MI PRIMER ACERCAMIENTO Hasta que Dios me lo permita… El 28 de Septiembre de 2015, es un día que sin duda alguna quedara en mi memoria, un recuerdo labrado de la manera más artesanal en las paredes de mi corazón. Este día, fue la prueba de la realidad que viviré la mayor parte de mis mañanas… las preguntas retumbaban en mi cabeza de manera constante minutos antes de dar inicio a lo que sería mi futura labor ¿Será esta mi vocación? ¿Esto es lo que realmente quiero hacer la mayor parte de mis días? ¿Seré yo la indicada para estar en estos lugares? ¿Podre ser lo que se espera de una educadora? Mis pensamientos fueron interrumpidos de manera brusca al escuchar <<Buenos días, bienvenidos>> era el momento de partir a nuestra observación, los nervios me inundaban me hacían sentir una emoción que estaban a punto de desbordarse … al llegar al grupo, mis ideas sobre lidiar con niños desobedientes, traviesos, inocentes se fue abajo, fue hasta ese momento que comprendí que no tenía que lidiar con mis ideas, sino simplemente con niños, pequeños campos en los que tu darías inicio a la siembra de la enseñanza, al arduo labor de labrar esa tierra fértil y lista para esparcir las semillas que con el tiempo darán fruto, y que serán los frutos que los alimentaran toda su vida, ahí constante la responsabilidad y el valor de la vocación. La inocencia era la principal característica dentro del salón, sus rostros reflejaban esa duda que temía salir de su boca ¿Quién es la extraña que está en mi salón?, la maestra a cargo aclaro su duda… los niños me dieron un caluroso recibimiento a través de la confianza que me brindaron en pocos minutos, minutos que afirmaron mi amor hacia