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NUEVO CONGRESO DE LA REPÚBLICA, ¿UNA OPORTUNIDAD PARA LAS MIPYMES?

Actualidad gremial

Fuente foto: congresovisible.org

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El pasado 11 de marzo se eligió el nuevo Congreso de la República, entidad con la responsabilidad de discutir y tomar las decisiones trascendentales del país, algunas de las cuales claramente tienen impacto en las empresas. Aprovechando la renovación de la corporación, Acopi Bogotá-Cundinamarca la invita a que incluya en su agenda propuestas que defiendan e impulsen la mipyme, principalmente a la manufacturera, que es la más afectada por la ausencia de una política industrial, la firma indiscriminada de TLC, y en general por las políticas gubernamentales apoyadas en gran parte por anteriores mayorías legislativas.

Acopi Bogotá-Cundinamarca felicita a los congresistas repitentes, en especial a quienes han apoyado los intereses de la empresa colombiana y han mantenido su cercanía a ella mediante sus iniciativas, algunos incluso alejándose de la posición del resto de sus bancadas. Del mismo modo, saluda a aquellos que se estrenan en el legislativo y desde antes han promovido la defensa de la producción y el trabajo nacionales. Es necesario también reconocer el papel que jugaron quienes ya no están en el Congreso, por uno u otro motivo, y con quienes se contó para las iniciativas mipyme.

La agenda mipyme que debe promover el nuevo Congreso

Las micro, pequeñas y medianas empresas, sobresalientemente las industriales, que son generadoras de empleo formal, calificado y bien remunerado, aplican ciencia y tecnología de forma intensiva, y componen la mayoría del universo empresarial colombiano, siguen manteniéndose a flote a pesar de que les toca crecer y desarrollarse en un entorno económico y normativo hostil. Para que esto deje de percibirse así y ser empresario en Colombia no sea solo una decisión intrépida, durante el nuevo periodo legislativo deben propulsarse algunas iniciativas.

En primer lugar, debe hacerse la revisión de los TLC y la renegociación de los que se consideren pertinente, valiéndose de la aplicación de la Ley 1868 de 2017 que busca que el Gobierno Nacional rinda informes anuales sobre el “desarrollo, avance, y consolidación” de los acuerdos comerciales suscritos por Colombia. Esta es una herramienta para realizar el control político, una de las funciones del Congreso, sobre un tema que ha sido objeto de discusión. Sin embargo, más allá de las evaluaciones y diagnósticos, es importante que se tomen acciones sobre el asunto si se sigue demostrando de otra forma la nocividad anterior y actual de los TLC, tal como han comprobado varios congresistas en sus debates.

El Congreso de la República también debe demandar que cese el curso de las negociaciones de más TLC, así como debe abstenerse de aprobar otros y exigir al Gobierno que se comprometa a no firmar más, tal como fue propuesta del presidente Duque en campaña. Así mismo, tendría que pedir al ministro José Manuel Restrepo que precise la afirmación de “buscar opciones alternativas, como acuerdos de alcance parcial, o convenios de inversiones” y qué relación tendría esta idea con la actual forma de establecer relaciones comerciales que tiene Colombia.

La segunda medida debe ser propender por un sistema tributario progresivo, que reduzca la evasión, aumente el recaudo, y sea un agente dinamizador de la economía. Para reducir la tasa de desigualdad empresarial de 0.82 en el índice de Gini que existe en Colombia, es necesario que exista el impuesto de renta diferencial para las empresas de acuerdo a su tamaño y se establezcan beneficios tributarios a los sectores que generen mayor valor agregado, tal como lo impulsó Acopi Bogotá-Cundinamarca en 2016. Esta iniciativa, que estuvo a tres votos de ser aprobada, en su momento fue apoyada por el hoy Presidente de la República, por lo que la agremiación mipyme espera que en la nueva reforma tributaria la propuesta sea incluida, y la apoye el Gobierno y sus bancadas, tal como, paradójicamente, votaron a favor del aumento del IVA en la reforma tributaria anterior.

En tercer lugar, debe reducirse el alto costo país, medida que contempla la disminución de costos de energía, logística, transporte, y sobrecostos laborales no salariales, para que el país pueda aumentar su competitividad y productividad, haciendo que las relaciones comerciales internacionales sean más favorables a la economía colombiana.

Por último, debe continuarse con la simplificación normativa y el fomento de políticas diferenciales para las mipyme que eliminen la normatividad excesiva, compleja, cambiante, costosa e inequitativa, aspecto en el que se ha avanzado por la gestión de las directivas nacionales de Acopi en temas como la diversidad de plazos y trámites para el pago de incapacidades médicas, el impacto de los largos periodos de pago de facturas en el flujo de caja de las pymes, la protección sanitaria, el monotributo, el CONPES de formalización empresarial, y la información exógena del formulario 1001 de la DIAN.

Para continuar con estos progresos y buscar más soluciones a los problemas que aquejan al empresario colombiano, Acopi Bogotá-Cundinamarca invita a los congresistas a seguir aunando esfuerzos para defender y promover la industria nacional y el empleo de los colombianos, y exhorta a la mayoría de los mismos a reorientar el sentido de sus votaciones para cumplir con este fin. Así mismo, es importante que respalden las iniciativas legislativas y administrativas que empuje el gremio, enfocadas a tener políticas diferenciales y simplificar normas para las mipymes. Todo esto, entendido como una condición sine qua non para el desarrollo del país y partiendo de la máxima: la capacidad para crear riqueza es más importante que la riqueza misma.

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