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LIPW de Ghana

Recuadro 6.1 Administración de pagos automatizada: Programa único y proveedor único en el programa LIPW de Ghana

En Ghana, el programa Dinero por Trabajo del LIPW (un programa de obras públicas que requieren mucha mano de obra) asigna beneficiarios a las actividades del proyecto. Los beneficiarios marcan biométricamente la entrada y salida, los datos de asistencia se sincronizan con el sistema de gestión de las operaciones de los beneficiarios del programa (SGOB). Una vez validados los datos de asistencia, el SGOB genera un calendario de nómina y lo somete a tres rondas de revisiones administrativas antes de aprobar la nómina final y asumir el compromiso financiero.

Anteriormente, las planillas de asistencia diarias en Excel se imprimían y distribuían en el lugar luego de catorce días de trabajo, y se entregaban físicamente a la autoridad local responsable

de la implementación. Una vez que la autoridad aprobaba los archivos, la oficina de finanzas del distrito generaba una nómina utilizando Excel para registrar la información de los beneficiarios y los días trabajados. Se calculaba una lista de pagos manual y se llevaba al campo en copias impresas. Los beneficiarios se formaban en fila y los llamaban por su nombre para colocar la impresión dactilar del pulgar contra el ingreso calculado para recibir el dinero en efectivo. Tomaba hasta cuatro meses conciliar la nómina y entregar los pagos a los beneficiarios. El módulo de administración de pagos del SGOB de Ghana, llamado GHIPSS, se automatizó creando una aplicación informática y una aplicación biométrica funcional para registrar automáticamente la asistencia. Como resultado, todo el proceso de administración de pagos se lleva a cabo en tiempo real. Una vez que se aprueban las instrucciones de pago, el sistema carga automáticamente 500 000 tarjetas inteligentes por hora con los pagos de salarios.

Aunque la administración de pagos está automatizada, su efectivización se lleva a cabo

físicamente, en persona. Los beneficiarios se autentican biométricamente para confirmar que son los verdaderos titulares de las tarjetas inteligentes antes de acreditar el pago de los salarios. Las personas hacen fila para retirar sus pagos. Las tarjetas inteligentes permiten almacenar valores en el caso de que el beneficiario no desee retirar todos sus ingresos o falte a una fecha de pago. Se pueden retirar los fondos a través de cajeros automáticos, y la tarjeta se acepta como forma de pago en comercios seleccionados.

Fuente: Christabel Dadzie, Especialista en Protección Social, Protección Social y Empleo (PSE), Banco Mundial, Curso básico, 2018.

transferencias directas desde el Ministerio de Hacienda (Tesoro Nacional) o desde el Banco Central hacia las cuentas de los beneficiarios. El banco central procesa las instrucciones de pago, debita fondos de la cuenta única de tesorería y los acredita en la cuenta del beneficiario. Las transferencias directas del gobierno a cuentas bancarias individuales requieren que las instituciones bancarias confirmen la prueba de identidad y de titularidad de las cuentas a través de los procesos «conozca a su cliente» (KYC) y de «diligencia debida del cliente» (DDC). Los pagos efectuados directamente a cuentas de dinero móvil o a billeteras digitales pueden requerir regulaciones legales y reformas tecnológicas de los sistemas de gestión de las finanzas públicas.

Indonesia migró rápidamente de los pagos en persona a los pagos mediante cuentas bancarias, con una considerable ganancia en términos de eficiencia y transparencia. El gobierno dio un paso importante hacia el desarrollo de un canal único de distribución de pagos para la asistencia social mediante transferencias monetarias y en especie para los programas PKH [Programa Keluarga Harapan] (transferencias monetarias condicionadas), PIP [Programa Indonesia Pintar] (asistencia para la educación), BPNT [Bantan Tunai Non Tunai] (ayuda alimentaria), y algunos subsidios seleccionados. Las transferencias se envían directamente desde una cuenta única de tesorería hacia las cuentas bancarias de los beneficiarios. Para ello, Indonesia abrió cuentas