"Que coman torta"

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“Que coman torta”

“Si quieres que el presente sea diferente al pasado, estudia el pasado”, Baruch Spinoza.

En días cuando se habla sobre la (¿inminente?) caída del gobierno, vale la pena reflexionar sobre el pasado. Es importante hacerlo, si queremos evitar repetir nuestros errores. ¿Se habrán preguntado alguna vez, nuestros flamantes líderes de la oposición, porque surgió Hugo Chávez? ¿Habrán aprendido las lecciones del pasado? Después de tanta miseria y sufrimiento, sería triste perder algunas de las lecciones fundamentales por las que tanto hemos pagado durante estos últimos veinte años. Cada uno debe tener su lista de razones y lecciones… yo tengo la mía. En esta nota, la primera de esta serie, exploro uno de los principales motivos por los que surgió el chavismo: El profundo distanciamiento entre la élite política y el pueblo. Se cree que los Estados Unidos es la democracia más sólida del mundo. ¿Pero por qué surgió esta democracia tan sólida en un país que - cuando salió de sus guerras de independencia -tenía tantas razones para fallar? En un extracto del diario de Francisco de Miranda, cuando de paso por los Estados Unidos en 1783, apunta a un factor que quizás fue fundamental, refiriéndose a la democracia de costumbres, de moda etc. de los Estados Unidos:

“Hubo un barbecue (esto es, un cochino asado) y un tonel de ron, que promiscuamente comieron y bebieron los primeros magistrados y gentes del país, con la más soez y baja gente del pueblo; dándose las manos, y bebiendo en un mismo vaso – es imposible concebir, sin la vista, una asamblea más puramente democrática”.

En Venezuela no hubiera surgido ese “vengador”, como lo llamo Carlos Andrés Pérez, si no hubiera habido nada que vengar, en la mente de una parte importante de la población. Es verdad que los gobernantes de «La Cuarta República» le fallaron al país en su gestión económica y social. Pero lo que quizás fue peor, es que perdieron completamente el contacto con el pueblo. Esa pérdida de contacto surgió después de muchos años de gradual distanciamiento en lo económico, social, formativo etc. Podría decirse que en Venezuela había dos países: uno subdesarrollado, o en vías de desarrollo, al que pertenecía la mayoría de los Venezolanos; el otro una burbuja obscenamente distante del primero, al que muy poca gente pertenecía.


Cuando un gobernante adopta cualquier medida económica, política o social, lo que está haciendo es básicamente escogiendo entre diferentes alternativas. El gobernante tiene un abanico de opciones donde cada alternativa tiene su perfil de beneficios, de riesgos y probabilidades. Es un «tradeoff», donde el que elige trata de escoger la opción que maximiza el beneficio al pueblo y minimiza el perjuicio al pueblo (o político-personal, si queremos ser un poco cínicos). En otras palabras, toda alternativa, por más favorable que parezca, va a afectar a alguien de una forma negativa. En democracia, la «magia» del buen gobernante es escoger aquella alternativa que tiene la mayor probabilidad de beneficiar al mayor número de personas, perjudicando al menor número de ellas. Mientras más pequeño sea el grupo de electores desventajados, más fácil le será al gobernante evitar las consecuencias políticas de una decisión equivocada. Esta es la razón por la que creo que la pérdida de contacto entre la elite política de La Cuarta República y el pueblo fue fatal. Porque no entendiendo los «trajines de la vida» del pueblo (no digamos solo del campesino humilde y de la gente pobre de los barrios, sino de casi toda la mayoría de la gente del país) les llevo a subestimar muchas cosas; como por ejemplo, lo generalizado que era ese clamor por un “vengador”; que al final condujeron al surgimiento del chavismo. Esta es la misma razón por la que se dice que Inglaterra voto por su salida de la Comunidad Europea (Brexit), por la que en los Estados Unidos votaron por Donald Trump y por la que en Europa están floreciendo los partidos políticos de carácter nacionalista. Las élites políticas han perdido contacto con el pueblo y éste está harto de ellos. El mito de María Antonieta 1 nos demuestra que esto ha pasado muchas veces a través de la historia. No es suficiente que nuestros flamantes líderes de la oposición ahora le hablen al pueblo de una manera más «coloquial», para simular una «igualdad» que el pueblo no les cree. Por eso es importante que nuestros futuros gobernantes reflexionen sobre este tema y establezcan mecanismos para asegurar que nunca se pierda el contacto íntimo con el grueso del pueblo y la opinión pública.

Virgilio Mendoza, 22 Enero, 2018

1 “Que coman torta”, frase atribuida (supuestamente apócrifa) a María Antonieta de Austria, reina consorte de Francia, esposa de Luis XVI. En 1778 se produjo en Paris una crisis por la falta de harina para la producción del pan, alimento básico de la dieta del pueblo. La escasez llegó a tal grado, que se destinaba la mitad del salario para comprar pan. El pueblo se congregó ante el palacio reclamando soluciones. Fue entonces cuando, presuntamente, María Antonieta preguntó a sus damas de compañía qué era lo que reclamaban, y al responderle, que no tenían pan para comer, ella supuestamente dijo la famosa frase: “Qu’ils mange de la brioche”, traducido generalmente a “Que coman pasteles” (o torta, a lo Venezolano). Una expresión que quedó como ejemplo de su frivolidad e insensibilidad ante el sufrimiento de sus súbditos; o de su existencia en una burbuja, alejada de la realidad que vivía el pueblo.


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