y Lolín, el día 9 de julio.
¡Enhorabuena familia!
Para mantener esta sección al día, necesitamos tu colaboración. Si tienes noticia de algún nacimiento, boda o defunción, puedes enviarla por whatsapp al teléfono de la ACSRR: 699693640 y así podremos incorporarlo en su apartado.
¡Muchas gracias por tu colaboración!
Defunciones
El 6 de enero de 2021 fallecía José Gómez, marido de Adela Peinado.
En septiembre, concretamente el día 22, nos dejaba Rosa, mujer de Fabio y madre de Rosa Mari.
Ya en el mes de octubre, fallecía Paco, padre de Judith y Selene y hermano de Adolfo y Dora, el día 28. Dos días después, faltaba María, mujer de Juan Moya, hermano de Elías, Rosa, Leontina y Maximina.
Ahora, en diciembre, el día 11 fallecía Julio, marido de Rosa Mari, padre de César, Vanesa y Laura. El día 19 nos dejaba Manuela, madre de María Luisa.
Nuestro más sincero pésame a las familias, amistades y personas allegadas. Descansen en paz
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Fiestas 2023
En la Asamblea General de agosto de 2022, se decidió que la Semana Cultural 2023 tenga lugar del sábado 5 al domingo 13 de agosto, con la siguiente distribución:
- sábado 5: verbena
- orquesta buena y disco-móvil entre semana
- viernes 11: teatro infantil y playbacks
- sábado 12: misa y procesión, y teatro para la noche
Primer Premio Dibujo Infantil
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Trofeos
AJEDREZ
1º David Pérez
2º Carlos Valerio BOLOS
1º David Pérez
Alberto Sánchez
José Luis Pérez
Sergio Pérez
2º Vito Sánchez
Iker Sánchez
Sidney
David Moliner
FÚTBOL 3
Infantil
1º Patricia García
Asier Martella
2º Izan Tebar
Javi Alcorisa
Juvenil
BIRLOS
Infantil
1º Erika Herrera
2º Paula Mena
Juvenil
1º Inés Pérez
2º Pau Lara
Senior
1º Fernan
2º Alberto Sánchez
DIBUJO
Infantil
1º Patri Garcíaa
2º Héctor Tramoyeres
Juvenil
1º Nora López
2º Paula Mena
Senior
1º Laia Candela
2º Inés Pérez
1º Yayo Vallecano (Erik, Enzo, Lucas, Gerard, Hugo y Rubén)
2º King Bobie (Marc, Brian, Mario y Guillem) GUIÑOTE
1º Basi y José Antonio
2º Manolo y Edris
6 Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
MILLA FEMENINA
Infantil
1º Mar Jiménez
2º Arda Domínguez
Juvenil
1º Aitana Barbera
2º Erika Herrero
Senior
1º Noa Moliner
2º Lidia Lázaro
MILLA MASCULINA
Infantil
1º Mateo Pulpón
2º Izan Tebar
Juvenil
1º Joan Marc
2º Enzo Cortés
Senior
1º Toni Bautista
2º Fran Domínguez
PAELLA
1º Número 10: Nicola Mastroianni-Sahylí Antón
PETANCA
Infantil
1º Paula Mena
2º Patricia García
Juvenil
1º Joel y Oriol
2º Daniela y Nerea
Senior
1º Del Piero y Fowler
2º Boro y Angelita
REDACCIÓN
Juvenil
1º Guillem Martella
Senior
1º Oriol Morante
2º Carlos Valerio Monleón
7 Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022 2022
Un poco de...
Por José Lázaro
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
historia
Cocina rinconera
Conejo con ciruelas
Ingredientes:
1 conejo troceado
1 vaso pequeño de coñac
1 cebolla pequeñita
8-10 ciruelas pasas sin hueso sal, pimienta y nuez moscada
Primero se salpimenta el conejo y se sofríe en aceite. Se retira en un plato, se añade la cebolla muy picadita en ese aceite, y cuando esté hecha, se junta todo. Se añade el vasito de coñac, y se prende el coñac. Después se incorpora una pizca de nuez moscada, las ciruelas y agua que cubra todo, para que cueza media hora o tres cuartos de hora a fuego lento. Esta receta se puede hacer con cualquier tipo de carne, porque la salsa queda muy buena.
Por Sagrario Masía
Turrón rinconero
Ingredientes:
Miel (misma cantidad que entre los frutos secos y palomitas)
Nueces
Almendras
Palomitas
Turroncillos
Pan rallado
Por Magdalena Antón
Se pone la miel en la cazuela a fuego lento y se da punto como si hicieras caramelo. Después se añaden las almendras y nueces (un poco partidas), los turroncillos y las palomitas y se remueve hasta que quede un masa homogénea. Al final se añade un poco de pan rallado para que se junte todo. Se le da vueltas hasta que quede bien unido, se saca y se pone sobre papel de hornear para hacer las barras, con cuidado de no quemarte, antes de que se enfríe.
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Rincopedagogía
Por Tamara Domínguez
Una maleta cerrada llena de ropa mal doblada. Asomaba una camiseta con la cremallera a medio trayecto. El apartamento quedó a su espalda sumido en el auténtico caos. El gato se apresuró a implorarle atención en un último maullido en balde. No tenía muchas ganas de mirar en cómo quedaba todo, sólo buscaba escapar de allí. Ya retomaría su basura donde la dejó después de Navidad.
Asqueada intentaba mirar el paisaje que paraba difuminado a través del cristal empañado. Huía del barullo, de las luces, la gente. Huía de sí misma. Miró el teléfono. Cientos de whatsapp y llamadas aglomeradas sin respuesta. Paró el teléfono, tampoco iba a necesitarlo. Lo arrojó al asiento de al lado y decidió parar su mente.
Al sentir que se detenía, abrió los ojos. Comprobó que ya se encontraban en la última parada y que tan sólo quedaba ella en ese viejo y cansado autobús. El conductor la miraba con ganas de acabar su turno y volver a casa. Con las mismas ganas que llevaban acompañándola este último año, cogió la mochila y bajó sin decir adiós.
La aldea asomaba muda entre pinares secos y frondosos de romero y tomillo. El humo de las estufas invadió sus pulmones y siguió por la calle que le llevaba a esta extraña y vieja casa apartada del resto de la civilización. No se cruzó con ningún alma, aunque tampoco la hubiera visto de lo contrario.
Frente al viejo portón, tiró de la cuerda y abrió. La vieja, sentada en la silla de mimbre, la miró y, sin levantarse, le sonrió levantando una ceja:
-“Sabía que vendrías. Te estaba esperando”
-“No he tenido tiempo de llamarte para avisar que venía.”
Sin inmutarse se giró y siguió removiendo la miel que hervía.
-“¿Alajú?”
La abuela asintió con la cabeza. Carolina se sentó junto a ella. Había perdido toda la capacidad de relación con las personas. Miró como mezclaba las almendras, nueces, miel y pan rallado hasta hacer la masa.
-“Dime , ¿qué te atormenta niña?”
-“Abuela, mi vida es caos. Un auténtico y horrible caos. Cada paso que doy es para hacerlo peor.”
Leonor siguió amasando.
-“Comprendo.”- sonrió. “¿Quién dice qué es un auténtico caos?”
-“Todos abuela. Dejé a Guillermo, mi madre me recuerda constantemente que me arrepentiré de eso, tengo un trabajo de mierda en el cual mi jefa me tortura en busca de objetivos que nunca son suficientes, hablan de mí vecinas, compañeras… leo sus pensamientos, abuela, no soy lo que la gente espera de mí.”
-“¿Y quién eres Carolina?”
-“¡Soy un desastre! Ni yo lo sé, abuela.”
-“Exacto, mi niña. Todavía no te has escuchado. Aprende a estar sola, a disfrutar de ti leyendo, cantando, llorando… Tan solo eres una persona descubriéndose a sí misma. No eres lo que los demás ven en ti, no debes ser lo que los demás esperen de ti: tener ese novio porque todos digan que es buen chico, ese trabajo porque debas aguantar si no te hace feliz. Eres los días felices que pases en compañía de la persona con la que te apetezca estar, sean 2 sean 5, eres el trabajo que te llene, aunque en su búsqueda te equivoques tantas veces. Equivócate, pero no te arrepientas de nada. Quiérete tú, tal y como eres, no cómo te vean los demás y aléjate de todas esas personas que te juzguen, quizás no vives rodeada de las personas que te ayuden a crecer, eso tiene solución. Y a tu madre, dile que la amas, que la amas con todo tu corazón pero que te deje equivocarte en tu propia búsqueda.”
Carolina pensó detenidamente en esas palabras. Cabía la posibilidad de que ella estuviera pretendiendo encajar bajo el prisma de los demás y estuviera frustrada por ello. Donde hay que forzar, no es tu lugar.
Leonor se giró y, como si supiera leer el pensamiento de su nieta, le brindó un trozo de torta de alajú.
-“Mientras le das una vuelta, el alajú te ayudará a verlo mejor.”
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
La cabra rinconera
Por Adolfo Pastor
Para que las muchachas y muchachos de la aldea pudieran beber leche cada día, en cada corral de cada casa, todas las rinconeras una cabra tenían. No es que fueran cabreros, como Miguel el de Orihuela, aunque alguno sí había, solo eran previsoras. Cada día, temprano, la mujer de la casa, con la pata de la cabra entre las piernas, a ritmo, las ubres apretaba y un cazo de porcelana roja, de leche blanca con espuma hasta los bordes, rellenaba.
Junto a la lumbre mañanera, la leche hervía en la sufrida olleta, por dos o tres veces, la madre la retiraba y la volvía para que la leche no saliera.
En la mesa, cada hermana y hermano la esperaba, con su plato de pan seco espiscado, y ya, en sabrosas sopas transformado, cada cual almorzaba.
Y, raudos, hacia la escuela trasponían, con la cartera a la espalda con sus libros y, bajo el brazo, un leño pa la estufa, que, así, ardía. En el corral, la cabra las ramas de olivera rosigaba y así se alimentaba y también los conejos, y con alfalfe, hojas de higuera y hierba.
En los días de fiesta, los muchachos la cabra paseaban por sendas y calipuentes a rosigar la hierba, con el ramal sujeta, vigilando el sembrao, y la ataban a un chopo para echarse un campuz en los Piquetes, las Canales o el Barranco. La cabra era tan tierna que al corderillo blanco o al cabrito sus tetas ofrecía, aunque no fueran hijos. Para aumentar la prole, la dueña de la cabra hasta el corral del cabro la llevaba justo al lao del barranco. Cuando la familia, a pie, en macho o en el carro, hacia Orchova marchaban o volvían, del ramal la cabra iba sujeta, por miedo al forestal, un mordisco al pino o la sabina junto al carril podía significar una denuncia. Era más importante el monte y la ribera que la cabra, los renteros y renteras.
Al acabar estas humildes reflexiones, pido un recuerdo afectuoso y una ovación sincera a nuestra humilde e imprescindible cabra rinconera.
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Aprendiz de poeta
CARRETERA DE BUGARRA
He vuelto a venir al campo, con las ansias de costumbre, he vuelto a cerrar los ojos, te he visto junto a la lumbre.
Te he visto y nos hemos visto : alegres, sin pesadumbre; tú, tu mujer y tus hijos allá por el mes de Octubre.
Los cuatro allí reunidos, con gozo, como es costumbre, cenando la humilde cena mientras la noche nos cubre.
He vuelto a cerrar los ojos, jugando a saltar, brincando, me he visto sobre tus hombros, como el niño y el caballo.
Y me bajabas al suelo, y yo cogido a tu mano, por aquel corto camino llegábamos al barranco y nos tirábamos cantos, y seguíamos jugando, y volvíamos a casa a dormir en los camastros.
Y llegó aquel mes de abril, y a la noche no jugamos: Te arrancaron los civiles, con esposas maniatado.
Ya nunca pude ir contigo, jugando hasta aquel barranco y nunca pude saltar, en tus hombros columpiado se me han abierto los ojos: ya todo estaba cambiado, ya no está nuestra casica, ya no están allí los amos y ya no se ven los surcos que hacías con tu caballo, con aquel caballo negro, percherón, forzudo y manso.
Sólo hay melocotoneros que José Luis ha plantado, una cadena a la entrada, hierba, zarzales y cardos.
No hay caballos en las cuadras ni ovejas, carros ni machos los caballos se murieron, vilmente te asesinaron.
Se me fue lejos mi padre, desapareció entre nardos pero tras luchas y luchas, por fin he vuelto a encontrarlo.
Por Adolfo Pastor
Río Turia
Río Turia, río Turia, nadie se baña en tus aguas, no chapotean las chicas, no lavan la ropa blanca ni la tienden, que se seque en las ramas de las sargas. En tus riberas las zarzas se han hecho dueñas y arañan y no dejan acercarse ni mirar en tus espejos los reflejos de las caras.
Ya no se pescan las luinas ni los cangrejos se sacan de las oscuras toperas ni los barbos con las mangas...
Qué triste es tu vida, solo, sin nadie que se divierta contigo, por las riberas, sorteando remolinos o limpiándose en tus aguas el tamo de todo el cuerpo, después de acabar la parva.
Ya no te muestras alegre, saltarín y chispeante y ocultas, triste, tu cara, debajo de la maleza, carrizos, zarzas y cañas.
NADA TUVE, TODO TENGO
Nada tuve, nada fui, Ni padre, ni riquezas...
Hasta los besos y los abrazos me faltaron...
La vida fue pasando
Y mi vida se fue colmando, Y ahora tengo de todo, Casas, coche, manzanos...
Mujer, hijos y nietos
Y amigos infinitos, como estrellas en el cielo de Orchova...allá en lo alto.
Y besos incontables y sinceros abrazos...
Y todo en mi vida ya me sobra
Quiero dar lo que tengo
Besos y abrazos quiero dar
Y mi cuerpo y mi corazón, Sin esperar nada a cambio.
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Florence
Matriarca de la enfermería moderna
Por Alicia Pérez
Esta enfermera nació en 1820 en Florencia, en aquel momento capital del Gran Ducado de la Toscana. Perteneciente a una familia acomodada, era hija de William Edward Nightingale y Frances Smith; Frances, su hermana mayor fue escritora y periodista. En 1837 anunció a su familia su decisión de dedicarse a la enfermería a partir de 1844. A pesar de la fuerte oposición de su familia –fundamentalmente de su madre y su hermana– logró formarse como enfermera. En aquella época, la profesión de enfermera –o cuidadora– estaba asociada a mujeres de la clase trabajadora, nada que ver con una joven culta como Florence que, además, estaba destinada a casarse.
Florence y la guerra de Crimea
Entre octubre de 1853 y febrero de 1856 se desarrolló la guerra de Crimea, conflicto bélico entre el Imperio ruso –en aquel momento en manos de la dinastía Románov – y la alianza del Reino Unido, Francia, el Imperio otomano y el Reino de Piamonte y Cerdeña. La mayor parte del conflicto tuvo lugar en la península de Crimea, en el mar Negro. Las tropas británicas se movilizaron para la expedición a Crimea contra la política de agresión del gobierno zarista a Turquía. Los aliados estaban venciendo a los rusos; sin embargo, las enfermedades estaban diezmando al ejército británico, que no disponía ni de médicos, ni de medicinas, ni de enfermeros suficientes: en las primeras semanas de conflicto, de cada cien muertos, ochenta eran víctimas de los deficientes tratamientos sanitarios.
En aquel momento, Sidney Herbert –antiguo conocido de la familia Nightingale– era el secretario de Guerra en Gran Bretaña. Conocía las actividades de Florence como enfermera, a la que solicitó ayuda. El 21 de octubre de 1854, Florence y un equipo de treinta y ocho enfermeras voluntarias –muchas de ellas inexpertas, y entrenadas personalmente por Florence– partieron hacia el frente. Fueron transportadas a través del mar Negro hasta la base de operaciones británica en Scutari, y llegaron a principios de noviembre de 1854. Encontraron un panorama desolador: los soldados heridos recibían tratamientos inadecuados por parte de un equipo médico superado por el momento, mientras que los mandos del ejército eran totalmente indiferentes ante esta situación. Los suministros médicos escaseaban, la higiene era lamentable y las infecciones abundaban. No se contaba con equipamiento apropiado para procesar los alimentos de los pacientes y, además, la comida era insuficiente. Durante el primer verano de Florence en Scutari, algo más de cuatro mil soldados perdieron la vida; fallecieron diez veces más soldados por enfermedades como tifus, fiebre tifoidea, cólera y disentería que por heridas en el campo de batalla.
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Nightingale
En marzo de 1855, el gobierno británico destinó una comisión sanitaria a Scutari, casi seis meses después de la llegada de Florence. Ella ordenó la limpieza de los vertederos contaminantes y mejoró la ventilación del hospital. A partir de esas medidas el índice de mortalidad bajó rápidamente. En pleno conflicto, un artículo en The Times publicado el 8 de febrero de 1855, describía a Florence y su labor de este modo: «Sin exageración alguna es un «ángel guardián» en estos hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a la vista de ella. Cuando todos los oficiales médicos se han retirado ya y el silencio y la oscuridad descienden sobre tantos postrados dolientes, puede observársela sola, con una pequeña lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas».
En 1856, con la guerra ya terminada, Florence –que había enfermado de fiebre tifoidea en Crimea– solicitó audiencia a la Reina Victoria y convenció a la monarca de la necesidad de poner en marcha drásticas reformas higiénicas en los centros hospitalarios.
Escribió el libro “Notas sobre enfermería, qué es y qué no es”, donde desarrolla la primera teoría de enfermería, clave para considerar a la enfermería como una profesión. En este libro describe el objetivo de la enfermería: colocar al paciente en las mejores condiciones posibles, para que la naturaleza actúe sobre él.
“El uso adecuado del aire fresco, el calor, la limpieza, la tranquilidad y la adecuada selección y administración de dietas, procurando el menor gasto posible de la energía vital del paciente. Así desaparecen los obstáculos y se coloca al paciente en las condiciones ideales para que la naturaleza actúe sobre él”.
También dijo que la enfermería es una ciencia y un arte, y destacó la observación y la formación de las futuras enfermeras.
El día de su cumpleaños, el 12 de mayo, se celebra el día Internacional de la Enfermería en todo el mundo. Es un orgullo para mí pertenecer a este gremio, donde la vocación es tan importante y en defensa de la sanidad, he elegido este tema para el artículo de la revista.
Pensemos que, en nuestra sociedad, cada vez hay más gente mayor, con patologías crónicas, que necesitan más hospitales, más centros de Salud, y por ende más personal sociosanitario. Cuidar nuestra Sanidad es cuidar nuestra Salud, y a nuestros mayores.
Así también, podemos decir que en Las Rinconadas, nuestro pueblo, tenemos la mayoría de condiciones ideales, para que la naturaleza actúe en Nuestro Beneficio: el aire puro, el ejercicio que hacemos en los paseos, la tranquilidad que nos da el andar junto a la ribera del río y la alegría con la que acogemos las fiestas…
Más información de Florence Nightingale en: https://mujeresconciencia.com/2017/08/22/flore nce-nightingale-mucho-mas-la-dama-lalampara/
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Rincón
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
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Infantil
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Primer Premio Dibujo Juvenil
Primer Premio Dibujo Senior
Boletín Acsrr nº 72 Navidad 2022
Agradecimientos por su colaboración
En
Tienda-Bazar
En Landete: Bar Vito (Molta Vita)
En Xirivella:
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