Edición 218 revista viernes 02022018

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Viernes

Guatemala, viernes 2 de febrero de 2018

a bandera estelada

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Migración catalana a Cuba 1. Del siglo XV hasta finales del XVIII. 2. 1780 al 1860 (la gran oleada). 3. 1860 a 1898 (cae la población tras el inicio de las guerras de independencia de Cuba). 4. 1900-1929 (reanimación y caída por la crisis económica de 1929). Fue en ese tiempo cuando, inspirados por la independencia de la isla, muchos de los emigrados catalanes vieron en ese hecho el ejemplo de lo que querían para la tierra que abandonaron años atrás. “La Habana a inicios del siglo XX fue quizás la ciudad más catalanista del mundo fuera de Cataluña”, explica el historiador Joan Manuel Ferrán Oliva, autor de La saga de los catalanes en Cuba. “No significa que Cuba haya sido la cuna del independentismo catalán, porque esto es una lucha de siglos, pero sí es cierto que a inicios del XX fue desde aquí donde se gestaron, organizaron y financiaron muchos de los principales eventos y organizaciones que defendían esta corriente en Cataluña”. Según cálculos de este investigador, para 1925 aún residían 17 mil catalanes en la isla, la mayor comunidad fuera de España.

Independentismo cubano

Fueron muchos de ellos quienes se convirtieron en el principal soporte internacional de la “causa independentista” en el extranjero. “Tras la guerra comienzan a organizarse grupos nacionalistas radicales en La Habana y Santiago de Cuba, que aspiraban a que Cataluña también pudiera independizarse del Imperio español”, comenta Esculies. De acuerdo con el académico, este momento coincidió con la aparición en Cataluña de un movimiento denominado “catalanismo político organizado”, que era básicamente una propuesta para reformar España. Pero los emigrados catalanes en la isla pusieron un acento grave al movimiento: ya no solo era preciso que se descentralizara el poder desde Madrid, sino que Cataluña “también podría (y debería) ser libre”, como lo había sido Cuba. Surgieron así en la isla asociaciones y grupos que abogaban de forma directa por la indepen-

Cataluña vive un intenso proceso de ajustes en su relación con la monarquía española.

dencia de Cataluña, como el Club Separatista Número 1 de La Habana, el Club Separatista Número 11 de Santiago de Cuba, el Grop Nacionalista Radical Cataluña o el Blok Nacionalista Cathalonia de Guantánamo. En su libro Catalans d’Amèrica per la independencia , Víctor Castells explica que estas organizaciones, muchas de ellas secretas, buscaban promover que “la libertad llegara a través de las colonias o las comunidades americanas”, como había ocurrido antes en Irlanda. “Estos emigrados comenzaron a publicar revistas de corte independentista en La Habana y colocaban en los balcones de los centros y las asociaciones catalanas una senyera (la bandera amarilla con cuatro barras rojas, emblema de Cataluña) con una estrella blanca, como la que tenía la cubana”, explica Esculies. Fue este el primer diseño, el más primitivo, de la “estelada” (estrellada, en español), la bandera insignia del separatismo catalán, que se inspiró, según el especialista, en la cubana. Pero la semejanza entre las banderas no quedó ahí.

Tres banderas

Hacia 1914, llegó a La Habana un marino mercante proveniente de Chile que cambiaría nuevamente el diseño y el significado de la “estelada”. Vicenç Albert Ballester, que había sido

miembro del Fomento Autonomista Catalán y cumplido cárcel por organizar actos de corte independentista, encontró en Cuba no solo un movimiento radical a favor de la separación de España. “Para él y sus compañeros de la Unión Catalanista, la independencia de Cuba fue también un ejemplo de lo que podría pasar en Cataluña. De ahí que al ver estas banderas que se colocaban en las asociaciones y ver la bandera cubana se inspiró en ellas para hacer este diseño de la estelada que vemos hoy”, explica Esculies. Ya con anterioridad, los independentistas puertorriqueños también se habían inspirado en el diseño de la bandera cubana, ideada por Narciso López en 1850, para crear la bandera de su país. “Es en este momento en el que comienza el independentismo catalán. O sea, será para inicios de la década de 1920 cuando comienza a tomar fuerza una propuesta más cercana a lo que entendemos hoy por independentismo”, comenta el profesor de la UOC. Ferrán Oliva, por su parte, explica que para 1922, Francesc Macià, un catalán que había sido teniente coronel del Ejército español, crea un partido denominado Estat Catalá (Estado Catalán) que utilizará la bandera de Ballester como emblema. “Unos años después en 1928, Macià vuelve a Cuba y aquí tiene lugar la primera Asamblea


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