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Artes
Guatemala, miércoles 15 de enero de 2014
De fiesta por el Cristo Negro
Hoy se celebra una centenaria tradición que trasciende fronteras.
E
l 9 de marzo de este año se cumplen 419 años de la llegada del Cristo Negro al pueblo de Esquipulas, ubicado en Chiquimula, donde se festeja cada 15 de enero. La imagen llegó a Esquipulas en 1595 y fue recibida por los habitantes del lugar, quienes la colocaron en una ermita donde comenzó a ser venerada. A finales del siglo XVI comenzaron las peregrinaciones, o romerías, en la entonces Capitanía General del Reino de Guatemala. Por la creciente afluencia de peregrinos, se trasladó la imagen a un templo nuevo, construido al finales del siglo XVII, según lo reseña el cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán en Recordación Florida. “Su iglesia parroquial, que de materia firme se eslabona en sus maestras, se adorna con buena capilla mayor, y sacristía de bóvedas, y el resto del cuerpo de la iglesia, cubriéndose de teja, se ostenta y perpetúa a duraciones largas”, apunta. La imagen permane-
Fe y paz Por su importancia turística y religiosa, en el ámbito centroamericano, y por haber sido sede de acontecimientos especiales, la ciudad de Esquipulas ostenta varios títulos como: Capital Centroamericana de la fe, sede del Trifinio y Puerta Abierta hacia la paz. Su fiesta patronal se celebra del 10 al 15 de enero.
ció allí hasta 1759 cuando, por iniciativa del arzobispo Francisco José de Figueredo y Victoria, se trasladó a su actual ubicación: El Santuario de Esquipulas, fue mandado a construir en un campo donde antes había florecido algodón, (en ese entonces no se había construido el templo), con el que se recaudaron los fondos para mandar a esculpir la imagen.
La partida de nacimiento
Hay varias versiones sobre el origen de la imagen del Señor de Esquipulas. El Compendio de la Historia de la ciudad de Guatemala, de Domingo Juarros y Montú-
far, refiere a una constancia de la datación de la imagen, mandada a esculpir en 1594 y entregada por Quirio Cataño el 4 de octubre del mismo año. “… El documento original estuvo durante muchos años en la Parroquia de Quezaltepeque, entre los libros parroquiales, hasta que en una visita pastoral el señor obispo de Guatemala y de la Verapaz Don Fray Andrés de las Navas mandó se sacara una copia del contrato original que se encontraba muy maltratado”.
Fuera de las fronteras
Esta imagen es venerada por fieles de Centroamérica, Méxi-
co, Estados Unidos, entre otros países; se le conoce como El Cristo Negro de Esquipulas. La fe en la imagen lleva a muchos fieles a ingresar de rodillas y debido a la cantidad de inmigrantes devotos, en la actualidad se celebra esta fiesta religiosa en ciudades como Los Ángeles, Nueva Jersey y Nueva York, indica Celso Lara, historiador y estudioso de las tradiciones guatemaltecas.
Artista de hoy
El padre de la Comedie Française
Hoy, hace 392 años, nació en la capital francesa Jean-Baptiste Poquelin, conocido en el mundo de las artes escénicas como Molière. Fue dramaturgo y actor. Se le considera uno de los más importantes comediógrafos de la literatura occidental y padre de la Comédie Française. Despiadado con la pedantería de los falsos sabios, la mentira de los médicos ignorantes, la pretenciosidad de los burgueses enriquecidos, Molière exalta la juventud, a la que quiere liberar de restricciones absurdas. Muy alejado de la devoción o del ascetismo, su papel de moralista termina en el mismo lugar en el que él lo definió: “No sé si no es mejor trabajar en rectificar y suavizar las pasiones humanas que pretender eliminarlas por completo”, y su principal objetivo fue el “hacer reír a la gente honrada”. Puede decirse que hizo suya la divisa que aparecía sobre los teatrinos ambulantes italianos a partir de 1620 en Francia, con respecto a la comedia: “Corrige las costumbres riendo”. Entre su repertorio de 24 obras se cuentan Tartufo, Las preciosas ridículas, Las mujeres sabias, El enfermo imaginario, El médico a palos, El burgués gentilhombre y el misántropo. Falleció el 17 de febrero de 1673 en la misma ciudad de su nacimiento. María Mercedes Arce Foto: Archivo
Oscurecido por los años
Lara dice que, según los pobladores, el escultor había utilizado madera oscura para que El Cristo se pareciese más a los pobladores de la etnia Chortí, que habitaban Esquipulas. Sin embargo, el arquitecto y restaurador Eduardo Andrade, descubrió en 1995 que originalmente tenía una tonalidad clara, y que los años de exposición al humo de veladoras y las manos de millones de fieles le dieron su característico tono oscuro. Patricia Palacios Foto: Archivo
Las obras del autor aún son llevadas a escena.