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SECTOR TEXTIL Y DE CONFECCIONES: ¿AÚN QUEDARÁ TELA POR CORTAR?
Actualidad gremial
Nicolle Hernandez Villota Voluntaria de investigación Acopi Bogotá-Cundinamarca
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Durante los últimos 28 años, por efecto de la apertura económica en Colombia en el año 1990, la industria colombiana y en su mayoría el sector textil ha sufrido un detrimento debido a la falta de protección, esta apertura dio paso a la entrada de productos provenientes de muchas partes del mundo, en su mayoría de China.
La industria textil en Colombia se vio mayormente afectada cuando el Acuerdo Multifibras llegó a su fin en el año 2005. Este, que según la OMC “…preveía la aplicación selectiva de restricciones cuantitativas cuando un brusco aumento de las importaciones de un determinado producto causara, o amenazara causar, un perjuicio grave a la rama de producción del país importador”, al terminar permitió a China exportar sus productos a la mayor parte del mundo sin ningún inconveniente y desde ese momento estos han venido inundando el territorio nacional debido a la falta de barreras al comercio, como aranceles altos a las importaciones, medidas no arancelarias y sanciones de peso para la mercancía que entra al país como contrabando.
El sector textil y confecciones hace unos años era uno de los más representativos en la economía del país, llegando a aportar el 10% de la industria manufacturera. Durante los últimos años la industria textil ha tenido que pasar por muchos altibajos, y empresas como Fabricato, una de las más importantes textileras del país, tuvo que frenar su producción en el segundo semestre de 2017 debido a que tenían exceso de inventarios como resultado de la caída de la demanda interna. La industria textil pasó de ser en Colombia uno de los sectores que más aportaba al Producto Interno Bruto Manufacturero del país a aportar en la actualidad sólo un 6% al PIB según la Cámara de Comercio de Bogotá. El sector textil y confecciones en los últimos dos años no ha tenido un crecimiento favorable, en cuanto a la producción de hilatura, tejetura y acabado de productos textiles esta ha tenido una caída del 4.9% con respecto al año 2016, las ventas totales tuvieron una variación negativa de 15.6% e igualmente las ventas en el mercado nacional tuvieron una variación negativa de 21.6%, según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (ANDI, 2017).

Fuente foto: radioalcoy.com
La balanza comercial en la industria textil se encuentra en déficit: en junio de 2017 las importaciones fueron de USD124,8 millones mientras que en el 2016 fueron de USD 126,2 millones en el mismo mes del año, y las exportaciones en el año 2016 fueron de USD25,3 millones en junio y pasaron a ser de USD23,7 millones en 2017 en el mismo periodo. El hecho de que el sector textil y de confecciones en los últimos dos años sólo haya tenido variaciones negativas en sus cifras, demuestra su crisis y la pérdida de ganancias que están teniendo las empresas, incluso llevándolas al cierre. Esto se ve reflejado más que todo en las mipymes, quienes no pueden sobrevivir a estos percances porque no cuentan con la suficiente capacidad económica para mantenerse. Ante esta situación cabe preguntarse ¿aún quedará tela por cortar?
Referencias OMC. (s.f.). Organización Mundial del Comercio. Obtenido de https://www.wto.org/spanish/tratop_s/texti_s/texintro_s.htm Cámara de Comercio de Bogotá. (2018). Cámara de Comercio de Bogotá. Obtenido de https://www.ccb.org.co/Clusters/Cluster-dePrendas-de-Vestir/Noticias/20182/Febrero-2018/Industria-TextilColombiana-2018-telas-inteligentes-y-tendencias-ecologicas ANDI. (2017). ENCUESTA DE OPINIÓN INDUSTRIAL CONJUNTA.