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Opinión Ucrania y el Leopardo

zas armadas y subestimar la determinación de los ucranianos en defender su tierra; segundo, el alto rendimiento de las tropas y civiles ucranianos, del adiestramiento brindado a las fuerzas armadas de Ucrania, especialmente desde 2014; de la mortífera efectividad de los aparatos y la tecnología armamentística de occidente. En este último renglón —ténganlo por seguro— tanto la OTAN, como el departamento de la defensa estadounidense, como los contratistas de defensa de ese país están tomando notas… y datos.

Pero volvamos al ruedo político y estratégico. A medida que la fluidez de los actos bélicos se da sobre terreno ucraniano, la necesidad de armamentos más sofisticados es imperativa. Es decir, el gobierno ucraniano y el alto mando de sus fuerzas armadas —fueron los primeros en convencerse, de todas maneras— están listos para aumentar la intensidad de la guerra; necesitan por tanto armamento ofensivo, tanques específicamente. No es que Ucrania no tenga tanques —muchos de estos heredados de la época soviética— pero el estado y su mando militar están convencidos de la letal efectividad de los tanques fabricados en occidente, en particular: el M1 Abrams, de fabricación estadounidense; el Cha- llenger 2, de manufactura británica; en menor medida el Leclerc, hecho en Francia, y el tanque más codiciado por los militares ucranianos: el Leopard 2, fabricado en Alemania.

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La convicción del alto mando militar en Kyiv es que las capacidades —especialmente del Leopard 2— en términos de movilidad, maniobrabilidad, armadura y armamento hará la diferencia en el campo de batalla, tanto táctica como estratégicamente. De ser esto cierto, no lo podremos constatar en meses. La entrega de un armamento tan pesado no puede darse de la noche a la mañana. Se precisa de confirmar varios procesos que conformarían una considerable pesadilla político logística.

Aunque el tanque es de fabricación alemana, este es de uso generalizado en otras fuerzas armadas. Ucrania pidió 300 tanques, lo que parece virtualmente imposible dado que los cuerpos castrenses tendrían que revisar sus inventarios y determinar cuántas unidades de estos tanques pueden darse el lujo de “donar”. Estos vehículos son pesados y daría trabajo transportarlos hasta la frontera y tardarían semanas —si no meses— en desplazarlos adecuadamente. Estos dilemas no incluyen el entrenamiento de soldados ucranianos en estos aparatos, que ya se está llevando a cabo.

Pero hay otras consideraciones que hicieron de la entrega de estos tanques; dicho de otra manera, la parte política de la pesadilla. Aunque ya pasó la polémica —los tanques serán entregados a Ucrania— persiste la preocupación y ansiedad del impacto que este escalamiento —porque lo es— tendrá sobre la política doméstica y exterior de Alemania. Aunque los sondeos de opinión en ese país indican que el apoyo alemán a Ucrania incrementa, la población continúa dividida. Los políticos se toman muy en serio la opinión pública; figurará siempre en sus cálculos para la reelección. También toman en cuenta el hecho de que histórica y culturalmente existen vínculos afectivos y socioculturales con pueblos del centro y este de Europa, rusos inclusive. Esto lo reseñó el periodista alemán Jan-Philipp Hein en la publicación The Guardian, quien argumenta que una parte considerable de los cálculos estratégicos toman el sentir de la población en cuenta. Tales son las costumbres de la guerra. La que presenciamos y vivimos vicariamente en esta coyuntura no será la excepción. Estamos en el umbral de una escalada, un cambio direccional que tendrá consecuencias más allá de la geopolítica y consideraciones estratégicas de Rusia, el Este de Europa y la zona Euroatlántica. Mientras, el faroleo peligroso —‘bluffing’— con Moscú seguirá practicándose, desde Washington, desde Bruselas, con algo de consideración para Kiev.

Socialismo y capitalismo del presente

La verdad es que el socialismo como sistema de gobierno está muerto o — por lo menos— si no ha desaparecido de la faz de la Tierra, ha quedado sumamente reducido en la práctica, casi hasta quedar inerte. Todo cuanto resta ahora como realidad fáctica es un eclecticismo ideológico; una suerte de capitalismo socializante, de una nueva socialdemocracia un tanto más radical que la europea, que se manifiesta principalmente en países de Latinoamérica.

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Quienes promulgan el marxismo y su eterna lucha de clases visualizan la existencia únicamente de un enemigo rapaz: el capitalismo. Ese enemigo rapaz fue siempre lo que el llamado socialismo real, el socialismo pragmático con realidad sistémica en el mundo, consideró su antinomia. Pero la realidad es que el socialismo soviético y todas sus diferentes manifestaciones en el mundo han ido desapareciendo. Quedan únicamente algunas reminiscencias de un socialismo sistémico habido, como los casos de Cuba, China o

Corea del Norte. Si se quiere encontrar un verdadero enemigo del socialismo hay que buscarlo en aquellos que se resistieron a que el socialismo evolucionara, catalogando esa posible evolución como revisionismo. El inmovilismo sistémico del socialismo fue el principal enemigo del socialismo real, del socialismo sistémico que existió con verdadera realidad práctica.

Es similar al enemigo interno del capitalismo: el inmovilismo que impide su evolución. Lo que se opone a que se trastoque sistémicamente la economía capitalista, sin percibir que la consigna de los tiempos actuales consiste en evolucionar y cada vez menos revolucionar. Se intentan procurar cambios desde adentro. El inmovilismo dentro del capitalismo impide erradicar de sus entrañas sistémicas la codicia y la avaricia. Pone barreras al altruismo que busca introducirse en el capitalismo, y al cual debe dársele cabida. Un altruismo que procura poner fin al capitalismo depredador. No únicamente por ser depredador con la clase trabajadora, con el proletariado, sino depredador con el ecosistema; con la Naturaleza, a la que quiere también rentabilizar.

La evolución a una economía capitalista procura abrir paso al compromiso social; a los valores humanistas dentro del sistema capitalista, donde no haya espacio a leyes económicas con vida propia y ajenas al ser humano. Leyes económicas que no están al servicio del ser humano y que se intentan poner a su servicio. En otras palabras, humanizar la economía capitalista.

Avances científicos y tecnológicos surgidos en la modernidad han ido transformando la relación económica, política y social con los medios de producción. Los métodos de producción han ido cambiando. Excepto las excepciones de métodos de producción que quedan del pasado y no se han modernizado, quedando como reminiscencias de economías retrógradas, los nuevos mecanismos productivos de la modernidad están dejando de ser depredadores ecológicamente y con los propios seres humanos.

Los que se aferran al pasado y no ven cómo la economía evoluciona y se transforma, se han quedado en el marxismo tradicional de una lucha de clases eternamente garrafal. No visualizan posibilidades de cambio en el capitalismo para su mejoramiento. Visualizan al capitalismo como el mismo escorpión de siempre, cuya única naturaleza es siempre enterrar su aguijón venenoso. Un escorpión con una naturaleza intrínseca incapaz del altruismo.

Así como los críticos del socialismo atribuían al sistema socialista una carencia intrínseca de motivaciones e incentivos económicos que tendían a la paralización de las fuerzas productivas, los socialistas tradicionales ignoran los retos ideológicos que el ser humano siempre tendrá presente para mejorar bajo todo sistema político y económico. Ignoran que hay siempre una fuerza imbatible que impulsa al ser humano hacia el altruismo.

El altruismo dirigido a transformaciones del capitalismo vigente es y será una fuerza inmanente en la sociedad, muy difícil de ignorar. Una fuerza dirigida a forzar el cambio.

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Nestlé reconoce una obra con propósito

Verónica González González, participante de la campaña De Nuestra Familia a la Tuya, de la empresa Nestlé, resultó ganadora de $5 mil al patrocinar las marcas Fancy Feast y Purina, adquiridas en el establecimiento Plaza Loíza, de la 65 de infantería. Este alimento sería donado para la comida de mascotas y animales sin hogar o que se encuentran en diferentes albergues y comunidades en Puerto Rico. Ejecutivos de Nestlé felicitaron a la ganadora por el gesto comunitario que realizaba al patrocinar las marcas de la empresa a favor de miles de mascotas y animales sin hogar en Puerto Rico, lo que catalogaron como una obra y un premio con propósito.

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