ABC de la Semana Edición 391

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Venezuela

Año 9

20 de noviembre 2014

Número 391

www.abcdelasemana.com

Precio Bs.F. 10,00

N U E S T R A

Víctor Rodríguez Cedeño

P A S I Ó N

E S

L A

V E R D A D

EDITORIAL

Las torturas y prácticas humillantes del régimen responden a criterios que caracterizan los crímenes de lesa humanidad / 6 Vladimiro Mujica

En Venezuela se controla el precio de alimentos que no existen, de bienes desaparecidos y de medicinas imposibles de obtener / 5

EL SALDO ROJO FERNANDO LUIS EGAÑA

Adolfo Taylhardat

En un par de semanas la ONU dará los resultados de su examen sobre situación venezolana en materia de derechos humanos / 7

Leonardo Padrón

La revolución quiere alejar a todo el que le reclame su fracaso. ¿La vamos a complacer? / 14 y 15

No se trata de nada nuevo, porque la hegemonía roja ha tenido al país en rojo, a contravía del desarrollo sustentable, a contracorriente de la democracia y la libertad, desde hace muchos años. De hecho, se podría argumentar que esa marcha hacia la destrucción de la viabilidad nacional empezó con la consagración de la demagogia constituyente y personalista, por allá en 1999. Pero, en el presente, todos los males se han extremado, todos los aparentes bienes se están esfumando, y la hegemonía está luciendo como lo que siempre ha sido –un despotismo delirante y depredador– aunque 1.500 millardos de dólares ayudaran a disimularlo. Y, ojo, la bonanza petrolera del siglo XXI no ha terminado. Han bajado los precios petroleros, es cierto, pero el barril a 70 dólares es bastante más que el promedio de 15 dólares de la cesta petrolera venezolana en la última década del siglo XX, y ni hablar de los 10 o 9 dólares a los que llegaron los precios globales en medio de la crisis financiera internacional de finales de siglo. Uno de los factores, por cierto, más decisivos para entender el curso de los acontecimientos políticos en aquel entonces, tal y como lo ha reconocido Bernard Mommer, ideólogo petrolero del Estado en estos tiempos, en su libro Petróleo global y Estado nacional, prologado por Alí Rodríguez Araque. El meollo del asunto es que la hegemonía ya no puede financiarse. Quebró las finanzas públicas, buena parte de las privadas –sin incluir, claro está, las de la nomenklatura, cuya “prosperidad” es consecuencia del pillaje financiero y cambiario del sector público–, endeudó a la república y a Pdvsa hasta las correspondientes coronillas, desbarató la economía productiva nacional, esclavizó al país a las importaciones, exacerbó al máximo el rentismo petrolero, distorsionó gra-

vemente las principales variables económico-sociales y, en suma, malbarató la oportunidad de progreso más auspiciosa de nuestra historia económica. ¡Casi nada! O casi todo lo que la negligencia y el dolo gubernativo podían hacer y deshacer para asolar el país con las mayores reservas petroleras del mundo, en medio del boom petrolero más prolongado y caudaloso de la historia. Además de los despachados petrodólares, tampoco la hegemonía cuenta con su habilidoso y comunicativo hegemón, sino con un sucesor que dista mucho de poseer las referidas capacidades persuasivas. Y, encima, el poder se encuentra fracturado en corrientes o tribus, algunas de las cuales tienen el empoderamiento de los colectivos armados. Un panorama no precisamente auspicioso... Y un panorama que no despunta en el horizonte sino que está clavado en la realidad cotidiana. Ante todo ello, los voceros de la hegemonía se empeñan en negar que en el país haya una verdadera crisis… Jaua dice que podría haberla si el precio del petróleo bajara de 60… Maduro alega que la podría haber si bajara a 40 … Y Cabello sostiene que incluso con un precio de cero dólares, se podría hacer frente a la situación. Si esos planteamientos no son irresponsables, nada lo es. Y el auténtico precio de esa irresponsabilidad lo está pagando la población venezolana en términos de escasez, carestía, inseguridad, violencia y todo tipo de penurias individuales, familiares y colectivas. Ese es el saldo rojo de la hegemonía roja. Un saldo que ya no se puede esconder. Y que no se superará sino se ahondará mientras Venezuela siga como va. flegana@gmail.com * Como en ocasiones anteriores, esta semana cedemos nuestro espacio editorial a una columna de especial interés.

El ABC de Juan Manuel Trak / Investigador del Centro de Estudios Políticos de la UCAB

Un 56% de la población no confía en el CNE • Hay estudios que colocan en un 78% la desconfianza • Está en manos de los actores políticos que el país no se vaya por el camino de la violencia • El 90% de la población quiere rectores imparciales, sin militancia política, como señala la ley • Las elecciones deben ser un punto de encuentro y no una instancia para profundizar la crisis / 8 y 9

Alfredo Toro Hardy:

La globalización ha unido más de lo que ha separado a las economías de China y EE.UU. / 13


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