PROYECTOS
Los milagros de El Rey de la Magia Por
Silvia González Fotos Manel Sala “Ulls”
Este artículo repasa la densa historia de la célebre tienda El Rey de la Magia de Barcelona, que acaba de estrenar un café-teatro con capacidad para 168 personas en la calle Jonqueres. La tienda de la misma calle ofrece tam-
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urante décadas y hasta los años cincuenta, El Rey de la Magia fue la única tienda dedicada a la venta de trucos de magia en todo el estado español. Hoy, sigue siendo todo un referente para los aficionados al ilusionismo. Josep Maria Martínez y Rosa Maria Llop, propietarios del comercio, amplían ahora su proyecto con un nuevo espacio expositivo, un pequeño teatro y un café-teatro en la calle Jonqueres, junto a la conocida Casa de las Mantas.
bién una exposición interesante que incluye vestidos del mago Li-Chang, dibujos de trucos o un prototipo de jarra de agua inagotable ideal para estos tiempos de crisis. ¡Sigan y lean!
do a la magia”. En el año 2000 abrieron el Teatro-Museo en la calle del Oli, una iniciativa que entonces ya veían como el primer paso de una aventura que hace un año y medio se hizo realidad con la inauguración del nuevo espacio. El cambio ha sido una manera de hacer viable el proyecto, que “tenía que funcionar constantemente. La sala de la calle del Oli permitía una expresión mínima. Aunque mucha gente lo recuerda
El Rey de la Magia fue fundado en 1881 por Joaquim Partagàs, mago profesional de gran éxito internacional que también regentó durante seis años el Teatro Salón Mágico. Situado en el número 30 de la Rambla dels Caputxins, este teatro estable tenía un aforo para 40 personas y estaba inspirado directamente en la experiencia de las Soirées Fantastiques de Robert-Houdin. Tras la muerte de Partagàs, la tienda pasó a manos de otro ilusionista, Carles Brucheli, ‘Carlston’, quien la regentó desde 1931 hasta el año 1981, año de su deceso. Su sobrina, Joana Grau, la mantuvo un tiempo hasta que Martínez y Llop, integrantes de la compañía La Capsa Màgica, la compraron, reestructuraron y reabrieron en 1984. “Desde que tomamos las riendas de la tienda, que era un hecho histórico que había que preservar”, explica Rosa, “nuestra idea ha sido ir un poco más allá. Ya entonces teníamos en mente un proyecto cultural completo. Ahora hay más tiendas e internet facilita los contactos y el aprendizaje, pero lo que sí es necesario es explicar la cultura del ilusionismo, su historia y hacer un teatro dedica44 ZIRKÓLIKA
Pau, Rosa y Josep Mª en la entrada del museo.
como encantador, como una experiencia, era inviable en el futuro”. Estuvieron a punto de probarlo alquilando el Teatre Capsa, que cerró sus puertas en 1989. Pero entonces el lugar se convirtió en un cibercafé. También lo intentaron con el edificio de La Seca, un proyecto en el que estuvieron trabajando durante mucho tiempo pero no obtuvo éxito. Finalmente, decidieron buscar un “espacio ajeno a cualquier administración y encontramos el local de la calle Jonqueres, un espacio totalmente llano al que enseguida vimos las posibilidades. Con préstamos, hipotecas y una subvención para acondicionar el espacio de acuerdo con las normativas de seguridad, hemos acabado abriendo este proyecto temerario que también ha contado con la complicidad de nuestro hijo Pau. Él es joven, tiene ganas de trabajar y de salir adelante con ello”. Entrar en la exposición es hacer todo un viaje por la historia del ilusionismo catalán. Fotos históricas de la tienda dan la bienvenida al visitante, que se encuentra enseguida con encantadores y coloristas carteles anunciadores de las representaciones de Thurston, Keller, Raymond, Professor Alba o Robert-Houdin. Uno de los platos fuertes son los tres vestidos de inspiración oriental de Li-Chang que fueron utilizados por el mago badalonés en los años treinta y cuarenta. También se pueden ver algunos de sus artilugios originales, como la mano que golpea para responder las preguntas del público, farolillos, abanicos, vasos y el café con leche que se convierte en confeti.